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POR EDU CASADO 31 DE MARZO DE 2014 
 
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Enrique VIII, en un retrato de Hans Holbein el Joven (1537) ( WIKIPEDIA). Pues de nuevo damos un giro a la sección que empezó siendo de camisetas y que cada vez más frecuentemente se centra en otros elementos del atuendo deportivo. En un principio, pensaba hacer el artículo de hoy de una manera mucho menos amplia, fijándome en algún modelo concreto, pero creo que es más interesante si lo enfoco desde un punto de vista más global. Y es que hoy voy a hablaros de
las botas de fútbol y su historia
. Supongo que os preguntaréis qué pinta Enrique VIII, rey de Inglaterra, tanto en el titular como en la foto principal del artículo. Pues tiene su explicación. Y es que hace unos diez años, la doctora Maria Hayward, del Centro de Conservación Textil de la Escuela de Arte de Winchester, Inglaterra, descubrió en una investigación la lista que conformaba el
Gran Guardarropa del rey Tudor 
, fechado en 1526. Entre cientos de artículos, se encontraban unas ¡botas de fútbol! Se sabe que
eran de cuero y que las confeccionó un artesano llamado Cornelius Johnson en 1525
. Al rey le costaron cuatro chelines, algo más de 100 libras esterlinas actuales. No se tiene constancia de cómo eran. Se sabe que cubrían el tobillo y que eran muy pesadas, pero poco más. La doctora Hayward cree que pese a ser un deporte
muy violento e incluso mal visto
 por las clases sociales altas, el rey practicaba el fútbol (una versión arcaica, desde luego) con jóvenes de su corte. Réplica de unas botas de los años 20, en el Museo del Schalke 04 (WIKIPEDIA) Esta es la primera referencia conocida a unas botas de fútbol. Después, hay que dar un salto de más de tres siglos y plantarse en el XIX,
también en Inglaterra
. Estamos en los albores del fútbol actual. El deporte empieza a ser muy popular entre el gran
público y se empuje va aparejado con el ‘boom’
 de la industria. Por eso, los primeros partidos de fútbol
se jugaban con botas de trabajo
. Las botas cubrían los tobillos y los trabajadores les añadían pequeños clavos en las suelas para mejorar el agarre. En algunos casos, esas botas tenían refuerzo de acero en la punta (como lo siguen llevando las botas de trabajo), así que
imaginad una tarascada con ellas…
 
 
 A finales del XIX, cuando el fútbol se institucionaliza, nacen las primeras botas específicas de fútbol. Siguen cubriendo los tobillos y están hechas de recio cuero. Llevan tacos, que se redondean, y su peso ronda los 500 gramos cada una. Si se mojaban, el peso podía doblarse, por lo que
el jugador llevaba un kilo ‘amarrado’ a cada pie
. Botas de Ricardo Zamora, de los años 30 (WIKIPEDIA). La primera marca, o una de las primeras, que se dedicó a las botas de fútbol fue la inglesa Gola, que aún existe (y que ahora destaca como fabricante de zapatillas sport), fundada en Leicester en 1905. Otras marcas se le fueron uniendo, como Valsport o como la danesa Hummel, ambas en los años 20. Fue precisamente en esta década cuando en la ciudad bávara de Herzogenarauch, los hermanos
Rudolf y Adolf Dassler 
 fundan la Gebruder Dassler Schuhfabrik (Fábrica de Zapatos Dassler). En 1925 lanzan sus botas de fútbol, que cuentan con seis tacos intercambiables. Tras la Segunda Guerra Mundial, llega la primera gran revolución. Procede de Sudamérica, donde empiezan a fabricarse unas botas más ligeras, no tan centradas en proteger como en perfeccionar el juego. En 1948, además, se produce la separación de los hermanos Dassler, que andaban a la gresca. Rudolf (Rudi) funda Puma y Adolf (Adi) Adidas. Este hecho es fundamental para la historia de las botas de fútbol. Ambos crean los tacos de plástico o goma e introducen
materiales sintéticos
 junto al cuero para hacerlas más ligeras.  Adidas toma la delantera cuando consigue proveer de botas a la selección alemana que iba a disputar el Mundial de Suiza de 1954. Estas botas son más ligeras y flexibles, ya no cubren el tobillo y llevan
las características tres bandas de la marca
.

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