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Artículo de revisión
Resumen
La obesidad, una de las enfermedades más críticas del siglo XXI, se halla asociada con
otros problemas de salud como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y
una expectativa de vida reducida, y ejerce un efecto importante sobre la economía.
Pese a que se han desarrollado fármacos antiobesidad que actúan de diferentes
maneras (disminuyendo el apetito, alterando el metabolismo o inhibiendo la absor-
ción calórica), dichos fármacos han representado serias preocupaciones en cuanto a
la seguridad en su uso, a tal punto que, debido a sus efectos secundarios, Se retiraron
del mercado la sibutramina y el rimonabant; a consecuencia de estos reveses existen
pocos medicamentos antiobesidad aceptados. Por otra parte, el conocimiento acerca
del eje intestino-cerebro ayuda a entender cómo funciona el sistema gastroentero-
pancreático, con relación a una serie de péptidos y hormonas que participan en la
regulación alimentaria y el cerebro, específicamente el hipotálamo como centro
homeostático de los estados de hambre y anorexia, o del apetito, y por ende, del peso
corporal. Esto nos lleva a estudiar aquellos fármacos que se encuentran en fase de
investigación y desarrollo como las monoterapias y las combinaciones, para concluir
que existen tres fármacos aprobados por la Agencia de Alimentos y Medicamentos
(FDA, por sus siglas en inglés), dos de ellos recientemente (en el 2012), y otros que
podrían llegar a ser aceptados para su uso terapéutico.
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Summary
Obesity is one of the most critical diseases of the 21st century, which is associ-
ated with other health problems such as type 2 diabetes, cardiovascular disease
and reduced life expectancy, and a strong effect on the economy. Over time, have
developed anti-obesity drugs which work in different ways: by suppressing appe-
tite, altering metabolism or inhibiting absorption heat. However, these drugs have
had serious concerns about the safety of commonly prescribed use derivative side
effects, leading the recent withdrawal of sibutramine and rimonabant. As a result
of these setbacks, there are few anti-obesity drugs accepted. Knowledge about the
gut-brain axis help you understand how the gastro-entero pancreatic, related to a
series of peptides and hormones involved in food regulation and the brain, specifi-
cally the hypothalamus as a central regulator of the states of hunger and anorexia
or appetite and body weight thereby. These lead us to study those drugs that are
under research and development as monotherapies and combinations to conclude
that there are three drugs already approved by the Food and Drug Administration or
by its acronym U.S. FDA (two of them recently approved in 2012) and others which
will become accepted for therapeutic use.
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Tratamiento farmacológico contra la obesidad
Hay que tener en cuenta que la regulación corporal es un sistema complejo de siste-
mas de retroalimentación múltiples sobrepuestos. La obesidad resulta por una mayor
ingesta de energía que de un gasto energético, aunque este balance es afectado por fac-
tores genéticos, ambientales y culturales. Los tres mecanismos primarios que pueden
ser alterados para revertir el estado de ingesta energética mayor que el gasto energético
son la ingesta de alimento, el manejo de nutrientes y el gasto energético (v. figura 1).
Muchos de los medicamentos disponibles y en desarrollo apuntan a uno de estos tres
mecanismos: reducir el apetito, decrecer la absorción de nutrientes, incrementar la ter-
mogénesis (5).
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Figura 1. Balance energético entre la ingesta calórica y su gasto respectivo (modificado de la refe-
rencia 5).
Se debe recordar que la manera más común utilizada para estimar el nivel de obesi-
dad que tiene una persona es por medio del índice de masa corporal, IMC (o BMI,
por sus siglas en inglés), que define la razón del peso corporal en kilogramos y su
altura en metros cuadrados (kg/m2). De acuerdo con este criterio, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) (6) ha clasificado los diversos estados en los cuales se
encuentra una persona (v. figura 2).
Figura 2. Valores del índice de masa corporal de acuerdo con el estado de la persona.
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Tratamiento farmacológico contra la obesidad
País
Sabemos que hoy en día se considera a la obesidad como una enfermedad crónica, com-
pleja, multifactorial, que aún no tiene una cura específica, no está siendo bien enfocada
y por ende no es tratada adecuadamente. Aún más preocupante resulta el hecho de
que la obesidad aumenta tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados (v.
figura 3).
Figura 3. El sobrepeso va en ascenso de los países menos desarrollados a los más desarrollados (109).
