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CPTS-GTPML-GRL-001
Elaborada por:
CENTRO DE PROMOCIÓN DE TECNOLOGÍAS SOSTENIBLES
CPTS
Auspiciada por:
USAID/BOLIVIA
AGOSTO 2005
Guía Técnica General de Producción Más Limpia
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la
transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por
registro u otros métodos, sin hacer referencia al autor
Primera Edición
D.L. Nº 4-1-1508
I.S.B.N. 99905-0-897-6
La Paz - Bolivia
Guía Técnica General de Producción Más Limpia
Índice de contenido
Índice de contenido......................................................................................................................................i
Agradecimientos ........................................................................................................................................iii
Abreviaturas y siglas utilizadas.................................................................................................................v
El Centro de Promoción de Tecnologías Sostenibles (CPTS) y la Producción Más Limpia
(PML)............................................................................................................................................................vi
Capítulo 1 INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................10
Capítulo 2 LA LEGISLACIÓN AMBIENTAL ...........................................................................................12
2.1 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................. 12
2.2 LA LEY DEL MEDIO AMBIENTE, LEY 1333 ........................................................................................... 14
2.3 REGLAMENTOS GENERALES A LA LEY DEL MEDIO AMBIENTE .............................................................. 15
2.4 REGLAMENTO AMBIENTAL PARA EL SECTOR INDUSTRIAL MANUFACTURERO (RASIM) .......................... 16
Capítulo 3 PRINCIPIOS Y CONCEPTOS DE LA PRODUCCIÓN MÁS LIMPIA....................................17
3.1 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................. 17
3.2 DEFINICIONES Y CONCEPTOS CLAVE EN PRODUCCIÓN MÁS LIMPIA ........................................................ 18
3.2.1 Contaminación ..................................................................................................................... 18
3.2.2 Prevención de la contaminación.......................................................................................... 18
3.2.3 Eficiencia ............................................................................................................................. 18
3.2.4 Eficiencia energética............................................................................................................ 18
3.2.5 Reciclaje, Reuso y Recuperación (las 3 R’s) ...................................................................... 18
3.2.6 Mejores técnicas disponibles (Best Available Techniques - BAT) ...................................... 19
3.2.7 Producción más limpia (PML).............................................................................................. 19
3.2.8 Desarrollo Sostenible........................................................................................................... 20
3.3 ENFOQUE PIRAMIDAL EN EL MANEJO DE EFLUENTES ............................................................................ 20
3.3.1 Disposición final de residuos ............................................................................................... 21
3.3.2 Tratamiento de efluentes “al final del proceso” (end of pipe) .............................................. 22
3.3.3 Producción más limpia (PML).............................................................................................. 23
3.4 CONCEPTOS, PRINCIPIOS Y BASES PARA LA PRÁCTICA DE PML............................................................ 25
3.4.1 El concepto de “insumo” ...................................................................................................... 25
3.4.2 Distinción entre residuo y desecho...................................................................................... 25
3.4.3 Bases para la práctica de la PML ........................................................................................ 26
3.5 SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL (SGA) Y PRODUCCIÓN MÁS LIMPIA (PML) ........................................ 27
3.5.1 Conceptos ........................................................................................................................... 27
3.5.2 Ubicación del concepto de PML en el marco de un SGA ................................................... 28
3.5.3 Características del Programa de PML en relación a un SGA ............................................. 29
Capítulo 4 DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE PRODUCCIÓN MÁS LIMPIA..............................30
4.1 ETAPA 1: CREACIÓN DE LA BASE DEL PROGRAMA DE PRODUCCIÓN MÁS LIMPIA ..................................... 31
4.2 ETAPA 2: PREPARACIÓN DEL DIAGNÓSTICO DE PRODUCCIÓN MÁS LIMPIA ............................................. 34
4.3 ETAPA 3: DIAGNÓSTICO – ESTUDIO DETALLADO DE LAS OPERACIONES UNITARIAS CRÍTICAS.................. 38
4.4 ETAPA 4: DIAGNÓSTICO – EVALUACIÓN TÉCNICA Y ECONÓMICA ........................................................... 41
4.5 ETAPA 5: IMPLEMENTACIÓN, SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN FINAL .......................................................... 49
Capítulo 5 MÉTODOS PARA EVALUAR LA EFICIENCIA PRODUCTIVA............................................52
5.1 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................. 52
5.2 LA CULTURA DE LA MEDICIÓN ............................................................................................................. 52
Agradecimientos
El Centro de Promoción de Tecnologías Sostenibles (CPTS) tiene el agrado de presentar la “Guía
Técnica General de Producción Más Limpia”, elaborada por su equipo técnico.
¾ La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a la Embajada Real de
Dinamarca, a la Cámara Nacional de Industrias (CNI) y a la Cámara Departamental de Industrias de
La Paz (CDILP).
¾ Los consultores Lino Héctor Gallo (Uruguay); Willy Frendrup (Dinamarca); Patricio González Morel
(Chile), Miguel Franco (República Dominicana), Walter Weaver (EEUU), todos ellos expertos en medio
ambiente y en procesos industriales.
¾ Los ingenieros Juan Carlos Guzmán Salinas y Gabriela Murillo Casanovas y al Lic. César Sevilla
Loría, por los valiosos comentarios que nos hicieron llegar en la fase de consulta pública.
¾ Al Director General de Medio Ambiente del Ministerio de Desarrollo Sostenible, al Director General de
Industria del Viceministerio de Industria, Comercio y Exportaciones y a la Dirección Departamental de
Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Prefectura del Departamento de Chuquisaca, por sus
valiosos aportes en la fase de consulta pública.
¾ Todas las empresas, instituciones y personas que han aportado con sus comentarios y experiencias.
Finalmente, cabe hacer notar que las opiniones vertidas en este documento son responsabilidad de los
autores y no reflejan necesariamente aquéllas de las agencias de cooperación, instituciones y personas
antes mencionadas.
Autor y editor:
Equipo Técnico del CPTS
Av. Mariscal Santa Cruz Nº 1392
Edificio Cámara Nacional de Comercio, piso 12
La Paz - Bolivia
NOTA.- La nomenclatura para la notación numérica es como sigue: la coma (,) se usa para separar miles
y el punto (.) para separar decimales.
1
Esta es una traducción, realizada por el CPTS, de la definición oficial, en ⇒ La ejecución de programas de asistencia técnica de
inglés, de Producción Más Limpia, adoptada por el Programa de las Naciones PML en las empresas (que constan de diagnóstico,
Unidas para el Medio Ambiente - PNUMA (United Nations Environment seguimiento y estudio de caso), para difundir los
Program – UNEP).
forme parte del programa de capacitación y Tipo de empresa (según CIIU (*), rev. 3, 1990) Cant.
entrenamiento. Hoteles 3
Excepto por requisitos generales asociados a la solicitud Restaurantes (preparación de raciones alimenticias) 2
de un servicio de ejecución de un programa de Actividades de hospitales, médicos y odontólogos 5
asistencia técnica en PML, como el llenado de un Actividades de organizaciones empresariales y
cuestionario técnico, éste no impone condición alguna 2
profesionales (oficinas)
para que una empresa sea beneficiada con el programa. Total empresas 82
Sin embargo, el CPTS exige que la empresa demuestre (*) CIIU: Clasificación Industrial Internacional Uniforme
un genuino interés y cumpla los acuerdos a ser
establecidos en un convenio (contrato) de cooperación En el Cuadro 2 se presenta un resumen de los
mutua a ser suscrito entre la empresa y el CPTS. Las resultados obtenidos por la implementación de medidas
opciones de PML identificadas, previamente aprobadas de PML en 17 empresas.
por la Gerencia de la empresa, deben ser
implementadas de acuerdo a un calendario elaborado y Cuadro 2 Impacto de las prácticas de PML en 17 de las 82
aprobado por la propia empresa, pero concertado con el empresas (ingenios azucareros, lácteos, cervecerías,
CPTS (los gastos y actividades de implementación de las curtiembres, mataderos y otras)
recomendaciones de PML corren por cuenta de la Detalle Cantidad
empresa. Total recomendaciones efectuadas 211
Total recomendaciones implementadas 156
ALGUNOS RESULTADOS OBTENIDOS HASTA EL PRESENTE
Porcentaje de implementación [%] 74
Desde septiembre de 1995 a diciembre de 2004, primero Inversión total efectuada por las empresas [US$] 2,395,000
como EP3 y posteriormente como CPTS, se ha realizado Beneficios económicos alcanzados [US$/año] 1,174,000
un total de 82 diagnósticos de PML, en diferentes tipos Retorno sobre la inversión [%] 49
de empresas, cuyo resumen se encuentra en el Cuadro 1. Reducción en el consumo de agua [m3/año] 4,172,0002
Reducción en la descarga orgánica [kg de
Cuadro 1 Rubros de producción de empresas bolivianas en las 4,151,0004
DBO53/año]
que EP3/Bolivia – CPTS, efectuó diagnósticos de PML
Reducción en pérdidas de producto [kg/año] 373,000
Tipo de empresa (según CIIU (*), rev. 3, 1990) Cant.
