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Título: Acciones en materia de cuenta corriente bancaria

Autor: Segovia, Carina


País: Argentina
Revista de Derecho Bancario y Financiero - Número 10 - Abril
Publicación:
2013
Fecha: 29-04-2013 Cita: IJ-LXVIII-49
Indice Voces Citados Relacionados
Relacionados
A., C. A. c/B., R. SA s/Ordinario
17-06-2013 (Posterior) - Cám. Apel. Civil y Comercial de San Isidro - Sala I
(Argentina - Buenos Aires)

Revisión y Rectificación en Cuenta Corriente Bancaria (Irazabal, Daniela)

Rectificacion y revision de la cuenta corriente bancaria (Leoni, Valentín M.)

Acción de revisión y rectificación (Moringo, Fernando)

Procedencia de Revisión de la Cuenta Corriente Bancaria (Gómez Leo, Osvaldo R.


)

Acciones en materia de cuenta corriente bancaria


I. Introducción
II. Acciones en
materia de
Carina Segovia
cuenta
corriente
III. Acciones de
rectificación y I. Introducción [arriba] -
acción de
revisión
IV. Antes de comenzar con el tema del presente trabajo
Jurisprudencia realizaremos una breve descripción de la operatoria en la
cuenta corriente.
V. Conclusión

El contrato de cuenta corriente es el contrato bancario por


antonomasia, pues obligatoriamente una de las partes
interviniente deberá ser un banco.
Todo aquel que pretenda abrir una cuenta corriente bancaria
sabe que necesariamente deberá contratar con un banco. Sabe,
o debe saberlo, que intervendrá en una actividad sumamente
técnica y compleja, que requerirá de él una especial atención.

El contrato de cuenta corriente se encuentra regulado por los


arts. 791 a 797 del Código de Comercio y circulares del
B.C.R.A.

La cuenta corriente bancaria, actualmente se ha transformado


en la cuenta en que el cliente centra gran parte de las
operaciones que tiene con el banco. De esta manera, siempre
con la conformidad del cliente, aquí se debitarán y acreditaran
los importes que el cliente le deba al banco o que éste le deba
al cliente, respectivamente.

La cuenta corriente bancaria centra las operaciones más


variadas, allí confluyen las acreditaciones, los anticipos, las
ejecuciones de encargos; en ella se desarrolla el movimiento
negocial operativo entre el banco y el cliente. La cuenta
corriente es un contrato entre un banco y un cliente que
establece que la entidad cumplirá las órdenes de pago de la
persona de acuerdo a la cantidad de dinero que haya
depositado o al crédito que haya acordado.

Cada banco tiene sus requisitos para la apertura de una cuenta


corriente. Por lo general, la entidad se encarga de verificar la
capacidad de pago (para saber qué cantidad de crédito puede
entregar el banco sin que existan riesgos) y el origen de los
ingresos (para evitar movimientos ilegales).

El Código de Comercio en su art. 791 menciona que la cuenta


corriente bancaria es de dos maneras: descubierto, cuando el
Banco hace adelantos de dinero; o con provisión de fondos,
cuando el cliente los tiene depositados en él.
La cuenta corriente funciona como una cuenta de depósito, su
rasgo distintivo es que tiene lo que se denomina servicio de
caja a través del pago de cheques que el titular de la cuenta
emite y que el banco paga contra el dinero depositado.

Se debitarán en cuenta corriente bancaria los rubros que


correspondan a movimientos generados directa o
indirectamente por el libramiento de cheques. Se autorizarán
débitos correspondientes a otras relaciones jurídicas entre el
cliente y el girado cuando exista convención expresa
formalizada en los casos y con los recaudos que previamente
autorice el Banco Central de la República Argentina.

Son obligaciones del cuentacorrentista: Mantener en la cuenta


la cantidad de fondos suficiente para hacer frente a las
extracciones y al pago de los cheques que se vayan
presentando al cobro. Contar con la pertinente autorización
para girar en descubierto. Comunicar a la entidad el extravío,
sustracción o adulteración de los cheques, sean éstos librados y
no entregados a terceros, o en blanco. Confeccionar los
cheques de acuerdo a las normas vigentes, y firmarlos de puño
y letra. Comunicar a la entidad los cambios de domicilio, la
incorporación de autorizados, y/o la desafectación de personas
en el uso y administración de la cuenta. Devolver al banco los
cheques no utilizados cuando el titular haya comunicado el
cierre de la cuenta.

