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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SANTO DOMINGO

ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

COMPROMISO SOCIAL Y CÍVICO

GRUPO 1: GOBIERNO TRUJILLO

SERLING CRUZ 1074679


LUIS AKIL INOA 1076837
LAYLA PEDROZA BARAJAS 1058168
GABRIEL PIMENTEL 1075183

PROF. Sergio Faña

Santo Domingo, Distrito Nacional


República Dominicana
Introducción
Rafael Leónidas Trujillo Molina (San Cristóbal, 24 de octubre de 1891-Santo
Domingo, 30 de mayo de 1961) fue un militar y político dominicano, que gobernó
como dictador de la República Dominicana desde 1930 hasta su asesinato en 1961.
Ejerció la presidencia como generalísimo del ejército de 1930 a 1938 y de 1942 a
1952 y gobernó de forma indirecta de 1938 a 1942 y de 1952 a 1961, valiéndose de
presidentes títeres.
Sus 30 años de gobierno son conocidos como la Era de Trujillo, y considerados
como una de las tiranías más sangrientas de América Latina. Su gobierno se
caracterizó por el anticomunismo, la represión a toda oposición y el culto a la
personalidad. Las libertades civiles fueron inexistentes y se cometieron constantes
violaciones a los derechos humanos. Sumergió el país en un estado de pánico y
«respeto», donde una muerte podía ser encubierta como un «accidente» y cualquier
persona sindicada como desafecta podía ser encarcelada y torturada en una de las
cárceles clandestinas destinadas a esa práctica.
El Gobierno de Trujillo fue el responsable de la muerte de más de 50 000 personas,
incluyendo los miles asesinados en la tristemente célebre Masacre del Perejil. Los
estimados totales sobre el número de muertos en la masacre varían desde 5000
hasta 25 000. Robert Crassweller menciona esos estimados y acota que «una cifra
entre 15 000 y 20 000 sería razonable, aunque seguiría siendo una conjetura».
El régimen de Trujillo se desarrolló en una época fértil para los regímenes
dictatoriales en América Latina siendo contemporáneo con otros gobiernos similares
dentro de la cuenca del Caribe, aunque a decir de algunos autores, su dictadura se
caracterizó por ser más descarada, brutal y eficiente que las demás a su alrededor. 6
Paralelamente, Trujillo tuvo en contra varios gobiernos extranjeros opuestos a su
dictadura, entre ellos Rómulo Betancourt de Venezuela, Juan José Arévalo de
Guatemala, Ramón Grau San Martín de Cuba, Elie Lescot de Haití, y José Figueres
Ferrer de Costa Rica.
Situación económica
Cuando Trujillo asumió el poder, la situación económica era pésima en todos sus
aspectos. Por un lado las aduanas, las entidades bancarias y las empresas
importantes eran controladas por los inversionistas de Estados Unidos. Por otro lado
el Estado no contaba con reservas monetarias, a lo que se añadieron los efectos
económicos que produjeron el ciclón de San Zenón y la depresión económica
mundial de 1929. La situación dio lugar a que el gobierno promulgara una ley de
emergencia en 1933, a través de la cual procuró negociar en 1934 el reajuste de la
deuda externa. Con ambas medidas comenzó a delinearse la política económica del
gobierno, explicada como "un sistema capitalista particularizado" que descendió al
nivel de propiedad personal, pues Trujillo fue convirtiéndose en el gran propietario
territorial al mismo tiempo que hacía de la dictadura el instrumento para llevar a
cabo su empresa económica dentro de un marco jurídico. Al respecto se ha
señalado que el gobierno era sólo el servidor legal de la empresa; el ejército, la
policía de la empresa; y el territorio nacional el ámbito de la misma, y el pueblo era
el trabajador, el productor y el consumidor forzoso de esa empresa.
Como lo agropecuario era la base de la economía dominicana, el gobierno trazó un
plan de fomento agrícola que incluyó la creación del servicio de investigaciones en
la rama, y un sistema de colonización agraria a base de colonos nativos e
inmigrantes que procedían en su mayoría de Europa. El proceso de mejoras
agropecuarias llevó a que le régimen se lanzara a la expropiación violenta de las
tierras y los bienes de sus adversarios.
En el plano financiero, la política de Trujillo se manifestó desde los años 30 por un
deseo de autonomía respecto de los Estados Unidos. Ese deseo comienza a
percibirse en 1932 cuando se sustituye el dólar por la circulación del peso
dominicano equiparado con este. El primer banco de capital nacional creado por el
gobierno fue el Banco de Reservas, establecido mediante la compra de las
sucursales del National City Bank. El Banco de Reservas comenzó sus operaciones
con un millón de pesos con un carácter comercial y depositario de los fondos
oficiales. En 1947 se produjo la creación del Banco Agrícola e Hipotecario con muy
variadas funciones, tales como la de "efectuar créditos a corto plazo destinados al
fomento de la agricultura, la ganadería y las industrias, y de manera especial a favor
de personas de modesta capacidad económica".
A la creación de estos bancos siguió la de otros que operaban con capital nacional
como el Banco Central y el Banco de Créditos y Ahorros. Estas entidades mejoraron
de manera notable las actividades comerciales y transformaron el sistema
económico, pero la mayor parte de los beneficios eran depositados en las cuentas
particulares de Trujillo como monopolizador que era de los negocios dominicanos.
Estas monopolizaciones tenían que ver en parte con los productos de consumo
nacional: la carne, la leche, la sal, el arroz, la explotación de madera, etc. en
algunos casos Trujillo no se adueñó totalmente de ciertas producciones, como
ocurrió con la carne y la leche, dada la tradicional fortaleza de los terratenientes y
hacendados de la sociedad dominicana; pero en cambio, reguló con exclusividad de
su distribución a través de la Central Lechera Dominicana y de la Ganadería
Industrial Dominicana. Para monopolizar la distribución de la carne y la leche,
Trujillo acudió a la promulgación de leyes para eliminar los competidores; como
también acudió a la ley para incrementar la producción de arroz, alimento básico del
pueblo dominicano. La mayor parte de este renglón de consumo era importado.
Trujillo puso un fuerte impuesto a la importación mientras dedicaba extensas áreas
de terrenos expropiados a su siembra. No solamente logró con el arroz el
abastecimiento interno, sino unos excedentes que permitieron ampliar el comercio
de exportación. A través de un pequeño cabotaje, Trujillo también monopolizó las
exportaciones.
El plan trazado por el gobierno de Trujillo para el desarrollo económico abarcó el
sector industrial que fue nacionalizado, ampliado y particularizado. Del sector
industrial, el área azucarera estaba manejada casi exclusivamente por empresas
extranjeras. Trujillo decidió tener el control de los ingenios creó la ley de defensa
del azúcar que le permitía adquirir la mayoría de las centrales azucareros, lo cual
logró a base de fuertes impuestos y de una inmensa campaña de presión. "La
culminación de la campaña de Trujillo adivinó la compra del emporio West Indian
Sugar a fines de 1956 y la ratificación de esa operación en enero del 57". Fueron
cinco ingenios comprados por Trujillo, más el Santa Fe, de la South Porto Rico
Sugar. Las empresas de Trujillo, Azucarera Haina, Azucarera Nacional y Azucarera
Yaque, pasaban a controlar desde entonces catorce de los dieciséis ingenios
existentes.

