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LA FUNCIÓN DE LA UNIVERSIDAD
EN LAS SOCIEDADES DEL CONOCIMIENTO
The function of the university
in the knowledge societies
Luz Patricia PARDO MARTÍNEZ
Universidad Cooperativa de Colombia
Correo-e: luzpatriciapardo@yahoo.es
Recepción: 22 de octubre de 2009
Envío a informantes: 24 de octubre de 2009
Fecha de aceptación definitiva: 24 de mayo de 2010
Biblid. [0214-3402 (2011) (II época) n.º 17; 145-158]
ABSTRACT: The purpose of this research was to clarify the universities future and
its role in the globalization, bearing in mind the prospective approach. The research
was performed as sustenance of the Doctoral Thesis: University with quality in the
knowledge societies, from which the fundamental tendencies and reflections have been
extracted namely: First tendency: Knowledge Internationalization and globalization, as
consequence of the globalization process, which will provide the basis for a unified
but diverse world. Second tendency: The university, in exercise of its critical and social
function, has a priority responsibility, that demands it to make its own contribution to
the social development as well as to the creation of a critical mass and knowledge pro-
duction from the innovations, creativity and complex thought activities.
KEYWORDS: university, quality, university with quality and tendency.
Introducción
H
OY LA SOCIEDAD CREA Y RECREA UNA SERIE DE REALIDADES que, al ser
estudiadas sistemáticamente, permiten identificar la tendencia de las socie-
dades del futuro. Se trata, entonces, de lanzar una mirada prospectiva, de
descubrir los factores y los hilos que desde el presente conduzcan a visualizar el
papel y la aportación que las universidades pueden hacer en el mundo globalizado
y en la sociedad del conocimiento. De esta manera, la finalidad de la investigación
consistió en precisar el futuro de la universidad y su papel dentro de la mundiali-
zación, teniendo en cuenta el enfoque prospectivo. La investigación se realizó
como sustento de la tesis doctoral, de la cual se han extraído las reflexiones y ten-
dencias que se presentan a continuación.
En este momento las sociedades están abocadas a un gran cambio, pues desde
las entrañas de los países desarrollados se teje un nuevo sistema social que se gene-
ra a partir de la globalización y cuyo epicentro será el conocimiento.
A partir de la consolidación de la globalización y de los factores económicos,
sociales y políticos que este fenómeno provoca, se puede hablar de una nueva
lógica social y, en consecuencia, de nuevos epicentros para el desarrollo del
mundo. Desde esta perspectiva, cada país se verá obligado a aceptar las nuevas
condiciones y parámetros de desarrollo mundial que se desprenden de ella.
Paralelamente a este fenómeno económico y político, la sociedad en su conjunto
viene exigiendo que se revisen: (uno) la contribución social que realizan las univer-
sidades, (dos) el tipo y la calidad de los profesionales que emanan de ellas y (tres)
los aportes de productividad, en términos de conocimiento, que vienen haciendo.
Desde 1980, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO) empezó a cuestionar la calidad de las universida-
des. En diversos seminarios y congresos internacionales ha enfatizado la imperio-
sa necesidad de mejorar la cualificación de los docentes y promover la investiga-
ción en la educación superior.
Esta investigación tomó como base una doble preocupación: (uno) clarificar
las tendencias que se observan hoy en la universidad y proyectarlas al futuro den-
tro del marco de las sociedades del conocimiento y (dos) determinar las posibles
aportaciones que la universidad puede hacer en cuanto a la producción de conoci-
miento. A partir de estas dos preocupaciones surge un tercer aspecto que se rela-
ciona directamente con los otros. Este tercer eje temático corresponde a la fun-
ción de la universidad como creadora de conocimiento crítico y generadora de
procesos sociales que contribuyan al desarrollo tanto de las naciones como de la
humanidad.
Estos tres aspectos fueron el centro de la investigación. Cada uno de los pasos
que se dieron en la misma, desde lo teórico, lo metodológico y lo práctico, estuvo
dirigido a dar respuesta a las preguntas que se presentan a continuación: ¿cuál
será la proyección de las universidades en las sociedades del conocimiento?,
¿cuál será su papel en el desarrollo de las sociedades del conocimiento?, ¿cuál es
la aportación de estas instituciones a la producción de conocimiento? y ¿cómo
proyecta la universidad sus dos funciones básicas (crítica y social) en las socieda-
des del conocimiento?
Actualmente, la configuración de las relaciones sociales se da a partir de dos
niveles de códigos culturales: los propios de cada cultura y los comunes en lo universal.
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será asumido como un medio esencial para sus transacciones, reacciones e interac-
ciones comerciales, sociales, culturales y, desde luego, políticas.
A partir de la globalización se generarán amplios e importantes desarrollos cien-
tíficos y tecnológicos que, según lo permitieron ver Stiglitz, Castell y otros exper-
tos, serán inequitativos, pues mientras algunas sociedades se constituyen en polos
de desarrollo, con una gran concentración de riqueza sustentada en la ciencia y la
tecnología (países de la OCDE y en menor medida el resto de países desarrollados),
otros establecerán brechas insalvables (en lo tecnológico y lo científico) que a la
postre los llevarán a profundizar su deterioro económico, social y educativo.
