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Arquitectura

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Arquitectura

“Año de la Diversificación Productiva y del Fortalecimiento de la Educación”

ESCUELA PROFESIONAL:

Ingeniería Civil

TEMAS:

LAS VIVIENDAS EN EL PERU

DOCENTE:

Ing. Raúl C. Cotos Morales

INTEGRANTE:

Robert E. Pajuelo Aguirre

CICLO: X

AÑO: 2015

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LAS VIVIENDAS EN EL PERú

I. INTRODUCCION

El acceso a la vivienda decorosa es una necesidad fundamental de las personas y de las familias en
general. La urbanización trae consigo una continua demanda por viviendas, generalmente para familias
de bajos recursos. A lo largo de los últimos treinta años, ante la falta de acceso a los servicios financieros
y un insuficiente proceso de desarrollo territorial, los medios predominantes que han utilizado las
familias pobres para obtener vivienda han sido las invasiones de tierras y la autoconstrucción de
viviendas con bajo estándar. Como resultado, más de 3 millones de unidades están sobre pobladas, y
han sido construidas con materiales de baja calidad y carecen de uno o más servicios básicos. Un
estimado de 68 por ciento de la población vive en tugurios.
Se estima que en todo Perú existe una demanda promedio anual de 250.000 viviendas, ello
representa un escenario alentador para el crecimiento del mercado hipotecario. Sin embargo, a pesar
de la gran necesidad de vivienda que hay en Perú (lo cual ha sido una constante desde el explosivo
crecimiento de las ciudades a partir de la década del 50), el financiamiento de la vivienda mediante
el crédito hipotecario no se ha desarrollado lo suficiente como para permitir que los diversos sectores
de la población accedan a una vivienda.
Ante la necesidad de reducir el déficit, y tomando en consideración los principales determinantes de
la oferta y la demanda de terrenos y viviendas terminadas? en particular los bajos ingresos de los
estratos socioeconómicos C y D y las restricciones al acceso a las fuentes de financiamiento hipotecario
tradicionales ? el Estado, en conjunto con el sector privado, iniciaron en 1998 programas habitacionales
liderados por el Programa Mi vivienda, orientados a la construcción de viviendas económicas con
el objetivo de atender a un mercado antes no explorado y que contaba con un gran potencial de
crecimiento. En consecuencia, actualmente coexisten dos mercados de viviendas formales en el Perú: el
mercado tradicional, al cual tienen acceso los estratos socioeconómicos A y B; y el mercado de viviendas
económicas, impulsado por programas del Estado, con participación del sector privado, que está en
capacidad de atender a buena parte de los hogares de los estratos B2, C y D, el cual es más reciente
y muestra una clara trayectoria expansiva. Pese a esto, un gran porcentaje de los estratos C y D y en
forma integral el estrato E, todavía se abastecen significativamente mediante la autoconstrucción, dado
que la oferta formal es insuficiente, en parte por no existir aún en el mercado local alternativas de
construcción que hagan rentable la inversión inmobiliaria en estos segmentos.
En años recientes el Perú ha llevado adelante importantes reformas que han traído como resultado
el registro formal de más de 3,6 millones de lotes y títulos y la utilización del sector privado para
financiar las necesidades de vivienda de las familias de ingresos medios.

