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Comerciantes

Un comerciante es la persona que se dedica habitualmente al trabajo que también ayuda en la


economía. También se denomina así al propietario de un comercio. En derecho mercantil, el término
comerciante hace alusión a su materia de estudio subjetiva, es decir, a las personas que son objeto
de regulación específica por esta rama del Derecho. En este sentido, son comerciantes las personas
que, de manera habitual, se ocupan en alguna de las actividades que la ley considera mercantiles
(«actos de comercio»). La habitualidad constituye un elemento esencial de la definición: no toda
persona que realice un acto de comercio ocasional (por ejemplo, quien compra en una tienda) se
constituye en comerciante, sino que sólo es considerado comerciante desde la perspectiva del
Derecho Mercantil quien se dedique al comercio de forma habitual.

¿Quiénes son los comerciantes?


Son comerciantes las personas que profesionalmente se ocupan en alguna de las actividades que la
ley considera mercantiles. La calidad de comerciante se adquiere, aunque la actividad mercantil se
ejerza por medio de apoderado, intermediario o interpuesta persona.

Actividades mercantiles
Ya tenemos claro que los comerciantes son las personas que en los términos señalados por la ley
ejercen actividades mercantiles, así que debemos ahora definir cuáles son esas actividades
mercantiles.

El artículo 20 del Código de comercio enumera cada una de las actividades que la ley considera como
mercantiles:

La adquisición de bienes a título oneroso con destino a enajenarlos en igual forma, y la enajenación
de los mismos;

La adquisición a título oneroso de bienes muebles con destino a arrendarlos; el arrendamiento de


los mismos; el arrendamiento de toda clase de bienes para subarrendarlos, y el subarrendamiento
de los mismos;

El recibo de dinero en mutuo a interés, con garantía o sin ella, para darlo en préstamo, y los
préstamos subsiguientes, así como dar habitualmente dinero en mutuo a interés.

La adquisición o enajenación, a título oneroso, de establecimientos de comercio, y la prenda,


arrendamiento, administración y demás operaciones análogas relacionadas con los mismos;

La intervención como asociado en la constitución de sociedades comerciales, los actos de


administración de las mismas o la negociación a título oneroso de las partes de interés, cuotas o
acciones;

El giro, otorgamiento, aceptación, garantía o negociación de títulos-valores, así como la compra para
reventa, permuta, etc., de los mismos;
Las operaciones bancarias, de bolsas, o de martillo;

El corretaje, las agencias de negocios y la representación de firmas nacionales o extranjeras;

La explotación o prestación de servicios de puertos, muelles, puentes, vías y campos de aterrizaje;

Las empresas de seguros y la actividad aseguradora;

Las empresas de transporte de personas o de cosas, a título oneroso, cualesquiera que fueren la vía
y el medio utilizados;

Las empresas de fabricación, transformación, manufactura y circulación de bienes;

Las empresas de depósito de mercaderías, provisiones o suministros, espectáculos públicos y


expendio de toda clase de bienes;

Las empresas editoriales, litográficas, fotográficas, informativas o de propaganda y las demás


destinadas a la prestación de servicios;

Las empresas de obras o construcciones, reparaciones, montajes, instalaciones y ornamentaciones;

Las empresas para el aprovechamiento o explotación mercantil de las fuerzas o recursos de la


naturaleza;

Las empresas promotoras de negocios y las de compra, venta, administración, custodia o circulación
de toda clase de bienes;

Las empresas de construcción, reparación, compra y venta de vehículos para el trasporte por tierra,
agua y aire, y sus accesorios, y

Los demás actos y contratos regulados por la ley mercantil

Ahora bien, así como la ley señala cuales son los actos mercantiles, también establece cuales
actividades no se consideran mercantiles.

Sociedad Mercantil
La palabra sociedad es utilizada con diferentes sentidos, como contrato y como persona jurídica.
Como contrato hace mención al acuerdo que es celebrado entre los socios y como persona jurídica
se refiere a la agrupación que surge de dicho contrato, entiéndase como la persona jurídica
diferente de la persona de los miembros que la integran.

