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José Vasconcelos fue el primer Secretario de Educación Pública de México y realizó importantes contribuciones a la educación y las artes en el país. Creó escuelas técnicas y agrícolas, bibliotecas, y aumentó la matrícula escolar reduciendo el analfabetismo. Adolfo de la Huerta se desempeñó brevemente como Presidente interino de México y logró la pacificación del país mediante el diálogo y la reconciliación con los grupos armados, incluyendo la rendición de Francisco Villa.
José Vasconcelos fue el primer Secretario de Educación Pública de México y realizó importantes contribuciones a la educación y las artes en el país. Creó escuelas técnicas y agrícolas, bibliotecas, y aumentó la matrícula escolar reduciendo el analfabetismo. Adolfo de la Huerta se desempeñó brevemente como Presidente interino de México y logró la pacificación del país mediante el diálogo y la reconciliación con los grupos armados, incluyendo la rendición de Francisco Villa.
José Vasconcelos fue el primer Secretario de Educación Pública de México y realizó importantes contribuciones a la educación y las artes en el país. Creó escuelas técnicas y agrícolas, bibliotecas, y aumentó la matrícula escolar reduciendo el analfabetismo. Adolfo de la Huerta se desempeñó brevemente como Presidente interino de México y logró la pacificación del país mediante el diálogo y la reconciliación con los grupos armados, incluyendo la rendición de Francisco Villa.
Hablar de la educación en México es como bromear, porque no se puede tomar enserio con tanto discurso demagógico que hablan del progreso de las naciones, a partir de un modelo educativo competente, con escuelas dignas, maestros calificados, desayunos escolares, más becas… bla, bla, bla. Secretario de Educación tras otro y lo único que mejor pueden hacer es “preservar” lo que está bien y cambios mínimos (si no de plano inexistentes) en educación. Sin embargo hubo uno que destacó, y aunque suena a chiste, realmente hizo algo trascendente en aquella época donde los políticos de la época, pues mejor dicho caudillos, estaban al quite, sí, me refiero a José Vasconcelos. Claro, muchos podrán decir “fue el primer Ministro/Secretario de Educación, era obvio que tenía que hacer algo” sí, desde luego, pero en una época de agitación política, entre el final del Porfiriato y aun con proceso de La Revolución con la mecha encendida, es destacable todo lo que hizo. La creación de escuelas técnicas y agrícolas, la apertura de un sinnúmero de nuevas bibliotecas, reducir el analfabetismo matriculando a más de un millón de alumnos, cuando antes no llegaba ni a quinientos mil,” i reflejan más que una simple acción política, demuestra por qué entre diversos autores es llamado “el humanista Vasconcelos”, desde luego, el tipo desde joven demostró un interés en el progreso de México en base a la educación, para apoyar al pueblo, y unificarlo, con base en la identidad nacional. Su alcance fue tal que en ese tiempo floreció el muralismo en México, creó más de una escuela de música, acercó al pueblo a la cultura, ampliándola y siendo más incluyente, puesto que antes sólo los potentados tenía acceso a la educación y las artes. Para la época a mi parecer, un hombre adelantado, visionario, culto, del que desde joven se conoce que leía autores como Platón, Nietzsche, Kant Hegel entre otros, quizás desde ahí motivando su idealismo que tanto lo caracterizó.ii plasmando su idealismo en su mayor obra “La Raza Cósmica” y sintetizando su pensamiento en “Por mi raza hablará el espíritu”, símbolo universitario de la UNAM. Aun con todas y sus pifias, ser un hombre machista, un hombre contradictorio, de gran cultura, pero de poca capacidad política, que le valió su derrota a la gubernatura de Oaxaca y la Presidencia de la República, para después ser expulsado por Portes Gil por su insurrección al convocar el Plan de Guaymas, faltando a sus antiguos ideales, siendo seducido por el fascismo e incluso llegar a apoyar los movimientos de Hitler y Mussoliniiii fue un hombre que se merece todas los nombres de calles y reconocimientos que hoy tiene. Para mí un genio y que pone en evidencia la falta de conocimiento y capacidad actual de los políticos para gestionar una secretaría, claro, muy a pesar de su falta de negociación, vitales en política, era un hombre que cumplió con su trabajo y desde mi humilde opinión un parte aguas histórico en la educación y en las artes, teniendo acceso a la cultura en su época y actualmente la mayoría de los mexicanos. Termino con una pregunta que hizo Joaquín Cárdenas Noriega a Octavio Paz: “¿Qué opina usted sobre Vasconcelos? El premio nobel de literatura respondió: Ya lo he dicho en varias ocasiones anteriores. Vasconcelos es el hombre más grande que ha dado México en siglo XX.”iv El interino de la paz. Uno más de los que participara en esa época del México Bárbaro, Adolfo de la Huerta. En primera instancia fue parte del grupo antireeleccionista hasta la caída de Díaz, fungió como Diputado Local en las fechas, que datan de 1911v. Adolfo de la Huerta, muy a pesar de la época en que nació, fue un hombre muy distinto a sus contemporáneos, que no se inmutaban en lo más mínimo con los métodos con los que obtenían el poder, si bien de la Huerta junto con Elías Calles se aliaron para apoyar a Obregón con el Plan de Agua Prieta, para destituir a Carranza, no constituía sin embargo el poder como motivo esencial, sino más bien una desavenencia con Carranza en específico con el estado de Sonora, por el río Sonora, debido a que Carranza pretendía volverlo propiedad federal,vi y aquí es donde de la Huerta demuestra su buen talante, puesto que repudia esta acción del Presidente, planteando que atentaba contra la soberanía del estado, y no sería permitido. Aunque claro es importante mencionar que de la Huerta luego de la muerte de Madero, con Carranza su carrera política fue creciendo, estando al mando de él llegó a ser Senador por Sonora y cónsul en Nueva York. Es aquí donde refiero una marcada diferencia con quienes se llegó a rodear, puesto que de la Huerta luego de proclamado presidente, buscó una política de conciliación con los movimientos armados que aun prevalecían en el país, en un hecho histórico, logro la rendición de Villa, y algo que demuestra la simpatía que menciono, fueron las palabras del propio Villa antes de firmar los Tratados de Sabines: “Villa: Quiero decirle que estoy a sus órdenes y que con usted si me rindo. De la Huerta: Usted no se rinde con nadie, véngase a hacer la paz conmigo.”vii Y aunque ser reiterativo es prácticamente redundancia, es imposible no hacer énfasis en lo que esto significó para el país, una mayor estabilidad económica así como evitar más muertes en nombre de movimientos caducos y que no representaban ya en ese entonces a nadie, más que intereses personalistas, un hito en la vida nacional y un reflejo de la personalidad de don Adolfo, como le decían. No podría decir, que su personalidad fuera comprendida entre los demás, era cuestión de tiempo para que el espíritu de soberanía que desbordaba este hombre entrara en conflicto con los Tratados de Bucarrelli, un trato que el Presidente Álvaro Obregón, pactó con los E.U.A. Hecho que provocó una rebelión por parte de don Adolfo, quien se opuso y termino tajantemente la relación que tenía con Obregón. No, este movimiento no trascendió y se dispersó cuando don Adolfo se fue a E.U.A. demuestra una vez más que era una persona con valores arraigados, que bien le hacían falta a muchos de esa época. Adolfo de la Huerta, representó en su corto periodo de interino como Presidente de la República la imagen de la paz y no la represión, la unificación de los grupos sociales para el bien común, una presidencia interina para mí muy importante y trascendente, de mencionar y recordar. Por último, quiero mencionar que antes de este ensayo, don Adolfo, no me era un nombre muy conocido, quizás por la poca información o porque no las busqué, creo que la razón reside en sus contemporáneos; hombres ambiciosos, sanguinarios, causantes de guerrillas, quienes sobresalen por sus métodos para obtener el poder, en contraste con don Adolfo, quien a pesar de haberse sublevado en alguna ocasión, representó con los hechos, que era un hombre de paz y de conciliación, ¡qué lástima! ,que un movimiento armado reciba más importancia que la paz.
iOcampo López, Javier José Vasconcelos y la Educación Mexicana, Revista
Historia de la Educación Latinoamericana, vol. 7, 2005, pp. 139-159Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia Boyacá, Colombia. ii José Vasconcelos, Caudillo cultural de la Nación | Betzabé Arreola Martínez. iii Avatares del nacionalismo cultural, pp. 170-171. | Ricardo Pérez Monfort. iv José Vasconcelos, caudillo cultural | Joaquín Cárdenas Noriega.
v Presidencia provisional de Huerta. Historia de México. Pearson Education
vi Adolfo de la Huerta: la integridad como arma de La Revolución. Siglo XXI editores. 1998 vii Memorias de don Adolfo de la Huerta, según su dictado propio | Guzmán Esparza, Roberto
Institución Fernando El Católico y Fundación Goya en Aragón - Seminario Internacional Sobre Goya y Su Contexto - Zaragoza, 27, 28, 29 de Octubre de 2011.