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LA BANALIDAD DEL MAL

ANA ARENDT
EICHMANN
Eichmann se dedicó durante años a la logística del
transporte masivo de judíos a campos de concentración.

Arendt esperaba encontrar a un monstruo matajudíos. No


obstante, encontró a un don nadie, a una persona muy
normal, con problemas normales.

- “Yo solo hacía mi trabajo”, “yo solo cumplia ordenes”

El hecho es que a personas a las que consideramos


normales, pueden ser capaces de cosas horribles.
LA BANALIDAD DEL MAL
el mal puede ser banal, terrible, pero no
necesariamente la persona que lo comete es
banal. Sino, puede ser una persona normal o
común, que al enfrentarse a situaciones
extraordinarias, es incapaz de reflexionar sobre
la moralidad de sus actos.

Personas normales que se niegan a ser


humanos, ya que como humanos debemos ser
capaces de dar un juicio moral de las acciones
que realizamos.
CONCLUSIÓN
La filosofía de Arendt nos invita a
ser reflexivo con nuestras acciones,
a estar alertas no solo con nuestro
interior, sino con el exterior, hacia la
parte política, y reaccionar.

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