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2018.

Final Proyecto renovar Código penal de la Nación Argentina

Neuquén, 23 de Enero de 2018.-

Señor/ra

Coordinador

Justicia 2020/Equipos de Trabajo

2.2 Penal: Códigos y Leyes de Organización de la Justicia Penal

Anteproyecto de Reforma del Código Penal de la Nación

De mi consideración:

Yo, Carlos Alberto Antonio Polastri, por su propio derecho,

DNI N° 10312121, de nacionalidad argentino, de 65 años de edad, de


estado civil casado, con domicilio legal en Cabo de Hornos 2367 de la
ciudad de Neuquén, jubilado, autodidacta, correo carlos.polastri@yahoo.com

Ante Usted comparece y expone:

Que viene por la presente a solicitar:

OBJETO,

Tenga a bien considerar la presente como cierre del trabajo enviado el


27 de Octubre de 2017. Gracias.

ANTEPROYECTO DE REFORMA AL CÓDIGO PENAL DE


LA N ACIÓN

Propongo la necesidad de exponer un cambio sustancial en la


reformulación del “Código Penal actual” al cual, dedico mi atención para
compartir al grupo al que pertenezco, cambios que apunten a una obra
nueva del Código, revisionar, corregir defectos, vicios y errores; nueva,

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con cimientos, baseis y columnas seriamente cimentadas en la equidad,
libertad y la paz, la valentía y transparencia, reconociendo la dignidad
intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros
de la familia humana donde se destaque fielmente el concepto de
responsabilidad penal.

Un Código Penal debe ser “DETERMINATIVO” no “interpretativo”.

Estimada/dos, atento al término determinativo, debo comenzar creo,


según mi falta de conocimientos sobre la materia jurídica y que
considero no es que hablo gansadas, la persona que tiene antecedentes
penales, y por las variadas consideraciones que el abogado defensor,
Fiscal de una causa y/o juez cuentan como atenuante de una
reincidencia (*según definición.de), son distintas las razones a considerar
dicha reincidencia como: motivos sociales, familiares, personales.

En la actualidad (*según definición.de), suele considerarse que la


reincidencia es un reflejo del mal funcionamiento del sistema penal. Un
alto porcentaje de los delitos, suelen ser cometidos por individuos que
ya fueron condenados y que pasaron un cierto tiempo en prisión. Que
muchas personas caigan en la reincidencia revela la inutilidad de las
cárceles para reformar a las personas y para lograr que puedan
reintegrarse de manera efectiva a la sociedad y al marco legal.

(*Según definición.de), Se denomina reincidencia a la repetición de


un cierto vicio, yerro o desliz. El concepto suele emplearse en el ámbito
del derecho con referencia al hecho de * cometer una misma clase de
delito en dos o más oportunidades.

La reincidencia, en este sentido, se considera como un agravante a la


hora de condenar a una persona. Es decir: aquel que, en su momento,
fue condenado por un cierto delito y luego reincide, recibe una condena
más grave en la segunda ocasión.

Reincidir, en definitiva, consiste en reiterar una culpa. A nivel jurídico,


comenzó a tomarse como un agravante de la responsabilidad en las
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primeras décadas del siglo XIX. Antes, sólo se tenía en cuenta la
responsabilidad en los delitos cometidos contra el patrimonio.

Si me permiten,

1°), la persona que “reincide” y según texto que precede, NO se


referencia al acto de reincidir en delinquir, (*según definicióna.com)
cometer o incurrir una falta, transgresión o un delito que consiste en
quebrantar la ley y de acuerdo con la legislación y del código penal, los
más comunes el homicidio, secuestro, aborto, estafa, etc. sino en
delinquir con el mismo delito; ejemplo, robo con un arma en una
farmacia.

2°), ¿Y si reincide entrando a una casa habitada por un grupo familiar, y


amenaza con un cuchillo, golpea a las personas, destroza todo en busca
de algo de valor, hiere con un corte en el cuerpo a una de las personas y
huye?

3°), ¿Y si lo hace en un comercio, pero en este caso con un arma de


fuego, y mata a la persona que atiende el local?

4°), ¿Y si fuera como en el caso de Chano Charpentier que gracias a Dios


aún no ha matado a nadie, se registraron cuantos antecedentes penales
a esta persona? Conste: Chano Charpentier (Chano) Título de Clarín
01/04/2016 Se accidentó Chano Charpentier. El cantante de Tan Biónica
está hospitalizado tras haber chocado con un camión en Cañuelas.

En agosto de 2015, protagonizó un dudoso accidente donde embistió


varios vehículos, tras lo cual fue golpeado por un grupo de personas.

Título de eldia.com 31/12/2016: Chano, de Tan Biónica, en terapia


intensiva por “deshidratación y excitación psicomotriz”

El ex vocalista del grupo pop argentino Tan Biónica, Chano Moreno


Charpentier, se encuentra internado en terapia intensiva en el sanatorio
Finochietto ya que presentó un cuadro de “deshidratación y excitación
psicomotriz”, según informaron las autoridades de ese centro médico.
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En abril Charpentier destrozó una camioneta Ford Kuga en la ruta 3 al
chocar contra el acoplado del camión y en agosto subido a una Dodge
RAM colisionó ocho autos en el barrio de Belgrano, cuando intentaba
escapar de barras de River Plate que hacían de trapitos en una noche de
partido por la Copa Libertadores.

Título eltrecetv.com.ar 16/03/2017: Chano volvió a chocar


El ex vocalista del grupo pop Tan Biónica, Santiago "Chano" Moreno
Charpentier, volvió a ser protagonista de un accidente de tránsito, al chocar
esta madrugada contra un auto que estaba estacionado en el barrio porteño
de Saavedra. El episodio se registró alrededor de la una en la calle Ruiz
Huidobro al 3600.
(* Según Clarín) 01 de Enero de 2018, Chano Charpentier fue internado por
una descompensación; habría sufrido un cuadro de hipertensión.

5°), ¿O si fuera el ejemplo siguiente?:


Lmneuquen.com 19 de Marzo de 2016.

Ya está libre el violador serial de niñas de Neuquén

Fue liberado este mediodía. Vivirá en un barrio del oeste neuquino.

El violador serial de niñas más importante en la historia de Neuquén, hoy


recupera la libertad sin un tratamiento terapéutico, con el antecedente de
haber reincidido “al mes” de recibir la libertad condicional en 2006 y con
toda la comunidad conmocionada y en alerta porque sólo la justicia le impuso
una restricción de acercamiento a menores.

17 años pasó en prisión por abusar sexualmente de cinco niñas. Es


reincidente.

L.A.T. tiene hoy 41 años, nació en 1975 en General Alvear, Mendoza. Su


historia sería una más de las miles de personas que emigraron a Neuquén en
busca de trabajo si no fuera por los hechos que protagonizó en 1998.

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De profesión pintor, entre el 12 de enero y el 7 de marzo de 1998, cometió
cuatro abusos sexuales con penetración anal a pequeñas de entre 6 y 8 años.
En todos los casos se valió del mismo modo de abordaje.
“Llevo trabajando 15 años con delincuentes sexuales, y el grado de reincidencia es altísimo. Acá si
no hay herramientas de contención y de protección, lo más seguro es que terminemos teniendo
una nueva violación. Es necesario que haya algún tipo de tratamiento, más en el caso de hombres
que son reincidentes”. Gustavo Mastracci Fiscal de Delitos Sexuales.

A bordo de su bicicleta se ponía a charlar con niñas que jugaban en la vía


pública t tras relacionarse con las pequeñas mediante engaños, para que no
gritaran ni lloraran, es decir, no llamaran la atención, les ofrecía plata para
comprar golosinas. Después las subía a la bicicleta para llevarlas al kiosco,
pero tomaba para algún baldío alejado y desolado donde abusaba
sexualmente de ellas.

Concretado el abuso, defecaba arriba de las pequeñas. De hecho las pericias


demostraron que las chicas tenían materia fecal en el cuerpo, todo un acto de
perversión y sadismo.

Los investigadores comenzaron a atar cabos por la recurrencia del método y


terminaron atrapándolo.

El hombre siempre comprendió la criminalidad de sus actos, de acuerdo con


los informes forenses, y en septiembre de 1999 lo condenaron a 13 años de
prisión.

Sin recibir un tratamiento terapéutico orientado a controlar su conducta, el


pintor mendocino pasó los años en la U12, también conocida como la cárcel
de los violadores, donde estudió y trabajó.

A fines de 2006, “cumplidos los dos tercios de la pena”, la justicia le otorgó la


libertad (Ley 24660). (7 años) ¿Qué les parece?

Todo lo que había que hacer, era sentarse a esperar lo inevitable. El 6 de


enero de 2007 el pintor raptó en su bicicleta a una chica de 13 años e intentó
violarla de la misma manera que el resto de sus víctimas. El grito desgarrador

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de la menor al intentar se penetrada asustó al hombre, que no pudo
consumar la violación.

Días después volvió a las andanzas e intentó abusar de dos niñas, de 7 y 10


años. Siguiendo su modus operandi, les ofreció dinero para golosinas pero no
logró concretar los abusos porque los vecinos del barrio Melipal sospecharon
de sus intenciones y le dieron caza.

La denuncia y todos los indicios, de la Policía como de la Justicia, pusieron al


abusador el 13 de Julio de 2007 ante la Cámara Criminal. Se le interrumpió el
beneficio de la libertad condicional y le unificaron las condenas a 9 años.

Hoy (2016), el violador serial saldrá en libertad tras cumplir su pena y ya


ratificó que su domicilio será en la capital neuquina.

“El mendocino sale con una única restricción que le impuso la justicia: no
acercarse a menores.”

Los especialistas en delincuentes sexuales opinan que es un absurdo y que la


posibilidad de reincidencia es altísima.

6°), A todo esto, se destaca la incertidumbre que transmite la justicia de


Neuquén por un lado, y por otro, una situación que “permite judicialmente”
que una persona enferma, siga reincidiendo con sus actos que son de
extrema peligrosidad dado que están conectados con el público y el tránsito.

Si esta última noticia del 2018 sobre Charpentier es sin heridos o muertos, es
porque SOLO DIOS no lo permite.

Dejo asentado una advertencia respecto al sujeto de apellido Charpentier,


como todos saben, quedan sentados los antecedentes reincidentes en la
jurisprudencia argentina y a disposición de cualquier persona que cometa
cualquier tipo de desbande o desórdenes en espacios públicos, en las calles,
caminos y/o rutas dado que si la ley no se aplica para uno, no puede aplicarse
para otro que incurra en actitudes como los casos de Charpentier.

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Y conste esta advertencia, nos vamos a encontrar con un juez o fiscal que
tienen que imputar a Charpentier “u cualquier otra persona que invoque los
antecedentes de éste” por ser el autor de causar la muerte a una o varias
personas conduciendo un vehículo bajo el estado de haber consumido
estupefacientes o alcohol.

¿Y cuál va a ser el alegato que en su presentación realiza el abogado


defensor de Charpentier para fundamentar el derecho que tiene la parte
que defiende y para refutar las razones esgrimidas por la otra parte?

a) El defendido dice que no recuerda absolutamente nada de lo que ocurrió,

b) Con certeza esa va a ser su apelación anticipada y es que no se


le puede negar la apelación por que están de por medio
garantías para los delincuentes y no para las víctimas”

Atento a lo expuesto y dentro del contexto de NO actuar preventivamente


cuando los hechos y el sujeto son reiterativos/reincidentes, ¿debo preguntar a
quien le incumbe o compete proceder conforme a derecho? Tal vez, es muy
obvio mi interrogante.