Reducción en pérdidas de subproducto [kg/año] 2,370,000
Elaboración de productos alimenticios y bebidas (jugos,
2 Reducción en consumo de materias primas
molinería, panadería, hielo, lácteos, refrescos, etc.) 131,000
[kg/año]
Producción, procesamiento y conservación de carne y
11
productos cárnicos (reses, cerdos, pollos) Por su lado, el ESMAP realizó diagnósticos de eficiencia
Elaboración y conservación de frutas, legumbres y energética en 14 empresas (industrias de materiales de
6
hortalizas (piña, banana, maracuyá) construcción, bebidas, alimentos, textiles y hoteles). El
Elaboración de productos lácteos 3 ahorro de energía en dichas empresas varió entre el 9%
y el 29% del consumo total, cuyo promedio ponderado es
Elaboración de productos de molinería (quinua) 4 de 13%, que equivale a un ahorro monetario aproximado
Alimentos preparados para animales 1 de 900,000 US$ al año. Las inversiones hechas para
Elaboración de azúcar 2 alcanzar este ahorro fueron cerca de 800,000 US$.
Elaboración de otros productos alimenticios n.c.p.(café, En los 5 años de funcionamiento del programa de becas
12
té, miel, castaña) se ha otorgado un total de 116 becas, 93 han sido
Elaboración de vinos 1 concluidas y 23 están en ejecución.
Elaboración de bebidas malteadas y de malta (cerveza) 3
Los resultados alcanzados han demostrado que es posible
Elaboración de bebidas no alcohólicas; producción de generar beneficios económicos para las empresas, así
6
aguas minerales como beneficios reales para el medio ambiente.
Preparación e hilatura de fibras textiles; tejedura de
3
productos textiles Sin embargo, pese a los importantes avances
Curtido y adobo de cueros 7 registrados, queda todavía un largo camino por recorrer,
en el que la participación, no solo de las autoridades o
Fabricación de sustancias químicas básicas (colorantes de los empresarios es importante, sino la de cada uno de
2
de origen vegetal) los habitantes del país. El CPTS no pretende resolver
Fabricación de pinturas 1 todos los problemas, sino generar un proceso que
Fabricación de productos farmacéuticos, sustancias permita resolver problemas.
1
químicas medicinales y productos botánicos
Fabricación de otros productos minerales no metálicos
1
n.c.p. (fabricación de productos de asfalto)
Fabricación de productos primarios de metales preciosos
1 2 Equivalente al consumo de agua de 2 meses de la ciudad de La Paz.
y fabricación de joyas (oro y plata) 3
DBO5 (Demanda Bioquímica de Oxígeno): concentración de oxígeno, expresada en
Fundición de metales no ferrosos 2 mg/litro, necesaria para oxidar materia orgánica mediante microorganismos en una
Tratamiento y revestimiento de metales (galvanoplastia) 1 muestra acuosa.
4 Equivalente a la descarga orgánica de 1.5 meses de la ciudad de La Paz.
ALGUNOS EJEMPLOS
Figura 1. Emisión de polvo a la atmósfera antes Figura 2. Emisión de polvo a la atmósfera después
de implementar medidas de PML de implementar medidas de PML
⇒ En el desarrollo de tecnología:
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
Consideraciones acerca de la Guía:
La guía incluye la filosofía y los lineamientos base de la PML para que las empresas puedan, con su
capacidad analítica y experiencia, introducir prácticas para mejorar su eficiencia productiva y su
desempeño ambiental. La experiencia muestra que siempre ha sido más económico “prevenir” que
“curar”, y que a menudo los residuos pueden ser aprovechados como insumos.
La guía presenta diferentes ideas y ejemplos prácticos para orientar y facilitar la implementación de
medidas de PML en empresas productivas y de servicios. En particular, se hace énfasis en el sector
industrial manufacturero, donde el CPTS tiene mayor experiencia.
Por los resultados obtenidos a través de experiencias pasadas (ver el CPTS y la PML), tanto a nivel
nacional como internacional, la implementación de las medidas explicadas en la guía permitirá a las
empresas incrementar su productividad y sus utilidades económicas mediante el uso óptimo de materias
primas, agua, energía y otros insumos, minimizando, al mismo tiempo, la generación de desechos y los
costos inherentes al tratamiento y disposición de los mismos. Asimismo, les facilitará su proceso de
adecuación ambiental y su acceso a incentivos legales, económicos y otros.
Los ejemplos mostrados en esta Guía no necesariamente se deben o se pueden replicar tal como están
descritos, pero pueden servir de base para el desarrollo de prácticas similares.
Es importante mencionar que cada empresa debe hacer su propia evaluación en base a sus
experiencias, y efectuar pruebas sobre la aplicabilidad de cada una de las medidas de PML en su
proceso de producción, debido a que cada empresa tiene sus propias características en cuanto a
operaciones y productos.
Un aspecto vital para el éxito de un programa de PML es que las industrias adopten una voluntad para el
cambio. Esta actitud mejora las posibilidades para adaptarse o beneficiarse del desarrollo y la dinámica
del entorno. Así mismo, para medir los logros alcanzados, debe introducirse una cultura de medición y
control de los procesos y de sus resultados porque “lo que no se mide no se puede evaluar”.
Adicionalmente, las empresas pueden aprovechar del intercambio de experiencias entre empresas; si se
establecen lazos de colaboración y se comparte experiencias, se puede obtener mejoramientos
sinérgicos o multiplicadores para todo el sector en el país. En otros países existen experiencias exitosas
de colaboración dentro de los diferentes sectores.
Una guía, en sí misma, no puede solucionar todos los problemas o encontrar todas las oportunidades de
mejoramiento. Sin embargo, esperamos que esta guía sea un aporte para las empresas y sus
organizaciones en el trabajo de experimentación, implementación y mejoramiento continuo de las
prácticas de PML, lo que redundará positivamente en su desempeño ambiental, así como en su
productividad y rentabilidad.
¾ Con relación al RASIM, si bien las guías tienen carácter voluntario, éstas constituyen documentos de referencia técnica para
acceder a incentivos; establecer acuerdos entre industria y autoridades; establecer plazos y límites permisibles; y formar
parte del Plan de Manejo Ambiental (PMA).
!
Grupos meta:
Pese a las diferencias existentes entre las empresas, en cuanto a capacidad técnica y tecnológica,
tamaño, etc., se ha considerado como primer grupo meta a todas las empresas industriales
manufactureras, y dentro de ellas a los mandos altos y personal técnico de la empresa. En particular, los
Capítulos 2, 3 y 4 referidos a la legislación ambiental y a los conceptos, ventajas, filosofía y método de
trabajo de PML, están dirigidos a gerentes o a los mandos de decisión. Los Capítulos 5 y 6, por otra
parte, están dirigidos, tanto a gerentes o a mandos de decisión, como al personal técnico de las
empresas.
Como segundo grupo meta están los profesionales y las instancias que trabajan con el sector industrial
manufacturero o están relacionados con éste, por ejemplo, autoridades ambientales, consultores,
universidades, proveedores y profesionales, estudiantes y personas interesadas, en general, de modo
que la guía sirva como base para el diálogo entre el sector y su entorno –especialmente con las
autoridades– para que las partes conozcan las dificultades y oportunidades del sector.
En el Capítulo 1, se hace una explicación de las razones por las cuales se ha elaborado esta guía y
cuáles son las principales ventajas de la PML.
En los Capítulos 3 y 4, se define los conceptos clave que son usados en la guía. Así como también, se
describe el procedimiento para que una empresa implemente un programa de PML de manera
sistemática y continua, paso por paso.
En los Anexos, se presenta información adicional de apoyo, como el glosario, sistema de unidades,
modelo de cuestionario técnico, criterios de evaluación económica y ejercicios sobre la aplicación de
medidas de PML.
Nota:
Las empresas interesadas en introducir medidas de PML, pueden comunicarse con la Dirección Ejecutiva del CPTS para que se
les brinde asesoramiento técnico y mayor información. Asimismo, si han implementado medidas de PML por cuenta propia o a
través de una empresa consultora, el CPTS, a solicitud de los interesados, puede efectuar la evaluación de los resultados
obtenidos y, a partir de estos, preparar un Estudio de Caso (EC).
CAPÍTULO 2
LA LEGISLACIÓN AMBIENTAL
2.1 INTRODUCCIÓN
La formulación de las políticas ambientales en Bolivia surge, por una parte, de la preocupación mundial
por la protección del medio ambiente que, a partir de la década del 70, se manifestó en diversos foros
internacionales. Uno de los más importantes fue la denominada Cumbre de la Tierra, también conocida
como “La Cumbre de Río”, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992i. Allí quedaron establecidos
los principios universales que deben regir el desarrollo armónico de los países para mantener la
sostenibilidad del planeta. En este encuentro surgió el concepto de “Desarrollo Sostenible” (ver Sección
3.2.8) y se plantearon, a través de la “Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo”, una
serie de compromisos que las naciones debían implementar para lograr el bienestar de la población
actual sin poner en riesgo el de las futuras generaciones.
El marco legal para la aplicación de las políticas ambientales está fundamentado en las disposiciones que
emanan de la Constitución Política del Estado (CPE)iii. Según su jerarquía, por debajo de la CPE, ver
Figura 2.1, se encuentran leyes, decretos supremos y resoluciones que pueden ser ministeriales o
administrativas (aquí se incluyen, entre otras, las Resoluciones Prefecturales y aquellos reglamentos
relacionados con las empresas de servicios, entre ellas, las de agua potable y alcantarillado, energía
eléctrica, recojo de basura y otras).
Asimismo, a nivel municipal, dentro
del ámbito jurisdiccional ambiental,
existen resoluciones, ordenanzas,
reglamentos.
