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www.flacsoandes.edu.

ec

Dinámica económica de la cultura en Bolivia

Eduardo López Z.
Erick Tarrico V.
Alejandra Baldivia R.

Ministerio de Desarrollo Económico


Viceministerio de Cultura
Bolivia
Dinámica Económica de la Cultura en Bolivia
Edición del Convenio Andrés Bello. Unidad Editorial

Ministerio de Desarrollo Económico de Bolivia


Carlos Melchor Díaz Villavicencio • Ministro
Oswaldo Rivera Sundt • Viceministro de Cultura
José Bedoya Sáenz • Director General de Promoción Cultural

Equipo Investigador
Eduardo López, Antropólogo. Coordinador
Erick Tarrico, Sociólogo
Alejandra Baldivia, Economista

Convenio Andrés Bello


Francisco Huerta Montalvo • Secretario Ejecutivo
Ornar José Muñoz Ramírez • Secretario Adjunto
Pedro Querejazu Leyton • Coordinador del Área de Cultura
David Gómez Villasante • Coordinador del Área de Ciencia y Tecnología
Martha Vargas de Avella • Asistente Técnica del Área de Educación

Proyecto de Economía y Cultura


Coordinador 1999 - 2002 • David Melo Torres
Coordinadora 2002 - 2005 • Sylvia Amaya Londoño
Economista: Ornar López Olarte
Asesor: Germán Rey Beltrán

Dirección Editorial: José Antonio Carbonell Blanco


Diseño de colección: Mónica Uribe
Diagramación: Marco Robayo
Imagen de portada: Susana Carrié
Revisión de Textos: Margarita Rosa Londoño M.
Impresión: Quebecor World Bogotá S.A.

© 2005, Viceministerio de Cultura de Bolivia


© 2005, Convenio Andrés Bello
Derechos reservados
Prohibida la reproducción parcial o total de su contenido,
sin la previa autorización escrita de los editores.

ISBN 958-698-184-3
Impreso en Colombia
Printed in Colombia

Primera edición: septiembre de 2005


Convenio Andrés Bello
Avenida 13 N° 85-60 <Paralela a la autopista Norte
Teléfono (571) 644 92 92
Página Web: http.//www.cab.int.co
Bogotá D.C.- Colombia

Lopéz Z. Eduardo
Dinámica Económica de la Cultura en Bolivia 1 Eduardo López Z., Erick Tarrico V., Alejandra Baldivia R.
Viceministerio de Cultura de Bolivia; Convenio Andrés Bello, Bogotá, 2005.
200 p.- (Colección Economía y Cultura; no 12)
ISBN: 958-698-184-3

l. INQUSTRIA CULTURAL- BOLIVIA 2. ACTIVIDADES CULTURALES 3. INDICADORES CULTURALES


4. CULTURA Y ECONOMÍA 5. INSTITUCIONES CULTURALES. 1 TarricoV, Erick 11. Baldivia R. Alejandra

(DD301 24
ÍNDICE DE CONTENIDO

Presentación 9
Prefacio 11
Ag radecimientos 13
Introducción 15

CAPÍTULO 1
Aproxi mación para un diagnóstico de las culturas como
actividades y como industrias
Eduardo López Z.

Parte 1: El escenario 19
1. Actividades e industrias culturales en Bolivia 19
1.1. ¿ Q ué sign ifica medir y cuantificar en Bolivia? 20
1.2. La educación como distorsión analítica 21

Parte 11: Culturas, i dentidades y poderes 23


2. Cultura y dramatización política 23
2.1. Lo político de las cu lturas 24
2.2. Cultura y culturas, una y otra vez 25
2.3. Culturas, divers idad e identidades colectivas
2.4. Poder, representación y comunicaci ón 30
2.5. Cultura y dramatización 32
3. La diversidad como base social 39
3.1. Dive rsi dad cultural, patrimonio y pl urali dad social 39
3.2. Estado, nación real, etn ias y culturas 46
3.3. Centralidad en emergencia y emergencia de la diversidad
3.4. El lugar de la memoria 52
3.5. . Orali dad y culturas 54

Parte 111: Economía y Cultura en una sociedad plural 55


4. Economía y Cu ltura como campo problemático 55
4.1. De la orali dad a la multi medialidad
4.2. Identidades Culturales: tecnologías, miedos y fasci naciones 61

CAPÍTULO 11
De las industrias a las actividades culturales:
Los conceptos, las normas y la incidencia de los sectores culturales en
la economía boliviana
Erick Torrico V. -Alejandra Baldivia R.

Parte 1: Marco conceptual 69


1. La cultura como industria: trayectoria de una visión 69
1.1. La cultura va al mercado 69
1.1.1. La industrial ización de la cultura 70
1.2. "La industria" deja lugar a "las industrias" 70
1.2.1. Cadenas productivas, bienes y servicios en la cultura 71
2. Sectores y subsectores en las industrias culturales
2.1. Una propuesta de sectorialización
2.2. Las actividades culturales más allá de lo industrial 73
Para abordar el consumo cultural y la piratería
3.1. De la recepción al uso y de l uso al consumo
3.2. Tipologías del consumo cultural 76
3.3. Equipamiento cultural para el consumo 77
3.4. La piratería cultural 78
3.4.1. Tipologías de la pi ratería 78

Parte 11: Síntesis de normas legales bo livianas 79


4. Marco normativo sobre la cu ltura en Bolivia 79
4.1. La Constitución boliviana y la protección del
patri monio cultural 79
4.1.1. Ley Propiedad de la Nación 79
4.1.2. Normas sobre patri monio cultural material 79
4.1.3. Normas sobre patrimonio bibliográfico y documental 80
4.1.4. Norma sobre catalogación y resguardo del
Tesoro y Patri monio Artístico de la Nación 80
4.1.5. Normas sobre patri monio arqueológico e
investigaciones paleontológicas 80
4.1.6. Protección del patri monio etnológico y etnográfico 81
4.1.7. Ley del Cine 81
4.1.8. Ley del Derecho de Autor 81
4.1.9. La Ley del Libro 81
4.1.10. Artículos contenidos en otras leyes referidos
a la protección delpatri monio cultural 82
4.2. Normas sobre artesanía, turismo y folclor 82
4.3. En relación a la pi ratería 82
4.3. A modo de conclusión 83

Parte 111: Incidencia de los sectores culturales en la economía boliviana


y descri pción empírica 84
5. Economía y Cultura: un enfoque económ ico 84
5.1. Relación entre Economía y Cultura 84
5.2. Bolivia: contexto económico 85
5.3. Perti nencia del estudio 88
5.4. Panorama de las industrias culturales en Bolivia 91
5.5. Breve vistazo a la historia y el presente 93
6. Sector Editorial 94
6.1. Introducción 94
6.2. Oferta 96
6.3. Empleo 97
6.4. Incidencia en la economía a partir de las variabl�s
utilizadas en el sistema de cuentas nacionales 99
6.5. Exportaciones del sector 101
6.6. Importaciones del sector 101
6.7. Bibl iotecas públ icas 102
6.8. Caso de estudio: Estudio del Libro 2000 104
Editoriales 104
Importadores 107
6.9. Concl usiones 107
7. Sector de publicaciones periódicas (Periódicos y revistas) 109
7.1. Introducción 109
7.2. Oferta 111
7.3. Empleo 113
7.4. Incidencia en la economía a partir de las variables
utilizadas en el sistema de cuentas nacionales 113
7.5. Importaciones del sector 114
7.6. · Conclusiones 115
8. Sector fonográfico 116
8.1. Introducción 116
8.2. Oferta 117
8.3. Empleo 118
8.4. Incidencia en la economía a partir de las variables
utilizadas en ·el sistema de cuentas nacionales 120
8.5. Exportaciones del sector 122
8.6. Importaciones del sector 122
8.7. .Piratería en el sector fonográfico: cifras ilustrativas 123
8.8. Conclusiones 124
9. Sector audiovisual 125
9.1. Introducción 125
9.2. El subsector de radiodifusión 126
9.3. Caso de estudio: Radios Comunitarias en Bolivia 128
9.4. El subsector de televisión 128
9.4.1. Televisión abierta 129
9.4.2. Televisión por suscripción 130
9.5. Características del empleo en radio y televisión 131
9.6. Importancia de los subsectores de radio y televisión 131
9.7. Características económicas de radio y televisión 132
9.8. Conclusiones 133
9.9. El subsector de cine 134
9.9.1. Introducción 134
9.9.2. La actividad económica del subsector 134
9.9.3. Cine de producción nacional 135
9.1O. Fondo de Fomento a la Producción Cinematográfica 136
9.11. Comportamiento histórico de formato, costo,
espectadores y recaudación de las películas bolivianas 136
9.12. Cine de producción extranjera 137
9.13. Importaciones del subsector 141
9.14. Conclusiones 141
10. Consumo y equipamiento culturales en Bolivia 142
1O. 1-. Las condiciones del consumo 143
10.2. Caracterización sociocultural y económica de la
población boliviana 143
10.3. Posesión de· equipos 144
10.4. Acceso a medios y preferencias 145
10.5. Aproximación a las prácticas de consumo 146
10.6. Disponibilidad de infraestructuras 147
10.7. Una aproximación económica al consumo cultural 149
11. La piratería cultural en Bolivia 151
11.1. Breve caracterización de la piratería boliviana 152
11.2. Una lucha desigual 153
12. Conclusiones generales 153
ANEXOS 157
l. Anexo metodológico 159
1. Metodología de la Encuesta Anual de la Industria
Manufacturera 159
2. Elaboración de base de datos 163
Participación de los sectores culturales en el
producto interno bruto 164
4. Participación del empleo generado por los sectores
culturales en el total de la población ocupada 165
Medición de la participación de los sectores
culturales en la generación de empleo 165
Medición del empleo 166
c. Medición del desempleo 166
5. Análisis de tendencias y efectos estacionales 167
6. Cuestionario sobre actividades y hábitos culturales 167
11. Anexo estadístico 169
Período 1995-1998 169
2. Período 1988-1994 181
Oferta 181

Bibliografía 194

/
PRESEN TACIÓN

1 Proyecto de EcoNOMíA & CULTURA, que lleva adelante el Área de Cultura del Convenio Andrés Bello, junto

E
·
con los países miembros, es tanto una investigación como un plan de acción conjunta. Desde el
ámbito de la investigación busca realizar un aporte significativo en el campo de las relaciones entre
economía y cultura mediante la búsqueda de indicadores comparativos que puedan medir, cuantitativa y
cualitativamente, los efectos de la actividad cultural en sus múltiples y diversos sectores, en la economía de
los países y grupos de países y, como plan de acción conjunta, propone insumas de información para la
formulación de adecuadas políticas públicas en materia de cultura.

El proyecto busca estudiar las repercusiones sociales del desarrollo y la actividad de la cultura en general
y de las empresas e industrias culturales y creativas en particular, mediante el desarrollo concertado de
indicadores económicos, sociales y culturales. Busca profundizar los conocimientos en campos como la
identificación de políticas para el desarrollo de las industrias culturales; la asesoría y asistencia técnica al
desarrollo de experiencias locales, además de propuestas referidas a los emprendimientos culturales asocia-
das a diversas iniciativas de integración, así como herramientas que fortalezcan las pymes culturales y los
sistemas de créditos e incentivos tributarios para el sector cultural.

Con base en el desarrollo concertado de indicádores económicos, culturales y sociales se trabaja por
incluir al sector de la cultura, a través del desarrollo de las cuentas satélite de cul!ura, en los sistemas de
cuentas nacionales en cada país, de modo que los resultados de las actividades económicas, en sus múlti-
ples y diversos sectores, se hagan visibles en las estadísticas económicas de los países y consecuentemente
se reflejen en el PIB de cada uno de ellos.

El proyecto está destinado esencialmente a recabar información que, en forma de plan de acción conjun-
ta sea visibilizada y sistematizada para ser utilizada por los países en la formulación de adecuadas políticas
públicas en materia de cultura. Con la información confiable que el proyecto produce, los gobernantes,
administradores y gestores de los países podrán tomar conciencia de la importancia y la magnitud que el
desarrollo de su cultura tiene, con lo cual pueden crear dinámicas de negociación social y económica tanto
interna como con los otros países y regiones. Esto es particularmente importante en momentos en que la
cultura adquiere una centralidad en la visión y gestión de los países y es, tanto elemento de construcción de
nación y de identidad en un mundo económicamente globalizado, como instrumento de desarrollo social y
económico. Por eso el proyecto, además de analizar los indicadores de impacto, ha ampliado la investiga-
ción al ámbito del patrimonio cultural, con la intención de desarrollar mecanismos de medición de la
dimensión económica de la gestión y el uso del pat_rimonio cultural y natural, tanto el tradicional urbano y
construido como el patrimonio inmaterial manifiesto y presente en las fiestas tradicionales.

En una primera fase del proyecto, en que sólo se miraron varios sectores de las industrias culturales con .
base en diversos indicadores económicos, se desarrolló la investigación en cinco países, Chile, Colombia,
Ecuador, Perú y Venezuela . El trabajo se hizo con un equipo central del CAB que coordinó el desarrollo y
aplicación de una metodología concertada y equipos nacionales en cada país. Tras la entrega de los infor-
mes en que se midieron ocho industrias culturales con cinco indicadores económicos, se publicó un Infor-
me Ejecutivo consolidado que permitió tener una mirada preliminar sobre la contribución de las industrias
culturales al PIB de cada país así como las tendencias generales y peculiaridades de las empresas culturales
de cada uno de ellos. La revisión comparada de los cinco informes permitió, por un lado, revisar la meto-
dología de la investigación y ajustar los indicadores económicos y por otra retroalimentar la información a
los equipos nacionales.

Parte esencial del proyecto es la publicación y difusión de la información recopilada y construida, de


modo que pueda ser usada tanto por los gestores de las políticas públicas, como por los propios producto-
res y actores culturales cuyos sectores fueron analizados. Las metodologías usadas pueden aplicarse a otros
sectores y dan pie para construir otras miradas.

Bolivia inicialmente declaró su interés por hacer la investigación al mismo tiempo que los países mencio- nados,
pero por muy diversas razones no fue posible emprenderla hasta una etapa posterior en la que se incorporó a la
dinámica del conjunto, al mismo tiempo que otros, como Cuba, también lo han hecho.

En esta oportunidad se presenta el libro DINÁMICA ECONÓMICA DE LA CULTURA EN BOLIVIA producido por un
equipo de consultores independientes, vinculados al Viceministerio de Cultura del país. Esta publicación, volumen
número 12, es parte de una ya importante colección que propone una serie de estudios de lo nacional y de
sectores por país, a las que se adjuntarán en el tiempo las nuevas que vaya generando el proyecto en otros
campos.

Es interesante constatar que si bien, y en virtud del trabajo de concertación del equipo central del CAB
del Proyecto EcoNOMíA & CULTURA, todos los países trabajaron los mismos sectores con varios indicadores
económicos, cada uno de ellos ha realizado miradas particulares y ha hecho aportes adicionales verdadera-
mente significativos que precisamente adquieren valor dentro del conjunto . Así, aunque en las más recien-
tes Venezuela enfatiza en su estudio el ámbito de lo comunicacional, mientras que Perú lo hace sobre el
jurídico, el estudio de Bolivia, teniendo muy en cuenta lo que en el país ha venido aconteciendo en los
últimos tiempos, además del trabajo y la perspectiva económica sobre los sectores, ofrece un ensayo sobre
el significado de la cultura en el momento actual, y la importancia de que los gobernantes, políticos y
gestores analicen la realidad y la consecuente solución de los problemas que el país presenta desde el
sentido y el valor de la cultura.

Bogotá, septiembre de 2005

FRANCISCO HUERTA MONTALVO


Secretario Ejecutivo
Convenio Andrés Bello

PEDRO QuEREJAZU LEYTON


Coordinador del Área de Cultura
Convenio Andrés Bello
PREFACIO

on variados los esfuerzos que han realizado los países de la región por hacer visible la vinculación de

S
la cultura con los procesos de desarrollo. La experiencia boliviana en la planificación y aplicación de políticas
y estrategias ligadas al desarrollo, establece, a partir del trabajo interdisciplinario entre los diferentes
viceministerios que conforman el Ministerio de Desarrollo Económico, en el que se incluye el de Cultura, un
nuevo escenario para la proyección de un modelo de manejo de las potencialidades sociales
para revertir los indicadores de pobreza a partir de la cultura.

Es en este escenario que se entiende la cultura como un espacio de diálogo fundamental, pero sobretodo como
una transversal ineludible en los proyectos y procesos de desarrollo que involucran a la comunidad, en la
concepción y gestión de los mismos a partir de su propia visión y vivencia. Esta política ha de ser referida a
una correcta lectura de las oportunidades que les brinda su patrimonio cultural y natural para el desarrollo de
diversas actividades económicas relacionadas a la oferta de bienes y servicios culturales que se transformen en
empresas e industrias culturales.

Si bien, el Estado boliviano, ha apostado a la cultura como motor del desarrollo económico, la escasa visibilidad
del sector en los indicadores económicos, sociales y los registros estadísticos, así como la persis- tencia de
concepciones tradicionales y prejuicios que perviven en las diferentes instituciones públicas y privadas, limitan la
efectividad de las acciones que se generan desde el ámbito de la cultura, por lo que es necesario hacer un
importante esfuerzo para cambiar, en los hechos, el tratamiento al sector. Este trabajo sólo puede encararse a
partir de la investigación en el área y el es�ablecimiento de instrumentos e indicado- res adecuados y
permanentes que orienten la vinculación de la creación cultural y artística con la genera- ción de oportunidades de
desarrollo económico.

El apoyo decidido del Convenio Andrés Bello para llevar adelante el estudio del impacto de las dinámi-
cas económicas de las industrias culturales en los diferentes países, especialmente en la región andina,
constituye la contribución más significativa al esfuerzo que las naciones despliegan para construir indicado-
res adecuados que les permitan tener información que ayude a diseñar políticas públicas pertinentes para
impulsar el sector de las empresas e industrias culturales y generar procesos de inclusión de los actores
culturales en las cadenas productivas;

A partir de este primer estudio y diagnóstico inicial sobre industrias culturales "Dinámica Económica de
la Cultura en Bolivia", quedan por delante muchas tareas por cumplir en el trabajo de hacer visible la
participación de la cultura en el desarrollo económico y generar un marco teórico basado en la investiga-
ción que permita desarrollar industrias culturales de excelencia capaces de responder a las necesidades
locales y competir adecuadamente en el mercado regional y mundial .

ÜSWALDO RIVERA SUNDT


Viceministro de Cultura
La Paz, Bolivia, Septiembre de 2005.
AGRADECIMIENTOS

1 Convenio Andrés Bello y el Viceministerio de Cultura en Bolivia expresan su reconocimiento a los

E iniciadores e impulsores de este proyecto: el ex Ministro de Cultura de Colombia Ramiro Osorio; a los
anteriores Secretarios Ejecutivos del CAB, Pedro Henríquez Guajardo y Ana Milena Escobar Araujo y
a Fernando Vicario Leal, ex Coordinador del Área de Cultura del Convenio Andrés Bello; así como a los ex
Ministros de Desarrollo Económico de Bolivia, Jorge Torres, Javier Nogales, Horst Grebe, Wálter Kreidler y
.
los ex Viceministros de Cultura Antonio Eguino, Marisabel Álvarez Plata y Fernando Cajías.
INTRODUCCIÓN

1 texto general de este estudio es un ensayo de aproximación para un diagnóstico de las éulturas

E como actividades y como industrias en Bolivia. Sin embargo, es incompleta frente a la complejidad del
campo de investigación, y parcial de cara a los potenciales que ésta misma plantea, en lo que se
refiere a la composición empírica y cuantificable de las actividades culturales.

Pero . constituye un paso necesario para seguir adelante. Su carácter inconcluso, entonces, apremia la
continuidad del impostergable trabajo que perfila esta entrega, compromete a los autores directamente
involucrados en esta primera etapa -y a otros que vendrán- para abrir el cuadro de lo real a las fecundas relaciones
interdisciplinarias, que deben concurrir para dar respuesta a los desafíos en los que se inscribe esta construcción.
Construcción compartida, por cierto: los estudios impulsados por el Convenio Andrés
Bello. (cAB) en Colombia , Chile, Perú y Venezuela, han abierto el camino y Bolivia asume el reto .

El estudio que ahora se presenta tiene dos capítulos:

El primero abarca el campo de investigación de la economía, la cultura y la política; recompone, o intenta


hacerlo, un marco ·c onceptual, que no evade las particularidades de Bolivia como escenario , sin descolocar
a esta sociedad de la región y del contexto internacional en lo que se refiere al espacio culturar constitutivo
de su propia realidad: la diversidad, las identidades en proceso y las emergentes, las culturas como poderes
reales y como representaciones, etc.; en suma, la parte introductoria prepara un escenario -consecuente y
problemático- para orientar a un diagnóstico de situación de las actividades y las industrias culturales en el
país ; son lineamientos que desbordan el campo del ulterior · análisis empírico, están pensados para ello , para
la disposición de futuros abordajes y, al mismo tiempo, para coadyuvar a proponer políticas públicas -sobre todo
desde el sector estatal- que respondan a lo que se les exige desde la sociedad civil: artes de la articulación
social.

El segundo capítulo demarca los conceptos precisos que serán trabajados para explicitar el análisis de indicadores
culturales y la medición inicial de impacto en la economía de este país, con énfasis en las

* El espacio cultural ...es un


" los valores y orientaciones cul- ternas en esos campos como a cacionales, científicos y tecnoló-
concepto complejo y puede sig- turales, formas de comporta- las interacciones entre ellos. Es gicos, artísticos, comunicaciona-
nificar varias cosas C...) cuando miento, tradiciones y memorias decir, el espacio cultural es un les y de industrias culturales.
hablamos de un espacio cultu- históricas. El espacio cultural, en espacio de espacios: es múltiple, Otros componentes básicos son
ral referido a una determinada su concepto más amplio, es no sólo porque hay muchos es- las dimensiones culturales que
colectividad que para los efec- aquel que contiene lo físico te- pacios territoriales y muchos corresponden al espacio político
tos de este documento puede ser rritorial y lo no territorial inclu- campos o ámbitos, sino también · y al económico. Y también están
una comunidad, un país o con- yendo lo comunicacional y lo porque a su vez hay muchos cir- los intercambios internos y con
junto de países, abarcamos ins- virtual. En este documento se cuitos". ¿Cuáles son entonces las otros espacios culturales y la ins-
tituciones y manifestaciones hablará de los campos o ámbi- bases componentes de un espa- titucionalidad propiamente.cultu-
culturales, lo simbólico, lo que tos cuando el espacio esté refe- cio cultural? Por un lado, lo que ral: los convenios, los acuerdos,
tiene que ver con conocimien- rido a cuestiones como la se llama el componente simbóli- los arreglos, las instituciones que
to, con creatividad -no sólo li- educación, las ciencias, la crea- co, lo que constituye específica- se crean y que abarcan ese espa-
gados a la producción de bienes ción, el patrimonio, etc. Y se mente la cultura, especialmente cio" (Garretón, 2003: 34-36).
materiales o a la resolución de hablará de circuitos para referir- lengua e identidades, patrimo-
problemas de poder- y también se tanto a las interacciones in- nios. Por otro, los espacios edu-
tendencias generales, económicas y sociales, del consumo cultural y el empleo en los sectores de las
actividades culturales; un corte sumario a la violación de derechos y piratería en algunas de las industrias
culturales y, de modo compreso, las normativas vigentes y proyectadas en el campo de los derechos de
autor de las normativas sobre las actividades culturales. Este segundo cuerpo incluye, además, los resulta-
dos de la recolección y procesamiento de la información cuantificable sobre las actividades culturales y,
específicamente en las industrias culturales de mayor visibilidad: fonogramas, editorial, publicaciones pe-
riódicas y el audiovisual; a ello se suma una aproximación, dada la importancia que tiene para estas activi-
dades y en esta particular realidad, a la creación artesanal, al turismo cultural y, de modo conciso, a la
puesta en valor del patrimonio. Para ello se anexa, de manera breve y concentrada, un balance de cuatro
experiencias y procesos específicos, ubicados como parte de las actividades culturales que se presentan de
modo viable y efectivo para esta sociedad.

Este trabajo inicial conduce a un proceso investigativo y deliberativo sin fecha de vencimiento.

Más adelante, cuando se analice el impacto económico que tiene, por ejemplo, la enorme actividad en
torno a las fiestas -sólo en la ciudad de La Paz existen más de 500 festividades "patronales" al año- o
aquélla que comporta la inagotable ritualidad cotidiana y cíclica, y también que dé cuenta de los intercam-
bios no cifrados por la racionalidad mercantil, es posible que, en este contexto, queden opacadas las cifras
obtenidas provisionalmente sobre las industrias culturales -reconocidas en las taxonomías regionales- así
como en el contenido de este estudio y diagnóstico.

Del mismo modo, habrá que pensar que las potencialidades de otros sectores y actividades como el
turismo cultural o la creación artesanal pueden producir reconfiguraciones cualitativas en el escenario
actual y en el futuro desarrollo de éstos. Pero pensar en ello es plantearse, necesariamente, estrategias
policéntricas, descentradas de las uniformidades a las que obligan las referencias institucionales cuando
éstas operan sobre reducciones conceptuales y prácticas por encima de la especificidad y de la riqueza de
cada realidad particular.

Queda mucho por hacer, es una buena sensación y un buen principio; demos, pues, los primeros pasos.

EDUARDO LOPEZ Z.
Coordinador del estudio
CAPÍTULO 1
APROXIMACIÓN PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CULTURAS COMO
ACTIVIDADES Y COMO INDUSTRIAS

- �

Eduardo López Z.
Parte 1: El escenario trucción pactada de políticas públicas y en la re-
composición de un escenario de pleno respeto a la
1. Actividades e industrias culturales en Bolivia diversidad cultural. El espacio cultural, como des-
pliegue de diálogo y de comunicación intercultural
Ya nadie que esté informado sobre el desarrollo y la podría ser, entonces, el nuevo contexto para cum- plir
importancia que tienen las actividades culturales -y con una agenda de cambios y transformaciones que no
en esa matriz las industrias culturales- puede eva- puede ya esperar: los acontecimientos así lo marcan y
dir la importancia que éstas poseen para las estrate- estos transcursos históricos no tienen re- versión
gias económicas y sociales en los países de la re- gión posible.
y del mundo.
En Bolivia se viven hoy polarizaciones extremas,
Bajo esta mirada, las propias industrias cultura- que son resultado de procesos no resueltos y sóli-
les, como emprendimientos sustantivos del campo damente establecidos en la agenda social del país:
de las actividades culturales, tendrán mucho más enfrentamientos regionales atravesados de intereses
peso en el país -como en cualquier otro que sea económicos de élites de poder; enfrentamientos que, al
portador de particularidades y especificidades pro- final del día, revelarán siempre exclusiones étni- cas y,
pias- cuando estén .conectadas e instaladas en un por lo tanto, culturales. Según sus caracterís- ticas
espacio de socialización y de diversificación creati- propias, tales polarizaciones pueden quedar
va y productiva de las culturas, apoyadas por la cons- sistematizadas como sigue:

Bolivia: Actores. referentes y tipo de enfrentamiento sociohistórico

:•

··:.•
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.· :>

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Fuente: PNUD. 2004.

Sin embargo, como todo cuadro que intenta ex- via es un país en el que hoy se reconstituyen y ac-
plicar una realidad compleja y multívoca, éste plan- tea tualizan actores y referentes, en el que los clivajes
un esquema que de ninguna manera agota las posibles se cruzan y sobreponen. Además, sigue siendo un
combinaciones de lo real; de hecho, Boli- país desgarradoramente racista y hoy, fruto de la

19

1
DIN ÁM ICA ECONÓ MIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

no resolución de temas de larga duración, con divi- escenario, donde se deben apostar las orientaciones
siones reconfiguradas: oriente y occidente, cambas y conceptuales y las estrategias de la inserción cualita-
kollas, 1 las Autonomías contra la Reforma Consti- tiva de las culturas -y por lo tanto del valor estratégi- co
tuciona/.2 de las actividades e industrias- en la planificación del
desarrollo económico y social.
Existe una renovación en el juego de poderes,
protagonizados éstos, por una parte y en un mismo 1. 1 . ¿Qué significa medir y cuantificar en Bolivia?
plano, por logias, movimientos cívicos, oligarquía
regionalista -de fluctuante discurso entre el separa- Las fuentes de información, como ha sucedido en
tismo y la autonomía- que convoca aspiraciones otros países, no han sido ni benignas en informa-
retardadas de los Pueblos Indígenas del oriente; por ción, ni accesibles y ordenadas para proyecciones
la otra, sindicatos, juntas vecinales, centrales cam- cuantitativas de exhaustiva claridad. Esto ocurre en
pesinas, autoridades tradicionales, el moviendo "sin centros de decisión y de planificación de la econo-
tierra" y otras expresiones de civilidad de las clases mía y la estadística oficial. La economía de la cultu-
medias y de la burguesía de los departamentos occi- ra hasta hace poco fue un tema excluido o secunda-
dentales del país que, frente a ineludibles deman- rio para el Estado; tiempo en el que la percepción
das autonómicas de Santa Cruz y Tarija, priorizan privada tampoco se zafa de la misma ceguera onto-
las reformas constitucionales, la legalidad, la "uni- lógica y sordera epistemológica, con aditamentos
dad de la patria" o la "dignidad de la nación" . propios, es cierto. En grueso, las actividades cultu-
rales como tales no están consignadas en las cuen- tas
Haciendo este corte no se hace una separación del nacionales. 3
interés central en este estudio: es el escenario en el
que se juega el renovado rol de las culturas, de sus Ésa es una realidad hasta hoy; pero no significa
potencialidades dialógicas y de su capacidad de tejer que permanezca inalterada, de hecho, crece una
alternativas de desarrollo local y regional, de consti- sensibilidad en algunas reparticiones instituciona-
tuirse, al fin, en factores gravitantes en la nueva ar- les y operadores políticos . En buena medida ello
quitectura de los poderes. En esta época, ambas orien- se debe a que los emprendimientos privados, mu-
taciones comparten un desconcertante horizonte de chas veces en abierta y otras en solapada complici-
posibilidades y desenlaces; y es aquí, también en este dad de los gobiernos -aunque con algunas muy

1 Varios temas atraviesan esta si- rente generalizado y generaliza- 2 La Reforma Constitucional es vinculante sobre autonomías en
tuación. "Camba" es hoy un de- dor emitido desde la élite regio- parte de una demanda generali- el proceso que conducirá, si la
nominativo generalizado para los nal, que, hace un poco más de zada, acumulada en años, que historia no da nuevas sorpresas,
pobladores del oriente del país, una década propuso un "Manifies- logra una fuerte cristalización a la Asamblea Constituyente. So-
en especial de Santa Cruz. Como to de la Nación Camba". Además, política como parte de la "agen- bre ello se debate, todavía sin un
toda denominación que involu- como toda identidad emergente, da de octubre"; octubre fue el bagaje preciso y común de infor-
cra una identidad social y cultu- la "camba" opera y propone una mes en el que las movilizacio- mación, en diferentes escenarios,
ral tiene varios sentidos; por una amnesia histórica colectiva al nes, que hicieron epicentro, esta y por cierto, no es la misma idea
parte cuando se lo enuncia des- tiempo que reinventa su propia vez en la ciudad de El Alto, obli- la que emerge de la autonomía
de occidente, implica una gene- historia con los conocidos meca- gan a la renuncia del entonces Guaraní a aquella esgrimida por
ralización que hoy está cargada nismos de legitimación. Se olvida presidente G. Sánchez de Loza- las élites económicas de Santa
de exclusiones, debidas justa- que Santa Cruz, hace cincuenta da. La demanda autonómica de Cruz, aunque ambas se refieran
mente a la condensación y con- años fue declarada "polo de de- Santa Cruz, anterior en sus pri- al mismo territorio.
frontación regional existente; se sarrollo" por un gobierno porta- meras formulaciones pero sobre
3 El sistema de cuentas (CAB,
conjugan en ella a poblaciones dor de reformas radicales, el MNR, todo a partir de entonces, toma
2003) ya se halla codificado de
históricas y étnicas diferenciadas quien a su vez, propuso una iden- dimensiones políticas de una
cierta manera y es menester lle-
(Ayoreode, Chiquitano, etc.) Por tidad nacional "progresista" e in- impronta regional sin preceden-
var a cabo un trabajo de reinter-
otra parte la autorreferencia clusiva, siendo Santa Cruz un tes: las élites logran la adhesión
pretación para determinar cuáles
"camba" ha sufrido un curioso espacio de múltiples oleadas mi- de decenas de miles de ciuda-
son las actividades que corres-
viraje: hasta hace tres décadas era gratorias desde occidente. Y otro danos y, en una convocatoria
ponde incorporar tras la conside-
el apelativo para los trabajado- tanto para lo "kolla": desde orien- destinada a "medir fuerzas", se
ración de que son industriales.
res y peones muchas veces se- te es una manera de generalizar reúnen cerca de 350.000 perso-
miesclavizados de las haciendas y homologar identidades diferen- nas. Está en curso el mecanis-
del oriente; hoy es un autorrefe- ciadas y contradictorias. mo para incluir el referéndum

20
CAPITULO 1: APROXIMACIÓN PARA UN DIAGN ÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IND USTR IAS

1
significativas excepciones de instituciones sin fi- nes de
lucro- se definen en una clásica tradición extractivista
y de lucro expedito (propalaciones de la minería
colonial y republicana, extensiva a la extracción de la
goma primero y luego del mono- c;ultivo de la soya),
sin una orientación coherente;
esto ocurre hoy, sin mencionar que operan bajo
intervenciones y prácticas dispersas y discontinuas,
evaden impuestos, distorsionan seriamente el sis- tema
de créditos, penetran sectorialmente la banca
financiera, tratan de usar la cooperación interna- cional
en beneficio privado, reproducen viejas prác- ticas de
prebendas, etcétera. Las cuentas naciona- les
existentes, en un segundo plano de lectura, dan cuenta
de ello y sugieren la necesidad de otras in- ferencias,
más por sus lagunas y vacíos que por su perfección y
pertinencia cuantificadora.

Es una necesidad, por lo tanto, no sólo anotar el


vacío de estas actividades -las culturales- en las
cuentas, en las encuestas que alimentan las estadís-
ticas económicas, de su ausencia en la planificación
del desarrollo (público/privado), sino también pre-
guntarse, y hacerlo a fondo, por qué no se consig-
nan, por qué se invisibiliza un conjunto de realida-
des y de actividades que mueven una buena parte de
la economía -formal e informal- en este país.
Justamente en este país, que a simple vista está de-
safiando de modo permanente los límites que impo-
nen las miradas economicistas, las reducciones cul-
turalistas'-y sobre todo las suspendidas y monoteís- tas
políticas- que operan en un territorio cuya fe- cundidad
y diversidad incomoda hasta hacer explí- cita la
negación de las mismas.

De las fuentes de censos nacionales, impuestos y


otros, se hacen apenas perceptibles algunas de las
actividades culturales básicas, luego de un trabajo de
construcción positiva de la información econó- mica, de
suyo diluida y fragmentada; por ello, la visibilidad,
basada en la cuantificación y medición, será por ahora
relativa y provisional. ·

1 . 2. La educación como distorsión analítica

Una dislocación mayor, cuyas implicaciones tienen que


ser explicadas, la constituye el sector estatal de la
"Educación" cuando éste irrumpe, casi en reem-
plazo del espacio cultural, y lo hace desde la
misma Constitución Política del Estado. En el
punto corres- pondiente al "Régimen cultural" 21
se deriva el tema de la cultura
inmediatamente a la educación. Lo que
resulta de ello, ya en el campo del
"conocimiento" de las élites de poder, es que
"la cultura" deriya di- rectamente de la
educación. En otras palabras, si se quiere un
crecimiento cultural en Bolivia hay que
empezar educando (a los indios, a las
poblaciones urbano-marginales, a los
ciudadanos en general y en abstracto) a un
país que tuvo la enredosa moda- lidad de
constituirse bajo el sino de la pluralidad
étnica, lingüística y cultural; pluralidad de la
que da cuenta numérica el siguiente cuadro:

Clasificación según condición étnico-lingüística C% del total de la


población)

•"'.

·•·,

..

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, CNPV-200 1.

Lo dicho para el cuadro anterior es, en


general, válido para éste. Habrá que ver, por
ejemplo, cuán- tos de los castellano-hablantes
son a su vez quechuas o aymaras no sólo
lingüísticamente sino también como filiación
étnica. Un porcentaje absolutamente signifi-
cativo de la población quechua, aymara,
guaraní, etc., es bilingüe; esto no ocurre con
la población cuya lengua materna es el
castellano. Las combinaciones de referentes
identitarios se abren en este sentido: una
persona puede ser, por ejemplo, originaria de
un
ayllu pakaje, por lo tanto ser aymara-hablante, pero,
además, ser un habitante de la ciudad de La
Paz, sen- tirse y afirmarse paceño, bilingüe y
boliviano. Las composiciones se multiplican.

En este sentido, más de uno, para abordar


las mediciones del quehacer cultural,
empezará por medir el grado de escolaridad
en las poblaciones (regionales, rurales y
urbanas, por género, etc.) Sin duda, éste
arrojará informaciones significativas tam- bién
para otras lecturas, no sólo para medir la po-
breza. Sin embargo, el privilegio de esta
prioriza-
DIN ÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CU LTU RA EN BOLIVIA

ción analítica, de cualquiera que se jerarquice en el cultural, de autonomías y autodeterminaciones en


paraguas de las mediciones civilizatorias, no expli- el reconocimiento e inclusión de las culturas y de su
ca nada si no se la aplica en contextualizaciones política básica.
específicas, si no contempla los enhebrados de so-
ciedad política y cultural, étnica y nacionalista, que Los anotados son temas que se desarrollan por
entraman lo real y lo imaginario de este país. ahora en lineamientos generales, pero que, sin S\J
pertinente colocación en el escenario que aquí com-
En resumen, creer, a estas alturas, que las peda- pete, harían poco acertadas las propuestas emergen-
gogías preceden a las culturas, es, por decir lo me- tes, y menos si éstas están orientadas a la innova-
nos, un despropósito. Por otra parte, los resultados de ción en el desarrollo de las culturas. Como campo
las mediciones de las actividades culturales y de sus de plena contribución al crecimiento de la riqueza
principales manifestaciones, la cuantificación de éstas - social en Bolivia, es explicable que su medición sea
aquéllas generalmente consignadas en los estudios más complicada que en otras economías, más orde-
iniciales (fonográficos, audiovisuales, edi- nadas éstas y liberalmente cohesionadas bajo la efi-
toriales/impresos), pero también de aquéllas que más caz tecnicidad del mercado y del poder.
significación podrían tener para este país (creación .
artesanal, bienes patrimoniales y turismo cultural)- Se está ante una realidad, en muchos aspectos la
pasa por una reconsideración conceptual que debe- ría misma, y ante otra, diferenciada; son varios sedi-
contribuir, en los límites actuales, a la construc- ción de mentos particulares los que, entonces, interesa pro-
políticas públicas en el sector. poner. La boliviana es una realidad poco cifrada y
"calculada", escasamente documentada o ausente en
De hecho, lo que se llama actividad cultural en la data oficial. En Bolivia -puede decirse sin ries-
Bolivia abarca un espacio que sólo puede ser enten- go- las fuentes informativas son inversamente pro-
dido en la complejidad, en el entramado, en la den- porcionales a la riqueza de las actividades y dimen-
sidad de las culturas y en la diversidad productiva y siones culturales.
receptiva de los bienes y los intercambios simbóli-
cos, materiales e inmateriales. Esto lleva, necesaria- Por lo dicho, el tratamiento investigativo y los
mente, a recomponer la cartografía política de las diagnósticos realizados en otros países de la región
etnias, culturas y otras formas de socialidad (pue- y del mundo sobre Industrias Culturales tienen, en-
blo, región y nación), hoy débilmente articuladas tonces, un carácter de parámetro comparativo y
por un Estado en crisis permanente. Y es justamente metodológico imprescindible para la realidad boli-
este campo, el cultural, el que puede contribuir a viana; pero, al mismo tiempo referencial, pues no
una lectura más acertada, tanto de los procesos eco- se trata, como es normal, de un marco conceptual y
nómicos (desarrollo alternativo, articulación mercan- teórico aplicable mecánicamente.
til e imaginaria del mercado, pobreza y politicidad,
descentramientos colectivos y productivos de las Esto es lo que pretende en general desarrollar,
culturas, etc.) como de aquéllos de consistencia so- aunque sea de modo inicial; este estudio y diag-
ciopolítica: la multiculturalidad, diversidad -regio- nóstico. No es ni suplementario, ni excedentario,
nal, étnica y cultural- en el marco del Estado-na- ni superfluo; tampoco es una pretensión criticista
ción boliviano . Estado y nación, obligados como lo lo que se juega en esta otra intención y orienta-
están hoy a darse una nueva Constitución y una ción: es el tema del espacio culturai,4 como esce-
nueva arquitectura de poderes; deben hacerlo sin nario de las comunicaciones, de los intercambios
evadir una contundente afirmación de ciudadanía materiales e inmateriales, de la producción simbó-

4 El espacio cultural. . . , Garretón,


op. cit.

22
CAPITULO 1: APROXIMACIÓN PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IN DU STR IAS

lica y de la constitución permanente de identida- nomías, los movimientos sociales y de una nue-
des, el espacio de las estrategias sociales y de la . va Constitución, y quizá anticipándose en esta
planificación de un desarrollo económico y social dinámica,
equitativo y compartido.
Bolivia está, pues, ante el reto de construir un
Parte 11: Culturas, identidades y poderes régimen de libertad cultural que permita a la
gente vivir y ser aquello que escoge y contar
2. Cultura y dramatización política además con la posibilidad adecuada de optar por
otras alternativas. Para ello requiere flexibilizar
Importa poner en una dimensión positiva la vitali- las identidades que ante la cerrazón del sistema
dad de las culturas -constitutivas de los pueblos in- imperante optan por un endurecimiento tradicio-
dígenas y originarios- como también de otros secto- nalista alejado de la dinámica natural de recrea-
res de las poblaciones local y regional en Bolivia. ción permanente a la que está sometida cualquier
Esta vitalidad tiene cultura cuyos integrantes ostentan múltiples iden-
tidades, cuestionan, adaptan y redefinen sus va-
. . . múltiples formas de manifestación cotidiana lores y prácticas ante el cambio de la realidad y
en todos los ámbitos del quehacer de la socie- el intercambio de ideas con personas y grupos
dad, donde se pone de manifiesto la capacidad de diferente filiación cultural, siempre que se
de incorporar nuevos elementos y desechar vie- posibilite una interacción libre y respetuosa de
jos usos y prácticas, aprovechando las oportuni- la dignidad de todos . y la creación de lazos co-
dades y ajustándose a las exigencias de la com- munes de pertenencia a la comunidad local. (Unir,
plejidad del mundo contemporáneo sin perder 2005)
una clave cultural interpretativa que permite re-
significar en un contexto propio cada una de Por otra parte, el énfasis puesto en las definicio-
estas acciones. (Álem, 2005) nes generales de las Industrias Culturales, como
aquéllas que producen (y por lo tanto establecen
Lo que resalta en este campo es el análisis que las cadenas de difusión, consumo y reproducción)
registra la encuesta del Informe Nacional de Desa- valores materiales y simbólicos, es de primaria im-
rrollo Humano 2004 en cuanto al tejido identitario portancia en la construcción de las identidades so-
en Bolivia, donde -a pesar de los matices y diferen- ciales; sin esta operación, en el marco de identida-
cias que se pueden identificar entre las personas des en permanente proceso de actualización, no se
pertenecientes a los diversos pueblos indígenas- un tendría claridad sobre la importancia social de di-
97% en promedio nacional se siente "orgulloso de chas actividades e industrias y tampoco de su valor
ser boliviano", un 92,3% piensa que para que Boli- estratégico. Bolivia es un Estado-nación5 en difícil e
via progrese se requiere "pensar primero en el bien intensa reconstitución; la deuda política frente a la
del país en su conjunto" y un 72% dice que le gusta- pluralidad étnica y a la diversidad cultural está hoy
ría ver en el segundo centenario de la república "un en la agenda del país, de las naciones, pueblos, et-
país abierto al mundo y que haya preservado su nias y colectividades; ubicar de manera acertada -
cultura." (PNUD, 2004) siempre provisional y abierta a los procesos- a la
economía de las culturas es un imperativo de pros-
De un modo complementario y simultáneo a pectiva difícil ya de excluir, descalificar o degradar
las discusiones y contraposiciones de las auto- en su importancia.

5 El sentido dado a este concep-


to, siempre en reconstrucción, es
unívoco al aportado por L. Villo-
ro (2002).

23
DINÁM ICA ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN B OLI VIA

2.1. Lo político de las culturas a costa de la "incorporación", de la pérdida relativa de


las autonomías, de la reconfiguración -a veces
Que las culturas son poderes, poderes reales que promiscua- de las .identidades reales.
generan y regeneran identidades reales, es ya un
punto de pártida hoy relativamente aceptado, asu- mido La política, y en los hechos poco se avanza en
con seriedad o esgrimido ·utilitariamente, aun- que otro sentido -o en el sentido contrario- es pues la
sigue siendo provocador, fue cuestionado hace apenas enajenación de las capacidades y potencialidades del
dos décadas. poder colectivo e individual de decidir sobre la pro-
pia socialidad. Ésta, la socialidad, se proyecta más
Las experiencias del genocidio· contemporáneo - .
como objeto que como sujeto; la modernidad trae
cuya traducción se puede leer con claridad en los una socialidad mediada, abstracta, ilusoria, basada
índices de extrema pobreza que corresponden a en contratos entre individuos aislados, desposeídos,
poblaciones rurales y grupos étnicos- y en las reco- procedentes de los diferentes caminos de la des-
locaciones de los poderes sociales en nuevos esce- composición de sus identidades históricas, proyec-
narios, compuestos y siempre plurales (no necesa- tadas y/o actualizadas. Pero, por el transcurso de
riamente pluralistas), obligan a diferenciar lo políti- co las estructuras de las sociedades, se sabe que el pa-
de las culturas y las políticas culturales que so- bre pel y el rol que tiene el individuo no es ya el de la
ellas se ejercen.6 persona "agregada" a la fuerza; crecen las opciones
y la calidad de decisión de los individuos en tanto
Lo político, en una modalidad casi cifrada del ciudadanos, y también en cuanto personas portado-
concepto, no es más que la capacidad que tienen ras de ciudadanías culturales e identitarias, muchas
las culturas (colectividades en acción y reacción) de de ellas volcadas a cuestionar el "estado de natura-
estructurar las decision es sobre la vida, sobre la pro- leza" y el individualismo posesivo8 imperante en
ducción material y la producción simbólica, sobre los"contratos" vigentes desde la ilustración occiden-
la reproducción material e inmaterial de la existen- tal hasta sus modalidades criollas latinoamericanas.
cia colectiva e individual; las operaciones básicas
de la socialidad y esto se realiza de modo colectivo En consecuencia, en una estrategia plural de la
e individual, de conjunto, de personas con un nú- sociedad para su desarrollo, la producción cultural
mero variable de referentes de pertenencia común. 7 y las industrias culturales, en un sentido no restrin-
gido ni jerarquizado a priori, tienen un lugar estra-
Hay que remarcar lo dicho: cuando una cultura tégico, se ubican, o pueden ubicarse, en el fortaleci-
existe, es constitutiva de una plataforma, de una co- miento de lo político de las culturas y de los dere-
munidad de deCisión, de intervención, de comunica- chos colectivos. En ello, los bienes culturales y ser-
ción y de información. No se puede borrar la politi- vicios culturales, sobre los que se incidirá más ade-
cidad básica de una cultura sin aniquilar el modo de lante, tendrán que ser ensayados en los circuitos y
socialidad que la constituye. Se puede intervenir en cadenas de la producción, circulación y consumo
ellas con mecanismos de despliegue implícitos o ex- como soporte material y como valor dado que tie-
plícitos, abiertos o solapados, · institucionalizados o nen su tracción primera en la creatividad cultural;
no, para conseguir la reproducción de las hegemo- esta tracción puede estar orientada de muchas ma-
nías (educación y civismo, lengua y mercado, legisla- neras al intercambio y a la comunicación, pero tiene
ción y territorialidad, etc.) Pero siempre se interviene también determinaciones en la subjetividad compar-

6 Sobre el tema de "Lo político" poder. Ensayo general sobre las culturas, algunas experiencias de a Locke) se encuentra en C. B.
y "La política" ver: Francois formas de comunidad ilusorias, ONG's han tenido aciertos remar- Macpherson, La teoría política
Chatelet, Los marxistas y la polí- México, ENAH, 1979. cables y rescatables a la hora de del individualismoposesivo, Bar-
tica, Taurus, 1977. Sobre lo di- establecer políticas de Estado en celona , Editorial Fontanella,
7 Si bien es cierto que las políti-
cho y sus repercusiones en el esta materia. 1970.
cas -públicas y/o privadas- al-
tema de la identidad y el poder
guna vez corresponden o 8 Un análisis histórico y filosófi-
ver E. López, Valor, espacio y
responden a las demandas de las co sobre este tema (de Hobbes

24
CAPÍTULO 1 : APROXIMACIÓN PARA UN DI AG NÓS TICO DE LAS C ULTURAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IN DUS TR IA S

tida de la valoración social, de su pertinencia en el ficado restringido vinculado al fenómeno de la crea-


mundo de las identidades. tividad literaria, plástica y artes escénicasÉ" y ade- más
a la "alta cultura junto con la conservación del
2.2. Cultura y culturas, una y otra vez patrimonio".

Aunque parezca repetitivo a estas alturas, es nece- El primer corte, -1 947- anterior para entonces de
sario un intento de circunscribir los conceptos hasta una saludable densidad crítica, está represen- tada por
a,quí usados. "Cultura" -así, en singular- es sin duda la escuela de Frankfurt (T.W. Adorno, M. Horkheimer,
uno de los conceptos dotados de mayor y reconoci- da W. Benjamín). Los límites de esta po- sición no tardaron
polisemia; el antropólogo Godenough escribió que se en revelarse: la masificación pronto podrá ser vista
trata de un término transportador "de una larga historia como una orientación de- mocratizadora en los accesos
de significar cosas distintas para per- sonas distintas." culturales. El desa- rrollo mismo de las industrias
(Bonet, 2004: 39) Es pertinente ha- cer una disección, culturales se encar- gará de abrir estos nuevos
detenerse un momento en el len- guaje académico, horizontes: la produc- ción y el consumo de bienes
para llegar a la digresión arriba propuesta: las culturas culturales como la base -material e inmaterial- para
como poderes. nuevas formas de intercambio y de la riqueza social.
Sin embar- go, la transformación de los objetos de arte
Bonet, entre muchos autores, elabora un recuento en materia de reproducción industrial deter�inó el inicio
sumario de la progresión de este concepto que aquí de una polémica que no encontrará fin, aun- que sí
se resume. Las raíces latinas y griegas abren un corrientes y estudios multidisciplinarios e innovadores.
primer campo de significaciones: cultura tiene fun-
damentalmente que ver con "habitar", con "culti- Mientras tanto, para los norteamericanos, en un
var" y con "honrar a los dioses". Adquiere enton- uso académico anterior a los noventa, la produc-
ces, y pronto, un "sentido moral" de "dedicación", ción de bienes culturales como los de la cinemato-
de civilización, pero también, y desde entonces, grafía, la música, etc., era excluida "del mundo de la
una amplitud que abarca hasta "las formas de ves- cultura y de las artes . . . pues se incluyen en el sector
tir" . Para un antropólogo ya clásico como Tylor, del ocio y espectáculos" (. .. ) en el show business;
continúa Bonet, la cultura tiene ya un sentido para ellos la situación era clara y pragmática: se tra-
holístico:'"aquel conjunto complejo que incluye el taba de los accesos a las subvenciones gubernamen-
conocimiento, las creencias, el arte, la moral, las tales y estatales que siempre tendrá que ver, para el
leyes, las costumbres y cualquier otra aptitud y caso, con los contribuyentes.
hábito adquirido por el hombre como miembro de
la sociedad. " ( : 39) Para la Real Academia Españo- Para entonces, y desde 1972 en Helsinski, la Unes-
la, la cultura se trata del " . . . conjunto de modos de ca se manifestaba:
vida y costumbres, conocimientos y grado de desa-
rrollo artístico, científico, industrial, en una época La cultura no es solamente la acumulación de
o grupo social. .. "; a su vez, el catalán Moliner dis- obras y conocimientos que una élite produce, re-
tingue, como otros muchos, cultura y civilización: coge y conserva para ofrecerla después, o que
la cultura sería "el grado de perfeccionamiento so- un pueblo rico en su pasado y patrimonio ofrez- .
cial o de las relaciones humanas" , mientras que por ca a otros ... no se limita al acceso a las obras de
civilización se habrá de entender, sobre todo, "un arte y humanidades, sino a la adquisición de co-
progreso científico y moral." ( : 39) nocimientos, la exigencia en las formas de vivir,
la necesidad de comunicación... no es el territo-
Además, en tan engorroso tema, donde se juegan rio a conquistar o poseer, es una forma de com-
vanidades y poderes,_ se distinguen algunas marca- portarse en relación con uno mismo, con sus se-
das tradiciones civilizatorias del evolucionismo. Para mejantes, con la naturaleza ... (Bonet, 2004: 40)
los angiQ s a jones existe una matriz común para de-
signar ''arte" y "cultura": "un mismo concepto, signi-

25

1
DI NÁMICA ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Unos años más tarde -México, 1982- este orga- nes políticas tradicionales y se revela la descoloca-
nismo asumía el debate intelectual desatado y enfa- ción social del propio Estado.
tizaba en la pluralidad, que por cierto estaba en el
escenario general de la agitación intelectual y en los Complementariamente, la imbricación entre cul-
movimientos sociales, étnicos y comunitarios desde turas, industrias y economías de mercado recoloca las
los sesenta y setenta; sobreviene el énfasis en la interpretaciones conceptuales de la cultura. O. Getino
"democracia cultural"; para esto, una nueva y relati- va (2004: 50) desafía algunas tendencias "totali- zadoras"
amplitud conceptual: se entiende por "culturas" de su concepción: ya no se trata -dice-

... el conjunto de modos y condiciones de vida ... de entender la cultura en su sentido más am-
de una colectividad sobre la base de un sustrato plio y holístico, sino en sus dimensiones más per.:.
común de saberes y tradiciones, así como las dis- ceptibles, capaces de ser diseccionadas para su
tintas formas de expresión y de realización de análisis científico. De lo contrario, la cultura se
los individuos en el seno de la sociedad. (Bonet, erigiría en una especie de panacea inalcanzable
2004: 40) para la razón y el conocimiento.

Son ya tiempos en los que el capitalismo de los Ésta es, de suyo, una cuidadosa reducción, pero
Estados cede a la plena mundialización de las eco- reducción al fin: advierte sobre las tendencia hacia
nomías y opera desde entonces en impensadas di- una desmedida "inclusión" de más o menos todos
mensiones de penetración, trama nuevos embates los aspectos de la vida humana que podría, abrien-
para la eliminación de las "barreras" culturales -de do la mirada en un gran angular teorético, abarcar
suyo ya transformadas y transfiguradas en la lenta una concepción interminable, ingenua y ambigua
construcción de esos mismos Estados nacionales- de la cultura. Pero lo que sí es evidente es un pre-
para su pronta sumisión en los nuevos órdenes cor- dominio contemporáneo del análisis de la cultura y
porativos y desterritorializados de los poderes de de las culturas fundamentalmente desde la econo-
voluntad planetaria.9 Habría que ver, en un trazo un mía; los análisis más completos y coherentes lo ha-
poco más extendido, lo que ha significado para ello rán también desde la comunicación, el mundo me-
el aporte de la creación cinematográfica, una de las diático y de las nuevas tecnologías, y, por supuesto,
primeras industrias culturales de circulación abierta hacia las políticas públicas.
y sin duda una de las precursoras de la "transnacio-
nalidad" . La comunicación será subsumida en el Pero antes de llegar a ello valen aún algunas aco-
enhebrado rriediático, que después cambiará sustan- taciones sobre las culturas (y la cultura como con-
cialmente la calidad de las relaciones globales. cepto); en este cometido, toma cuerpo el acercamiento
de Germán Rey "a ese sentido múltiple, creador y
Sin embargo, las culturas como tales, como ex- densamente social de la cultura" (2004: 61), del cual,
presión de poderes y socialidades locales, irrumpi- rán a fin de cuentas tampoco se aparta un autor con la
en este contexto general y, en Bolivia, las últi- mas dos experiencia de Getino. La diseminación conceptual
décadas significaron un verdadero posicio- namiento de la cultura es también advertida por Martín-Barbe-
histórico: se cuestiona la hegemonía, se desbaratan las ro (2003); se trata de un proceso de décadas de inte-
ideologías del colonialismo interno, se acelera la lectualización, pues connota movilidad cognitiva y
descomposición de las representado- conmueve, a la vez, las certezas duraderas: "el mapa

9 Sin menoscabo de que suponen globalización, En efecto, '"Aunque de las actividades económicas a y compleja de internacionalización
procesos simultáneos e interde- sean usados muchas veces como través de las fronteras nacionales; e implica cierto grado de integra-
pendientes de mundialización, intercambiables, esos términos no eso no es un fenómeno nuevo. La ción funcional entre las activida-
existe, como bien lo subraya Or- son sinónimos. lnternacionaliza- globalización de la actividad eco- des económicas dispersas '"
tiz, una importante distinción en- ción se refiere simplemente al au- nómica es cualitativamente dife- (Dicken, citado por Ortiz, 2004:
tre internacionalización y mento de la extensión geográfica rente. Es una forma más avanzada 25).

26
CAPITULO 1 : APROXIMACIÓN PARA UN DIAGNÓS TIC O DE LAS CU LTURAS COMO ACTIVI DADES Y COMO IN DUSTR IAS

parecía claro y sin arrugas: la antropología se hacía desplazamientos; antes es pertinente demarcar al-
cargo de las culturas primitivas y la sociología se gunas aristas necesarias. Sucede que hoy las cultu-
encargaba de las modernas." ( : xiii) Se trata de ideas ras están efectivamente entrelazadas y atravesadas
opuestas: los fintropólogos tienden a la inclusión to- de procesos que las redefinen y presionan de un
talizadora "mientras que para los sociólogos la cultu- modo especial. Lejos queda la noción de éstas como
ra es sólo un especializado tipo de actividades y de circunscripciones materiales/inmateriales puras; no
objetos, de prácticas y productos pertenecientes al existe virginidad alguna -por lo menos desde la úl-
canon de las artes y las letras." (: xiii) Pero "la doble tima glaciación- y toda "originalidad" lo será siem-
idea de la cultura se ve emborronada, de una parte pre y cuando, a partir de matrices específicas, se
por el movimiento creciente de la especialización actualice en un mundo de interrelaciones y de fron-
comunicativa de lo cultural, ahora organizado en un teras móviles, circunstanciales; en términos reales
sistema de máquinas productoras ajustadas a 'públi- no existe tal cosa como un pueblo originario: puede
cos consumidores' (la escuela y sus alumnos, la TV y ser una autorreferencia legítima y válida en la di-
sus audiencias, la iglesia y sus fieles, la prensa y sus mensión de las confrontaciones étnicas y nacionali-
lectores ...); por otra la vida social, que, antropologi- tarias, pero como referente de "pureza" es simple-
zada deviene cultura... " (: xiv); finalmente, en esta mente un recurso discursivo. Se podría argüir que
línea de reposición crítica de la idea, la "cultura esca- es la lengua la que define esa matriz de originali-
pa a toda compartimentalización irrigando la vida dad; pero no es suficiente una lengua para pensar
social entera ... son sujeto/objeto de la cultura, la sa- en la constitución diferenciada de una cultura. Y lo
lud, el trabajo, la violencia ...cultura del narcotráfico, que es válido para una colectividad lo es también
género, la cultura organizacional. .. " (Martín-Barbero, para un país: los países latinoamericanos,
2003: xiv)
... no son islas, sino que, por el contrario, forman
Si se tiene como objetivo medir impactos y rela- parte de las sociedades globales, en las que ya
ciones entre la economía y la cultura, es positivo es un hecho la mundialización de la cultura, como
tomar en serio lo que esto significa en una "socie- también los movimientos de profundización de
dad abigarrada"10 como la boliviana . Aquí cualquier las identidades y la participación de lo local. (Rey,
reduccionismo duplica sus distorsiones. El objetivo 2004: 59)
mismo obliga a abrir las vertientes de análisis a fin
de contar con un concepto dinámico pero certero Los modos de ver, los modos de consumir y re-
de las culturas que, sobre todo, permita avanzar. De significar, las maneras de apropiarse de los mensa-
hecho, jes y de los objetos de la cultura y de las culturas
son parte de la fuerza vital de éstas; hoy no existen
... centrada en las bellas artes, las humanidades o culturas sin articulaciones y las articulaciones mis-
las raíces étnicas y folclóricas, la cultura se ha mas las definen. Se está ya en el territorio de la plu-
poblado de otros territorios: las nuevas tecnolo- ralidad.
gías, el patrimonio tangible e intangible, la irrup-
ción de otras estéticas o las industrias culturales. 2.3. Culturas, diversidad e identidades colectivas
(Rey, 2004: 56)
Aunque en las esferas de poder y de decisión per-
Cuando se entre de lleno al tema de actividades e siste una abierta o solapada resistencia a asumir la
industrias culturales se irán definiendo mejor estos centralidad que hoy tienen las culturas y las identi-
/

10 Aquí se rescata el sentido de como la boliviana. Un análisis con-


la noción de "formación social textual de esta categoría está hecha
abiga¡rada" propuesta por Zava- por Tapia (2002).
leta para designar y explicar la
complejidad de una sociedad

27

1
DIN ÁM ICA ECONÓ MIC A DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

dades colectivas, es cierto también que la crisis per- gadas de politicidad, de capacidad de decisión y de
manente y los crecientes y agudos índices de pobre- deliberación, irrumpen una y otra vez en el escena-
za en Bolivia han abierto las anteojeras a más de un rio para fortalecer o para ponerle límites a una u
ilustrado en temas de planificación, desarrollo e in- otra construcción estatal y nacional.
cluso, por la fuerza de los hechos; en las políticas
de educación; al mundo de las buenas intenciones Las sociedades de la región latinoamericana son
se suma, en las últimas décadas, una reconsidera- en gran medida sociedades en transición, y el énfa-
ción profunda sobre desarrollo, ecosistemas y tec- sis que ponga Bolivia en el autoconocimiento de su
nologías apropiadas. espacio cultural y de la colocación de éste en la
región y el mundo determinará el mayor y mejor
Lo que acontece es que sencillamente las cultu- ras, equipamiento para enfrentar la complejidad de los
como colectividades de decisión, como espa- cios procesos. Para complementar la disquisición podría
determinados de relación, comunicación y opi- nión, resultar de gran utilidad, en la caracterización de las
pesan hoy de una manera distinta, desplega- da y culturas en Bolivia, la utilización de la tríada que
descontraída en los modos de pensar y de intervenir en fue propuesta por Wiliiams como parte del frente
la realidad; es cierto que las identida-: des también metodológico de un modelo para pensar la dinámi-
hacen crisis, pueden fragmentarse y debilitar los lazos ca cultural contemporánea y que Martín-Barbero in-
de socialidad existentes, ahon- dar los desencantos y troduce en su análisis de la cultura, la hegemonía y
propiciar las confrontacio- nes ; son parte de la "crisis la cotidianidad. Dicho modelo contempla una topo-
en el concepto de sociedad" ... " crisis en los logía de las formaciones culturales y presenta tres
imaginarios vinculados a lo colectivo y al derecho a la "estratos" -arcaico, residual y emergente- referidos
igualdad". Es cierto, pero, como señala G. López (2004 por Martín-Barbero como sigue:
: 6-7), la "pro- ducción cultural, en cambio, se ha
desarrollado y multiplicado como refugio de la identidad Arcaico es lo que sobrevive el pasado pero en
para enfrentar la crisis". cuanto pasado, objeto únicamente de estudio o
de rememoración. A diferencia de la anterior, lo
Hoy, de hecho, la diversidad, en toda su ampli- residual es 'lo que formado efectivamente en el
tud étnica, regional, nacionalitaria, pone en aprietos pasado se halla todavía hoy dentro del proceso
mayores y permanente interpelación al viejo y ago- cultural [É] como efectivo elemento del presen-
tado centralismo en Bolivia. Y lo hace también de te'. Es la capa pivote, y se torna la clave del pa-
mala y peligrosa manera, entrecruzada con intere- radigma, ya que lo resi dual no es uniforme, sino
ses económicos de las élites de poder regional, con que comporta dos tipos de elementos: los que ya
intereses transnacionales, etc. Pero también es un han sido plenamente incorporados a la cultura
hecho que esta crisis es resultante de varias agendas dominante o recuperados por ella, y los que cons-
pendientes y, sobre todo, de una capacidad y una tituyen una reserva de oposición, de impugna-
buscada fortaleza comunicacional intercultural, sin ción a los dominantes, los que representan alter-
la cual es impensable un verdadero diálogo. El diá- nativas. La tercera capa es formada por lo em er-
logo es un acontecimiento cultural por excelencia, gente que es lo nuevo. El proceso de innovación
los interlocutores deben conocerse y respetarse en de las prácticas y los significados. Y esto tampo-
profundidad, deben actualizar lazos fundados en una co es uniforme, pues no todo lo nuevo es alter-
dignidad compartida que supone lógicas culturales nativo ni funcional a la cultura dominante. La di-
diferentes pero capaces de sentarse en la misma ferencia entre arcaico y residual representa la
mesa, sin el afán de cualquier ventaja fundamenta- posibilidad de superar el historicismo sin anular
lista o de presiones establecidas de antemano -que la historia, y una dialéctica del pasado-presente
devendrán "pliegos petitorios" y una secuela d€ de- sin escapismos ni nostalgias. El enmarañamiento
mandas siempre insatisfactorias e incumplidas. Las de que está hecho lo residual, la trama en él de
culturas, entendidas como identidades sociales car- lo que empuja desde 'atrás' y lo que frena , de lo
.
que trabaja por la dominación y lo que resistién-

28
CAPITULO 1 : APROXIMAC IÓ N PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IN DUS TR IA S

dola se articula secretamente con lo emergente, un 'sí mismo' colectivo... Se puede hablar así de
proporciona la imagen metodológica más abierta una realidad intersubjetiva compartida por los
y precisa que se tenga hasta hoy. Y un programa individuos de una misma colectividad. Está cons-
que no es sólo de investigación, sino de política tituida por un sistema de creencias, actitudes y
cultural. (2003: 107) comportamientos que le son comunicados a cada
miembro del grupo por su pertenencia a él. Esa
Es importante tener en cuenta que se trata de un realidad colectiva no consiste, por ende, en un
trans c urso, tanto para el caso boliviano como para cuerpo, ni en un sujeto de conciencia, sino en
la generalidad de los países latinoamericanos, en el un modo de sentir, comprender y actuar en el
curso del tiempo y del espacio, en el que las socie- mundo y en formas de vida compartidas, que se
dades pasaron, además, del predominio de las cul- expresan en instituciones, comportamientos re-
turas orales a las culturas audiovisuales; y acontece gulados, artefactos, objetos artísticos, saberes
esto sin la fuerza y la impronta -muy occidental- de compartidos; en suma, en lo que se entiende por
las culturas de hegemonía escrita o basadas en la una 'cultura'. El problema de la identidad de los
escritura; esto es crucial por la radical importancia pueblos remite a su cultura. (2002: 65-66)
que tienen las culturas como entramados comunica-
cionales endógenos y exógenos a la vez. Cualquier Y más adelante complementa:
diálogo posible, habrá pues de tomar en cuenta este
tipo de determinaciones constitutivas y cualquier Una cultura no es un objeto entre otros, sino un
diálogo en Bolivia es necesariamente intercultural: conjunto de relaciones posibles entre ciertos su-
está en juego una densa trama de saberes, memo- jetos y su mundo circundante. Está constituida
rias e imaginarios, en el que las culturas son tam- por creencias comunes a una colectividad de
bién resultantes "de ese continuo fluir de conteni- hombres y mujeres; valoraciones compartidas por
dos" (Stella Puente; 2004). En la materialidad y en la · ellos; formas de vida semejantes; comportamien-
politicidad de las culturas es bueno saber que es tos, costumbres y reglas de conducta parecidos.
necesario partir "de la comprensión de la cultura (2002: 110)
como cultivo de las señas de identidad que hacen que
el sujeto se remita a través de su memoria co- lectiva Puede parecer excesivo que se extienda la re-
cultural a un sistema de signos particular". (Urquieta, flexión de estas ideas, cuando de lo que se trata es de
2000: 211) llegar a circunscribir el tema a las actividades y a las
industrias culturales; pero lo dicho tiene directa
Las culturas, entonces, son portadoras de liadas implicación para darles a éstas -si se habla de la
materialidades en la producción y reproducción de producción, circulación e intercambios, con ubica- ción
sus condiciones de existencia; son, asimismo, pró- o no en la racionalidad del mercado, de bienes
digas densidades inmateriales; son pues socialida- materiales portadores de valores simbólicos- una
des cargadas de poderes, de identidades colectivas colocación certera y no reductiva o pacificada de
en las que la memoria compartida tiene un lügar antemano.
por cierto no siempre fácil de desentrañar. Las cul-
turas comportan identidades colectivas, y éstas con- Si las culturas son relaciones, valoraciones y la
densan y cifran los poderes. Sobre estas últimas, matriz de los criterios de la producción y reproduc-
Villoro escribe: ción material de la vida social, es ahí, y no en otra
parte, donde se habrá de ubicar lo político de la
Por identidad de un pueblo se puede entender socialidad y de las mismas culturas. Esta es una di-
lo que un sujeto se representa cuando se reco- mensión que parece escaparse a la generalidad de
noce o reconoce a otra persona como miembro las posiciones que parecen privilegiar la política y
de ese pueblo. Se trata, pues, de una representa- su aparatosa cooptación de aquello que realmente
ción intersubjetiva, compartida por una mayoría fundamenta la posibilidad real de la diversidad cul-
de los miembros de un pueblo, que constituiría tural.