7°) Volviendo a la reincidencia, debe ser considerada sobre cualquier delito,

8°) Partiendo de los beneficios de la Ley 24660, éstos tienen que ser en
beneficio de la persona que comete su primer delito, NO LOS QUE REINCIDE
DEL PRIMER.

9°) que no es tal lo que dice (*según definición.de), en Pág. 2: Que suele
considerarse que la reincidencia es un reflejo del mal funcionamiento
del sistema penal, Que muchas personas caigan en la reincidencia
revela la inutilidad de las cárceles para reformar a las personas y para
lograr que puedan reintegrarse de manera efectiva a la sociedad y al
marco legal. No comparto este punto de vista.

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Que no es así sostengo, lo que pasa es que el *fracturado Código Penal
vigente “*herida abierta, falta cerrarla y colocar los elementos

que sujeten su correcto funcionamiento” y la Ley 24660, NO


PERMITEN surtir efectos de renovación en el sujeto porque a) primero
lo castiga, b) le permite volver a su hogar donde tiene comida, atención
de la salud, estudios, salario con privados, etc. “no paga impuestos,
obra social, c) le permiten salir de vez en cuando hasta que PIDE LA
LIBERTAD y se la conceden. Así que, nada tiene que ver el
funcionamiento de la institución carcelaria sino, aquello que lo habilita
normativamente.

10°) Cuando las persona que tienen la responsabilidad de prevenir


condenando al sujeto a prisión o a reparar una falta o daño, que incurre
por primera vez, seguro que éste, va a considerar o evaluar los riesgos de
una reincidencia, porque ello suma un agravante para la consecuente
nueva punidad, ¿Ojalá fuera en todos así!

11°) Que para que la sentencia tenga verdadera eficacia renovadora en


el sujeto, TIENE QUE SER DOBLE EN EL TIEMPO QUE SE APLICA HOY
2018, Y DE CUMPLIMIENTO REAL, EFECTIVA Y FUERA DE LOS BENEFICIOS
DE LA LEY 24660,

12°) Que, de no ser así, no se logra que el sujeto desista en su actitud


delictiva,

13°) Que, -(hay jurisprudencia de reincidencias)-; decía que, ante una


segunda reincidencia, se tiene que aplicar la pena máxima y con
cumplimiento real y efectiva, fuera del alcance de la Ley 24660, DE NO
SER ASI, TENDRÉ POR NADA TODO EL ESFUERZO DE RENOVAR EL
CÓDIGO PENAL,

Se va a decir, que el nuevo Código, se renovó a medias tintas


dado que todas las ideas renovadoras, no asumen una
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posición concreta y definitiva para detener los delitos
reincidentes, sea los que fueran.

14°) Que, la Constitución Nacional promueve el bienestar general, y que


dentro de ese amplio contexto, tengo que decir que el bienestar general
es para las personas que no delinquen, y el Código Penal, junto a los
derechos constitucionales, es una de las herramientas que tiene que
brindar ese bienestar general; de no contar con un NUEVO CÓDIGO
DETERMINATIVO que otorgue al Juez herramientas efectivas y a la vez,
conseguir que el delincuente deje de lado actitudes perjudiciales tanto
para él como a las personas con bronca diré a los que queremos un
cambio radical: “he trabajado en balde”, Y agregaría muy en
particular en mi persona, que no quiero que se diga que soy
más papista que el Papa.,

Que El Juez Natural actuante, previo a su sentencia sobre el autor del


delito, considere las sugerencias de fiscales, camaristas y Ministerio
Público Fiscal al proceder a dar un fallo sin perder de vista los cambios
que produce la Ley 24660 art. 1°), al 57°), 66°), 67°), a través del Juez de
Ejecución Penal, cambios que “restan años de la sentencia del 1er Juez
actuante en el inicio de la causa”. Ejemplo: Si el juez Natural actuante
del proceso condena al delincuente a cinco (5) años de prisión efectiva,
una vez que el procesado “entra a la cárcel”, pasa a otro régimen
establecido bajo las normas de la Ley 24660: Ejecución de la Pena
Privativa de Libertad; que si se constata que el interno cumple con los
requerimientos del sistema carcelario, puede solicitar la libertad a los 2
(dos) años y medio a tres (tres años). ¿Se entiende?

El razonamiento del Juez de Ejecución Penal, el sentido común y el


respeto que se debe cuando no condice con el resto del equipo
disciplinario que opinan diferente y con pruebas y elementos avisan no
aconsejable otorgar “nuevamente” salidas transitorias a determinados

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sujetos reincidentes o con antecedentes delicados son casos de
jurisprudencia registrados con dolor por la reincidencia criminal del
favorecido con salidas transitorias o liberación a prueba.

Propuesta del trabajo para reformar el Código Penal


comprende:

a) Persona que conduce un vehículo bajo la influencia de consumo de


drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas
alcohólicas y que deja destrozos a su paso, incumpliendo normas
preestablecidas, Sus causas, sus efectos y su responsabilidad respecto a
la Ley que regula el Tránsito Vial en el País, como su conexión posterior
con el Código Penal.

PROYECTO A CONSIDERACIÓN.

b) Exposición, Análisis y Teorías de destacados Académicos, tratadistas


sobre la demencia – amnesia – Falso Testimonio

NO SOLO ERES RESPONSABLE DE LO QUE HACES. TAMBIÉN ERES RESPONSABLE DE LO QUE


NO HACES, DE LO QUE NO DEFIENDES Y DE LO QUE CALLAS.

TODA PERSONA QUE COMETE UN DELITO, TIENE QUE SER SANCIONADA. Lo cometa
consciente o inconscientemente.

Para quien comete un delito, están las cárceles y los institutos o centros de rehabilitación
mental. Lo contrario, tratándose de Jurisprudencia, dejaría y de hecho se están registrando
antecedentes que pone a nuestra predecible justicia en posición no muy beneficiosa.

Nuestro Código Penal y en parte algunos magistrados y/o quienes representan a la Justicia,
crean dudas a quienes recurren a ellos, en busca de amparo y justicia, atento a varios
acontecimientos de sentencias imprudentes.

Algunas de esas dudas son de público conocimiento caso la actitud de un Juez en suplencia
del juez titular de una causa, efectúa un irresponsable acto de brindar prisión domiciliaria a
un delincuente atorrante, mafioso y excelente actor, estando vigente anteriormente la

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disposición a prisión por el juez titular faltante. ¿Estos procederes, qué, o quién lo
interviene?

¿Es que cualquier sujeto con título de Juez puede o hace lo que le parezca?

Tal realidad, atraerá reacciones sociales y antisociales que mejor es, no pensar.

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”proyectopv.org”
*Dos Lobos
Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el
interior de las personas.
Él dijo, "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros".
"Uno es Malvado - Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia,
autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo,
superioridad y ego.
"El otro es Bueno - Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad,
benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:
“¿Qué lobo gana?”
El viejo Cherokee respondió: "Aquél al que tú alimentes."
*sechangersoi.be/ES/5ES.Leyendas/Los Lobos.

Ref.; SUMARIO

-Pág.: 01/10 Presentación

-Pág.: 12/13) CONTENIDO

-Pág.: 15/18) PRÓLOGO*

-Pág.:20/55 PROPUESTA: Ampliación Ley 24449

DISCUSIONES Número XIII “Ignorancia deliberada y Derecho Penal”


Jonatán Valenzuela S. (Editor): Mejor No saber: Sobre la doctrina de la
ignorancia deliberada en Derecho Penal

-La ignorancia deliberada “Ramón Ragués i Vallés”

- Fallo: Segura Néstor. Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo


Criminal y Correccional, en pleno (CNCrim y Correc) (En Pleno) Dres.
Frías Caballero – Leone – Millán – Cabral – Romero Victorica – Black –
Prats Cardona – Negri.

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-La Ebriedad como factor determinante de la comisión de hechos
delictivos Rubén E. Fígari.

- Más consideraciones sobre los denominados delitos de tránsito. Por


Rubén E. Fígari

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PRÓLOGO

Antes que nada, sin profundizar demasiado en el tema, conviene hacer


unas cuantas aclaraciones; respecto a mis argumentaciones escritas del
ensayo enviado en el mes de Octubre dado que se podrían interpretar
como ofensivas algunas expresiones donde hago hincapié sobre el
accionar de un funcionario público que tiene como misión juzgar y
hacer ejecutar lo juzgado o fiscal o magistrado o funcionario del orden
judicial, lo hago sin intención de presentar a una mala persona o
indecente; Ya que tengo que basarme sobre hechos y sujetos que son
parte del tema y los nombrados forman parte del contexto que se trata.

También, referencio actitudes o procederes o decisiones personales de


las cuales considero, están equivocadas, que causan mucho daño a los
que esperan una justa determinación -daños que no son reparados ni
observados por las áreas superiores competentes- ; pero nunca con
intención de ofender el buen nombre y honor de la persona; porque hay
personas que trabajan en la función de la justicia, algunos son Ministros,
magistrados, pueden ser jueces, fiscales, secretarios, abogados
defensores; camaristas, del ministerio público fiscal y son Valientes, pero
es digno decir que los hay timoratos. No todos son flojos y hay muchos
que se ajustan a derecho y demuestran ser tales (no sólo lo son) al
jugarse la vida por dar lo mejor de sí en pos de la verdad y justicia.
CONSTE.

Cabe destacar también, que es cierto que existe una ausencia de apoyo
político/legislativo que otorgue al juez, fiscal, abogados defensores,
camaristas, NUEVAS normas que, tengan certeza de justicia; permitan
trabajar actualizados y con máxima eficacia podríamos decir, de hecho,
estamos en varios frentes, trabajando para que así sea. Conste.-------------
----------------------------------------------------------------------------

Si Dios lo permite, hoy comenzaré la elaboración de la parte faltante del


ensayo enviado oportunamente el 27 de Octubre del 2017,haciendo
referencia sobre el accionar de jueces que dicen ""NO SABER" qué hacer
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ni qué tipo de Tipificación aplicar a -(como ejemplo)- una persona que
causó la muerte en un accidente imprudente de tránsito a una persona
masculina que circulaba por Kilómetro 52 de la Panamericana -(entre
Pilar y peaje Tortuguitas)- en bicicleta y que trasladó 17 Kms. a la víctima
sobre su vehículo “sin darse cuenta” y en consecuencia hacen cosas que
no les cabe a su autoridad o especialidad y que es: “dejar en libertad a
una persona enferma que ha cometido un homicidio”. (Numeral81, ítem
19°) del proyecto de Octubre., caso Pablo García.

Realmente Ustedes comprenderán, (lo digo con respeto), que acá hay
una irresponsabilidad o incapacidad en la tarea del magistrado (y de los
componentes que forman el tribunal), que no sabe/n qué tipificación
aplicar a una persona que violó 2 dos Leyes 24449 y 11179 2 (DOS) y sí
fuera 1 (UNA) como base de partida, tendría, primero la policía o
cualquier particular tiene que aprenderlo por hallarlo en
cuasiflagrancia, a modo de reacción inmediata ante la comisión de un
hecho delictivo. Cumple esta medida de coerción con dos puntos
fundamentales: poner a disposición de la autoridad pública (fiscal) a
quien es sorprendido por otra autoridad pública (la policía) en la
comisión de un hecho con relevancia penal; de este modo, se preserva
de modo directo la prueba sobre la autoría, evitando la fuga del
sospechoso. A igual tiempo, la función ejecutiva del Estado satisface su
misión preventiva de seguridad, impidiendo el agotamiento de un hecho
delictivo y actuando tempranamente en la represión delictiva; tiene por
finalidad evitar que el delito sea llevado a consecuencias ulteriores.

