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TECNOLOGÍA
DE LA
EMBUTICIÓN
• INDICE:
1. Introducción
2. Principios básicos de la embutición.
3. Embuticiones cuadradas.
4. Determinación del recorte.
5. Reducción de la embutición.
6. Radios de punzón y Matriz.
7. Herramientas de Embutición.
8. Embuticiones en Progresivos.
9. Embuticiones con elementos elásticos.
10. Defectos comunes en embutición.
11. Ejemplos.
12. Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Existen una serie de estudios, bibliografía, normas, etc., que han determinado de forma
detallada la manera de calcular los desarrollos de las piezas cuadradas o rectangulares.
Nosotros mostraremos una de ellas, que nos parece bastante acertada y que además se
aproxima mucho a los valores reales que se dan prácticamente.
No obstante, también hay que tener en cuenta que, en la mayoría de casos, se han realizar
pruebas prácticas para contrastar la embutibilidad teórica y la real.
La práctica ha demostrado que, para obtener una correcta embutición, tiene más
importancia un espesor constante del material que la exactitud del recorte.
HERRAMIENTAS DE EMBUTICIÓN:
Con las herramientas de embutición se fabrican piezas de todo tipo, partiendo de discos o
formatos recortados previamente de acuerdo al desarrollo de cada pieza. En ningún caso
se pretende una variación del espesor del material, aunque generalmente viene dado por
el propio proceso.
PROCESO DE EMBUTICION:
Los discos o formatos de chapa a embutir (Figura 1) quedan dispuestos sobre la matriz, de
manera que el dispositivo pisador aprieta la chapa antes de que se inicie la embutición.
Cuando desciende el punzón, hace fluir el material sobre los bordes de la matriz y hace
que se produzca la embutición.
La fricción es un factor que debe tenerse en cuenta cuanto el material se desliza sobre la
matriz. Por lo tanto, esa superficie en contacto entre ambos debe estar pulida y en muchos
casos lapeada para reducir al máximo la fricción.
En algunos casos, un chaflán en los bordes de la matriz (Figura 2) ayuda a que la chapa
resbale con mas facilidad y se facilita la embutición.
El juego existente entre el punzón y la matriz tiene que ser mayor que el propio espesor de
la chapa. En diversas pruebas realizadas se han acreditado como holguras adecuadas los
siguientes valores: del 12% al 20% para chapas de Acero, del 8% al 20% para Latón y del
4% al 10% para el Aluminio.
Las embuticiones cuadradas o rectangulares son obtenibles de una sola pasada cuando la
altura de la pieza es superior a 5 veces el radio (r ) de las esquinas. Cuando no es así,
deberán hacerse en varias etapas.
Figura 1c
Los límites de la embutición vienen dados por el tipo de material, su espesor, los radios de
la pieza y el tamaño del recorte, entendiendo bien, que casi siempre es necesario realizar
varias embuticiones hasta conseguir la pieza final.
Las medidas de la primera embutición se pueden determinar a partir una relación entre el
tamaño del recorte y el de la pieza a embutir. Habitualmente, se pueden hacer uso de
tablas y gráficos en las que se determinan los tamaños de las distintas embuticiones.
Antes de fabricar una herramienta de embutir hay que determinar la forma y el tamaño del
recorte, así mismo, también se necesita conocer el número de fases y en consecuencia los
utillajes necesarios.
Para determinar dichos valores, primero hay que calcular la dimensión superficial de la
pieza que se compone de la superficie del fondo sumada a la pared lateral. Los formatos
así calculados proporcionan embuticiones mas ajustadas a las medidas reales.
Cuanta más profundidad tenga la pieza, tantas más etapas serán necesarias para su
embutición, por ello, siempre se ha de analizar el número de operaciones.
responsables de la facilidad o
dificultad con que se desplaza el
material durante la embutición, así
mismo, de la formación de marcas
o roturas en el material.
Figura 2
2. La parte central de las 2 caras rectas, apenas presentan una ligera compresión
residual de la que se produce en las esquinas.
3. En las caras rectas mas largas, el material apenas sufre compresión, sobre
todo en su parte mas central.
1. Compresión Radial
del Material
3.Comportamiento
del Material similar
al de un doblado
Figura 3
A nivel teórico, las piezas cuadradas o rectangulares como la de la Figura 3a, están
formadas por 4 caras planas (a-b) obtenidas de una forma “similar” a como se hace un
doblado y que están unidas a las esquinas por los radios r1.
Al desarrollo de las caras a-b hay que sumarle el desarrollo equivalente de los radios r2 del
fondo y el de las alturas h.
En ese momento, el desarrollo teórico de la pieza tendrá una forma de cruz, similar a la
línea de ejes que rodea el dibujo inferior (exceptuando las esquinas). Faltará unir las 4
esquinas con otros tantos chaflanes a 45º equivalentes al desarrollo ficticio de un ¼ de
cilindro de radio r1 obtenido por embutición y unido al desarrollo anterior por medio de los
radios R.
Con esta operación, habremos obtenido el desarrollo teórico de la pieza.
Figura 3a
Figura 3b
El desarrollo de la pieza de la Figura 3b, viene determinado por 4 caras planas (a-b) que
al embutirlas tienen un “comportamiento” similar al de un doblado y que están unidas a las
esquinas con un radio (Rz) y otros tantos chaflanes a 45º.