Constitución
Dentro de la CPE, no existen Política del
disposiciones explícitas sobre la Estado
protección y respeto al medio
ambiente. Sin embargo, se Leyes
menciona de manera implícita temas (incluye Convenios
directamente relacionados con el Internacionales ratificados)
medio ambiente cuando se reconoce
entre los derechos de las personas:
a la vida, la salud y la seguridad; el Decretos Supremos
deber de resguardar y proteger los (incluye Reglamentos de las
bienes e intereses de la comunidad Leyes)
(Artículos 7 y 8). Asimismo, el
Artículo 133 hace referencia al
desarrollo del país mediante la Resoluciones (en orden de importancia:
defensa y aprovechamiento de los Suprema, Multiministerial, Bi-Ministerial,
recursos naturales; y, el Artículo Ministerial, Administrativa)
136, a la propiedad que tiene el
Estado sobre los bienes nacionales, Figura 2.1 Marco legal para la aplicación de la legislación en
lo que lo faculta a establecer Bolivia
políticas al respecto. Fuente: Elaboración del CPTS en base a la Ley de Organización del
Poder Ejecutivo Nº 2446 (19/03/2003) V
Art. 7: Toda persona tiene los siguientes derechos fundamentales, conforme a las leyes que
reglamentan su ejercicio:
a) a la vida, la salud y la seguridad;
d) a trabajar y dedicarse a cualquier actividad lícita que no perjudique al bien colectivo
Con base en la CPE y en el contexto de las políticas ambientales a nivel mundial, el Congreso Nacional
de la República de Bolivia promulgó la Ley de Medio Ambiente N° 1333, en abril de 1992iv, que se
constituye en el pilar fundamental para la aplicación de la legislación ambiental en Bolivia.
En septiembre de 1993, se crea el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, hoy Ministerio
de Desarrollo Sostenible y Planificaciónv, como ente aglutinador y armonizador entre el desarrollo
sostenible, el desarrollo económico y el desarrollo humano.
En diciembre de 1995, se aprueban los Reglamentos Generales a la Ley del Medio Ambientevi; estos
fueron aplicados a todos los rubros de actividad económica, sin distinguir las particularidades propias de
cada sector y cada región.
El 31 de julio de 1997, se dictó el Decreto Supremo No. 24782, Reglamento Ambiental para las
Actividades Mineras (RAAM)viii, que regula la gestión ambiental en minería y metalurgia, estableciendo
un conjunto de acciones y procedimientos para la protección del medio ambiente desde el inicio hasta la
conclusión de una actividad minera. Conforme a la Ley 1777, Código de Mineríaix, las actividades
mineras se clasifican en: Prospección y Exploración, Explotación, Concentración, Fundición y Refinación,
Comercialización de minerales y metales.
Varios años después de aprobados los reglamentos sectoriales mencionados, el 30 de julio de 2002 se
aprobó el Decreto Supremo No. 26736, Reglamento Ambiental para el Sector Industrial
Manufacturerox, que regula las actividades del sector industrial manufacturero, entendiéndose como
tales las actividades económicas que involucran operaciones y procesos de transformación de materias
primas, insumos y materiales para la obtención de productos intermedios o finales, con excepción del
sector primario de la economía. Se excluye del alcance de este reglamento las actividades industriales
manufactureras de los sectores de hidrocarburos, minería y metalurgia.
Otras leyes relacionadas con la temática ambiental: Reglamentos a la Ley del Medio Ambiente:
Ley Forestal. Reglamento General de Gestión Ambiental.
Ley de Conservación de la Biodiversidad. Reglamento de Prevención y Control Ambiental.
Ley de Aguas. Reglamento en Materia de Contaminación Atmosférica.
Ley de Hidrocarburos. Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica.
Código Minero. Reglamento para Actividades con Sustancias
Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional Peligrosas.
y Bienestar. Reglamento de Gestión de Residuos Sólidos.
Ley del Medicamento. Reglamento Ambiental para las Actividades Mineras.
Ley del Sistema de Regulación Sectorial Reglamento Ambiental para el Sector Hidrocarburos.
(SIRESE). Reglamento Ambiental para el Sector Industrial
Ley Orgánica de Municipalidades. Manufacturero.
Sobre estas bases y tomando en cuenta la disposición relativa a la primacía de la Constitución y las
Leyes, contenida en el artículo 228 de nuestra constitución, el marco legal ambiental en nuestro país se
esquematiza como:
¾ La Ley 1333, y todos sus Reglamentos aprobados por decretos supremos, constituyen la normativa
ambiental vigente con aplicación en el ámbito nacional. Es importante recalcar que los reglamentos
sectoriales se constituyen en normativa específica, de aplicabilidad preferente respecto a la normativa
general, en cada uno de los sectores.
¾ A nivel local, y dentro del marco legal vigente a nivel nacional, los municipios pueden emitir
reglamentos y ordenanzas municipales, de manera concurrente, sobre algunas materias específicas
de su competencia, por ejemplo: residuos provenientes de mataderos, escombros, lodos, etc.
¾ Toda reglamentación ambiental debe enmarcarse y respetar la estructura legal del país; por tanto, no
se pueden emitir disposiciones de carácter local que afecten la normativa nacional, así como no es
posible modificar una norma jerárquicamente superior con una disposición de nivel inferior.
Dentro de este contexto las empresas están obligadas a adecuarse a la legislación ambiental vigente, por
lo que es preferible ser parte de la gestión del cambio antes de que ésta venga impuesta, además de la
reglamentación, por las exigencias del mercado. Por otra parte, es necesario tomar en cuenta que los
recursos son limitados y que las empresas no tienen derecho a “derrochar” estos recursos que a otros les
puede hacer falta, aunque paguen por ellos.
Para mayor información sobre los convenios internacionales, ratificados por Bolivia, y las leyes,
reglamentos y decretos supremos, en materia ambiental, que rigen en Bolivia, consultar el Anexo C.
A nivel macro, integra las áreas de educación, salud, ciencia y tecnología, etc., respecto al tema del
medio ambiente como apoyo al desarrollo sostenible. Así mismo, provee el marco legal para la aplicación
de instrumentos económicos de regulación ambiental, así como incentivos.
La legislación ambiental, en particular la Ley de Medio Ambiente, incluye artículos que pueden ser
aplicados para promover la producción más limpia, aunque no hacen una referencia explícita al respecto.
Por ejemplo, el Artículo 85 de la Ley del Medio Ambiente establece lo siguiente: “Corresponde al Estado y
a las instituciones técnicas especializadas:
Asimismo, el Artículo 113 de la Ley del Medio Ambiente, dice: “.... el que transfiera e introduzca
tecnología contaminante no aceptada en el país de origen..., será sancionado...”.
¾ Reglamento General de Gestión Ambiental (RGGA): regula la gestión ambiental, entendida como el
conjunto de actividades y decisiones concomitantes orientadas al desarrollo sostenible.
¾ Reglamento de Prevención y Control Ambiental (RPCA): establece el marco técnico jurídico regulador
de la Ley del Medio Ambiente en lo referente a la Ficha Ambiental, Estudios de Evaluación de Impacto
Ambiental, Manifiesto Ambiental, Auditorias Ambientales, Categorización de los Impactos Ambientales
y las autoridades competentes en la materia.
¾ Reglamento para Actividades con Sustancias Peligrosas (RASP): reglamenta las actividades con
sustancias que define como peligrosas, estableciendo procedimientos de manejo, control y reducción
de riesgos.
¾ Reglamento de Gestión de Residuos Sólidos (RGRS): establece el régimen jurídico para la ordenación
y vigilancia de la gestión de los residuos sólidos, en relación a la generación, manejo, tratamiento,
selección, recolección, transporte, almacenamiento y disposición final. Define la normatividad que
debe seguir la gestión de residuos sólidos, buscando garantizar un adecuado acondicionamiento, así
como evitar la contaminación del suelo y cuerpos de agua. Está referido, principalmente, a residuos
5
Información de apoyo se puede obtener consultando los resúmenes sobre los reglamentos a la Ley 1333 que se
encuentran en la página web: www.bolivia-industry.com/sia
Cabe resaltar que los reglamentos generales se aplican a las actividades de sectores que no tienen una
reglamentación específica o sectorial (por ejemplo: hidrocarburos, minería e industria manufacturera).
¾ La incorporación del concepto de la Producción Más Limpia (PML). En tal sentido, las
responsabilidades y esfuerzos de las industrias deben centrarse en las prácticas de PML. Por ejemplo,
según el Artículo 13 y lo establecido en el Plan de Manejo Ambiental (PMA), Anexo 7, del RASIM, se
debe priorizar las prácticas de PML.
“Con el objeto de promover la producción más limpia, las Guías Técnicas Ambientales aprobadas por
el OSC y/o las certificaciones de Sistemas de Gestión Ambiental, obtenidos a través de la norma NB-
ISO 14001, se constituirán en documentos de referencia técnica para:
• Acceder a incentivos;
• Establecer acuerdos entre la industria y la autoridad para optimizar la gestión ambiental;
• El establecimiento de plazos y límites permisibles;
• Ser incorporados dentro del Plan de Manejo Ambiental (PMA), cuando se implementen las Guías
Técnicas Ambientales;
• Sustituir el Plan de Manejo Ambiental (PMA), cuando la industria cuente con la certificación NB-ISO
14001.”
