amargarseel matrimonio
Viki Morandeira
Primera edición:julio 2015
www.editorialcirculorojo.com
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Colección© Autoayuda
© Viki Morandeira
ISBN: 978-84-9115-270-5
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autor. Todos los derechos reservados. Editorial Círculo Rojo no tiene por qué estar de acuerdo
con las opiniones del autor o con el texto de la publicación, recordando siempre que la obra que
tiene en sus manos puede ser una novela de ficción o un ensayo en el que el autor haga
valoraciones personales y subjetivas.
Prólogo …………………………………………………… 7
Capítulo 1: Amor ingenuo……………………………… 9
Capítulo 2: ¿Pilares del matrimonio?........................ 15
Capítulo 3: ¿Señales de peligro? …………………….. 41
Capítulo 4: ¿Quién le entiende? ……………………... 54
Capítulo 5: Hablar no es comunicar ………………… 69
Capítulo 6: La gota que colma el vaso ………………. 76
Capítulo 7: El desbordamiento emocional ………….. 83
Capítulo 8: Ser asertivo en pareja …………………… 93
Capítulo 9: Expresar sin herir ………………………. 104
Capítulo 10: Pensar nos arruina el matrimonio ….. 116
Capítulo 11: Grabado a fuego ………………………... 130
Capítulo 12: Olvidos que distancian ………………… 144
Capítulo 13: Empatía ………………………………….. 156
Capítulo 14: Frases que evitar ……………………….. 175
Capítulo 15: Cambiar para que todo cambie ……….. 186
Capítulo 16: Técnicas asertivas ………………………. 233
Capítulo 17: No basta con saber, hay que aplicar ….. 246
Capítulo 18: Reflexiones finales ………………………. 255
Prólogo
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una vía de escape, como el oxígeno que se necesita tras una
relación de años, que en un momento dado, puede sentirse
como asfixiante. Pero ¿se han planteado cuál es su propia
responsabilidad en su presente? Mientras permanecemos
cargando sobre nuestro esposo, nuestra esposa, la
responsabilidad de no ser felices, difícilmente podemos
resolver la situación.
No busques en este libro los motivos para culpar a tu
pareja de tu infelicidad. Busca las causas que te han llevado
a sentirte cómo te sientes, busca qué puedes mejorar tú para
así tener una comunicación abierta, emocional, plena.
Vale la pena. Vale el esfuerzo. Invertir en mejorar
nuestra relación de pareja es invertir también en el futuro de
nuestros hijos, en nuestra propia felicidad. Para divorciarse
siempre hay tiempo, pero para salvar una relación y evitarse
ambos el sufrimiento a veces solo hay una única
oportunidad. No la desaproveches. Te lo agradecerás muy
pronto.
Viki Morandeira
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Capítulo 1
Amor ingenuo
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aunque a veces, el sexo sea bastante más esporádico de lo
que nos gustaría… Pensamos que un matrimonio “es eso”.
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Una pareja es mucho más que dos seres que se aman. El
día a día, la vida de cualquier persona, y la vida en común,
tienen infinidad de situaciones a lo largo de los años.
Acontecimientos felices, como la llegada de un hijo, las
fiestas familiares, las vacaciones, los proyectos, comprar
nuestra casa, amueblarla, hacer obras, reformas. Y todas
estas situaciones, aunque gratas, también pueden ser motivo
de conflicto.
Luego vienen las situaciones no tan agradables: una
enfermedad, la relación con la familia política, el exceso de
trabajo, quedarnos sin él, cambiar de casa, las obligaciones y
preocupaciones, pagar impuestos, dificultades económicas, el
cansancio y la falta de intimidad, etc., etc.…
Tanto los buenos momentos (que a priori, parecen no
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Estamos tan seguros…el divorcio no nos puede pasar a
nosotros… , y cuando nuestra pareja nos dice que no sabe lo
que siente, que nos quiere pero no nos ama, que necesita otra
cosa, que quiere tiempo o que ya tiene otra persona y nos
pide divorciarse, la situación se vuelve incomprensible.
Resulta como mirar una película donde los protagonistas son
otros y no esa persona a quien tanto amamos y que tanto nos
debería amar.
Olvidamos que existe el divorcio así como los días de sol
olvidamos que existen las tormentas. Con esto no quiero
decir que tengamos que conformarnos y aceptar la ruptura.
Para mí el divorcio no es "algo que pasa" ante lo que no
queda más remedio que afrontarlo.
Me niego a aceptar, si no ha habido malos tratos, si hemos
sido felices en nuestra relación de pareja, que esa relación
tenga que acabar. Hay posibilidad de recuperar y mejorar
nuestra relación. De hecho, en este libro intentaré resumir
aquellos errores que cometemos y que nos han convertido en
maestros en el arte de amargarnos el matrimonio para lograr
que cada uno haga los cambios necesarios.
A través de estos años de trabajar con mujeres al borde de
la ruptura de sus matrimonios y de más de 28 años con mi
marido, 21 de ellos casados, destacan una gran cantidad de
motivos por los que una pareja falla. Es necesario
comprender nuestros errores, aprender de ellos, corregirlos y
cambiar nuestra maestría, para no ser parte del problema,
para no ser quienes nos amargamos el matrimonio, sino
quienes de manera consciente, inteligente, amamos y
construimos una relación donde ambos podamos ser felices.
