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SENTENCIA DEL 28 DE ENERO DE 2009, NÚM.

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Sentencia impugnada: Tribunal Superior de Tierras del Departamento Central, del


30 de junio de 2008.
Materia: Tierras.
Recurrente: Daisy Altagracia Molina Decamps.
Abogado: Dr. Manuel de Jesús Ovalle Silverio.
Recurrida: Marie Hoszty Bakom.
Abogado: Lic. Eusebio Arismendy Arismendy.
CAMARA DE TIERRAS, LABORAL, CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO Y
CONTENCIOSO-TRIBUTARIO.

Casa

Audiencia pública del 28 de enero de 2009.


Preside: Juan Luperón Vásquez.
Dios, Patria y Libertad

En Nombre de la República, la Cámara de Tierras, Laboral, Contencioso-


Administrativo y Contencioso-Tributario de la Suprema Corte de Justicia, dicta en
audiencia pública la siguiente sentencia:

Sobre el recurso de casación interpuesto por Daisy Altagracia Molina Decamps,


dominicana, mayor de edad, con Cédula de Identidad y Electoral núm. 001-
0074739-3, domiciliada y residente en la calle Domingo Molina núm. 2, del sector
Arroyo Hondo, de esta ciudad, contra la sentencia dictada por el Tribunal Superior
de Tierras del Departamento Central el 30 de junio de 2008, cuyo dispositivo se
copia más adelante;

Oído al alguacil de turno en la lectura del rol;

Oído en la lectura de sus conclusiones al Lic. Carmito Rodríguez, por sí y por el Dr.
Manuel de Jesús Ovalle Silverio, abogado de la recurrente Daisy Altagracia Molina
Decamps

Oído en la lectura de sus conclusiones al Lic. Eusebio Arismendy Arismendy,


abogado de la recurrida Marie Hoszty Bakom;

Oído el dictamen del Magistrado Procurador General de la República;

Visto el memorial de casación depositado en la Secretaría de la Suprema Corte de


Justicia el 28 de agosto de 2008, suscrito por el Dr. Manuel de Jesús Ovalle Silverio,
con Cédula de Identidad y Electoral núm. 001-1006772-5, abogado de la
recurrente, mediante el cual propone los medios que se indican más adelante;

Visto el memorial de defensa depositado en la Secretaría de la Suprema Corte de


Justicia el 30 de septiembre de 2008, suscrito por el Lic. Eusebio Arismendy
Arismendy, con Cédula de Identidad y Electoral núm. 001-0731476-7, abogado del
recurrido;

Visto la Ley núm. 25 de 1991, modificada por la Ley núm. 156 de 1997, y los
artículos 1, 20 y 65 de la Ley sobre Procedimiento de Casación;

La CORTE, en audiencia pública del 26 de noviembre de 2008, estando presentes


los Jueces: Juan Luperón Vásquez, Presidente; Julio Aníbal Suárez, Enilda Reyes
Pérez, Darío O. Fernández Espinal y Pedro Romero Confesor, asistidos de la
Secretaria General y después de haber deliberado los jueces signatarios de este
fallo;

