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Del Carbón al Grafeno, ¿nuevas

oportunidades para la minería del


carbón?
En 2004, científicos de la Universidad de Manchester aislaron, a partir de grafito,
átomos de carbono con el espesor de una monocapa. El carbono forma parte de la
unidad fundamental del grafeno, una sección sub-milimétrica del grafito mineral,
frecuente en la corteza terrestre. Además, está presente en muchos otros minerales,
como la hulla, uno de los principales estandartes de la minería del carbón. La capacidad
técnica para transformar los restos procedentes del carbón, mediante los nuevos avances
tecnológicos, abre un abanico de futuras posibilidades para nuestra minería de cara a la
producción de grafeno. Gracias a sus propiedades, este material ha permitido el
desarrollo de nuevas tecnologías, más ligeras, con menores consumos y mayores
prestaciones. Hoy en día, está presente en numerosos campos como la electrónica, la
medicina, la seguridad, la tecnología aeroespacial o incluso como parte fundamental en
la producción de energía limpia y renovable. ¿Qué puede aportar el grafeno en nuestra
vida cotidiana? ¿Podrá salvar al carbón español de una muerte anunciada?

Por
Javier Fernández Lozano
-
25 abril, 2017
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El grafeno, ese gran desconocido

Aunque su nombre suena poco amistoso, el grafeno se ha convertido ya en uno de los


materiales del futuro. Es ligero, resistente y conduce la corriente eléctrica mejor que
cualquier elemento metálico. Su estructura bidimensional de átomos de carbono (es tan
diminuto que su grosor es despreciable, por lo que se considera un material con 2D),
formando una red hexagonal, le confiere unas propiedades únicas que lo hace apreciado,
entre otros, en el campo de la industria tecnológica, la medicina o el medioambiente,
abriendo un amplio abanico de usos en diversos campos de investigación. Podríamos
decir que, el grafeno, constituye la unidad fundamental del mineral de grafito. A modo
de ejemplo, el tomo de un libro equivaldría al mineral de grafito y cada una de sus
páginas (despreciando su grosor) serían el grafeno. Así, 10 láminas de grafeno forman
el mineral de grafito.

El aislamiento de este material se lo debemos a dos científicos rusos de la Universidad


de Mánchester, que en 2010 recibieron el Premio Nobel de Física por su trabajo: Andre
Geim y Konstantin Novoselov (Geim y Novoselov, 2007).
Figura 1. De izquierda a derecha, André Geim, Konstantin Novoselov y el grafeno.
Tomado de Valencia (2011).

Estos científicos analizaron los restos de la cinta adhesiva con la que acababa de
limpiarse la superficie de una muestra de grafito utilizada en uno de los experimentos
que se llevaban a cabo en su laboratorio. El resultado fue sorprendente, al identificar
unas micro-láminas de carbono pegadas a la cinta, a las que denominaron grafeno. Este
descubrimiento, sin embargo, no fue el primero, pues en la década de 1850, el químico
Benjamin Brodie, expuso un fragmento de grafito al contacto con un potente ácido
(llamado ácido carbónico). La reacción dio lugar a pequeños copos de grafeno que
flotaban en el recipiente (Figura 2). Más de un siglo después, los avances en
microscopía de alta resolución permitirían ver esos copos como pequeñas placas.
Brodie, sin saberlo, había descubierto el grafeno (Geim, 2012).
Figura
2. A) Reacción de grafito (en el fondo) con el ácido carbónico desprendiendo copos de
grafeno (zona oscura sobre el fondo). B, c y d) distintas vistas de las láminas de grafeno
obtenidas por Brodie en 1850 y vistas al microscopio electrónico más de un siglo
después. Tomado de Geim (2012).

Además, existen otras formas micro-cristalinas de carbono (Figura 3):

 Los fullerenos o buckminsterfullerenos, descubiertos en 1985 y compuestos por


más de 60 átomos de carbono dispuestos formando una estructura esférica,
similar a un balón de fútbol. Por su diminuto tamaño se considera que es
adimensional (0D).
 Los nanotubos de Carbono formados por el enrollamiento de una monocapa de
grafito (grafeno) para formar un cilindro sin costuras. En este caso, al ser
alargado en una dirección se considera un material unidimensional (1D).
Figura 3. De izquierda a derecha: estructura del fullereno (esfera 0D); nanotubos de
carbono (cilindro 1D) y lámina de grafeno (2D). Las 10 láminas de grafeno de la
imagen forman una estructura tridimensional: el grafito. Tomado de Geim y Novoselov
(2007).

