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DE CONVIVENCIA SIRVEN PARA: Surgen del debate y son aceptadas por todo el
grupo. Crean un ambiente de cordialidad y afecto entre los integrantes. Establecen una
forma de convivir que permite que todos se sientan seguros y cómodos
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Partes: 1, 2, 3, 4
1.
2. El Problema
3. Objetivos de la Investigación
4. Justificación
5. Alcance de la Investigación
6. Metodología
7. Fases de la Investigación
8. Fundamentos teóricos y legales de la disciplina escolar
9. Las normas de convivencia como instrumentos legales para el logro del bien
común
10. Criterios a considerar en los acuerdos de convivencia escolar, según la
legislación educativa y de los Derechos del niño y adolescente
11. Conclusiones y recomendaciones
12. Materiales de referencia
El Problema
La cotidianidad del hombre en el mundo actual, como consecuencia del desarrollo de la
actividad humana en todos los aspectos de la vida, conlleva a su regulación a través de un
importante conglomerado de normas que se encargan de regir los procedimientos a que diere
lugar las consecuencias generadas por esa actividad social y productiva.
A tales fines la legislación venezolana revestida por la relevancia de la norma jurídica que la
compone no escapa de observar las necesidades sociales que deben organizarse y regularse de
manera general.
Particularmente, el hecho educativo representa un sistema en el cual los componentes que lo
integran se rigen por una normativa jurídica, en distintos ámbitos, necesaria para su correcto
desarrollo, como lo establece en la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela (CRBV, 1999):
La educación es un derecho humano y un deber social fundamental… La educación es
un servicio público y está fundamentado en el respeto a todas las corrientes del pensamiento,
con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de
su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la
participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social
consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión latinoamericana y
universal. El Estado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el proceso de
educación ciudadana de acuerdo con los principios contenidos de esta Constitución y en
la ley (Artículo 102).
De igual manera la Ley Orgánica de Educación (LOE, 1980) en su artículo 3, contempla que el
proceso educativo permite el desarrollo pleno de individuos para su participación en el proceso
social venezolano, como aspecto fundamental para superar las contradicciones del país.
Sin embargo, se observa que las transformaciones producidas por el descontrolado crecimiento
poblacional, la implementación de las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones,
la desintegración familiar, entre otros aspectos, el desarrollo del niño en la sociedad venezolana
ha sido impactado negativamente. Expresión de ello son los cada vez más continuos hechos
de violencia, actos ilegales cometidos por niños, niñas y adolescentes.
Esta situación alarmante de conductas inapropiadas, que van desde faltas leves hasta hechos
delictivos, por parte de los niños y adolescente, no escapa a las instituciones educativas. Siendo
la escuela una sociedad en micro cuya función es formar e inculcar valores, y
proporcionar herramientas que le permitan al niño, niña y adolescente desenvolverse
exitosamente en la sociedad en macro, no puede permanecer de brazos cruzados frente a tal
problemática.
Especialmente cuando en los últimos tiempos ha representado un escenario donde cada vez
incrementa situaciones conflictivas tales como: el porte de armas, uso de drogas, riñas entre
bandas, por parte de los estudiantes, situación que incide directamente en la disciplina escolar
de la institución, afectando igualmente la comunidad en la cual se encuentra ubicada la misma,
generando temor y angustia, entre los habitantes de la zona.
Es por lo antes expuesto, que la escuela se ha visto en la necesidad de normar ciertas conductas
en la búsqueda de mantener la armonía institucional, sin embargo, esta normativa denominada
en la actualidad acuerdos de convivencia, muchas veces no tiene pertinencia social, y en otras,
tampoco se encuentra enmarcada en el ordenamiento jurídico venezolano vigente, por lo que
no responde a las necesidades reales que vive la institución y la comunidad, lo cual representa
una debilidad de dicha normativa, impidiendo que se generen irregularidades que se
manifiestan como indisciplina escolar y a su vez un vacío normativo al momento en que se
producen situaciones contrarias a la moral, las buenas costumbres y / o contrarias a derecho.
Frente a este panorama, siendo que los fines que persigue el Derecho son: (a) la paz, armonía y
el orden, (b) mantener la convivencia pacifica entre los hombres, (c) Obtener la justicia y el
bienestar general, (d) el bien común.
Y que el bien común según señala López (2008) implica paz, es decir, estabilidad
y seguridad de un orden justo, lo cual supone que la autoridadgarantiza por medios honestos,
la seguridad de la sociedad y la de sus miembros., para lo cual es necesario que se produzcan
los cuatro elementos que constituyen el Bien Común, a saber: 1.- condiciones sociales de paz,
justicia y libertad; 2.- conjunto de bienes materiales, educativos, religiosos; 3.- equidad en el
reparto de esos bienes; y 4.- una adecuada organización social.
Por lo que se hace imperioso que los acuerdos de convivencia tengan pertinencia social,
respondiendo verdaderamente a la realidad de las instituciones educativas, así como a la
condición del adolescente como sujeto de derechos. En tal sentido, la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela(CRBV, 1999), establece en su artículo 78 que "los niños,
niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho, y estarán protegidos por la legislación,
órganos y tribunales especializados, lo que les da al momento de cometer un delito,
la responsabilidad penal".
Por su parte, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA, 2007),
contempla entre otros aspectos la vinculación del procesoeducativo con los derechos de niños,
niñas y adolescente. particularmente los artículos del 53 al 68, regulan una nueva situación que
requiere la asimilación de nuevas formas de relacionarse con los niños y adolescentes en el
aula, asumiendo su condición de sujetos de derechos y capaces de asumir responsabilidades
por su conducta.
En consecuencia, el conjunto de responsabilidades y actuar en general del estudiante en el aula
y en cualquier instalación de una institución educativa forma parte de lo que se conoce como la
disciplina escolar. En la actualidad el sistema disciplinario es el conjunto de correctivos ante los
actos o situaciones sancionables.
La disciplina escolar, esta integrada por un conjunto de reglas, que tienen como objetivo el
controlar y mantener el orden en las actividades educativas y en consecuencia un mejor
desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje. De igual manera es un principio necesario en las
relaciones de la comunidad estudiantil y debe establecerse según lo señala el Artículo 57 de la
Ley de Protección del niño, niña y adolescente (LOPNA, 2007): "la disciplina escolar debe
establecerse acorde con los derechos garantías y deberes de los niños, niñas y adolescentes."