Por otra parte, el RASIM establece nuevos instrumentos como son los acuerdos y dialogos con fin de
resolver conflictos y priorizar la aplicación de la reglamentación (articulo 114).
CAPÍTULO 3
PRINCIPIOS Y CONCEPTOS DE LA PRODUCCIÓN
MÁS LIMPIA
3.1 INTRODUCCIÓN
Para introducir el tema de la Producción Más Limpia (PML) es necesario explicar cómo ha evolucionado
la temática ambiental hasta nuestros días.
Toda actividad genera residuos (sólidos, líquidos, gaseosos o una combinación de éstos) que deben ser
tratados y dispuestos de manera que su impacto negativo a la salud humana y al medio ambiente sea el
menor posible. Desde tiempos remotos, se ha buscado soluciones a los problemas de contaminación
causados por las actividades del ser humano; empero, es a partir del inicio de la revolución industrial, que
el problema se tornó mas complejo y fue abordado desde diversas ópticas. Las actividades industriales, a
lo largo de su evolución, han generado diversos problemas ambientales, por lo cual son seguidas muy de
cerca por la sociedad y las autoridades en su desempeño frente al medio ambiente.
La revolución industrial, también conocida como Revolución Científico Tecnológica (RCT), se gestó a
partir del siglo XVI, pero su expresión tecnológica se dio a mediados del siglo XVIII hasta mediados del
siglo XIX. Cuatro fueron las circunstancias económico-sociales asociadas a esta RCT: la descomposición
de la sociedad feudal, el desarrollo del capital comercial, el desarrollo de las relaciones comerciales
marítimas y el impulso de la industria pesada (minera y metalúrgica). Se caracterizó, además, por un
cambio en los instrumentos de trabajo de tipo artesanal por la máquina de vapor, generado por la energía
del carbón. La revolución industrial, produjo una serie de cambios tecnológicos y hábitos, los que, sin
lugar a dudas, implicaron problemas de contaminación. Durante esta etapa la industria producía mucho y
a bajo costo, pero con elevados desperdicios de materiales, lo que también contribuyó a la aparición de
enfermedades.
Una segunda etapa de la revolución industrial se inició en la segunda mitad del siglo XIX y duró hasta
casi mediados del siglo XX, estuvo marcada por la aparición de la energía eléctrica, el uso de
hidrocarburos como combustibles, el desarrollo de inventos como el motor a explosión y otros, la
producción de acero a bajo costo, promovió la aparición de la industria petroquímica y benefició a la
medicina, rubros que se caracterizan por una importante generación de residuos, además de su
peligrosidad.
Finalmente, la tercera etapa de la revolución industrial se inicia en la mitad del siglo XX (a mediados de
los años 1940 y una segunda oleada de descubrimientos científicos y tecnológicos se presenta en las
décadas de 1970 y 1980) hasta nuestros días. Se trata de una verdadera "Revolución de la Inteligencia".
El avance de la ciencia y tecnología a nivel mundial fue notable, sobretodo en la aeronáutica, robótica,
biotecnología, informática, telecomunicaciones, energía nuclear y ciencias del espacio, lo que propició la
aplicación de tecnologías de punta en las industrias introduciendo equipos de gran precisión, invenciones
novedosas, algunas de ellas con costosas inversiones. Este avance, es, sin lugar a dudas, beneficioso
para la humanidad, pero también ha traído consigo problemas ambientales.
Durante las dos primeras etapas de la revolución industrial, la importancia que se le daba a la temática
ambiental era escasa, los residuos eran dispuestos en basurales, sin sistemas de control, ni de
seguridad. Es recién a partir de la tercera etapa de la revolución industrial, hacia la mitad del siglo XX
que, en algunos países, se comienza a pensar en normativas ambientales específicas. Hacia la mitad de
la década de los 60, aparecieron legislaciones que proponían tener en cuenta los impactos ambientales.
Durante este periodo, varios países tenían legislaciones que estipulaban que “a mayor contaminación,
mayor pago” o aplicaban el principio de “quien contamina paga”. El abuso que se hizo de esta legislación
llevó al razonamiento que “si yo pago, tengo derecho a contaminar”; aunque se creía que el pago llevaría
a desalentar las metodologías de trabajo vigentes y paulatinamente a la superación del problema. La
realidad mostró que el dicho de “la solución a la contaminación es la dilución” fue el que se aplicaba en
los hechos.
En la década de los 70, la comunidad científica mostró ante la sociedad descubrimientos alarmantes,
como la destrucción de la capa de ozono, el cambio climático (por incremento del efecto invernadero), la
acidificación, la eutrofización, y otros problemas que impactaron al mundo. Los países comenzaron a
manifestarse a través de foros internacionales de medio ambiente, planteando nuevas obligaciones y
condicionamientos a las prácticas de producción y a los hábitos de consumo del ser humano. Se dio un
gran impulso a la normativa, pero el gran problema era que se creía que “la solución a la contaminación
era el tratamiento al final del proceso (end of pipe)”.
Sólo en los años 90, se comenzó a formular normas que intentaban adelantarse a los problemas,
actuando de manera preventiva. Esto significó un cambio de enfoque en el manejo de los temas
ambientales, sobretodo para los industriales, debido a que producir sosteniblemente no significa reducir
las ganancias, y hacer buenos negocios no está reñido con el cuidado del medio ambiente: “Producir
eficientemente implica ahorros y retornos económicos a las inversiones como resultado de un mejor uso
de los recursos (naturales, humanos, financieros)”.
Esta cronología de la evolución de la temática del medio ambiente hasta nuestros días, muestra el
avance positivo respecto al manejo de los efluentes, desde la simple disposición de los residuos hasta la
producción más limpia.
3.2.1 Contaminación
“La contaminación es un cambio desfavorable en las características físicas, químicas o biológicas del
aire, del agua o de la tierra, que es o podría ser perjudicial para la vida humana, para la de aquellas
especies deseables, para nuestros procesos industriales, para nuestras condiciones de vivienda o para
nuestros recursos culturales; o que desperdicie o deteriore recursos que son utilizados como materias
primas.”
(Science Advisory Board, de la EPA).
3.2.2 Prevención de la contaminación
“Prevención de la contaminación es el uso de procesos, prácticas y/o productos que permiten reducir o
eliminar la generación de contaminantes en sus fuentes de origen; es decir, que reducen o eliminan las
sustancias contaminantes que podrían penetrar en cualquier corriente de residuos o emitirse al ambiente
(incluyendo fugas), antes de ser tratadas o eliminadas, protegiendo los recursos naturales a través de la
conservación o del incremento en la eficiencia.”
(Science Advisory Board, de la EPA).
3.2.3 Eficiencia
“Es la habilidad de lograr objetivos optimizando la utilización de los recursos (tiempo, horas/hombre,
insumos y otros).”
(CPTS).
3.2.4 Eficiencia energética
“La eficiencia energética, se define como la habilidad de lograr objetivos productivos empleando la menor
cantidad de energía posible.”
(CPTS).
3.2.5 Reciclaje, Reuso y Recuperación (las 3 R’s)
“Existen ciertos flujos de residuos cuya cantidad es imposible o difícil de reducir en su fuente de origen
(por ejemplo, la sangre en un matadero de ganado vacuno; las plumas en un matadero de pollos; agua
de refrigeración; y otros). Por esta razón, para estos flujos de residuos no siempre es posible aplicar
medidas de prevención de la contaminación y, por ende, es necesario recurrir a prácticas basadas en el
reciclaje, reuso y recuperación, cuyas definiciones genéricas, sin pretender mayor rigurosidad, buscando
únicamente una comprensión conceptual, son:
El reciclaje de residuos puede ser interno o externo. El reciclaje es interno cuando se lo practica en el
ámbito de las operaciones que generan los residuos objeto de reciclaje. Cuando éste se practica como un
reuso cíclico de residuos en la misma operación que los genera, se denomina “reciclaje en circuito
cerrado”. El reciclaje externo se refiere a la utilización del residuo en otro proceso u operación diferente
del que lo generó. Por otra parte, tanto el reciclaje como el reuso pueden efectuarse, entre otros, por
recuperación.”
(CPTS).
Por ejemplo, una botella de vidrio que contenía una bebida gaseosa, luego de que su contenido ha sido
vaciado, puede seguir los siguientes caminos (no son los únicos):
¾ Si la botella retorna al proveedor para que sea nuevamente usada como envase de la bebida
gaseosa, o si se la emplea como recipiente para otro líquido, en su forma original, esta práctica se
denomina reuso.
¾ Si la botella es enviada a una fábrica de vidrio, para que ésta la reprocese para la fabricación de otros
productos, esta práctica se denomina reciclaje.
¾ Si la botella, una vez desechada (destruida o no), se mezcla con otros residuos, pero antes de
procederse a su disposición final (por ejemplo, en el relleno sanitario), se la separa, para darle otros
usos, esta práctica se denomina recuperación.
Sin embargo, existen muchas definiciones de otros autores sobre estos términos, lo que ha llevado a
confusión. En los hechos, las situaciones que se presentan pueden llevar a que se interprete una misma
práctica con varias definiciones. Lo importante es que se comprenda el concepto global de las tres R’s
para aplicar los principios de la PML.