Claro está que, la viveza criolla del sujeto y su defensor y el descuido de


algunos Jueces/fiscales/camaristas y abogados defensores de la parte
afectada que *admiten la confesión espontánea *inicial que el sujeto
homicida manifiesta no entender lo que hacía, o que perdió el dominio
del control sobre su conducta y otras tantas vergonzosas
argumentaciones que dejaron y dejó -en el caso comentado- libre a
personas que "Dicen, NO SABEN LO QUE HACEN O DE REPENTE PIERDEN
EL CONTROL SOBRE SUS ACTOS Artículo 34 Código Penal" como los que
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CONSIENTEN QUE SE VIOLEN las Restricciones
perimetrales al domicilio de una mujer que sufre violencia de género y
AL FINAL, matan esa su mujer. “PERMITIERON CON SU EXCESIVA
PERMISIVIDAD Y DE PENSAR INGENUA” el desenfreno del sujeto
enfermo para que lograra al fin EL DOLO. Digo desenfreno, (licencia) que
ya es costumbre en nuestro país.

Podrán convenir conmigo que: si yo fuera Juez Actuante o fiscal o


camarista, ¿puedo dejar libre a una persona que incumplió lo
establecido en UNA LEY, eliminando y también hiriendo personas y que
es detectado y detenido de manera cuasi flagrante y que manifiesta NO
SABER que hace o que de repente PIERDE EL CONTROL? Ruego me lo
hagan saber.

Entiendo que algunos Jueces, magistrados y fiscales, no todos tal vez, se


manejen dentro de los principios generales que se desprenden del
sistema de nuestro Código Penal base donde relacionar la teoría del
delito.

Si yo fuera juez actuante o fiscal, defendería la posición clara y


contundente que una persona así, no puede estar libre porque en
cualquier momento y lugar, estando sobrio o intoxicado de alcohol u otras cosas, -
las pruebas están- mata, produce heridas gravísimas Y DOLO y hasta reinciden en
muchos casos; porque a pesar de saber -como lo manifiesto como
argumento en el ensayo presentado el 27 de Octubre: Páginas 30 al 70-;
Está PROHIBIDO conducir un vehículo bajo intoxicación de alcohol que
sobrepase los grados establecidos por ley 24449. (lo que no está
prohibido es beber bebidas con alcohol antes de conducir)

Las personas que otorgan la Licencia de Conducir por Ordenanza


Municipal o Ley Provincial, la otorgan bajo instrucción y reconocimiento
y adhesión a una Ley (24449) Y QUE MEDIANTE LOS CURSOS de
capacitación de educación para seguridad vial respectivos, SE NOTIFICA
AL SOLICITANTE, MEDIANTE LA INSTRUCCIÓN las observancias que debe
respetar tanto para él mismo como para las personas circunstanciales en

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el tránsito. La Ley 24449 determina como Artículo 48: PROHIBICIONES.
Está prohibido “ESTÁ PROHIBIDO” en la vía pública: “a) Conducir con
impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo
consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyen la aptitud para conducir.
Conducir cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a 500 miligramos por
litro de sangre. Para quienes conduzcan motocicletas o ciclomotores queda prohibido hacerlo
con una alcoholemia superior a 200 miligramos por litro de sangre. Para vehículos destinados
al transporte de pasajeros, de menores y de carga, queda prohibido hacerlo cualquiera sea la
concentración por litro de sangre. La autoridad competente realizará el respectivo control
mediante el método adecuado aprobado a tal fin por el organismo sanitario. ” . Es decir,
acá EL IMPRUDENTE NO PUEDE NEGAR desconocer lo PROHIBIDO, Claro
es necesario decir que taxativamente el Código Penal no entiende en la
materia “beber alcohol-embriagarse” y del Artículo 48 de la citada Ley.
"quien en el momento de cometer un delito se encontraba en estado de ebriedad completa y voluntaria, no sólo
es plenamente imputable sino responsable en idénticos términos al de cualquier sujeto normal. Sólo la ebriedad
completa, invo- luntaria o accidental (fortuita), comportaría, según tal tendencia jurispru- dencial firme,
inimputabilidad en los términos del art. 34, inc. 1º, del C. Penal"17. Frías Caballero

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Neuquén de Enero de 2018.-

NOTA: AL FINAL, TIENE CONEXIÓN DIRECTA CON EL CÓDIGO PENAL

Señor Coordinador

Carlos Mauricio GONZÁLEZ GUERRA

“COMISIÓN PARA LA REFORMA DEL CÓDIGO PENAL DE LA NACIÓN”

Anteproyecto de Reforma al Código Penal de la Nación

Tengo el honor
de dirigirme al señor Coordinador, a los efectos de presentar
para su consideración el presente proyecto de ampliación de la
Ley NACIONAL 24449 que tiene su conexión con el Código Penal
Nacional.

PROPUESTA:
Agregar:
-EN LA LEY 24449, EN EL Título III - El Usuario de la Vía Pública,
CAPITULO II, LICENCIA DE CONDUCIR 14. REQUISITOS: INC, 4BIS: “Cuando
deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma estupefacientes o medicamentos o
ARTÍCULO 48 LEY NACIONAL
alcohol que disminuyen la aptitud para conducir.”
24449, ATENTOS: ¿Entienden? Como la publicidad del aire

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acondicionado a 24 grados, SE ESTÁ PRESENTANDO UN MEMORANDUM
PARA QUE EL O LOS CIDADANOS NO INCURRAN EN NEGLIGENCIAS,
¿Entienden? : INC, 4BIS: “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no
consuma estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud para
conducir.”

-y en el Título III - El Usuario de la Vía Pública, Capítulo I. Capacitación,


12. ESCUELA DE CONDUCTORES: g) “Cuando deba conducir cualquier tipo de
vehículos no consuma estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud
para conducir.” ARTÍCULO 48 LEY NACIONAL 24449

-INCLUIR A los efectos de que el solicitante de un registro de conducir


TOME CONOCIMIENTO (A TRAVÉS DEL MEMORÁNDUM), DE TODO LO QUE
DEBE OBSERVAR Y HACER OBSERVAR sobre las normas de tránsito, se
registrará “en los módulos de contenido teórico de cada jurisdicción sea
municipal, provincial, nacional que otorguen registro de conducir” el
siguiente texto: “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma
estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud para conducir.”
PROHIBIDO ARTÍCULO 48 LEY NACIONAL 24449,

Por lo anteriormente expuesto y fundado, dejo a consideración


de Justicia 2020, considerar y de surgir alguna inquietud que
complemente la propuesta, proceder y dar el trámite de
presentación ante la Comisión correspondiente del Congreso
Nacional a los efectos de ser aprobada la propuesta. Carlos
Polastri.
Atento a lo titulado digo que,

Que, Respecto al tema anterior del conductor que maneja un vehículo


con impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial
correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos
que disminuyen la aptitud para conducir. Conducir cualquier tipo de
vehículos con ingesta de alcohol y su relación sobre la Ley NACIONAL
24449 y el otorgamiento de Licencias de Conducir,

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Que, ante las desprovistas previsiones de respaldo ajustado a derecho,
en que se ve involucrado un representante de la justicia que atiende un
caso de “muerte, heridas o daños materiales causados a una persona por
otra que conduce un vehículo con impedimentos físicos o psíquicos, sin
la licencia especial correspondiente, habiendo consumido
estupefacientes o medicamentos que disminuyen la aptitud para
conducir. Conducir cualquier tipo de vehículos con ingesta de alcohol,

Que, abundan antecedentes de casos en que un juez ha tenido que dejar


en libertad a una persona que ocasionó una colisión, (choque a otro
vehículo), ocasionando la muerte, heridas y/o daños materiales a otra
persona por conducir su vehículo con impedimentos físicos o psíquicos,
sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido
estupefacientes o medicamentos que disminuyen la aptitud para
conducir.

Conducir cualquier tipo de vehículos con ingesta de alcohol, por no


contar con el taxativo apoyo del Código Penal que le brindara los
elemento ajustados a derecho para imputar y sancionar o penalizar al
sujeto responsable de un choque con vehículo debido a la ingesta de
alcohol, sumado a las distintas circunstancias de ebriedad,

Que, esa determinación del juez, se debe a que hay normas como el Art.
34, inc., 1° del Código Penal que habilitan el estado de inconsciencia del
sujeto, y otras que dentro del Código, no hacen visible o manifiesto;
muestran, especialmente de modo público, a la persona que viola una
ley que prohíbe conducir un vehículo con impedimentos físicos o
psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido
estupefacientes o medicamentos que disminuyen la aptitud para
conducir. Conducir cualquier tipo de vehículos con ingesta de alcohol,

Que, la raíz de todos estos desconciertos surgen según algunos autores


expresan que la embriaguez puede ser de diversas clases tomando en

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 23


consideración la posición subjetiva del individuo: voluntaria, pre-
ordenada, culposa o fortuita.

Que, todas estas clases se subdividen en subclases, etc. y es así cuando el


juez no logra determinar con acierto que clase de ebriedad es una y qué
las otras, es decir no logra dar en la tecla y eso causa reacciones no
deseadas de aquellos que reclaman verdad y justicia.
Es decir: “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma estupefacientes o
medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud para conducir.”

Que según: Ramon Ragués i Vallès Universitat Pompeu Fabra –


Barcelona “La Ignorancia Deliberada, II. La ignorancia deliberada en el
Common Law: (Ley Común) la doctrina de la willful blindness (ceguera
voluntaria):
La primera vez que en el common law se sostuvo la necesidad de equiparar
penalmente el efectivo conocimiento y los casos de “ceguera
intencionada” (willful blindness) fue en la sentencia inglesa de 1861 sobre
el caso Regina v. Sleep1. El jurado que enjuició en primera instancia a Mr.
Sleep le condenó como autor de un delito de malversación por haberse
apropiado de tornillos de cobre marcados como de titularidad pública.
Ante su alegación afirmando no haber sido consciente de que los bienes
eran públicos, el juez Willes concluyó que la condena debía revocarse
porque “el jurado no había considerado acreditado que el individuo
conociera que los bienes estaban marcados [como propiedad estatal] ni
tampoco que se abstuviera intencionadamente de adquirir tal
conocimiento”
Según parece desprenderse de este pasaje –ciertamente poco elocuente–
la abstención intencionada de obtener conocimientos, en caso de haberse
probado, habría debido merecer la misma respuesta punitiva que el
conocimiento efectivo.