Obligaciones del Banco: Asumir la operaratoria del pago y/o


rechazo del pago de cheques (Verificando la autenticidad del
instrumento, Identificando a la persona que se presente a
cobrar un cheque por ventanilla, Informar al Banco Central los
rechazos de los cheques)Tener las cuentas al día (El cliente
debe contar con toda la información vinculada a los
movimientos de su cuenta corriente). Acreditar en el día los
importes que ingresen al crédito de la cuenta, y los depósitos
de cheques en los plazos determinados de compensación
vigentes. Confeccionar el resumen con los movimientos de la
cuenta dentro de los ocho días corridos de finalizado cada mes
o el período convenido, y enviarla al titular.
II. Acciones en materia de cuenta corriente [arriba] -

Art. 790. La acción para solicitar el arreglo de la cuenta


corriente, el pago del saldo, judicial o extrajudicialmente
reconocido, o la rectificación de la cuenta por errores de
cálculo, omisiones, artículos extraños o indebidamente
llevados al débito o crédito, o duplicación de partidas, se
prescribe por el término de 5 (cinco) años.

En igual término prescriben los intereses del saldo, siendo


pagaderos por año o en períodos más cortos.

El artículo hace referencia a tres acciones distintas.

a) La acción para solicitar el arreglo de la cuenta corriente;

b) la acción para demandar el pago del saldo; y

c) la acción para la rectificación de la cuenta corriente.

Si bien estas tres acciones aparecen reguladas para la cuenta


corriente mercantil, hay consenso en la doctrina en cuanto a
que todas ellas se aplican también a la cuenta corriente
bancaria.

La acción para demandar el arreglo de la cuenta juega cuando


uno cualquiera de los correntistas pretende la conclusión de
ella y solicita a su contraparte su debido arreglo. Es una acción
tendiente a la fijación del saldo de cuenta.
La acción para demandar el pago de saldo judicial o
extrajudicialmente reconocido, tiene por objeto perseguir por
las vías procesales pertinentes el cobro de la deuda.

El párrafo tercero del Art. 793 del Código de Comercio


dispone que las constancias de saldos deudores en cuenta
corriente bancaria, otorgadas con las firmas conjuntas del
gerente y contador del banco, serán consideradas títulos que
traen aparejada ejecución siguiéndose para su cobro los
tramites que para el juicio ejecutivo establezcan las leyes de
procedimiento.

La acción de rectificación propone la discusión de


determinados aspectos particularmente identificados por el
mismo Art. 790 C. Com., errores de cálculo, omisiones,
artículos extraños o indebidamente llevados al debito o crédito,
o duplicación de partidas. La rectificación de la cuenta supone
su remisión.

Además de las tres acciones antes mencionadas se encuentra la


Acción de revisión, mediante esta acción se procura discutir la
composición global o sectorial de la cuenta corriente bancaria.

III. Acciones de rectificación y acción de revisión [arriba] -

La cuenta corriente bancaria no puede ser objeto de un pedido


global de revisión, ni tampoco resulta posible con posterioridad
a su aprobación extrajudicial o judicial, reabrir la discusión en
torno de la procedencia de la inclusión o exclusión de
determinadas partidas.

Art. 793. Por lo menos 8 (ocho) días después de terminar cada


trimestre o período convenido de liquidación, los Bancos
deberán pasar a los clientes sus cuentas corrientes pidiéndoles
su conformidad escrita, y ésta o las observaciones a que
hubiere lugar, deben ser presentadas dentro de 5 (cinco) días.

Si en este plazo el cliente no contestare se tendrán por


reconocidas las cuentas en la forma presentada, y sus saldos,
deudores o acreedores, serán definitivos en la fecha de la
cuenta.

