Está en la página 1de 1

EL MITO DE ARACNE

Aracne era una de las mejores tejedoras de toda Grecia, sus bordados eran tan maravillosos que la gente
comentaba que sus habilidades le habíían sido concedidas por Atenea, diosa de la sabiduríía y patrona de
los artesanos. Pero Aracne teníía un gran defecto, era una muchacha muy vanidosa y decíía,
continuamente, que ella era la mejor tejedora. Un díía, la orgullosa Aracne, no puedo aguantar maí s los
comentarios de sus vecinos y llegoí a compararse con Atenea. Se paseaba el díía lanzado desafííos a la diosa
e invitaí ndola a participar en un concurso para ver cuaí l de las dos tejíía mejor. La diosa Atenea quiso darle
una leccioí n a Aracne y bajoí desde el Olimpo a la Tierra para aceptar su reto. Comenzoí el concurso,
Aracne y Atenea estuvieron tejiendo durante todo un díía. Atenea representoí a los dioses en todo su
esplendor. Por el contrario la tela de la orgullosa Aracne mostraba a los dioses como lobos y borrachos.
Cuando Atenea vio que el trabajo de Aracne insultaba a los dioses no pudo aguantar maí s, se enfadoí
mucho y rajoí la tela. Aracne se dio cuenta que habíía ofendido gravemente a los dioses, sintioí mucho
miedo, salioí corriendo e intentoí suicidarse colgaí ndose de una viga del techo. La diosa Atenea se apiadoí
de ella y le salvoí la vida pero, para castigarla, la convirtioí en aranñ a y la condenoí a tejer para el resto de los
tiempos.

EL MITO DE ARACNE
Aracne era una de las mejores tejedoras de toda Grecia, sus bordados eran tan maravillosos que la gente
comentaba que sus habilidades le habíían sido concedidas por Atenea, diosa de la sabiduríía y patrona de
los artesanos. Pero Aracne teníía un gran defecto, era una muchacha muy vanidosa y decíía,
continuamente, que ella era la mejor tejedora. Un díía, la orgullosa Aracne, no puedo aguantar maí s los
comentarios de sus vecinos y llegoí a compararse con Atenea. Se paseaba el díía lanzado desafííos a la diosa
e invitaí ndola a participar en un concurso para ver cuaí l de las dos tejíía mejor. La diosa Atenea quiso darle
una leccioí n a Aracne y bajoí desde el Olimpo a la Tierra para aceptar su reto. Comenzoí el concurso,
Aracne y Atenea estuvieron tejiendo durante todo un díía. Atenea representoí a los dioses en todo su
esplendor. Por el contrario la tela de la orgullosa Aracne mostraba a los dioses como lobos y borrachos.
Cuando Atenea vio que el trabajo de Aracne insultaba a los dioses no pudo aguantar maí s, se enfadoí
mucho y rajoí la tela. Aracne se dio cuenta que habíía ofendido gravemente a los dioses, sintioí mucho
miedo, salioí corriendo e intentoí suicidarse colgaí ndose de una viga del techo. La diosa Atenea se apiadoí
de ella y le salvoí la vida pero, para castigarla, la convirtioí en aranñ a y la condenoí a tejer para el resto de los
tiempos.

EL MITO DE ARACNE
Aracne era una de las mejores tejedoras de toda Grecia, sus bordados eran tan maravillosos que la gente
comentaba que sus habilidades le habíían sido concedidas por Atenea, diosa de la sabiduríía y patrona de
los artesanos. Pero Aracne teníía un gran defecto, era una muchacha muy vanidosa y decíía,
continuamente, que ella era la mejor tejedora. Un díía, la orgullosa Aracne, no puedo aguantar maí s los
comentarios de sus vecinos y llegoí a compararse con Atenea. Se paseaba el díía lanzado desafííos a la diosa
e invitaí ndola a participar en un concurso para ver cuaí l de las dos tejíía mejor. La diosa Atenea quiso darle
una leccioí n a Aracne y bajoí desde el Olimpo a la Tierra para aceptar su reto. Comenzoí el concurso,
Aracne y Atenea estuvieron tejiendo durante todo un díía. Atenea representoí a los dioses en todo su
esplendor. Por el contrario la tela de la orgullosa Aracne mostraba a los dioses como lobos y borrachos.
Cuando Atenea vio que el trabajo de Aracne insultaba a los dioses no pudo aguantar maí s, se enfadoí
mucho y rajoí la tela. Aracne se dio cuenta que habíía ofendido gravemente a los dioses, sintioí mucho
miedo, salioí corriendo e intentoí suicidarse colgaí ndose de una viga del techo. La diosa Atenea se apiadoí
de ella y le salvoí la vida pero, para castigarla, la convirtioí en aranñ a y la condenoí a tejer para el resto de los
tiempos.

También podría gustarte