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EVALUACIÓN DE DAÑOS Y ANÁLISIS DE NECESIDADES EN SALUD EN SITUACIONES DE DESASTRES

Componente Salud Mental


Guía de Evaluación EDAN-SM
Unidad de Salud Mental y Uso de Sustancias, Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS)
2016

I. INTRODUCCION

Los desastres tienen efectos negativos en la salud, que varían de acuerdo a diferentes
factores como son el tipo y magnitud de evento, el lugar del impacto y sus características
socioeconómicas, el grado de exposición de la población y su preparación ante las am enazas,
asi como también la infraestructura existente y la capacidad de respuesta disponible, entre
otros factores.

La evaluación de daños y análisis de necesidades (EDAN) por parte del sector salud es una medida
de gran importancia para la toma adecuada de decisiones en situaciones de desastres, que implica
no sólo la salud de la población sino también las condiciones sanitarias existentes como
consecuencia del evento, además de la valoración del estado de los establecimientos de salud. La
evaluación es un proceso dinámico y continuo, y debe realizarse mediante instrumentos que
faciliten la tarea de recopilación y análisis.

La evaluación rápida de la situación de salud mental, después de un desastre o emergencia, es


parte integral del EDAN-Salud y no debe verse como un componente aislado o paralelo al análisis
de la situación de salud de la población afectada. La evaluación de salud mental requiere de
información de salud y del contexto general del desastre; por otro lado la evaluación general de
salud se beneficia y necesita de la información referida a los factores psicosociales.

II. ANTECEDENTES

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) publico en el 2004 el Manual de evaluación


de daños y análisis de necesidades de salud en situaciones de desastres y
emergencias, pero las experiencias obtenidas y lecciones aprendidas por el sector salud
en los paises determinaron la necesidad de revisarlo periodicamente, por lo que en el 2010
se publicó una nueva versión. Para esta actualización se tomaron como referencia documentos
técnicos y publicaciones recientes sobre el tema y la consulta con expertos.

En la edición 2010 de la guía de Evaluación de daños y análisis de necesidades de salud en


situaciones de desastre (EDAN) se hace énfasis en la organización del sector salud, se
analizan las características del EDAN y se presentan formatos para la recolección y análisis de la
información. El propósito es que la toma de decisiones se fundamente en datos
confiables, que permita priorizar, asi como planificar las intervenciones y los recursos
necesarios
( http://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_content&view=article&id=1364
&Itemid=1&lang=es).

1
En el campo de la Salud Mental se publico un EDAN-Salud Mental en el contexto de la
Guía práctica de salud mental en situaciones de desastres (paginas 9-42) (OPS, 2006). Este
instrumento estuvo basado y fue consecuencia del EDAN-Salud 2004. Fue desarrollado y
validado por un grupo de especialistas centroamericanos.

Evaluación de necesidades y recursos psicosociales y de salud mental: guía de herramientas para


contextos humanitarios (OMS/ACNUR, 2015).

En el 2015, la OMS y ACNUR publican esta caja de herramientas para ayudar a aquellos que
requieren diseñar y/o implementar una evaluación - en el campo de lo psicosocial y de la salud
mental - en crisis humanitarias, incluyendo grandes desastres naturales o los provocados por el
hombre, así como emergencias complejas (por ejemplo, conflictos armados).

Existen muchas herramientas de evaluación en emergencias, incluida la Guía IASC sobre Salud
Mental y Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia (2007); sin embargo hacía falta un
documento que incluyera un abordaje general, indicando cuando y cómo utilizar cada
herramienta.

Esta publicación tiene su origen en dos documentos de políticas: Salud mental y apoyo psicosocial
en emergencias humanitarias: ¿Qué deben saber los actores humanitarios de salud? del Grupo de
Referencia del IASC (2010), y el estándar de salud mental del Manual Esfera (Proyecto Esfera,
2011). También proporciona una guía para seleccionar herramientas y muestra cómo se vinculan
estas con las principales acciones recomendadas. Dado que las condiciones sociales contribuyen a
los problemas de salud mental y que muchos sectores e instituciones están vinculados a lo
psicosocial, algunas herramientas cubren temas de evaluación pertinentes para diversos sectores.

El EDAN-Salud Mental que presentamos en el 2015, está enmarcado y se fundamenta en el EDAN-


Salud producido por la OPS en el 2010. Además incorpora las experiencias regionales y globales
que se han producido en los últimos años, así como las más recientes publicaciones. Han sido
analizadas particularmente: Salud mental y apoyo psicosocial en emergencias humanitarias: ¿Qué
deben saber los actores humanitarios de salud? del Grupo de Referencia del IASC (2010), el
estándar de salud mental del Manual Esfera (Proyecto Esfera, 2011), la guía de herramientas para
contextos humanitarios (OMS/ACNUR, 2015), y la última versión regional del EDAN-Salud mental
(OPS, 2006).

III. USO DEL EDAN-SALUD PARA LA EVALUACION DE SALUD MENTAL.

La primera recomendación para los equipos de salud mental que reciban entrenamiento para
actuar en situaciones de emergencia, es que deben conocer el EDAN-Salud, usar sus datos y
herramientas, así como asegurar que el componente salud mental/psicosocial sea debidamente
integrado en el ejercicio evaluativo. Esto no excluye, por supuesto, que los equipos de salud
mental y atención psicosocial dispongan de herramientas complementarias que les permitan
ampliar la información específica en este campo.

A continuación algunos comentarios referidos al uso del EDAN-Salud (OPS, 2010) y la integración
del componente salud mental/psicosocial en el mismo:

2
 Resulta vital para los equipos de salud mental conocer aspectos como el rol del sector
salud, los preparativos y respuesta, la gestión de información y la sala de situación.
 Las diferentes herramientas que aparecen en los anexos del Manual del EDAN-Salud
aportan datos útiles para la evaluación de salud mental y algunas deben ser usadas por los
equipos de salud mental.
 Anexo 1: Formulario para la evaluación rápida de la situación de salud; incluye el registro
de instalaciones y servicios de salud y su funcionalidad en la emergencia. Deben
considerar los servicios de salud mental y los hospitales psiquiátricos.
 Anexo 2: Formulario para la evaluación rápida de los daños en instalaciones de salud.
Permite tener una panorámica del estado de la red de servicios de salud en el territorio
afectado; también es importante considerar los servicios de salud mental y los hospitales
psiquiátricos.
 Anexo 3: Formulario de vigilancia epidemiológica. Ofrece una forma o esquema para
recoger la información de casos vistos por los servicios de salud según condición
sintomática, sexo y edad; se debe asegurar que las condiciones mentales, neurológicas y
por uso de sustancias sean registradas por los profesionales no especializados (ejemplo,
equipos médicos móviles y personal de atención primaria), así como también por los
equipos de salud mental.
 Anexo 4: Formulario de albergues. De suma importancia desde la perspectiva de salud
mental, pues la población albergada comporta serios riesgos psicosociales. El formulario
resume las condiciones de los albergues y registra la población albergada con
enfermedades crónicas, con limitaciones o discapacidad y los adultos mayores. También
registra los casos atendidos o conocidos, debiendo asegurase que las personas con
trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias sean incluidos.

