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La preocupación por la conservación y protección del medioambiente es algo que ha ido surgiendo a
lo largo de la mitad del siglo XX. Conforme el ser humano descubre que desde el desarrollo de la
revolución industrial está degradando y destruyendo el planeta, se da cuenta que tiene que detener o
frenar las pautas de explotación de recursos naturales y disminuir las emisiones y vertidos a la
atmósfera, aguas y suelos.
Centrándonos en las emisiones a la atmósfera, los líderes de los países que más gases emiten a la
atmósfera crean el llamado Protocolo de Kioto para poder reducirlas. ¿Qué es el Protocolo de
Kioto y qué intenta conseguir? ¿Qué periodo comprende y cuáles son sus objetivos?
Para poder entender qué pretende detener el Protocolo de Kioto, tenemos que introducir los graves
efectos y fenómenos que está sufriendo nuestro planeta a causa de las emisiones a la atmósfera
derivadas de nuestras actividades económicas. Lo primero es el aumento del efecto invernadero. El
llamado “efecto invernadero” consiste en la elevación de la temperatura del planeta provocada por
la acción de un determinado grupo de gases, algunos de ellos producidos masivamente por el hombre,
que absorben la radiación infrarroja, ocasionando que se caliente la superficie de la tierra y la parte
inferior de la capa atmosférica que la rodea. Es gracias a este efecto invernadero el que es posible la
vida en la Tierra, ya que, de no ser por ello, las temperaturas medias rondarían los -88 grados. Por
ello, no debemos confundir el efecto invernadero como problema ambiental, sino el aumento del
mismo.
El incremento de este efecto invernadero, provoca cambios en el clima de todo el planeta, ya que los
sistemas de nuestro mundo no son todos iguales ni estables en el tiempo. A esto se le conoce como
cambio climático. El Protocolo de Kioto surge para frenar el aumento del efecto invernadero
reduciendo las emisiones de gases a la atmósfera, y con ello, evitar el cambio climático.
EL PROTOCOLO DE KIOTO
todos los paises se ponen de acuerdo para reducir las emisiones
El Protocolo de Kioto ha sido un paso importante hacia un régimen a nivel mundial de reducción
de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Se trata de un acuerdo internacional
para evitar el cambio climático en el que todos los países que lo ratificaron se comprometían a reducir
sus emisiones globales de gases en sus actividades económicas. Se aprobó en el año 1997 e hizo
falta todo un año para que los países miembros de la Convención Marco sobre el Cambio climático
decidieran que se debería de incorporar un acuerdo en el que se viera reflejado las exigencias más
estrictas para poder reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Tras algunas reuniones, debates y puestas en común, la Convención entró en vigor en 1994. Un año
después, los gobiernos comenzaron las negociaciones entre ellos sobre un acuerdo internacional que
definiera las pautas de emisiones a la atmósfera de cada país en función de su economía y producción.
Ese tratado internacional debía funcionar con autonomía propia. Al final, se adoptó por unanimidad
en 1997 y entró en vigor en el año 2005.
¿CUÁLES SON LOS OBJETIVOS PRINCIPALES DEL PROTOCOLO DE KIOTO?
El objetivo principal del Protocolo de Kioto es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
para todos aquellos países que lo hayan ratificado. Estos objetivos dependen fundamentalmente
del estado económico en el que se encuentre el país. Si el país está en vías de desarrollo podrá emitir
más gases de efecto invernadero para mejorar su economía y producción. Por otro lado, un país
desarrollado y con un buen PIB tendrá que reducir sus emisiones, ya que es más responsable que
otros países con menos emisiones del aumento del efecto invernadero.