Si durante la vigencia del contrato de cuenta corriente bancaria


el cliente no hace uso de su legítimo derecho a impugnar las
liquidaciones enviadas por el banco, ya sea por no haberlos
considerado incorrectos o erróneos o por negligencia, los
saldos informados quedan consentidos, conformándose su
composición. La única excepción admisible a esto son los
errores materiales o de cálculos, que no hagan a la sustancia
del saldo conformado por el cliente ni a la inclusión o
exclusión de partidas determinadas.

En la cuenta corriente bancaria hay una norma legal que exige


una conducta activa del cliente, debe manifestar su voluntad de
impugnar una o varias partidas determinadas. Asimismo, el
silencio del cliente tiene una consecuencia expresamente
prevista. Cuando el cliente deja pasar el plazo legalmente
otorgado sin realizar impugnaciones, se materializa la
aprobación tácita de los débitos y créditos incluidos en la
cuenta corriente bancaria y el saldo informado es definitivo.

Si se ha legislado un procedimiento para realizar


impugnaciones a la cuenta corriente bancaria, respecto de cada
una de las partidas en ella incluidas, con expresa fijación de
plazos, la falta de impugnación de acuerdo con este
procedimiento debe tener una consecuencia en derecho. Esta
consecuencia, puede ser la perdida del derecho de realizar la
impugnación en lo sucesivo. De lo contrario nunca tendríamos
una cuenta conformada y saldos definitivos.

Desconocer los efectos de la falta de impugnación en los


plazos legalmente previstos implicaría, ni más ni menos, un
claro e injustificado apartamiento del Código de Comercio y de
las acciones específicas en él previstas en punto a la revisión o
rectificación de los saldos de las cuentas corrientes bancarias.
La falta de impugnación en el tiempo legalmente previsto es
una conducta jurídicamente relevante por parte del
cuentacorrentista que no puede ser desconocida por éste y que
le impide volverse contra su propio accionar.

Cada una de estas acciones están previstas para fines diferentes


y sometidas a requisitos de procedencia diferentes.

La distinción propiciada entre las acciones de revisión y


rectificación no perjudica los derechos de los cuentacorrentista,
a los que sólo se les exige que ejerzan su derecho a realizar
todas las impugnaciones que entienden le corresponden dentro
del plazo que les fija la norma. No puede desconocer lo que
surge de normas legales vigentes.

1. Acción de rectificación

Mediante esta acción se persigue la corrección o eliminación


de errores relativos a determinadas partidas incluidas en la
cuenta corriente bancaria. La entidad de los errores a rectificar
son de carácter material, como ser: errores de cálculo o
duplicación de ellas, aspectos de fácil detección por responder
a circunstancias objetivas.

Lo que se busca con la acción de rectificación es corregir


errores materiales producidos al asentar los movimientos de la
cuenta corriente. Las inexactitudes a subsanar deben ser
individualizadas perfectamente, especificando cada asiento que
se impugna.

El art. 793, 2º párrafo del Código de Comercio y normas


reglamentarias del BCRA, que asigna al silencio del
cuentacorrentista que recibe el saldo pertinente, el efecto de
tener por reconocida las cuentas en la forma presentada y de
considerar definitivos sus saldos en la fecha de la cuenta.

Cabe mencionar que el hecho de no haberse recibido los


resúmenes de cuenta carece de ponderabilidad, puesto que el
cuentacorrentista tiene a su disposición los medios para
controlar y hace rectificar eventualmente, los errores o excesos
en las registraciones del movimiento de su cuenta; ergo, si no
los usa, existe una presunción que ampara al banco.

La vía procesal para su reclamo es la del juicio ordinario,


advirtiéndose que la discusión de partidas materialmente
viciadas no puede discutirse en el juicio ejecutivo iniciado para
cobrar el saldo deudor arrojado por el cierre definitivo de la
cuenta corriente bancaria.

2. Acción de revisión

El pedido de revisión implica la objeción de elementos


sustanciales, de fondo, incorporados a las partidas de la cuenta
corriente. Mediante esta acción se procura discutir la
composición global o sectorial de la cuenta corriente bancaria.

Esa discusión abarca la causa de cada una de las partidas


objetables incorporadas a la cuenta, o sea, que se ataca los
fundamentos mismos que constituyen la cuenta, en base a la
detección de errores sustanciales cometidos por el banco, como
ser: ausencia de pacto de intereses o falta de autorización para
debitar cuotas o primas de seguros.