En 1899 la doctrina apareció por vez primera en una resolución del


Tribunal Supremo de los Estados Unidos, concretamente en la sentencia
del caso Spurr v. United States. En ella se revisaba la condena de Mr. Spurr,
culpable de haber certificado los cheques emitidos por un cliente contra
una cuenta que carecía de fondos. De acuerdo con la ley aplicable, para

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 24


sancionar penalmente tal conducta era necesaria una violación
intencionada de los preceptos que regulaban la emisión de dichos efectos
mercantiles. En su recurso la defensa de Spurr cuestionó que el jurado
hubiera sido correctamente instruido, pues el magistrado que lo presidía
no informó de que el delito aplicable exigía que el acusado actuase
“intencionadamente”, es decir, que la conducta de quien actuaba en la
creencia errónea de que existían fondos en la cuenta en el momento de
emitir la certificación no era penalmente relevante. En respuesta a
semejante alegación, el Tribunal Supremo formuló obiter dictum las
siguientes apreciaciones:
“El propósito infractor es la esencia del presente delito. Si el oficial certifica
un cheque con la intención de que el emisor obtenga dinero del banco
pese a no tener fondos, dicha certificación no solo es ilícita, sino que se le
puede atribuir el propósito específico de violar la ley. Y este mal propósito
puede presumirse cuando el oficial se mantiene deliberadamente en la
ignorancia acerca de si el librador tiene o no dinero en el banco o cuando
muestra una indiferencia crasa (grossly indifferent) respecto de su deber
de asegurarse de tal circunstancia”.
El Tribunal Supremo acabaría estimando el recurso de Spurr coincidiendo
con su defensa en que el jurado no había sido correctamente informado
acerca de la exigencia de intención por parte del delito aplicable. Aunque
en semejante decisión el anterior pasaje no tendría ninguna trascendencia
real, lo cierto es que en los siguientes años las frases reproducidas serían
habitualmente citadas por numerosos tribunales, equiparando el
desconocimiento provocado con el conocimiento efectivo. Sin embargo, el
número de resoluciones en las que aparece la willful blindness no sería
especialmente elevado hasta la década de 1970, cuando esta doctrina
empezaría a aplicarse de manera generalizada en casos de transporte de
droga. En este último contexto se enmarca, por ejemplo, la sentencia del
caso United States v. Jewell, que suele citarse como el leading case en la
materia. El acusado Jewell había sido condenado en primera instancia por
cruzar la frontera de México con los Estados Unidos transportando,
supuestamente por encargo, 110 libras de marihuana en el compartimento
secreto del maletero de un coche. Su alegación exculpatoria de que no
sabía exactamente lo que transportaba, pese a tener la sospecha de estar
haciendo algo ilegal, fue desestimada por un jurado instruido en los
siguientes términos:

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 25


La acusación satisface la carga de la prueba demostrando, más allá de toda
duda razonable, que si el acusado no era en realidad consciente de que
había marihuana en su vehículo cuando entró en los Estados Unidos fue
porque su desconocimiento acerca de esta circunstancia fue única y
exclusivamente el resultado de haberse hecho el propósito consciente de
ignorar la naturaleza de lo que llevaba en el coche, con una voluntad
consciente de evitar conocer la verdad.

IV.1. La doctrina del Tribunal Supremo español


En la entrega del dinero a José J., Miguel estuvo acompañado de Hebe, y José J.
cobraba un 4 % de comisión. La Sala extrae la conclusión de que José J. tuvo
conocimiento de que el dinero procedía del negocio de drogas –cosa que él
niega– de hechos tan obvios como que la cantidad era muy importante y de la
naturaleza claramente clandestina de las operaciones, por lo que quien se pone
en situación de ignorancia deliberada, es decir no querer saber aquello que puede
y debe conocerse, y sin embargo se beneficia de esta situación –cobraba un 4% de
comisión–, está asumiendo y aceptando todas las posibilidades del origen del
negocio en el que participa, y por tanto debe responder de sus consecuencias
“La prueba de conocimiento del delito de referencia es un dato subjetivo, lo que
le convierte en un hecho que dada su estructura interna solo podría verificarse –
salvo improbable confesión– por prueba indirecta, y en este sentido la constante
jurisprudencia de esta Sala ha estimado que a tal conocimiento se puede llegar
siempre que se acredite una conexión o proximidad entre el autor y lo que podría
calificarse «el mundo de la droga». Esta doctrina se origina en la STS 755/97 de 23
de mayo (…) entre otras, precisándose en la jurisprudencia citada, que no se exige
un dolo directo, bastando el eventual o incluso como se hace referencia en la
sentencia de instancia, es suficiente situarse en la posición de ignorancia
deliberada. Es decir que quien pudiendo y debiendo conocer, la naturaleza del
acto o colaboración que se le pide, se mantiene en situación de no querer saber,
pero no obstante -(en el caso del conductor alcoholizado realiza el acto
prohibido)- presta su colaboración, se hace acreedor a las consecuencias penales
que se deriven de su antijurídico actuar”. “(…) la experiencia ofrece numerosos
ejemplos en los que se producen verdaderas situaciones de ignorancia deliberada.
Son casos en los que el autor, pese a colmar todas las exigencias del tipo objetivo,
ha incorporado a su estrategia criminal, de una u otra forma, rehuir aquellos
conocimientos mínimos indispensables para apreciar, fuera de toda duda, una
actuación dolosa, siquiera por la vía del dolo eventual. De esa manera, se logra
evitar el tratamiento punitivo que el CP reserva a los delincuentes dolosos, para
beneficiarse de una pena inferior –prevista para las infracciones imprudentes– o
de la propia impunidad, si no existiera, como sucede en no pocos casos, una
modalidad culposa expresamente tipificada. De lo que se trata, en fin, es de fijar

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 26


los presupuestos que permitan la punición de aquellos casos de ignorancia
deliberada en los que se constate la existencia de un acto de indiferencia hacia el
bien jurídico que sugiera la misma necesidad de pena que los casos de dolo
eventual en su sentido más estricto. Para ello sería necesaria la concurrencia de
los siguientes requisitos:
1º. – Una falta de representación suficiente de todos los elementos que definen el
tipo delictivo de que se trate. Esa falta de representación, si es absoluta, nunca
podrá fundamentar la imputación subjetiva a título de dolo. Los supuestos
abarcados estarán relacionados, de ordinario, con la conciencia de que se va a
realizar, con una u otra aportación, un acto inequívocamente ilícito. La sospecha
puede incluso no llegar a perfilar la representación de todos y cada uno de los
elementos del tipo objetivo, al menos, con la nitidez exigida de ordinario para
afirmar la concurrencia del elemento intelectual del dolo. Sin embargo, sí ha de
ser reveladora de una grave indiferencia del autor hacia los bienes jurídicos
penalmente protegidos, pues, pese a representarse el riesgo que su conducta
puede aparejar, no desiste del plan concebido.
2º. – Una decisión del sujeto de permanecer en la ignorancia, aun hallándose en
condiciones de disponer, de forma directa o indirecta, de la información que se
pretende evitar. Además, esa determinación de desconocer aquello que puede
ser conocido, ha de prolongarse en el tiempo, reforzando así la conclusión acerca
de la indiferencia del autor acerca de los bienes jurídicos objeto de tutela penal.
3º. – Un componente motivacional, inspirado en el propósito de beneficiarse del
estado de ignorancia alentado por el propio interesado, eludiendo así la asunción
de los riesgos inherentes a una eventual exigencia de responsabilidad criminal”
(negrita en el original).Comentario a Mejor no saber
Sobre la doctrina de la ignorancia deliberada en Derecho penal, de Ramon
Ragués I Vallès

Que según: Donna Edgardo: Teoría del delito y de la pena 2

ACCIONES CULPOSAS. - Distinto supuesto se da cuando la actio


libera in causa "acto libre por su propia causa" es culposa.
Es el caso del sujeto que sabe que va a realizar una acción peligrosa -(en
su consciencia) (no por instrucción legal)- para terceros, como es, por
ejemplo, manejar velozmente un vehículo y, a pesar de ello, se embriaga, y
a causa de ese estado provoca un choque entre vehículos que causa la
muerte de una persona; aquí no hay duda de que, dentro del modelo de la
tipicidad, se puede seguir razonando con seguridad. La no coincidencia
temporal entre el acto imprudente y el resultado que afecta al bien jurídico
no afecta al principio de culpabilidad. Lo único que habrá de demostrase

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 27


es si la persona que ingirió alcohol sabía que iba a realizar la conducta
peligrosa.

Que, atento a la presente propuesta de ampliación de la Ley Nacional


24449 su posterior, aplicación supletoria, al Código Penal se puede
dar una simple respuesta a todos los que conducen en estado de
ebriedad y es que si el sujeto tiene legal conocimiento QUE: “Cuando
deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma
estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud
para conducir.” No podrá aducir que no sabía conscientemente lo que
hacía. Esto, habilitará al Código Penal y dará por tierra el permitir beber
antes de conducir consumir estupefacientes o medicamentos o alcohol
que disminuyen la aptitud para conducir.

Que según: Partes: Segura, Néstor - Publicado en: Colección de Análisis


Jurisprudencial Elems. de Derecho Penal y Procesal Penal - Andrés José
D’ALESSIO, 107

Cita Online: AR/JUR/19/1964 - Sumarios:


1. Excepto los casos de ebriedad patológica y de alcoholismo crónico, en que la
imputabilidad del agente puede estar excluida si se halla en alguna de las
situaciones previstas en la última parte del inc. 1°, párr. 1 del art. 34 del Código
Penal, el que delinque en estado de ebriedad completa y voluntaria es imputable
por mandato de la citada norma que se inspira en el principio de las "actiones
liberae in causa" "acto libre por su propia causa", lo cual supone el análisis ex
ante del injusto.”; no obstante ello, y según las probanzas de cada caso, puede no
ser culpable por el delito cometido en dicho estado o serlo, a título de dolo o de
culpa, si las respectivas circunstancias psicológicas que integran una u otra forma
de culpabilidad concurren en su conducta al tiempo en que se embriagó.

Texto Completo: Buenos Aires, agosto 13 de 1964.

¿Qué resolución corresponde adoptar con respecto a la


responsabilidad penal del agente que en el momento del hecho obró en
un estado de embriaguez completa y voluntaria?

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 28


El doctor Frías Caballero dijo:
Responder cumplidamente al tema de este plenario exigiría el cuidadoso
examen de múltiples cuestiones que, aunque reducidas al marco del
derecho vigente, se vinculan con difíciles problemas de medicina legal, de
psiquiatría y aun de política criminal. Pero no siendo ello posible reduciré
mi exposición metódicamente, a las que juzgo esenciales para fundar las
soluciones que estimo correctas de "lege lata" ("Según ley dada o
existente"). Lo haré del modo más sintético posible.
1° - La tradicional respuesta del tribunal al tema en debate requiere, a mi
juicio, una total revisión crítica.
Sabido es que esa respuesta, sostenida casi sin excepciones en una larga
serie de pronunciamientos que se remontan a más de un cuarto de siglo,
es la siguiente: quien en el momento de cometer un delito se encontraba
en estado de ebriedad "completa y voluntaria" (tal la terminología
aceptada entre nosotros), no sólo es plenamente imputable sino
responsable en idénticos términos al de cualquier otro sujeto normal. Sólo
la ebriedad completa *"involuntaria o *accidental" (fortuita)
*comportaría, según tal tendencia jurisprudencial firme inimputabilidad en
los términos del Cód. Penal, art. 34, inc. 1°. Mi exposición – (aclaro)- se basa
en la ebriedad que causa heridas y muertes y daños; no, -(que quede en claro)-
sobre concretamente el estado de inconsciencia sin resultados trágicos sino del
momento de los hechos.
Tal tesis se ha admitido a veces incluso con respecto a casos de
alcoholismo crónico. Así en la causa "Cabrera", mayo 17 de 1938 (Rev. La
Ley, t. 10, p. 855, fallo 4972), en la que se dijo que la ebriedad no fue
accidental.

