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Principios del Socialismo

Entre los fundamentos y principios del socialismo se encuentran la socialización de los medios de
producción, el fin de la explotación del hombre por el hombre o la abolición de las clases sociales.

5 Fundamentos y principios del socialismo

1- Medios de producción socializados

El primer principio sobre el que se basa el socialismo es


acabar con la propiedad privada de los medios de
producción.En cualquier caso, el socialismo no solo habla de
propiedad estatal.También hace referencia a la creación de
cooperativas en las que los obreros serían, a la vez,
propietarios Y responsables.

2- Fin de la explotación del hombre por el hombre

Íntimamente relacionado con el anterior, este fundamento


de la ideología socialista pretende que no existan
empresarios o grandes oligarcas que solo miren por sus
propios intereses.Se pretende que desaparezca la
explotación, obteniendo los trabajadores las ganancias
completas de lo producido por su actividad.

3- Fin de las clases sociales y reparto de la riqueza

Al eliminarse las clases altas económicas, dejaría de haber


diferencias entre ellas y el resto de la sociedad. De esta
forma, dejarían de existir aquellos que sacan beneficios del
trabajo ajeno.La frase de los primeros teóricos socialistas
“de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus
necesidades”, resume perfectamente este principio del
socialismo.
4- Primacía de la comunidad frente al individualismo

Dentro del socialismo se pone especial énfasis en la


idea de sociedad, dejando algo de lado al individuo. Se
pretende que cada acción económica redunde en el
beneficio común y no en las ganancias individuales de
cada uno.

5- Intervencionismo estatal

Mientras el capitalismo pone el referente en el


mercado, que teóricamente debe funcionar por si
mismo, el socialismo cree en la intervención del Estado
para corregir los desequilibrios que se
presenten.Dentro de estos, se pueden poner ejemplo
de regulaciones estatales en ámbitos como la vivienda,
la educación o la electricidad.

Psicología analítica
La psicología analítica, también conocida como psicología de los
complejos y psicología profunda, es la denominación oficial dada en 1913
por el médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung a su
propio corpus teórico y clínico, y al de sus seguidores, distinguiéndose así
del psicoanálisis freudiano, ante las discrepancias conceptuales existentes
centradas fundamentalmente en las teorías de la libido, el incesto, la
energía psíquica y la naturaleza del inconsciente.

Fundamentos teóricos en psicología analítica

Para exponer los conceptos fundamentales que articulan la teorización junguiana y, con ellos, la
psicología analítica, hay que distinguir entre estructuras psíquicas, actitudes y funciones.1213

Estructuras psíquicas

La psique junguiana, al igual que en el modelo freudiano,


se ve estructurada por toda una serie de sistemas en
constante interacción. Sin embargo, a diferencia del
fundador del psicoanálisis, nos hallamos ante integrantes
psíquicos distintos y una funcionalidad y dinamismo divergentes.14

Consciencia y Yo: Yo Iniciando la revisión desde la consciencia y


finalizando en los estratos más profundos de la psique, hallamos
en primera instancia el Yo, centro nuclear de nuestra consciencia,
constituyendo realmente un complejo más de los que integran el
inconsciente personal pero que ha devenido consciente y rector
de nuestra individualidad. El Yo de Jung equivale al componente

consciente del Yo freudiano.

Inconsciente personal: En sucesión al Yo hace acto de presencia el


inconsciente personal conteniendo únicamente información
derivada de las experiencias personales del individuo. Recibe por
tanto todo aquel material reprimido por el Yo, pudiendo invertirse
la direccionalidad de tal modo que dicho contenido sea accesible a
la conscie ncia. El inconsciente personal equivaldría a la suma del
preconsciente e inconsciente freudianos.

Complejos: Formando parte del inconsciente personal


residirían los complejos. Un complejo se definiría como
aquel conjunto de conceptos o imágenes cargadas
emocionalmente que actúa como una personalidad
autónoma «escindida». En su núcleo se encuentra un
arquetipo revestido emocionalmente.15

Inconsciente colectivo

Y finalmente, en lo más profundo de la psique humana hallaríamos


lo inconsciente colectivo, y con ello, el último elemento de
discrepancia con respecto a la conflictiva freudiana. Queda patente
que mientras el modelo de inconsciente freudiano queda
delimitado por lo personal, Jung amplia sus cauces «ad infinitum».
Así como el elemento estructural que componía el i nconsciente
personal era el complejo, en el caso de lo inconsciente colectivo lo
será el arquetipo.

Arquetipos

De la amplia gama de arquetipos existentes, como pueden ser el


nacimiento, la muerte, el héroe, el puer aeternus, dios, el senex, cinco
son los que han alcanzado un desarrollo superior al de cualquier otro:

Persona
Es la máscara que se antepone en nues tro desenvolvimiento social
cotidiano, pudiendo estar más o menos desarrollada, y por tanto,
ocultar en mayor o menor medida nuestra personalidad real. Es
masculina en los hombres y femenina en las mujeres.

Ánima y Ánimus: El Ánima es el aspecto femenino presente en


lo inconsciente colectivo de los hombres. Regido por su
principio Eros se le suele denominar también el arquetipo de la
vida. El Ánimus es el aspecto masculino presente en lo
inconsciente colectivo de las mujeres. Regido por su principio
Logos se le suele denominar también el arquetipo del
significado.

Sombra

Representa nuestros impulsos más primitivos, los instintos


animales, provenientes de los antecesores prehumanos del
hombre. Cuando dichos impulsos emprenden el camino hacia la
consciencia, el Yo, de modo muy similar a la serie de
mecanismos de defensa del Yo freudiano, permite o bien su
expresión o, si no es pertinente, su represión posterior, con lo
que a su vez se contribuye a generar contenido al inconsciente
personal.

Sí-mismo

El arquetipo del Sí-mismo (en alemán Selbst; en inglés Self) constituye


el arquetipo por excelencia, el arquetipo nuclear o central del
inconsciente colectivo, el más importante de todos. Es denominado
también el arquetipo de la jerarquía y representa la totalidad del ser
humano y el fin último en el proceso de individuación.

Actitudes

La extraversión, que conlleva una focalización en el mundo exterior en detrimento del individuo.
La introversión, donde el interés recae en el individuo,
pasando a un segundo plano lo externo a él. Ambas
actitudes están siempre presentes en la personalidad,
manejando el Yo y el inconsciente personal actitudes
opuestas, de tal modo que aquella de las dos que sea
dominante producirá la represión inmediata de la
segunda.

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