29
DIN ÁM ICA ECO NÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

En la última definición de cultura de la Unesco, en representación y la teatralidad son constitutivas de


un ya trascendente "Anteproyecto de declara- ción... " la política, y qué mejor que el tejido planetario de
se consigna: los media para pretender su éxito o su aceptación
pasiva -desactivada- y convocada o activa.
El conjunto de rasgos distintivos espirituales,
materiales, intelectuales y afectivos de una so- Por vocación la política invade lo público; pero
ciedad o grupo social, que comprende, además hoy, de la mano de las tecnicidades mediáticas -
de las artes y las letras, los estilos de vida, las que son, quién lo duda, emplazamientos y despla-
formas de convivencia, los sistemas de valores, zamientos de la cópula y atadura de la tecnología y
las tradiciones . y las creencias. (2004; 4) el poder- la política filtra los espacios privados. Así,
en el espacio público y privado de la construcción
Si a ello se sumase, no la economía como disci- de los individuos, en la cultura misma que los ci-
plina y conocimiento académico aplicado, sino las mienta y cementa, las identidades resultantes habi-
improntas de los sujetos colectivos, de su pensa- tan en dos tablados:
miento y de su acción, de la organización y la inter-
vención de las bases de la producción material e - Están en la tradición y en los imaginarios, se
inmaterial, entre ellas las actividades y el impacto colocan en el predominio del valor de uso, se
de las industrias culturales, los modos de intercam- difumina y recrean en la oralidad transmitida, se
bio y de consumo, se tendría sin duda un horizonte enhebran por las redes afectivas y operativas de
más atinado para el análisis y la prospección estra- la reciprocidad, y simultáneamente,
tégica.
- Están en la ocupación mediática y en sus inter-
Además de incluir en este espacio las posibilida- secciones, en el "sistema de la moda", en el dise-
des de un diálogo-concertación social, puesto que ño y en la aceptación de nuevos signos, símbolos
las culturas como se las concibe son también cam- y códigos, en el gravamen que los estilos y mo-
bios comunicativos, esta definición, ciertamente más dos de vida les cobran a los cuerpos, a las pieles,
balista, debe afirmar a las culturas en lo político y, a su sexualidad.
por lo tanto, la cuestión de la decisión sobre el des- tino
de la producción y reproducción tangible e in- tangible Lo local y lo planetario tienen sus empalmes y
es también una dimensión cultural consti- tutiva; el sus impulsivos cotejos en esta doble y complemen-
mayor o menor grado de conculcación de estas taria morada de lo moderno, de su repetitivo rena-
capacidades y derechos, daría, en una medi- ción cimiento en nuevas alineaciones mundiales; pero es
sujeta a comprobaciones, el estado de vulnera- bilidad también en esta duplicidad de enganches donde las
y enajenación social. dominaciones y las sumisiones encuentran sus lími-
tes, sus fronteras, sus contenciones y represiones, sus
2.4. . Pode r, representación y comunicación confiscaciones y reprobaciones mutuas.

Las mediaciones de la política y de la comunicación El poder, los poderes más bien, cuando se sus-
mediática son el campo de mayor fragilidad en las penden por encima de la sociedad, cuando están
confrontaciones por las transformaciones de la cali- contra la sociedad (Clastres, 1981), cuando se de-
dad de vida; son las fuerzas y a la vez las modalida- tentan en las pericias de la dominación, se abstraen
des de quebrantamiento de las enormes potenciali- y se enajenan; pero, por sobre todo se ejercen; y
dades para equilibrar la riqueza y los poderes socia- para ello, desde tiempos de larga sedimentación, se
les. La trama mediática tiende a penetrar la totali- representan. Las sociedades con el Estado ocupan
dad, la crea y la recrea como tal; es parte de la po- en la larga duración períodos de éxito contundente e
lítica e instaura a la vez su legitimidad (sobre todo intermitente . Pero para Occidente, más que el sen-
en la recepción y el consumo cultural) y la necesa- tido de su relativa ubicación solar y geográfica, es el
ria " dramatización" para representar lo político . La de haber erigido de manera incansable la separa-

30
CAPÍTULO 1 : APRO XI MA CIÓN PARA UN DIAG NÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IN DU STRIAS

ción social. Lo que se llama Occidente, más allá de la dad del poder en el substrato de las grandes mi-
metáfora geopolítica, es la consagración de la sociedad tologías, mucho más que en el saber que su pro-
dividida, es la consagración del Estado sobre la pia ciencia ha producido (. ..) El imaginario es-
nación.11 clarece el fenómeno político... Todo sistema de
poder es un dispositivo destinado a producir efec-
Nada más común hoy que escuchar, de las más tos, entre ellos los comparables a las ilusiones
diversas procedencias, hablar y escribir de la socie- que suscita la tramoya teatral. (1992)
dad como "escenario" en que se desplazan, ensayan
y confrontan su vida y sus impulsos los "actores so- No es éste un recurso metafórico, es un proceso
ciales". No es ninguna vanidad lingüística; Shakes- instaurador: se transita con esto en los límites de la
peare pensaba que "el mundo entero es un escena- dominación cultural y de la enajenación de lo polí-
rio" . Sobre esta mirada, G. Balandier, en un libro de tico, y no estableciendo un recurso metafórico. Las
singular importancia El poder en escenas, llega a mediaciones y los poderes están en cuestión, para
conclusiones que son útiles para esta orientación. reponer fuerza y lugar a la creatividad y a la pro-
Las obras de Shakespeare "no son otra cosa que ductividad cultural, más allá de las fascinaciones tec-
comentarios dramáticos en torno a las formas como nológicas pero con ellas, cuando se trate de interve-
ese principio se pone en manifiesto en las prácticas nir en las actividades y las industrias culturales; es
colectivas." 0994:15 y ss.) La iniciación de los po- reconducir la politicidad de las culturas, que para
deres y las representaciones son de hecho un com- Bolivia es una verdadera reivindicación.
ponente universal del hecho social; los ejemplos
están en casi toda la etnohistoria y en toda etnogra- Vuélvase atrás, por un momento: de la oralidad a
fía actual respetuosa de la complejidad del aconte- la audiovisualidad; pues bien, se trata de culturas y
cimiento social. Pero para las sociedades occidenta- de sociedades visuales, en ellas, dice Duvignaud
les, la puesta en escena dará siempre cuenta, en el "todo queda mostrado y es puesto a actuar, las prác-
momento en que lo oculta, de su propio desgarra- ticas sociales se llevan a cabo en el marco de una
miento, extrañamiento y enajenación. La diferencia dramatización permanente", al hacer "de cada en-
está en que sencillamente, durante milenios, exis- cuentro público una representación" .12 Esto comen-
tieron -y perduran hoy como "sometidas"- socieda- zó con la socialidad como tal y se podrían hacer mil
des que conjuraron la división de la sociedad, que referencias antropológicas. Pero el corte que ejecu- ta
se las ingeniaron para no permitir que el poder se el "primer mundo" de hoy, tiene carácter ejem- plar,
escindiera de lo societal. De Grecia y Macedonia, pero sus raíces son renacentistas. Es un tema para el
de la cristiandad hasta los Estados contemporáneos, Príncipe y
la historia es la otra.
Savonarola moviliza al pueblo, encuentra un apo-
El drama es una veta irreemplazable: representar y yo en las artes, organiza una propaganda que
actuar -intervenir- están en su etimología griega. concita la adhesión y la formación de 'nuevos
Balandier lleva esto a los límites necesarios para re- ciudadanos'. Es hábil en dramatizar, en suscitar
colocar los imaginarios sociales y, a la vez, las me- puestas en escena en la calle: le da la vuelta al
diaciones de la política en su lugar, carnaval, a fin de hacer de él un instrumento de
la moralización; hace transformar las canciones
... extrayendo de ello una radical conclusión, cier- libertinas en himnos de la 'milicia de la virtud' ;
tos politólogos contemporáneos localizan la ver- populariza las hogueras de la vanidad para que-

11 Sobre esta separación y so- Además, en diferentes tonos de 12 Duvignaud, Sociologie du


bre "Occidente", ver: F. Chate- tratamiento, es relevante la obra théatre, 1965; citado por Balan-
let, Historia de las Ideologías, de F. Savater compilada como dier· (1994: 37).
Tomos I y III, Editorial Premiá, Panfleto contra el todo, Dopesa,
1980. Ver también Villoro, op. cit. 1978.

31

1
DINÁM IC A ECONÓMIC A DE LA CU LTU RA EN BOLIVIA

mar en ellas los signos del lujo, y, con ellos, el nismo con el que las clases populares hacen frente
mal. .. Pero el gran juego de las apariencias se inconsciente y eficazmente a lo masivo... (Mar-
sitúa en otro plano. La religión es puesta al servi- tín-Barbero, 2003 : 104-105)
cio de una transformación política total. (Balan-
dier, 1994: 17) 2.5. Cultura y dramatización

Por otra parte, se sabe que los públicos de toda Han sido asumidas ya las impresionantes dimen-
representación, cuando la puesta es políticamen- te siones que alcanzan las mediaciones de la política
exitosa, son activos, aparentemente sumisos por y de la comunicación, cuando ésta deja su función
estar librados a un libreto que no necesariamente en lo político�cultural y los poderes libran sus fuer-
es de su autoría aunque deben reconocerse en él, zas en la imparable ocupación mediática y en los
pero receptores individuales y colectivos capaces espacios culturales a nivel planetario. Hace tiempo
de dar sentido a cualquier realidad dramatizada, que se asiste a las erecciones y victorias del valor
recrearla y eventualmente contrariada. Son la par- de cambio, sobre el valor de uso.13 Y se sobrevive
te que no se sustituye, por más que en otros cam- ya a sus períodos más efímeros, degradantes y su-
pos de intervención de la política se lo intente; perfluos. La ética-política de los maestros de la Es-
son la parte en la que se juega la representación, cuela de Frankfurt es el resultado de una anticipa-
la audiencia asiste a ella, internaliza y digiere los da nostalgia y melancolía frente a las consecuen-
códigos, opina, reacciona; sin ella no hay juego cias del desarrollo económico, del mercado infil-
posible del poder y de la representación. Son el trado en todo, de la formación de las naciones y
público, el pueblo, y pronto, concurrentemente, sus Estados sobre la base de la concurrencia a las
la sociedad civil los que posibilitan el espejismo industrias de individuos desarraigados. El bienes-
de la soberanía. tar de unos cuantos de éstos, de los Estados nacio-
nales, a costa de la destrucción del medio ambien-
Y, una vez más, es también el escenario para las te, de la depredación los recursos que ya no po-
industrias culturales, porque son éstas, las denomi- drán ser recuperados, del patrimonio natural y de
nadas simplemente IC, resultado y derivación de la las socialidades culturalmente diferenciadas, son
expansión de los intercambios mercantiles desfasa- partes inseparables del proceso . En todo caso, la
damente acompañados de políticas públicas, priva- das obra Principio esperanza de Ernst Block es más
o combinadas de varias maneras. comprehensiva del estado de situación, que un
oportuno e ineludible artículo, por todos conoci-
Por ahora, vale que las culturas respondan a las do, sobre el particular apresamiento de las artes en
representaciones porque están formadas también por la reproducción ampliada del mercado . 14
ellas:
Sobrevienen pues la comunidades ilusorias des-
.. .la razón secreta del éxito y el modo de operar provistas de su propio poder, confiscada su politici-
de la industria cultural remiten fundamentalmen- dad y atravesadas por nuevas estructuras inmateria-
te al modo como ésta se inscribe en y transforma les de dominación tecnoinformativa, de pedagogías
la experiencia popular. Y a esa experiencia -que compuestas para individuos portadores ya de la vo-
es memoria y práctica- remite también el meca- luntad de servidumbre, de la sumisión voluntaria a

13 Ver ]. ]. Goux, Los equivalen- tículo específico "La industria cul- crítica, así como la de W. Benja- ta en Estados Unidos entre 1938
tes generales en el marxismoy en tural: Iluminismo como mistifica- mín y E. Bloch, es enorme y muy y 1947; revisada en 1959).
psicoanálisis, Buenos Aires, Edi- ción de masas", en Dialéctica del poco "ingenua" como resultaron
torial Caldén, 1978. Ver también Iluminismo, Buenos Aires, Edi- los resultados analíticos del artí-
E. López Z., op. cit., 1979. torial Suramericana, 1970, págs. culo mencionado. De E. Bloch,
146-200, sobre el tema de las in- ver Principio Esperanza, 3 To-
14 Efectivamente, Adorno y Hor-
dustrias culturales. Pero su obra mos, Aguilar, 1977. (Obra escri-
kheimer cargan el peso de un ar-

32
1
CAPÍTULO 1 : APROXIMACIÓN PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACT IVI DADES Y COMO IND USTR IAS

los poderes cuyo asidero es inmediatamente oculta- do día la cultura de masa: la comunicación de lo
por la razón técnica y por las mediaciones forja- das en real con lo imaginario. (Martín-Barbero, 2003 : 75)
ese mismo plano ilusorio. A propósito, apun- ta
Balandier, se trata de Será necesario pasar por los exterminios y las in-
molaciones de la segunda guerra europea y mun-
.. .la obra de la 'trinidad' que hoy todo lo rige: dial, prolongada en la americano-japonesa, para que
información, comunicación, técnica. A partir de la ONU ponga sobre la geografía del poder los de-
ahora, a ella deberá atribuírsele todo cuanto el rechos de los pueblos. Los medios preceden, acom-
poder ha recibido de la trascendencia, de lo sa- pañan y son simultáneos resultados de la acelerada
grado y de la historia. (. . .) Esta tríada domina, y, transformación de las tecnologías y de la desterrito-
con ella, quienes aseguran su sacerdocio. (. .. ) Los rialización de la dominación del capital, de su trans-
lenguajes, las simbolizaciones y las imágenes, las nacionalización. los efectos de ello en el "sur" (otra
ritualizaciones y las dramatizaciones se adaptan referencia que sólo el sol puede validar), desde la
a sus imperativos y actúan bajo su influencia (. . .) Polinesia hasta los Andes, de las Malvinas a los nue-
El espacio mediático: gran escenario en el que vos muros del Río Grande, del Chaco al Nordeste
se sitúan las innumerables escenas de la vida brasileño y de éste a Mongolia; El mundo está hoy
cotidiana. Atiende a las construcciones de lo real, plagado de exterminios étnicos y renovadas confron-
las maneras de producirlo y de dotarlo de signi- taciones nacionalitarias. En mucho porque se hacen
ficación. (1994: 13) visibles a través de los media y cobran ahora las
facturas de cuentas invisibilizadas en la época ex-
En buena medida, a partir de ello se puede afir- pansiva del capitalismo.
mar que la dramatización mediática, "destinada a
una dilatada audiencia tiende a ocupar el lugar que Las tecnologías de la guerra y las nuevas tecnolo-
en otro tiempo fuera el de la prensa, la literatura o gías de la información y la comunicación se hacen
el teatro populares" (Balandier, 1994: 30) , es, de entrañables entre sí. La dramatización se despropor-
entonces en más, la modalidad más consecuente de ciona, se hace ilimitada: cada acontecimiento, des-
la socialización moderna, la del contrato de indivi- de Nagasaki e Hiroshima, de las -incuestionables
duos signados por el individualismo posesivo, uno pero impalpables- "conquistas del espacio", de Sa-
de los claros resultados del predominio del valor de rajevo, Irak (Sunitas, Chiítas y Kurdos), hasta la "gue-
cambio. Sería imposible la acepción de masa dedi- rra del agua' : , la "guerra del gas", o la "concentra-
cada desde entonces a explicar tanto la sociología ción autonómica" en Bolivia, tienen audiencia y
como la fenomenología humana. público planetario, es un acontecimiento mediático
con los imprescindibles ribetes de dramatización
Pero las mediaciones revelan los medios, deve- universal (la siempre cuestionable violencia); por
lan su funcionalidad de la mano de los poderes y "suerte" los Tsunamis, las desgracias causadas ,"por
las tecnologías del control social. Para ello habrá la naturaleza", darán tiempo para la piadosa re- flexión,
que negar y desbaratar toda otra identidad que no para la enmienda melodramática, para los desatados
esté fundada en los derechos "del hombre", de los sentimientos colectivos de solidaridad.
derechos individuales e individualizados .
¿Por qué llegar a semejantes escenarios si lo que
Frente a esto, interesa aquí es la relación entre las culturas y las
actividades e industrias que en este tiempo ocupa,
.. .la impotencia política y el anonimato en que como se dijo, un lugar privilegiado en las estrate-
se consumen la mayoría de los hombres recla- gias de desarrollo? Porque sencillamente es ingenuo
ma, exige [un] suplemento-complemento, es de- no poner en estos escenarios, en este espacio de los
cir, una ración mayor de imaginario cotidiano para combates culturales y comunicacionales, la puesta
poder vivir. He ahí según Morin la verdadera me- en marcha (en escena) de su implementación y
diación, la función del medio, que cumple día á/ crecimiento.

33

1
DIN ÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Las culturas, la producción y las actividades cul- cuyo superrealismo no coincide con las que, si le fuera
turales ciertamente que no se reducen, para el caso posible, la realidad social impondría por ella misma."
boliviano, a las mediaciones de la política, a la fun- 0994 : 119; subrayados aplicados) Pero es también,
cionalidad de los medios masivos o al predominio extendiendo el sentido que fue utilizado por P. Susz,
de la "cultura gadget"; la potencia y el acto de los una "Pantalla ajena", es el lugar de la memoria negada,
acontecimientos y productos culturales (las uvas y de la propia memoria colectiva que pretende ser
el vino aristotélico) dependen finalmente de su ca- neutralizada por tales mediaciones y devuelta por tales
pacidad de embestir, de trastrocar, de intervenir y medios, desprovista de toda re- beldía.
de colocarse en estos escenarios regionales y globa-
les. Ése el verdadero desafío para las culturas de La devastación cultural es un resultado buscado
Latinoamérica y de Bolivia. pero no siempre logrado por la dominación mediá-
tica. Habrá que preguntarse por los alcances que
Las culturas no están dominadas por la interposi- tiene, habrá que ver sus límites y limitaciones reales
ción mediática y punto. Se resisten a ella y la re- frente a la diversidad culturaL En Bolivia, medios
crean; es más, también juegan su propia autonomía como la radio fueron intensamente utilizados por los
relativa y la producción y reproducción de las iden- movimientos s o ciales .15 Una y otra vez se en-
tidades. Si las industrias son acompañadas y respal- cuentran zonas de "contracultura", un uso alterno o
dadas por políticas públicas, entonces es necesario altern a tivo de los medios y las tecnologías en los
preguntarse por los efectos que provoca la mediati- más diversos lenguajes y soportes. Además, la di-
zación generalizada en el ámbito político. Y Balan- versidad cultural emerge con nuevos bríos e inno-
dier va más allá: vaciones, se multiplican las banderas, los símbolos
propios y locales . No se logra desbaratar socialida-
... se trata de la fabricación de una opinión pú- des que mantienen relativa autodeterminación so- bre
blica hecha cautiva y que ha dejado de ser ya el su producción material y simbólica, que se re- producen
resultado de· la confrontación de intereses y ex- al margen del mercado o usando éste en una
pectativas; es la contaminación de la práctica complementariedad que no logra destituir a las
política de un exceso de hechos espectaculares, colectividades y comunidades de determinados ni-
lo que ha acabado multiplicando el número de veles de autarquía.
ciudadanos convertidos en meros espectadores...
porque la naturaleza de la relación política con- En la compleja realidad de Bolivia, cabe pre-
tinúa siendo otra y se establece sobre dispositi- guntarse, más allá de las intenciones civilizatorias
vos simbólicos, prácticas fuertemente codificadas de los modelos de desarrollo y más acá de im-
que se ejecutan según las reglas del ritual, de lo prontas morales, qué significa un índice de infor-
imaginario y sus proyecciones dramatizadas. malidad económica muy por encima del SOo/o de
0994 : 32 y ss.) los intercambios a nivel urbano, y, ciertamente,
un porcentaje mucho mayor y diversamente mati-
Se está de lleno en el campo de los medios y de zado para el "área rural". Ciertamente, esta cues-
la mediaciones, y "merced a tales artificios es que tión queda fundamentada en la realidad de la dis-
puede ejercerse el dominio sobre la sociedad, al tiem- tribución geográfica de la población boliviana,
po que el de la naturaleza requiere · otros métodos y repartición que puede representarse sintéticamente
convenciones"; . . . "son estas estrategias las que cum- como sigue:
plen la función de pantalla y producen imágenes

15 Una extensa experiencia la chua y Aymara, sobre todo, aun- nitarias y políticas relevantes.
constituyen las radios mineras, que la experiencia fue amplifi- Para una exploración bibliográ-
primero, y luego las radios de cada en otras regiones fica sobre el tema, consúltese
transmisión en lenguas origina- lingüísticas del oriente). En l a Beltrán y Otros, 1990.
rias o indígenas en Bolivia (Que- práctica, son experiencias comu-

34

1
CAPiTULO 1 : APROXIMACIÓN PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACT IVIDADES Y COMO IND USTR IAS

Bolivia, población total según área geográfica

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, CN PV-2001 .

Lo que está por ser. conocido realmente, por me- Es una realidad la nueva centralidad que tienen las
dirse y evaluarse en interés de un conocimiento so- culturas, como otros poderes, como espacios de fuerza
bre las dinámicas y estrategias culturales y sociales, y también de comunicación confrontados; en este
es la movilidad que tienen las personas, las familias sentido,
y las colectividades en configuraciones poblaciona-
les existentes. Las culturas propias a los pueblos in- ...aquel que pone en juego ya no la desublima-
dígenas -a pesar de las "reducciones" históricas, de ción del arte simulando, en la figura de la indus-
la desestructuración de los espacios y la ocupación tria cultural, su reconciliación con la vida... sino
material de los mismos, la centralización y centrali- la emergencia de una razón comunicacional cu-
dad de lo urbano sobre lo rural- no han dejado de yos dispositivos -la fragmentación que disloca y
desplazar sus propias estrategias: las familias y las descentra, el flujo que globaliza y comprime, la
comunidades indígenas ocupan, mediante una ex- conexión que desmaterializa e hibridiza- agen-
tensa movilidad migratoria y "colonizadora" varias cian el devenir mercado de la sociedad... (Mar-
ecologías y espacios de producción material. Al mis- tín-Barbero, 2003: xiii)
mo tiempo, la relación campo-ciudad nos abre a
nuevas interrogantes sobre las articulaciones de ex- En un mundo dividido, en sociedades divididas -
tensas redes familiares, comunitarias y sociales -so- entre otras- por fronteras étnicas, por multiplicadas
lidarias o no- de intercambios mercantiles y simbó- fracturas en los siempre posibles consensos, los po-
licos, materiales e intangibles. sicionamientos culturales tienen que asumir una
concurrencia y competencia:
Así, pues, sin duda que -junto a Martín-Barbero-
La centralidad indudable que hoy ocupan los
.. .lo que estamos intentando pensar es la hege- medios resulta desproporcionada y paradójica en
monía comunicacional del mercado en la socie- países con necesidades básicas insatisfechas en
dad: la comunicación convertida en el más efi- el orden de la educación o de la salud (. .. ) y en
caz motor de desenganche e inserción de las los que el crecimiento de la desigualdad atomiza
culturas -étnicas, nacionales o locales- en el es- nuestras sociedades deteriorando los dispositivos
pacio/tiempo del mercado y las tecnologías glo- de comunicación, esto es de cohesión política y
bales. (2003: xiii) cultural. (2003 : xiii)

Ningún fatalismo regresionista existe como inten- Para el caso, entiéndase esa cohesión política y
ción; tampoco hay lugar ni privilegio para las pers- cultural como capacidad de respuesta y apropiación,
pectivas incondicionales del desarrollismo: se está una entiéndasela también como lo político comunitario.
y mil veces en la obligación de relativizar posi- Las ciudades bolivianas, sean Santa Cruz o La Paz,
tivamente los procesos. Tarija o El Alto, son ocupaciones multiétnicas y

35

1
DINÁM ICA ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

multiculturales, cada una a su manera. Además hoy, gremios y la emergencia de juntas vecinales y aso-
la multiculturalidad es una afirmación identitaria, de ciaciones comunitarias.
la cual son portadores pueblos atravesados por fron-
teras étnicas, manera o modo en que también se Y nada está dicho, todo fluye en remolinos su-
estructuran los poderes regionales. Por otra parte, cesivos que dejan sorprendido al más avispado ana-
los recientes fenómenos de migración16 y de "colo- lista . Es, en todo caso, una sociedad policéntrica,
nización" traen, sin rescindir a su carácter siempre cuya disposición al descentramiento es poco me- nos
conflictivo, nuevos espacios identitarios, nuevas que inevitable. En este escenario coinciden la
modalidades de relación intercultural. Cada una es reciprocidad y la exclusión, esperanzadoras con-
un formidable escenario de representaciones socia- vergencias y disidencias "de raíz", que dramatizan la
les: quechuas, aymaras, guaraníes y mestizos se en- ocupación cotidiana de los espacios públicos; se asiste
cuentran en las zafras cañeras de Santa Cruz o del a una inacabable multiplicación de trancas y bloqueos,
norte argentino. ¿Qué acontece allí, más allá de la de ayunos colectivos, de crucifixiones,
sobreexplotación del trabajo? Pues un cúmulo de de protestas con el cuerpo desnudo, de apelacio- nes
intercambios en una singular fragua cultural que que reúnen a centenares, a miles, a centenares de
exige ser analizada. miles de personas.

En otra mirada, aunque destruidos los sistemas Es explicable, entonces, que en los cuadrantes
de "control vertical de pisos ecológicos", 17 centena- de la percepción del "comando sur" del ejército
res de ayllus y comunidades originarias mantienen norteamericano, Bolivia sea vista como un país in-
estrategias colectivas y familiares que les permiten gobernable; es también explicable una respuesta
una diversificada estrategia de subsistencia econó- de henchida autoestima frente a estos ya clásicos
mica, a la par que una intensa práctica de intercam- dislates que, entre otras perlas, exigen inmunidad
bios culturales. Festividades, mercados y ferias se de ciudadanos/soldados de ese país en territorio
convierten en espacios de pluralidad. Aunque, si- boliviano.
multáneamente , se operan fuertes condensaciones
ciudadanas, de voluntades políticas, y· se erigen au- Y así entiéndanse los corolarios a los que condu- ce
tonomías que no se sabe bien qué peso específico también Martín-Barbero:
tendrán; se enarbolan preceptos para una nueva
Constitución que no se sabe todavía cómo y por La comunicación y la cultura constituyen hoy un
quién realmente será constituida; se contraponen campo primordial de batalla política: el estraté-
órdenes imaginarios y simbólicos con gran entusias- gico escenario que le exige a la política recupe-
mo, que no pueden, sin embargo, ocultar del todo rar su dimensión simbólica -su capacidad de re-
el racismo, de ida y vuelta, la presencia de logias, presentar vínculo entre los ciudadanos, el senti-
fraternidades y nuevas élites, en contraposición a miento de pertenencia a una comunidad- para
cierta decadencia corporativista de los sindicatos, los enfrentar la erosión del orden colectivo. (: xv)

16 Las migraciones y los despla- va, y, al mismo tiempo y como fe- los centros mineros de Potosí y 17 Ver: John V. Murra, Forma-
zamientos de poblaciones origina- nómeno que recién empieza a ser Oruro, una vez declarados éstos ciones económicas ypolíticas del
rias fueron un componente de la valorado, una reconstitución iden- en quiebra para luego quedar en mundo andino, IEP, 1975. Dado
colonización más temprana. Lue- titaria en nuevos emplazamientos: propiedad de una renovada élite que se trata de una obra que
go de la implacable merma demo- los "barrios" de la ciudad de El económica. Por su parte, el movi- cambió la perspectiva de análi-
gráfica por pestes y contagios, la Alto, las organizaciones de "resi- miento agrario cocalero le debe sis de las civilizaciones andinas,
desintegración de los espacios dentes" de las provincias en todas mucho a la tradición sindical de la "contemporaneidad" de los
ocupados por las civilizaciones las ciudades capitales, etc. Quizá la histórica Federación Sindical de resultados de este trabajo emer-
andinas y amazónicas -las "reduc- uno de los fenómenos más impor- Trabajadores Mineros de Bolivia gen una y otra vez.
ciones"- prepararon el terreno tantes es el de los "cocaleros" en (FSTMB) y de la Central Obrera
para la implantación de la hege- el Chapare, zona tropical del de- Boliviana (COB).
monía de los "vencedores". Hoy, partamento de Cochabamba, ocu-
se sabe que existe un alto porcen- pada por el desplazamiento de
taje de migración interna definiti- miles de familias provenientes de

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1
CAPITU LO 1 : APROXIMACIÓN PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IND USTR IAS

Es de la política de lo que se trata, y de la recon- culturalmente, son siempre fruto de agendas y com-
figuración de las mediaciones en que se constitu- ponendas, de pactos, de tratados no escritos, imagi-
yen los nuevos modos de interpelación de los suje- narios sí pero en tanto que manejan los equilibrios
tos y representación de los vínculos que cohesionan sociales, que permiten la paz intercalada a la ten- sión
la sociedad... Y si es mediacionesy medios lo que se entre rebelión y autoritarismo, de sociedades atentas a
trata de calcular y balancear, pues este último com- la siempre posible transformación de las condiciones
ponente, el de los medios, no se limita a vehicular o actuales. Tal la emergencia de lo políti- co y lo cultural
traducir las representaciones existentes, ni puede en un país como Bolivia. Lo que se nombra con ello es
tampoco sustituirlas, sino que ha entrado a consti- decisivo: es la posibilidad mis- ma, la materia prima, la
tuir una escena fundamental de la vida pública. argamasa con la que se puede construir,. con la que
se diseñan ahora mismo los vectores de una nueva
Ya se dijo, la comunicación es constitutiva de una Constitución. ¿Optimismo? Ciertamente: es el resultado
cultura, y las comunicaciones -intercambios lingüís- de una agenda que se la debe a movimientos sociales,
ticos, escénicos, rituales, audiovisuales, literarios, regionales y muni- cipales, marcados por la etnicidad,
etc.- se las sabe y se las ve ca�a vez más inscritas por la territoria- lidad y por las capacidades culturales
en las lógicas del mercado. De este modo, las cultu- de agitación y comunicación.
ras, a tiempo que precisan ser comunicables y re-
producibles para su propia demarcación identitaria De hecho, los poderes, en una secuela de clara
-bajo riesgo de abrir y permitir su propia vulnerabi- transfiguración, que causa la súbita -probablemente
lidad-, están en mayor o menor medida libradas al momentánea o circunstancial- recuperación del ojo
desafío de someterse al monoteísmo del valor de y el oído izquierdos del señorío boliviano, se hacen
cambio, de la riqueza abstracta y enajenable. Es una "inclusivos", se llama a consultas, debates y diálo-
reconstrucción de los escenarios culturales, de sus gos intersectoriales; con todas las distancias del caso
emplazamientos materiales e inmateriales. y con una demora de un par de milenios, es algo
parecido a los tiempos más fructíferos de Roma: las
En ello, y de modo progresivo, la ocupación tec- provincias (etimológicamente "vencer un territorio")
nológica crece. En efecto, quedaban plenamente agregadas cuando los dioses
locales eran incorporados al panteón oficial. Esto
Las nuevas técnicas han puesto a disposición de no funciona más que a guisa de ejemplo, pero lo
la dramaturgia política los instrumentos más que queda claro para Bolivia lo está también para
poderosos: los medios de masas, la propagan- Balandier en el análisis de otras sociedades centra-
da, los sondeos políticos. A través de ellos se listas: 'Un poder e stablecido únicamente a partir de
refuerza la producción de las apariencias, se liga la fuerza, o sobre la violencia no domesticada, pa-
el destino de los poderosos a la calidad de su decería una existencia constantemente amenazada;
imagen pública tanto a como de sus obras. (Ba- a su vez, un poder expuesto a la única luz de la
landier, 1994: 20) razón no merecería demasiada credibilidad (. .. ) El
objetivo de todo poder es el de no mantenerse ni
La dramaturgia política es, antes que nada, una gracias a la dominación brutal ni basándose en la
conjugación entre poderes y culturas; de lo contra- rio sola justificación racional (. .. ) Para ello, no existe ni
no tendría eficacia alguna: "Pensar la política desde la se conserva sino por la transposición, por la pro-
comunicación significa poner en primer plano los ducción de imágenes, por la manipulación de sím-
ingredientes simbólicos e imaginarios pre- sentes en bolos y su ordenamiento en un cuadro ceremonial. .. "
los procesos de formación del poder. " (Martín-Barbero, Y para el caso que se analiza, puede ser "el pasado
2003: xv) colectivo, elaborado en el marco de una tradición o
de una costumbre, el que se convierte en una fuen-
Una forma de pensarlo en la larga duración y en los te de legitimidad." El pasadoÉ "co �stituye entonces
sucesivos desplazamientos, es que las socieda- des una reserva de imágenes, de símbolos, de modelos
actuales, cuando éstas son plurales material y

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1
DIN ÁM ICA ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

de acción; permite emplear una historia idealizada, te de costumbrismo representativo; se debe ir más
construida y reconstruida según las necesidades y al allá de la democracia entendida como "el arte de
servicio del poder actual." (Balandier, 1994 : 1 9) la persuasión, del debate, la capacidad de crear
efectos que favorezcan la identificación del repre-
Los combates por las culturas están a la orden del sentado con el representante." Cabe la aobserva-
día; más aún, la posibilidad de madurar las estrate- ción
gias que hagan viable otra calidad de vida, compar-
tida y real, ubicada más acá de las argucias de la . . . se dramatiza por medio de las elecciones, a tra-
pol1ítica de la representación y de la comunicación;18 vés de las cuales se crea la impresión de que
el desarrollo de una matriz de actividades e indus- puede jugarse siempre una nueva 'partida'. La
trias culturales es parte de una propuesta y de una intensidad de la acción resulta de la incertidum-
apuesta en esta orientación. Si las culturas recurren bre relativa a la mayoría, a su mantenimiento o a
a medios simbólicos propios y/o apropiados, si ello su cambio (. . .) el momento espectacular es el de
lleva a una redefinición de la producción y los in- las crisis de gobierno. . . (Balandier, 1 994: 20)
tercambios materiales, de las relaciones con los eco-
sistemas, con la "naturaleza" y de la reciprocidad La "participación popular" en Bolivia, como Leyl9
social, entonces que sean bienvenidas las manifes- que ha sabido interpretar y resguardar a la institu-
taciones y la creación espectacular de las culturas, cionalidad estatal del miedo atávico al "cerco" y a
que puede, y de hecho lo hace, poner en cuestión los intempestivos bloqueos, ha resuelto traducir la
tanto a los poderes institucionalizados como a las "poblada" y la emergencia de la "masa" en sus di-
instalaciones mediáticas a nivel mundial . De hecho, mensiones políticas, medirlas y sopesarlas, tomar en
cuenta la localidad y la provincia como estructuras
... ni la productividad social de la política es se- básicas de poder; esto que era función de vida para
parable de las batallas que se libran en el terreno los partidos políticos ha pasado a ser materia para
simbólico, ni el carácter participativo de la de..: los municipios, para las asociaciones ciudadanas,
mocracia es hoy real por fuera de la escena pú- para los pueblos indígenas y originarios. Una Ley
blica que construye la comunicación masiva. que tiene una década, y que requiere fuertes ajustes
(Martín-Barbero, 2003: xv) en lo que se refiere a pueblos originarios e indíge-
nas, territorios y producción cultural. Los escenarios
Y es preciso prolongar esta advertencia a cual- quier cambian, ¿cómo no habrían de cambiar las estrate-
genuflexión democrática, basada en una suer- gias?

18 Y se puede asumir, a propó- épocas (. .. ) Es la comunicación gías cambiantes, forma e impone históricas de los movimientos
sito de esto y también citando a la que genera relaciones, orden las figuras detentadoras del po- sociales y de sus demandas. Tie-
Balandier, las "formas que adop- y sentido. Pero en la actualidad . der o las obliga a depender de ne relevancia -como anteceden-
ta la omnipresencia de la comu- la comunicación ya no está su- ella (. ..) Lo puede hacer porque, te- el trabajo de varias ONG's
ni c ac wn , sus paul ati nas bordinada, sino que domina, y gracias a las técnicas avanzadas, durante la resistencia a la dicta-
conquistas por los espacios de cuenta con los medios para ello; ha adquirido una capacidad in- dura de Banzer (1971-1978). Su
lo simbólico, y lo sagrado, de los a veces incluso pierde el con- édita hasta ahora y en continuo gran vitalidad inicial fue opaca-
poderes políticos, de los saberes trol sobre ella (...) Al tiempo que crecimiento se alían, se imbrican da por el contexto neoliberal en
y las habilidades, de las explora- las religiones se debilitan, que y se refuerzan mutuamente." la economía y en la política, y
ciones culturales (...) No hay sec- las ideologías y las 'cosmovisio- (1994: 17 y SS.) hoy se sabe más de sus limita-
tor de actividad que no se nes' se difuminan y dejan al ciones frente a las realidades y
19 La "Ley de 'Participación Po-
inscriba, su influencia la hace hombre contemporáneo despro- demandas de los Pueblos Indí-
pular" (20 de abril de 1994), como
constituirse por sí misma en un visto de grandes relatos de refe- genas, en parte subsanadas por
la "Ley de Descentralización" (28
valor de múltiples rostros, tien- rencia, que lo político pierde las Reformas Constitucionales de
de julio de 1995), es un instru-
de a ensombrecer cualquier im- parte de su contenido a favor de 2004, y la aprobación de la "Ley
mento de fuerte impacto y ha sido
perativo a favor de uno solo: 'hay la competencia por la competen- de Agrupaciones Ciudadanas y
denominada como "ejemplar" y
que comunicar' (...) Esta expan- cia, la comunicación ocupa el Pueblos Indígenas".
"progresista" tanto dentro como
sión conquistadora oculta el he- lugar que todo ello abandona
fuera de Bolivia. Como tal, es fru-
cho de que la comunicación es (...) La comunicación acapara lo
to de procesos generados en la
común a todas las sociedades, a imaginario, produce lo real y sus
sociedad civil, de experiencias
todas las culturas y a todas las simulaciones, engendra sociolo-

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1
CAPITU LO 1 : APROXI MA CIÓ N PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IND USTRIAS

3. La diversidad como base social una disonancia con los órdenes existentes en la po-
lítica, en las jerarquías y en las institucionalizacio- nes
3. 1 . Diversidad cultural, patrimonio del poder; constatación casi banal, pero de mu- chas
y pluralidad social consecuencias que prever y lecciones que aprender. La
riqueza cultural sigue y seguirá siendo materia de
La percepción de lo múltiple y de la pluralidad so- control social; mientras más se someta ésta a las
cial es un acto tan antiguo como la formación mis- mediaciones de la comunicación masiva y de la
ma de las sociedades. La reacción y la acción frente política, más pierde potencia propia. El riesgo mayor lo
a este factum son variadas y se carece de los regis- corren las minorías21 étnicas.
tros y fuentes necesarias para dar cuenta de ello.
Siempre guiados por la palabra, la escritura y la Las analogías con la diversidad biológica -bien
memoria de los vencedores, las fuentes etnohistóri- medidas- son útiles: mientras más rara es una espe-
cas se limitan a las consabidas legitimaciones del cie, que siempre encarnará o comprenderá también
exterminio y de la dominación. No se tiene sino la un determinado grado de irreductibilidad, indoma-
invención del otro. Sobre esto se ha escrito bastante bilidad o de imposibilidad de domesticación, mayor
y desde muchos puntos de vista. 20 su vulnerabilidad. De hecho, esta dimensión ha sido
consignada también por la Unesco: la diversidad,
En el ya citado documento de trabajo de la Unes- co como patrimonio, es un ámbito fundamental del
se encuentra el tema en una centralidad ya espe- rada: desarrollo sostenible y, por lo tanto, es tan necesaria
para el género humano como la biodiversidad para
Se entiende por 'diversidad cultural' la multipli- los seres vivos. , Sin embargo, la diversidad es tam-
cidad de medios por los que se expresan las cul- bién conculcable, expropiable, privatizable, se la
turas de los grupos sociales y sociedades. De las suplanta por otra, aquella variopinta expresividad
diversas formas revestidas por la cultura a lo lar- de lenguajes y manifestaciones culturales que se dis-
go del tiempo y del espacio emanan la originali- ponen a propalar los medios, condicionados por el
dad y la multiplicidad de las identidades y ex- mercado y a la vez intervenidos por éste. En los
presiones culturales de los pueblos y sociedades intercambios materiales y simbólicos se juega la
que forman la humanidad. La diversidad cultural medida de la capacidad de autodeterminación; para
no sólo se manifiesta en las diversas formas en un tema tan imprescindible como el de la pluralidad
que se protege, enriquece y transmite el patri- de haceres y saberes culturales, la sublimación del
monio cultural de la humanidad a las generacio- valor de cambio sobre el valor de uso ya hizo los
nes venideras, sino también en la variedad de estragos que tenía que hacer, pero la convocatoria
expresiones culturales de que son portadores los al mercado parece aún ilimitada.
bienes y servicios culturales en todas las partes
del mundo, en todo momento, a través de los La importancia que tiene aquí este tema, que la tiene
distintos modos de producción, difusión, distri- para un país marcado por la diversidad, está sellada .por
bución y consumo. (Unesco, 2004: 4) la preocupación económica de las cultu- ras como por la
reproducción y fortalecimiento iden- titarios de la
Lo que está situado como parte de la condición diferencia. En ambos frentes de inquie- tudes opera
humana, la'diversidad comopatrimonio, es también una conciencia mundial de respeto y ponderación de la
diversidad: de productos "natura-

20 Ver, por ejemplo, Edmundo 21 El concepto de "minoría" ha de 36 o más grupos étnicos, tie- quechua, a su vez, están consti-
O' Gorman, La ·invención de sido y es debatido ampliamente ne que resolver el tema en varios tuidos por comunidades territo-
América, México, FCE, 1977 y por la antropología política. No ámbitos fundamentales: territorio, riales de origen, por ayllus y
Roger Bartra, El salvaje artificial, hay fórmulas cerradas ni conclu- derechos, representación, etc. Por capitanías con relativa autonomía
México, UNAM-ERA, 1997. sivas. En Bolivia, país que se es- otra parte, grandes grupos socia- y formas distintivas de identidad.
tructura en la inclusión-exclusión les, como el aymara, guaraní o

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1
DIN ÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CULTURA EN BOLIVIA

les" y culturales, en la música o en la gastronomía más pre ha emanado de la libre circulación de las ideas ·
que en la religión o en la política. Todavía que- da por medio de la palabra y la imagen" (Unesco) Y
mucho por hacer, y es tarea de los movimientos ésta es la fuerza de las culturas latinoamericanas y
culturales del primer mundo avanzar también hacia de las bolivianas de cara al mundo, es el contraste
ciudadanías culturales inclusivas y plurales; los in- de lo diverso requerido para siquiera pensar la li-
tercambios materiales y simbólicos que alimenten esta bertad y los derechos individuales y colectivos. Es
relación son imprescindibles y prioritarios. De ello un principio planteado por el último documento de
depende la recuperación de las politicidades la Unesco:
culturales (las ciudadanías mencionadas) y la deci- sión
compartida sobre la calidad de estas relacio- nes; son El derecho de toda persona a acceder a una gama
los posibles equilibrios a la masificación cuantitativa, es rica y diversificada de expresiones culturales pro-
la ruptura a la preeminencia absolu- ta del valor, es una cedentes de todas partes del mundo, y la posibi-
agenda mundial constituida por fuerzas locales; está en lidad de que todas las culturas tengan acceso a
la voluntad, pero todavía no en la historia inmediata. medios de expresión y difusión cultural, son ga-
rantías esenciales de la diversidad cultural; ésta,
Sin duda, es particular la situación de Bolivia, se anota, se nutre con los intercambios constan-
aunque por cierto comparte en mucho con otras tes entre culturas y que siempre ha emanado de
sociedades estatales del mundo, lo que es ser una la libre circulación de las ideas por medio de la
sociedad a la vez plural y dividida; a su vez la divi- sión palabra y la imagen.
(el poder político y la política escindida de las
poblaciones y culturas reales) acerca más que la A la hora de pesar la densidad de una cultura, de
composición misma de la pluralidad; las socialida- des medir su capacidad de reproducción, de cuantificar
plurales son sociedades con historia estructura- da en su capacidad objetivada en bienes, de ponderar su
la dominación, que pueden o no ser portado- ras de politicidad, de considerar y pulsar su vitalidad en
proyectos democráticos y pluralistas. un mundo globalizado, es consecuente evaluar su
calidad socializadora, su disponibilidad incluyente
Germán Rey dice que o excluyente frente al conjunto de relaciones, frente
a la diversidad y a los retos de la pluralidad; además
.. .la cultura cuenta en las cifras, pero sobre todo es la posibilidad ya requerida de pensar la diversi-
en los procesos. Los de identidad e intercultura- dad como proceso . El proceso que interesa ahora es
lidad, los de diversidad y de ciudadanía cultura- el que posibilita delinear estrategias de crecimiento
les (...) Es necesario reconocer el valor social de económico basadas en las actividades y las indus-
la cultura, su potencial de afirmación democráti- trias , que, a su vez, derivan de potenciamientos cul-
ca, su especialidad para el contraste de lo diver- turales, de socialidades y colectividades con sabe-
so. Y completa la idea: que se entienda como res y competencias originales y diferenciados, pero
intercambio y no simplemente como oferta uni- que pueden contribuir a · incrementar y reconstituir
lateral, como equilibrio justo y no solamente como la riqueza social; por súpuesto que se está hablando de
mercado para los productos de los países que la diversidad como patrimonio en un sentido amplio. Es
tienen indpstrias más desarrolladas. (2004: 60) de ayuda en ello un documento de traba- jo realizado
en el Perú. Según éste,
En el tema de la diversidad, de los intercambios
abiertos y equitativos, en la integración regional y Las manifestaciones de la diversidad cultural con-
el espacio compartido, se jugarán los equilibrios siderables como patrimonio cultural inmaterial
políticos de Latinoamérica . Tal el desafío que se jue- son:
gan las culturas, sus industrias, su producción mate- l. Tradiciones y expresiones orales, incluido el
rial y simbólica: "la diversidad cultural se nutre con idioma (etnomusicología y la música en diver-
los intercambios constantes entre culturas y que siem- sos contextos culturales como las procesiones,.
los rituales, fiestas patronales y del ciclo agrí-

40

1
CAPITULO 1: APROXIM ACIÓN PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO AC TIVIDADES Y COMO INDUS TRIAS

cola, cantos y uso de instrumentos. tradiciona- el Capital Cultural, para el caso inseparables tam- bién
les; testimonios, relatos de mitos y de histo- del patrimonio natural, la biodiversidad y el Capital
rias; poesía y literatura oral). Genético.
2. Artes del espectáculo (danzas; teatralización).
3. Usos sociales, rituales y actos festivos (ritua- En suma, la concurrencia abre un tema que le
les; salud, creencias y prácticas curativas; gas- incumbe a la protección de los Derechos Patrimo-
tronomía; sistemas de nutrición; métodos de niales y de Autor, es un tema de legislación mayor en
aprendizaje tradicional) . el espacio cultural. La idea es que, por supuesto,
4. Conocimientos y usos relacionados con la na- la actualización de la norma y de las prácticas cultu-
turaleza y el universo (manejo de cuencas; sis- rales sea concebida en su simultaneidad y con la
tema de cultivos, ecosistemas; derecho con- debida preeminencia de la materia y la obra frente a
suetudinario en relación al uso del agua y la la norma. Las normativas, leyes, códigos, resolucio-
tierra; vigencia de tecnologías tradicionales; co- nes nacionales e internacionales deben adecuarse a
nocimientos astrológicos). la envergadura y dimensión de un desafío mayor,
5. Técnicas artesanales tradicionales (producción por donde se lo vea: el derecho de pueblos, colecti-
de textiles; cerámica; sistemas y técnicas de vidades y naciones a ser beneficiadas en tanto por-
construcción)" (Cisneros, s. a.: s. p.) tadoras concurrentes de riqueza .22

Toda taxonomía -por útil que sea- referida al El patrimonio contribuye sustantivamente al Ca-
patrimonio, como también a las actividades y a las pital Cultural de una localidad, de un país, de una
industrias culturales modernas, será siempre provi- región. Por ello, desde el campo de la creación arte-
sional y comportará determinadas visiones y jerar- sanal, las artes escénicas y de la imagen, la música y
quías de la materia en cuestión. Catalogar el patri- la literatura son portantes de contribuciones a este
monio es algo que ha causado más de una polémica capital, tanto como la oralidad, la ritualidad y los
y se mueve � en ello, ni qué decir, grandes intereses saberes y haceres de un pueblo étnico u originario.
económicos. Muchos agentes interesados concurren Todo esto pone en evidencia ciertas limitaciones de
a una valoración (pues puede sobrevenir la subasta) la ciencia económica pero también de la jurispru-
y se sacuden pertenencias de la más distinta proce- dencia en relación con los principales tópicos que
dencia. De hecho, están llamados a decir lo suyo, plantean las culturas, y en especial el del patrimo-
además de las comunidades étnicas y culturales, que nio inmaterial o intangible. El documento peruano
son productoras y reproductoras de este patrimo- ya citado hace énfasis en ello, en el espacio cultural
nio, los Estados, que heredan políticas patrimonia- local en el que el patrimonio inmaterial de produce
listas y de "las bellas artes" (que desde hace ya una y se reproduce, se actualiza en variantes y mutacio-
década cambian con éxito y vistosidad en políticas nes de una lógica interna que no cesa de ser rein-
públicas aquellos países más poderosos de la re- ventada y que, de suyo, aporta -en dimensiones que
gión como México, Chile, Argentina, Colombia, Bra- seguramente seguirán sorprendiendo- al crecimien-
sil, Cuba, entre otros), las Fundaciones y Organiza- to económico de los países pluriculturales.
ciones sin fines de lucro, los artistas y grupos crea-
tivos de las ciudades y pueblos, etc. Sin embargo, Medir económicamente la cifra y la importancia del
un país de economía pequeña como Bolivia, puede patrimonio para las economías de las ciudades y de los
ser y es generador incansable de patrimonio cultu- países es ya una preocupación con resulta- dos bien
ral relacionado directamente con la diversidad y con conducidos por el Convenio Andrés Bello

22 En los conceptos vertidos por del acto creador que nutre y re- ben garantizar los derechos de de que estén o no protegidos ac-
la Unesco en documento de me- nueva las expresiones culturales, propiedad intelectual adecuado" tualmente por la legislación exis-
diados de 2004 no se amplía es- y por consiguiente el papel des- y se anota también "generan, o tente en materia de propiedad
tos derechos a los derechos empeñado por los artistas y otros pueden generar, una propiedad intelectual." (2004: 4-5)
colectivos; " ... la función esencial creadores, a cuyos trabajos se de- intelectual, independientemente

41

1
DINÁMIC A ECONÓMICA DE LA CU LTURA EN BOLIV IA

(CAB) y por otras instancias generadoras de conoci- te esta es una tendencia del pasado. Hoy en día
mientos y delineadoras de políticas. Se lo hizo en se observa un profundo cambio de mentalidad
Colombia y Chile, se trabaja en ello en México, Perú entre los organismos responsables de la gestión
y Venezuela . Bolivia da sus pasos iniciales, las me- de los bienes patrimoniales. Pero todavía no se
diciones e indicadores se realizan por ahora en acti- considera al patrimonio como un 'Capital Social',
vidades e industrias más visibles para las cuentas desperdiciando de esta forma su potencial como
nacionales, aunque la riqueza más significativa esté elemento vivo al servicio de la comunidad. (CAB,
en otra parte, en la informalidad económica, en los 1999: 5)
circuitos de fiestas, en las fraternidades y cofradías,
en la vida ritual, en el patrimonio intangible, en el Actualmente, se considera que el patrimonio cul-
uso turístico y biogenético del patrimonio natural, tural, en términos generales, está conformado por
en la creación artística y artesanal, etc. Bolivia es los bienes culturales de interés cultural o históri-
poco viable en sus alternativas económicas de desa- co de interés nacional, noción más amplia y con-
rrollo si no incorpora estas "variables", en realidad tenedora que permite la valoración y protección
variantes para la reconducción de estrategias. de las manifestaciones culturales en general, y la
definición de bien se asocia con la expresión de
Sin duda es en el espacio local, en el que las la nacionalidad, de la creación humana o evolu-
colectividades mejor ejercen sus poderes no enaje- ción de la naturaleza y comprende diferentes
nados, donde habrá que medir la fuerza y el control del categorías como son los bienes muebles e inmue-
patrimonio; es ahí bles y los monumentos, entre otros . (Pizano y
Otros, 2004: 17)
Donde la diversidad cultural se reproduce y se de-
sarrollan los procesos creativos y los sistemas de . . . en términos generales, la denominación de pa-
identificación, aplicación y transmisión de conoci- trimonio cultural se utiliza en los países miem-
mientos y saberes de generación en generación. Es bros del Convenio Andrés Bello como el marco
el espacio de la fiesta, del ritual, de lo sagrado y lo general que comprende los conceptos de monu-
profano. Es el espacio de la integración y también mento y bien cultural. Entre ellos, el patrimonio
el de la exclusión. (Cisneros, s. a.: s. p.) cultural se refiere a los bienes materiales y los
inmateriales como las manifestaciones folclóricas
Y es también donde mejor se puede "evaluar y que son parte de la cultura tradicional, las dan-
dimensionar las actividades creativas con valor sim- zas folclóricas nacionales, la literatura tradicio-
bólico que están produciendo riquezas a nivel in- nal anónima y el arte popular, y también a los
dustrial y aquéllas que se generan y reproducen a materiales y recursos etnológicos, etnográficos,
través de otros medios." (CAB, 2003 : 22) La puesta en folclóricos, las artesanías y los textiles del arte
valor delpatrimonio es un tema de formidables popular producidos antes de 1950, así como al
dimensiones y consecuencias para las políticas que patrimonio indígena material e inmaterial. ( : 16) .
pretendan operar en lo local, en lo regional, en un país
o en el mundo. Patrimonio cultural entendido como el conjunto de
manifestaciones culturales materiales e in-
En lo que concierne a la fuerza de las culturas, de materiales que una sociedad hereda, interpreta,
la diversidad cultural, en el marco de la integración dota de significado, se apropia, disfruta, trans-
regional y de acuerdo con las orientaciones de la forma y transmite; es referencia para la identi-
Unesco, el CAB ha realizado apreciaciones, ubicadas dad, fuente de inspiración para la creatividad y
en una línea que se podría llamar "política real y de sustento para las proyecciones de futuro de los
lo posible", que vale reproducirlas textualmente: individuos. (: 28)

Tradicionalmente se asoció el patrimonio con un Ésta es la base que permite agudizar los sentidos
concepto de cultura elitista excluyente, por suer- para transitar un territorio imprescindible a la hora

42

1
CAPITULO 1: APROXI MA CIÓN PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTURAS COMO ACT IVIDADES Y COMO IND USTR IAS

de pensar y actuar en el lugar donde se genera la do constantemente por las comunidades y gru-
actividad y la producción culturales. Hay quienes pos en función de su entorno, su interacción con
prefieren no juntar demasiados temas a la hora de la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sen-
medir la importancia de la producción simbólica y timiento de identidad y continuidad y contribu-
las industrias culturales en una sociedad; pero cuando yendo así a promover el respeto de la diversidad
ésta es plural y diversa en sus bases materiales e cultural y la creatividad humana. (Artículo 2.1)
inmateriales es ineludible afinar el instrumental ana-
lítico. Sobre ello se han hecho ya recomendaciones, A partir de esta fuente y la reflexión y posiciona-
provenientes incluso de sociedades con un capita- miento que agita, el "Centro del Patrimonio Cultural
lismo más "ordenado". Una sociedad que haga de la Inmaterial del Perú" puede argumentar que:
diversidad un principio real de su crecimiento y de
su planificación, debe necesariamente contar con una La inmensidad del patrimonio intangible en len-
caja de herramientas conceptuales y de aplicación guas como el quechua, el aymara ... son una ex-
prospectiva que, lejos de reducir, pacificar o inten- traordinaria riqueza cultural. Sus deberes, mani-
tar domesticar la diferencia por la vía de la mercan- festados en conocimientos de la naturaleza, ma-
tilización, convierta esos principios en la fortaleza nejo del ambiente, tecnologías productivas apro-
de su despegue. Tal es la situación para Bolivia, y piadas al medio, sistemas de organización del tra-
de hecho, queda todo por hacer, aunque en la ac- bajo, rituales, fiestas, danzas, culto religioso, cu-
tual Constitución Política del Estado el artículo 1 o ración con recursos naturales, nutrientes y plan-
defina al país como multiétnico, pluricultural y plu- tas medicinales, danzas, dramaturgia, música, téc-
rilingüe. nicas artesanales, expresiones orales, prácticas
culinarias, sistemas simbólicos, cosmovisión y ·
Son varios estudios, investigaciones, formación de otras vinculadas a la vida social, constituyen
conocimientos especializados y de equipos multidis- manifestaciones de una gran diversidad cultural.
ciplinarios los que tienen que realizarse y constituir-
se. Por ahora existe la necesidad de un perfil inicial, Expresan formas particulares diversas de enten-
que afirme la importancia de la diversidad cultural der la vida, cosmovisiones que involucran la vida
como patrimonio y a la vez como factor, en su cali- social y familiar de la población y que dan cuen-
dad de capital cultural, para pro piciar cambios es- ta de creencias, sistemas simbólicos y códigos
tructurales en la economía y en la política que de- culturales con lógicas de pensamiento diversas.
vengan a su vez ·en una mayor valoración de las con- No se trata de referencias de una realidad 'exóti-
diciones de vida de individuos y colectividades de ca' para ser congelada en una vitrina o ser mos-
una sociedad que requiere de un Estado plural. trada como rareza a un turista. Se trata de carac-
terísticas de la diversidad cultural, que da cuenta
Para enriquecer las posiciones del CAB respecto al de las distintas maneras de expresar nuestra con-
tema, vale el contraste y la complementariedad con dición humana. Involucran aspectos muy íntimos
otros principios conceptuales. La "Convención para la de asociación, referentes sociales y territoriales
Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmate- rial" que deben ser considerados, valorados para es-
propone que debe entenderse por éste: tablecer las condiciones esenciales de un diálo-
go intercultural.
Los usos, representaciones, expresiones, conoci-
mientos y técnicas -junto con los instrumentos, La ciencia y la tecnología merecen especial aten-
objetos, artefaCtos y espacios culturales que les ción dentro del Patrimonio Intangible. El desa-
son inherentes- que las comunidades, los gru- rrollo civilizatorio en los Andes basado en la
pos y en algunos casos los individuos reconoz- tecnología adaptada a la geografía andina es
can como parte integrante de su patrimonio cul- parte de nuestra herencia patrimonial que se
tural. Este patrimonio cultural inmaterial que se mantiene vigente para el desarrollo agrícola de
transmite de generación en generación, es recrea� nuestro país. Continuar en su estudio y en el

43

1
DINÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CULTU RA EN BOLIVIA

desarrollo de prácticas desde centros educati- sociedades, de la misma manera que la biodiver-
vos, gestión municipal y otras instituciones ofi- sidad es un elemento fundamental del capital
ciales y ONG's tiene efectos significativos para natural. La protección y el mantenimiento de la
el desarrollo productivo del campo y el manejo diversidad cultural en beneficio de las genera-
del agua. ciones venideras es una condición esencial para
la sostenibilidad del desarrollo cultural.
Por último,
Se entiende por 'capital cultural' los elementos
Se considera al patrimonio material asociado al materiales o inmateriales con valor o significa-
pasado y el inmaterial al presente. Se desliga la ción culturales heredados de un pasado reciente
noción de tiempo y espacio. La profundidad del o remoto, apreciados en el presente y transmiti-
campo histórico aparece reducido a connotacio- dos a las generaciones venideras. Los elementos
nes del patrimonio material, monumental, dejan- del capital cultural, en su calidad de bienes pro-
do los aspectos inmateriales que son la fuerza de ducidos por la creatividad y l'os recursos huma-
la creación desligados del proceso. Así mismo el nos, existen en forma de obras de arte, edificios
patrimonio intangible, la expresión contemporá- y sitios, costumbres y tradiciones, etc. (Unesco,
nea de las manifestaciones culturales se presenta 2004: 5)
desligado de su historia y de la del conjunto de
la localidad. Esta reducción trae consecuencias . Sí tiene sentido, una y otra vez, buscar la relación
negativas sobre la educación, la gestión del go- de estos principios con la politicidad de las cultu-
bierno local y las prácticas colectivas desarrolla- ras, es que necesariamente habrá que medir su con-
das por la propia población y sus organizacio- secuencia positiva o negativa en el crecimiento de
nes. (Cisneros, s .a.: s. p.) los principios de autodeterminación de los pueblos.23

En una ampliada consecuencia con las regiones En todo caso, lo importante es ver la relación
amazónicas, andinas y chaqueñas de Bolivia, las que tienen estos principios con la capacidad de las
anotaciones transcritas son de perfecta utilidad. A culturas -a ser fortalecida- de gravitar en las coor-
ello se le suman, en consecuencia, dos plataformas denadas de una economía regional, nacional e in-
que le dan la importancia ya explicitada: por una ternacional. Hace tiempo, los bienes culturales son
parte el patrimonio -tangible, intangible- es aque- productos que revelan cada vez más su atributo de
llo que controla lo político, en una dimensión no mercancías; regular sobre ello para lograr un creci-
separada de la sociedad, es en esas dimensiones miento de los capitales culturales es una orienta-
donde se produce y reproduce voluntariamente la ción posible y deseable; es ta m bién necesario co-
identidad colectiva e individual. Por otra, el patri- nocer los mojones y los territorios en los que ha-
monio tangible e intangible, junto a toda otra creati- brá de librarse los combates e desde las pugnas por
vidad y emprendimiento cultural individual y colec- una Constituyente inclusiva, hasta las contradiccio-
tivo, es parte insustituible del capital social de un nes internas en una Junta Escolar de una comuni-
pueblo y de un país. Dos principios estudiados por dad o de un ayllu -como una comunidad étnica y
la Unescu vienen en apoyo: territorial extensiva- del sur de Oruro), sin miedo
a que el espacio de estos enfrentamientos aparez-
La diversidad cultural es un recurso y constituye ca ahora cautivo por la omnipresencia mediática,
un aspecto esencial del capital cultural de las sin temor al imperativo de lo abstracto en el valor

23 La Unesco apuesta al recono- tes a minorías y pueblos autóc- les, así como su derecho a tener rar el tema de la autodetermina-
cimiento del "derecho fundamen- tonos, a crear, difundir y distri- acceso a ellos y aprovecharlos ción con perspectiva inclusiva al
tal de los grupos sociales y las buir sus bienes y servicios para su desarrollo" (2004). Es de tema de la diversidad cultural.
sociedades, y más concretamen- culturales, comprendidas sus ex- esperar que, más pronto que tar-
te el de las personas pertenecien- presiones culturales tradiciona- de, la ONU habrá de reconside-

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1
CAP ITULO 1 : APROXIMACIÓN PARA UN DIAGN ÓSTICO DE LAS CULTU RAS COMO ACTIVI DADES Y COMO IN DUSTRIAS

de cambio o en las identidades ilusorias que com- habrán de ser pensadas, consensuadas y aplicadas las
ponen las socialidades escindidas y de mercado. El políticas pertinentes . Valga; por ahora, una
peso abrumador de estas últimas determinaciones aproximación provisional.
podría doblegar la cerviz de cualquier cuerpo con-
ceptual que apueste por reformas y normas protec- La música, como actividad cultural, es una de las
cionistas, únicamente, pero s �rá difícil avasallar expresiones generales más fuertes y poderosas de las
voluntades colectivas y compartidas que compitan culturas vivas, de tierras bajas y altas, y demues- tra su
por una recomposición de los poderes a partir de actualidad y su capacidad de reproducción de los más
las culturas. profundos códigos sociales. En los pueblos indígenas
acompaña los ciclos de la producción agrí- cola y de la
Estas fuerzas, que no pueden reducirse a empa- reproducción de las sociedades y de las culturas. Las
quetaduras mercantiles, están emplazadas, no nece- expresiones musicales están estrecha- mente
sariamente en la política de los estados, sino en la vinculadas a la cultura material y a la vida ritual, a los
capacidad de actualización cultural. Y se trata de poner intercambios y a las relaciones entre los individuos, las
en su más favorable ubicación a los recursos culturales colectividades y las comunidades entre sí. Son, por
-patrimonios y capitales- para crecimien- to de la excelencia, una manifestación real y potencial de la
calidad de vida y de las identidades reales. interculturalidad, y dan una infor- mación abundante
sobre las modalidades y prefe- rencias del consumo
Para esos efectos se debe considerar que el .pa- cultural.
trimonio cultural es algo vivo, es la memoria in-
mersa en las personas y en la vida cotidiana, que En Bolivia, los distintos grupos culturales y en
lo usan y transforman constantemente en su au- especial los de base rural son valiosamente musica-
toconstrucción. El patrimonio cultural no es una les. Como parte de la fuerza de la tradición oral en
herencia que nos legan nuestros padres, sino un los distintos pueblos, las capacidades poética y lite-
préstamo que nos hacen nuestros hijos. (Horst raria están cifradas en la música y, en la mayoría de
Grebe, 2003 : 9) los grupos indígenas (y no indígenas rurales), estas
capacidades son generalizadas entre sus miembros;
Si lo anotado es una metáfora, lo es al anunciar se afianzan tempranamente y desde la juventud jue-
el "aún no ser" pero en el terreno de lo posible y ga un papel clave en las relaciones interpersonales
de lo propiciable con la ejecución de políticas pú- (sean éstas amorosas -coqueteos y emparejamien-
blicas en materia de culturas, diversidad y patrimo- tos- o de rivalidades y enfrentamientos, que se ex-
nio. Las actividades culturales pueden o no ser trans- presan mediante coplas) y en las relaciones colecti-
formadas en industrias, bienes y servicios cultura- vas con lo sagrado (en fiestas patronales, tinkus,
les, pero no se agotan tampoco en esta realiza- rogativas de lluvia, etc.)
ción. Tal es el caso de la música y los textiles en
Bolivia, por tomar dos actividades densamente arrai- En este marco, una de las dimensiones más senti-
gadas, y por lo tanto susceptibles de una amplia- das de la discriminación cultural en el país se ha
ción impactante en la socialidad local, de expen- ubicado en el ámbito musical y ha operado a través
derse con autenticidad y como riqueza cultural en de los medios: la descalificación de los lenguajes
esferas regionales y mundiales de intercambios más musicales en los que cada pueblo desarrolla sus ca-
justos y equitativos . Cabe decir que éstas, como pacidades de expresión. En el marco de las culturas
otras actividades culturales -tangibles e intangibles- indígenas del país, aún predominantemente orales
no están con s ideradas en las mediciones iniciales y cada vez más audiovisuales, promover y difundir
asignadas en los anexos de este estudio. Es parte las expresiones musicales profundas de cada pue-
de las asignaturas pendientes, sin las que no se blo es hacer posible la autoafirmación colectiva a
podría entender el conjunto diverso en el que se través de las expresiones poéticas y musicales de
habrán de componer las experiencias de un desa- cada pueblo; esta autoafirmación debe hacerse, pues,
rrollo con identidades plurales y, por lo tanto, donde en el marco de la vida ritual y de la fiesta.