Los objetivos de reducción del protocolo van desde el -8% hasta el +10% del nivel de emisión de los
diferentes países en 1999 “con miras a reducir el total de sus emisiones de esos gases a un nivel
inferior en no menos de 5% al de 1990 en el período de compromiso comprendido entre el año 2008
y el 2012”. Estamos hablando de una reducción del 5% los gases globales en los países más
desarrollados. Sin embargo, cada país en función de su economía tendrá que reducir más o menos
las emisiones con respecto a los niveles emitidos en 1990. La Unión Europea tiene que reducir el
8%, 6% Canadá, 7% EE.UU (aunque se retiró del acuerdo), 6% en Hungría, Japón y Polonia. Nueva
Zelandia, Rusia y Ucrania deben estabilizar sus emisiones, mientras que Noruega puede aumentarlas
hasta un 1%, Australia un 8% (posteriormente retiró su apoyo al Protocolo) e Islandia un 10%. La UE
ha establecido su propio acuerdo interno para alcanzar su objetivo del 8% distribuyendo diferentes
porcentajes entre sus Estados Miembros. Estos objetivos oscilan entre recortes del 28% en
Luxemburgo y del 21% en Dinamarca y Alemania a un aumento del 25% en Grecia y del 27% en
Portugal.
Los países que han ratificado el Protocolo tienen varias maneras de conseguir los objetivos impuestos
que sólo reduciendo las emisiones. Por ejemplo, pueden aumentar la cantidad de “sumideros” que
eliminen gases de efecto invernadero. Con un aumento de la superficie de los bosques se puede
eliminar más cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera. El Protocolo da flexibilidad a los países
que este aumento de los sumideros se pueda realizar en territorio nacional o en otros países, ya que
se tienen en cuenta las emisiones globales.
Otra forma de conseguir los objetivos de reducción de gases es mediante los comercios de derechos
de emisión.Esto es, el derecho que tiene un país a emitir una tonelada de gas de efecto invernadero
a la atmósfera. Los países pueden comerciar con los derechos de emisiones entre ellos. Si a un país
le sobran derechos de emisiones por emitir menos, puede venderlos a otro país que necesite emitir
más para mejorar su economía.
El Protocolo de Kioto es un acuerdo complejo ya que no sólo debe ser eficaz frente a un problema
mundial como es el cambio climático, sino que también debe ser políticamente aceptable y
económicamente viable. Estos problemas hacen que el protocolo avance muy lentamente y los
objetivos no se estén cumpliendo enteramente. Los objetivos no son vinculantes, por lo que cualquier
país podría no cumplirlos y no recibir ningún tipo de sanción. Para aumentar la vigilancia y el
cumplimiento de los objetivos se ha multiplicado el número de grupos y comités creados para
supervisar y arbitrar sus diferentes programas, e incluso después de la aprobación del acuerdo en
1997.
DEFICIENCIAS DEL PROTOCOLO DE KIOTO
on 6 los gases de efecto invernadero que desencadenan el cambio climático
Los países que ratifican el Protocolo de Kioto intentan reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero para evitar no alcanzar un aumento de las temperaturas medias globales por encima de
los dos grados. La comunidad científica, tras muchos estudios sobre el clima y la afección de los gases
sobre ello consiguió establecer el límite de los cambios irreversibles en todos los ecosistemas del
planeta en un aumento de dos grados las temperaturas globales. A partir de ahí, los cambios y los
efectos negativos sobre los ecosistemas serían devastadores e irreversibles para la vida tal y cómo la
conocemos.
Por todo ello, los tratados internacionales deben tratar de conseguir un delicado equilibrio. Los que se
proponen conseguir un apoyo general muchas veces no son lo bastante enérgicos como para resolver
los problemas que tratan de solucionar. En este caso, los objetivos del Protocolo de Kioto no son lo
bastante ambiciosos para conseguir no sobrepasar los dos grados de aumento de temperatura.
Como habréis podido observar, el Procolo de Kioto es muy complejo. Con esta información podréis
saber un poco más sobre este acuerdo contra el cambio climático, ya que es fundamental para todos
nosotros y para el de nuestras generaciones.
Por esto también es importante que los países cuiden del planeta:
QUÉ ES LA AGENDA 21: RESUMEN Y OBJETIVOS
Resumen
La Declaración intenta impulsar una nueva forma de cooperación entre los Estados, los
sectores y las personas. En sus 27 Principios abarca tales cuestiones como la protección
del medio ambiente; la relación entre el desarrollo económico, sostenible y ambiental; la
cooperación entre los países para proteger, preservar y restablecer “la salud” y los
recursos naturales de la tierra; la responsabilidad de los Estados a promulgar las leyes
eficaces sobre el medio ambiente; la participación ciudadana en la protección del medio
ambiente, entre otra