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Queridos colegas y amigos: www

.geo
La Geografia de Cuba carece de un medio de divulgación y por
de comunicación. No lo hay, ni en Cuba ni fuera. Es así desde talc
uba
hace décadas y ello es causa –no la única– de que se olviden
observaciones, testimonios, ideas y estudios valiosos. .com
La información que hoy se encuentra en la internet es es-
casa, a veces trivial, tiene grandes lagunas y no pocos errores.
Es común hallar estereotipos y distorsiones deliberadas.
Lo que se escribe de Geografía de Cuba aparece en publica-
ciones dispersas, muchas veces donde hay escasa tradición de
estudios cubanos y por consiguiente pocas probabilidades de
que se lea.
CubaGeográfica intenta llenar ese vacío.
Se trata de un esfuerzo para divulgar los conocimientos de la
Geografía de Cuba, para tratar los problemas contemporá-
neos y evitar que se pierdan algunos avances genuinos en la
investigación geográfica de las últimas décadas.
En el examen de la actualidad cubana predominan enfoques
históricos y sociopolíticos, mientras que el punto de vista es-
pacial o espaciotemporal está ausente. La falta de divulgación
y debate empobrecen el conocimiento geográfico y posponen
la posibilidad de influir en el curso de los acontecimientos y
en las soluciones de los problemas.
CubaGeográfica aspira a proveer un medio para exponer lo
que se hace –o lo que hace falta hacer– en cualquier área de
la geografía cubana. Les invitamos a revisar sus páginas y,
sobre todo, a colaborar con la publicación.
Cu ba Ge o gr á fi c a Nº 2

E n el último cuarto de siglo Cuba


experimentó grandes cambios. Es
casi seguro que en los próximos 25
años vea otros no menos importantes.
Hasta hoy, algunos de esos cambios
son evidentes en los paisajes físicos y
culturales del país, mientras que
otros, las profundas transformaciones
de la población, la economía o del
comercio exterior, si bien no saltan a
la vista, tienen seguramente mayor
importancia que el cambio de paisaje.
Las épocas de cambio son especial-
mente importantes para la Geografía,
cuyas funciones tienen que ver con
registrar, comprender y anticipar los
procesos y –si resulta posible– guiar
su desarrollo.
Este artículo propone algunas de las
áreas que deben ser una prioridad en
los estudios geográficos cubanos con-
temporáneos, precisamente aquellas
donde han ocurrido los cambios en las
últimas décadas y en las que el senti- La disminución severa de los
do común indica que se van a requerir cañaverales produjo un cambio
nuevas transformaciones. visible del paisaje geográfico.
La emigración
EL RIO
INVISIBLE
Cu ba Ge o gr á fi c a Nº 3

U n millón de emigrados después de


1994, la población ha dejado de
crecer y se ha vuelto más vieja.
Tres de cada cuatro cubanos que
emigraron desde entonces se fueron
en edad laboral y muchos tuvieron sus
hijos en el extranjero.
Hoy las remesas de esos emigrados
son una fuente de divisas esencial,
quizás la más lucrativa en la balanza
anual de ingresos. Es irónico, pero con
las remesas y los envíos de bienes;
con los gastos de viaje a Cuba y su
poder de inversión potencial, los emi-
grados aportan a la economía de la
isla lo que no hubieran logrado de
permanecer en el país. Dejan más que
los ingresos del turismo, más que el
níquel, el azúcar y el tabaco.
Sin exagerar, la emigración se ha
convertido en el movimiento geográ-
fico más dinámico y persistente de
todos los ocurridos en Cuba en el úl-
timo cuarto de siglo.
FARALLONES MOA
de

Cu ba Ge o gr á fi c a Nº 4

H ay un rincón en Cuba casi desco-


nocido tanto para los especialis-
tas como para el público común. Sus
paisajes, sin embargo, son increíbles y
se conservan prácticamente intactos.
Densos bosques pluvisilvas, ríos de
aguas clarísimas, cavernas semiexplo-
radas, hondas furnias, saltos de agua
subterráneos y grandes grietas abier- Cueva de los
tas a la superficie a las que muy poca Farallones de Moa
gente ha entrado.
Son los Farallones de Moa, un lugar
que debe ser preservado siempre.
C i én a ga
d e Za p ata