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I. ANTESCEDENTES

La economía peruana en la última parte del siglo XIX y primeras décadas del XX, se sustentaba en
la producción agrícola y en la exportación de materias primas tales como el guano, la caña de azúcar y
después el caucho. Paralelamente, las necesidades de la vida moderna llevaron al desarrollo de una
incipiente industria que congrego a un naciente proletariado urbano. En ese contexto en los años veinte,
las ciudades se modernizaron, se construyeron grandes avenidas, casas para empleados y obreros; en el
caso de Lima, en las localidades del Rímac y en el puerto del Callao. En materia de vivienda social,
algunas instituciones se encargaron de la constitución, alquiler y supervisión de la higiene de las
viviendas de los sectores de menores recursos.
Entre 1936 y 1939 el programa Barrios Obreros patrocinado por la Dirección de Obras Publicas del
Ministerio de Fomento, construyo cuatro conjuntos ubicados en terrenos de zonas de expansión de la
ciudad. Estos conjuntos de viviendas carecieron, no obstante, del equipamiento necesario y no contaron
con un sistema que los integre plenamente a la ciudad. Esta experiencia, aunque limitada, fue uno de los
primeros aportes estatales destinados a abordar el problema de la vivienda. Las barriadas son
responsables por una parte considerable del crecimiento urbano del área metropolitana y de la
creciente dimensión de las ciudades peruanas en general.
En el caso concreto de Lima allí vive aproximadamente la cuarta parte de la población "capitalina"
en alrededor de 100.000 viviendas construidas fundamentalmente por el esfuerzo de sus pobladores y
sin ayuda económica o técnica de parte del Estado. Por otro lado la fuerte presión poblacional por
acceder a una vivienda cerca de las zonas de mayor actividad económica, ha generado, entre otras
causas, la toma de terrenos públicos o privados por parte de la población sin control real de
la autoridad, que más bien ha alentado esta iniciativa como una solución al problema de la vivienda.
Estos terrenos han estado ubicados preferentemente a las márgenes de ríos, laderas de cerros o
grandes lotes baldíos periféricos a la ciudad.
A inicios de la década de los 60 se suscitaron los primeros disensos en torno al enfoque del problema de
la vivienda en el país, las necesidades del público usuario y el rumbo que debían tener las políticas de
vivienda del Estado. Para estos años los gobiernos tenían dos actitudes diferenciadas con respecto al
problema de vivienda. Para los sectores de bajos recursos, el asistencialismo y la construcción de
unidades de vivienda de bajo costo como el caso del Gobierno de Prado en ese entonces.
Hacia los primeros años de los setenta, las políticas públicas de vivienda se afianzaron en la
construcción de vivienda para sectores medios, favoreciendo la presencia de financieras y constructoras
privadas. Paralelamente los sectores populares consolidan las barriadas y obtienen los servicios básicos,
tales como el agua y energía eléctrica. Pero sobre todo es en estas zonas donde el crecimiento urbano
de Lima cobra mayor importancia, tanto en el área del terreno como en densidad poblacional.
Entre los años 1980-1984 se priorizaron habitaciones para la clase media y se construyeron conjuntos
habitacionales. Con la creación del Banco de Materiales, en los ochenta, se inició un periodo de
crecimiento del sector inmobiliario popular.

