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República Bolivariana de Venezuela

Ministerios Del Poder Popular Para La Educación Superior


Universidad José Antonio Páez
Facultad de ingeniería
Escuela de ingeniería Civil
Catedra de Acueductos y Cloacas

Criterios Mínimos de la
potabilización del Agua
(según la OMS, ONU, Venezuela)

Integrantes:
Luisa Fernández
C.I.:25.521.612

San diego, marzo del 2019


La Potabilización del Agua

La potabilización es un proceso que se lleva a cabo sobre cualquier agua para


transformarla en agua potable y de esta manera hacerla absolutamente apta para
el consumo humano. La potabilización, mayormente, se realiza sobre aguas
originadas en manantiales naturales y en aguas subterráneas.

En tanto, el agua potable es aquella agua que puede ser consumida por los seres
humanos sin ningún tipo de restricción porque se encuentra absolutamente limpia
de por ejemplo, sólidos suspendidos, aglomeración, de coloides, de organismos
patógenos, de hierro y manganeso, sedimentación y corrosión, entre otras
cuestiones.

Mientras tanto, los procesos de potabilización resultan ser de lo más variados y


puede oscilar desde una simple desinfección añadiéndole cloro al agua en cuestión
para eliminar aquellos organismos patógenos hasta procesos mucho más
sofisticados como ser la destilación y la filtración con ozono.

La potabilización de agua según la OMS:

Organización Mundial de la Salud (OMS) para gestionar el riesgo de los peligros


que pueden comprometer la seguridad del agua de consumo humano. Las
recomendaciones se deben considerar en el contexto de la gestión del riesgo de
otras fuentes de exposición a esos peligros, tales como los residuos, el aire, los
alimentos y los productos de consumo.

Los requisitos básicos y esenciales para garantizar la seguridad del agua de


consumo humano son un “marco” para la seguridad del agua que comprenda
objetivos de protección de la salud establecidas por una autoridad con competencia
en materia de salud, sistemas adecuados y gestionados correctamente
(infraestructuras adecuadas, monitoreo correcto y planificación y gestión eficaces),
y un sistema de vigilancia independiente.

Las enfermedades relacionadas con la contaminación del agua de consumo


humano representan una carga importante en la salud humana. Las intervenciones
para mejorar la calidad del agua de consumo humano proporcionan beneficios
significativos para la salud. Los que presentan mayor riesgo de contraer
enfermedades transmitidas por el agua son los lactantes y los niños pequeños, las
personas debilitadas y los adultos mayores, especialmente si viven en condiciones
antihigiénicas. Generalmente, los que están en situación de riesgo de contraer
enfermedades transmitidas por el agua pueden necesitar tomar medidas
adicionales para protegerse contra la exposición a agentes patógenos en el agua,
tales como hervir el agua que van a beber. El agua de consumo humano se requiere
para todos los usos domésticos habituales, incluida el agua para beber, para la
preparación de alimentos y para la higiene personal. Las Guías se aplican al agua
envasada y al hielo destinado al consumo humano.
No obstante, se puede necesitar agua de mayor calidad para algunos fines
especiales, como la diálisis renal y la limpieza de lentes de contacto, y para
determinados usos farmacéuticos y de producción de alimentos. Las Guías pueden
no ser adecuadas para la protección de la vida acuática o para algunas industrias.
.
En apoyo al marco para la seguridad del agua de consumo humano, están los
Aspectos los cueles nos dan amplia información, tales como los aspectos
microbiológicos, aspectos químicos, aspectos radiológicos.

 Aspecto Microbiológicos

Se establece que para todo tipo de microbios o agentes patógenos debe ser
eliminado del agua para evitar el riesgo de los consumidores, a través de la
utilización de químicos en las concentraciones antes establecidas y diferentes
métodos físicos.

El mayor riesgo a la salud pública debido a los microbios del agua se relaciona con
el consumo de agua de consumo humano contaminada con heces humanas o de
animales, aunque puede haber otras fuentes y vías de exposición significativas.

Los brotes de enfermedades transmitidas por el agua se han asociado con el


tratamiento inadecuado del suministro de agua y la gestión insatisfactoria de la
distribución del agua potable.

