Está en la página 1de 24

Acuerdos Vigentes

Tratados de Libre Comercio firmados por Colombia


Los Tratados de Libre Comercio se enmarcan en la política de internacionalización
de la economía colombiana y están enfocados en lograr un mayor crecimiento y
desarrollo económico mediante una relación preferencial y permanente con un actor
fundamental en la economía mundial, con el fin de generar nuevas oportunidades
de empleo, mejorar la calidad de vida de la población, aumentar su bienestar y
contribuir al desarrollo del país.

Tratados firmados

Tratado de Libre Comercio


Tratado de Libre Comercio
entre los Estados Unidos
entre CAN-Mercosur y la
Mexicanos y la República de
República de Colombia
Colombia
Ver más
Ver más

Tratado de Libre Comercio Acuerdo de Libre comercio


entre la República de Chile entre la República de Colombia
y la República de Colombia y los Estados AELC (EFTA)

Ver más Ver más


Acuerdo de Promoción Comercial
Acuerdo de Promoción Co-
entre la República de Colombia
mercial entre la República
y Estados Unidos de América
de Colombia y Canadá
Ver más
Ver más

Acuerdo de Alcance Parcial


de Naturaleza Comercial
AAP.C N.° 28 entre la República
de Colombia y la República
Bolivariana de Venezuela

Ver más

Acuerdos suscritos

Acuerdo Comercial entre Acuerdo de Libre Comercio


la Unión Europea, Colombia entre la República de Colombia
y Perú y la República de Corea

Ver más Ver más

Fuente: https://www.fedegan.org.co/tratados-de-libre-comercio-firmados-por-
colombia

TLC son las iniciales o la abreviatura con que se conoce un Tratado de Libre
Comercio. Se trata de un convenio entre dos o más países a través del cual éstos
acuerdan unas normas para facilitar el comercio entre ellos, de tal manera que sus
productos y servicios puedan intercambiarse con mayor libertad.

En un TLC se incluyen muchos temas, teniendo en cuenta diversos aspectos que


pueden afectar el comercio entre los países que lo firman, siempre con el objetivo
de facilitar el intercambio comercial y siempre respetando los derechos y principios
consagrados en la Constitución o marco legal de cada Estado.

¿Colombia ya ha firmado tratados de libre comercio?

Sí, desde hace más de 30 años nuestro país tiene vigente un tratado de
liberalización comercial con los otros cuatro países de la Comunidad Andina
(Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela) y, recientemente profundizó sus relaciones
con los países miembros del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Además, desde hace once años tiene suscrito un acuerdo de libre comercio con
Chile y otro con México y Venezuela, en el marco de la Asociación Latinoamericana
de Integración (ALADI).

Gracias a estos tratados, hoy los productos colombianos ingresan a todos los países
de Suramérica (menos las Guyanas) y a México en condiciones ventajosas de
competitividad, sin pagar impuestos o pagando muy pocos, lo que permite que se
vendan más.

¿Y con los demás países qué?

Colombia hace parte de la Organización Mundial del Comercio, al igual que otros
148 países de todo el mundo. Desde mayo de 2004, Colombia, Ecuador y Perú
estamos negociando con Estados Unidos un tratado de libre comercio, TLC, en el
que Bolivia participa como país observador. Adicionalmente, todos los países
miembros de la Comunidad Andina, CAN, estamos iniciando negociaciones hacia
un TLC con la Unión Europea.

¿Por qué le conviene a Colombia firmar tratados de libre comercio?

Básicamente, para poder vender sus productos y servicios en el exterior en mejores


condiciones, sin pagar impuestos (aranceles) y sin estar sometidos a otro tipo de
barreras.

El mercado nacional no es suficiente para impulsar el crecimiento del país y por eso
debemos buscar mercados en los demás países. En la medida en que exportemos
más, la economía nacional crecerá, se crearán nuevos puestos de trabajo y
mejorarán los ingresos promedio de todos los habitantes, lo que generará a su vez
una mayor demanda para quienes abastecen el mercado nacional.

Una economía más fuerte implica también mejores servicios básicos, de salud y
educación para la población más vulnerable.

En el caso del TLC con Ecuador, Perú y los Estados Unidos, éste significa poder
ingresar y vender libremente los productos colombianos al mayor mercado del
mundo, con una población con gran poder de compra, una oportunidad que vale la
pena aprovechar.

¿Quién tuvo la iniciativa de negociar el TLC?


Fue Colombia la mayor interesada en que comenzáramos
las negociaciones para alcanzar un TLC con los Estados
Unidos, a las cuales se han unido Ecuador y Perú, lo que
nos concede una mayor capacidad negociadora.

Pero ¿acaso no tenemos ya unas preferencias


concedidas por Estados Unidos?

Sí, de manera unilateral Estados Unidos ha concedido a


Colombia, junto con Bolivia, Ecuador y Perú, como un
reconocimiento por su lucha contra el narcotráfico, una serie
de preferencias arancelarias que les permite a estos países
vender determinados productos sin pagar aranceles. Estas
preferencias se encuentran contenidas en la Ley de
Promoción Comercial Andina y de Erradicación de las Drogas (ATPDEA).

Infortunadamente, el ATPDEA vence en diciembre de 2006 y no existe ninguna


garantía de que se vaya a prorrogar.

El TLC que estamos negociando es mejor que el ATPDEA porque incluirá más
productos, además de servicios, y porque su vigencia será a término indefinido. Esto
posibilita que los empresarios hagan inversiones a largo plazo para aumentar su
capacidad productiva, con la tranquilidad de que las buenas condiciones para
exportar no se las van a quitar en unos cuantos meses o años.

¿Estamos obligados a firmar el tlc con estados unidos?

Firmar el TLC con Estados Unidos no es obligatorio. Si el gobierno colombiano lo


está negociando es porque está convencido de sus bondades para la economía del
país y el bienestar de sus habitantes, pero si el texto a que se llegue no resulta
satisfactorio para los intereses nacionales, no se firmará. El gobierno siempre ha
dicho que el TLC sólo se firmará si resulta conveniente para el país.

