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Imagen de portada:
Arturo López Barrera
Sin título
Acuarela sobre opalina
ISBN 978-84-9784-730-8
IBIC JHB
Impreso en México
Printed in Mexico
Presentación ..................................................................................... 11
Miguel Pulido
Capítulo 1
Brasil: Ciudadanía y Estado
ampliado bajo el gobierno Lula ................................................39
Lucio Oliver Costilla
Capítulo 2
Ciclos de protestas sin situaciones revolucionarias,
Argentina 1958-1969-2001 .........................................................79
Agustín Santella y Gabriela Scodeller
Capítulo 3
Formas de relación entre la sociedad política
y la sociedad civil en el México contemporáneo .................... 111
Felipe Hevia y Sergio García
Capítulo 4
Investigación aplicada e incidencia política:
reflexiones en torno a una estrategia de participación
ciudadana ..................................................................................153
Kristina Pirker
Capítulo 5
Las asociaciones vecinales de clase media y la construcción
de megaproyectos urbanos. El caso de “Jardines del Sol”
y “La Ciudadela” en Zapopan, México (2006-2008) .............189
Juan Manuel Ramírez Sáiz y Patricia Safa Barraza
Capítulo 6
Responsabilización cívica y rendición de cuentas democrática:
acciones cívicas para transparentar el proceso legislativo
de la reforma petrolera (México, 2008) ..................................221
Omar Manríquez
Capítulo 7
Encuentros y desencuentros entre el discurso indígena
y el discurso legal. La Ley de Derechos de los Pueblos y
Comunidades Indígenas del Estado de Oaxaca (1998) .........261
Cécile Lachenal
Capítulo 8
Mujeres indígenas latinoamericanas: procesos
organizativos y gestación de demandas ciudadanas ............291
Beatriz Gómez Barrenechea
Capítulo 9
Todos somos clave: epidemiología, género
e incidencia política de mujeres con VIH en México ............ 311
Tamil Kendall
Capítulo 10
Consecuencias de las acciones de gobierno en materia
de VIH en el INER (Instituto Nacional de Enfermedades
Respiratorias): un asunto de rendición de cuentas ...............347
Rubén Antonio Valdez Núñez
Capítulo 11
Sociedad civil en torno al VIH/sida: un recorrido para
alcanzar la efectividad del derecho a la salud en México .....363
Felipe Varela Ojeda
Capítulo 12
Espacios y prácticas de comunicación en el
movimiento territorial “Movimiento Barrios de Pie”
de Córdoba-Argentina .............................................................387
Natalia G. Traversaro
Capítulo 13
El movimiento de víctimas en Colombia:
¿Por qué una temporalidad tan tardía? ................................. 411
Clara Inés García
Capítulo 14
Oaxaca 2006, prólogo de una crisis política ...........................433
Eduardo Bautista Martínez
Capítulo 15
Frente a un modelo de seguridad de Estado, propuestas
de control y monitoreo ciudadano. Reflexiones desde
el trabajo del monitor civil de la policía en Guerrero ...........457
Mariana Mora
Capítulo 16
Transitología, institucionalismo y democracia:
una mirada centroamericana ..................................................487
Carmen Elena Villacorta
Capítulo 17
El lugar vacío de la democracia ..............................................513
Pablo Tepichín Jasso
Introducción
1
El Cordobazo fue el levantamiento obrero popular que estalló en mayo de 1969,
en Córdoba, la ciudad industrial más importante después de Buenos Aires y pro-
dujo enfrentamientos violentos con las fuerzas policiales y el Ejército. Si bien el
movimiento de protesta fue sometido violentamente, contribuyó a la radicaliza-
ción política y al crecimiento de los grupos de izquierda. Su efecto político más
inmediato fue la renuncia al gobierno del general Juan Carlos Onganía (Nota de
las coordinadoras).
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
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2. Ciclos de protestas sin situaciones revolucionarias, Argentina...
1912 1912 16
1918 1918 39
1919 1919 41
1929 22
1932 10
1937 13
1945 23
1946 21
1951 1951 55
1957 1957 70
1958 1958 60
1969 1969 22
1972 18
1975 1975 28
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
2
La ola de 1951 es definida por el autor como un “falso positivo” en la serie.
