Luis Manuel Vizcaino Guevara

20 de febrero de 2013

Visita al salón Corona y Veracruz

Introducción
En el presente trabajo desarrollo una descripción densa desde la observación participante
que realicé del salón Corona, el día 8 de febrero de 2013 con el grupo de alumnos de
Filosofía y Ciencias Sociales, y del Salón baile Veracruz, el día 9 de febrero de 2013 con
un grupo de jóvenes de CVX (Comunidades de Vida Cristiana).
Para la realización del trabajo parto de una base conceptual de cultura desde la lectura de
Kuper, Cultura: La versión de los antropólogos, y el recorrido que él propone a lo largo de
la historia; también hago uso del método de descripción densa de Geertz; y por último, de
una descripción que permite ver algunos de los elementos que forman parte de la cultura
del baile.
En la descripción comienzo con un comparativo de los elementos que se presentan en el
salón Corona y el salón Veracruz, para después pasar a los elementos del salón Corona que
me parecen más significativos para representar la cultura del baile de salón en Guadalajara.
Los elementos que me parecen más significativos son el cuerpo y los roles de género
específicos que se juegan en el baile. La elección de estos elementos es debido a que el
baile es entre dos, donde cada uno tiene un modo particular de desenvolverse en el baile y
donde lo que participa mayoritariamente es el cuerpo.

El concepto de Cultura y la descripción densa

El concepto de cultura ha estado en formación a lo largo de la historia, y es un concepto
que va tomando significación con el trabajo de los antropólogos y sociólogos. Kuper habla
de que el concepto de cultura tiene un papel importante a partir del siglo XX, a partir de la
aparición de la antropología.
Kuper menciona en su texto que “la concepción alemana de cultura era muy similar a la
idea francesa de civilización, pero con el tiempo se fue estableciendo una diferencia entre
la parafernalia externa de la civilización y la realidad espiritual interior de la cultura"

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(Kuper, 2001, 44), la concepción alemana de cultura aparece en contraposición a
civilización, donde la civilización es algo externo y la cultura es lo que da una identidad
nacional, es algo que está sujeto al contexto determinado.
Por su parte, para Weber, la cultura es “la dotación de significado y significación desde la
perspectiva de los seres humanos” (Kuper, 2001, 53). Esto quiere decir que la cultura serán
los elementos que den una identidad y dotan de sentidos.
También es importante tener en cuenta la visión de cultura desde Geertz, donde, es "un
sistema ordenado de significados y símbolos en cuyos términos los individuos definen su
mundo, expresan sus sentimientos y emiten sus juicios" (Kuper, 2001, 119).
La propuesta de Geertz de descripción densa, parte de reconocer que este sistema “es una
multiplicidad de estructuras conceptuales complejas, muchas de las cuales están
superpuestas o entrelazadas entre sí, estructuras que al mismo tiempo son extrañas,
irregulares, no explícitas, y a las cuales el etnógrafo debe ingeniarse de alguna manera,
para captarlas primero y para explicarlas después” (Geertz, 1987, 24). Lo interesante de
esta visión es que nos presenta la cultura como unas estructuras que para su estudio hay que
tratar de captarlas e irlas explicando.
Entonces queda claro que lo que se busca es conocer los elementos o estructuras que dan
significados, para lo que es necesario acercarnos por medio de observación y descripción a
sus estructuras particulares.

El salón Corona
El día viernes 8 de febrero fuimos al salón Corona, ubicado en el cruce de López Mateos y
Américas. Al llegar al salón me sorprendió que la gente de la entrada preguntara por
reservación, y al decir que no, nos tenía esperando una cantidad considerable de tiempo
mientras hablaba con los que se encontraban adentro, y dejaba pasar después de pasar por
una revisión de seguridad bastante pesada. Este tema es uno de los que me llaman la
atención, como vivimos en una sociedad donde la inseguridad es parte del contexto, que el
lugar busca dar la percepción de seguridad y de control de la situación, esto en
contraposición a lo que sucede en el salón Veracruz donde mi percepción fue de una
entrada mucho más sencilla el día Sábado.