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El préstamo en materiales, sobre todo para el mejoramiento de vivienda fue una de las primeras
iniciativas estatales destinadas al mejoramiento de la vivienda de los sectores de bajos recursos. A
diferencia de la Constitución de 1979, la de 1993 no reconoció al derecho a la vivienda como una
necesidad básica de la persona, y restringió el concepto de políticas públicas. En ese contexto, el
financiamiento para la vivienda estatal priorizo a los sectores medios. El Banco de Materiales sin
embargo siguió prestando apoyo a nivel nacional para la autoconstrucción pero en menor escala que en
la década anterior. Como consecuencia, empezaron a aparecer instituciones financieras privadas como
Karpa, que no tuvieron éxito debido a las altas tasas de interés, bajo nivel de endeudamiento del posible
beneficiario, y a las altas tasas de morosidad que se presentaron.
Hasta finales de la década de los 80, el Estado ejercía una intervención directa para atender el
déficit habitacional. No obstante, éste se fue agudizando principalmente por los movimientos
migratorios del ámbito rural hacia las principales ciudades de la costa y desde éstas hacia Lima; ello se
vio acentuado por el desplazamiento de las poblaciones afectadas por el terrorismo y que aceleró aún
más el centralismo.
En la década de los 90 la atención del gobierno a la problemática habitacional perdió importancia, al
punto que el Sector Vivienda pasó a ser uno de los cuatro viceministerios del Ministerio de Transportes
y Comunicaciones. Por otro lado, los altos costos de las viviendas hicieron inaccesible la adquisición de
las mismas; lo que probablemente influyó en el aumento de las viviendas informales: ello ha afectado el
registro estadístico con una disminución del déficit cuantitativo. Le corresponde al Estado como parte
de la política de vivienda y desarrollo urbano, tomar las acciones y crear las condiciones necesarias para
satisfacer esta necesidad fundamental para el bienestar de todo ciudadano que resulte de la existencia
de igualdad de oportunidades para participar de manera efectiva en la demanda de la vivienda.
Las Mutuales de Vivienda y el BCHP fueron, hasta finales de los años ochenta, las instituciones
financieras que cubrían la demanda de créditos hipotecarios. Debido a la necesidad de contar con
recursos a largo plazo y para mantener su sostenibilidad en el tiempo, en el año 1979 el Gobierno
impuso una contribución obligatoria de todos los trabajadores y empleadores, así como de las empresas
constructoras de vivienda para aplicarla a la construcción de viviendas de los mismos contribuyentes.
Se creó así el Fondo Nacional de Vivienda, conocido como FONAVI, para dar cumplimiento a dicho
mecanismo de contribución. La Empresa Nacional de Construcción y Edificaciones (ENACE) fue un
instrumento complementario para la intervención del Estado. Se creó en 1981, como Empresa de
Derecho Público, íntegramente de propiedad del Estado, al interior del Sector de Vivienda y
Construcción, según lo dispuesto en el Decreto Legislativo Nº 149, sobre la base de la ex Empresa
Administradora de Inmuebles (EMADI PERÚ). ENACE construyó y vendió viviendas a precios subsidiados.
La intervención del Estado en el sector de la vivienda durante la década del 80 no logró atenuar el déficit
habitacional existente, el cual incluso se fue agudizando; ocasionado entre otras razones por los
movimientos migratorios internos del campo hacia las principales ciudades costeras y luego hacia Lima;
ello se acentuó con el desplazamiento de las poblaciones afectadas por el terrorismo, lo que aceleró aún
más el centralismo.

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II. OBJETIVOS

El objetivo general del proyecto es contribuir a la reducción del riesgo sísmico de las viviendas de
albañilería confinada construidas informalmente en la costa del país. Los objetivos específicos son los
siguientes: • Generar una base de datos de los errores estructurales y constructivos más frecuentes de
las viviendas de albañilería de ladrillo de arcilla, construidas informalmente en la costa del país. •
Desarrollar recomendaciones técnicas dirigidas a albañiles, maestros de obra y propietarios, para la
construcción y mantenimiento de viviendas de albañilería confinada. • Generar una cartilla informativa
con recomendaciones técnicas de construcción y mantenimiento de viviendas de albañilería de ladrillo
de arcilla
La necesidad de vivienda para los habitantes de la costa peruana tiene relación directa con el
incremento demográfico. A mayor población corresponde una mayor necesidad de viviendas (Fig. 1.01).
En nuestro país, la población está concentrada en algunas ciudades principales como Lima, Trujillo,
Chiclayo y Arequipa.
Dentro de la solución del problema de la vivienda, está el diseño de las unidades inmobiliarias y
dentro del desarrollo del proyecto está lo más importante que es la definición del diseño. Los deseos,
necesidades y valores son variables que determinarán los requerimientos de los usuarios que
correlacionados con las limitaciones o requerimientos técnicos tendremos un programa de necesidades
alineado a los deseos del usuario en cuestión.
Buscar una herramienta que nos permita cuantificar los datos cualitativos y evaluar los requerimientos,
tanto del diseñador como del usuario, dicho de otra manera preparar los “IN PUT” del diseño y que a la
vez nos serviría para contrastar resultados, promediar los deseos, hallar lo prioritario y lo más relevante
de la información y sea el punto de partida para el diseño de una vivienda de un grupo determinado de
usuarios de niveles socioeconómicos C y D.