D
El valor “g” queda determinado mediante la ecuación: g=
32
2
La reducción de las embuticiones, acostumbra a ser una tarea algo mas complicada que
en las piezas cilíndricas, no obstante, mediante los ejemplos que mostramos en las
páginas siguientes intentaremos explicarlo claramente.
Los dos sistemas son fiables y seguros, pero tal vez, el “Abombado” facilite la embutición
y reduzca el número de operaciones para realizarlas.
Tabla Figura 4
La dimensión del radio “r” que se hace en la primera embutición, siempre tendrá que ser
como mínimo de 4 a 5 veces el radio de la pieza acabada. Es decir, si el plano indica un
radio de 4mm., el radio de la primera embutición será de 16 a 20mm.
Esta “norma” es aplicable tanto en el método “abombado” (Figura 5), como en el “recto”
(Figura 6), de lo contrario, la imposibilidad de llevar a cabo la embutición será total. Como
se sabe, los cantos vivos solo se pueden conseguir después de varias operaciones de
reducción, pero nunca de una sola vez.
1ª 1ª
2ª
2ª
3ª
3ª
4ª
r 4ª
SISTEMA DE “ABOMBADO”:
Con este sistema (Figura 8), las paredes laterales de la pieza se dejan ligeramente
“abombadas” hasta llegar a la última embutición en que se dejan rectas.
Ventajas: En general, este método requiere menos embuticiones que el “recto”.
Inconvenientes: El mecanizado y ajuste de los útiles es mas costoso.
Figura 8
Los radios de las esquinas se reducen mediante las siguientes fórmulas:
r = radio de la pieza.
r1 = q.R (Ver coeficiente de embutición “q” en la tabla Figura 4.
r2 = 0.6 ⋅ r1
r3 = 0.6 ⋅ r2
r4 = 0.6 ⋅ r3
r1 − r2
Los centros de los radios r1, r2, r3, …., están situados a una distancia “f” de: f =
2
2
R = x·R1 ⎛R ⎞
R= Es la resultante de: x = 0.074·⎜ 1 ⎟ + 0.982
⎝ 2·r ⎠
R1= Radio del cilindro ficticio de las esquinas (ver formula correspondiente).
SISTEMA “RECTO”:
Generalmente, este método, requiere mas embuticiones que el sistema “Recto”. Ahora,
las paredes laterales de la pieza (Figura 9) se dejan rectas y se van reduciendo
progresivamente como se hace en cualquier embutición cilíndrica.
Ventajas: La construcción y el ajuste de los útiles es más rápido que el “abombado”.
Inconvenientes: Generalmente, se requieren mas fases de embutición.
Figura 9
Los radios de las esquinas se reducen mediante las siguientes fórmulas:
r = radio final de la pieza.
r1 = 1.2·q.R (Ver coeficiente de embutición “q” en la tabla Figura 4).
r2 = 0.6 ⋅ r1
r3 = 0.6 ⋅ r2
r4 = 0.6 ⋅ r3
Todos los centros de los radios r1, r2, r3, ….. tienen el mismo punto.
2
R= Este valor se obtiene de: R = x·R1 ⎛R ⎞
x = 0.074·⎜ 1 ⎟ + 0.982
⎝ 2·r ⎠
R1= Radio del cilindro ficticio de las esquinas (ver formula correspondiente).
Se trata de una pieza rectangular de 120x80mm., con una altura de 60mm. y un radio de
10mm. en las esquinas. La pieza no es embutible en un solo golpe y en consecuencia
hacen falta varias operaciones.
(La línea continua representa la 3ª fase o pieza acabada y la de trazos los diferentes
perfiles en fases anteriores).
Forma “Abombada”
Forma “Recta”
Figura 10
MA EMB 1 FUNDACIÓ ASCAMM CENTRE TECNOLÒGIC 15
15
TEORÍA DE LA EMBUTICIÓN
En primer lugar, calcular el desarrollo del cilindro imaginario de las esquinas, que tiene un
diámetro de 20mm. y una altura de 60mm. (ver formula correspondiente).
2 2
⎛ ⎞ ⎛ 37.5 ⎞
x = 0.074·⎜⎜ R1 ⎟⎟ + 0.982 x = 0.074·⎜ ⎟ + 0.982 = 1.24
Calcular “X”: ⎝ 2·r ⎠ ⎝ 2·10 ⎠
r1 − r 2 18 .6 − 11 .2 11 .2 − 10
Calcular “f”: f = f = = 3.7 f = = 0 .6
2 2 2
En primer lugar, calcular el desarrollo del cilindro ficticio de las esquinas que tiene un
diámetro de 20mm. y una altura de 60mm. (ver formula correspondiente).
2 2
⎛ ⎞ ⎛ 37.5 ⎞
Calcular “X”: x = 0.074·⎜⎜ R1 ⎟⎟ + 0.982 x = 0.074·⎜ ⎟ + 0.982 = 1.24
⎝ 2·r ⎠ ⎝ 2·10 ⎠
CONCLUSIÓN:
EJEMPLO 1:
10
F
i
r10
g
u
r
a 60
10
60
Figura 11
Cálculo:
1. Trazar el desarrollo de los lados a-b sumando el equivalente al r=10 y la altura h=10.
D
4. El valor g viene determinado por: g=
32
EJEMPLO 2:
Cálculo de desarrollo de la pieza cuadrada (Figura 12) cuyos lados a-b miden 34mm. y
están unidos a las esquinas con un radio de R:10. La pieza tiene una altura h: 17mm. y el
fondo un radio de r: 2mm..