El TLC se negocia entre Estados soberanos e independientes, en pie de igualdad.


Se hacen concesiones mutuas, pero se busca siempre defender y sacar adelante
los intereses nacionales. A pesar del mayor peso económico de Estados Unidos
frente a Colombia, jurídicamente somos sujetos equivalentes y como tales
negociamos.

¿Y qué pasa si no firmamos el TLC?

Sería un suceso infortunado, pero tampoco una catástrofe. De cualquier forma,


debemos tener muy claro que, si no firmamos el TLC, los países que sí han
negociado sus tratados con Estados Unidos, con condiciones favorables para el
ingreso de sus productos a dicho mercado, como México, Chile, República
Dominicana y los países centroamericanos, tendrán mayores ventajas que
Colombia y nuestras exportaciones se verían seriamente afectadas.

Los compradores estadounidenses preferirán adquirir productos mexicanos,


chilenos, dominicanos o centroamericanos antes que los colombianos, porque
aquellos les resultarán más baratos.

¿Es el TLC la receta para sacar adelante el país?

Es una parte de la receta, pero no toda. El TLC solamente no es suficiente para


incentivar el crecimiento de la economía colombiana, pero sí es una herramienta
fundamental para lograrlo, la cual debe unirse a otros programas y estrategias para
mejorar nuestra infraestructura productiva, aumentar la competitividad, y controlar y
hacer más eficiente el gasto público.

El objetivo es llevar al país a tasas de crecimiento anuales superiores al 5% (hoy


por hoy estamos creciendo al 4%) que permitan disminuir sustancialmente el
desempleo, aumentar el gasto social y mejorar la calidad de vida de todos los
colombianos.

Quiénes serán los mayores beneficiarios del TLC?

El TLC genera oportunidades para todos los


colombianos, sin excepción, pues contribuye
a crear empleo y a mejorar el desempeño de
la economía nacional. Inicialmente beneficia a
los sectores exportadores porque podrán
vender sus productos y servicios, en
condiciones muy favorables, en el inmenso
mercado estadounidense. Pero no sólo a los
exportadores. También a todos los demás
productores nacionales porque al aumentar
las exportaciones se incrementa el empleo,
aumenta el ingreso promedio de las personas y la gente va a tener mayor capacidad
para consumir lo que se produce en el país.

Igualmente se beneficiará la población más vulnerable porque, además de que


gozará de las nuevas oportunidades que brinda una economía fortalecida, podrán
financiarse más programas de carácter social que hagan realidad los derechos
consagrados en la Constitución.

Entonces, ¿qué se negocia y qué no se negocia en el TLC?

En el TLC sólo se negocian temas de intercambio comercial y de estímulo y


protección de las inversiones, y otros relacionados, como la protección de la
propiedad intelectual.
No se negocian temas que no están en el ámbito del comercio, como la seguridad
nacional, la soberanía y la integridad territorial.

No se modifica el régimen de autonomía territorial de los pueblos indígenas y las


comunidades afrocolombianas establecido en la Constitución, ni ningún otro
derecho consagrado en ésta.

¿Cómo participa la sociedad civil en la negociación del TLC?

El TLC que negocia el Gobierno Nacional es fruto de los aportes y consultas con
representantes de la sociedad en su conjunto, manifestados en talleres y reuniones
o directamente en las diferentes rondas de negociación que se celebran
periódicamente en distintas ciudades de los cuatro países participantes. Como cada
quien defiende sus propios intereses, le corresponde al Gobierno escuchar y evaluar
todos los comentarios para realizar la negociación que sea más beneficiosa para el
país en general.

Después de cada ronda de negociaciones, el Gobierno rinde un informe a la


sociedad civil en el Centro de Exposiciones y Negocios Plaza de los Artesanos, de
Bogotá, y da a conocer los aspectos más relevantes en la página de Internet del
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo: www.mincomercio.gov.co

¿Con el TLC se privatizarán las empresas y servicios públicos, la salud y la


educación?

El TLC no contempla el tema de la privatización


de los servicios públicos o las empresas
públicas, que seguirá tratándose la misma forma
en que se viene haciendo hasta el momento.

La educación pública, sea básica, media o


superior, tampoco está en negociación y seguirá
siendo garantizada por el Estado colombiano.
Igualmente, la provisión de servicios de salud
seguirá regulada por las normas constitucionales
y legales que hasta ahora enmarcan dicha
actividad, sin que se vea afectada por el tratado.

¿Qué pasará con los salarios de los trabajadores? ¿es cierto que disminuirán?

El principal objetivo para Colombia al negociar el TLC es crear condiciones


favorables para nuestro comercio con Estados Unidos que generen mayores y
mejores empleos y, por consiguiente, mayor crecimiento económico y bienestar
para la población en general.
Así como las preferencias comerciales del ATPDEA han generado mayores
empleos formales, el TLC, que incluye más bienes y servicios y no está limitado en
el tiempo, nos ayudará a crear más puestos de trabajo, con salarios justos y todas
las prestaciones de ley.

En el TLC los países se obligarán a hacer cumplir su legislación laboral y a no


desmejorar las condiciones de los trabajadores para ganar competitividad. La
experiencia internacional ha demostrado que los países que se han integrado al
comercio internacional han logrado aumentar los salarios de los habitantes.

Del TLC se beneficiarán sólo las grandes empresas o también las pequeñas y
medianas?

El TLC es una oportunidad de crecimiento


y negocios para las micro, pequeñas y
medianas empresas (MIPYMES), que
podrán ingresar sus bienes y servicios al
mercado más grande del mundo o hacer
parte de las cadenas productivas dentro
del país, como proveedoras de las
empresas exportadoras.

Se está trabajando para estimular la


asociación entre pequeñas empresas
colombianas e inversionistas, así como
para dar recursos y capacitación a las
MIPYMES que las hagan más
competitivas. La experiencia de otros países muestra que un TLC trae enormes
beneficios para éstas.

¿Es cierto que EL TLC golpeará duramente a la agricultura nacional y


comprometerá la seguridad alimentaría de la población más vulnerable?