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2. Ciclos de protestas sin situaciones revolucionarias, Argentina...
Fuente: (1) Datos sólo para Capital Federal, en los restantes bienios para todo el
país. (2): no incluye 1.605.100 trabajadores de la huelga general del 27 de abril de
1979. (3): No se contabilizan las huelgas generales. Datos tomados de Fernández
(1985); Zapata (1993); McGuire (1997); Pegoraro (1979).
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
Luego del ciclo de protestas del año 2001, en 2004 y 2005 se observa
una vuelta al uso de la huelga como medio principal del conflicto labo-
ral (Etchemendy y Collier, 2007). No obstante, con base en los datos del
Ministerio de Trabajo se puede constatar que la intensidad huelguísti-
ca es significativamente menor que la de los períodos previos. En 2006
la cantidad de huelguistas y las jornadas no trabajadas son menores a
cualquiera de los años 1980 y primeros 1990 (incluyendo 1993). En las
estadísticas de la protesta social de los años 1990 no se registran la
cantidad de personas que participaron de las acciones, haciendo impo-
sible su comparación con los movimientos huelguísticos previos.
3
Para insurrección, Iñigo Carrera y Cotarelo (2004); Bonnet (2008). Para belige-
rancia, Auyero (2002).
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2. Ciclos de protestas sin situaciones revolucionarias, Argentina...
4
De la bibliografía de este marxismo revolucionario se cuentan Santucho 1974 (va-
rias ediciones, originalmente a cargo del PRT, Partido Revolucionario de los Traba-
jadores, primero trotskista luego guevarista); Moreno (1997) (documentos del PST,
Partido Socialista de los Trabajadores, trotskista); Altamira (2002), (compilación
de artículos aparecidos en Prensa Obrera entre 1990-2002, semanario del Partido
Obrero, trotskista). Un rico estudio crítico historiográfico que continúa a Moreno
se encuentra en Werner y Aguirre (2007); y en sus tesis fundamentales en Castillo
(2004: 81-95). Una mención particular es necesaria para el marxismo soviético,
ya que hacia los años 1970 mantenía un discurso ambiguo respecto del proceso
revolucionario. Los documentos comunistas oficiales sostenían un “proceso revo-
lucionario” formalmente basándose en la teoría marxista de la revolución, aunque
sin reformularla a partir de las “vías pacíficas al socialismo”. Véase para América
Latina, Arismendi, (dirigente comunista uruguayo), en Mchedlov y otros (1986).
Del marxismo académico, Portantiero, en Braun (1973: 73-118); Balvé, Marín
(2006 [1972]); Balvé y Balvé (1989); Pozzi y Schneider (2000).
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
5
Así por ejemplo, “el programa cicsista (CICSO, Centro de Investigaciones en
Ciencias Sociales) descansa en la presunción de que las ideas de las personas son
epidérmicas respecto de la efectividad de la lucha de clases, descarta la proble-
mática de las representaciones pasadas y presentes; así debe anular la emergencia
de una noción de ¨memoria¨, incluso en una dimensión colectiva o social”, Acha
(2010: 3).
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2. Ciclos de protestas sin situaciones revolucionarias, Argentina...
6
Para la definición restringida, ver Franzosi (1996), o Silver (2005).
7
“Definimos una situación revolucionaria a partir de tres elementos: la aparición de
contendientes, o coaliciones de contendientes, reclamando la competencia exclu-
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
siva de control del Estado, o algunos segmentos del mismo, el compromiso con
estos reclamos de una parte significativa de la ciudadanía, la incapacidad o falta
de voluntad de los dominadores para suprimir la coalición alternativa y/o el com-
promiso con sus reclamos”, McAdam, Tilly y Tarrow (2001: 197).
8
Para una comprensión global de las teorías de la revolución, ver Mayer (2010).
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2. Ciclos de protestas sin situaciones revolucionarias, Argentina...
