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Matricula: 37013339.
D.N.I: 12.345.910.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo procurará analizar, a grandes rasgos, los procesos del capitalismo
durante el siglo XX, haciendo un breve recorrido a partir de la implementación de las políticas
Keynesianas que luego de 1930 modificaron el escenario económico-social, especialmente, las
transformaciones ocurridas a partir de la Segunda Guerra Mundial en el campo socioeconómico
internacional y argentino.
Se inauguro una etapa social (el ESTADO DE BIENESTAR O WELFARE STATE) definida
por el papel creciente de nuevos actores sociales, como los sindicatos, hasta entonces
circunscriptos a un accionar reivindicativo y contestatario. A partir de ese momento los sindicatos,
juntos a los empresarios y el Estado, desempeñaron un papel central en el diseño de una nueva
institucionalidad social (Rofman y Romero, 1998).
En el interior de las empresas, la organización “fordista” del trabajo se impuso de manera
casi generalizada en los países desarrollados o en vías de desarrollo en Occidente luego de
finalizada la Segunda Guerra Mundial, si bien su génesis se encuentra en la segunda década del
siglo XX. (Madison,1982)
El desarrollo y la generalización del derecho laboral, la aplicación sostenida de los
convenios colectivos de trabajo y el gasto público creciente se articularon con el sistema “fordista”
de trabajo y se forjo un nuevo sistema de acumulación. El contexto político de la época favoreció
la implantación y consolidación de este modelo de desarrollo, estuvo sustentado en un Estado
regulador y promotor de la economía de producción y al mismo tiempo, distribuidor con sentido
progresivo de la riqueza, en las políticas de pleno empleo y en la generalización de políticas de
seguridad social a todos los sectores sociales. Lo que produjo una etapa de crecimiento de los
indicadores macroeconómicos y el mejoramiento constante del nivel y calidad de vida de los
sectores mas postergados.(Mecle,E., 1999)
Pero hacia finales de la década de lo 60 aparecieron los primeros síntomas de
agotamiento de este modelo de desarrollo; se observan caídas importantes en los índices de
productividad y de la tasa de ganancia a la vez que aparecen dos elementos que cobraran fuerza
en el decenio siguiente: la desocupación y la inflación. (Mecle, E., 1999)
El periodo que va desde los finales de la década de los 60 hasta lo 80 constituye un
tiempo que podíamos llamar de transición. En los años 70 hubo momentos de crisis, las que se
pueden considerar mas fuertes ya que sus repercusiones sobre América Latina y Argentina
dejaron grandes secuelas: La inconvertibilidad del dólar, las crisis petroleras de 1973 y 1979, el
estancamiento con inflación y la voluminosa deuda externa de los países en desarrollo.
(Gerchunoff,1998). A partir de la llegada de M.Thatcher en 1979 y de Ronald Reagan, la teoría
neoliberal fue puesta en practica y el abandono de las practicas Keynesianas fue sostenido. El
mundo empezó a asistir a vertiginosas y profundas transformaciones (Hobsbawn, 1998).
“La crisis del petróleo no afecto a Estados Unidos y a la URSS, que contaban
con reservas petroleras, pero si a Europa en su conjunto y a Japón, así como
también a la mayor parte de los países periférico.” (Hosbsbawm, 1998)
Y redujo la posibilidad de compra por parte de los países afectados. La recesion que se
desencadeno fue la mas fuerte desde la debacle de 1929. La producción industrial retrocedió
alrededor de un 15 por ciento hasta mediados de 1975.
“Los sucesivos aumentos del petróleo precipitaron esta otra crisis de los 70,
aunque no la generaron, dado que el fuerte crecimiento de la parte proporcional de
los salarios –en detrimento de las ganancias- provoco una baja en la tasa de
rentabilidad del capital, lo cual determino una caída de las tasas de inversión,
verdadero motor de la recesión. Para ampliar esta explicación debiéramos recordar
que las luchas obreras desatadas en los años previos, como el “otoño caliente” en
Italia, el 68 en Paris y otras, cuestionaron (como ya dijimos) el tipo de trabajo,
parcializado y descalificado, los ritmos de producción y las estructuras
organizativas: verticalidad, supervisión, etc. Todo ello, junto con los aumentos de
salarios obtenidos, llevo a un descenso de la productividad que se tradujo en una
baja en la tasa de rentabilidad del capital y, consecuentemente, en una caída de las
inversiones.” (Hobswam, 1998.)
