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1. Declaración de exportación:
3. Licencias:
Una vez que los requisitos de importación han sido propiamente llenados, la
aduana japonesa emite el permiso de importación, el cual libera la mercancía
para ser entregada a su destinatario; de no tener este permiso, la carga
no deberá ser embarcada ni liberada de aduanas. Los prerrequisitos para un
permiso de importación en el Japón, son el pago de impuestos de consumo,
de importación, entre otros. Además, que los productos no se encuentren dentro
del listado de prohibición de importación.
Debido a la influencia occidental, los japoneses están cada día más anuentes al
precio que en décadas pasadas, sin dejar de tomar en cuenta la alta calidad del
producto o servicio; influyendo de esta manera, la reducción de los márgenes
de ganancia por etapa del canal de distribución.
El establecimiento de una presencia directa en el mercado japonés es
considerada la mejor estrategia para penetrar este mercado,
sin embargo, debido a los altos costos que ésta involucra, no se la
recomendamos a los pequeños y medianos empresarios que empiezan a
incursionar en este mercado. Mientras que la utilización de un agente o
distribuidor, es una estrategia más realista y acorde con
la economía de las empresas panameñas. Dentro del proceso de atracción de un
socio comercial en el Japón, la empresa exportadora debe presentar una imagen
de independencia monetaria, innovación, alta calidad, competitividad, y
compromiso de establecer una relación personal con su socio
japonés. Además, mantener en cuenta al igual que en toda búsqueda de socios
comerciales la necesidad de investigar el mismo a través de una revisión
financiera de la empresa.
Moneda y cambio
Formas de pago
Existen una serie de formas de pago en el Japón, las más utilizadas son las
formas bancarias y el pago adelantado, la carta crédito en conjunto con pago a
la vista, nota promisoria, cuenta abierta y ventas a consignación.
Hay que tener en cuenta que al igual que en las ventas domésticas, el empresario
panameño determina el método de pago mediante el grado de
consentimiento, confianza y capacidad del comprador de acatarse al
pago de la mercancía o servicio.