El incremento de las zonas cañeras en el área de Santo Domingo produjo un efecto


contrario al programa de "dominicanización", ya que trajo como consecuencia la
contratación de miles de braceros haitianos para ser utilizados durante el corte de la
caña. Muchos de esos braceros no regresaban a su país, y al quedarse en el
territorio nacional provocaban el aumento demográfico. La utilización de haitianos en
la industria azucarera demuestra que el "nacionalismo" de Trujillo estaba
condicionado a sus intereses particulares.
Paralelo a la monopolización del azúcar, se tendió a cubrir otros aspectos
industriales de gran significado, pues se procuraba siempre sustituir la importación,
auspiciando las necesidades internas. Para los últimos años de la década del 40, y
durante la década del 1950, los establecimientos industriales no solo se triplicaron
en comparación con otros períodos, sino que cubrieron renglones variados:
alimentos, bebidas, cigarros, textiles, impresos, muebles, calzados, máquinas,
vidrio, corcho, productos minerales, artículos eléctricos, construcción y reparación
de materiales de transportes, etc. la mayoría de estas industrias operaban ya como
compañías privadas (cuyos gerentes o propietarios representaban casi siempre los
intereses de los Trujillo) o bien compañías del estatales. De todas maneras la
industrialización permitió el que desarrollo capitalista se moviera en dos direcciones.
Por un lado aumentó la fortuna del tirano y de sus familiares, y por otro lado amplió
algunos niveles sociales polarizados en dos grupos: el proletariado y la burguesía.
La industrialización también provocó un aumento poblacional desproporcionado en
Santo Domingo, al propiciar la migración de habitantes de diferentes lugares del
país a dicha cuidad, por concentrarse en ella la mayoría de las industrias.

Trujillo logró especializar la mano de obra en la industria a partir de política


migratoria campo-ciudad, los campesinos eran incorporados al trabajo en las
industrias, convirtiéndose en trabajadores asalariados.

El desarrollo del mercado interno se hizo incentivando el consumo a través de las


medidas represivas. Algunos ejemplos: Trujillo compró la Fabrica Dominicana de
Calzados (FADOC) y mediante la Ley 284 se impuso el castigo severo a los
transeúntes urbanos que estuvieran descalzos. Adquirió también la Fábrica de
Pintura (PIDOCA), para la cual dispuso que las viviendas fuesen pintadas cada año.
Se hizo dueño de la Central Lechera, y poco tiempo después promulgó el
Reglamento 330 "Sobre Calidad y Salubridad". La aplicación de este reglamento
supuso el cierre de 29 empresas lecheras, que no cumplían "con los requisitos
exigidos por el Reglamento"
Trujillo manutuvo una política de monopolización de la industria, la banca y el
comercio, pero sin afectar ni competir con los intereses de las grandes compañías
de capital extranjero o nacional, que se habían convertido en aliados del régimen.
Era por ejemplo, el propietario de muchos ingenios, pero no compitió en el mercado
con la familia Vicini, promotores del dulce desde el siglo XIX, ni la Gulf And Western.
La Alcoa, empresa minera dedicada a la extracción de bauxita, la Falcombridge
Dominicana, firma multinacional dedicada a la extracción de ferroníquel y la Rosario
Mining Company, Para explotar las minas de oro. Estas empresas lograron
instalarse en el país durante la dictadura y operar sin dificultad alguna. Lo mismo se
puede decir sobre las grandes firmas licoreras, Bermúdez y Brugal, compañías de
capital nacional que mantenían un oligopolio muy lucrativo sin intervención del
dictador.