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1
DI NÁMICA ECONÓM ICA DE LA CU LTUR A EN BOLIVIA

No hay fiesta comunal, patronal, grupal, ceremo- Y lo mismo se podría decir de la medicina natu-
nia y ritual, de barrio, de celebración religiosa, pa- ral o de la vida ritual. Frente a la dimensión de estas
tronal, de cofradía, fraternidad o cabildo que no sea, actividades, y a muchas más, lo que hace falta es
extendiendo el sentido ya utilizado, una escenifica- una visión estratégica, una visibilidad de conjunto .
ción musicalizada. Más aún si se tiene en cuenta En Bolivia no existe ya la posibilidad de negar la
que el 40% o más de la población de Bolivia es rural pluralidad, ella emerge y rebrota por doquier. Tam-
y comunitaria; pues bien: de esa población un muy poco se trata de una preocupación "traducible" -de
ele vado porcentaje está representado por músicos, manera automática- para delinear una logística y una
músicos-danzantes, coros, cantoras y cantores, fa- estrategia suspendida o emanada"'desde arriba", para
bricantes de instrumentos, compositores, y, como la cual sería suficiente "hacer aprobar" determina-
se vio de tejedoras y tejedores, etc. Otro tanto ocu- das políticas. La diversidad en este país es un hecho
·
rre en las ciudades: La Paz, se calcula, tiene más de político y un capital social, frente a los cuales nin-
500 fiestas patronales al año y lo que allí se mueve, gún decálogo proteccionista s�rá suficiente, por más
la economía del "Gran Poder" (Aymara-urbano), aún requeridas y urgentes que sean las medidas de res-
espera mediciones y definiciones. guardo del patrimonio tangible y de autodefensa frente
al saqueo de lo intangible.
Son estas realidades compuestas, de las más di-
versas maneras, por muchas sociedades plurales en el En una democracia real, el crecimiento de las
mundo y son también los códices y lenguajes que culturas asegura una verdadera participación ciuda-
hacen pensables los intercambios mundiales más allá dana, en lo individual y en lo colectivo. Lo que ver-
de las implosiones y reducciones de la globalidad daderamente está en juego es un tema mayor, mate-
mediática y del mercado. ria para una nueva Constitución Política del Estado.
Por suerte en los últimos dos años la importancia -
Con los textiles sucede algo de similar importan- cia. la necesaria visibilización y claridad- sobre estos
Como antecedente, cabe recordar que el arte textil nuevos horizontes han sido asumidas en la institu-
tiene en el país uno de los desarrollos más notables del cionalidad estatal. Si se eliminan definitivamente las
continente, en especial, destaca por tra- tarse de una anteojeras heredadas y atávicas, se está en el um-
tradición aún viva, que, no obstante enfrentar un bral de grandes transformaciones.
acelerado proceso de debilitamiento, aún cuenta con
verdaderos artistas y sabios, muje- res y hombres 3.2. Estado, nación real, etnias y culturas
conocedores de las propiedades tin- tóreas de plantas
y minerales, de técnicas de hilado y tejido, etc. Para No ha existido manera más lúcida, necesaria y cruel
comprender la importancia de este arte entre la para instalar el Estado moderno, los Estados por
población indígena de Bolivia, cabe recordar que surgió sobre las naciones, que la concentración exclusiva
en el área andina antes del sur.:. gimiento de la cerámica del monopolio de la violencia, la implantación de
y que ha constituido, a lo largo de la historia, el las identidades ilusorias, la sumisión al mercado y
principal identificador étnico entre los distintos grupos los valores de uso a un equivalente general. Los cam-
culturales. bios en los modos de socialidad y en las maneras de
la construcción y la dinámica de las culturas fueron
Hoy en día, después de décadas de saqueo y de radicales durante más de dos siglos, se impusieron
exportación ilegal, de subvaloración de éstos en el ufanas ante la diversidad, y continúan. La diferen-
propio país, existen algunas experiencias excepcio- cia es proscrita, primero, para luego ser pacificada,
nales de recuperación del arte textil en comunida- des incorporada en la "neutralidad" de la homologación.
indígenas que han logrado tanto desarrollar una Que no quepa duda de que, para Bolivia, el despla-
importante fuente de ingresos para las mujeres indí- zamiento estratégico de sus culturas, como poderes
genas como desarrollar notables procesos de afir- y como parte constitutiva de los movimientos so c ia-
mación cultural y de recuperación de la dignidad les contemporáneos, pone al borde de la legitimi-
perdida. dad, una y otra vez, la estructura del Estado y la

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1
CAPITULO 1: APROXIM ACIÓN PARA UN DIAG NÓSTICO DE LAS CU LTURAS COMO ACTI VIDADES Y COMO INDU STRI AS

arquitectura general de los poderes a escalas regio- desarraigo en las espaldas y con la embarazosa si-
nal y local. tuación de construir el poder y la dominación en un
escenario chúcaro y plural. Otro tanto de desorde-
La diversidad cultural ha estado y está en contra nada pertenencia tienen poblaciones históricas que
del Estado-nación del mismo modo en que una so- en los últimos siglos han aguantado, resistido, so-
ciedad, que mantiene poderes no separados de ella brellevado, pero también recreado sus improntas
misma, tarde o temprano, se enfrenta a la voluntad identitarias en continuos desplazamientos, desde la
de determinadas élites de constituir un aparato de eliminación genocida y etnocida ejercida por crio-
control social exclusivo. La formación de los Esta- llos y hacendados de nuevo cuño (alcohol, prostitu-
dos y las naciones en Latinoamérica está amplia- ción y esclavitud sobre los pueblos/grupos Ayoreo
mente documentada, auque la emergencia de nue- de Santa Cruz y Guaraní de Chuquisaca), hasta la
vos movimientos, aquí y allá, como también en el autonegación y el camuflaje, que se reponen ahora
este europeo y en otras partes de la Tierra, pone en en nuevas y viejas identidades culturales, actualiza-
· das, con rostro de futuro.
entredicho cualquier acto finito a este proceso. A decir
de Martín-Barbero,
La soberanía política del Estado es algo que se
Los cambios en la socialidad remiten a movimien- cimienta, construye, erige y que se legitima ; en la
tos de reencuentro con lo comunitario no nece- dominación, pues siempre un Estado descubre y
sariamente fundamentalistas o nacionalistas, (. ..) y devela una sociedad dividida. La "ilustración" boli-
que se hallan más bien ligados a cambios pro- viana, el pensamiento y las agendas de la política
fundos en la sensibilidad y la subjetividad [Es en] criollas nunca construyeron -hasta la década del cin-
esas 'nuevas maneras de estar juntos' en las que cuenta en el "nacionalismo revolucionario"-24 cate-
se recrea la ciudadanía y se reconstituye la so- gorías y conceptos sustentables: los tamices, embu-
ciedad, desde los colectivos barriales para la re- dos y filtros imperaban al momento mismo de des-
solución pacífica de los conflictos, las emisoras cifrar o interpretar el país. El 52 es un tajo en las
de radio y TV comunitarias en las que se reco- relaciones Sociedad-Estado;25 las clases medias, en
bran memorias y se tejen nuevos lazos de perte- circunstancial alianza con la Federación Sindical de
nencia al territorio... (2003: xviii y xxii) Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), la Cen-
tral Obrera Boliviana (COB), las milicias campesi-
Extendiendo esta idea, hasta las minorías y otros nas y proletarias, parieron un policlasismo que no
grupos "rompen, reimaginan el sentido de convivir alcanzó ninguna madurez; fue eliminado por las res-
deshaciendo y rehaciendo los rostros y las figuras tauraciones militares, oligárquicas y elitarias que
de la identidad." (: xxii) ahora tratan de responder, en tonos y con catego-
rías unificantes y patrióticas, al desafío de una pro-
Las primeras construcciones imaginarias de na- ción funda reforma que le dé a la democracia una nueva
en Bolivia como en Latinoamérica no estuvie- ron constitucionalidad. Polarizaciones que parecen ser
ligadas del todo al Estado que terminarían por ahora ya p·arte indivisible de los procesos : autono-
constituir. En lo que aquí concierne, un breve corte de mistas versus constitucionalistas.
historia, las élites sucesivas del señorío bolivia- no,
coloniales y neocoloniales, estuvieron siempre en una Por otra parte, atenta y participante, una masa
situación de incómoda pertenencia, coloca- das no se desagregada y policéntrica, de relativa dispersión
sabe por qué, en tierra de indios, con el (étnica, gremial, corporativa, regional) pero con vo-

ria en lo político. Sobre este par- resultante fue la que a su vez


24 El "nacionalismo revoluciona-
ticular se puede consultar la obra creó un nuevo Estado, el Estado
rio" condensaba una matriz dis-
de Antezana 0987). de 1952.
cursiva ligada al nacionalismo en
lo ideológico y a la reacción aco- 25 Lo fue en tanto instauró una
modaticia de la derecha partida- nueva nacionalidad, y la nación

47

1
DINÁM ICA ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

!untad de cambio, sin la cual cualquier diálogo es tuar en el mundo. Una nación es sobre todo un
inviable como acontecimiento en lo político de_ l_a ámbito compartido de cultura. (...) Para
diversidad cultural y cualquier reforma será frágil e identificarse toda nación acude a sus mitos de
inconclusa . Pero es sin duda el protagonismo de los origen, acontecimientos históricos: se ve a sí
pueblos indígenas y originarios, junto a las federa- misma como una continuidad en el tiempo
ciones de colonizadores, el "movimiento sin tierra" (2002: 1 4)
y las clases medias sentipensantes26 -poco hobbe-
sianas o hegelianas- el que definirá las proporcio- 2. De las raíces y formas elementales, y trascien-
nes, las disposiciones y las capacidades transforma- de . No son ni la sangre ni la raza (. . .) o lugar
doras, de ímpetu frente a quienes aún detentarán de nacimiento-los signos de pertenencia, tam-
los aparatos, las tecnologías y las institucionalida- poco la adscripción política, sino la integra-
des del poder; y ello en el proceso en el que la ción a una identidad cultural. Una extensión
nueva Constituyente27 y las autonomías deberían ra- constitutiva de la subjetividad, una 'actitud
zonadamente converger. como elemento de identidad, pertenecer a un
sujeto colectivo. (2002: 15)
Las comunidades culturales se topan con un com-
plicado auque oportuno escenario. Es necesario in- 3. Continuidad. Una nación comporta el peso de
tervenir con estrategias coherentes y la fuerza de los acontecimientos pasados en el presente:
estas comunidades para interpelar y actuar en éste tradición, (. . .) pero también es el proyecto: la
de modo innovador, es concurrente e imperiosa para elección de fines y valores que dan sentido a
propiciar las necesarias transformaciones naciona- la acción colectiva, la adhesión a fines comu-
les. La nación como escenario: póngase de acuerdo nes, el saber que nuestra vida personal de-
el significado de este palimpsesto , pues se lo evoca pende de una colectividad, el saber que en su
con facilidad para proponer un orden a las activida- suerte se nos va la nuestra. (. . .) Nación es un
des e industrias culturales: las cuentas nacionales y grupo humano que decide perdurar como co-
la identidad, entre otras. No es posible identificar munidad. (2002: 15)
un "origen" privilegiado y de valía universal; es un
modo de socialidad que comporta una variedad de 4. El tiempo y el espacio. Una nación consisten-
mixturas posibles en su hecho constitutivo. Villoro, te tiene un origen y un futuro y algún lugar en
en un conjunto renovador de ensayos sobre el te� la Tierra (. . .) un lugar de referencia (. . .) rela-
identifica cuatro niveles de construcción, para dar ción de asentamiento real o simbólico. La uni-
cuenta y conocimiento de un concepto que se resis- te dad de la nación se concibe como una conti-
a abandonar su carácter escurridizo y ambiguo: nación. nuidad en el tiempo y en espacio. (2002: 16)
Esta significa, simultáneamente :
_
para completar esta idea,· L. Villoro nombra dos
l. Comunidad de Cultura. No podríamos identi- tipos de naciones:
ficar ninguna nación, si no admitiéramos cier-
tos caracteres de una cultura común, propia Podríamos distinguir dos clases de naciones: Lla-
de la mayoría de sus miembros, que constitu- mémoslas 'históricas' y 'proyectadas'. En las pri-
ye el cemento mismo que los une en una tota- meras, el origen y la continuidad cultural son los
lidad más amplia (. . .) Una forma de vida com- ejes de la identidad nacional, los que miden la
partida (. .. ) la manera de ver, de sentir y ac- pertenencia a ella. El reconocimiento de la na-

26 Este feliz adjetivo correspon- de la cual " .. .las sociedades ex- a los cambios de la propia socie-
de a E. Galeano. presan su voluntad de reformar dad y a los intereses y expectati-
totalmente el acuerdo o contrato vas de los distintos sectores que
27 Aquí se hace mención a la
social que las une, para que res- la integran." (CNE, 2005: 3) Y eso
Asamblea Constituyente, enten-
ponda de manera más adecuada es lo que ocurre actualmente en
dida como la instancia a través
Bolivia.

48
1
CAP[ TUL O 1 : APROXIMACI Ó N PARA UN DIAGN OSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IN DUS TR IAS

ción está basado en las costumbres y creencias individual y colectivo; poca y común cosa, es cierto,
colectivas, instauradas por una historia y legiti- pero incluso esa representación ha sido ya perma-
madas por la aceptación común. La nación deri- nentemente desplazada y mediatizada, por la tiranía
va de un pasado; herencia es destino. En las na- -:en cualquiera de sus modalidades fundamentalis-
ciones 'proyectadas', en cambio, el énfasis pasa tas, nacionalistas o populistas- y por la transnacio-
de la aceptación de una identidad heredada a la nalización y desterritorialización de poder económi-
decisión de construirla. La pertenencia a la na- co y mediático.
ción se mide por la adhesión a un proyecto ha-
cia el futuro, decidido en común. La nación pro- La nación ilusoria, los preceptos para una neutra-
yectada puede rechazar una nación histórica an- lizada participación de la ciudadanía, es la que acom-
tecedente e intentar forjar sobre sus ruinas una paña la paz social, resultado de las modalidades
nueva entidad colectiva. Debe entonces recons- variopintas de establecer hoy el "contrato social".
truir el pasado para volverlo conforme a su pro- Pero no se puede eliminar aquello que otorga el
yecto. Si la nación 'histórica' funda su identidad poder, no se puede hacer desaparecer a la socie d ad
en su origen y transcurso en el tiempo, la 'pro- en tanto pueblo: ¿a quién se gobernaría?, ¿sobre quién
yectada' la construye mediante una decisión vo- se regularían la producción y los intercambios?,
luntaria. En aquélla, de la historia nace el pro- ¿cómo se podría sancionar bajo la presión de intere-
yecto nacional; en ésta, del proyecto nacional se ses sobre la riqueza producida?, ¿sobre quién apli- car
origina la interpretación de la historia. (2002: 16) códigos y regulaciones para que la ley -que vale para
todos- impere?, ¿a quién se educaría? Y lo que aquí
Cabe acotar que la nación es una apelación del preocupa: ¿quién resguarda, precautela y de- fiende
poder, se la convoca, se la instaura o se la autocons- los patrimonios?
tituye sobre una comunidad existente; a la vez es
parte de las formas de identidad que tienen como El Estado intenta, y lo conseguirá en la medida
recurso un pueblo o más de uno, para poner en de sus aciertos, regular la fuerza social y la nación
escena una de las cohesiones sociales que se ha for- real es esa fuerza y a la vez su representación. La
mado en las guerras y que las ha producido. La na- nación es real en tanto pueblo con voluntad de au-
ción se hace masa en las grandes movilizaciones todeterminación; sin · embargo, no se reduce al po-
(en Bolivia, por cierto, se las tiene con una secuen- der del Estado. El Estado necesita ese otro poder a
cia clara), se representa en los grandes acontecimien- riesgo de perderlo todo . Balandier se. refiere a esto
tos y actúa, como sujeto colectivo mayor, sobre todo cuando escribe:
en tiempos difíciles para la población de un país:
no hay nación que no hable de hechos de sangre a Un poder establecido únicamente a partir de la
la hora de hablar de sí misma, de contarse en la fuerza, o sobre la violencia no domesticada, pa-
tradición oral, en la escrita y en las construcciones decería de una existencia constantemente ame-
imaginarias y simbólicas. Se diseña y establece, so- nazada; a su vez, un poder expuesto a la única
bre la población, por un Estado que representa la luz de la razón no . merecería demasiada credibi-
soberanía del pueblo. lidad (. . .) El objetivo de todo poder es el de no
mantenerse gracias a la dominación brutal ni ba-
Las naciones occidentales son inexplicables sin sándose en la sola justificación racional (. . .) Para
el principio del individualismo posesivo; se podría ello no existe ni se conserva sino por transposi-
decir que a mayor especialización y eficacia de los ción, por la producción de imágenes, por la ma-
Estados, de las tecnologías políticas, mayor la paci- nipulación de símbolos y su ordenamiento en un
ficación de las naciones, pero también mayor la ena- cuadro ceremonial. (1994: 19 y ss.)
jenación y el control social de lopolítico. La capaci-
dad de decidir ya no le corresponderá a las pobla- Y aunque Balandier no se refiere expresamente a
ciones sino a sus representantes: la democracia se la nación y a la cultura en la línea propuesta, queda
hace figura y modalidad de la delegación del poder justificado que se lo haga. De hecho, el poder no

49

1
DINÁM ICA ECONÓMICA DE LA CU LTU RA EN BOLIVIA

puede ser desplegado si no es por o sobre las matri- 3.3. Centralidad en emergencia y
ces culturales y comunicacionales de los pueblos. emergencia de la diversidad
Puede proyectarse, y lo hace desde Hobbes o Bo- din,
como la centralidad por excelencia, por encima de los En Bolivia, como en otras latitudes, las grandes et-
sordos de la cristiandad, sobre reyes y papas, sobre nias (guaraní, aymara, quechua) se proponen a sí
cualquier comunidad precedente. Pero no lle- ga nunca mismas como nacionalidades, y esto no es nada
plenamente a sustituir lo que detenta, no llega a suplir nuevo. Pero la consistencia que tengan estas nacio-
a lo que le preexiste y legitima. De hecho, si se sigue a nes, históricas y emergentes, se medirá siempre frente
Villoro, el Estado moderno se a la centralidad del Estado, y, pactos, alianzas y "re-
exhibe como una comunidad exclusiva: ciprocidades" mediante, más temprano que tarde se
identificará en ellas una nueva élite izando su pro-
La soberanía pasa a la totalidad de los ciudada- pia centralidad. Los movimientos "kataristas" de los
nos que componen la nación. (2002: 26) Para que setenta a los noventa, por ejemplo, la fuerza de la
ello sobrevenga con las debidas unciones, nadie Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente
tiene derecho a ser diferente (. . . ), el nuevo Esta- Boliviano (CIDOB) y del Consejo Nacional de Ay-
do establece la homogeneidad en una sociedad llus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), etc., de-
heterogénea (. . .), no reconoce comunidades his- terminaron, a la larga, la sustancia no sólo de la Ley
tóricas, previamente existentes, parte de cero, del de Participación Popular sino también la mejor par-
Estado de Naturaleza y constituye una nueva rea- te de la Ley de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos ·
lidad política. (2002: 27) indígenas.

Muy criollo, monoteísta -como un D"ios sustitu- Estas grandes culturas, que suman más de la mi-
tivo- rígido y con raigambres de cristiandad, el Esta- tad de la población del país, son identidades recons-
do boliviano, en el transcurso de su implantación tituidas en el tiempo y en el espacio y actúan como
histórica, no ha cumplido bien las tareas civilizato- tales. Umi nación, aunque no necesariamente impli-
rias en lo que respecta a la sublimación de los equi- ca la instauración estatal, puede contenerla como ·
valentes generales; el "pueblo" difícilmente puede propósito; también ocurre, y es el caso boliviano,
ser empaquetado en las consignas de esta deseada que varias etnias y sociedades nacionalitarias se en-
modernidad. No . El pueblo es expresión de la di- hebren y permitan el acontecimiento estatal; se pac-
versidad, de la pluralidad, de una diáspora de po- tan las autonomías, las autodeterminaciones y las
deres y culturas no remisas, muy dispuestas a por- autarquías. Es cierto que, una vez constituido, el
tar calculadas coincidencias con el Estado, pero ca- Estado
paces también de cuestionar sus excesos con de-
rrocamientos gubernamentales; más allá de cual- Debe borrar la multiplicidad de las comunidades
quier procedimiento ético o moral, pues éstos tien- (...) debe establecer un orden hegemónico (...)
den a representar códigos de una parte que quiere En la heterogeneidad de la sociedad real debe
el todo. establecerse la uniformidad de una legislación
general, de una administración central y de un
La soberanía, como límite compartido de fuerza, poder único, sobre una sociedad que figura for-
se funda y se fecunda en la política, pero responde mada por ciudadanos iguales (... ), tiende, pues,
y alega siempre frente a la capacidad de autarquía a destruir o al menos a ignorar, las asociaciones
de lo político. Las culturas, entonces, juegan un rol intermedias; ... está en contra de la división en
substancial y protagónico; "comprometen la vida en cuerpos, culturas diferenciadas, etnias o nacio-
ello", se dijo, pero sobre todo resguardan la expro- nalidades. (Villoro, 2002 : 26 y ss.)
piación generalizada -simbólica- que significa la
identidad abstracta que siempre propone un Esta- Pierre Clastres habló de la sociedad contra el Es-
do; el boliviano no es una excepción, pero hasta el tado, de la capacidad que han tenido y pueden te- ner
actual escudo patrio está siendo reconsiderado. las socialidades reales de conjurar la separación,

50

1
CAPITULO 1 : APROXIMACIÓN PARA UN DIAGN ÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTI VI DADES Y COMO INDUS TRIAS

desgarramiento y extrañamiento del poder; contó cómo les sino también el tejido colectivo como espacio de
la mitología guaraní, por ejemplo, se divierte poniendo los intercambios materiales e inmateriales. De he-
en franco ridículo y curiosos aprietos a la posibilidad cho, se ha privilegiado desde la antropología y la
social de la división;28 pero no habló de una nación sin etnología, una definición basada en el uso de una
Estado; aunque ello ha sido y puede ser viable, es un lengua común: que es una dimensión identitaria por
tema relacionado con pueblo y con autodeterminación excelencia y sobre ello se ha escrito mucho. Pero
y tiene muchos vínculos con la etnicidad. muy pronto se contrastará este factum con el poder
de la escritura, reordenando, cifrando, recodifican-
La incomodidad del Estado está en la reproduc- do, modificando e imputando a todos los saberes y
ción de identidades reales que suponen las cul turas, conocimientos sus normas y sus jerarquías; en tan-
en tanto étnicas, indígenas u originarias; esta forma to, las transgresiones de la oralidad, de la palabra
de socialidad, la é tnica, aunque su generalización libre, de la narrativa no controlada y la dramatiza-
conceptual es tardía, es una forma de identidad cul- ción local, todas ellas actividades de la socialidad
tural por excelencia. Está enclavada en los movi- comunicacional, todavía pluralizan con fuerza, en
mientos sociales contemporáneos e incluso es un todas las culturas, en todos los países. En los de la
fuerte factor de cohesión, siendo, al mismo tiempo región subcontinental mucho más, pese al embate
un corte endógeno, que una dinámica descentrado- de popularizaciones masivas y de mediatizaciones
ra, incluso fragmentadora y facciona Í izadora : las orientadas al control de la información (dramatiza- da
mitades, las cuatriparticiones, el "arriba y abajo" en también para ser eficaz). Pero el tam tam huma- no,
las comunidades y ayllus andinos actualizan esta que tipifica Vargas Llosa como el enemigo del dictador
particularidad societal. Lo que habrá que preguntar- Trujillo, está siempre incólume a la hora de la rebeldía,
se, sin hacer volar demasiado la imaginación, es del grupo, de la multitud.
cuánto de ello responde a estrategias intrínsecas,
culturales, de lo político, a la hora de optar por las La socialidad étnica es clave para entender el es-
condiciones de su reproducción. cenario y las escenificaciones en Bolivia, sobre todo
cuando son portadoras de proyectos y exigencias
La calidad étnica, como lazo comunitario, ya está de autodeterminación, frente a otros grupos, de cara
en la mirada de las mediciones sobre condiciones a la nación, en su fibra como anverso del Estado, en
de desarrollo humano . Según Roland Bretón, una tanto su capacidad autonómica.
etnia se define como "Un grupo de individuos vin-
culados por un complejo de caracteres comunes - Lo importante, para lo que se analiza más adelan-
antropológicos, lingüísticos, político-históricos, etc.- te (economía y cultura), es que el concepto de etnia
cuya asociación constituye un sistema propio, una "sólo tiene aplicación frente a otros grupos, de raí-
estructura esencialmente cultural." (Villoro, 2002: 19) ces diferentes en un mismo espacio político (. . .) son
identificadas ellas mismas o son identificadas por
Una tentación -tecnocrática- ha sido en el último otros precisamente en términos culturales." (Villoro,
tiempo sobreponer rápidamente pobreza y etnici- 2002: 20) Según su consistencia y/o vulnerabilidad,
dad; por supuesto que hay razones para ello, pero según la pmstancia de su autoidentificación y de
estas mismas razones ocultan muy pronto otras de- sus reivindicaciones sociales, económicas y políti-
terminaciones . · Cobra, entonces , una sólida impor- cas, las etnias querrán convertirse en naciones o
tancia, no sólo para entender las identidades socia- anotarse como minorías, . mas, si de constituir una
nación se trata, el Estado, el existente o uno nuevo,

28 Ver Pierre Clastres, Sociedad en Antropología Política, Barce-


contra el Estado, Caracas, Edito- lona, Gedisa, 1981.
rial Monte Ávila, 1980. También,
del mismo autor, Investigaciones

51

1
DINÁMIC A ECO NÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIV IA

e s pronto responsable de esta construcción. Una vez Italo Calvino, poco antes de morir, quería expre- sar
organizado el Estado, en la funcionalidad de sus ciu- el malestar que sentía y que signa la época. 29 Lo
dadanos, mediará "un contrato social, según el cual sentía como una epidemia, que para él se manifes-
el individuo ha de ser extirpado de su comunidad taba e infestaba, muy occidentalmente, la produc- ción
de origen, para reintegrarlo a la nueva sociedad de literaria:
leyes." (Rubert de Ventós; cit. Villoro, 2002: 26) Y, a
fuerza, la nueva función de lo medios y de las co- . . .no me interesa preguntarme si los orígenes de
municaciones en espacios culturales/comunicacio- esta epidemia están en la política, en la ideología,
nales heterogéneos será volcada a penetrar irrever- en la uniformidad burocrática de los mass media,
siblemente en éstos, en vencer sus resistencias; la en la uniformización escolar de la cultura media.
religión, la escolaridad y el mercado facilitarán y Lo que me interesa son las posibilidades de salud"
coadyuvarán en la empresa : hay que pulverizar las (. . .) "La literatura (y quizá sólo la literatura) pueda
barreras, luego, lo que quede, será folclor negocia- crear anticuerpos que contrasten la expansión de
do, será representación oficial . la peste del lenguaje (. . .) no sólo el lenguaje pare-
ce afectado por esta peste. También las imágenes,
3.4. El lugar de la memoria por ejemplo. Se vive bajo una lluvia ininterrumpi-
da de imágenes; los mass media más potentes no
En una sociedad plural y diversa, en el marco de las ·
hacen sino transformar el mundo en imágenes y
grandes transformaciones industriales del capitalis- multiplicarlas a través de fantasmagorías en juegos
mo del siglo XIX, pero ya con una potencia inconte- de espejos: imágenes que en gran parte carecen de
nible en el siglo XX, la cultura, las culturas más bien, la necesidad interna que debería caracterizar a toda
irrumpen como producción mercantil simbólica. En imagen, como forma y como significado, como ca-
las últimas décadas y en el nuevo siglo-milenio se pacidad de imponerse a la atención, como riqueza
asiste a la expansión de "esas industrias de las res- de significados posibles (. . .) lo que no se disuelve
puestas y la consolación que son los medios masi- es el malestar. 0988: 68-69)
vos", se implanta la instalación mediática que no
dejará de cambiar el paisaje y el panorama de las Pero, otra vez, ¿qué ocurre en una sociedad como
relaciones mundiales . El fenómeno, que en cierto la boliviana, que participa de las pestes y contami-
momento fue sorpresa ante la "rentabilidad" de al- naciones planetarias, que no necesita ya presentar
gunas actividades culturales en los países centroeu- ninguna "pureza", pero que está pla ada de diso-
ropeos, sorpresa para los mecenas y las institucio- nancias frente a las sabias advertencias de los erudi-
nes alertadas sobre el gasto superfluo que estarían tos? Las cosas no funcionan del todo bien para un
otorgando a las artes cultas, hoy está ampliamente "desarrollo del capitalismo" en un territorio combi-
estudiado y discutido, aunque no, por cierto y para nado de prácticas productivas, al que se suman den-
nada, clausurado. La producción cultural, que com- sidades culturales ineluctables; y por suerte, se di-
bina y contiene el valor de uso y el valor de cambio, ría, si de lo que se trata es de valorar la diferencia,
que erige este último como facilitador expansivo del la diversidad y la pluralidad para construir algo so-
mercado, va siendo ocupada por las relaciones abs- cialmente más cálido.
tractas de la mercancía. Nada parece librarse. Cun- de
un inmenso malestar en lo mejor de las socieda- des, La memoria de los pueblos, de las culturas y de
mientras mercachifles, primero, y grandes capi- tales y los modos de socialidad no se avasalla con pura
tecnificados poderes -sin fronteras-, luego, empiezan a prepotencia tecnológica. Los usos tecnológicos pue-
"ordenar" la materia cultural. den ser revertidos, pero lo que es de interés es el

29 Lo hizo en Seis propuestas


para el próximo milenio, Buenos
Aires, Editorial Siruela, 1988.

52
CAPITULO 1 : APROXIMA CIÓN PARA UN DIAGN ÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IND USTR IAS

sustrato cultural hilado por la ·memoria y la identi- diversidad cultural real, no solamente enunciada,
dad. La oralidad de una cultura, como es el caso de pero practicada por millones en todos los continen-
las decenas de pueblos originarios en Bolivia, gran- tes-. La oralidad, que es el vasto horizonte del tam
des y minoritarios, es su potencia comunicativa, es tam humano, se trasmite también en las historias y
la base sin la que no podrían reproducirse ni los en la narrativa, es la tradición oral antes de ser ob-
lazos sociales ni la identidad. jeto de estudio y diferenciada de la Historia, como
escritura y representación del poder.
Pues bien; si son válidos los reproches de Calvi-
no, si son pertinentes -es cierto- para la insustitui- Desde hace ya mucho tiempo los historiadores han
ble colocación universal de la literatura, como arte señalado la complejidad de este campo. Han re-
y como cultura, no lo son -empero- si solamente se conocido que una serie de acontecimientos no
reproduce la idea de la superi ? ridad de la palabra bastan para explicar un pueblo. También los mons-
escrita. La escritura, de la que la literatura ha sido y truos revelan lo que somos. La realidad en senti-
es una dimensión verdaderamente creativa, se ex- do estricto -lo que se ha hecho, lo que ha aconte-
tiende a las más diversas prácticas de la administra- cido- es incapaz de rendir cuentas de lo que se
ción y control de una socialidad: la legalidad es el fue, si los sucesivos imaginarios, forzosamente
texto del Estado. Son por lo menos dos mil años, enmarañados, no vienen a iluminarla. (2000: 13)
aunque su supremacía como dispositivo de saber/
poder tiene un poco más de 500 años. No es éste el Pues la identidad y la cultura de los pueblos es-
lugar para discurrir sobre las gramatologías o de ver tán compuestas de esta singular mixtura, en esta
a fondo el papel que tuvo la gramática de Nebrija, extraordinaria capacidad de propalar que tiene la
que imponía la lengua de Castilla como instrumento palabra. Sin embargo, "En el preciso instante en que
oficial de la conquista, o la tozudez gótica de Luthe- la civilización se afirma, en que inscribe en la pie-
ro . Lo que interesa, en el análisis de las culturas dra su gloria, algo advierte de forma irónica y dis-
vivas, es su tonelaje para reponer en la memoria de creta, que sólo tenemos en las manós un borrador,
las gentes aquello que ellas deciden tener y mante- o un desecho." Lo que se vive, como individuos y
ner como identidad propia, para poner la memoria pueblos, tiene en estas afirmaciones su bien expre-
en la propia socialidad de lo político. sada actualidad:

Se vive un mundo ocupado en la razón producti- va, La historia es pública. Y, al contarse, habla. Nar-
y eso no causa necesariamente, de por sí, una buena ciso, que no piensa en otra cosa que en sí mis-
sensación ni -por supuesto- bienestar a cua- tro quintas mo, no puede ni inventar ni contar. Está perdido
partes de la población del mundo. Entre los recursos en su reflejo del mundo. El relato de una histo-
para no claudicar y perecer ante ello está la necesidad ria, ese acto público que ayuda sin duda a man-
de revitalizar el lugar de la memo- ria colectiva. tener la coherencia de las naciones, está hoy muy
presente en las películas de todo tipo que mues-
En un extraordinario libro,30 J. C. Carriere da cuen- tran sin cesar en la televisión. Nunca en el pasa-
ta de la oralidad, en tanto narrativa, de su magnífi- do hemos tenido tantos dramas, tantas comedias,
ca capacidad para poner a la propia comunicación, tantos folletines, tantas sagas históricas al alcan-
como imperio de la controlada y programada repre- ce de nuestros ojos. En cantidad, la historia riva-
sentación mediática, en un territorio difícil -el de la liza con la omnipresente imagen, a la que, desde
hace cien años, se ha unido. Sólo en cantidad:

30 Se hace referencia a Jean-


Claude Carriere, El círculo de los
mentirosos, Barcelona, Lumen,
2000.

1 53
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

en cuanto al resto, nada se puede decir. ( . . .) Por- subterránea en donde se lavaron los ancestros."
que todo es historia, incluso la Historia con ma- (Yourcenar, 1999: 31) No es sólo la belleza la de estos
yúscula. Todo es narrado como una serie de ac- textos lo que le da importancia al tema; es la ruta para
ciones sucesivas, en las que un hecho sigue al poner también otras cosas en su lugar.
otro, al que borra y reemplaza. Sucedió esto, des-
pués lo otro. Los periódicos -que equivalen a la La cultura se comunica, y la comunicación o enal-
persona de un intérprete, relator de buenas y de tece o degrada las identidades; el diálogo y la inter-
malas noticias- están inevitablemente dramatiza- culturalidad -la oralidad es una expresión fecunda
dos. Un secuestro de rehenes, un asesino acorra- para que un diálogo tenga lugar- son, a su vez im-
lado, una hazaña deportiva, son otros tantos re- perativos para que la capacidad de lo político flo-
latos, otros tantos dramas. Hoy vivimos la guerra rezca, para que se aplique en el campo de la socia-
de Troya en directo, con entrevistas a Aquiles, lidad que tiende a ser acaparado por las impostacio-
por un lado, y a Helena por el otro, ¿tal vez in- nes de la política .
cluso a los mismos dioses? (Carriere, 2000: 9)
En Bolivia, hoy, se piensa haber creado escena-
3.5. Oral idad y culturas rios de diálogo. Esta escenificación tuvo una aper-
tura temprana, hace ya una década, cuando después
Es tiempo de pesca en el Gran Chaco boliviano. Al de otra, la democracia y el "pacto" fueran varias veces
atardecer, las mujeres y hombres Weenhayek (que la puestos en entredicho. ¿Cómo se pretende estable-
etnografía y la sociedad local despectivamente deno- cer diálogos -que son, por su importancia, verdade-
minan "Matacos") cuentan historias; los niños no se ras puestas en escena- con sectores populares, cam-
las pierden; profundos conocedores del río Tewok pesinos, pueblos indígenas, regiones, nacionalida-
(que la geografía nacional denomina Pilcomayo), con des, etc. cuando se lleva una agenda preparada,
el que tienen la relación que se merece una vida in- borradores -en castellano- de resoluciones "bajo el
separable del ecosistema. Le preguntan al viajero, si brazo", de mediadores instruidos de antemano so-
éste es respetuoso y convoca a la conversación, y bre "lo que hay que lograr", y una utilería -preben-
después de resistir, con la debida incomodidad, un da incluida- siempre inapropiada? Se "pierde el tiem-
momento de silencio, si tiene tiempo, si tiene tiempo po" con "cocaleros", indígenas, sindicatos, federa-
de escuchar. Quizá le estén preguntando en realidad ciones, Consejos de autoridades tradicionales y otros
si no tiene tiempo, es decir, si puede prescindir del sectores. Se apela a la "lucha contra la pobreza" y se
suyo para envolverse, entre cebadas de mate y acu- llis desconoce no sólo la lengua de los "pobres" sino
de coca, en los relatos que empiezan; el amane- cer sus modos de comunicación, y poco o nada se sabe
establece una pausa. El viajero decide entonces si de la importancia del entorno ritual para llevar a
participará, en un nuevo atardecer, y sin ninguna ló- cabo intercambios signados por la mínima recipro-
gica de continuidad de un reinicio sin más límite que el cidad. Se impone, se posterga y se da la pronta re-
sueño, en una nueva velada. Lo que sucede no es para tirada . Los operadore � , por lo general, son una suer-
nada irrelevante: "No poder contarse, identifi- carse, te de funcionarios de "mínima cuantía" en lo que a
situarse con normalidad en el tiempo, podría ocasionar la diversidad cultural respecta, en lo que pertenece
que pueblos enteros se borrasen, se vieran cercenados a la dignidad de acuerdos basados en el respeto a
de los otros pueblos, y sobre todo de sí mismos, por los derechos de cualquier alteridad.
falta de una memoria constantemente reavivada."
(Carriere, 2000: 1 3) Los diálogos del Estado y la sociedad civil se con-
vierten en espacios innovadoramente inclusivos o
La oralidad narrativa, como parte reproductiva de ponen los temas de fondo y se los trata en tempo
una cultura viva es imprescindible. Marguerite Your- abierto y se comparten las ritualidades de esa puesta
cenar lo dice con propiedad: "incluso cuando esta política; o están destinados al mundo de los agacha-
influencia no se ejerce de manera directa, no por dos consensos. Se sabe, por ejemplo, que el último
ello deja de existir, como una gran capa de agua de estos diálogos fue sobre productividad: se conoce

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1
CAPITULO 1 : APRO XIMACIÓN PARA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDADES Y COMO INDU STRI AS

también que los interlocutores fueron varios y repre- tura y comunicación- están para Bolivia en el ritmo
sentativos de la complejidad social de Bolivia. Pero, que el ·mundo lleva; los medios y las mediaciones
¿se habló en estas mesas del lugar de las culturas, de son parte de las configuraciones culturales, como
las actividades e industrias culturales?, ¿se estableció espacios y como escenarios; por lo tanto, o se apren- .
una plataforma de ideas y conceptos que permitan de elpaso o se desentona y se desencaja en el acon-
pensar el desarrollo desde las culturas?, ¿se trató so- tecimiento tanto local como contextua!. Y como
bre el capital cultural, sobre bienes y servicios, sobre orientación, que supone la concurrencia de la pla-
creatividad?, ¿hubo alguien que abrió fuego -y luz- nificación económica y la actualización política de
desde la economía de la cultura?, ¿se avanzó en la las culturas, las actividades culturales tienen que ver
claridad necesaria sobre la relación entre patrimonio con la incubación de industrias culturales desde el
natural y cultural frente a los emprendimientos de la Estado.
"industria" del turismo? Hay que esperar los resulta-
dos, pero, de no ser así, ese diálogo, en buena parte, Los productores culturales -independientes o vin-
podría haber operado en cualquier lado. culados a las campañas institucionales y políticas,
contestatarias y1o comerciales- y sobre todo las co-
La memoria colectiva cifra los acontecimientos munidades étnicas, las regiones culturales con es-
-entre éstos las experiencias interculturales, los "diá- peciales densidades materiales e inmateriales, las
logos".:. de un modo que tiene que ser considerado colectividades hoy agrupadas en asociaciones ciu-
y analizado con el debido cuidado si se quiere pro- dadanas y pueblos indígenas (si no quieren devenir en
seguir en esta práctica. Las poblaciones intercam- un remedo corporativista de la pasada experien- cia
bian muchas cosas. Entre ellas los mensajes y las partidaria), tienen, ahí, su plena participación en el
historias, tanto de lo que pasó como de lo que acon- desafío, para la presencia efectiva del país en la región
tece, y estas representaciones constituyen un entra- latinoamericana y en el mundo.
mado de enorme fortaleza; en muchos aspectos es
· Al respecto, se quieren plantear algunos aborda-
en esas redes, en esos otros circuitos donde se pue-
de explicar la reproducción cultural . Son hilos finos jes que ayuden a que este estudio contribuya a un
y, siguiendo a Carriere, "expuestos a la censura nú- debate que se abre bajo el signo de la urgencia: es,
mero uno, que es la comercial, y que avanza bajo la de nueva cuenta, un tema estratégico para el desa-
bandera de la 'libre competencia' (California y Mali rrollo de un sociedad pluricultural y multiétnica. En
son 'libres' , por ejemplo, de rivalizar dentro del éste, más que en otros, las diferencias cuentan, y
campo de la producción televisiva: ¿Qué significa las diferencias en Bolivia -como en cualquier otro
realmente esto?, ¿no es acaso, una vez más, el zorro país multicultural- obligan a la construcción de otras
libre en el gallinero libre?), son muchísimos los na- miradas.
rradores hoy amordazados" (. . .) "Purificación estéti-
ca y étnica siempre han ido de la mano. A estos se El debate sobre la complementariedad, la posible
añade en estos momentos el pretendido liberalis- homologación de criterios y de instrumentos teóri-
mo, que en realidad se limita a decirnos: Cállate." cos, y sobre la pertinencia de la relación entre el
(2000: 12) análisis económico y la especificidad de las activi-
dades en el campo de las culturas, está en un tiem-
po de plena reflexión; constituye un verdadero de-
Parte 111: Economía y Cultura safío interdisciplinario. Sin embargo, en ambas mi-
en una sociedad plural radas y, cuando ocurre, en su abordaje compartido
sobre el campo cultural, parecen siempre privile-
4. Econom ía y Cultura como campo giarse algunos conceptos arraigados y bien acomo-
problemático dados en las ciencias sociales y económicas: el tra-
bajo como trabajoproductivo, la productividad como
Los nuevos pliegues y despliegues del poder insti- base del desarrollo económico, y el mercado como
tucionalizado y tecnificado -en tanto economía, cul- espacio privilegiado y unívoco de los intercambios

55
DINÁM ICA ECONÓMICA DE LA CU LTUR A EN BOLIVIA

sociales como equivalentes generales. Algunas digre- Esta operación sólo es posible inventando el "es-
siones parecen pertinentes, puesto que cuando se tado de naturaleza". Es una vieja confabulación de
habla de actividades e industrias culturales, por lo la filosofía de la historia. Por este camino, la necesi-
general, se da por sentado un corpus teórico más o dad del Estado es también introducida por un rodeo
menos rígido, que opera como una plataforma cog- de la economía. Al respecto, escribe F. Chatelet,
nitiva, a veces oculta o solapada, que permite deter-
minada comprensión general de los procesos cul- La deducción aquí es harto simple: los primitivos
turales, comunicacionales y económicos, pero no otra, ignoran la economía de mercado porque no hay
por ahora. excedencia de productos; ahora bien, si ello es
así, se agrega, es porque están reducidos a la
Este rodeo interesa para no separarnos de la po- economía de subsistencia, porque su escasez de
sibilidad de enriquecer un análisis de aproximación medios materiales, su mentalidad 'prelógica' los
a socialidades diversas, compuestas, en su entrama- mantiene en la miseria. Forzados a buscar sin
do básico, por una pluralidad no neutralizada. Un cesar su supervivencia cotidiana, no sólo no les
abordaje al tema del trabajo productivo, puede ser queda posibilidad de ahorro, sino que además
por ahora ejemplar: en la introducción al documen- no piensan en organizarse en forma racional, es
to Impacto de la cultura en la economía chilena se decir política. Resumiendo, si éstos son, según la
abre con claridad el tema, señalando "las complejas fórmula de los conquistadores del nuevo mundo
relaciones que se establecen entre el mundo del arte y 'seres sin fe , sin ley, sin rey', es porque al ser
la industria, la dificultad de concebir la creación artística subdesarrollados técnicamente no disponen de
como una profesión y su ejercicio como un trabajo." ahorros. Ahora bien, la encuesta etnológica seria
(CAB, 2003) revela, de un lado, que la imaginación, la inven-
tiva técnica de los 'salvajes' son sin igual; que,
Pues bien; hay aquí una fuerte matriz económica, de otro lado, el vínculo que generalmente se es-
que opera como una episteme que no es fácil trans- tablece entre primitivismo y miseria es el resulta-
gredir. Al concebir la creación artística como traba- do de una falsa apreciación: los trabajos de M.
jo, lo primero será cuidarse de que éste no sea re- Sahlins32 muestran que muchos pueblos de la
ducido -prioritariamente- a la productividad eco- América precolombina vivieron el bienestar an-
nómica y mercantil, a los seculares atributos del tes de ser las víctimas del saqueo colonial y los
"horno economicus". Desde hace mucho tiempo que trabajos de J. Lizot revelan que 'el desprecio por
se vive bajo la égida de un orden económico que, el trabajo y el desinterés por el progreso tecno-
trasvasado en el análisis histórico o impuestos como lógico'33 corresponden a una elección social. En
cuerpo conceptual al análisis de otros modos de otros términos, la economía de los 'primitivos'
socialidad cultural, ha hecho estragos. 31 La razón no es una economía miserable, sino una econo-
impone la productividad y ésta le da orden y senti- mía libre, basada en el intercambio y la recipro-
do a la sociedad, en tanto que organización funda- cidad, no sobre la acumulación; por ello no es
mentalmente económica. Es, en muchos sentidos, el una economía política. El trabajo no es en ese
mismo mecanismo por el cual el Estado es el modo tipo de economía una actividad separada; está
razonable de la existencia de lo social. En términos inscrito en el tejido social y se efectúa en fun-
históricos se deduce la sociedad de Estado de la so- ción de la demanda y de los deseos de la comu-
ciedad sin Estado. nidad. (1980: 19-20)

31 No se trata, por supuesto, de 32 Se refiere a: Marshal Sahlins, en ]. V. Murra, ed., Formaciones A estas lecturas se podría sumar
estragos a nivel teórico, sino hu- Economía de la edad de piedra, económicas y políticas del mun- la obra de Maree! Mauss, y, en
mano: la esclavitud del trabajo, Barcelona, Akal Editores, 1977. do andino, Lima, I.E.P., 1975. este horizonte de análisis, ver:
el genocidio masivo y la exclu- Ver también "Control vertical de Michele Duchet, Antropología e
33 Citado por P. Clastres, La so-
sión cultural. un máximo de pisos ecológicos" historia en el siglo de las luces,
ciedad contra el Estado, pág. 167.
Siglo XXI, México, 1975.

56
CAPI TULO 1 : APROXIMACIÓN PARA UN DIAGN ÓSTICO DE LAS CU LTURAS COMO ACTIVIDADES Y COMO IN DUSTR IAS

La cita, extensa por necesidad, ayuda a poner al- De hecho, se puede pensar que, además de ser
gunos temas en su sitio. En primer lugar, no se pue- permanentemente reconsiderado, el propio concep- to
de medir a todas las sociedades bajo los mismos de cultura quedará un día estrecho; al fin, ya quedó
términos y categorías de análisis, a riesgo de hacer éste definitivamente salvado de las dualidades a las
invisible la especificidad de lo social y culturalmen- que estuvo largamente sometido: hoy los que creen que
te diverso: Esto advierte sobre los centralismos de la se puede seguir ponderando las jerarquías ilus-
razón económica y de la razón política; la diversi- tradas35 están por lo menos descolocados. Pero aho-
dad cultural, en términos económicos, puede ser ra, tiene fuerza una mirada que, aunque también
reducida a modelos jerárquicos, razonables, pero sólo establece una nueva duplicidad en el campo analíti- co,
si se establecen bajo un referente abstracto y uni- libera a las culturas del dogal evolucionista y/o
versalmente válido. Esta pretenciosa colocación de positivista: la cultura, escribe O. Getino,
las cosas es idéntica a aquélla que subsume todos
los productos -incluidos los culturales- bajo el equi- Comporta además dimensiones tangibles, relati-
valente general del valor de mercado . vamente fáciles de analizar gracias a la lógica de
la economía y la estadística, e intangibles, que
En segundo lugar, y esto interesa de manera par- requieren de instrumentos de análisis más com-
ticular, sugiere que el trabajo no es una categoría plejos, por cuanto demandan enfoques sociales,
de validez ilimitada.34 El trabajo abstracto es el tra- psicosociales, antropológicos y culturales (. .. ) Una
bajo de aquél que concurre al mercado, desposeído dualidad de campos de estudio que obliga a cons-
y eventualmente desarraigado. truir nuevas herramientas de conocimiento." (Ge-
tino, 2004: 53)36
Por último, no toda producción humana está sig-
nada por la rentabilidad, como no todo trabajo de- berá El acercamiento interdisciplinario es, que duda cabe,
ser necesariamente productivo u orientado al mercado. la mayor fortaleza crítica y teórica para avanzar y
sistematizar la variedad de experiencias en curso; para
Lo dicho ha sido una y otra vez advertido por los contar, además con la capacidad de tender lazos y
pensadores que se acercan a las culturas desde la puentes -de ida y vuelta- entre las oportunidades y
economía o, desde hace más de una década, que estrategias locales de desarrollo humano y las articu-
replantean las economías desde las culturas. Hace laciones de políticas nacionales y regionales.
falta mayor imaginación económica para dar cuenta
de la extraordinaria densidad de la producción cul- Las actividades culturales, y sobre todo su orien-
tural, y hace falta un pensamiento nómade, politeís- tación industrial, son ya de valía y magnitud insepa-
ta y descentrador, como pide Martín-Barbero, para rables de la planificación de la economía social de
pensar que una socialidad compartida puede y debe Latinoamérica y de Bolivia en este espacio. Por ello
ser cada vez más resultado de proceso pleno de crea- gravitan también a nivel global. Lo que sí es necesa- rio
tividad -subjetiva y colectiva- y pleno en consumo es abrir esa mirada:
de la diversidad cultural -ma�erial e inmaterial- de
la riqueza social y del patrimonio natural. Existe una segunda variante de las relaciones en-
tre economía y cultura. Es aquella que muestra

34 Cualquier diccionario señala- ción: "El trabajo dignifica al hom-


. rá la sinonimia de trabajo con bre". 36 Aquí es pertinente citar -como chas de las teorías y enfoques del
lo hace Getino- a Stolovich: "Si pensamiento económico? En tal
"penalidad", "adeudo", "débito",
35 Alta-baja, tradicional-moder- estamos transitando hacia una sentido, la Cultura es un desafío
"cargo", "afán", "molestia", "ma-
na, bellas artes-artes populares, 'economía de la información' o para la Economía. Más aún, cabe
nipulación", "paliza", etc., ade-
etc. Se puede, por lo visto, espe- hacia una 'economía de la creati- plantearse si la Economía, como
más de otras impertinencias del
rar rebrotes dualistas todavíapor vidad', desplazando al viejo mun- ciencia, es capaz, por sí misma,
antropocentrismo, incluida aque-
un buen tiempo. do industrial de bienes tangibles de responder a estos desafíos."
lla que se inscribe en portales de
cárceles o campos de concentra- por la producción de intangibles (2004: 55)
¿no habrá que replantearse mu-

57

1
DIN ÁMIC A E.CONÓM ICA DE LA CU LTUR A EN BOL IVIA

las conexiones que hay en el fuerte sentido sim- prende así como preocupan sus derroteros. Si a la
bólico de la economía (. .. ), la presencia de la mirada, ya explicitada sobre la producción cultural, se
cultura en los proyectos económicos y de desa- la expande sobre la cartografía de los poderes
rrollo (que permiten hablar de la cultura como societales y de las configuraciones étnicas y comu-
dimensión y fin del desarrollo) y los contextos nitarias, y si esta misma mirada toma en cuenta la
culturales de las prácticas económicas que nos disponibilidad de lo político en la cultura y focaliza,
recuerdan, por ejemplo, que el consumo de bie- además, las tendencias axiales de los movimientos
nes económicos se lleva a cabo de manera sim- sociales, entonces se puede pensar no sólo en la
bólica y bajo fuertes criterios de sentido. " (Rey, necesidad, sino también en la idoneidad, de políti- cas
2004: 57) públicas orientadas en esta materia. Por ciertos
motivos, el análisis de lo político en las culturas re- cién
Si algo tiene en común la literatura sobre el tema, y empieza y, en este sentido, frente a cualquier reducción
sobre todo aquella impulsada por los estudios del CAB, económica, "la cultura se escapa entre sus laberintos
es esta doble dimensión de productos cultura- les. El simbólicos, por entre su volatilidad y sus borrosidades,
equipo de Economía y Cultura de este orga- nismo sintonizando con la sensibilidad en movimiento, con las
subregional establece un resumen útil: construcciones cognitivas que se desplazan, con los
paradigmas de conocimiento que cambian." (Rey, 2004
Las actividades culturales se caracterizan por te- : 57)
ner valores simbólicos, culturales y sociales, que
prevalecen sobre los valores de cambio y de uso. Quizá "la cultura" tuvo que hacerse industria para
A través de estas actividades se producen proce- permitir una visión más crítica sobre el mercado,
sos de pensamiento, imaginación y percepción para develar el imperio abstracto del valor y para
y, a la vez, se generan complejos procedimien- señalar una distorsión más bien deshumanizadora
tos de recepción, que son obviamente diferen- en los intercambios socialesY De hecho, las socie-
ciables, tanto de acuerdo a la naturaleza de las dades "originarias" e indígenas y su ulterior partici-
manifestaciones culturales, como de los actores pación "culposa" en el subdesarrollo, tuvieron que
que interactúan con ellas. Como lo han señalado sobrellevar los discursos de la ausencia: no tienen
insistentemente los estudios sobre consumo cul- esto, no tienen esto otro; no sólo les falta "ley y
tural, hay. una relación muy dinámica entre los rey", les falta la rueda, el arado, la moneda o el
procesos de producción de las industrias cultu- ahorro . Una vez liberadas de tales argucias, muchas
rales con los de la recepción y el uso social. Son sociedades no occidentales, ya percibidas en su com-
lugares de integración, producción de imagina- plejidad y en su diversidad cultural (que no deja de
rios sociales, conformación y de promoción de esperar un tratamiento digno y pluralista por parte
ciudadanía. (Álvarez, 2003) de los Estados), abren un nuevo espacio de desafíos
y provocaciones para repensar el desarrollo .
Plantearse ello en el caso boliviano, requiere co-
locarse en el escenario -ya descrito a grandes ras- Cuando pueda ser medida en su amplitud la par-
gos- en el que se juegan voluntades sociales y co- ticipación de las actividades culturales en la econo- mía
lectivas diversas, no siempre con orientaciones co- boliviana en las cuentas nacionales y en el PIB, es
munes y de intereses convergentes. Sin embargo, la deseable que la noción de riqueza social cambie
conjunción de elementos que caracterizan a este país, rápidamente; mucho más si se incluye la biodiversi-
que son de una aguda singularidad, a la vez sor- dad como patrimonio. En la generación de esta ri-

37 En el Capítulo II se estructura to campo de las actividades cul- social que trascienda la escato-
un cuerpo conceptual adecuado turales que, para el caso bolivia- logía mercantil.
para el análisis -todavía provi- no, tienen significado en lo
sional, ya se dijo- de algunas de político y que pueden, además,
las industrias culturales del vas- ser parte de de una economía

58

1
CAPI TULO 1 : APROXIM ACIÓN PARA UN DIAGN ÓSTICO DE LAS CU LTURAS COMO ACTI VIDADES Y COMO IN DUS TR IAS

queza pesará, de modo gravitante, el lugar de las trialización . Y más cuando la expansión de las in-
pertenencias, los saberes y los haceres culturales. Por dustrias culturales y de sus mercados ha transforma-
cierto, hoy el repaso de los instrumentos analí- ticos . do el estatus de los patrimonios y las creaciones
tiene un signo propiciador; la Unesco, cuyos criterios - que mueven riquezas a gran escala.38 En la impor-
de valía internacional- son importantes, establece que tancia que se le dé a esta actitud se juega -ni más ni
menos- la consistencia y el - futuro de muchos gru-
La locución 'expresiones culturales' comprende pos, naciones y países. Para la existencia de un nuevo
tanto la noción de 'contenidos culturales' como Estado pluricultural se necesita una reconfiguración
la de 'expresiones artísticas' y designa las distin- de fondo, parece de más decirlo; un Estado pluri-
tas formas en que los bienes, servicios y activi- cultural se define de abajo hacia arriba; en él, en
dades culturales pueden comunicar significados cuanto Bolivia y otros países puedan darse esta dig-
simbólicos o transmitir valores culturales. El 'con- na colocación en el mundo, la oralidad y la multi-
tenido cultural' de esos bienes, servicios y activi- medialidad apropiada, la riqueza con la dimensión
dades se refiere a la expresión cultural que ema- de la equidad, el ejercicio de los poderes sociales
na de un trabajo creativo o una creación estética. sin rastro de servidumbre voluntaria, serán sus for-
(Unesco, 2004 : 4) talezas de competencia en los contextos regionales
y mundiales.
De estos principios se recupera también el des-
plazamiento de la colocación del "trabajo" hacia su 4. 1. De la oralidad a la multimedialidad
expresión más humana y socialmente valiosa; pero sólo
si éste es también el proceso de la generación de Pronto habrá que saber cuánto de las hibridaciones
conocimientos, del saber, de narrar, contar y en- · en los usos de los medios, gracias a la fuerte pre-
señar, más allá de cualquier pedagogía escolariza- da. sencia de la oralidad, es lo que lleva a que haya
Se trata de las altas construcciones: los conteni- dos menor afición por la lectura. La comunicación oral -
simbólicos, el imaginario colectivo, la plurali- dad de las como un atributo y no como una "carga" o lastre- es
prospectivas sociales de desarrollo mate- una base sin la que la socialidad, hasta hoy, sería
rial e inmaterial y de las formas de representación poco posible en Bolivia. La oralidad, se puede de-
(incluida la política) no enajenadas de la socialidad cir, atraviesa y define buena parte de la eficacia de
diversa. los medios, queda bien demostrada en su "populari-
dad", sobre todo en lo que se refiere a la radio y a la
Asimismo, el modo dialógico y comunicacional en televisión. Los espacios "abiertos" y una apropia-
el que se autoconstruyan y se afirmen. hoy las ción comunitaria de los mismos es parte de la colo-
culturas, marcará la superación de su mera indus- cación de éstas en el espacio cultural en Bolivia, así
como lo es también la distancia de esta experiencia

38 Aunque Zallo no se libra de trabajo que hacen muy difícil la gen (artesanado del arte, múlti- zada por un capital que, como
las definiciones jerárquicas, pa- elevación de los niveles de pro- ples, videoarte. . .) (Huet 1978). La en el resto de actividades indus-
rece importante la distinción ductividad, dada la imposibilidad cultura independiente, delimita- triales, busca reproducir y am-
que se establece a continuación: de aplicación de modos de pro- da por la búsqueda de una efi- pliar su valor, estructurando, por
"Dentro del análisis económico ducción industriales. Lo que sí cacia estrictamente estética, tanto, procesos de trabajo y pro-
de la comunicación y la cultu- cabe es la reducción de costes ideológica o política (prensa de ducción industriales y capitalis-
ra, las áreas de interés para la en ciertos capítulos, pero habi- partidos , fanzines, radios li- tas en función de sus necesidades
. economía de la comunicación tualmente a costa de algunas bres, ... ), más allá de una renta� de valorización, aunque ajustán-
y la cultura son las siguientes: calidades tradicionales; la cultu- bilidad económica, incorporando dose a las particularidades del
la cultura tradicional, que en- ra artesanal, diferenciada de la modos de trabajo y estructuras tipo de producción que exige la
globaría actividades tales como anterior por la existencia de un organizativas totalmente especí- oferta cultural. De todas ellas la
el arte de caballete (pintura, es- cierto grado, aunque limitado, de ficas, a pesar de que puedan uti- cultura industrializada constitu-
cultura. . .) o parte del espectá- reproducción en la obra cultu- lizar tecnologías avanzadas (TV ye la parcela más importante para
culo en vivo (teatro, danza, ral; esta limitación viene impues- comunitaria, bases de datos al- el análisis económico, inscrita
conciertos. . .) y caracterizadas - ta por la propia naturaleza de los ternativas), y finalmente y de como está en la expansión ge-
por la irreproducibilidad del medios de producción utilizados modo dominante, la cultura in- neral de la economía mercantil."
producto y por unas formas de o por el mercado al que se diri- dustrializada, guiada y organi- (1992: 17-19)

59

1
DIN ÁMICA ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

con las implantaciones del poder mediático, en las do. Y los medios son, a la vez, cuestionados e inter-
pocas pero poderosas redes de medios, vinculadas a venidos, en la búsqueda de protagonismo o de un
sectores político-económicos en ejercicio de la actual equilibrio informativo; juegan un rol ya conocido,
hegemonía, de una articulación conflictiva de élites, pero que no dejan de ser relativizados: los medios
ligadas entre sí por el miedo a la pérdida del control. no agotan el campo de la comunicación, y las cultu-
ras, como colectividades de opinión y de produc- ción
Por otra parte, una educación intercultural y bi- de significados, encuentran los mecanismos
lingüe no es pensable sin un fuerte uso de · la orali- necesarios para complementar y reordenar el espa- cio
dad. Y, por supuesto, el "desmedro" que ello causa comunicacional.
en la lecto-escritura tendrá que ser superado con
fuertes dosis de· imaginación pedagógica. En todo caso el éxito de la radio y, muy acelera-
damente, el de la televisión, dan cuenta del paso,
Bolivia, por los retos de su viabilidad real, debe antes mencionado, de la oralidad a la multimediali-
contar con estudios y cuantificaciones de todos los dad audiovisual; son preferencias culturales y una
sectores de las actividades culturales; éstos deben ser no se entiende sin la otra. La televisión, por ejem-
resultados elaborados en las propias regiones y a partir plo, tiene una historia particular: una vez abiertas
de las determinaciones y definiciones de las próxi- las frecuencias a la licitación pública (80's) se cua-
mas· autonomías.39 Bien entendidas, las autonomías druplican en pocos años las emisoras privadas en el
son el lugar privilegiado para una fuerte redefinición país; pero en las ciudades y pueblos intermedios
de las culturas, que intervendrán -y sería absurdo no proliferan las parabólicas y las pequeñas emisoras
hacerlo- en la construcción-constitución de un país locales. Se dice que hay más de doscientas peque-
otro. El Estado pluricultural, ahora en la cimentación ñas emisoras; se piratean señales fronterizas , y Boli-
de sus posibles principios, de llegar a un deseado via es el país latinoamericano con más pluralidad
buen puerto, habrá de ser sólido en afirmaciones fronteriza: a las fronteras internas se suman las ex-
culturales, debe comprender la relevancia de la in- ternas (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú).
tercomunicación cultural; ¿se sabe esto?, Áqué bue- Para los que piensan que la diversidad es una ven-
no!, ¿qué mejor momento para ello? Si las autonomías taja -potencial y real- estos trazos son un verdadero
devienen verdaderos hechos históricos, son ellas, y desafío. La geografía político-territorial nunca "deli-
justamente ellas, donde habrá que debatir y definir la mitó" los espacios culturales y comunicacionales ni,
autodeterminación de lo político-cultural. menos hoy, los mediáticos. Crece la producción lo-
cal, aunque se multiplique el impacto y la llegada
Los grandes acontecimientos sociales de hoy - de medios privados, redes que nutren un poder co-
bloqueos, movilizaciones, concentraciones y confron- municacional ajeno. Esto tiene un peso concreto
taciones- están acompañados, además de por las en el campo informativo, pero reconfigura también
escenificaciones protagonizadas por los actores en la fuerza -o la disponibilidad y la vulnerabilidad-
un renovado reparto, por una poderosa dosis de de las culturas en la primacía de las mediaciones
dramatización mediática. Regiones y grupos socia- audiovisuales. En esta orientación, la producción
les, élites, movimientos comunitarios y pueblos in- radial y audiovisual se abre a una plenitud de expe-
dígenas, juntas vecinales y asociaciones ciudadanas riencias, cuya historia no debería dejar de alimentar
combaten por su buena colocación en este escena- una fuerte alteridad en el uso de los medios y nutrir
rio que nos devuelve la imagen de un país tranca- los combates por una presencia diferenciada en el
campo de la comunicación.