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El eje intestino-cerebro
El esfuerzo de las investigaciones en los últimos veinte años se centraliza en entender
cómo el organismo regula la ingesta de alimento y qué sustancias corporales participan
en dicha homeostasis. Recién las investigaciones se están enfocando en el estudio del
sistema gastroentero-pancreático, ya que se han identificado en el intestino una serie de
hormonas que coordinan varias funciones involucradas en la regulación de la ingesta de
alimento. Estas hormonas endocrinas envían señales al cerebro para dar por terminada
una comida o para consumir más alimento. Por eso esta red de comunicación se conoce
como gut-brain axis o eje intestino-cerebro (13); a continuación se describe el meca-
nismo de acción de las hormonas que intervienen en la regulación de la alimentación
y las principales áreas cerebrales que tienen que ver con la homeostasis alimentaria y el
peso corporal.
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Tratamiento farmacológico contra la obesidad
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El orlistat o Xenical es un medicamento diseñado para tratar la obesidad y su función
primaria es la de prevenir la absorción de grasas de la dieta humana, por lo cual reduce
la ingesta calórica. Fue aprobado en 1998 por la FDA para el tratamiento de la obesidad
en compañía de una dieta reducida en calorías supervisada por el médico. Es un deri-
vado de la lipstatina, un potente inhibidor natural de las lipasas pancreáticas aislado
de la bacteria Streptomyces toxytricini. Su mecanismo de acción consiste en inhibir la
lipasa pancreática, una enzima clave que interviene en la hidrólisis de los triglicéridos
de los alimentos, libera ácidos grasos y monoglicéridos que son absorbidos luego por
la mucosa intestinal. Este fármaco se encuentra en el lumen intestinal para reducir la
absorción de la grasa dietaria (v. figura 5).
Los estudios sistemáticos realizados tanto en adultos como en jóvenes adolescentes
demuestra una significativa reducción del peso corporal con orlistat, comparado con el
placebo de 6,2 kg (95% CI, 1,7 a 14,0 kg) (16, 17, 18, 19). Es interesante afirmar que
el orlistat reduce la absorción de la dieta ingerida a una dosis máxima de 120 mg tres
veces al día, y como lo muestra la figura 2, se excreta hasta un 30% de la dieta ingerida
(20). En la figura 5 se indica la eficacia de este fármaco, que se formula como Xenical
y fue desarrollado por Laboratorios Roche, para la pérdida de peso, demostrada en una
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terapia que duró de dos a cuatro años, comparada con el placebo (21).
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Tratamiento farmacológico contra la obesidad
Figura 5. Mecanismo de acción del orlistat. Debido a la semejanza estructural entre el orlistat y los
triglicéridos, el fármaco se acopla al lugar activo de las enzimas mediante una unión covalente con
el aminoácido serina. La fijación es reversible, pero en condiciones fisiológicas el efecto inhibidor se
mantiene inalterado durante el paso por el tubo digestivo. Así, alrededor del 30% de los triglicéridos
de los alimentos no se digieren, no se absorben, con lo que se produce un déficit calórico adicional
al de la dieta sola (110, 111).
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Por este mecanismo podemos estudiar péptidos y hormonas que se originan en el tracto
gastrointestinal y promueven la sensación de saciedad o la fase en que se promueve la
de terminación de la comida o meal size, que es estimulada por los niveles circulantes
de glucosa, aminoácidos (aa) y lípidos, los cuales son detectados por el cerebro o por
medio de receptores periféricos. La saciedad se refiere a los efectos de la comida cuando
está en los períodos de precarga y cuando se termina, y los efectos posprandiales que
implican estos intervalos de alimentación, eso significa que interviene en la regulación
de la frecuencia de comida. Así entonces, la saciedad per se previene el sobreconsumo,
se presenta gastrointestinalmente (GI) en varios sitios (estómago, intestino delgado
proximal, colon, páncreas) y la comida evoca la sensación de saciedad por dos efectos
principales en el tracto gastrointestinal: la distensión gástrica y la liberación de pépti-
dos de las células enteroendocrinas. Asimismo, el tallo cerebral es el principal centro y
por lo tanto recibe las “entradas” de las señales de saciedad que actúan a corto plazo,
las cuales son transmitidas por vía neural (proyecciones al nervio vago al núcleo del
tracto solitario o NTS) y hormonal (mediante péptidos intestinales que actúan en el
hipotálamo y el área postrema o AP (v. figura 4). Estos péptidos transmiten señales de
“saciedad” porque promueven la terminación de la comida y afectan la ingesta de ali-
mento si se libera entre las comidas.
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sica a los quince minutos, alcanzan un pico aproximadamente a los veinticinco minutos
y permanecen elevados durante tres horas (v. figura 6) (24).