Atento su naturaleza la oportunidad de plantear la revisión se


da a partir del momento de recibirse el resumen de saldos o
tomarse conocimiento del mismo, ya que con posterioridad a
su aprobación expresa o tácita, en principio resulta
improcedente.
La acción de revisión de la cuenta está sujeta a un plazo de
caducidad, ya que aprobada expresa o tácitamente aquélla se
pierde la acción. En consecuencia, la reapertura de la discusión
sobre la procedencia de la inclusión o exclusión de
determinadas partidas, desde su inicio por presentar yerros
sustanciales, resulta improcedente por extemporánea, con
posterioridad a su aprobación extrajudicial o judicial.

Le compete al cuentacorrentista, presuntamente afectado,


iniciar la acción de revisión antes de consentir el primer saldo
enviado por el banco. Esta rigurosidad, se sustenta en el hecho
de que de no ser así, se favorece a los cuentacorrentistas
deudores de mala fe o renuentes en hacer valer sus derechos,
que dilatarían la impugnación para luego plantear la revisión,
procurando obstaculizar la acción de cobro de la cuenta
morosa.

La vía procesal también es la del juicio ordinario,


advirtiéndose que la discusión de partidas sustancialmente
viciadas no puede discutirse en el juicio ejecutivo iniciado para
cobrar el saldo deudor arrojado por el cierre definitivo de la
cuenta corriente bancaria.

3. Distintas posturas doctrinarias

La doctrina tradicional interpretó que la acción de rectificación


tenía un objeto preciso y limitado, pues solamente servía para
cuestionar los aspectos, entendidos como formales,
expresamente mencionados por el art. 790 del Código de
Comercio (errores de cálculo, omisiones, artículos extraños o
indebidamente llevados al débito o crédito, duplicación de
partidas). En otras palabras, para esta postura la acción de
rectificación únicamente tenía cabida para cuestionar meros
errores de hecho o de cálculo, pero era improponible si con ella
lo pretendido era una amplia revisión de la cuenta en sus
aspectos sustanciales.

Esta postura es sostenida por Segovia, quien observó que con


la rectificación se propone la discusión de determinados
artículos, cuya impugnación se hace específica y
determinadamente; mientras que la revisión de la cuenta,
importa poner en tela de juicio toda la cuenta, lo cual -dijo- no
es permitido por la ley, so pena de hacer interminables estos
juicios, de suyos complicados, y favorecer así a los deudores
de mala fe.

Raymundo L. Fernández, escribiendo con relación a la cuenta


corriente mercantil, sostuvo que no debe confundirse la
rectificación por los conceptos indicados con la revisión de la
cuenta reapertura de la discusión sobre la procedencia de la
inclusión o exclusión de determinadas partidas, improcedente
con posterioridad a la aprobación amigable o judicial de la
misma.

Zavala Rodríguez sostuvo que la aprobación del saldo que


deriva de lo dispuesto por el Art. 793 del Código de Comercio,
solamente podía ser controvertida cuando se invocaran errores
de hecho.

También participó de este criterio restrictivo Jorge N.


Williams, quien, con cita de Fernández, admitía la acción de
rectificación en los supuestos de errores de cálculo u omisiones
o duplicación de partidas o falsedad de estas, distinguiéndola
de la acción de revisión que juzgaba improcedente con
posterioridad a la aprobación de la cuenta, ya que implicaba la
reapertura de la discusión acerca de la procedencia o exclusión
de determinadas partidas.

En contraposición a la doctrina restrictiva, se abrió paso la


interpretación amplia es proclive a considerar que no existe
una verdadera antinomia entre rectificación y revisión, y que la
acción autorizada por el Art. 790 del Código de Comercio
admite no solo el cuestionamiento de errores de hecho,
formales o de cálculo, sino también la controversia sobre
aspectos más sustanciales.

Para este sector de la doctrina la acción de revisión de la


cuenta corriente bancaria tiene sustento normativo en los
párrafos 1° y 2° del Art. 793 del Código de Comercio.

Hay desacuerdo en cuanto a los alcances que tendría la acción


de revisión. Para Zavala Rodríguez, su objeto es denunciar
errores de hecho.