2° - No es fácil señalar inequívocamente las bases doctrinarias en tal


orientación jurisprudencial ni es sencillo conciliarla con el sistema del
derecho positivo en vigor.
13°) Por de pronto, debe apuntarse que la mayor dificultad, al menos
aparente, proviene de que el código penal se abstiene de legislar
específicamente sobre la responsabilidad del ebrio. Digo aparente porque
no siempre la prolija regulación normativa (por ejemplo en los códigos
italiano y uruguayo) significó el logro de soluciones pacíficas.

En nuestro derecho, la solución del problema de la responsabilidad penal


del que obra en estado de embriaguez depende, pues, de los principios

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 29


generales extraídos del sistema del código vigente que se refieren a la
teoría jurídica del delito. Se vincula más concretamente a los conceptos de
imputabilidad, culpabilidad y responsabilidad, que resultan
necesariamente implicados cuando se trata de aplicar una pena al autor de
una acción típicamente antijurídica que en el momento del hecho se
encontraba en un estado de intoxicación alcohólica. Por esto resulta
imprescindible hacer un esbozo de estos conceptos que se manejan todos
los días en la cátedra, el libro y el foro, gracias al progreso técnico-científico
que ha alcanzado el derecho penal en nuestro país y que este tribunal
utiliza en el entramado cotidiano de sus pronunciamientos. Pido por ello
excusas a mis colegas.

En nuestro derecho, la responsabilidad penal sólo deriva de la comisión u


omisión de un acto descripto en la ley penal (típico) siempre que la acción
sea contraria al derecho (valoración propia de la antijuridicidad) y,
"además", haya sido perpetrado por un sujeto capaz (estado de
imputabilidad en el instante del hecho) que obró culpablemente, con dolo
o culpa (reproche; valoración ínsita de la culpabilidad). “Ausente”,
cualesquiera de estos requisitos, la responsabilidad desaparece.

La responsabilidad penal entre nosotros, jamás se fundamenta sobre bases


puramente objetivas. Los presupuestos subjetivos (en tanto se hallan
situados en el alma del autor) son la imputabilidad y la culpabilidad
(comprensiva del dolo de la culpa). Debe, pues, afirmarse la vigencia sin
resquicios del principio "nullum crimen, nulla poena sine culpa no hay
pena sin culpa sin ley previa" ("lato sensu «sentido amplio» y «sentido
estricto», ").- negrita son mías.
Lo expuesto resulta, en primer lugar, de lo dispuesto en los arts. 34, inc. 1°,
y 36, reformado, Cód. Penal. Tales normas exigen para la responsabilidad,
sin excepción alguna, que el autor mayor de 16 años haya tenido la
"efectiva posibilidad", en el momento del hecho, de comprender la
criminalidad del acto – (más bien tener conocimiento legal de lo que hace
como cruzar un semáforo en rojo sino, el sujeto sólo tiene ideas descabelladlas)-
y de dirigir sus acciones, no impedidas por causas indicadas en el primero
de dichos textos. No hay responsabilidad posible sin imputabilidad.

La Ebriedad como factor determinante de la comisión de


hechos delictivos. Rubén E. Fígari

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 30


Según Rubén E. Fígari dice Frías Caballero, En efecto,
el mencionado jurista en su voto puso énfasis en la
siguientes cuestiones: “Por de pronto, debe
apuntarse que la mayor dificultad, al menos aparente,
proviene de que el Código Penal se abstiene de
legislar específicamente sobre la responsabilidad del
ebrio. Digo aparente porque no siempre la prolija
regulación normativa (por ej., en los Códigos italiano y
uruguayo) significó el logro de soluciones pacíficas. En
nuestro derecho la solución del problema de la
responsabilidad penal del que obra en estado de
embriaguez depende, pues, de los principios
generales extraídos del sistema del Código vigente
que se refieren a la teoría jurídica del delito. Se
vincula más concretamente a los conceptos de
imputabilidad, culpabilidad y responsabilidad, que
resultan necesariamente implicados cuando se trata
de aplicar una pena al autor de una acción
típicamente antijurídica que en el momento del hecho
se encontraba en un estado de intoxicación
alcohólica. Por esto resulta imprescindible hacer un
esbozo de estos conceptos que se manejan todos los
días en la cátedra, el libro y el foro, gracias al progreso
técnico-científico que ha alcanzado el derecho penal
en nuestro país, y que este tribunal utiliza en el
entramado cotidiano de sus pronunciamientos. Pido
por ello excusas a mis colegas… El “estado de
inconsciencia” sólo es causa de inimputabilidad
cuando es “no imputable” al agente; ergo, cuando sí
lo es, o sea cuando proviene de ebriedad voluntaria
(preordenada, intencional e imprudente) la
imputabilidad del autor queda indemne ministerio

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 31


legis. El principio que informa esta solución -y esto se
olvida al parecer- no es ni ha podido ser otro que el de
la actio liberae in causa. Pero aquí comienzan las
dificultades. La jurisprudencia que examino parte
indudablemente de la idea de que el Código ha
resuelto de este modo y automáticamente “el total
problema de la responsabilidad penal del ebrio”.
Repito que no es así y que ello vendría a pugnar con
su propio sistema. Por de pronto declarar la
imputabilidad del ebrio completo y voluntario, “como
por lo demás la de cualquier otro autor de acciones
delictivas a partir del art. 34 Ver Texto inc. 1 CPen., no
es más que reputarlo capaz de ser culpable”. Con ello
no se ha hecho otra cosa que colocar el presupuesto
para la ulterior solución de la culpabilidad que todavía
debe resolverse en concreto y caso por caso. Pensar lo
contrario implicaría amalgamar imputabilidad y
culpabilidad, conceptos que hoy ya no pueden
confundirse y que en el Código no están confundidos.
Debemos, pues, todavía, resolver la cuestión
referente al último de aquellos presupuestos de la
pena y para ello no podemos apartarnos del sistema
general de la ley vigente. Esta es, a mi juicio, punto de
partida de la solución correcta, la que se ha de
asentar, en consecuencia, sobre una comprensión
exacta del principio de la actio liberae in causa que da
coherencia interna a la citada norma legal y que
ofrece el único medio técnico apto para afirmar la
responsabilidad del ebrio voluntario (así como la de
ciertos epilépticos en el instante del ataque comicial,
sonámbulos hipnotizados, etc.; a estos dos últimos
aplica Moreno el principio, implícitamente, en el

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 32


“Código Penal y sus antecedentes”, t. 2, ps. 251/3)…
He aquí lo esencial del concepto: “Las actiones liberae
in causa” (por oposición a las libres in actu) son las
que se ejecutan o consuman mientras el autor se halla
en estado de inimputabilidad provocado intencional o
imprudentemente y con el cual se hallan causalmente
vinculados. Conforme a la idea que lo informa, lo
importante no es el acto ejecutivo o consumativo (en
su transcurso el agente no es imputable ni culpable)
sino la causa “libremente puesta por el autor” en un
instante en que sí lo era. La responsabilidad deriva así
del hecho de haber creado libremente el estado de
inimputabilidad (en nuestro caso la ebriedad aguda y
completa). Planteado así el principio puede y debe
adquirir en el derecho penal argentino su total
amplitud, aplicándose a todas las formas voluntarias
(intencionales o imprudentes) de ebriedad puesto que
no hay nada que lo impida (algunos autores italianos
basándose en el art. 87 Ver Texto CPen., restringen su
ámbito a la ebriedad preordenada). Además, debe
advertirse especialmente algo de decisiva
importancia: el principio de las Actiones liberae in
causa sive libertatem relatae implica retrotraer al
señalado momento anterior el total problema de la
responsabilidad. No sólo, pues, según generalmente
se dice, la solución sobre la imputabilidad, “sino
también la de la culpabilidad”. Ello es lógica, no se
puede desconectar temporalmente una de otra como
si la imputabilidad fue un prius y la culpabilidad un
posterius, aunque entre ambas medie una
precedencia conceptual ya señalada. El juicio de
culpabilidad ha de formularse con referencia al mismo

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 33


instante en que se es imputable, aunque no sea
obligatorio que aquélla ni ésta sean coetáneas con la
ejecución o consumación del acto típico. La cuestión
es semejante a lo que ocurre en la hipótesis de
ejecución por complemento (es suficiente la
imputabilidad en el instante de encender
culpablemente la mecha de la bomba que explotará
cuando acaso el agente no sea ya imputable o
culpable)… Tal solución parte, pues, de la idea de que
el hecho de embriagarse constituye, “por sí mismo”,
un comportamiento culposo (sin distinción sustancial
entre embriaguez intencional e imprudente y excluida
la ebriedad preordenada; así, Soler, ob. y lug. cit. y la
demás doctrina predominante). Según ello, quien
llega voluntariamente a un estado completo de
ebriedad y en ese estado comete una acción típica
responde del delito a título de culpa, siempre que la
ley prevea la figura culposa; en caso contrario es
impune. La responsabilidad sólo será dolosa si el autor
obró en estado de embriaguez preordenada… En
efecto, repito que mientras la vigente jurisprudencia
del tribunal se pronuncia por la imputabilidad del
ebrio voluntario -en lo que se ciñe el Código vigente-
pero computando a la vez como dolo o culpa el
contenido aberrante de su actitud psíquica en el
momento de la consumación del hecho -con lo cual se
aparta de la realidad psicológica y jurídica y vulnera el
sistema del Código en vigor-, la idea de la actio liberae
in causa en su exacto sentido resuelve el problema de
la responsabilidad, trasladando al instante en que la
embriaguez se produce o provoca tanto la cuestión de
la imputabilidad como la de la culpabilidad. Ahora

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 34


bien, no encuentro demasiado coherente con esto
último, ni justo, afirmar de manera apriorística que en
todos los casos de ebriedad voluntaria (excluida la
preordenación) el agente haya de responder a título
de culpa por la acción típica perpetrada. ¿Por qué
habría de reputarse que en aquel instante el ebrio
intencional o imprudente está siempre o ¡sólo!- en
culpa con respecto al delito? Pienso que si en lo que
se refiere a la imputabilidad -trasladada al momento
en que se bebe- la teoría de la actio liberae in causa se
basa en una auténtica realidad no es posible admitir,
en su nombre, ninguna afirmación, “a priori”, sobre la
culpabilidad y, por lo tanto, esta imputación
indiscriminada a título de culpa. Creo, por el contrario
que, en concordancia con ella, la culpabilidad debe
verificarse concretamente y con estricta sujeción a la
real actitud anímica del agente con respecto al delito
perpetrado en estado de embriaguez. Entre nosotros
Núñez, aguda y oportunamente, ha aludido a la
necesidad de esta concreta determinación -aunque
según veremos-, lo ha hecho en una sola dirección…
Sintetizando, todo lo dicho en diferentes apartados
(excluyendo los casos de ebriedad accidental o
involuntaria y los de embriaguez incompleta que no
han sido motivo de la convocatoria) pienso: 1) En los
supuestos de “ebriedad patológica”, así como en los
de “embriaguez o alcoholismo complicado” el agente
no es imputable. Se trata de “alteraciones morbosas”
o de formas patológicas del llamado “estado de
inconsciencia”. En su caso se aplicará el art. 34 Ver
Texto inc. 1, párr. 3º CPen. 2) El “alcoholista crónico”
(intoxicación crónica por el alcohol) es también