Considerando , que en la sentencia impugnada y en los documentos a que ella se


refiere, consta lo siguiente: a) que con motivo de una litis sobre derechos
registrados en relación con la Parcela núm. 5-A-56-Ref.-C-2 del Distrito Catastral
núm. 4 del Distrito Nacional, el Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original,
debidamente apoderado, dictó el 25 de enero de 2008, su Decisión núm. 256, cuyo
dispositivo es el siguiente: “Primero: Se acoge como al efecto acogemos, las
conclusiones sometidas mediante escrito depositado en fecha 20 de diciembre del
año 2007, suscrito por el Dr. M. Cirilo Quiñónez Taveras, actuando a nombre y
representación de la señora Marie Huszty Bakon, por reposar en base legal;
Segundo: Se determina, como por el efecto determinamos, que la única persona
con calidad legal para recoger los bienes relictos por el finado Charles Hoszty
Bakon, es la señora Marie Hoszty Bakon; Tercero: Se ordena a la Registradora de
Títulos del Distrito Nacional, lo siguiente: a) Cancelar el Certificado de Título núm.
2000-8831, expedido a favor de la señora Daisy Altagracia Molina Decamps, que
ampara el derecho de propiedad de la Parcela núm. 5-A-56-Ref.-C-2, Porción A, del
Distrito Catastral núm. 4 del Distrito Nacional, consistente en una casa de dos
plantas, de bloques, techo de concreto, parcela que tiene una extensión superficial
de 318 áreas, 26 centiareas, y su consecuente registro Certificado de Título núm.
2005-1476, a favor del señor Jacinto Bautista Vanderhorts Requena; b) Expedir el
Certificado de Títulos que corresponda a favor de la señora Marie Hoszty Bakon,
natural de la República de Hungría, nacionalizada dominicana, mayor de edad,
provista de la Cédula de Identidad núm. 001-0062781-9, domiciliada y residente en
esta ciudad de Santo Domingo, Distrito Nacional; Quinto: Comuníquese esta
sentencia a las partes envueltas en la presente litis, a la Registradora de Títulos del
Distrito Nacional y al Abogado del Estado”; b) que sobre el recurso de apelación
interpuesto contra la misma, el Tribunal Superior de Tierras del Departamento
Central dictó el día 30 de junio de 2008, la sentencia objeto de este recurso, cuyo
dispositivo es el siguiente: “Primero: Se declara, inadmisible por tardío el recurso
de apelación interpuesto por los Dres. Emilio Laureano Solorin y Manuel Ovalles
Silverio, en fecha 11 de abril del año 2008, a nombre y representación de la señora
Daisy Altagracia Molina Decamps, contra la Decisión No. 256, dictada por el
Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original, Sala 6 del Distrito Nacional, en relación
a la Parcela Núm. 5-A-56-Ref.-C-2 del Distrito Catastral Núm. 4 del Distrito
Nacional; y en consecuencia, se ordena su exclusión como recurrente; Segundo: Se
declara, regular y válido en la forma, el recurso de apelación interpuesto en fecha
14 de febrero del año 2008, por el Dr. Catalino Martínez, a nombre y en
representación del señor Jacinto Bautista Vanderhorts, contra la Decisión No. 256,
dictada por el Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original, en relación con la Parcela
núm. 5-A-56-Ref.-C-2 del Distrito Catastral núm. 4 del Distrito Nacional; Tercero:
Se acogen las conclusiones incidentales presentadas en la audiencia de fecha 6 de
junio del año 2008, por el Dr. Daniel Moquete Ramírez, en representación del Dr.
Francisco Catalino Martínez, quien a su vez representa al señor Jacinto Bautista
Vanderhorst Requena y en consecuencia; Cuarto: Se sobresee el conocimiento del
fondo del presente recurso de apelación, hasta tanto la acción penal que cursa por
ante la Primera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación decida el recurso
de apelación contra la sentencia penal No. 616-2007, de fecha 17 de diciembre del
año 2007, dictada por el Tribunal Colegiado del Juzgado de Primera Instancia del
Distrito Nacional, contra los imputados Daysi Altagracia Molina Decamps y Juan
José Regalado e intervenga sentencia definitiva con autoridad de cosa juzgada;
Quinto: Difiere la lectura integra de la presente decisión para el día 3 de julio del
año 2008, a las 9:00 A.M., para la cual fueron debidamente citadas las partes,
mediante sentencia in voce, dictada en audiencia de este Tribunal, el día 6 de mayo
del año 2008”;

Considerando, que la recurrente propone contra la sentencia impugnada los


siguientes medios de casación: Primer Medio: Violación al derecho de defensa;
Segundo Medio: Violación del artículo 141 del Código de Procedimiento Civil;

Considerando , que en el desarrollo de ambos medios propuestos los cuales por su


estrecha relación se reúnen para su examen y solución, la recurrente alega, en
síntesis: a) Que el Tribunal a-quo motivó su decisión en que ella, la recurrente, fue
notificada por correo certificado y la sentencia fue publicada en la puerta del
tribunal, con lo que violó el principio constitucional de que la ley no tiene efecto
retroactivo; que la Ley núm. 108-05 puesta en vigencia desde el año 2005 es una
ley de procedimiento, de aplicación inmediata, y la misma establece que todas las
decisiones deben notificarse por acto de alguacil; que la sentencia impugnada
carece de motivos y viola el artículo 141 del Código de Procedimiento Civil al no
contener las menciones y fundamentos exigidos por dicho texto legal; pero,

