Está en la página 1de 4

Reflexiones sobre el significado

Desde que tomamos conciencia de nuestra existencia en este mundo y somos capaces de
entender la lengua de nuestra sociedad por medio de las enseñanzas de nuestros padres y
gente alrededor, nos vamos desenvolviendo en un mundo de significados que a cada
minuto interfieren en nuestro contexto, nuestros estados de ánimo, el tipo de relaciones, etc.
¿Qué es entonces el significado?

Significado, es esta la palabra que conlleva y engloba como ya dije atrás, un mundo
de “significados” y sí, podrá ser una necedad emplear esta redundancia pero es una verdad
que per se no se puede negar. El significado es uno de los problemas más presentes y más
ausentes a la vez, y aunque la semántica (ciencia que estudia los significados) ha buscado
estudiarla para así comprenderla, se ha topado con obstáculos que hasta la fecha no logran
satisfacer del todo a los lingüistas, ya que cada uno tiene una forma de ver distinta de la
problemática.

Antes de empezar con la búsqueda del significado, revisaré la historia de la


semántica para así, dar un primer acercamiento a la problemática ya que muchos problemas
se generan a partir de ésta y como ya se sabe, ha sido poco estudiada y en segundo lugar
que los lingüistas generativos y no generativos han tenido fuertes discusiones al respecto
pues los primeros buscan una teoría del lenguaje más inclusiva y los segundos como una
disciplina a parte de los demás niveles de análisis, en otras palabras, hay un desacuerdo que
ha causado divisiones en cuanto a su estudio.

Se sabe que no existía como tal la semántica hasta mediados del del s.XIX con
Reising y sus principios de semasiología pero quien delimitó la tarea de la semántica fue
Bréal en 1897 en su Essai de sémantique, science des signification, aquí ya se empieza a
crear un interés por una búsqueda de leyes, luego le sigue Meillet con clasificaciones
históricas y lingüísticas y, Stern con una clasificación más estudiada entre cambios externos
y lingüísticos.

Posteriormente Ullman hace un primer manual de lingüística en Semantics: An


introduction to the science of meaning, y Wartburg con un diccionario histórico elaborado a
partir de la lingüística y la filología, además de querer construir un sitema general de
conceptos, es decir unos universales aplicables a todas las lenguas o por lo menos a la
mayoría.

Sperber y Werner trabajaron desde la psicología en la semántica sin ser propiamente


lingüistas, con el afán de plantear problemas de significado y teorías de motivación
absoluta. Pero es realmente Saussure quien da la primera definición de la semántica
diciendo que es “[…]la ciencia de los significados (de las palabras) de la lengua”. (Berruto:
39).

Hjelmslev siendo estructuralista en el VIII congreso internacional de lingüistas


retomó un asunto que se había dejado de lado por parte de los estructuralistas
(especialmente los americanos) quienes no querían conceptos mentalistas de tipo
metafísico, es aquí en donde da busca someter al plano del significado un análisis
estructural.

En fin que hablar de nombres es hablar de unos pocos y con ideas dudosas al
respecto, hasta aquí he visto que como tal que psicólogos, filósofos y e inclusive lingüistas
ha querido delimitar a ésta ciencia para así poder llegar a conclusiones que se reinterpretan
y que en vez de aclarar confunden. Es el caso de la definición, pues aunque ya se vió líneas
atrás su definición por parte de Saussure, aquí puedo afirmar que eso fue todo lo que hizo,
dar una definición sin meterse en esos terrenos escabrosos en dónde no se sabe bien qué se
puede encontrar.

Pero entonces el significado está presente en esa unidad de Saussure que no puede
ser significante pero que está unida a ésta, más tarde éste será llamado concepto y al
significado imagen acústica, para así llegar a esto: el significado es ese concepto mental
que está asociado con nuestro modo de entender lo que vemos. Al decir perro, estos
fonemas que se juntan crean una palabra que el hablante en español asociará dependiendo
su experiencia con éste tipo de animal un concepto mental de éste, cumplirá una cierta
norma para ser perro y se formará una idea mental sobre éste, pero ese concepto puede ser
variable en el contexto en que se desarrolle, porque perro además de ser un animal, puede
ser asociado con un hombre callejero o mujeriego (en forma metafórica) y en este sentido
esos fonemas que son los mismo que los del perro anterior, puede ser visto de otro modo y
para el hablante tienen otra significación, así se puede hablar de una polisemia presente en
una palabra, es ahí donde está el significado, en el concepto que el hablante forma en su
mente con escuchar o leer los fonemas que le permiten crear un significado dependiendo
del contexto en que se encuentren.

Si hasta aquí entonces no tenemos dudas de lo que es el significado, entonces ¿en


dónde está el problema? Pues en el hecho de que nos encontramos con criterios
conceptuales y contextuales, referenciales o no referenciales, mentalistas y conductistas,
sistemáticos o individualistas en donde el significado es un concepto y una imagen acústica,
que pasan de querer que el significado sea un concepto que va de la mano con una imagen
acústica (significante), que sea una función en la lengua, que está determinado por el valor,
etcétera, etcétera. En fin que hasta cuadros se han hecho tratando de comprenderlo y si no
ahí está el de Ogden y Richards con su “triángulo semiótico” en donde el significado se
descompone en algo inasible lo cual no queda muy claro y que después es retomado por
Heger y Baldinger quienes lo reelaboran y al pensamiento, símbolo y referente lo ven ahora
como un significado, un concepto, una sustancia en la expresión y la realidad que están
ligados con monemas y sememas.

Para Ullman el significado es una relación entre nombre y sentido, para Malinowsky
su concepción deriva de los usos activos del discurso, hay contextos, en fin, toda una
discusión al respecto. Skinner también quiso entrar a la discusión pero Chomsky lo
desalentó diciéndole que nada tenía que hacer en un área que no le correspondía (pues su
deber estaba en la psicología) pero lo cierto es que ni éste supo darle la importancia a ese
significado.

En fin, hablar del significado no se puede abordar en pocas páginas, pero sí se puede
hablar de él, porque siempre ha estado ahí, y, aunque lo que se ha hablado de este haya sido
poco esclarecedor, es deber del lingüista no sumirse en un egocentrismo totalizador, sino
apoyarse de otras áreas, buscar en la psicología y la filosofía una ayuda y no buscar
simplemente ignorarlas por no considerarlas pertinentes.

Debe estar dispuestos a llegar al fondo del asunto, no dando peleas sino discusiones
críticas y provechosas, falta valor para sacar adelante una palabra de la que nos rodeamos
todo el tiempo, porque clasificaciones pueden ser infinitas pero de qué sirven tantas si en
vez de ayudarnos a conocer más sobre el asunto, nos desvían, nos llenan de incertidumbre y
nos hacen llegar al extremo de rechazarla sin darle oportunidad de estudiarla o de hacerlo
pero de manera somera.

Referencias:

Benveniste, Émile (1971 [1966]). “Los niveles del análisis lingüístico,” en


Problemas de lingüística general 1, México: Siglo XXI, pp. 118-130.

Berruto, Gaetano (1989). "Referencias sobre historia de la semántica", en La


semántica. México: Nueva Imagen, pp. 29-46.

Berruto, Gaetano (1989). "Semántica de la palabra?", en La semántica. México:


Nueva Imagen, pp. 46-78

Berruto, Gaetano (1989). “¿Qué es el significado?” en La semántica. México:


Nueva Imagen, pp. 121-168

También podría gustarte