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Vivimos inmersos en una rutina muy fuerte, incluso los fines de semana
tendemos a realizar las mismas actividades. Por ello esperamos con muchas
ganas los paréntesis en el trabajo o los estudios, que tienen una mayor o
menor duración, pero que exceden de algún modo “lo que siempre hacemos”.
La rutina es como la polilla, carcome por dentro e invade todos los campos de
nuestra vida, también la vida matrimonial. Sabemos que el hombre es un
animal de costumbres, pero cuidado con que la costumbre termine matando al
hombre.
El peligro de la rutina
Consejos prácticos
La primera razón de existir de los esposos es su mutuo amor, del cual nacen
los hijos. Pero si éste se enfría o se acaba, todo lo demás es
formal. Brindamos algunos pequeños consejos para evitar esta situación
dolorosa:
- "La vida es para vivirla y nada más" - responde la Mantis, estirando las
piernas y abriendo las alas como despertándose de su sopor. Después
comenzó a recitar la letra de un salmo "mantístico":
La rutina son hábitos adquiridos de hacer las cosas sin necesidad dereflexión!
La rutina en el matrimonio es una actitud lamentablemente muy común en muchos
matrimonios hoy en día. Es una especie de adormecimiento de la relación conyugal.
La ajetreada vida moderna, el estrés, los compromisos sociales, tantas noticias y tantas
cosas que estimulan tu pensamiento, hace que muchas personas caigan en una rutina de
vida.
Muchas personas simplemente existen; trabajan, estudian, corren, compran, viajan, pero
su vida es una vacía rutina.
La rutina es una manera tediosa y vacía de vivir y tiene mucho que ver con el egoísmo.
Cada quien se concentra en sus propias actividades y descuida la actividad más
importante de la vida: relacionarse bien con su familia. No toman en cuenta la opinión o el
interés del otro en algún tema específico.
La rutina hace que te olvides de los detalles que mantienen viva una relación. Por ejemplo
nos olvidamos de prepararle un desayuno especial a nuestro cónyuge de vez en cuando.
Nos olvidamos de decirle a nuestro cónyuge cuanto le amamos y cuán importante es para
nosotros. Los hombres nos olvidamos de traerle unas flores a la esposa, o alguna muestra
de afecto. Las mujeres se olvidan de acariciar a su esposo.
Una de las áreas mas afectadas por la rutina es el área sexual. Cuando la rutina afecta
esta área, se lesionan las emociones del matrimonio y la pareja tiende a separarse
emocionalmente.
1 Corintios 7:5: No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo
consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración. Luego volved a juntaros en
uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Para vencer la rutina, deben tomarse decisiones radicales que los saquen de ese aburrido
medio de vida. Una de nuestras primeras sugerencias es que tomen la decisión de sacar
un día a la semana para la pareja. Hagan que para esa noche les cuiden los niños y la
pareja haga una cita a cenar, a caminar por un parque, a compartir unas horas en la noche
solamente para ellos dos. Debe ser planificada con detalles y sorpresas bonitas. Es una
noche con fines románticos.
Los hombres vuelvan a ser románticos con su esposa, tenga detalles con ella,
exactamente como cuando la conquistó. Las mujeres pónganse lindas, arréglense para su
esposo, prepárenle esa comida que a él le gusta. Ambos, procuren acciones de amor a
favor del otro, para incentivar la llama del amor y vencer la rutina.
Si tu matrimonio sufre de rutina, habla con tu cónyuge hoy mismo y decidan tomar
decisiones de cambio para volver a poner la relación en un plano de gozo y alegría.
SALIR DE LA RUTINA.
La verdad es que todos aquellos que estamos en la barca del Matrimonio no me dejaran mentir,
que hay algún momento dentro de la relación que todo se convierte en una rutina que se repite
semana a semana.
Levantarse, cambiarse, desayunar y salir a trabajar, es una rutina que no podemos cambiar,
trabajar durante el día, llegar a casa cuando el sol se esta ocultando, cenar y luego descansar
para terminar el día durmiendo, se puede convertir en una rutina que al no darnos cuenta puede
ser dañino para nuestro Matrimonio.
Es necesario comprender que necesitamos salir de esas rutinas, de esas rutinas que quieren
llevar nuestro matrimonio a algo monótono que a su tiempo aburre, estresa y sobre todo hace
perder el encanto que un día hubo.