Con el TLC, Colombia busca aumentar las ventas de sus productos agrícolas en
Estados Unidos, el mayor mercado del mundo, lo que debe implicar un aumento
general de la producción.

En caso de que algunos productos nacionales importantes tengan desventajas para


competir con los de Estados Unidos, porque allá son más baratos o de mejor
calidad, ya sea porque son más eficientes o porque reciben ayudas internas del
Estado, se establecerán mecanismos (como cuotas o salvaguardias) para limitar el
ingreso exagerado de dichos productos al país en detrimento de los agricultores
nacionales.

De cualquier manera, la seguridad alimentaría, es decir, el acceso a una


alimentación adecuada y suficiente, no estará comprometida, porque habrá buena
disponibilidad de alimentos baratos (nacionales o importados) y mayor capacidad
de compra, gracias a la creación de empleos y el mejor desempeño de la economía.

¿Negociar un TLC con estados unidos pone en peligro nuestra soberanía e


identidad cultural?

El TLC lo negocian Estados soberanos y es, de por sí, un ejercicio de soberanía.


En

él se regulan aspectos del comercio


entre los países pero no se entregan
concesiones que pongan en peligro la
soberanía ni mucho menos la
identidad cultural del país ni la de sus
grupos indígenas, afrocolombianos,
raizales y gitanos.

¿Los productos estadounidenses


entrarán al mercado colombiano sin
pagar impuestos desde el día siguiente
a la firma del TLC?

No. Se están pactando distintos plazos de desgravación. Algunos productos


estadounidenses, sobre todo aquellos que no se producen eficientemente en
Colombia, podrán entrar sin impuestos desde el primer día, pero los demás no
entrarán sin impuestos sino hasta dentro de 5, 10 o incluso más años.
Particularmente, se está negociando que los productos más sensibles a la
competencia, como el maíz, el arroz, el fríjol y los trozos de pollo, tengan los
máximos plazos de desgravación.

Si no se logran acuerdos satisfactorios en el tema agrario, ¿Colombia firmará


el TLC?

Debe quedar muy claro que el gobierno colombiano sólo suscribirá el TLC si está
convencido de que sus normas favorecerán la economía colombiana en su conjunto,
incluyendo, por supuesto, el sector agrario.

Todos los esfuerzos desplegados se enfocan en lograr un TLC donde se permita a


los productos colombianos entrar sin barreras arancelarias ni de cualquier otro tipo
al inmenso mercado estadounidense, y en el que se proteja también a los productos
más sensibles a la competencia de este país, para darles el tiempo necesario para
ajustarse, sin generar un perjuicio a la actividad agrícola o pecuaria.

Si lo anterior se logra, se firmará el TLC. De lo contrario, no. Por supuesto, el


escenario ideal es que se alcance un acuerdo favorable, porque, si esto no pasa,
los productos colombianos no tendrán acceso preferencial a los Estados Unidos, en
tanto otros, como los mexicanos, chilenos, dominicanos y centroamericanos, sí.

¿Qué pasa después de que los tratados son negociados?

Una vez los tratados son negociados y firmados por los gobiernos, los textos son
sometidos a consideración de los Congresos de los respectivos países para su
aprobación. Una vez aprobados son ratificados y en ese momento se vuelven
obligatorios para las partes.

En el caso de Colombia la Constitución Política exige un requisito adicional,


consistente en la revisión previa de la Corte Constitucional.

¿Por cuánto tiempo permanecen vigentes los tratados de libre comercio?

En general, los tratados de libre comercio no están sometidos a término. Es decir,


permanecen vigentes hasta que una de las partes proponga a la otra su
renegociación o terminación. Esto se realiza mediante un procedimiento regulado
por el mismo tratado y por el Derecho Internacional, que se conoce como “denuncia”
del tratado.

¿Cuáles son los objetivos de colombia en las negociaciones?

Los principales objetivos de las negociaciones son:

Mejorar el bienestar de la población a través de mejores empleos y un mayor


crecimiento económico basado en el aumento del comercio y la inversión nacional
e internacional.
Ampliar las ventas de nuestros productos y servicios en el exterior, tanto a nivel de
número y cantidad como de países destino. En particular, esperamos poder ampliar
las ventas de productos agrícolas en el exterior.

Lograr que los acuerdos sean favorables para la prestación de servicios y propiciar
la exportación de los mismos.

Brindar a los inversionistas un ambiente de negocios más estable y seguro.


Conseguir que los exportadores colombianos puedan participar en igualdad de
condiciones en las compras que realiza el sector público en los demás países.
Buscar reglas precisas en materia de ayudas que los países le dan directamente a
sus productores, para que haya igualdad de condiciones y no crear distorsiones en
el comercio. Igualmente, tener medidas claras sobre las prácticas restrictivas al
comercio que aplican algunos países y propiciar normas para enfrentar las prácticas
anticompetitivas.

Buscar que la propiedad intelectual tenga niveles razonables de protección (con el


fin de incentivar la producción de bienes, servicios y creaciones artísticas y literarias
en Colombia), pero sin comprometer la salud de la población ni la posibilidad de
contar con medicamentos y otros productos a precios accesibles para el público.
Igualmente, se negocian limitaciones y excepciones a los derechos de propiedad
intelectual
Generar condiciones que logren mayores transferencias de nuevas tecnologías de
otros países.
Diseñar un sistema efectivo para la solución de las controversias que surjan con
ocasión del tratado.

¿Cuáles son las etapas necesarias para


que un tratado de libre comercio sea
aprobado y se convierta en ley de la
República?

La Constitución Política contiene una serie


de disposiciones respecto de las etapas
necesarias para que un TLC se convierta en
Ley. La Rama Ejecutiva, en cabeza del señor
Presidente de la República, negocia y
celebra el acuerdo. Una vez el TLC se ha
firmado, pasa al Congreso de la República,
quien debe producir una Ley que apruebe o rechace lo acordado a través de una
ley aprobatoria de tratado. Finalmente, la Rama Judicial, a través de la Corte
Constitucional, verifica que la citada Ley esté conforme con lo establecido en la
Constitución. Finalizado este trámite el TLC se convierte en Ley de la República y
entra en vigor.

