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DISEÑO DE LINEAS DE TRANSMISIÒN

Si un conductor de una línea eléctrica adquiere un potencial lo suficientemente


elevado para dar lugar a un gradiente del campo eléctrico radial (junto al
conductor), igual o superiora la rigidez dieléctrica del aire, se producen
corrientes de fuga, análogas a las debidas a la conductancia de los aisladores;
tales corrientes producen pérdidas de potencia. Es como si el aire se hiciese
conductor.

En los conductores aéreos el fenómeno es visible en la obscuridad, pudiéndose


observar cómo quedan envueltos por un halo luminoso, azulado, de sección
transversal circular.

Esta es la razón del nombre de efecto corona, dado al fenómeno. Incluso en


inglés se mantiene la palabra española corona. La tensión para la que el
gradiente antes citado es igual a la rigidez dieléctrica del aire, se llama
«tensión crítica disruptiva», y aquella para la cual comienzan los efluvios,
«tensión crítica visual»; esta última es de valor mayor que la disruptiva.

En los cálculos de las pérdidas de potencia debidas al efecto corona, se opera


siempre con los valores de la disruptiva, y no con los de la visual.
Las pérdidas por corona empiezan a producirse desde el momento en que la
tensión crítica disruptiva sea menor que la de la línea.
El cálculo del valor de la tensión crítica disruptiva se hace con una
fórmula debida al ingeniero norteamericano Peek, que la dio a
conocer en 1912.
Donde el significado de la notación es el siguiente:
Donde el significado de la notación es el siguiente:

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