Los brotes de enfermedades transmitidas por el agua pueden evitarse prevenirse


si se aplica un marco integrado de gestión de riesgos basado en un enfoque de
barreras múltiples desde la cuenca hasta el consumidor. La implementación de un
marco integrado de gestión de riesgos para mantener el agua libre de la
contaminación en los sistemas de distribución incluye la protección de las fuentes
de agua, la adecuada selección y operación de los procesos de tratamiento del agua
potable y la correcta gestión de los riesgos dentro de los sistemas de distribución

Las enfermedades infecciosas causadas por bacterias, virus protozoos y helmintos


patógenos son el riesgo para la salud más común y extendido asociado con el agua
de consumo humano. La falta de seguridad en el abastecimiento de agua (ya sea
en la fuente, en el tratamiento o en la distribución) puede generar contaminación a
gran escala y, posiblemente, cause brotes de enfermedades detectables .

La garantía de la inocuidad microbiana del abastecimiento de agua de consumo


se basa en la aplicación, desde la cuenca de captación al consumidor, de barreras
múltiples para evitar la contaminación del agua de consumo o para reducirla a
niveles que no sean perjudiciales para la salud. La seguridad del agua se mejora
mediante la implantación de barreras múltiples, como la protección de los recursos
hídricos, la selección y aplicación correctas de una serie de operaciones de
tratamiento, y la gestión de los sistemas de distribución (por tuberías o de otro tipo)
para mantener y proteger la calidad del agua tratada. La estrategia preferida es un
sistema de gestión que hace hincapié en la prevención o reducción de la entrada de
patógenos a los recursos hídricos y que reduce la dependencia en las operaciones
de tratamiento para la eliminación de patógenos.

 Desinfección

La desinfección es una operación de importancia incuestionable para el suministro


de agua potable. La destrucción de microorganismos patógenos es una operación
fundamental que muy frecuentemente se realiza mediante productos químicos
reactivos como el cloro.

La desinfección constituye una barrera eficaz para numerosos patógenos


(especialmente las bacterias) durante el tratamiento del agua de consumo y debe
utilizarse tanto en aguas superficiales como en aguas subterráneas expuestas a la
contaminación fecal. La desinfección residual se utiliza como protección parcial
contra la contaminación con concentraciones bajas de microorganismos y su
proliferación en el sistema de distribución.

 Aspectos Químicos

La mayoría de las sustancias químicas presentes en el agua de consumo humano


son potencialmente peligrosas para la salud sólo después de una exposición
prolongada (durante años, más que meses). La excepción principal es el nitrato.
Generalmente, los cambios en la calidad del agua se producen de forma progresiva,
excepto en el caso de las sustancias que se descargan o filtran de forma esporádica
a corrientes de aguas superficiales o subterráneas, procedentes, por ejemplo, de
vertederos contaminados.

Pocos componentes químicos del agua pueden ocasionar problemas de salud


como resultado de una exposición única, excepto en el caso de una contaminación
masiva accidental de una fuente de abastecimiento de agua de consumo. Además,
la experiencia demuestra que, en muchos incidentes de este tipo, aunque no en
todos, el agua se hace imbebible, por su gusto, olor o aspecto inaceptables.