9
“Y el contenido es la crisis de hegemonía de la clase dirigente, que se produce o
bien porque dicha clase fracasó en alguna gran empresa política para la cual requi-
rió o impuso por la fuerza el consenso de las grandes masas (la guerra, por ejem-
plo), o bien porque vastas masas (especialmente de campesinos y de pequeños
burgueses intelectuales) pasaron de golpe de la pasividad a una cierta actividad
y plantearon reivindicaciones que en su caótico conjunto constituyen una revolu-
ción. Se habla de ¨crisis de autoridad¨ y esto es justamente la crisis de hegemonía,
o crisis del Estado en su conjunto.” (Gramsci, 2006: 63).
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
10
Ver Benjamin (2001).
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
dizi dilató, pero además como parte de una retórica que combinaba el
desarrollismo con lo nacional y popular.
Sobre la frustración respecto a estas promesas, se configuró una
situación en que la lucha político sindical confluyó con la disputa en el
marco del ciclo económico. Las formas de protesta obrera mantuvie-
ron su radicalidad. A lo largo de casi un año se sucedieron las huelgas
por rama en casi toda la economía, conjuntamente con manifestacio-
nes beligerantes, enfrentamientos callejeros, colocación de explosivos
por parte de comandos peronistas; respondidas con la represión poli-
cial selectiva a comunistas y peronistas. El pico de confrontación vino
con la resistencia obrera a la privatización del Frigorífico Nacional
Lisandro de la Torre. En enero de 1959 el establecimiento fue tomado
por los obreros. El gobierno los desalojó mediante una dura represión,
que detonó una huelga general de solidaridad, acompañada por las “62
organizaciones”, que la declararon por tiempo indefinido. Este nuclea-
miento político-sindical, de identidad fundamentalmente peronista, se
formó a partir de la proscripción a dicho movimiento agrupando a los
principales gremios de la época. A pesar del considerable grado de
enfrentamiento con el gobierno, la dirección sindical de las 62 orga-
nizaciones no rompió las tratativas con el mismo, en la búsqueda de
un cese a las intervenciones gremiales. Durante el año 1959 se incre-
mentará la intensidad huelguística, aunque en un contexto defensivo,
determinado por la derrota de la huelga general de enero y una fase
recesiva de la economía.
La clase obrera formó parte de la alianza social política del pero-
nismo de modo subordinado hasta 1955. Pero el poder social cons-
truido durante los años peronistas, que impidió a su propio gobierno
avanzar sobre la exigencia de mayor productividad por parte del ca-
pital (sobre todo a partir de 1952), se transformó inmediatamente en
instancias organizativas ya no dependientes del partido o el Estado.
Sin embargo el impacto de las derrotas de 1959 en la clase obrera po-
sibilitó el surgimiento del vandorismo,11 fortaleciendo la estructura
11
A. Vandor, dirigente metalúrgico, fue el principal referente de lo que se conoce
como el “peronismo sin Perón”. La búsqueda de una estrategia autónoma al di-
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2. Ciclos de protestas sin situaciones revolucionarias, Argentina...
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
1969: el Cordobazo
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En este ciclo de protesta, hay que mencionar como indicador de radicalización el
hecho de que entre 1958 y 1961 se discutiera la perspectiva de la “huelga general
insurreccional o revolucionaria” como parte de los repertorios de protesta. Esta
discusión fue impulsada por John William Cooke en sus intercambios epistolares
con Perón, entre otras fuentes.
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13
“La determinación del nuevo régimen de controlar, y si era necesario reprimir, al
movimiento laboral se hizo patente antes incluso de que se formulara el plan de
Krieger Vasena (…) en respuesta a tales medidas y al plan de Krieger Vasena, la
CGT anunció un plan de lucha que culminaría, sino se obtenían concesiones, en
una huelga general. El gobierno contestó implantando de nuevo el decreto 969 del
gobierno radical, que establecía un control estricto del funcionamiento gremial;
además las autoridades suspendieron sus conversaciones con la CGT y prohibie-
ron todas las reuniones públicas” (James, 1990: 291).
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
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Desde los años 1960 Estados Unidos desarrolló la Doctrina de la Seguridad Na-
cional y la desplegó entre las fuerzas de seguridad latinoamericanas, como medio
de prevención de las insurgencias y los movimientos de protesta locales. Para un
análisis de la formación e intervención militar de los Estados Unidos en la lucha
contrainsurgente continental, ver Wickham-Crowley (1992).
