Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
12B
24/10/18
Introducción
Los órganos de los sentidos captan estímulos que son convertidos en señales
que se envían al sistema nervioso. El sistema nervioso procesa las señales de
los receptores y elabora órdenes a los efectores. Estos reciben las órdenes
del sistema nervioso y ejecutan las respuestas que corresponde. Este sentido,
además, es un poderoso auxiliar de la digestión, ya que sabemos que las
sensaciones agradables del gusto estimulan la secreción de la saliva y los
jugos gástricos.
Conceptos básicos
Los sabores conocidos con los que se identifica a los alimentos son dulce,
salado, ácido y amargo, a los que desde principio de siglo se ha unido el
umami (sabroso en japonés). Detectar esos sabores es la función de las
papilas gustativas de la boca; su importancia depende de que permita
seleccionar los alimentos y bebidas según los deseos de la persona y
también de acuerdo a las necesidades nutritivas. Algunos científicos
proponen incluir también el sabor «harinoso» producido por el almidón como
el sexto sabor conocido de los alimentos.1
Modalidades gustativas
La superficie de la lengua está cubierta por una mucosa que tiene una serie
de salientes denominados Papilas Linguales que son de diferentes formas,
las bases de estás papilas tienen numerosas terminaciones nerviosas.
Cuando una sustancia penetra en la boca es disuelta por la saliva
produciendo un estímulo sensorial (el "gusto") en un impulso eléctrico,
llamado potencial de acción, que es transmitido a las neuronas conectadas
a estos receptores y lo llevan hasta el cerebro por su vía nerviosa específica.
En el cerebro se recibe y procesa esta información, haciéndose consciente.
Un experto revela que con el simple hecho de oler o ver una comida que
nos resulta apetitosa, hace que se produzca más saliva en nuestra boca. Es
decir, el cerebro envía señales a las glándulas salivales que comienzan a
producir mayores volúmenes de saliva en la presencia de una comida
sabrosa.
A partir de los 60 años, más o menos, hasta las personas más sanas
comienzan a advertir una pequeña merma en la percepción de los sabores
y un declive bastante mayor del olfato.
El sentido del gusto nos permite disfrutar de los placeres que nos dan los
alimentos ademas este sentido va estrechamente ligado al sentido del
olfato ya que la mayoría de sabores se perciben gracias al trabajo que hace
el sentido del olfato.
Recomendaciones para cuidar el sentido del gusto: