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9.

2 Atención del Parto

Lugar de Ocurrencia del Parto

Como se sabe, el lugar y tipo de atención del parto son importantes para determinar el
acceso de la población a un servicio que pueda brindar atención de emergencia obstétrica
en caso de alguna complicación. La información sobre el lugar de ocurrencia del parto para
los últimos nacimientos en los cinco años anteriores a la ENDES Continua 2007-2008 se
presenta en el Cuadro 9.5 por características seleccionadas: edad de la madre, orden de
nacimiento y atención prenatal, área de residencia, nivel de educación y quintil de riqueza.

Cuadro 9.5 y Gráfico 9.2

Lugar de ocurrencia del parto

 Ocho de cada diez últimos nacimientos en los cinco años anteriores a la ENDES
Continua 2007-2008 (79,5 por ciento) tuvieron lugar en un servicio de salud
(público o privado). Esta proporción se incrementa algo en comparación con la
ENDES 2004-2006 (71,6 por ciento), y considerablemente en 21,6 puntos
porcentuales respecto a lo observado en la ENDES 2000 (57,9 por ciento). La
ocurrencia del parto en casa bajó de 41,0 a 27,0 por ciento entre la ENDES 2000 y
la ENDES 2004-2006, hasta 19,6 por ciento en la ENDES Continua 2007-2008.
 Los grandes contrastes existentes anteriormente están disminuyendo en el país.
Por ejemplo, en la ENDES 2004-2006, existía una diferencia muy marcada para el
primer nacimiento en comparación con un nacimiento de orden sexto o mayor
(84,9 versus 38,8 por ciento), el que ha disminuido (89,6 versus 52,7 por ciento);
similarmente ocurre con la madre que vive en el área urbana en comparación con
el área rural (90,5 versus 44,8 por ciento) en la ENDES 2004-2006 en comparación
con 93,7 versus 55,5 por ciento en la ENDES Continua 2007-2008. Estas
disminuciones en las diferencias también se encuentran al examinar otras
características, como los quintiles de riqueza superior e inferior (97,1 versus 40,0
por ciento); en la ENDES 2004-2006, cuyo parto fue atendido en un servicio de
salud, comparado con 97,8 versus 40,0 por ciento en la ENDES Continua 2007 –
2008. De igual manera, se han acortado las coberturas entre madres sin
educación y las que tienen educación superior (de 36,0 versus 96,0 por ciento en la
ENDES 2004-2006 a 48,0 versus 97,9 por ciento en la ENDES Continua 2007-
2008).
 Sin embargo, donde subsiste un enorme contraste de tres veces es en si la madre
no tuvo alguna visita de atención prenatal en comparación con las que tuvieron 4 o
más visitas (20,5 versus 76,9 por ciento en la ENDES 2004-2006 y todavía 28,7
versus 82,3 por ciento en la ENDES Continua 2007-2008). Con respecto a los
departamentos, casi no ha habido progreso en Puno, donde aún menos de la mitad
de mujeres han dado a luz en un establecimiento de salud (39,9 por ciento en la
ENDES 2004-2006 a 44,2 por ciento en la ENDES Continua 2007-2008);
Cajamarca presenta un leve incremento (de 43,1 a 50,1 por ciento entre los dos
períodos), lo mismo que Amazonas (de 47,9 a 58,6 por ciento) y Loreto (de 48,8 a
56,1 por ciento). Huancavelica, sin embargo, mejora apreciablemente al pasar de
45,6 por ciento de mujeres atendidas en un establecimiento de salud en la ENDES
2004-2006 a 69,6 por ciento, en la ENDES Continua 2007-2008. La Sierra y la
Selva progresan relativamente, aumentando de 54,5 y 57,1 por ciento en la ENDES
2004-2006 a 66,4 y 69,0 por ciento en la ENDES Continua 2007-2008,
respectivamente.
 Se resaltan diferencias de acuerdo al sector de salud. Así, el parto en un servicio
privado sigue ocurriendo cinco veces más en el área urbana que en el rural; son un
17,5 por ciento entre madres con educación superior y 19,6 por ciento entre
madres del quintil superior; en contraste con valores menores a uno por ciento
entre madres sin educación o en el quintil inferior (0,6 y 0,5 por ciento,
respectivamente). No hay diferencias muy marcadas (excepto quizás un leve
incremento del parto en servicios privados) entre la ENDES 2004-2006 y la ENDES
Continua 2007-2008; sin embargo, se aprecia más uso del sector público
especialmente en áreas rurales (43,2 versus 53,5 por ciento) y departamentos del
interior del país (ej. Huancavelica, de 45,0 a 69,6 por ciento), entre los dos
períodos.
 Estos incrementos en el parto institucional tienen su correspondencia con el parto
domiciliario, el que ha disminuido a niveles notoriamente bajos, a excepción de
mujeres con un sexto o mayor nacimiento (45,9 por ciento), viven en el área rural
(42,8 por ciento) o en departamentos como Puno (55,3 por ciento) o Cajamarca
(47,4 por ciento), quienes no tienen educación (50,0 por ciento), no han tenido
ningún control prenatal (69,6 por ciento) o incluso han tenido sólo entre uno y tres
controles (41,1 por ciento), o las que pertenecen al quintil inferior de riqueza (57,6
por ciento). Sin embargo, en todos estos casos los porcentajes han disminuido en
buena medida, desde la ENDES 2004-2006.

Asistencia durante el Parto


Este indicador es importante para monitorear el progreso en Salud Materna para los
Objetivos de Desarrollo del Milenio. En el Cuadro 9.6 se presenta la distribución porcentual
de nacimientos en los cinco años que precedieron la encuesta, por tipo de asistencia
durante el parto, según edad, orden de nacimiento, residencia, educación de la madre y
quintil de riqueza.

Cuadro 9.6

Tipo de atención durante el parto

 Desde la ENDES 2000, la ENDES 2004-2006 y la ENDES Continua 2007-2008,


hay un continuo incremento de atención de parto por médico (35,7 versus 42,7
versus 47,8 por ciento, respectivamente). Siguen pequeños incrementos en
porcentajes atendidos por obstetrices y enfermeras. Luego aparecen las parteras
empíricas/comadronas, quienes reducen su participación apreciablemente desde la
ENDES 2000 y la ENDES 2004-2006 de 21,1 a 14,1 por ciento hasta constituir sólo
el 10,1 por ciento de partos, en la ENDES Continua 2007-2008.
 La persona que asiste el parto contrasta fuertemente por características de la
mujer. Así, los porcentajes de atención por un médico suben considerablemente de
acuerdo a si es el primer nacimiento en comparación con el sexto o mayor (60,9
versus 22,7 por ciento), o si la mujer reside en el área urbana o rural (62,8 versus
25,4 por ciento). La Sierra y la Selva experimentan incrementos desde la ENDES
2004-2006 a la ENDES Continua 2007-2008, desde 26,7 a 33,3 por ciento y
24,4 a 32,8 por ciento, respectivamente. Los departamentos muestran gran
disparidad, como las diferencias entre el 76,7 por ciento de partos atendidos por un
médico en Lima en comparación con el escaso 25,5 y 30,8 por ciento en Cajamarca
y Huancavelica (aunque incrementados de manera importante desde 15,0 y 15,7
por ciento, respectivamente, en la ENDES 2004-2006). En Puno y Ucayali la
situación no cambia significativamente entre las dos encuestas (Puno: 25,0 y
23,7 por ciento y Ucayali: 24,8 y 27,9 por ciento, entre la ENDES 2004-2006 y
la ENDES Continua 2007-2008, respectivamente). Sin embargo, los diferenciales
son aún más notorios con la educación o grado de capacidad económica de la
madre. Así, el porcentaje de atención por un médico sigue siendo varias veces más
alto si la madre tiene educación superior que si no tiene educación (74,2 versus
20,2 por ciento) y es aún mayor si pertenece al quintil superior de bienestar en
comparación con madres del quintil inferior (78,1 versus 14,3 por ciento).
 Por otro lado, las obstetrices continúan incrementando su atención, especialmente
entre las madres adolescentes (32,9 por ciento), las que viven en el área rural
(24,2 por ciento) o que no tuvieron educación (20,7 por ciento). Asimismo, en
algunas áreas interiores del país; en especial en Apurímac (de 21,3 a 38,4 por
ciento), Ayacucho (de 26,4 a 40,9 por ciento), Huancavelica (de 21,3 a 33,3 por