IV. LA EVALUACION

Las evaluaciones deben ser, en la medida de lo posible, un esfuerzo coordinado entre las
diferentes instituciones y organizaciones. El personal que presumiblemente trabajará en la
evaluación debe ser entrenado con antelación; uno de los requerimientos es que esté preparado
para trabajar bajo presión. También se presupone que conocen los conceptos esenciales de salud
mental y apoyo psicosocial, así como que disponen de conocimientos básicos de técnicas de
evaluación, de conducción y análisis de entrevistas semi-estructuradas a informantes clave y
reuniones grupales; de trabajo con encuestas; entrenamiento a encuestadores y gestión de la
logística de una evaluación, entre otros.

La evaluación puede ser realizada por personal de salud local y/o externo. El personal local, por
residir en el mismo sitio, responde inmediatamente desplazándose de manera rápida;
generalmente conocen la situación previa a la ocurrencia del desastre y disponen de mayores
elementos de juicio sobre el verdadero impacto del evento. Sin embargo, la vinculación emocional
y la afectación personal pueden comprometer la objetividad de la evaluación. Por lo tanto es
importante que existan instrumentos estandarizados, y que personal externo especializado actúe
en los procesos de evaluación de manera conjunta y en forma coordinada con el personal local.

Es necesario destacar: a) No existe una metodología evaluativa que sirva para todos y para todo;
b) las guías evaluativas propuestas no son una receta dogmática, más bien proporcionan

3
orientación y deben ser adaptadas dentro de cada situación específica; y c) las herramientas
sugeridas podrán ser seleccionadas de acuerdo a las necesidades.

Objetivos de la evaluación

1. Describir el impacto humano del evento adverso, considerando el contexto socio-cultural y


las formas de organización de la población afectada.
2. Identificar la problemática de salud mental y atención psicosocial, incluyendo los riesgos,
la morbilidad y mortalidad; así como las necesidades de la población afectada.
3. Evaluar los recursos existentes, así como las capacidades y formas de respuestas
institucionales y de la población.
4. Establecer recomendaciones y prioridades para la acción.

Etapas de la evaluación

Dentro del sistema internacional de respuesta humanitaria, existe un lenguaje común sobre la
evaluación en términos de fases. Aunque imperfecto, este consenso es útil para la comunicación
entre actores y la planificación-acción colaborativa.

Se han establecido: fase 0 (antes de la crisis de inicio repentino); fase 1 (las primeras 72 horas
después de una crisis repentina); fase 2 (las primeras dos semanas); fase 3 (semanas 3 y 4); Fase 4
(el tiempo restante). Sin embargo, no hay completo acuerdo sobre las líneas de tiempo sugeridas,
que aplican sólo a situaciones de emergencia repentina. Cada una de las fases será de mayor
duración cuando el inicio es lento. Además, la fase 3 puede tomar mucho más tiempo (por
ejemplo, hasta el final del tercer mes si la emergencia es severa o cuando el acceso a los servicios
es pobre).

A los efectos de este documento, se toma como período de referencia los primeros 30 días a partir
de la ocurrencia del evento (no se aborda la fase de recuperación, posterior al primer mes); y se
definen dos etapas:
1.Período crítico (fase 1): 72 horas posteriores al evento.
2.Primer mes (fases 2 y 3): las primeras cuatro semanas.

La evaluación inicial es comunitaria: La comunidad participa de forma decisiva en la primera


respuesta. Son las organizaciones comunitarias, los grupos de socorro, salvamento y ayuda
humanitaria, así como los trabajadores de la salud en la primera línea de contacto con la población
(nivel primario) los que deben efectuar la primera evaluación, la cual debe servir de base al
proceso posterior de análisis e intervención especializada.

La evaluación de las primeras 72 horas es de base comunitaria, cualitativa y sumamente sencilla;


pretende identificar de manera rápida los problemas psicosociales. Es importante que se
evidencien cuales son los factores que pueden influir de manera positiva o negativa en la salud
mental de la población, el grado de atención a las necesidades básicas y los recursos disponibles.

Las evaluaciones posteriores son especializadas: Implican la participación del personal de salud
mental, que deberá ampliar y complementar la evaluación inicial comunitaria. Debe ser cualitativa
y cuantitativa, definir con mayor precisión la situación existente y registrar las acciones tomadas.

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Antes del evento

En los preparativos para la respuesta (antes del desastre) se recomienda disponer de un


diagnóstico o análisis actualizado de la situación de salud mental, que facilitará la evaluación a
realizar después del evento. Este debe incluir un mapa de riesgos psicosociales y recursos de salud
mental. En las salas situacionales debe incorporarse el componente salud mental.

Se sugiere que contenga lo siguiente:

1. Descripción de la población, con énfasis en lo socio-cultural:


 Datos demográficos de la población.
 Composición étnica y estructura social.
 Antecedentes históricos de la comunidad. Relaciones entre los diferentes grupos.
 Tradiciones más comunes. Aspectos de espiritualidad y religión.
 Organización comunitaria existente y estructuras de apoyo psicosocial. Funcionamiento de
los mecanismos de cohesión y solidaridad.
 Estructuras comunitarias para emergencias. Experiencias en desastres previos.
 Situación de los servicios educativos (escuelas).
 Existencia y funcionamiento de programas de protección social.
 Liderazgos formales e informales. Autoridades tradicionales.
 Vías de soluciones de conflictos y desacuerdos / Formas de mediación.