Para Barreira Delfino el campo de la revisión es más amplio,


porque con ella se persigue la discusión sobre la procedencia o
no de partidas incluidas, conforme las relaciones jurídicas o de
base comprendidas en la cuenta corriente bancaria. El marco
de exploración es sustancial, ya que pone en tela de juicio la
funcionalidad propia de la cuenta corriente bancaria, por
oposición a la rectificación que se limita a un cuestionamiento
concreto y limitado a los fines de quitar errores o defectos.

IV. Jurisprudencia [arriba] -

1. Doctrina de interpretación amplia

El criterio amplio fue acogido con claridad por la Sala C en la


causa "Corvera, Hugo Roberto y otro c/ Banco Mayo
Cooperativo Ltdo", sentencia del 24/4/2001, donde se sostuvo
que "los planteos susceptibles de ser introducidos con base en
el Art. 790 del Cód. Comercio no cabe restringir(los) a
objeciones o vicios puramente formales o por errores de
cálculo. La disposición mencionada establece la posibilidad de
demandar judicialmente la "rectificación de la cuenta", no sólo
por "errores de cálculo" y "omisiones", sino también por
"artículos extraños o indebidamente llevados al débito o
crédito, o duplicación de partidas". Como se ve, la norma
prevé objeciones que van más allá de meros aspectos
"formales" e ingresa en un plano sustancial, pues contempla
impugnaciones atinentes a la legitimidad de las partidas
incluidas como débitos y créditos”.
El criterio amplio ganó importante predicamento a propósito
del caso "Avan S.A. c/ Banco Tornquist S.A.", sentencia del
17/2/2004, en el que por una mayoría de seis vocales se juzgó
que los saldos referidos por el Art. 793 del Código de
Comercio eran revisables de acuerdo a lo dispuesto por el Art..
790, no solo en sus aspectos de hecho, formales o de cálculos,
sino con especial referencia a la causa y origen de las partidas,
que corresponde investigar para evitar que se tenga por válida
una conducta ilícita y/o abusivamente discrecional del banco,
resultando también posible llevar adelante una revisión
sustancial de todos los movimientos registrados en la cuenta.

La Cámara resolvió, por mayoría.

“a) Admitir en lo sustancial el recurso de apelación interpuesto


por la parte actora y revocar el fallo absolutorio dictado en la
instancia de origen. Con tal alcance procede receptar la acción
incoada por rectificación de saldo de cuenta corriente bancaria.
b) En consecuencia, corresponde condenar al Banco Tornquist
SA a reintegrar a la accionante las diferencias entre las sumas
debitadas por el banco demandado, y las que resulten de
practicar una nueva cuenta que se llevará a cabo morigerando
las tasas de intereses injustificados aplicadas. Se establece
como parámetro la tasa Nominal Anual Vencida que percibió
el Banco de la Nación Argentina por descubiertos bancarios
generados por adelantos transitorios de fondos, en el periodo
controvertido comprendido entre el 9 de octubre de 1992 y
setiembre de 1996 inclusive. A cada una de las sumas
resultantes que quepa restituir, se deberá adicionar intereses
moratorios, que se liquidarán desde la fecha de cada débito
incausado hasta la fecha de su efectivo pago, según la tasa
activa que percibe el Banco de la Nación Argentina en sus
operaciones ordinarias de descuento a treinta días. (C.N.Com.
en pleno, in re "S.A. La Razón s/Quiebra s/incidente de pago
de los profesionales", del 27.X.94). c) Procede asimismo,
receptar la pretensión deducida respecto de las comisiones y
gastos, y condenar al accionado a reintegrar los siguientes
ítems: "riesgo contingente", "Giros y transferencias","cuenta
bloqueada, comisión sobregiro y comisión saldo inferior" y
"comisiones diversas y otras" con el alcance que surge del
considerando XXIII-A del voto de la vocal preopinante. Los
importes cuyo reintegro se ordena, devengarán intereses
moratorios, según pautas señaladas en el considerando XXI de
dicha ponencia. d) Desestimase la pretensión de reintegro de
los débitos relacionados con la operatoria en las mesas de
dinero, sin perjuicio de disponer el pase de las presentes
actuaciones al fuero penal a fin de que se investigue la
probable comisión del delito tipificado en el Art. 175 bis del
Cód. Penal. e) Rechazar la pretensión de reintegro de los
restantes rubros: "comisión valores al cobro", "comisión
garantías", multas ley 24.452 por cheques sin fondos",
"importación", "mantenimiento de cuenta", "comisión
chequera", "gastos cheques y boletas". f) Las costas
devengadas en ambas instancias se impondrán íntegramente a
la demandada por ser la parte sustancialmente vencida (Art.68
del Código Procesal)..