ciento), Madre de Dios (de 26,9 a 35,4 por ciento) y Tacna (de 25,8 a 37,2 por
ciento). En Huancavelica también aumenta el porcentaje de partos atendidos por
enfermeras, de 4,1 a 8,7 por ciento, estando entre los departamentos que más han
ganado en la atención profesional de 41,1 a 72,8 por ciento entre la ENDES 2004-
2006 y laENDES Continua 2007-2008.
 Los patrones se invierten con la asistencia por “Comadrona/Partera” quienes
atienden en mayores proporciones a mujeres con el sexto o posterior nacimiento o
que viven en el área rural (20,4 por ciento en cada caso), cuando se trata de
partos no institucionales (28,7 por ciento), y en departamentos como Loreto (31,8
por ciento), Cajamarca (31,4 por ciento), y Amazonas (25,8 por ciento), y entre
mujeres con menor educación o que cuentan con menor capacidad económica
(21,7 y 27,6 por ciento, respectivamente), y en general, en la Selva (20,8 por
ciento). Sin embargo, en casi todos los casos ha retrocedido la atención por
parteras o comadronas, excepto en el caso de Loreto, donde ellas atendían menos
proporción de partos en la ENDES 2004-2006 (29,3 por ciento). Finalmente, en lo
que parece ser un aspecto de connotación netamente cultural, existen lugares
donde aún la mayor parte de los partos son atendidos por familiares/otros, como
Puno (38,2 por ciento), Huancavelica (22,5 por ciento) y Pasco (18,8 por ciento).
Este tipo de atención ha disminuido desde la ENDES 2004-2006, excepto en Puno,
donde permanece casi similar.
 El nacimiento por cesárea, que se estima debe situarse entre 5,0 y 15,0 por ciento
de todos los nacimientos como solución final a complicaciones del embarazo y
parto, continúa aumentando en el Perú, y revelando inequidades importantes. Así,
se incrementó de 12,7 a 15,9 por ciento entre la ENDES 2000 y la ENDES 2004-
2006. Sin embargo, este porcentaje ha subido hasta el 18,4 por ciento en
la ENDES Continua 2007-2008. Como ya ha ocurrido anteriormente, al
desagregar la cifra por características de la mujer, se revelan importantes
contrastes. Tenemos que las cesáreas se elevan desde 38,4 a 40,5 por ciento entre
las mujeres en el quintil más alto, a 37,2 por ciento entre las mujeres más
educadas, 36,6 por ciento en Lima Metropolitana y a 42,0 por ciento en Tumbes.
Por otro lado, se mantiene en niveles inaceptablemente bajos entre las mujeres del
quintil más bajo de riqueza (2,6 por ciento) o residentes en Cajamarca (4,3 por
ciento), y en niveles bastante bajos como entre las mujeres sin educación o con 6
ó más hijos (5,0 y 5,4 por ciento, respectivamente), residentes en Huancavelica o
Huánuco (6,3 y 6,2 por ciento, respectivamente), o que residen en el área rural o
en Loreto (6,5 y 7,3 por ciento, respectivamente), o que no dieron a luz en un
establecimiento de salud (7,3 por ciento).

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