¿Quiénes participan en las negociaciones?

En las negociaciones únicamente participan funcionarios pertenecientes a los


gobiernos de los países involucrados. Pero las posiciones negociadoras son
concertadas, en cada país, por el gobierno y la sociedad civil.

¿Quién vigila la transparencia de las negociaciones?

La transparencia de las negociaciones es vigilada por la Procuraduría General de la


Nación. Igualmente, los ciudadanos tienen la posibilidad de participar en esta
vigilancia a través de los mecanismos que para ese efecto, están consagrados en
la Constitución y la Ley.

La prensa, la opinión pública, los órganos representativos de los ciudadanos


también estarán presentes en el continuo auscultamiento de la marcha del proceso
de negociaciones.

¿Qué es el “cuarto de al lado”?


Es el sitio donde se concentran físicamente representantes del sector privado y
organizaciones sociales que asisten a las negociaciones. Este arreglo tiene el
objetivo de crear un espacio paralelo donde los negociadores pueden consultar y
discutir rápidamente aspectos puntuales y nuevos desarrollos del día a día de las
negociaciones. Igualmente, permite un espacio de interacción entre el sector
privado colombiano y sus contrapartes de los otros países.

¿Los tratados de libre comercio van a encarecer los servicios de salud?

En servicios de salud, Colombia tiene unos precios muy competitivos frente a


muchos de sus socios comerciales, especialmente frente a los países desarrollados.
Igualmente, al haber mayores condiciones de competencia en la prestación de estos
servicios, suele mejorar la calidad en los mismos. Por lo anterior, los TLCs deben
conllevar, en general, a un abaratamiento en términos reales de las tarifas actuales
junto con un mejoramiento de las condiciones en que se prestan dichos servicios.

¿Se van a encarecer los precios de los medicamentos?

Como resultado de las negociaciones del ALCA y del TLC, los colombianos no
deben esperar un encarecimiento de los precios de los medicamentos. Por el
contrario, y como debe ocurrir con muchos otros productos, al haber mayor oferta y
mejores condiciones de competencia, los precios de los medicamentos en general
deben tender al abaratamiento, favoreciendo el acceso de todos a las medicinas
que requerimos. No obstante lo anterior, no puede negarse que, si la negociación
conllevare un incremento desmedido del proteccionismo a las patentes de los
medicamentos, existe la posibilidad de que algunos de ellos, para tratamientos
específicos, puedan encarecerse. En este sentido, el gobierno trabajará duramente
en la negociación para lograr que el efecto de las negociaciones sobre los precios
de los medicamentos sea benéfico para todos los colombianos.

¿Se va a encarecer la educación?

Al lograr negociar TLCs, se consolida nuestra integración con países que tienen

niveles de tecnologías de la información y


servicios educativos mayores a los
nuestros. Por lo anterior, y como ya ha
ocurrido en Colombia con otros servicios,
es previsible que la educación también se
abarate en términos reales en el futuro.

¿Qué impacto tendrán los tratados de


libre comercio en el precio de los
productos de la canasta familiar?
En general, los tratados de libre comercio tienden a abaratar el precio de todos los
productos, incluyendo los de la canasta familiar.

Como resultado de los TLCs, la inflación tiende a convergir hacia niveles


internacionales, los cuales son generalmente inferiores a los que se presentan en
el país. Así, al haber más competencia y mayor volumen de producción, deben bajar
los precios de los productos, abaratándose la canasta familiar.

¿Cómo se benefician los consumidores y la gente en general?

Los consumidores son los más directamente beneficiados de los acuerdos de libre
comercio. El beneficio se da de dos formas: en primer lugar, disponen de una mayor
variedad de productos y servicios para la satisfacción de sus necesidades y, en
segundo lugar, los consiguen con mejores precios. Esto hace que en términos
efectivos tengan mayor capacidad de compra y por tanto de ahorro y beneficios
futuros.

¿Los tratados de libre comercio llevarán a Colombia a una nueva tanda de


privatizaciones de empresas públicas?

Los TLCs son independientes de las privatizaciones de las empresas públicas, tema
que no hace parte de la agenda de negociación.

Fuente: https://www.colombia.com/actualidad/tlc/quees.asp

Algunos de los acuerdos vigentes a los que pertenece Colombia

12 febrero, 2018 adminwebActualidad


Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos Mexicanos y la República
de Colombia

El Acuerdo entró en vigor a través de los siguientes instrumentos de cada Parte:


Colombia: Ley 172 del 20 de diciembre de 1994 y Decretos 2900 y 2901 del 31 de
diciembre de 1994.
México: Decreto de la Secretaría de Relaciones Exteriores del 31 de diciembre de
1994
Venezuela: Ley Aprobatoria del 29 de diciembre de 1994 – Gaceta Oficial N° 4.833
Extraordinaria.
El TLC-G3 incluyó una importante apertura de mercados para los bienes y servicios
y estableció reglas claras y transparentes en materia de comercio e inversión,
contemplando un programa de desgravación para la mayoría del universo
arancelario en un período de 10 años, quedando excluida la mayor parte del sector
agropecuario. Actualmente, el 97% del universo arancelario se encuentra con 0%
de arancel.
Venezuela presentó formalmente la denuncia al Acuerdo en mayo de 2006, la cual
surtiría efecto a los 180 días de la notificación a las Partes y a la Secretaría General.
En agosto de 2009 y luego de dos años de negociaciones, Colombia y México
finalizaron los trabajos de adecuación del TLC y suscribieron cinco decisiones
contenidas en un protocolo modificatorio referidas al acceso a mercados, las
adecuaciones a las reglas de origen, el Comité Regional de Insumos, las facultades
adicionales a la Comisión Administradora y el cambio de nombre del Tratado. Esta
profundización del Acuerdo está vigente desde el 2 de agosto de 2011.

