Universidad de San Carlos de Guatemala

Factores psicológicos y económicos, que inciden

en la ética dentro de los procesos de investigación
(Ensayo)

Guatemala, 23 de marzo de 2014.

Introducción

El ser humano se caracteriza, por poseer un comportamiento aunado a la

satisfacción de necesidades insatisfechas y, por consiguiente a la búsqueda de
esos satisfactores, que de una u otra manera le proporcionen un mejor estándar
de vida.

Considerando una sociedad, en donde la mayoría de personas, carecen de los

medios para lograr un estatus respetado, así como, de escasas oportunidades de
desarrollo económico, es indudable que cualquier actividad, sea cual sea, induzca
a imponer el beneficio personal sobre el particular.

La labor investigativa no es ajena al anterior planteamiento, sin embargo el

producto de la misma, se ve influenciada por el sistema, que incide en el
componente ético, para la divulgación e implementación de los nuevos
conocimientos que genera, tal actividad.

Factores psicológicos y económicos, son en primera línea, los que se consideran

dentro del presente ensayo, evaluando la incidencia de dichos factores y, su
posterior efecto, en detrimento de tan valiosa actividad.

A manera de hipótesis, “La ética, dentro del proceso de investigación, ha sido

corrompida, por factores económicos y psicológicos, producto del sistema en que
se desarrollan los investigadores”

Consecuentemente, se pretende evaluar en forma conjunta dichos factores y,

demostrar el impacto negativo, que induce a tal aseveración.
Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), se considera Ética, al
conjunto de normas morales que rigen la conducta humana; Seguidamente,
define la Psicología, como parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y
operaciones y, finalmente la Economía como: administración eficaz y razonable de
los bienes.

Aunando las tres concepciones y, partiendo de normas morales, que rigen la

conducta humana, una administración eficaz y razonable de los bienes que posea
y, las cuestiones filosóficas que tratan de las facultades y operaciones; el individuo
se sitúa en un campo complicado para llevar a cabo este proceso. Dicho sea de
paso y, considerando que desde una perspectiva económica, el ser humano es
por naturaleza racional, lo mueve un incentivo y piensa al margen 1. Es innegable
que, la labor investigativa no escape ante tales parámetros sociales de conducta y,
por si fuera poco la influencia negativa que ejerce el sistema, conlleva al
nacimiento de la corrupción -entendida como efecto- en el manejo de los
conocimientos creados por el investigador.

La necesidad -vista como escasez- para satisfacer las ilimitadas necesidades

familiares, es el factor detonante para corromper la información relevada y no
estar en contra del sistema social imperante.

Pero, ¿Qué interesa a la ética de la investigación?

Para responder, es preciso referir a Jorge Ramírez Caro2 que opina, que para
entrar a considerar la ética de la investigación, se debe de tener presente, “Los
resultados de la investigación, pueden acarrear consecuencias positivas o
negativas en las personas involucradas: investigar conlleva un acto de
responsabilidad social” así mismo plantea “El proceso de producir conocimiento,
tiene consecuencias políticas; para quien investiga, para quién es el conocimiento,
al servicios de qué causa será utilizado y, quién ostentará el saber”

1
Mankiw, N.G. (2008) Principios de Economía, Cuarta Edición, España: Parahinfo S.A.
2
Ramírez Caro, J. (2011) ¿Cómo diseñar una investigación académica? Primera Edición, Costa Rica: Montes de María, Editores.
La anterior afirmación, es pertinente en cuanto las consecuencias políticas que
conlleva tal proceso, seguidamente de la vulnerabilidad, para caer en una
situación corrupta y, por demás detestable.

Por otro lado, considerando el Informe Belmont3 que postula tres principios
fundamentales como principios éticos de la investigación así:

a. Respeto por las personas

b. Beneficencia no maleficencia
c. Justicia

En relación a “justicia” Ramírez Caro, J.4 enuncia, que la “obligación del

investigador, es distribuir por igual los riesgos y los beneficios de la participación
en la investigación”

Consistente en el enfoque, de la parte conceptual descrita anteriormente, refiere a

la generación y apropiación de conocimiento, en cuanto puede ser la correcta o
adolecer de anomalías, al respecto es imperioso recordar el enfoque normativo y
positivo que brinda la economía5

Producir conocimiento nuevo, no es un acto meramente técnico. Es y debe seguir

siendo, un acto responsable, un acto ético. “Quien investiga, tiene el deber ante sí
mismo, ante sus colegas, ante los sujetos investigados y ante el público, que leerá
su trabajo, de actuar con responsabilidad, durante el proceso de recolección y
difusión de los datos” (Blaxter, Hughes y Tight 2000:199).

Como afirma Elena Lugo6 “El ideal no es que exista una buena ciencia, sino que
también tengamos una ciencia buena”.

