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LA CUESTIÓN HOMERÍCA

Esto se denomina a una serie de incógnitas planteadas en torno a los poemas homéricos.
Entre los interrogantes más debatidos se encuentran quién o quiénes fueron sus autores
y de qué modo fueron elaborados.
Los encargados del tema están generalmente de acuerdo en que la Ilíada y la Odisea
sufrieron un proceso de estandarización y refinamiento a partir de material más antiguo
en el siglo VIII a.c. Un papel importante en esta estandarización parece que
correspondió al tirano ateniense hiparco, quien reformó la recitación de la poesía
homérica en la festividad panatenea. Muchos clasicistas sostienen que esta reforma
implicó la confección de una versión canónica escrita.
La escuela analítica ha tratado de demostrar la falta de unidad existente en los poemas
homéricos. Esta fue iniciada por la obra póstuma conjeturas académicas, en 1715 de
François Hédelin d`Aubinac y también a partir de la obra Prolegomena ad Homerum
de Friedrich August Wolf en 1795. Los analistas defienden la intervención de varias
manos distintas en la elaboración de cada uno de los poemas homéricos, que además
serían producto de la recopilación de pequeñas composiciones popurales preexistentes.
Posteriormente, una escuela denominada neoanalítica ha interpretado los poemas
homéricos como resultado de la obra de un poeta a la vez recopilador y creador.
Frente a ellos se halla un punto de vista unitario que sostiene de cada uno de los poemas
homéricos tiene una concepción global y una inspiración creativa que impide que
puedan ser resultado de una compilación de poemas menores.
Algunos de los defensores del punto de vista unitario, sin embargo, señalan que las
diferencias existentes entre ambos poemas sugieren la presencia de un autor distinto
para cada uno de los poemas. El investigador clásico Richmond Lattimore escribió un
ensayo titulado Homero: ¿Quién era ella? Samuel Butler era más específico, teorizando
que una joven mujer siciliana habría sido la autora de la odisea, una idea sobre la que
especuló Robert Graves en su novela La hija de Homero.
No obstante, prevalece la postura que defiende que un único poeta genial fue el autor
tanto de la Ilíada como de la Odisea.
Es objeto de debate el modo en el que los poemas homéricos fueron elaborados y
cuándo podrían haber tomado una forma escrita fija.
La mayoría de los clasicistas están de acuerdo en que independientemente de que
hubiera un Homero individual o no, los poemas homéricos son el producto de una
tradición oral transmitida a través de varias generaciones, que era la herencia colectiva
de muchos cantantes-poetas. Un análisis de la estructura y el vocabulario de ambas
obras muestra que los poemas contienen frases repetidas regularmente, incluyendo la
repetición de versos completos. Milman parry y Albert Lord señalaron que una tradición
oral tan elaborada, ajena a las culturas literarias actuales, es típica de la poesía épica en
una cultura exclusivamente oral. Parry afirmó que los trozos de lenguaje repetitivo
fueron heredados por el cantante-poeta de sus predecesores y eran útiles para el poeta al
componer. Parry llamó “Fórmulas” a estos trozos de lenguaje repetitivo.
Sin embargo existe una serie de investigadores, que defiende que los poemas homéricos
fueron originalmente redactados por escritos. Como argumentos a favor de esta postura
señalan la complejidad de la estructura de estos poemas, los reenvíos internos a pasajes
que se encuentran situados a considerable distancia o la creatividad en el uso de las
fórmulas.
La solución propuesta por algunos autores como Albert Lord y posteriormente por
Minna Skafte Jensen es la “hipótesis de la transcripción”, iletrado dicta su poema a un
escriba en el Siglo VI a.c. o antes. Homeristas más radicales, como Gregory Nagy,
objetan que un texto canónico de los poemas homéricos como “escritura” no existió
hasta el periodo helenístico.

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