39 Las tareas se cruzan con los nomías son espacios de lo polí- les, construyan el país en deve- a favor de las modalidades de la
acontecimientos, y cualquier vie- tico-cultural-dialogal, ahora más nir y le otorguen cartas de re- democracia directa que hoy se
ja o nueva institucionalidad debe en ello que en cualquier otro lu- fundación sobre la base de debaten.
asumir lo que vendrá, y en el gar, para que los ciudadanos de voluntades pactadas. Es de esti-
mejor de los casos intervenir en este país, en igualdad de condi- mar que las poblaciones, muy
estos acontecimientos. Las auto- ciones culturales, étnicas y socia- por encima de una mitad, están

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1
CAPITULO 1 : APRO XI MA CIÓN PARA UN D i AGNÓSTICO DE LAS CULTURAS COMO AC TIVI DADES Y COMO IND US TR IAS

En este campo, en el que la diversidad se ha he- de un ampliado paisaje de nuevos mestizajes y por lo
cho poco menos que ineludible , los. medios preten- tanto una ampliada gama de opciones identitarias
den dar cuenta de ello, desde diferentes perspecti- sobrepuestas. Al mismo tiempo, las identidades ét-
vas , con un "sensible" propósito : pacificar o neutra- nicas, antes exclusivamente rurales, se manifiestan en
lizar la pluralidad en aras de la unidad del país. To- redes y condensaciones culturales urbanas. Las
dos hablan de ello y cunden mensajes e imágenes identidades étnicas-indígenas son ahora urbanas.
que, con tanta ingenuidad como pueden tener las
buenas intenciones, reconocen la diversidad al mis- Es suficiente un vistazo a los canales de la televi-
mo tiempo que la neutralizan . Uno de los procedi- sión comercial para darse cuenta que éstos, y los
mientos es el de la "folclorización" del otro. Esto se medios en general, son a la vez un espacio vario-
hace cuando no se pueden resolver las cosas en el pinto de intervenciones y posiciones culturales. El
plano de lo real, con todas las consecuencias que "media centrismo" ha empezado a entrar en crisis y
significa poner la cuestión en lo político. es que, precisamente, las culturas excluidas y los
movimientos sociales están retomando el contacto
De hecho, y en varios planos, la presencia de la interpersonal, están tomando las calles y hasta con-
diversidad ha sido, en los últimos años contunden- dicionando las agendas mediáticas con sus acciones
te: los medios y los poderes institucionalizados ca- y presencia . A esto se suma una nueva construcción
recen ya de los métodos y comportamientos que identitaria por parte de los jóvenes,40 la única mayo-
antes lograban invisibilizar la multiplicidad dividida ría estadística y política que opera bajo una espe-
y dispar; tanto en las grandes concentraciones festi- ranza compartida. La expectativa de su participación
vas y rituales -que, como el "Gran Poder" en La ciudadana varía en agudas oscilaciones, pero la crea-
Paz, son verdaderas ocupaciones simbólicas de las tividad cultural e intercultural se aviva: se entiende,
ciudades, o en el mismo Parlamento nacional, Mi- al fin, que la interculturalidad es propia en la prác-
nisterios de Estado, Alcaldías y Concejos Municipa- tica y en la cotidianeidad de los pueblos indígenas,
les- las presencias indígena y étnica se hacen reali- y los operadores culturales urbanos proponen pro-
dad. Los contenidos de los mensajes se desplazan, cesos que suponen que sobre todo ellos, las clases
con variantes, hacia una tácita aceptación: al pare- medias y las élites urbanas se conviertan en parte de
cer, se confía que los vericuetos y las manipulacio- una interculturalidad preexistente.
nes de la "representación" en la política se encargue
de anular la capacidad de tales presencias; una suerte 4.2. Industrias Culturales: tecnologías,
de trueque: jóvenes de la burguesía se disfrazan y miedos, y fascinaciones
participan en las festividades mestizas e indígenas
de las ciudades, a la vez que representantes de los Existe una progresión graduada y matizada de acer-
pueblos y etnias acceden a las curules parlamenta- camientos conceptuales a las industrias culturales en
rias que hasta hace poco tenían sólidos candados Latinoamérica; todos parecen interesados en el tema:
raciales. El sistema de las exclusiones, de ida y vuel- intelectuales, Estados, sectores empresaria- les,
ta, se reacomoda y se hace inclusivo y flexible, pues agencias de cooperación, organismos multila- terales.
los Otros son ahora susceptibles de complicidades y Las definiciones, presentes en casi cada texto de una
mediaciones, cuyas reglas, por seguro, ya no co- ya extensa bibliografía, inclinan sus prefe- rencias
rresponden a los tiempos de las contradicciones so- teóricas y acentúan combinaciones preci- sas para dar
ciales, políticas y económicas. Las migraciones iden- cuenta de realidades específicas, y las relaciones de
titarias multiplican las alianzas y las confrontaciones éstas con los contextos regionales y

40 En febrero de 2003, decenas Sánchez de Lazada. Se quemaron cabellada movilización pandille- eran actos propiciatorios de los
de miles de jóvenes, en la ciu- símbolos y reparticiones burocrá- ra. Los medios se encargaron de cambios que se condensarían en
dad de La Paz, protagonizaron ticas del Estado; se tildó precipi- cargar este sentido, pero los jó- octubre del mismo año, que tras-
la necesaria respuesta a una de tadamente a los sucesos como venes y las poblaciones saben trocó al propio gobierno.
las crisis gubernamentales de vandálicos, propios de una des- que las cosas van por otro lado:

61

1
DI NÁMICA ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

mundiales. Es un campo nutrido y fértil para el pen- La querella entre el valor de uso y el valor de cam-
samiento transformador y pueden, según los Esta- dos, bio, por una parte, está superada por la instauración
resultar políticas públicas, en una concentra- ción más del valor simbólico de los bienes culturales;41 por otra,
o menos lúcida, relacionada con las cul- turas. El modo la demanda generalizada de no reducir el producto
en que se incorpore a las propias culturas en este cultural a mercancía ha vencido, superándolo, al car-
proceso puede determinar la orien- tación de una gado sentimiento de nostalgia frente a la reproduc-
propuesta: el control social sobre las actividades ción -industrial- de "la" obra de arte o del bien cul-
culturales otorga la preeminencia de lo político sobre el tural. Las propias pericias creativas, en complicidad
uso utilitario y mercantil de un grupo de estas con las nuevas tecnologías, han desplazado el senti-
actividades devenidas regionalmen- te industrias do mismo de la obra y de la creatividad: la coloca-
culturales. ción cultural de la obra puede variar, y sí hay cosas
nuevas bajo el sol. Lo que no cambia, o se ha hecho
Las definiciones de las industrias culturales -y más bien extensivo es la tendencia envolvente del
sus cuerpos conceptuales- oscilan, no sin determi- lucro, movimiento disolvente de la diversidad. Es por
nación y coherencia, según el lugar en que se ins- ello, y por el señorío de la razón, que es difícil relati-
talen en el desarrollo de determinadas industrias vizar o desplazar el peso sedimentado de lo econó-
en el campo de las actividades culturales; depen- mico en el análisis culturalY Hay una arqueología
de, además, de la determinación, la presencia y la conceptual necesaria: antes, la mirada, que se man-
capacidad de las culturas, en tanto poderes, de tuvo desde los "clásicos" del XIX hasta los doctos del
definir e intervenir en los propios procesos consti- siglo pasado, descalificaba de canto a cualquier obra
tutivos de las políticas y en el transcurso de las que no fuera portadora de valor, es decir de trabajo
industrias . P ero se tiene la claridad suficiente para abstracto. A. Smith decía que la
saber que las industrias culturales, como tales, pue-
den instaurarse, como lo hicieron históricamente, ... consideración que merecen otras muchas pro-
usando la inserción potencial y real de las culturas fesiones, tanto dé las más importantes y graves
al mercado . La radio , la prensa, el libro, la televi- como de las más inútiles y frívolas : los juriscon-
sión, los soportes musicales y multimediales son la sultos, los médicos, los literatos de toda especie,
cara agresiva, de inserción en las sutilezas de los clase muy iinportante y muy honrada; y los bufo-
modos de recepción y reacción, el rostro ajeno y nes, jugueteros, músicos, operistas, baJlarines,
simultáneamente la imagen apropiada de la pro- comediantes, etc., que son de una ínfima jerar-
ducción cultural racionalizada. quía (. ..) porque perece en el momento mismo

41 En el trabajo de Colombia, rritorio de la antropología, lue- el trabajo chileno, una tácita investigación se ha utilizado la
impulsado por el CAB se dice: go compartido con el psicoaná- asunción de la limitación del categoría operativa de activida-
"Al hablar de sector cultural no lisis y con las temprana s concepto de industrias cultura- des económicas características de
nos estamos refiriendo al la cul- orientaciones estructuralistas del les como unidad teórica capaz la cultura 1 (AECC), que corres-
tura en un sentido antropológi- análisis comunicacional. de dar cuenta de la globalidad ponden a aquellas actividades
co am pli o, sino a unas de las actividades culturales (y, económicas que formarían parte
42 Con el riesgo que tiene cual-
actividades con unas caracterís- por tanto, de lo que éstas tienen del 'sector cultural..." (CAB, 2003:
quier descontextualización, se
ticas particulares, entre las que en común). A su vez, hay que 23), lo cual, además, lleva a tra-
pueden citar los trabajos de Co-
se resalta por ahora que su valor tener en cuenta que el trabajo tar con sumo cuidado la idea de
lombia y de Chile. En el prime-
simbólico prevalece sobre sus chileno responde a una visión sector cultural manejada en el
ro, la cultura es pensada como
valores de uso y de cambio. que privilegia lo económico en estudio. Sería interesante, por
"conjunto de actividades", por lo
Ejemplos de estas actividades son la cultura y no al revés, que es ejemplo y en relación con el pri-
que el sector cultural es enten-
los libros, los discos, los eventos lo que interesa poner sobre el mer problema, trabajar en la ca-
dido como la suma de los distin-
culturales, los museos, las obras ' tapete, por lo menos para enten- tegoría de actividades culturales
de arte, el cine, la televisión, la tos subsectores de la cultura,
der las posibilidades analíticas y caracteristicas de la economía
incluidos los propios de las in-
radio, etc." (CAB, 2003c: 7) Hay, estratégicas para Bolivia. Mues- (ACCE), lo cual no es sencilla-
dustrias culturales (prensa, tele-
de cualquier manera, una fuerte tra de ese posible "economicis- mente el revés del guante.
vis i ón, radio, c ine, li br os , .
dosis de antropología en casi mo", como oriehtación y opción,
revistas, música y video). Por
cualquier tratamiento de lo "sim- es la cita que sigue: " ... en esta
ello, existe, en coincidencia con
bóli c o"; ha sido siempre un te-

62

1
CAPiTULO 1 : APROXIMACIÓ N PARA UN DIAGNÓ STIC O DE LAS CU LTU RAS COMO ACTIVIDA DES Y COMO IND USTR IA S

de su producción, como la declamación de un vida económica, que genera empleos, que paga
actor, la arenga de un orador o el tono de un impuestos, que contribuye a la balanza de pa-
cantante. (1978: 362)43 gos, quizá con la esperanza secreta de que las
autoridades aumenten los presupuestos del sec-
Hoy, en cambio, tor. El arte y la cultura aparecen subordinados a
la meta que importa a los políticos: la buena sa-
El coqueteo entre todos los que participan en la lud de la economía y, un poco a contrapelo de
actividad económica de la cultura (. .. ) redunda los que denuncian la subordinación de la cultura
en provecho de nuestras sociedades civiles. To- a los imperativos económicos, este argumento
dos tuvimos que aprender a pensar de manera justifica la idea de que hay que medir el valor de
diferente: los sacrosantos representantes de la la cultura en buena parte en términos de su fun-
cultura, los servidores del Estado y los sabuesos ción económica. (CAB, 2001b: 46)44
de la ganancia fácil . (Van Weringh, 2004 : 122)
Parece realmente difícil librarse de la contunden- cia
Esto último es relevante, pues hasta hace real- que tienen los imperativos económicos, y el aná- lisis
mente muy poco tiempo las relaciones de la econo- de las actividades culturales para ser razonable- mente
mía y las culturas, es decir, la importancia de la pro- cuantificadas y medidas en su manifestación como
ducción cultural, no podía ser planteada sin caer industrias, aparecen atrapadas en esta cogni- ción. En
en apreciaciones tan cultas como banales. Hay en ello realidad, no se trata de librarse de tales exigencias
varios trasfondos; uno, cuya exposición es im- sino de ponerlas hoy en su lugar.
prescindible, lo describe O. Getino:
Lo que interesa, en el contexto boliviano, es su-
... [el capitalismo] amplió la rentabilidad tradicio- perar un acercamiento docto y limitativo, que en-
nal obtenida del tiempo de trabajo de las perso- cierra siempre reducciones que hacen imposible
nas y lo extendió al tiempo del ocio o tiempo pensar una realidad diversa en el espacio de la pro-
libre, que es donde operan principalmente las ducción cultural . Para avanzar en este cometido,
actividades, los servicios y las industrias cultura-
les. Lo cual pudo permitirle aceptar una reduc- ... necesitamos pensar las industrias culturales ali-
ción de las horas de trabajo, siempre y cuando viadas del 'peso de la gravedad causal', esto de
aprovechara, simultáneamente, las horas libres, 'su remisión en cadena a las totalidades', para
que, en realidad, ya no serían tales. (2004: 51) concebirlas más bien como lugares de condensa-
ción e interacción de redes culturales múltiples,
Y el mismo autor complementa la idea citando a de entrecruzamiento de diferentes espacios de la
Melo: producción soda!, conformadas por dispositivos
complejos que no son de orden meramente tec-
Los funcionarios culturales, internacionales y na- nológico, mercantil o político, y en las que pe-
cionales han encontrado de interés preguntarse san menos las filiaciones que las alianzas, las
por el peso de la cultura dentro de la actividad pesadas máquinas de la fabricación que las si-
económica. El motivo parece ·ser no tanto analíti- nuosas trayectorias de la circulación y donde las
co como pragmático: mostrar a los gobiernos que estratagemas de la apropiación debes ser tenidas
la cultura desempeña un papel importante en la en cuenta tanto como las lógicas de la propie-

43 G. Rey también se refiere a les consideraciones, como el cipales de expresión y diálogo concentración y a la imposición
este autor, con seria ironía, cuan- BID, declaran que "las Industrias entre las culturas. Sin embargo, de un modelo vehiculado por la
do revela su concepción de las Culturales tienen una función hoy en día, estas empresas de mundialización de los intercam-
profesiones "sinuosas" (2004: 56). fundamental en la creación de Europa y Latinoamérica ven ame- bios. . . " .
los imaginarios individuales y en nazada su independencia y la
44 Cabe destacar que hoy, orga-
las identidades colectivas y cons- capacidad de reforzar su posi-
nismos que hasta hace poco eran
tituyen uno de los vectores prin- ción, debido al proceso de la
poco menos que inmunes a ta-

63

1
DIN ÁMIC A ECONÓMICA DE LA CULTURA EN BOLIVIA

dad. Es una compleja reorganización de la hege- vidades culturales son generadoras de riqueza, rea-
monía la que materializan hoy las industrias cul- lidad que a nivel mundial no ha cesado de crecer.45
turales, lo que nos está exigiendo concebirlas
como dispositivos clave en la construcción de En Bolivia, las industrias culturales son hoy una
las identidades colectivas, esto es, de los proce- parte pequeña, aunque de amplificada repercusión,
sos de diferenciación y reconocimiento de los de una extensa gama de estas actividades. Los acer-
sujetos que conforman las diversas agrupaciones camientos transitorios que se efectúan en los siguien-
sociales (. . .) De lo que ese nuevo modo de pen- tes acápites,46 las cuantificaciones sobre algunos sec-
sar la identidad está hablando es de la crisis de tores, dan la medida, aún incompleta, de una reali-
las monoidentidades, y la emergencia de multi- dad cuya orientación nos señala que en este país las
culturalidades que desbordan, por arriba y por industrias culturales, en un sentido estricto aunque
abajo, tanto lo étnico como lo nacional. Las glo- por cierto restringido,47 son básicamente de repro-
balizaciones económica y tecnológica disminu- ducción; hay escasa producción industrializada pro-
yen la importancia de lo territorial, devaluando pia, que se realiza en el territorio boliviano, y la
los referentes tradicionales de la identidad. Con- exportación es prácticamente nula. Todo ello, sin
tradictoria y complementariamente, las culturas embargo, ocurre en un espacio plagado de activida-
locales y regionales se revalorizan exigiendo cada des culturales, pleno en la producción e intercam-
día una mayor autodeterminación, que es el de- bio sociales de las culturas que, para el caso, no nos
recho a contar en las decisiones económicas y remiten en sentido estricto a su modalidad indus-
políticas y a crear sus propias imágenes. El ac- trial. Pero el concepto de industrias no agota, ni
tual 'malestar en lo nacional' responde a unas mucho menos, el de actividades culturales, y es im-
dinámicas de la economía y la cultura-mundo que portante subrayar esto para el caso que nos ocupa.
movilizan no sólo la heterogeneidad de los gru- Los trabajos futuros habrán de complementar la vi-
pos y su readecuación a las presiones de lo glo- sibilidad de las culturas en un territorio en el que se
bal, sino la coexistencia de códigos muy diver- desatan intensos procesos de creación, en una mul-
sos al interior de un mismo grupo, conmocio- tiplicidad de campos, que deben ser reinscritos en
nando la experiencia que hasta ahora teníamos un horizonte que sencillamente tiene que desafiar y
de identidad. (Garretón, 2002: 298) conmover los procesos sustantivos de esta sociedad.

Lo dicho nos abre a otra dimensión, trasvasa y Por otra parte, las industrias culturales, por su
decanta lo necesario para ir más allá, al lugar donde se especificidad productiva (secuenciada, seriada, etc.)
puede liberar a las culturas del dogal de la razón están fundamentalmente orientadas a su realización
económica y, al mismo tiempo, señalar con claridad su en el mercado y en el circuito mediáticos. Pero las
importancia estratégica en la construcción de un culturas, en sociedades como ésta, le causan ano-
desarrollo consecuente con esta sociedad. Las acti- malías al mercado y, como fue expresado, relativi-

45 O. Getino, resume los volú- se espera alcance el 50% en bienes y servicios culturales fija- basados en contenidos intangi-
menes en juego: "Según la UNES- 2004. (2004: 51) dos sobre soportes tangibles o bles de carácter cultural general-
CO, en 2000, la facturación de electrónicos. En cada uno de los mente protegidos por el derecho
46 Ver el Capítulo 11 de este tra-
las industrias culturales era de subsectores que constituyen es- de autor" (Identidad cultural-
bajo.
831.000 millones y en 2005, 1,3 tas industrias culturales existen foro: 27). Por último, "Entende-
billones, lo que supone un cre- 47 Vale aquí, a guisa de ejem- desde pequeñas empresas hasta mos por industria cultural todo
cimiento de 7,2 anual (...) Si a plo, algunas de las muchas con- grandes conglomerados". (Im- el sector de bienes y servicios
ello se suma la facturación de las ceptualizaciones contenidas en pacto económico de las indus- culturales que son producidos,
llamadas Nuevas Tecnologías de algunos de los tratamientos más trias culturales en Colombia, pág. reproducidos, conservados o di-
Información y Comunicación importantes sobre el tema: "Las 21). Otra descripción señala: "Las fundidos en serie y aplicando
(NTCI) -recursos cada vez más industrias culturales son aquéllas industrias culturales han sido una estrategia de tipo económi-
interrelacionados con la cultura que reproducen a escala indus- defirlidas como aquéllas 'que re- co." (Garretón, 2003: 169-170)
y el entretenimiento- la cifra as- trial, utilizan como materia pri- presentan sectores que conjugan
cendió en el año 2000 a 2,1 bi- ma creaciones protegidas por creación, producción y comercia-
llones, con un crecimiento que derechos de autor y producen lización de bienes y servicios

64
CAPITULO 1 : APROXIMA CIÓN PA RA UN DIAGNÓSTICO DE LAS CU LTU RAS COMO ACT IVI DADES Y COMO IN DUS TR IAS

zan la impunidad de los medios por su propia inter- a. Son resultado del trabajo humano (industrial,
vención; habrá que tomar en cuenta no sólo la pro- artístico o artesanal) y su producción exige el
liferación de la "informalidad" y la "piratería" , sino ejercicio de la creatividad humana;
también cuánto la diversidad usa e invade el merca- b. Expresan o transmiten un determinado signi-
do para la reproducción cultural en lo intangible, ficado simbólico, que los dota de un valor o
para ritos y ceremonias, festividades y fiestas, etc. significación culturales distintos de todo valor
comercial que pudieran poseer;
Qué es lo que no puede hacer el mercado por c. Generan, o pueden generar, una propiedad
más eficaz que sea su simulacro. El mercado no intelectual, independientemente de que estén
puede sedimentar tradiciones ya que todo lo que o no protegidos actualmente por la legislación
produce 'se evapora en el aire' dada su tenden- existente en materia de propiedad intelectual.
·
cia estructural a una obsolescencia acelerada y (Unesco, 2004: 4-5)48
generalizada, no sólo de las cosas sino también
de las formas y de las instituciones. (. . .) El mer- Y se contrae o delimita: en Bolivia la expansión
cado no puede engendrar innovación social pues mediática es importante, sin duda; pero la fascina- ción
ésta presupone diferencias y solidaridades no que produce se reduce al video-política y al
funcionales, resistencias y disidencias, mientras espectáculo comercial centrado en las redes priva-
que el mercado busca trabajar únicamente con das de la televisión. Ni los medios ni la mediación
rentabilidades. (Martín-Barbero, 2003: xv-xv) tecnológica agotan la densidad de las culturas; tra- tan
de intervenirlas, es cierto, y sus logros pueden ser
El horizonte de las actividades culturales en Boli- relevantes pero serán siempre parciales. En esta
via se amplía y se contrae, según la capacidad de contracción, por ejemplo, la televisión, como apun- ta
ubicación que se tenga. Se amplía si se extiende la Martín-Barbero,
percepción al campo de los bienes y servicios que
se consignan en el campo o sector cultural. La Unesco Le exige a la política negociar las formas de su
entiende por éstos todas las actividades mediación porque, como ningún otro, ese medio
le da acceso al eje de la mirada (E. Verón) desde
Que encarnan u originan expresiones culturales el que la política no sólo puede penetrar el espa-
y poseen las siguientes características: cio doméstico sino reintroducir en su discurso la

48 Más adelante, en el mismo do- pantomima, artes callejeras, etc.); y accesorios, muebles, decora- derechos, licencias y cesión de
cumento, se establece una "lista infraestructuras de las artes es- ción de interiores; objetos de derechos.
no exhaustiva de los mismos", cénicas (salas de conciertos, tea- diseño; servicios arquitectónicos, - Patrimonio cultural: antigüeda-
que se transcribe por su perti- tros, carpas, etc.); servicios de servicios de producción, distri- des, objetos de colección, servi-
nencia inclusiva: producción, difusión, explota- bución y promoción de la arte- cios de museos, servicio de
"- Edición, impresión y literatu- · ción y promoción de la música sanía y el diseño, etc. archivos (documentos, grabacio-
ra: libros, diarios, publicaciones y de las artes del espectáculo; - Productos audiovisuales y nue- nes de expresiones del patrimo-
periódicas, otros impresos, libros derechos, licencias y cesión de vos medios de comunicación: nio cultural inmaterial, etc.),
electrónicos, revistas electróni- derechos. películas, videogramas, progra- servicios de conservación de si-
cas, etc.; servicios de edición, dis- - Artes visuales: pintura (cuadro, mas de radio y televisión, pro- tios y monumentos históricos;
tribución, difusión y promoción dibujo, grabado), escultura, fo- gramas informáticos de servicios dedicados a la salva-
de estos; servicios de las biblio- tografía, fotograbado, videoarte, entretenimiento (videojuegos, guardia y transmisión de ritua-
tecas, etc.; derechos, licencias y infografía, artes gráficas, imagi- programas educativos, etc.), si- les, narraciones, cuentos, etc.
cesión de derechos. nería digital; servicios de produc- tios Internet de creación, reali- - Actividades culturales: equipos
- Música y artes del espectáculo: ción, difusión, promoción y dad virtual, difusión audiovisual socioculturales, vida asociativa y
1
grabaciones sonoras, instrumen- exposición de las artes visuales; de banda ancha (videostraming), comunitaria, servicios recreativos
tos de música, composición y derechos, licencias y cesión de etc; servicios de radiotelevisión, y deportivos, juegos, culturas cu-
edición musicales, etc.; festiva- derechos. seliVicios de radiodifusión, ser- linarias e indumentarias, turismo
les, conciertos, teatro y espectá- - Artesanía, diseño y arquitectu- vicios de producción, distribu- cultural, etc." (Unesco, 2004: 5-7)
cul os , danza, arte lírico, ra: cerámica, tejido, bordado, ción, explotación y promoción
orquestas, cantos, otras artes del cestería, vidrio, joyería, cuero, de películas, videogramas y pro-
espectáculo (circo, marionetas, madera, herrería, metales, ropa gramas de radio y televisión;

65

1
DINÁM ICA ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

corporeidad, la gestualidad, esto es la materiali- más aliento, de mayores inclusiones creativa e imagi-
dad significante de que está hecha la interacción nativa, de una formulación que sea finalmente resul-
social cotidiana (. . .) más que sustituir la media- tado de amplias coincidencias entre la fuerza de las
ción televisiva o radial ha entrado a constituir, a culturas y la capacidad articuladora del Estado.
hacer parte de la trama de los discursos y de la
acción política (. . .) pues esa mediación es social- Lo que sigue, pues, son pasos necesarios para abrir
mente productiva, y lo que ella produce es la este camino. No se puede agotar, en estos pri- meros
densificación de las dimensiones rituales y tea- apuntes e indicadores, una realidad cultural que
trales de la política. (2003: 64) desborda cualquier corte, que desafía cualquier sesgo
analítico, que obliga a no detenerse en cual- quier
Por todo ello, entonces, las políticas en materia de limitación circunstancial y a prever una cons- trucción
industrias culturales deben ser parte de estrategias de sin límites ni restricciones obligadas.

66
CAP Í TULO 1 1
DE LAS IN DUSTRI AS A LAS ACTIVI DADES CULTURALES:
LOS CONCEPTOS, LAS N ORMAS Y LA INCIDENCIA DE LOS
SECTORES CULTURALES EN LA ECONOMÍA B OLIVIAN A

Erick Tarrico V.
Alejandra Baldivia R.
Parte 1: Marco conceptual que le restaba relevancia económica a la par que
política. En otras palabras, la cultura era considera- da
Aunque, como ya quedó establecido, el abordaje del ajena a las dimensiones laboral y comercial y sólo en la
espacio cultural en Bolivia requiere de una visión perspectiva de Marx implicaba · un papel político igual
compleja dado el carácter polifónico que constituye al que le era atribuido a la ideología: el
la realidad y las prácticas del país, las cuales com- enmascaramiento de la realidad.
prenden no sólo actividades vinculadas a los proce-
sos ·del mercado sino otras que los desbordan en Fue entonces, con el artículo de Max Horkheimer
dinámica y hasta en significación económica, la y Theodor Adorno,49 que comenzó a configurarse
aproximación que se presenta acá se restringe al una nueva comprensión de la cultura fundada en el
ámbito de las definidas como industrias culturales reconocimiento de la importancia que la producción
y en particular a aquéllas acerca de las cuales fue y la distribución cultural masivas estaban adquirien-
posible obtener o generar información. do -sobre todo gracias al perfeccionamiento de los
medios tecnológicos de difusión- para el mundo de
Inicialmente, entonces, se traza en esta parte un los negocios en términos de generación de inter-
transcurso conceptual respecto de las industrias, el cambios, ingresos y empleo.
consumo, los equipamientos y la piratería culturales
que permite luego efectuar el citado acercamiento. 1.1. La cultura va al mercado

1. La cultu ra como industria: Así fue que, entre las décadas de 1940 y 1960, ade-
trayectoria de una visión más del planteamiento frankfurtiano surgieron otras
lecturas de orden sociológico que pese a ser gene-
Hasta que los teóricos críticos de la Escuela de ralmente descalificadoras de la "cultura de masas"50
Frankfurt propusieron en 1947, el para muchos in- aportaron de forma indirecta a la paulatina acepta-
trínsecamente antitético concepto de "industria cul- . ción de las relaciones entre cultura y mercado he- chas
tural" la cultura era definida de manera habitual - visibles al menos desde la segunda década del siglo
por filósofos, economistas y antropólogos principal- veinte, cuando la prensa, el cine, la radio y la
mente- como el ámbito de lo sublime y elitista, como discografía habían ya avanzado en la estructuración de
el lugar de la reproducción ideológica o de la con- públicos y gustos.
templación estética sin valor real según si se trataba
de marxistas o liberales, al igual que como el ambi- El dato fundamental de la conversión de la obra
guo conjunto de todas las realizaciones humanas, cultural (esto es, de la realización artística original
materiales o espirituales. El resultado convergente de un creador) en producto cultural (o sea en un
de estos diferentes puntos de vista se expresaba en bien con valor estético y simbólico transable por un
una colocación periférica de la cuestión cultural en precio entre un fabricante y un consumidor con la
la vida y en la institucionalidad de las sociedades progresiva intervención de un distribuidor y1o un

49 Véase Bell y Otros, Industria 50 Los críticos culturales de esos


cultural y sociedad de masas, años, principalmente en los Es-
Caracas, Monte Ávila Editores, tados Unidos de Norteamérica,
1985, págs. 177-230. cuestionaron la vulgarización y
la pérdida de los valores de la
"alta cultura" a que ella, en su
criterio, estaba dando lugar.

69

1
DINÁM ICA ECONÓMIC A DE LA CU LTUR A EN BOLIVIA

comercializador) supuso la asunción formal de la De manera destacada, Horkheimer y Adorno cri-


naturaleza económica de la cultura. ticaron no sólo el sacrificio al que la "industria cul-
tural" había sometido a la lógica de la obra54 me-
La emergencia de la mercancía cultural, por tan- diante la estandarización de los productos en fun-
to, fue consecuencia de la aplicación de procesos ción de intereses puramente económicos, sino asi-
de producción organizados -con división social del mismo la formación de estereotipos, la "atrofia de la
trabajo incluida y crecientes niveles de inversión e imaginación y de la espontaneidad del consumidor
innovación tecnológica- que posibilitaron la puesta cultural", la mezcla entre arte y diversión y la repro-
en venta de miles de ejemplares estandarizados,51 y ducción simple -no enriquecida- del espíritu a que
estuvo aparejada de la entrada en escena de la "so- tal industria contribuía. Mas, al mismo tiempo, cen-
ciedad de masas" vía incorporación de los sectores suraron esa "reproducción mecánica de lo bello" por
sociales medios y bajos (las "masas") a las esferas ser un instrumento de manipulación para la domi-
económica, política y cultural, así como del consi- nación social capaz de reponer ideológicamente la
guiente surgimiento de la "cultura de masas", carac- energía de la fuerza laboral explotada.
terizada en un primer momento como sujeta a la
"dictadura del gran público" y canalizada por los En la otra orilla política, defensores del establish-
medios de difusión que, de modo progresivo, die- ment cultural como Dwigth Macdonald desacredita-
ron cabida a una cada vez más refinada actividad ron a la "cultura de masas" -masscult, en su termi-
movilizadora del consumo en base a creencias, mi- nología irónica- señalándola como sinónimo de
tos y símbolos compartidos: la publicidad, forjadora mediocridad y acusándola de ser no-arte, tener a la
de estilos de vida ·imitables. distracción como finalidad suprema y ajustarse a la
moralidad primitiva de la "sociedad de masas" como a
Mientras en las sociedades capitalistas industriali- su rebajado e ignorante gusto.55
zadas ello acontecía paralelamente a un incremento
de las tasas de empleo, del poder adquisitivo de los La preocupación por la degradación d.e la "cultu-
asalariados y de la participación electoral de los ciu- ra superior" que en tales perspectivas significaba la
dadanos, en las latinoamericanas52 el contexto -aun- industrialización y mass-mediatización era, así, el
que con diferencias para cada país- era el de la apa- elemento común que daba razón a las críticas de
rición de algunas grandes urbes, la vigencia de pro- unos y otros, hecho que, no obstante, no represen-
yectos populistas de unificación nacional y la pues- taba posibilidad alguna de que se registrara una re-
ta en marcha de ciertos procesos de industrializa- · versión en el proceso industrializador de la cultura.
ción.53
1 . 2. "La industria" deja lugar a "las industrias"
1. 1 . 1 . La industrialización de la cultura
La noción de "industria cultural", que concebía a
Era, pues, claro que para mediados del siglo pasado la ésta prácticamente como un aparato homogéneo
integración de la cultura al campo de lo industrial y homogenizador, al igual que ocurría con las
resultaba innegable; sin embargo, buena parte de los de"'sociedad de masas" y"' cultura de masas ",
intelectuales de la época resistieron coincidente- mente afrontó desde un principio sus propios resque-
esa situación. brajamientos.

51 Los productos típicos, aparte 52 En este caso fueron especial- gotá, Convenio Andrés Bello, 54 Esta lógica era comprendida
de las películas, fueron las no- mente la radiodifusión, la músi- 2003. Héctor Bujanda; José Car- tanto como el aporte estético de
velas ligeras (policíacas o román- ca popular y las experiencias de vajal, "La urbe y el nacimiento la creatividad singular del autor
ticas), la prensa amarillista, las las cinematografías nacionales - de las industrias culturales", en como la pretensión encerrada en
revistas de historietas, las cancio- como la mexicana, la argentina Comunicación, Estudios venezo- los límites de la obra de expre-
nes populares, el radioteatro y los o la brasileña- los factores ex- lanos de comunicación, Centro sar la totalidad o al menos un
espectáculos populares (revistas presivos de esa "masificación". Gumilla, W 108, 1999, págs. 46- concepto de ella.
musicales y comedias). 57.
53 Martín-Barbero, De los medios 55 Véase Bell y Otros, op. cit.,
a las mediaciones, 5• edic., Bo- págs. 59-140.

70

1
CAPI TULO 1 1 : DE LAS IND USTRIA S A LAS ACTIVIDADES CU LTURALES

Por ejemplo, dentro del círculo frankfurtiano otro años, está reconocida la centralidad de estas
de sus más importantes ·exponentes, Walter Benja- industrias en la producción, la circulación y el
mín (1990), sostuvo que la industrialización de la consumo de cultura.
cultura, pese a promover la pérdida de autentici- dad
de la obra artística -o más bien debido a ello- ' Para lo que acá interesa se asume la definición
comportaba aspectos beneficiosos: la desmitifica- ción de las industrias culturales como las organizaciones
del aura de la unicidad gracias a la cual la burguesía materiales ocupadas de la producción, importación,
impedía el acceso de las masas al arte y, por ende, el distribución, comercialización y difusión de mercan-
impulso de la democratización de la cultura. cías de consumo masivo con contenido simbólico.
En otras palabras, son una forma empresarial de rea-
Edgar Morin defendió también la compatibilidad lización y existencia de la cultura en las sociedades
de la mediación tecnológica con la creación artística contemporáneas que se apoya en la vigencia de los
que se transforma en producción y favoreció el ar- derechos autorales y en el empleo de las tecnolo-
gumento de que el arte sí puede ser industrial . 56 gías de la información y la comunicación. 59 Pero,
además, debe remarcarse el valor agregado que se
Edward Shils y Daniel Bell, a su turno, valoraron deriva de la naturaleza de sus productos y que con-
.
positivamente los efectos democratizantes y social- cierne a su intervención activa en la construcción
mente cohesionadores de la "sociedad de masas" así de imaginarios sociales, la conformación de identi-
como las condiciones ofrecidas por la"\:ultura de dades culturales y, cada vez más, el ejercicio de la
masas" para diversificar los modos de expresión (len- ciudadanía.
guajes) y de percepción y para fomentar, por consi-
guiente, la individualidad antes que para inducir su 1 . 2. 1. Cadenas productivas, bienes
uniformización. 57 y servicios en la cultura

Con esos antecedentes, la Organización de las Vista la cuestión así, se entiende que el proceso que se
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la resume en el ciclo producción-intercambio-:-con-
Cultura (Unesco), asumió en 1978 el concepto de sumo involucra a una serie de agentes que llevan a
industrias culturales, en plural, dando cuenta de la cabo diversas actividades en cada uno de los mo-
real heterogeneidad que las peculiariza en sus for- mentos del mismo. Las relaciones que establecen entre
mas de propiedad, finalidades, tipos de producción sí esos agentes -sean individuales, empresa- riales o
y contenidos. 58 Durante la siguiente década la utili- institucionales- desde la fase de creación hasta la de
zación de ese concepto se universalizó, con lo cual consumo final de los productos, dan ori� gen a las ·
quedó aceptado cadenas productivas en cada uno de los sectores en
que pueden ser clasificadas las indus- trias culturales.
l. Que la cultura industrialmente producida es
equivalente a cualquier otra. Estas cadenas, que son cadenas· de valor porque
conllevan movimientos de inversión de capitales,
2. Que aun a pesar de las tendencias a la concen- creación de empleo y generación de ingresos, des-
tración empresarial la diversidad es constituti- criben el proceso económico total que sigue una
va de las industrias del campo cultural. De industria y se desprenden de la interacción entre
modo adicional, y en particular en los últimos fases60 y agentes.

56 Martín-Barbero, "Indústrias 58 Martín-Barbero, op. cit., 1993, 60 Estas fases, en términos gene-
Culturais. Modernidade e' Iden- pág. 24. rales, son las de creación, inver-
tidade", 1993, pág. 23. sión, producción o importación,
59 En este caso se hablará aquí
distribución, comercialización, di-
57 Véase Bell y Otros, op. cit., de industrias mediáticas.
fusión y consumo.
págs. 11-57 y 141-176.

71

1
DIN ÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Se debe agregar que los productos culturales in- Por una parte, se hallan menciones indiferencia- das
dustriales pueden ser bienes o ·servicios. Los prime- a "industria cultural", "industria de la cultura",
ros son mercancías materiales que portan conteni- "industrias culturales", "actividad cultural" o "activi-
dos simbólicos (periódicos, revistas, libros, discos, dades culturales" que no toman en consideración la
vídeos, por ejemplo), en tanto que los segundos se evolución ni las implicancias conceptuales antes re-
refieren a las actividades que facilitan la llegada de los feridas y que son presentadas como si se tratara de
bienes a los consumidores o el acceso de éstos a expresiones sinónimas.
aquéllos (por ejemplo, la distribución, la promoción, la
publicidad o la difusión). Por otra, se encuentran indeterminaciones pare-
cidas en las referencias acerca de la cultura y del lugar
Nacido, entonces, con la intención de desautori- zar que tienen en ella las industrias culturales. Por ejemplo,
el fenómeno de la producción cultural masiva para el se presenta a la cultura como si fuera un "sector" de la
mercado, el concepto de "industria cultural" economía, pero a la vez se habla de las industrias
siguió una trayectoria que llegó a transmutarlo en una culturales como "sector" y sin el más mínimo cuidado
designación plausible (industrias culturales) para el se identifica a cada industria como un "sector" en sí. La
lenguaje académico y cotidiano. consecuencia no puede ser sino un alto grado de
confusión que debilita la utilidad de los datos
2. Sectores y subsectores recopilados.
en las industrias culturales
Y el reconocimiento de los tipos de industrias sufre
Aunque los progresos en la delimitación conceptual un problema semejante pqr cuanto figuran en gru-
fueron hasta hoy significativos, persisten dos vacíos pos denominados "campos", "complejos" o 2secto-
vinculados que es imprescindible mencionar: el de res" ; en otros se suma al conjunto las industrias de
la definición coherente de las categorías y subcate- equipos, insumas o de infraestructuras y servicios
gorías correspondientes y el de la aplicación de las de telecomunicaciones e informática, y también hay
mismas en la investigación empírica . referencias a las industrias por separado, aunque
algunas de ellas son identificadas como "sectores" y
Sucede, en el primer caso, que persiste la confu- otras hasta resultan desagregadas en otras que com-
sión de niveles en las distintas propuestas de teori- ponen sus cadenas de valor.
zación acerca de las industrias culturales, de modo que
todavía no se ha alcanzado un acuerdo básico que Se requiere, por eso, adoptar unos parámetros
haga equiparables los estudios emprendidos sobre el conceptuales adecuados para que la investigación
tema, lo cual constituye una dificultad para el desarrollo haga inteligibles los objetos de observación y apor-
de un campo conceptual pertinente al igual que para la te informaciones, mediciones e interpretaciones fac-
acumulación, la sistematización, la comparación, la tibles de ser homologadas internacionalmente.
actualización y el análisis de infor- mación sobre el
particular. 2. 1 . Una propuesta de sectorialización

En la literatura reciente publicada en América Latina En la dirección señalada, se plantea a continuación una
en torno a esta materia61 puede evidenciarse esta propuesta de clasificación de las industrias cul- turales
utilización indiscriminada de términos y clasifi- caciones en Bolivia que se agrupan en siete sectores divididos
que ciertamente no contribuye a desarro- llar una visión en dieciséis subsectores y que parte del entendido de
ordenada del asunto. que la cultura puede ser considerada

61 Véase, por ejemplo, Álvarez


(2003), Melo (2003), Mastrini y
Contreras (2003), Piedras (2004)
o las publicaciones del Conve-
nio Andrés Bello 2001a, 2001b y
2003.

72

1
CAPITULO 1 1 : DE LAS INDUS TRIAS A LAS ACTI VIDADES CU LTU RALES

un ramo de la actividad económica en general,62 ra- características de su diversidad nacional -geográfi- ca,
zón por la cual se hace viable el cálculo de su con- histórica y cultural- sino, por ese mismo hecho,
tribución al producto nacional, en particular desde concentran la producción propia y la dinámica eco-
el punto de vista de la oferta: nómica más intensa atribuible a la cultura.

Clasificación de las industrias culturales Consiguientemente, y como quedó expuesto en


la parte inicial de este estudio, si se quiere lograr un
mejor conocimiento del impacto económico de los
sectores de la cultura se hace imprescindible optar
por una mirada integradora que al lado de las in-
dustrias culturales convencionales considere los otros
espacios -estatales, semiempresariales y comunita-
rios- en que se hace cultura al margen de una utili-
zación tecnológica significativa, sin que tales secto- res
estén necesariamente inscritos en los patrones de la
producción homogénea, la circulación mer- cantil, la
difusión mediática o la masividad tradicio- nal, pero que
sí reportan beneficios para la econo- mía general.

Con ese propósito se presenta una propuesta de


clasificación provisional de los otros cinco sectores
y quince subsectores no estrictamente industriales
que a futuro debieran ser incorporados en el estu-
dio de la incidencia económica de la cultura en Bo-
La delimitación de los sectores está relacionada con livia:

la naturaleza de los contenidos culturales que . son


producidos e_n cada uno de ellos y la de los Clasificación complementaria de sectores culturales
subsectores o industrias con los tipos de productos que
generan sus correspondientes procesos produc- tivos.

En todos los casos, se trata de actividades cultu-


rales explícitamente orientadas al mercado y cuya
realización demanda la existencia de una organiza-
ción material (empresa) determinada.

2.2. Las actividades culturales


más allá de lo industrial

Es claro, empero, que la anterior clasificación es li-


mitativa pues deja fuera a varias actividades cultura-
les que, en lo concerniente a Bolivia, no sólo son

62 Debe tenerse presente que las


cifras oficiales encontradas al res-
pecto están inscritas en la "in-
dustria manufacturera" de las
Cuentas Nacionales.

. 73
DINÁ MI CA ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Se debe advertir que especialmente los tres sec- que se equipara la cultura a un sector y cada in- dustria
tores de producción cultural relacionados con el a un subsector; en el segundo -el de Chile- se adopta la
patrimonio no pueden en rigor ser calificados de denominación común de "actividades", algunas de las
industrias, ya que además están contenidos en el cuales son divididas en "subactivi- dades".
sector turístico -o son subsumidos por él- y que la
especificación de subsectores sugerida no es ex- Lo que para fines del presente documento resulta
haustiva. interesante del caso chileno es la introducción de la
categoría actividades económicas características de
Hasta ahora, los dos principales estudios efectua- la cultura en reemplazo de la de industrias cultura-
dos por el Convenio Andrés Bello (CAB), utilizaron dos les, pues se indica que ésta carece de suficiencia
clasificaciones sectoriales distintas, como se aprecia para abordar a cabalidad la producción cultural de
en el siguiente cuadro comparativo: un país que no se restringe a la generada por la
forma industrial. De todas maneras, y asumiendo -
como ya fue dicho- las restricciones que impone el
Las industrias culturales según el CAB concepto de industrias culturales frente a la diversi-
dad de fuentes de donde provienen los productos
culturales en Bolivia, se debe cuestionar asimismo
el énfasis económico del planteamiento chileno que
subordina a ese aspecto la dimensión cultural de las
actividades .

Por tanto, lo · que se requiere es restablecer el


núcleo de interés -la cultura- en una conceptuali-
zación que integre las formas industriales y no in-
dustriales de producir bienes o servicios simbólicos,
y la noción de actividades culturales con participa-
ción en la economía parece ser ·la más ajustada a
ese fin. Las industrias culturales devendrían, desde
esta óptica, una manifestación de esas actividades, al
igual que los otros sectores no estrictamente in-
dustriales.

3. Para abordar el consumo


cultural y la pi ratería

Fuente: Melo. 2003 y Convenio Andrés Bello. 2003. No obstante de que a partir de los años treinta
entre las teorías comunicacionales predominaban
las que sostenían que los miembros de la masa
Es evidente que existen diferencias en los crite- eran pasivos, acríticos y obedientes, ya en 1960
rios empleados en cada caso, las cuales responden Edward Shils utilizó la expresión "consumo de la
tanto a las peculiaridades de los países como a que, cultura" tanto para estimar -aunque sin datos de
en los hechos, se trata de un proceso de construc- respaldo- el creciente incremento del mismo en
ción de categorías en curso que se espera dé como �
la "sociedad de masas" como en una pionera iden-
resultado el logro de un consenso suficiente capaz tificación de los tipos de grupos sociales (intelec-
de posibilitar la comparación subregional. tuales, élites políticas, jóvenes, etc.) que se rela-
-- donaban con manifestaciones de la cultura estra-
En el primer ejemplo -el de Colombia- se habla tificadas según él en superiores, mediocres y bru-
indistintamente de "sectores" o "industrias" a la vez

74
CAPITULO 1 1 : DE LAS IN DUSTR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

tales. 63 Y Daniel Bell, por ese mismo tiempo, ha- capacitar a los receptores para que no fuesen mani-
bló de la diferenciación de los públicos en fun- pulados por los medios- como la de los usos socia- les,
ción de gustos e intereses distintos.64 es decir, la del reconocimiento de los significa- dos
atribuidos por las personas a los productos cul- turales
Sin embargo, sólo hacia finales de 1980, luego de que consumen o de las aplicaciones prácticas o
una prolongada vigencia de las presunciones respecto simbólicas que hacen de ellos siempre inmersos en
del poder casi omnímodo de los medios masivos y con contextos en que interactúan las clases a la vez que lo
el auge internacional de los cultural studies británicos hacen las culturas populares con la cultura produ- cida
inicialmente preocupados en exclusiva por las relacio- industrialmente.67 La importancia de la acción (y el
nes entre las culturas obreras y la "cultura de masas",65 interés de la investigación siguió esa misma ruta) se
se abrió la posibilidad de estudiar los procesos de con- fue desplazando de los productores a los usuarios
sumo cultural no apenas desde los enfoques estadístico inscritos en matrices culturales concretas.
(frecuencias, ratings) ni de efectos o impactos (logros
persuasivos) sino más bien circunscritos en tramas so- . Y posteriormente fue recuperado, pero resemanti-
cieconómicas y de preferencias y usos. zado, el concepto de consumo cultural, que le devol-
vió al consumidor la condición de sujeto activo cultu-
3. 1 . De la recepción al uso y del uso al consumo ralmente situado y excluyó, en lo metodológico, la
busca de las intencionalidades e ideologías subyacen-
La primera gran tradición investigativa sobre los con- tes en los productos consumidos, la de sus estructuras
sumidores de productos culturales fue la de la re- de simbolización o la de las estrategias de resistencia
cepción que, en el extremo, consideraba a las per- que aparentemente movilizan en la gente.68
sonas simples destinatarias, esto es, receptoras de
contenidos simbólicos (mensajes) que les llegaban Este tipo de consumo, el cultural, que no es única-
como estímulos frente a los cuales nada más podían mente consumo de medios, puede ser definido como la
reaccionar de modos previsibles y mensurables. utilización y1o apropiación que hacen los públicos o
algunos de sus miembros -desde sus particul�res refe-
Esa perspectiva que privilegiaba las consecuencias rentes socioculturales- de los bienes o servicios porta-
de los productos y las tecnologías que los canaliza- dores de significaciones así como de los equipamientos
ban en los saberes, las opiniones o las voluntades de culturales disponibles en su entorno, estableciendo con
la gente y tomaba a los receptores como "blancos" ellos vínculos que posibilitan la producción de nuevos
de las intenciones de venta de bienes o de conver- sentidos y dan lugar a variadas interacciones.
sión política o religiosa de los emisores empezó a
cambiar cuando indagaciones empíricas mostraron Hoy, el conocimiento del consumo cultural -con-
que la influencia interpersonal era más eficaz que la cepto que se mantiene en debate-69 se ha convertido
directa de los mass media y que la gente selecciona y en un asunto central para los planificadores de las
aprovecha los contenidos culturales de acuerdo con industrias culturales y debiera serlo también para los
pautas de referencia propias.66 Emergieron, entonces, formuladores de políticas públicas y los gestores cul-
tanto la corriente de la recepción crítica -orientada a turales. Empero, a semejanza de lo que sucede con

63 Bell y Otros, op. cit., págs. 66 Fue en particular Paul F. La- . Cfr. Schramm, La ciencia de la teóricos y metodológicos al res-
148-156. zarsfeld quien en varios estudios comunicación humana, Quito, pecto se encuentra en Sunkel, El
efectuados desde 1940 en los 1965, págs. 80-97; y De Mora- Consumo Cultural en América
64 Ibíd., pág. 40.
Estados Unidos de Norteamérica gas, Sociología de la comunica- Latina, Bogotá, 1999.
65 Los fundadores de esta pers- comprobó no solamente la im- ción de masas, Barcelona, 1982,
69 No todos los autores admiten
pectiva, Raymond Williams y Ri- portancia fundamental de los págs. 394-409.
que la expresión sea pertinente,
chard Hoggart, desde finales de contactos cara a cara para la in-
67 Véase al respecto Martín-Bar- entre otras, por dos razones: el
los años cincuenta se propusie- fluencia comunicacional sino
bero, op. cit., y Florencia Sain- producto cultural no se consu-
ron situar a los productos cultu- además el hecho de que las per-
tout, Los estudios de recepción en me realmente con su uso, no
rales en relación a las estructuras sonas aceptan preferentemente
América Latina, La Plata, 1998. desaparece, y el consumidor cul-
y las jerarquías sociales dentro las ideas u opiniones que se con-
tural interactúa con lo que con-
de las que se los consumía. forman a sus propios intereses. 68 Una valiosa sistematización de
sume, no es un usuario pasivo.
estos asuntos y de los debates

75
DIN ÁMIC A ECONÓM IC A DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

las industrias culturales, la investigación al respecto en exteriores (de fuera del hogar) que reproducen valo-
Bolivia es incipiente por no decir inexistente. res, costumbres o usos de una colectividad (reunirse
para las comidas, celebrar los acontecimientos familia-
3.2. Tipologías del consumo cultural res, por ejemplo); el masivo, que privilegia las relacio-
nes impersonales, se deriva de los vínculos de los in-
La investigación del consumo cultural requiere dis- dividuos con los productos de las industrias culturales
criminar tanto entre los tipos de productos que lo o con prácticas sociales enlazadas con el patrimonio
propician como entre los espacios en los que tiene cultural; finalmente, el elitista, cuya práctica interper-
lugar. Esos dos critedos básicos y complementarios sonal o impersonal supone signos de estatus, es el
son útiles para organizar la observación correspon- que exige competencias económicas o culturales su-
diente, pues de acuerdo con ambos, será posible periores, o sea de más altos niveles de ingreso o de
indicar, de una parte, si se trata de un consumo instrucción (visitar librerías y museos, asistir a confe-
tradicional, masivo o elitista y, de otra, si tal consu- mo rencias, viajar al extranjero, por ejemplo).
es domiciliario o externo.
En cuanto a las actividades de consumo cultural
El consumo cultural tradicional, que enfatiza el en función del lugar en que se dan -dentro o fuera
valor de las relaciones interpersonales, es el referido a del hogar- es posible proponer esta clasificación
las prácticas privadas hogareñas, vecinales o a veces preliminar apropiada al caso boliviano :

Consumo cultural dentro del hogar

Nota. Para separar las formas del consumo elitista de las del masivo -porque todas suponen vínculos con las industrias culturales- se ha considerado el alto costo promedio de
los productos. equipos o servicios pero no las alternativas que ofrece la piratería en todos esos planos.

Consumo cultural fuera del hogar

76
CAPI TUL O 1 1 : DE LAS INDUS TR IAS A LAS ACT IVIDADES CU LTU RALES

Al margen de lo anotado, un acercamiento ade- 3.3. Equipamiento cultural para el consumo


cua.d o a las prácticas de consumo cultural de los
bolivianos deberá contemplar un análisis de las Otro factor relevante para el conocimiento de las
matrices culturales que dan las bases para los pro- características y tendencias del consumo cultural en
cesos de aceptación, adaptación negociada o dife- el país es la descripción de la dotación de infraes-
renciación de los significados contenidos en los pro- tructuras físicas y tecnológicas con que la población
ductos culturales, a la vez que una sistematización cuenta en las diferentes ciudades -grandes, inter-
de datos en torno a variables de edad, género, nivel medias o. pequeñas- para acceder a productos cul-
de instrucción, tipo de ocupación, lugar de residen- turales fuera del hogar. Ese equipamiento cultural
cia, nivel de ingresos, disponibilidad de -o acceso que brinda el espacio y el equipo para · el consumo
a- recursos tecnológicos para el consumo cultural, cultural puede ser de carácter público (si depende
tiempo dedicado al consumo y frecuencia con que del gobierno central o local), privado (de orden
se consume. empresarial) o institucional (si está administrado por
una organización de la sociedad).
Hasta ahora, empero, se carece de información
fidedigna y sistematizada acerca de estos diferentes Una inicial enumeración de los componentes de
aspectos. esta infraestructura comprende los siguientes:

Equipamiento cultural

77
DIN ÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CULTURA EN BOLIVIA

Este equipamiento, en lo posible, debiera ser cuan- En ese sentido, la producción cultural pirata desin-
tificado, clasificado y evaluado en materia de insta- centiva especialmente a los creadores y a las indus-
laciones disponibles y condiciones de uso. trias culturales nacionales y afecta así mismo a los del
exterior, pues se ha convertido en un negocio
3.4. La pi ratería cultural transnacional que mueve cientos de millones de
dólares en los sectores editorial, fonográfico, audio-
Actualmente sería impensable estudiar las activida- visual e informático que se han desarrollado de for- ma
des culturales en general -y las industrias y el con- paralela a sus equivalentes legales. En conse- cuencia,
sumo de este campo en particular- sin tomar en también la recaudación impositiva del Es- tado se ve
cuenta la · floreciente piratería cultural que atenta seriamente comprometida.
contra los derechos de los creadores, contra los in-
gresos de las empresas productoras, distribuidoras 3.4. 1. Tipolog ías de la piratería
y comercializadoras de productos culturales y con-
tra la recaudación impositiva por parte del Estado, De manera general, la piratería cultural puede ser
aunque es evidente que, en sociedades de baja ren- simple (cuando lo que se copia por cualquier me-
ta y con altos índices de ocupación por cuenta pro- dio es el contenido de un producto cultural origi-
pia como la boliviana, resulta un aliciente para el nal) o de falsificación (cuando además del conte-
consumo cultural masivo y un ámbito cada vez más nido se copia la presentación y, cuando es el caso,
importante del empleo informal,7° hasta el embalaje del producto para hacerlo pasar
por original) .
La piratería es una actividad ilegal que se ocupa
de reproducir sin autorización y s·in controles de Pero además, de acuerdo con qmen la hace y dónde
calidad los productos "enlatados" de las industrias se la ejecuta se reconocen dos tipos adicio- nales:
culturales: audiocasetes de música, discos compac-
tos de música, juegos computacionales o programas Piratería en pequeña y gran escala
informáticos, filmes en videocasete o DVD, discos
compactos con música grabada en sistema MP3,
música para cantar (karaoke) en videocasete o DVD
y libros. Está conectada con la venta informal calle- jera
y con el contrabando.

Entendida en esos términos, la piratería está re- ñida


con las normas sobre propiedad intelectual y derechos La piratería doméstica (identificada a veces como
de autor, mas hay quienes la consideran un elemento artesanal, aunque en este caso ya presupone una
de las economías periféricas que son vistas como intención mercantil) tiene como finalidad el uso
sistemas estructuralmente heterogéneos y personal, de la familia, los amigos o los colegas, y
dependientes (véase Palma, 1993). Sus fuentes de es casi imposible de cuantificar, mientras que la de
competitividad, aparte del no pago de derechos laboratorio es aquella que se destina a la comercia-
autorales y la evasión tributaria, son la compresión del lización masiva. De todas maneras la primera, preci-
valor del trabajo y de las ganancias de los pro- ductores samente por estar exenta de una finalidad mercan-
de copias y de los comercializadores de las mismas. til, está generando un debate en torno a su verdade-

70 Esta situación contradictoria sostienen que la piratería, ade- exclusión social y al final resulta
ha hecho emerger puntos de vis- más de ser una consecuencia beneficiosa para el modelo ca-
ta divergentes sobre el tema, ya "natural" del juego mercantil de pitalista empresarial.
que mientras unos exigen el la oferta y la demanda, constitu-
cumplimiento de las leyes otros ye un paliativo contra la creciente

78

1
CAPI TU LO 1 1 : DE LAS INDU STRIAS A LAS ACTI VIDADES CU LTU RALES

· ra naturaleza que, según algunos cos. Vale · señalar que se comienza a diferenciar el
argumentos, no contravendría al derecho autora!. ámbito de la riqueza cultural de la turística.

Parte 11: Síntesis de normas En 196774 la Constitución boliviana incluye den- tro
leg ales bolivianas71 del patrimonio cultural a las "manifestaciones del arte e
industrias populares", con el objetivo de con- servar su
A continuación, con el propósito referencial de brin- dar autenticidad, así como el de incrementar su producción
una panorámica de la normativa referida al cam- po y difusión, pero no establece clara- mente una
cultural en Bolivia se presenta una síntesis preli- minar definición de las "industrias populares" como · tales.
de las disposiciones legales respectivas:
Fue en 1994 que se agregó por primera vez, a
4. Marco normativo sobre la cultura en Bolivia través de una nueva reforma constitucional/5 los tér-
minos multietnicidad y pluriculturalidad, determinan-
4. 1. La Constitución boliviana y do la necesidad de establecer las condiciones nece-
la protección del patrimonio cultural sarias para el respeto y el desarrollo de las diversas
identidades existentes en el país.
Es a partir de los primeros años del siglo XIX que se
registra en Bolivia la promulgación de leyes, decre- A nivel general, queda entonces bien especifica-
tos y resoluciones de protección y defensa de los da en el nivel constituciomil la protección de los
bienes culturales. Una revisión de las modificacio- monumentos y objetos arqueológicos, así como de
nes de las constituciones de Bolivia permitió identi-:- la riqueza artística colonial, la arqueológica, la his-
.
ficar normativas específicas respecto a los nuevos . tórica, documental y la procedente del culto religio- so,
elementos y sectores culturales, lo que significa que pero no la correspondiente a las manifestacio- nes del
el Estado boliviano empezó a reconocer paulatina- arte e industrias populares.
mente la diversidad de manifestaciones en el ámbi-
to cultural. En este sentido, la Constitución Política 4. 1 .1 . Ley Propiedad de la Nación
del Estado se establece como el primer mecanismo
que determina el respeto y la protección · de los bie- Es en 1906 cuando se establece la primera regula-
nes del patrimonio cultural, considerándolos pro- ción referida al patrimonio cultural específicamente
piedad pública inviolable. -la Ley Propiedad de la Nación, de 3 de octubre de ese
año-, a raíz de la cual quedan declaradas como
Sin embargo, las reformas constitucionales corres- propiedad inalienable del Estado las riquezas arqueo-
pondientes. a las especificaciones sobre la exporta- lógicas descubiertas en el territorio y es tipificado como
ción del patrimonio cultural como tal se manifiestan delito la exportación de estas piezas. Esta ley se
a partir de 1938,72 en la -duodécima Constitución bo- refuerza con la Ley de Aduanas para señalar las
liviana, así como la inclusión de la riqueza artística, penalidades que corresponda en caso de incumpli-
histórica y religiosa en esta categoría. Posteriormen- miento.
te, se determina que tanto la educación como el fo-
mento a la cultura deberán ser las más altas funcio- También establece que el Poder Ejecutivo será el
nes del Estado boliviano;73 asimismo, empieza a con- encargado de encomendar a las respectivas socie-
siderarse la protección de edificios y lugares turísti-

presidencia de René Barrientos


71 Se agradece la valiosa coope- los equipamientos y la piratería 73 Constitución de 31 de julio de
Ortuño.
ración de la comunicadora Liber- culturales. 1961, aprobada durante la presi-
tad Martínez Hidalgo para la dencia de Víctor Paz Estensoro. 27 Reforma constitucional apro-
72 Constitución promulgada el 30
preparación de esta parte de sín- bada el 12 de agosto de 1994,
de octubre de 1938, durante la 74 Constitución aprobada el 2 de
tesis legal y de la que contiene durante la presidencia de Gon-
presidencia de Germán Busch febrero de ese año durante la
la descripción empírica de las in- zalo Sánchez de Lazada.
Becerra.
dustrias mediáticas, el consumo,

79

1
DINÁM ICA ECONÓMICA DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

dades geográfic�s la excavación, preservación y res- En 1968 fue creado el Repositorio Nacional como
tauración de las ruinas indicadas. una unidad especializada destinada a "Preservar la
producción intelectual boliviana producida en obras
4. 1 .2. Normas sobre patrimonio cultural material Impresas y Fonogramas, como Patrimonio Cultural
y Documental de la Nación" (Viceministerio de Cul-
En Bolivia, el patrimonio cultural materiaF6 está cons- tura, 2002: 6) y al año siguiente el gobierno, me-
tituido por los monumentos nacionales existentes diante el DS. 8617 de 8 de marzo, estableció la obli-
en el territorio, determinados bajo los criterios de gatoriedad del Depósito Legal para todos los auto-
valor artístico, histórico o arqueológico, tomando en res y creadores.
consideración su origen prehispánico, colonial o
republicano . 4. 1 .4. Norma sobre catalogación y resguardo
del Tesoro y Patrimonio Artístico de la Nación
La primera ley sobre el particular data de 1927,
siendo el decreto promulgado en 1961 el último refe- En 1961 78 se tiene el primer antecedente de regula-
rido a este ámbito cultural. Entre las determinaciones ción del tesoro artístico de la nación que, básicamen-
encontradas está la de la obligatoriedad de impulsar te, otorga un valor cultural también a las manifesta-
la creación de direcciones de bellas artes o de antro- ciones artísticas anteriores a 1900; esta regulación se
pología y arqueología con el fin de delegar las fun- traduce mayormente en resoluciones ministeriales.
,
ciones correspondientes a su conservación y resguar-
do, además de impulsar la creación de museos. Ya en 197679 se establecen ciertas prohibiciones
referidas a la comercialización de antigüedades, de-
4. 1 .3. Normas sobre patrimonio terminando para ello la creación de registros de trans-
bibliográfico y documental ferencias; los museos, a partir de esta norma, son
considerados las instancias encargadas del resguar- do
La normativa existente77 designa como bienes patri- y preservación de dicho tesor().
moniales bibliográficos las documentaciones públi- cas,
así como los textos resultados de la investiga- ción 4. 1 .5. Normas sobre patrimonio
científica. En este sector cabe resaltar que la instancia arqueológico e investigaciones paleontológicas
delegada para el cumplimiento de lo esti- pulado en las
leyes y decretos es el Ministerio de Educación. La normativa · correspondiente a este rubro consigna
el decreto supremo 06231 de 22 de septiembre de
Las regulaciones acerca de este tema datan de 1962 que establece la protección de los especíme-
1945 , cuando se podría afirmar que ya empieza a Ees paleontológicos y los correspondientes trabajos
hablarse en el país de la importancia de una nueva de investigación; para ello ya en 196580 se determi-
categoría de patrimonio cultural: la bibliográfica y naría que el Ministerio de Educación y Cultura en
documental. La mayoría de las normas basan sus primera instancia y, posteriormente, la Dirección
objetivos en el registro y catalogación de todo ma- terial Nacional de Arqueología Antropología se encarga- rían
documental bajo el criterio de su relevancia histórica. de otorgar los permisos a los investigadores. En 1995
la norma revisada se refiere específicamente a la
investigación de campo.

