Los modelos pedagógicos: hacia una pedagogía dialogante
Oscar Andrés Ostos
El Magíster en Educación de la Universidad Católica del Ecuador,
economista de la Universidad Nacional e investigador pedagógico Julián de Zubirìa Samper, nació en la ciudad de Bogotá en el año 1951, ha sido consultor del Ministerio de Educación, profesor de maestrías en distintos países de Latinoamérica (México, Ecuador y Colombia) y a su vez ha realizado varios trabajos de pedagogía importantes para la educación actual, tales como: Las competencias argumentativas (2006), La vigencia de las ideas de Alberto Merani en psicología y educación (2010) y Los Modelos Pedagógicos (2006), este último del cual se realizará el siguiente ensayo. A lo largo de nuestra vida académica hemos sido testigos de varios factores que nos han permitido reconocer y evidenciar algunos problemas en la educación actual, tanto desde el maestro como educador como del estudiante; Zubirìa en este 3er capitulo reconoce que el conocimiento se construye fuera de la escuela pero a su vez este es reconstruido de manera activa a partir del dialogo pedagógico entre el estudiante, el saber y el docente (tomando un rol de guía y motivador).En primer lugar está lo que Zubirìa llama pedagogía activa, una pedagogía centrada en el niño y el autoaprendizaje; en ella el docente y la institución crea un espacio para facilitar la manipulación y experimentación por parte de los estudiantes convirtiéndolos en el elemento fundamental de los procesos educativos. El primer postulado que encontramos son los Propósitos”. En el cual se ve reflejada la misión del docente como guía más que como miembro de una institución, esto quiere decir que se le permite al estudiante el actuar y pensar con autonomía, favoreciendo el “desarrollo espontáneo y el papel del maestro viene a ocupar un segundo lugar lejos de las restricciones y obligaciones de la llamada Escuela Tradicional. El segundo postulado son los Contenidos: “En vez de los libros muertos ¿por qué no podríamos abrir el libro vivo de la naturaleza? No las sombras de las cosas, sino las cosas mismas es lo que debe presentarse a la juventud" (Ponce, ob. cit, p. 161). Zubiria hace una crítica al formalismo e intelectualismo propio de la Escuela Tradicional, nos lleva a reconocer el conocimiento a través del reconocimiento de la naturaleza y todo lo que nos rodea, para que al ser estudiados no estén separados los contenidos de la realidad misma. En el tercer postulado se encuentra la Secuencia: En esta se identifica el problema del docente, quien considera que la secuencia cronológica, partiendo de los primeros acontecimientos hasta los últimos, creyendo que esta es la única posible y más adecuada forma de enseñar alejándose de la realidad y de las posibles formas de enseñanza y aprendizaje en el mundo exterior. Zubiria se plantea varios interrogantes de cómo, qué y por qué enseñar; diferenciando el papel de la Escuela Tradicional en la cual se da privilegio a las secuencias y estructuras lineales, mientras que en la Escuela Activa se da paso a las secuencias empiristas y lógicas. ...la experiencia y manipulación se convierten en conocimientos generales y abstractos es una pregunta no resuelta teóricamente por la escuela que le rinde culto a la actividad, a la espontaneidad, las motivaciones infantiles y la interacción social, dado que se presupone que la experiencia tiene erg sí misma la capacidad de organizar el conocimiento y garantizar el aprendizaje y su retención. (De Zubiría, M, 1996). En el cuarto postulado se encuentran las Estrategias: la Escuela Activa lleva al estudiante a ser el creador d su propio conocimiento este a su vez es orientado por dinámicas propias de su formación, como motivación; el alumno es el eje sobre el vual gira el proceso educativo y la escuela le garantiza construcción del conocimiento desde el autoconocimiento, y la autonomía, dándole al estudiante la tan anhelada libertad. Por último encontramos la Evaluación: A diferencia de la Escuela tradicional la evaluación en la Escuela activa es cualitativa, y considera al estudiante como un ser no cuantificable; se reconoce el entorno y las diferentes ideas de pensamiento y formas de aprendizaje de cada individuo; la medición de saberes se hace a través de una calificación numérica y no de acuerdo a las metas y procesos alcanzados individualmente, dentro de la evaluación cuantitativa se hace énfasis a los valores, las estrategias, actitudes y las distintas maneras de comprensión siendo una estrategia subjetiva. Como conclusión la pedagogía que Zubiria nos propone es una abierta, que no piense en el bien de la escuela como institución de orden y aprendizaje lineal si no como una guía donde el eje central sea siempre el alumno, basado en métodos nuevos, prácticos, variados, basado en un modelo pedagógico dialogante en el cual el alumno sea capaz por sí mismo de crear un pensamiento crítico y sea capaz de confrontar la realidad mima con un papel activo en la sociedad. Bibliografía (DE ZUBIRÌA, J. (1994). Los modelos pedagógicos. Bogotá: Editorial Fundación Merani, 1º edición.