La disciplina escolar contempla sanciones en cuanto a la comisión, por parte de los estudiantes,
de faltas graves o leves. La Ley Orgánica de Educación(LOE, 1980) en su artículo 123,
específicamente en los numerales 1 y 2 establece que los alumnos incurren en faltas graves en
los casos siguientes:
- Cuando obstaculicen o interfieran el normal desarrollo de las actividades escolares o alteren
gravemente la disciplina escolar.
- Cuando cometan actos violentos de hecho o de palabra contra cualquier miembro de la
comunidad educativa o del personal docente, administrativo u obrero del plantel.
Es importante destacar que el niño, niña, o adolescente y el representante deben
tener conocimiento de las normativas escolares de la institución, como se establece en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente Ley Orgánica para la Protección del
Niño, Niña y Adolescente (LOPNA, 2007) en su artículo 57 literal b, y que su incumplimiento
trae como consecuencia el llevar a acabo una serie de sanciones, de acuerdo a las faltas
cometidas. El niño, niña y adolescente, como estudiante, debe cumplir con sus obligaciones,
establecidas en el Artículo 93 ejusdem.
El no cumplimiento de los acuerdos de convivencia trae la puesta en práctica de
un procedimiento administrativo, que según las faltas cometidas, puede ser llevado a otras
instancias como la zona educativa, ente encargado entre otros, de aspectos concernientes al
rendimiento y disciplina estudiantil; los Consejos de Protección, los cuales como organismos
integrantes del sistema de protección del niño, niña y adolescente, tienen como objetivo
fundamental, la protección y atención de los niños y adolescentes, también según la magnitud
de la falta cabría recurrir a otras instancias.
Estos lineamientos disciplinarios deben estar presente en los acuerdos de convivencia, pero
deben tomarse en cuenta además otros aspectos, e incluirse otros elementos, adaptados a la
realidad social de cada institución, entre ellos aquellos relacionados con la delincuencia, el uso
de drogas, el uso de armas blancas, la homosexualidad, entre otros; situaciones fácticas, que no
han sido tomadas en cuenta en muchos planteles a la hora de elaborar sus acuerdos de
convivencia, generando un vacío normativo, que impide sancionar o implementar correctivos
hacia conductas que contradicen el bien común y generan indisciplina escolar. Parte de aquí,
el interés de la investigadora de analizar los acuerdos de convivencia con pertinencia social en
el marco del ordenamiento jurídico venezolano para el logro del bien común.
Surgiendo las siguientes interrogantes, que se planteó responder la investigación proyectada.
Interrogantes
¿Cuál es la fundamentación legal y teórica de la disciplina escolar?
¿Cuál es la importancia de los acuerdos de convivencia como instrumentos legales para el logro
del bien común?
¿Cuáles son los criterios a considerar en los acuerdos de convivencia, en el marco del
Ordenamiento jurídico venezolano para el logro del bien común?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Analizar los Acuerdos de Convivencia en las Instituciones Educativas, en el marco del
Ordenamiento Jurídico Venezolano, para el logro del bien común.
Objetivos Específicos
1.- Conocer los fundamentos teóricos y legales de la Disciplina Escolar.
2.- Determinar los acuerdos de convivencia como instrumentos legales para el logro del bien
común.
3.- Describir los criterios a considerar en un acuerdo de convivencia en las Instituciones
Educativas, en el marco del Ordenamiento Jurídico Venezolano para el logro del bien común.
Justificación
El estudio se justificó desde diversas dimensiones. En primer lugar, desde el punto de vista
jurídico, porque pudo propiciar un mayor conocimiento y comprensión de la normativa
relacionada con el adolescente como sujeto de derecho, y en especial sobre la Ley de Protección
al Niño, Niña y al Adolescente, cuya reforma es de reciente data. Lo cual puede contribuir a la
correcta aplicación de la misma y aportar elementos para la reflexión sobre las implicaciones de
su inobservancia, tanto desde el punto de vista legal como social, particularmente en las
instituciones educativas, y de manera especial en la elaboración de acuerdos de convivencia con
pertinencia social para el logro del bien común.
En segundo lugar, desde el punto de vista social por que el tema de la disciplina escolar, es un
tema que se encuentra en el tapete en la actualidad, ya que diariamente se observan episodios
de indisciplina que van desde la comisión de faltas leves, hasta la comisión de hechos punibles,
que requieren la intervención de los organismos de seguridad del estado. En tal sentido
constituye un aporte de importancia fundamental en el área.
Por otra parte, el estudio orientó legalmente a los sujetos que intervienen en la relación
educativa, tales como directivos y docentes de las instituciones educativas, comunidades de
padres y representantes, concejos comunales, organismos de seguridad del estado, y
organismos administrativos y judiciales del sistema de protección de niño, niñas y
adolescentes, quienes requieren llegar a acuerdos, y estar documentados y asesorados
jurídicamente en cuanto a los supuestos de hecho y de derecho.
Por lo que el estudio aportó beneficios desde el punto de vista teórico, doctrinal y jurídico en
relación con la temática tratada. De allí que el trabajo tiene visos de originalidad ya que se
propuso una alternativa de solución enmarcada en el ordenamiento jurídico vigente sobre
la materia, y que responda al problema de indisciplina escolar, al señalar los criterios a
considerar para elaborar acuerdos de convivencia en las Instituciones Educativas, en el marco
del ordenamiento jurídico vigente para el logro del bien común.
En este sentido, el estudio fue igualmente útil a la investigadora por cuanto los aportes teóricos
– legales, le permitieron enriquecer sus conocimientos en lo relativo a la materia de protección
al niño, niña y adolescente, además de la implementación de acuerdos de convivencias con
pertinencia social para el logro del bien común en la institución donde labora la misma. Así
como la satisfacción que representa el hecho de contribuir con aportes cognitivos para motivar
a los estudiantes del derecho y abogados a realizar investigaciones relacionadas con la
problemática planteada.
Alcance de la Investigación
El propósito del presente estudio fue analizar Acuerdos de Convivencia en las Instituciones
Educativas en el marco del Ordenamiento Jurídico Venezolano para el logro del bien común.
De esta manera, el análisis se fundamentó en la normativa legal que regula la temática,
establecida en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999), Ley
Orgánica de Protección al Niño, Niña y al Adolescente (LOPNA, 2007), Ley Orgánica de
Educación (LOE, 1980), entre otras.