Playa Larga

Las fracturas
de distensión
Cu ba Ge o gr á fi c a Nº 3
Ba h í a d e
C o ch i n o s

L as fracturas de distensión son frecuentes


en las costas acantiladas cubanas, sin em-
bargo, nunca se les prestó mucha atención a
pesar de su importancia para la construcción
en el litoral y para el escurrimiento de las
aguas subterráneas.
Estas grandes grietas paralelas a la costa o
al talud oceánico cubano no están bien des-
critas y los especialistas
carecen de entrena-
miento para reconocer-
las y considerarlas en los
trabajos que evalúan los
territorios para el desa-
rrollo.
CubaGeográfica las exa-
mina y describe algunas
de las más notables.
uba aprovecha apenas el 40 por
ciento del agua disponible para su-
plir la demanda. Es un volumen rela-
tivamente bajo. Si se consideran las pérdi-
das de agua antes de alcanzar su destino,
la cifra cae al 35.7 por ciento, casi la ter-
cera parte de lo que puede usar. Hay una
reserva importante de agua para dar un
servicio sostenible y de calidad, para
mejorar el nivel de vida y garantizar el
desarrollo sostenible de la economía a
cualquier plazo.
Cu ba Ge o gr á fi c a Nº 6
TASA DE DEPENDENCIA La pesada carga de todos

Cu ba Ge o gr á fi c a Nº 5

L a prosperidad que todos aguardan


puede hacerse demasiado lenta.
Los cubanos jóvenes de hoy tendrán
pronto un lastre demográfico sin pre-
cedentes que les impedirá mejorar su
nivel de vida con la rapidez deseada.
Pronto habrá menos brazos para tra-
bajar, mientras que el número de per-
sonas que atender –niños o viejos–
irá creciendo.
Si la productividad y los salarios no
aumentan drásticamente, si los cuba-
nos en el exterior no pueden partici-
par en la economía, y si el país no se
hace atractivo a la gran inversión ex-
tranjera y a la importación de fuerza
de trabajo, la carga sobre la población
activa en los próximos 15 a 20 años
puede volverse tan pesada que se
haga imposible reducir la pobreza en
poco tiempo.
El problema que se encima hay que
tratarlo sin rodeos, y hay que apuntar
algunas soluciones que pudieran ayu-
dar a paliar la inminente crisis.
E sta ha sido una selección de algunos temas tratados en
los seis primeros números de CubaGeográfica.
Fuera de ella han quedado artículos interesantes, como
La Ciudad y el Karst, de los retos de construir sobre los te-
rrenos calcáreos de La Habana; El Punto de Partida, una
carta de Salvador Massip a William Morris Davis en 1919 que
se asocia al inicio de la modernización de la enseñanza geo-
gráfica en el siglo XX. Hay dos trabajos olvidados de Leví
Marrero de 1956 sobre Hugh Bennett y Carlos de la Torre.
Hay un trabajo sobre la Laguna de Ariguanabo, que reporta
por primera vez la existencia de terrazas lacustres en Cuba,
que además se enumeran y se cartografían. Huracanolitos
incluido en el Nº 5 ha sido de los trabajos más comentados.
Hay una nota sobre la posición académica y docente de las
universidades cubanas entre sus pares de todo el mundo.
Una actualización sobre el acceso a la internet, sobre los
riesgos ambientales de la energía eólica. Hay entrevistas a
geógrafos conocidos y muchos materiales más.

www
.geo
port
alcu
ba.c
om

C uba planea realizar un nuevo


Atlas Nacional, esta vez, digi-
tal. Es deseable no repetir errores
de ediciones anteriores, cometi-
dos por razones que no hay que
explicar, que llevaron a suprimir
información clave o a disimularla.
Un nuevo Atlas Nacional requie-
re transparencia en la informa-
ción, el contenido y en los méto-
dos de representación. No puede
tener áreas en penumbras ni ex-
cluidas, sobre todo después de
que en el país se han producido
cambios importantes en las últi-
mas dos o tres décadas.

Cu baG e o gr áfi c a Nº 5

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