76 La ley de 8 de mayo de 1927, 77 Decreto supremo 400 de 7 de 78 Citado por .la resolución del 80 Decreto Supremo 7234 de 30
el decreto supremo de 15 de abril noviembre de 1945, decreto su- Ministerio de Educación 708 de de junio de 1965.
de 1930 y el decreto supremo de premo 22144 de 1989, decreto su- 21 de noviembre de 1975 .
6 de noviembre de 1961 se re- premo 22145 de 1989 y decreto
79 Resolución Biministerial de
fieren a la preservación del pa- supremo 22146 de 1989.
Educación e Interior, Migración
trimonio cultural material.
y Justicia 148 de 20 de febrero
de 1976.

80
C A P I T U L O 1 1 : DE LAS I N D U S T R I AS A LAS ACT I V I D A D E S CU LT UR AL E S

4. 1 . 6. Protección del patrimonio La creación en este caso es reconocida en cual-


etnológico y etnográfico quiera de sus formas, sean éstas literarias, plásticas
o sonoras, correspondiendo al autor el derecho per-
La normativa en este caso se reduce a un solo de- petuo e inalienable de definir el destino de la mis- ma y,
creto,81 pero en el mismo ya se consideran patrimo- obviamente, su comercialización.
nio cultural los materiales folclóricos y artesanales,
aunque se refiera a aquellos anteriores a 1950, ob- La reproducción de tales obras sólo puede hacer- se
servación que no se halla contemplada en las nor- mas con el consentimiento del autor; pero la piratería es uno
previamente citadas. de los mayores problemas que enfrenta la aplicación
de esta ley.
4. 1 .7. Ley del Cine
De forma semejante a normas anteriormente ex-
Desde 199182 las actividades cinematográficas y de puestas, los procesos penales en caso de incumpli-
producción audiovisual quedan reglamentadas. El miento de la ley quedan a cargo de la Judicatura Penal
Estado boliviano asume la obligación de apoyar e Ordinaria, de acuerdo con la Ley de Organi- zación
incentivar dichas actividades -definidas como "las Judicial, el Código Penal y el Código de Pro-
. referentes a la producción, distribución y exhibición de
filmes y las labores conexas de información, re- cedimiento Penal.
creación y cultura"- tomando como premisa que la Otra de las normas específicas sobre la creación
producción nacional es una manifestación cultural y1o producción de obras se halla contenida en el
propia, más aún si se considera que el cine y la DS. 24581 de 25 de abril de 1997, que establece que
producción audiovisual ofrecen la posibilidad de la propiedad intelectual se constituye en una puerta
exportar "nuestra riqueza y diversidad cultural". para las inversiones nacionales y extranjeras, razón
por la que el resguardo y la protección son asumi-
Se crea, igualmente, el Consejo Nacional del Cine das como acción obligatoria para todos los gobier-
(CONACINE), dependiente del Ministerio de Educa- nos bolivianos.
ción, con el fin de promover y difundir la cinemato-
grafía nacional en todos sus aspectos. 4. 1 .9. La Ley del Libro

A la fecha se tiene la intención de llevar adelante En noviembre de 2004 fue presentado a la Presiden-
una reforma de la Ley del Cine en función de las cia de la República el proyecto de la Ley del Libro con
modificaciones que han registrado el espacio y el el fin de incrementar la producción literaria in- telectual,
mercado del audiovisual como producto de los pro- fomentar la producción del libro e incenti- var la lectura,
cesos de innovación tecnológica especialmente. además de que propone, con esos fines de promoción,
suprimir los impuestos que per- judican al desarrollo del
4. 1 .8. Ley del Derecho de Autor subsector, razón por la cual plantea el arancel cero
para la importación de insu- mas editoriales y de libros
.
En el ámbito de creación de obras de autores nacio- así como la eliminación del Impuesto al Valor Agregado
nales la mencionada leyB3 determina que el derecho para éste caso.
de autor nace con la creación de la obra sin que se
necesite registro, depósito ni otra formalidad para Esta propuesta legal -que sustituye a otra presen-
obtener la protección reconocida por esta norma. tada hace prácticamente diez años al Congreso Na-

81 Decreto Supremo 21951 de 23 tes de 1950 son parte inaliena- ñalada por el artículo 223 del 83 Ley 1322 de 1' 3 de abril de
de mayo de 1988, que establece ble del patrimonio cultural de la Código Penal. 1992.
que todos los materiales y recur- nación, quedando prohibida su
82 Ley 1302 de 20 de diciembre
sos etnológicos, etnográficos, compra o venta ilegal, con una
de 1991.
folclóricos, artesanías y textiles multa equivalente al cien por
de arte popular producidos an- ciento de su valor y la pena se-

81

1
DI NÁM ICA ECONÓMI CA DE LA CU LTURA EN BO LIVIA

cional- busca asimismo combatir la piratería a tra- septiembre de 1997. Contempla la protección, crea-
vés de la capacitación de los funcionarios públicos ción y aprovechamiento de los atractivos turísticos
en el tema del derecho de autor y mediante la coor- nacionales, así como la promoción de actividades y
dinación entre la policía, la fiscalía y el sistema judi- servicios turísticos, con la consiguiente capacitación de
cial para llevar a cabo los procesos contra los in- los recursos humanos que trabajen en este cam- po.
fractores. Enfatiza la necesidad de fomentar la imagen nacional e
internacional del país, así como apoyar las iniciativas
Por otro lado, tiene diseñado un plan de promo- empresariales turísticas.
ción de la lectura proyectado para diez años, tarea
que se pretende encarar con ministerios, casas de La institución encargada de velar por el respeto y
cultura, instituciones educativas y de formación su- cumplimiento de la ley es el Viceministerio de Tu-
perior, así como con las carreras universitarias rela- rismo, en coordinación con otras instituciones pú-
cionadas. blicas relacionadas con esta actividad. Adicionalmen-
te, dos decretos vigentes89 se proponen impulsar el
El proyecto deberá ser considerado por el Con- turismo y hacen referencia específica a los festivales de
greso Nacional. cultura y al carnaval de Oruro.

4. 1 .1 O. Artículos contenidos en otras leyes En el marco legal referido al folclor90 es desde


referidos a la protección del patrimonio cultural 196891 que se declara que la música folclórica -o sea
la que tiene "características de tradicionalidad, ano-
Varios artículos del Código Civil Boliviano,84 el Có- nimato y popularidad"- es propiedad del Estado, al igual
digo Penal,85 la Ley de Descentralización Adminis- que las expresiones artísticas musicales con dichas
trativa86 y la Ley de Participación Popular87 se refie- características. La normativa establece ade- más la
ren a la protección del patrimonio cultural y tienen formulación de políticas destinadas a la pro- tección,
el objetivo común de velar por la "protección de su promoción y conservación de las manifes- taciones
comercialización ilegal". culturales propias, sean éstas literarias o artísticas.

4.2. Normas sobre artesan ía, turismo y folclor 4.3. En relación a la piratería

Para la artesanía, la normativa88 establece el fomen- La creación del Comité Interinstitucional de Protec- ción
to y promoción de las actividades del área, en pri- mer y Defensa de la Propiedad Intelectual (decreto supremo
término, a través de la creación del Instituto Boliviano 24581) y la aprobación del Reglamento del Soporte
de la Pequeña Industria y Artesanía, y re- conoce la Lógico o Software (decreto supremo 24582)
importancia del incentivo económico para la producción -ambos de 25 de abril de 1997-, así como la poste- rior
de objetos que son bienes culturales y, en segundo puesta en funcionamiento del Servicio Nacional de
lugar, a través de la creación de pa- tentes y registros. Propiedad Intelectual (SENAPI) mediante la Ley de
Organización del Poder Ejecutivo de 16 de sep- tiembre
La Ley de Promoción y Desarrollo de la Actividad de ese mismo año, son los mecanismos que traducen
Turística en Bolivia (2074 de 14 de abril de 2000 y la voluntad estatal para "administrar los regímenes de
aprobada el 23 de febrero de 2001) tiene como an- propiedad industrial y derecho de autor, en forma
tecedente la promulgación del DS. 24855 de 24 de integrada" .92

84 Artículo 146. 88 Decreto Supremo 11734 de 28 89 Decreto Supremo 22816 de 20 mo 23966 de 23 de febrero de
de agosto de 1974, Decreto Su- de mayo de 1991, Decreto Su- 1995.
85 Artículos 223 y 358.
premo 16953 de 1° de agosto de premo 23966 de 23 de febrero
91 Resolución Min. Educación
86 Artículos 5 y 60. 1979, Decreto Supremo 12626 de de 1995 .
823 de 19de noviembre de 1973.
19 de junio de 1977, Decreto
87 Artículos 8 y 14. 90 Decreto Supremo 12626 de 19
Supremo 22743 de 6 de marzo 92 Cfr. http://ww.senapi.gov.bo
de junio de 1977, Decreto Supre-
de 1991 .

82

1
. CAPITU LO 1 1 : DE LAS INDUS TR IAS A LAS ACTIVI DADES CU LTU RALES

El SENAPI, que depende del Ministerio de Desa- Para 1920 se identifica otro componente del pa-
rrollo Económico, en su propósito de protección de los trimonio, el documental, en primer lugar basado en
derechos autorales, tiene la función de registrar todas piezas históricas de alto valor, entendido como el
las obras literarias, científicas, musicales, ar- tísticas, producto de la interrelación entre la sociedad y el
cinematográficas, fonográficas y . programas de Estado.
computación, además de proporcionar igual co-
bertura-en su área de propiedad .industrial- a los La Constitución de 1938 recogería la primera de-
signos distintivos (marcas), inventos, nuevas tecno- finición de patrimonio en términos no sólo de reco-
. logías y secretos industriales o comerciales. nocimiento, sino de conservación y preservación.

En tal sentido, este Servicio es el encargado de Según el director del Archivo Histórico Nacional,
establecer las bases y lineamientos para las políticas y Luis Oporto,94 una lectura de la legislación cultural
estrategias orientadas a planificar, definir y adop- tar boliviana muestra que el concepto de cultura pro-
medidas, a escala nacional, para combatir abier- piamente dicho tendría en sus inicios un tinte libe-
tamente la piratería cultural mediante el registro, la ral y correspondiente a la élite, pues las excavacio-
prevención y la concientización.93 nes arqueológicas no son observadas en términos
de vestigios . de la propia identidad cultural, sino
Otra norma fundamental en esta materia será el como restos de culturas exóticas; sólo más tarde se
Código de Propiedad Intelectual cuyo anteproyecto se establece el carácter inclusivo del patrimonio cultu-
encuentra en consideración de la Comisión de ral y sus manifestaciones, por lo menos legalmente,
Constitución del Senado Nacional desde 2003 y cuya con la reforma constitucional de 1994. Sin embargo,
aprobación es impulsada de forma prioritaria por la uno de los antecedentes de la asunción de la diver-
Cámara Boliviana del Libro. sidad cultural nacional se registra en 1988, a través
de un decreto que establece el reconocimiento de
4.4. A modo de conclusión los pueblos indígenas y sus manifestaciones, mate-
riales e intangibles, como parte importante del pa-
Como se vio, ya a principios de siglo se contempla trimonio.
en el país la necesidad de normar la conservación y
protección del patrimonio cultural, inicialmente re- Sería la revolución de 1952, bajo la perspectiva
ferido sólo al patrimonio material o tangible, basa- nacionalista, la que traería consigo, mediante la re-
do principalmente en los restos arqueológicos de forma constitucional de 1961, la necesidad de in-
las culturas prehispánicas, habiéndose ampliado lue- cluir la actividad artesanal en términos de expresión
go la definición y establecido categorías específicas e identidad cultural de las naciones que coexisten
que atenderían no sólo al valor histórico sino tam- en el territorio nacional, objetivo traducido en la
bién al artístico. creación del Primer Museo de Producción Artesanal
y Artes Populares, pero supeditado al interés co-
En primera instancia, se consideraría como patri- mercial de incorporar al mercado los productos de
monio cultural todas las obras, ya sean de orfebre- ría dicha actividad.
o arquitectónicas, anteriores a 1900 y producto del
mestizaje durante la Colonia, por lo que el con- cepto En términos generales, la legislación cultural en
mismo de cultura estaría determinado por su carácter Bolivia desde las primeras definiciones sobre patri-
histórico. monio cultural hasta la identificación de los secto-

93 En 1997fue establecido el Co- Incentivo y Apoyo a la Legali- las Obras Literarias y Científicas, como de buscar alternativas de
mité Interiílstitucional de Lucha dad (ORIGINAL), orientada asi- más bien a cargo de los titulares edición que bajen los costos de
contra la Piratería y en 2002, tam- mismo a la lucha antipiratería. de derechos de autor que de las las publicaciones para los con-
bién con participación del Esta- Actualmente se encuentra en autoridades públicas y que se sumidores.
do, se creó la Organización proceso de constitución el Cen- ocupará de cobrar derechos re-
94 Entrevista realizada el 12 de
Interinstitucional de Gestión de tro Boliviano de Protección de prográficos (por fotocopiado) así
enero de 2005.

83

1
D I N Á M I C A E C O N Ó M I C A D E LA C U L T U R A E N B O L I V I A

res y subsectores de la pluralidad de la cultura ex- más tarde (16 de septiembre de 1997) fue reempla-
perimenta un cambio de perspectiva que responde zada por el Viceministerio de · Cultura, figura que
a los diferentes momentos políticos y a la evolución corresponde a la actualmente vigente en la estructu- ra
de la comprensión y valoración de las diversas ma- del Poder Ejecutivo.
nifestaciones de la riqueza artística y cultural.
En lo referido a las sanciones penales a quien o
Si bien la normativa encontrada en las reformas quienes incumplieren lo dictaminado, la normativa
constitucionales, en los decretos y resoluciones pro- específicamente cultural se respalda en otras leyes de
mulgadas establece como prioridad del Estado el carácter general, como los códigos Civil o Penal, por lo
resguardo y la protección de todos los bienes cultu- que no se registra la existencia de elementos jurídicos
rales, ello no es canalizado ni definido claramente por propios en este terreno.
una política de Estado que ejecute y legitime la práctica
de lo establecido legalmente. Parte 111: Incidencia de los sectores
culturales en la economía boliviana
Por otro lado, las atribuciones que se asigna a las y descripción empírica
esferas públicas en el tema de legislación experi-
mentan también un cambio sustancial a partir del 5. Economía y Cultura: un e nfoque económ ico
reconocimiento e identificación de la diversidad de las
manifestaciones culturales; es así que términos como 5. 1. Relación entre Economía y Cultura
industrias o cultura populares empiezan a
contemplarse paulatinamente en los marcos de la Podría resultar extraño entender la relación entre
legislación cultural. cultura y economía, pues existe la percepción de
que los sectores culturales se desempeñan exclusi-
El marco normativo boliviano experimentó tam- vamente en el medio de la creatividad y son margi-
bién un cambio importante a partir de la promulga- nales a la economía; sin embargo, se trata de dos
ción de las leyes de Participación Popular y de Des- ámbitos que al desenvolverse interactúan constan-
centralización Administrativa,95 por las cuales, lo que temente.
antes era atribuido a esferas públicas macro, como
el Poder Ejecutivo o algunos de sus ministerios, es Los agentes que intervienen en el mercado (pro-
encomendado como funciones prioritarias a las al- ductores, vendedores, consumidores, etc.) toman
caldías. De esta forma, la protección, promoción y decisiones económicas con base en sus necesida- des,
.
difusión cultural deben ser ejecutadas en el nivel preferencias y expectativas, las mismas que sur- gen
municipal a través de fondos públicos o privados, cuyo de la realidad de un entorno en el cual el con- texto
fin sea el fomento de las actividades corres- pondientes cultural es fundamental. Pero puede atribuír- sele a la
a este sector. correlación entre economía y cultura una determinante
causal, pues existe entre ambas un vín- culo dialéctico
Pero, además, la institucionalidad pública relacio- en el cual manifestaciones de cultura son reflejo de
nada con la legislación y la promoción cultural re- gistró acontecimientos económicos y deci- siones y hechos
tres cambios significativos desde su creación: el 14 de económicos son producto de pro- cesos culturales.
marzo de 1975 fue constituido el Instituto Boliviano de
Cultura, que el 17 de septiembre de 1993 fue Al analizar el contexto cultural de un país se pue- de
convertido en la Secretaría Nacional de Cultura -con encontrar algunas de las explicaciones sobre el
rango ministerial-, la cual cuatro años

95 La primera fue promulgada en


1994 y la segunda en 1995.

84
CAPITU LO 1 1 : DE LAS INDUS TR IAS A LAS ACTIVI DADES CU LTU RALES

desarrollo de su economía, la implementación de tividad del trabajo y del capital, pues mejora la ca-
políticas socioeconómicas y las características de su pacidad de los individuos en el uso de la tecnolo- gía.
mercado laboral. Por otro lado, la realidad económi- ca El tamaño de las industrias culturales está deter-
en la que se desarrolla una sociedad y sus indivi- duos minado por la demanda de los bienes de este ramo, la
influye significativamente en sus hábitos y cos- misma que a su vez está fuertemente condiciona- da
tumbres, así como en sus posibilidades de consumo y por el nivel educativo de la población.
acceso a determinadas actividades culturales.
5.2. Bolivia: contexto económico
La cultura y la economía están estrechamente vin-
culadas y es importante analizar el impacto que ge- El territorio boliviano comprende una extensión de
nera la actividad cultural en el desempeño de la eco- 1. 098. 580 km2, con una población estimada -según
nomía, ya que los sectores culturales como tales o bien el Instituto Nacional de Estadística (INE)- de
los productos resultantes de los mismos gene- ran 8.778. 538 habitantes, de los cuales el 37% corres-
movimiento económico, pues para desenvolver- se ponde al área rural del país y el 63% al área urba-
demandan servicios y bienes de otros sectores de la na. 96 Sin embargo, la mayoría urbana no conforma
economía y utilizan recursos (dinero). un mercado consumidor de importancia no sólo
debido al tamaño de la población, sino también a la
Los productos resultantes de la actividad cultural, baja capacidad adquisitiva de la misma.
tales como libros, películas, discos, etc., son bienes
que se intercambian en el mercado a un determina- Uno de los principales problemas de la economía
do valor (que se refleja en un precio) lo cual genera nacional es su reducido tamaño, lo que trae como
flujo de dinero. Además, la oferta de estos bienes consecuencia su alta vulnerabilidad ante shocks ex-
requiere de un proceso productivo durante el cual ternos, tanto positivos como negativos. El principal
se demanda materia prima, mano de obra y tecnolo- indicador que refleja el tamaño de la economía bo-
gía, creando por lo tanto valor agregado y empleo . liviana y de su aparato productivo es el Producto
Interno Bruto (PIB), que según el INE asciende en
Las actividades culturales generan a través de sus promedio a 5,5 mil millones de dólares por año para el
contenidos un importante flujo de "información" que período 1980 a 2003 .97 (Los datos del PIB para los
es de suma importancia, pues los agentes económi- años 2001 a 2003 son preliminares).
cos toman sus decisiones basándose en la informa-
ción a la que tienen acceso. Por otro lado, al trans- En el gráfico 1 se observa que el PIB tuvo un
ferir información y generar comunicación educan, crecimiento sostenido aunque lento entre los años
lo cual incide en el desarrollo económico de un país 1990 y 1998, a partir del cual se produjo cierto es-
y especialmente en el empleo. tancamiento. Dicho comportamiento está ligado a
sucesos internacionales que afectaron a la econo-
De hecho, personas con menores niveles de edu- mía mundial y por lo tanto a la boliviana.
cación están más expuestas a obtener bajos ingre-
sos, pero también personas que obtienen ingresos más Las recientes crisis externas98 tuvieron una marca-
bajos tienen menos posibilidades de acceder a los da incidencia negativa en el desempeño de la econo-
servicios educativos. A la inversa, mayores nive- les de mía boliviana. En octubre de 1998, los mercados de
educación en la población redundan en mano de obra valores de casi todo el mundo registraron una signifi-
mejor calificada que incrementa la produc- cativa caída, lo cual se reflejó en una recesión de la

96 Unidad de Análisis de Políti- 98 Destacan: la crisis asiática de to generalizado de los energéti-


cas Económicas UDAPE, Dossier 1997 (efecto dragón), el efecto cos de 2001 y el derrumbe de la
Estadístico N° 14, 2004, en http:/ Samba de 1999 (se devalúa el real economía Argentina en 2002
/ww.ine.gov.bo - Brasil), la caída del índice Nas- (efecto tango).
daq de 2000, la desaceleración
97 Ibíd. , pág. 2.
económica de EE.UU., el aumen-

85

1
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIV IA

Gráfico 1
Producto Interno Bruto
1 980 - 2003Cp)

8,000,000

7,000,000

6, 000, 000

.
, 5 , 000, 000
ui

(!)
'
"
4,000,000
en

� 3,000, 000

2,000, 000

1 ,000,000

o
1 980 1 982 1 984 1 986 1 988 1 990 1 992 1 994 1 996 1 998 2000 2002(p)

Año
Fuente: Elaboración propia con base en datos de UDAPE.

economía mundial. América Latina recibió el impacto A pesar de su crecimiento en los últimos años, las
en las bolsas de valores de sus centros más importan- bajas tasas (8,7%) no solamente relativizan la problemá-
tes: México, Buenos Aires y San Pablo. El flujo de tica del desempleo abierto en Bolivia, sino que demues-
capitales que se había dirigido hacia algunos países de tran que no es el principal conflicto del universo labo-
América Latina se vio revertido a través de una fuga ral. La explicación más lógica de que la tasa de desem-
hacia los mercados europeo y estadounidense. pleo abierto sea relativamente baja se encuentra en el
hecho de que la crisis de ingresos por la que atraviesan
Uno de los efectos de la crisis financiera interna- los hogares bolivianos imposibilita a las personas man-
cional que mayor incidencia tuvo en la economía tenerse en paro absoluto puesto que ello implicaría no
nacional se expresó en la caída de los precios de contar con recursos para su subsistencia.101
productos básicos que fue resultado no sólo de la
menor demanda en los países asiáticos, sino tam- El bajo número de población desempleada oculta la
bién en el ámbito mundial.99 gran masa de población subempleada; es decir,
aquella que no logra estar ocupada un mínimo de horas
Respecto al empleo las cifras revelan que del to- tal por semana para generar un ingreso equipa- rable al
de la población boliviana, el 50% se encuentra dentro mínimo nacional o que estando aparente- mente
de la Población Económicamente Activa (PEA), de la ocupada toda la semana, no logra generar un ingreso
cual el 8,7% está desempleada.100 equiparable a· dicho mínimo.102

99 Fundación Milenio, "Informe 101 Alejandra Baldivia, "Determi- 102 ]osé Baldivia et aL, Las polí-
de Milenio sobre la Economía en nantes del trabajo infantil urba- ticas sobre la pobreza en Bolivia,
1998", W 6, La Paz, Bolivia, 1999. no en Bolivia", Tesis de grado, La Paz, Bolivia, Instituto Prisma,
La Paz, Bolivia, Universidad Ca- Plural, pág. 77.
100 UDAPE, op. cit.
tólica Boliviana, 2002.

86

1
CAPITU LO 1 1 : DE LAS IN DUSTRIAS A LAS ACT IVI DADES CU LTU RALES

Según el Programa Regional para América Latina En el siguiente gráfico se puede observar que en el
y el Caribe (PREALC) el subempleo integrado en el área urbana del país las actividades económicas que
Sector Informal Urbano es el resultado del exceso concentran al mayor porcentaje de la población
de oferta de trabajo que no logra articularse al sec- ocupada son: Comercio, restaurantes y hoteles (31,8%)
tor moderno de la economía a raíz de lo cual nece- , administración pública, servicios sociales y comunales
sita autocrear sus propias fuentes de trabajo, con (22,8%), industria manufacturera (17,3%) . Entre las
base en estrategias laborales de generación de in- tres actividades citadas se concentra aproxi-
gresos . 103 Una manifestación de ello es el creciente madamente al 72% de la población ocupada. Esto
comercio informal de productos culturales piratas demuestra claramente la incidencia de la industria
que existe en Bolivia como consecuencia de la men- manufacturera en la generación de empleo, .pues en el
cionada precariedad del empleo y el bajo nivel de contexto urbano ocupa el tercer lugar de acuerdo al
los ingresos . porcentaje de población inserta en ella.

Gráfico 2
Población ocupada según rama de actividad en el área urbana
Período: 1 996 - 2002

35,0

30,0

25,0

-�20,0
-e
)Q
e
cf 1 5,0

1 0,0

5,0

0,0
1 996 1 997 1 999 2000 200 1 2002
Años

� Agropecuaria Comercio, restaurantes y hoteles


l! Explotación de Minas y Extracción de petróleo y gas Transporte y Comunicaciones
Industria manufacturera Estab. Financieros y de Activ. Empresarial
D Adm. Pública, Servicios sociales y comunales
1m ElectriCidad, gas y agua
l! Construcción

Fuente: Elaboración propia con base en datos de UDAPE.

103 Gary Montaña, Mercado de


trabajo y determinación de sa-
larios, La Paz, Bolivia, Debate La-
boral 9, ILDIS, 1993.

87

1
DINÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CU LT UR A EN BOLIVIA

Los sectores culturales editorial, fonográfico y de ceso de construcción de cifras que reflejan el rol de
publicaciones periódicas son parte de la industria las actividades culturales en la economía boliviana.
manufacturera, por lo tanto la incidencia de esta Constituye el primer estudio nacional que cuenta
última en la generación de empleo influye en el con información estadística y análisis económico
desarrollo de la cultura . orientado específicamente a la actividad cultural.

En materia educativa el porcentaje de analfabe- No existen cifras oficiales suficientemente desagre-


tismo a nivel nacional es de 14%, lo que demuestra gadas y menos datos específicos para las industrias
que éste ha dejado de ser el principal problema de culturales, por lo cual no es fácil realizar un estudio
la educación en Bolivia; en cambio, son altas las de todos los sectores que se desenvuelven en el
tasas de deserción escolar en el ciclo de educación ámbito de la cultura ni tampoco es posible ir más
secundaria. Tanto en el área urbana como en el área allá de la descripción cuantitativa. Precisamente por
rural ello se debe . al bajo nivel de ingresos en los estas razones el presente trabajo se limita en mu-
hogares, que impone la necesidad de que los niños .
chas de sus partes a una presentación de datos y
y jóvenes dejen de estudiar para aportar al ingreso cifras; sin embargo, al tratarse de un trabajo pione-
familiar. Por otro lado, existe una percepción de que ro, esa sola presentación constituye un aporte al
la calidad del servicio educativ.o es baja, razón por conocimiento de la incidencia de la cultura en el
la cual el costo de oportunidad de dejar de estudiar desempeño de la economía.
para trabajar es bajo.
Dado que resulta insuficiente pretender compren-
El nivel educativo de la población es un condicio- der un fenómeno tan complejo como la actividad
nante importante para el desarrollo de la actividad cultural de un país a partir de la mera descripción
cultural, pues determina el tamaño de su mercado. de sus Il_lanifestaciones, el presente estudio se guió
por la Ciencia Económica para aprehenderlo. El
5.3. Pertinencia del estudio método a partir del cual se obtuvo la mayor parte
de los resultados y se analizó el impacto de la cultu-
Dada la diversidad y pluriculturalidad que caracteri- ra en la economía boliviana fue el enfoque de las
zan a Bolivia, existe una cantidad significativa de cuentas nacionales, en el cual el indicador más im-
estudios y análisis sobre la cultura y la importancia portante es el del PIB.
y características de la misma; sin embargo, hasta el
momento no se ha realizado una cuantificación de El PIB es "el valor de las producciones brutas de los
las actividades culturales y de su participación eco- productores residentes, incluidos los servicios de
nómica sustentada en cifras objetivas . distribución y transporte, menos el valor a pre- cios de
comprador de su consumo intermedio, es
Por ello es evidente que en Bolivia existe la ne- decir, el valor agregado más los derechos de impor-
cesidad de contar con un diagnóstico que refleje el tación" . 104
desempeño de la actividad cultural y su incidencia
en la economía, sobre la base de información esta- Existen diferentes métodos de medición del PIB:
dística confiable que contribuya a plantear políticas el de la producción, el de los ingresos y el de los
públicas que dinamicen y promuevan su desarrollo . gastos. En el presente estudio se utilizó el método
de la producción debido, entre otras razones, a
En este sentido el principal aporte del presente que en éste se utiliza el Valor Agregado como el
diagnóstico es la información resultante de un pro- indicador que permite cuantificar en términos mo-

104 Antonio Rico, "Introducción


a las Cuentas Nacionales", La Paz,
Bolivia, 1996, pág. 139.

88

1
CAPÍTU LO 1 1 : DE LAS IND USTR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTURALES

netarios el valor económico de los productos y El objetivo del presente estudio fue medir la inci-
servicios culturales; 105 a partir de ello fue posible dencia de las industrias culturales en las cuentas
determinar la participación de los sectores cultu- rales nacionales del país, para cuyo efecto se investigó los
en el valor agregado de la nación. La infor- mación a la siguientes sectores culturales:
que se tuvo acceso106 está calculada tanto a precios
corrientes como a precios cons- tantes que toman - Editorial
como año base 1990. La infor- mación referida a las - Publicaciones Periódicas
distintas actividades cultura- les se encuentra medida a - Fonográfico
precios corrientes, uti- lizando el tipo de cambio - Audiovisual (radio, televisión y cine)
correspondiente a cada año; se convirtieron los valores
que se encontra- ban en moneda nacional a dólares Existen otros sectores culturales tales como turis-
americanos, con el fin de hacer que la información sea mo, patrimonio histórico, patrimonio natural y pa-
comparable con la de los otros países.107 trimonio cultural (no amparados por la ley de dere- chos
de autor que producen artículos únicos, mu- chas veces
El Valor Agregado (VA) es un indicador útil para manualmente), que absorben cierta can- tidad de
medir la participación de un sector determinado en empleo y generan un notable movimiento económico.
la economía de un país porque reffeja el valor adi- Sin embargo, no existe una metodolo- gía desarrollada
cional que adquieren los bienes y servicios al ser en Bolivia que permita la elabora- ción de indicadores
transformados durante el proceso productivo y es económicos útiles para cuantifi- car su incidencia en
además una medida libre de duplicaciones que se las· cuentas nacionales, razón por la cual no son sujeto
obtiene deduciendo de la producción bruta el valor del presente estudio;108 por otro lado, una parte
de los bienes y servicios utilizados como insumas importante de la actividad cul- tural se encuentra en el
intermedios. sector informal, que no es medido por el INE.

El consumo intermedio (CI) también es impor- tante Dado que el presente estudio se constituye en la
como indicador en la medida en que refleja el primera fase del estudio de Economía y Cultura para
movimiento económico que genera el proceso pro- Bolivia, el análisis se centró solamente en los 4 sec-
ductivo de un determinado sector en las industrias y tores mencionados líneas más arriba tomando en
actividades intermedias. cuenta que la fuente de información accedida sólo
recopila datos de empresas establecidas legalmente.
El valor bruto de producción (VBP) -que es la suma
del Valor Agregado y el Consumo Interme- dio- es un En el caso boliviano, el INE obtiene datos de los
indicador rdevante para el análisis por� que, sectores editorial, fonográfico y de publicaciones pe-
independientemente de la comercialización de los riódicas a través de la "Encuesta Anual de la Industria
productos, refleja cuánto se produce en cada sector. Manufacturera", la cual incluye a los sectores especi-
ficados según la Clasificación Internacional Industrial
Finalmente se tomó como un indicador los im- Uniforme (CIIU), en cuya estructura detallada, se tie- ne
puestos pagados, los mismos que son directos cuan- una lista de Divisiones, Grupos y Clases. Así, la
do recaen sobre las empresas (IU) e indirectos cuan- División 22, correspondiente a "Actividades de Edi- ción
do son trasladados al consumidor (IVA) . e Impresión y de Reproducción de Grabacio- nes" se
desagrega de la siguiente manera:

105 Las explicaciones de la elec- 106 Ibíd. 108 El INE no recopila informa-
ción del método de cálculo de ción estadística de dichos secto-
107 Tipo de cambio promedio
aporte al PIB así como los con- res por considerar marginal su
anual del mercado oficial consi-
ceptos de los mismos, se en- participación en las Cuentas Na-
derando el valor de venta para
cuentran en el capítulo de la cionales.
los años de análisis.
Metodología.

89

1
DI NÁMIC A ECO NÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Entonces, los sectores para los cuales se cuenta


con información oficial más sistemática son:

Cuadro 1

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entonces, según las descripciones registradas en la Se debe notar que en muchos casos no existen
CIIU, y para los sectores considerados en el pre- sente datos y si los hay el acceso a la información es limi-
estudio, el sector editorial está compuesto por: tado. En los últimos años ha habido avances en cuan-
to a construcción y sistematización de información
pero quedan grandes vacíos que limitan la solidez y
precisión de la medición. Ésta fue la causa de que
en el presente estudio no se cuente con datos para
las mismas variables económicas en todos los secto-
El sector fonográfico corresponde a: res sujetos de análisis.

Si bien en todos los sectores se trató de analizar


la oferta, empleo, participación en el PIB y balanza
El sector de publicaciones periódicas correspon- de comercial, las limitaciones descritas arriba permitie-
a: ron que sólo para los sectores editorial, fonográfico
y de publicaciones periódicas se obtuviera informa-
ción completa mediante la cual se elaboraron mejo-
res indicadores y un análisis más preciso Y En cam-
bio, para el sector audiovisual (radio, televisión, cine
Para el período 1988- 1994 se cuenta con la revi- y video) los datos fueron menos desagregados y por
sión 2 de la CIIU y para 1995-1998 se cuenta con la lo tanto se realizó un estudio global acerca de su
revisión 3.109 Se puede constatar que mientras para desempeño e incidencia en el producto y la genera-
la tercera revisión los sectores editorial, fonográfico ción de empleo.
y de publicaciones periódicas tienen cada uno su
propio código, no ocurre lo mismo con la segunda La mención de los términos "industria manufac-
revisión, que agrupa a los sectores mencionados bajo turera"112 a lo largo del estudio se debe a que, según
un solo código. 110 la metodología de la Encuesta Anual a la Industria

participación en las Cuentas Na-


109 Metodología: Parte I. de la Industria Manufacturera", La das en productos acabados de
cionales.
Paz, 2000, pág. 3. Se define in- consumo final o intermedio, que
110 En otros países el sector au-
111 Metodología: Parte II. dustria como "conjunto de acti- son bienes materiales o mercan-
diovisual está dentro del CIIU
vidades que tienen como cías"; y por otro lado, "la pro-
9411 y 9413 pero en Bolivia no 112 Instituto Nacional de Estadís-
finalidad la transformación y la ducción manufacturera es el paso
se realizan mediciones de estos tica, Metodología para la obten-
adaptación de recursos naturales intermedio entre la producción
códigos debido a su reducida ción de las "Estadísticas Anuales
y materias primas semielabora- mercantil simple y la producción
mecanizada".

90
CAPI TUL O 1 1 : DE LAS INDUS TR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

Manufacturera, los sectores editorial, fonográfico y y producción audiovisual (cine y video) tuviera la misma
de publicaciones periódicas están comprendidos estructura que la . de los anteriores; sin em- bargo, se
dentro de ésta. Por las razones ya especificadas en cuantificó y explotó la información dispo- nible en la
la parte conceptual del presente estudio, se utiliza medida de lo posible y para enriquecerla se realizaron
la denominación de "sector cultural" para referirse a aproximaciones a partir de casos de estudio.
la "industria cultural" y por otro lado, se analizan
estos sectores dentro del contexto de la'" industria Con objeto de subsanar las deficiencias de los
manufacturera" y se compara su desempeño en re- datos oficiales existentes, a partir de estadísticas del
lación a ésta. Sector Externo, se obtuvo información mensual para
el período 1992-2003, referida a las importaciones
Estos sectores fueron analizados bajo la siguiente tanto de productos como de insumas de cada uno
estructura: de los sectores estudiados. Sobre esta base se reali-
zó un análisis de tendencia y de efectos estaciona-
- Oferta, analizada a través del número de esta- les con métodos econométricos, lo cual permitió
blecimientos y el valor de ventas internas de hacer inferencias sobre el desempeño económico de
cada sector. los sectores en los años posteriores a 1998 .
- Empleo, analizado a través de total de personal
ocupado, así como la participación total del Con base en información pertinente se presenta
sector determinado en la generación de em- pleo. adicionalmente un capítulo sobre consumo cultural
- Incidencia en las cuentas nacionales, a través en el cual se realizó una descripción y análisis del
de la participación en el Valor Bruto de Pro- mismo y una aproximación económica cuyo objeti-
ducción, Valor Agregado, Consumo Intermedio, vo fue cuantificar la dimensión del mercado infor-
Utilización de Materia Prima nacional e impor- mal y posiblemente del mercado de productos cul-
tada, pago de Impuestos Directos e Indirectos turales piratas . También se elaboró un capítulo so-
y participación en el Producto Interno Bruto bre la piratería cultural y las características de dicho
del país. fenómeno.
- Balanza comercial, a través del valor de las
ventas externas y exportaciones del sector y la Finalmente, con objeto de afinar la aproximación
participación de las mismas en las exportacio- descriptiva y cualitativa del análisis, se entrevistó a
nes nacionales. informantes clave de · cada subsector. 113

En todos los casos se analizó la participación de 5.4. Panorama de las industrias


cada sector respecto al CIIU 22 y a la industria ma- culturales en Bolivia
nufacturera, a partir de cifras promedio del período
1995- 1998 . Debido a restricciones presupuestarias, El presente estudio asume, como ya fue dicho, que la
el INE no recopiló la información respectiva para el actividad cultural boliviana generadora de valor
período 1999-2003 , por ello no fue posible realizar · agregado y con una consiguiente incidencia en la
una cuantificación y un análisis con información . composición del PIB no se limita a los sectores ca-
posterior a 1998. racterizados como industriales. Es más, se podría
adelantar incluso la hipótesis de que si bien las
También por limitaciones de acceso a la informa- industrias culturales -legales e informales- se cons-
ción no se logró que el análisis de radio, televisión tituyen en el país en el canal más importante para

113 Ver lista en el capítulo de Me-


todología.

91

1
DI NÁM ICA ECONÚM ICA DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

facilitar el acceso masivo a productos culturales, tura, canalizadores de buena parte de la oferta cul-
en los hechos tienen un aporte económico inferior tural masiva.
al proporcionado por los que aquí se reconoce
como"' otros sectores culturales" .114 Esta es una si- Así mismo, ese estudio permitió señalar cuatro
tuación paradójica que, sin embargo, requiere un factores característicos y condicionadores del mer-
análisis exhaustivo y comparado en el próximo fu- cado cultural de La Paz -y, por extensión, de Boli-
turo . via-, a saber: sus reducidas dimensiones en compa-
ración con las realidades de naciones vecinas, la
Una pionera aproximación a la naturaleza y pe- presencia de una intensa competencia por las ven-
culiaridades de esas industrias que tomó como ob- jeto tas, un amplio margen de acción para la piratería
de estudio sus manifestaciones empresariales en una (en ese momento relativa a libros, videocasetes, dis-
sola ciudad, La Paz, fue llevada a cabo en 1997 con el cos compactos y audiocasetes de música) y una cre-
respaldo del Programa de Investigación Estratégica en ciente participación, aunque no siempre directa, de
Bolivia.115 empresas y productos de origen transnacional.

Dicha investigación centró su observación en el Por último, y tras dejar establecida la condición
circuito cultural empresarial, distinto del público- estatal básicamente reproductora de las industrias cultura- les
y del comunitario-social a la vez que espacio privativo bolivianas, las conclusiones del trabajo de 1997
de las industrias culturales definido por la producción diseñaron tres escenarios probables para el circuito
simbólica serializada, estandarizada y cultural empresarial, el único positivo de los cuales
destinada a un mercado de consumo masivo. Tales -que apuntaba al potenciamiento de sus capacida-
industrias, diferenciadas entonces en los sectores des, a la reactivación del mercado cultural, al incen-
editorial, fonográfico y audiovisual y en cuya com- tivo de la producción cultural masiva nacional y a la
posición se identificaron fases y agentes, fueron expresión de la pluralidad cultural del país- reque-
comprendidas como organizaciones privadas que ría de la formulación y puesta en vigor de políticas
lucran con bienes finales portadores de significacio- culturales para la democracia, algo que hasta la fe-
nes que tienen posibilidades de incidir en la cons- cha no ha ocurrido.
trucción de representaciones, imaginarios e identi-
dades. Cabe manifestar, siete años después de aquel aná-
lisis, que aquellas peculiaridades no han sufrido va-
De acuerdo con la indagación efectuada, ese cir- riación sustancial alguna, con la salvedad del desta-
cuito empresarial entendido como el espacio de in- cable impulso ofrecido por el Fondo de Fomento
terrelación mercantil entre agentes e instancias de Cinematográfico a los realizadores nacionales que
producción cultural para el mercado tenía como ras- han alcanzado sus niveles más altos de producción
gos destacados una baja cuota de producción origi- en los tres últimos años1 16 y, en lo negativo, con un
nal propia, una consiguiente mayoritaria . oferta de repunte y una renovación evidentes de la piratería
procedencia extranjera, un relativamente bajo por- en materia de discos compacto con música, progra-
centaje de utilización de la tecnología productiva mas o juegos informáticos a la par que de películas
instalada, una elevada proporción de importación y en videodiscos digitales.
también de plagio (piratería), redes empresariales
de distribución tanto legales como informales y De todas maneras, se mantiene la relevancia de las
medios de difusión, de diferente magnitud y cober- industrias culturales mediáticas como articulado-

114 Véase la "Clasificación com- 115 Cfr. ErikTorrico, Industrias 116 Aunque no siempre con el
plementaria de sectores cultura- culturales en la ciudad de La respaldo de este Fondo, en 2004
les" en el Capítulo II. Paz, La Paz, 1999. fueron estrenadas cuatro pelícu-
las nacionales y se anuncian
otras cinco para 2005.

92

1
CAPI TUL O 1 1 : DE LAS IND USTRIA S A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

ras preferentes de la distribución y el consumo cul- vechadas para la reproducción ilegal de productos
turales en Bolivia, aparte de que también las "otras culturales nacionales y extranjeros.
actividades culturales" -entre las que destacan las
relacionadas con los diferentes tipos de patrimonio- se En términos generales, los desarrollos anotados
retroalimentan permanentemente con ellas. fueron sobre todo la resultante de emprendimientos
privados, individuales o familiares antes que empre-
5.5. Breve vistazo a la historia y el presente sariales, en tanto que la participación pública fue
limitada, a excepción del finalmente frustrado fun-
Pese a que desde los primeros años republicanos se cionamiento del Instituto Cinematográfico Bolivia-
impulsó el desarrollo de la imprenta con la publica- no durante los primeros años de la revolución na-
ción de una diversidad de periódicos -generalmen- cionalista modernizadora de 1952 y de la creación,
te vinculados a las vicisitudes de la política y, por en 1969, de la Empresa Nacional de Televisión que
ende, muchas veces fugaces- a la vez que con la de ha perdido mucha audiencia por la competencia de
libros (en particular de tipo literario y de uso esco- las redes comerciales que fueron establecidas a par-
lar), 117 en realidad las relativas expansión y consoli- tir de 1984 así como debido a la cada vez más redu-
dación de los sectores relacionados, el editorial y el cida subvención que recibe del Tesoro General de
de las publicaciones periódicas, se dio a partir de la la Nación.
primera década del siglo veinte . Fue entonces cuan-
do salió a luz el primer diario de aparición perma- No obstante, tanto las circunstancias de la hasta hoy
nente (El Diario, de La Paz, en 1904) y cuando se irresuelta inestabilidad política como las conse-
multiplicó la instalación de imprentas, tipografías, cuencias del insuficiente desarrollo económico y de la
talleres gráficos y algunas editoriales en la mayoría desigual distribución de la riqueza aún predomi- nantes
de las capitales de departamento. han impedido que los diferentes sectores se- ñalados
se establezcan como verdaderas industrias, pues no
La cinematografía, que al parecer llegó a Bolivia han sido creadas las condiciones necesarias para un
antes de que finalizara el siglo diecinueve, comenzó desempeño empresarial decidido -que in- cluya todas
a generar sus productos iniciales tras el primer cen- las fases del proceso, desde la creación- ni aquéllas
tenario de la fundación de la república (1925); la otras capaces de incentivar un creciente consumo
radio se instaló oficialmente cuatro años más tarde, cultural masivo.
la discografía emergió en 1936, las revistas impresas
-casi siempre efímeras- nacieron en 1939; la televi- Es perceptible que del conjunto existente de más
sión ingresó a los hogares en 1969; en los siguientes de medio millar de radioemisoras, centena y media
años, la radiodifusión de frecuencia modulada em- de teledifusoras, medio centenar de publicaciones
pezó a ganar terreno, la televisión por suscripción periódicas y casi una treintena de proveedoras de
se inició tímidamente, en la década de 1980, cuando TV por suscripción, sólo estas últimas, más cuatro
también surgieron la producción y el consumo de redes nacionales de televisión comercial, dos cade-
videos y los impulsos inaugurales de la publicidad nas de diarios y hasta tres emisoras privadas · de ra-
profesional . Los años noventa del siglo veinte traje- dio de alcance nacional son las que consiguen des-
ron consigo las innovaciones tecnológicas ligadas a envolverse sin mayores dificultades financieras, aun-
la informática (los servicios de internet fueron inau- que están obligadas a disputarse una oferta publici-
gurados en 1997), que fueron especialmente apro- taria que a la fecha no supera los veinte millones de

117 La publicación de libros en de las luchas por la independen-


el territorio de lo que más tarde cia, en los primeros dos decenios
sería Bolivia tiene antecedentes del siglo XIX. Cfr. Colque, El de-
desde el siglo XVII, bajo el régi- sarrollo de la imprenta en Boli-
men colonial español, y la de via, 1989.
periódicos se remonta a tiempos

93

1
DINÁ MIC A ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

dólares anuales y que es predominantemente admi- miento de este producto, para ofrecerlo a los dife-
nistrada por subsidiarias de firmas extranjeras . 1 18 To- rentes tipos de usuarios en cortes y formatos ade-
dos los demás -productores y exhibidores cinema- cuados (cartón, cuadernos, hojas, etc.)
tográficos, otros productores audiovisuales, edito-
riales, discográficas, editores de otros periódicos y Por el lado de los autores la cadena es corta, pues
revistas, radioemisoras y televisaras locales o comu- no existen en el país los agentes literarios que en
nitarias- están conminados a acudir a "estrategias otras latitudes se encargan de descubrir talentos y
de sobrevivencia" que incluyen la captación de la promoverlos hacia las empresas editoras. En Boli-
reducida publicidad local, los préstamos o los apor- via, en general, el autor es su propio promotor, es
tes propios, sin que la recuperación de sus inversio- "descubierto" por las empresas editoras de libros o
nes sea una posibilidad cierta. auspiciado por agencias estatales o extranjeras de
desarrollo (esto último �s especialmente válido para
Seguidamente se presenta la cuantificación, aná- las investigaciones científicas y técnicas). Estas em-
lisis económico y descripción empírica ya anuncia- presas, asimismo, son las que dinamizan el mercado
da de los sectores editorial, publicaciones periódi- de algunos artistas, diseñadores y fotógrafos para la
cas, fonográfico y audiovisual. ilustración de las publicaciones. Suelen ser al mis-
mo tiempo las importadoras de todo tipo de textos
6. Sector editorial y las que en general realizan directamente la distri-
bución hacia las librerías .
6. 1 . Introducción
Una vez realizada la creación intelectual del au-
Las características de la economía boliviana así como tor se inicia el proceso de edición propiamente di-
el nivel educativo y la tradición . oral de su pobla- ción cho, en el cual se realiza la corrección y diagrama-
ocasionan que los libros sean percibidos como bienes ción (algunas empresas sólo efectúan la diagrama-
de lujo o que en todo caso, no constituyan bienes de ción, que es una parte importante del proceso). Una
importancia. Por lo tanto, el consumo de los mismos se vez que el libro está diagramado y corregido se eje-
encuentra restringido a pequeñas esferas sociales, con cuta la impresión, donde se combinan la maquina-
mayor poder adquisitivo. ria con los insumos (papel, tinta, etc.). Una vez im-
. preso el producto se realiza el lanzamiento del mis-
Este sector empieza, por un lado, con la creación mo (promoción, presentación), pues la publicidad
intelectual de los autores y, por otro, con la fabrica- es muy importante y normalmente es efectuada por
ción de los equipos, tintas, hilos y software que ser- la empresa editorial, aunque existe otro mecanismo
virán tanto para las industrias que elaboran el papel importante conformado por los suplementos litera-
como para las que lo procesan en diferentes cortes rios de los periódicos donde se presentan reseñas
y tipos y las imprentas que finalmente plasmarán el de libros y entrevistas a los autores. Finalmente se
trabajo de los autores. realiza la distribución a los puestos de venta.

Por supuesto que existen autores en Bolivia, pero Aunque en general la edición independiente co-
se carece de fábricas de equipos e incluso de una mercial es un rubro poco rentable en cualquier par-
industria importante de papel, casi la totalidad de te del mundo, en Bolivia -debido al tamaño de su
los insumas utilizados por el sector son importados. mercado- no existe la diferenciación que se puede
Solamente existen empresas dedicadas al procesa- encontrar en otros países en cada una de las etapas

118 Se carece de información al área acerca de que en los últi- Las principales publicitarias iden-
precisa sobre los montos que se mos 5 años se ha producido una tificadas son "McCann ericsson",
factura en el país por inversión baja significativa. La suma esti- "Ogilvy & Mather" y "Grey Boli-
publicitaria, pero sí hay acuerdo mada para 1998 habría sido de via" (Pastor, 2003: 453-459).
entre quienes están relacionados siquiera 35 millones de dólares.

94
1
CAPI TULO 1 1 : DE LAS IN DU STRIAS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

del proceso de publicación de un libro. Prueba de Funcionamiento del Sector Editorial

ello es que la editorial más grande del país (de las


pocas que quedan) es al mismo tiempo editora, im-
presora y distribuidora; además suele prestar servi-
cios de impresión a terceros, quienes a su vez se
constituyen en fuente de financiamiento para otras
publicaciones y en su principal fuente de ingresos.

En el mundo editorial existe una clara división


entre la edición independiente y los grandes grupos
multimedia (como Santillana o Prisa) que poseen
editoriales, periódicos, canales de televisión, radioe-
misoras, televisión por cable, agencias de publici-
dad y agencias de noticias conformando verdaderos
holdings en el campo de la comunicación, con es-
pecialización en el caso de Santillana. A diferencia de
Bolivia, en ·otros países la mayoría de las edito- riales
independientes han sido compradas por los grandes
grupos. Fuente: Elaboración propia.

En Bolivia no existen empresas distribuidoras de Existen otras editoriales que se especializan en la


libros importados ni nacionales; generalmente los publicación de textos escolares que son adjudica- dos
autores se contactan con una cadena de librerías con por licitaciones que hace el Estado.
presencia en dos o tres departamentos o bien la mis-
ma empresa editorial hace el servicio de distribución. En general los ingresos de las editoriales provie-
nen de sus ventas, pero en el caso de una editorial
La editorial más grande de Bolivia (Plural) produ- grande (que no sólo presta servicios de edición) los
ce 80 títulos anuales, lo cual la sitúa en la media ingresos más importantes se generan con servicios
latinoamericana como una empresa de mediano ta- de impresión para terceros. En cuanto a la estructu-
maño. La editorial que sigue en orden de importan- ra de costos de esta industria, aproximadamente la
cia (La Hoguera) produce alrededor de 1 O títulos mitad corresponde a insumos que son en su totali-
anuales y las demás no pasan de 2, por lo que no se dad importados, 25% a gastos administrativos y re-
dedican únicamente a esta actividad y tienen una muneraciones al personal y al 25% restante se le
distribución muy precaria. Estas reducidas dime n- deducen los impuestos, y como resultado queda un
siones de la industria se pueden: corroborar en las margen de utilidad de 10 a 15%.
ferias del libro donde se observa poca presencia de
editoriales bolivianas y publicaciones de ONG / s que Considerando que los libros son percibidos como
en realidad son centros de investigación que tienen bienes de lujo, ante una crisis económica la gente deja
como correlato un sello editorial. de consumirlos y ello tiene un efecto que se difunde en
toda la cadena productiva, empezando por el número
En la edición de libros en Bolivia se destacan las de establecimientos y terminando con el aporte al PIB.
instituciones académicas y de investigación socioeco- Debido a esto, se observa que a partir de 1997 -año en
nómica y cultural, que lanzan al mercado una im- el cual Bolivia fue impactada (aunque indirectamente)
portante cantidad de títulos anualmente, pero cuyas por la crisis asiática- se observa una tendencia
ediciones rara vez sobrepasan los 500 ejemplares, decreciente o al menos un quiebre en la mayoría de las
mientras que en el caso de las ediciones en literatu- ra variables económicas analizadas dentro de la actividad
rara vez sobrepasan los mil. editorial.

95

1
DI NÁM IC A ECONÓMIC A DE LA CU LTUR A EN BOLIV IA

Cuadro 2.
Sector editorial y actividades de impresión: Número de establecimientos según clase de actividad CPromedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

6.2. Oferta sector, lo cual se comprueba a continuación con su


relativamente bajo nivel de ventas y de participa- ción
Es posible que la falta de demanda por productos en el PIB.
editoriales y la competencia que este sector enfren-
ta en el mercado informal sean las razones por las Los datos muestran que se imprime mucho más
cuales el número de establecimientos del sector edi- de lo que se edita, pues las imprentas son más
torial sea poco significativo respecto a los totales de que las editoriales y tienen mayor volumen de
la industria manufacturera, pues del total de esta- ventas. Ello puede explicarse porque dentro del
blecimientos considerados dentro del CIIU 22, el sector editorial, la edición se realiza una o pocas
75 ,5% corresponde a las actividades de impresión y veces; en cambio, las impresiones y reimpresio-
sólo un 10% a las actividades de edición propia- nes de una misma obra son varias. Por otro lado,
mente dicha y, respecto al total de establecimientos existe mucho material de propaganda y publici-
de la industria manufacturera, el sector editorial re- dad que simplemente se imprime, así como la
presenta sólo el 0,9% (cuadro 2). De hecho, en Bo- impresión de difusión de eventos privados (bo-
livia, hasta 1998 sólo existían 15 empresas editoria- das, aniversarios, etc.). Además, las imprentas no
les vinculadas a la publicación de libros y revistas; se dedican sólo a la impresión de material litera-
actualmente, debido a la contracción económica rio sino que la mayor parte de ellas imprime más
existen menos. También a causa de la estrechez del bien para la actividad comercial (facturas, estam-
mercado, algunas editoriales, que publican esporá- pas, papel membreteado, etc.).
dicamente, operan con menos de 5 personas y care-
cen de instalaciones propias, por lo cual no están En el cuadro 3 se observa que sólo el 5% del valor
registradas en las estadísticas oficiales del INE. de ventas internas consideradas dentro del CIIU 22
corresponde al sector editorial y que la mayor cantidad
El bajo número de establecimientos registrados de ventas se concentra en las actividades de
dedicados a la actividad editorial guarda relación impresión, con un promedio de 53% del total de ventas
con el poco movimiento económico que genera este internas; ello puede explicarse por un lado

Cuadro 3.
Sector editorial y actividades de impresión: Valor de ventas internas según clase de actividad CEn miles de $US) (Promedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

96

1
CAPI TUL O 1 1 : DE LAS INDU STRIAS A LAS ACT IVI DADES CU LTU RALES

Gráfico 3
Número de publicaciones impresas registradas

Registro de publicaciones en depósito legal


Período: 1 991 - 2004

500

1 99 1 1 992 1 993 1 994 1 99 5 1 996 1 997 1 998 1 999 2000 200 1 2002 2003 2004
Años

Fuente: Elaboración propia.

en el hecho de que no todas las imprentas facturan las ventas del sector editorial representan sólo el O,
por sus servicios, mientras que una parte del trabajo 1% del total de la industria manufacturera. Los fac-
editoria.l no se comercializa pues corresponde a edi- tores que explican esta baja incidencia del sector
ciones de textos escolares de distribución gratuita o editorial no son solamente económicos, puesto que si
de material de divulgación y por otro, porque como bien es cierto que las ventas están directamente
ya se mencionó, la mayor parte de las imprentas no relacionadas al poder adquisitivo de la población y se
sólo trabajan con libros �ino que imprimen además expanden o contraen según los ciclos de la eco- nomía
otro tipo de material. nacional, también podría ser el que la pobla- ción
boliviana parece tener una mayor preferencia por el
Otros factores que afectan las ventas del sector consumo de otro tipo de bienes.
editorial son las fotocopias piratas. En el país existe
una importante oferta de servicios de fotocopiado El número de publicaciones impresas registradas
que permiten obtener un libro a precios muy bajos, en depósito legal se incrementó de forma constante
lo cual resulta atractivo sobre todo a los estudiantes durante el período 1991 -2001 (gráfico 3); sin embar-
y esta forma de piratería (fundamentalmente de tex- go, del total de registros realizados cada año, cerca
tos escolares y universitarios) perjudica en particu- del 20% no llega a impresión por diversos factores,
lar a los importadores, pues antes de que llegue al pero principalmente por insuficiencia de recursos
país la edición de un determinado libro, en el mer- económicos; debido a ello, el incremento del núme-
cado informal ya se comercializa la versión pirata ro de registros no guarda relación con el bajo nivel
del mismo con calidad relativamente buena y a pre- de ventas del sector.
cios frerite a los cuales los importadores legales y
las librerías no pueden competir. 6.3. Empleo

Dentro del total de actividades de ediciÓn, im- El 6,7% del total del personal ocupado considerado
presión y de reproducción de grabaciones (CIIU 22), dentro del CIIU 22 corresponde al sector editorial

97

1
DINÁM ICA ECONÓ MIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

(181 personas) del que un 4So/o se concentra en las Llama la atención el hecho de que la participa- ción
actividades de impresiónY9 Con relación al total de porcentual que tiene el sector editorial en el total de
personal ocupado de la industria manufacturera, el gerentes y administradores de la industria
sector editorial participa en promedio con sólo 0,4%; manufacturera (0,9%) es mayor a la que tiene en
sin embargo, este porcentaje tiene cierta relevancia si número de empleados permanentes (0, 3%). Ello es
se considera que esta industria es una de las que indicativo de que en este sector son numerosas las
concentra al mayor número de ocupados a nivel pequeñas empresas con pocos trabajadores, donde los
nacional y que prácticamente el total de la misma se propietarios intervienen directamente como ad-
desenvuelve en el área urbana del país. ministradores y gerentes.

En cuanto a las remuneraciones consideradas den- A partir de la información acerca de categorías


tro del CIIU, el 6o/o corresponde al sector editorial y ocupacionales y remuneraciones120 se obtuvieron in-
representa el 0,3% de la industria manufacturera. El dicadores resultantes de relacionar el número de
mayor porcentaje de remuneraciones corresponde a personas insertas en cada categoría de empleo con el
. las actividades de impresión, con un promedio de 25% nivel de sus remuneraciones. El cuadro 5 sintetiza
del total; sin embargo, el nivel de ingresos per- cibidos dichos resultados:
en promedio por las personas ocupadas en este rubro
(192 $US/mes) es inferior al del sector editorial que Del total de personas que trabajan en la actividad
alcanza a 299 $US/mes, lo que equiva- le a 6 veces editorial, 67% son obreros que perciben un 40% de
un salario mínimo. Por lo tanto, el he- cho de que el lo que reciben los gerentes; 21 o/o son empleados que
mayor nivel de remuneraciones co- rresponda a las ganan un 48o/o de lo que equivale a los gerentes y
actividades de impresión está más ligado al número de 12o/o son gerentes o administrativos, que toman el 53%
empleados insertos en dicha actividad y no del total de las remuneraciones de la actividad edito-
necesariamente al nivel de ingresos que éstos rial . Estos indicadores permiten establecer que el sec-
perciben (cuadro 4). tor editorial paga en promedio a sus obreros casi el

Cuadro 4.
Sector editorial y actividades de impresión: Empleo y remuneraciones CPromedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

119 Ver Anexo Estadístico I.

120 Cálculos realizados con base


en información desagregada de
cuadro 4. Ver detalle en Anexo
Estadístico I.

98
CAPI TULO 1 1 : DE LAS IN DUS TRIAS A LAS ACTIVIDADES CULTU RALES

Cuadro 5.
Sector editorial: Estructura porcentual y remuneraciones de las categorías ocupacionales <Promedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 5. 6, 7, 8, 9 y 1 O de Anexo Estadístico l.


(*J El porcentaje de la última columna se mide en relación al promedio de remuneraciones de gerentes y administradores.

Cuadro 6.
Sector editorial: Participación en el empleo <En porcentaje)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

triple del salario mínimo y a sus empleados el equi- editorial, y la mayoría de ese valor se concentra en las
valente a 4 veces un salario mínimo (cuadro 5). actividades de impresión, con un promedio de 40, 2%.
Respecto al VBP de la industria manufacture- ra, el
La participación del sector editorial en la genera- sector editorial participa sólo con el 1 %; es decir, su
ción de empleo a nivel nacional, es en promedio contribución al valor agregado de la pro- ducción
0,005% de la población ocupada total y 0,010% de industrial del país es muy pequeña.
la población ocupada del área urbana (cuadro 6) .
Es decir, que la incidencia de este sector en la gene- Según el cuadro 7, dentro la CIIU 22, el 5% del
ración de empleo es insignificante, al menos en lo valor agregado es generado por el sector editorial y
que se refiere a la actividad económica formal y en con relación a la industria manufacturera participa
empresas de cierto tamaño, pues la información en promedio con un 0,74%, por lo que su contribu-
cuantificada por el INE no considera la población ción a la generación de valor del producto nacional
que, si bien trabaja en actividades concernientes al es muy reducida.
sector editorial, pertenece al sector informal de la
economía. Se observa también que el 4% del CI considerado ·

dentro del CIIU 22 corresponde al sector editorial y


6.4. Incidencia en la economía a partir con relación al total de CI de la industria manufac-
de las variables utilizadas en el sistema turera, participa en promedio con el O, 1 %; ello quie-
de cuentas nacionales re decir que tiene un efecto dinamizador muy pe-
queño sobre el conjunto de la economía, pues no es
Entre 1995 y 1998, el 5% del Valor Bruto de Produc- un importante demandante de insumas y/o servi-
ción generado por el CIIU 22 corresponde al sector cios de otros sectores de la actividad económica

121 La metodología de cálculo


del promedio de remuneraciones
se encuentra detallada en el ca-
pítulo de Metodología: Parte III.

99

1
DIN ÁMICA ECONÓMIC A DE LA CULTURA EN BOL IVIA

Cuadro 7.
Sector editorial: Incidencia en las cuentas n acionales CEn miles de $US)
CPromedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

nacional. Además, s:u principal insumo, que es el pías imprentas, por lo tanto requieren para el desa-
papel, es importado prácticamente en un 100%. rrollo de sus actividades importantes cantidades de
papel y de otros insumas; ello le da lógica al hecho
En el gráfico 4 se presenta la estructura porcen- de que en el sector se genere más CI que VA. 122
tual del VBP del sector editorial, donde el 54% co-
rresponde a CI y 46% a VA. Esto se puede deber a Existen diferencias en los eslabones de la cadena
que la tasa de extracción es baja en la producción del libro : el VBP de la edición de libros, folletos,
de un libro, es decir que, para la obtención de un etc., tiene sólo un 46% de VA y 54% de CI; en cam-
bien final, se requiere una cantidad más que pro- bio, las actividades de impresión tienen un VBP com-
porcional de insumos. Es importante notar que las puesto en 27% de VA y 73% de CI (ver detalle en
editoriales más importantes del país tienen sus pro- anexo estadístico). Ello es natural, porque las im-
prentas deben incorporar en mayor cantidad que las
editoriales insumos que, como el papel, provienen
Gráfico 4. de otro eslabón de la cadena .
Sector editorial: Estructura porcentual del VBP
El 5,6% del valor de materia prima nacional consi-
Consumo derado dentro del CIIU 22 corresponde al sector
intermedio
editorial y sólo utiliza un 3,5% del total de materia
54%
prima importada. Aunque en mayores porcentajes,
ocurre lo mismo en las actividades de impresión pues
según las estadísticas, demandan mayor cantidad de
materia prima nacional que importada123 (7 1% en pro-
medio).

Valor En este caso corresponde aclarar que el principal


agregado
46% insumo que es el papel está considerado en las cuen-
tas nacionales como materia prima nacional debido
a que este producto se importa en grandes bobinas
Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE. o resmas, pero las empresas papeleras nacionales

122 El INE clasifica a cada una no hay problemas de doble con-


de las empresas según su activi- tabilización.
dad principal, por lo tanto hay
123 Ver datos desagregados de
imprentas que se encuentran in-
Valor Agregado en Anexo Esta-
cluidas en el sector editorial, pero
dístico l.