Su alcance metodológico está dado por ser una investigación dogmática - jurídica, de tipo
documental donde la recopilación de información en textos, leyes y documentos permitió
simplificar los datos manejados para sistematizarlos y al mismo tiempo responder a
los objetivos planteados.
Por otra parte, tuvo un alcance geográfico centrado en el ámbito especial de las leyes vigentes
en Venezuela, especialmente las relativas a las normasrelacionadas con el ámbito educativo, en
el marco del sistema de protección de niños, niñas y adolescentes, el cual puede hacerse
extensible a otras unidades educativas dentro y fuera del estado, siempre y cuando cada una de
ellas lo adapte a su propia realidad social.
Por último el estudio tuvo un alcance académico personal al fortificar en la investigadora los
conocimientos doctrinales y jurídicos sobre la temática en estudio, así como el de las personas
interesadas en el mismo. De igual modo la satisfacción personal que representa el hecho de
que la investigaciónsirve de antecedente a futuros estudios relacionados con la norma y la
doctrina venezolana en el marco del sistema legal de protección al niño, niña y adolescente.
Metodología
Tipo y Modalidad de la Investigación
La metodología que se utilizó para el desarrollo de esta investigación fue de tipo Jurídico
Dogmático de carácter analítico – descriptiva, en la modalidad documental, la cual contempla
una revisión bibliografía exhaustiva, que sirvió de base para el estudio y comprensión de las
normativas de convivencia en el ámbito de la legislación que rige la educación y al niño, niña y
adolescente. En tal sentido Witker (1999), una investigación dogmática "Es aquella que concibe
el problema jurídico desde una perspectiva estrictamente formalista descontando todo
elemento fáctico que se relacionen con la institución, normas jurídicas o estructura legal en
cuestión". En este caso, la investigación buscó analizar acuerdos de convivencia con pertinencia
social en el marco del Ordenamiento Jurídico Venezolano para el logro del bien común.
Por su parte, la investigación documental es según Hurtado (1988), el proceso mediante el cual
el investigador recopila, revisa, analiza, selecciona y extrae información de diversas fuentes.
Igualmente Bautista (2004) expone que la búsqueda de datos o información en las
investigaciones documentales se realiza a partir de fuentes referenciales, estas pueden ser
agrupadas en las siguientes categorías:
- Artículos en publicaciones periódicas: revistas especializadas y de divulgación general,
periódicos, catálogos y similares.
- Libros. Documentos o reportes técnicos, divulgativos o de investigación.
- Ponencias y publicaciones derivadas de eventos: conferencias, convenciones, seminarios,
talleres y similares.
- Trabajo y Tesis de Grado. Manuscritos y Datos no publicados o de circulación restringida.
- Programas de Computación, material audiovisual y otras fuentes no impresas.
Asimismo uno de los aspectos más importantes en este estudio, Leyes, decretos, Reglamentos,
Normas, Resoluciones y demás instrumentos de tipo jurídico – normativo.
El método de investigación que se utilizó fue el método analítico. Al respecto Witker (1999),
señala que "utilizando el método de análisis es posible descomponer un problema jurídico en
sus diversos aspectos, estableciendo relaciones que ofrezcan una imagen de funcionamiento de
una norma (p.11).
Fases de la Investigación
De acuerdo con el tipo o modalidad seleccionada, las fases que se cumplieron de manera
sistemática para lograr los objetivos propuestos, así como los procedimientos que se utilizaron
fueron los siguientes:
El instrumento de investigación que se utilizó para obtener la información fue la ficha de
contenido. Se aplicaron igualmente los criterios de inducción, deducción lógica, utilizando la
técnica de análisis de contenido que consiste en extraer las ideas principales del documento
o texto revisado y efectuar un análisis crítico para el desarrollo de la problemática del tema, lo
que posteriormente conllevó a estructurar la presente investigación en capítulos, asimismo, un
cuerpo de conclusiones y recomendaciones del producto de haber relacionado todo lo
relacionado con los fundamentos doctrinales y legales de la disciplina escolar y las normativas
de convivencia en el ámbito educativo y según la legislación que rige al niño, niña y
adolescente.
Para el desarrollo de esta investigación, las técnicas de recolección de información se
orientaron principalmente hacia un registro de observaciones documentales, divididas en
cuatro fases sistemáticamente organizadas, las cuales son:
Fase I: Revisión bibliografía y documental donde se estableció el sustento teórico, basado en la
recopilación y selección del material bibliográfico: doctrinas, jurisprudencia, bases legales,
entre otros relacionados con el estudio. Para ello se utilizó la técnica del fichaje y el subrayado.
Fase II Organización y Actualización de Datos: Se clasificó toda la información recabada
realizándole los ajustes y actualizaciones de conformidad con los pensamientos jurídicos
Venezolanos vigentes, y empleándose los instrumentos de recolección apropiada.
Fase III Análisis y Organización del Esquema de Trabajo: Comprendió la aplicación de las
técnicas lógicas y la realización de la estructura del esquema de trabajo.
Fase IV Redacción y elaboración del trabajo: Consistió en la aplicación de la información
asimilada lo que permitió la realización o composición de la investigación.
Estructura del trabajo
La estructura capitular del presente Trabajo Especial de Grado, quedó conformado de la
siguiente forma:
Capitulo I, titulado Fundamentos teóricos y legales de la disciplina escolar, en el cual se
especificaron conceptos, características generales acerca de la disciplina escolar, su
fundamentación legal, teniendo como base la legislación que rige dicho aspecto como la Ley
Orgánica de Educación, la Ley Orgánica para la protección del Niño y Adolescente, de la misma
manera la legislación internacional al respecto como la Convención Aprobatoria sobre los
Derechos del niño y la declaración universal de los derechos humanos, de igual forma
resoluciones emanadas del Ministerio de Educación.
El Capitulo II titulado Las normas de convivencia como instrumentos legales para el logro d
el bien común, en el cual se expresaron los fundamentos teóricos, y características de las
normativas de convivencia, el papel de la familia en la constitución y cumplimiento de las
mismas, además el establecimiento de las faltas y sanciones como una forma de establecer la
convivencia escolar.
Y el capítulo III, en el cual se especificaron los acuerdos de convivencia en las instituciones
educativas según la legislación al respecto y la referente a los derechos del niño, niña y
adolescente.
