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Luego está la caracterización del hombre como imagen de Dios; lo cual desde el
comienzo afirma que el hombre está hecho a imagen y semejanza de dios la cual
es una definición cristiana, pero esta es una metáfora lo cual quiere indicar una
peculiar relación que el hombre tiene con su creador y el cual el hombre es
dependiente de él y este debe someterse libremente, pero esta semejanza frente
a las demás criaturas el hombre refleja la gracia de dios lo cual nos otorga un
especial valor.
Después este cristo como hombre perfecto; la reflexión cristiana sobre el hombre
no puede limitarse a hablar de su constitución, a la descripción de su naturaleza,
ni tampoco a la experiencia de su vida moral por lo que en la segunda mitad del
siglo XX ha redescubierto la relación entre la cristología y la antropología.
La figura de cristo resulta ser imagen con la que todo hombre está llamado
a identificarse con el que el cristiano tiene que pasar realmente: son actos
que en cada cristiano se realizan.
Rasgos esenciales de la biografía real de Cristo es el camino por el que
el cristiano tiene que pasar realmente.
Identificación interior, psicológica, de conciencia, de intereses, de manera
de pensar, de aspiraciones, de forma de reaccionar, de modo de vivir, que
se produce en el cristiano como fruto de la acción interior y transformante
del Espíritu Santo.
Luego está la revelación del pecado, nos habla sobre la muerte de cristo en la
cruz en el que el rechazo de los suyos ilustra, en definitiva, el rechazo de Dios
que quiere ser acogido por cada hombre; La antropología cristiana tiene como
uno de sus puntos más relevantes la revelación del pecado en sus verdaderas
dimensiones.
La antropología cristiana tiene, así como referencia la imagen de Dios creada en
el origen, un modelo de identificación que es Cristo, y una idea del pecado en
cuanto destruye; la acción del espíritu tiene un efecto simétrico-contrario con el
nivel producido por el pecado.