Tratado de Libre Comercio entre la República de Colombia y las Repúblicas de el


Salvador, Guatemala y Honduras
Colombia y los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador,
Guatemala y Honduras) iniciaron negociaciones para la firma de un tratado de libre
comercio que les permita a los cuatro países mejorar las condiciones de acceso a
sus respectivos mercados, aprovechar las complementariedades de sus
economías, así como promover las inversiones mutuas, con miras a lograr mayores
niveles de desarrollo que beneficien a la población.
Las relaciones comerciales de Colombia con Guatemala, El Salvador y Honduras
han estado enmarcadas en Acuerdos de Alcance Parcial suscritos en 1984 en el
marco de la ALADI. Dichos Acuerdos cubren un grupo reducido de productos
mediante preferencias arancelarias fijas.
Con el fin de fortalecer la integración económica regional como instrumento esencial
para el avance del desarrollo socioeconómico de los países latinoamericanos,
Colombia, Guatemala, El Salvador y Honduras, iniciaron en junio de 2006
negociaciones para un Tratado de Libre Comercio.
Las negociaciones del TLC-TN se realizaron entre mayo de 2006 y marzo de 2007
e incluyeron asuntos como: Trato Nacional y Acceso de Mercancías al Mercado,
Inversión, Servicios, Comercio Transfronterizo de Servicios, Comercio Electrónico,
Cooperación, Solución de Diferencias, Contratación Pública, Facilitación del
Comercio, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Normas Técnicas, Normas de Origen
y Medidas de Defensa Comercial.
El Acuerdo fue firmado el 9 de agosto de 2007 en Medellín Colombia, radicado en
el Congreso colombiano en febrero 20 de 2008 quien lo ratifico el 3 de junio. Obtuvo
sanción presidencial el 30 de julio de 2008 con Ley 1241. Fue declarado exequible
por la Corte Constitucional, el 8 de julio con Sentencia C-446 de 2009 , que se
notificó el 23 de septiembre de 2009.

Comunidad Andina
El Acuerdo de Cartagena, que dio nacimiento al Grupo Andino, comenzó a
delinearse desde 1966 con la Declaración de Bogotá. Fue suscrito el 26 de mayo
de 1969 y entró en vigencia el 16 de octubre de 1969 cuando el Comité permanente
de la ALALC obtuvo la ratificación oficial del Gobierno de Perú, después de la de los
Gobiernos de Colombia y Chile. En noviembre de 1969, Ecuador y Bolivia lo
ratificaron y en 1973 Venezuela adhirió. Chile se retiró en 1976.
El Acuerdo ha sido objeto de varias modificaciones de gran importancia para el
proceso de integración andina, destacándose entre otras, la realizada mediante el
Protocolo de Trujillo, suscrito por los Presidentes andinos con ocasión del VIII
Consejo Presidencial celebrado en la ciudad de Trujillo, Perú, en marzo de 1996,
Protocolo con el cual se creó la Comunidad Andina. (Es un error la denominación
“Comunidad Andina de Naciones” pues esta no existe como tal)
El 22 de abril de 2006, Venezuela formalizó su decisión de denunciar el Acuerdo de
Cartagena y el 9 de agosto del mismo año suscribió con los Países Miembros de la
Comunidad Andina un Memorando de Entendimiento por medio del cual se acordó
el procedimiento para definir el régimen transitorio que permitiría la salida de
Venezuela de la Comunidad Andina, de acuerdo con el artículo 135 del Acuerdo de
Cartagena. Consulte la Decisión 641. El vínculo de Venezuela con la CAN concluyó
el 21 de abril de 2011.
La Comunidad Andina es hoy una organización subregional con personería jurídica
internacional integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
El 20 de septiembre de 2006, mediante la Decisión 645 del Consejo de Ministros de
Relaciones Exteriores y de la Comisión, se le otorgó a Chile la condición de País
Miembro Asociado de la Comunidad Andina. Igualmente, los Estados Parte del
MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) ostentan la calidad de
Miembros Asociados desde el 7 de julio de 2005 brindada con la Decisión 613.
Mercosur:
El Acuerdo comercial con el Mercosur representa para Colombia una oportunidad
para acceder a un mercado potencial cercano a 250 millones de personas con un
Producto Interno Bruto superior a los US$2.400 millones, lo cual le permite una
demanda por productos importados cercana a los US$ 340 mil millones. La
producción nacional ha obtenido acceso preferencial a uno de los mercados más
grandes y protegidos del continente, obteniendo insumos, materias primas y bienes
de capital más baratos, permitiendo disminuir costos de producción y mejorar la
competitividad.
Este Acuerdo tiene como objetivo, la conformación de un área de libre comercio de
bienes, tanto agrícolas como industriales, la cual se establece a través de un
Programa de Liberación Comercial aplicable a los productos originarios de los
territorios de las Partes Signatarias. Dicho Programa consiste en desgravaciones
progresivas y automáticas, aplicables sobre los aranceles vigentes para la
importación de terceros países en cada parte signataria.
Además, el Acuerdo busca el establecimiento de un marco jurídico e institucional de
cooperación e integración económica y física que contribuya a la creación de un
espacio económico ampliado que tienda a facilitar la libre circulación de bienes y
servicios y la plena utilización de los factores productivos, en condiciones de
competencia entre las Partes Contratantes.
El Acuerdo se enmarca en los principios de Trato Nacional, Asimetría y Nación Más
Favorecida. Adicionalmente, preserva las preferencias arancelarias y otras
condiciones de acceso establecidas en los Acuerdos Regionales de la Preferencia
Arancelaria Regional –PAR- y la Nómina de Acceso a Mercados –NAM-.
El Acuerdo incluye capítulos sobre normas de origen, salvaguardias, solución de
controversias, obstáculos técnicos al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias
y, medidas especiales agrícolas.