Figura 12
Cálculo:
1. Trazar el desarrollo de los lados a-b sumando el equivalente al r=2 y la altura 17.
D 43
3. Los chaflanes están situados a una distancia de D menos g. g= = = 1 .3
32 32
91.8 − 34
4. Radio Rz: Rz = = 28.9
2
EJEMPLO 3:
Pieza rectangular
(Figura 13), de
70x30mm., con
radios de R:15mm.
y altura de 11mm.
(sin radios en el
fondo).
Figura 13
D 48 .5
3. Los chaflanes vienen determinados por D menos g. g= = = 1 .5
32 32
83.6 − 30
4. Unir los chaflanes con el radio Rz: Rz = = 26.8
2
EJEMPLO
Se trata de una pieza de sección cuadrada (Figura 15) cuyos lados miden 28mm., con
radios de 1mm. en las esquinas y una altura de 44mm.
Dado que el tamaño de la pieza es pequeño y la altura
elevada, se requiere un proceso de embutición distinto a los
anteriores.
Se trata del método denominado Oeillet, consistente en
reconvertir la geometría cuadrada en otra equivalente de
forma redonda y así facilitar la embutición.
4) Una vez alcanzado un diámetro que aproximadamente haga tangente en las 4 esquinas,
de la pieza, se procederá a una reducción cuadrada pero con los lados ligeramente
abombados, finalmente se acabará la pieza con su forma definitiva.
Figura 16
2º. Calcular los diámetros de las sucesivas embuticiones (igual que las cilíndricas).
3ª: Hacer un cuadrado con los lados abombados cercano a la pieza final. El valor de 3.5
dado al abombamiento en el dibujo superior pertenece al 12.5% del valor de 28mm.
En este ejemplo, los radios de 2.5 y de 0.75 se han dado prácticamente hacer una
reducción escalonada entre la forma anterior y posterior. Los radios del fondo de la pieza,
también se han dimensionado progresivamente, puesto que se pasa de R4 a R1mm. de
una forma escalonada.
Figura 17
Desarrollo= a2 ⎛ a2 2 ⎞ a2 b2 ⎛ b2 2 ⎞ b2
x =b− ⎜ ⎟
+ ⎜ ( ) ⎟ + 4·h y =a− ⎜ ⎟
+ ⎜ ( ) ⎟ + 4·h
b ⎝ b ⎠ b a ⎝ a ⎠ a
Las pruebas realizadas en casos similares, han demostrado que, si se quiere alcanzar la
máxima profundidad de embutición, se ha de situar el sentido del laminado en la dirección
del eje menor (x) de la pieza.
EJEMPLO DE EMBUTIBILIDAD:
Altura embutición:25
Figura 18a
Roturas
Altura embutición:35
Figura 18b
r:20
Figura 18c
Altura embutición:45
Embuticiones en
Progresivos
(Cortes periféricos)
Éste sistema (fig. 20), consiste en realizar dos cortes concéntricos alrededor de la zona de
embutición y separados entre sí entre 2 y 4 veces su espesor. Estos cortes, no han de
estar hechos de manera continuada, sino que, han de tener 2, 3 o 4 pequeñas
interrupciones con una separación de unos 3mm. entre cada una de ellas y hacerlos de
forma que los del diámetro interior no coincidan con los del exterior. De ésta manera al ser
embutida la pieza, ésta recogerá material alrededor de su contorno permitiendo hacer la
embutición y sin que se produzca ninguna estrechez en la anchura de la banda .
Fig. 20 - Imagen de una banda embutida con cortes periféricos del tipo “A”
En la figura 000 puede apreciarse el corte periférico del tipo “A”, y como la anchura de la
banda no se ve reducida a pesar de la embutición.
Se trata de 2 cortes circulares y concéntricos
entre sí, separados por una distancia de 3 a 5
veces el espesor del material y unidos al resto
de la banda por 3 puntos sin cortar. Estos
puntos quedan repartidos a una distancia de
120º cada uno.
Figura 21
En el caso de la figura 21, los cortes periféricos son también 2 y ambos quedan
inacabados en 4 puntos distintos de su perímetro.
Una de las ventajas que ofrecen los cortes periféricos, está en que el ancho de banda
permanece sin variaciones a lo largo de toda la matriz. Esto, facilita su guiado y evita que
se produzcan descentramientos en las piezas.
El resto de particularidades de la embutición han de ser tratadas como corresponda a su
geometría.
Figura 22. Banda embutida con cortes periféricos del tipo “A”
El corte periférico de la Figura 23, tiene forma de dos medias lunas, que están opuestas
entre sí y unidas por sus caras curvas. Su aplicación es indicada para espesores de chapa
de mas de 1mm. y la diferencia fundamental respecto al ejemplo anterior radica en que la
chapa pierde una cierta anchura al embutirla, aunque no se afecte al paso de la matriz.
Figura 23
La forma que se le ha dado al corte perimetral, permite que la embutición recoja material
en todas las direcciones, al mismo tiempo que se reduce el ancho de la banda y se
deforma dicho corte inicial. Esta deformación, no perjudica al paso de la banda puesto que
queda compensado por el estrechamiento y con la propia deformación de ésta.