En algunos casos, el agua puede contener grupos de sustancias químicas que


proceden de fuentes afines, por ejemplo, los subproductos de la desinfección (SPD),
y puede no ser necesario establecer normas para todos los SPD para los que
existen valores de referencia. Si se practica la cloración, es probable que los
principales SPD sean los trihalometanos (THM) y los ácidos haloacéticos (AHA). Si
el bromuro está presente, se producirán SPD bromados, así como clorados. Si se
mantienen las concentraciones de THM y AHA por debajo de los valores de
referencia acordados para controlar los compuestos precursores también se
proporcionará un grado de control adecuado de otros subproductos de la cloración.
Valores referenciales para Aspectos Químicos:
 Ácidos Bromoaceticos: Los datos disponibles son insuficientes para permitir
el establecimiento de valores de referencia basados en la salud.
 Ácido Dicloroacético: 0.05 mg/l (50 µg/l).
 Ácido Edético: 0.6 mg/l (600 µg/l).
 Ácido Monocloroacético: 0.02 mg/l (20 µg/l).
 Ácido Nitrilotriacético: 0.2 mg/l (200 µg/l).
 Ácido Tricloroacético: 0.2 mg/l (200 µg/l).
 Acrilamida: 0.0005 mg/l (0.5 µg/l).
 Alacloro: 0.02 mg/l (20 µg/l).
 Aldicarb: 0.01 mg/l (10 µg/l).
 Aldrín y Dieldrín: 0.000 03 mg/l (0.03 µg/l) de aldrín y dieldrín (combinados).
 Aluminio: Se podría derivar un valor basado en la salud de 0.9 mg/l de
acuerdo con la ingesta semanal tolerable provisional (ISTP) de la JECFA,
pero este valor excede los niveles prácticos para optimizar el proceso de
coagulación en plantas de agua de consumo humano que utilizan
coagulantes a base de aluminio: 0.1 mg/l o menos en plantas de tratamiento
grandes y 0.2 mg/l o menos en las pequeñas.
 Amoniaco: Sus concentraciones en el agua de consumo humano están muy
por debajo de las que representan una preocupación para la salud.
 Antimonio: 0.02 mg/l (20 µg/l).
 Arsénico: 0.01 mg/l (10 µg/l).
 Asbesto: No hay evidencia consistente de que el asbesto ingerido sea
peligroso para la salud.
 Atrazina y sus Metabolitos: 0.1 mg/l (100 µg/l) de atrazina y metabolitos de
cloro-s-triazina 0.2 mg/l (200 µg/l) de hidroxiatrazina.
 Bario: 1.3 mg/l (1300µg/l).
 Benceno: 0.01 mg/l (10 µg/l).
 Bentazona: Sus concentraciones en el agua potable o en las fuentes de agua
potable están muy por debajo de las que representan una preocupación para
la salud.
 Berilio: Rara vez se encuentra en el agua de consumo humano en
concentraciones que representen una preocupación para la salud.
 Boro: 2.4 mg/l (2400 µg/l).
 Bromato: 0.01 mg/l (10 µg/l).
 Bromuro: Sus concentraciones en el agua de consumo humano están muy
por debajo de las que representan una preocupación para la salud.
 Cadmio: 0.003 mg/l (3 µg/l).
 Carbaril: Sus concentraciones en el agua de consumo humano están muy
por debajo de las que representan una preocupación para la salud.
 Carbofurano: 0.007 mg/l (7 µg/l).
 Cianazina: 0.0006 mg/l (0.6 µg/l).
 Cianuro: Sus concentraciones en el agua de consumo humano están muy
por debajo de las que representan una preocupación para la salud, excepto
en situaciones de emergencia después de un derrame en una fuente de
agua.
 Cinc: Los niveles que se encuentran en el agua de consumo humano no
representan un problema de salud.
 Cloraminas (Monocloramina, Dicloramina, Tricloramina): 3 mg/l (3000 µg/l)
de Monocloramina.
 Clordano: 0.0002 mg/l (0.2 µg/l).
 Clorito, Clorato y Dióxido de Cloro: Clorito 0.7 mg/l (700 µg/l) Clorato 0.7 mg/l
(700 µg/l).
 Cloro: 5 mg/l (5000 µg/l).