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Al ingresar observé la clase de baile, y me llamó la atención la ayudante del instructor de
baile, ya que tenía un vestido que lucía desde lejos, me da la sensación que después
comprobé al ver el baile, de que parte importante es el lucir a la pareja femenina en el baile,
donde lo que importa no son los criterios de belleza habituales, sino el lucir con el baile,
pero la vestimenta ayudaba mucho.
Al platicar con la señora de los abrigos me comenta “que vienen muchos jóvenes por el
gusto a ritmos como la cumbia, la salsa y la bachata”, es interesante que el salón va
dirigido a nuevas generaciones que buscan otro tipo de baile diferente al del antro que es el
que yo asocio para los jóvenes.
El señor encargado de los baños me comentó: “que regularmente sí tienen buena afluencia,
pero hay chavos que todavía piensan que es antro”, lo que me denota, es que todavía no es
un salón muy arraigado, y que al haber sido durante varios años otro tipo de lugar, tiene
problemas para dar esa imagen.
La estructura del salón se me hizo muy interesante, no había visto algo parecido, ya que era
grande y parecía un escenario más que pista, pero lo que resalta esta estructura es que lo
principal es el baile, es lo que se puede apreciar y a lo que se va.
El grupo decidió ir mejor al salón Veracruz, el cual fue descrito por un par de jovencitas
como un lugar arrabalero, ahí se enmarca una diferencia muy clara entre el salón Corona y
el Veracruz, el salón Corona se vende como un lugar para gente de clase más alta pero no
de tanta tradición.
Lo que se puede ver es que el salón Corona es un salón más “nice”, más dirigido a gente de
un estrato socioeconómico más alto, o que cree pertenecer a dicho estrato, por eso da la
sensación de un lugar más seguro y de un lugar para gente que le gusta bailar pero que no
es bailadora, porque la gente bailadora de gusto de muchos años va al salón Veracruz.

El salón Veracruz. La pista, los roles y el cuerpo.

Yo no pude asistir al salón Veracruz con el grupo el viernes, pero asistí con dos muchachas
y un muchacho de CVX, fueron los que se ofrecieron a acompañarme cuando les comenté
de que tenía que ir, la verdad es que no quería ir solo y menos después de escuchar lo que
me habían dicho del día anterior de que era un lugar más arrabalero, y siendo una persona
que no baila mucho.

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Al llegar pregunté un poco por la historia y me dijeron que había sido una fábrica que está
ubicado en la colonia moderna. Desde que llegué se ve que es un lugar para gente que le
gusta mucho el baile, tiene un ambiente tradicional, aunque las pantallas dicen que quiere
ser un lugar moderno que incluye a las nuevas generaciones.

Una de las jóvenes con las que fui, Nira, conoce un poco más del salón y me dijo que se un
salón donde “va la gente que de verdad le gusta bailar, y que en el baile se siente libre y
deja las preocupaciones a un lado”. Ella fue la que me animó a bailar, y la que me iba
diciendo cómo tenía que bailar, pero me pareció sorprendente una pista tan grande, mucho
más que en el salón Corona.

Mi sensación fue de estar en un lugar al que no pertenezco, pero interesante y cautivante el

poder ver como los que saben bailan, me sorprendía como había personas que aguantaban
muchos bailes seguidos, y yo a duras penas pude terminar un baile, y que el baile tiene
como un ritual y roles muy claros, donde el hombre es el que lleva el ritmo y tiene que ir y
sacar a la mujer a bailar, el baile solo es en pareja, y no se quedaban bailando, sino que
había pausas entre canción y canción.

Los roles

Es muy interesante como en estos lugares se perpetúan los roles de género, donde los
hombres tienen un papel de ser el que lleva el baile, pero la mujer es la que luce,
comenzando por el vestido que busca ser llamativo y con un baile que hace que los que no
vamos seguido fijemos los ojos en ellas.

El rol del hombre y de la mujer están marcados por un modo propio de llevarse el baile, no
es algo que surja en ese momento, o en ese particular salón de baile, sino que son roles ya
establecidos que funcionan dentro del baile, es interesante que aunque yo no supiera bailar,
Nira me dejaba llevar el ritmo, pero me iba diciendo como, no pueden cambiarse los roles
sino que es parte del modo como todo el baile funciona. El baile, yo pienso, tiene esos
roles, porque se da un ejercicio que en su origen es de seducción, el hombre mueve a la
mujer, pero la mujer va cautivando al hombre con sus movimientos.

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El rol indica un papel claro de lo que es la caballerosidad, cuando sacaron a Nira fueron y
le preguntaron muy atentamente y, aunque ella siempre decía que sí, vi mujeres que si
dicen que no, y no se rompen los roles.