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 35


inimputable en idéntica forma, sea porque actuó en
un episodio de delirum tremens, alucinosis, etc., sea
simplemente porque en su caso la ebriedad es
patológica. Pero cede, asimismo, su internación en
establecimiento adecuado. 3) La “ebriedad
preordenada”, por aplicación del principio de la “actio
liberae in causa” (que traslada la investigación sobre
la imputabilidad y culpabilidad al instante en que se
bebe) acarrea responsabilidad a título de “dolo
directo” por el delito propuesto y cometido. 4) El
mismo principio permitirá responsabilizar al “ebrio
intencional” por el delito perpetrado durante la
ebriedad a título de dolo eventual o culpa según la
totalidad de circunstancias de hecho que permitan
tener como probada una u otra forma de culpabilidad
“en el momento de embriagarse” y siempre con
relación al delito mismo. No corresponde al sistema
del derecho positivo el intento de computar como
dolo o como culpa el anormal contenido psicológico
de su actuación “en el momento de ejecutar o
consumar el hecho, ni afirmar con carácter general su
simple responsabilidad culposa”. La culpabilidad
deberá ser examinada y valorada in concreto, caso por
caso, no pudiéndose excluir de antemano ni siquiera
la total inculpabilidad (por falta de la posibilidad de
prever u otras circunstancias de hecho). 5) En caso de
“ebriedad prudente” la solución no difiere
sustancialmente de lo expuesto en el número
anterior: la verificación de las pruebas y circunstancias
de hecho podrá demostrar también,
excepcionalmente, la presencia del dolo eventual.
Cuando no es así, la responsabilidad será culposa o

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 36


aun estar excluida por ausencia de toda especie de
culpabilidad. 6) En los dos últimos casos (4-5), el ebrio
no es responsable si sólo es posible imputarle culpa y
el Código no describe la respectiva figura culposa. 7)
Las soluciones (4-6) se aplican al ebrio habitual. Sin
perjuicio de lo dispuesto en el art. 41 Ver Texto CPen.
En suma, mi respuesta al tema del plenario,
fundándose en todo lo expuesto, se expresa del
siguiente modo: “Excepto los casos de ebriedad
patológica y de alcoholismo crónico en que la
imputabilidad del agente puede estar excluida si se
halla en algunas de las situaciones previstas en la
parte final del art. 34 Ver Texto inc. 1 párr. 1º CPen., el
que delinque en estado de ebriedad completa y
voluntaria es imputable por mandato de la citada
norma que se inspira en el principio de las actiones
liberae in causa. No obstante ello, y según las
probanzas de cada caso, puede no ser culpable por el
delito cometido en dicho estado, o serlo, a título de
dolo o de culpa, si las respectivas circunstancias
psicológicas que integran una u otra forma de
culpabilidad concurren en su conducta al tiempo en
que se embriagó””. Adhieren los Drs. Vera Ocampo,
Panelo, Lejarza, Cabral, Romero Victorica, Fernández
Alonso, Rassó, Pena, Negri. En disidencia se
pronunciaron los Drs. Millán – quien luego de efectuar
un análisis concluye: “… Soy respetuoso, como el que
más, de los principios científicos de la imputabilidad,
culpabilidad y responsabilidad fundadas única y
exclusivamente en la ley, como lo hecho en todos los
fallos y lo he sostenido en publicaciones en todo
tiempo, pero la solución que propongo, en nada se

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 37


opone a esos principios: el ebrio responde como
cualquier delincuente por las acciones típicas,
antijurídicas y culpables que cometa, salvo los casos
muy excepcionales en que, a la vez, sea un enfermo
psicótico o con grave psicopatía y haya obrado en
situación prevista por el art. 34 Ver Texto inc. 1 CPen.
Esta es la conclusión de mi voto y, en consecuencia, la
solución que corresponde es que el que delinque en
estado de embriaguez completa y voluntaria responde
plenamente por sus acciones, sean por acción u
omisión, dolosas o culposas y al título
correspondiente…” –, Black – quien como síntesis de
su razonamiento expresó: “…En mérito de todo lo
cual, firmemente convencido que la jurisprudencia
actual que reprime los delitos cometidos en estado de
ebriedad completa y voluntaria, se ajusta a una
interpretación cabal de las normas penales en vigor,
en consonancia con las necesidades sociales de la
hora, respondiendo a una tradición jurídica nacional
sustentada en la ley, en la que no encuentro
disposición alguna que autorice a eximir totalmente
de pena a los ebrios, en los delitos que excluyen las
formas culposas, entiendo que el agente que comete
un delito en estado de embriaguez completa y
voluntaria responde de sus actos al igual que las
demás personas, cuyo obrar no está exento de
imputabilidad penal, dentro del valor acordado por la
ley a esa expresión…” –, Argibay Molina, Munilla
Lacasa, Quiroga, Ure, Prats Cardona. Por lo que en
definitiva se resuelve: “Que excepto los casos de
ebriedad patológica y de alcoholismo crónico, en que
la imputabilidad del agente puede estar excluida si se

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 38


halla en alguna de las situaciones previstas en la parte
final del inc. 1 párr. 1º del art. 34 Ver Texto CPen., el
que delinque en estado de ebriedad completa y
voluntaria es imputable por mandato de la citada
norma que se inspira en el principio de las actiones
liberae in causa; no obstante ello, y según las
probanzas de cada caso, puede no ser culpable por el
delito cometido en dicho estado, o serlo, a título de
dolo o de culpa, si las respectivas circunstancias
psicológicas que integran una u otra forma de
culpabilidad concurren en su conducta al tiempo en
que se embriagó”.- Rubén E. Fígari

Más consideraciones sobre los denominados delitos de tránsito.


Por Rubén E. Figari

Aspecto legal: a) el delito culposo


En la problemática de los accidentes de tránsito, es
obvio, que como evento no querido campea el tema de
la culpa (salvo los contados casos de dolo eventual) de
modo tal que los posibles ilícitos de tránsito se dan en
el homicidio culposo (art. 84 del C.P.) [por medio de la
ley25.189 (29/09/1999 – B.O. 28/10/1999 – ADLA 1999
– E, 5300) se le agregó el segundo párrafo que dice: “El
mínimo de la pena se elevará a dos años si fueren más
de una las víctimas fatales, o si el hecho hubiese sido
ocasionado por la conducción imprudente, negligente,
inexperta, o antirreglamentaria de un vehículo
automotor”. En este párrafo se advierten dos clases de
agravantes: a. por el resultado; y b. por el medio
empleado. En el primer caso se establece que el mínimo
de la pena se le elevará a dos años “si fueren más de
una las víctimas fatales”, o sea que a la conducta típica
básica de matar en forma imprudente o negligente se