Al final de la dictadura, se estima que la familia Trujillo ocupaba casi el 50% de la


población empleada y controlaba más del 80% de la producción agrícola e industrial
del país.
Situación Política

La mayoría de sus medidas políticas tenían consecuencias sociales y viceversa, ya


que este manipulaba a todo el pueblo a su antojo para así satisfacer sus intereses
personales, en algunas ocasiones utilizaba mecanismos sociales, en otros políticos
y en algunos de los casos militares, según le conviniese por tanto estas deben estar
unidas para su mejor comprensión.
Primero comenzó a barrer los partidos políticos existentes hasta su exclusión, para
esta medida antidemocrática, el ejército fue un eficaz instrumento al servicio de
Trujillo, al igual que algunos grupos no militares. De igual manera el gobierno puso a
su servicio la llamada Patrulla 42, instrumento de represión formado para intimidar o
asesinar inconformes o posibles anti-trujillistas.
Durante esta etapa se fundó el Partido Dominicano. El mismo surgió como una
maquinaria civil para justificar el teatro electoral y las supuestas actividades
"patrióticas". El nuevo partido se convirtió en una organización masiva, ya que al
mismo debía ingresar todo dominicano con mayoría de edad; en caso contrario, la
vida del ciudadano corría peligro.
También todo empleado debía de contribuir al partido pagando una cuota calculada
en un 10% de su sueldo. El símbolo del partido era una palma y su lema "Rectitud,
Libertad, Trabajo y Moralidad" conformaban las iniciales de Rafael Leónidas Trujillo
Molina. Durante su dictadura murieron más de 30,000 personas ya fuera por
motivos políticos o personales.
A partir de 1932 se incrementó el Nepotismo en la dictadura con el nombramiento
de su hermano mayor Virgilio como Secretario de Interior y Policía, Guerra y Marina
y a su padre diputado. Además, sus hermanos Héctor y Aníbal fueron designados
como Agregados Militares en el Extranjero.
Este utilizó el mecanismo de la “no reelección” para así saber cuáles de sus
allegados podían arrebatarle el poder.
El 16 de mayo del 1938 se celebraron elecciones nuevamente quedando Jacinto
Peynado como presidente títere de Trujillo, quien ocupaba la oficina presidencial y
Peynado una oficina. El 5 de enero del 1942 extendió el periodo presidencial de 4 a
5 años, reconoció y la suspensión de la vice-presidencia. En 1941, y para responder
al feminismo manipulado por el partidismo trujillista, fueron reconocidos los
derechos civiles a las mujeres, anunciándose la posibilidad de sufragio femenino.
Por otra parte, una reforma constitucional sugerida por Trujillo suprimió la
vicepresidencia de la República extendió la presidencia a cinco años, y dispuso que
el Secretario de Estado de Guerra y Marina podía ser presidente en caso de la
ausencia del gobernante.
Con las elecciones celebradas en mayo de 1942, en las cuales la mujer dominicana
ejerció el derecho de elegir y ser elegida por primera vez en el país. Este periodo
coincide con el momento crucial de la Segunda Guerra Mundial, de la cual se
benefició la nación ya que el presupuesto aumentó de manera notable porque los
productos agrícolas tuvieron gran demanda por la escasez que produjo la guerra. A
este se le permitió la reafirmación de la dictadura, la cual se aprovechó de la política
estadounidense de "Buena vecindad".
Dentro del servicio de inteligencia militar (SIM), con su jefe Johnny Abbes García y
los caliés que se encontraban a su servicio, tenía varios centros de torturas, como la
cárcel del 9, la 40, entre otras; donde torturaban, maltrataban física y
psicológicamente y mataban a los presos políticos o cualquier enemigo de Trujillo.
Incidencias de los poderes fácticos

Conspiraciones y emancipaciones por parte del pueblo


Las primeras conspiraciones contra la dictadura de Trujillo surgieron dentro de las
filas de las fuerzas castrenses. Entre estas conspiraciones se encuentran:
- La encabezada por los generales José Paredes y Alberto Larrancuent en San
Francisco de Macorís y en la Romana, entre junio y septiembre de 1930,
respectivamente.
- La dirigida por el general Cipriano Bencosme y Domingo A. Peguero, en
Moca, en junio de 1930, y la del general Pedro A. Estrella (Piro) en Santiago, así
como la de los coroneles Leoncio Blanco y Ramón Vásquez Rivera.
- La encabezada por el general Desiderio Arias en Mao en junio de 1931.
Las primeras conspiraciones fueron descubiertas y la mayoría de sus dirigentes
asesinados, otros debieron deponer las armas y partir al exilio, como es el caso del
Dr. Leovigildo Cuello Hernández. Sin embargo, surgieron otros grupos conspirativos
contra la política instaurada por Trujillo. No obstante, las nuevas Fuerzas Armadas
habían eficientizado su papel, lo que le permitió a Trujillo controlar el país política,
económica y socialmente.