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Debido a que muchas veces los pobladores no cuentan con los medios económicos suficientes
para una adecuada construcción de sus viviendas, muchos de ellos optan por construir sus
viviendas informalmente. Es decir, con escasa dirección técnica y profesional que asegure
una construcción de calidad.

Recientes investigaciones realizadas en distritos de la ciudad de Lima (Flores 2002, Blondet et


al. 2003) revelan la mala calidad estructural de las viviendas construidas informalmente. Estas
viviendas no tendrían un buen comportamiento sísmico y podrían colapsar, ocasionando
pérdidas materiales y de vidas. Es necesario, por tanto, conocer y mitigar el riesgo sísmico de
las viviendas de albañilería. Para ello se plantea la elaboración una metodología rápida para la
evaluación del riesgo sísmico y el desarrollo de una cartilla con recomendaciones
constructivas. Con la difusión de la cartilla se mostrará a los pobladores, albañiles y maestros
de obra cómo construir viviendas sismorresistentes.

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MARCO TEORICO

En muchos países en desarrollo, las viviendas informales son construidas sin asesoramiento
técnico ni profesional. Estas viviendas muchas veces presentan serios problemas respecto a su
ubicación, configuración estructural y proceso constructivo, que las hacen muy vulnerables
ante los sismos (Flores 2002, Blondet et al. 2003). La vulnerabilidad sísmica es el nivel de daño
que pueden sufrir las edificaciones realizadas por el hombre durante un sismo. La
vulnerabilidad refleja la falta de resistencia de una edificación frente a los sismos (Bommer et
al. 1998) y depende de las características del diseño de la edificación, de la calidad de
materiales y de la técnica de construcción (Kuroiwa 2002). El peligro sísmico es la
probabilidad de ocurrencia de movimiento sísmicos de cierta intensidad en una zona
determinada durante un tiempo definido. El peligro también puede incluir otros efectos que el
mismo sismo genera, como derrumbes y licuefacción de suelos (Bommer et al. 1998). El riesgo
sísmico es el grado de pérdidas esperadas que sufren las estructuras durante el lapso de
tiempo que permanecen expuestas a la acción sísmica (Bonett 2003, Barbart 1998). También,
el riesgo sísmico es definido como una función de la vulnerabilidad sísmica y del peligro
sísmico, que de forma general se puede expresar como: Riesgo = Peligro x Vulnerabilidad
(Fourier d’Albe 1988, Kuroiwa 2002). Esta evaluación de riesgo es en forma individual para
cada estructura. Cuando se desea calcular el riesgo sísmico de una determinada zona,
entonces la ecuación del riesgo sísmico se ve afectada por la densidad poblacional: Riesgo =
Peligro x Exposición x Vulnerabilidad x Costo (Bommer et al. 1998). En este caso el riesgo
sísmico es medido en términos de pérdidas de vidas o económicas.

La exposición es el número de personas o viviendas de la zona, o el valor productivo del