La figura inferior nº 25, nos muestra otro corte periférico similar al anterior pero que en
este caso no se produce recorte de chapa. El sistema empleado está a medio camino entre
el tipo “A” y el tipo “B”. Se realiza haciendo dos semi cortes circulares en la banda pero
dejándolos unidos a la misma por dos pequeñas separaciones para que pueda deformarse.
Una vez se han hecho las sucesivas embuticiones, la banda ha perdido su anchura original
y los semi cortes se han deformado según la medida de las embuticiones.
Figura 25
Figura 26
Figura 27
Figura 28
Figura 29
Figura 30
Embuticiones
con Elementos
Elásticos
En las operaciones de abombado o ensanchamiento de piezas hay que tener presente una
regla de oro fundamental para los elementos elásticos:
Al plantearse una operación de este tipo, hay que partir de la base de que,
independientemente del grado de deformación que sufra el elemento, el volumen del
material continúa siendo idéntico en cada momento. Por consiguiente, el elastómero tiene
que tener siempre espacio suficiente para su escape.
Otro factor muy importante a tener en cuenta son los útiles y las prensas en las que han de
trabajar. La deformación progresiva de la goma siempre es mas adecuada si se realiza con
prensas hidráulicas que con prensas mecánicas rápidas.
Otro punto también importante es la forma que deben tener los elementos elásticos antes
de su deformación. Hay que prestar mucha atención al hecho de que al expandirse la
goma, esta pueda adaptarse al nuevo espacio tratando de que no quede atrapada por
aristas, rebabas o cantos muy agresivos.
La duración de los elementos de goma es un factor que puede generar cierta
preocupación, por lo cual siempre deberemos respetar los límites de compresión y
deformación aconsejados por los fabricantes del material.
DUREZA Shore- A 80 90 95
DEFORMACIÓN MÁX. EN % 35 30 25
Sin límite
RESISTENCIA AL ENVEJECIMIENTO
Aprox. 6 meses
RESISTENCIA AL AGUA SALADA
Empleo controlado
“ “ A GRASAS VEGETALES
EJEMPLO DE ABOMBADO
Figura 32
EJEMPLO DE ABOMBADO
Cuando la matriz se cierra, el punzón central nº1 comprime la goma nº3 y esta se
expande hasta adaptar la chapa al perfil de la matriz. Una vez abombada la pieza, la matriz
vuelve a ascender
mientras el punzón
central libera de
presión el elemento
elástico y este
recupera su forma
primitiva.
Seguidamente
asciende el pisador
nº2 y deja libre la
pieza para que
pueda ser evacuada.
Figura 33
EJEMPLO DE ABOMBADO
Figura 34
Figura 35
EJEMPLO DE ABOMBADO
La figura inferior nº36 muestra otra nueva aplicación de los elementos elásticos de goma
para el abombado de una pieza con forma de tapa, el funcionamiento de la matriz es el
siguiente; La pieza a sido previamente embutida y ahora se le ha de hacer el abombado en
todo el perímetro exterior de su contorno.
Figura 36
EJEMPLO DE ABOMBADO
F
Figura 37
Se trata de una pieza de embutición (Figura 38) con forma de cápsula a la cual se le han
de hacer 4 canales verticales con forma de media caña. En este caso, la altura de las
canales ocupan 2/3 partes de la totalidad de la pieza, aunque muy bien podrían
realizarse en alturas diferentes para cada una de ellas.
Los factores más importantes que hay que tener en cuenta son los de hacer que las
canales tengan poca profundidad y que los cantos exteriores estén redondeados lo
máximo posible.
El funcionamiento del utillaje está previsto para que la pieza de chapa que se ha embutido
previamente se coloque sobre la matriz nº7 y seguidamente descienda el punzón nº1. Al
descender éste, el pisador nº3
presionará y sujetará la pieza.
Cuando alcance una determinada
penetración, la pieza entrará en
contacto con las esferas nº4 y
estas seguirán el curso de las
mismas canales que lleva el
mandril nº7.
Figura 38
Defectos en Piezas
Embutidas
DEFECTOS EN EMBUTICIONES:
Figura 40
Figura 41
Los defectos son anomalías o irregularidades que se producen en las piezas embutidas
causadas por diferentes factores que intervienen en su fabricación. Estos defectos pueden
quedar plasmados de muy diversas maneras según sea el utillaje, el material que se
transforma, ........etc.
Figura 42
En general, los defectos quedan plasmados de muy diversas maneras, los mas habituales
son:
• Rebabas.
• Rayaduras.
• Marcas.
• Estricciones.
• Roturas.
• Arrugas.
• Grietas.
• Laminaciones.
• ........
Figura 43
Por lógica, las piezas defectuosas nunca deberían llegar a manos del cliente y mucho
menos a las líneas de montaje o producto final. Su localización en esta última etapa
pueden generar importantes problemas al proveedor o al cliente.
• Rechazo de piezas.
• Selección o recuperación de las mismas.
• Paros de producción.
• Perdida de pedidos.
• Pérdidas económicas.
• Pérdida de clientes.
• Pérdida de imagen.
Todos los defectos tienen alguna causa concreta, incluso cuando éstos no los podamos
clasificar o englobar dentro de alguno de los apartados anteriores.