Conspiraciones por sindicalistas


Contrario a las enormes riquezas amasadas por Trujillo, la población había
experimentado un descenso en sus condiciones de vida. En este contexto
resurgieron las organizaciones obreras contestatarias, pues desde el inicio de la
dictadura había existido una Confederación Dominicana del Trabajo que estaba bajo
el control del régimen. Las organizaciones obreras enfrentaron al sistema trujillista, y
en 1942 realizaron una primera huelga en el Central Romana. En 1946 una nueva
huelga en los ingenios azucareros de San Pedro de Macorís y la Romana les
consiguió importantes demandas, como el aumento de los sueldos y la reducción
del horario de trabajo a ocho horas. Entre los principales líderes sindicales se
encontraban Mauricio Báez, Justino José del Orbe, Nicolás Mercedes y Hernando
Hernández.
Expediciones del extranjero
Fuera del país, una gran cantidad de exiliados se habían organizado y reagrupado.
Algunos formaron partidos políticos como el Partido Revolucionario Dominicano,
fundado en Cuba en 1939, mientras que otros conspiraban para derrocar la
dictadura por medio de una expedición armada.
En 1947 y 1949 se produjeron dos intentos de expedición armada contra la
dictadura que recibieron el apoyo de gobiernos enemigos de Trujillo:
- La de Cayo Confites (1947), organizado por exiliados dominicanos y
procedentes de Cuba. La expedición que debía partir del islote Cayo Confite,
quien fue detectada por los organismos de seguridad de Trujillo, que ejerció
presiones sobre el gobierno cubano para que retirara el apoyo a la misma. Entre
sus organizadores se encontraban Juan Rodríguez García, quien financio
económicamente y participó en las expediciones de Cayo Confites y de Luperón;
Ángel Morales, Leovigildo Cuello, Juan Bosch y Juan Isidro Jimenes Grullón.
- La expedición de Luperón (1949), nombrada por la zona del país en la que
debía producirse el aterrizaje de tres aviones. Esta invasión saldría de
Guatemala con el apoyo del gobierno democrático de Juan José Arévalo e
invadiría nuestro país por San Juan, La Vega y la bahía de Luperón. Entre sus
organizadores estaban Juancito Rodríguez, Miguel Ángel Ramírez y Horacio
Ornes Coiscou. Solo un avión pudo llegar a su destino, pero las autoridades
dominicanas ya estaban informadas, por lo que los 15 expedicionarios fueron
sorprendidos y apresados por el ejército en la bahía de Luperón.
Estos hechos fueron solo el principio de una tenaz oposición a la dictadura. En la
organización de esta oposición la presencia en el país de exiliados de la guerra
civil española fue determinante.
En 1959, un grupo de exiliados dominicanos encabezados por Enrique Jiménez
Moya formaron el Movimiento de Liberación Dominicana y redactaron un
programa mínimo en el que establecían su propósito de derribar la dictadura de
Trujillo, implantar una reforma agraria, iniciar una campaña de alfabetización,
establecer un sistema de seguridad social, entre otras ejecutorias. Aprovecharon
el triunfo de la Revolución Cubana para conseguir el apoyo necesario para la
realización de una expedición armada. Venezuela y su presidente Rómulo
Betancourt facilitaron dinero para la causa. En Cuba se montó un campamento
en el que se entrenaron cientos de hombres. Finalmente, en 14 de junio de 1959,
214 hombres de diferentes nacionalidades desembarcaron y se internaron en
tres zonas del país: Constanza, Maimón y Estero Hondo. Su propósito era
derrocar el régimen de Trujillo.
La tiranía había recibido información del plan de los expedicionarios y pudo
rápidamente localizar los puntos de desembarco y aterrizaje. En total, murieron
193 expedicionarios en combate o luego de haber sido hechos prisioneros. La
expedición fue un fracaso militar, pero políticamente tuvo un gran impacto en la
población, que valoro el sacrificio de los expedicionarios en aras de la libertad de
los dominicanos. Del grupo de aquellos hombres solo sobrevivieron Poncio Pou
Saleta, Medardo Germán, Mayobanex Vargas y los cubanos Delio Gómez Ochoa
y Pablito Mirabal.
Pocos meses después del desembarco de Constanza, Maimón y Estero Hondo
surgió una organización clandestina que, inspirada en la expedición, se nombró
Movimiento Clandestino 14 de Junio (1J4). Estaba formado, principalmente, por
jóvenes de la pequeña burguesía de las ciudades que asumieron el Programa
Mínimo de Gobierno que trajeron los expedicionarios de 1959. La agrupación
estaba identificada con el proceso cubano y se proponía derrocar la dictadura
para emprender cambios revolucionarios en la sociedad dominicana. Entre
dirigentes encontraban: MAnuel Aurelio Tavarez Justo, Minerva Mirabal, Leandro
Guzmán, Rafael Faxas Canto, Asela Morel, entre otros.
El movimiento tuvo un crecimiento rápido por todo el país, pero en enero de
1960 fue descubierto por la dictadura. Se produjo una oleada de arrestos y
torturas que llenó las cárceles de jóvenes, muchos de los cuales pertenecían a
familias pudientes vinculadas al régimen. Casi todos de los miembros del 1J4
fueron vejados, apresados y torturados en la cárcel de La 40. La nueva situación
llenó al país de terror y sensibilizo a sectores que hasta entonces no se habían
perjudicados directamente por la represión gubernamental.

Postura de la Iglesia Católica


La postura de la Iglesia Católica, que durante muchos años había sido aliada del
régimen, se manifestó en defensa de los derechos humanos y denunciaba la
represión del régimen. En la medida de que la situación económica deterioraba
el régimen apretaba más los niveles de vigilancia y persecución en la población,
en un hecho bastante parecido al ocurrido al final de la dictadura de Ulises
Heureaux. En lugar de ganar control político se ampliaba el aspecto de la
oposición y la dictadura empezó a ser enfrentada por sectores sociales que
tradicionalmente les habían favorecido como fue el caso de la Iglesia Católica. El
31 de enero de 1960 se produjo un sisma en la relación Iglesia-Trujillo cuando
fue leída en todas las iglesias católicas la Carta Pastoral del Episcopado
Dominicano. La reacción de la dictadura fue violenta. A través de Radio Caribe,
una emisora que regenteaba Johnny Abbes García, se inició un despiadado
ataque contra los curas y la Iglesia que llegó al paroxismo. .Trujillo inició una
guerra sin cuartel contra los curas utilizando difamación, atentado y profanación.
Les exigió ser nombrado Benefactor de la Iglesia en consonancia a las dádivas
entregadas, lo que complicó el panorama al ser negada la solicitud.