comercio del lugar. El costo está relacionado al número de personas en cada vivienda o valor
monetario de reparación de cada vivienda (Bommer et al. 1998). En la actualidad, los
procedimientos y herramientas para el análisis de la vulnerabilidad y peligro sísmico se
encuentran muy avanzados. Las teorías para el análisis de la vulnerabilidad van desde técnicas
directas de campo, basada en observaciones, hasta técnicas probabilísticas con análisis
computacionales no lineales de las estructuras (Bonett 2003). Las teorías para el análisis del
peligro sísmico involucra la evaluación de fuentes sismogénicas del área de estudio (Sarria
1995). En este trabajo se propone una metodología simple para evaluar de forma rápida el
riesgo sísmico en viviendas de albañilería confinada. En base a la ecuación propuesta por
Fourier d’Albe (1988) y a lo sustentado por Kuroiwa (2002), se ha establecido al riesgo sísmico
como la suma de la evaluación de la vulnerabilidad y del peligro sísmico: Riesgo = (0,5 x
Vulnerabilidad) + (0,5 x Peligro). El riesgo sísmico ha sido dividido en tres niveles: alto, medio y
bajo. La metodología fue aplicada a 270 viviendas ubicadas en 5 ciudades de la costa peruana:
Chiclayo, Trujillo, Lima, Ica y Mollendo. Aunque no se siguió una metodología estadística para
seleccionar las viviendas encuestadas, se asume que las construcciones en estas ciudades son
representativas de toda la costa. En la evaluación de la vulnerabilidad (alta, media o baja) se ha
considerando el análisis de la densidad de muros, la calidad de mano de obra y materiales, y la
estabilidad de tabiques y parapetos. La densidad de muros en viviendas es la división del área
de muros requerida Am para el buen comportamiento sísmico entre el área de la planta Ap
(San Bartolomé 1998). La Norma Peruana de Diseño Sismorresistente E‐030 establece la
ecuación para calcular la fuerza sísmica V que una estructura tendrá ante sismos raros (0,4g): V
ZU SCP R = ⋅ ⋅⋅⋅ / La fuerza sísmica está en función de la zona sísmica Z (para la costa Z=0,4), del

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uso U de la estructura (para el caso de viviendas U=1), del tipo de suelo S, del factor de
amplificación sísmica C, del peso P de la estructura y de la reducción R por ductilidad (MTC
2003). Los edificios de albañilería confinada, sometidos a fuerzas sísmicas, muestran casi
siempre falla por corte como falla predominante. La capacidad resistente al corte VR de un
muro de albañilería está en función de la resistencia a compresión diagonal de muretes de
albañilería (v’m), de la reducción por esbeltez (α), de las dimensiones en planta del muro (t, l) y
de una carga reducida que soporta el muro (0,23Pg): VR v m t l Pg = ⋅ ⋅⋅+ 0,5 ' 0,23 α (San
Bartolomé 1998).

La calidad de mano de obra y de materiales (buena, regular, o mala calidad) fueron evaluados
directamente por la persona que realizó el levantamiento de información en campo. La
evaluación de la estabilidad de parapetos y tabiques se basa en la comparación del momento
actuante debido a cargas perpendiculares al plano del muro (San Bartolomé 1998) y el
momento resistente paralelo al plano del muro. En la evaluación del peligro sísmico (alto,
medio o bajo) se está considerando el análisis de la sismicidad, del tipo de suelo y de la
topografía de la zona sobre la que está construida la vivienda. En la metodología planteada, la
sismicidad y tipo de suelo se clasifica de acuerdo a la Norma Peruana de Diseño
Sismorresistente E‐030 (MTC 2003), donde se establece que la costa es una zona de sismicidad
alta. La evaluación de la topografía (plana, media o pronunciada) es realizada durante el
trabajo de campo. Con la evaluación de la vulnerabilidad y peligro sísmico es posible
determinar si el riesgo es alto, medio o bajo. El riesgo sísmico alto significa que la vivienda
sufrirá daños importantes ante un sismo raro (0,4g). Existe gran probabilidad que la vivienda
colapse ya que no tiene adecuada densidad de muros y se encuentra sobre suelo blando. El
riesgo sísmico medio significa que la vivienda tiene aceptable densidad de muros y se
encuentra sobre un suelo rígido o flexible. Los muros de la vivienda podrían sufrir daños
menores y algunos parapetos podrían colapsar parcial o totalmente. El riesgo sísmico bajo
significa que la vivienda tiene adecuada densidad de muros y la calidad de construcción es
regular a buena. La vivienda se encuentra sobre suelo rígido sin pendiente y solo podría sufrir
el colapso parcial o total de los parapetos. Los resultados obtenidos de la evaluación del riesgo
sísmico serán indicadores del comportamiento sísmico y de la calidad constructiva de las
viviendas informales de la costa peruana. A nivel mundial, y en especial en Latinoamérica,
existen cartillas que muestran el adecuado proceso constructivo de viviendas. La finalidad de
las cartillas es que a través de ellas se enseñe la forma correcta de construcción a las personas
autoconstructoras, quienes no tienen posibilidades económicas de contratar a un profesional
(Taucer F y Papanikolaou 2003). En este trabajo también se ha desarrollado una cartilla de
recomendaciones técnicas constructivas y de mantenimiento para viviendas sismo resistentes
de albañilería confinada.

