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EL NIÑO Y EL BOSQUE

Douglas era un simpático niño que alcanzaba los nueve años de


edad, vivía en un pueblito cerca de una gran montaña, obtenía muy
buen rendimiento académico en su colegio y se portaba
juiciosamente en la casa y además tenía un gran interés por conocer
la naturaleza.
Caían las horas de la tarde y su espíritu aventurero le impulso a
conocer la gran montaña, en un inicio recorrió el camino que adentra
a la espesa vegetación. Y camino desprevenidamente recolectando
algunas hojas y flores y poniendo cuidado a las diferentes aves que
están sobre las copas de los árboles,
Camino y camino sin darse cuenta que se había salido del camino y
no pudo encontrarlo de regreso y ahí fue cuando el gran Douglas se
sintió perdido. Desconsolado trato de orientarse pero más se
adentraba a la gran montaña.
Cayo la oscuridad de la noche y el gran Douglas se sintió solito y lleno
de miedo, ya cansado de caminar y sin fuerzas decidió pasar la noche
acurrucado a la raíz de un gran árbol esperando que su suerte
mejorara al llegar el nuevo día.
En un principio, no le cogía el sueño por el solo pensar que estaba
perdido y que tal vez nadie lo encontraría y que por no avisar cuando
salió de su casa su mama lo estaría buscando afanadamente. Esa
noche el miedo se apodero de su pensamiento y por el ruido de los
grillos y demás insectos se imaginaba que una gran fiera lo podía
atacar o tal vez se lo comía, escuchaba ramas y frutos caer, los
aleteos de los murciélagos y aves nocturnas parecía que le tocaban
la cara. Hasta que rendido del cansancio se quedó dormido al
amanecer.
Los rayos del sol de un nuevo día le caían en su cuerpo y entre
dormido escuchaba un ruido que se repetía una y muchas veces. En
un comienzo creía que los fuertes golpes que escuchaba eran solo
su imaginación.
El gran Douglas se armó de valor y decidió caminar al lugar donde
escuchaba esos fuertes golpes, llevándose la sorpresa que era un
leñador con un hacha cortando un árbol.
Douglas se acercó al leñador y le dijo que estaba perdido que lo
ayudara. El leñador le pregunto su nombre y de que familia era y
resulto que el leñador conocía el lugar donde vivía su familia. Lo
llevo de regreso a su casa y el gran Douglas se reencontró con su
desesperada familia que lo andaba buscando por todos lados.
Ya en su casa el gran Douglas comentó de las experiencias vividas en
el bosque y prometió que no volvería a salir de casa sin decir a donde
iría y sin pedir permiso a sus padres.

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