Medidas por parte de países internacionales

Radio Caribe no solo tronaba contra la Iglesia y los ¨sotanudos¨, como llamaban
a los curas, sino que la emprendió contra otros enemigos de Trujillo en la región
del Caribe, particularmente contra el presidente venezolano Rómulo Betancourt.
En este último caso se pasó de las palabras a los hechos cuando el 16 de junio
de 1960 una poderosa bomba explosionó en el carro del presidente venezolano
causándole graves heridas. No hubo dudas en señalar a Trujillo como
responsable de ese atentado y el gobierno de Venezuela no descanso hasta
obtener el respaldo de la OEA para la aplicación de las sanciones económicas a
la República Dominicana
La Segunda Guerra Mundial no solo tuvo efectos económicos, sino también
políticos; la lucha contra el fascismo en Alemania había creado una corriente
democrática que obligó a Trujillo a presentar una imagen de democratización.
Además, entre 1945 y 1946 recibió presiones de Cuba, Venezuela y Estados
Unidos, por lo que redujo los niveles represivos en nuestro país, permitió el
retorno de los exiliados políticos y restableció las relaciones democráticas con la
Unión Soviética. Con esto intento mejorar su imagen internacional y presentarse
como propulsor de la democracia. Aprovechando este período, se fundaron en el
país el Partido Democrático Revolucionario Dominicano (PDRD), el Partido
Socialista Popular y la Juventud Democrática. Con el inicio de la Guerra Fría,
Trujillo dio marcha atrás a sus posturas democráticas y sus opositores fueron
apresados, torturados y asesinados.
La posición de Estados Unidos, que había sido un fuerte aliado de Trujillo. Se
distanció del régimen y brindó su apoyo a ciertos sectores conspiradores
buscando evitar una repetición de la Revolución Cubana.

Función de los medios de comunicación


En el año que Trujillo asciende al poder, uso los medios de comunicación
existentes para difundir su poder por medios eficaces como lo fue la radio la
prensa escrita, la televisión, etc. Como medio de comunicación la prensa estaba
en poder directo del Estado y era un mecanismo efectivo de propaganda que
enaltecía el personalismo de Trujillo. A través del periodismo se trazaban pautas,
se lanzaban consignas y toda información era ajustada cuidadosamente al
programa ideológico trujillista. Los tres periódicos de circulación nacional eran El
Listín, La Información y La opinión. Pero también la prensa escrita asumía una
política requisitoria frente a los ciudadanos vistos como desleales y funcionarios
caídos en desgracia frente al régimen, o se cerraba todo tipo de información que
pusiera en entredicho al Estado.
Como los periódicos, parecida era la función radial introducida antes de la Era y
cuyos programas asumían mucho mejor la ofensiva propagandista y doctrinera.
En la radio la música laudatoria era constante y como la danza era Gloriosa y los
merengues Salve San Cristóbal y déjenlos que lleguen hablaban del tirano, de
sus logros como estadista y de su ideología política.
Censura, manipulación, revisión exhaustiva de los textos, distorsión de la verdad,
propagandas a favor del régimen y la exageración de temas que la dictadura
quería resaltar, son algunas de las características que marcaron el periodismo
dominicano en la llamada “Era de Trujillo”, de 1930-1961.
Tras Rafael Leónidas Trujillo Molina asumir el poder, dejó de existir la poca
libertad de expresión que con libradas batallas y sangre, había conquistado el
país. Los articulistas eran adeptos al régimen y cualquier noticia negativa no
trascendía. Solo por debajo se podía hacer ciertos comentarios entre personas
de extrema confianza.
Esta es la visión del laureado periodista y escritor, Rafael Molina Morillo, quien al
narrar sus vivencias de esa época, aclara que su apellido nada tiene que ver con
el tirano, ni para bien ni para mal.
De acuerdo al ahora director del diario gratuito El Día, las informaciones de la
era trujillista eran unilaterales. La prensa extranjera no estaba en el país ni los
medios eran tan eficientes como los actuales. Todo lo que producía el régimen
era lo que consumía el pueblo, por eso era una dictadura, porque solo se
escuchaba la voz de (El Jefe), y todo estaba dirigido por él.
Los dueños de los medios tenían que someterse a lo establecido o simplemente
“desaparecían¨.