CAPÍTULO I
Resumen
Al adentrarnos en los entornos escolares de Institutos de Educación Secundaria, se hace cada vez
más palpable el gran interés que ha surgido por la mejora de la convivencia escolar, tema que sin
lugar a dudas, es de suma importancia para mejorar el clima en los centros escolares. A lo largo de
los últimos años se han llevado a cabo numerosas actuaciones para mejorar la convivencia en los
centros, así como para intentar conseguir un clima de respecto y tolerancia entre nuestros
alumnos, e inculcarles la resolución pacifica de los conflictos. De esta forma, se podrían enumerar
diferentes legislaciones tanto a nivel estatal como a nivel autonómico; así, entre las mas
importantes, podemos destacar la Ley 27/2005, de 30 de noviembre, de fomento de la educación y
la cultura de la paz, la Ley 9/1999 de 18 de noviembre, de Solidaridad en la Educación, y a nivel
autonómica es importante destacar el Decreto 19/2007 de 23 de enero, por el que se adoptan
medidas para la promoción de la Cultura de Paz y la Mejora de la Connivencia en los Centros
Educativos con fondos públicos, enmarcadas en la Década Internacional para la Cultura de la Paz
(2001-2010) proclamada por las Naciones Unidas. Vemos, pues, que este tema no es solo de
importancia a nivel autonómico y estatal, sino también a nivel internacional. A lo largo de este
artículo los términos de convivencia y conflicto van a ser analizados, así como las causas de la
aparición de posibles conflictos así como algunas directrices para conseguir evitar los mismos.
Parece ser que lo que más intimida de la docencia son los conflictos inherentes a la convivencia en
el centro escolar. Todos nos hacemos las mismas preguntas: ¿Seré capaz de enfrentarme a los
chicos violentos de una clase de secundaria de cuarenta alumnos? ¿Qué herramientas pueden
ayudarme a mantener la disciplina en clase? ¿Qué necesito saber? Este artículo, que está
enfocado a la realidad del aula, quiere ofrecer algunas estrategias para que no nos veamos
desarmados en el peculiar campo de batalla de un aula masificada de secundaria.
Desde hace algunos años, muchos son los centros escolares en los se vienen implantando
numerosas actividades que favorecen la convivencia. Antes de nada, seria importante definir que
entendemos por convivencia. Podríamos definir la convivencia, según el Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española como “la acción de convivir”, definida, asimismo como “vivir en
compañía de otros”. La convivencia y los conflictos van unidos por una línea muy fina, ya que
cuando convivimos con otras personas, surgen conflictos a través de choque de intereses.
¿Qué entendemos por conflicto? Ortega (2001, 10) nos da la siguiente visión del conflicto: “Existe
una demonización del conflicto que los asocia indiscriminadamente a conductas no deseables, a
veces delictivas. Pero el conflicto es también confrontación de ideas, creencias y valores,
opiniones, estilos de vida, pautas de comportamiento, etc. que en unas sociedad democrática que
se rige por el diálogo y la tolerancia, encuentran su espacio y ámbito de expresión”. Podríamos
afirmar, pues, que los conflictos forman parte de nuestra vida diaria, es mas, el conflicto no es algo
ajeno a la convivencia, sino una parte fundamental de la misma, y estos se hacen mas palpables
en la escuela secundaria, donde los alumnos, debido a su inmadurez y a la vitalidad y
espontaneidad que poseen los adolescentes. Según palabras de la profesora, Díaz Aguado, M.J.
(2009), “Por eso, para mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia es preciso enseñar a
resolver conflictos (incluidos los relacionados con procedimientos de disciplina) de forma
constructiva (pensando, dialogando, negociando, a través de la mediación, de la colaboración, […].
La construcción de la democracia desde la escuela, que permitan aplicar esta enseñanza a los
conflictos que se producen en la escuela, que de lo contrario suelen formar parte del origen de la
violencia” La Conserjería de Educación de Andalucía ha tomado buena nota y, desde hace cinco
años, viene desarrollando el Plan Andaluz de Educación para la Cultura de Paz y No violencia,
como consecuencia de la aprobación del Decreto 19/2007, de 23 de enero, por el que se adoptan
medidas para la promoción de la Cultura de Paz y la mejora de la convivencia en los centros
educativos sostenidos con fondos públicos. Podríamos destacar como sus principios orientadores
los siguientes: promover la paz como acción colectiva e individual, saber convivir con los conflictos
y proponer soluciones creativas y pacíficas a los mismos, y detener, disminuir y prevenir las
manifestaciones de la violencia. Estos principios son los que fundamentan el proyecto, que ahora
es tan conocido como “Escuela, espacio de paz“. Estas “Escuelas, espacio de paz”, podrían ser
definidas como aquellas en las que se viene desarrollando un proyecto integral que tiene como
principal objetivo el desarrollar a los alumnos desde un enfoque de Educación para la Cultura de
Paz. Estas escuelas, implican en sus procesos participativos a toda la comunidad educativa, es
decir, padres, madres, profesores y alumnos, en los que con la unión de todos ellos se constituye
una comunidad de aprendizaje donde se aplican estrategias para la mejora de la convivencia, así
como la prevención y el aprendizaje a través de la resolución pacifica de conflictos.
La pregunta que nos hacemos ahora es: ¿vamos a ser, nosotros como profesores de Educación
Secundaria, capaces de lidiar con estos conflictos? Por supuesto que sí que seremos capaces de
hacer frente a los conflictos de un aula, pero antes debemos tener algunas ideas claras y
reflexionar acerca de la noción de disciplina.
En primer lugar, debemos cambiar la concepción que tenemos de los conflictos. Como
anteriormente se ha señalado en este artículo, los conflictos no son problemas, al contrario,
suponen oportunidades magníficas para analizar la socialización de los sujetos que conforman
toda la comunidad educativa: alumnos, profesores, padres. En estos procesos de socialización,
cada uno de los sujetos asume un rol distinto y es la adopción de un determinado rol lo que permite
al alumno moldear su identidad y relacionarse con los otros roles de la comunidad. Lo que sucede
con los estudiantes conflictivos es que han asumido un rol que les aleja del centro educativo. ¿Es
posible transformar ese desafecto en compromiso? Sí, pero sólo es posible si el alumno conflictivo
asume otro rol dentro de la comunidad educativa, lo que implica que moldee su identidad (la
adolescencia sirve, entre otras cosas, para eso).