2. Aspectos generales de la economía local.

3. Recursos, servicios y programas de salud mental existentes:


 Instituciones y organizaciones (gubernamentales y no gubernamentales) que prestan servicios
de salud mental en el área; y la cobertura poblacional que logran.
 Red de atención primaria en salud y servicios hospitalarios.
 Personal (institucional y comunitario) capacitado en salud mental disponible.
 Personal especializado en salud mental disponible, identificando aquellos con formación
previa en emergencias.
 Equipos móviles de salud mental con los que se podría contar y su lugar de procedencia.
 Mecanismos de referencia y contrarreferencia.
 Cobertura poblacional por los servicios de salud mental.
 Equipos de primera respuesta y cuáles tienen entrenamiento en salud mental.
 Existencia de curanderos tradicionales y su rol en la comunidad.

4. Análisis breve de la situación psicosocial existente previa al evento traumático:


 Datos de morbilidad y mortalidad relacionados con la salud mental.
 Conocimientos, actitudes y prácticas de la población ante los problemas de salud mental.
 Factores de riesgo psicosocial y factores protectores.

Disponer de una red de servicios de salud mental de base comunitaria con un apropiado sistema
de información fortalece la capacidad de respuesta institucional del sector salud en situaciones de
emergencias.

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Primeras 72 horas (Ver ANEXO 1)

Permite un conocimiento preliminar del impacto del desastre y trata de identificar las necesidades
más inmediatas. En la evaluación inicial se recolecta la información proveniente de los informantes
claves de la comunidad (alcaldes, maestros, líderes comunitarios, etc.) y mediante la observación
directa.

Debido a que los equipos de salud mental, salvo excepciones, no están en el lugar del evento
cuando este se produce, es el equipo de salud en el nivel primario quien debe tomar esa
información y traducirla en posibles impactos psicosociales. En ese primer momento los servicios
de salud mental deben preparar la movilización del personal especializado y alistar los
mecanismos de recopilación de información mas detallada.

Se sugiere una herramienta simple de evaluación rápida (anexo 1) que ofrece una apreciación
general de tipo cualitativa, y que puede ser completada en breve tiempo. Consiste en un listado de
factores de riesgo a los que está expuesta la comunidad afectada, los factores protectores con que
dispone, un inventario de recursos y el grado de resolución de las necesidades básicas,
psicosociales e institucionales. Es una lista de chequeo en términos de afirmaciones que se
califican de acuerdo a la percepción del personal de salud que están en la primera línea de
contacto con la población inmediatamente después del evento traumático (nivel primario).

Del mismo modo contiene la apreciación de la información que está manejando la población y
otros comentarios en forma de un análisis simple y preliminar. Esta evaluación rápida del
componente psicosocial debe formar parte del EDAN general de salud.
Se prevé que en las primeras 72 horas será prácticamente imposible la recopilación de
información cuantitativa de morbilidad relacionada con la salud mental.

Contenidos de la evaluación rápida inicial (ver anexo1):


1. Evaluación preliminar del impacto humano/psicosocial del evento traumático (análisis
cualitativo determinado por las primeras impresiones)
2. Listado de factores de riesgo psicosocial.
3. Listado de factores protectores.
4. Identificación de necesidades y calificación a priori: a) necesidades básicas: vivienda,
alimentación y seguridad; y b) necesidades psicosociales: orientación, contacto con los
miembros de la familia, apoyo emocional, apoyo social e institucional, educación para los
niños, liderazgo, culturales y religiosas.
5. Información sobre la respuesta:
a. Listado preliminar de instalaciones y recursos con que se cuenta para la respuesta
inmediata: daños a la infraestructura.
b. Listado preliminar de recursos humanos con conocimientos de salud mental
disponibles en el territorio: psicólogos, psiquiatras, así como médicos, personal de
enfermería, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, estudiantes
universitarios o de carreras técnicas entrenados.
c. Necesidades institucionales para fortalecer la respuesta: movilización o
incremento de personal especializado, capacitación, apertura de nuevos servicios
de salud mental y recursos logísticos.

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6. Comunicación: Apreciación de la información que está recibiendo la población tanto de
medios de comunicación como de tipo informal.
7. Otros comentarios, que pueden incluir zonas geográficas de riesgo y localización de los
grupos poblacionales con mayor vulnerabilidad psicosocial; formas de expresión de las
emociones y mecanismos de afrontamiento de los problemas por la población; cómo se
enfrentan las muertes y pérdidas, formas de duelo; a quiénes y cómo se solicita ayuda o
apoyo psicológico.
8. Conclusiones y recomendaciones para los próximos 30 días.

Después de las primeras 72 horas hasta los 30 días (Ver ANEXO 2)

La evaluación de las primeras cuatro semanas continúa el monitoreo de la situación descrita en la


evaluación inicial o crítica, pero es un proceso sistemático y más detallado de recolección de
información, que contribuye a definir el plan de intervenciones en ese período de tiempo. Realiza
un análisis del contexto, de las necesidades básicas y psicosociales y de la situación de SMAPS
como consecuencia del desastre, así como de la respuesta que se está desarrollando. Se
recomienda realizar cortes semanales que permitan definir, ajustar o re-direccionar las
intervenciones de la manera más oportuna.

En esta fase interviene el personal especializado en salud mental en conjunto con el equipo de
salud del primer nivel de atención.

Son puntos esenciales de la evaluación en esta etapa:


1. Evaluación de los planes, servicios y recursos de salud mental existentes y su funcionamiento
en la emergencia. Determinar la necesidad de ayuda externa de acuerdo a la situación
existente y las necesidades de las organizaciones participantes en la respuesta.
2. Daños a la infraestructura de los servicios de salud mental.
3. Evaluación cuanti-cualitativa de la situación de SMAPS y su evolución durante el primer mes,
tomando como base el análisis inicial, con énfasis en los factores de riesgo psicosocial y
factores protectores, así como el grado de satisfacción de las necesidades (básicas y
psicosociales).