Considerando, que el artículo 131 de la Ley núm. 108-05 de fecha 23 de marzo del
2005 dispone expresamente lo siguiente: “La presente ley entrará en vigencia plena
en un plazo no mayor de dos (2) años a partir de su promulgación y publicación.
Dentro de este período la Suprema Corte de Justicia podrá disponer la entrada en
vigencia parcial y progresiva de la misma”;

Considerando , que la referida ley entró en vigencia el día 4 de abril del 2007, tal
como se comprueba por la resolución dictada al efecto por la Suprema Corte de
Justicia;

Considerando, que la Ley núm. 108-05 que regula el registro de todos los derechos
inmobiliarios correspondientes al territorio de la República Dominicana, tiene un
carácter meramente procesal, al establecer la forma a seguir para el
establecimiento y registro de esos derechos; que las leyes son retroactivas, en el
sentido de que se aplican a los procesos en trámite, esto es, que se aplican a los
litigios que en el momento de su entrada en vigencia, no hayan sido solucionados,
aplicación que es para el futuro, es decir, para los actos que se efectúan después de
la entrada en vigencia de la ley nueva, puesto que los actos cumplidos bajo el
régimen de la ley anterior subsisten válidos y producen todos sus efectos jurídicos;
que en este orden de ideas para precisar la ley aplicable a un determinado acto es
necesario colocarse en la fecha en que el mismo fue realizado;

Considerando, que según consta en la sentencia impugnada, mediante instancia


incoada en fecha 25 de abril del año 2001, suscrita por el Dr. Ramón Aníbal Gómez
Navarro, a nombre y en representación de la señora Marie Huszty Bakon, se solicitó
determinación de herederos del finado Charles Huszty Bakon, nulidad de
transferencia y de certificado de título, en relación a la Parcela núm. 5-A-56-Ref.-C-
2 del Distrito Catastral núm. 4 del Distrito Nacional, expedido a favor de la señora
Daisy Altagracia Molina Decamps; que, por auto dictado por la Presidenta del
Tribunal Superior de Tierras, en fecha 7 de junio del año 2001, se designó al
Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original, el cual, después de hacer la
correspondiente instrucción dictó la Decisión núm. 40, de fecha 3 de julio del año
2002, “Declarando inadmisible la litis por falta de calidad de la demandante”; que
con motivo de la apelación interpuesta por la señora Marie Huszty Bakon, en fecha
30 de julio del año 2002, el Tribunal Superior de Tierras dictó la Decisión núm. 35,
de fecha 23 de enero del año 2003, mediante la cual dispuso sobreseer el
conocimiento y fallo del recurso de apelación contra la Decisión núm. 40, de fecha 3
de julio del año 2002, dictada por el Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original, en
relación con la litis de la Parcela Núm. 5-A-56-Ref.-C-2 del Distrito Catastral núm. 4
del Distrito Nacional, hasta tanto, la Suprema Corte de Justicia decida sobre el
recurso de casación, en relación con una providencia calificativa dada por el
Juzgado de Instrucción de la Quinta Circunscripción, la que fue ratificada por la
Cámara de Calificación de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, incoada por
los señores, Daisy Altagracia Molina Decamps y el Lic. Juan José Regalado Zapata”;
d) que mediante sentencia de fecha 12 de febrero del año 2003, la Suprema Corte
de Justicia, declaró inadmisible el recurso de casación interpuesto en fecha 14 de
junio del año 2002, por los Sres. Daisy Altagracia Molina Decamps y Juan José
Reglado Zapata, razón por la cual el Tribunal Superior de Tierras continuó la
instrucción del recurso de apelación del cual estaba apoderado y sobreseído por las
razones anteriormente indicadas; y finalmente dictó su Decisión núm. 35, de fecha
28 de abril del año 2005, mediante la cual revocó la Decisión núm. 40, dictada por
el Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original, en fecha 3 de julio del año 2002, y
designó a la Sala Sexta del Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original, del Distrito
Nacional, presidida por la Magistrado Dra. Sonia Perdomo, para conocer
nuevamente del caso; e) que, hecha la instrucción correspondiente, el Tribunal
apoderado dictó la Decisión núm. 256, de fecha 25 de enero del año 2008, cuyo
dispositivo se ha copiado precedentemente”;