100

1
CAPI TULO 1 1 : DE LAS IND USTR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

elaboran los distintos tipos, cortes y formatos de papel pa con 0,02% del PIB nacional; es decir, que tiene una
que requiere el mercado nacional. Este papel incidencia mínima en la riqueza que se genera en el
elaborado es considerado como materia prima na- país.
cional para el sector editorial, aunque para la indus- tria
papelera constituye un insumo importado.124 6.5. Exportaciones del sector

El sector editorial utiliza un menor porcentaje de Las ventas externas del sector editorial son virtual-
materia prima extranjera que nacional, 125 lo cual po- mente nulas; es decir que Bolivia no exporta mate- rial
dría ser un indicador de que esta actividad no es de lectura, salvo en algunas ocasiones excep- cionales.
sensible ante fluctuaciones en los precios externos; Así por ejemplo, según datos de Comercio Exterior del
sin embargo, lo es de hecho debido a que la materia · INE, el sector editorial participó con un promedio de
prima que alimenta la cadena (el papel) es un insu- 225.000 dólares para los últimos 4 años.
mo importado.
6.6. Importaciones del sector126
En cuanto a la estructura de impuestos pagados
por el sector editorial en su conjunto, el 81% corres- Las importaciones del sector editorial, según la cla-
ponde a impuestos indirectos y sólo el 18% a im- sificación Nandina, comprenden los siguientes pro-
puestos directos . Ello es natural en todos los secto- ductos:
res, pues los primeros, en general, están en función
del volumen de ventas y los segundos en función - Libros, folletos e impresos similares, incluso en
de la utilidad de las empresas. hojas sueltas, o plegadas.
- Diccionarios y enciclopedias, incluso en fas-
Con relación al total de monto de impuestos di- cículos.
rectos e indirectos de la industria manufacturera, el - Los demás libros, periódicos e impresos simi-
sector editorial participa en promedio con 0,2% y lares, incluso en hojas sueltas.
0, 3%, respectivamente; es decir, que se trata de un
sector que contribuye en pequeña escala al sosteni- A lo largo del período 1992-2003, las importacio- nes
miento del Estado. del primer producto no presentan una tendencia
creciente ni decreciente, sino más bien un comporta-
En el cuadro 8 se observa la participación del miento relativamente estable, con un ligero decreci-
sector editorial -medida a través de la generación miento a partir de 1998 (gráfico 5.a) debido la crisis
de VA de dicha actividad- en el PIB del país. Los económica regional que impactó a la economía boli-
datos muestran que en promedio este sector partid- viana. Se observa que en el mes de marzo de cada

Cuadro 8.
Sector editorial: Participación en el PIB a precios corrientes <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

124 Cabe aclarar que existen 125 Ver estructura del Valor de zaron cifras mensuales corres-
unas pocas empresas naciona- Materias Primas en el Anexo Es- pondientes a la clasificación Nan-
les que producen papel pero tadístico I. dina cuyo detalle se encuentra
en pequeña escala. en el anexo estadístico.
126 Para analizar las importacio-
nes del sector editorial se utili-

101

1
DINÁM ICA ECONÓMIC A DE LA CULTUR A EN BO LIVIA

Cuadro 9.
Sector editorial: Exportaciones por año según clase de actividad CEn $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del IN E.

año existe un mayor valor de importaciones de este 6. 7. Bibliotecas públicas


tipo de ·bienes, lo cual está directamente relacionado
con el inicio del período académico tanto a nivel es- En Bolivia existen 358 bibliotecas, de las cuales 37%
colar como universitario. Son los colegios y las uni- pertenecen a Universidades, lo cual tiene sentido si se
versidades las instituciones que más demandan libros considera que son los establecimientos educati- vos los
tanto para la consulta como para la enseñanza. que exigen mayor uso y consulta de material
informativo y bibliográfico. Ligado a esto está el hecho
En cuanto a los diccionarios y enciclopedias, hubo de que el mayor número de bibliotecas (40% del total
una tendencia creciente entre los años 1992 a 1997; nacional) se encuentra ubicado en el de- partamento de
sin embargo, y al igual que en el caso anterior, a La Paz, puesto que es en dicho de- partamento donde
partir de 1998 se produjo una contracción de las en un inicio se ubicaron la ma- yoría de las
importaciones (gráfico S .b) . El mayor valor de im- Universidades del país.
portaciones se presenta en el mes de julio de cada
año, lo cual podría deberse entre otras razones a El 22% de las bibliotecas pertenecen a entidades
que se importa material extranjero destinado a ex- gubernamentales y al igual que en el caso anterior,
ponerse en la Feria del Libro, que tiene lugar duran- el mayor número de ellas se encuentra en la ciudad
te el mes de agosto de cada año. de La Paz. Ello se debe a que es la sede de gobierno

G ráfico 5.
Importaciones mensuales del sector editorial según Nandina CEn $US) Período 1 992-2003

4000000

600000

3000000
500000

400000
2000000
300000

1 000000

o
1 992 1 994 1 996 1 998 200 0 200 2 1 992 1 994 1 996 1 998 200 0 200 2

- a. Libros, folletos e impresos si mi lares - b. Diccionarios y enciclopedias

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 02

1
CAPITU LO 1 1 : DE LAS INDUS TR IAS A LAS ACTIVI DADES CU LTU RALES

y concentra a la mayor parte de Ministerios, Vicemi- muy completas y actualizadas mientras que en otro
nisterios y entidades gubernamentales a los cuales pueden existir .muchas pero sumamente elementa-
pertenecen dichas bibliotecas. les; así mismo, contar con ·agregados de número de
consulta a bibliotecas por tipo de usuario y material
En cuanto al 35% restante de las bibliotecas del consultado, podría brindar una mejor orientación
país, el 16% son privadas, el 3% pertenece a igle- sobre el aporte de las bibliotecas al desarrollo de
sias, el 4% a ONG extranjeras y el 12% a ONG na- los recursos humanos. Pero este tema constituye una
cionales. asignatura pendiente que deberá encarar estudios
posteriores.
El 75% se definen como bibliotecas, el 19% como
Centros de documentación y el 5% como Centros de Del total del personal ocupado en las bibliotecas del
información (cuadro 11). No es adecuado estable- país, más de la mitad (53%) es bibliotecario o
cer cocientes de número de bibliotecas en relación documentalista, el 36% es personal administrativo y el
a la cantidad de habitantes o estudiantes del país, 7% es analista de sistemas (cuadro 12). En este caso
debido a que se estaría elaborando un indicador llama la atención el alto porcentaje de perso- nal
inconsistente de acceso y uso de este servicio cultu- administrativo que opera en las bibliotecas, es-
ral. En un país pueden haber pocas bibliotecas, pero pecialmente en el departamento de La Paz, donde

Cuadro 10.
Bolivia: Bibliotecas según tipo de institución-2003

Fuente: Elaboración propia con base en Directorio boliviano de bibliotecas y Centros de documentación.

Cuadro 1 1 .
Bolivia: Bibliotecas según tipo de unidades de informació n-2003

Fuente: Elaboración propia con base en Directorio boliviano de bibliotecas y Centros de documentación.

1 03

n
DI NÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTUR A EN BOLIVIA

Cuadro 12.
Bolivia: Personal de bibliotecas-2003

Fuente: Elaboración propia con base en Directorio boliviano de bibliotecas y Centros de documentación.

una gran parte de ellas pertenece al Estado o a las (70%), mientras que el mayor número de ejemplares
universidades. corresponde al subsector didáctico (53%). También se
observa que en el país existe una baja produc- ción de
6.8. Caso de estudio: Estudio del Libro 2000 material científico, técnico y profesional, pues respecto
a la producción total del año 2000 sólo re- presentan un
El caso de estudio que a continuación se presenta 11% en cuanto a títulos y 2% en cuan- to a ejemplares
se basa en el informe final del "Estudio del Libro (ver cuadro 13).
2000" (EL2000), que fue realizado con el asesora-
miento y el apoyo económico y logístico del Centro El tiraje promedio para textos no didácticos es de
Regional para el Fomento del Libro en América Lati- 1.652 ejemplares, mientras que para textos didácti- ·

na y el Caribe (CERLALC) , 127 bajo la coordinación de cos es de 7.01 1. Ello se debe a que las unidades
José Antonio Quiroga en la primera etapa y Ernesto educativas del país son las que más demandan y de
Martínez en la etapa final, durante la gestión 2002- manera recurrente el uso de textos escolares para el
2003 de la Cámara Boliviana del Libro (CBL). desarrollo de los programas de estudio, pero ade- .
más puede ser un efecto de la Reforma Educativa, a
Editoriales partir de la cual se creó material didáctico específi-
co para la educación escolar, que es utilizado por la
Para la obtención de información se encuestó a un mayor parte de las escuelas públicas tanto en el área
total de 18 editores de los cuales 9 eran socios de la urbana como en el área rural del país.
CBL, 6 editores no socios, 2 pertenecían a ONG's y
1 a una universidad privada. Así mismo es natural que el número de títulos
editados en textos didácticos sea menor que el de
Como se puede observar en el cuadro 13, en el año libros de interés general y que el tiraje de ejempla- res
2000 el mayor número de títulos editados co- rresponde tenga una relación inversa. Los textos didácticos son
al subsector temático de interés general únicos, recurrentes y tienen usuarios cautivos,

127 Cámara Boliviana del Libro,


Estudio del Libro 2000, 1 a edición,
La Paz, Bolivia. Localizable en:
http:l/ww.martinezacchini.com/
EL2000.htm

1 04

1
CAPI TUL O 11 : DE LAS INDUS TR IA S A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

Cuadro 13.
Estudio del Libro 2000: Títulos y ejemplares según área temática

Fuente: Elaboración propia con base en EL2000.

mientras que los de interés general se orientan por Las áreas temáticas en las cuales hay mayor núme-
la oferta y la dem_anda del mercado. En una situa- ro de títulos editados son: Ciencias sociales con 95
ción intermedia se encuentran los libros de carácter títulos, textos escolares con 66, literatura con 63, ar-
técnico y profesional. tes, recreación y deportes con 50 y religión con 44.

Llama la atención la escasa edición de libros de Si bien el mayor porcentaje de ejemplares (50%)
tecnología y ciencias aplicadas (3 títulos con un ti- corresponde a las editoriales grandes, contrariamente
raje de 2. 500 ejemplares el año 2000), mientras que a lo que podría esperarse, el mayor porcentaje de
abundan los libros de ciencias sociales, arte, recrea- títulos editados (79%) corresponde a las editoriales
ción y deportes, religión y literatura: ello es coinci- pequeñas, mientras que las grandes sólo han edita- do
dente con el escaso desarrollo tecnológico del país, un 16% (cuadro 14).
pero también parece ser congruente con la prefe-
rencia de los estudiantes por las carreras liberales Las editoriales pequeñas fueron las que publica- ron
en desmedro de la formación técnica . 128 el total de las reediciones durante el año 2002 .

Cuadro 14.
Estudio del Libro 2000: Títulos y ejemplares según subsector y tamaño

Fuente: Elaboración propia con base en EL2000.

128 ]osé Baldivia, "Diagnóstico


sobre la juventud boliviana",
Despacho de la Primera Dama,
La Paz, 1997.

105
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

Cuadro 1 5.
Estudio del Libro 2000: Títulos y ejemplares reedición-2000 según subsector y tamaño

Fuente: Elaboración propia con base en EL2000.

Cuadro 16.
Estudio del Libro 2000: Facturación editoriales por canales de venta <En $US)

Fuente: Elaboración propia con base en EL2000.

El total de ventas facturadas por las editoriales nal de La Paz son canales importantes de venta; en
fue de $US 5. 014 .444, de los cuales el mayor por- cambio, sí l0 son las Ferias a pequeña escala. Ello .
centaje (41%) corresponde a ventas a escuelas, co- se refleja en el porcentaje de ventas, que respecto al
legios y universidades, lo cual coincide con los cri- total facturado según canales corresponde a 0,6%
terios mencionados líneas más arriba. Los otros ca- para las Ferias Internacionales y a 1,3% para Ferias
nales de venta importantes son los distribuidores a pequeña escala (cuadro 16).
(20,8%) y las librerías -tanto las propias como las
de terceros- que en forma conjunta alcanzan un En general puede decirse que los textos escola- res
32%. constituyen la base sobre la que se asienta el sector
editorial de Bolivia, pues representa el 17 ,6% de los
Por otro lado, es interesante notar que ni la Feria títulos editados, pero nada menos que el 61 ,3% de los
Internacional del Libro (FIL) ni la Feria Internado- ejemplares impresos.

1 06

n
C A P I T UL O 1 1 : DE LAS I N D U S T R I AS A LAS A C T I V I D A D E S CU LTU R A L E S

Importadores importadores son distribuidores que además admi-


nistran sus propias librerías, el · 70% de las ventas
Para el Estudio del Libro fueron encuestados 28 im- son realizadas por dichos canales y sólo un 9,2% se
portadores, de los cuales 24 eran socios de la CBL y 4 vende a través de librerías de terceros. Además, las
no. ventas al gobierno representan un significativo 14,3%
de las ventas totales. Los impoitadores venden una
La información del cuadro 17 permite afirmar que mayor proporción (1 ,8%) -a diferencia de las edito-
los subsectores didáctico y de interés general absor- riales- en la FIL.
ben el 87% de títulos y el 82% de ejemplares impor-
tados por el país. Otro resultado que refleja las ca- 6.9. Conclusiones
racterísticas del sector, es que el total de títulos na-
cionales equivale a sólo el 1% del total de títulos El sector editorial es el más importantes dentro de
que se importan. Ocurre a la inversa -aunque con lo sectores culturales incluidos en el CIIU 22, pero
un porcentaje más significativo- con los ejemplares, constitvye un pequeño sector de la industria manu-
pues el total de ejemplares importados �quivale a facturera y en general de la economía nacional, pues
un 30% de los ejemplares nacionales. tiene una pequeña incidencia tanto en las cuentas
nacionales (PIB, VA, CI, etc.) como en la generación
Por otro lado, es interesante notar que los impor- de empleo.
tadores pequeños importan prácticamente la misma
cantidad de ejemplares que los importadores gran- des Se trata de un sector en el que las imprentas tie-
(130.396 los pequeños vs. 133.214 los grandes). nen mayor peso que las editoriales, no solamente en
Además estos últimos tienden a p edir menos ejem- cuanto al número de establecimientos, sino tam- bién
.
plares por título que los importadores pequeños. en todos los indicadores analizados.

Como se observa en el cuadro 19, las ventas anua- Por otra parte, la cadena del libro propiamente
les reporta�as por los importadores alcanzaron un dicha, que es la verdaderamente vinculada al sector
total de $US 2.849 .296 . Dado que la mayoría de los cultural, en Bolivia tiene actores de reducida inci-

Cuadro 17.
Estudio del Libro 2000: Títulos y ejemplares importados según área temática

Fuente: Elaboración propia con base en EL2000.

1 07
DINÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Cuadro 18.
Estudio del Libro 2000: Títulos y ejemplares importados según país de origen y tamaño

Fuente: Elaboración propia con base en EL2000.

Cuadro 19.
Estudio del Libro 2000: Facturación importadores por canales de venta CEn SUS)

Fuente: Elaboración propia con base en EL2000.

1 08

n
CAPI TU LO 1 1 : DE LAS INDU STR IAS A LAS AC TIVID ADES CU LTURALES

Funcionamiento del sector publicaciones periódicas


dencia en la economía, pues la producción nacional se ,
orienta fundamentalmente a la edición de mate- rial
didáctico escolar, base sin la cual su sostenibili- dad
económica sería dudosa.

En realidad, el mercado de lectores que no perte-


nece al ámbito estudiantil aparece alimentado en lo
fundamental por el material de lectura importado,
entre el que se destaca el referido a la literatura. Las ·
cifras muestran la escasa significación del material
científico y técnico.

7. Sector de publicaciones periódicas


<Periódicos y revistas)

7. . 1 I ntroducción
.

Este sector está integrado por los subsectores de


periódicos y de revistas, es decir, por las publicacio-
nes impresas diarias, interdiarias, semanales, quin- Fuente: Elaboración propia.

cenales, mensuales o bimensuales, la mayoría de las


cuales se nutre de información, opinión y 1o análisis sanas están dedicadas a esta actividad). Tienen pues-
noticioso. La información que aquí se consigna no tos fijos de venta y se organizan de modo tal que cada
considera la situación de las revistas. grupo cubre determinadas zonas de las ciuda- des,
cuidando celosamente cada uno su área. Se aproximan
El sector de publicaciones periódicas emplea para diariamente a las empresas editoras para recibir una
la producción insumas (equipos, papel, tinta, etc.) cantidad determinada de periódicos . y acuerdan
que son 100% ·importados, entre los cuales el más verbalmente tanto el porcentaje de ganan- cia que
importante es el papel que se importa en bobinas. quedará en manos de los distribuidores (que son a la
Este último, además de ser un insumo caro, en el vez vendedores) como el número de ejem- plares no
mercado internacional es controlado por pocas fá- vendidos que pueden ser devueltos a las empresas.
briCas. Su precio depende en gran medida de las
importaciones que efectúa Asia, continente donde El sector de publicaciones periódicas forma tam-
se encuentran los principales demandantes de pa- bién parte de la cadena editorial; sin embargo, tanto
pel que incrementan o contraen los precios . los contenidos de sus productos (periódicos y revis-
tas) como la dinámica de su distribución y comer-
Dentro la estructura de costos, los más significati- cialización son diferentes y por lo tanto los efectos
vos son los correspondientes a la compra de insu- mas de la situación económica del país en su desempe-
(alrededor de un 30%) y a las remuneraciones del ño también los son:
personal. En cuanto a la generación de ingresos, la
principal fuente de estos medios es la publicidad, que - Los periódicos tienen un mercado virtualmen-
supera significativamente a las entradas por concepto te cautivo que es el del avisaje estatal, tanto
de ventas. por las licita onés y convocatorias a obras y
cargos públicos como por la publicación de
La distribución y venta de periódicos en Bolivia testimonios legales y edictos del poder judi- .
la realizan personas organizadas en pequeños gru- cial. Este avisaje no se contrae como lo' hace la
pos que, en la mayoría de los casos, son familias publicidad en épocas de recesión.
(en la ciudad de La Paz aproximadamente 300 per-

1 09

1
DINÁMIC A ECONÓMICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

- Estos medios tienen también un público de lec- costo original y por ende el precio al que se
tores, conformado por los funcionaras públi- podría vender un periódico pirata no sería atrac-
cos nacionales, regionales y locales y por los tivo ni para quien lo venda ni para el consumi-
dirigentes y militantes de partidos políticos que dor. Por otro lado, el negocio propiamente di- cho
requieren que sus acciones, declaraciones y no radica en la venta de ejemplares, sino en la
postulados queden registrados por escrito. En publicidad.
esa medida virtualmente no existe repartición
pública que no adquiera las publicaciones pe- A pesar de todo ello, es evidente que en el curso de
riódicas . la última década se ha producido una crisis en los
- Son un vehículo hasta ahora insustituible para diarios del país, motivada por el auge de los medios
el pequeño avisaje (compraventa de inmuebles, televisivos y el viraje del público y de la publicidad
vehículos, etc.) hacia ellos. Esta crisis se ha traducido en la desapari-
- Existen factores de costumbre'y aprendizaje que ción de algunos antiguos medios de comunicación y en
influyen de manera importante; ello se refleja la reducción del tiraje de la mayoría de ellos. So- bre
en el hecho de que a pesar de que muchos de los esto último, no existen cifras oficiales, pues cons-
periódicos más leídos a nivel nacional es- tán tituyen datos celosamente guardados por las empre-
disponibles en páginas web de internet, gran sas periodísticas; sin embargo, se obtuvo información
parte de la población lectora continúa comprando sobre la producción de periódicos para el período 1990-
· periódico ya sea porque no tiene conocimiento o 2002 con base en los datos de la Encuesta Tri- mestral
acceso a estos nuevos medios de comunicación, de la Industria Manufacturera del INE.
porque no sabe utilizarlos, por simple preferencia
y hábito o porque re- quiere acceder a los avisos Entre 1990 y 1994, la producción de periódicos a
económicos. nivel nacional registró una tendencia creciente, que
- También es importante notar que este sector alcanzó los 40 millones de ejemplares anuales. En el
no es afectado por el fenómeno de la piratería, período 1995-1999 la tendencia se mantuvo estable
debido a que el costo de la reproducción ile- con una producción aproximada de 35 millones de
gal de un periódico no sería mucho menor al ejemplares por año. Después de 1999, posiblemen-

Gráfico 6
Producción de periódicos
Período 1 990 - 2002 CEn millones de ejemplares)

45,00

40,00

35,00

30,00

25,00

20,00

1 5 ,00

1 0,00

5,00

0,00
1 990 1 991 1 992 1 993 1 994 1 995 1 996 1 997 1 998 1 999 2000 200 1 2002
Años

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

11 0

1
CAPITUL O 1 1 : DE LAS IND USTRI AS A LAS ACTI VIDADES CU LTU RALES

te como consecuencia de la crisis, entre otras razo- sas del subsector- figuran dos que fueron tradicio-
nes, la producción llegó a ser la mitad (20 millones de nales: el de propiedad familiar oltima Hora y el de
ejemplares anuales) de lo que fuera en 1994 has- ta la Iglesia Católica Presencia, ambos de La Paz, fun-
llegar, en el año 2002, a una producción de 55 .350 dados en 1929 y 1953, respectivamente, y cuyas edi-
periódicos por día a nivel nacional. ciones casi no habían sufrido interrupción.

Obviamente estas cifras esconden las diferencias Al margen de ello, como hechos novedosos del
que existen entre los diarios de circulación nacional y último período en este ámbito se pueden mencio- nar al
los que se editan en las ciudades que se encuen- tran menos tres:
fuera del eje central.
l. La salida a la luz en 1999 de dos diarios de tinte
En los últimos años han proliferado las revistas, sensacionalista, Extra y Gente.
aunque la mayoría no ha logrado cumplir un lustro de 2. La constitución de dos redes empresariales de
vida continua y con circulación significativa. prensa : la del Grupo Líder, 131 que conjuga los
intereses de las familias Rivera (de Santa Cruz)
7.2. Oferta y Canelas (de Cochabamba), y la asociada a
las inversiones del grupo español Prisa, que
Aparte de diez diarios que tienen una vigencia ma- además controla la red televisiva, más grande
yor a los diez años, 129 el resto de los que son publi- en Bolivia, la ATB .132
cados en Bolivia, sea cual fuere su periodicidad, son 3. La aparición en 2001 del primer periódico de
más bien de reciente data y las probabilidades de su distribución gratuita, el semanario La Época,
permanencia no están aseguradt,ts en modo alguno. de La Paz, íntegramente financiado por la pu-
blicidad.
A principios del decenio de 1980 circulaban 17
periódicos, que se incrementaron a 23 a poco de Los datos presentados a continuación muestran
inaugurarse los noventa y que para 1993 ya eran 33, que, no obstante los inconvenientes financieros y
aunque antes de que finalizara la década vol- vieron a · los cierres producidos, el total de
disminuir. De todas formas, un registro levantado en publicaciones en actual circulación es mayor al de
2004 identificó 56 títulos diferentes (cuadro 20). Esas los años pasados, aunque paradójicamente se
variaciones en la cantidad de las publicaciones son estima que ello no ha supuesto un incremento
explicables, como ya se indicó, tanto por las proporcional en el volu- men total de ejemplares:
circunstancias políticas y la crisis eco- nómica general
como por la consiguiente necesi- dad de buscar nuevos Como se puede advertir, en un solo año se pro-
públicos o, visto el tema a la inversa, por el dujo un aumento del 87% en la cantidad general de
reconocimiento de las demandas de una audiencia que periódicos publicados en el país, fenómeno que sin
tiende a fragmentarse cada vez más. 130 duda guarda relación con la amplitud e intensidad
de la agenda pública nacional establecida en octu-
Entre los diarios que dejaron de circular en los bre de 2003 , que tras la crisis política de ese mes
últimos años -extinción que da cuenta de la grave- dad privilegió los temas del mejor aprovechamiento pro-
de la situación por la que atraviesan las empre- pio de las reservas de gas natural, la redefinición de
la naturaleza y estructura del Estado boliviano, la

129 Se trata de El Diario, Jorna-


da, La Razón y La Prensa, de La
1 130 Por ejemplo, surgieron
se- manarios o quincenarios de
131 Éste reúne a El Deber (San- ta Cruz), Los
Tiempos (Cacha- bamba), La Prensa (La
Paz; Los Tiempos y Opinión, de cor- te especializado Paz), Correo del Sur (Sucre), El Potosí
Cochabamba; El Deber y El Mun- dedicados a la información (PotosO, El Alteño (El Alto), El
do, de Santa Cruz; La Patria, de política, a las letras, a temas
Oruro; y Correo del Sur, de Su- tecnológicos, al campo de la
ere. energía (electricidad, hidro-
carburos) o a los pasatiempos.
Nuevo Sur (Tarija),
Gente (varias
ciudades) y El Norte
(Montero).

132 En este caso los


diarios son
solamente tres: La
Razón (La
Paz), El Nuevo Día (Santa Cruz)
y Extra (varias ciudades).

111
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIV IA

Cuadro 20. Cuadro 21 .


Número de periódicos por departamento Sector de publicaciones periódicas: Número de establecimientos
. según clase de actividad
.
.
y .

(Promedio 1 995- 1 998)


•..

... .
.

. ..

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Fuente: Barriga, 1998 y 2004; Ramos, 2003.

renovación democrática y la reforma partidaria, en- tre es superior, pues rept:esenta el 12 _o/o del mismo, y
otros, que dieron origen a variadas publicacio- nes no respecto a la industria manufacturera representa sólo el
diarias orientadas a atender los requerimien- tos de la 1,08%.
diversificación de los públicos derivada de la
mencionada crisis; Lo mismo sucede con el valor de ventas internas,
pues mientras las ventas del sector edit<)fial equiva-
La gran mayoría de estas publicaciones carece de len a casi el 5% de las ventas el CIIU 22, las de
instalaciones (edificio) y talleres (prensa) propios y su publicaciones periódicas representan el 35% y res-
planta puede estar compuesta por un número inferior a pecto al total de ventas de la industria manufacture-
10 pero no menor a 2 personas. Los cola- boradores ra equivalen a sólo el 0,9%. Ello se debe a las ya
no rentados son una de sus "estrategias de mencionadas características de los productos comer- ·
supervivencia". cializados en este sector, pues se trata de material
que se vende diariamente en muchos casos y, por lo
La información del siguiente cuadro muestra que menos, semanalmente en otros. Por otro lado, sus
en promedio entre 1995 y 1998 existían 19 estable- precios suelen ser menores a los de los productos
cimientos dedicados a la edición de periódicos, re- comercializados por el sector editorial y por lo tanto son
vistas y publicaciones periódicas; en el mismo pe- más accesibles a la población; ello hace que la suma
ríodo, en el que se registró un significativo repunte total del "valor" de ventas de publicaciones periódicas
de los medios televisivos en la aceptación del públi- sea superior.
co, la cifra de establecimientos registró una tenden-
cia estable y luego decreciente. El número del si-
guiente cuadro es inferior al número de diarios pre- Cuadro 22.
Sector de publicaciones periódicas: Valor de ventas internas según
sentado en el cuadro precedente, ello se debe prin-
clase de actividad CEn miles de $US) (Promedio 1 995- 1 998)
cipalmente a dos razones: en primer lugar, el INE
no considera a todos aquellos establecimientos que
operan con menos de 5 personas y, como se men-
·
cionó líneas arriba, existen diarios que trabajan in-
cluso con sólo 2; en segundo lugar, muchos de los
diarios no tienen instalaciones o establecimientos
propios.

En comparación con el sector editorial, cuyos es-


.
tablecimientos represe ntan el 10% del CIIU 22, la
Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.
participación del sector de publicaciones periódicas
_

112
CAPI TULO 1 1 : DE LAS INDU STRIAS A LAS ACTIVIDADES CU LTURALES

7.3. Empleo ta un 3,1% del total de las de la industria manufac-


turera, el nivel de ingresos percibido por quienes
El sector de publicaciones periódicas concentra al trabajan en él es superior a los promedios de las
41% de las personas ocupadas en el CIIU 22, por- actividades editorial y fonográfica (cuadro 23). En
centaje considerablemente superior al del sector promedio los empleados de este sector perciben 554
editorial con el 6, 7%; su participación en cuanto a dólares por mes, monto que equivale a 12 sala- rios
remuneraciones (64%) es diez veces superior a la mínimos.
del sector editorial (cuadro 23). Ello puede deberse
a dos razones: la primera, es que el sector concen- Del total de personas empleadas en la sector de
tra a un número mayor de personas y la segunda es publicaciones periódicas, 28% son obreros, que per-
que las personas que trabajan en él reciben un ma- ciben en promedio 22% de lo que reciben los ge-
yor nivel de ingresos pues se demanda una canti- rentes de dicha actividad; 66% son empleados cuyo
dad importante de mano de obra calificada, que a ingreso equivale a un 30,1% del de los gerentes y
su vez implica mayor nivel de sueldos y salarios; 5,5% son gerentes o administrativos, que perciben un
por lo tanto, respecto a la industria manufacturera 66% del total de las remuneraciones del sector de
también participa en mayor porcentaje aunque con publicaciones periódicas (cuadro 24).
un aporte poco significativo (3 ,1 %).
En el cuadro 25 se observa que la participación
La incidencia de este sector en el volumen men- de las publicaciones periódicas en la generación
sual de la masa salarial pagada proviene del sueldo de de empleo a nivel nacional no es significativa, pues
periodistas y redactores y en alguna medida de los en 1998 concentraba apenas al 0,031% de la pobla-
trabajadores de imprenta, todos en general me- jor ción ocupada del país.
pagados que los asalariados de los sectores edi- torial
y fonográfico. 7.4. . Incidencia en la economía a partir
de las variables uti lizadas en el sistema
Lo anterior coincide con el hecho de que en este de cuentas nacionales
sector el número promedio de empleados (2 .776) es
el doble que el número de obreros (309), donde los Casi la mitad del VBP generado en el CIIU 22
primeros -por su tipo de trabajo que exige mayor ca- (49 ,88%) corresponde al sector de publicaciones
lificación- perciben mayores ingresos que los últimos. periódicas, es superior en 90% al VBP del sector
editorial y al del fonográfico . En este sector el va-
Si bien el total de remuneraciones generadas por lor bruto de producción está compuesto en mayor
el sector de publicaciones periódicas sólo represen- porcentaje por CI (64%) y en menos proporción

Cuadro 23.
Sector de publicaciones periódicas: Empleo y remuneraciones (Promedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

113

n
DI NÁM ICA ECONÓMICA DE LA CU LTUR A EN BO LIVIA

Cuadro 24.
Sector de publicaciones periódicas: Estructura porcentual y remuneraciones de las categorías ocupacionales (Promedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 26, 27, 28, 29, 30, 31 del Anexo Estadístico l.
* El porcentaje de la última columna se mide en relación al promedio de remuneraciones de gerentes
y administradores.

Cuadro 25.
Sector de publicaciones periódicas: Participación en el empleo CEn porcentaje)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

por VA (36%). Esto quiere decir que en el desempe- ño bido a ello, su estructura está compuesta por 86%
de sus actividades genera bastante movimiento indirectos y por 14% directos. 134 En relación al CIIU
económico en otros sectores y actividades interme- 22 el sector participa con el 44%; sin embargo, con
dias (ver cuadro 26). respecto a la industria manufacturera el aporte es
mínimo: 1, 19%.
Este sector demanda más del doble de materia pri-
ma importada que nacional, seguramente porque su En .el cuadro 27 se observa la participación de las
principal insumo (el papel) lo importa en grandes publicaciones periódicas -medida a través de la ge-
cantidades. Dentro del CIIU 22 el valor de la materia neración de VA de dicha actividad- en el PIB a nivel
prima importada utilizada por el sector de publica- nacional. Los datos muestran que en promedio el
ciones periódicas es el 58% (cuadro 26). La alta inci- sector participa con O, 144%, lo cual es irrelevante para
dencia de materia prima e insumas importados en este la economía nacional.
sector se debe al hecho de que una parte impor- tante
de las empresas periodísticas realiza la importa- ción Las publicaciones periódicas constituyen un pe-
directa del papel que utiliza, · con objeto de no queño segmento de la industria manufacturera, pero su
depender de las empresas papeleras nacionales. Ello aporte al PIB nacional (O, 17%) es superior al de los
hace que al mismo tiempo cuenten con inventarios de sectores editorial (0 ,02%) y fonográfico (0,03).
alto valor que les significa activos inmovilizados por
períodos relativamente largos. 7.5. Importaciones del sector

En el sector de publicaciones periódicas la mayor Las importaciones de papel prensa, que es el princi-
parte de los impuestos los paga el consumidor, de- pal insumo del sector de publicaciones periódicas

133 La metodología de cálculo 134 Ver estructura de impuestos


del promedio de remuneraciones del sector en Anexo Estadístico
se encuentra detallada en el Ca- l.
pítulo de Metodología: Parte III.

114

n
CAPI TUL O 1 1 : DE LAS IN DU STRIAS A LAS ACT IVI DADES CU LTU RALES

presentan una tendencia estable en volumen (gráfi- contenido informativo, sino el espacio publicitario.
co 7.a), no así en valor, lo cual puede deberse a las El tiraje o penetración del medio en el mercado cons-
fluctuaciones en el precio internacional de este in- tituye un componente que agrega o resta valor al
sumo (gráfico 7b) . Debido a las ediciones especia- espacio publicitario, que constituye la principal fuen-
les de fin de año que resumen el acontecer anual y te de ingresos de estos medios.
proyectan el del año siguiente, así como a las ofer-
tas publicitarias de la temporada, en el mes de di- Los diarios de circulación nacional se han apre-
ciembre se registra el mayor volumen de importa- surado en tener una presencia · cotidiana en internet
ciones en cada período. donde la mayoría aparece sin publicidad; lo que
permite suponer que quienes acceden a ellos por
Bolivia no es un país productor de papel prensa, por esta vía son principalmente lectores que se radican
lo tanto, el total de este insumo utilizado para la en el exterior o se encuentran temporalmente fuera
producción del sector de publicaciones periódiCas es del país, por lo que no inciden en la reducción de
importado. Al ser éste el principal insumo del sector, se su tiraje interno.
puede afirmar que el comportamiento de las
importaciones del mismo permite hacer inferen- cias Todo hace prever que, a pesar de la reducción de
con respecto al desempeño del sector. En este sentido, los tirajes por la hegemonía de la televisión, los
el tiraje de los periódicos nacionales podría haber medios impresos continuarán siendo los más influ-
mantenido un comportamiento estable entre 1992 y yentes portadores de información, aunque no los
2003. de mayor masividad, y por lo tanto no reducirán su
incidencia en la actividad económica, especialmen-
7.6. Conclusiones te en lo que se refiere a compra de insumas y gene-
ración de empleo .
Los medios de comunicación impresos no se dife-
rencian en esencia de los otros medios, en el senti- do Publicaciones periódicas es un sector en el cual
de que su producto mercantil principal no es el la inversión e�tranjera es reducida, pues se presenta

Cuadro 26.
Sector de publicaciones periódicas: Incidencia en las cuentas nacionales CEn miles de $US) (Promedio 1 995-1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro 27.
Sector de publicaciones periódicas: Participación en el PIB a precios corrientes CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

11 5
DI NÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Gráfico 7.
Importaciones mensuales de insumas del sector de publicaciones periódicas según Nandina CEn $US y en kilogramos)

2.5E+07

2.0E+07

1 .5E+07

1 .0E+07

5.0E+06

0.0+00
1992 1994 1 996 1 998 2000 2002 1992 1 994 1 996 1998 2000 2002

- a. Papel prensa en bobinas CUS$) - b. Papel prensa en bobinas Ckg)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

solamente en un grupo de diarios a través del grupo lizadas dentro de la actividad fonográfica se dieron
español PRISA. tendencias decrecientes a partir de los años 1997-
1998 como consecuencia de la crisis internacionales
7. Sector fonográfico que incidieron en el desempeño de la economía
boliviana.
8. 1. Introducción
En economías más sólidas, la cadena fonográfica se
A diferencia del editorial, el sector fonográfico tiene inicia en los autores y compositores, quienes nor-
el potencial de un mercado masivo que ofrece pro- malmente suscriben acuerdos con alguna empresa
ductos ligeros y de costo relativamente bajo, que re- editora de música. Los intérpretes operan en la ge-
sultan accesibles a casi todos los estratos de la pobla- neralidad de los casos a través de un agente repre-
ción urbana y son objeto de una publicidad pene- sentante que los conecta con las empresas editoras y
trante y repetitiva, a través de los medios de comuni- les organiza presentaciones en vivo y moviliza el
cación que inciden en la moda y en el gusto popular. alquiler de espacios, servicios de amplificación, pu-
blicidad y pagos de derechos de autor.
Uno de los principales .factores que explica la baja
partiCipación del sector fonográfico en el PIB, a pe- sar El rol de este representante es bajo en Bolivia
de la demanda que tiene, es la piratería, que se para el caso de los intérpretes nacionales, quienes
realizaba ya hace muchos años con la grabación y en general prefieren representarse a sí mismos y
venta de casetes que no pagaban los derechos de contratan directamente ·con los sellos grabadores. El
autor. Actualmente, el avance de la tecnología ha representante es, sin embargo, importante para los
simplificado la reproducción ilegal y por lo tanto un artistas extranjeros que realizan presentaciones en
porcentaje cada vez mayor de producción fonográ- fica vivo en el país, mediante contratos de cortas tempo-
se transa en el mercado informal. Como conse- radas y solamente cuando el tipo de cambio del país
cuencia de ello, este sector es el más afectado por la . les resulta favorable, pues normalmente los montos
piratería, con índices que rondan el 95%. (Ver capí-. que cobran resultan demasiado altos para la capaci-
tulo de Consumo Cultural) dad de pago aquí existente.

Al igual que en los sectores editorial y de publi- En Bolivia no existen empresas editoras, los mú-
caciones periódicas, en muchas de las variables ana- sicos se contactan directamente con las productoras

116
CAPI TULO 1 1 : DE LAS IND USTR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

de fonogramas y estas últimas hacen el trabajo de ayuda de los avances tecnológicos sus costos son
edición y producción. Estas empresas se encargan mínimos y puede ofrecer los productos musicales a
por una parte de la organización de la estructura precios extremadamente bajos (en muchos casos la
musical, la contratación de los apoyos artísticos ne- · quinta parte del precio al que se ofrecen los origi-
cesarios (orquesta, coros, etc.) y por otra de la gra- nales).
bación en estudio y la mezcla de sonidos. Para este
trabajo cuentan con el apoyo de una tecnología que 8.2. Oferta
cada día es de menor costo y proporciona una cali-
dad de sonido excepcional. Son estas empresas las Si bien el número de establecimientos dedicados a
que se encargan de la edición, la producción del la reproducción de grabaciones nunca fue muy gran-
DAT master, la grabación del CD, y el diseño gráfico de, en determinada época guardaba relación con el
y el ensamblado. reducido tamaño del mercado . Actualmente son po-
cos los establecimientos que se dedican "formalmen-
Dado que la estrechez del mercado interno no te" a la reproducción de grabaciones y representan
permite una mayor especialización, son las propias sólo un 0,2% del total de establecimientos de la in-
empresas que realizan la edición y producción fo- dustria manufacturera (cuadro 28). Ello se debe tan-
nográfica las que se encargan de la distribución a to al avance de la tecnología que hizo cada vez más
las tiendas discográficas y de la promoción del ma- fácil al consumidor acceder por cuenta propia a gra-
terial editado. En la promoción de los discos, las baciones musicales de bajo costo y buena calidad
radioemisoras locales cumplen un papel fundamen- (quemadores de CD's, DVD's, etc.) como a que los
tal, que normalmente sustituye a la publicidad, por establecimientos dedicados a la reproducción "for-
lo que las ediciones recientes son distribuidas pri- mal" no pueden competir con todos aquellos esta-
micia! y gratuitamente entre todos los programas blecimientos informales que ofrecen productos en
musicales del país. mayores cantidades y bajos precios.

Las empresas productoras legalmente estableci- En cuanto a la fabricación de instrumentos musi-


das incurren en una serie de gastos que implican la cales es importante comprender que en Bolivia casi la
edición y producción de fonogramas, pues son parte de totalidad de quienes se dedican a esta actividad son
todo el proceso de agregación de valor hasta _la artesanos que conceptualmente deberían estar
obtención del producto final; asimismo, deben cu- brir considerados dentro de la industria manufacturera,
los gastos administrativos que demanda el fun- pero al tratarse de actividades informales no están
cionamiento de cualquier empresa, muchos de los cuantificadas y por lo tanto no figuran en las estadís-
cuales son costos fijos ineludibles (alquileres, re- ticas oficiales. Es por esto último que entre los años
muneraciones a personal, etc.). Finalmente, una vez 1 995 y 1998 sólo se tiene registrado un establecimiento
que el producto es lanzado al mercado y se perci- ben dedicado a la fabricación de instrumentos musicales,
ingresos, deben pagar el Impuesto al valor agregado lo cual no refleja de forma precisa la verdadera can-
(IVA) , el Impuesto a las transacciones (IT), las regalías tidad de los dedicados a esta actividad.
artísticas y los derechos de autor.
De todos modos, la fabricación artesanal de ins-
Dentro de la estructura de costos las etapas que trumentos musicales se limita a aquéllos que se uti-
requieren mayores gastos son la edición y la pro- lizan en la ejecución de la música folclórica (guita- rras,
ducción fonográfica, debido al número de personas que charangos e instrumentos de viento andinos), pues es
debe intervenir en estas etapas (debe ser perso- nal evidente que el mercado interno resulta demasiado
especializado) y a la inversión de tiempo que pequeño para la instalación de una in- dustria de
demandan. instrumentos orquestales.

La piratería, en contraste, se limita a copiar un El valor de ventas de la actividad fonográfica sólo


producto final y a su posterior comercialización. Con representa el 5,7% de las actividades consideradas

1 17

1
DINÁMIC A ECONÓMICA DE LA CU LTU RA EN BOLIVIA

Funcionamiento del sector fonográfico Cuadro 28.


Sector fonográfico: Número de establecimientos según clase de
actividad (Promedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

8.3. Empleo

Según estadísticas del INE, la actividad fonográfica


tiene una muy baja participación en la generación de
empleo (0,4% del total del generado en la industria
manufacturera); pero se debe tener en cuenta que
dichas cifras no consideran a un importante número de
personas empleadas y subempleadas que se dedi- ca
de manera informal a las actividades de reproduc- ción
Fuente: Elaboración propia. y comercialización de material fonográfico.

El to�al de remuneraciones generadas por la acti-


dentro del CIIU 22 y una participación de tan sólo vidad fonográfica sólo representa el 0,2% del total
de las remuneraciones de la industria manufacture-
O, 1% dentro de la industria manufacturera; sin em-
bargo, no debe perderse de vista que este bajo nivel ra (cuadro 30), y el nivel de ingresos percibido por
de ventas no refleja el verdadero de las transaccio- quienes trabajan en este sector es inferior al de la
nes realizadas en el marco de esta actividad puesto población ocupada en el sector editorial y en el de
que no consideran la abrumadora presencia de la publicaciones periódicas. Los empleados de esta
piratería (cuadro 29). actividad reciben en promedio 226 dólares por mes,
es decir, un equivalente a 5 salarios mínimos.
Si se contara con una cuantificación precisa del
El bajo monto global de remuneraciones, sueldos
valor de ventas considerando tanto las ventas del
y salarios que reflejan las cifras, se debe no sólo a la
mercado formal como las que se realizan en el pira-
ta, seguramente se comprobaría que el valor de las precariedad . del ingreso que caracteriza al mercado
laboral boliviano, sino también al bajo número de
mismas es significativo para el sector fonográfico .
personas insertas en esta actividad de manera formal.

El número de fonogramas registrados en el De-


pósito Legal ha disminuido de forma paulatina, pri-
mero en el período 1993-2000 y luego entre 2001 y Cuadro 29.
2004 . El gráfico 8 refleja la realidad del sector que Sector fonográfico: valor de ventas internas según clase de
actividad CEn miles de $US) (Promedio 1 995- 1 998)
viene a ser el más afectado por la piratería en el
-
país, pues ésta no solamente desincentiv a a los agen-
tes que intervienen en el sector fonográfico (artis- tas,
empresas productoras y tiendas distribuidoras), sino
también las potenciales creaciones y la econo- mía en
su conjunto, ya que el Estado pierde por concepto de
recaudación impositiva y el cierre de empresas
Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.
productoras o sus recortes de personal.

118
CAPI TULO 11: DE LAS IN DUSTR IAS A LAS ACTI VIDADES CU LTU RALES

Gráfico 8
Registro de fonogramas en depósito legal

400
/)(
o r 350
E
ro
300
e:
.E 250
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1 00

50

o
1 993 1 994 1 995 1 996 1 997 1 998 1 999 2000 2001 2002 2003 2004
Años

Fuente: Elaboración propia.

Al igual . que lo que ocurre en el sector editorial, Si bien en esta actividad existe cierta diferencia
la participación del sector fonográfico -tanto en cuan- entre el porcentaje de remuneraciones percibido por
to a número de obreros, empleados, gerentes y ad- obreros y empleados, existe una distribución de los
ministradores como a los niveles de sueldos y sala- ingresos aun más desigual que en el sector editorial
rios que éstos perciben- dentro del CIIU es muy cuando se comparan los porcentajes de ingresos de
baja, pues en ninguna de las tres categorías de ocu- obreros y empleados con los de gerentes y adminis-
pación llegan al 10%; la participación del sector en tradores que siendo el 4,6% obtienen más del 60% de
ese aspecto se torna aún más insignificante si se la las remuneraciones.
relaciona con el total de la industria manufacturera
dentro de la cual ninguna de las categorías mencio- Según las estadísticas oficiales la participaCión del
nadas alcanza el 1% de participación (cuadro 30). sector fonográfico en la generación de empleo es
virtualmente nula, pues en promedio este sector
A partir de la información acerca de categorías concentra apenas al 0, 006% del total de la pobla- ción
de empleo, personal ocupado y remuneraciones se ocupada del país (cuadro 32). Obviamente si se
obtuvieron algunos indicadores resultantes de rela- considerara a la población inserta en el mercado
donar el número de personas insertas en cada cate- informal del sector fonográfico se podría ver que el
goría de empleo con el nivel de sus remuneracio- verdadero aporte de este sector es mayor, pues sin
nes. El cuadro 31" sintetiza dichos resultados: lugar a dudas la abrumadora presencia de la pirate- ría
da lugar a muchas fuentes de trabajo no cuantifi- cadas
Del total de personas insertas en la actividad fo- por el INE.
nográfica, 43,9% son obreros, que perciben en pro-
medio 23, 1% de lo que reciben los gerentes de di- cha La incidencia del sector fonográfico en la genera-
actividad; 51 ,4% son empleados con un ingreso ción de empleo es baja incluso en comparación con los
equivalente al 27,9% del de los gerentes y 4,6% son sectores editorial y de publicaciones periódicas, que sin
gerentes o administrativos, cuyo ingreso abarca un 66 ser significativos concentran a mayores por- centajes
,2% del total de las remuneraciones de la activi- de la población ocupada del país (0,010% y 0,031%,
dad fonográfica. respectivamente).
\.....

119

1
DI NÁM IC A ECONÓMICA DE LA CU LTU RA EN BOL IVIA

8.4. Incidencia en la economía a partir aporte son bajos respecto a los totales del CIIU 22 y
de las variables utilizadas en el sistema más aun si se los compara con 'los totales de la in-
de cuentas nacionales dustria manufacturera.

Para determinar el valor de los bienes y servicios El sector fonográfico utiliza un insignificante
generados por el sector fonográfico se cuenta con 0, 02% del valor de la materia prima nacional de
información sobre el VBP, que en promedio partici- pa la industria manufacturera y el 0 ,13% de materia
con el 4,98% de la CIIU 22, porcentaje mucho menor al prima �mportada . Globalmente a través de la ac-
del sector editorial (45, 18%) . El aporte de este sector tividad de reproducción de grabaciones incorpo-
al VBP de la industria manufacturera es aún menor, ra 57% de materia prima importada y 43% de
pues no llega ni siquiera al 1% de este valor (cuadro materia prima nacional, ello explica el hecho de
33). que el CI de este sector sea tan bajo, pues de-
manda pocos insumos de otros sectores econó-
A diferencia de lo que ocurre en el sector edito- rial, micos del país . Esto implica además, que el pro-
el VBP del fonográfico está compuesto por un ceso productivo del sector fonográfico nacional
porcentaje mayor de VA (54%) que de CI (46%). Tanto es sensible ante fluctuaciones de los precios. de
en términos de VA como de CI los porcentajes de los insumos que importa.

Cuadro 30.
Sector fonográfico: Empleo y remuneraciones <Promedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro 31 .
Sector fonográfico: Estructura porcentual y remuneraciones de las categorías ocupacionales <Promedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 42, 43, 44, 45, 46 y 47 del Anexo Estadístico l.
•El porcentaje de la última columna se mide en relación al promedio de remuneraciones de gerentes y administradores.

135 La metodología de cálculo


del promedio de remuneraciones
se encuentra detallada en el Ca-
pítulo de Metodología: Parte III.

1 20
CAPÍ TULO 1 1 : DE LAS IND USTR IAS A LAS ACT IVID ADES CU LTU RALES

Cuadro 32.
Sector fonográfico: Participación en el empleo CEn porcentaje)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Los impuestos directos e indirectos del sector fo- Gráfico 9. Sector fonográfico: Estructura del VBP
nográfico representan el 3,7% y 6,35% respectivamen-
te, de los impuestos del CIIU 22, participación mu-
cho inferior a la del sector editorial que prácticamen- Consumo
intermedio
te equivale a la mitad de los impuestos del CIIU 22. 46%
Con relación al total de monto de la industria manu-
facturera, el sector fonográfico participa en prome-
dio con el 0,08 de impuestos directos y el 0, 16% de
los indirectos. Este bajo nivel de tributación del sec- Valor
tor fonográfico (inferior al resto de los sectores con- agregado
54%
siderados dentro del CIIU 22) guarda relación con el
bajo valor de ventas registradas oficialmente.

A continuación se observa (ver cuadro 34) que, al Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

igual que en la generación de empleo, la participa- ción


del sector fonográfico en el PIB es insignificante
(0,03%), lo cual concuerda con los mínimos de este por lo tanto el aporte del sector fonográfico al
sector a lo largo de toda su cadena productiva. PIB son mayores, pues la gran parte de las activi-
dades concernientes a éste tienen lugar en el mer-
Considerando que es en este sector en el que cado informal, cuyo desempeño no es medido por
mayor incidencia tiene el fenómeno de la pirate- el INE y por lo tanto no se refleja en las estadísti-
ría , se puede inferir que la generación de VA y cas oficiales .

Cuadro 33.
Sector fonográfico: Incidencia en las cuentas nacionales CEn miles de $US) (Promedio 1 995- 1 998)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

12 1
DI NÁM IC A ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BO LIVIA

8.5. Exportaciones del sector que el comportamiento de las importaciones fue


creciente tanto para los insumas propiamente uti-
Según datos de Comercio Exterior del INE, se tiene lizados en la producción fonográfica como para
la siguiente información sobre las ventas externas o los equipos que permiten a los consumidores de
exportaciones: la industria fonográfica participó, con productos fonográficos reproducir y escuchar los
un máximo de 275 ,2 miles de dólares el año 2000. fonogramas .
Estas exportaciones son al parecer esporádicas y se
refieren en general a música andina que se exporta Llama la atención que exista una tendencia cre-
a otros países andinos. Siendo también pequeñas, ciente en las importaciones de los insumas mencio-
mucho más permanentes son las exportaciones de nados -como es el caso de discos para grabar soni-
instrumentos musicales andinos a Estados Unidos y do (gráfico 10.c)- cuando el desempeño del sector
Europa, gran parte de las . cuales son realizadas por fonográfico en general tiene una tendencia negati-
asociaciones de artesanos de raíz campesina. (La va. Ello se debe al impacto de la piratería, que tam-
Asociación Qhantati, por ejemplo) bién demanda de forma creciente los mismos insu-
mas para la producción y comercialización ilegal,
8.6. Importaciones del sector que finalmente no se registra formalmente en las
cifras oficiales de ventas del sector.
Entre las importaciones relacionadas directamente con
el sector fonográfico se tienen: Es importante notar que si bien las importaciones
registraron una tendencia creciente a lo largo de todo
- Giradiscos, tocadiscos, tocacasetes y demás re- el período 1992-2002, en los últimos años las importa-
productores de sonido, sin dispositivo de gra- ciones se estancaron e incluso decrecieron ligeramen-
bación de sonido incorporado. te, lo cual se debe a los. efectos de la crisis que impac-
Soportes preparados para grabar sonido o gra- tó a todos los sectores de la economía boliviana.
baciones análogas, sin grabar.
- Discos, cintas y demás soportes para grabar so- A lo largo del período de análisis es en diciembre
nido o grabaciones análogas, grabados, inclu- cuando se realiza el mayor nivel de importaciones
so las matrices y moldes galvánicos para fabri- de estos insumas, lo cual se explica en parte porque
cación de discos. a fin de año existe un mayor consumo de bienes y
se requiere utilizar más insumas para alcanzar un
En los tres casos se observa que la tendencia fue nivel de producción que permita satisfacer la de-
positiva para el periodo 1992-2002, es decir manda. Por otro lado, tanto artistas como empresas

Cuadro 34.
Sector fonográfico: Participación en el PIB a precios corrientes CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro 35.
Sector fonográfico: Exportaciones por año según clase de actividad CEn $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 22
CAPITULO 11 : DE LAS IND USTR IAS A LAS ACTIVIDADES CULTU RALES

fonográficas crean y lanzan al mercado productos mos años también salieron del mercado Lauro y Santa
específicos para la época navideña y de fin de año. Fe Records.

8. 7. Piratería en el sector fonográfico: Las empresas fonográficas legalmente estableci-


cifras ilustrativas136 das en el país en representación de empresas ex-
tranjeras como Sony, Emy, Universal, Warner o las
En el año 2000, las empresas discográficas estable- nacionales como Discolandia tenían aproximadamen-
cidas en Bolivia -y que posteriormente se retiraron del te un 75o/o de pérdida en su producto legítimo para
mercado nacional- eran EMI Music, Warner Mu- sic, ser comercializado, razón por la cual hasta fines de
Universal Music, Sony Music, Leader Music. Las 2001 muchas empresas deCidieron retirar sus inver-
empresas que permanecen en el mercado son na- siones de Bolivia, 137 lo que ocasionó perjuicios tan-
cionales: Discolandia y Heriba, ya que en los últi- to a los artistas a quienes representaban como a las

Gráfico 10.
Importaciones mensuales de insumas del sector fonográfico según Nandina CEn $US) Período 1 992-2002

360000

320000

280000

240000

200000

1 60000

1 20000

80000

40000

o
1 992 1 994 1 996 1 998 2000 2002 1 992 1994 1 996 1 998 2000 2002

- a. Giradiscos, tocadiscos, tocacasetes - a. Giradiscos, tocadiscos, tocacasetes

1600000

1400000

1200000

1 00000

80000

600000

400000

200000

o
1 992 1 994 1 996 1 998 2000 2002

� c. Discos y cintas para grabar sonido

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

136 Keiko Shimojyo, "La pirate- 137 Keiko Shimojyo, "Falta vo-
ría fonográfica y la desaparición luntad política para luchar con-
de la industria legal", ASBOPRO- tra la piratería" Entrevista La
FON, 2001 (Documento facilita- Razón. La Paz, Bolivia. 20 de ju-
do por Keiko Shimojyo, en enero nio de 2001. Localizable en http:/
de 2005). /ww.la-razon.com

1 23

1
DIN ÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIV IA

personas que trabajaban en dichas firmas. Por ejem- plo, Considerando las cifras mencionadas, se hace
la empresa BMG, establecida en 1996, quebró en evidente el perjuicio económico ocasionado por la
2000, dejando a sus artistas sin representación y a más piratería, que pone en riesgo la inversión extranjera
de 20 personas sin trabajo. El resto de las empresas legal y las exportaciones legales del país y en algu- nos
fonográficas establecidas en el país, tanto nacionales casos es manejada por sectores con poder eco-
como internacionales, estaba evaluando la posibilidad nómico y no sólo por sectores marginales:
de permanecer o retirarse del merca- do boliviano.
8.8. Conclusiones
Entre los años 1996 y 2000, las ventas en unida-
des de CD's registraron una tendencia creciente hasta El sector fonográfico boliviano se encuentra inmer-
1998 (7 millones de dólares aproximadamente), año a so en una profunda crisis al igual que sucede en
partir del cual se dio una disminución sostenida (3,75 gran parte de los países del mundo. Esta crisis tiene
millones de dólares). Ello fue producto de la aparición como causas el desarrollo, abaratamiento y masifi-
del quemador de CD's en el mercado na- cional, que cación de las tecnologías de grabación y reproduc-
disminuyó drásticamente el costo de la reproducción ción, y la consiguiente proliferación de la piratería.
ilegal de música.
De hecho, a escala internacional, parte importan-
El sector fonográfico no solamente genera em- pleo te de las grandes empresas vinculadas a la música
por la reproducCión de grabaciones, sino que también son integradas verticalmente, es decir, manejan re-
estimula la instalación de estudios de gra- bación, presentaciones artísticas, graban y reproducen mú-
productoras, empresas de sonido y también provee a sica y producen equipos de grabación y reproduc-
las empresas de publicidad y comunica- ción de ción; dentro de ellas la sección menos rentable o
productos para el desarrollo de sus activida- des. Por que incluso opera a pérdida es la fonográfica, pero
ello es que se considera que el aporte de la actividad se compensa con el rendimiento de sus otras sec-
fonográfica es socioeconómico. ciones .

El sector fonográfico generó empleo directo para En el caso de Bolivia, la industria que no está
un total de 250 personas y por cada una de éstas, 8 integrada ni cuenta con representaciones artísticas
empleos indirectos138. El año 2000, como consecuen- importantes ha perdido . una gran parte de su clien- tela
cia de la piratería de material fono ráfico se cerra- conformada por jóvenes de estratos medios y altos que
ron 50 distribuidores, hecho que ocasionó el despi- ahora han adoptado el hábito de la des- carga de

do de 250 personas. música de internet o la grabación propia. Pero además,


ha· perdido virtualmente todo el mer- cado consumidor
Las inversiones directas que realiza esta actividad debido a la imposibilidad de con- trolar la piratería.
en la industria boliviana alcanzaron aproximadamen- te Es difícil pensar en una superación de este pro-
a 1,75 millones de dólares, distribuidos de la si- guiente blema en el corto y mediano plazo, por lo que es de
forma: medio millón de dólares para la gra- bación de presumir que la contracción sectorial se profundiza- rá
artistas bolivianos, cerca de un millón de dólares para aunque subsistirá sobre dos pequeñas bases de apoyo:
promoción y marketing de artistas na- cionales e la necesidad de presencia en el mercado nacional de
internacionales y un promedio de 250 mil la música internacional y las ediciones musicales de los
dólares para la filmación y producción de videoclips en intérpretes nacionales.
Bolivia.

138 Shimojyo, "La piratería fono-


gráfica y. . op.cit.
.

1 24
CAPITULO 1 1 : DE LAS INDU STR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTURALES

Cuadro 36. den en el mercado con mucha mayor contunde-ncia


Sector fonográfico: Legal vs. pirata que la radio. De ahí que las empresas publicitarias
prefieran utilizar la televisión antes que la radio.

Una peculiaridad de la realidad boliviana a ser


considerada es que las agencias publicitarias prác-
ticamente no diseñan spots publicitarios televisivos
dirigidos a la población rural; en cambio, produ-
cen cuñas radiofónicas para ese segmento de la po-
blación. Por esta razón y por la creciente expan- sión
de la televisión los ingresos percibidos por las emisoras
de radio por concepto de publicidad son inferiores a los
Fuente: Elaboración propia con base en K. Shimojyo, "La Piratería fonográfica y la que perciben los canales de televi- sión, los cuales
desaparición de la industria legal ", 2001 .
obtienen la mayor parte de sus beneficios por la venta
de espacios o tiempos de avisaje.
Finalmente, los instrumentos musicales nativos
fabricados artesanalmente parecen haber encontra- do Una característica central de la radio y la televi- sión,
un núcleo de mercado externo bastante consis- tente en cuanto a medios de comunicación de ma- sas, es
pero de muy difícil expansión. que no comercializan los contenidos que emiten pues
estos últimos constituyen solamente el "gancho" que
9. Sector audiovisual debe atraer a las audiencias. Los me- dios
comercializan en realidad espacios publicita- rios que
El sector audiovisual analizado en el presente capí- serán tanto más atractivos para las agencias y
tulo comprende los subsectores de radio, televisión, empresas . que desean anunciarse cuanta más sin-
cine y video. Se trata de un sector sobre el cual los tonía tenga el medio. Los contenidos a emitirse for-
datos con que se cuenta son insuficientes para de- man parte de ese efecto de atracción.
terminar la incidencia del mismo en la economía
nacional; sin embargo, se explotó al máximo la in- Existen también medios de comunicación de fi-
formación obtenida para analizar su desempeño.· nalidad religiosa que buscan que la esencia de su
trabajo sea la emisión de contenidos, aunque para
9. 1. Introducción sostenerse también acuden a la publicidad.

Dadas las características de la economía nacional y Si bien en términos cualitativos se puede decir
la distribución espacial de la población en Bolivia, mucho acerca de las actividades de radio y televi-
aparentemente se consume más radio que televisión, sión en Bolivia, en términos cuantitativos existen li-
debido a que el costo de un receptor de radio es mitaciones tanto de acceso a información como de
inferior al de un televisor. Por otro lado, la cobertu- transparencia en la poca que se puede obtener. Por
ra de radio es mayor, sobre todo si se considera al ello resulta difícil determinar con precisión el apor-
área rural, contexto en el cual la mayor parte de la te económico de dichas actividades en el PIB y la
población cuenta con radio, pero no necesariamen- generación de empleo. Las principales limitaciones
te con televisión. que se enfrentaron en este estudio tanto en el caso
de la actividad radiofónica como en la televisiva fue-
No obstante, conforme se acelera el proceso de ron las siguientes:
urbanización (tan sólo 37% de la población es rural)
,
y se expande el sistema interconectado de energía - El INE no cuenta con información lo suficien-
eléctrica, se viene produciendo un·a notable expan- temente desagregada para realizar el análisis
sión de la televisión, que se fortalece como incenti- respectivo, debido a que la participación de
vadora de hábitos y consumos colectivos que inci-

1 25

1
DI NÁMICA ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

estas actividades en la economía nacional es Otro factor que afecta el nivel de ingresos perci-
mínima y no justifica su análisis exhaustivo para bido por las radioemisoras es la presencia del con-
esa institución. trabando, el mismo que obviamente no recurre a la
- Los medios de comunicación específicos -ra- publicidad.
dios y canales de televisión- no permiten el
acceso a dicha información y si lo hacen nada Las radioemisoras dependen de manera impor-
garantiza la transparencia de la misma. tante del sistema nacional de telecomunicaciones para
sus emisiones a distancias mayores al radio urbano,
9.2. El subsector de radiodifusión aunque la mayoría de ellas tiene una cober- tura
pequeña, referida solamente a lo que conside- ran el
La estructura del subsector de radio se inicia en el mercado potencial de las poblaciones en las que tienen
Estado en tanto propietario y administrador del es- interés las agencias de publicidad. Ello explica, en
pacio electromagnético. Las licencias que otorga el parte, la proliferación de las emisoras de frecuencia
ente regulador constituyen al presente uno de los modulada (FM) caracterizada por la alta calidad de
componentes más altos del costo de instalación de una recepción y el corto alcance. La amplitud modulada
emisora radiofónica. (AM) y la onda corta constituyen frecuen- cias
virtualmente en proceso de abandono por las empresas
En las radios existen principalmente tres áreas: radiofónicas bolivianas.
administrativa, técnica, de producción y difusión, de las
cuales la técnica es la que demanda los mayores De todos modos, desde el auge de la televisión
gastos pues se refiere a la compra, instalación y re- los espacios de publicidad en radio han estado en
novación constante de equipos importados. Muchas de crisis, lo que a su vez ha afectado el sistema de pro-
las radioemisoras contratan un técnico que hace de gramación, eliminando totalmente los programas
intermediario entre ellas y los proveedores de equipos importados y en muchos casos reduciendo la pro-
y se encarga de hacer la compra. . gramación nacional a espacios musicales de anima-
ción improvisada. Solamente los noticieros de algu-
El área de producción y difusión concentra a la nas emisoras constituyen programas preparados y en
mayor parte del personal; por sus características algún caso se alimentan de los servicios de las
es la que demanda un mayor nivel de calificación agencias nacionales e internacionales de informa- ción.
y especialización y es también la que genera ma- Sin embargo, existe todavía un conjunto de emisoras
yores ingresos a quienes se encuentran insertos que son educativas y producen todo tipo de formato
en . ella. Sin embargo, ello no es necesariamente radiofónico (radionovelas, cuentos, tes- timonios, foros,
cierto para la totalidad de las radioemisoras del etc.).
país, pues en muchos casos el personal no cuenta
con ningún nivel de capacitación o formación pro- Casi la totalidad de la producción es propia de
fesional y por lo tanto percibe menores niveles de las emisoras excepto el material musical grabado
ingreso . afuera que se utiliza para hacer la composición pro-
gramática de las emisoras; ésta es una característica
Los ingresos de las radioemisoras se basan sobre generalizada de las radios en Bolivia, pues no se
todo en la venta de espacios publicitarios y en me- nor importan programas "enlatados" como en la televi-
proporción en espacios que compran producto- res sión.
independientes. Ello hace que sea un sector al-
tamente afectado por las fluctuaciones de la econo- La crisis del sector se expresa también en el redu-
mía pues ante situaciones de crisis las empresas ha- cido personal que ocupan las emisoras actualmente,
cen recortes presupuestarios y reducen su gasto en pero también la digitalización y los modernos siste-
publicidad. La que más captan es la del Estado, pues mas de producción y reproducción facilitaron la eli-
es la más constante independientemente de la situa- minación o por lo menos la reducción de los opera-
ción económica. dores y locutores de planta a tiempo completo.

1 26
CAPiTU LO 1 1 : DE LAS INDUS TR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

En Bolivia existen muy pocos grupos empresaria- Funcionamiento del subsector de radio
les importantes vinculados a las radioemisoras, va-
rias de las cuales constituyen más bien pequeñas
empresas familiares. Es decir, no se ha producido
en igual escala el proceso de otros países donde la
comunicación satelital ha posibilitado la emergen-
cia de cadenas radiales nacionales con enlace que
combinan la perspectiva nacional de la programa-
ción con emisiones regionales con contenidos espe-
cíficos adaptados a las características locales (en
Bolivia existen sólo tres redes nacionales de radio-
difusión) .