Polvo de estrellas

Todos los elementos químicos que encontramos en la Naturaleza tienen un origen


común: las estrellas. Las reacciones de fusión que tienen lugar en su núcleo determinan
las condiciones físicas necesarias para la formación de elementos ligeros como el
Hidrógeno o el Helio y su transformación en otros elementos metálicos más pesados,
como el Platino o el Oro, hasta formar núcleos tan grandes como el del Uranio (Hoyle et
al., 1956). Para ello, la temperatura en el núcleo de la estrella debe ser lo
suficientemente elevada para que se inicie el proceso de fusión entre elementos. A
medida que este proceso ocurre, la estrella aumenta su tamaño e incrementa su
temperatura, desprendiendo más energía con cada reacción de fusión (Figura 4), hasta
acabar su ciclo vital como una supernova (nuestro sol es una estrella de tipo-G o enana
amarilla).

Figura 4. Clasificación de las estrellas según su temperatura.

Las supernovas son explosiones que arrojan al espacio material condensado en forma de
nubes de polvo y gas que darán lugar a nuevas estrellas. Las fuerzas gravitacionales que
actúan en el Universo son las responsables que la acreción de este material interestelar
para formar asteroides o, si existe materia suficiente, planetas como la Tierra
(Ringwood, 2012). Este proceso, denominado acreción homogénea en frío, ocurrió hace
4.500 millones de años y es el responsable, entre otros, del carbono, elemento
fundamental del grafeno.

Naturaleza del Carbono: el Grafito y el Diamante

El Carbono puro sólo se encuentra en la naturaleza formando la estructura de los


minerales del grafito y el diamante. Su distinta estructura (el esqueleto que forma el
mineral) condiciona sus propiedades físicas. Así, la estructura cúbica más empaquetada
que presenta el diamante comparada con la del grafito hace que el primero tenga unas
propiedades de conductividad térmica y eléctrica o dureza más elevadas.

Grafito

El grafito puede adquirir una estructura hexagonal de átomos de carbono en láminas


(inestable termodinámicamente) o romboédrica. Este mineral es abundante en la corteza
terrestre y aparece asociado a rocas metamórficas ricas en materia orgánica, actividad
hidrotermal en zonas de falla y en carbones (principalmente hullas y antracitas
grafitosas). El principal productor de este mineral es China (> 185.000 tm) seguido de
Rusia y la India (> 25.000 tm). En España existen yacimientos asociados a rocas
metamórficas en Almonaster la Real (Huelva), la provincia de Segovia (en el llamado
sinclinal de Serracín, junto a Becerril) y también en relación con rocas granulitas
(temperatura > 700º C) con concentración posterior a lo largo de zonas de cizalla en
Toledo (Guadamur y Puebla de Montalbán) (Martín-Méndez et al., 2015); otros
yacimientos se relacionan con cuerpos intrusivos ácidos y venas en rocas ultramáficas,
como los de la Serranía de Ronda (Luque del Villar et al., 1987; Guinea y Frías, 1992).
En la mayoría de los casos, la fuente original de grafito responde a fluidos ricos en
materia orgánica que se movilizan desde los sedimentos metamorfizados hacia zonas de
fractura debido a las diferencias de presión que facilitan que los fluidos migren.
El grafito se comercializa en forma de láminas (con tamaños que varían entre 1 mm y
varios centímetros) o amorfo (criptocristalino). Esta última variedad requiere de un
contenido mínimo de grafito con pureza del 80% para ser rentable. Los principales usos
del grafito amorfo son para la fabricación de moldes de fundición, aceros y refractarios
(Figura 5).

Figura 5. Usos del


grafito natural: Mol, Moldes de fundición; Ace, Aceros; Ref, Refractarios; Cri, Crisoles;
Lub, Lubricantes; Lap, Lápices; Fre, Frenos; Pil, Pilas y baterías; Esc, Escobillas para
motores eléctricos; Otr: Otros. Tomado de García-Guinea y Martínez-Frías (1992).