Para la creación cualquier sociedad es necesario que se dé lugar a la unión entre personas que han
decidido unirse con el fin de realizar actividades comerciales y obtener ciertos objetivos y beneficios
económicos.

Algunas sociedades de comercio tienen un único fin, que al ser logrado automáticamente queda
disuelta la sociedad, otras son establecidas con diversos fines y su duración es indeterminada.
Características de las sociedades mercantiles

Se caracterizan por actuar a cuenta propia con nombre o denominación bajo un domicilio, con
capacidad y patrimonio propio. La constitución se debe realizar mediante una escritura que
contenga todos los aspectos establecidos en la ley y luego se asentará en el Registro
correspondiente.

Algunas de las características propias dadas al momento de constituirse la sociedad son:

La capacidad jurídica: Es titular de derechos y obligaciones condicionadas por el fin de la sociedad,


es decir sus derechos y obligaciones están contenidas dentro de su objeto social.

Tipo de Patrimonio: La sociedad es titular de un conjunto de bienes, derechos y obligaciones y


puede clasificarse en patrimonio activo, constituido por los bienes y derechos. Y patrimonio Pasivo
constituido por las obligaciones y deudas de la misma.

Nombre: No es más que la denominación o razón social y es definido como el conjunto de caracteres
que identifican la sociedad de forma individual y la distinguen de las demás.

Domicilio: Es el lugar constituido como la principal sede de negocios, pudiendo tener uno o más
domicilios, siempre y cuando todo esto quede figurado en el acta constitutiva. El domicilio principal
es conocido como casa matriz y a los adjuntos como sucursales, y se pueden utilizar uno o el otro
indistintamente para los efectos legales.

Nacionalidad: La nacionalidad de toda sociedad mercantil será conforme se constituya de acuerdo


a las leyes de su país de origen y que establezcan su domicilio en el mismo.

Elementos de las Sociedades Mercantiles

En este tipo de sociedades intervienen tres elementos fundamentales:

Elemento personal: Constituido por los socios, personas que aportan y reúnen sus esfuerzos.

Elemento patrimonial: Conformado por el conjunto de bienes totales aportados por todos y cada
uno de los socios, para formar el capital social, los bienes y trabajo.

Elemento formal: Conjunto de reglas relativas a la solemnidad de que debe revestir el contrato que
da comienzo a la sociedad como un individuo de derecho.

Clasificación de las Sociedades Mercantiles

Pueden clasificar según varios criterios, entre ellos destacan:

Según como predominan los elementos:

Sociedades de Personas: Son aquellas sociedades en las que predomina el elemento personal.
Incluye las sociedades colectivas y en comandita simple.

Sociedades intermedias: Son aquellas donde no se tiene claro el elemento que predomina. Incluye
la sociedad de responsabilidad limitada y la comandita por acciones.

Sociedades de capital: Son aquellas donde predomina el capital social. Incluye las cooperativas y las
sociedades anónimas.
Según el tipo de capital:

Capital Fijo: Son aquellas donde el capital social no puede ser modificado, a menos que se haga por
una modificación de los estatutos.

Capital Variable: Son aquellas sociedades donde el capital social disminuye y aumenta conforme el
avance de la sociedad, sin procedimientos especiales o complejos.

Clasificación legal:

Sociedad Colectiva.

Sociedad Comandita Simple.

Sociedad de Responsabilidad Limitada.

Sociedad Anónima.

Sociedad Comandita por Acciones

Sociedad Cooperativa.

Otros tipos de sociedad mercantil

De igual manera, se observan:

las sociedades mercantiles de hecho: Son aquellas que no se documentaron en escritura ni pública
ni privada.

Sociedad mercantil irregular: Son aquellas que se documentaron en escritura, pero carecen de
alguno de los requisitos de ley, como, por ejemplo: no se registraron, el acta constitutiva no fue
publicada, venció su plazo, etc.