Deben establecerse los mecanismos de registro de los datos, de manera que se recopile la
información de las acciones en cursos:
1. Casos vistos de trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias (según sexo, edad y
diagnóstico)
2. Morbilidad: clasificación de los casos atendidos según diagnósticos. Se sugiere utilizar
categorías diagnósticas amplias, ya que puede ser muy difícil – en las complejas condiciones
de la emergencia - obtener diagnósticos específicos usando la Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE 10). Como referencia recomendamos usar las condiciones de la Guía de
intervención humanitaria mhGAP de la OMS:
 Depresión
 Psicosis
 Epilepsia/Crisis epiléptica
 Trastornos del desarrollo
 Trastornos de la conducta
 Demencias

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 Trastorno por uso de alcohol
 Trastorno por uso de drogas
 Autolesión/Suicidio
3. Desglosar de acuerdo al lugar donde se ofrece la atención (Atención Primaria en Salud,
Hospitales u otros espacios comunitarios):
 Casos atendidos por personal especializado
 Casos atendidos por personal no especializado
4. Número de referencias a psicólogos o psiquiatras u otros profesionales de salud mental
existentes.
5. Mortalidad por causas relacionadas directa e indirectamente con la salud mental:
 Muertes violentas (suicidios, homicidios, violencia intrafamiliar y accidentes).
 Muertes relacionadas con alcohol o consumo de drogas.
6. Actividades grupales:
 Psicoeducativas o de apoyo emocional: número de sesiones y participantes.
 Terapéuticas ofrecidas por personal especializado: número de sesiones y
participantes.
7. Atención a población infantil mediante actividades grupales (con padres y con menores; o
mediante los maestros): número de sesiones y participantes.
8. Atención a miembros de los equipos de respuesta por personal especializado: Casos atendidos
individualmente y actividades grupales.

Otros puntos esenciales de evaluación son:


9. Capacitación: público meta, número de sesiones, participantes, lugares donde se desarrolló, y
temáticas desarrolladas.
10. Identificación y estratificación de grupos de riesgo y/o que requieren una atención priorizada.
11. Identificación de problemas y necesidades institucionales y de recursos humanos, así como el
grado de solución que van teniendo.
12. Atención a población desplazada y refugiada.
13. Análisis de la información que está recibiendo la población, por diferentes vías.
14. Consideraciones sobre actitudes y prácticas de la población, mecanismos de afrontamiento,
vivencia del duelo, soluciones de conflictos, fortalezas y debilidades de la comunidad.

El Anexo 2 contiene una lista de puntos básicos para la evaluación del primer mes después del
desastre, que deben ser adaptados a los contextos nacionales y locales.

Análisis evaluativo al finalizar el primer mes, después del evento traumático

Permite analizar la situación de salud mental durante el primer mes. Debe ofrecer una visión
integradora y estratégica que facilite plantear las líneas de acción y prioridades para la fase
subsiguiente de recuperación. El informe debe divulgarse y discutirse con las autoridades que
corresponda.

Son elementos fundamentales a considerar:


 Analizar la sustentabilidad de las acciones en salud mental desplegadas hasta ese momento.
 Cómo tomar el desastre como una oportunidad para fortalecer los programas y servicios de
salud mental avanzando hacia un modelo comunitario de salud mental sostenible.

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 Albergues o refugios que continúan funcionando a los 30 días.
 Coordinación interinstitucional desarrollada y proyecciones para su consolidación.
 Las conclusiones deben contener la identificación de los principales problemas detectados y
necesidades al terminar esta etapa; así como recomendaciones y aspectos a priorizar en el
siguiente período de recuperación.

Una guía rápida para identificar herramientas


El siguiente cuadro presenta las herramientas disponibles en la guía de evaluación de la OMS
(accesibles en la web), las cuales pueden ser seleccionadas de acuerdo con las necesidades e
intereses específicos.

# Título de la Herramienta Método ¿Para qué?


Con fines de coordinación y sensibilización
1 Quién está haciendo Qué, en Dónde y Entrevistas con los directores Con fines de coordinación,
hasta Cuándo, en salud mental y apoyo de programas de las mediante el mapeo de los
psicosocial. organizaciones. apoyos psicosociales y de
salud mental disponibles.
2 Programa de Evaluación de Síntomas Parte de una encuesta de Con fines de
Graves en Contextos Humanitarios de hogares de la comunidad sensibilización, mostrando
OMS-ACNUR (WASSS, por sus siglas en (muestra representativa). la prevalencia de los
inglés). problemas de salud mental
en la comunidad.
3 Escala sobre Necesidades Percibidas en Parte de una encuesta de Para fundamentar la
Contextos Humanitarios de Emergencia hogares de la comunidad respuesta, a través de la
(HESPER, por sus siglas en inglés) (muestra representativa) recopilación de datos
O, excepcionalmente (en sobre la frecuencia de las
casos de emergencias necesidades físicas,
mayores), como muestra de sociales y psicológicas
conveniencia. percibidas en la
comunidad.
A través de los servicios de salud
4 Lista de verificación para visitas a Visitas a centros y entrevistas Para la protección y el
instituciones en contextos al personal y los pacientes. cuidado de personas con
humanitarios. discapacidades mentales o
neurológicas que están en
instituciones.
5 Lista de verificación para integrar la Visitas a centros y entrevistas Para planificar una
salud mental en la atención primaria de a los directores de programas respuesta de salud mental
salud (APS). de atención primaria de salud. en la APS.

6 Componente neuro-psiquiátrico del Epidemiología clínica Para sensibilizar, planificar


Sistema de Información en Salud (SIS). utilizando el SIS. y hacer seguimiento de
una respuesta de salud
mental en APS.
7 Plantilla para evaluar los recursos Revisión de documentos y Para planificar la
formales del sistema de salud mental. entrevistas con directores de recuperación y
servicios. reconstrucción
(temprana), mediante el
conocimiento de los
recursos formales

9
existentes en el sistema de
salud mental
regional/nacional.
A través de distintos sectores, inclusive mediante el apoyo comunitario
8 Lista de verificación para la obtención Revisión de los documentos Para resumir la
de información general (no específica de disponibles. información general que
salud mental-psicosocial/SM-PS) de los ya se conoce sobre la
líderes del sector. emergencia (para evitar
recoger datos sobre
cuestiones ya conocidas).
9 Plantilla para la revisión de la Revisión bibliográfica. Para resumir la
información pre-existente relevante información de SM-PS
para SM-PS en la región/país. sobre la región/país que ya
se conocía antes de la
emergencia (para evitar
recoger datos sobre
cuestiones ya conocidas).
10 Evaluación participativa: percepciones Entrevistas a miembros de la Para aprender acerca de
de los miembros de la comunidad en comunidad en general (listado las perspectivas locales
general. libre y preguntas adicionales). sobre los problemas y la
forma de afrontarlos, con
11 Evaluación participativa: percepciones Entrevistas a informantes o el fin de desarrollar una
de los miembros de la comunidad con grupos claves. respuesta de SM-PS
conocimiento profundo de la misma. apropiada.