Diamante

Conocido y apreciado en el mundo de la joyería, el diamante tiene una estructura de


átomos de carbono dispuestos de forma cúbica o hexagonal (variedad Lonsdaleíta). Es
el mineral con mayor dureza (valor máximo sobre 10 en la escala de Mohs de dureza) y
conductividad conocido. Se forma a grandes profundidades (> 150 km) y, a diferencia
del grafito, su origen se sitúa en los magmas que lo arrastraron desde el manto terrestre
hacia la superficie, hace más de 1.000 Millones de años, formando un tipo de roca muy
especial denominada Kimberlita (Figura 6).
Figura 6. Aspecto de una Kimberlita portadora de diamante. El magma del interior
terrestre viaja desde el manto y forma estas rocas ígneas volcánicas que albergan
diamantes. Sólo son conocidas en nuestro planeta con edades comprendidas entre 1 y
3,3 mil millones de años. Fuente/ http://projects.directindustry.es/project-1186.html

A menudo escuchamos en los anuncios de la televisión que “un diamante es para


siempre” (Figura 7). A pesar de ser el mineral más duro del mundo, este sólo es estable
a elevadas presiones como las que se originan en el interior terrestre. Lejos de estas
condiciones el diamante inestable y comienza su proceso de alteración. Es preciso
aclarar que esto sólo ocurre a una escala de tiempo geológico, por lo que podremos
seguir disfrutando de su belleza en forma de joya pulida.

Figura 7. Slogan de los años 50 que reza: “Un diamante es para siempre-A diamond is
forever”. Fuente/ https://www.cookingideas.es/probablemente-el-mejor-eslogan-de-la-
historia-de-la-publicidad-20120130.html

Propiedades del grafeno

Las propiedades del grafeno son múltiples y muy variadas. Pero este material destaca
especialmente por:

 Una elevada conductividad térmica y eléctrica (superconductor).


 Su flexibilidad y reducido peso.
 Se trata de un material muy resistente (hasta 200 veces superior al acero).
 Presenta biocompatibilidad con organismos vivos.
 Capaz de reaccionar químicamente con otras substancias para formar
compuestos con diferentes propiedades.
 Químicamente estable a temperatura ambiente.
 Soporta la radiación ionizante.
 Bajo impacto ambiental

Todas estas propiedades hacen del grafeno un material con multitud de usos en diversos
campos de aplicación como la tecnología aeroespacial, la medicina, la electrónica y el
medioambiente.

Del Carbón al Grafeno, una revolución tecnológica

El grafeno es apreciado por sus múltiples propiedades físico-químicas. En los últimos


años, la capacidad para aislar este material de su materia prima (el grafito) ha permitido
una transformación más económica y eficiente. Así, por ejemplo, hasta hace unos años
las láminas obtenidas de grafeno sólo alcanzaban unos pocos milímetros. En la
actualidad, empresas españolas como Grafenano han logrado obtener láminas que
superan los 2.500 cm2 (25 veces más grandes que lo obtenido hasta ahora). El precio en
el mercado varía según la calidad del producto, pero las estimaciones actuales rondan
los 50-100 US$ el centímetro cuadrado de este material, según estimaciones de la
empresa española Graphenea. Las previsiones son prometedoras y permitirán la
obtención de grafeno cada vez a un coste más reducido y con producciones a nivel
industrial. España se sitúa a la cabeza del mercado en este sector (siendo el primer
productor en función de su tamaño del país/PIB), y colabora en un proyecto
internacional de investigación: el Graphene Flagship (Figura 8 y 9).

Figura 8. Producción de grafeno en función del tamaño del país/Productores de grafeno


en función del Producto Interior Bruto según datos recopilados por la Organización de
Naciones Unidas. Fuente/Graphenet (2017).
Figura 9. Número de productores de grafeno por país en 2017. En amarillo la región
Asia-Pacífico, en azul Europa Occidental, en rojo Norteamérica, en morado Oriente
Medio, en verde Europa del Este y en naranja Sudamérica. Fuente/Graphenet (2017).

Aplicaciones tecnológicas

Una de las mayores aplicaciones la encontramos en la fabricación de baterías (Dong et


al., 2012). Las plantillas de grafeno permiten crear estructuras de óxidos metálicos que
mejoran los electrodos y la catálisis. Una pequeña película de óxido de zinc plegada
llega a ser hasta 4 veces más reactiva al tener una mayor superficie, proporcionando al
material más puntos reactivos.

Figura 10. Anuncio de


Google para la compra de bombillas con filamento de grafeno, más duraderas y con un
consumo menor que las convencionales.