Estos roles que me llamaron tanto la atención son parte de las estructuras de significación
de esta cultura de baile, donde se ven estructuras claras para que toda la práctica funcione
como debe funcionar, y donde cada quien tiene un lugar, el baile en grupo no tiene un
lugar, ni el entrar en la vida de las personas por bailar con alguien más.

Me acerqué a una señora a preguntarle que porque bailaba y me dijo: “porque me siento
viva”, es interesante que aún en roles tan encasillados, como el hombre dirige, van
encontrando sentidos, y que es necesario mantenerlos para experimentar todo lo que es el
baile.

Me llamó la atención lo que compartió en la clase pasada Juan Manuel, que le dijo una de
las consagradas que ella no salía a bailar si no la llevaban de regreso a su lugar. Esto me
muestra lo que vi, que es importante como en toda práctica respetar los roles, el rol del
hombre y de la mujer, respetar la música, y el lugar.

El cuerpo

Ya comenté que me cansé al primer baile que salí con Nira, pero me resulta sorprendente
que hay gente que no se cansa, que sigue bailando como si fuera la primera canción, aun
cuando físicamente se vean gordos. Esto lo explicaba Susy, la maestra de baile del ITESO,
“que el baile va más allá de la condición física”, ella decía que ahí se conectaba toda la
persona.

Esto de que no importa la complexión física muestra que el baile es un modo de vivirse que
no discrimina pero que pide dedicación y adentrarse en los papeles que juegan en la
relación de baile, mostrando el papel masculino y femenino con su cuerpo y sus
movimientos que expresan algo profundo de cada uno, y cada quien puede bailar mientras
se respete la cadencia de lo que se toca.

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En el tema del cuerpo también me llama de sobre manera la vestimenta, todas las mujeres
iban de algún modo llamando la atención desde el atuendo, con vestidos escotados, que a
mi modo de ver, también forma parte de la seducción, el mostrar el cuerpo y el lucir
quienes son. Es interesante que en el baile se pierden los parámetros de belleza
tradicionales, ya que la belleza se ve en el baile. En un principio si tendía a fijarme en las
mujeres más bellas desde los parámetros normales, pero luego la atención se iba con la que
bailaba bien y se lucía.

El cuerpo en el baile es la parte integrante de la persona y es lo que muestra quienes somos

y como estamos. El cuerpo a fin de cuentas es el que expresa lo que tenemos y nuestro
modo de estar. En la cultura del baile el cuerpo es apreciado, no condenado o renegado a un
segundo plano.

La pista

Por último, me llamó la atención, que todo gira en torno a la pista y no a la bebida. Los que
no bailamos mucho tenemos la vista puesta en la pista que está en el centro, y de tal modo
iluminada que invita a estar viendo a los que si bailan, que no se inmutan porque alguien
los observe, el baile es para disfrutarse y para verse.

Vuelvo a parafrasear a Juan Manuel en su diálogo con la hermana de una de las expertas,
puedes venir simplemente a ver y a disfrutar del baile de los demás.

La pista que está muy iluminada y con espejos en el techo para reflejar las luces, es el
centro, no la bebida como en el antro o en otros clubes, la pista es como el santuario donde
se lleva a cabo el baile por eso debe ser central.

Conclusiones

El baile es un modo de cultura que se expresa distinto dependiendo de los niveles sociales
en los que te encuentres, puede ser como en el salón Corona, de un modo más de “querer

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ser”, de no entrar en círculos bajos, o en lugares donde la tradición es bailar y disfrutar del
baile.

El salón Veracruz muestra como el baile es una expresión corporal que tiene unas reglas
que permite que se lleve a cabo como una especie de ritual, como un acto de desfogue y de
entrar en contacto con el propio cuerpo y con la otra persona. Es evidente que los fines no
son del todo sexuales y de seducción, pero el baile conserva el sabor de mostrar quienes
somos sin importar quien observe.

El baile es un modo de vida para los que se experimentan como asistentes asiduos, es una
cultura con una serie de tradiciones que lo enmarcan como el acto de contacto y de mostrar
nuestro ser sin importar el exterior, podemos encontrar el mejor bailarín un gordito o una
belleza de mujer.

Bibliografía

Geertz, C. (1987). La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa.

Kuper, A. (2001). Cultura: La versión de los antropólogos. Barcelona: Paidós.