Las medidas que tomaron los gobiernos frente a la recesion –como incrementos salariales-
resultaron insuficientes para contener el desempleo y la inflación crecientes y asegurar en forma
duradera la reactivación de la economía .
Las industrias mas duramente afectadas fueron la automotriz, la aeronáutica, la
siderurgica, la petroquímica y la construcción, también las obras publicas. Se multiplicaron las
quiebras y algunos grandes grupos industriales (British Leyland, Citroen ) solo evitaron gracias a
la ayuda de sus gobiernos, mientras que grandes bancos (Chase Manhattan, Credit Lyonnais)
registraron grandes perdidas.
En este contexto la crisis generalizada, los países periféricos perdieron terreno en el plano
internacional. E l aumento del precio del petróleo gravito muy fuertemente en la economías de
aquellos que no lo producen, pues se encareció su producción y, por lo tanto,, acrecentaron sus
deudas mas allá de lo sostenible.
Esta persistencia de fuertes desequilibrios comerciales alimento la inestabilidad monetaria
internacional, y los medios de financiación internacionales se incrementaron fuertemente a partir
de 1974 .
El año 1974 marco un periodo de crisis económica y de reacción política en los países
centrales. Estos debieron afrontar una situación económica que se precipito en la recesion
mientras intentaron controlar las luchas sociales. En esta época accedieron al poder gobiernos
“fuertes”, capaces de hacer respetar la autoridad del Estado y de imponer un “realismo
económico”. Los nuevos equipos gubernamentales que se instalaron entre 1974 y 1976 reflejaron
este endurecimiento, tanto económico como político (Valery Giscard D Estaing en Francia,
General Ford en EEUU James Callaghan en Gran Bretaña), y pusieron a la defensiva a los
sectores obreros y populares, logrando estabilizar la situación social.
Pero esta calma fue aparente. La crisis aumento las desigualdades y por lo tanto se
exacerbaron las tensiones sociales. La estabilización social se apoyo en un reforzamiento de los
dispositivos represivos y una limitación de las libertades democráticas: reorganización de fuerzas
militares y policiales en dirección al “enemigo interior”, extensión del control social, limitación de
los derechos de defensa, prolongación de la detención preventiva, etc.
En lo que respecta a la inversión de los excedentes, producto de los aumentos del
petróleo, los países exportadores no utilizaron la entrada masiva de divisas en inversiones de
desarrollo dentro de sus naciones sino que propiciaron la “fuga” de esos petrodólares a los
centros capitalistas, a través de las inversiones bancarias posibilito el aumento de los prestamos
hacia los países –los periféricos fundamentalmente- mas afectados por la crisis, comenzando así
la etapa del gran endeudamiento de la mayor parte del mundo.
Es por eso que de 1974, el gobierno estadounidense suprimió todas las restricciones
existentes a la libre circulación de capitales, lo que permitió a sus bancos ocupar un lugar
preponderante en los mercados. El reciclaje del excedente financiero de los países productores de
petróleo y la financiación de los déficit de las balanzas de pago fueron las principales actividades
de los banco ,lo que lo llevo, a un incremento de las cuentas acreedoras sobre los países
periféricos (deuda externa).
A principios de 1976 se concluyeron en Jamaica los acuerdos sobre la reforma del sistema
monetario internacional, situando de ahí en mas los derechos especiales de giro (DGE) en el
centro del nuevo sistema. Estos derechos constituían un créditos concedido por el FMI a los
países deficitarios, en forma de divisas fuertes, y aumentaron las reservas oficiales, haciendo
posible el aumento de la liquidez internacional.