Por su elevada conductividad eléctrica, mucho mayor que el silíceo, favorece que los
circuitos eléctricos duren más y consuman menos, gracias a que aísla de la pérdida de
energía del sistema. En el mercado ya pueden encontrarse lámparas LED con filamentos
de grafeno (Figura 10).
El uso del grafeno en este campo puede tener numerosos beneficios, al reducir la sobre-
explotación de recursos minerales, reduciendo también los problemas medioambientales
derivados de su extracción y los conflictos armados por el control de los mismos. Un
buen ejemplo es el conflicto desencadenado por la extracción del Coltan (mineral
compuesto por la Columbita y la Tantalita). Hasta ahora, equipos electrónicos, como
móviles y tablets o máquinas de videojuegos, han hecho uso de este mineral obtenido
principalmente de los yacimientos de la República Democrática del Congo. Su
extracción ha originado un conflicto armado que ha costado la vida a millones de
personas, entre ellas niños (Montague, 2002).

El grafeno también puede utilizarse para la producción de sensores de cámaras


fotográficas, más sensibles a la luz y capaces de reproducir imágenes en condiciones
parciales de oscuridad. Investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyan, en
Singapur, han producido un sensor fotográfico de grafeno con una sensibilidad mil
veces superior a los sensores fotográficos tradicionales Lacort (2013).

Aplicaciones en medicina

El grafeno tiene numerosos usos en medicina. Aunque parezca contradictorio, es un


material biocompatible, por lo que no produce reacciones alérgicas ni rechazos con los
organismos vivos; además, tiene una elevada citotoxicidad, es decir, la capacidad para
ser tóxico a la vez para las células (Mannoor et al., 2012; Gago et al., 2016). El secreto
está en la aspereza de la lámina de grafeno (que actúa como una lija de papel). Ésta daña
la pared celular de bacterias y hongos por contacto, destruyendo al microorganismo
(Chen et al., 2013). Cuanto mayor sea la superficie de la lámina, mayor capacidad
antimicrobiana (Perreault et al., 2015). Esto abre un amplio abanico de posibilidades,
por ejemplo, para descontaminación en recubrimientos de aviones, edificios, etc., al ser
el grafeno un material ligero y resistente.

La capacidad para incorporar microchips de grafeno implantados en dientes para la


detección bacteriana y la monitorización de la higiene bucal podrá facilitar el estudio y
prevención de las enfermedades periodontales en el futuro (Figura 11).

Figura 11. Biosensor de grafeno implantado sobre una muela para la monitorización
bacteriana en la boca. Tomado de Mannoor et al. (2012). A) Chip de grafeno; b)
implantación del chip sobre la muela; c) el chip entra en contacto con las bacterias y
envía información vía conexión con el Smart-phone; d) reacción de las bacterias con la
lámina de grafeno.
Recientemente Bill Gates y su esposa Melinda han ofrecido, a través de su Fundación
para la igualdad en los países subdesarrollados, un proyecto financiado para la
obtención de preservativos de grafeno. Investigadores de la Universidad de Manchester
ya han obtenido la patente y, gracias a los polímeros compuestos de grafeno, los nuevos
preservativos podrán tener una mayor tasa de transferencia de calor, mejorando la
sensibilidad y la capacidad para dispersar, de forma uniforme, fármacos activos para
prevenir enfermedades de transmisión sexual, embarazo o incluso incrementar el placer
sexual (Delgado, 2015).

Las láminas de grafeno también han sido utilizadas recientemente para medir los niveles
de glucosa en sangre a través del sudor y proporcionar dosis farmacológicas a través de
la piel. Mediante esta tecnología se podrá tener monitorizado a los enfermos y se
sustituirán las técnicas invasivas basada en el pinchazo controlado de los diabéticos. Por
su capacidad conductora, el grafeno permitirá que los fármacos sean incorporados,
liberándose como respuesta al calor humano y/o a la actividad física.

Aplicaciones en medioambiente

Por su capacidad como superconductor, el grafeno puede utilizarse para la fabricación


de paneles solares, reduciendo su tamaño y los problemas derivados de la
contaminación producida por las células fotovoltaicas tradicionales (por pérdida de
substancias contaminantes refrigeradoras) (Tsoutsos et al., 2005). Además de poder
almacenar de forma eficiente una mayor cantidad de energía, su pequeño tamaño le
permite ocupar superficies más pequeñas incrementando los beneficios para el
medioambiente y reduciendo costes (Figura 12).