 Cloroacetonas: Los datos disponibles son insuficientes para permitir el
establecimiento de valores de referencia basados en la salud para las
cloroacetonas.
 Clorofenoles (2-clorofenol, 2,4-diclorofenol, 2,4,6-triclorofenol): 0.2 mg/l (200
µg/l) de 2,4,6-triclorofenol.
 Cloropicrina: Los datos disponibles son insuficientes para permitir el
establecimiento de un valor de referencia basado en la salud.
 Clorotolurón: 0.03 mg/l (30 µg/l).
 Clorpirifós: 0.03 mg/l (30 µg/l).
 Cloruro: Los niveles que se encuentran en el agua de consumo humano no
representan un problema de salud.
 Cloruro de Cianógeno: Sus concentraciones en el agua de consumo humano
están muy por debajo de las que representan una preocupación para la salud.
 Cloruro de Vinilo: 0.0003 mg/l (0.3 µg/l).
 Cobre: 2 mg/l (2000 µg/l).
 Cromo: 0.05 mg/l (50 µg/l) para el cromo total.
 2,4-D (Acido 2,4-Diclorofenoxiacético): 0.03 mg/l (30 µg/l).
 Acido 4-butírico: 0.09 mg/l (90 µg/l).
 DDT y sus metabolitos: 0.001 mg/l (1 µg/l).
 Di(2-etilhexil) Adipato: Sus concentraciones en el agua de consumo humano
están muy por debajo de las que representan una preocupación para la salud.
 Di(2-etilhexil) ftalato: 0.008 mg/l (8 µg/l).
 Dialquilos de Estaño: Los datos disponibles son insuficientes para permitir el
establecimiento de valores de referencia basados en la salud para los
dialquilos de estaño.
 1,2-Dibromo-3-Cloropropano: 0.001 mg/l (1 µg/l).
 1,2-Dibromoetano: 0.0004 mg/l (0.4 µg/l).
 Diclorobencenos (1,2-Diclorobenceno, 1,3-Diclorobenceno, 1,4-
Diclorobenceno): 1 mg/l (1000 µg/l) de 1,2-diclorobenceno 0.3 mg/l (300 µg/l)
de 1,4-diclorobenceno.
 1,1-Dicloroetano: Los datos disponibles son insuficientes para permitir el
establecimiento de un valor de referencia basado en la salud.
 1,2-Dicloroetano: 0.03 mg/l (30 µg/l).
 1,1-Dicloroeteno: Sus concentraciones en el agua de consumo humano
están muy por debajo de las que representan una preocupación para la salud.
 1,2-Dicloroeteno: 0.05 mg/l (50 µg/l).
 Dicloroisocianurato de Sodio: Dicloroisocianurato de sodio: 50 mg/l (50 000
µg/l) Ácido cianúrico: 40 mg/l (40 000 µg/l).
 Diclorometano: 0.02 mg/l (20 µg/l).
 Diclorprop: 0.1 mg/l (100 µg/l).
 Diclorvos: Se encuentra en el agua potable o en fuentes de agua potable en
concentraciones muy por debajo de las que representan una preocupación
para la salud
 1,4-Dioxano: 0.05 mg/l (50 μg/l).
 Dureza: Los niveles que se encuentran en el agua de consumo humano no
representan un problema de salud.
 Endrín: 0.0006 mg/l (0.6 μg/l).
 Epiclorhidrina: 0.0004 mg/l (0.4 μg/l).
 Estireno: 0.02 mg/l (20 μg/l).
 Etilbenceno: 0.3 mg/l (300 μg/l).
 Fenoprop: 0.009 mg/l (9 μg/l).
 Fluoruro2: 1.5 mg/l (1500 μg/l).
 Hexaclorobutadieno: 0.0006 mg/l (0.6 μg/l).
 Hierro: Los niveles que se encuentran en el agua de consumo humano no
representan un problema de salud.
 Mercurio: 0.006 mg/l (6 μg/l) para el mercurio inorgánico.
 Metoxicloro: 0.02 mg/l (20 μg/l).
 Níquel: 0.07 mg/l (70 μg/l).
 Nitrato y Nitrito: Nitrato: 50 mg/l como ion nitrato para proteger contra la
metahemoglobinemia y los efectos en la tiroides a la subpoblación más
sensible, los lactantes alimentados con biberón y, consecuentemente, a
otros subgrupos de la población.
 Pendimetalina: 0.02 mg/l (20 μg/l).
 Perclorato: 0.07 mg/l (70 μg/l).
 Plomo: 0.01 mg/L (10 μg/L).
 Selenio: 0.04 mg/l (40 μg/l).
 Tetracloruro de carbono: 0.004 mg/l (4 μg/l).
 Tolueno: 0.7 mg/l (700 μg/l).
 Uranio: 0.03 mg/l (30 μg/l).
 Aspecto Radiológicos