La repetición sucesiva de un mismo defecto, puede ser evitado o minimizado mediante un
análisis concienzudo del mismo, que nos lleve a la raíz del problema y una posterior
corrección del mismo.
El deficiente diseño de los útiles, también es causa de defectos y anomalías en las piezas
fabricadas. Es mas, las deficiencias o carencias que tenga cualquier utillaje, pueden ser
motivo de defectos posteriores en las piezas que, probablemente, costarán mas de
solucionar que si se tratara de anomalías en la materia prima o el proceso de
transformación.
Una “herramienta” mal diseñada o mal construida es una “herramienta” incapaz de fabricar
piezas de calidad, y en consecuencia, ha de pasar por una etapa de modificaciones que en
la mayoría de ocasiones no consiguen sus objetivos.
Todos los útiles sin excepción requieren ser diseñados y construidos bajo unos criterios de
calidad que no pueden ser rebajados bajo ningún concepto. Nunca hay útiles sencillos ni
fáciles mientras que éstos no sean capaces de satisfacer las expectativas del cliente final.
Cada matriz o utillaje debe ser entendido como una herramienta única y bajo esta
perspectiva ha de ser diseñado y construido. Cuando existan dudas razonables de que su
funcionamiento pueda tener algún problema, siempre se deben hacer pruebas o ensayos,
antes de proceder a su construcción definitiva.
Figura 45
Los defectos asociados a las materias primas acostumbran a ser pocos pero variados, no
obstante, cada vez mas se encuentran sujetos a mayor control por parte del departamento
de calidad del proveedor y del cliente.
En las transformaciones embutidas es donde mayor exigencias se le requiere al material
en cuanto a sus características mecánicas. La propia transformación exige unas buenas
propiedades de plasticidad, alargamiento, tracción, etc., además de una superficie exenta
de impurezas o irregularidades.
Algunos de los defectos mas habituales son:
• Variaciones de espesor; La ligera fluctuación de los rodillos de la máquina de
laminar hace que la chapa presente variaciones de +-0.03, cosa que dificulta la
transformación en piezas con grandes exigencias de calidad.
• Piel de naranja; La textura granulada de la superficie del material viene causada
por deformaciones locales del tamaño de las partículas del grano del material.
• Líneas de Lüder; Defecto que se presenta en la superficie del material debido al
alargamiento en el límite elástico.
• Escamas; Restos de escoria o cascarilla que aparecen longitudinalmente en la
chapa durante la laminación en caliente o en frío.
• Líneas fantasmas; Líneas blancas que aparecen en la superficies de las piezas
después de un proceso de pintura. La causa principal se debe a la desviación del
Slab (Laminador) hacia el centro de laminación.
• Exfoliaciones; Láminas de extensión y forma variables superpuestas al material
base. Entre el metal base y las exfoliaciones se alojan inclusiones metálicas, óxido
o cascarilla.
• Estrellas; Son pequeñas deformaciones en el material causadas por partículas
diminutas que aparecen entre el material y el troquel en la transformación.
• Abolladuras; Son daños superficiales que aparecen sobre el material causados
por golpes en el transporte o almacenamiento.
• Mal recubrimiento; Acostumbran a ser pequeñas partículas desprendidas del
material debido a un inadecuado recubrimiento del mismo. Es causa de rayaduras,
oxidaciones, gripages, marcas, etc.
• .............
Figura 46
En el caso de inspección por reflexión óptica, esta se hace con una luz que alcanza la
superficie del panel con un pequeño ángulo de incidencia y se puede observar las
pequeñas irregularidades que hay en la superficie de la chapa. El inspector coloca la pieza
en la posición mas idónea para medir el grado de reflexión.
ARRUGAS:
Las arrugas que aparecen en las piezas embutidas varían en función del fallo que las
genera. Si las clasificamos, estas pueden ser dos: arrugas por tensión y arrugas por
compresión.
Las tensiones que aparecen en la superficie de la chapa es la causa principal para que el
panel se deforme y aparezcan las arrugas. Las fuerzas externas que causan estas
tensiones se clasifican en 4 categorías; fuerza de compresión, fuerza de cizallamiento,
fuerza inestable de tensión y fuerza de doblado.
La cresta de las arrugas que aparecen en las piezas embutidas se deben a tensiones del
material que se producen en la dirección contraria al laminado.
Las arrugas son causadas mayoritariamente por la comprensión del material dentro de la
superficie de la pieza. En las piezas embutidas, las arrugas se pueden controlar o evitar
mediante la regulación de la fuerza del pisador.
Está comprobado que, una fuerza débil del pisador propiciará la formación de arrugas
sobre las piezas, pero un exceso de fuerza del pisador aumentará el riesgo de roturas.
En consecuencia, la fuerza del pisador debe ser controlada y regulada de forma muy
constante para conseguir fabricar las piezas sin defectos.
Los valores que aplicamos como fuerzas de pisado acostumbran a indicarse en kg.cm2.,
teniendo en cuenta que dicha fuerza queda repartida sobre la superficie total de la chapa
restando la superficie total del punzón.
También cabe destacar, que de las muchas pruebas realizadas, se ha determinado que
estos cálculos son orientativos y que en la mayoría de casos se han de adaptar de forma
práctica durante las pruebas.
El cálculo estimativo de la fuerza del pisador viene determinado por:
Fp = ( St − Sp )· p = Kg .