Acuerdo de Promoción Comercial entre la República de Colombia y Estados Unidos


de América
El Acuerdo de Promoción Comercial entre la República de Colombia y los Estados
Unidos de América, sus cartas adjuntas y sus entendimientos fueron suscritos en
Washington, el 22 de noviembre de 2006.
El proceso de incorporación a la legislación interna colombiana se surtió mediante
la aprobación de la Ley 1143 2007 por el Congreso colombiano, y se complementó
mediante Sentencia C-750/08 de la Corte Constitucional mediante la cual el Acuerdo
y la citada ley se encontraron acordes al ordenamiento constitucional del país. Con
igual suerte corrió el “Protocolo Modificatorio” del Acuerdo, firmado en Washington
el 28 de junio de 2007, y aprobado mediante Ley 1166 de 2007, cuya exequibilidad
fue declarada en Sentencia C-751/08.
El 12 de octubre de 2011 el Congreso de los Estados Unidos aprobó el Acuerdo,
hecho que fue seguido por la sanción de la ley aprobatoria por parte del presidente
Obama el 21 de octubre de 2011. Así se dio inicio a la etapa de implementación
normativa del Acuerdo en Colombia, el cual tuvo por objeto verificar que se lleven a
cabo los ajustes tendientes a garantizar que el Acuerdo es compatible con nuestro
ordenamiento jurídico.
Agotada esta etapa, se hace el canje de notas entre los dos gobiernos, lo que se
realizó en la pasada VI Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, en el que
se estableció la fecha de entrada en vigencia del TLC.
El proceso culmina con la publicación del Decreto 993 del 15 de mayo de 2012,
mediante el cual se promulga el “Acuerdo de promoción comercial entre la
República de Colombia y los Estados Unidos de América”, sus “Cartas Adjuntas” y
sus “Entendimientos”, la Proclama es un requisito necesario para la entrada en vigor
del Tratado.

Acuerdo Comercial entre la Unión Europea, Colombia y Perú


El Acuerdo Comercial entre Colombia y el Perú, por una parte, y la Unión Europea
y sus Estados Miembros, por otra, fue firmado en la ciudad de Bruselas, Bélgica, el
26 de junio de 2012.
Por parte de la Unión Europea, el Parlamento Europeo aprobó el Acuerdo el 11 de
diciembre de 2012, y posteriormente notificó la culminación de sus trámites internos
para la aplicación provisional del Acuerdo el 27 de febrero de 2013.
Por el lado de Colombia, el trámite interno para su aprobación en el Congreso de la
República inició en el mes de noviembre de 2012, hasta el 5 de junio de 2013,
finalizando con la sanción del Presidente Juan Manuel Santos, mediante la Ley 1669
del 16 de julio de 2013. Sin embargo, el Acuerdo continúa su trámite ante la Corte
Constitucional.
El Presidente de la República mediante el Decreto 1513 del 18 de julio de 2013 dio
aplicación provisional al Acuerdo Comercial y se notificó a la Unión Europea el
cumplimiento de los procedimientos internos requeridos para tal efecto.
Adicionalmente, mediante el mismo Decreto se tomó la determinación de dar
aplicación provisional al Acuerdo a partir del 1° de agosto de 2013.
El 31 de julio de 2013 mediante el Decreto 1636 se implementan los compromisos
de acceso a los mercados adquiridos por Colombia en virtud del Acuerdo Comercial.
El 5 de noviembre de 2014 el Gobierno Nacional expidió el Decreto 2247 a través
del cual se señala que nuestro país continuará aplicando sin solución de
continuidad, en los términos señalados en el Decreto 1513 de 2013, el Acuerdo
Comercial suscrito con la Unión Europea y sus Estados miembros, luego de haberse
cumplido con todos los requisitos internos previstos en nuestra ley para la
aprobación del mismo.
Fuent: http://corpocres.edu.co/informate/2018/02/12/los-acuerdos-vigentes-los-
pertenece-colombia/

Los Acuerdos de Comercio Preferencial


los Informe de la OMC sobre comercio mundial del 2011 se centra en los Acuerdos
de Comercio Preferencial (ACP), y formula algunas consideraciones sobre la forma
como han evolucionado y sus relaciones con el sistema multilateral. Los ACP han
crecido exponencialmente y hoy ascienden a más de 300.

En promedio, cada uno de los 153 miembros de la OMC pertenece a 13 ACP. A


pesar de ello, el 84% del comercio mundial de mercancías sigue teniendo lugar en
el régimen de Nación Más Favorecida (NMF).
Hoy se distingue entre acuerdos comerciales superficiales y profundos.
Los primeros están compuestos por los TLC que buscan la creación de zonas
de libre comercio. No obstante, a medida que estos últimos tratados evolucionan
con el tiempo, la reducción de los aranceles ha dejado de ser su principal foco de
atención.
Los acuerdos abarcan ya un mayor número de cuestiones –más allá de los
aranceles– y entrañan arreglos institucionales más estructurados. Las teorías
tradicionales sobre los ACP no logran explicar esas nuevas circunstancias, en
términos de las causas y las consecuencias de los acuerdos ‘rofundos’.
En particular, las teorías tradicionales no se pronuncian sobre la relación entre el
crecimiento de las redes internacionales de producción y la formación de acuerdos
normativos más profundos entre los países.
La fragmentación internacional de la producción ha crecido significativamente desde
los 60. Los datos sugieren que en los últimos 20 años la externalización de los
bienes intermedios y los servicios ha crecido a un ritmo más rápido que el comercio
en productos finales.
Hasta el presente, no se ha podido establecer si esta proliferación de acuerdos
incrementa el costo del comercio o si establece incompatibilidades normativas que
se opongan a una integración profunda y a la promoción de las oportunidades
comerciales.
Si se tratara sólo de reducción de los costos mediante un proceso de racionalización
habría menos preocupación de la que existía cuando las contradicciones de las
políticas fueran consecuencia de la diversidad normativa.
Aunque la proliferación de acuerdos comerciales ha sido materia de preocupación
en la OMC, no se han hecho esfuerzos serios para hacerle frente a este desafío, ya
que a los Países Miembros no les interesa regirse por la agenda multilateral, porque
en muchos casos la consideran incompleta y en otros pueden lograr resultados más
positivos si manejan algunos temas de manera bilateral o regional, donde pueden
hacer valer sus puntos de vista de manera más fácil.
Esta situación ha comenzado a cambiar, pues hasta el momento el único resultado
concreto de las negociaciones de la Ronda de Doha es el establecimiento de un
mecanismo transparente para examinar los ACP, el cual debería comprender
aspectos comerciales y de producción.
Se busca lograr un mayor entendimiento con relación a la naturaleza y este tipo de
arreglos. Todo esto podría conducir a un acuerdo sobre buenas prácticas o aun
sobre nuevas reglas.
Una aspiración más ambiciosa, según lo comenta el Informe, podría ser considerar
la posibilidad de ‘multilateralizar’ el regionalismo, a través de un proceso gradual de
fusión o sobre la disminución de las contradicciones existentes entre los mismos.
Fuente: https://www.portafolio.co/opinion/manuel-jose-cardenas/acuerdos-
comercio-preferencial-91640