Los acuerdos de Jamaica ratificaron, igualmente, la practica de “cambio flotantes”,
poniendo fin oficialmente al sistema de paridades fijas vinculadas al oro por intermedio del dólar,
que había sido definido en Bretón Woods en 1944.
“Toda referencia al oro fue eliminada de los nuevos estatutos del FMI, pero no por
ello dejo de ser la mas importante reserva monetaria internacional, papel que
prácticamente, dejara de cumplir recién a partir de mediados de 1997.” (Hobsbawn E., 1998)
En un sistema así, donde desapareció toda referencia fija y donde el volumen de la
liquidez se adapto a las variaciones de los tipos de cambio entre las monedas pueden ser
abruptas, lo que favorecerá la inestabilidad permanente del sistema, de ahí sucesivas crisis
monetarias.
LA REPUESTA NEOLIBERAL.
Cuadro N°. Tasas de Actividad Global y para Mujeres (todas las edades), y variación en el
período 85/97.
El cuadro anterior nos permite observar la cara social de un proceso de deterioro del
mercado de trabajo que revela diferencia en algunos aglomerados, las tasa de desocupación
abierta y de subempleo presentan niveles reducidos en la década del 80, ya que en tales
aglomeraciones predomina el denominado “Empleo Friccional”, o sea, el que se capta cuando
los trabajadores demandantes de trabajo transitan entre un empleo y otro o se encuentran
esperando ingresar a una nueva ocupación luego de haber dejado la anterior.
Tres años después (1980-1983) en vísperas del restablecimiento democrático, los recursos
estatales obtenidos mediante financiamiento externos y que se habían promovido inversiones
significativas en vivienda y obras publicas ya no estaban disponibles. Al mismo tiempo, la crisis del
endeudamiento externo había comenzado a afectar los ingresos de la población y la recesión era
una realidad insoslayable. Entonces no debe sorprender la elevación de la tasa de desempleo en
mas del 100% y la de subempleo en un 30% (Rofman y Romero, 1998).
En 1987 cuando se realiza el primer relevamiento de la encuesta de hogares, todavía el
efecto estabilizador del Plan Austral esta vigente, pese a que la dinámica del Ajuste no cambia de
signo con sus secuelas ya conocidas, el clima social se distiende parcialmente y logra detener el
incesante aumento del desempleo a nivel nacional e incluso reducir levemente sus índices con
respecto a dos años antes (Rofman y Romero, 1998).
Finalmente para cerrar la década, en 1989, que se produce simultáneamente con el
estallido hiperinflacionario y la incertidumbre política que incorpora la celebración de las
elecciones presidenciales para elegir al sucesor del Dr. Alfonsín, en solamente dos años (1987-
1989) la tasa de desempleo se eleva en un 40% a escala de todo el país.
En la distribución regional la jurisdicciones mas afectadas siguen siendo las que tienen su
estructura productiva orientada al mercado interno (Rofman y Romero, 1998).
Cuando comienza la Convertibilidad en junio de 1991 las tasas de desempleo y
subempleo a nivel global se reducen o dejan de crecer. Es por ello que la tasa de desempleo mas
la de subempleo ceden algo al reducirse sustancialmente el proceso inflacionario y comenzar a
manifestarse en su dimensión concreta el proceso de ajuste expansivo. Sin embargo, puede
observarse que en las áreas críticas el proceso de subutilización de la fuerza de trabajo no sede
marcando la fuerte discrepancia entre una economía de crecimiento global y serios desajustes
sociales en amplios sectores urbanos que son afectados por la nueva estrategia de desarrollo.
1993 1995
Aglomerado Des. Sub. Tt. Des. Sub. Tt.
