Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Edición:
Violeta Noetinger
ISBN:
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional
del Perú Nº
Registro de Proyecto Editorial Nº
dibujado un círculo rojo en torno al que me intere- pió. Además, es evidente que él podría haber pre-
saba: “La Agencia de Investigaciones Tony Sosa visto que de ese trabajo sólo iban a salir problemas.
busca ayudante. Comunicarse de 12 a 20 h”. Pero, si a Francisco se le mete una idea en la cabe-
Sí, yo sabía que la Agencia Tony Sosa debía za, no hay cómo sacársela. Cuando, días después
de ser una de esas cuevas horribles que se dedican a de aquella discusión, me contó que había fijado
sacar fotos de gente en situación comprometida. una cita con el tipo, me puse furioso. Aunque
Pero de alguna manera tenía que ponerme en puede ser que yo ya estuviera furioso y eso simple-
marcha. De modo que tosí un poco para entur- mente empeorara mi estado.
biar mi voz y me dispuse a llamar a Sosa. Era —No te va a contratar por la sencilla
imposible prever todo lo que iba a seguir. razón de que tenés dieciséis años, Sherlock —le
dije—. Se va a reír cuando te vea. Y, si te contra-
tara, ¿para qué te puede servir? Si vos pensás que
un detective de cuarta como ese puede tener un
caso interesante, es que estás loco o leíste demasia-
dos libros. En realidad —agregué tras pensarlo un
momento—, vos estás loco y además leíste dema-
siados libros. En el mejor de los casos vas a pasar
el tiempo persiguiendo por la calle a una esposa —¿Eso dice Holmes?
infiel. Y en el peor, te vas a quedar en la oficina —Sí, en El ritual de los Musgrave.
atendiendo el teléfono o haciéndole café a un —No me parece una cita muy impactan-
idiota. te. Más bien, bastante estúpida.
Supongo que estaba siendo un poco injus- —Es cierto, pero revela que al propio Sherlock
to con él. Para empezar, logró aparentar bastante Holmes le resultaron difíciles los comienzos.
más edad de la que tiene. En parte lo ayudó la —Fran, hay veces en que me sacás.
naturaleza: ya mide más de un metro ochenta, Holmes es un personaje. Un per-so-na-je. No lo
14 15
una obvia herencia de su padre. Pero, además, conviertas en tu guía espiritual.
viene trabajando bastante en su aspecto. Ahora —Dejó en la historia una huella más pro-
lleva el pelo corto y prolijo y hace poco se compró funda que mucha gente de carne y hueso, Watson,
ropa que reserva para situaciones especiales: pan- y eso lo vuelve real.
talón oscuro, camisa, incluso un saco. Puse los ojos en blanco y decidí irme a mi
Pese a la vehemencia de mi ataque, me casa.
contestó en un tono amigable. Creo que trataba
de evitar que nos peleáramos, un buen intento
que yo no lograba imitar por el malhumor que Pero no puedo negar que, pese a lo irritan-
tenía en esos días. te que suele ser, en muchas cosas Sherlock tenía
—Sí, Watson, en parte tenés razón. Esos razón. Digamos, en casi todas. Yo estaba deprimi-
tipos trabajan más que nada con casos de adulte- do. Efectivamente, Martina me había dejado. Era
rio. Pero quisiera que entiendas que tengo que un final previsible, si se tiene en cuenta que
hacer algo para combatir el aburrimiento. Necesito nunca tuvimos mucho en común. Pero a mí ella
ponerme en marcha. Y al principio uno tiene que me seguía gustando y andar solo me sentaba
hacer algunas concesiones. Lo dijo el mismo muy mal.
Maestro: “No puede imaginar cuán difícil me Estaba, además, el asunto de la universidad.
resultó todo al principio y cuánto tiempo tuve Al fin, y tras muchas vueltas, me había anotado en
que esperar antes de comenzar a abrirme camino”. Letras. Tenía, quiero decir tengo, el propósito de ser
escritor. Todavía no escribo más que un par de cuen- —Está bien —suspiró—, inscribite en
tos, algunos poemas flojos y un relato sobre mis Letras. Quizás el año que viene cambies de idea.
aventuras con Sherlock, pero la idea de dedicarme a De todas formas, no puedo echarle la
la literatura me resulta muy atractiva. culpa de mis angustias a mi viejo que, en última
A mi viejo no. Él siempre tuvo para mí otros instancia, va a aceptar mi decisión. Lo cierto es
planes. Podría explicarlo así: mi viejo es dentista. Su que yo mismo no estoy nada seguro. Porque ni
hermano es dentista. Mi abuelo era dentista. El siquiera sé si tengo pasta de escritor, si algún día
padre de mi abuelo era dentista. Creo que cual- podré escribir algo aceptable. ¿Qué pasa si no
16 17
quiera puede imaginarse a qué le gustaría a mi puedo? Además, en lo que respecta a los estudios,
viejo que yo me dedicara. Él, sin embargo, inten- soy muy distinto de Sherlock. Obvio, él es un
ta convencerme de un modo práctico: tiene un genio. No sólo es dos años menor que yo porque
buen consultorio instalado y una importante estuvo adelantado en la escuela, sino que además
clientela. Todo eso es heredable. en el final del secundario cursó a distancia todas
—Pero yo no quiero ser dentista —discu- las materias posibles del Ciclo Básico Común para
tí—, quiero ser escritor. avanzar más rápido en la carrera. Puedo apostar
—¿Y por qué no las dos cosas? que en no más de tres o cuatro años la va a tener
Fruncí el ceño. terminada y ya habrá saltado a algún estudio de
—¿Un dentista escritor? posgrado.
—¿Qué tiene de malo? Muchos de mis Para mí el panorama es otro. Los seis años
colegas tienen hobbies. El doctor Levin, por ejem- que, con suerte, me tomará llegar hasta el título
plo, es dueño de una gran colección de estampillas. aparecen en mi horizonte como una gigantesca
Y el doctor Arriátegui es un excelente fotógrafo. montaña que tendré que atravesar, con horribles
—Papá, no quiero ser un dentista con un piedras en el medio, como Latín o Griego, y sin
hobby. Quiero ser un escritor. estar seguro de que al final del camino me espere
Lo que no le dije fue que la sola idea de alguna recompensa que valga la pena.
andar escarbando en las muelas ajenas me da un Intenté escapar a esos pensamientos
asco terrible. Al final se resignó. negros diciéndome que al menos Letras tiene dos
importantes puntos a favor: primero, hay que leer
gran cantidad de novelas, y las novelas me gustan
mucho. Segundo, es una carrera abrumadoramen-
te femenina, y las mujeres también me gustan Sherlock
mucho.
No sé si es suficiente, pero con esa idea
estaba tratando de sostenerme.
18
L a oficina quedaba en el barrio de
Once. Por teléfono, Tony Sosa me había dicho que
19