“La fase más eficaz y avanzada de desarrollo de las actividades y de sus modalidades de explotación,
que demuestren la capacidad práctica de determinadas técnicas para constituir, en principio, la base de
los valores límite de emisión destinados a evitar o, cuando ello no sea practicable, reducir en general las
emisiones y el impacto en el conjunto del medio ambiente. También se entenderá por:
¾ “técnicas”: la tecnología utilizada junto con la forma en que la instalación esté diseñada, construida,
mantenida y paralizada.
¾ “disponibles”: las técnicas desarrolladas a una escala que permita su aplicación en el contexto del
sector industrial correspondiente, en condiciones económica y tecnicamente viables, tomando en
consideración los costes y los beneficios.
¾ “mejores”: las técnicas más eficaces para alcanzar un alto nivel general de protección del medio
ambiente en su conjunto.”
(Diario Oficial de las Comunidades Europeas: “Directiva 96/61/CE del
Consejo de la Unión Europea, Nº L257/26, de 24 de septiembre de 1996).
“La Producción Más Limpia es la aplicación continua de una estrategia ambiental, preventiva e integrada,
a los procesos productivos, a los productos y a los servicios para incrementar la eficiencia y reducir
riesgos para los seres humanos y el ambiente. La Producción Más Limpia puede ser aplicada a los
procesos empleados en cualquier industria, a los productos mismos y a los diferentes servicios prestados
a la sociedad.
En los procesos productivos, la Producción Más Limpia conduce al ahorro de materias primas, agua
y/o energía; a la eliminación de materias primas tóxicas y peligrosas; y a la reducción, en la fuente, de la
cantidad y toxicidad de todas las emisiones y los desechos, durante el proceso de producción.
En los productos, la Producción Más Limpia busca reducir los impactos negativos de los productos
sobre el ambiente, la salud y la seguridad, durante todo su ciclo de vida, desde la extracción de las
materias primas, pasando por la transformación y uso, hasta la disposición final del producto.
En los servicios, la Producción Más Limpia implica incorporar el quehacer ambiental en el diseño y la
prestación de servicios”.
(Traducción realizada por el CPTS de la definición oficial, en inglés, de Producción Más Limpia,
adoptada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente - PNUMA (United
Nations Environment Program – UNEP).)
Las técnicas del manejo de efluentes (ver definición en Anexo A), también han ido evolucionando.
Esquemáticamente, la Figura 3.1 ilustra lo que se ha denominado como “enfoque piramidal para el
manejo de efluentes”, que consiste en agotar las soluciones basadas en prácticas de producción más
limpia, antes de intentar el manejo de flujos de residuos como desechos al final del proceso de
producción. Este último consiste en realizar el tratamiento y la disposición final de residuos considerados
como desechos.
Producción Más
Inversión Grande Limpia:
Prevención de la Contaminación y
Producción Reduce la generación
Más Limpia: Eficiencia Energética de desechos en su
Reduce costos y fuente de origen,
aumenta utilidades minimiza su cantidad y
de la empresa. Reciclaje, Reuso, Recuperación peligrosidad e
incrementa la eficiencia
(Las tres R's) en el manejo de
recursos.
Beneficio Beneficio
económico ambiental
Tratamiento
Manejo de Manejo de
desechos al final desechos al final
del proceso: Disposición del proceso
Incrementa costos y no final Reduce o minimiza el
genera utilidades. impacto ambiental, si se
aplica correctamente.
Gasto Pequeño
Por otra parte, existen ciertos flujos de residuos generados cuya cantidad no puede ser reducida, o no es
fácil de reducir, mediante prácticas de prevención de la contaminación o de eficiencia energética; como la
sangre de un matadero de reses; las plumas de un matadero de pollos; el pelo o sus formas proteicas
degradadas del proceso de pelambre en una curtiembre; el agua de refrigeración que sale caliente; el
calor sensible del vapor ya condensado, entre muchos otros flujos de residuos similares. En estos casos,
se debe proceder directamente con las prácticas de reciclaje, reuso y/o recuperación. Sin embargo, no se
debe perder de vista que las operaciones asociadas a estas prácticas (reciclaje, reuso y/o recuperación)
pueden hacerse de manera más eficiente mediante prácticas de prevención de la contaminación (PC) y
de eficiencia energética (EE). Es decir que, estas últimas (PC y EE), deben ser aplicadas a los procesos
empleados en el reciclaje, reuso y/o recuperación.
En general, los recursos empleados para introducir prácticas de PML en una empresa son considerados
como una inversión, normalmente de corto plazo, ya que generan retornos económicos y beneficios
ambientales simultáneamente. Contrariamente a ello, los recursos empleados para hacer el manejo de
residuos como desechos al final del proceso productivo (plantas de tratamiento) son considerados como
un gasto, ya que no generan retornos económicos, excepto por el beneficio que resulta por evitar que se
generen impactos ambientales, beneficio que para la empresa tiene un carácter intangible en la mayoría
de los casos.
¾ Tecnologías limpias no es igual a tecnologías más limpias. La primera es la utopía de la segunda; y ésta, a su vez, forma
parte de la producción más limpia.
¾ Tratamiento de residuos al final del proceso y disposición final de desechos, son conceptos que no forman parte de la
producción más limpia.
A continuación, se desarrolla cada una de las diferentes prácticas del manejo de efluentes.
Antes de que la contaminación ambiental fuera percibida como un problema, la solución más sencilla,
una vez generados los residuos o desechos, era deshacerse de ellos llevándolos lo más lejos posible de
la vista. Esto implicaba:
¾ La disposición final de los residuos sólidos se realiza comúnmente en botaderos de basura (Figura
3.2), que son sitios de acumulación de residuos sin ningún tipo de control, en cuanto a medidas
ambientales y de salubridad; o en rellenos sanitarios, que, por el contrario son obras de ingeniería
especialmente diseñadas para la disposición de residuos, con sistemas de control más desarrollados
para evitar problemas de contaminación. Un relleno sanitario (Figura 3.3) puede ser una forma
adecuada para la disposición de los desechos. Sin embargo, presenta varias desventajas, como sus
costos, por ejemplo, de transporte y de disposición, y de los impactos ambientales que puede generar
para el medio (olores, movimiento de tierras, deterioro paisajístico, etc.), particularmente si no está
bien manejado. Es necesario, por lo tanto, para reducir la carga de desechos sólidos, discriminar entre
desechos, que ya no tienen uso, ni valor económico alguno, de los residuos, que sí lo tienen y al
disponerlos, se estaría perdiendo el valor que todavía se les puede extraer.
¾ La eliminación de los efluentes gaseosos mediante chimeneas de la mayor altura posible para
difundirlos en un radio mayor, de modo que se evite su llegada a la superficie en concentraciones
demasiado altas.
Sin embargo, ninguno de estos métodos permite un uso eficiente de los recursos, ni la reducción de la
contaminación. La opción de la disposición final debe ser considerada como la última a la hora de
seleccionar alternativas en la eliminación de residuos, ya que, como se ve más adelante, es posible
obtener ventajas ambientales y económicas del aprovechamiento de residuos.
Figura 3.2 Botadero de basura en la Figura 3.3 Relleno Sanitario de Mallasa en la ciudad de
ciudad de El Alto La Paz
Fuente: Foto CPTS (2001) Fuente: Foto CPTS (2001)
Posteriormente, siguiendo históricamente el manejo de los efluentes, los esfuerzos para enfrentar la
contaminación generada por las industrias se concentraron en el tratamiento de efluentes “al final del
proceso” o al “final del tubo” (denominado “end of pipe” en inglés), previo a la disposición final.
Los métodos de tratamiento “al final del proceso” requieren de la instalación de sistemas de tratamiento,
basados en tecnologías de punta o en tecnologías tradicionales. Por lo general, las tecnologías de punta
emplean espacios reducidos, pero son de alto costo tanto en su adquisición como en su operación y
mantenimiento. Las tecnologías tradicionales, tales como lagunas anaeróbicas o lagunas de oxidación
(aeróbicas), si bien son de menor costo bajo un contexto tecnológico, requieren de espacios
considerables que, dependiendo de la ubicación de la planta, pueden llegar a tener costos también
bastante elevados debido al valor del terreno. En particular, las empresas ubicadas en áreas urbanas se
ven obligadas a considerar la adquisición de tecnología de punta para el tratamiento final de sus residuos
por falta de espacio o por el elevado valor del terreno, mientras que las empresas ubicadas en áreas
rurales pueden optar por uno u otro tipo de tecnología.
En general, los métodos de tratamiento “al final del proceso” dan buenos resultados. Sin embargo, su alto
costo constituye una seria restricción al mejoramiento continuo de la competitividad de las empresas. Los
sistemas de tratamiento de residuos pueden ser externos o internos. En el primer caso, están basados en
la prestación de estos servicios que pueden estar a cargo del municipio, de empresas de agua potable y
alcantarillado o de administradoras de parques industriales. En el segundo caso, son las mismas
empresas que instalan sus plantas de tratamiento y las administran (Figura 3.4).
Actualmente, la implementación de medidas de producción más limpia viene a ser el primer paso que
debe realizarse a la hora de manejar los efluentes en una empresa.
La ventaja de aplicar prácticas de PML está en que promueve el uso eficiente de materias primas, agua y
energía, entre otros insumos, a fin de eliminar o reducir en las fuentes de origen la cantidad de residuos
no deseados que se genera durante los procesos de producción. De esta manera, además de reducir los
costos unitarios de producción, se reducen los requerimientos para el tratamiento final de desechos, si
éste fuera necesario, y, por ende, se reduce el costo de adquisición de una planta de tratamiento y de sus
consecuentes costos de operación y mantenimiento.