En el subsector de radiodifusión no es posible


precisar las dimensiones de su incidencia en la eco-
nomía o el nivel de ingresos que perciben puesto
que no existe un registro oficial que aglutine toda tarde, de las cuales, como hasta ahora, un promedio
esta información. El número de radioemisoras cita- del 6So/o operaba en frecuencia modulada y su 66o/o
do a partir de los datos de la Superintendencia de se concentraba en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Telecomunicaciones, no es igual al número de esta- 139
ciones existentes en el país debido a que existe una
gran cantidad que funcionan sin licencia. En este caso, los movimientos oscilatorios en las
cifras no sólo son atribuibles a la menor o mayor
Estimaciones extraoficiales sostienen que el total de precisión de las fuentes consultadas sino, como se
radioemisoras en Bolivia ha superado ya las 840 , de expresó respecto de la prensa periódica, a las con-
las que cerca del 25o/o todavía no tiene regulari- zada diciones políticas y económicas del país que provo- can
su situación legal. Esto significa que existen más el cierre de unas emisoras -sobre todo las · co-
estaciones en la realidad que en los papeles.

Cuadro 37.
Sobre este particular, apelando a información Número de radioemisoras por departamento.
de tres fuentes (Barriga, 1998 ; Ramos, 2003 y Ba-

. :.
•;...

rriga, 2004) y comparándola con la oficial de la


Superintendencia de Telecomunicaciones (SITTEL)
se obtiene un panorama como el que resume el
..··:r .. .

cuadro 37.

Lo que se aprecia, a pesar de la baja que se pro- __

duce desde 2004, es que continúa la tendencia a la


proliferación de estos medios iniciada a principios
de los años ochenta, cuando no funcionaban más
de 125. Según la SITTEL, para 1999 había 340 radio-
* Estos datos corresponden a las estaciones oficialmente registradas en la SITIEL
difusoras que se convirtieron en 496 un año más (documento preliminar 2005).

139 SITTEL (1999: 123-124) y


(2000: 151).

1 27
DI NÁMIC A ECONÓMICA DE LA CU LTU RA EN BOLIVIA

munitarias o institucionales- mientras inducen a la el Trópico de Cochabamba proviene del cobro por
apertura de otras: unas comerciales, otras respalda- concepto de comunicados, avisos y felicitaCiones, que
das por organismos no gubernamentales. tienen un valor aproximado de 25 y 31 centa-
vos de dólar. De vez en cuando obtienen mayores
Actualmente, sólo las radios Panamericana, Fides ingresos cuando logran vender espacios publicita- rios
y Árbol, 140 las tres con sede en La Paz, pueden ser solicitados principalmente por entidades públi- cas y
consideradas "nacionales" debido a que trabajan con ONG's que difunden mensajes educativos de salud,
distintas modalidades de red -con estaciones repe- medio ambiente, desarrollo alternativo y otros, a través
tidoras locales en los dos primeros casos y con en- de estas emisoras.
laces horarios a estaciones locales autónomas en el
tercero- que les permiten cubrir buena parte del En general, el personal de estas emisoras es poli-
territorio nacional con sus transmisiones. Luego hay funcional (productor, locutor, operador, etc.) y se
un número reducido de estaciones urbanas impor- encuentra integrado por no más de 4 ó 5 personas, que
tantes (no más de 30), concentradas sobre todo en no tienen formación especializada o ésta es es- casa.
las capitales de departamento, que cuentan asimis- Sólo perciben una remuneración cuando lo- gran
mo con audiencias más o menos significativas . Y vender espacios para la lectura de avisos.
finalmente se tiene una gran cantidad de pequeñas
emisoras, con reducido alcance geográfico, horario 9.4. El subsector de televisión
limitado de emisión, públicos focalizados, personal
mínimo no remunerado y severas carencias econó- La estructura del subsector de televisión parte de un
micas . bien que en cierto modo constituye un intangible :
el espacio electromagnético, que en Bolivia como
Otra vez, como sucede con la prensa periódica, se en todos los países del mundo, es propiedad del
percibe que el funcionamiento en red es asumido como Estado y se concede mediante licencias administra-
la opción y tal vez la única vía empresarial capaz de das por los entes reguladores. Antes de la existencia
asegurar hoy la continuidad de las opera- ciones de los del sistema regulatorio, estas licencias eran conce-
medios. didas por el Ministerio de Comunicaciones, desde
donde se posibilitó la proliferación de radios y ca-
9.3. Caso de estudio: Radios nales del presente. La licencia o la concesión de
Co mun itarias e n Bol ivia 1 41 ondas para canales de televisión representan una
de las inversiones más importantes que realiza una
Las radios comunitarias . se desenvuelven bajo una empresa emisora.
economía de subsistencia, lo que implica que todo el
ingreso que perciben es reinvertido en el funcio- Los. equipos que adquieren los canales o redes
namiento de las emisoras (pago de energía eléctri- ca, de televisión son en su totalidad de fabricación ex-
compra de material, mantenimiento de equipos), por tranjera, aunque cada día tienen menor costo y per-
esta razón permanecen cortos periodos de tiem- po en miten una mejor calidad comunicacional. Del mis-
funcionamiento y resulta difícil realizar un análisis sobre mo modo, tampoco existe una producción nacional
su estructura de costos. de receptores de televisión.

Según el estudio de Arroyo, la principal fuente Los canales de televisión tienen una relación de
de ingresos de las radios que se encuentran en el dependencia muy fuerte respecto al sistema de tele-
·
sector altiplánico del departamento de La Paz y en comunicaciones del país, el mismo que posibilita

140 La primera es privado-comer- de la organización Educación Ra- 141 Carlos Arroyo, Información
cial, la segunda pertenece a la diofónica de Bolivia, razón por facilitada sobre las radios comu-
orden jesuita pero tiene también la que cuenta con el apoyo de la nitarias en Bolivia.
carácter comercial y la última, iglesia católica y algunos orga-
igualmente comercial, depende nismos europeos de coopera-
ción.

1 28
CAPITULO 11: DE LAS IND USTR IAS A LAS ACTI VIDADES CU LTU RALES

sus emisiones. Las empresas de televisión por cable o presas televisivas existentes y les otorgó licencias de
de antena de suscripción son de reciente apari- ción, funcionamiento. Las estaciones VHF (Very High Fre-
pero varias de ellas han realizado importantes cuency) son las más comercializadas debido a que
inversiones en el tendido de redes aéreas o de fibra ocupan un lugar preferente en el espacio electromag- .
óptica o en la instalación de repetidoras. nético, pues permiten la ubicación en frecuencias
accesibles a todo tipo de receptor. (Canales del 1 al
Por otra parte, para la emisión de sus contenidos, 13) y posibilitan una mejor calidad de emisión-recep-
los canales de televisión adquieren en muy bajo ción. Por estas razones estos espacios son utilizados
porcentaje programas producidos por pequeñas por las empresas televisivas más grandes, conforma-
empresas locales; generalmente los importan de das en general como redes nacionales.
empresas productoras del exterior y desarrollan una
producción propia, principalmente para programas Por otra parte, las estaciones UHF (Ultra High
musicales, informativos y de entretenimiento. Gran Frecuency) en general están concedidas a pequeñas
parte de los canales de televisión emite un porcen- empresas o grupos religiosos que operan con cana- les
taje significativo de programación extranjera, debi- numerados entre el 14 y el 24 o se asientan en
do a que una hora de producto cultural enlatado ciudades intermedias con horarios de transmisión
cuesta en promedio la quinta parte de una hora de restringidos (operan por ejemplo en Camiri, Yacui- ba,
producción propia. Por otro lado, mientras en el resto Patacamaya y Caranavi).
del mundo la producción nacional de ficción (tele-
novelas, miniseries, etc.) fue el éxito de la televi- 9.4. 1 . Te levisión abierta
sión, en Bolivia prácticamente no se conoce el con-
cepto de "productores de televisión". La televisión abierta es otro de los espacios mediáti-
cosren constante mudanza, aunque a diferencia del de
El encadenamiento más importante y que posibi- la radiodifusión presenta una tendencia a la dis-
lita la permanencia de las empresas de televisión es minución de su magnitud.
el que desarrollan con las agencias de publicidad,
las que a su vez acuden a otras que ejecutan un Hasta 1 984 solamente existían el canal estatal y
.
trabajo cotidiano de medición del "rating" o pene- ocho más pertenecientes a las universidades públi-
tración de cada canal en la audiencia . Sobre la base cas, pero ese año, con el ingreso de la televisión
de esta medición y de los horarios de mayor exposi- privada, el escenario se transformó sustancialmente
ción, cada medio televisivo establece las tarifas a con lo que fue descrito como el boom de_la TV mer-
ser cobradas por concepto de publicidad, siendo ésta, cantil. Ya para finales de esa década las teledifuso-
sin duda, la principal fuente de ingresos de los ca-
nales.
Funcionamiento del subsector de televisión
Por la vía de la publicidad se establece también
una relación indirecta de dependencia de los conte-
nidos programados, los mismos que no pueden per-
der de vista el · efecto de atracción masiva que de-
ben provocar. La televisión estatal y la pertenecien- te
a instituciones confesionales no han logrado su- perar
esta limitación, seguramente por razones de índole
presupuesta!.

En el subsector de televisión el número de esta-


ciones se incrementó desde 1997 porque a partir de
ese año la Superintendencia de Telecomunicaciones,
de reciente creación, formalizó gran parte de las em-

1 29

1
DIN ÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CULTURA EN BOLIVIA

ras sumaban 70 y diez años más tarde eran 197. En Cuadro 38.
Número de teledifusoras por departamento
2000 ese número ascendió a 217, total del que un
promedio del 62o/o operaba en banda VHF y el resto en
UHF y del que, igualmente en promedio, el 53% se
concentraba en tres ciudades: La Paz, Cochabam- ba y
Santa Cruz. 142

El cuadro 38 refleja tanto las fluctuaciones seña-


ladas en la cantidad total de estaciones de TV como el
hecho constante de la concentración de su pre- sencia
en las ciudades del eje del país (67, 5%}.
'"'·
* Estos datos corresponden a las estaciones oficialmente registradas en la SITIEL
Como el de la televisión es el terreno mediático más (documento preliminar 2005).
favorecido por la oferta publicitaria (se estima que
absorbe al menos el 70o/o del total disponible por año)
es, así mismo, el que tiene mejor decanta- das las Estas empresas son privadas -una de ellas subsi-
posiciones y condiciones empresariales, por lo que es diaria de la argentina "Supercanal"- o hacen parte
probable que el decrecimiento en el nú- mero total de de algunas cooperativas telefónicas locales (como
medios responda a un cierre del mer- cado de los Cotas, en Santa Cruz) y se distinguen entre sí por- que
anunciantes en torno a cuatro redes nacionales ofrecen tanto sus servicios mediante conducto- res
privadas y principales: ATB y Bolivisión, con bases de físicos (TV cable) o de forma inalámbrica como
operaciones en La Paz, y Unitel y Uno, con bases en diferencias en sus escalas tarifarías.
Santa Cruz.
El cuadro 39 muestra las mismas características
Una vez más, tal como fue puntualizado para los reconocibles en los subsectores precedentes, ya que
subsectores de las publicaciones periódicas y la ra- en la televisión por suscripción se presentan igual-
diodifusión, el establecimiento de redes se constitu- mente las cifras cambiantes a lo largo del tiempo así
ye en la garantía de la permanencia, de donde se como, en el fondo, una tendencia al incremento del
infiere que más adelante aquellos medios masivos número de empresas involucradas, lo que a la vez
individuales, y en particular los pequeños y comu- significa que creció la cantidad de usuarios.
nitarios, se enfrentarán al dilema de incorporarse a
una red en condiciones poco ventajosas o desapa- Se pueden destacar tres diferencias de los distribui-
recer en el mediano plazo. 143 dores de señales de audio y video respecto de la pren-
sa periódica, la radiodifusión y la televisión abierta:
9.4.2. Te levisión por suscripción
l. Que la repartición de las empresas entre los
"Telecine" fue la primera empresa operadora de dis- departamentos es algo más equilibrada sin que
tribución de señales de audio y video en el país; surgió se evidencie la concentración existente en los
en La Paz a mediados del decenio de 1980; 10 años otros casos.
después ese servicio ya era prestado por 13 2. Que varias de las empresas operan no sólo en
proveedores en diferentes capitales de departamen- to, las capitales departamentales sino además en
a excepción de la de Pando, que hasta hoy no cuenta algunas ciudades intermedias como Tupiza,
con ninguno. Montero o Camiri.

142 SITIEL 0999: 126) y (2000: 143 Esta hipótesis de tendencia


154). bien podría ser extendida a to-
das las industrias mediáticas com-
prendidas en este estudio.

'1 30
CAPITU LO 1 1 : DE LAS IN DUSTR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

3. Que se han convertido en un factor de genera- - Solamente en los últimos años la mayoría de
ción de empleo para personal de diversos ni- empresas de televisión de VHF se ha organiza- .
veles. do en redes nacionales mediante procesos de
fusión o de asociación.
Bolivia es probablemente uno de los países de
mayor densidad mundial de emisoras de radio y te- 9.5. Características del empleo
levisión. Esta expansión se inició en la década de los en radio y televisión
setenta con el auge de la Frecuencia Modulada y su
claridad de recepción y se contagió a la televi- sión a Debido a las dificultades en el acceso a los datos, no
fines de los ochenta con el abaratamiento de la es posible contar con la información precisa re- ferida al
tecnología. número de personas ocupadas en las acti- vidades
radiofónica y televisiva. Sin embargo, el fe- nómeno
Este fenómeno tiene algunas explicaciones que se que se dio en ambos sectores fue el de una
plantean a nivel de hipótesis: disminución del número de empleados a través del
tiempo, debido a:
- El alto costo de establecer redes nacionales que
exige comunicación satelital, sistema interco- l. Los avances tecnológicos y las inversiones rea-
nectado electrónico y telefónico, no puede ser lizadas a partir de la capitalización que conlle- vó
financiado por la exigua publicidad existente a que el sector de telecomunicaciones se hiciera
en un país como Bolivia que cuenta con un más intensivo en el uso de capital que en el de
mercado interno sumamente estrecho. Ello in- mano de obra.
dujo a la organización de varias pequeñas em- 2. La incorporación de tecnología moderna radio-
presas locales. fónica y televisiva. De hecho, la digitalización
- La iglesia, los grupos religiosos, las ONG's y permite a las emisoras de radio y televisión la
cualquier institución que tenga un mandato de sustitución de operadores, técnicos y, en mu-
prédica religiosa o educativa siempre encon- chos casos, hasta de locutores.
trarán recursos de financiamiento externo para
la instalación de emisoras dirigidas a la pobla- 9.6. Importaciones de los subsectores
ción pobre necesitada de fe religiosa, educa- radio y televisión
ción o promoción social. De este modo Bolivia
tiene una importante presencia de emisoras Para el sector audiovisual se tienen los siguientes in-
religiosas y culturales de radio y televisión sumos importados destinados al público en general:
muchas de las cuales se apoyan también en
publicidad o por lo menos en avisos locales. - Aparatos de grabación o reproducción de ima-
gen y sonido (videos), incluso con receptor de
Cuadro 39. señales de imagen y sonido incorporado.
Proveedores de TV por suscripción - Aparatos receptores de radiotelefonía, radiote-
legrafía o radiodifusión, incluso combinados en
la misma envoltura con grabador o reproduc-
tor de sonido o con reloj .
- Aparatos receptores de televisión, incluso con
aparato receptor de radiodifusión o de graba-
ción o reproducción de sonido o imagen incor-
porados; videomonitores y videoproyectores.

Los aparatos de video, receptores de radio y re-


ceptores de televisión, que en general son bienes
Fuente: Información de la SITIEL (1 999, 2000 y documento preliminar 2005). de consumo masivo, registran un mayor nivel de

131

1
DI NÁM IC A ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

importaciones en el mes de diciembre, lo cual coin- entre otras cosas a la renovación de equipos y apa-
cide con los casos anteriores, en los que hay una ratos que se utilizan a lo largo del año.
mayor propensión al consumo durante la época de
fin de año. La tendencia en dichas importaciones 9. 7. Características económicas
fue creciente hasta 1998, año a partir del cual se de radio y televisión
registró un estancamiento que se mantuvo hasta el
año 2002 (gráfico l l . a y b) . El comportamiento de los ingresos netos por el ser-
vicio de radioemisoras para el período 1997-2001
Por otro lado, se cuenta con los siguientes insu- fue estable y ligeramente creciente, con un prome-
mas utilizados por el sector audiovisual para la emi- dio de 364. 600 dólares por año. Los ingresos de la
sión de contenidos: televisión para el mismo período, también fueron
Aparatos emisores de radiotelefonía, radiote- estables con cierta tendencia creciente y en prome-
legrafía, radiodifusión o televisión, incluso con apa- rato dio alcanzaron alrededor de 1.857.800 de dólares
receptor o de grabación o reproducción de so- nido por año.
incorporados; cámaras de televisión; videocá- maras,
incluidas las de imagen fija. La información revela que los ingresos percibi-
dos por la actividad televisiva son 5 veces mayores
Durante el período 1992-2002, las importaciones de a los de la actividad radiofónica, lo cual se debe a la
estos insumas registraron una tendencia positi- va, lo diferencia de ingresos por concepto de publicidad,
cual guarda relación con la proliferación de puesto que, como ya se dijo, los medios de televi-
radioemisoras y canales de televisión que se dio desde sión venden más espacios publicitarios que las ra-
la década de los ochenta en el caso de la televisión y dioemisoras, a tarifas más altas (cuadro 40).
desde 1997 en el caso de las radioemi- soras, debido a
las licencias que SITTEL otorgó a partir de ese año Por otra parte, dicho cuadro permite establecer
(gráfico 12. a y b) . que en un lustro los ingresos del sector de radio
han caído en 16%, mientras que los de la televisión,
Las importaciones de los insumas utilizados por este a pesar de la reducción de los últimos años de cri-
sector se incrementan de manera importante en el mes sis, se han incrementado en 30%. Ello permite con-
de enero de cada año, lo que podría deberse cluir lo siguiente: la televisión no sólo ha logrado

Gráfico 11 .
Importaciones mensuales de receptores de los subsectores: Radio y televisión según Nandina CEn SUS) Período 1 992-2002

1 400000

1 200000

1 00000

800000

600000

400000

200000

o
1 992 1 994 1 996 1 998 2000 1992 1 994 1 996 1 998 2000 2002
2002

- a. Aparatos receptores de radiodifusión - b. Aparatos receptores de televisión

Fuente: Elaboración propia con base en datos del INE.

1 32

1
CAPÍTU LO 1 1 : DE LAS INDUS TR IAS A LAS ACTI VIDADES CU LTU RALES

Gráfico 12.
Importaciones mensuales de insumas de los subsectores: Radio y televisión según Nandina <En SUS) Período 1 992-2002

2.0E+ 07

1 .6E+ 07
300000

1. 2E+ 07

200000

8.0E+ 06

1 00000
4.0E+ 06

O.OE+ OO
1992 1994 1 996 1 998 2000 2000 1 992 1 994 1996 1 998 2000 2002

- a. Aparatos de reproducción de imagen y sonido - b. Aparatos emisores de radiodifusión y televisión

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

una hegemonía absoluta sobre la radio en el merca- do a los medios impresos y les han restado público a las
publicitario, sino que además continúa en ex- pansión, salas cinematográficas urbanas y centrales que no
mientras que la presencia de la radio con- tinúa en podían ofrecer estrenos; por otro, se presentan como
contracción. medios muy sensibles a _las crisis sistémicas debido a
su dependencia de la publicidad.
La reducción de los ingresos de la televisión a
partir de 1999 muestra la dependencia de este me- En los últimos años han irrumpido con fuerza en el
dio respecto a la publicidad, que se ha contraído mercado los servicios de televisión por suscrip- ción
desde ese año debido a la crisis recesiva que se re- que se encuentran en expansión incluso con vínculos
gistró . con empresas internacionales.

La recesión afecta fuertemente a los medios de La televisión está llevando a las emisoras de ra-
comunicación de masas, principalmente a la televi- dio a una posición cada vez más marginal, confor-
sión, porque la publicidad que captan se refiere me se acentúa la urbanización y la publicidad tien-
exclusivamente a bienes de consumo suntuario que de a concentrarse en la primera.
son los primeros en ser elimipados del consumo fa-
miliar en · época de crisis. Además, ante una crisis La incorporación de tecnología moderna en las
económica las empresas en general hacen recortes en empresas se ha traducido en la reducción del perso-
sus gastos y destinan menos a la publicidad. nal necesario para operar estaciones de radio y tele-
visión y la presencia de "enlatados" ha hecho su-
9.8. Conclusiones cumbir los espacios de intérpretes nacionales, tanto
musicales como teatrales (radioteatro nacional, por
La radio y la televisión presentan tendencias contra- ejemplo).
dictorias. Por un lado, han ganado presencia frente
Este mismo desarrollo tecnológico a nivel macro
Cuadro 40.
ha posibilitado la formación de cadenas televisivas
Bolivia: Ingresos netos por servicio de radioemisoras y de
televisión <En miles de SUS) nacionales y la presencia de algunas emisoras de
gran potencia. Ello hace prever que en el curso de
los próximos años podría producirse una reducción
significativa de emisoras locales de radio y televi-
sión. Con la sola excepción del grupo televisivo vin-
Fuente: Elaboración propia con base en datos de la SITIEL. culaqo a la cadena de medios PRISA, la presencia

1 33

1
DI NÁMIC A ECONÓMICA DE LA CU LTUR A EN BOL IVIA

de la inversión extranjera en los medios nacionales de Funcionamiento del subsector cine


comunicación audiovisual es casi inexistente.

Finalmente se evidencia la confluencia de tres


factores: el desarrollo tecnológico y su accesibilidad
para los inversores nacionales, la concentración de
la población en los espacios urbanos y el abarata-
miento de los receptores de alta calidad de imagen
y sonido para el público que han hecho que final-
mente la radio y la televisión, pero sobre todo la
segunda, se conviertan en verdaderos medios de
comunicación de masas en Bolivia con una peque-
ña incidencia directa en los indicadores económi-
cos, pero con un poderoso efecto en la dinamiza-
ción de determinados consumos.
Fuente: Elaboración propia.

9.9. El subsector de cine

9.9.1 . Introducción mayor parte de las salas cinematográficas del país


que no tenían capacidad de acceder a películas de
El subsector de cine es precario en Bolivia y tiene estreno. La tecnología del video, el VCD y el DVD
como eje articulador al productor, que normalmen- no cesa de desarrollarse y frente a una sociedad de
te cumple también el rol de director y algunas veces masas que obliga a la dispersión de la familia du-
de guionista y poseedor de sus propios equipos de rante toda la semana fuera del hogar, conlleva la
producción, los mismos que son importados y cons- oferta de "llevar el cine a la casa" .
tituyen una expresión de la revolución tecnológica
producida en el mundo, con el consiguiente abara- No existe información que permita cuantificar con
tamiento de sus costos. precisión la incidencia del subsector de cine en la
economía nacional. Ello se debe entre otras cosas a
Un rol central para la llegada del material cine- que con el cierre de muchas salas, que en determi-
matográfico al mercado lo cumplen las empresas nado momento fueron importantes para la actividad
distribuidoras, las mismas que se encargan de la cinematográfica, se perdió información relevante, como
importación de películas y de la adquisición de los por ejemplo la del número de espectadores, que es
derechos de las de producción nacional para su pre- posiblemente el único dato que con el tiem- po tiene
sentación en las salas del país. Como consecuencia de validez para analizar y cuantificar el des- empeño
la crisis económica y la consecuente reducción del económico del sector.
mercado, existen ahora sólo dos empresas dis-
tribuidoras: Manfer Films y Waza Films, de las cua- Sin embargo, a partir de la recopilación y sistema-
les la primera cubre el 80% del mercado y la segun- tización de algunos datos, el presente capítulo pre-
da el 20% restante. Ellas se encargan de la campaña tende reflejar por lo menos de forma aproximada el
de publicidad y marketing previa a la puesta en car- movimiento económico que genera este subsector.
telera, pues de ello depende en gran medida el éxi- to
de una película. 9.9.2. La actividad económica del subsector

La distribución de este material tiene en los últi- mos La actividad cinematográfica de Bolivia, al igual que en
años la competencia creciente del material m- mico que la mayoría de los países, se desenvuelve en dos
se vende y alquila a través de clubes de video y DVD, ámbitos claramente diferenciados: el cine de pro-
fenómeno que generó la crisis de la ducción nacional y el de producción extranjera. Si

1 34
1
CAPI TU LO 11: DE LAS IND USTRIAS A LAS ACT IVI DADES CU LTURALES

bien ambos tienen como finalidad exhibirse en la relacionado con el elenco estelar, los actores secun-
pantalla grande, el de producción nacional tiene un darios y los de apoyo.
efecto diferente en generación de empleo e ingre-
sos para las productoras nacionales ya que la pro- El personal de apoyo no necesariamente está com-
ducción foránea sólo tiene impacto en la exhibición. puesto por actores profesionales, en muchos casos lo
está por gente del lugar en el cual se realiza la
9.9.3. Cine de producción nacional filmación y que recibe una remuneración por su
participación. Es decir, la actividad cinematográfica no
Según el Consejo Nacional del Cine (CONACINE), solamente otorga empleo a la mano de obra ca-
entre las empresas dedicadas a la producción audio_: lifiCada y especializada.
visual que �uentan con licencia, 6 se dedican a la
animación, 3 distribuyen películas,. 27 son producto- ras Para la postproducción es necesario recurrir a
y 4 apoyan la parte de sonido.144 Estas empresas servicios que aún no se encuentran disponibles en
no solamente brindan servicios a la producción cine- el país, por ello se destina casi un cuarto del presu-
matográfica, �ino también a la publicidad. puesto (23%) a este rubro . Si bien gracias al avance
de la tecnología se cuenta con formatos de filma-
Estructura del presupuesto de una película boli- ción más económicos -como el video digital o el
viana: La estructura del presupuesto para producir convencional-, para proyectar una película en pan-
una película en Bolivia, según los registros del CO- talla grande es necesario transformarla al formato
NACINE, se desagrega de la siguiente forma (ver de 35 mm, lo cual encarece el costo de producción.
cuadro 41).
El restante 40,6% del presupuesto se destina a:
En promedio, 36,4% del presupuesto de produc-
ción de una película se destina a remuneraciones Materiales (9,7%): Para las locaciones (mate-
tanto del personal como del talento; es decir, más rial de arte, decoración, construcción de esce-
de un tercio del presupuesto total está destinado al narios y sets), de vestuario, maquillaje, pelu-
pago de sueldos y honorarios, dentro del cual se quería y efectos especiales y materiales pro-
considera al personal técnico (encargados de cáma- pios de la filmación (cintas de audio y video,
. ras, fotografía, electricidad e iluminación, micrófo- películas de 35 mm y latas) .
nos, maquinaria, equipos de sonido, arte, vestuario, - Equipo de campo (14,3%) : Alquiler de equipos
maquillaje y peluquería) y al equipo de dirección. de iluminación, fotografía, cámaras; automóvi-
Por su parte, el talento se encuentra directamente les y ·otros más específicos como la grúa dolly.

Cuadro 41 .
Presupuesto de producción de una película: Estructura porcentual

Fuente: Elaboración conjunta con base en casos revisados en el CONACINE. Los proyectos mencionados cuentan con diferentes montos presupuestados; el mínimo cercano a
los 1 00 mil dólares y el máximo bordeando el millón de dólares. Las variaciones más importantes se dan en el ítem de postproducción.

144 Con datos obtenidos de la


página web del CONACINE:
http :/ / ww w. c o n a c i n e . net/
index.php

1 35

1
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

- Logística (16,7%): que incluye transporte y via- los montos, se puede constatar que a partir del año
jes tanto del personal como del talento, así como 2002 hubo una tendencia creciente, lo cual es indicati-
otros gastos generales de producción. vo de que la existencia del Fondo ha estimulado la pro-
ducción audiovisual como se verifica en el gráfico 13.
En Bolivia se produjeron entre 1994 y 2000 un total
de 9 largometrajes y 4 cortometrajes. En gene- ral el 9. 1 1. Comportamiento histórico de formato,
promedio de producción de un largometraje se estima costo, espectadores y recaudación de
en $US 498.000. 145 las películas bolivianas

Los productores bolivianos han realizado dos ex- En el cuadro 42 se presenta una síntesis de informa-
periencias de coproducción con empresas extranje- ción concerniente al costo de algunas películas bo-
ras, lo que ha posibilitado el acceso a nuevos mer- livianas, cantidad de espectadores y recaudación.
cados y el consiguiente incremento en el número de Aunque sólo se cuenta con información completa para
espectadores. 4 de las 26 películas listadas, sus cifras revelan que en
los cuatro casos los costos de producción exceden el
9. 1 O. Fondo de Fomento a la valor de las recaudaciones que generan. Muchas veces
Producción Cinematográfica el costo de producir una película en Bolivia puede
asemejarse a hacerlo en el extranj�ro con la diferencia
Como las actividades de producción audiovisual no de que la reducida dimensión del mercado no permite
generan un flujo de caja que soporte el crédito, el Te- recaudar lo suficiente como para cubrir dichos costos.
soro General de la Nación subvenciona parcialmente
un fondo destinado a financiar las producciones cine- La película que aparentemente sufrió menos pér-
matográficas que así lo necesiten, previo cumplimien- didas tuvo un costo de producción del doble de la
to de los requisitos y evaluación por parte de una co- recaudación que obtuvo; en dos películas los costos
misión designada por el directorio de CONACINE. fueron el triple de las recaudaciones y en una fue 5
veces superior al valor de las recaudaciones. En pro-
La Ley del Cine promueve el fomento a la pro- medio, estas cuatro películas recaudaron 1,75 dóla- res
ducción cinematográfica, política que es ejecutada por por espectador, monto inferior al precio de una entrada
el CONACINE a través del Fondo de Fomento al cine, lo cual permite suponer que existen subsidios
Cinematográfico (FFC). Este Fondo es sustentado por en algún punto del sector.
un sistema de créditos que se otorgan a una tasa de
interés del 7,2o/o anual, como fondos de contraparti- da Por otro lado, los datos del número de especta-
a proyectos audiovisuales que tienen posibilida- des dores por película indican que solamente el 2,3o/o de la
serias de recaudar la inversión que realizan para la población urbana asistió en 1995 a los filmes na-
producción.146 cionales estrenados ese año. Ello puede deberse a una
baja asistencia general de la población a las sa- las
Entre 1993 y 2003 se presentaron un total de 36 cinematográficas de estreno, cuyo costo por en- trada
proyectos audiovisuales, de los cuales el Fondo se- es relativamente alto, como a la baja atracción de las
leccionó 21 para apoyarlos con un monto que glo- producciones nacionales, la mayoría de las
balmente superó el millón de dólares americanos. . cuales se encuentran fuera del gusto comercial pro-
medio y difieren de los contenidos habituales de las
Si bien desde 1993 hasta 1999 se presenta una ten- producciones norteamericanas.
dencia decreciente en cuanto al número de proyectos y

145 Datos del CONACINE.

146 CONACINE, Memoria Insti-


tuciona/ 1993-2003, 1 edic., La
a

Paz, Bolivia, 2004.

1 36
1
CAPITU LO 11: DE LAS INDUSTRI AS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

Gráfico 13
Financiamiento otorgado por el FFC. Período: 1 994-2003

1 994 1 995 1 996 1 997 1 998 1 999 2000 200 1 2002 2003
Años

Monto <US$) 11 Cantidad de proyectos


Fuente: Elaboración propia con base en la "Memoria Institucional 1 993 - 2003" del CONACINE.

El formato de las películas ha empezando a cam- miento de la población del contexto urbano que es
biar, pues antes sólo existía el de 35 mm; actual- la que asiste a los cines.
mente, gracias a los adelantos de la tecnología es
posible realizar películas en formato digital, que Por otra parte, las recaudaciones impositivas de las
suponen un menor costo y una calidad similar. actividades cinematográficas (y otras activida- des de
entretenimiento) en el período 1995-2003 alcanzaron
9. 1 2 . Cine de producción extranjera un promedio de 578 .000 dólares anua- les, monto que
es 7 veces menor que el de los sectores de radio y
En Bolivia, la pantalla grande proyecta entre 85%147 televisión y que respecto al to- tal de las recaudaciones
y 95%148 de películas producidas en el extranjero, lo nacionales representa sólo el o, 10%. 149
cual es lógico considerando que el mayor número
de producciones se realiza fuera del país. Entre los años 1982 y 1992 la asistencia del públi-
co a las salas cinematográficas de · la ciudad de La
Entre la década de los setenta y el último quin- Paz disminuyó en 75%, pues en 1982 más de 3,5
quenio se registró un incremento sostenido tanto en millones de personas asistían a los cines, mientras que
el número de espectadores a películas nacionales en 1999 la afluencia de espectadores se redujo a 906
como en el monto de las recaudaciones; sin embar- .000. Ello puede deberse a diversas razones:
go, ello no guarda relación con el importante creci-

147 Dato de la Cinemateca "El 149 Servicio Nacional de positivas de los sectores cultura-
Mercado Audiovisual en Bolivia". Impues- tos Internos. les, 2004.
Información obte- nida con
148 Dato del CONACINE para
base en la solicitud oficial
el período 2001-2003.
del Viceministerio de Cul- tura
sobre las recaudaciones im-

·1 37
DI NÁMICA ECO NÓMIC A DE LA CULTU RA EN BOLIVIA

Cuadro 42.
Costo, espectadores y recaudación comercial de películas bolivianas en la ciudad de La Paz 1 968-2004

Fuente: Elaboración propia con base en datos del CONACINE <Espectadores y recaudaciones de estreno) .
* Según el CONACINE, por datos recibidos de Antonio Eguino, Chuquiago convocó a 200.000 espectadores en su reestreno.

Cuadro 43.
Promedio anual de número de espectadores y recaudación de
- La aparición del video, del VCD y el DVD, cu-
películas bolivianas. Décadas: 1 970-2000 yos precios, tanto de venta como de alquiler
se hicieron más atractivos y accesibles para la
población.
El desarrollo de la tecnología disminuyó los
costos de producción, copia y reproducción,
lo que a su vez propició la comercialización
de material cinematográfico en el mercado in-
Fuente: Elaboración propia con base en datos del CONACINE.
formal a bajos precios frente a los cuales las
salas de cine no pueden competir, ya que ade-
más, en algunos casos, este mercado ofrece al
- En la década de los ochenta el auge de la tele- consumidor películas aún no estrenadas en di-
visión con la aparición de varios canales ex- chas salas.
pandió la exhibición de películas a este medio
y provocó un efecto de sustitución en los hábi- El gráfico 14 ilustra los efectos de todos estos as-
tos de consumo de bienes culturales masivos pectos que redujeron el número de espectadores a las
audiovisuales . salas, al igual que los ingresos de éstas, y en

1 38

n
CAPITULO 1 1 : DE LAS IN DUSTR IAS A LAS ACTIVIDADES CU LTURALES

última instancia provocaron el cierre de la mayoría de ron al 33% restante de espectadores. Si en 1982 una
los cines de la ciudad de La Paz. persona asistía al cine 2,5 veces, 22 años después una
de cada tres personas asiste 1 vez al cine a lo largo del
Las salas de primera que . subsisten en la ciudad de año.
La Paz (Cine 16 de Julio, Cine 6 de Agosto, Cines
Monje Campero 1 y Monje Campero 2) experimen- A nivel nacional, dlJrante los últimos siete años,
taron un leve incremento en cuanto al número de disminuyó también el público que asiste a las salas
espectadores y por consiguiente en los ingresos cinematográficas (gráfico 1 6). Entre 3. 500 y 3.800
durante el período 2001-2002. Ello se debe a que personas por día van al cine, lo cual significa un
actualmente existe una menor competencia en tér- ingreso que oscila entre 2. 500 y 3.000 dólares ame-
minos de salas de exhibición, a la mejor calidad de las ricanos para el conjunto de salas del país, que son 42.
mismas y a la mejor tecnología de difusión. 150

En el siguiente gráfico del número de espectado- res


que asistió a las salas de primera de la ciudad de La Cuadro 44.
Paz desde enero de 2001 hasta diciembre de 2002 se Asistencia del público a las salas cinematográficas en la ciudad de
puede constatar que a fin de año, concretamente en La Paz (2001 -2002)
diciembre, la afluencia de espectadores se incre-
menta notablemente. Una empresa de dos salas con-
centró al 67% del total de espectadores, pero sólo logró
cubrir, en promedio, el 18% de su capacidad instalada
de butacas. Otras dos salas de estreno uti- lizaron en
promedio el 7% de su capacidad, y atraje- Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Cinemateca Boliviana.

Gráfico 14
Asistencia del público a las salas cinematográficas en la cciudad de La Paz. Período 1 982- 1 999

4000

3500

3000

en
2500

� 2000

1 500

' 1 000

500

o
1 982 1983 1 984 1 985 1 986 1 987 1 988 1 989 1 990 1 991 1 992 1 993 1 994 1 995 1 996 1 997 1 998 1 999

Años

Fuente: Elaboración propia con base en datos de "Apuntes sobre el cine boliviano" de Pedro Susz.

150 Según datos del CONACI-


NE, en el año 2003 existían 28
salas en las ciudades capitales
y 14 salas en las ciudades inter-
medias.

1 39

1
DIN ÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Gráfico 15
Venta d e entradas e n los cines d e primera categoría. Período 200 1 -2002

35000

30000

25000

O
"
o 20000
m

.a
w
en 1 5000

1 0000

Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
Meses

-- Monje Campero: Cinema 1 -- 1 6 de Julio

-- Monje Campero: Cinema 2 � 6 de Agosto

a
Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Cinem teca Boliviana.

En general, la reducción del público en salas de cine cifra estimativa señala que en el país se producen
ha repercutido en el número de salas de estre- no, alrededor de 40 videos por año.
pues en 1982 la ciudad de La Paz contaba con 11 de
dichas salas y en la actualidad sólo con cua- tro, cifra Se cuenta con información que revela que de 69
que no guarda relación con el número de habitantes; empresas comercializadoras de video, sólo dos cum-
por consiguiente, tampoco ha sido posi- ble mantener plen con el requisito establecido por ley de la ins-
la cantidad de estrenos anuales del pasado. En el cripción de los derechos de cada título.152 A conti-
cuadro 45 se observa que entre 2001 y 2003 hubo un nuación se presenta información acerca del movi-
promedio de 95 películas estrenadas anualmente, miento de tres empresas de video canje.
mientras que en las décadas de los se- tenta y ochenta
se encontraban en cartelera 225 tí- tulos nuevos cada
año y en la segunda mitad de los noventa el promedio
Cuadro 45.
no sobrepasa los 120 títulos .151
Número de estrenos por año. Período 200 1 -2003

En cuanto a video, el registro de títulos sólo ha


tomado en cuenta las producciones que se han re-
gistrado en la Cinemateca Boliviana en los formatos ·
3/4 o U-Matic, betacam o video digital, los mismos
que entre los años 1994-2000 suman 52, aunque una Fuente: Elaboración propia con base en datos del CONACINE.

151 P. Susz, "Apuntes sobre el 1998. En http:l/ww.utopos.org/ 152 Por razones de confidencia- -
cine boliviano", artículo Cine/Apuntes.htm lidad no se puede revelar la fuen-
aparecido en "Made in Spanish te de información.
98", libro publi- cado por los
organizadores del Festival de
San Sebastián, España,

1 40
1
CAPI TUL O 1 1 : DE LAS INDUS TRI AS A LAS ACTI VIDADES CU LTU RALES

Gráfico 16
Asistencia del públ}co a las salas cinematográficas en Bolivia. Período 1 997-2003

2.500

2.000

(/)
1 . 500


1 .000

500

o
1 997 1 998 1 999 2000 200 1 2002 2003

Años

Fuente: Elaboración propia con base en datos de N. Gutiérrez, para el período 1 997-1 999 y del CONACINE para el período 2000-2003.

9. 1 3. Importaciones del subsector Cuadro 46.


Movimiento en los clubes de video canje de mayor dimensión en la
El sector cinematográfico es el único que a lo largo ciudad de La Paz

del período 1992-2003 presenta un comportamiento


creciente en �uanto al nivel de importaciones. Una
de las razones por las cuales se explica éste es el
avance tecnológico, que no solamente facilita un
mayor número de producciones de películas, sino
también una innovación en la producción de las
Fuente: Periódico Hoy, 1997.
mismas, lo cual es novedoso y atractivo para el con-
sumidor y por lo tanto incrementa la demanda. Pelí-
culas como La era del hielo, Buscando a Nema y El mes en el cual hay una mayor importación de
Harry Potter y la piedra filosofal son un ejemplo de películas es diciembre, debido a que las películas
innovación en cuanto al formato de realización (di- que se estrenan a fin de año tienen una mayor pro-
gital)· y están dirigidas principalmente al público in- babilidad de ser nominadas al premio Osear (que se
fantil y juvenil, que son los principales consumido-
lleva a cabo enmarzo de cada siguiente año) . Por
res de cine; en tanto que películas como Tbe Ma-
otro lado, a fin de año, las fiestas navideñas, el pago
trix, El señor de los anillos y La amenaza fantasma, de los aguinaldos y la proximidad del nuevo · año
que se caracterizan por la utilización de efectos es-
generan una mayor predisposición al consumo de
peciales creados en computadora y por estar dividi- bienes y servicios.
das en tres partes, capturan el interés y la asistencia
de jóvenes y adultos, pero fundamentalmente de los
9. 1 4. Conclusiones
primeros.

A juzgar por la escasa y dispersa información exis-


Sin embargo, otra razón puede ser que las pelícu-
tente, la producción de cine y video en Bolivia cons-
las llegaron precedidas por intensas campañas de
tituye más una expresión artístico-cultural que una
marketing y publicidad dirigidas a niños y jóvenes y actividad empresarial lucrativa. Así también parecen
ofreciendo toda clase de accesorios y recuerdos.
haberlo entendido las autoridades que auspiciaron

141

1
DINÁ MIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

la creación de CONACINE, un ente privado de dere- tentos de examinar experiencias específicas en el


cho público que desarrolla acciones de financiamien- to marco de contados trabajos universitarios de titula-
y apoyo al desarrollo de este arte. ción en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz (ABOCCS,
2000) no se cuenta hasta hoy con la información
Incluso la actividad propiamente comercial que mínima necesaria para ofrecer un cuadro de situa-
se encuentra inserta en este sector, como es la de ción suficiente.
importación-distribución-exhibición, tiene en Boli-
via un mercado muy reducido y en la última década No obstante, a fin de esbozar una aproximación
fuertemente afectada por la competencia existente panorámica sobre la materia -con la recomendación
en su interior entre cine y video y por el carácter de que se efectúe un estudio particularizado de
masivo que tiene en el país la presencia de la pira- ella-153 se han reunido todos los datos útiles consig-
tería audiovisual . nados en la Primera Encuesta Nacional sobre De-
mocracia y Valores Democráticos en Bolivia y en el
1 O. Consumo y e qu ip am ie nto Segundo Estudio Nacional sobre Democracia y Va-
culturales en Bolivia lores Democráticos en Bolivia, encomendados por
la Corte Nacional Electoral en 1999 y 2004, respecti-
El tema del consumo cultural es más bien nuevo en el vamente, así como los que figuran en el Informe
país y si bien se han llevado a cabo algunos in- Nacional de Desarrollo Humano 2004 como produc-

Gráfico 1 7.
Importaciones mensuales del subsector cine ségún Nandina <En $US) Período 1 992-2002

35000

30000

25000

20000

1 5000

1 0000

5000

1 992 1 994 1 996 1 998 2000 2002

-- Películas cinematográficas

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

153 Un estudio específico e in- de instrucción, tipo de ocupa-


tegral sobre consumo cultural, ción, nivel de ingresos, lugar de
como ya fue señalado, debiera residencia, tiempo dedicado al
cruzar la información sobre las consumo, frecuencia del consu-
prácticas de consumo con varia- mo y otras semejantes.
bles como género, edad, nivel

1 42

1
CAPI TUL O 11 : DE LAS IN DUSTRI AS A LAS ACTIVIDADES CU LTU RALES

to de la Encuesta Nacional de Opinión Pública que quirir los productos o para costear los equipos o
en 2003 patrocinó el Programa de las Naciones Uni- empleo de los equipamientos que demanden las
das para el Desarrollo y los comprendidos en dos prácticas de consumo (esta condición está presente
.
encuestas de alcance nacional realizadas en agosto la mayor parte de las veces), de la capacidad de
y noviembre de 2004, respectivamente, por la em- manejo de los códigos lingüísticos implicados en cada
presa "Equipos Mori". 154 Adicionalmente, como par- caso -esto se relaciona con los idiomas usados y los
te de este estudio, se ha realizado un sondeo explo- niveles de instrucción alcanzados- y de la corres-
ratorio mediante la aplicación por vía electrónica de pondiente disposición de tiempo para proceder al
un cuestionario de 15 preguntas (véase el Anexo consumo. De ahí que sea necesario incluir una bre- ve
metodológico 6) a un total de 100 personas de 25 a caracterización general de estos aspectos econó-
35 años de edad residentes en la ciudad de La Paz. micos y socioculturales.

Así mismo, dado que el consumo cultural está 10.2. Caracterización sociocultural
directamente relacionado con la disponibilidad de y económica de la población boliviana
equipamientos culturales, y en razón de que tampo- co
se tiene información a este respecto, se ha hecho un Para 2001, año del último Censo Nacional de Pobla-
levantamiento preliminar de datos en cinco ciu-_ dades, ción y Vivienda/55 Bolivia tenía 8.274.325 habitan- tes,
con mayor detalle para el caso de La Paz. total del cual el 62 ,42% residía en áreas urbanas sobre
todo en los departamentos de La Paz, Santa Cruz y
La interpretación de los resultados de ese acopio Cochabamba, que concentraban a poco más del 70%.
informativo es presentada precedida por una expli-
cación de las condiciones que posibilitan el consu- mo La tasa de analfabetismo -que ha ido disminu-
de bienes o de servicios culturales. yendo progresivamente en los últimos 25 años (era de
36,79% en 1976)- llegó a 13, 28%, pero continúa
10.1. las condiciones del consumo . afectando más a las áreas rurales (69%) y a las muje-
res (74,4%). Los departamentos con mayores índi- ces
Las prácticas de consumo cultural, en el sentido de de analfabetismo son Tarija, Cochabamba, Chu-
utilización y/o apropiación de productos culturales, quisaca y Potosí.
. requieren precisamente del encuentro entre los �'pro-
ductos" y los "consumidores", relación que no se da de El 79 ,71% de la población de 6 a 19 años asiste
manera automática. regularmente a un establecimiento escolar, aunque
lo hacen más los varones que las mujeres y más en
Se entiende, por ello, que el consumo cultural las ciudades que en las áreas rurales. Hay alrededor
está condicionado al menos por cuatro factores com- de medio millón de personas que están excluidas
plementarios, a saber: el acceso efectivo a los bie- de la educación (20% de las mujeres y 8% de los
nes y servicios culturales, el uso que se hace de hombres) . La población mayor a 19 años se divide
ellos, la posesión de equipo técnico en el hogar y la entre quienes han cursado la primaria e43%), com-
existencia de dotaciones de infraestructura accesi- pletaron la secundaria (25%) y alcanzaron la forma-
bles fuera del hogar. ción superior (15%), datos que también reflejan un
avance significativo dado que en 1976, cerca del 42%
El acceso, por su parte, precisa por ejemplo de la de los mayores de 19 años no tenían ningún nivel
disponibilidad económica del consumidor para ad-

154 La cobertura de estos estu- y la del Programa de las Nacio- mación y la autorización para su 155 Cfr. Mezza Bolivia:
dios fue nacional, es decir, que nes Unidas para el Desarrollo uso- cubrieron 1.200 casos en Caracte- rísticas sociodemográficas
comprendió los 9 departamen- aplicó 3.617 cuestionarios. A su áreas urbanas y rurales, la pri- de la población, Instituto
tos del país. La primera encues- vez, las encuestas de hogares de mera, y 3.840 casos en 10 ciuda- Nacional de Estadística, La
ta de la Corte Nacional Electoral "Equipos Morí" -a cuyo Gerente des capitales, la segunda. Paz, 2003.
tuvo una muestra de 3.023 per- General, Lic. ]osé Luis Gálvez, se
sonas, la segunda una de 2.923 agradece lá facilitación de infor-

1 43
1
DIN ÁM ICA ECONÓM ICA DE LA CU LTU RA EN BOLIVIA

de instrucción, aunque persisten las desventajas para- un decrecimiento de los salarios reales de los obre- ros
las mujeres y para las áreas rurales. y empleados que ha tenido un efecto de empo-
brecimiento sobre estos sectores. 157
En relación a los idiomas hablados, el 88% se
expresa en castellano y el 11, 12% es monolingüe de Por consiguiente, todas estas características -a las
un idioma nativo (principalmente quechua y ayma- ra). que se suman tanto la diversidad étnica y regional
Del total, 47% es monolingüe de castellano y 38% como el hecho de que el 63% de la población se
bilingüe (castellano más un idioma nativo). Desde el encuentra por debajo de la línea de la pobreza-158
censo de 1976 se advierte que tanto los castellano- condicionan inevitablemente los perfiles, las capa-
hablantes como los hablantes de idiomas cidades y las posibilidades de los consumos cultura-
· nativos han ido aumentando. Los únicos departa- les y definen una sociedad mayoritariamente indí- gena
mentos donde q¡ás del 70% de la población habla pero castellano-hablante, ocupada en la infor- malidad,
solamente castellano son Tarija, Beni, Santa Cruz y femenina, urbana y pobre.
Panda; en los demás se registran diversas combina-
ciones lingüísticas . Y esas peculiaridades, signadas por las inequi- dad,
generan no solamente consumos "elitistas" (li- bros,
La población indígena representa el 50,05% del total CD's y DVD's importados, prensa, televisión por cable,
nacional y está asentada en un 44,94% en áreas navegación domiciliaria en la internet, viajes y compras
urbanas. Los departamentos de La Paz, Cochabam- internacionales, exposiciones de arte y conferencias,
ba y Potosí congregan al 72% de los habitantes indí- teatro o danza selectivos, etc.) distanciados de los
genas. "populares" (CD's, DVD's y li- bros piratas, televisión
abierta, audiencia de radio, salas de video-juegos,
Siguiendo las cifras del INE, la población ocupa- espectáculos populares, festi- vidades folclóricas,
da equivale al 95 ,67% de la económicamente activa viajes intranacionales, etc.), sino también refuerzan los
y el 77% de los desocupados está compuesto por procesos de exclusión alenta- dos por una intensificada
personas cesantes. Los trabajadores por cuenta pro- concentración de la rique- za, 159 aunque al mismo
pia constituyen el 46% de los ocupados, seguidos tiempo tienen lugar otros de "hibridación" en que
de los obreros y empleados con el 39%. En las áreas diferentes segmentos sociales citadinos convergen en
urbanas el 52% de la población ocupada lo integran gustos y espacios o en el disfrute de bienes, servicios o
obreros y empleados, en tanto que un 36% lo con- rituales.
forman los trabajadores por cuenta propia; a la_...in:-
versa, éstos representan el 62% de los ocupados en 1 0.3. Posesión de equipos
las áreas rurales, donde solamente el 18% son obre-
ros o empleados. 156 Si la mayor proporción del consumo cultural tiene
·lugar mediante la relación de las personas con las
En 2003 se registró una fuérte reducción del em- industrias mediáticas y sus productos, resulta fun-
pleo en el sector empresarial que afectó principal- damental conocer cuál es la situación de la disposi-
mente a los obreros no especializados (94,6%), téc- ción de equipos técnicos de recepción y1o repro-
nicos (93 ,7%) y profesionales (96 ,2%) al igual que ducción (recursos culturales mediáticos) en los ho-

156 Un informe del Grupo Con- !izado de precarización por cuan- Naciones Unidas, 2002, págs. 23-
24. 158 PNUD, 2002, pág. 65.
sultivo de seguimiento de la Es- to registra un aumento del tra-
trategia Boliviana de Reducción bajo eventual, la prolongación de 159 Para 2002 el estrato social
157 Silvia Escobar, "Medidas pa-
de la Pobreza señala, a este res- la jornada laboral, la elevación más alto se apropiaba del 58,5%
liativas para enfrentar el desem-
pecto, que el 69% de la pobla- de la tasa de participación fami- de la masa de ingresos, lo que
pleo galopante", en �conomía y
ción ocupada participa del liar, la vigencia de contratos ora- / equivalía a ingresos 18 veces su-
sociedad boliviana· después de
sector informal, espacio que - les e ingresos que apenas logran periores a los percibidos por el
octubre de 2003, La Paz, CEDLA,
indica- vive un proceso genera- cubrir la canasta alimentaria. Cfr. estrato social más bajo. Cfr. Es-
2004, págs. 36-37.
cobar, op. cit.

1 44

1
CAPI TUL O 11 : DE LAS IN DU STRIAS A LAS ACTI VI DADES CU LTU RALE S

gares, ya que son éstos el espacio privilegiado para la


realización de ese consumo. En ese sentido, el cuadro Así mismo es evidente, por último, el crecimiento de
47 es indicativo de esa situación. la posesión de equipos de computación y, pese a la
persistencia de su carácter excluyente, el de las
Se advierte, por ejemplo, que la dotación hogare- conexiones domiciliarias a internet. De acuerdo con el
ña de televisores -la mayoría de los cuales son en PNUD (2004), la posesión de computadoras per-
color, aunque aún se tiene un alto porcentaje de sonales pasó de 28.000 en 1996 a 140.000 en 2000 a
aparatos en blanco y negro-, es la más extendida la vez que el porcentaje de usuarios de internet (con
(78,2o/o). Inmediatamente después aparece la tenen- conexiones hogareñas o no) sobre el total poblacio- nal
cia de radiorreceptores y/o equipos de sonido (que ·nacional pasó de 0,21 en 1996 a 3,22 en 2003.
también permiten la reproducción o el copiado de
grabaciones musicales en audiocasetes, discos com- Los datos sobre la situación de la tenencia de re-
pactos o discos digitales), lo que se corresponde cursOs tecnológicos en los hogares difieren cuando se
con el nivel de importancia que las audiencias atri- observa por separado el caso de las ciudades ca-
buyen a la radiodifusión entre sus preferencias . pitales. Como muestra el cuadro 48, los índices de
tenencia de equipos sube en general en un prome- dio
La posesión de antenas parabólicas para que los de 8,08o/o, lo que da cuenta de la mejor dotación de
hogares capten señales televisivas es claramente una las grandes ciudades respecto de la que poseen las
alternativa elitista, en tanto que la utilización de ser- consideradas intermedias y de la existente en las áreas
vicios de TV por suscripción tiende a incrementar- se, rurales.
probablemente gracias a la relativa disminución de las
tarifas generada por la competencia entre empresas 1 0.4. Acceso a medios y preferencias
operadoras en varias de las ciudades del país desde
2003 aproximadamente. No cabe duda respecto a la utilización frecuente (prensa
uña vez por semana y radio y TV diaria- mente) que la
Una tercera parte de los hogares dice contar con un gente hace de los rpedios masivos; .. los datos del
equipo de video -para reproducir o grabar-, pero esta cuadro 49 así lo demuestran.
proporción muestra una baja que quizá se ex- plique
por la creciente sustitución de las videogra- badoras y El acceso cotidiano de la población a la televi-
los casetes de VHS por reproductores y copiadores de sión y a la radio puede ser considerado alto, en par-
discos digitales (DVD y VCD, espe- cialmente), ticular en el primer caso, ya que prácticamente ron-
fenómeno que se ha hecho más enfático en los dos da el 80o/o. La prensa periódica, tal vez por su costo,
últimos años. sus exigencias de tiempo (su lectura requiere dedi-
cación) y manejo de códigos (alfabetización) y por
las reducidas tiradas que limitan su llegada, aparece
como menos accesible, de ahí que sólo el 45 ,6%, en
Cuadro 47.
2004, acceda a ella una vez a la semana.
Posesión de equipos en el hogar

........ .
. Cuadro 48.
·.·.·, Posesión de equipos en hogares citadinos para 2004

.. ·
.
,,

.. ...
,
: .. .
Fuentes: Corte Nacional Electoral, 1 999; Encues.tas & Estudios, 2004; y PNUD.
2004. Fuente: Encuesta de hogares en 1 O ciudades capitales por " Equipos Mori".

1 45
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Al mismo tiempo se observa que mientras la tele- un alto porcentaje de preferencias, la cual, empero, no
visión y la radio sugieren una tendencia ascenden- te, da señales de que vaya a aumentar significativa-
la prensa se orienta en dirección opuesta. Esto queda mente en el corto plazo.
ratificado por la siguiente información (cua- dro 50)
sobre preferencias para acceder a las noti- cias. 16o Así, pues, es innegable que el medio televisivo
representa hoy el de mayor arraigo en el gusto de la
La prensa periódica tiene la preferencia más baja, gente para la información y el entretenimiento en
pero además su desenvolvimiento apunta en línea los espacios urbanos, a la vez que la radio predomi-
descendente, hecho que al margen de la crisis de na -para ambos rubros- en los rurales . Esto se rela-
credibilidad que sufre el periodismo puede estar tra- ciona, por supuesto, con los respectivos estándares
duciendo una inclinación mayor de las audiencias de vida y con las correspondientes existencia y cali-
por los contenidos de entretenimiento que por los dad de las infraestructuras mediáticas.
de información y análisis.
El estudio del PNUD (2004) sostiene que el 54,7%
Y se percibe que ese movimiento decreciente afec- de las personas ve televisión todos los días y que
ta también el gusto de la gente por la radio en las otro 16,1% lo hace al menos una vez por semana,
ciudades, hecho que, sin embargo, es distinto a la generalmente durante el fin de semana. Las prefe-
posibilidad de acceso que se tiene de ella reflejada rencias de estos telespectadores se distribuyen de la
anteriormente. siguiente forma (ver cuadro 51).

Por tanto, frente a la mayor declinación de la pren- El acumulado de las preferencias sugiere que exis-
sa y a la menor de la radio como medios de infor- tiría un cierto equilibrio entre los contenidos de in-
mación, es favorecida la televisión, que mantiene formación (noticias, educación, ciencia, política) y los
de entretenimiento (filmes, deportes, novelas, shows).

Cuadro 49.
Acceso a medios masivos 1 0.5. Aproximación a las prácticas de consumo

Se habla de prácticas porque el consumo cultural


no consiste apenas en una "exposición" pasiva del
consumidor ante el producto (una película, por ejem-
plo) sino que implica un proceso de interacción crea-
tiva por el cual el consumidor es capaz tanto de
Fuentes: Encuestas & Estudios. 2004; y PNUD, 2004.
asimilar los sentidos que están contenidos en el pro-
ducto cultural con el que se relaciona como de ge-
Cuadro 50. nerar otros nuevos a partir de su propia inserción
Preferencia de medios para informarse
sociocultural y de sus experiencias y saberes. Por
__ \
_,
-
.. ,·, . .... tanto, el consumo cultural posee un carácter trans-
;::,;.., .
·
.
¡ . . ,,_
,_ formador de las materias simbólicas implicadas en la
.
,._ !: . : transacción producto-consumidor.
•'i·
. .. · . . . .. ·
:-': .\ ' ..
..
,,_,· .,..
Desde ese punto de vista, todo consumidor cul- tural
Fuentes: Corte Nacional Electoral. 1999; y Encuestas & Estudios. 2004.
desarrolla un conjunto de prácticas que le re-

160 Según la encuesta nacional la TV y solamente el 5% por la


de hogares, de "Equipos Mori", prensa.
en áreas urbanas y rurales el 34%
de la población se informa dia-
riamente por la radio, el 25% por

1 46
CAPITULO 11: DE LAS IN DUS TR IAS A LAS ACTIVI DADES CU LTURALES

Cuadro 51 . llas que suponen salir del hogar e involucran no ,


Contenidos preferidos de la TV sólo a la familia sino además a las amistades, sin
que predomine ninguna de ellas.

En síntesis, es factible considerar -provisoriamen-


te- que en los hábitos de consumo cultural en la
ciudad de La Paz prevalecen los que se efectúan
dentro del hogar y tienen relación con las industrias
mediáticas, rasgos característicos que variarán en
otros centros urbanos en función de sus peculi á res
Fuente: PNUD, 2004.
ofertas culturales (que incluyen productos, recursos
mediáticos y equipamientos culturales).
sultan habituales, o sea que las reproduce con cier- ta
regularidad y le definen un perfil de consumo. 1 0.6. Disponibilidad de infraestructuras

Con base en el sondeo efectuado entre un cente- El consumo cultural fuera del hogar, sea tradicio-
nar de habitantes de la ciudad de La Paz en diciem- nal, masivo o elitista, es incentivado en la medida
bre de 2004 se obtuvieron algunos insumos útiles en que existan las infraestructuras necesarias para
para reconocer los contornos de lo que podría ser posibilitado. A continuación se presenta un regis-
descrito como un perfil común de consumo cultural tro cuantitativo preliminar de algunos de los equi-
de los ciudadanos medios. pamientos culturales disponibles en cinco ciuda-
des capitales del país: La Paz, Santa Cruz, Sucre,
En primer término, se consultó acerca de las prác- Tarija y Cochabamba. Cabe aclarar, no obstante,
ticas más frecuentes de consumo cultural, advirtién- que se trata no sólo de un inventario no exhausti-
dose que las mismas están sobre todo vinculadas a las vo sino además disímil, pues se ha efectuado un
industrias mediáticas (ver televisión y oír radio rastreo de información más pormenorizado en el
diariamente, así como leer un diario o asistir a un cine, caso de La Paz.
aunque con menos asiduidad). La compra y lectura de
Cuadro 52.
libros al igual que la asistencia a presen� taciones de
Prácticas de consumo cultural en la ciudad de La Paz
teatro aparecen como formas más des- usadas y es
interesante ver que la mayor parte de los interrogados
dice gustar de participar en las en- tradas folclóricas ,

pero en calidad de espectadores. ..

..

Otras preguntas se refirieron a los tipos de pro- .


. . .......

gramas de radio y televisión predilectos, pudiéndo- se ·. ·


.. ,,,,

establecer dos elementos distintos respecto de los . .


., ,.

datos proporcionados por las encuestas:


Fuente: Sondeo exploratorio propio.

l. Que se elige como . favoritos a los programas


de entretenimiento por encima de los informa-
Cuadro 53.
tivos.
Preferencia de programación mediática en %
2. Que se percibe a la radio como un medio más
apropiado que la TV para informarse.

Finalmente, se preguntó sobre otras prácticas


usuales de ocupación del tiempo libre y entreteni-
.
miento. Las respuestas más frecuentes fueron aque- Fuente: Sondeo exploratorio propio.

1 47
DINÁM ICA ECONÓMIC A DE LA CULTURA EN BOLI VIA

Cuadro 54. turaleza pública -salvo, nuevamente, las plazas y


Alternativas de entretenimiento preferidas
parques- corresponden más bien a consumos de tipo
elitista (museos y galerías de arte) .

En lo concerniente a las otras cuatro ciudades


nombradas sólo se ha tomado como muestra común
cuatro clases de equipamiento (cuadro 56).
Fuente: Sondeo exploratorio propio.

Si bien a diferencia de lo observado en La Paz


Resulta evidente que los equipamientos cultura- aumenta el peso estructural de los equipamientos
les privados destinados a los consumos masivos y públicos respecto a los privados e institucionales,
tradicionales son numéricamente los más importan- ello puede ser atribuible a la información parcial
tes. Con excepción de las plazas y parques -que con que se cuenta. Pero más allá de ese hecho, que
son de carácter público-, de un museo institucional seguramente · se mo�ificaría en una comparación
y otros pocos espacios que podrían ser calificados equilibrada de datos, hay dos aspectos que llaman la
de "familiares", tales infraestructuras están dedica- atención: el alto número de salas de cine existen- te en
das en particular a consumidores jóvenes y adultos, Santa Cruz, explicable por la apertura en 2004 de un
mientras que los niños tienen una oferta mucho más multicine con 10 salas, y la cantidad relativa- mente
restringida; lo propio su
- -cede con las personas de la mayor -con referencia a La Paz- de instala- ciones
tercera edad. institucionales destinadas a los consumos masivo y
elitista.
Se puede colegir, así mismo, que los consumido-
res culturales deben erogar una cierta cantidad de También son patentes, en líneas generales, los
dinero para acceder al menos al 66% de esos equi- desequilibrios y carencias en la dotación de infraes-
pamientos y que las infraestructuras que son de na- tructuras.