Este péptido presenta dos receptores que se encuentran acoplados a proteínas G. Uno
de ellos es el CCK-1, que se halla principalmente en el tracto gastrointestinal y las vías
aferentes vagales, donde la CCK causa una sensación de saciedad mediada por este
receptor, mientras que el CCK-2 se encuentra predominantemente en el cerebro. La
administración exógena de CCK induce reducción en la ingesta de alimentos.
EL CCK no funciona como un agente antiobesidad per se
Su uso en la terapia antiobesidad se encuentra limitado hasta el momento, por eso se
dice que la CCK es más importante en la sensación de saciedad que en la obesidad por
sí misma. La compañía GSK detuvo el desarrollo de su compuesto GI181771 después
de realizadas las pruebas de fase clínica II en el 2008, ya que no produjo una pérdida de
peso significativa. Una limitación de este estudio pudo deberse a que los participantes
en el estudio se les permitió comer ad libitum y pudieron haber compensado su energía
con el incremento de su frecuencia de consumo alimentario (39). Al final de dicho año
Pfizer también descontinuó el desarrollo de un agonista de CCK (CE-326597) luego
de los estudios de fase clínica II, ya que la magnitud de pérdida de peso en un rango
de dosis de 5, 25, 50 y 100 mg del fármaco CE-326597, administrado por vía oral,
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fue similar al placebo, con excepción de la dosis de 50 mg. No hubo relación dosis-
respuesta en cuanto al efecto de reducción de peso (40).
2.2.5. Grelina
La grelina fue reportada por Masayasu Kojima y colaboradores en 1999. Es un poli-
péptido de 28 aminoácidos y peso molecular de 3.3 kiloDalton (kDa) liberado de las
células gástricas. En contraste con las demás hormonas gastrointestinales, la grelina
estimula la ingesta de alimento tanto en las vías aferentes vagales como en el núcleo
arcuato del hipotálamo, tanto en roedores como en humanos. Esta hormona se secreta
de manera pulsátil y varía notablemente en el transcurso del día.
Se ha demostrado que la grelina actúa sobre el receptor de la hormona de crecimiento
secretagoga 1 A (GHS-R1a), presente en varias áreas cerebrales (41, 42). La grelina
necesita estar bioactivada, lo que se logra por medio de una enzima llamada orto acil
transferesa gástrica (GOAT, por sus siglas en inglés), enzima que ha despertado interés
como blanco potencial para modular la actividad de grelina (43).
Se ha visto que la administración de grelina, sea por vía central o periférica, produce
aumento de peso, y los niveles altos de la hormona mejoran el aprendizaje, pero si son
muy altos afectan la ingesta de comida.
Estudios recientes indican que la grelina activa el circuito de búsqueda de la recom-
pensa e incrementa el valor palatable de los alimentos (42); investigar la modulación
de los efectos orexigénicos de la grelina al bloquear al receptor, y utilizar antagonistas,
puede ser una opción muy interesante en el futuro.
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Tratamiento farmacológico contra la obesidad
Figura 8. Integración de las señales periféricas (CCK) (vía 1) con los factores humorales (leptina)
(vía 2) para regular la ingesta de alimento (58).
Los ensayos clínicos para el tratamiento de la obesidad utilizando leptina fallaron por-
que muchos de los pacientes obesos presentaban dicha resistencia. Actualmente, con
la leptina ha emergido una alternativa terapéutica utilizada en combinación con un
análogo de amilina (v. combinación de fármacos).
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rrollados para otras aplicaciones también son considerados en este grupo por sus efec-
tos secundarios, pues se demostraba pérdida de peso en los pacientes que los utilizaban.
Asimismo, un gran número de compuestos en el SNC pueden modular varias vías u
órganos blancos al mismo tiempo.
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Otro compuesto es la betahistina (Histalean ), disponible en el mercado de Canadá y
Europa para el vértigo, la cual se le ha formulado también para la reducción de ingesta
por bloqueo de los receptores H1 y H3, sin embargo falta evidencia que muestre su
eficacia en los seres humanos.
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Bupropión
El bupropión es un antidepresivo de la clase aminocetona; químicamente no tiene rela-
ción con los inhibidores de recaptación tri y tetracíclicos selectivos de serotonina u
otros agentes antidepresivos conocidos. Se conoce como un fármaco antidepresivo y
es utilizado para dejar de fumar; fue aprobado en 1984 por la FDA como un antide-
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Tesofensina
Es un inhibidor de la receptación de serotonina-noradrenalina-dopamina de la familia
del feniltropano que se está probando por la empresa danesa NeuroSearch para el trata-
miento de la obesidad; fue desarrollado inicialmente para el tratamiento del Parkinson
y del Alzheimer.