Algunos conceptos.

Viviendas.

Sismos.

son perturbaciones súbitas en el interior de la tierra que dan origen a vibraciones o


movimientos del suelo. El origen de los sismos en nuestro territorio se debe principalmente a

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la interacción de la placa Nazca (placa oceánica) con la placa Sudamericana (placa continental)
(Fig. 2.01). Frente a la costa del Perú se produce el fenómeno de subducción en el que la placa
Nazca se introduce debajo de la placa Sudamericana. Cuando se presenta un movimiento
relativo entre estas dos placas se generan ondas sísmicas, que producen el movimiento del
suelo.

Ladrillo.

es el componente básico para la construcción de la albañilería (Gallegos 1986). Los ladrillos son
hechos artesanalmente o industrialmente, y se caracterizan físicamente por tener buenas
propiedades acústicas y térmicas. La principal propiedad mecánica del ladrillo es su resistencia
a la compresión. Las unidades de albañilería pueden ser hechas de arcilla, concreto o cal. En
este proyecto solo se han estudiado las viviendas de ladrillo de arcilla. Los ladrillos se
caracterizan por tener dimensiones y pesos que los hacen manejables con una sola mano en el
proceso de asentado (Arango 2002). El ladrillo tradicional de arcilla tiene un ancho entre 12 a
14 cm, un largo entre 23 a 24 cm, y un alto entre 9 a 10 cm.

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Mortero.

El mortero es un adhesivo que une y cubre las irregularidades de los ladrillos de arcilla con
relativa estabilidad en el proceso constructivo (Gallegos 1986). El mortero se elabora con una
mezcla de cemento, arena y agua. Algunas veces al mortero se le agrega cal para darle mayor
capacidad de retención del agua de mezclado (retentividad). La cantidad de agua que se le
adiciona a la mezcla de cemento y arena debe ser la necesaria para que la mezcla sea
trabajable. El ladrillo al absorber parte del agua de mezcla permite una mejor adhesión con el
mortero.

Albañilería confinada.

La albañilería confinada es un material estructural compuesto por unidades asentadas con


mortero y reforzada con elementos de confinamiento de concreto armado verticales
(columnas) y horizontales (vigas soleras).

Los muros confinados son los elementos de las viviendas que resisten las fuerzas horizontales
que producen los sismos. A mayor cantidad de muros construidos paralelos y perpendiculares
a la fachada, entonces mejor será el comportamiento de las viviendas durante los sismos. Las
cargas verticales también son soportadas por los muros confinados, quienes transmiten las
cargas provenientes de las losas hasta la cimentación.

Tabiqueria.

Los tabiques son muros cuyo único fin es la separación de ambientes. Los tabiques no se
diseñan como parte de los elementos de la vivienda que resisten la fuerza sísmica. Los

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tabiques solo soportan cargas generadas por su propio peso y deben ser construidos con
ladrillos panderetas o tubulares

Vulnerabilidad sísmica.

La vulnerabilidad estructural se estima en función de los siguientes parámetros: la densidad de


muros, la calidad de mano de obra y la calidad de materiales. La vulnerabilidad no estructural
está en función de un solo parámetro: la estabilidad de muros al volteo. A cada uno de los
parámetros se les asigna un valor numérico.