El conflicto es una herramienta para generar el consenso del grupo y asegurar la complicidad entre
formadores y jóvenes. Es necesario y productivo conceder a los estudiantes protagonismo en la
resolución de los conflictos. Solo así podremos elevar el grado de implicación del grupo en nuestro
programa educativo y, consecuentemente, asentar normas compartidas. No aportamos nada
nuevo cuando aseguramos que el peso de pertenecer al grupo puede más que el deseo de
desafiar a la institución. Nada nos duele tanto —ni es tan efectivo— como el rechazo del grupo o
de una persona a la que realmente apreciamos. Todos nos hemos sentido terriblemente mal
cuando hemos defraudado a una persona que confía en nosotros. Por eso es importantísimo crear
vínculos entre el alumno y el profesor y entre el centro educativo y la familia. Si facilitamos la
implicación de todos los agentes crearemos expectativas que tienen que ver con cuestiones de
orden social y moral. Hemos de ir más allá de la mera compensación académica. Esa es la
respuesta a las situaciones conflictivas.
Podríamos analizar donde empieza a fallar el sistema y cuando es cuando los alumnos empiezan a
desobedecer a los profesores; para esto seria interesente retroceder en el tiempo y preguntarnos a
nosotros mismo, en que ocasiones, o que circunstancias eran las que nos alentaban o hacían que
desobedeciéramos a nuestros padres o profesores en el instituto; seguro que todos piensan lo
mismo: cuando nos obligaban a hacer algo. Así, deducimos que la imposición de un sistema de
normas rutinarias, autoritarias y memorísticas es contraproducente, y la aplicación del castigo
mondo y lirondo totalmente insuficiente. Si nos valemos de este método con cuya ineficacia
estamos todos familiarizados no solo habremos fracasado en nuestro objetivo de mantener la
disciplina en clase, sino que la rebeldía de nuestros alumnos se intensificará. En cambio, si
optamos por un sistema reglamentario que no sea rutinario, autoritario y memorístico sino
espontáneo, consensuado y flexible será más fácil para los alumnos interiorizar las normas y para
los docentes controlar el aula. Por tanto, según uno de los consejos que a nosotros como docentes
nos propone las normas de Convivencia, elaboradas por las Conserjería de Educación de la Junta
de Andalucía, y que debemos de tener muy en cuenta es: “Las normas, en vez de enumerar
prohibiciones, deben recoger lo que hay que hacer. A veces no es fácil reformularlas en positivo,
pero conviene hacer este esfuerzo”. Es muy importante tener en cuenta como vamos a abordar la
descripción de una norma, ya que, como hemos señalado antes, nosotros las personas, y
especialmente los adolescentes, actuamos de una manera u otra depende de cómo se nos
formulen las peticiones, prohibiciones o normas.
A veces, los conflictos llegan a más, sobre todo cuando nos encontramos con alumnos violentos,
¿Cómo debemos de afrontar, superar y conseguir resolver estos conflictos? Nos podemos
encontrar en nuestro camino como educadores con alumnos violentos, que no respetan ni a sus
compañeros ni a sus profesores, en definitiva, no respetan ninguna autoridad, llegando a la
agresión en algunos casos. Al mismo tiempo carece de motivación alguna para aprender y acudir
al instituto.
En primer lugar, debemos analizar de donde puede provenir la actitud de este alumno. Esta actitud
violenta, por desgracia cada vez más frecuente en los institutos españoles, podría deberse a
diferentes factores:
Primeramente, analizamos el factor familiar: existen multitud de alumnos que llegan a los institutos
con la carga de los problemas que poseen en sus hogares. Las bases familiares cada día son más
frágiles y se encuentran hoy en día con numerosos problemas tales como agresiones, paro o la
disolución familiar, por nombrar algunos. Entre los resultados en sondeos elaborados en varios
institutos en la provincia de Málaga, el mayor temor de los alumnos, se encuentra el miedo al
abandono. Además no podemos olvidar que la familia es un modelo de comportamiento que los
alumnos imitan, aprenden a ser iguales que ellos. Si los padres tienen conductas agresivas o
piensan y hablan en forma violenta, para un hijo, lo que hacen los padres es lo que está bien
aunque éstos sean delincuentes. Por tanto, lo que aprende ese niño es a no respetar a las
autoridades, porque los valores se transmiten con los hechos no con las palabras.
Por otra parte, podríamos destacar entre los factores que hacen que algunos de nuestros alumnos
sean violentos, la falta de valores integrados en la personalidad del alumno provoca que su estado
de angustia y desesperación lo canalice a través de la agresividad, sólo unos pocos pueden
defenderse con mecanismos adecuados, esto, como hemos mencionado anteriormente se acentúa
en la pubertad y la adolescencia, edades que como sabemos, son muy difíciles de afrontar para
muchos de nuestros alumnos.
Además también encontramos la publicidad que recibe la violencia por parte de películas,
videojuegos, etc. Los alumnos, empiezan a considerar la violencia como algo normal. Además, el
problema básico es la dificultad de estos chicos violentos, para establecer vínculos normales,
porque muchas veces las agresiones son la única forma que tienen de comunicarse. Es muy
importante, que nosotros, los docentes, enseñemos a hacer a nuestros alumnos a saber respetar a
los demás, sus ideas, pensamientos, así como enseñemos a expresarse de una manera que
aprendan a resolver conflictos de una manera pacifica.
Para finalizar, vamos a realizar una seria de estrategias para nosotros, como docentes, aplicar en
nuestras aulas para conseguir reducir la violencia en nuestros centros escolares, ya que hoy en
día, muchos docentes y centros escolares se enfrentan a la problemática de la indisciplina por
parte de sus alumnos
En primer lugar debemos establecer y mantener un contacto más personal con los familiares y con
los propios alumnos, tratar de conocer sus problemas y de mejorar las condiciones de los alumnos.
Sabemos que los alumnos no sólo aprenden de sus profesores sino que también se identifican con
ellos, por eso las clases representan una gran oportunidad para que vean nuevos modelos a
seguir. Es decir, como se dice al principio de este artículo, debemos de implicar a todo el conjunto
de la comunidad educativa, ya sean padres, madres, como alumnos y todo el equipo educativo del
instituto.
Es muy importante incentivar la práctica de deporte y organizar competiciones con otros institutos
para fomentar el hábito de la participación en equipo, elevando la autoestima del grupo y
fortaleciendo su sentimiento de pertenencia. No olvidemos que los alumnos, mas en las edad
adolescente, necesitan de la identificación de pertenencia a un grupo. “Sin conciencia de grupo, sin
considerar que quines nos rodean tienen los mismos derechos que nosotros, las normas de
convivencia son mas una imposición que un valor social” (Acosta Mesas, A (2007)).