Postura de Las Fuerzas Armadas


Durante las dos primeras décadas de su régimen Trujillo logró mantener un
poder hegemónico sobre la sociedad dominicana y el control absoluto de toda
actividad social y política, de modo tal que para 1948 no se había producido otro
levantamiento popular de importancia desde las insurrecciones de Cirilo
Bencosme, en 1930, y de Piro Estrella en la Loma de los Amaseyes, y más
adelante la de Desiderio Arias, en 1931, recuerda Soto Jiménez.
Desde el principio de su golpe de Estado contra el presidente Horacio Vásquez,
el 28 de febrero de 1930, Trujillo logró pacificar la nación y para ello utilizó la
Policía Nacional Dominicana, una especie de cuerpo de gendarmería creado en
el país por los norteamericanos durante la invasión de 1916 y que tenía
funciones propiamente policiales y no militares, pero que luego Trujillo convirtió
en Ejército Nacional (Guardia de Trujillo).
En todos los países del hemisferio ocupados por Estados Unidos, sus fuerzas
militares crearon un ejército con funciones también de policía, y todos
desaparecieron con el tiempo, pero la Policía Nacional Dominicana sobrevivió
gracias a los cambios introducidos por Trujillo.
Interpretación crítica

La mayoría de los poderes fácticos en la era de Trujillo tenían que abstenerse a toda
decisión que este tomara y apoyarla como si no hubiera alguna más. Cada acción
que uno hiciera por su cuenta traería consecuencias, ya que todo solo podía rodar
alrededor de Trujillo y sus ideales.
Se podía sentir el terror que se vivía en esa época, por cualquier cosa te apresaban
y mataban, por eso es que no se arriesgaban a desafiar lo que decía, ya que lo más
posible es que no aparecieras al día siguiente.
Tuvieron que morir demasiadas personas para que se levantaran diferentes grupos
en armas, y no los culpo, esa incertidumbre de no saber qué pasaría contigo el día
siguiente si hacías lo que tenías en mente. Se tendría que tener una valentía
admirable para poder realizar una acción como esta.
No fue coincidencia que comenzara a perder contribuyentes con el paso del tiempo.
Y ese temor que rondaba por todo el país se convirtiera en una razón para impedir
que el pueblo siguiera sufriendo ese tipo de atrocidades. Buscaba resolver todo con
amenazas a todo aquel que se lo ponía en el medio sin importar quién era ni las
consecuencias que traería.
El país ya necesitaba un respiro de este tipo de tormento. Si hubiera seguido, en el
país solo quedaría la familia Trujillo y tierras. Es un orgullo tener a personas en
nuestra historia que hayan realizado este tipo sacrifico para ver a su país en total
libertad de la opresión que existía. Tenemos que poner en alto y recordarlos por
todo lo que hicieron, ya que si esto pasara en la actualidad creo que no habría las
agallas e ideales para enfrentarlo.
Aplicación a la realidad actual

En la actualidad hace falta esa mano dura que ponía el orden y no permitía que
nadie estuviera haciendo de las suyas por su parte. Ese que impedía que otros
países se beneficiaran de nosotros y nuestros recursos. Hace falta la presencia de
Trujillo para reorganizar este ganado.
Es cierto que asesinó, desapareció, arrestó y torturó a muchas personas, pero
durante su dictadura no hubo un solo robo o atraco. Las personas podían dormir
con las puertas abiertas de su casa, sin preocuparse de que algo les pasara, en ese
sentido todo era bueno y correcto.
En su momento pagó la deuda externa que se tenía, logrando una independencia
financiera que no se tenía desde hace mucho tiempo, y que no se tiene en la
actualidad. Lo único que están haciendo los presidentes en la República
Dominicana al llegar al poder es aumentar cada vez más la deuda externa y sacar
parte de eso para los suyos.
De por si no habían empresas extranjeras, lo que sugería que el país solo estaba
generando dinero para ellos mismos, bueno para Trujillo, pero por lo menos no
éramos dependientes de que otros países nos subsidiaria productos para el día a
día, como pasa hoy en la actualidad.
Se fomentaba en el país para que este generara ingresos. Se invertía en la industria
y la agricultura para compensar la reducción de las importaciones. Actualmente se
planifica la creación de alguna infraestructura o la inversión en algún sector y del
presupuesto previsto la mitad o gran parte va para los bolsillos de aquellos que la
ejecutan, algo que debe de cambiar.
Se tiene que aplicar la transparencia, honestidad y responsabilidad a la hora de
realizar cualquier tipo de labor que se vaya a realizar, de verdad hace falta.
Conclusión
En la historia dominicana han pasado por nuestro gobierno un sin número de
presidentes, todos dejando la muestra de su paso por el poder, pero ninguno como
el nombre de Rafael Leónidas Trujillo Molina, dictador que acabó con la mayoría de
la vida y corazón de los dominicanos. Mediante documentales como el de Rene
Fortunato pudimos verificar aquellas vivencias y experiencias que a diario
escuchamos de la boca de personas que afortunada y desafortunadamente a la vez
tuvieron vivieron tal período de nuestra historia y además de conocer su vida como
gobernante y dictador, pudimos conocer un poco de aquella parte de la vida de este
hombre que no es tocada por muchos, actos delictivos que no realizó precisamente
por ambición política, su pasión por las mujeres y las costumbres vanidosas que
tenía.
Dediquemos una corta parte de nuestra vida para recordar y conocer tantas cosas
importantes e interesantes que se han tejido en nuestra tierra, dejemos a un lado,
por un segundo, historias extraordinarias de otros países, que finalmente utilizan
esa estrategia para ganar terreno en nuestra mente y acabar con nuestra identidad,
dominicanos, nuestro país nos importa, cuidemos de él.
Reflexión crítica personal