Un acuerdo preferencial consiste en un pacto de reducción mutua


de aranceles entre dos o más países. Es decir, un país reduce uno o varios
aranceles a otro país, que a su vez le reduce también uno o varios aranceles.
Los acuerdos preferenciales no tienen por qué afectar a todos los productos. El
objetivo de este tipo de acuerdos es fomentar el comercio bilateral entre quienes
suscriben el tratado.

No tienen la consideración de acuerdos regionales de integración porque no


suponen la eliminación de todas las barreras comerciales y porque tampoco
conllevan la adopción de una política comercial única. El problema de estos
acuerdos consiste en que se oponen frontalmente al principio de nación más
favorecida del GATT/OMC, dado que se materializan en privilegios no extensibles
a terceros países.
La excepción se encuentra en las preferencias concedidas a los países en
desarrollo, ya que quedarían acogidos a la cláusula de habilitación.

El Sistema de Preferencias Generalizadas

El Sistema de Preferencias Generalizadas se recoge en 1968 en la Resolución 21


II), aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
(UNCTAD), donde se proclama: “los objetivos del sistema generalizado de
preferencias sin reciprocidad ni discriminación a favor de los países en desarrollo,
con inclusión de medidas especiales en beneficio de los menos adelantados de
entre ellos, debería ser: aumentar los ingresos de exportación de estos países;
promover su industrialización; y acelerar su ritmo de crecimiento económico”.
De este modo, ciertos países en vías de desarrollo se verán favorecidos por
menores tipos arancelarios que incluso pueden llegar a ser nulos.

Acuerdos preferenciales en la Unión Europea

La Unión Europea fue uno de los pioneros a la hora de establecer estos acuerdos
preferenciales en el año 1971. Se han incorporado hasta 178 países al Sistema de
Preferencias Generalizadas de la Unión Europea. En este sentido, la Unión Europea
se encarga de elaborar programas con una periodicidad de 10 años que afectarán
a aquellos productos que se encuentren sujestos al pago de aranceles.

El Sistema de Preferencias Generalizadas de la Unión Europea se caracteriza por


los siguientes aspectos:

1. Se incluyen nuevos productos que no estaban cubiertos anteriormente y se


amplia el número de productos que entran con arancel 0 en el mercado
europeo (conocidos como “productos no sensibles”), y se mejoran los
márgenes preferenciales.
2. Especial atención a los países menos desarrollados: El tratamiento se
diferencia en función el nivel de renta de los países beneficiados, siendo más
ventajoso para los más pobres.
3. Se ha simplificado el sistema, actualmente sólo operan tres regímenes: el
general, el especial para los estados menos desarrollados y el régimen
especial para fomentar el desarrollo y la gobernanza.
4. Aumento de la transparencia y mejora de las normas de origen: Incide
sobre la graduación de los productos más competitivos y establece un
criterio único y simple para la graduación, lo que simplifica el
tratamiento del Sistema de PreferenciasG eneralizadas. Se actúa sobre
las normas de orígen en tres frentes: formal, de fondo y procedimental,
flexibilizando su tratamiento y logrando una mayor cooperación
regional entre los países beneficiarios

Fuente: https://economipedia.com/definiciones/acuerdos-preferencial.html

Acuerdo Preferencial
dipublico 23/02/2018 903 Vistas
Un acuerdo preferencial es un trato de favor que los países desarrollados
conceden a los menos desarrollados en el comercio de bienes mediante la
eliminación o reducción de los derechos arancelarios y otros obstáculos al comercio
(medidas no arancelarias) para la totalidad o parte de los productos importados de
tales países. Es una concesión unilateral, en una sola vía, que no exige condiciones
de reciprocidad a sus beneficiarios. En este sentido, constituye una excepción a la
Cláusula de la nación más favorecida (NMF) ya que los beneficios no se extienden
a las demás partes contratantes. Las principales características de tales acuerdos,
pueden resumirse en las siguientes:

 Es una concesión unilateral y voluntaria de los países desarrollados a los


menos desarrollados sin recibir ninguna contribución a cambio.
 El trato arancelario preferencial, así como la remoción de otros obstáculos al
comercio, se conceden para productos originarios de los países
beneficiarios.
 El trato preferencial que reciban los países en desarrollo tiene por objeto
facilitar y fomentar el comercio y desarrollo por lo que no debe originar
dificultades indebidas al comercio de otras partes contratantes.
 Las concesiones tendrán carácter temporal y sus condiciones y vigencia
podrán ser modificadas cuando cambien las circunstancias que las
motivaron.
 La instauración de este régimen comercial no deberá constituir un
impedimento para la reducción o eliminación de los aranceles y otras
restricciones del comercio con arreglo al principio de la nación más
favorecida.
 Las partes contratantes que concedan –o modifiquen– tales beneficios
deberán notificarlo a la OMC y le proporcionará toda la información que ésta
requiera. Igualmente, la parte concesionaria se someterá a las consultas que
le plantee otro Estado miembro sobre cualquier asunto relacionado con dicha
concesión y tratará de solucionar los problemas que se presenten.

Dentro del grupo genérico de los tratados preferenciales pueden distinguirse dos
categorías de acuerdos cuyo denominador común es la concesión de ventajas
comerciales por parte de los países desarrollados a los menos desarrollados. Las
dos categorías las conforman el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) y
los regímenes preferenciales especiales. Dado que el SGP es objeto de
tratamiento específico en otra entrada, aquí se examina la segunda de las
categorías.