En este fallo se había fijado como criterio rector la posibilidad


de revisar los saldos mencionados a través de una
interpretación amplia de lo dispuesto por el Art. 790 del
Código de Comercio.

La Sala A estableció que los saldos referidos por el Art. 793


del Código de Comercio eran revisables de acuerdo a lo
dispuesto por el Art. 790, no solo en sus aspectos de hecho,
formales o de cálculos, sino con especial referencia a la causa
y origen de las partidas, que corresponde investigar para evitar
que se tenga por válida una conducta ilícita y/o abusivamente
discrecional del banco, resultando también posible llevar
adelante una revisión sustancial de todos los movimientos
registrados en la cuenta, dentro del plazo de prescripción
aplicable, sin efectuar distinciones que la propia norma no
efectúa.

Por vía de esta norma se admitió la alternativa de cuestionar


los errores de hecho, formales o de cálculos de la cuenta
corriente bancaria. También se amplio el alcance a la
posibilidad de llevar adelante una revisión sustancial de todos
los movimientos registrados en la cuenta, dentro del plazo de
cinco años.

2. Doctrina tradicional (interpretación restringida)

La sala D en "Instituto de Enseñanza Privada Pedro Goyena


S.A. c/ HSBC Bank Argentina S.A. s/ ordinario" se enroló en
la postura asumida por la doctrina tradicional que considera
que la acción de revisión tiene sustento normativo en el primer
y segundo párrafo del artículo 793 del Código de Comercio.

En este artículo, no se aplica el plazo de prescripción de 5 años


señalado anteriormente ya que indica que "por lo menos 8 días
después de terminar cada trimestre o período convenido de
liquidación, los bancos deberán pasar a los clientes sus cuentas
corrientes pidiéndoles su conformidad escrita, y ésta o las
observaciones a que hubiere lugar, deben ser presentadas
dentro de 5 días. Si en este plazo el cliente no contestare, se
tendrán por reconocidas las cuentas en la forma presentada, y
sus saldos, deudores o acreedores, serán definitivos en la fecha
de la cuenta".

Es decir, se le da un alcance amplio a este tipo de acción, pero


dentro de un ámbito temporal marcadamente restringido, pues
será susceptible de revisión sólo lo que corresponde
exclusivamente a los movimientos descriptos en los resúmenes
mensuales enviados al cliente que no puedan juzgarse
aprobados o reconocidos ni expresa ni tácitamente, por haber
sido controvertido el saldo dentro del plazo de caducidad
aplicable (5 días ampliable a 60 días).

El tribunal indicó que "observado el resumen dentro del plazo


de caducidad podrá seguirse judicialmente dentro del plazo de
prescripción de 5 años por aplicación analógica del artículo
790 del citado código".

La sala también analizó si era viable la impugnación de


aspectos sustanciales más allá de las acciones de rectificación o
revisión y concluyó en que se trataba de una acción
"innominada" nacida de la consideración de supuestos fácticos
extraordinarios de interpretación estricta, habida cuenta que su
generalización podría conducir a la desorganización bancaria.

El tribunal consideró que si bien el Instituto Pedro Goyena


había promovido una acción a la que llamó en forma
ambivalente de "revisión" y "rectificación", toda vez que el
objeto de la misma fue pedir la reducción de intereses que
consideraba abusivos y la depuración de la cuenta de débitos
no autorizados, debía concluirse que en rigor de verdad la
acción promovida había sido la de impugnación.

El artículo 790 del Código de Comercio no brindaba un


sustento para discutir los aspectos controvertidos por el
reclamante, recalificada jurídicamente la acción, igualmente
podía cumplir el fin para el que se la había deducido.

