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盆栽 bonsái es el arte de cultivar plantas de tamaño reducido, que se obtiene mediante

técnicas como el trasplante, podas, alambrado, pinzado, etc. El origen de de esta


práctica se remonta a China en fecha no clara.

Historia:
En la cultura oriental, el cultivo del bonsái es símbolo de iluminación y paz. Los
ejemplares primitivos imitaban escenas de la naturaleza, y se llamaban penjin. Se
supone que este arte fue llevado desde China a Japón, por los monjes budistas en el
siglo X.

El poeta chino Gueng-Ming fue el primero en referenciarlos en sus textos en el siglo IV


dC. En Japón, se cree que comenzó a practicarse como arte en el período Kamakura
(siglos XII a XIV). Durante el período Edo , se separaron en dos categorías: bonsái y
bonkey. En el siglo XIX se establecieron los primeros principios estéticos, equilibrio,
asimetría, etc. Los principales maestros creadores de las clasificaciones por forma
utilizadas actualmente, fueron: Saburo Kato, Koide, y Kobayashi. Ellos se basaban en
los modelos naturales, tomando en cuenta los
factores externos que influyen en el
crecimiento, ya que no todos crecían rectos,
sino que el clima y el tiempo, modifican la
posición de tronco y ramas. Los modelos que
crearon, son los actuales estilos que sirven de
guía a los creadores de ejemplares. El bonsái es
una obra en permanente evolución, que
representa el drama de la vida.

Es una creencia generalizada, que los bonsái


son árboles delicados y de difícil cuidado, pero
en realidad requieren de los mismos cuidados,
con la salvedad que una planta en una maceta,
debe cambiarse periódicamente a medida que
crece, mientras que en el bonsái, se regula su
crecimiento a partir de la poda de raíces y copa,
replantándose en el mismo recipiente.

Cuidados:
Es preferible cultivarlos en exterior todo el año, las especies tropicales deben protegerse
de las bajas temperaturas en invernaderos. Cuando se cultivan en el interior, deben
mantenerse alejados de las fuentes de calor, en invierno y otoño, deben recibir mucha
luz, pero no sol directo.

Riego:
El riego se efectúa cuando la tierra de la maceta comienza a secarse, será abundante, o
sea hasta que gotee. La frecuencia dependerá de la época del año, puede llegar a varias
veces al día en verano, y disminuir a una vez cada varios días en invierno. Se empleará
una regadera con lluvia fina, que aporta mayor cantidad de oxígeno y no degrada el
sustrato. El riego se hace en dos etapas, primero se humedece la tierra por encima, se
dejan pasar unos minutos y se riega abundante, hasta que gotee por el drenaje, pero
evitando los encharcamientos. El agua ideal para el riego es la de lluvia, porque es la
que recibirían en la naturaleza. De lo contrario, se recomienda dejar reposar veinticuatro
horas el agua corriente, para que decante el cloro.

Si deseamos pulverizar las hojas, previamente se debe aplicar un tratamiento fungicida


preventivo en primavera y en otoño. En caso que la maceta esté muy seca, se puede
sumergir la maceta en agua y dejarla reposar unos minutos. Esta es una medida de
emergencia.

Abono:
Se abona en los períodos de crecimiento y formación de yemas (primavera y otoño), el
abono más adecuado es el orgánico sólido para bonsái, si es fertilizante químico líquido,
cuidando la dosificación para no quemar las raíces. En los períodos de reposo vegetativo
no se abona, tampoco a las plantas débiles o enfermas.

Poda:

Hay dos clases de poda del bonsai:


• De mantenimiento: sirve para ir formando el bonsái y mantenerle tamaño. Se podan
las ramitas cuando tienen unos cuantos pares de hojitas y se dejan los dos o tres
primeros pares de hojas.
• Drástica o de formación: se poda drásticamente el bonsái para darle la forma deseada.

Trasplante:

Cuando la tierra se agota, se procede al trasplante (cada dos o tres años), dependiendo
del árbol. Esta operación va acompañada de una poda de ramas y raíces. Tanto las podas
como los trasplantes, pueden ser realizados por un profesional en caso de no estar
seguros de este paso.

El bonsái tal cual lo conocemos proviene de China, del año 700aC, según registros
hallados en tumbas.

Existen diferentes clases de bonsáis, dependiendo de la forma de creación del mismo.


Se pueden obtener a partir de: una semilla, un esqueje, un injerto, un acodo, una planta
silvestre o procedente de vivero. El procedimiento de creación depende del origen de la
planta.

Las distintas clases de bonsáis:


• Misho, bonsái por semilla: cuando se hace un bonsái por
semilla, primero se elige la especie que se desea cultivar,
luego el estilo en que se formará, y entonces, se planta la
semilla en una maceta. La formación se inicia cuando
comienza a crecer, y se le da el estilo elegido. Hay especies
más adecuadas a este sistema, como los pinos, robles y
abetos. Con esta técnica, el árbol comienza a moldearse
desde el inicio. Antes de sembrar la semilla de conífera es
conveniente remojarla 24hs, aquellas semillas que floten, se desechan. Hay semillas que
deben ser rotas o rayadas para que germinen, por su dureza, como la acacia, robina y el
cystisius. Las semillas para otras clases de bonsáis deben ser expuestas a bajas
temperaturas, remojándolas durante 12hs, y luego guardándolas en el refrigerador (2-
7°C) envueltas con aserrín, durante 2 meses. La maceta debe tener una capa inferior de
grava para el drenaje. La temperatura ideal para la germinación es de 20-25°C. Cuando
las plantas crecen, se trasplantan en macetas individuales, en las que permanecerán por
dos años. Luego de este tiempo, se comienza la formación, y se trasplantan a macetas
especiales para bonsáis.

• Sashiki, bonsái por esqueje: es una de las técnicas más empleada. Los esquejes de tallo
son las clases de bonsáis recomendados para cultivar azaleas, enebros, tamarindo,
camelias, arces, etc. La manera de obtener esquejes de tallo es por los restos de poda de
una planta madre. Requieren de una temperatura cálida en la base, para que se de el
enraizamiento, y una temperatura más fresca en la parte superior, para limitar el
crecimiento, evitar la pérdida de agua y el agotamiento. Para obtener un mejor
enraizamiento, es preferible plantar el esqueje el mismo día de la poda, y la longitud
ideal es 7-12cm. Deben dejarse 2-3 hojas en la parte superior del tallo. Usar tierra
porosa, evitar luz solar directa o excesiva, y utilizar hormonas de enraizamiento.
Necesitan riego periódico y ser rociados con fungicida. Cuando tienen 20cm de altura,
se trasplantan a macetas individuales.

• Tsugiki, bonsái por injerto: el injerto es la mezcla de dos plantas diferentes, para que
crezcan como una sola, la parte aérea de la planta se llama injerto, y la inferior se llama
patrón. Se usa una planta con hojas pequeñas y crecimiento lento, y la otra con
crecimiento rápido. Se hace el injerto a principios de primavera.

• Por acodo: para el acodo se elige una rama cercana al suelo y se le practica una
incisión sin atravesar toda la rama por su lado inferior, y se inserta una piedrita en el
corte. Se cava un hoyo debajo del corte y se ancla la rama al hoyo y se cubre con tierra.
Al cabo de 4-5 meses, habrá enraizado, entonces se completa el corte.

• Planta de vivero: se elige una plántula de tronco grueso, con raíces que nacen de la
base del tallo. Cuando la disposición radicular es apropiada, se comienza con la
formación del bonsái.

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