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 39


le suma un plus: el número de víctimas fatales. Se ha
expuesto que la razón de la agravante radica en la
pluralidad de muertes que causa la conducta del
agente, lo cual ha sido motivo de algunas críticas. El
tipo penal exige que las víctimas sean más de una de
modo que en caso contrario se daría el tipo básico del
primer párrafo de art. 84 ya los fines del agravante
resulta necesario que los decesos sean causados por el
agente mediando alguna de las cuatro formas de culpa.
Si bien, según los antecedentes parlamentarios, la
principal motivación para la sanción de la ley 25.589
estuvo fincada en intentar una solución a la
problemática de los accidentes de tránsito, esta
agravante no sólo se refiere a aquéllos sino que
también puede comprender otras actividades riesgosas.
Como se verá más adelante, en los delitos culposos lo
fundamental estriba en la violación del deber de
cuidado por lo tanto el resultado forma parte del tipo
culposo pues permite diferenciar la conducta típica de
la que no lo es. El resultado no puede jugar como una
agravante del homicidio culposo ya que integra
justamente el tipo penal, por lo tanto el hecho de
construir una agravante del homicidio imprudente a
partir de sus resultados no se releva no sólo como
conveniente sino tampoco como correcto, pues no
responde a la estructura básica de los delitos culposos
en lo que la función del resultado es integrar el tipo
culposo. La segunda agravante revista en el segundo
párrafo hace alusión al medio empleado pues dice “si el
hecho hubiese sido ocasionado por la conducción
imprudente, negligente, inexperta o antirreglamentaria
de un vehículo automotor”. Las razones de política
criminal están a la vista: radican en la mayor
peligrosidad que representa la conducción de un
vehículo automotor como actividad riesgosa. Otra
agravante dirigida específicamente a la cuestión
referida a los accidentes de tránsito. El primer párrafo
de la norma en cuestión indica las tradicionales cuatro
Carlos Alberto Antonio Polastri Página 40
formas de culpa: imprudencia, negligencia, impericia e
inobservancia. La calificante menciona las dos primeras
pero agrega dos más: conducción inexperta o
antirreglamentaria. Respecto a la primera – conducción
inexperta – vagamente se podría decir que consiste en
aquella que práctica el conductor que carece de
experiencia para hacerlo, no obstante tal inexperiencia
puede dar lugar a una conducta imprudente o
negligente, es decir que los términos se superpondrían.
No se necesita mayor esfuerzo deductivo para concluir
en que aquél que por inexperiencia en la conducción de
un vehículo automotor conduce a excesiva velocidad
por una ciudad o ruta y atropella o mata a un peatón
que cruza, está obrando en forma imprudente, y
asimismo, quien por inexperiencia no verifica las
condiciones mecánicas de su vehículo y atropella y
mata a una persona por una falla, por ejemplo en los
frenos, está actuando en forma negligente. También
resulta redundante o tautológico la expresión
“conducción antirreglamentaria” pues es la que lleva a
cabo quien conduce en forma contraria a los
reglamentos de tránsito vigentes pero tal situación
queda comprendida dentro de la forma de culpa por la
inobservancia de los reglamentos. En definitiva las
expresiones mencionadas resultan sobreabundantes y
no aportan nada a las formas tradicionales de culpa de
la figura básica del art. 84. Tampoco se suministra una
definición de lo que constituye “vehículo automotor”,
de modo que hay recurrir a la ley de tránsito 24.449
más precisamente al art. 5 (definiciones). En este caso
se da la paradoja de que recibe mayor pena el que
conduce un vehículo automotor y mata a una persona
que el médico o el constructor que también ocasionan
la muerte por imprudencia en su actividad] o en las
lesiones del mismo tipo (art. 94 del C.P.) [también por
ley 25.189 se le agrega el segundo párrafo: “Si las
lesiones fueran de las descritas en los artículos 90 o 91
y concurriera alguna de las circunstancias previstas en
Carlos Alberto Antonio Polastri Página 41
el segundo párrafo del artículo 84, el mínimo de la pena
prevista en el primer párrafo, será de seis meses o
multa de tres mil pesos e inhabilitación especial por
dieciocho meses”] y éstas deben ser producidas u
ocasionadas con las modalidades de imprudencia,
negligencia, impericia en el arte o profesión o en
observancia de los reglamentos o de los deberes su
cargo. Generalmente la imprudencia y negligencia se
vinculan y combinan ya que en términos generales
tienen una apreciable dosis de convergencia.-
Nuestra legislación vigente no contiene una definición o
concepto general de culpa tal como lo albergan otros
regímenes legislativos comparados [Sin embargo a
partir del Código Tejedor el tema de la culpa o
imprudencia se tuvo en cuenta en el Título III, el art. 24
decía: “Siendo deber de todo hombre en sociedad,
abstenerse de los actos peligrosos; y debiendo proceder
en todo lo que emprenda con atención y reflexión
necesaria, para no causar prejuicio involuntariamente á
los derechos de los demás, ni á las leyes del Estado, el
que contraviniendo á esta obligación haga u omita
alguna cosa, é incurra aunque sea sin intención en una
infracción prevista en este Código, cometerá delito por
culpa ó imprudencia”, luego en los artículos siguientes
hablaba de la culpa grave (art. 25) consignando en
siete incisos los casos considerados y de la culpa ligera
(art. 26) en cuatro incisos determinaba cuales eran los
casos. El art. 30 establecía: “Incurre en culpa y será
castigado con las penas de la culpa, el que por
ignorancia de una circunstancia de hecho no haya
conocido la criminalidad de su acción, pero que deba
imputarse esta ignorancia, porque haya omitido tomar
informaciones, ó emplear la circunspección necesaria.
Si no ha podido sin embargo conocer la verdad, ó si a
hecho por descubrirla todo lo que era posible, según sus
fuerzas y las condiciones y circunstancias en que se
encontraba, su ignorancia no le será imputada como
delito”. El Proyecto de 1881 en el Titulo VII también
Carlos Alberto Antonio Polastri Página 42
dividía las culpas en graves (art. 37 en siete incisos) y
leves (art. 38 en cinco incisos) y en el art. 43 establecía:
“Incurre en culpa, y será castigado con las penas
respectivas, el que por ignorancia de una circunstancia
de hecho no haya conocido la culpabilidad de su acción,
pero que debe imputársele esta ignorancia porque
haya omitido tomar informes ó emplear la
circunspección necesaria. Si no ha podido, sin embargo,
conocer la verdad, ó si ha hecho por descubrirla todo lo
que era posible según sus fuerzas y las condiciones y
circunstancias en que se encontraba, su ignorancia, no
será imputada como culpa”. El Código de 1886 en el
Título III también hablaba de la culpa o imprudencia y
las dividía en grave (art. 16 con seis incisos) y leve (art.
17 con cuatro incisos). El Código Penal reformado en
1903 reitera las disposiciones del Código de 1886
dividiendo la culpa en grave y leve. A partir de los
Proyectos de 1891, 1906 y 1917 el tema ya no se trata
en la parte general, lo cual luego pasa de esa forma al
“Código de 1921”]. Posteriormente esto se trató de
corregir mediante la redacción [del Proyecto de 1937
art. 4 que en el 3º párr. consignaba: “El delito es
culposo, en los casos especialmente determinados por
la ley, cuando el resultado deriva de imprudencia,
negligencia o impericia, o de la inobservancia de leyes,
reglamentos, órdenes, deberes o disciplinas”; del
Proyecto Peco de 1941 cuyo art. 7 párr. 2º disponía: “El
delito es culposo, en los casos especialmente
determinados en la ley, cuando el autor ejecuta un acto
típicamente antijurídico, por imprudencia, impericia o
negligencia, o por inobservancia de leyes, reglamentos,
órdenes, deberes o disciplinas, atendiendo a las
circunstancias y a la situación personal…”; del Proyecto
de 1951, art. 14: “Se considerará culposo el delito que
se cometiere por imprudencia, negligencia, impericia en
el arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o
de los deberes cuyo cumplimiento incumbiere al autor
del hecho, aunque el resultado se previera como
Carlos Alberto Antonio Polastri Página 43
posible, siempre que se hubiere confiado en que no se
produjese”; del Proyecto de 1953 cuyo art. 34 refería:
“El agente obra con culpa cuando incurre en el delito:
por imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia
de las leyes, reglamentos, órdenes o deberes a su
cargo; o bajo un trastorno mental transitorio en el que
hubiese caído por su imprudencia. La conducta culposa
sólo será penada en los casos expresamente
determinados por la ley”; del Proyecto de 1973, art. 20:
“Obra con culpa el que produce un resultado delictuoso
sin quererlo, cuando por imprudencia, negligencia,
impericia o inobservancia de los deberes que en
concreto incumbían no previó qué ocurriría o,
previéndolo, creyó poder evitarlo. La ley determina en
cada caso si es punible el hecho culposo”; texto que se
reproduce en el art. 20 del Proyecto de 1979; el
Anteproyecto de Reforma integral del Código Penal del
M.J.D.H.N. distingue entre culpa grave y leve y el art.
33 dice: “Hechos dolosos y culposos. Sólo son punibles
las acciones u omisiones dolosas descriptas en la ley, a
menos que también se disponga pena para las
culposas. La culpa será grave o leve. Se entenderá que
concurre culpa grave cuando se ha infringido
temerariamente el deber de cuidado, introduciendo
riesgos importantes para la vida, la integridad física o
la libertad, que se concretan en resultados altamente
lesivos. La escala penal en estos casos se elevará en un
tercio (1/3) del mínimo y la mitad (1/2) del máximo”]
de los diversos Proyectos incluso el del Proyecto Soler
de 1960 (art. 20) que textualmente decía: “Obra con
culpa el que ha producido un resultado delictuoso sin
quererlo, cuando por imprudencia, negligencia,
impericia o por inobservancia de los deberes que en
concreto le incumbían no previó que ocurriría o,
previéndolo, creyó poder evitarlo. La ley determina en
cado caso si es punible el hecho culposo” [en la nota
pertinente el proyectista expresaba: “Una definición
general de la culpa evita que en la parte especial se
Carlos Alberto Antonio Polastri Página 44
haga necesario repetir la fórmula tantas veces como
incriminaciones culposas haya. A esta constante
repetición se ve forzado el C. por la falta de una
definición genérica como la contienen las leyes y
proyectos modernos: P. Peco, 7; P. Alemán (1958), 17;
C. Brasileño, 15; C. Colombiano, 12; C. Griego, 28; C.
Polaco, 14 §2; C. Suizo, 18”] pero ninguno tuvo acogida
legislativa.-

La inobservancia de los reglamentos, ordenanzas o deberes a


su cargo es la cuarta manera por la que según nuestra ley se
puede llegar a la culpa, circunstancia que en algunos
supuestos, acaecida la inobservancia, es suficiente tal
comprobación para afirmar la culpa. Sobre el particular es
señero el principio de que la mera infracción de las normas de
tránsito no acarrean necesariamente responsabilidad penal,
cuando estos dispositivos tienden al cuidado de una
seguridad general, pero cuando ésta es más específica (como
por ejemplo, cruzar con la luz roja, velocidad excesiva) la
infracción pone de manifiesto una falta al debido cuidado que
fundamenta la culpa penal. Cuando la ley se refiere al
reglamento o la ordenanza comprende a todas las
disposiciones de carácter general dictada por la autoridad
competente en la materia de que se traten, conforme el art.
77 del C.P. que señala los significados de los términos
empleados en el Código [La inobservancia de los reglamentos
o deberes a su cargo está referida a una actividad
reglamentada en la que se ha infringido la normativa
aplicable y como consecuencia de ello se ha causado
normativamente, y no sólo en forma causal, un resultado].-

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 45


“”hago un ejemplo simple””: Si contraigo un compromiso
económico con otra persona o una entidad, firmo
documentación en las que reconozco tal compromiso. ¿ES
CLARO EL EJEMPLO? Si no cumplo con el acuerdo escrito, tengo
consecuencias no muy gratas en lo económico y en la salud.

Es decir que no puedo decir que no sé lo que hice.


Si me mantengo en esa posición, me declararán una persona
loca o enferma y tendré que ser internado en algún centro de
tratamiento que atienda a los que pierden la memoria para
encontrarla.

Que, no está determinado TAXATIVAMENTE en el Código Penal, la


prohibición de conducir un vehículo con impedimentos físicos o
psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido
estupefacientes o medicamentos que disminuyen la aptitud para
conducir. Conducir cualquier tipo de vehículos con ingesta de alcohol, o
la violación a Leyes establecidas y reglamentadas como la Ley NACIONAL
24449 Decreto N° 779/95, Artículo 48°)

Que, ante ese vacío, se puede integrar al Código Penal, una aplicación
supletoria de ésta Ley NACIONAL 24449, procedente para integrar una
omisión en la ley o para interpretar sus disposiciones en forma que
se integren con otras normas o principios generales
contenidos en otras leyes.

Que, Estaríamos ante la facultad de regir situaciones que no le son


específicamente propias, obligadas por el hecho de que la rama
específica del ordenamiento que debería haberla
regulado no lo ha hecho.

Que, dentro de la normativa Ley NACIONAL 24449 se constata entre


varios, lo siguiente:

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 46


Título I - Principios Básicos

Capítulo Único

1. ÁMBITO DE APLICACIÓN. La presente ley y sus normas reglamentarias


regulan el uso de la vía pública y son de aplicación a la circulación de
personas, animales y vehículos terrestres en la vía pública y a las
actividades vinculadas con el transporte, los vehículos, las personas, las
concesiones viales, la estructura vial y el medio ambiente en cuanto
fueren con causa del tránsito, Quedan excluidos los ferrocarriles. Será
ámbito de aplicación la jurisdicción federal. Podrán adherir a la presente
ley los gobiernos provinciales y municipales.

2. COMPETENCIA. Son autoridades de aplicación y comprobación de las


normas contenidas en esta ley los organismos nacionales, provinciales y
municipales que determinen las respectivas jurisdicciones que adhieren a
ésta.

5. DEFINICIONES. A los efectos de esta ley se entiende por:

a) AUTOMOVIL: el automotor para el transporte de personas de hasta


ocho plazas (excluido conductor) con cuatro o más ruedas, y los de tres
ruedas que exceda los mil Kg. de peso;

Título II - Coordinación Federal

Capítulo Único

6. CONSEJO FEDERAL DE SEGURIDAD VIAL. Créase el Consejo Federal de


Seguridad Vial que estará integrado por todas las provincias, el gobierno
federal y la Capital Federal.

7. FUNCIONES. El Consejo tendrá por funciones:

a) Proponer políticas de prevención de accidentes;

b) Aconsejar medidas de interés general según los fines de esta ley.

c) Alentar y desarrollar la educación vial;


Carlos Alberto Antonio Polastri Página 47
d) Organizar cursos y seminarios para la capacitación de técnicos y
funcionarios;

e) Evaluar permanentemente la efectividad de las normas técnicas y


legales y propiciar la modificación de las mismas cuando los estudios
realizados así lo aconsejen;

k) Fomentar y desarrollar la investigación accidentológica,


promoviendo la implementación de las medidas que resulten de sus
conclusiones;

Título III - El Usuario de la Vía Pública

Capítulo I. Capacitación

9. EDUCACIÓN VIAL. Amplíanse los alcances de la ley 23348. Para el


correcto uso de la vía pública, se dispone:

a) Incluir la educación vial en los niveles de enseñanza preescolar,


primario y secundario;
c) La difusión y aplicación permanente de medidas y formas de
prevenir accidentes; (ver propuesta ampliación Artículo 14 4 tris)

10. CURSOS DE CAPACITACIÓN. A los fines de esta Ley, los funcionarios


o cargo de su aplicación y de la comprobación de faltas deben concurrir
en forma periódica a cursos especiales de enseñanza de esta materia y
de formación para saber aplicar la legislación y hacer cumplir sus
objetivos.