Gran Bs. As 10,6 8,2 18,8 20,2 10,7 30,9
Bahía Blanca 13,9 7,8 21,7 20,2 11,6 31,8
Córdoba 6,8 8,6 15,4 15,2 6,8 22
La Plata 7,2 8,6 15,8 15,4 11,7 27,1
Mendoza 4,4 8,2 12,6 6,8 12,4 19,2
Parana 8,8 9,3 18 13,3 14,2 27,5
Rosario 10,8 11,7 21,5 20,9 13,2 34,1
San Juan 5,9 8,4 14,3 16,8 12,7 20,9
Fuente: encuesta de Hogares del
INDEC
Para apreciar la dimensión social del modelo de Ajuste vigente, evaluar el impacto del
retroceso económico de 1995 y comenzar la identificación de los ganaderos y los perdedores de
este programa de reestruccturación económica a nivel urbano regional, es útil acudir a los datos
sobre subutilización de la fuerza de trabajo.
Los datos anteriormente mostrados revelan un creciente desajuste entre oferta y demanda
laboral en los aglomerados estudiados urbanos relevadas durante el periodo bajo observación.
En el año 1995, la tasa anual promedio de desempleo es casi tres veces mayor que la verificada
al inicio de la aplicación del Plan, a la vez que prácticamente duplica la de 1993. Además, en el
último año consignado, la suma de la tasa de desempleo mas la de subempleo indica que cerca
del 30% de la población económicamente activa padece de serios problemas laborales (Rofman y
Romero, 1998).
Tasa de
País Actividad
Argentina 59,60%
Alemania 70,50%
Canadá 75,20%
España 60%
EE UU 74%
Francia 66,90%
Italia 59,40%
Japón 71,20%
Reino
Unido 75,40%
Suecia 81,10%
Chile 58%
Mexico 59,90%
Uruguay 67,70%
Fuente: Monza, A. (ob.cit)
Conclusión
La ley de flexibilización laboral fue una herramienta fundamental de este proceso que
genero precariedad, despidos, trabajadores en negro y estallidos sociales en los que tanto los
trabajadores como los desocupados exigieron y exigen aun el respeto por sus derechos y por la
conservación y o apertura de sus fuentes de trabajo. De estas luchas es producto el actual
movimiento de los llamados “piqueteros”, ex trabajadores que han pasado a ingresar el ejercito
de desocupados y que han gestado nuevas formas de reivindicación de sus derechos perdidos.
Los resultados a luz de una década de neoliberalismo, muestran la transformación de la
sociedad Argentina, objetiva y subjetivamente; por un lado se promulgaron leyes en contra de los
derechos consagrados y por otro, los jueces obligados a garantizar la constitucionalidad de las
mismas, en su gran mayoría, dictaminaron en contra del trabajador desposeído.
Si bien, al principio de todo este proceso, hubo determinado crecimiento económico este
se produjo sin progreso social, con la tendencia instalada a la exclusión de trabajadores del
mercado laboral. La recesion económica fue agravando día a día el problema del desempleo y ha
erosionado cada vez mas las bases objetivas del tejido social, poniendo en juego su cohesión.
Las consecuencias exclusotas del modelo, profundamente graves para la Sociedad en su
conjunto pusieron en tensión permanente las relaciones de esta, y el Estado, que se ha limitado a
cumplir con las imposiciones del gran capital y de organismos internacionales.
Sabemos que la propia naturaleza del proyecto neoliberal requiere la existencia de un
Estado mínimo destinado simplemente a establecer las mediaciones requeridas para vehiculizar
el modelo facilitando la incorporación del país al circuito de intercambio mundial, para lo cual se le
exigió la elaboración de marcos normativos apropiados, la articulación de los intereses en que se
sustenta el modelo y el desarrollo de acciones de consenso y represión que garanticen la
gobernabilidad, asegurando así, la estabilidad jurídica y la rentabilidad exigida por los inversores
internacionales. Esto ocurrio fundamentalmente en la empresa beneficiarias de las privatizaciones.
El achicamiento del Estado, expresado en el retiro de muchas de sus funciones sociales
históricas y fundamentalmente en la “no intervención en la economía” fue evidente. Los
organismos internacionales desde su propia concepción y desde sus condicionamientos han
orientado esta tarea. Lo que otra fueron Políticas Sociales Universales que garantizaban
proyección fueron progresivamente limitando su accionar; por un lado, por la reducción de
instancias institucionales estatales y, por otro, por la reducción presupuestaria de los recursos.