Figura 12. Paneles solares de grafeno, más pequeños y eficientes.

El uso de quantum dots o puntos cuánticos de grafeno, nanoestructuras que al ser


iluminadas reemiten luz en una longitud de onda determinada, tienen unas propiedades
ópticas que se ven alteradas en contacto con otro compuesto químico, perdiendo así su
brillo al ser iluminados con la luz ultravioleta. Esta capacidad permite cuantificar de
forma sencilla la presencia de compuestos contaminantes como pesticidas o
hidrocarburos en el agua, partículas en la atmósfera, etc. Se trata de un método barato,
rápido y portátil, con numerosas aplicaciones medioambientales. Los puntos cuánticos
han sido también utilizados en medicina para la identificación de tumores cancerígenos
en ratones.

En la actualidad se está desarrollando una nueva tecnología basada en grafeno para la


descontaminación del agua marina, gracias a los microporos que presenta su estructura,
capaces de filtrar partículas metálicas contenidas en el agua. Este sistema de filtrado lo
hace también válido para su uso en plantas desaladoras, reduciendo los costes del
tratamiento tradicional del agua por ósmosis inversa y aumentando su eficiencia (una
desaladora como la de Torrevieja tiene un coste aproximado de 300 millones de euros
para cuarenta hectómetros cúbicos, ¡16.000 piscinas olímpicas! Con el grafeno se
podrían reducir los costes de construcción y mantenimiento de este tipo de plantas
desaladoras.

Todo esto es sólo el principio, los avances tecnológicos están permitiendo reducir los
costes de aislamiento de grafeno y aumentando la producción. La investigación en este
campo no ha hecho más que comenzar y ya promete un futuro brillante.

Aislamiento de Grafeno

Con todo lo dicho hasta ahora, parece claro que el grafeno puede proporcionar nuevas
aplicaciones en el futuro. Esto ha suscitado el interés de las empresas privadas e
investigadores de todo el mundo, que ya trabajan en la obtención de grafeno. La fuente
natural de grafeno es el grafito. Este mineral, sin embargo, aparece localizado sólo en
determinadas zonas con características geológicas muy particulares, donde las
condiciones de temperatura durante el metamorfismo han transformado la materia
orgánica en mineral. El grafito también puede encontrarse en el carbón. Antracitas o
Hullas, con un 45-80 % de Carbono, están proporcionando grafito en yacimientos
Terciarios de Sonora (México) y en otros Pérmicos de Siberia (Rusia) (Guinea y Frías,
1992). En todos ellos el carbón ha sufrido un metamorfismo de contacto por la intrusión
de diques volcánicos, que ha aumentado su rango. La síntesis de grafeno a partir de
carbones, realizada en laboratorios, ya ha comenzado a dar sus primeros resultados,
obteniendo láminas y puntos cuánticos que, como hemos visto más arriba, tienen
aplicaciones en diversos campos (Zhou et al., 2012; Ye et al., 2013; Brownson y Banks,
2014) (Figura 13).
Figura 13. Síntesis y caracterización de los puntos cuánticos de grafeno. A) Imagen a
macroescala de la nanoestructura del carbón. b) Imagen por microscopía electrónica de
barrido del carbón bituminoso con tamaños que varían desde 1 a cientos de micras en
diámetro (escala 50 micras). C) Síntesis de los puntos cuánticos de grafeno. Las
posiciones del oxígeno en rojo. D) Imagen obtenida con microscopio de transmisión por
electrones mostrando el tamaño y distribución irregular de los puntos cuánticos. E)
Imagen de microscopio de transmisión por electrones de alta resolución. El recuadro
muestra la imagen de la transformada rápida de Fourier mostrando la estructura
cristalina hexagonal de los puntos cuánticos (barra 2 nm). F) Imagen microscópica de
fuerza atómica (AFM) mostrando una altura de los puntos cuánticos de 1.5-3 nm (escala
100 nm). Tomado de Ye et al. (2013).