OBLIGACIONES DE LOS COMERCIANTES


Varias son las obligaciones y se distinguen algunas que por modo concreto o particular establecen
las leyes mercantiles en orden a ciertos comerciantes individuales o colectivos y tratándose además
de determinadas actividades del comercio.

a) Inscripción en el Registro Público de Comercio.

b) Publicación de la calidad mercantil.

c) Llevar cuenta y razón pormenorizada de las operaciones.

d) Conservar la contabilidad mediante la conservación de los libros respectivos.

e) Llevar y conservar la correspondencia mercantil.

f) Formar parte de las cámaras de comercio.


a). - Inscripción en el Registro Público de Comercio. - El comerciante individual tiene la obligación
potestativa, de inscribirse en el Registro Público de Comercio, en razón de que la calidad comercial
en el sujeto no deriva de la matrícula, sino de las circunstancias expuestas en la fracción I del artículo
3º del Código de Comercio.

En el caso de las sociedades, está más que justificada la inscripción, debido a que tratándose de
entes colectivos que realizan la actividad comercial, el público en general y especialmente los que
con dichos organismos contratan, necesitan estar protegidos, conocer los antecedentes, solvencia,
responsabilidad, domicilio, duración, personas usuarias de la firma social, monto de integración del
capital, etc.

b).- Publicación de la calidad mercantil.- De conformidad con el artículo 17 del Código de Comercio,
los comerciantes están obligados a participar en la apertura de su establecimiento o despacho
mediante una circular dirigida al domicilio de comerciante y a los comerciantes de los lugares donde
vayan a establecerse sucursales, agencias o corresponsales, dicha circular debe contener el nombre
de establecimiento, la ubicación del mismo y la determinación de giro comercial; si se han designado
administradores o representante y en su caso los nombres, con indicación de las facultades
conferidas para firmar por el comerciante u obligarlo; y tratándose de sociedades mercantiles, la
circular deberá contener además, la expresión de quien o quienes sean los administradores y señalar
las personas que hayan de tener la firma social.

La obligación de anunciar la calidad mercantil se extiende a dirigir circulares en las mismas


condiciones, cuando variare cualquiera de las circunstancias enunciadas; y finalmente, las circulares
se publicarán en el Diario Oficial de la Federación y en su defecto en algún otro del o de los lugares
en que haya de ejercerse el comercio; la publicación deberá llevarse a cabo en los casos de
liquidación del negocio o clausura del establecimiento comercial.

c) Llevar cuenta y razón pormenorizada de las operaciones. - Entre las más importantes obligaciones
de todo comerciante, se cuenta la que atañe a la contabilidad. Esta materia es regulada por los
artículos 33 al 46 del Código de Comercio, viene desde luego la utilidad de permitir al comerciante
la constatación de sus operaciones y su comprobación, así como la posibilidad inmediata de
establecer el saldo de cada cuenta en un momento dado; en otro sentido, también constituye una
garantía para los terceros que contraten con el comerciante, debido a que la contabilidad perjudica
a éste; esto es, al comerciante en el sentido de que de ella puede prevalerse cualquiera persona
que tenga interés, incluso por el procedimiento de ofrecerla como prueba en juicio. En lo que atañe
finalmente al Estado, la contabilidad del comerciante le permite determinar su tributación a las
cargas públicas.

d) Conservar la contabilidad mediante la conservación de los libros respectivos. - La ley mexicana


establece el principio general de que todos los comerciantes deben llevar libros: “cuenta y razón
pormenorizada de todas sus operaciones y en tres libros cuando menos”.
De acuerdo con las disposiciones legales vigentes en el artículo 33 del Código de Comercio, se
establece que el comerciante está obligado a llevar y mantener un sistema de contabilidad
adecuado. Este sistema podrá llevarse mediante los instrumentos, recursos y sistemas de registro y
procesamiento que mejor se acomoden a las características particulares del negocio, pero en todo
caso deberá satisfacer los siguientes requisitos mínimos:

1.- Permitirá identificar las operaciones individuales y sus características, así como conectar dichas
operaciones individuales con los documentos comprobatorios originales de las mismas.

2.- Permitirá seguir la huella desde las operaciones individuales a las acumulaciones que den como
resultado las cifras finales de las cuentas y viceversa.