FORMACIÓN DE ARRUGAS
El motivo principal de las arrugas casi siempre se debe a una fuerza poco adecuada del
pisador (insuficiente) que hace que el material entre con excesiva velocidad en la matriz y
no de tiempo a su deformación plástica.
En el caso de piezas cilíndricas, la formación de arrugas siempre se producen en todo el
perímetro de la pieza de forma mas o menos uniforme. En piezas no cilíndricas dichas
arrugas dependen de otros factores, como por ejemplo: la geometría y la profundidad de la
embutición, la fuerza del pisador, la velocidad de transformación o el tipo de material.
En el caso de piezas cuadradas o rectangulares, la formación de arrugas siempre se dan
en las esquinas y no en las zonas rectas o lineales. Las causas de estas anomalías siguen
siendo las mismas que en el caso anterior.
Por lo general, las zonas donde hay tendencia a formarse arrugas, son zonas en las que el
material incrementa su espesor. El fenómeno se debe a la propia compresión del material
que hace que éste aumente su espesor de forma notable.
Las piezas embutidas con formas irregulares son las mas complicadas y difíciles de
conseguir puesto que las arrugas aparecen de forma impredecible y son necesarias las
pruebas prácticas antes de conseguir eliminarlas.
El fenómeno de las arrugas queda notablemente reducido si diseñamos “frenos” en los
útiles de embutición, de forma que pueda controlarse la velocidad de entrada del material
en la matriz.
Como es fácil de imaginar, la colocación de “frenos” y la fuerza que estos deben hacer son
difícilmente calculables y en consecuencia se diseñan en todo el perímetro de la pieza y se
acaban ajustando prácticamente.
Figura 47
Causas de las
arrugas
Figura 48
Soluciones
Pisador
Punzón
Aro Matriz
Chapa
Aro Matriz
Matriz
Figura 49
El motivo principal de este defecto casi siempre se debe a una fuerza poco adecuada del
pisador (insuficiente) que hace que el material tenga tendencia a formar arrugas y estas no
puedan introducirse en la boca de la matriz, llegando a la rotura de la pieza.
No obstante, no se pueden descartar otras posibles causas como por ejemplo: Material de
baja calidad, huelgo de embutición insuficiente, descentramiento del punzón-matriz,
excesiva rugosidad superficial en los radios de entrada, ....., etc.
Cada una de las causas puede presentar un defecto en la pieza de características muy
similares entre unos y otros, no obstante, cada uno de ellos, también tendrá alguna
característica diferenciadora que ayudará a determinar su origen.
En la página siguiente están descritas algunas de las causas mas probables de este
defecto y las posibles soluciones a aplicar.
Rayaduras
Grieta
Figura 50
Soluciones
El defecto de la pieza inferior, viene dado por distintas causas que explicamos a
continuación;
1) Por un lado, vemos como la geometría de la pieza “obliga” a hacer una embutición “de
doble efecto” en la que el material ha de fluir a través de los pequeños radios perimetrales
que tiene la pieza.
2) La base de la pieza está formada un ángulo de 90º donde la embutición nace entre las
dos superficies y dificultan que el material pueda “entrar” de forma fluida hacia en centro de
la embutición.
3) Esta misma embutición tiene dos paredes prácticamente verticales (precisamente son
las que siempre se rompen), en las que el material no puede “entrar” y acaba
rompiéndose.
4) El material no puede fluir hacia el interior de la embutición y acaba rompiéndose al
superar su propio límite elástico por la excesiva tracción a que se ve sometido.
5) Cabe la posibilidad de hacer varias fases de embutición pasando de mayor a menor
medida tanto en los radios como en la forma. No obstante, esto supondría un elevado
encarecimiento de la pieza, cosa que el cliente y proveedor tratan de evitar.
Figura 51
Soluciones
El problema que vemos en esta pieza es muy parecido al que hemos visto anteriormente.
El origen y las causas del problema trataremos de explicarlas a continuación;
1) Igual que en el caso anterior, la geometría de la pieza “obliga” a hacer una embutición
“de doble efecto” y el material se ve dificultado para fluir a través de los radios de pequeño
tamaño que hay en todo el perímetro de la pieza.
2) En este caso, la superficie de la base es completamente plana pero la embutición
central tiene forma de pirámide.
3) Igual que sucedía con la pieza anterior, esta embutición, también tiene dos paredes
prácticamente verticales en las que el material no puede “fluir” y queda “atrapado” hasta
romperse o agrietarse.
4) La posibilidad de hacer la embutición en varias fases de transformación es totalmente
factible, si bien, se intenta evitarlo para reducir el coste de los útiles y de la pieza.
La solución global pasa por trabajar con los útiles y las materias primas en las mejores
condiciones posibles (fuerza de pisado, lubricación, velocidad, acabados, rugosidad,
características mecánicas, .....), y conseguir la pieza con la calidad deseada.
Figura 52
Soluciones
En las piezas con paredes gruesas y con poco radio en el fondo, casi siempre aparece un
“estrangulamiento” del material en su diámetro exterior como el que vemos en el dibujo
inferior. Desde el punto de vista de su resistencia, esto no tiene mucha importancia,
puesto que el debilitamiento es menor que el que experimenta el borde del fondo
propiamente dicho, pero en algún caso puede resultar visualmente defectuoso.