Dentro de la enseñanza deberíamos utilizar el refuerzo positivo, ya que todos hacemos lo que nos
proporciona placer y evitamos las que nos producen dolor. Igualmente, es frecuente que nuestra
realización personal vaya unida a un reconocimiento de quienes nos rodean respecto a nuestro
esfuerzo. Según el investigador de psicología en educación, Thorndike, la recompensa fortalece
las conexiones estímulo—respuesta y el castigo no las debilita directamente. El castigo es un
método poco valioso para el control de la conducta, ya que produce efectos sólo temporales y
efectos emocionales que pueden resultar indeseables, además de que el alumno siga haciendo la
mala acción a escondidas para evitar el castigo. Según el Cuaderno de Convivencia que nos
ofrece la Junta de Andalucía: “Si se decide utilizar el castigo como corrección, debemos intentar
usarlo con la máxima eficacia, junto a otras estrategias educativas que ilustren en positivo lo que
debe hacerse e intentado reconducir su coste sentimental. El castigo tiene como objetivo disminuir
la frecuencia de un comportamiento inadecuado, pero no es una guía positiva de lo que debe
hacerse. […], por tanto, hay que complementarlo con otras estrategias que ilustren y hagan
explicito el comportamiento deseable”. Por tanto, se debería cambiar el castigo por penitencias
leves, como pueden ser la supresión temporal de algún beneficio u objeto placentero, de manera
que sirva de advertencia frente a una conducta indeseable que puede haber provocado conflicto o
daño. Pero lo que resulta muy importante y necesario para los alumnos es, que además de
corregirles sus conductas, reciban mucho reconocimiento por sus logros.
BIBLIOGRAFIA
- Ortega, P.(2001). Presentación. En Ortega, P. (coord) Conflicto, violencia y Educación. Actas del
XX Seminario Interuniversitario de Teoría de la Educación. Murcia. Cajamurcia.
Por otro lado, ¿Qué le permite a una sociedad en cualquier parte del
mundo, encontrarse a pesar de sus diferencias?, SU CONSTITUCIÓN. El
artículo 20 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(CRBV) establece que “toda persona tiene derecho al libre
desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones de las que se
derivan del derecho de las demás y del orden público y social”. Es un
ordenamiento jurídico equilibrador de posturas, lógicas, valores, creencias,
culturas, pensamientos, métodos y comportamientos distintos. El derecho
a la manifestación pacífica está en nuestra constitución, pero preguntamos
entonces, ¿Es constitucional llenar a una persona de gasolina y prenderle
fuego con un yesquero?, ¿Es constitucional lanzar piedras y bombas
molotov a una escuela con niños y niñas en susactividades escolares?,
¿Es pacífico sacar mesas sillas de un liceo, romperlas y usarlas para
trancar el libre tránsito o destruir completamente un maternal?, ¿Es
constitucional impedir el goce y ejercicio del derecho humano a la
educación haciendo barricadas impidiendo el libre tránsito para que niños
y niñas no puedan asistir a sus escuelas?. La respuesta a cada
interrogante nos lleva a la evidencia de que los hechos que hemos estado
viviendo en estos meses han roto inescrupulosamente e intencionalmente
este precepto de equilibrio y respeto y ha colocado A UNA MAYORÍA DE
CIUDADANOS Y CIUDADANAS EN SITUACIÓN DE INDEFENSIÓN.
Es en este momento en que se crece la escuela como espacio de
encuentro, de reconciliación, de tolerancia, de comprensión, de estudio de
lo que verdaderamente está pasando. Cuando el ministro del poder
popular para la educación, Elías Jaua, afirma “LA ESCUELA ES
SAGRADA”, no es para aislarla o que se desconozca lo que estamos
viviendo, sino que al contrario, es en la escuela donde podemos mirarnos
cara a cara, desde lo humano, sin intolerancia, con comprensión de
nuestras diferencias, sin discriminaciones ni agresiones. Es el espacio
hermoso para comunicarnos como seres humanos sin acudir a la
incitación al odio y a la violencia. Por eso se hace necesario que leamos y
discutamos la importancia de cumplir con el artículo 10 de la Ley Orgánica
de Educación: “Se prohíbe en todas las instituciones y centros educativos
del país, la publicación y divulgación de programas, mensajes, publicidad,
propaganda y promociones de cualquier índole, a través de medios
impresos, audiovisuales u otros que inciten al odio, la violencia, la
inseguridad, la intolerancia, la deformación del lenguaje; que atenten
contra los valores, la paz, la moral, la ética, las buenas costumbres, la
salud, la convivencia humana. Prohibida toda actividad que promueva el
terror, las discriminaciones de cualquier tipo, el deterioro del medio
ambiente y el menoscabo de los principios democráticos, de soberanía
nacional e identidad nacional, regional y local”. Ya es ilegal que todo esto
se incite en las calles, en comunidades, pero es más ilegal aún que se
haga en las escuelas. LAS ESCUELAS DEBEN SER REFERENTES DE
LA EDUCACIÓN EN, POR Y PARA LA PAZ. DEBEN HACER LA
DIFERENCIA, para crear desde nuestras instituciones educativas,
ciudadanía, cultura de convivencia, solidaridad, bien común y compromiso
social; respeto a la vida y al ambiente; amor y estima a sí mismos, a sí
mismas y a los y las demás; valoración y disfrute por la vida y por el
aprendizaje; respeto al trabajo en colectivo, al ejercicio de una
comunicación permanente y promover un clima escolar caracterizado por
la convivencia y la paz. DESDE LA PEDAGOGÍA DEL AMOR, EL
EJEMPLO Y LA CURIOSIDAD, la escuela se convierte en el espacio
sagrado que emane hacia la sociedad un mundo mejor donde vivir.
Fuente: http://me.gob.ve/index.php/noticias/83-noticias-2027/mayo-2/2985-
la-escuela-como-referente-de-convivencia
Pedagogía y convivencia escolar para
la paz
NURISNARDA LAMAS // 9 FEB, 2017 // ~ 15 MINUTOS DE LECTURA.
Resumen
Summary
Introducción
La cultura de la paz y la convivencia constituye un elemento
dinamizador de la realidad interactiva que se apoya en la escuela
el cual constituye el espacio geográfico y social de formación de
ciudadanía y de participación comunitaria donde se asume la
actividad educativa.