Partiendo de la premisa de que "el carácter excesivo de una


tasa de interés sólo puede ser juzgado por comparación con la
tasa de mercado en el mismo tiempo, y para operaciones del
mismo tipo y deudores de la misma condición", el tribunal
comparó las tasas aplicadas por el banco respecto del mercado
determinando que, hasta junio de 1997 las tasa aplicada no
había sido excesiva mientras que luego de esa fecha y hasta el
cierre de la cuenta había sucedido lo contrario, juzgando
prudente reducirla en este último período.

En julio de 2009 en el caso "Amuyen S.A. c/ BankBoston N.A.


s/ ordinario", indicó que salvo supuestos excepcionales se
inclinaba por la postura tradicional pues "la seguridad del
tráfico y la consolidación de las relaciones mercantiles, mucho
más cuando se trata de operaciones bancarias, hacen menester
que la definición de los saldos de las cuentas de los bancos con
sus clientes no puedan estar pendientes sine die a expensas de
la voluntad de estos últimos de decidir objetar o no durante un
plazo tan extenso como lo es el de prescripción del Art. 790 del
Código de Comercio"

De acuerdo con los últimos fallos mencionados, se confirma un


cambio progresivo hacia el criterio estricto del seguido hasta el
momento.

V. Conclusión [arriba] -
Se puede establecer que la acción de rectificación es más
limitada, ya que abarca errores de cálculo o duplicación de
partidas. En tanto que la acción de revisión trata el análisis de
la causa de cada partida que se haya ingresado en la cuenta.

Cabe destacar que para que dichas acciones prosperen el


cuentacorrentista debe cumplir con los requisitos establecidos
en la norma. La falta de impugnación en el tiempo legalmente
previsto es una conducta jurídicamente relevante por parte del
cuentacorrentista que no puede ser desconocida por este y que
no impide volverse contra su propio accionar.

Es un requisito fundamental que el cuentacorrentista haya


efectuado antes del inicio de las acciones las impugnaciones
correspondientes a la cuenta corriente.

Quiero mencionar que soy de opinión que la adopción de la


doctrina tradicional y la posibilidad de impugnar los saldos de
la cuenta corriente en situaciones excepcionales le otorga a su
operatoria un mayor grado de previsibilidad en el tiempo y de
seguridad jurídica, facilitando de esta manera el desarrollo de
un contrato que se caracteriza por su ejecución continuada y se
destaca por su dinámica y su función.

BIBLIGRAFIA

BARREIRA DELFINO, Eduard A. “Acciones de revisión y


rectificación en materia de cuenta corriente bancaria”, en
Tratado de Derecho Bancario, II-15, editorial RUBINZAL-
CULZONI, Buenos Aires – Año 2011.
FARINATI, Eduardo N. “Surge un nuevo criterio en la
revisión de la cuenta corriente bancaria” en Iprofesional.com,
del 04/01/2010.

GOMEZ LEO, Osvaldo R. “Procedencia de Revisión de la


Cuenta Corriente Bancaria” en Revista Argentina de Derecho
Empresario, del 15/06/2005.

MONTELLANO, Iván J. “Guía Rápida de Defensa del usuario


bancario”, P. 73/89, en Revista del Colegio de Magistrados y
Funcionario del Departamento Judicial de San Isidro –
Volumen 18, del 16/08/2006.

MORINGO, Fernando “Acción de revisión y rectificación” en


Revista Argentina de Derecho Comercial y de los Negocios,
del 23/02/2012.

MUGUILLO, Roberto A. “Manual de operaciones bancaria y


financieras”, EDICIONES JURÍDICAS DE CUYO, Mendoza,
Año – 2002.

Fallo: Avan c/ Banco Tornquist SA – Comentario realizado por


Norberto BECHELLI.

Fallo: Avan c/ Banco Tornquist SA – Comentario realizado por


Francisco OYUELA..

Fallo: Bor Alicia Susana c/ BBVA Banco Frances SA s/


Ordinario.

Fallo: Instituto de Enseñanza Privada Pedro Goyena SA c/


HSBC BANK s/ Ordinario.

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