Las cuencas carboníferas del norte de España, como las leonesas, presentan algunas
condiciones muy parecidas a las de México o Rusia, donde en determinados
yacimientos existe un metamorfismo de contacto, por la presencia de intrusiones ígneas,
que transforma la Hulla en Antracita grafitosa (Knight et al., 2000; Ayllon, 2003;
Colmenero et al., 2008). Sólo la investigación en este campo permitirá conocer la
capacidad de los carbones españoles y en particular de los yacimientos de las cuencas
Astur y Vasco-Leonesas.
Existen varios métodos para la obtención de grafeno a partir de óxido de grafito
(sólido):

– Reducción química. Mediante un tratamiento térmico que facilite la reducción


del óxido de grafito. Este método tiene, sin embargo, algunos inconvenientes, al dejar
huecos en la red cristalina que producen defectos puntuales en la estructura (Figura 14).
Esto reduce la capacidad conductora del grafeno (Castro-Beltrán et al., 2011).

Figura 14. Modelo de obtención de grafeno a partir de la oxidación del óxido de grafito.
En el proceso de transformación se producen defectos puntuales en la red cristalina que
afectan a las propiedades físicas del material. Fuente/
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93xido_de_grafito.

– Exfoliación micromecánica. Similar al método de la cinta adhesiva estudiado


por Geim y Novoselov.

– Oxidación del grafito. Introduciendo grupos de oxígeno entre las capas de


grafito para aumentar la separación de las capas de grafeno (aumento de la distancia
interplanar). De este modo se hace mucho más fácil el proceso de exfoliación realizado
con láser o ultrasonidos (Figura 15).
Figura 15. Introducción de nanopartículas para aumentar la distancia interplanar entre
capas de grafeno, haciendo más fácil su exfoliación. Fuente/
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93xido_de_grafito

– Descomposición térmica del Carburo de Silicio (SiC). El carburo de silicio o


carborundo, muy conocido por los geólogos por sus propiedades como abrasivo, para la
elaboración de láminas delgadas de grosor submilimétrico, puede obtenerse por la
mezcla de arenas ricas en cuarzo con coque de carbón fusionados en hornos a
temperaturas por encima de los 2.000º C. Son numerosos los areneros que existen en
nuestro país, muchos de edad Cretácico (como los de las conocidas Arenas Utrillas),
compuestos principalmente por arenas silíceas. Además, cuencas de carbón como la de
Sabero (León) fueron conocidas por la extracción de Hulla para la obtención de coque.
Estos ingredientes permiten la producción de grafeno de forma rápida y más rentable.

– Reducción bacteriana de óxido de grafito. Estamos acostumbrados a ver en las


noticias la búsqueda de vida en planetas extrasolares. Investigadores españoles ya
trabajan en ambientes extremos para comprender cómo sobreviven determinadas
bacterias (las denominadas extremófilas). Río Tinto es un buen ejemplo de cómo el
metabolismo bacteriano puede producir la precipitación de metales (Figura 16).
Estudios realizados por Salas et al. (2010) demuestran que la actividad metabólica de las
bacterias a partir del óxido de grafeno puede sintetizar grafeno. Se abre así un nuevo
campo de investigación para la extracción de este material.
Figura 16. El microbiólogo y Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid,
Ricardo Amils, realizando medidas en el agua, con un ph inferior a 3, en Río Tinto. El
color rojizo de sus aguas se debe a la actividad de bacterias (extremófilas) que sintetizan
minerales y podrían proporcionar información sobre la vida en otros planetas como
Marte.

Otros procedimientos para el aislamiento y transformación de grafeno utilizados para


fases gaseosas o líquida han sido planteados en los últimos años:

– Fase gaseosa. A partir de hidrocarburos y mediante descargas eléctricas o el uso


de determinados láseres permite la extracción de nanotubos y películas de carbono
(Figura 17).
Figura 17. Obtención de nanotubos y láminas de grafeno a partir de hidrocarburos o
materiales de carbono en fase gas. Tomado de Tomás y Moya (2015).

– Fase líquida/sólida. A partir de un precursor orgánico como breas, polímeros,


carbón o incluso biomasa y en función de que el material sea o no grafitizable, pueden
obtenerse fibras y carbono vítreo (carbonos activos) o incluso grafitos y diamantes a
través del tratamiento térmico en atmósfera inerte, un proceso que se denomina
carbonización (Figura 18).

Figura 18. Extracción de láminas y fibras de grafeno o compuestos de carbono a partir


de un precursor orgánico en fase líquida. Tomado de Tomás y Moya (2015).

¿Hay futuro para la minería del carbón?