Por lo tanto, se puede afirmar que, para disminuir costos de producción, es necesario reducir los flujos de
residuos; o que, para reducir los flujos de residuos, es necesario incrementar la eficiencia productiva, lo
que también lleva a disminuir los costos de producción. Una conclusión lógica de esta afirmación, y de lo
expuesto en el párrafo anterior, es que la opción de introducir prácticas de PML debe ser considerada
como prioritaria y en forma exhaustiva antes de abordar soluciones de tratamiento “al final del proceso”.
Las técnicas de PML pueden aplicarse a cualquier proceso industrial, y abarcan desde cambios
operacionales relativamente fáciles de ejecutar hasta cambios más profundos, como la sustitución de
insumos, la modificación de procesos u operaciones unitarias, o el uso de tecnologías más limpias y
eficientes.
Cuadro 3.1 Diferencias entre tratamiento de residuos “al final del proceso” y la PML
Tratamiento de efluentes “al final del proceso“ Producción Más Limpia
Reaccionar y corregir Anticipar y prevenir
El tratamiento de efluentes “al final del proceso” no está La PML, reduce la contaminación ambiental, mejora las
relacionado con la mejora de la calidad de los productos, ni condiciones de seguridad y salud, y puede mejorar la
la mejora del ambiente de trabajo. calidad de los productos.
Elaboración: CPTS
A continuación se menciona algunos de los beneficios que pueden obtener las empresas que practican
PML:
• Reduce costos a través del uso eficiente de materias primas, agua, energía y otros insumos.
• Reduce costos a través de un mejor manejo de residuos / desechos.
• Reduce costos de traslado y disposición de desechos.
• Reduce o elimina la inversión en plantas de tratamientos o medidas “al final del proceso”.
• Incrementa las ganancias por mejoras en los procesos productivos y por el valor económico
obtenido al reusar, reciclar y recuperar los residuos.
¾ Mejor desempeño ambiental: un mejor uso de los recursos reduce la generación de desechos, que
pueden, en algunos casos, reciclarse, reutilizarse o recuperarse. Consiguientemente:
• Reduce los costos y simplifica las técnicas requeridas para el tratamiento “al final del proceso” y
para la disposición final de los desechos.
• Genera nuevos conocimientos en el interior de la empresa.
La PML debe entenderse como un modo de pensar, como una filosofía, en el que la convicción de la
Gerencia y la educación del personal son las armas principales; la organización eficiente y su gestión son
más efectivas que el uso de alta tecnología. La PML es una herramienta para mejorar el comportamiento
ambiental e incrementar ganancias. Una condición necesaria para que la PML funcione de forma eficiente
es la existencia de un Sistema de Gestión Ambiental como marco base para la PML (ver Sección 3.5).
De manera general, el término “insumo” incluye toda materia y energía utilizadas en la producción, es
decir, materias primas, agua, energía eléctrica, energía térmica (incluyendo combustibles), catalizadores
y reactivos químicos en general, lubricantes, resinas de intercambio iónico, empaquetaduras, filtros
desechables y otros. Los insumos que forman parte del producto final se denominan “materias primas”,
mientras que aquéllos que no forman parte del producto final se denominan “insumos auxiliares”.
Por ejemplo, en una curtiembre, tanto el cuero fresco como las sales de cromo constituyen “materias
primas” para la elaboración de cuero curtido al cromo, mientras que la cal constituye un “insumo auxiliar”
dentro de este mismo proceso. La grasa animal es una “materia prima” para la fabricación de jabón,
mientras que el agua y la energía son “insumos auxiliares”. Sin embargo, en una fábrica de refrescos el
agua es“materia prima” por una parte, ya que forma parte del producto final, y un “insumo auxiliar” por
otra, ya que el agua también es utilizada para otros usos, sin que termine siendo parte del producto final.
De manera general, el término “residuo” se conceptúa como “materia prima de menor valor”, mientras que
el término “desecho” se conceptúa como “materia a la que ya no se le puede dar valor alguno”. Por
ejemplo, en una curtiembre los residuos pueden ser utilizados para la producción de grasas y proteínas
de diferente naturaleza, nutrientes, solventes, cuero reconstituido, etc., mientras que los desechos son
aquellas materias que deben ser tratadas y dispuestas en forma no dañina al medio ambiente, tales como
algunas aguas de lavado, entre otras materias no recuperables, reciclables o reusables.
Las bases para poner en práctica la producción más limpia (PML), son:
Para ver ejemplos específicos de producción mas limpia en Bolivia, puede consultarse el texto “14
Estudios de Caso de Empresas a la Vanguardia de la Producción Mas Limpia en Bolivia” elaborado por el
CPTS, en febrero de 2003.
Según la norma ISO 14001, un sistema de gestión ambiental es “la parte del sistema general de gestión,
que incluye la estructura organizativa, la planificación de las actividades, las responsabilidades, las
prácticas, los procedimientos y los recursos para desarrollar, implantar, llevar a efecto, revisar y mantener
al día la política ambiental”.
La política ambiental se define como “la declaración de intenciones y principios de una organización con
relación a su desempeño ambiental general, que proporciona un marco de trabajo para la acción y el
establecimiento de sus objetivos y metas ambientales” (ISO 14001xi).
El sistema de gestión ambiental (SGA) es muy similar al sistema de gestión de calidad. Se basa en un
conjunto de cuatro acciones, con actividades organizadas en forma sistemática, que responden a una
política de calidad de la empresa. Las cuatro acciones mencionadas son: “Planificar, Implementar,
Controlar, Revisar”. Estas acciones se repiten continuamente en forma cíclica. El carácter cíclico de estas
acciones asegura el mejoramiento continuo del sistema de gestión de calidad de la empresa.
El SGA también se basa en las mismas cuatro acciones mencionadas del sistema de gestión de calidad,
pero se desarrollan en función a la política ambiental de la empresa, como se muestra en el dibujo de la
Figura 4.2. En esta figura se incluye el Programa de PML como un instrumento que puede ser útil para
facilitar la implantación y el desarrollo de un SGA en una empresa.
Programa de PML
Sistema de
Gestión Ambiental
Revisar Planificar
Política
ambiental
de la
empresa
Controlar Implementar
Figura 3.6 El Programa de PML puede ser útil para facilitar la implantación y
el desarrollo de un SGA en una empresa (elaboración: CPTS)
Elaboración: CPTS
Un producto de la planificación requerida por un SGA es el Programa de Gestión Ambiental, que describe
los objetivos ambientales que la empresa establece en función a su política ambiental; las estrategias
aplicables para lograr dichos objetivos, es decir, el establecimiento de metas específicas para el logro de
dichos objetivos; las actividades detalladas que se deben llevar a cabo para el logro de las metas
específicas; las fechas para la realización de cada actividad; la asignación de los recursos monetarios; y
la designación de los responsables de ejecutar las actividades y de verificar tanto su cumplimiento como
el grado de avance y logro de las metas y objetivos.
Un SGA, como su nombre implica, tiene carácter sistémico, ya que contempla lineamientos y normas
específicas para la administración y manejo de un conjunto complejo y variado de aspectos ambientales
asociados a las operaciones productivas.
El SGA exige, entre otros, el compromiso gerencial de aplicar una política ambiental que se expresa en
forma de objetivos ambientales, entre otros. Estos objetivos se logran en base al cumplimiento de metas
específicas que se diseñan en función a estrategias definidas. Es decir, los objetivos contenidos en el
programa de gestión ambiental e, inclusive, la forma de ejecutar dicho programa, dependen en gran
medida de las estrategias adoptadas por la empresa para establecer metas específicas que conduzcan al
logro de dichos objetivos.
Por lo tanto, es en la adopción de estrategias por parte de la empresa donde se inserta la filosofía de la
producción más limpia, ya que ésta, en sí misma, es una estrategia de carácter preventivo para diseñar y
alcanzar metas específicas destinadas a resolver problemas ambientales. La adopción de una estrategia
ambiental depende en gran medida del conocimiento que el empresario tenga en esta materia y de los
recursos técnicos que estén a su disposición.
La producción más limpia hace que el sistema de gestión ambiental sea preventivo y, a su vez, el sistema
de gestión ambiental hace que la producción más limpia sea un proceso continuo.
Lo siguiente aclara las afirmaciones hechas en el párrafo anterior. Bajo una misma política y objetivos
ambientales, las metas planteadas por las empresas pueden ser muy distintas entre sí, ya que el
planteamiento de dichas metas depende de la estrategia que adopte el empresario para alcanzar sus
objetivos. Es decir, un mismo problema ambiental puede ser resuelto de muchas maneras distintas, que
dependen en gran medida de la estrategia adoptada por el empresario. Por ejemplo, si desconoce el
concepto y los beneficios que se derivan de las prácticas de PML, es probable que en su programa de
gestión ambiental plantee metas que se derivan de la filosofía tradicional del tratamiento final de
descargas mediante plantas de tratamiento. Por el contrario, si el empresario conoce dicho concepto y
beneficios, es muy probable que su estrategia contemple, en primera instancia, metas diseñadas en base
a medidas de producción más limpia y, en segunda instancia, metas diseñadas en base al tratamiento
final de descargas.
En resumen, un SGA desarrolla sus objetivos mediante estrategias de manejo empresarial, es decir, con
un enfoque sistémico, mientras que la producción más limpia es una de dichas estrategias, que se aplica
con fundamento en las buenas prácticas operativas, medidas de prevención y el uso de tecnologías
sostenibles.