De lo anterior se desprende que a pesar de plantearse un mundo global, es
decir, unido, esta unidad no será una única realidad, pues simultáneamente se pre-
sentarán dos contextos diferentes y separados: de un lado, unos países donde se
hablará de desarrollo y grandes avances, con una complejidad política, organizati-
va y con supuestos de innovación y creatividad a partir de su especificidad cientí-
fica; y, de otro, regiones y naciones con condiciones de vida más deterioradas,
unidos por la marginalidad, la miseria y desde luego el atraso cognitivo, obligados
por la necesidad de consumir y reproducir el conocimiento producido por los pri-
meros, quienes gracias a ser poseedores de los medios generarán conocimiento y
lo transferirán en calidad de mercancía consumible.
En este marco se prevé que la ciencia se constituirá en un gigantesco centro de
poder, ya que será la productora y generadora de conocimiento, asumiendo su
nuevo rol y misión. En este sentido quizás uno de los puntos más polémicos que
se presentan, incluso desde ahora, es el carácter que tendrán el saber, la ciencia y
la investigación en el mundo universitario con relación a la producción del cono-
cimiento y la utilidad que éste tendrá para la sociedad. En este sentido es relevan-
te analizar dos aspectos que se erigen como ejes de dicha problemática: el valor
comercial que adquiere el conocimiento y la democratización del mismo.
El conocimiento y la ciencia en estas nuevas sociedades se convertirán en una
mercancía rentable, con un valor de uso y de cambio al servicio del mercado y,
por lo tanto, será un bien productor de riqueza, apropiable y vendible, susceptible
de contribuir a la acumulación de capital de las grandes transnacionales y por ende de
los grandes polos de poder, económico, político y social.
La tendencia muestra que el conocimiento tendrá un valor económico, pues en
él se concentrará la expresión de la actividad humana, construida con el trabajo de
la sociedad. Sin embargo, como es el trabajo en sociedad el que le da valoración y
capacidad de intercambio, se generará una economía en la que la base social estará
determinada por la cantidad de conocimiento producido y por tanto comercializa-
ble. De esta manera el saber adquiere simultáneamente una dimensión social y
mercantil.
De lo anterior se desprende que aunque la producción de conocimiento tendrá
un carácter colectivo, e incluso social, su apropiación será privada e individual, es
decir, quien sea dueño del capital financiero de las investigaciones, científicas y
culturales, será quien se apropiará de la utilidad o rentabilidad que produzca el
conocimiento en calidad de mercancía producida. En otras palabras, el conoci-
miento útil será uno de los principales factores que propicie la riqueza en las socie-
dades futuras.
Desde este planteamiento se desprende que la educación se valorará según:
(uno) su capacidad de producir mayores posibilidades de cambio y transformación
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o situación, tan fuerte que entonces estará en condiciones de negar lo anterior, para
así gestar un nuevo conocimiento social.
La formación de una masa crítica aparecerá como una tendencia que adquirirá
gran relevancia, dado que las universidades se verán comprometidas a resolver las
necesidades del futuro de la humanidad. Por lo tanto, a la universidad le corres-
ponde delinear una estrategia, amparada en las nuevas tecnologías, que son su base
más sólida, para dar respuesta al compromiso de desarrollar seres capaces de trans-
formar su entorno social.
El desarrollo y proyección de esa comunidad científica de investigadores, que
son los que constituyen la masa crítica de una sociedad, es responsabilidad de la
sociedad en su conjunto, pero esencialmente de la universidad, y por tanto es a
ésta a quien le compete diseñar estrategias para su formación y conformación.
Para esto es necesario realizar cambios de todos los órdenes en las universidades,
según ha sido analizado anteriormente.
La posibilidad de que se produzcan tales transformaciones se basa en que las
universidades puedan delinear con claridad sus políticas y directrices, es decir, man-
tener una autonomía que les permita sentar las bases para perfilar una masa crítica.
Con miras a tener sólidos desarrollos futuros, la era del conocimiento obliga a
las universidades a incrementar sus funciones y su capacidad de proporcionar res-
puestas eficientes a la sociedad en materia de formación e investigación.
Por ello, se puede decir que la universidad del futuro se enfrentará a una ver-
dadera revolución del aprendizaje y a la generación del conocimiento a través de
las nuevas tecnologías, sin que aún estemos en capacidad de evaluar con precisión
sus desarrollos potenciales o sus consecuencias para la educación.
La sociedad del conocimiento es una sociedad que invita a que las universida-
des participen activamente en la introducción de cambios en la investigación, lo
cual implica contar con la capacidad tecnológica y científica adecuada. Para esto
se requiere establecer una colaboración interdisciplinaria, multidisciplinaria y
transdiciplinaria que permita la creación e innovación de un conocimiento cientí-
fico y social capaz de crear aspectos tan importantes como los que se señalan a
continuación:
1. Redes de excelencia que permitan una integración progresiva y duradera
entre las instituciones científicas planetarias, para que aumenten su accionar
científico y tecnológico en temáticas de investigación determinadas.
2. Redes de coordinación de actividades de investigación y desarrollo, con
intercambios de personal y prácticas, sistemas de información y grupos de
expertos que posibiliten complementar las capacidades de investigación y
que sean capaces de generar el conocimiento requerido por la sociedad. Es
importante enfatizar que su desarrollo dependerá de que haya suficientes
personas expertas para mejorar el nivel de investigación. De ahí que será
necesario aumentar el número de expertos.
3. Desarrollo de espacios y generación de relaciones sociales que posibiliten el
diálogo y el intercambio de conocimiento sustantivo en el orden nacional e
internacional.
4. Programas conjuntos de actividades de integración y difusión de la excelen-
cia en gestión con la finalidad de avanzar en la resolución de los grandes
problemas sociales.
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