12 12 Evaluación participativa: Entrevistas a personas


percepciones de personas gravemente gravemente afectadas (listado
afectadas. libre y preguntas adicionales).

Fuente: Tomado de Evaluación de necesidades y recursos psicosociales y de salud mental: guía de


herramientas para contextos humanitarios (pag. 7)x (OMS/ACNUR, 2015).

V. CRITERIOS SOBRE LOS TAMIZAJES O “SCREENING”

Las encuestas o pruebas para detectar casos realizadas después del evento traumático pueden ser
de utilidad si se dan ciertas condiciones para su realización. Una de las ventajas es que llaman la
atención sobre los enfermos no identificados, para atenderlos oportunamente y prevenir una
morbilidad de larga evolución. Muchos autores insisten en que no deben existir objeciones
intrínsecas para aplicar pruebas de este tipo, de manera rutinaria, en grupos poblacionales que
han sufrido grandes traumas o donde se anticipan elevados índices de trastornos psíquicos. Sin
embargo el tema no deja de ser discutible y aún existen interrogantes para poder responder
definitivamente sobre la utilidad práctica del procedimiento.

Un obstáculo para el tamizaje o “screening” puede ser el costo y la factibilidad del mismo; sobre
todo cuando se pretende aplicar de manera rutinaria a grandes grupos poblacionales. Esta
dificultad sería menor si se aplicara sólo a grupos de riesgo muy bien seleccionados (por ejemplo,
miembros de los equipos de respuesta).

10
Ahora bien, la no realización de pruebas de detección de casos nos pone frente a la limitación de
que siempre habrá una cantidad importante de personas que requerían atención y no fueron
identificadas de manera precoz.

Recomendamos:
 Este procedimiento puede ser útil para detectar problemas cómo: altos y sostenidos
niveles de estrés que pueden ser indicativos de complicaciones futuras, depresión, abuso
de alcohol o drogas y disfunción marcada en la vida cotidiana.
 Un screening no debe ser realizado antes de las primeras cuatro semanas, dado que las
posibilidades de recuperación espontánea son muy altas en esa fase; y se puede
sobredimensionar la problemática existente.
 Se recomienda aplicar sólo a grupos de riesgo muy bien seleccionados, que han sufrido
grandes traumas o donde se anticipan elevados índices de trastornos psíquicos.

Una apropiada evaluación de daños y análisis de necesidades y recursos de salud mental y


atención psicosocial fortalecerán los sistemas de información en salud y crean la base para un
seguimiento del proceso de recuperación post-desastre. El seguimiento y monitoreo depende en
gran medida del uso de indicadores fiables y de la construcción de una línea basal que permita
evaluar los avances. Una base importante sería la existencia de un sistema previo de vigilancia. En
muchos casos, lamentablemente, los sistemas de salud no disponen de buenos mecanismos de
información en el campo de la salud mental, lo que hace más difícil instaurarlos o fortalecerlos en
casos de emergencias.

Dada la situación en que se desarrolla la atención de emergencias, la mayoría de los indicadores


serán - básicamente - de estructura y proceso. Los indicadores de impacto serán evaluables en el
mediano y largo plazo y se obtienen, en algunos casos, mediante investigaciones puntuales.

Algunos indicadores se podrán obtener mediante registros continuos, no obstante en la mayoría


de los casos será mediante análisis cualitativo, investigaciones puntuales o sitios centinelas. El
esquema de recolección de información recomendado (anexos 1 y 2) provee una guía orientadora.

VII. OBSTÁCULOS Y PROBLEMAS MÁS COMUNES

 No se dispone de un diagnóstico o información previa de carácter confiable.


 Existe el riesgo que la información recolectada pueda ser irrelevante o no confiable; o estar
influenciada por opiniones políticas, de grupos particulares, o por informes de prensa.
 En ocasiones, la información puede ser inexacta, de manera deliberada o no.
 Los medios de comunicación pueden ser sensacionalistas o tender a generalizar situaciones
particulares de mucho impacto humano.
 A veces es difícil separar el rumor de los hechos objetivos.
 Existen factores personales que facilitan el sesgo: historia personal de los miembros del
equipo que realiza la evaluación, sus condiciones emocionales y su capacidad intelectual en el
momento de trabajo.
 No se han cruzado las diferentes fuentes de información.
 No disponibilidad de los informantes claves.
 La evaluación se está efectuando tardíamente.

11
 Recursos insuficientes o problemas logísticos que dificultan la recolección de información.
 Poca preparación de los equipos que realizan la evaluación; mala distribución del trabajo o
responsabilidades poco definidas.

VIII. CONSIDERACIONES FINALES

1. La evaluación de daños y análisis de necesidades de salud mental y atención psicosocial en


situaciones de desastres es necesaria para determinar las intervenciones a realizar y
establecer prioridades. Esta evaluación es parte integral del EDAN en Salud y debe ser el
producto de la cooperación entre diversas organizaciones y personas.
2. La evaluación requiere de herramientas estandarizadas que guíen y faciliten el trabajo.
3. El personal que realiza la evaluación debe permanecer neutral y comparar los diferentes
puntos de vista para acercarse objetivamente a la realidad. Se requiere seleccionar
apropiadamente los informantes claves y asegurar diferentes fuentes de información. Es
necesario evitar las generalizaciones rápidas basadas en impresiones personales iniciales.
4. En el campo de la salud mental y la atención psicosocial, la información básica procede de los
equipos de salud que están en la primera línea de contacto con la población afectada. Los
datos que se pueden obtener en los hospitales psiquiátricos miden, fundamentalmente, el
incremento de los casos vistos en emergencia y la morbilidad por demanda satisfecha en ese
nivel; pero no reflejan la verdadera problemática psicosocial que sufre la población.
5. Mucha de la información de tipo psicosocial que se dispone en situaciones de emergencia
tiene un carácter cualitativo, obtenida mediante la observación directa en el terreno,
entrevistas con informantes claves o en reuniones comunitarias.
6. Debe asegurarse que los sistemas de información en salud recopilen un mínimo de datos
esenciales para la evaluación.
7. Las personas o grupo de alto riesgo psicosocial no son los más visibles, frecuentemente, en un
primer momento. Las necesidades de los enfermos mentales de larga evolución o ya
conocidos deben ser separadas de los problemas psicosociales derivados directamente del
evento traumático.
8. Los reportes periódicos de análisis de situación – generalmente solicitados por autoridades -
deben ser concretos, específicos, breves y prácticos, definiendo prioridades y cómo
afrontarlas.
9. La evaluación debe separar las recomendaciones para la acción inmediata, de otras de tipo
estratégica con visión de mediano y largo plazo. Al finalizar el primer mes se deben definir las
acciones recomendadas para, al menos, los próximos 6 a 12 meses.
10. Resulta crucial identificar y promover las OPORTUNIDADES creadas por la emergencia.