12. ESCUELA DE CONDUCTORES. Los establecimientos en los que se


enseñe conducción de vehículos, deben cumplir los siguientes requisitos:
“No se observa normativa de obligatoriedad de requisitos del ARTÍCULO
48 de la Ley 24449”,

Capítulo II. Licencia de Conductor

13. CARACTERÍSTICAS. Todo conductor será titular de la licencia para


conducir ajustada a lo siguiente:
Carlos Alberto Antonio Polastri Página 48
a) Las licencias otorgadas por municipalidades u organismos
provinciales, en base a los requisitos establecidos en el artículo 14
habilitará a conducir en todas las calles y caminos de la República;

14. REQUISITOS:

a) La autoridad jurisdiccional expedidora debe requerir del solicitante:

1. Saber leer y para los conductores profesionales también escribir;

4. Un examen teórico de conocimientos sobre conducción, señalamiento


y legislación, estadísticas sobre accidentes y modo de prevenirlas.

Título III - El Usuario de la Vía Pública

Capítulo I. Capacitación

9. EDUCACIÓN VIAL. Amplíanse los alcances de la ley 23348. Para el


correcto uso de la vía pública, se dispone:

a) Incluir la educación vial en los niveles de enseñanza preescolar,


primaria y secundaria,

c) La difusión y aplicación permanente de medidas y formas de prevenir


accidentes;

10. CURSOS DE CAPACITACIÓN. A los fines de esta Ley, los funcionarios


a cargo de su aplicación y de la comprobación de faltas deben concurrir
en forma periódica a cursos especiales de enseñanza de esta materia y
de formación para saber aplicar la legislación y hacer cumplir sus
objetivos.

Que, sí, está TAXATIVAMENTE redactado en la Ley NACIONAL 24449:


ARTÍCULO 48. PROHIBICIONES. Está prohibido en la vía pública:

a) Conducir con impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial


correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 49


que disminuyen la aptitud para conducir. Conducir cualquier tipo de
vehículos con una alcoholemia superior a 500 miligramos por litro de
sangre. Para quienes conduzcan motocicletas o ciclomotores queda
prohibido hacerlo con una alcoholemia superior a 200 miligramos por
litro de sangre. Para vehículos destinados al transporte de pasajeros, de
menores y de carga, queda prohibido hacerlo cualquiera sea la
concentración por litro de sangre. La autoridad competente realizará el
respectivo control mediante el método adecuado aprobado a tal fin por
el organismo sanitario.
b) Que, resulta beneficioso dar forma normativa a este proyecto
proponiendo explayarse porque urge mostrar (publicitar) el Artículo 48
respecto a la PROHIBICIÓN de la Ley NACIONAL 24449, en los exámenes
teóricos sean municipales, provinciales o nacionales donde se solicita
una Licencia de Conducir
c) Que, una excelente medida sería redactarlo dentro del contenido del
CAPÍTULO II, Licencia de Conductor, Punto 14 REQUISITOS, como inc. 4
bis “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma
estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud
para conducir.”, y en el Punto 12 Escuelas de Conductores como inc. g
“Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma
estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud
para conducir.”),

Que, atento a lo dispuesto en el Capítulo II. Licencia de Conductor

13. CARACTERÍSTICAS. Todo conductor será titular de la licencia para


conducir ajustada a lo siguiente:

a) Las licencias otorgadas por municipalidades u organismos


provinciales, en base e los requisitos establecidos en el artículo 14
habilitará a conducir en todas las calles y caminos de la República;

14. REQUISITOS:, se obtendría el elemento jurídico de notificación hacia


el solicitante al cumplirse lo dispuesto en el Punto 14, 4. Un examen
teórico de conocimientos sobre conducción, señalamiento y legislación,
Carlos Alberto Antonio Polastri Página 50
estadísticas sobre accidentes y modo de prevenirlas. Más el agregado a
proponer como 4bis,

Que, se agregue en 14. REQUISITOS:, Como 4 tris en ese EXAMEN


teórico, -INCLUIR A los efectos de que el solicitante de un registro de
conducir TOME CONOCIMIENTO DE TODO LO QUE DEBE OBSERVAR Y
HACER OBSERVAR sobre las normas de tránsito, se registrará “en los
módulos de contenido teórico de cada jurisdicción sea municipal,
provincial, nacional que otorguen registro de conducir” el siguiente
texto: “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma estupefacientes o
medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud para conducir.” PROHIBIDO
ARTÍCULO 48 LEY NACIONAL 24449, quedando legalmente notificado
con la firma, al recibir la Licencia de Conducir, “de igual manera se
procederá cuando sea renovación” Conste.

Que, en el Punto 12 Escuelas de Conductores, se proceda tal el párrafo


anterior como inc. g),

Que atento a lo expuesto, procedo a presentar la siguiente ampliación


de la Ley NACIONAL 24449, la que quedará de la siguiente manera:

El Senado y la Cámara de Diputados


de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc.

Sancionan con fuerza de

LEY:

CAPITULO II, LICENCIA DE CONDUCIR

Artículo 1°)- Incorpórase como Inc. 4bis en su Título III - El Usuario de la


Vía Pública - Capítulo II – 14 Requisitos, el que quedará redactado de la
siguiente manera:

14. REQUISITOS:

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 51


a) La autoridad jurisdiccional expedidora debe requerir del solicitante:

4bis. “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma


estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud
para conducir.” Está prohibido en la vía pública, conducir con
impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente,
habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyen la
aptitud para conducir. Conducir cualquier tipo de vehículos con una
alcoholemia superior a 500 miligramos por litro de sangre. Para quienes
conduzcan motocicletas o ciclomotores queda prohibido hacerlo con una
alcoholemia superior a 200 miligramos por litro de sangre. Para vehículos
destinados al transporte de pasajeros, de menores y de carga, queda
prohibido hacerlo cualquiera sea la concentración por litro de sangre. La
autoridad competente realizará el respectivo control mediante el
método adecuado aprobado a tal fin por el organismo sanitario.
ARTÍCULO 48 DE LA LEY NACIONAL 24449,

Artículo 2)- Incorpórase como Inc. 4 tris en su Título III - El Usuario de la


Vía Pública - Capítulo II – 14 Requisitos, el que quedará redactado de la
siguiente manera:

14. REQUISITOS:,

a) La autoridad jurisdiccional expedidora debe requerir del solicitante:

4 tris se registrará “en los módulos de contenido teórico de cada


jurisdicción sea municipal, provincial, nacional que otorguen registro de
conducir” el siguiente texto: “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no
consuma estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud para
PROHIBIDO ARTÍCULO 48 LEY NACIONAL 24449, quedando
conducir.”
legalmente notificado con la firma, al recibir la Licencia de Conducir,
“de igual manera se procederá cuando sea renovación”

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 52


Artículo 3°) Incorporase como Inc. g) en su Título III - El Usuario de la
Vía Pública

Capítulo I. Capacitación el que quedará redactado de la siguiente


manera:

12. ESCUELA DE CONDUCTORES. Los establecimientos en los que se


enseñe conducción de vehículos, deben cumplir los siguientes requisitos:

g) “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no consuma


estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud
para conducir.” Está prohibido en la vía pública: conducir con
impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente,
habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyen la
aptitud para conducir. Conducir cualquier tipo de vehículos con una
alcoholemia superior a 500 miligramos por litro de sangre. Para quienes
conduzcan motocicletas o ciclomotores queda prohibido hacerlo con una
alcoholemia superior a 200 miligramos por litro de sangre. Para vehículos
destinados al transporte de pasajeros, de menores y de carga, queda
prohibido hacerlo cualquiera sea la concentración por litro de sangre. La
autoridad competente realizará el respectivo control mediante el
método adecuado aprobado a tal fin por el organismo sanitario.
ARTÍCULO 48 DE LA LEY 24449,

Artículo 4°) Notifíquese, Instrúyase a TODAS las jurisdicciones


otorgantes sean municipal, provincial y nacional respecto a las
ampliaciones 4 bis, 4 tris y 12 g a fin de que conste como material
informativo “en los módulos de contenido teórico de cada jurisdicción
sea municipal, provincial, nacional que otorguen registro de conducir”
a los documentos que conforman los exámenes teóricos para obtener
una licencia de Conducir por primera ves y al ser la renovación el texto
4 bis, 4 tris y 12 g: “Cuando deba conducir cualquier tipo de vehículos no
consuma estupefacientes o medicamentos o alcohol que disminuyen la
aptitud para conducir.” Está prohibido en la vía pública: conducir con
impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente,
Carlos Alberto Antonio Polastri Página 53
habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyen la
aptitud para conducir. Conducir cualquier tipo de vehículos con una
alcoholemia superior a 500 miligramos por litro de sangre. Para quienes
conduzcan motocicletas o ciclomotores queda prohibido hacerlo con una
alcoholemia superior a 200 miligramos por litro de sangre. Para vehículos
destinados al transporte de pasajeros, de menores y de carga, queda
prohibido hacerlo cualquiera sea la concentración por litro de sangre. La
autoridad competente realizará el respectivo control mediante el
método adecuado aprobado a tal fin por el organismo sanitario.
ARTÍCULO 48 DE LA LEY 24449,

Artículo 5°) Que, ante el vacío legal para sancionar o condenar a la


persona que conduce un vehículo, con impedimentos físicos o psíquicos,
sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido
estupefacientes o medicamentos que disminuyen la aptitud para
conducir. Conducir cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia
superior a 500 miligramos por litro de sangre. Para quienes conduzcan
motocicletas o ciclomotores queda prohibido hacerlo con una
alcoholemia superior a 200 miligramos por litro de sangre. Para vehículos
destinados al transporte de pasajeros, de menores y de carga, queda
prohibido hacerlo cualquiera sea la concentración por litro de sangre. La
autoridad competente realizará el respectivo control mediante el
método adecuado aprobado a tal fin por el organismo sanitario. se
integre al Código Penal, una aplicación supletoria de ésta Ley NACIONAL
24449, una vez aprobados los agregados 4 bis, 4 tris y 12 g, procedente
para integrar una omisión en la ley o para interpretar sus disposiciones
en forma que se integren con otras normas o principios generales
contenidos en otras leyes.

Que, Estaríamos ante la facultad de regir situaciones que no le son


específicamente propias, obligadas por el hecho de que la rama
específica del ordenamiento que debería haberla regulado no lo ha
hecho.

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 54


Artículo 6°) Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.-

NOTA: Conste que si no media publicidad nacional y continua como se


hace con los 24° del aire acondicionado, será a medias el esfuerzo de
que TODOS, TODOS, RECIBAN EL MEMORANDUM: “Cuando deba
conducir cualquier tipo de vehículos no consuma estupefacientes o
medicamentos o alcohol que disminuyen la aptitud para conducir.” Está
prohibido en la vía pública: conducir con impedimentos físicos o
psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido
estupefacientes o medicamentos que disminuyen la aptitud para
conducir. Conducir cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia
superior a 500 miligramos por litro de sangre. Para quienes conduzcan
motocicletas o ciclomotores queda prohibido hacerlo con una
alcoholemia superior a 200 miligramos por litro de sangre. Para vehículos
destinados al transporte de pasajeros, de menores y de carga, queda
prohibido hacerlo cualquiera sea la concentración por litro de sangre. La
autoridad competente realizará el respectivo control mediante el
método adecuado aprobado a tal fin por el organismo sanitario.
ARTÍCULO 48 DE LA LEY 24449, Carlos Alberto Antonio Polastri

Carlos Alberto Antonio Polastri Página 55

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