Gabriel Pimentel:
Rafael Leónidas Trujillo trajo un gran horror a nuestro país durante sus años en el
gobierno. Nunca antes se habían desaparecido, matado o torturado a tantas
personas, solo por no obedecer a los caprichos que este se quería dar. No le
importaba nada, más que el mismo. Utilizando a la población para obtener lo que él
quería.
Era imposible que las personas se encontraran seguras de lo que iban a hacer, por
todo el sistema de espionaje, vigilancia y control, que no dejaban a uno ser y
expresarse. No existía libertad para nada. Todo tenía que pasar por manos de
Trujillo para ser aprobada, si se hacía algo sin su consentimiento no se sabría a
donde iba a parar el cuerpo el día siguiente.
Se aprovechó de que en el país todavía no habían grupos para hacerle frente, o del
hecho de que había sido parte del adestramiento a la cadena policial, utilizando
dichos métodos, poco convencionales para controlar a todo un país sin respuesta.
Acerca de la libertad, no existía en lo absoluto. Siendo una de las cosas que más
miedo ocasionaba, no tener la oportunidad de realizar eso que uno desea. Cierto
que no ocurrían ningún tipo de robos o atracos, por el terror que se tenía, pero de
que va a servir eso, sí la propia población tenía horror de salir a las calles.
Al principio de sus años en el poder supo manejar y aumentar la economía
dominicana. Fomento diferentes sectores del país para el propio autoconsumo de
esos bienes. También pagó la deuda externa. De qué va a servir todo eso si va a
llegar un punto en el que comenzaras a realizar gastos innecesarios, como lo fue la
Plaza de la Salud, o los gustos que se daban su familia y el con el dinero del pueblo,
como lo fue el vestido para la inauguración de dicha plaza por parte de la Sra. De
Trujillo.
Todo lo que hacía positivo para la población buscaba una manera de satisfacerse él
directamente, como lo fue la creación de un banco manejado por su esposa María
Martínez en donde los empleados públicos tenían que cambiar sus cheques
pagando un porcentaje por el cambio. Con este dinero Trujillo compró acciones en
varias empresas del país, y gracias a esta maniobra terminó arrebatándoles a sus
dueños las empresas más rentables. Claro que la población lo va a querer fuera del
país si no hacía más que arrancarle de los suyo a las personas para tomarle el y
beneficiarse él en todo el sentido de la palabra. Por eso acabo como acabo, de la
misma manera que muchas personas murieron por su culpa, fusilado.

Serling Cruz:
Uno de los hechos más significativos de la dictadura de Trujillo fue, sin lugar a
dudas, sus acciones contundentes en el plano financiero: Un hito histórico, pues ha
sido la única ocasión en que las finanzas dominicanas han sido saneadas:

Mediante la firma del Tratado Trujillo-Hull, en febrero del 1941, no solo se derogó la
Convención Dominico-Americana del 1924, sino que por primera vez en la historia
de la República. Dominicana, se salda su deuda externa. El Tratado devolvía
también el control de las aduanas al Gobierno Dominicano.
Fue una de las peores dictaduras vistas por América Latina pero fue el único
presidente que logró saldar la deuda externa, no existía la delincuencia ni la
inseguridad, había acceso a los productos y servicios básicos necesarios para vivir

Layla Pedroza:
Creo que es importante que dediquemos una corta parte de nuestra vida para
recordar y conocer tantas cosas importantes e interesantes que se han tejido en
nuestra tierra, dejemos a un lado, por un segundo, historias extraordinarias de otros
países, que finalmente utilizan esa estrategia para ganar terreno en nuestra mente y
acabar con nuestra identidad, dominicanos, nuestro país nos importa, cuidemos de
él, y la mejor manera de hacerlo es conociendo la historia y mandatos que ayudaron
a hacer de nuestro país lo que hoy es, recordar el tiempo en que la delincuencia y
los políticos ladrones no existían, en que las necesidades básicas eran cubiertas y
todos tenían acceso a un buen centro médico.
Bibliografía

http://www.monografias.com/trabajos10/truli/truli.shtml
http://hoy.com.do/la-prensa-en-la-dictadura-de-trujillo-censura-manipulacion-y-
distorsion-de-la-verdad/
https://www.listindiario.com/la-republica/2011/05/28/189922/trujillo-se-apoyo-en-
temible-poder-militar
Orlando Inoa, Historia Dominicana. Santo Domingo. Editio Princeps, 2013, pp. 607-
682
Sociedad 3, Historia y Geografía de la República Dominicana. Santo Domingo.
Santillana, Serie Innova, 2010, pp. 124-138
Anexos
Revolución 23 de Febrero
Manifiesto del Jefe Supremo de la Revolución
Lic. Rafael Estrella Ureña