BIBLIOGRAFIA BASICA

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Settings. Mental Health and Psychosocial Support in Humanitarian Emergencies: What
Should Humanitarian Health Actors Know? Geneva, 2010.
http://www.who.int/mental_health/emergencies/what_humanitarian_health_actors_sho
uld_know.pdf
2. OPS. Evaluación de daños y análisis de necesidades de salud en situaciones de
emergencias. Washington, DC, 2010.

12
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3. OPS. Mental Health and Psychosocial Support in Disaster Situations in the Caribbean. OPS,
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temid=1
http://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_content&view=article&id=1647%
3Amental-health-and-psychosocial-support-in-disaster-situations-in-the-
caribbean&catid=895%3Abooks&Itemid=924&lang=en
4. Rodriguez, J. y cols. (ed.). Guía práctica de salud mental en situaciones de desastres (Serie
Manuales y Guías sobre Desastres). OPS; Washington, DC, 2006.
http://www.who.int/mental_health/paho_guia_practicade_salud_mental.pdf
5. The Sphere Project. Humanitarian Charter and Minimum Standards in Humanitarian
Response; third edition, UK, 2011. http://www.ifrc.org/PageFiles/95530/The-Sphere-
Project-Handbook-20111.pdf
6. World Health Organization & United Nations High Commissioner for Refugees. Assessing
Mental Health and Psychosocial Needs and Resources: Toolkit for Major Humanitarian
Settings. Geneva: WHO, 2012.
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/76796/1/9789241548533_eng.pdf

13
ANEXO 1
Herramienta de evaluación rápida en salud mental y atención psicosocial
Etapa Crítica: Primeras 72 horas

Efectos del desastre en la salud mental de la población


1. Describir los problemas psicosociales y de salud mental más relevantes que afectaban a
la población antes del desastre: Evaluar información disponible.
2. Evidencias inmediatas del impacto humano/psicosocial del desastre en la población:
una visión preliminar de orden cualitativo; tener en cuenta la situación de los grupos
vulnerables.
3. Señales de pedidos críticos de ayuda/socorro por parte de la población.
4. Existencia de violaciones de derechos humanos, si es pertinente.
5. Otros comentarios que pueden incluir zonas geográficas de riesgo y localización de los
grupos poblacionales con mayor vulnerabilidad psicosocial; formas de expresión de las
emociones.
Identificación de necesidades y calificación a priori
1. Necesidades básicas: vivienda, agua potable, alimentación, protección y seguridad
2. Necesidades psicosociales: información, orientación, contacto con los miembros de la
familia, apoyo emocional, protección y ayuda social e institucional, educación para los
niños, liderazgo, culturales y religiosas.

Información sobre la respuesta


1. ¿Existía un plan de contingencia de salud mental antes del desastre? ¿Se está
aplicando?
2. ¿Existen mecanismos de coordinación funcionando para una mejor respuesta?
3. Recursos institucionales de salud mental disponibles/funcionales para la respuesta:
hospitales, servicios ambulatorios de salud mental públicos y privados; equipos de
atención primaria en salud entrenados en salud mental, programas psicosociales en
función. Daños a la infraestructura.
4. Listado preliminar de recursos humanos con conocimientos de salud mental
disponibles para la respuesta en el territorio: psicólogos, psiquiatras, así como médicos,
personal de enfermería, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, estudiantes
universitarios o de carreras técnicas, entrenados.
5. Primera Ayuda Psicológica. Equipos de primeras respuesta: ¿están capacitados y la
aplican?
6. Mecanismos de afrontamiento de los problemas por parte de la población; como se
enfrentan las muertes y pérdidas, formas de duelo; a quienes y como se solicita ayuda o
apoyo psicológico. Formas comunitarias de solidaridad: como las personas y grupos
comunitarios se ayudan a ellos mismos y a otros.
7. Disponibilidad de medicamentos (psicofármacos y antiepilépticos).
8. Necesidades institucionales para fortalecer la respuesta: movilización o incremento de

14
personal especializado, capacitación, apertura de nuevos servicios de salud mental y
recursos logísticos.
Comunicación
1. Apreciación de la información que está recibiendo la población tanto de medios de
comunicación como de tipo informal. Evaluar si es accesible, así como sus fuentes, calidad
y fiabilidad.
2. Información proporcionada por el sector salud al público y las relaciones con los
medios de comunicación.

Factores de riesgo y protectores identificados (lista de puntos básicos)


Factores de riesgo Factores de protección
Gran número de heridos y/o Organización de la comunidad antes del
enfermos. desastre.
Gran número de muertes. Grupos de ciudadanos que participan
activamente en la solución de problemas
causados por el desastre.
Evidencias de desorden social. Acceso a información confiable y
organizada.
Enfrentamientos étnicos, políticos, Miembros de la comunidad capacitados en
religiosos u otros. salud mental.
Presencia de grupos violentos, Servicios sociales disponibles.
criminales o destructivos.
Violencia doméstica. Servicios de salud mental disponibles.
Agresiones sexuales. Programas funcionales de asistencia
humanitaria externa.
Secuestros. Asistencia gubernamental eficaz.
Víctimas de tortura. Otros
Personas desaparecidas (como
consecuencia del desastre).
Grupos de población desplazada.
Personas en los albergues.
Familias separadas.
Elevado número de personas con
signos severos de dolor emocional,
miedo u otras reacciones mentales
como consecuencia del evento.
Consumo o abuso de alcohol y
drogas.
Personas con trastornos mentales
evidentes.
Desintegración de las organizaciones