La producción más limpia, definida como una estrategia ambiental, de carácter preventivo, e integrada a
los procesos productivos, los productos y los servicios (ver definición en Sección 3.2.7), es mucho más
eficaz cuando se aplica en el contexto de un sistema de gestión ambiental.
En este contexto, el método para desarrollar un programa de PML fue diseñado para ser aplicado a
prácticas de PML en cualquier empresa donde no exista un SGA. Por supuesto, si una empresa cuenta
con este sistema, el programa de PML se aplica sólo en las etapas y pasos que corresponden al
diagnóstico de PML (ver Capítulo 4).
Los pasos del programa que corresponden a las Etapas 1, 2 y 5, son los que se incorporan para
subsanar la ausencia del SGA. Es decir, las actividades asociadas a las etapas mencionadas, subsanan
dicha ausencia al contemplar acciones fundamentales, tales como el compromiso de la gerencia (paso 1);
el funcionamiento de por lo menos un comité que tiene la responsabilidad, entre otras, de identificar y
evaluar la importancia de los impactos asociados a los aspectos ambientales de una empresa y de
eliminar los obstáculos para encarar su solución (pasos 2 y 3); sistematizar la información relacionada
con los procesos productivos de la empresa (paso 4), evaluar dichos procesos e identificar aspectos
ambientales significativos (pasos 5 y 6); establecer metas, elaborar un plan como parte del programa de
gestión ambiental e implementar dicho plan (pasos 16 y 17); y la revisión del SGA y de sus objetivos
ambientales, como parte de un proceso de mejoramiento continuo (paso 19).
En resumen, el programa de PML emula un SGA, pero considera solamente los aspectos de carácter
preventivo (pasos 7 al 15 de las Etapas 3 y 4); y no los de carácter correctivo que, en el caso de un SGA,
tienen el propósito de asegurar que la empresa cumpla con las regulaciones ambientales.
CAPÍTULO 4
DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE
PRODUCCIÓN MÁS LIMPIA
Dado que existe una cierta correlación entre el consumo de energía y la cantidad de residuos que se
genera, es beneficioso combinar los objetivos de la prevención de la contaminación y los de la eficiencia
energética en el programa de PML, enfocado a incrementar la eficiencia de las operaciones unitarias.
Si bien el diagnóstico de PML es una herramienta técnica utilizada para evaluar y mejorar la eficiencia de
las operaciones de una planta, sus beneficios, como resultado de una intervención temporal, no son
significativos sin el respaldo del programa de PML.
La existencia de este programa implica un compromiso y una organización permanente y a largo plazo
dentro de la empresa. La creación de tal programa asegura la provisión, por una parte, de la
infraestructura y recursos técnicos, administrativos y financieros para implementar con éxito las medidas
recomendadas de PML; y, por otra, la continuidad a largo plazo de las prácticas de PML en la empresa,
con o sin la intervención de recursos humanos externos de apoyo.
Más aún, el programa de PML es una base sólida, a partir de la cual la empresa puede implementar y
mantener un sistema de gestión ambiental, si es que no lo ha implementado aún.
Las 5 etapas antes mencionadas, así como cualquiera de los 19 pasos que se describen a continuación,
pueden ser modificados y/o adaptados en función a las características de la empresa y a las iniciativas
que tengan la Gerencia y/o el personal, a fin de crear y desarrollar su propio programa de PML.
Para iniciar el desarrollo del programa de PML y asegurar su ejecución, calidad y continuidad, se requiere
que exista un compromiso de la gerencia de la empresa. Si la iniciativa de desarrollar este programa
proviene de la propia gerencia, entonces su compromiso, en principio, ya estaría asegurado. Si la
iniciativa proviene del personal de planta, o de un ente promotor o consultor externo, el compromiso de la
gerencia debe ser asegurado.
Se considera que el compromiso de la gerencia ha sido asegurado cuando se alcanzan las siguientes
metas:
¾ Se cuenta con la aprobación de la gerencia para conformar un Comité de PML, con personal ejecutivo
y técnico de la empresa, responsable de coordinar las actividades de desarrollo del programa.
El presente método para desarrollar el programa de PML constituye una guía base para que el Comité de
PML defina los objetivos y metas del mismo.
La gerencia debe estar plenamente convencida de la necesidad y de los beneficios que el programa de
PML representa para su propia empresa.
Rol del ente promotor o consultor externo: Más allá del contacto y de las actividades iniciales que tiene
que desarrollar el ente promotor o consultor externo con la gerencia de la empresa, es importante que
mantenga una relación estrecha con el personal de planta y, en particular, con el gerente o jefe de
producción. La conciencia y el espíritu colaborador del personal de la planta es sumamente importante
para tener acceso ágil a los datos existentes y a información útil sobre las operaciones productivas.
Se debe encarar desde el inicio la creación de un Comité de PML al interior de la empresa, a fin de que el
comité cuente con una instancia con capacidad de tomar decisiones que le permita gestionar las
actividades de PML. Las funciones principales del Comité son:
El Comité debe tener carácter multidisciplinario y estar conformado por personal de la empresa, bajo la
conducción de un responsable con la suficiente autoridad para poder implementar cambios en la empresa
y para cumplir las siguientes funciones:
El Comité de PML debe conformar un equipo temporal de diagnóstico (ETD), que debe estar constituido
por personal con carácter multidisciplinario de la empresa y, si es necesario, apoyado por consultores
externos. El ETD debe alcanzar las siguientes metas relacionadas con la ejecución del diagnóstico de
PML (estas metas deben ser incorporadas por el Comité como parte de su programa de PML):
¾ Contar con un sistema de información confiable, que proporcione datos elaborados sobre los procesos
y operaciones unitarias de la planta, incluyendo, entre otros, consumos diarios de materias primas,
agua, energía y otros insumos, datos de producción y de generación de desechos.
¾ Contar con una evaluación de las causas que originan ineficiencias en las operaciones unitarias y que
provocan el desperdicio de materias primas, agua, energía y/u otros insumos, y en la generación de
desechos.
¾ Contar con opciones de PML identificadas, que puedan ser implementadas para aumentar el
rendimiento productivo de la planta.
¾ Contar con una evaluación técnica, económica y ambiental de las opciones de PML identificadas.
¾ Contar con recomendaciones de PML planteadas en base a las opciones viables seleccionadas.
El Comité debe nombrar un Responsable del ETD con la jerarquía necesaria para asumir las siguientes
funciones:
Para alcanzar las metas del diagnóstico de PML el equipo de diagnóstico debe realizar las siguientes
actividades:
En caso de que el Comité haya propuesto la contratación de un equipo de diagnóstico externo a la planta,
o en caso de que el ente promotor o consultor externo cuente con su equipo técnico para realizar el
diagnóstico de PML, entonces el ETD de la planta debe necesariamente ser incorporado como parte
activa del equipo de diagnóstico contratado.
El equipo de diagnóstico debe estar conformado, como mínimo, por las siguientes personas:
El número de técnicos por materia, así como el número de técnicos asignados por la empresa, podrá
incrementarse en función al tamaño y complejidad de las operaciones productivas de la planta. Cuando
las operaciones de la planta son complejas, es conveniente considerar la contratación de un especialista
adicional que forme parte y apoye al equipo técnico en aspectos especializados o complejos.
Rol del equipo de diagnóstico: Este equipo, sea contratado o no, debe estar preparado para apoyar al
Comité. Es recomendable que el Comité invite al responsable del ETD a sus reuniones, a fin de que éste
brinde un informe resumen de sus actividades, sus observaciones sobre lo que se ha encontrado en la
planta hasta la fecha, y sus sugerencias técnicas y administrativas para el Comité. Eventualmente, el plan
de implementación que resulte del diagnóstico de PML podrá ser incorporado como parte del plan de
trabajo del Comité.
Una de las primeras actividades, tanto del Comité como del equipo de diagnóstico, es identificar los
obstáculos que podrían impedir el éxito del programa en la empresa. En el Cuadro 4.1 se ilustran
ejemplos de obstáculos que el Comité y/o el equipo de diagnóstico pueden enfrentar al inicio de un
programa de PML, así como algunas de las posibles soluciones a tales obstáculos.
Los obstáculos que no puedan ser superados en esta etapa del programa, deben ser considerados
nuevamente en las etapas de evaluación de las opciones de PML identificadas durante el diagnóstico.
Rol del equipo de diagnóstico: Es importante que el equipo de diagnóstico proporcione información
objetiva, incluyendo preferiblemente estudios de caso, para respaldar las soluciones destinadas a
eliminar los obstáculos que podrían impedir el éxito del programa en la empresa. Sin embargo, es
aconsejable que el equipo de diagnóstico proceda con discreción al plantear los obstáculos y al presentar
las posibles soluciones, ya que puede desincentivarse a la Gerencia en el desarrollo del Programa de
PML. No obstante, una gerencia abierta y comprometida con el proceso de PML facilitará la presentación
de ideas por parte del equipo de diagnóstico.
Este paso tiene como objetivos familiarizar al equipo de diagnóstico con los procesos productivos de la
empresa, recopilar la información necesaria para facilitar al equipo el trabajo de identificar y plantear
opciones de PML, y almacenar dicha información en una base de datos. Para el efecto, se debe realizar
las siguientes actividades:
c. Inspección general de la planta para comprender las operaciones asociadas a los procesos y
sus interrelaciones. La inspección debe también incluir las facilidades asociadas a las actividades
auxiliares de la empresa, tales como la administración, talleres, infraestructura y equipos utilizados
para el ingreso, almacenamiento y distribución de insumos, productos intermedios y finales.