El agua de consumo humano puede contener sustancias radiactivas


("radionúclidos") que podrían presentar un riesgo para la salud humana. Estos
riesgos son normalmente pequeños en comparación con los riesgos derivados de
microorganismos y sustancias químicas que pueden estar presentes en el agua de
consumo humano. Salvo en circunstancias extremas, la dosis de radiación
resultante de la ingestión de radionúclidos en el agua de consumo humano es
mucho menor que la proveniente de otras fuentes de radiación.

Los niveles de referencia recomendados en esta publicación no son aplicables a


sistemas de abastecimiento de agua de consumo contaminados durante situaciones
de emergencia originadas por la liberación accidental de sustancias radiactivas al
medio ambiente.

Se ha creado la unidad llamada "dosis efectiva" para dar cuenta de las diferencias
entre los diferentes tipos de radiación, de manera que sus impactos biológicos
puedan compararse directamente.
La dosis efectiva se expresa en unidades SI llamadas sieverts (SV). El sievert es
una unidad muy grande, por lo que a menudo es más práctico hablar en términos
de mili sieverts (mSv). Hay 1000 mSv en 1 Sv.
La protección contra las radiaciones se basa en la suposición de que cualquier
exposición a la radiación implica cierto nivel de riesgo. Para las exposiciones
prolongadas, como es el caso de la ingestión de agua de consumo humano que
contenga radionúclidos durante periodos prolongados de tiempo, se dispone de
evidencia de un mayor riesgo de cáncer en los seres humanos cuando las dosis son
superiores a 100 mSv. Por debajo de esta dosis, no ha sido identificado a través de
estudios epidemiológicos el aumento del riesgo. Se supone que existe una relación
lineal entre la exposición y el riesgo, sin valor umbral por debajo del cual no hay
riesgo. El criterio de dosis individual (CDI) de 0.1 mSv/año representa un nivel de
riesgo muy bajo y no se espera que dé lugar a ningún efecto adverso detectable
para la salud.
 Aspectos relativos a la aceptabilidad: Sabor, Olor y Apariencia:
Debe darse una prioridad máxima al suministro de agua de consumo humano que,
además de ser inocua, tenga apariencia, sabor y olor aceptables. El agua que es
estéticamente inaceptable afectará la confianza de los consumidores, generará
quejas y, lo que es más importante, podría inducir al consumo de fuentes de agua
menos seguras. La mayoría de los consumidores no disponen de medios para
juzgar por sí mismos la seguridad del agua que consumen, pero su actitud hacia su
sistema de abastecimiento de agua de uso y consumo humano y hacia sus
proveedores de agua se verá afectada.
No se han establecido valores de referencia para los componentes que afectan la
calidad del agua pero que no tienen un vínculo directo con impactos adversos en la
salud. medida por los aspectos de la calidad del agua que son capaces de percibir
con sus propios sentidos.
 Solidos disueltos totales
El sabor del agua con una concentración de SDT menor que 600 mg/l suele
considerarse aceptable, pero a concentraciones mayores a aproximadamente
1000mg/l, la aceptabilidad del sabor del agua de consumo humano disminuye
significativa y progresivamente. Los consumidores también pueden considerar
inaceptable la presencia de concentraciones altas de SDT debido a que genera
excesivas incrustaciones en tuberías, calentadores, calderas y electrodomésticos.
No se ha propuesto ningún valor de referencia basado en efectos sobre la salud
para los SDT.
La turbidez, expresada generalmente como unidades nefelométricas de turbidez
(UNT), describe la pérdida de claridad del agua causada por partículas en
suspensión (por ej., arcilla y sedimentos), precipitados químicos (por ej., manganeso
y hierro), partículas orgánicas (por ej., desechos vegetales) y organismos. La OMS
establece un valor de 0.2 UNT.
En muchos casos, se pueden prevenir problemas estéticos del agua de consumo
humano al optimizar los procesos de tratamiento convencional tales como
coagulación, sedimentación y cloración. Sin embargo, si se considera necesario un
tratamiento específico, generalmente la aeración, el carbón activado en polvo o
granular, y la ozonización son técnicas eficaces de eliminación de sustancias
químicas orgánicas y algunas inorgánicas, tales como sulfuro de hidrogeno, que
causan sabores y olores.
Los sabores y olores causados por los desinfectantes se controlan mejor mediante
la operación cuidadosa del proceso de desinfección y el pretratamiento para
eliminar precursores.
El manganeso puede ser eliminado mediante la cloración seguida de la filtración.
Las técnicas para eliminar el sulfuro de hidrogeno incluyen aeración, carbón
activado granular, filtración y oxidación. El amoniaco puede ser eliminado mediante
la nitrificación biológica. El ablandamiento por precipitación o el intercambio
catiónico pueden reducir la dureza. Otras sustancias químicas inorgánicas que
producen sabor y olor (p. ej., cloruro y sulfato) generalmente no se prestan a
tratamiento.
La Potabilidad del Agua Según La ONU y Venezuela
Según datos de la ONU. Disponer de agua potable de calidad en cantidad
suficiente es una necesidad para nuestro adecuado desarrollo. Pero también lo es
un uso solidario y eficiente de este bien escaso.
Los criterios para la potabilización del agua que establecen la ONU y Venezuela
son basados en las guías antes comentadas de la Organización Mundial de la
Salud. Con la elaboración de campañas con el fin de concientizar y educar en
relación a los correctos procesos que deben realizarse para optimizar la calidad del
agua para el consumo humano.
Tanto la ONU como Venezuela deben optar por ser garantes y medios de
propagación de información respecto del correcto proceso de potabilización del
agua establecido por la OMS asegurando que en las poblaciones de menos
recursos llegue dicha información y se evite poner en riesgo la vida del consumidos
sin importar su nivel social. En conclusión, la calidad del agua para el consumo
humano deber ser prioridad sin ningún tipo de discriminación a grupos sociales,
etnias o razas.

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