15
Factores de riesgo Factores de protección
comunitarias.
Desaprobación de la comunidad de
las actividades de asistencia
humanitaria.
Rechazo de la población a cooperar.
Información insuficiente o poco
fiable.
Existencia de rumores o chismes.
Equipos de respuesta afectados.
Otros

16
ANEXO 2
Herramienta de evaluación rápida de la salud mental en las emergencias
Al cabo de 1 mes: crisis y pos-crisis

Información demográfica, de la comunidad y contextual pertinente


1. Proporcionar una descripción breve del tipo y la magnitud del desastre.
2. Determinar la existencia de riesgos persistentes y la situación de seguridad general.
3. Indicar la existencia de refugiados o poblaciones desplazadas (número, edad y desglose por sexos) y sus condiciones de vida.
4. Determinar los grupos de alto riesgo, por ejemplo, mujeres, niños, personas mayores, personas discapacitadas. Grupos
socialmente vulnerables o marginados (desglosados por número, edad y sexo).
5. Describir los principales elementos, las estructuras y la dinámica en cuanto al ámbito social, político, religioso y económico.
6. Proporcionar información etnográfica básica sobre los recursos, normas, roles y actitudes culturales. Interacciones entre
diferentes grupos sociales (por ejemplo, étnicos y religiosos).
7. Describir los aspectos de género y familiares (por ejemplo, organización de la vida familiar, roles de género tradicionales, etc.).
8. Describir las estructuras locales de poder (por ejemplo, jerarquías locales basadas en parentesco, edad, sexo o conocimiento de
lo sobrenatural).
9. Describir la naturaleza de los problemas causados por el desastre sobre la población (cifras de muertes, tasas de mortalidad,
amenazas de muerte, heridas, pérdidas materiales y estructurales) y cuantificarlos.
10. Describir las actividades para la subsistencia y la vida cotidiana de la comunidad, así como las formas en las cuales el desastre
puede haberlas alterado.
11. Mencionar las experiencias de la población local respecto a la emergencia (percepción de los acontecimientos y su importancia,
causas percibidas, consecuencias previstas). Describir las maneras en que la población puede haber afrontado anteriormente las
adversidades o emergencias similares.
12. Mencionar las violaciones de los derechos humanos, si corresponde.
13. Cuantificar la población desplazada, desglosando por edad, sexo, ubicación, características generales y sociales y salud.
14. Agregar cualquier otra información pertinente que no se mencione arriba.

17
Información específica sobre la salud mental y el estado funcional de la población antes y después de la emergencia. Efectos del
desastre y maneras de afrontarlos.
1. Describir y cuantificar los problemas importantes de salud mental que afectaban a la población antes del desastre. Tener en
cuenta los estudios epidemiológicos realizados con anterioridad en el país con relación a trastornos mentales, factores de riesgo
y de protección y tasas de suicidio.
2. Describir las principales causas de sufrimiento emocional (por ejemplo, índices de pobreza y desempleo, maltrato de menores,
tráfico de personas, razones políticas, etc.).
3. Describir las expresiones locales (modismos) para denominar el sufrimiento emocional, así como los diagnósticos populares y
conceptos locales relativos a traumatismos y pérdidas.
4. Indicar los modelos aclaratorios para los problemas mentales y psicosociales.
5. Citar los conceptos relativos al propio ser o la persona (por ejemplo, relaciones entre cuerpo, alma y espíritu).
6. Describir el estado de salud mental de los grupos vulnerables y las personas recluidas en establecimientos asistenciales o de
salud (huérfanos, población desplazada, personas con discapacidades o trastornos mentales graves) antes y después del
desastre.
7. Mencionar los signos de sufrimiento psicológico y social causado por el desastre, incluidos los problemas emocionales y de
conducta y los signos de deterioro del desempeño cotidiano.
8. Hacer un cálculo rápido de la prevalencia de los trastornos mentales.
9. Reconocer las perturbaciones de la solidaridad social y los mecanismos de apoyo.
10. Describir y cuantificar los trastornos mentales de las personas desplazadas. Distinguir entre sufrimiento mental y trastornos
mentales, además de edad, sexo y origen.
11. Mencionar cualquier peculiaridad que pueda haber observado.

Información sobre la respuesta


1. ¿Hay una política de salud mental y un marco legislativo vigentes? Describirlos.
2. ¿Existía un plan de contingencia de salud mental y apoyo psicosocial antes del desastre? En tal caso, ¿es integral? Mencionar las
esferas. ¿Se está aplicando? ¿Cómo?
3. Describir las funciones respectivas del gobierno, el sector privado, las ONG y los curanderos al prestar atención para la salud
mental.
4. Liderazgo: identificar a los actores fundamentales y su función al encabezar diferentes aspectos de la respuesta.

18
5. ¿Está en acción algún mecanismo para coordinar las medidas adoptadas? Función del sector de salud pública. Describir los
antecedentes de emergencias humanitarias en el país y las experiencias con la ayuda humanitaria en materia de salud mental y
apoyo psicosocial en el pasado.
6. Comunicación: describir los vehículos y medios de comunicación entre los diferentes actores que intervienen en la respuesta, los
vehículos y medios de comunicación con las personas afectadas, los vehículos y medios de comunicación con el público en
general.
7. Acceso a la información: describir si la información es accesible, su calidad y fiabilidad y cuáles son las fuentes.
8. Primera ayuda psicológica: ¿quiénes fueron los equipos de respuesta inicial?
9. Describir cualitativamente e indicar (cuantitativamente) la función de los diferentes organismos de respuesta inicial: organismos
gubernamentales, organizaciones no gubernamentales locales o internacionales, organizaciones religiosas u otras.
10. Describir las estrategias adoptadas para abordar la respuesta inicial y sus consecuencias presentes.
11. Hacer un mapa de los programas de salud mental y apoyo psicosocial para la emergencia. Cuantificar los recursos humanos y
materiales con los que se cuenta para salud mental y apoyo psicosocial: ubicación de los recursos de salud, sociales, de
organizaciones no gubernamentales y otros.
12. Hacer un mapa con los posibles actores y agencias en material de salud mental y apoyo psicosocial.
13. Mencionar la función del sector educativo formal e informal en materia de apoyo psicosocial.
14. ¿Hay equipos institucionalizados para apoyo psicosocial en las escuelas? Cuantificar qué recursos humanos entre ellos se
dedican activamente al apoyo de urgencia: psicólogos, asistentes sociales u otros.
15. Indicar y cuantificar los entornos educativos alternativos o informales. Describir y cuantificar los recursos humanos que están
disponibles o pueden estarlo para prestar apoyo a la población afectada.
16. Mencionar la función del sector formal de protección social (por ejemplo, servicios sociales) en el apoyo psicosocial.
17. Mencionar la función del sector informal de protección social (por ejemplo, sistemas de protección de las comunidades o
vecindarios, otros recursos de la comunidad) en el apoyo psicosocial. Solidaridad y apoyo social. Maneras en las cuales las
personas se ayudan a sí mismas y a los demás.
18. Describir la función de los sistemas de salud complementarios y de medicina alternativa (incluido el sistema de salud tradicional)
en la salud mental y el apoyo psicosocial.
19. Describir las pautas de búsqueda de ayuda (dónde solicitan ayuda las personas y para qué problemas).
20. Hospitales, residencias o albergues preexistentes: número, tipo (residencias protegidas, asilos, hospitales psiquiátricos,
instituciones para niños o para personas mayores), ubicación, número de camas, recursos humanos asignados, condiciones de

