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Hipótesis o premisa:
Estos antecedentes han posicionado a Antofagasta como una región ganadora dentro del
contexto nacional e incluso a nivel Latinoamericano, sin embargo, el crecimiento económico
no es sinónimo de ser una región ganadora. Desempleo, pérdidas en inversiones e
inestabilidad para la población son algunas de las consecuencias que las crisis económicas
internacionales han producido en la región, mientras que la Metropolitana pareciera salir
inmune. A este escenario debemos sumar la incapacidad de Antofagasta para tomar sus
propias decisiones, elegir a sus máximos representantes o destinar sus recursos enteramente
hacia el desarrollo interno de la región.
A partir de lo anterior, es posible afirmar que la región con mayor aporte en minería de Chile,
a pesar de llevar sobre sí altas cifras de crecimiento económico sostenido, no es más que
otra de las regiones perdedoras frente a la Región Metropolitana y la centralización del poder.
Desarrollo argumentativo:
A partir de la dictadura cívico militar de Chile (1973-1990), se quebrantó todo el orden que
hasta entonces era conocido, desde el sistema político y económico hasta las dinámicas
sociales y culturales. De esta manera se estableció de forma abrupta un nuevo modelo
económico, el neoliberalismo, que introdujo la apertura hacia el mercado internacional bajo el
principio de potenciar las “ventajas comparativas” de cada país y por consiguiente de cada
región.
Mientras los países vencedores dentro del orden global se quedaron con el control del
comercio, de la producción de manufacturas y las industrias, Chile y Latinoamérica en
general, quedaron relegadas a la categoría de economías basadas única y exclusivamente a
la exportación de materias primas hacia los países vencedores, sin la capacidad de generar
una industria que pueda competir contra los mayores polos comerciales como son Estados
Unidos o China, por ejemplo.
Basándose en el principio de las ventajas comparativas, las regiones ubicadas al norte del
territorio se han enfocado en la actividad minera como una de las principales ocupaciones
regionales. Por lo tanto, como es lógico de pensar, al ser el elemento que genera mayor
cantidad de ganancias para el país estas regiones deberían tener un desarrollo económico y
social más elevado que el de otras regiones, como sería si se compara con la región
metropolitana, que a pesar de tener una actividad productiva minera y agrícola, éstas no son
lo suficientemente abundantes para poder obtener un ingreso per cápita tan alto,
considerando su cantidad de población. Sin embargo, la región metropolitana cuenta con uno
de los PIB más altos del país, inclusive por sobre la media, según el Observatorio Logístico,
perteneciente al gobierno de Chile. Según dicha entidad, la región metropolitana para el año
2016, representa el 46,7% del PIB nacional.
El aumento en los ingresos de los territorios del norte no es motivo sustancial para
denominarlas como regiones ganadoras. Chile, a pesar de adoptar doctrinas relacionadas
con la libertad económica, no aplicó los mismos principios en cuanto al poder político, el cual
se mantuvo centralizado en un único polo de desarrollo: la Región Metropolitana. De este
modo “las libertades regionales se vieron restringidas a sólo la posibilidad de contar con una
administración regional” (Szary, 1997), donde hasta el día de hoy las regiones no pueden
hacerse cargo de las decisiones dentro de su propia región, acorde a su capital y en relación
a sus necesidades locales inmediatas.
Con todos estos antecedentes, es posible establecer que a pesar del aumento económico,
esto no se ha traducido necesariamente en mejoras sociales para los habitantes de las
regiones al norte del país ,o bien, como es en el caso de Antofagasta, se tiende a una mejoría
pero que es menor a las cifras presentes en la Región Metropolitana, aún cuando aporta gran
cantidad de dinero al presupuesto nacional. De esta manera, Antofagasta a pesar de
dedicarse a la explotación minera -que es el principal elemento de exportación a nivel
nacional- se posiciona como una región perdedora, con absoluta dependencia a la capital del
país.
La Región de Antofagasta:
Esta Región, limita al norte con la región de Tarapacá y al sur con la región de Atacama,
situándose en la zona conocida como Norte Grande. Su población total, según el Censo del
año 2017, es de 607.534 habitantes. En cuanto a su producción como Región, es
eminentemente abocada a la faena minera, ya que según el Banco Central de Chile, el 52,
64% total del PIB de Antofagasta, es decir 7400.55 de miles de millones de pesos, para el
año 2016 corresponden a esta actividad.
Siguiendo con los datos económicos, Antofagasta es la segunda región que más aporta en el
total del PIB de Chile, con un 14,37%, equivalente a 16,668 miles de millones de pesos (
Cuadro 1), esto en el año 2017, según el Observatorio Logístico, solamente superado por la
región Metropolitana con el 46,7% del PIB total. La importancia económica de esta región al
norte del país es tal, que aportan 52% de la producción de cobre a nivel nacional, según datos
de la Comisión chilena del cobre. Es por tanto que “la Región de Antofagasta tiene desde
hace mucho tiempo una clara vocación exportadora, con ventajas comparativas muy
explícitas en base a sus recursos naturales que le han significado una fuerte inversión
extranjera” (Silva, 2003), además según el mismo Iván Silva, esta región pasó de tener una
inversión extranjera en el área minera de 665 millones de dólares, entre los años 1974-1989,
a 5161 millones de dólares, entre los años 1990-2000.