¿No te ha pasado que has visto parejas que de novios eran un amor el uno para el otro y que
ahora después de unos meses o años de casado, no se soportan el uno al otro?, si se da, es duro
decirlo, pero a veces hasta es normal, el esposo por eso quiere pasar el mayor tiempo
posible fuera de la casa para no tener que pelear cada vez que llega, o la esposa trata por todos
los medios de hacer cualquier cosa para no estar atendiendo a su esposo para no pelear con el.
Es extraño que esto se de en un matrimonio cristiano, pero ¡Ojo! Los matrimonios cristianos
tienen la misma probabilidad de caer en esto que cualquier otro matrimonio, el hecho de que
seamos cristianos no quiere decir que vamos a estar exentos de esto, es por esa razón que
personalmente recomiendo algunas cosas para no caer en esa rutina aburrida y que roba
bendición:
1. Llámale a tu cónyuge en algún espacio en el día: Quizá tengas un día muy atareado
como muchos los tenemos, pero te aseguro que si en el transcurso del día le llamas a tu cónyuge
y le dices lo mucho que la amas, eso hará que la rutina cambie. A veces los pequeños detalles son
los mas importantes, tu puedes tener todo el dinero del mundo y querer ganar su amor y respeto
a base de bienes y cosas materiales, pero no hay como los pequeños detalles que además de no
tener grandes costos crean un respeto, una admiración y sobre todo hacen crecer ese amor que
los unió desde un principio. Por esa razón te invito a que apartes un tiempo del día para hacer
una corta llamada, algo como: “Hola amor, solo te llamaba para decirte lo mucho que te amo y lo
importante que sos en mi vida”. Te aseguro que esas cortas palabras harán que el corazón de tu
amada o tu amado se escape a salir, seguramente tendrás una cena deliciosa.
2. Llévale rosas de vez en cuando: pareciera de película, pero no te imaginas lo importante
que son las rosas para las mujeres. Todavía recuerdo la primera vez que le regale rosas a mi
esposa Yamita, ¡Lloro!, y es que yo era de esos que pensaban: “Las rosas ¿Para que?, es
demasiado cursi”, pero cuando lo hice me di cuenta que ese detalle puede cambiar por completo
tu perspectiva de las rosas. No hay nada mejor que llegar un día de trabajo con un ramo de
lindas rosas y obsequiarlas a tu esposa. ¡Eso es salir de la rutina!
3. Salgan a cenar o a comer fuera de casa: Yo se que muchas veces la economía no da para
mucho, pero hay lugares a los que podemos salir sin necesidad de gastar grandes cantidades de
dinero. Una buena forma de salir de la rutina es salir a comer a fuera, que tu esposa descanse de
hacer comida una noche o un día y salir a comer, pero hacerlo especial, ir a disfrutar y no solo
por compromiso o por hacerlo. Salir a comer tendría que ser algo especial, tener tiempo para
platicar y para pasar momentos juntos que seguramente mucho lo necesitan. ¿Y los niños que
los hago?, busquemos a un familiar o a una persona de confianza que nos ayude con ellos, es
importante que se dediquen tiempo el uno para el otro, una noche o un rato en el día que dejes a
tus hijos con alguien de confianza no hará que tus hijos te olviden o te dejen de querer. Tenemos
que comprender que los hijos cuando crezcan y se casen se irán de casa, pero nuestra esposa y
nosotros los esposos siempre estaremos juntos.
4. Una Carta escrita o un Correo Electrónico: Cuando andábamos de novios le
escribíamos cartas y cosas lindas para conquistarlas, ahora de casados no escribimos ni un “Te
amo” ni siquiera en una servilleta. Una buena manera de salir de la rutina es sentarte en tu
computadora y escribir unas líneas a tu amada o a tu amado, expresarle en pocas palabras lo
impórtate que es en tu vida y lo mucho que lo amas o la amas. Esa Carta tiene que ser escrita con
mucho amor y tiene que ser sincera, escribir lo que tú sientes realmente, sin esconder nada. Te
aseguro que esa carta o correo electrónico hará que tu día sea más placentero, tu esposa te
recibirá como un rey.
Estos son cuatro cosas muy sencillas y que te ayudaran a salir un poco de la rutina del
Matrimonio, recuérdate que cada día que pasa es un nuevo día en donde no debemos de dejar de
conquistar el corazón de nuestro cónyuge, vivamos cada día tomados de la mano de Dios para
que su amor pueda resplandecer en nuestra vida y podamos trasmitirlo a nuestro ser querido.
El matrimonio no es solo un día feliz, como lo fue nuestra boda, sino que el matrimonio es todos
los días que Dios nos ha permitido vivir junto a esa persona, hasta que la muerte nos separe.