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CRONICA DE CLASE Aprendemos sobre la huerta °GB 1° ciclo. 1° aio. Prov. de Buenos Aires Al comenzar el afto lectivo ingresaron a la escuela varios alumnos sin ningtin tipo de escolarizacién, a pesar de que sus edacles rondaban los 10 afios. La Direccién decidié incorporarlos a los grados que les hubiesen correspondido por su edad para que estuvieran €n contacto con otros nifios con los mismos intereses, aun cuando participaran de las clases solamente a partir de la comunicacién oral. Paralelamente,duranie una hora diaria, ellos comenzaron a asistir a las clases del Taller de Alfabetizacién, con el objetivo de que aprendieran a leer y a escribir. Dado que estos chicos, ocho en total, eran “nuevos”, me propuse desarrollar un proyecto que tiene como objetivo que los chicos conozean la instituciGn y se integren a ella y desarroliar las actividades de lectura y escritura a partir de la visita a las distintas instalaciones del Hogar: el vivero, la huerta, Ia granja y la panaderta, La huerta Al comenzar el mes de mayo, después de haber conocido y “estudiado” el vivero, visitamos la huerta, Mientras Ja recorriamos acompanados por Ricardo, el encargado, los chicos observaron qué actividades se realizaban en ella, qué verduras y hortalizas se cultivaban, cudles eran las condiciones que requeria cada especie. Preguntaron por qué los tomates estaban en el inverndeulo y no afuera, como las otras plantas y también quisieron saber como se Hamaban algunas verduras y cémo se preparaban, porque eran desconocidas para ellos. Cuando volvimos al aula del Taller, conversamos y luego les propuse qui esctibigramos todo lo que habiamos visto, de modo que no se nos olvidara. Los chicos elaboraron entre todos lo que quetian registrar y Débora, una nena de quinto aio que nos habia acompafiado ese dia porque queria saber qué hacian sus amigos en el Taller, ¥ yo, escribimos en una hoja. Después lo feimos y lo eolgamos en la pared. En la clase siguicnte, les propuse leer un capitulo de la enciclopedia Veo - Veo sobre la huerta, para ver si encontrabamos todo lo que habiamos visto. Primero observamos atentamente una ilustracién a doble pagina, en la que aparece una familia trabajando en su propia huerta. Conversamos sobre las similitudes y las diferencias con lo que ellos habian observado. Encontramos herramientas nuevas, un espantapajaros (al gue relacionaron con“Trapito” ) y otro tipo de hortalizas y frutas. Después leimos el texto se enteraron para qué servia el espantapajaros y descubrieron que la diferencia en cuanto a las especies se debia a que la estacidn del afio era otra. También aprendieron cules eran realmente verduras y a diferenciarlas de las hortalizas, A partir de Ia lectura, los chicos fueron conociendo y “poniéndole nombre” a algunas hortalizas que nunca habian comido: pepinos, remolachas, coliflor . Lidia y Paola, dos nenas nacidas en Misiones, descubrieron que algunos nombres eran distintos de los que ellas conocfan, Les expliqué que segin el lugar en que vive, la gente puede usar distintas palabras para denominar a las mismas cosas. En otra clase, les propuse estudiar las partes de las plantas, para poder saber si lo que comiamos era una raiz, una fruta, hoja o tallo. Confeccionamos una lamina y ellos colocaron cartelitos con los nombres de las distintas partes. Otro dia armamos un fichero con todas los productos de la huerta que habiamos visto en la lamina. En fichas de cartén yo escribi los nombres en letra cursiva y también en imprenta mindscula y los chicos las dibujaron. En los dias sucesivos jugamos con ellas: las separibamos en distintos montones segtin se tratara de raiz, hoja, tallo o fruto, o frutas, hortalizas y verduras Un viernes les propuse jugar a las adivinanzas. Les entregué una hoja en la que aparecian varias, tomadas del libro 350 adivinanzas para jugar,de Silvia Schujer. Yo se las leia y ellos tenian que adivinar la respuesta. Les expliqué que para poder adivinar tenfan que usar las “pistas” que aparecian, que a veces podian estar referidas a alguna caracteristiea de la verdura o que tuvieran que ver con la manera en que se pronuncia su nombre. Por ejemplo, cuando leimos De la ensalada es la diosa aunque tenga alguna arruga quien erea que no es sabrosa que pregunte a una tortuga. los chicos descubrieron que se trataba de ia techuga porque “tiene arrugas” y porque “la comen las tortugas”, En cambio, en la siguiente, No toma leche no toma café. Mate toma ‘o tan sdlo toma té? tuvieron que prestarle atencién a los sonidos de las palabras para poder adivinar que se trataba del tomate. A medida que los chicos iban adivinando, escribian las respuestas en la hoja. Como todavia no podian hacerlo solos, copiaron las palabras de las fichas, Otro dia estuvimos conversando sobre la necesidad de comer verduras y frutas, porque contienen muchas vitaminas y fibras y porque, ademés son ricas. Los chicos comentaron que a muchos chicos no les gustaban las verduras y pensamos que eso pasaba porque no se las preparaba bien y decidimos hacer un recetario para colgar en la cartelera de la escuela. Ellos se entusismaron con la idea y pusieron mucho esmero para Hevarla a cabo, Ademis, estaban contentos porue eran ellos los que iban a escribir, La tarea no fue ¥ nos Hevé varias horas de trabajo, porque a veces se cansaban de “escribir mucho”, pero el resultado los Iené de alegria. El primer dia sdlo escribieron el titulo. Dario Sosa se animé a hacerlo solo. Dijo: “Empieza con ‘re’, como ‘remolacha”. Después puso ‘se’ porque asocié el sonido con el inicial de su apellido; y luego escribié ‘a’. Le hice notar que faltaba una letra y Erica le dio una pista: “Te falta la de ‘tomate’. Entonces, él se la agrees en el lugar correcto, Para escribir la palabra “ensalada” se dict6 él solo y después copié los nombres de los ingredientes: tomate y lechuga. Después de varios dias el trabajo estuvo terminado y lo expusimos en Ia cartelera, No todos eran claramente comprensibles, pero ellos estaban orgullosos. Paralelamente a estas actividades, comenzamos a armar en nuestro salén ef rincén de ciencias. Les propuse hacer un experimento: poner la mitad deuna zanahoria en agua para ver qué pasaba. Yo eseribi la pregunta en una hoja y después, los chicos me dictaron Jo que ellos creian que sucederia.Algunas de las hipoteis fueron: “Yo creo que le va a volver a crecer la parte de ahajo”(Leandro), “Yo creo que se va a pudrir"(Exika)”. “Yo creo que Ie van a salir brotes” (Dario). Colgamos los carteles en tas paredes para acordarnos después de lo pensamos antes de ver los resultados. Al cabo de varios. dias de observacién, notamos que a la zanahoria empezaban a salirle hojitas. El enigma se habia dilucidado y, ademés, los chicos comenzaron a descubrir de qué se trata eso de leer y escribir.

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