(Ministerio de Educación, Salud. Trabajo,etc.).
Creemos oportuno señalar que Argentina es un país federal, constituido por un gobierno
nacional y 24 jurisdicciones provinciales, cada una de ellas con sus propias organizaciones
gubernamentales administrativas. La crisis capitalista se ha manifestado en cada una de ellas con
muchísima dureza; entre los aspectos mas significativos podemos constatar el desarme industrial,
la crisis de los sectores agropecuarios y de las economías regionales. En este contexto la histórico
dependencia de amplios sectores sociales respecto del Estado, dan cuenta de la magnitud del
problema.
Para afrontar la grave consecuencia social, tanto en el orden nacional como provincial,
producto de esta política neoliberal, se han implementado Políticas Sociales focalizadas. Las
mismas no buscaron ni intentan combatir la pobreza sino solo atenuar la in-gobernabilidad. Los
programa sociales hoy no tienen mas posibilidades y solo se limitan a una escasa administración
de programa para pobres, agudizando la fragmentación social y escindiendo a la sociedad en una
clara división de incluido y excluidos.
La estrategia de focalizar se fundamento, en la visión de los ideólogos del Consenso de
Washington, en la necesidad de disminuir la inversión social al conjunto de la sociedad, para
redistribuirla en los sectores mas necesitados. Uno de los ejemplos de los Programas Sociales es
el llamado “trabajar”, que se implemento a nivel nacional, para dar respuestas a mano de obra
desocupada, con una asignación no remunerativa, que permite a la persona beneficiaria contar
con una inserción cuasi-laboral por seis meses máximo, brindándole al mismo tiempo cierta
capacitación que lo habilite, en el futuro, al ingreso al mercado.
Estos programas a cobrado extraordinaria relevancia en situaciones de alta conflictividad
política y social, amortiguando las demandas de grupos de trabajadores carentes de ocupación.
Es un organismo multilateral de crédito el que financio la ejecución del Programa Trabajar
de manera que sus costos se imputan a la ya existente y abultada deuda externa, la consecuencia
social de este modelo es la fragmentación, la creciente desigualdad social.
En ultimo lugar, cabe destacar que resulta necesario precisar la relación entre los
negativos impactos sociales, tanto en el mercado laboral como en la distribución de la riqueza, con
los significativos cambios en la estructura del Estado introducidos a partir de la aplicación del
nuevo modelo económico, al respecto Oszlak, señala…”los cambios producidos en los últimos
años en el papel del Estado han sido vertiginosos y radicales. Por lo menos, han sido
mucho mas veloces que el ritmo demostrado por la investigación académica para
registrarlos y evaluar sus consecuencias sociales…”.
Sin embargo, se puede afirmar ya que los “Roles del Estado” no son sino las formas de
articulación que se crean y reproducen constantemente entre las esfera “social” y “estatal”.
Retomando Oszlak, dicho el autor agrega: …”El papel articulador que justifica y legitima la
existencia del estado, busca satisfacer diversas necesidades o solucionar determinados
problemas que la sociedad no consigue resolver por si sola, se trate de la producción de
cierto bienes, la promoción de actividades, la dilucidación de conflictos, la morigeración de
inequidades, etc.…”
En síntesis, las transformaciones operadas en el mundo contemporáneo fuerzan la
reformulación de las bases para la implementación de políticas públicas. Ya no existe una
economía de pleno empleo, la cual aseguraba el reconocimiento de los individuos como
ciudadanos. Nos encontramos ante una sociedad civil desintegrada con un crecimiento desigual.
La globalización e un hecho que condiciona la adopción de las políticas nacionales exitosas
haciendo imposible los cambios en un u8nico país. Solo un Estado presente que interaccione con
la sociedad civil y enmarcado en una política regional, es el que podrá garantizar una sociedad
mas justa basada en el reconocimiento, la inclusión y la participación de todos los ciudadanos.
BIBLIOGRAFÍA
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