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Una crisis de pareja no tiene que ser el final. En muchos
casos lo es, pero no tiene por qué ocurrir así. Una crisis
puede ser el momento para cambiar todo aquello que no ha
beneficiado a nuestra relación.
Podemos quedarnos esperando que nuestra esposa,
nuestro esposo cambie y se adapte a lo que necesitamos,
podemos presionar, exigir, criticar lo que nos disgusta, con la
intención de conseguir esos cambios. Y con esta actitud muy
probablemente lograremos todo lo contrario. Nuestro
compañero, nuestra compañera puede estar en la misma
postura, esperando que seamos nosotros quienes cambiemos
para ser como esperan que seamos.
Puedes imaginar esta situación, como el hecho de estar a
ambas márgenes de un río. Tú esperas de un lado, tu pareja,
del otro. Mientras los dos permanezcan con la expectativa de
que sea el otro quien se meta al río y se acerque, el agua
seguirá siendo una barrera y la relación seguirá
desgastándose.
Para dejar de ser parte del problema y convertirnos en la
solución que necesita nuestro matrimonio, para ser esa
comunión hermosa entre dos personas, es necesario meterse
al río. Quien quiera peces, que se moje los pies.
Este es un punto en el que encontramos resistencia en
algunas personas. Les importa su matrimonio, quieren a su
pareja, sin embargo, les resulta difícil comprender que
pueden tener un punto de vista que está deteriorando la
relación. Les cuesta aceptar con humildad que hay otras
maneras de hacer las cosas y que si su pareja necesita
mejorarse, tendrán que abrir la mente a otras alternativas.
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Al fin y al cabo, la gran mayoría de los problemas, solo son
por cosas importantes. Solo importantes. Pero te aseguro que
no tan importantes como para que esa persona que amas se
sienta incómoda, presionada, obligada, asfixiada.
Recuerda que no todo es como tú lo ves, que no existe una
realidad que sea igual para los dos miembros de la pareja. Te
sorprendería escuchar las distintas versiones que considera
que ha vivido tu esposo o tu esposa, si te las contara. El
primer paso para mejorar nuestra relación está en no
aferrarnos a una única realidad, para poder abrirnos a la
realidad del otro. En lugar de tener una seguridad absoluta,
es el momento de poner en duda muchísimas cosas, es hora
de abrir la mente y procurar comprender las distintas
realidades que ha vivido o que vive esa persona a la que
amas.
Es el momento de poner lo valioso por encima de lo
importante. Y recuerda que la limpieza, las normas, los
“debería”, lo que tú crees que está bien, lo que crees que es
“normal”, solo es importante y que jamás puede estar por
encima de lo valioso. Esa persona con quien has formado una
familia, estoy segura, es más valiosa que cualquiera de las
cosas importantes por las que puedan tener diferencias de
opinión.
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Capítulo 2
¿Pilares del Matrimonio?
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esas circunstancias, quienes tenemos que velar por mantener
esos pilares somos las personas que formamos esa pareja. En
este libro, me gustaría que analizaras cuáles de tus
comportamientos son los que atentan contra esos pilares
para poder hacer los cambios necesarios y así fortalecer tu
relación.
Otras fuentes, postulan que el matrimonio es una mesa,
sustentada por cuatro patas: comunicación, sinceridad,
confianza y respeto.
¿Pero entendemos correctamente lo que significan estos
pilares?
Permíteme mostrarte como muchas parejas que empiezan
a estar en crisis llegaron a ese punto creyendo que su
relación estaba sostenida por esas patas, cuando en realidad
no era así.
Creemos que comunicarnos es hablar. Si hablamos mucho
con nuestra pareja o poco, si nos contamos las cosas, si
tenemos secretos o no, si nos sentimos escuchados… cuando
en realidad la comunicación es algo muy diferente. Creemos
que nuestra comunicación es buena cuando no hay
discusiones. Pero… estamos equivocados.
Hablar no es comunicar. Hablar, es algo que has hecho
desde que has aprendido, pero aun así, es muy probable que
hayas vivido muchos malos entendidos, frustraciones y
discusiones. Porque hablar no es saber comunicarse.
También pensamos que la sinceridad la estamos
“ejerciendo” bien. Creemos que ser sinceros es decirle a
nuestra pareja que no nos gusta ese vestido que se ha
comprado, o que no creemos que ese negocio que tiene en
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mente vaya a funcionar. Creemos que decir las cosas como
las pensamos es ser sinceros, cuando en realidad no
pensamos que lo que decimos puede herir a nuestra pareja. A
menudo, al hablar, expresamos nuestro punto de vista sobre
un tema y muy probablemente no es el mismo punto de vista
que tiene la persona con quien compartimos nuestra vida.
Aun así, insistimos. Seguimos reforzando nuestra opinión
con lo que nos hace creer que estamos en lo cierto, sin
intentar comprender qué nos está queriendo decir nuestra
pareja, en qué opina diferente y hasta donde es más
importante tener la razón que nuestra relación.
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no-amargarse-el-matrimonio/