El régimen de preferencias especiales –cuyos orígenes se remontan a los años


setenta del siglo anterior–, a diferencia del SGP del que pueden beneficiarse todos
los países menos desarrollados, se concede a un número limitado y concreto de
países que, por lo general, han tenido o continúan manteniendo algún lazo de
dependencia con el concesionario. Suele ser el caso de antiguas colonias, aunque
no necesariamente (por ejemplo, España tuvo acuerdo comercial preferencial con
la CE entre 1970 y 1985). Las concesiones en este tipo de regímenes suelen ser
más favorables y extensas (en cuanto al conjunto de productos beneficiarios) que
las del SPG; en algunos casos se extienden a productos considerados sensibles
que están excluidos del anterior, como ocurre, por ejemplo, con el azúcar y los
plátanos.

Los dos grandes concesionarios son la Unión Europea (UE) y, a mucha mayor
distancia, Estados Unidos. Los casos más importantes, desde el punto de vista de
los beneficiarios de preferencias especiales, son: los países de África, Caribe y
Pacífico (países ACP); los balcánicos y los de la Cuenca del Caribe. Los dos
primeros respecto de la UE y el tercero de Estados Unidos.

Las relaciones económicas de la CE con los países ACP pasaron a regularse a


través de convenios que se han ido renovando de forma periódica. El primero de
tales convenios, con una vigencia de 5 años (1965-69), fue firmado en 1963 en
Yaundé (Camerún) con 18 de dichos territorios que se habían constituido en
Estados Africanos y Malgache Asociados (EAMA), la mayoría de ellos francófonos.
El segundo convenio (entre la Comunidad y 19 Estados), para el siguiente periodo
de 5 años (1970-75), también fue firmado en Yaundé, en 1969. Con la adhesión del
Reino Unido a las Comunidades Europeas en 1973 el número de países ACP se
incrementó en otros 21 procedentes de la Commonwealth. Las tres zonas
geográficas de África, Caribe y Pacífico (ACP) llegaron al acuerdo de negociar como
grupo único, reconociendo así su identidad y su voluntad de lograr resultados más
positivos en el marco de las negociaciones con la CE. Ya con los países de la
Commonwealth incorporados, se firmó en Lomé (Togo) el 28 de febrero de 1975 el
tercer convenio entre la entonces CEE y 46 países ACP con vigencia para el
periodo 1976-80. A éste, conocido como Lomé I, le siguieron los de Lomé II y III –
los dos por el mismo periodo– y Lomé IV, firmado el 15 de diciembre de 1989 con
70 países ACP y con una duración de 10 años a contar desde el 1 de marzo de
1990. El último de los acuerdos entre la CE y los Estados ACP fue el firmado en la
ciudad de Cotonú (Benin) el 23 de junio de 2000 por un periodo de 20 años,
sustituyendo al de Lomé IV que había expirado el 29 de febrero de 2000.

El segundo de los casos se refiere a las relaciones comerciales de la CE con los


países balcánicos occidentales: Albania, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Macedonia,
Serbia y Montenegro. Con tales países, la CE ha puesto en marcha un programa de
medidas comerciales autónomas con el fin de contribuir a su estabilización política
y económica. En virtud de dicho programa –que tiene carácter provisional en tanto
se negocien futuros Acuerdos de Estabilización y de Asociación– la CE, de manera
unilateral, permite el acceso al mercado comunitario –prácticamente libre de
gravámenes– de los productos industriales procedentes de dichos países –con la
excepción de algunos textiles– y con un trato muy favorable para los agrarios y
pesqueros.

El tercero de los supuestos es la denominada Iniciativa de la Cuenca del Caribe


(ICC) concedida por los Estados Unidos, que también se ha extendido a los países
del África subsahariana a partir del año 2000. Dicha Iniciativa partió de la
Administración Reagan que, tras su aprobación por el Congreso de Estados Unidos,
entró en vigor el 1 de enero de 1984 como Ley de Recuperación Económica de la
Cuenca del Caribe (Caribbean Basin Economic Recovery Act). Esta Iniciativa ha
sido modificada y ampliada posteriormente en varias ocasiones, la última de ellas
en el año 2000 en el marco de la Ley de Comercio y Desarrollo de 2000 (Trade and
Development Act of 2000). Dicha Ley abarca, a su vez, la Ley de Asociación
Comercial entre EE.UU.-Cuenca del Caribe y la Ley de Crecimiento y Oportunidad
para África. Con ellas se otorga un acceso preferencial al mercado de Estados
Unidos para la mayoría de los productos provenientes de la Cuenca del Caribe
(entre los cuales están también los centroamericanos) y del África subsahariana,
con la excepción de los textiles y calzado y otros productos del cuero, el atún
enlatado, petróleo y sus derivados, etc. Todos estos productos están sometidos en
Estados Unidos al régimen de cuotas, aunque éstas son más generosas para los
países ICC que las que se otorgan a los que no pertenecen a dicha área. La ICC
estará en vigor hasta el 30 de septiembre de 2008 y antes de esa fecha respecto de
los países que pasen a formar parte del Área de Libre Comercio de las Américas
(ALCA), área de libre cambio promovida por Estados Unidos.
La modalidad de régimen de preferencias especiales, de la que se ha dado cuenta
en los tres casos precedentes, ha originado frecuentes conflictos (principalmente
entre Estados Unidos y la UE). A diferencia del SPG, los acuerdos preferenciales
no pueden acogerse a la cláusula de habilitación que excepciona su
incompatibilidad con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros (GATT).
Además, debido a la homogeneidad de los productos sobre los que recaen los
beneficios concedidos, la aplicación de las reglas de origen son de difícil aplicación
y control, produciéndose numerosos abusos por parte de las multinacionales del
sector. De esta forma, la tendencia es sustituir progresivamente estos regímenes
preferenciales especiales por acuerdos de libre cambio que puedan prevalerse de
las excepciones a la cláusula de nación más favorecida.

Fuente: https://www.dipublico.org/glossary/acuerdo-preferencial/

También podría gustarte