Este defecto se hace más patente cuando el huelgo de embutición es menor de lo normal ,
aunque en algunos casos, también puede llegar a producirse por exceso de velocidad en la
transformación. La diferencia en este último caso y el primero, es que el anillo o marca que
queda en la pieza puede ir seguida de adelgazamiento del material en las paredes
verticales del objeto.
Tratando de buscar una similitud entre los dos casos, podríamos decir que, la huella
externa que queda en la pieza sería muy parecida a la que aparece en las piezas dobladas
cuando el radio del punzón es excesivamente pequeño.
Figura 53
Soluciones
Figura 54
MARCAS SUPERFICIALES:
Figura 55
Soluciones
GRIETAS EN ABOCARDADOS:
Esta operación es siempre crítica, ya que es muy frecuente que se presenten grietas en el
borde abocardado de la pieza. Este mismo defecto puede presentarse en muchas formas o
tamaños distintos dependiendo de diversos factores, como por ejemplo;
1) Altura de abocardado con relación al agujero previo.
2) Mala calidad del corte del agujero.
3) Corte con rebabas o roturas en el material.
4) Deficiente diseño del punzón de abocardar.
5) Material muy debilitado de fases anteriores.
6) ..........
Para evitar este defecto, debe ponerse especial atención en tres factores importantes:
a) Que la altura del embutido sea admisible (ver ejemplo).
b) Regularidad en las características del material empleado.
c) Nitidez del corte en el agujero previo.
Figura 56
Figura 58
Figura 59
D
d =
d: Diámetro del agujero previo: A
1+
110
−
2 2
h: Altura del cuello: h = D d
4⋅D
d ⋅e
s: Espesor en el borde del cuello: s=
D
Ejemplo:
D = 28mm.
e = 1mm.
A = 30%
Figura 61
28 28
d= = = 22 mm.
30 1,27
1+
110
22·1 22
s= = = 0,78mm.
28 28
Este defecto es una variante de los que hemos visto anteriormente. El defecto en la pieza
se genera a partir del momento en que la altura “h” tiene unos valores de: h = 0.25 · d
Si se sobrepasa el valor resultante es imprescindible realizar recocidos intermedios en la
pieza y hacer el giro de la aleta en etapas sucesivas como se ve en el dibujo inferior.
Como en los casos anteriores, el problema se plantea igualando el volumen del anillo a
abatir con el de la corona abatida; pero en este planteamiento se tendrá muy en cuenta el
adelgazamiento de la pestaña, basta observar que la superficie del borde del tubo ha de
conservarse igual a la superficie del borde exterior de la corona abatida.
Figura 62
Soluciones
RAYADURAS VERTICALES:
Este es uno de los defectos más habituales que se produce en cualquier pieza embutida.
El origen y la causa del problema hay que buscarlo en los pequeños desprendimientos del
material que se producen y en las rayaduras que estos van provocando.
Las partículas desprendidas del material, hacen que estas se acumulen en las paredes de
la matriz y vayan ejerciendo el mismo efecto que haría un papel de lijar, es decir, arrancar
mas material que queda sobre la superficie de la matriz o del punzón.
Con este problema de por medio, la acumulación de partículas cada vez son mayores y en
consecuencia también lo son las rayas, las marcas o los defectos.
En general, el problema se da con todo tipo de materiales y de embuticiones, pero
preferentemente con Aluminio y Acero inoxidable que por su ductilidad o dureza, hacen
que las partículas aumenten ligeramente.
La solución al problema pasa por distintas posibilidades; a) utilizar materiales y
tratamientos térmicos adecuados para cada componente. b) Mantener permanentemente
las matrices en un buen estado de pulido. c) Utilizar lubricantes adecuados a cada
transformación, y que estos tengan un buen grado de adherencia y de viscosidad
adecuado a al material.
Una vez cumplidas estas tres primeras reglas, hay que pensar en otras soluciones que se
apliquen en forma de recubrimientos en los elementos de la matriz, como por ejemplo:
Cromado duro, recubrimientos de
Nitruro de Titanio (TiN), etc., que
pueden aplicarse por el
procedimiento de PVD o CVD.
Los primeros son mas
recomendables que los segundos, si
bien, siempre es aconsejable la
opinión de los especialistas para dar
solución a estos problemas.
Figura 63
Causas de las
rayaduras
Soluciones
Este defecto sucede habitualmente en piezas poco estampadas, en que por causas
diversas la prensa o la matriz no ha llegado al punto muerto inferior de su carrera. El
material “flojo” o poco estampado se traduce prácticamente en geometrías poco definidas y
en medidas incorrectas en la pieza.
El defecto puede resultar problemático de detectar en piezas grandes, debido a que
quedan con medidas fuera de tolerancia por insuficiente picada o estampación.
En las operaciones de este tipo, la chapa es deformada elástica y plásticamente sobre la
matriz debido a la aplicación de fuerzas que se ejercen sobre la misma. Cuando las
fuerzas se dejan de aplicar o estas son insuficientes, hay una relajación del material que se
transforma en formas poco definidas o flojas.
Figura 64
Causas del
“material flojo”
Soluciones
En el dibujo inferior se han exagerado las deformaciones para que puedan apreciarse
mejor. Debido al huelgo que queda, la pieza sufre una primera deformación parecida a un
tronco de cono, con ensanchamiento hacia arriba y estrechamiento hacia abajo,
manteniéndose éste hasta que queda terminada la operación de embutición.