Usando el modelo de obesidad inducida por dieta en ratas, al tratarse con tesofensina
(2,0 mg/kg, s. c.) durante dieciséis días mostraron mayor reducción del peso corporal
que las ratas tratadas con vehículo, lo cual se vio reflejado por una marcada respuesta
hipofágica; el más probable mecanismo de supresión de ingesta de alimento por teso-
fensina en la rata obesa depende de la capacidad del fármaco de estimular indirecta-
mente el receptor adrenérgico α1 y la función del receptor dopaminérgico D1. Los
efectos adversos asociados con este fármaco se han encontrado a una dosis de 1 mg, al
afectarse significativamente la presión sanguínea sistólica y diastólica, además de efec-
tos gastrointestinales que incluyen boca seca, náuseas, dolor abdominal, constipación,
heces duras y diarrea (74).
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2.5.2. Sibutramina
Es un fármaco que fue aprobado por la FDA en 1997 como agente antiobesidad para
su uso en adultos en Estados Unidos, y en Europa a partir de 1999. Es un inhibidor de
la recaptación que ayuda a aumentar la saciedad por inhibir la de serotonina (53%),
noradrenalina (NA) (54%) y dopamina (DA) (16%).
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2.5.3. Dietilpropión
El dietilpropión es un agente anoréctico con alguna actividad farmacológica similar
a la del prototipo de fármacos de esta clase usados en obesidad, las anfetaminas. Sus
efectos incluyen la estimulación del sistema nervioso central y elevación de la presión
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sanguínea. Se considera que este fármaco y sus metabolitos atraviesan la barrera hema-
toencefálica y la placenta.
El dietilpropión, que se encuentra disponible como fármaco antiobesidad desde 1960,
está indicado en el manejo de la obesidad exógena como un coadyuvante a corto plazo
(unas pocas semanas) en el régimen de reducción de peso basado en la restricción caló-
rica en pacientes con un índice de masa corporal (BMI) de 30 kg/m2 o mayores que
no han respondido al régimen apropiado de reducción de peso (dieta o ejercicio). Este
fármaco no debe ser prescrito a pacientes con hipertensión o con enfermedades cardio-
vasculares sintomáticas, incluyendo arritmias. En las interacciones con otros fármacos,
el uso concurrente de fenotiazinas puede antagonizar el efecto anoréctico del dietilpro-
pión.
Recientemente el dietilpropión, en una dosis de 50 mg administrada dos veces al día,
mostró ser más efectivo que el placebo durante seis meses, en una muestra de sesenta y
nueve pacientes adultos obesos —9,8%— (s. d. 6,9%) del peso corporal inicial contra
3,2% (3,7%) en el grupo placebo (P < 0,0001). Además, después de doce meses de
tratamiento la pérdida de peso inducida por el dietilpropión fue de 10,6% (8,3%). Por
lo tanto, el tratamiento del dietilpropión más la dieta produjo una pérdida de peso
clínicamente significativa y sostenida en un año de tratamiento. Este fármaco parece
ser seguro con relación a los eventos cardiovasculares y psiquiátricos en la población
seleccionada para el estudio (84). Los efectos adversos más comunes fueron los de boca
seca e insomnio.
2.5.4. Rimonabant
El sistema endocanabinoide modula la ingesta de alimento y el metabolismo energético
a diferentes niveles, comenzando en los receptores del sistema gastrointestinal (GI)
para regular la recompensa hedónica en el cerebro (85). Asimismo, canabinoides pre-
sentes en la Cannabis sativa estimulan el apetito. Por tal motivo, luego de múltiples
observaciones se desarrollaron compuestos bloqueadores de este sistema (CB1), y uno
de los primeros en utilizarse fue el rimonabant.
Este es un potente antagonista selectivo del receptor canabinoide del cerebro CB1,
generado por la farmacéutica Sanofi-Aventis (Acomplia). El rimonabant está indicado
para el tratamiento de la obesidad. La activación de dichos receptores por los canabi-
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Aunque estuvo disponible en Europa desde el 2006 para pacientes obesos o con sobre-
peso con factores de riesgo asociados, como adjunto de la dieta y el ejercicio, el Acom-
plia no fue aprobado por la FDA en Estados Unidos. Las preocupaciones han estado
creciendo en pacientes que toman Acomplia (o Zimulti, en el mercado de Estados Uni-
dos) debido al incremento de eventos adversos psiquiátricos, incluyendo el suicidio.
Un análisis de los datos sobre seguridad del rimonabant indicaron aumento de riesgo a
suicidio en pacientes con una dosis mayor de 2 mg: dos suicidios fueron registrados en
el programa de pruebas clínicas del rimonabant, uno de los cuales ocurrió en la prueba
de RIO-Norteamérica.