3.- Permitirá la preparación de los estados que se incluyan en la información financiera del negocio.

4.- Permitirá conectar y seguir la huella entre las cifras de dichos estados, las acumulaciones de las
cuentas y las operaciones individuales.

5.- Incluirá los sistemas de control y verificación internos necesarios para impedir la omisión del
registro de operaciones, para asegurar la corrección del registro contable y la corrección de las cifras
resultantes.

e) Llevar y conservar a la correspondencia mercantil. - Por mandamiento de los artículos 47 al 50 del


Código de Comercio, incumbe a los comerciantes la obligación de conservar y ordenar la
correspondencia (todas las cartas y telegramas que reciban) relacionada a su negocio o giro
anotando al dorso de cada uno de ellos, la fecha respectiva y en la que hubieren sido contestadas o
la expresión de no haberse hecho esto último.

Los preceptos aludidos imponen también la obligación a comerciante de trasladar a un libro


apropiado, ya sea manualmente ya por algún medio mecánico, las cartas que él emita, esta
encuadernación debe hacerse cronológicamente y de manera que la correspondencia aparezca con
claridad para que en cualquier momento pueda reconstruirse la historia de los negocios a través de
la correspondencia, hasta donde ésta lo permita en sentido lógico.

El artículo 50 del código en cita consigna la garantía del secreto de la correspondencia comercial, a
semejanza de lo que ocurre con el secreto de la contabilidad; determina que sólo a instancia de
parte legítima, aunque en algunos casos también de oficio, se deben presentar en juicio las cartas
del comerciante que tengan relación con el asunto materia de la controversia, así como las cartas
que se hayan escrito los litigantes, a condición de que la parte que ofreciere la prueba, determine
con precisión y de antemano la parte de la correspondencia que verse sobre la probanza.

f) Formar parte de las Cámaras de Comercio. - Regulada por una ley especial que se llama de
Cámaras de Comercio e Industria, existe la recomendación para los comerciantes de formar parte
de una institución de esa categoría.

Las Cámaras de Comercio e Industria se definen como instituciones autónomas y de carácter público
al mismo tiempo, con personalidad jurídica, integradas por comerciantes e industriales residentes
en la República y con objeto de representar los intereses mercantiles del comercio y la industria de
su jurisdicción, de fomentar el desarrollo del comercio y la industria nacional, de coadyuvar a la
defensa de los intereses particulares de sus asociados sin más limitaciones que los señalados en la
Ley de Cámaras de Comercio y de Industria y prestarles los servicios a que tengan derecho conforme
a los estatutos respectivos, de ser órganos de colaboración del Estado para la satisfacción de las
necesidades relacionadas con el comercio y la industria nacionales y con todos los demás fines que
señalan la propia ley mencionada, los estatutos de cada cámara y la naturaleza propia de cada
institución.

Los títulos de crédito son documentos que registran y acarrean el ejercicio de un derecho privado.
Solo quien dispone del documento, por lo tanto, puede ejercer el derecho en cuestión.

Los títulos de crédito son documentos que registran y acarrean el ejercicio de un derecho privado.
Solo quien dispone del documento, por lo tanto, puede ejercer el derecho en cuestión.

Títulos de crédito
Cada título de crédito está formado por un valor específico y por el soporte que lo registra: ambos
componentes son inseparables. Cuando se transmite el derecho, se transmite el documento y
viceversa. El alcance de los títulos de crédito, de todas maneras, depende de la legislación de cada
país.

Los pagarés y las letras de cambio son ejemplos de títulos de crédito calificados como típicos, ya que
su reglamentación está detallada en las leyes. Otros títulos de crédito, en cambio, se denominan
atípicos porque carecen de una reglamentación específica en la legislación.

Otra calificación que se aplica a los pagarés y a las letras de cambio está vinculada a la singularidad:
se dice que son títulos de crédito singulares debido a que se crean de a uno en cada acto. Las
acciones de una empresa resultan el caso opuesto al ser títulos de créditos seriales, debido a que su
creación se produce en serie (es decir, se crean muchas acciones a la vez).

