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Desde hace poco más de diez años, he tenido la oportunidad de mirar la obra de Daniel Toscano.

Los dibujos y pinturas de su adolescencia, realizadas en los soportes más diversos, dibujando con
palabras y escribiendo con dibujos en interminables libros de finanzas.

Lo mire dando vida a Adán y su sueño, lo mire marcharse...

Hoy vengo a mirar sus obras, colgadas en las paredes altas de la casa histórica.

Algunas las he visto antes, tal como fueron surgiendo para conformar la serie LostLolita incluida en
esta muestra La Presencia del Olvido.

Mirar para no morir

Morir para no mirar

Con los brazos sueltos, el cuerpo en posturas de "qué más da" o abandono; la mujer niña va
creciendo apretadamente en el espacio de los lienzos. Tiempo atrapado que se va grabando en
huesos y músculos, vida que se va perdiendo en el día a día.

Trascendente en la obra de Toscano es el retrato, en el centro de la cotidianeidad, deslavada y a


veces desesperanzadora. Busco la mirada en su personaje, ¿tibia...fría? Me mira y no me ve.

La clave es ver al personaje a través de la narrativa del pintor. La niña, inerme aún a la calidez del
fondo o a la frialdad del silencio a su alrededor.

La "Lolita perdida" encontrada por el pintor y revalorada al plasmarla en los lienzos nos lleva a
seguir su historia a través de las miradas plasmadas por el pincel.

Daniel:

Hace una década por primera vez te llame artista.

Hoy con orgullo te doy la bienvenida... Maestro.

Fabian Beristain Febrero 2017.

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