Cuadro 55.
Algunos equipamientos culturales en la ciudad de La Paz161

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161 Se agradece la colaboración nicación Social de la Universidad


de los alumnos del Paralelo "C"- Mayor de San Andrés para la re-·
2004 de la materia de "Investiga- copilación de estos datos.
ción de la Comunicación" de la
carrera de Ciencias de la Comu-

1 48
CAPITULO 11 : DE LAS IN DUS TRIAS A LAS ACTI VIDADES CU LTURALES

1 0.7. U n a aproxi mación económica ción que no tiene hábitos de lectura y tampoco la valora
al consumo cultural como instrumento educativo, informativo y de
desarrollo, además de que percibe ingresos que sólo le
Dadas las características de la economía boliviana, su permiten el acceso al consumo de bienes de me- nor
población no destina una parte significativa de su in- costo como discos, casetes, videos e incluso en- tradas
greso al consumo cultural, pues primero debe satisfa- al cine o a un partido de fútbol (cuadro 58).
cer sus necesidades básicas, que en general absorben
la mayor parte de su ingreso. También existen factores Del total del valor de ventas internas de los sec-
culturales que inciden en el tipo de consumo que rea- tores editorial, fonográfico y de publicaciones pe-
lizan los hogares bolivianos, pues el mayor gasto en riódicas, el mayor valor de las mismas corresponde
consumo cultural se realiza en espectáculos, con un al primero, lo que se debe a dos razones: la primera
promedio de 11 dólares mensuales por hogar y menos es· que las empresas editoriales son las que comer-
de la mitad de éste se destina a periódicos, libros y cializan bienes de mayor costo y precio, y la segun- ·
revistas (5 dólares mensuales por hogar). da es que las mismas tienen una parte importante
de su mercado cautivo (población escolar y estu-
Obviamente ocurre lo mismo en términos del gasto diantil en general).
promedio anual de los hogares, pues del total del gas-
to realizado en consumo cultural, el 41% corresponde a En el otro extremo se encuentra la grabación que no
espectáculos (cine, teatro, fútbol, alquiler de videos, solamente oferta productos de menor costo y precio,
televisión por cable, libros de esparcimiento, etc.). sino que además está fuertemente afectada por la
actividad informal y la piratería.
En último lugar está el consumo de libros, periódi- ·

cos y revistas que representa el 17% del total de gas- to En el cuadro 60 (resultante de la diferencia entre el
en consumo cultural realizado por los hogares gasto promedio en consumo cultural y las ventas
bolivianos anualmente. Ello es reflejo de una pobla- internas proyectadas) se puede observar que en to-

Cuadro 56.
Algunos equipamientos culturales en ciudades del interior162

162 Se agradece la cooperación ba) para el levantamiento de esta


de las comunicadoras Jenny información.
Ampuero (Santa Cruz), Romy
Durán (Sucre), Karina Olarte (Ta-
rija) y Roxana Abud (Cochabam-

1 49
DIN ÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CULTURA EN BOLIVIA

dos los años y tanto en el sector editorial y de publi- tos piratas y de contrabando, a continuación se pre-
caciones periódicas como en el fonográfico, el gas- senta la relación porcentual existente entre las ven- tas
to promedio anual en productos culturales es el doble oficialmente registradas por cada sector y las ventas
del valor de las ventas registradas por dichos secto- "aparentemente" cubiertas por el sector in- formal. Los
res. Se puede inferir de manera preliminar que esta porcentajes son el resultado de la divi- sión, por un
diferencia se debe a las transacciones que se reali- lado, de ventas internas entre el gasto promedio y, por
zan en el mercado informal, en el cual la mayoría otro, de ventas informales entre el gasto promedio.
de los productos comercializados son piratas y de
contrabando. Si bien en los tres sectores (editorial, publicacio-
nes periódicas y fonográfico) se puede inferir que
En el cuadro 60 se puede notar también que es el sector informal cubre la mayor parte de las ven-
en el sector fonográfico donde se encuentra la ma- tas, el más afectado es el fonográfico, pues en pro-
yor diferencia entre el gasto y las ventas, pues en medio el 95% del consumo de sus productos es cu-
promedio existe una diferencia de 124.786 miles de bierto por las ventas del sector informal.
dólares, más del doble de la que hay en periódicos,
libros y revistas (52 .741 dólares). Ello es una prueba Es probable que las diferencias detectadas entre los
tangible de que el sector fonográfico es el más afec- gastos y las ventas no se expliquen en su totali- dad
tado por la piratería. por las transacciones que se realizan en el mer- cado
informal sino también por aspectos metodoló- gicos,
Con objeto de reflejar la incidencia del mercado puesto que las encuestas oficiales no consi-
informal y la implícita comercialización de produc-

Cuadro 57.
Bolivia: Gasto cultural promedio mensual por hogar. 1 999-2002 CEn $US)

Fuente: INE.

Cuadro 58.
Bolivia: Gasto cultural promedio anual (1 999-2002) CEn miles de $US>

Fuente: Elaboración propia con base en información dei iNE.

Cuadro 59.
Ventas internas proyectadas por año según clase de actividad CEn miles de $US>

Fuente: Elaboración propia en base a información dei iNE.

1 50

n
e A P 1 TU LO 1 1 : D E LA S 1 N D U S T R 1 A S A LAS A e T 1 V 1 DAD E S e U LTU R AL E S

Cuadro 60.
Diferencia entre gasto cultural promedio anual y ventas internas proyectadas por año (1 999-2002) CEn miles de $US)

•; :
_ _
.

..;.

_,,.>,
·


'

6';5 6
; .: ..:
.

·;.

Fuente: Elaboración propia con base en información dei iNE.

Cuadro 61 .
Relación porcentual entre ventas internas y sector informal ( 1 999-2002) (En porcentaje)

deran a todas aquellas empresas que trabajan con Pero quizá el efecto de mayor impacto sea la con-
menos de 5 empleados. Sin embargo, dadas las ca- sideración negativa que tiene Bolivia en el ámbito
racterísticas del mercado boliviano lo más posible internacional de la protección de la propiedad inte-
es que las diferencias mencionadas se deban princi- lectual y por la cual figura con la condición de "país
palmente a la piratería y el contrabando . bajo observación" y proclive a ser objeto de sancio- nes
comerciales.
11. La pi ratería cultural en Bolivia
Así, entre 1994 y 1999, Bolivia se mantuvo en el
La reproducción y comercialización ilegales de pro- puesto número ocho de las naciones con mayor ín-
ductos culturales es un problema de creciente mag- dice de piratería de software en el mundo -con 93 y
nitud en Bolivia. Afecta fundamentalmente a los 85%, respectivamente- de acuerdo con el "Global
sectores editorial, fonográfico, audiovisual e infor- Software Piracy Report" elaborado por la Business
mático y en los últimos años ha conducido a la quiebra Software Alliance (BSA), una organización de lucha
de varias editoriales y empresas discográ- ficas contra la piratería informática, 164 la que en 2003 sos-
nacionales (Santa Fe Records y Lauro & Cía., por tuvo que ese porcentaje, no obstante de que dismi-
ejemplo), a la caída del número total de espec- tadores nuyó a 78%, continuó por encima del promedio lati-
de cine y el cierre de múltiples salas163 y al retiro de noamericano estimado en 63%.
firmas discográficas internacionales que efectuaban
operaciones en el país, como Sony Music o BMG. En esa misma línea, los informes 2002 y 2003 de la
Oficina del Representante de Comercio de los

163 Por ejemplo, mientras en La 164 Algunas de las empresas que


Paz funcionaban 17 en 1997, la integran son Adobe, Apple,
para 2004 solamente quedaban Macromedia, McAfee Inc., Micro-
soft, Internet Security Systems y
Symantec.

15 1
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Estados Unidos d e Norteamérica165 expresaron su nacional acerca de estos temas legales, pues hay
preocupación por la falta de avances en la lucha críticos de los acuerdos alentados por la Organi-
contra la piratería en el país, cuyos niveles son de- zación Mundial de la Propiedad Intelectual y la
finidos como altos en los diferentes sectores indus- Organización Mundial de Comercio que piensan
. · triales. Los documentos en cuestión señalan que que en vez de buscar la protección de las obras
las autoridades nacionales no han adoptado medi- de naturaleza creativa se está tratando de estable-
das efectivas para investigar el delito de la pirate- cer un sistema de protección de las inversiones
ría y luchar contra él pese a haber asumido oficial- empresariales.
mente varios compromisos en ese sentido, por lo
que "Bolivia está muy retrasada en el cumplimien- 1 1 . 1. Breve caracterización de la
to de sus obligaciones bilaterales y multilaterales" piratería boliviana
y debe permanecer en la "lista de observación", 166
así como indican que la protección contra las vio- La piratería cultural en Bolivia comprende tanto re-
laciones a los derechos de autor "sigue siendo es- laciones de los comercializadores con redes indus-
porádica e ineficaz para controlar la piratería parti- triales ilegales extranjeras como procesos de pro-
cularmente en los casos de los discos compacto ducción -reproducción, en realidad- de escala se-
(CD) , videos y software (programas informáti- miindustrial (de laboratorio) y artesanal (domésti- ca).
cos)" .167 Está, por tanto, ligada al contrabando que pro- vee la
mayoría de los productos falsificados y al empleo
Sólo para tener una idea de las dimensiones del informal que los pone en circulación.
negocio internacional de la piratería cultural, y pese
a que se carece de cifras precisas, se calcula que las En función de ello, los centros de copiado están
pérdidas mundiales de la industria discográfica fue- situados en el exterior -principalmente en Perú y en .
ron de alrededor de 4. 100 millones de dólares en Colombia y a veces en Brasil- o dentro del propio
200 1 , que la industria del software dejó de percibir territorio nacional (todavía dedicados a la piratería
en Latinoamérica cerca de 1.300 millones de dólares simple), 170 sea en zonas periféricas urbanas o en po-
en 2003 y que la región reproduce ilegalmente el blaciones rurales más o menos cercanas a algu- nas
equivalente de 250 millones de libros por año. En el capitales de departamento (La Paz, Cochabam- ba y
caso de Bolivia, según estudios de la BSA, la pirate- ría Santa Cruz, en especial).
de software supuso pérdidas por 26,5 millones de
dólares, la de música 15 millones de dólares y la de Los productos que genera son, y en este orden
libros 5,5 millones de dólares en 2002 ,168 total un de importancia, discos compactos con música, dis-
poco superior al estimado para 1998 por la embaja- da cos digitales con películas, discos digitales con mú-
estadounidense en La Paz que fue de 45 millones de sica para escuchar y/o para cantar (karaoke), libros,
dólares.169 discos compactos con juegos informáticos, discos
compactos con programas informáticos, discos com-
Consiguientemente; la situación es muy com- pleja y pactos con programas educativos. El fotocopiado de
exige no sólo la definición de normas le- gales más libros o de partes de ellos es un capítulo destacado
claras y rígidas sino, ante todo, su apli- cación eficaz. de toda esta acción. La piratería de filmes en VHS
De todas maneras, se . debe dejar establecido que está casi ha desaparecido y su producción remanente se
abierta una discusión inter- encuentra "en liquidación".

ciales internacionales en su con-


165 Esta dependencia es la en- 167 Cfr. "EE.UU. asegura que Bo- 169 Cfr. "La industria de la falsi-
tra.
cargada, desde 1988, de "identi- livia aflojó frente a la piratería", ficación no deja de crecer. La pi-
ficar a los países que niegan 166 "Informe Especial 301 de la en La Razón, La Paz, 8 de mayo ratería boliviana mueve 45
protección adecuada y eficaz a Alianza Internacional de la Pro- de 2003. millones de dólares al año", en
los Derechos de Propiedad Inte- piedad Intelectual". Febrero 15 La Razón, La Paz, 8 de abril de
168 Jbíd.
lectual" para recomendar luego de 2002. 1998.
la aplicación de sanciones comer-
170 Véase el punto 3.4. 1.

1 52
CAPI TULO 1 1 : DE LAS 1 N D USTR lAS A LAS ACTIVIDAD ES CU LTURALES

La música latina de reciente aparición, las últimas Por ejemplo, hay libros piratas desde 2 dólares, pe-
películas, las ediciones discográficas de colección, lículas en discos digitales hasta en medio dólar y
los best-sellers editoriales (literatura, autoayuda, etc.), música en discos compactos que cuesta poco más de
los textos universitarios de mayor uso, las actualiza- un dólar la unidad.
ciones de programas informáticos, 171 las enciclope-
dias o manuales en CD-ROM y los juegos para com- 11 . 2. Una lucha desigual
putadora son los productos más comúnmente repro-
ducidos. Los de origen extranjero son, entonces, las Estimaciones de las organizaciones civiles que lu- chan
"víctimas" principales de la piratería, aunque los en Bolivia contra la piratería señalan que esta actividad
compositores e intérpretes musicales -folclóricos en ilegal supuso pérdidas de unos 28 millo- nes de dólares
particular- y algunos autores de libros nacionales para los productores y comercializa- dores legales en
tampoco quedan a salvo.172 2003 . 174 Sin embargo, es muy poco lo que pueden
hacer para combatirla efectivamente.
Los lugares de venta son mayoritariamente pú-
blicos y algunos ofrecen incluso catálogos para se- No sólo que no se cuenta con una legislación
leccionar las compras. En todas las ciudades prin- apropiada sino que tampoco existe el personal judi- cial
cipales del país existen puestos fijos que están y policial idóneo, capacitado y suficiente como para
próximos a las universidades, en los casos . de los actuar en la materia. A ello se suma la existen- cia de
libros, los servicios de fotocopiado o de copiado redes de corrupción que inviabilizan las ac- ciones de
de CD's a pedido y se encuentran dentro de mer- control y castigo.175
cados populares en los casos de discos compactos
con música o discos digitales con películas o músi- La trilogía ideal de legislación-formación-preven-
ca. Así mismo, hay puestos de venta eventuales en ción está muy lejos de poder ser puesta en práctica y
las ferias populares que son instaladas en determi- los titulares de derechos de autor en Bolivia176 están
nadas fechas festivas y un sistema de venta ambu- a la busca de alternativas de defensa -como en los
lante que recorre calles y sitios de trabajo en días casos de ORIGINAL o del Centro Boliviano de Pro-
laborales y restaurantes los fines de semana. Por lo tección de las Obras Literarias y Científicas aún en
general, los vendedores con puestos fijos cuentan formación-, aunque sus esfuerzos, hasta ahora, no
con una autorización municipal para efectuar su tienen el respaldo oficial ni internacional necesario.
comercio, además de que muchos de ellos -orga-
nizados en una suerte de "sindicatos"- suelen go- 1 2. Conclusiones generales
zar de influencia entre las autoridades policiales y
judiciales correspondientes y, por tanto, de protec- En Bolivia, los sectores editorial, de publicaciones
ción. 173 periódicas y fono ráfico en conjunto generaron en-
tre los años 1995 y 1998 un valor a re ado prome-
Los precios de los productos son comparativa- dio de 13.963.000 dólares, lo cual equivale a una
mente mucho más bajos que los del comercio legal. participación de 0,22% en el PIB nacional. Ello de-

171 En este caso también hay 172 Por ejemplo, en mayo de decomiso o para que los mismos tra la piratería, entrevistada para
instalación ilegal de programas 2003 la Policía Técnica Judicial sean ejecutados de modo selec- fines de este estudio.
paralela a la venta de equipos incautó en La Paz un millar de tivo.
informáticos o actualizaciones a 176 Se trata, por ejemplo, de la
ejemplares piratas del libro His-
domicilio que son ofrecidas me- 174 Cfr. "La piratería se llevó $US Cámara Boliviana del Libro, la
toria de Bolivia, uno de cuyos
diante anuncios en la prensa. Los 28 millones", en El Deber, Santa Asociación Boliviana de Produc-
autores es el actual presidente de
programas de software más re- Cruz, 14 de marzo de 2004. tores Fonográficos, la Sociedad
la república, Carlos Mesa Gisbert.
queridos son Windows XP y Offi- Boliviana de Autores y Compo-
175 Estas afirmaciones están fun-
ce 2 003, los graficadores 173 Se ha sabido, incluso, de sitores, el Consejo Nacional del
dadas en criterios de la abogada
Freehand 10 y Photoshop 7 y los acuerdos entre "piratas" y fun- Cine o la Asociación Boliviana
Keiko Shimojio, experta en temas
programas para arquitectura Vec- cionarios para que no sean lle- de Autores, Intérpretes y Ejecu-
de derecho de autor y lucha con-
tor Works y 3D Studio. vados a cabo operativos de tantes de Música.

1 53
DI NÁMICA ECON ÓMIC A DE LA CULTUR A EN BOL IVIA

muestra que, al menos en lo que respecta al sector no no es una excepción entre los países de la re- gión,
formal de la economía, estos sectores aportan poco a en términos cuantitativos sus cifras son enor- memente
la riqueza económica que se genera en el país. menores y en términos cualitativos se tra- ta de
sectores incipientes, que no se comparan con las
En economías de mayor dimensión que la bolivia- cadenas industriales que han logrado organizar países
na, como la colombiana y la chilena, la participación de como Colombia y Chile. Es decir, en este caso, lo
los sectores culturales en el PIB también es pro- parecido de las incidencias porcentuales en el PIB
porcionalmente baja; por ejemplo, en Colombia, el oculta diferencias cuantitativas y cualitativas
aporte del sector cultural entre 1995 y 1998 (que in- sustanciales.
cluye las actividades directas y conexas a la cultura)
fue de 2,13%177 y el de las actividades directas del En conjunto, los sectores editorial, de publicacio-
sector cultural fue en promedio de 1,1%Y8 Ello es nes periódicas y fonográfico generan empleo para
natural, pues se trata de sectores que normalmente no el 0,04% de la población ocupada nacional y el 0,08%
son muy intensivos en mano de obra, pues cada día de la población ocupada urbana. Estos porcentajes
incorporan más tecnología de punta; de todos modos, demuestran una baja participación de los sectores
ambos porcentajes son más del doble que el del aporte culturales en la generación de empleo; sin embargo,
del sector cultural al PIB boliviano; ade- más, en el no se debe perder de vista que no consideran a la
caso colombiano, un aporte al PIB del 2,13% es gran masa de población económicamente activa que
significativo, pues está por encima de otros sectores de como consecuencia de la segmentación del merca-
gran incidencia como los agroindustria- les, y a finales do laboral no puede insertarse en fuentes de trabajo
de los noventa por encima del café. modernas, debido a las diferentes formas de organi-
zación del trabajo y a la desequilibrada conforma-
Así mismo, en varios países latinoamericanos, existe ción del aparato productivo, que no permite la cons-
un sector editorial e impresor fuerte, con ba- lanzas titución de eslabonamientos entre los distintos sec-
comerciales positivas en los últimos años. Venezuela, tores . y ramas de la actividad económica y tampoco
México y Colombia han desarrollado una industria puede absorber la creciente oferta laboral.
televisiva de gran dinámica económica tanto interna
como externa, gracias a la producción de telenovelas y En economías más grandes, como la colombiana,
Colombia, específicamente, cuenta con empresas la participación en la generación de empleo de los
editoriales de presencia regional. sectores editorial y fonográfico en conjunto es sólo
del 0,16% de SU poblaciÓn 0CUpada; 180 nO ObStante,
En el caso de Chile la participación relativa de las por una parte ese porcentaje es el doble de lo que
Actividades Económicas Características de la Cultu- ra en conjunto suman los sectores editorial, de publi-
(AECC) en el PIB, entre los años 1996 y 2000, fue en caciones periódicas y fonográfico en Bolivia y, por
promedio de 1,7%. 179 Dicho porcentaje de parti- otra, no incluye otras actividades conexas que tie-
cipación es superior al de Bolivia; de todos modos, en nen estos sectores en esos países, donde se han es-
Chile, al igual que en Colombia, las cifras contie- nen tructurado verdaderas cadenas de valor.
información referida a más sectores culturales que los
considerados en Bolivia. Luego de estas comparaciones puede concluirse
que, en general, la rama cultural tiene una reducida
De lo anterior se puede concluir que si bien en incidencia en la actividad económica de Bolivia, por lo
términos de aporte al PIB, el sector cultural bolivia- que resulta casi natural el desinterés de las políti-

177 Convenio Andrés Bello, Im- 179 Convenio Andrés Bello, Im- 180 Ibíd., pág. 2.
pacto económico de las indus- pacto de la cultura en la econo-
trias culturales en Colombia, mía chilena, Economía y Cultura,
Bogotá, 2003, pág. 46. Bogotá, 2003, pág. 33

178 Ibíd., pág. 42.

1 54
CAPI TULO 1 1 : DE LAS INDUS TR IA S A LAS ACTIVI DADES CU LTU RALES

cas públicas respecto a ella. En otras palabras, la versión en verdaderas industrias. Así por ejemplo, la
promoción del binomio libro-lectura y el aprove- Ley del Libro, en estudio durante demasiado tiem- po,
chamiento de los medios modernos de comunica- podría convertirse en un importante resguardo
ción para la difusión de la educación y la cultura de la producción editorial, del mismo modo que le- yes
requieren de una voluntad expresa para actuar en y normas más drásticas contra la piratería.
ese sentido, pues no serán el resultado de una evo-
lución natural de la economía. Sin embargo, en el caso boliviano, la experiencia
enseña que no basta con los cuerpos legales y nor-
Aunque no se cuenta con información sobre el mativos, pues en general los mismos tienden a ser
empleo del sector audiovisual, es posible afirmar que, relegados al olvido por su sistemático incumplimien- to.
en general, los sectores culturales en Bolivia no tie- La voluntad política y el abandono de prácticas
nen una participación significativa en la generación de contemporizadoras con el empleo aparente de la
fuentes de trabajo, al menos en lo que se refiere al informalidad y la piratería, podría ser un camino de
sector formal de la economía. Y es de prever que con solución integral.
el paso del tiempo el número de trabajadores de es-
tos sectores continuará reduciéndose debido a los Todos estos factores inciden a su vez en el desa-
avances tecnológicos que se caracterizan por el uso rrollo de los sectores culturales y en los bajos nive-
intensivo de capital y bajo insumo de mano de obra. les de consumo cultural de la población boliviana .
La baja calificación de la mano de obra, que es con-
Por otro lado, sectores como el editorial y el fo- secuencia de la deficiente calidad y pertinencia de
nográfico generan bajos ingresos a quienes trabajan en la educación en Bolivia, influye de varias formas :
ellos, pues perciben el equivalente a 6 y 5 sala- rios
mínimos respectivamente (es decir un prome- dio de - Menores posibilidades de ingreso para la po-
299 y 226 dólares mensuales). No ocurre lo mismo blación, lo cual limita la capacidad de consu-
con el sector de publicaciones periódicas que mo de bienes y servicios culturales pues la
comparado con los dos anteriores es el que mejor paga mayor parte del ingreso es destinado a satisfa-
a sus empleados, quienes en promedio perci- ben cer las necesidades básicas de las personas.
mensualmente el equivalente a 12 salarios mí- nimos · - Reducido tamaño de la demanda de bienes cul-
(554 dólares por mes). Ello permite eviden- ciar que turales (sobre todo en el sector editorial) y por
una buena parte de la planilla de personal de los consiguiente del mercado de los sectores cul-
periódicos nacionales está conformada por turales.
profesionales con remuneraciones promedialmente - Efectos en los hábitos de consumo de la po-
altas. En los otros sectores, en cambio, existirían blación, que mientras menos nivel de forma-
menos profesionales. ción posee, menos valora las potencialidades
educativas e informativas de los bienes y ser-
En general, el bajo nivel de ingresos de la pobla- vicios resultantes de los sectores culturales .
ción ocupada no es una característica exclusiva de los
sectores culturales sino del mercado laboral bo- liviano, Por otro lado, la abrumadora presencia de la pi-
fenómeno que se debe, entre otras cosas, a la baja ratería afecta a casi todos los sectores culturales. Ello
productividad y calificación de la mano de obra, a la se refleja en el hecho de que el gasto promedio anual
creciente inserción de comunidades aisla- das a la en productos culturales que realizan los hogares es
dinámica económica nacional y al desem- peño el doble del valor de las ventas oficiales registradas
macroeconómico global que aún no ha propi- ciado el por dichos sectores, diferencia que presumiblemen-
crecimiento necesario. te se debe a transacciones que se realizan en el
mercado informal, en el cual la mayoría de los pro-
Por otro lado, es evidente que el país carece de ductos comercializados son piratas o de contraban-
políticas coherentes que constituyan verdaderos in- do. En comparación a los sectores editorial y de
centivos para los sectores culturales y para su con- publicaciones periódicas, el sector más afectado por

155
DINÁ MI CA ECONOMICA DE LA CULTUR A EN BOL IVIA

el fenómeno de la piratería es el fonográfico, en el cual sectores y con base en ello proponer políticas orien-
un promedio de 95% las ventas es cubierto por el tadas a su desarrollo. Obtener información primaria de
sector informal. estos sectores o lograr procesamientos especiali-
zados de la misma es, entonces, un desafío que de-
Finalmente, es evidente que con la emergencia tar- berán encarar estudios posteriores.
día de la televisión, la reciente presencia de las mo-
dernas tecnologías de emisión, reproducción y copia Para la pertinente orientación de políticas publi-
de productos de audio y sonido y la creciente urba- cas enfocadas a los sectores culturales es fundamental
nización del país, Bolivia ha ingresado a la cultura de que instituciones como el INE cuenten con informa-
masas, caracterizada por los siguientes elementos: ción completa y actualizada, puesto que sólo a par-
tir de ello se pueden realizar estudios, diagnósticos
- Un predominio de los medios audiovisuales so- y análisis que permitan obtener conclusiones que
bre los escritos con la consiguiente crisis de reflejen la situación real de estos sectores y por lo
los libros, los periódicos e incluso de la radio. tanto sean útiles para los hacedores de políticas
- La hegemonía de la publicidad y el manejo de públicas.
las formas por sobre los contenidos, lo cual
supone que el mercadeo orienta los mensajes Es importante abandonar el exagerado sesgo ideo-
de manera tan o más importante que la volun- lógico con el que tienden a enfocarse los temas cul-
tad de comunicación de los emisores. turales en Bolivia, que magnifican las particularida- des
- La generación de hábitos de consumo paulati- (étnicas, culturales, etc.) en desmedro de lo ge- neral
namente más estandarizados en todos los sec- que conlleva el desarrollo de verdaderas in- dustrias
tores sociales, especialmente en los sectores culturales.
juveniles urbanos .
Es necesario realizar un estudio que muestre el
La inexistencia de información y las limitaciones de empleo que generan la piratería y la informalidad y
acceso a la misma son en Bolivia un problema que no el equivalente que se pierde por la presencia de
permite precisar el desempeño e incidencia de estas actividades. Este estudio, aunque obvio, es
determinados sectores en la economía del país (como importante para los ejecutores de políticas públicas
el sector audiovisual). Ello también se cons- tituye en que se resisten a la protección de los derechos de
un obstáculo para el desarrollo de la acti- vidad cultural, autor y del sector cultural formal en aras de no ata-
pues sólo a partir de cifras reales es posible medir el car a los sectores informales y de subempleo que
desempeño económico de estos desarrollan actividades de sobrevivencia .

1 56
ANEXOS

N
E n los dos siguientes bloques se
presenta, de manera detallada y respectiva, los
rios cambios en las actividades econom1cas, así como
en la organización y estructura de las econo- mías de
aspectos relativos a la estrategia metodológica del los distintos países. Es por ello que en 1976, la
estudio y a la desagregación cuantitativa del mismo. Comisión planteó la necesidad de preparar una tercera
revisión de la CIIU, "como parte de un pro- grama
l. Anexo metodológico amplio de armonización de las clasificacio- nes
económicas internacionales que incluyera cla-
Según el Informe Estadístico de la Serie M N° 4, del sificaciones tanto de las actividades como de los
Departamento de Asuntos Económicos y Sociales productos" 182•
Internacionales de la Oficina de Estadística de las
Naciones Unidas, publicado en 1990, la Clasifica- ción La tercera revisión de la CIIU está relacionada con
Industrial Internacional Uniforme de todas las la actual revisión del Sistema de Cuentas Nacionales
actividades económicas es (SCN) de las Naciones Unidas, puesto que la CIIU
proporciona un detalle de cada actividad económi- ca,
Un instrumento básico para facilitar la compara- que se hace necesario para la compilación de cuentas
ción internacional de datos y promover el desa- nacionales desde el punto de vista de la producción.
rrollo de sistemas adecuados de estadísticas na-
cionales. La CIIU, por ser una clasificación esta- 1. Metodolog ía de la encuesta
dística internacional de las actividades económi- anual de la industria manufacturera
cas, se utiliza en una amplia gama de estadísticas
que requieren datos desglosados por tipo de acti- Las Estadísticas Anuales de la Industria Manufactu-
vidad; en estadísticas que se refieren a la produc- rera recolectan datos sobre la actividad industrial
ción, e ingreso nacional y otras cuestiones econó- manufacturera, para conocer el comportamiento de la
micas; y en estadísticas demográficas y sociales producción, el nivel de ventas, el consumo de
que se utilizan para realizar análisis de la fuerza materia prima, energía eléctrica, personal ocupado,
de trabajo y el empleo y otros tipos de análisis y remuneraciones, entre otras variables, con informa-
descripciones del sector social. Por lo tanto, pese ción proveniente de los estados contables de las
a que su denominación incluye el término 'indus- empresas.
trial' , que se mantuvo porque el nombre de las
estadísticas es tan conocido, la CIIU no es sólo Estas estadísticas se basan en la Clasificación In-
una clasificación de industrias, ni es útil única- ternacional Industrial Uniforme (CIIU) Rev. 3 de
mente respecto de las estadísticas industriales.181 Naciones Unidas, y también en las recomendacio- nes
del Manual del Sistema de Cuentas Nacionales 1993 .
La segunda revisión de la CIIU se publicó en 1968,
momento a partir del cual se realizaron va-
181 Naciones Unidas, "Informe
Estadístico Serie M", N° 4, Rev.
3, Nueva York, 1990, pág. V.

182 Ibíd.

1 59
DINÁMICA ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

El objetivo es el de: Man ufactura . Etimológicamente manufactura


quiere decir hecho con la mano. La producción ma-
Elaborar estadísticas y macrovariables que per- nufacturera es el paso intermedio entre la produc-
mitan conocer las principales características es- Ción mercantil simple y la producción mecanizada.
tructurales y de funcionamiento de la actividad
de la industria manufacturera como el Valor Bru- Personal ocupado. Es el personal permanente y
to de Producción, Valor Agregado, Consumo In- eventual de la empresa, todas las personas que de-
termedio y Excedente Bruto de Explotación. 183 sarrollan un trabajo con derecho a remuneración;
incluye también a los no remunerados. Se considera
La muestra de empresas incluidas está conforma- personal ocupado a toda persona que realiza activi-
da por aquéllas con personal ocupado mayor o igual a · dades al menos un tercio de la jornada
5 personas. Por otro lado, la información es reco- laboral.
pilada a nivel nacional, con excepción del departa-
mento de Pando. Remuneraciones. Es el pago a los factores de pro-
ducción y considera todos los pagos que se realizan al
Las estadísticas de la Industria Manufacturera uti- personal permanente y eventual de la empresa,
lizan el Clasificador de las Cuentas Nacionales de vale decir, el salario básico y otros pagos como agui-
Bolivia, el cual tiene correspondencia con el Clasifi- naldo, pagos en especie y otros.
cador Internacional Industrial Uniforme Revisión 3
(CIIU-3) (Ver cuadro adjunto). Obreros. Es el personal permanente directamente
vinculado al proceso de producción.
En las dos últimas columnas se observan las equi-
valencias entre la codificación correspondiente a la Empleados. Es el personal que desempeña labo-
Segunda Revisión y a la Tercera revisión. res administrativas y de servicios, las cuales no es- tán
directamente vinculadas al proceso productivo
Las definiciones de las variables utilizadas en el de la empresa .
presente estudio son las siguientes: 184
Gerentesy administradores. Es aquel personal que
Actividad. Es un proceso, una combinación de desempeña labores de dirección y administrativas.

acciones cuyo resultado es un determinado conjun- to


de productos y tiene lugar cuando se combinan Materia prima. Es la denominación que reciben los
recursos tales como equipo, mano de obra, técnicas de productos básicos utilizados por la empresa para
fabricación o productos para obtener determina- dos transformarlos a través de un proceso de fabrica-
bienes o servicios. ción en artículos elaborados listos para su comer-
cialización en el mercado. Son aquellos bienes in-
Industria. Conjunto de actividades que tienen termedios no duraderos, que pasan a formar parte
como finalidad la transformación y la adaptación de de los realizados por el establecimiento industrial,
recursos naturales y materias primas semiela- durante el proceso de producción.
boradas en productos acabados de consumo fi- nal o
intermedio, que son los bienes materiales o Materiales auxiliares. Son aquellos bienes o su-
mercancías. La industria produce tres tipos de bienes: ministros que auxilian en el proceso de produc-
de consumo, intermedios o insumas y de capital. ción y se consumen en él y no forman parte de los
productos elaborados por el establecimiento indus- trial
183 Instituto Nacional de Estadís- 184 Instituto Nacional de Estadís-
(excepto los combustibles y lubricantes).
tica, Metodología para la obten- tica (2000: 2-7).
ción de las "Estadísticas Anuales
de la Industria Manufacturera",
La Paz, 2000, pág. l.

1 60
AN EXOS

Clasificador de las cuentas nacionales de Bolivia

Fuente: Elaboración propia con base en información dei iNE.

161

1
DINÁM ICA ECONÓ MIC A DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Producción . Es la actividad mediante la cual cier- Valor bruto de producción. Es la suma total de los
tos bienes soh transformados en otros que reportan valores de los bienes y servicios producidos en una
una mayor utilidad. sociedad, independientemente de que se trate de
insumas, es decir, bienes intermedios que se uti-
Ventas. Es la acción mediante la cual se enajena lizan en el proceso productivo o de artículos que se
un bien o derecho transmitiendo la propiedad del destinan al consumo final. Por lo tanto, incluye el
mismo a un tercero a cambio de un precio. Canti- valor de todos los productos sin considerar si son
dad de bienes o cosas que se venden. Contrato me- de consumo intermedio o de consumo final. El va-
diante el cual una de las partes, denominado vende- lor bruto de la producción se puede obtener tam-
dor, se obliga a entregar una cosa determinada a otro, bién mediante la suma del consumo intermedio y el
denominado comprador, obligándose éste a pagar por valor agregado bruto .
ella una cantidad cierta en dinero o signo que lo
represente. Impuestos indirectos y directos. Son los valores
erogados por concepto de impuestos; éstos pueden ser
Ventas Internas. Son todas las ventas destinadas directos que son los que paga el consumidor, o
al mercado interno durante el período de referen- cia, indirectos, que los paga la empresa.
valoradas a precios básicos.
A continuación, se presentan los Métodos de Cálcu-
Exportaciones. (Ventas externas) Son todas las lo185 de las principales variables:
transacciones de cambio de propiedad de bienes entre
los residentes de un país a los no residentes y Valor Bruto de Producción (VBP)
de servicios proporcionados por los productores
residentes del país a los no residentes. Así, las ex- VBP VPP + OIO + MC + PP + FPAF
=

portaciones de bienes consisten en la salida de mer-


cadería por la frontera aduanera de un país o los límites Donde :
de su territorio interior. VPP: Valor de Producción
OIO : Otros Ingresos Operativos
Consumo intermedio. Consiste en el valor de los MC: Margen Comercial de Productos sin
bienes y servicios consumidos como insumo por un Transformación
proceso de producción, excluidos los activos fijos PP: Variación de Existencias de Productos
cuyo consumo se registra como consumo de capital en Proceso (Existencias Finales menos
fijo. Los bienes o servicios pueden transformarse o Existencias Iniciales)
consumirse en el proceso productivo. FPAF: Fabricación Propia de Activos Fijos

Valor agregado. Es el valor adicional que adquie- Consumo Intermedio (CI)


ren los bienes y servicios al ser transformados du-
rante el proceso productivo. El valor agregado o CI VUMPN + VUMPI + VEE + GS
=

producto interno bruto es el valor creado durante el


proceso productivo. Es una medida libre de dupli- Donde :
caciones y se obtiene deduciendo de la producción VUMPN: Valor de Utilización de Materias Primas,
bruta el valor de los bienes y servicios utilizados como Materiales Auxiliares, Envases y
insumas intermedios. Embalajes de Origen Nacional.

185 Instituto Nacional de Estadís-


tica (2000: 9-11).

1 62
AN EXOS

VUMPI: Valor de Utilización De Materias Primas, Inicialmente se recopiló información secundaria de


Materiales Auxiliares, Envases y la página web del Instituto Nacional de Estadísti- ca 186

Embalajes de Origen Importado. para los siguientes subsectores: Editorial, fono- gráfico,
VEE: Valor de Energía Eléctrica y edición de periódicos, revistas y publica- ciones
GS: Gastos Seleccionados periódicas. La información obtenida en di- cha fuente
comprende el período 1995- 1998 . Adi-
Valor agregado (VA) cionalmente se solicitó la información citada líneas
arriba para los períodos 1990- 1994 y 1999-2004, ob-
VA = VBP - CI teniéndose finalmente la del primero.

Donde : Las variables utilizadas para o bjeto del presente


p

VBP: Valor Bruto de Producción estudio son las siguientes:


CI: Consumo Intermedio
Industria Manufacturera: Bolivia: Encuesta Anual
Finalmente, los procedimientos de estimación uti- de la Industria Manufacturera:
lizan la fórmula de expansión simple en base a los
l. Número de establecimientos por año según
datos muestrales obtenidos:
clase de actividad
2. Total personal ocupado por año según clase
IVBP. de actividad
VBPP = . => VBPE = N* VBPP
n 3. Valor bruto de producción por año según cla-
se de actividad
Donde: 4. Valor agregado por año según clase de actividad
p: Promedio 5. Consumo intermedio por año según clase se
i: Empresas que informaron en la actividad
gestión t 6. Remuneraciones por año según clase de acti-
n: Número de empresas informantes vidad
N: Número total de empresas de la 7. Número de obreros permanentes por año se-
clase de actividad y departamento gún clase de actividad
VBPE : Valor Bruto de Producción Expandido 8. Sueldos y salarios de obreros permanentes por
año según clase de actividad
2. Elaboración de base de datos Número de empleados permanentes por año
según clase de actividad
Con el objeto de medir el impacto económico de las 10. Sueldos de empleados permanentes por año
Industrias Culturales en las Cuentas Nacionales del según clase de actividad
país, se recurrió a la Encuesta Anual de la Industria 11. Número de gerentes y administradores por año
Manufacturera, que utiliza la nomenclatura definida según clase de actividad
por la Clasificación Industrial Internacional Unifor- 12. Sueldos de gerentes y administradores por año
me (CIIU), que en Bolivia cuenta con información según clase de actividad
para los siguientes subsectores: Editorial, fonográfi- 13. Valor de utilización de materia prima, mate-
co, edición de periódicos, revistas y publicaciones riales auxiliares, envases y embalajes de ori-
periódicas. gen nacional

186 http/1: ww.ine.gov.bo

1 63

1
DINÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CU LTURA EN BOLIV IA

14. Valor de utilización de materia prima, mate- - Periódicos y revistas


riales auxiliares, envases y embalajes de ori- - Discos, casetes y discos compactos.
gen importado
15. Impuestos indirectos · por año según clase de Para el período 1999-2002, medidos en bolivia- nos
actividad corrientes.
16. Impuestos directos por año según clase de
actividad Con el objetivo de enriquecer el análisis se reali-
17. Valor de ventas internas por año según clase zaron entrevistas a informantes clave de cada sec- tor:
de actividad
18. Valor de ventas externas por año según clase - Lucía Sauma Directora
de actividad Radio Pachamama 106.1 FM
19. Exportaciones. - Mario Castro Director
Radios Cristal y Cumbre
Para los subsectores de radio y televisión se recu- · - Paolo Agazzi Director Ejecutivo
rrió a la página web de la Superintendencia de Tele- PEGASO Producciones Audiovisuales
comunicaciones (SITTEL), en la cual se obtuvo la Cine-Video-Televisión
siguiente información: - Licnio Manay Director Gerente
Manfer Films S.R.L.
l. Ingresos para el período 1997-2001 - Eduardo Ibáñez Gerente General
2. Número de radioemisoras a nivel nacional y Heriba Ltda.
departamental - ] . Antonio Quiroga Director
3. Número de operadores de televisión por de- Plural Editores
partamento para el período 1999-2001 - ]. Cristóbal Soruco Director
4. Número de clientes de televisión por cable Diario La Prensa
para el período 1995-2003
5. Número de operadores de radio por departa- 3. Participación de los sectores cu ltura les
mento para el período 1999-2001. en el producto interno bruto

Para el subsector de cine se recurrió a la página Para medir la participación de los sectores cultura-
web de la Cinemateca Boliviana y del CONACINE, les en el PIB se utilizó el método de la producción.
en la cual se obtuvo la siguiente información: Con este método, el Valor Agregado se obtiene me-
diante la diferencia entre el Valor Bruto de Produc-
l. Lista de películas bolivianas desde 1925 ción y el Valor de las Compras Intermedias (los cos- tos
2. Lista de directores de películas bolivianas de los Bienes y Servicios comprados):
3. Información sobre actividades conexas al cine:
Distribuidoras, productoras y empresas espe-
cializadas en sonido e iluminación · VA VBP - ¿e¡;
=

4. Número de espectadores para el período 1982-


1997.
El Valor Agregado total de un país es el PIB. Es el
Para cuantificar el consumo cultural, se obtuvo valor total generado durante un período de tiempo.
información de las Encuestas de Mejoramiento de En éste se incluye lo producido por los residentes
Condiciones de Vida (MECOVI) sobre hábitos de en el país: todo lo que se produce dentro de sus
consumo de bienes y servicios culturales, tales como: límites, incluyendo lo producido por los agentes
externos que producen en el país. El PIB cubre no
- Espectáculos (cine, teatro, fútbol, alquiler de. sólo lo que se consume e invierte en el interior, sino
videos, TV por cable, libros sólo de esparci- también las exportaciones. Al ser producidas dentro
miento, etc.)

1 64 1
ANEXOS

de otros límites, las importaciones no forman parte del 4. Partici pación del em pleo gene rado
PIB. por los sectores cu lturales en el total
de la población ocupada
El aporte del ramo cultural al PIB de una nación
(APIB) es la participación del Valor Agregado del a. Medición de la participación de los
Sector PIB en el Valor Agregado Total PIB. El Valor sectores culturales en la generación de empleo
e
Agregado Cultural es la sumatoria de todos los valo-
res agregados generados por los Sectores Producti- Para medir la participación de los sectores cultura- les
vos Culturales dentro del territorio nacional durante un en la generación de empleo se consideró el To- tal
período determinado: Personal Ocupado por año según clase de activi- dad
con relación al Total de Población Ocupada a nivel

APIEe
( )
PIEe
*100
nacional (PO):
=

PIE
PEMPLEO
e =
(
EMPLEO e
* l OO
PO
·

PIEe ¡

La metodología empleada por el INE para la cuan-


tificación de la población ocupada se resume a con-
El cálculo del Valor Agregado de un sector deter- tinuación:
minado puede incluir los impuestos netos de subsi-
dios (cálculo a precios de mercado) o puede no in- Para la medición del emple.o y desempleo me-
cluirse (cálculo a precios de factores). En el presen- te diante la Encuesta Continua de Hogares se utiliza el
estudio se utilizó el cálculo de Valor Agregado a Enfoque de la Fuerza de Trabajo, metodología reco-
precios de mercado. mendada por la Organización Internacional del Tra-
bajo (OIT).

El enfoque consiste en clasificar a la población


en diferentes categorías, cada una de las cuales in-
dica determinado grado de · actividad o inactividad
Justificación de la elección del económica (ver gráfico adjunto).
método de cálculo
El método clasifica la población según tres principios:
Entre los tres métodos de cálculo existentes se eli- gió
el método de la producción en primer lugar porque Principio de actividad. Establece que la situación
conceptualmente es el más apropiado para cuantificar de una persona se determina en función de lo real-
los sectores analizados en el presente estudio: según mente hizo durante un período de referencia reciente
la teoría de Cuentas Nacionales es muy útil para el y corto .
cálculo de los valores agregados de la agricultura, la
minería y la "industria"; los secto- res sobre los cuales Para la aplicación de este principio se recurre al
se obtuvo información estadísti- ca están comprendidos concepto de actividad económica. Se considera ac-
justamente dentro de la "In- dustria Manufacturera". tividad económica a:

Por otro lado, es el único método para el cual se - Producción de bienes y servicios de mercado,
cuenta con toda la información requerida y por lo tanto, cuyo destino es el mercado mediante la fija-
el que permitía cumplir con los objetivos del estudio. ción de un precio que permite cubrir los cos-
tos de producción y la obtención de ganancias o·
beneficios.

1 65
DI NÁMICA ECONÓMIC A DE LA CULTURA EN BOLIVIA

Clasificación de la población propuesta Continua de Hogares el período de referencia es una


por el Enfoque de Fuerza de Trabajo
semana calendario, anterior a la semana de realiza-
ción de la encuesta.

b. Medición del empleo

El objetivo de la medición del empleo se orienta a


determinar el número de personas que cuentan con
un empleo actualmente. El concepto de trabajo para
fines de medición del empleo se encuentra relacio-
nado con el concepto de producción de servicios
contemplado en el Sistema de Cuentas Nacionales.
Las condiciones para clasificar a la población como
ocupada son:

- Encontrarse desarrollando alguna actividad eco-


nómica
- Encontrarse temporalmente ausente por moti-
vos de permiso, licen.cia o vacaciones .

Una vez clasificada la población ocupada se estu-


dia en detalle el tipo de labor que realiza y la activi- dad
- Producción de bienes y servicios de no merca-
económica que desarrollan los establecimientos donde
do, cuyo destino es el autoconsumo. Estas ac-
' trabaja. Además se investiga la duración de las
tividades tienen por objetivo la satisfacción de
jornadas de trabajo y la remuneración percibida.
necesidad�s de quien las realiza, excluidas las
labores domésticas. El ejemplo más importan- te
c. Medición del desempleo
de este tipo de producción lo constituye la
actividad agropecuaria de subsistencia.
El principal objetivo de la medición del desempleo
consiste en obtener un indicador global de rendi-
Reglas de prioridad. El Enfoque de la Fuerza de
miento de la economía y la situación del mercado
Trabajo considera tres categorías básicas: Ocupados,
de trabajo. En este sentido, se considera como des-
Desocupados e Inactivos. Para obtener una clasifi-
empleo a la carencia total de trabajo en un período
cación clara y evitar la posibilidad de pertenencia a
de tiempo determinado (semana de referencia) .
más de un grupo de la clasificación se adopta una regla
de prioridad.
Para la elaboración de todos los cuadros referi- dos
a la estructura porcentual y remuneraciones pro- medio
La regla establece precedencia del empleo sobre el
� de las categorías ocupacionales, se realizó el siguiente
desempleo, independientemente del tiempo desti- nado
cálculo para obtener las remuneraciones mensuales de
a la actividad en el período de referencia. Final- mente,
cada categoría de empleo:
se establece precedencia del desempleo (bús- queda
de trabajo) ante la inactividad económica.
Para cada categoría de empleo, se dividió el va- lor
de las Remuneraciones Promedio ($US/Año) en- tre el
Empleo --+ Desempleo --+ Inactividad
número de personas promedio. Las unidades
resultantes de dicha división son: ($US/persona-año).
Período de referencia. Se aplican los anteriores
Posteriormente, para la obtención de las remunera-
dos principios del enfoque con relación a un perío- do
ciones medidas en $US/mes, se dividió dicha cifra
de referencia corto y reciente. Para la Encuesta
entre 12.

1 66
ANEXOS

Por ejemplo:

208,593 lRemuneraciones promedio (US$/Año) J


= 1 , 742(US$/persona - Año)
120 [Número de personas]

1 año
1,742 (US$/Persona - Año)* =
145 (US$/Mes)
12 meses

5. Análisis de tendencias y efectos estacionales 6. Cuestionario sobre actividades


y hábitos culturales
Con datos obtenidos del INE, referidos al Sector Ex-
terno y con periodicidad mensual, se procedió a rea- l. ¿Cuántas horas a la semana ve televisión?
lizar un análisis de tendencias para establecer si el a. Menos de 14
desempeño de los sectores es creciente (positivo) o b. 21 horas
decreciente (negativo). Por otro lado, y dado que la c. Más de 30
información es mensual, se realizó un análisis de efec-
tos estacionales con el fin de determinar el mes del año 2. ¿Qué programación prefiere?
en el cual se realizaba una mayor exportación o a. Informativos
importación ya sea de insumas o de productos. b. Entretenimiento
c. Deportes
El análisis fue realizado con ayuda del software d. Otros
econométrico E Views. Para medir la tendencia se
utilizó la variable ficticia incorporada al software: 3. ¿Tiene televisión por cable?
®TREND; mientras que para los efectos estacionales Sí No
se utilizaron también las variables ficticias: @SEAS(l),
®SEAS(2), ... @SEAS(12). 4. ¿Qué programación prefiere?
\
a. Informativos
Las ecuaciones utilizadas tenían la siguiente for- b. Entretenimiento
ma: c. Deportes
d. Otros
PRODt a /®SEA S(l) + a/®SEA S(2)
= + . . . +

a1/®SEAS(12) + /3*@ TREND + et 5. Usted compra periódicos:


a. Fines de semana
Donde : b. Diariamente
PROD representa a las importaciones o exporta- c. Ocasiones especiales
ciones de un insumo o producto d. Día por medio
a1 representa la magnitud del efecto estacional del
mes i 6. Usted compra libros:
@SEAS(i) representa el mes i del año a. Uno por semana
f3 representa la magnitud (positiva o negativa) de la Uno por mes
tendencia (si existe) c. Uno por trimestre
@TREND representa la tendencia d. De vez en cuando
E representa el término de error o perturbación

1 67
DINÁMIC A ECONÓMIC A DE LA CULTURA EN BOLIVIA

7. Escucha radio : 13. Habitualmente compra:


a. Diariamente a. Objetos artesanales nacionales
b. Regularmente b. Objetos industriales nacionales
c. De vez en cuando c. Objetos importados

8. ¿Qué programación radiofónica prefiere? 14. Para su colección de CD's, DVD's, videos y/o
a. Informativos libros prefiere:
b. Entretenimiento a. Versiones originales
c. Deportes b. Copias
d. Otros c. De ambos tipos

9. Asiste al cine: 15. ¿Cuáles de estas actividades prefiere como alter-


a. Los fines de semana nativas de entretenimiento? (Marque hasta cuatro) :
b. De vez en cuando a. Practicar deportes
b. Visitar o recibir visitas
10. Asiste al teatro en presentaciones de: c. Salir a comer a restaurantes
a. Elencos nacionales d. Ir a bailar en discotecas
b. Elencos internacionales e. Ir a cantar en karaokes
f. Salir de la ciudad
11. Asiste a entradas y/o festivales folklóricos : g. Viajar
a. Regularmente Escuchar música
b. De vez en cuando i. Leer
Salir de paseo
12. En las entradas folclóricas, es: k. Ir de compras
a. Espectador l. Visitar centros comerciales
b. Participante m. Visitar museos
c. Ambos n. Visitar salas de exposición
o. Visitar ferias
Otra :

1 68
ANEXOS

11. Anexo estadístico

1 Período 1 995- 1 998


.

Editorial

Cuadro Anexo 11 .1 .
Número de establecimientos por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.2.


Valor de ventas internas por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.3.


Total personal ocupado por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 69

n
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

Cuadro Anexo 11.4.


Remuneraciones por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.5.


Número de obreros permanentes por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.6.


Sueldos y salarios de obreros permanentes por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del INE.

Cuadro Anexo 11.7.


Número de empleados permanentes por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 70

/
ANEXOS

Cuadro Anexo 11.8.


Sueldos de empleados permanentes por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.9.


Númer? de gerentes y administradores por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.1 O.


Sueldos de gerentes y administradores por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11. 1 1 .


Valor bruto de producción por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos deriNE.

171
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Cuadro Anexo 11 . 1 2.
Valor agregado por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11. 13.


Consumo intermedio por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11 .14 .


Estructura porcentual del valor bruto de producción promedio dentro de cada actividad

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 11, 12 y 13 .

Cuadro Anexo 11. 1 5.


Valor de utilización de materia prima, materiales auxiliares, envases y embalajes de origen nacional por año según clase de actividad CEn
miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 72
ANEXOS

Cuadro Anexo 11. 16.


Valor de utilización de materia prima, materiales auxiliares, envases y emb.alajes de origen importado por año según clase de actividad (En miles
de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11. 17 .


Bolivia: Estructura porcentual del valor de materias primas y materiales promedio dentro de cada actividad

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 15 y 16.

Cuadro Anexo 11. 18.


Impuestos indirectos por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en. datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11. 19.


Impuestos directos por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 73
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Cuadro Anexo 11.20.


Bolivia: Estructura porcentual de los impuestos directos e indirectos promedio dentro de cada actividad

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 18 y 19.

Cuadro Anexo 11.21


Exportaciones por año según clase de actividad CEn $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Publicaciones periódicas

Cuadro Anexo 11.22.


Número de establecimientos por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos del IN E.

Cuadro Anexo 11.23.


Valor de ventas internas por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.24.


Total personal ocupado por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 74

..
AN EXOS

Cuadro Anexo 11.25.


Remuneraciones por año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.26.


Número de obreros permanentes por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.27.


Sueldos y salarios de obreros permanentes por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.28.


Número de empleados permanentes por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.29.


Sueldos de empleados permanentes por año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.30.


Número de gerentes y administradores por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 75

n
DINÁMIC A ECONÓM IC A DE LA CU LTURA EN BOL IVIA

Cuadro Anexo 11. 31 .


Sueldos de gerentes y administradores por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del !NE.

Cuadro Anexo 11.32.


Valor bruto de producción por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del !NE.

Cuadro Anexo 11.33.


Valor agregado por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.34.


Consumo intermedio por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del IN E.

Cuadro Anexo 11.35.


Bolivia: Estructura porcentual del valor bruto de producción promedio

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 32, 33 y 34.

Cuadro Anexo 11 .36.


Valor de utilización de materia prima, materiales auxiliares, envases y embalajes de origen nacional por año según clase de actividad CEn miles
de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 76

n
AN EXOS

Cuadro Anexo 11.37.


Valor de utilización de materia prima, materiales auxiliares, envases y embalajes de origen importado por año según clase de actividad <En miles
de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.38.


Bolivia: Estructura porcentual del valor de materias primas y materiales promedio

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 36 y 37.

Cuadro Anexo 11.39.


Producción de periódicos <Período 1 990-2002)

Fuente: INE. Los datos corresponden a la muestra de la Encuesta Trimestral a la Industria Manufacturera.
*Valores estimados con base en tasas de crecimiento calculadas con los datos obtenidos.

Fonográfico .

Cuadro Anexo 11.40.


Número de establecimientos por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

.1 77

n
DIN ÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTUR A EN BOLIVIA

Cuadro Anexo 11.4 1 .


Valor de ventas internas por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.42.


Total personal ocupado por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.43.


Remuneraciones por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.44.


Número de obreros permanentes por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Ariexo 11.45.


Sueldos y salarios de obreros permanentes por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.46.


Número de empleados permanentes por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 78

n
ANEXOS

Cuadro Anexo 11.47.


Sueldos de empleados permanentes por año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 1 1.48.


Número de gerentes y administradores por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 1 1.49.


Sueldos de gerentes y administradores por año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.50.


Valor bruto de producción por año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.51 .


Valor agregado por año según clase de actividad <En miles de $U8)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.52.


Consumo intermedio por año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 79

n
DI NÁMICA ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Cuadro Anexo 11 .53. Bolivia:


Estructura porcentual del valor bruto de producción promedio

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 50. 51 y 52.

Cuadro Anexo 11.54.


Valor de utilización de materia prima, materiales auxiliares, envases y embalajes de origen nacional por año según clase de actividad CEn miles
de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.55.


Valor de utilización de materia prima, materiales auxiliares, envases y embalajes de orig. en importado por año según clase de actividad CEn
miles de $ US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11 .56.


Bolivia: Estructura porcentual del valor de materias primas y materiales promedio

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 54 y 55.

Cuadro Anexo 11.57.


Impuestos indirectos por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11.58.


Impuestos directos por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 80
ANEXOS

Cuadro Anexo 11.59. Bolivia:


Estructura porcentual de los impuestos directos e indirectos promedio

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 55 y 56.

Cuadro Anexo 11.60.


Exportaciones por año según clase de actividad CEn $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

2. Período 1 988- 1 994

Oferta

Entre 1988 y 1994, el número de establecimientos registró una tendencia creciente. Mientras que entre 1995
y 1998 la tendencia es estable y luego decreciente. Con relación al total de establecimientos de la Industria
Manufacturera, la industria Editorial participa en promedio con un 7,5%. ·

Cuadro Anexo 11. 61 .


Número de establecimientos por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, las ventas internas registraron una tendencia creciente mientras que entre 1995 y 1998 la
tendencia es estable y luego decreciente. Con relación al total de ventas internas de la industria manufac- turera,
el sector editorial participa en promedio con un 1,43%.

Cuadro Anexo 11.62.


Valor de ventas internas por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

181
DINÁMIC A ECONÓM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Entre 1988 y 1994, el total de personal ocupado registró una tendencia creciente mientras que entre 1995 y
1998 la tendencia es creciente y luego decreciente. Con relación al total de personal ocupado de la industria
manufacturera, la industria editorial participa en promedio con un 2, 73%.
Cuadro Anexo 11.63.
Total personal ocupado por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el total de las remuneraciones registraron una tendencia creciente, que se mantuvo entre
1995 y 1998 . Con relación al total de las remuneraciones de la industria manufacturera, la industria editorial
participa en promedio con un 1,46%.

Cuadro Anexo 11.64.


Remuneraciones por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el total de obreros permanentes registraron un comportamiento relativamente estable,
al igual que entre 1995 y 1998. Con relación al total de obreros permanentes de la industria manufacturera,
la industria editorial participa en promedio con un 2,63%.

Cuadro Anexo 1 1.65.


Número de obreros permanentes por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el total de sueldos y salarios registraron una tendencia creciente, que se mantuvo entre 1995
y 1998. Con relación al total de sueldos y salarios de la industria manufacturera, la industria editorial participa en
promedio con un 2%.

Cuadro Anexo 11.66.


Sweldos y salarios de obreros permanentes por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 82

n
ANEXOS

Entre 1988 y 1994, el total de empleados permanentes registraron un comportamiento relativamente estable
hasta el año 1998, en el cual se da una disminución significativa. Con relación al total de empleados permanentes
de la industria manufacturera, la industria editorial participa en promedio con un 2,4%.

Cuadro Anexo 11.67 .


Número de empleados permanentes por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el total de sueldos y salarios registraron una tendencia creciente, que se mantuvo entre 1995
y 1998 . Con relación al total de sueldos y salarios de la industria manufacturera, la industria editorial participa en
promedio con un 1, 2%.

Cuadro Anexo 11.68.


Sueldos de empleados permanentes por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el total de gerentes y administradores registraron un comportamiento creciente, ten- dencia
que se mantiene hasta 1998. Con relación al total de gerentes y administradores de la industria manufacturera, la
industria editorial participa en promedio con un 4,35%.

Cuadro Anexo 11.69.


Número de gerentes y administradores por año según clase de actividad

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el total de sueldos y salarios registraron una tendencia creciente, que se mantuvo entre 1995
y 1998. Con relación al total de sueldos y salarios de la industria manufacturera, la industria editorial participa en
promedio con un 1,77%.

Cuadro Anexo 11. 70.


Sueldos de gerentes y administradores por año según clase de actividad CEn miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 83

n
DIN ÁMIC A ECONÓMICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Entre 1988 y 1994, el valor bruto de producción registró una tendencia creciente mientras que entre 1995
y 1998 la tendencia es decreciente. Con relación al total de valor bruto de producción de la industria
manufacturera, la industria editorial participa en promedio con un 1%.
Cuadro Anexo 11. 71.
Valor bruto de producción por año según clase de actividad CEn miles de SUS)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el valor agregado registró una tendencia creciente mientras que entre 1995 y 1998 la
tendencia es estable. Con relación al total de valor agregado de la industria manufacturera, la industria editorial
participa en promedio con un 0,74%.

Cuadro Anexo ·u . 72.


Valor agregado por año según clase de actividad CEn miles de SUS)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el consumo intermedio registró una tendencia creciente, que se mantiene hasta 1998.
Con relación al total de consumo intermedio de la industria manufacturera, la industria editorial participa
en promedio con un 1, 16%.

Cuadro Anexo 11. 73.


Consumo intermedio por año según clase de actividad CEn miles de SUS)

,. ..
'
: .

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994, el valor de materia prima nacional registró una tendencia creciente mientras que entre 1995 y
1998 la tendencia es estable. Con relación al total de valor de materia prima nacional de la industria manufacturera,
la industria editorial participa en promedio con un 1 ,05%.
Cuadro Anexo 11.74.
Valor de utilización de materia prima, materiales auxiliares, envases y embalajes de origen nacional por año según clase de actividad CEn miles
de SUS)

. Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 84

n
AN EXOS

Entre 1988 y 1994, el valor de materia prima extranjera registró una tendencia creciente mientras que
entre 1995 y 1998 la tendencia es estable. Con relación al total de valor de materia prima extranjera de la
industria manufacturera, la industria editorial participa en promedio con un 2,03%.

Cuadro Anexo 11.75.


Valor de utilización de materia prima. materiales auxiliares, envases y embalajes de origen importado por año según clase de actividad <En miles
de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1988 y 1994 , el monto de impuestos indirectos registró una tendencia estable, que se mantiene hasta
1998. Con relación al total de monto de impuestos indirectos de la industria manufacturera, la indus- tria editorial
participa en promedio con un 1 ,26%.

Cuadro Anexo 11. 76.


Impuestos indirectos por año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Entre 1�88 y 1994, el monto de impuestos directos registró una tendencia creciente mientras que entre 1996 y
1998 es decreciente. Con relación al total de monto de impuestos directos de la industria manufactu- rera, la
industria editorial participa en promedio con un 1, 29%.

Cuadro Anexo 11.77.


Impuestos directos por. año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

Cuadro Anexo 11. 78.


Valor de ventas externas por año según clase de actividad <En miles de $US)

Fuente: Elaboración propia con base en datos dei iNE.

1 85

n
DIN ÁMIC A ECONÚM ICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Entre 1988 y 1994, las ventas externas registraron una tendencia nula mientras que entre 1995 y 1998 la
tendencia se mantiene excepto para 1996 y 1997.
Cuadro Anexo 11. 79.
Sector de editorial: Importaciones mensuales promedio1 en volumen - Toneladas Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

3600000

3200000

2800000

2400000

2000000

1600000

1 200000 1

\
800000

400000 :

o
1992 1 994 1 996 1 998 2000 2002 1 992 1 994 1 996 1 998 2000 2002

- a. Libros, folletos e impresos similares - b. Diccionarios y enciclopedias

Cuadro Anexo 11.80.


Sector de editorial: Importaciones anuales en volumen - Toneladas
Período 1 992-2003

.
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior del IN E.

Cuadro Anexo 11. 81 .


Sector de editorial: Importaciones mensuales promedio2 en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2003

64 954·.;� q .o

Fuente: Elaboración propia con hase en datos de Comercio Exterior dei iNE.

1 Corresponden al promedio 2 Corresponden al promedio


mensual de importaciones en mensual de importaciones en va-
volumen realizadas entre 1992 y lor realizadas entre 1992 y 2003.
2003.

1 86
ANEXOS

4000000

3000000

2000000

1 000000

1992 1994 1996 1998 200 0 200 2 1 992 1 994 1996 1998 200 0 200 2

a. Libros, folletos e impresos similares -- b. Diccionarios y enciclopedias

Cuadro Anexo 11.82.


Sector de editorial: Importaciones anuales en valor - <En miles de $US) Periodo 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.83.


Sector de publicaciones periódicas: Importaciones mensuales promedid de insumas en volumen (Toneladas) Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anéxo 11.84.


Sector de publicaciones periódicas: Importaciones anuales de insumas en volumen (Toneladas) Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.85.


Sector de publicaciones periódicas: Importaciones mensuales promedio4 de insumas en valor <En miles de $US Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.86.


Sector de publicaciones periódicas: Importaciones anuales de insumas en valor (En miles de SUS) Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

3 Corresponden al promedio 4 Corresponden al promedio


mensual de importaciones en mensual de importaciones en
volumen realizadas entre 1992 y valor realizadas entre 1992 y
2003. 2003.

1 87
DIN ÁM ICA ECONÓMIC A DE LA CU LTUR A EN BOL IVIA

Cuadro Anexo 1 1 .87.


Sector fonográfico: Importaciones mensuales promedio187 de insumas en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2002

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.88.


Sector fonográfico: Importaciones anuales de insumas en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2002

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.89.


Subsector de radio y televisión: Importaciones mensuales promedio188 de receptores en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2002

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.90.


Subsector de radio y televisión: Importaciones anuales de receptores en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2002

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.9 1 .


Subsector de radio y televisión: Importaciones mensuales promedio189 de insumas en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2002

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.92.


Subsector de radio y televisión: Importaciones anuales de insumas en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2002

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

187 Corresponden al promedio


mensual de importaciones en
valor realizadas entre 1992 y
2002.

188 Ibíd.
189 Jbíd.

188
ANEXOS

Cuadro Anexo 11 .93.


Subsector de cine: Importaciones mensuales promedio de insumes en volumen (Kilogramos) Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior del INE.

Cuadro Anexo 1 1.94.


Subsector de cine: Importaciones anuales de insumes en volumen (Kilogramos) Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.95.


Subsector de cine: Importaciones mensuales promedio de insumes en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior dei iNE.

Cuadro Anexo 11.96.


Subsector de cine: Importaciones anuales de insumes en valor CEn miles de $US) Período 1 992-2003

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Comercio Exterior del INE.

35000

-
30000

25000
-

20000 -

1 5000 -

10000 -

5000 -

o
1 992 1 994 1 996 1 998 2000 2002
1 992 1 994 1 996 1 998 2000 2002

- Películas cinematográficas
-- Películas cinematográficas (Kilogramos)
CDólares americanos)

1 89

1
DINÁM ICA ECONÓM ICA DE LA CULTURA EN BOL IVIA

Cuadro Anexo 11.97.


Sector editorial: Resultados de la estimación de factores estacionales

Fuente: Elaboración propia con base en salidas de E Views - Entre paréntesis estadísticos t.

* Significativo al 1 0 %.

** Significativo al S %.

** Significativo al 1% .

1 90

n
AN EXOS

Cuadro Anexo 1 1.98. Cuadro Anexo 11.99.


Sector de publicaciones periódicas: Resultados de la estimación Sector fonográfico: Resultados de la estimación de factores
de factores estacionales estacionales

Fuente: Elaboración propia con base en salidas de E Views


- Entre paréntesis estadísticos t.
• Significativo al 1 0%.

Fuente: Elaboración propia con base en salidas de E Views - Entre paréntesis ** Significativo al S%.
estadísticos t. *** Significativo al 1%.
• Significativo al 1 0 % .

** Significativo al S%.
*** Significativo al 1 %.

19 1
DI NÁMIC A ECONÓMICA DE LA CU LTURA EN BOLIVIA

Cuadro Anexo 11. 1 OO. Cuadro Anexo 11. 1 0 1 .


Subsector de radio y televisión (receptores): Resultados de la Subsector de radio y televisión (insumas): Resultados de la
estimación de factores estacionales estimación de factores estacionales

Fuente: Elaboración propia con base en salidas de E \tiews - Entre paréntesis Fuente: Elaboración propia con base en salidas de E \tiews - Entre paréntesis
estadísticos t. estadísticos t.
* Significativo al 1 0%. * Significativo al 1 0%.
** Sig nifica tivo a l 5 % . ** Significativo al 5%.
*** S ig nificativo al 1 % . *** Significativo al 1 %.

1 92

n
AN EXOS

Cuadro Anexo 11. 1 02.


Subsector de cine: Resultados de la estimación de factores
estacionales

Fuente: Elaboración propia con base en salidas de E Views - Entre paréntesis


estadísticos t.
• Significativo al 1 0 % .
** Significativo al 5%.
** Significativo al 1 %.

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