Según Regina Figueredo7 “Las publicaciones científicas, poseen dos tipos de

motivaciones: unas sociales y otras personales. Dentro de las sociales menciona:

3
Informe creado por el Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos, disponible en
http://comitedeetica.clinicalili.org/docs/ibelmont.pdf
4
Óp. Cit. Pág. 1
5
Pindyck, R y Rubinfeld, D. (2001), Microeconomía Quinta Edición, España: Pearson.
6
Dra. Hna. Elena Lugo, Presidente de la Comisión de Bioética Padre José Kentenich del Instituto Secular de Schoenstatt - Hermanas
de María
relatar avances del conocimiento, producir más conocimiento y, comunicar algo a
la sociedad. Dentro de las motivaciones personales, señala: promoverse en la
carrera, obtener prestigio, demostrar capacidad intelectual y obtener recompensa
financiera”.

Las conductas inapropiadas, tienen que ver con errores cometidos, con mala
intención y premeditadamente, por parte de quienes investigan. Dentro de las
conductas inapropiadas, se pueden mencionar: el plagio, la falsificación y
manipulación de datos, así como la invención de los mismos. Estas tres
conductas son consideradas fraudulentas, dentro de todo proceso investigativo por
las razones siguientes8

a. Intencionalmente, no buscan representar la verdad.

b. Sólo es verdad, para quien realiza el fraude.
c. Buscan manipular, persuadir, ocultar y desviar también a otros.

Pero, ¿Cuáles serán entonces, los valores y conductas apropiadas en quien

investiga?

“La investigación ética, debe estar gobernada por normas y valores éticos, aún
cuando no exista, acuerdo sobre qué normas éticas son aplicables” (Rovaletti
2006:244).

Retomando a Elena Lugo, cuando exalta: el quehacer científico y el método

científico, tienen la finalidad de producir buena ciencia”; opina, los valores
intelectuales a observar son:

a. Solidez y coherencia en la inducción y deducción.

b. Claridad.
c. Precisión.
d. Exactitud de los conceptos.
e. Amplitud de la exposición.

7
Regina Célia Figueiredo Castro, Coordinadora de Comunicación Científica en Salud, BIREME/OPS/OMS, castrore@bireme.ops-
oms.org.
8
Ibídem.
 f. Fidelidad a las reglas de verificación.

Por su parte, los valores morales, son inherentes a la persona del científico, quien
debe discernir entre lo bueno y lo malo, para producir una ciencia buena y, es aquí
donde se pone de manifiesto, la presencia de los cuatro principios éticos de la
investigación:

a. Beneficencia (La ciencia buena, debe generar bienestar para la humanidad)

b. No maleficencia (Evitar, prevenir y corregir daños)
c. Respeto a la persona (Respetar a la persona y su dignidad)
d. Justicia (Trato justo y equitativo de los sujetos, sin discriminación alguna)

Pero, ¿Cuál será, el origen de una actitud contraria, dentro del proceso
investigativo?

Considerando la Teoría de la naturaleza humana de Thomas Hobbes9, en su obra

“El Leviatán” hipotetiza sobre el fundamento psicológico egoísta del
comportamiento humano y, concluye que el mismo se siente “El Rey sobre todos
los soberbios” Lo cual es congruente, con la falta de valores morales -incluyendo
la ética- que si bien es cierto nadie se puede eximir de tales tentaciones, así
también las necesidades del ser humano, lo llevan a considerar tal oportunidad.

Ética y política en la investigación

Detrás del conocimiento, siempre está el poder político, que lo impulsa o lo coarta,
lo apetece o la abomina, lo procura o lo destierra. (Ramírez Caro, 2001:171).
“La producción del conocimiento, termina siendo de algún modo una práctica
política” (Balestena 2001:53).

Cuando el poder determina qué es verdad y qué es mentira, qué se investiga o

qué no, qué es prioritario resolver y, qué puede esperar para después, está
poniendo en práctica una política del saber o de la investigación.

9
Thomas Hobbes, Filosofo inglés, (1588-1679)
Norberto Bobbio10 sintetiza la tipología de los intelectuales, en relación con el
poder; “intelectuales en el poder, intelectuales influyentes en el poder desde
afuera, los intelectuales legitimizadores del poder y los intelectuales críticos
permanentes del poder”

Ante ésta tipología, es oportuno tomar en consideración, a los intelectuales críticos

permanentes del poder, como una nueva oportunidad de los investigadores
científicos en relación al que hacer investigativo y afirma la hipótesis planteada al
inicio del presente ensayo: La ética, dentro del proceso de investigación, ha sido
corrompida, por factores económicos y psicológicos, producto del sistema en que
se desarrollan los investigadores.

Para concluir, considero interesante plantear la interrogante siguiente: ¿Estaremos

dispuestos a aceptar el reto? ¿Interpondremos las necesidades individuales, ante
las sociales?

La búsqueda de reconocimiento académico y social, debe de iniciarse con uno

mismo, antes que con los demás.

Es menester, tener presente a Paulo Freire, cuando afirmaba:

“No me puedo volver fatalista, para satisfacer los intereses de los
poderosos. No puedo tampoco inventar una explicación científica, para
encubrir una mentira”

10
Norberto Bobbio, (1909 – 2004) Filósofo italiano. Doctor Honoris Causa en la Universidad Nacional de Buenos Aires.