El pueblo dominicano, angustiado ante la solemne gravedad de la hora, reclama de


una manera unánime una acción rápida y energética que detenga el
desquiciamiento de la República y salve el naufragio económico de la hacienda
nacional cuya crisis está ya acercando a la tremenda bancarrota que, en el orden
institucional, como un mentís a nuestra organización puramente democrática,
heredada de los altos principios de la Revolución Francesa, está hiriendo de muerte
las tradiciones del ideal republicano.
Interprete de esa aspiración común que está en todos los espíritus prendiendo sobre
las oscuras perspectivas de nuestro porvenir el ultimo iris de esperanza, me lanzo
hoy a hacer viable el anhelo que llevan todas las clases del país en su corazón
desgarrado, levantando otra vez, con el alma al mismo tiempo amargada y
convencida, la bandera del ideal que no ha entregado ambiente en el campo de
abnegación y rebeldía de donde los hombres libres hacen valer sus principios de
civilización y democracia bajo los pendones de la protesta armada.
He sido el primero en proclamar tanto en mis programas políticos como en la tribuna
del pueblo la necesidad de que no se altere la paz que tan indispensable es para la
felicidad del país. Por eso, en unión de los demás directores de la Compactación, he
pedido por todos los medios lícitos la reforma de la Ley Electoral vigente que quita a
la función del sufragio toda la garantía y toda la libertad que se requieren para que
ella sea la libre y fiel expresión de la conciencia ciudadana. Inútiles han sido esos
esfuerzos ante la terquedad que oponen los hombres del poder en perpetuarse,
haciendo elástico el mando y arrojando manchas de ignominia sobre la túnica
blanca de las instituciones.
Pero no es posible cruzar los brazos, en una actitud de la indiferencia y cobardía,
ante el cuadro de la hora sembrado de peligros para el porvenir de la Republica:
desastre económico ocasionado por la dilapidación de ochenta y seis millones de
pesos en menos de seis años de desaciertos administrativos; rutina del comercio y
de la industria nacionales, a consecuencia de la falta de un régimen previsor que
ponga en práctica una serie de sabias y energéticas medidas protectoras;
estancamiento de la agricultura; reducción, cada vez más alarmante, de nuestro
movimiento de exportación; prostitución de la justicia; corrupción de la Escuela, en
cuyas aulas ha entrado la política con su sequito de sombras denegadoras de la
autoridad moral del maestro dominicano; desconcierto público; y como bandera de
escarnio que flota por encima de todo ese cumulo de traiciones al pueblo, la
anarquía moral sembrada en el corazón del país por la impunidad escandalosa con
que prospera el fraude en todos los sectores de la administración pública y por el
descaro con que a cada paso se desconoce la suprema ley que rige toda la vida
institucional del Estado.
Para oponer un muro de contención a ese desconcierto general, ruinoso para el
porvenir de la nacionalidad bamboleante, me enfrento a los hombres del Poder, con
las armas en la mano, ya que en ellas no puedo llevar, por desgracia, los códigos en
descredito de las leyes tantas veces burladas, resuelto a ofrecer al país, bajo
juramento de honor, la estabilidad económica, el sosiego moral, protección que
reclaman el comercio y la industria en ruinas, la paz jurídica, la libertad electoral, y a
establecer, en fin, en el corazón de la sociedad dominicana el imperio de los
principios democráticos que hoy nos obligan a recorrer de nuevo los tenebrosos
caminos del pasado.
Y ahora, que la conciencia nacional, desapasionada y austera, condene a los
verdaderos culpables y que la posteridad reserve para ellos la maldición de la
Historia.
Rafael Estrella Ureña
General en Jefe de las tropas revolucionarias
Control y Represión Trujillista
Ciudad Trujillo, D: S. D.,
Octubre 5 del 1937
AL: Mayor, Comisionario P.N., San Pedro de Macorís
Asunto: Publicación de artículos contrarios a los interese del Gobierno Dominicano,
en el periódico EL Mundo, editado en Puerto Rico.
1- Esta Secretaria de Estado tiene conocimiento de que el periódico El Mundo,
que se edita en San Juan de Puerto Rico, con frecuencia publica lectura
contraria al buen nombre de la República Dominicana. El Agente de dicho
periódico es el Sr. Manuel Mercedes, residente en esa ciudad y ese empleado
de la Pan American Airways, Inc.
2- En razón de que los paquetes contentivos del periódico mencionado vienen
de Puerto Rico a manos de un empleado de las naves aéreas, requiero de usted
advertir al señor Mercedes, que esos paquetes de periódicos en todos los casos
deben ser enviados a la Administración de Correos y Telégrafos de esa ciudad, y
que él será responsable de cualquier introducción clandestina de los mismos.
Muy atentamente,

Mayor General José García, M. M., Secretario de Estado de lo Interior, Policía,


Guerra y Marina.
Control Policial
Bonao, República Dominicana
24 de marzo de 1961
Núm. 17
AL: Teniente General
J. Arismendi Trujillo Molina, E. N.
Comandante en Jefe ¨Cocuyos de la Cordillera¨
Ciudad
Asunto: Informe Confidencial

1- Como nosotros estamos aquí para verlo todo e informárselo todo, muy
respetuosamente permítame llevar a su elevado conocimiento la siguiente
información:
a) Anoche como a eso de las 10:00 p.m., pasaron por el frente de este
destacamento, C.C., por la calle Mella del norte a sur, el nombrado Cuquito
Linares, pintor, acompañado por dos jóvenes más que no me fue posible saber
sus nombres. Venían como de los barrios rumbo al parque. Cuquito andaba
vestido de esta manera: pantalón y camisa roja y con sombrero de cana de alas
anchas. Otro de sus compañeros estaba vestido con camisa roja, pantalón verde
oscuro y también con sombrero alas anchas, y el otro con camisa roja, pantalón
claro a rayas, sin nombre. Esta forma de vestir de estos tres elementos la
encontré muy significativa.
b) Me llamó la atención, porque recuerdo que trabajando yo para el Servicio de
Inteligencia Militar (SIM) hace par de años, ese uniforme o forma de vestir se les
prohibió tanto a los hombres así como a las mujeres en Ciudad Trujillo, porque
simbolizaba el movimiento ¨26 de julio¨ triunfante en Cuba. No sé si ya está
permitido o no, pero sea como sea considero de mí deber informárselo a esa
digna superioridad, con todo el mayor respeto, por la repercusión o propósito
futuro que esto pueda tener, más cuando este grupo anda de ¨tres en fondo¨.
2- Todo lo cual le informo muy respetuosamente para su elevado conocimiento,
y fines de considere de lugar

Juan de Jesús Matías Alfonso


Primer Teniente, Cocuyos de la Cordillera

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