Los cheques también son títulos de crédito. En este caso, de acuerdo a cómo se transmiten, es
posible distinguir entre los títulos al portador (carecen de los datos del titular y su sola tenencia
legitima su efecto), los títulos a la orden (se expiden a favor de una persona en específico) y los
títulos nominativos (directos y de transmisión limitada).

Como es de esperarse, cada título de crédito ha aparecido en un momento diferente de la historia,


y por esta razón se deben estudiar atendiendo las singularidades de cada período. Sin embargo,
desde comienzos del 1900, los juristas llevan buscando unificar la teoría, y es así que todos estos
documentos han entrado en la misma categoría. Veamos a continuación los elementos que la
Doctrina advierte en los títulos de crédito, aunque no todos sean reconocidos de manera unánime:

Incorporación: este tipo de documento incorpora un derecho, de manera que ambos están ligados
íntimamente y para ejercerlo es necesario que se exhiba el primero. En otras palabras, si no se
presenta el título de crédito ante una persona, tampoco es posible ejercer el derecho que incorpora.
Legitimación: se trata de una consecuencia del elemento anterior. Para el ejercicio del derecho
incorporado en el título de crédito, el titular debe legitimarlo tras su exhibición, y esto puede ocurrir
de forma activa (cuando exige la obligación del pago) o pasiva (el deudor cumple con su parte
cuando el primero procede a presentar el documento).

Literalidad: se refiere al hecho de que el derecho incorporado en el título de crédito se mide por
medio de la letra, por lo que el emisor haya escrito en él. Esto no significa que no haya límites, ya
que la ley puede anular ciertos documentos, así como también otros documentos pueden
contradecirlos.

Autonomía: cada titular del documento adquiere un derecho que se renueva, que no deriva del que
tuvo el anterior ni de sus restricciones o relaciones entre él y su emisor. Cuando alguien recibe un
título de crédito, se convierte automáticamente en el “primer” dueño. Del mismo modo, cada
signatario tiene una obligación “autónoma”, independiente y diferente de la que haya tenido el
suscriptor.

Circulación: muchos autores no reconocen este elemento, el cual hace alusión al destino de todo
título de crédito, que es circular, ser transmitido de una persona a otra. Esto da lugar a una
clasificación que reconoce los títulos nominativos y a la orden, explicados en un párrafo anterior.

EMPRESA MERCANTIL
Considerada como cosa mercantil; el Derecho Mercantil moderno pone en énfasis el estudio de la
empresa como núcleo de la actividad mercantil, es necesario estudiarla juntamente con los sujetos
del Derecho Mercantil. En el ambiente doctrinario se ha discutido con profusión el significado de la
empresa; se le confunde con la sociedad, con la hacienda, se da carácter institucional; pero lo que
más ha prevalecido es significar con ella una organización; en defecto; la empresa denota una
organización cuya finalidad es obtener resultados positivos en el hacer humano. Ninguna actividad
puede tener éxito si no se hace sobre la base de la organización de los factores en un propósito
común. Esto nos lleva a decir que la empresa, aun cuando su mayor necesidad se da en el campo
del comercio en general, también es necesaria en otras esferas como lo son la empresa agraria y la
empresa administrativa, por citar dos ejemplos. En toda actividad que necesite coordinar esfuerzos
materiales y humanos para lograr un objetivo, la organización empresarial es necesaria. El comercio,
en consecuencia, se desenvuelve mejor si el comerciante estructura una empresa capaz de
garantizar resultados óptimos, evitando la improvisación de sus actos mercantiles. Para hacer
realidad la necesidad de la empresa, el Derecho se ocupa de establecer una serie de normas que
regulan su naturaleza jurídica, los elementos que la integran, el tráfico jurídico a que está sujeta, su
publicidad, su conservación y la forma en que se singulariza ante la existencia de un número
indeterminado de organizaciones empresariales. Ese derecho se integra a partir de la Constitución
Política de la República de Guatemala que garantiza la libertad de empresa y se obliga al Estado para
que la estimule dentro de una economía de mercado libre (Articulo 43).

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