Cuadro 1:
(Información extraída de: Observatorio Logísitco, 2017 https://www.observatoriologistico.cl/perfiles/estadisticas-
socioeconomicas/#c381)
Todos estos números cuantiosos sobre la población, se han ido reflejando en la ciudadanía
ya que según Casen, el ingreso promedio por hogar en la Región de Antofagasta es de
$1.120.899, para el año 2017, siendo la media nacional de $ 946.597. En tanto, la región
metropolitana cuenta con un ingreso de $1.220.391, superando levemente a Antofagasta,
según el mismo Casen. En cuanto a los datos de pobreza, para el año 2017, según Casen,
esta Región cuenta con solo un 1,7% en la población adulta y un 1,9% de la población de
adultos mayores, siendo el promedio chileno de un 4,5%. Estas cifras pueden ser
consideradas bajas y, en el papel, dejan en una muy buena posición a la Región de
Antofagasta.
Cuadro 2:
A partir del análisis del gráfico, es posible ver que la línea correspondiente a Antofagasta,
tiene mucha mayor variabilidad que la línea que representa la media de Chile, la cual se
condice con la curva de desempleo de la región Metropolitana, mostrando una estabilidad
mayor en comparación con la II Región. Esto conlleva a que la región de Antofagasta esté
demasiado expuesta a los vaivenes de la economía internacional. Cualquier crisis mundial o
caída en el precio del cobre, principal producto que exporta, hace que se desestabilice por
completo, siendo la población la más afectada por estas crisis.
“Mala calidad de la Salud, Educación, escasez de agua y alto costo de la vida, fueron las
principales menciones. Hubo respaldo unánime a la necesidad de un financiamiento a la
región por parte de la minería, como compensación por daños sociales y medioambientales”
(El Diario de Antofagasta, 2012). Bajo este encabezado el diario local de la región expresa
los principales puntos planteados en el Encuentro Ciudadano. La salud y la educación, no
alcanzan a tener una cobertura adecuada para la cantidad de personas que habitan
Antofagasta, donde además se destaca la mala atención que se recibe al atenderse en
establecimientos públicos de salud o educación.
El escasez de agua que afecta a la población tiene directa relación con la actividad minera
que se lleva a cabo. El uso indiscriminado de agua para llevar a cabo la extracción de cobre,
sumado a que esta actividad económica contamina miles de litros de agua en su proceso
productivo, han ocasionado grandes conflictos en torno a este recurso. Ejemplo de esto es el
caso del oasis de Quillagua, donde tanto CODELCO como SQM contaminaron y agotaron
esta fuente de agua potable (CDAyV). Ante esta problemática local que se prolongó en el
tiempo y que tuvo ecos dentro de las comunidades indígenas que habitaban el oasis, el
gobierno central no tomó las medidas adecuadas para regular la actuación de ambas
empresas en desmedro de las comunidades, mostrando su incapacidad para hacerse cargo
de las dificultades regionales.
Otro punto en cuestión fue el elevado costo de vivir en la región, por los altos precios en que
se venden productos y servicios básicos para la vida cotidiana. Este punto fue de vital
importancia dentro del Encuentro, en donde se estableció la necesidad de acordar un salario
mínimo a nivel regional, que estuviera en coincidencia con la realidad material de los y las
habitantes de Antofagasta. Sin embargo, una vez más su petición no fue escuchada por el
poder central y, lamentablemente para ellos y ellas, las autoridades locales no tiene la
jurisdicción para poder tomar medidas en favor de las peticiones ciudadanas.
Conclusiones
Como hemos destacado en este informe, con cuantiosos datos, Antofagasta es la segunda
región, sólo por debajo de la región Metropolitana, con la mayor economía e inversión
extranjera, con un PIB total que bordea el 14% y un aporte minero que sobrepasa el 50% del
total de todas las regiones. Además, en cuanto a cifras, en la actualidad goza bajos índices
de pobreza, un ingreso familiar per cápita altísimo y un bajo nivel de desempleo. Pero se ha
demostrado que esto no siempre ha sido así.
Al estar insertos en un sistema neo liberal, donde el Estado influye, regula e invierte poco en
el mercado y la inversión es principalmente del sector privado, cualquier cambio o crisis,
afecta en sobremanera a la población local. Ejemplificadores son los casos ocurridos en el
año 1998, con la Crisis Asiática, y en 2008, cuando el precio del cobre declinó, afectando
profundamente a la Región de Antofagasta.
En síntesis, para nosotros, la región de Antofagasta bajo un punto de vista económico y neo
liberal, es considerada un región eminentemente ganadora, puesto que es beneficiada
enormemente por la inversión extranjera y en los últimos años, ha tenido una estabilidad que
la ha llevado a posicionarse como la segunda Región más importante del país. Pero, bajo una
mirada social y descentralizadora, Antofagasta es una región perdedora al igual que todas.
La región Metropolitana es la que administra los recursos y maneja el aparato burocrático,
haciendo muy difícil una distribución efectiva y equivalente al nivel de aporte que hace la
región norteña.
Referencias bibliográficas
Atienza, M. Cortés, Y. Lufin, M. Soto, J. (2015). ¿Es la región de Antofagasta un caso exitoso
de desarrollo local basado en la minería?. Obtenido de:
https://www.researchgate.net/profile/Juan_Soto_Diaz/publication/281372733_Es_la_region_
de_Antofagasta_un_caso_exitoso_de_Desarrollo_Local_basado_en_la_Mineria/links/5638c
a5408ae51ccb3cc9d06/Es-la-region-de-Antofagasta-un-caso-exitoso-de-Desarrollo-Local-
basado-en-la-Mineria.pdf
Coordinadora por la defensa del agua y la vida. Codelco y Soquimich agotan y contaminan el
agua del oasis de Quillagua. Obtenido de: http://www.derechoalagua.cl/mapa-de-
conflictos/codelco-y-soquimich-agotan-y-contaminan-el-agua-del-oasis-de-quillagua/
Diario antofagasta (2012). Informe revela los principales problemas que afectan a
Antofagasta. Obtenido de: http://www.diarioantofagasta.cl/regional/11622/informe-revela-los-
principales-problemas-que-afectan-a-antofagasta/