Considerando , que si es cierto que el acto de fijación del dispositivo de la sentencia


de primer grado fue realizado el día 29 de enero de 2008, en cumplimiento con lo
que al respecto establece la parte final del Art. 119 de la Ley de Registro de Tierras,
también lo es que desde el 4 de abril del 2007, ya estaba en vigencia la nueva Ley
108-05, y el artículo 81 de la misma dispone que: “El plazo para interponer el
recurso de apelación es de treinta (30) días, contados a partir de la fecha de la
notificación de la sentencia por acto de alguacil”;

Considerando , que de acuerdo con el ordinal quinto de la Resolución núm. 43-2007


del 1º de febrero de 2007 sobre medidas anticipadas en la Jurisdicción Inmobiliaria,
dictada por la Suprema Corte de Justicia: “los recursos incoados contra una
sentencia dictada por cualquier Tribunal de la Jurisdicción Inmobiliaria, con
posterioridad a la puesta en vigencia de la Ley núm. 108-05 de Registro
Inmobiliario, se interpondrán, instruirán y fallarán conforme a las disposiciones de
la referida ley y a las normas complementarias establecidas en sus reglamentos”;

Considerando, que dice el Tribunal a-quo en la sentencia impugnada lo siguiente:


“Que, en cuanto al recurso interpuesto por el Lic. Emilio Antonio Laureano Solorin y
el Dr. Manuel de Jesús Ovalle Silverio, a nombre y en representación de la señora
Daisy Altagracia Molina Decamps, en fecha 11 de abril del año 2008, notificado por
Acto núm. 223-2008, de fecha 15 de abril del año 2008, del Ministerial Ascencio
Valdez Mateo, Alguacil Ordinario de la Cámara Penal del Juzgado de Primera
Instancia del Distrito Nacional, por aplicación de las disposiciones legales
anteriormente citadas y aplicables, es inadmisible, en razón de haber sido
interpuesto después de haber vencido ventajosamente el plazo de un mes para
apelar la sentencia dictada en fecha 25 de enero del año 2008, remitida por correo
certificado a las partes el 28 de enero del año 2008 y fijada en la puerta principal
del edificio que ocupa el Tribunal que la dictó, el día 29 del mes y año indicados;
que, en consecuencia, procede la exclusión de la recurrente y declarar su recurso
inadmisible, por haberse interpuesto de manera tardía”;

Considerando , que en la especie, la decisión núm. 256 fue dictada por el Tribunal
de Tierras de Jurisdicción Original en fecha 25 de enero de 2008, que es pues la
fecha de la sentencia que hay que considerar para determinar si la misma fue
notificada por acto de Alguacil a la actual recurrente, puesto que a partir de la fecha
de la notificación en esta forma es que comienza el plazo de 30 días para la
recurrente interponer su correspondiente recurso de apelación; que, como en la
especie, no existe constancia alguna de que a la recurrente le haya sido notificada
por acto de Alguacil la decisión de Jurisdicción Original ya mencionada, resulta
evidente que al declarar el Tribunal a-quo inadmisible por tardío su recurso de
apelación, ha violado el artículo 81 de la Ley núm. 108-05 ya mencionado y el
ordinal 5to. de la Resolución núm. 43-2007 del 1º de febrero de 2007, dictada por
la Suprema Corte de Justicia, por lo que los medios del recurso que se examina
deben ser acogidas, y en consecuencia procede casar la decisión recurrida.

Por tales motivos, Primero: Casa la sentencia dictada por el Tribunal Superior de
Tierras del Departamento Central el 30 de junio de 2008, cuyo dispositivo se ha
copiado en parte anterior del presente fallo, y envía el asunto por ante el Tribunal
Superior de Tierras del Departamento Norte; Segundo: Compensa las costas.

Así ha sido hecho y juzgado por la Cámara de Tierras, Laboral, Contencioso-


Administrativo y Contencioso-Tributario de la Suprema Corte de Justicia, y la
sentencia pronunciada por la misma, en la ciudad de Santo Domingo de Guzmán,
Distrito Nacional, capital de la República, en su audiencia pública del 28 de enero de
2009, años 165° de la Independencia y 146° de la Restauración.

Firmado: Juan Luperón Vásquez, Julio Aníbal Suárez, Enilda Reyes Pérez, Darío O.
Fernández Espinal y Pedro Romero Confesor. Grimilda Acosta, Secretaria General.

La presente sentencia ha sido dada y firmada por los señores Jueces que figuran al
pie, en la audiencia pública del día, mes y año en ella expresados, y fue firmada,
leída y publicada por mí, Secretaria General, que certifico.

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