19
vida.
21. Establecimientos para albergue después del desastre: número, ubicación, número de camas, número de diferentes perfiles de
profesionales asignados, suministros, condiciones y número de personas acogidas, desglosado por edad, sexo y condiciones
sociales y de salud.
22. Número de personas desplazadas que están en albergues, desglosado por edad, sexo, condiciones sociales y de salud y
ubicación.
23. Indicar los recursos de salud mental disponibles en los servicios públicos de atención primaria de salud: número de médicos
generales, enfermeras, psicólogos, asistentes sociales, promotores y otros. ¿El equipo se ocupa de asuntos relacionados con la
salud mental?
24. Indicar otros servicios de atención primaria de salud o comunitarios (no públicos), con la misma información al respecto (ídem).
25. Servicios de salud mental ambulatorios, tanto públicos como privados (servicios ambulatorios, centros de salud mental
comunitarios, hospitales de día, equipos móviles, otros). Número de establecimientos, número de recursos humanos
profesionales y no profesionales, suministros. Disponibilidad y participación en la emergencia. Describir las modalidades de
trabajo y la percepción general de estas instituciones entre la población.
26. Servicios de salud mental en los hospitales, tanto públicos como privados. Hospitales psiquiátricos y servicios de salud mental en
los hospitales generales. Número de hospitales por categorías. Número de recursos humanos profesionales y no profesionales
en los hospitales, número de camas, rotación, suministros. Disponibilidad y participación en la emergencia. Describir las
modalidades de trabajo y la percepción general de estas instituciones entre la población.
27. Servicios de urgencia de salud mental con atención las 24 horas. Cuántos hay, número de recursos humanos y camas
disponibles, rotación, suministros y estado donde se localizan.
28. Capacitación: trabajadores de atención primaria de salud que habían recibido capacitación en materia de salud mental antes del
desastre. Tipo y número de horas de capacitación en materia de salud mental de cada profesional de los distintos equipos y a
todos los niveles. ¿Cuándo recibieron la última capacitación?
29. Uso de la guía de intervención del mhGAP (Programa de acción para superar las brechas en salud mental): ¿se conoce? ¿Se
aplica? ¿Es fácil obtener copias para usarlas?. En particular para la emergencia se recomienda la versión Humanitaria.
30. Descripción cuantitativa y cualitativa de las ONG locales, nacionales e internacionales, instituciones religiosas y organizaciones
comunitarias, incluidos sus aspectos funcionales. ¿Ofrecen algún tipo de programa de apoyo psicosocial o educación y servicio
social? Poner particular énfasis en los proyectos específicos de capacitación en salud mental y apoyo psicosocial, al cuantificar el
número de personas capacitadas, desglosado por perfiles profesionales, edad, sexo, programas de estudios y horas de

20
capacitación.
31. Determinar la disponibilidad de protocolos estandarizados en salud mental y apoyo psicosocial para entornos no especializados
(públicos, privados u organizaciones no gubernamentales).
32. Determinar la disponibilidad de medicamentos esenciales en los diferentes niveles del sistema de salud (público, privado o de
organizaciones no gubernamentales; atención primaria de salud, servicios de salud mental, hospitales, ONG, etc.). Especificar los
medicamentos con que se cuenta en cada nivel.
33. Describir los sistemas de referencia y contrarreferencia.
34. Describir los sistemas logísticos y de suministros en cada nivel.
35. Sistema de información de salud (SIS): describir qué clase de información está disponible. Puede sugerirse que se incorporen
temas en un sistema de información de salud preexistente.
36. Describir las repercusiones del desastre sobre los servicios locales de salud mental local y otros servicios sociales o de salud.
37. Describir otros medios de respuesta, si los hubiera.
38. Describir temas específicos pertinentes que puedan no estar mencionados en los puntos anteriores.

Factores de riesgo y protectores detectados (lista de puntos básicos)


Factores de riesgo Factores de protección
Gran número de heridos. Organización de la comunidad antes del desastre.
Gran número de muertes. Grupos de ciudadanos que participan activamente en la
Desorden social (pleitos, peleas). solución de problemas causada por el desastre.
Enfrentamientos étnicos, políticos, religiosos u otros. Acceso a información confiable y organizada.
Presencia de grupos violentos, criminales o destructivos. Miembros de la comunidad capacitados en materia de salud
mental.
Miembros de la comunidad capacitados en salud mental.
Violencia doméstica. Servicios sociales disponibles.
Agresiones sexuales. Servicios de salud mental disponibles.
Secuestros. Programas de ayuda humanitaria externa funcional.
Personas desaparecidas (como consecuencia del desastre). Asistencia gubernamental.
Grupos de población desplazados. Otros
Personas en los albergues.

21
Factores de riesgo Factores de protección
Familias separadas.
Personas que sufren dolor emocional, miedo u otras
reacciones mentales como consecuencia del evento.
Consumo o abuso de bebidas alcohólicas, drogas o ambos.
Personas con trastornos mentales evidentes.
Desintegración de las organizaciones comunitarias.
Desaprobación de la comunidad de las actividades de
asistencia humanitaria.
Rechazo de la población a cooperar.
Información insuficiente o poco fiable.
Existencia de rumores o chismes.
Equipos de respuesta afectados.
Otros

22

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