De acuerdo con la figura, el labio, al deslizarse a través del aro de embutición, da lugar a la
formación simultánea de un abombado en toda la altura de la pieza.
Cuando se trata de reducciones de la embutición, hay que poner atención puesto que el
espesor de la pared ha ido aumentando progresivamente y puede dar lugar a roturas de
otro tipo.
Naturalmente, las paredes de mayor grosor exigen, en
las siguientes fases de embutición, un huelgo más
grande, pero no excesivos, pues entonces darán lugar
al problema que estamos comentando.
Figura 65
Soluciones
En el primer caso (figura de la izquierda), el punzón está descentrado en una medida e con
respecto al aro de la matriz. Este desplazamiento hace que las piezas embutidas se
rompan por la zona más estrecha del huelgo de embutición, mientras que en la zona
contraria quedan insuficientemente conformadas y poco definidas en sus medidas. Este
inconveniente puede corregirse desplazando el aro de embutición (matriz) o el punzón
conformador.
Figura 66
El segundo caso (figura de la derecha), es más difícil de reconocer puesto que el resultado
en la pieza es muy parecido al del desplazamiento anterior.
Cuando el ángulo e es muy pequeño (la mayoría de veces), el problema da lugar a fabricar
piezas defectuosas que se rompen por la zona indicada por c debido a la reducción de
holgura que queda entre el punzón y la matriz. Una característica de estas piezas rotas es
el abombado de la parte de la pared lateral d que une el fondo desgarrado con la brida de
la chapa.
Además, en el borde de la pared lateral, o en las proximidades de la brida de la chapa,
aparece una zona comprimida de forma anular y que rodea a la pieza embutida, cuya
altura d es mayor en b que en a.
Descentramiento:
1. La embutición queda mas delgada de un lado que del otro.
2. En embuticiones cuadradas o rectangulares, la pieza se rompe por las
esquinas de menor holgura.
3. Aparecen laminaciones en la mitad de la pieza embutida.
4. Aparecen roturas sin llegar a la embutición total.
Inclinación:
1. Las marcas de presión en “a” y en” b” no tienen la misma altura.
2. La embutición se rompe sin llegar al fondo.
3. El fondo de la pieza no queda plano.
4. La embutición no queda uniforme en todo el perímetro.
Figura 67
El dibujo superior nos muestra una pieza con una rotura en su pared vertical, propia de
una anomalía de descentramiento o inclinación del punzón o la matriz. El defecto puede
presentarse en proporciones mas o menos diferentes dependiendo de la anomalía que
presente el utillaje.
Soluciones
Los citados entrantes o salientes pueden combatirse reforzando el borde superior con una
acanaladura por su parte exterior. Además, al embutir ha de prestarse mucha atención a
que las esquinas del recorte sean de dimensiones lo más reducidas posible, para que
después de hacer la embutición, no queden promontorios elevados en las esquinas.
Figura 68
Soluciones
Estos vestigios de laminación o brillo en las piezas son inevitables la mayoría de veces,
principalmente cuando se trata de piezas embutidas de chapa gruesa. Esta anomalía no
tienen ningún significado negativo en lo que se refiere a la pieza siempre que a
consecuencia del aplastamiento, no se originen daños en la arista de embutición o roturas
de mayores proporciones.
Por lo general, esa zona brillante sujeta a compresión no ha de ser mayor de 1/6 parte de
la altura total de la embutición, en caso contrario, ha de aumentarse el huelgo de
embutición o las piezas tendrán muchas posibilidades de salir rotas o agrietadas.
Figura 69
Causas de la laminación
y del brillo
Soluciones
Las causas que motivan este defecto, se deben a una insuficiente fuerza del pisador y a un
radio muy pequeño en la boca de la matriz. Las figuras inferiores presentan unas piezas
con unas roturas muy notables y al mismo tiempo con muchas arrugas en el perímetro
exterior.
Las roturas nos indican que los radios del punzón y/o la matriz son mas pequeños de lo
adecuado, y las arrugas tan exageradas que el pisador no hace la fuerza suficiente.
La pared embutida de tan poca altura, nos indica que la formación de las arrugas ha
impedido la entrada del material dentro de la matriz y este se ha roto antes de llegar al
fondo de la embutición.
Esta es una de las razones por las cuales, el análisis de las piezas con defectos es el
primer paso para determinar el origen y las causas que los han generado. No olvidemos
que, las embuticiones son la transformación que genera mas problemas y la que requiere
mayor capacidad de análisis antes de emprender cualquier acción de mejora en los útiles.
Figura 70
Soluciones
Cualquier “herramienta” que se utilice para minimizar los defectos que aparecen en las
piezas matrizadas, deberá ser valorada como positiva puesto que su utilización tendrá un
fin sobradamente provechoso. De entre las medidas que consideramos mas importantes
para lograrlo, destacamos las siguientes:
1- Análisis predictivo:
• Herramientas simulación.
• Análisis y predicción.
• Diseño optimizado.
HERRAMIENTAS
DE
AYUDA
Figura 71
60
50
40
30
20
10
0
15% 25% 60%
Figura 72
RESUMEN FINAL
Bibliografía recomendada:
(Ed. CEDEL)
• Embutición extraprofunda.
• Tecnología de la chapa.
• Estampado práctico.