Peligro sísmico.

El peligro sísmico se estima en función de los siguientes parámetros: sismicidad, tipo de suelo,
topografía y pendiente de la zona donde está ubicada la vivienda. A cada uno de los
parámetros se les asigna un valor numérico (Tabla 4.07). La sismicidad de la costa peruana es
alta, entonces a todas las viviendas de la costa se le asigna 3 como valor de sismicidad.

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SITUACION ACTUAL

EN EL AMBITO URBANO.

• Las viviendas construidas informalmente en la costa peruana son sísmicamente vulnerables.


• Es posible elaborar una metodología para la evaluación rápida del riesgo sísmico de
viviendas. • Las encuestas en las viviendas seleccionadas muestran información sobre la
construcción informal en albañilería de ladrillo de la costa peruana

AMBITO RURAL.

EN SU LOCALIDAD.

CONCLUSIONES

El término ciudad suele utilizarse para designar una determinada entidad político-administrativa
urbanizada. Sin embargo, la palabra también se usa para describir un área de urbanización contigua
(que puede abarcar diversas entidades administrativas). Por ejemplo, la ciudad de Londres propiamente
dicha tiene aproximadamente 8 millones de habitantes. No obstante, cuando alguien se refiere a la
ciudad de Londres, suele referirse a su área metropolitana, es decir, al conjunto de su área urbanizada,
la cual tiene aproximadamente 15 millones de habitantes. Otro claro ejemplo es la ciudad mexicana
de Monterrey, que tiene un área metropolitana formada por 11 municipios, y cuyos puntos importantes
están distribuidos por toda el área metropolitana, a la cual popularmente se le conoce como Monterrey.

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La ciudad de México y su zona metropolitana con más de 25 millones de habitantes es otro


ejemplo.2 También podría usarse como ejemplo la confusión que se crea cuando se habla del Área
Metropolitana de Buenos Aires, ya que el Gran Buenos Aires junto con la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires son confundidos como una sola ciudad, “Buenos Aires”, pero el Gran Buenos Aires es parte de
la Provincia de Buenos Aires, y la ciudad de Buenos Aires es la capital de la República Argentina y son
gobernadas por distintas instituciones, además la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene capacidades
de autogobierno casi idénticas a las de una provincia argentina. El ordenamiento y diseño como
estructurador de la urbe se ha venido acrecentando poco a poco, mas a lo largo de los últimos 20 años
hay tendencia a diseñar nuestra ciudad en forma organizada sin criterios general relativo a su
tipificación, dimensionamiento, accesibilidad, materialidad, contractibilidad, seguridad, material y
armonía.
Actualmente más de la mitad de la población vive en ciudades por lo que logran en nuestra ciudad sean
más seguras .las ciudad son los motores del crecimiento de un país. La actividad de pensar sobre la
sociedad del futuro sea producido a lo largo de la historia de modos diferentes.
El desarrollo urbano forma parte del desarrollo universal, a pesar de sus amenazas siendo abordados
incomprensiblemente, desde posiciones ideológicas interesadas, aunque ellas pongan consecuencias
tan importantes por ejemplos adhesión al tratado de kyoto.

. BIBLIOGRAFIA

http://www.vivienda.gob.pe/pash/paginas/docs/est_leasinghabitacional.pdf

http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/123456789/850/MOSQUEIRA_MORENO_MIGUE
L_SEGURIDAD_SISMICA_COSTA_PERUANA.pdf?sequence=1

https://www.google.com.pe/search?q=principales+ciudades+huarmey&biw=1280&bih=631&source=ln
ms&tbm=isch&sa=X&ved=0CAcQ_AUoAWoVChMItbSdk92byQIVijMmCh2DHgmQ#imgrc=P5lcd5mXVM
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