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
15
El objetivo del GAN era institucionalizar el conflicto social y cercar a los grupos
revolucionarios, romper los vínculos con su base social. Para ello se efectúa el
llamado a elecciones, por el que el peronismo retornaría al gobierno, a la vez que
se incrementaba la ‘represión al terrorismo’. Su formulación remite a marzo de
1971, cuando el Viborazo o segundo Cordobazo había hecho evidente la articula-
ción entre sindicalismo combativo y organizaciones armadas.
16
Sobre la relación entre violencia social y política en los movimientos obreros
argentinos en los 70, ver Santella (2008).
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2. Ciclos de protestas sin situaciones revolucionarias, Argentina...
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En un contexto de creciente inflación (en que se esperaba un aumento genera-
lizado de salarios), a mediados de 1973 con la firma del Pacto Social quedan
suspendidas por dos años las negociaciones colectivas. De todas maneras, ello no
significó el cese de los reclamos salariales, aunque la protesta laboral encontró
canales alternativos, expresándose en reclamos por las condiciones de trabajo, en
torno al lugar de trabajo, etc.
18
Para Marín en la “guerra civil” se enfrentaron dos fuerzas sociales (fuerzas del
régimen contra fuerzas del pueblo). En este análisis no se tienen en cuenta las
diferencias entre una acción de masas violenta (como la ocupación de fábricas o
el enfrentamiento contra la policía en manifestaciones) y las acciones armadas de
los grupos organizados revolucionarios. Por lo tanto, se asume que las bases de
los movimientos sociales (los trabajadores que son movilizados en una huelga)
participaron de la guerra civil contra las fuerzas del estado, en igual medida que
lo hacen las fuerzas insurgentes. Ver Marín (1996).
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
2001: el Argentinazo
Después del Cordobazo son los sucesos de diciembre de 2001 los que
permiten identificar un ciclo posterior de envergaduras comparables.
Es importante tener en cuenta que en el transcurso de 1969 a 2001 se
modificó la composición social de la clase trabajadora. Mediante los
procesos de incremento de productividad laboral la industria manufac-
19
Para esta separación entre organizaciones y movimientos, Tarrow (1989).
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Conclusiones provisorias
20
Ver el estudio sobre estas asambleas, en Pérez, Armelino y Rossi (2005).
21
Este proceso está representado, más documentalmente que analíticamente, por
Zibechi (2003).
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Bibliografía
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Notas sobre los autores
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
Sergio García
Antropólogo social por la ENAH. Su trabajo profesional se ha dado
en las organizaciones de sociedad civil dedicadas a la promoción so-
cial y derechos humanos. Sus temas de investigación y publicaciones
se relacionan con sociedad civil, participación ciudadana, donativos y
filantropía y marcos legales leyes y fiscales para el sector no lucrativo.
Actualmente trabaja temas relacionados con prevención social de las
violencias y del delito.
sergiosalvad@hotmail.com
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Notas sobre los autores
Felipe Hevia
Doctor en antropología (CIESAS). Profesor-investigador CIESAS-
Golfo. Investigador Nacional (nivel I). Líneas de investigación: par-
ticipación, contraloría social, sociedad civil, combate a la pobreza y
educación.
fhevia@ciesas.edu.mx
Tamil Kendall
Maestra en Comunicación por la Universidad de Simon Fraser y can-
didata a Doctora en Estudios Interdisciplinarios (Antropología y Cien-
cias de la Salud) por la Universidad de Colombia Británica (UBC),
ambas en Canadá. Ha trabajado por más de diez años como investiga-
dora con diversos organismos de la sociedad civil, gubernamentales,
e internacionales en América Latina y el Caribe. Su área de especiali-
zación es género, VIH y políticas en salud. Las líneas de investigación
que está explorando actualmente en este campo incluyen los derechos
humanos con enfoque en los derechos sexuales y reproductivos, mi-
gración, y los roles de la sociedad civil organizada en la definición de
prioridades en salud (a nivel local e internacional), procesos de toma
de decisión y rendición de cuentas.