Con todo lo expuesto, cabe preguntarse ahora si realmente los carbones españoles y
pueden tener una salida. La problemática de los carbones reside en la elevada
complejidad geológica de las cuencas carboníferas. Las rocas que portan niveles de
carbón (que pueden superar los 2 m de espesor en algunos casos, como en la cuenca de
Sabero (León), presentan una fuerte deformación tectónica que complica su extracción,
incrementando el precio por tonelada. Además, el alto contenido en volátiles (azufre,
nitrógeno, carbono) y otros compuestos como el mercurio, tienen una fuerte
penalización en el mercado. Si a esto unimos el bajo precio de los carbones importados,
de países exportadores como China, Estados Unidos o la India, y el reducido potencial
térmico de nuestros carbones (lignitos y hullas, con antracitas en algunos casos), el
futuro de las cuencas mineras se complica.

Las Tierras Raras o el Grafeno podrían ser un recurso vital para una minería que
agoniza, pero que se resiste a ser olvidada. No sabemos si nuestros carbones tendrán el
potencial para la obtención de estos materiales (en Estados Unidos ya se está estudiando
el potencial de las escombreras de carbón para la extracción de Tierras Raras,
reduciendo así un problema medioambiental y proporcionando nuevos puestos de
trabajo), pero si no lo intentamos y no abrimos un foro de debate que permita abrir
nuevas puertas, perderemos el tren de la oportunidad de un futuro para nuestra minería.
Existen multitud de escombreras que podríamos eliminar obteniendo, además, otro
beneficio: la extracción de nuevos recursos minerales. Es el momento de investigar y
abrir otros horizontes. Necesitamos que la iniciativa privada apueste por ello,
participando en proyectos y estudios de investigación, apoyadas por capital público, que
permitan paliar la pérdida de puestos de trabajo y ayuden a reanimar el sector del
carbón. Existe futuro si trabajamos por él, si tomamos la oportunidad que nos ofrecen
los nuevos materiales y el desarrollo de nuevas y mejores técnicas, cada vez más
avanzadas, para el aislamiento del grafeno (que como hemos visto ya están
proporcionando resultados muy positivos en otros países). Si se invierte en la
investigación es posible que podamos mejorar la tecnología para extraerlo. Un futuro
más verde, sostenible y mejor nos espera… ¿Tomamos ese tren?

Conclusiones

Como hemos visto a lo largo de este artículo el grafeno representa el material del futuro.
Con una estructura laminar sencilla, compuesta de átomos de carbono en forma de
anillos hexagonales, presenta múltiples aplicaciones en diversos campos tecnológicos,
médicos e industriales. Su extracción a partir de grafito o carbón es posible con las
técnicas actuales, sin embargo, es necesaria la inversión privada y el apoyo de las
administraciones para aumentar y mejorar la investigación en este campo. No podemos
predecir lo que ocurrirá en el futuro, sin embargo, las necesidades que vayan surgiendo
condicionarán de una u otra forma su uso y extracción. Cerrar las puertas a la
investigación sobre este material y su posible obtención a partir del carbón supone la
muerte definitiva de las cuencas mineras en nuestro país.

REFERENCIAS

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Javier Fernández Lozano


http://javi-geo.wix.com/javier-fernandez-lozano
Doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad de Utrecht (2012) y Máster en
Profesorado de Educación Secundaria por la Universidad Internacional de La Rioja
(2013). Es experto en cartografía, teledetección y láser 3D, así como técnico en
cartografía y fotogrametría por la Universidad Politécnica de Madrid (2012). Obtuvo el
título de piloto de drones por el European Aviation College de Salamanca (2014) y es
operador certificado de aeronaves no tripuladas por la Agencia Estatal de Seguridad
Aérea (2015). En la actualidad trabaja como investigador en la Universidad de
Salamanca, dedicado a los Sistemas de Información Geográfica y el estudio de los
procesos geológicos responsables de la formación de montañas en la península ibérica
mediante técnicas basadas en laser 3D, análisis espectral y gravimetría. Su actividad
investigadora ha sido reconocida con numerosas becas y premios de prestigio
internacional, siendo sus trabajos publicados en revistas de alto impacto, con más de 70
publicaciones y 4 libros editados. Durante los últimos años viene realizando una intensa
labor de divulgación en temas relacionados con la geología, la minería aurífera romana
del noroeste y las aplicaciones SIG, actividades que compagina con la finalización de un
Máster en Comunicación Científica por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona
(2017) y otro doctorado por la Universidad de Salamanca (2018).

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