Está en la página 1de 4

La polémica machista tras descubrirse

que un gran guerrero vikingo del siglo X


era realmente una mujer
Desde que fuera descubierto en un yacimiento de Birka (Suecia) en 1878, los arqueólogos
habían dado por hecho que los restos pertenecían a un hombre con un alto rango militar

La tumba que ha desatado la polémica sexista fue descubierta en 1878


durante una excavación en Birka, uno de los
asentamientos vikingos mejor conservados de Suecia. Se trata de una
ciudad fundada en el siglo VII,
entre cuyos restos destaca un
cementerio con cerca de 3.000
tumbas, trozos de las antiguas
murallas y restos de los
embarcaderos usados por las
comunidades allí asentadas. El
hallazgo fue, sin duda,
importante desde el punto de
vista arqueológico: un
enterramiento datado en el
siglo X, conocido como Bj 581, que contenía un gran ajuar consistente
en dos escudos, una espada, un hacha, restos de una armadura, dos
caballos y un tablero utilizado para preparar estrategias bélicas, además
del esqueleto correspondiente.

Semejante tesoro llevó a los investigadores de la época a dar por hecho


que se trataba de un importante guerrero y líder militar. Hombre, por
supuesto. Sin embargo, el 8 de septiembre de 2017, la revista «American
Journal of Physical Anthropology» publicó un sorprendente estudio de
ADN que demostraba que el importante guerrero de Birka era, en
realidad, una mujer. No había lugar a dudas, puesto que se había
identificado el cromosoma X, pero no el Y.
Para no correr riesgos, también realizaron un análisis isotópico del que
pudieron concluir que la guerrera había tenido una existencia itinerante,
rasgo típico de la vida desarrollada por los combatientes vikingos. Este
importante descubrimiento reforzaba la teoría de que las mujeres
vikingas no solo participaban en las batallas como cualquier soldado
masculino, sino que también desempeñaban cargos de responsabilidad
dentro de la jerarquía militar. Un hecho, sin duda, insólito.

Un guerrero, sin ninguna duda


«Los huesos hallados en la tumba Bj 581 no pertenecían a una clásica
valkiria como las que aparecen en las sagas, sino a una líder militar real
que ha resultado ser una mujer», explicaba la directora de la
investigación, Charlotte Hedenstierna-Jonson, cuyas revelaciones
generaron inmediatamente una gran polémica. Los resultados de la
excavación fueron, incluso, puestos en duda. «Me sorprendieron las
reacciones que tuvimos con el artículo», aseguró la responsable a la
revista « History». ¿Una guerrera en vez de un guerrero? No podía ser, a
pesar de que numerosas leyendas y sagas vikingas antiguas hablaban de
mujeres al frente de las batallas.

Charlotte Hedenstierna-Jonson- Universidad de Uppsala


Los arqueólogos emprendieron también la tarea de demostrar que el
esqueleto que habían analizado era el esqueleto correcto y no otro por
confusión, tal y como defendían los detractores. Comprobaron que cada
hueso estaba etiquetado como «Bj 581», siguiendo la misma práctica
arqueológica que se había usado en el resto de excavaciones del
cementerio de Birka. Vieron, además, que estas mismas marcas estaban
presentes en los artefactos y en los huesos de los caballos, lo que vincula
todos los restos a la misma tumba. Y, por último, confirmaron que los
huesos humanos coincidían todos con el registro de la excavación,
descartando cualquier coincidencia con otro entierro de la zona.

Todo esto demuestra que en el mismo entierro no había registro alguno


de huesos humanos que no pertenecieran al esqueleto analizado, pero los
críticos se agarraron entonces a la hipótesis de que las armas podrían
pertenecer al esposo de la mujer. Un dato que descartaría el hecho de
que la mujer fuera realmente una guerrera. Y después alegaron que las
armas y demás tesoros podrían ser las reliquias familiares o regalos de
terceras personas que no pertenecían en su origen a la mujer de Birka y
que no eran, por lo tanto, herramientas «de trabajo» de nuestra
protagonista. No hay que olvidar que, entre las 1.100 tumbas excavadas a
finales del siglo XIX en el yacimiento, solo había otra con un ajuar
funerario parecido, que era típico de los entierros de las élites militares.
Hedenstierna-Jonson y su equipo se preguntan ahora si entre todos esos
enterramientos podría identificarse a alguna mujer más que, a lo largo de
este tiempo, habría sido tomada por un hombre y no lo fuera.

Desde que fueron descubierto los restos de Birka, sin embargo, todos las
arqueólogos e investigadores que se acercaron a este hallazgo
coincidieron en que se trataba de la tumba de un guerrero de alto rango.
Ni se les pasó por la cabeza que pudiera ser una mujer, al estar enterrado
con nada menos que dos caballos y una cantidad importante de armas y
vestimentas. El artículo de «American Journal of Physical
Anthropology», sin embargo, defendía que la genómica y los análisis
isotópicos podían ser empleados como herramientas válidas para
reconstruir nuestras creencias sobre los modelos de organización,
movilidad y roles de género que se habían establecido para las
civilizaciones pasadas.

«Es una mujer que vivió como guerrera profesional y fue enterrada en un
ambiente marcial como una persona de alto rango», confirmó después
Hedenstierna-Jonson en otro artículo publicado en la revista
« Antiquity» La investigadora explicaba que el hallazgo planteó una serie
de dudas sobre el papel de las mujeres en la cultura vikinga. Sobre cómo
este pueblo pudo entender la identidad de género, ya que, a diferencia de
otras vikingas enterradas con armas, la guerrera de Birka no llevaba ropa
o joyas típicas de mujeres. Como declaró después a la revista «History»
la directora de la investigación, también profesora de arqueología de la
Universidad de Uppsala en Suecia: «Su traje no es el típico masculino,
porque es un estatus muy alto, pero no hay tampoco nada que indique
que es una mujer. No hay hallazgos típicos que podamos relacionarlos
con las mujeres».
La idea de que las mujeres vikingas eran también guerreras no es nueva.
En imágenes fantásticas del siglo XIX es fácil verlas representadas como
valquirias o mujeres fuertes. Existe un texto irlandés de la época que
describe a una flota femenina en Münster. También una crónica
bizantina que relata que había mujeres armadas entre los muertos
después de una derrota vikinga. Y hay un registro sobre el sitio de París
en el siglo IX en el que un monje francés asegura haber visto a mujeres
danesas en el campo de batalla. Después de laSegunda Guerra
Mundial esa visión cambió un poco, con libros que tendían a retratarlas
como amas de casa que trabajaban en la granja familiar.

Fuente: https://www.abc.es/historia/abci-polemica-machista-tras-descubrirse-gran-guerrero-
vikingo-siglo-realmente-mujer-
201902210416_noticia.html?fbclid=IwAR0a0bOwaEyGp1fp1A4XUufneXlOnW_GB63WvGKVPTwX
MCjKIFkBtm51mV4

También podría gustarte