Sustrato teórico
La convivencia en la prevención de la violencia escolar
Orientacion metodológica
Esta investigación de corte cualitativo destacó algunos eventos,
situaciones y posturas de cinco docentes de educación básica, en
razón de significar sus interpretaciones y derivaciones en el
ámbito de la convivencia escolar. En tal sentido, las implicaciones
a destacar se asumieron desde estos enfoques propios del
comportamiento humano.
Hallazgos
Una de las etapas para la presentación e interpretación de los
hallazgos, se asumió en cuanto a las categorías abiertas,
construidas por la investigadora: Pensamiento y Acción Docente,
Convivencia Escolar y Mediación del Docente.
El sentir y hacer del docente en los escenarios de la mediación
para la convivencia escolar, cobra fuerza en la formación en
valores para el acercamiento humano, en el carácter de la
intersubjetividad con el otro, la no discriminación, el redistribuir de
conexiones sensibles por la dignidad de las personas, en la
legitimidad y presencia de la filosofía humanista, para el
desarrollo de acciones de convivencia afectiva que permitan una
acción educativa exitosa.
Reflexiones
La percepción inteligible que cristaliza en el reconocimiento del
fenómeno y su caracterización intuitiva de voluntades, intelectos y
espiritualidad, cobra fuerza en la condición de reflexiones para
hacer una similitud sobre los eventos conseguidos que se perfilan
en la realidad de la educación primaria, respecto a la cultura de
convivencia escolar para la paz ciudadana, a partir de los hechos
contextuales que se han de asumir desde la disposición
coherente, en torno a lo establecido en el sistema educativo
bolivariano.
Referencias
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mediación. Taller de formación de mediadores y mediadoras
en el ámbito educativo. España, Barcelona: CEAC.
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modernidad. En: Gaceta de Pedagogía. N° 31. Publicaciones
del Departamento de Pedagogía del Instituto Pedagógico.
Caracas.
Notas:
Unesco (2012) hace especial énfasis en la relevancia del clima escolar, porque
existe una asociación directa entre buenas condiciones de esta variable y los
aprendizajes; y el rendimiento académico y el logro. Adicionalmente, López
(2014) señala que el clima escolar incide en la construcción de ambientes
propicios para el intercambio de ideas y saberes, la formación ciudadana y el
desarrollo de prácticas escolares coherentes con el contexto Sandoval (2014),
Unesco (2012), Bosco, E. B. (2012), López (2014), entre otros, señalan una
relación significativa entre la percepción del clima social escolar y el desarrollo
emocional y social de alumnos y profesores. La percepción de la calidad de vida
escolar también se relaciona con la capacidad de retención de estudiantes de los
centros educativos.
Por otra parte, el clima escolar contempla los ambientes de aula como una de las
variables centrales. Estos propician actividades para que los estudiantes sean los
protagonistas del proceso de aprendizaje. En este sentido, ellos pueden
enfrentarse a problemas cotidianos, usar materiales concretos para modelar
situaciones o crear propuestas para el desarrollo comunitario.
+Lea: Los grupos interactivos y el clima escolar
Así pues, como propone Otálora (2010) y Vite (2014) los ambientes cumplen
cuatro principios fundamentales que son:
ANUNCIO
En estas líneas, nuestras aproximaciones al clima escolar tienen que ver con dos
grandes enfoques: la creación, mantenimiento y mejoramiento de las relaciones;
y la promoción de ambientes innovadores de las escuelas. Lo primero apunta al
reafianzamiento de la escuela como espacio privilegiado para la construcción de
ciudadanía (plenamente pertinente en los marcos del posconflicto) y, lo segundo,
a la dinamización de las prácticas escolares para posicionar a la escuela como un
escenario deseable, en el que se previene la deserción escolar desde acciones que
sitúan a los estudiantes como los protagonistas de su propio proceso educativo.
Esta reflexión hace parte del texto: Hacia una educación para el siglo XXI en
Antioquia: Seis líneas para la dinamización educativa regional en la educación
básica y media. Descargue el texto completo AQUI.
DOI: http://dx.doi.org/10.15665/esc.v12i2.311
Resumen
El clima escolar está definido como la cualidad del ambiente escolar experimentado por los
estudiantes, docentes y directivos, que al basarse en la percepción que poseen sobre el contexto
escolar, determina sus conductas (Hoy y Miskel, 1996). Desde la investigación educativa,
indagar acerca de los procesos de interacción escolar implica involucrarnos en una esfera
subjetiva, caracterizada por la búsqueda de elementos que le dan sentido a la realidad vivida en
la cotidianidad de la escuela; razón por la que se realiza la presente investigación, que tuvo
como objetivo fundamental caracterizar el clima escolar en la Institución Educativa Distrital
(IED), como base para el mejoramiento de la convivencia en las escuelas del Distrito de
Barranquilla. Para lograr tal fin se diseñó una metodología de tipo descriptivo-analítico de corte
transversal, en la que se tomó una muestra de 152 estudiantes e igual número de docentes y
directivos de las instituciones educativas oficiales de la ciudad de Barranquilla, a quienes se les
aplicó una adaptación del “Protocolo para la Medición de la convivencia en los Centros
Educativos no Universitarios de la Comunidad Autónoma de Aragón” (Gómez, Puyal, Sanz, Elboj
y Sanagustin, 2006). Los resultados indican que se percibe un clima escolar bueno (68,7%
estudiantes y 70% docentes y directivos). Un 97.1% de los estudiantes considera que lo que los
motiva a ir a la escuela es su deseo de aprender y que se trata de un escenario para obtener un
mejor futuro (86%). El 78% de la muestra considera que la escuela le proporciona tranquilidad y
un 78% la concibe como un lugar para compartir entre pares. La información cualitativa
obtenida de observaciones y entrevistas indica que la interacción presenta escenarios de
irrespeto que conducen a la generación de conflicto escolar, tales como irrespeto,
enfrentamiento entre pares, egoísmo, ofensas verbales, apodos, burlas y agresiones físicas,
hurto, extorsión, amenaza y daño en el bien ajeno.
Clima escolar
1. 1. I. CLIMA ESCOLAR Módulo 2: Construcción del clima escolar.