Cécile Lachenal
Doctora en Derecho Público por el Instituto de Altos Estudios de
América Latina de la Universidad de la Sorbona Nueva-Paris 3. Ac-
tualmente es Coordinadora Académica de Fundar, Centro de Análisis
e Investigación. Sus temas de investigación son: derechos de los pue-
blos indígenas y género, movimientos sociales, pluralismo jurídico,
desarrollo y derechos humanos.
cecile@fundar.org.mx
541
Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
Omar Manríquez
Licenciado en Ciencia Política y Administración Urbana por la Uni-
versidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), con estudios
de Ingeniería por el Instituto Politécnico Nacional; Diplomado en In-
dustrias Extractivas por la Pontificia Universidad Católica del Perú
y en Dinámica No Lineal y Sistemas Complejos por la UACM. En-
sayista en temas de democracia, movimientos sociales, rendición de
cuentas e industria petrolera. Estudiante de posgrado en Ciencias So-
ciales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLAC-
SO). Consultor independiente en Fundar, Centro de Investigación y
Análisis, A.C.
omarmanriquez@live.com • politikomico@gmail.com.
Mariana Mora
Investigadora del área de derechos humanos de Fundar, Centro de
Análisis e Investigación e investigadora- profesora del Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIE-
SAS- México). Es doctora en antropología social por la University
of Texas-Austin (2008) y maestra en estudios latinoamericanos por
la Stanford University (2002). Sus temas de investigación incluyen,
movimientos sociales, derechos de los pueblos indígenas y género,
violencia y la formación del Estado. Sus publicaciones más recientes
incluyen, Luchas muy otras‟: Zapatismo y autonomía en las comuni-
dades indígenas de Chiapas (coordinadora junto con Bruno Baronnet
y Richard Stahler-Sholk. 2011); y capítulos en los libros, Globaliza-
ción, Justicia y Derechos Indígenas desde una perspectiva de Género
y Poder: Una propuesta comparativa (Coordinado por María Teresa
Sierra, Rachel Sieder, Rosalva Aída Hernández Castillo. 2012); Con-
tracorrientes: Apuntes sobre igualdad, diferencia y derechos (editado
por Marco Aparicio. 2011.); La autonomía a debate: políticas de reco-
nocimiento y Estado plurinacional en América Latina (Co-editado por
Miguel González, Araceli Burguete, Santiago Ortiz. 2010).
mmora@fundar.org.mx.
542
Notas sobre los autores
Kristina Pirker
Socióloga y Doctora en Estudios Latinoamericanos por parte de la
Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM). Becaria pos-
doctoral de la Coordinación de Humanidades/UNAM en el Centro de
Investigación sobre América Latina y el Caribe de la UNAM (2011-
2013). Entre 2005 y 2010 formó parte del equipo de investigadores
e investigadoras de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, A.C.
Sus líneas de investigación son: movimientos sociales, movimientos
guerrilleros y militancia en Centroamérica, participación ciudadana y
democracia en América Latina.
kristina_pirker@yahoo.com.mx
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Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
Agustín Santella
Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. In-
vestigador del CONICET con sede en el Instituto de Investigaciones
Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (IIGG-UBA). Pro-
fesor Adjunto interino de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales
(UBA). Docente del Doctorado en Ciencias Sociales de la UBA y de
Historia de UNLP. Investiga sobre conflictividad laboral, relaciones
laborales, acción colectiva, sociología del sindicalismo, y teoría social
e histórica.
agustinsantella@gmail.com
Gabriela Scodeller
Doctora en historia, investigadora del Consejo Nacional de Investiga-
ciones Científicas y Técnicas, (CONICET) en el Instituto de Investiga-
544
Notas sobre los autores
Natalia G.Traversaro
Licenciada en Comunicación Social en la Universidad Nacional de
Córdoba Argentina; Diplomada en Estudios Avanzados de la Universi-
dad Complutense de Madrid. Actualmente colabora en la Universidad
Nacional de Córdoba; como Doctoranda en la Universidad Complu-
tense de Madrid. Las líneas de investigación están relacionadas a las
prácticas de comunicación en movimientos sociales de Córdoba Ar-
gentina y las articulaciones entre dichas prácticas y políticas de comu-
nicación.
nataliatraversaro@hotmail.com
545
Parte 1. Estado, partidos y actores sociales
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