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Tratamiento farmacológico contra la obesidad
En Europa la EMEA observó algo similar, lo cual puede verse en la página electrónica:
http://www.drugdevelopment-technology.com/projects/rimonabant/.
En el año 2008 los fabricantes del rimonabant (Sanofi-Aventis) anunciaron que todos
los estudios de fase clínica serían detenidos en forma permanente. Este anuncio fue
seguido por la decisión de retirar el fármaco del mercado debido especialmente a sus
efectos adversos de tipo psiquiátrico, considerados más relevantes que sus efectos bené-
ficos (86).
De interés resultan ser las aproximaciones evaluadas para la reducción de peso mediante
el incremento del gasto energético o la reducción o redistribución del tejido adiposo.
Enfocarse en el gasto energético (o la bioenergética celular), y en particular en la termo-
génesis adaptativa, es una opción valiosa (87).
La termogénesis adaptativa es generada por la mitocondria del músculo esquelético y el
tejidoadiposopardo(BAT), enrespuesta a losestímulosexternos,pormediodeladisipación
del exceso de energía en forma de calor (88). Por eso el BAT desempeña un papel impor-
tante en la regulación de la obesidad mediante el control del balance de energía.
Los hallazgos recientes demuestran que los adultos mantienen en forma activa el BAT
(89). Por lo tanto, el BAT es un nuevo blanco para el tratamiento de la obesidad (87,
90).
Mencionaremos algunos de estos compuestos con mayor potencial futuro en la terapia
antiobesidad.
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4. Disminución de la diferenciación y la
proliferación de los preadipocitos
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5. Disminución de la lipogénesis
y aumento de la lipólisis
6. Combinaciones de fármacos
para tratar la obesidad
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Medicamentos antiobesidad
aprobados por la FDA en el 2012 (104)
Belviq (Lorcaserina)
Es un agonista selectivo al receptor 5-HT2C de la serotonina. Este receptor es blanco
irresistible para el tratamiento de la obesidad. La localización del receptor es consistente
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Figura 10. Reducción de peso con lorcaserina en cincuenta y dos semanas de tratamiento. (Agencia
de Alimentos y Medicamentos, FDA), 2010.
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La combinación de fentermina y topiramato o (Qsymia ) ha sido patentada —y goza
de licencia— por la compañía farmacéutica Vivus (Mountain View, California); su
formulación es de liberación prolongada, con dosis bajas diarias de los componentes
(15 mg o menos de fentermina y 92 mg o menos de topiramato), que ha mostrado bue-
nos resultados; recientemente, en pruebas de fase clínica III a 1.267 pacientes con un
IMC de 42 kg/m2 durante cincuenta y seis semanas, indican que la combinación de 15
mg de fentermina con 92 mg de topiramato generó una pérdida de peso promedio de
14,4%, mientras que las personas del grupo placebo perdieron apenas un 2,2% (v. tabla
2, de la compañía Vivus, obtenida en la página web http://ir.vivus.com/releasedetail.
cfm?ReleaseID=407933.
La FDA aprobó la Qsymia el 17 de julio del 2012, con evaluación de riesgos y estrate-
gia de mitigación (REM), que es una guía sobre cómo aconsejar a los pacientes sobre
la seguridad y elementos a tener en cuenta para garantizar un uso médico seguro que
incluyen la capacitación y certificación de farmacia. El propósito de los REM es educar
a los prescriptores y pacientes sobre el riesgo creciente de defectos congénitos asocia-
dos con la exposición durante el primer trimestre de Qsymia, la necesidad de prevenir
el embarazo y la necesidad de interrumpir el tratamiento si se produce un embarazo.
La Qsymia solo se dispensa en farmacias especialmente certificadas (108). Este medi-
camento se usa como coadyuvante de una dieta baja en calorías y del aumento de la
actividad física para el control de peso crónico en adultos obesos (104).
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Conclusiones
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Tratamiento farmacológico contra la obesidad
En general, el arsenal terapéutico de los fármacos para el manejo del peso corporal, y
otros compuestos usados en la obesidad, cambiará considerablemente en los próximos
cinco años, al conocerse sus mecanismos de acción relacionados con el eje intestino-
cerebro o gut-brain axis.
Agradecimientos
Este artículo fue apoyado por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal
(ICyTDF) a través del programa de becas 2012-2013 y por la doctora Norah Barba
Behrens, profesora titular de tiempo completo del Departamento de Química Inor-
gánica y Nuclear de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM).
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