2. 2. Clima escolar “Percepción que los distintos individuos tienen del ambiente en el cual
se desarrollan sus actividades habituales, en este caso, el colegio” (Aron y Milicic,
1999). En general es compartido pero puede haber opiniones diferentes según las
experiencias personales en la situación. Además del clima social general percibido
en una institución existen microclimas al interior del contexto escolar que pueden
actuar como “protectores” en un clima social más amplio.
3. 3. Clima y calidad de aprendizajes UNESCO: ambiente de respeto, acogedor y positivo
es clave para promover el aprendizaje. OECD: el clima escolar tiene una mayor
incidencia en la calidad de los aprendizajes que los recursos materiales, personales o
la política escolar del establecimiento. Investigación relacionada con los factores de
éxito de escuelas efectivas, muestra que en dichas escuelas existe un esfuerzo
consciente por construir un clima positivo y seguro. Arancibia 1992, señala que en
los colegios efectivos la “incorporación” de los estudiantes a la organización del
colegio inhibe el surgimiento culturas “antiescolares” y podría contribuir a un
sentimiento de pertenencia y adhesión al centro.
4. 4. La escuela y la confianza Hevia, R (2009) plantea que un elemento fundamental
para un positivo clima social escolar es la confianza. Algunas carácterísticas de
escuelas basadas en la confianza: Los alumnos opinan con libertad, crece la
autonomía y la responsabilidad Los reglamentos y normas son consensuadas y
transparentes. Se crean mecanismos y canales de participación para todos. Los
grupos de intereses son abiertos, se mezclan, intercambian, enriquecen y se respetan
las diferencias. Las sanciones se consideran una reparación moral al colectivo.
5. 5. Para lograr un proceso enseñanza–aprendizaje exitoso, debiera tender a producir
satisfacción y a favorecer los aspectos personales, motivacionales y actitudinales de
las personas involucradas en el mismo. Esta sensación de satisfacción o bienestar,
debiera expresare en distintos niveles: Nivel organizativo o institucional Nivel de aula
Nivel intrapersonal Tiene que ver con el clima institucional y se relaciona con
elementos como: - Los estilos de gestión. - Las normas de convivencia. - La
participación de la comunidad educativa. Tiene que ver con el «clima de aula» o
ambiente de aprendizaje y se relaciona con elementos como: - Relaciones profesor-
alumno. - Metodologías de enseñanza. - Relaciones entre pares. Tiene que ver con las
creencias y atribuciones personales y se relaciona con elementos como: -
Autoconcepto de alumnos y profesores. - Creencias y motivaciones personales. -
Expectativas sobre los otros.
6. 6. Características de escuelas con clima escolar positivo Conocimiento continuo,
académico y social Respeto Confianza Moral alta Cohesión Oportunidad de
input Renovación Cuidado Reconocimiento y valoración Ambiente físico
apropiado Realización de actividades variadas y entretenidas Comunicación
respetuosa Cohesión en cuerpo docente Arón y Milicic
7. 7. El clima escolar… Es una percepción. Otorga personalidad a la institución.
Corresponde a una cualidad relativamente estable del establecimiento. Es frágil, de
ahí la necesidad de cuidarlo e intencionarlo. Nunca es neutro, siempre impacta.
Tiene un fuerte impacto sobre los comportamiento de los integrantes del centro.
8. 8. El clima escolar… Influye en el grado de compromiso e identificación de los
miembros con la institución. Es afectado por los comportamientos e interacciones de
sus miembros y, a su vez, afecta dichos comportamientos y actitudes. Es posible
evaluarlo.
9. 9. Microclimas Pueden ir desde pequeños grupos de amigos al interior de un curso,
hasta un curso completo dentro del nivel o algún grupo extraprogramático de la
escuela. Los microclimas pueden ser: Positivos Negativos Pueden verse
afectados por actores del sistema escolar, que pueden describirse como tóxicos,
nutritivos o invisibles.
10. 10. Microclimas Taller de música Departamento de Historia Sala de clases Además del
clima general percibido en una institución, existen microclimas que a veces actúan
como “protectores” frente al clima social más amplio.
11. 11. Microclima: clima de aula Es un factor que tiene una alta incidencia en la calidad
de los aprendizajes de los estudiantes. Según el estudio latinoamericano de
enseñanza eficaz, el clima de aula es el factor que más incide en el rendimiento
académico. Necesidades para un clima emocional positivo: Necesidades
Fisiológicas Necesidad de seguridad Necesidades de aceptación y compañerismo
Necesidad de logro y reconocimiento Necesidad de maximizar el propio potencial
12. 12. CLIMAS NUTRITIVOS • Se percibe un clima de justicia. • Reconocimiento explícito
de los logros. • Predomina la valoración positiva. • Tolerancia a los errores. •
Sensación de ser alguien valioso. • Sentido de pertenencia. • Conocimiento de las
normas y consecuencias de su trasgresión. • Flexibilidad de las normas. • Sentirse
respetado en su dignidad, en su individualidad, en sus diferencias. • Acceso y
disponibilidad de la información relevante. • Favorece el crecimiento personal. •
Favorece la creatividad. • Permite el enfrentamiento constructivo de conflictos.
Características de los climas sociales tóxicos y nutritivos (Aron y Milicic, 2011)
13. 13. CLIMAS TÓXICOS • Percepción de injusticia. • Descalificación, ausencia de
reconocimiento. Predomina la crítica. • Sobre focalización en los errores. • Sensación
de ser invisible. • Sensación de marginalidad, de no pertenencia. • Desconocimiento y
arbitrariedad en las normas y consecuencias de su trasgresión. Rigidez de las normas.
• No sentirse respetado en su dignidad, individualidad, en sus diferencias. • Falta de
transparencia en los sistemas de información. Uso privilegiado de la misma. • Interfiere
el desarrollo personal. • Pone obstáculos a la creatividad. • No enfrenta los problemas
o se hace autoritariamente. Características de los climas sociales tóxicos y nutritivos
(Aron y Milicic, 2011)
14. 14. Evaluación del clima escolar Tan importante es el impacto de la variable “clima”
en el proceso de enseñanza y aprendizaje, que resulta relevante su observación y
conocimiento . Recientemente se ha incorporado el indicador “Clima de convivencia
escolar” a la prueba de medición nacional SIMCE. Dicho indicador, junto a otros siete,
entregan información relacionada con el desarrollo personal y social de los
estudiantes, complementaria al dominio del conocimiento académico. El indicador de
convivencia escolar considera: Ambiente de respeto Ambiente organizado
Ambiente seguro