Rol del equipo de diagnóstico: El equipo de diagnóstico debe realizar este trabajo con profundidad, ya
que el éxito del programa depende, en gran medida, de los resultados que obtenga. Los aspectos más
relevantes de la información deben incluirse en una base de datos que se completará en mayor detalle
durante el transcurso del diagnóstico.
Esta base de datos tiene importancia fundamental dentro del programa de PML, ya que sirve para definir
las áreas de oportunidad hacia donde se enfocarán los recursos y esfuerzos del equipo de diagnóstico, y
para controlar y evaluar los avances logrados en la implementación de las recomendaciones de PML.
Para evaluar los procesos de producción de la planta, el equipo de diagnóstico debe llevar a cabo las
siguientes actividades.
¾ Las entradas de cada OU (materias primas y otros insumos, incluyendo la energía disponible y
utilizable).
¾ Las salidas de cada OU (productos, subproductos y residuos, incluyendo pérdidas; las salidas finales
de un proceso no necesariamente corresponden a las de la última OU).
¾ Las relaciones entradas/salidas entre operaciones unitarias.
b. Elaborar diagramas de flujo del proceso enlazando operaciones unitarias. Un diagrama de flujo
es un esquema lineal gráfico, con símbolos y flechas, que muestra la secuencia de OU identificadas.
El diagrama de flujo incluye datos, preferiblemente cuantitativos, sobre las entradas, salidas y
pérdidas de cada OU, incluyendo sus relaciones (entradas/salidas), a fin de representar la
transformación de las materias primas, energía y otros insumos, en productos, subproductos y
residuos.
Entrada Salida
Materia prima, agua, gas Productos, embalajes,
natural, energía eléctrica, Operación Unitaria
envases, etc.
mano de obra, etc.
Pérdidas
(residuos y desechos)
Productos defectuosos, mermas,
agua residual, energía, gas,
embalajes, lodos, tiempo
perdido, etc.
Salidas
OU5 OU6
c. Evaluar, en forma preliminar, las entradas y salidas de las operaciones unitarias y estimar los
costos derivados tanto de las ineficiencias productivas, como de la generación y tratamiento
de residuos y/o la disposición final de desechos. Esta actividad requiere información sobre:
¾ Cantidad y costo de insumos, incluyendo el diseño y composición del producto (entre otros datos,
como el número de lotes y calendario de producción, inventarios, mantenimiento, facturas de agua,
electricidad y gas, datos de descarga al alcantarillado, disposición de residuos, etc.).
¾ Balances de masa y energía, incluyendo registros sobre rendimientos y pérdidas.
¾ Obligaciones o compromisos de la empresa derivados del cumplimiento de requisitos ambientales,
informes de inspección e inventarios ambientales, incluyendo informes sobre análisis de residuos.
d. Identificar las operaciones unitarias críticas. Una operación unitaria crítica, en el presente
contexto, es aquella que tiene o puede tener impactos negativos importantes, sean éstos ambientales,
productivos o económicos.
La información desarrollada en las actividades precedentes es fundamental para evaluar las operaciones
unitarias e identificar las que sean consideradas como críticas para el diagnóstico de PML. La selección
de las operaciones unitarias críticas puede basarse en la importancia relativa de los siguientes criterios:
¾ Cantidad y costo equivalente en insumos de los desechos sólidos, líquidos o gaseosos generados por
las operaciones unitarias, incluyendo el calor contenido en los flujos de desechos.
¾ Tipos de desechos generados por las operaciones (por ejemplo, desechos tóxicos o peligrosos).
¾ Costo del tratamiento o disposición de los desechos.
¾ Cantidad y costo de la energía consumida (electricidad, combustible, vapor, aire u otros).
¾ Requerimientos legales relacionados con los desechos.
Rol del equipo de diagnóstico: Es indispensable que el equipo de diagnóstico desarrolle una relación
abierta y estrecha con el personal técnico de la planta. Las actividades descritas se facilitan y enriquecen
al estar acompañado de una persona de la planta que conoce todos los detalles del proceso productivo
de la misma.
El enfoque del diagnóstico se refiere a la forma en la que el equipo de diagnóstico encarará el estudio
detallado de las operaciones unitarias críticas, teniendo como meta la necesidad de identificar las causas
que originan las deficiencias, pérdidas o generación de residuos, y por las que precisamente el equipo de
diagnóstico las identificó como operaciones unitarias críticas.
¾ El origen, tipo, naturaleza, cantidad y costo de las pérdidas o de las ineficiencias en el uso o
transformación de materias primas, agua, energía y otros insumos.
¾ El origen, tipo, naturaleza, cantidad y costo de las pérdidas o de las ineficiencias en el manejo,
envasado, almacenamiento y transporte, entre otros, de los productos.
¾ El origen, tipo, naturaleza, cantidad y valor de los residuos, incluyendo el calor contenido en los flujos
de desechos.
¾ Costo del tratamiento de los residuos y disposición de los desechos.
¾ Posibilidad de aplicar medidas efectivas de PML.
En base al enfoque definido, el equipo de diagnóstico debe preparar un plan de trabajo para ejecutar el
diagnóstico a ser propuesto al Comité de PML.
Rol del equipo de diagnóstico: Al preparar el plan de trabajo mencionado, el equipo de diagnóstico debe
buscar un equilibrio entre los deseos y las prioridades de la planta; entre el presupuesto del diagnóstico y
las posibilidades financieras de la empresa; y entre las experiencias y capacidades de los integrantes del
equipo de diagnóstico. Asimismo, debe encarar y resolver otras posibles limitaciones que no permitan la
elaboración de dicho plan en forma objetiva.
Los objetivos de esta etapa son: 1) Analizar ETAPA 3: DIAGNÓSTICO - ESTUDIO DETALLADO
detalladamente las operaciones unitarias críticas; y 2) DE LAS OU CRÍTICAS
Desarrollar las opciones de PML. Los pasos en esta 7. Elaborar balances de masa y energía para las OU
críticas.
etapa son: 8. Identificar causas de ineficiencias en el uso de
materia y energía; y/o las causas de flujos
contaminantes.
9. Plantear opciones de PML.
10. Seleccionar las opciones de PML a ser evaluadas
en términos técnicos y económicos.
Para elaborar el balance de masa y energía de las operaciones unitarias críticas el equipo de diagnóstico
debe realizar las siguientes actividades:
¾ Establecer la función, el mecanismo y los parámetros (tiempos, temperatura, presión, pH, y otros) de
funcionamiento de cada operación unitaria.
¾ Medir las entradas de cada operación unitaria. La medición de materias de entrada incluyen: el
consumo de materia prima, agua, energía y otros insumos. Por ejemplo, en una embotelladora de
bebidas gaseosas, en la operación de preparación de jarabe simple, medir la cantidad de carbón
activado y demás insumos utilizados por m3 de jarabe simple producido. Las mediciones de energía
térmica incluyen mediciones de flujo y temperatura de agua, vapor u otros fluidos térmicos que entran
a la operación. Las mediciones de energía eléctrica se realizan en motores, resistencias o equipos
que estén directamente relacionados con la operación unitaria.
¾ Medir las salidas de cada operación unitaria, incluyendo residuos y pérdidas cuantificables. La
medición de materias de salida incluyen: la cantidad y tipo de productos y subproductos; la cantidad y
características de los residuos sólidos, líquidos y gaseosos (incluye flujos y calidad de residuos); y las
mermas y pérdidas accidentales (por derrames y/o fugas). Por ejemplo, en la operación de
preparación de jarabe simple, medir el volumen de jarabe simple producido y la cantidad de carbón
activado y otros insumos que salen de esta operación como parte de los residuos. Asimismo, medir el
flujo y temperatura del agua, vapor, o fluidos térmicos que salen de la operación unitaria, incluyendo
temperaturas y dimensiones de las superficies o tuberías que carecen de aislamiento térmico.
¾ Combinar los datos sobre las entradas y las salidas de cada operación unitaria para obtener un
balance preliminar de masa y energía. Se debe identificar, verificar y corregir las diferencias o
anomalías encontradas en cada balance, y detallar con más cuidado los balances que involucren
desechos peligrosos o de alto costo.
¾ Determinar, por diferencia entre entradas y salidas, las pérdidas no identificadas y, por ende, no
cuantificadas como parte de las salidas (ver más detalles en Capítulo 5).
Rol del equipo de diagnóstico: El equipo de diagnóstico tiene que comprender el proceso desde
diferentes puntos de vista: teórico, práctico, de la empresa, de los trabajadores, de eficiencia y de medio
ambiente. La curiosidad técnica del equipo de diagnóstico es indispensable, sobre todo para detectar y
medir pérdidas por el inadecuado manejo y control de parámetros operativos (por ejemplo, por el
inadecuado cálculo y/o aplicación de recetas), incluyendo derrames, fugas y otros.
Además de describir las actividades de cada operación unitaria y de cuantificar sus entradas y salidas, es
necesario identificar las causas que originan ineficiencias y flujos contaminantes en las operaciones
unitarias. Una ineficiencia típica es, por ejemplo, la pérdida de insumos (como la que ocurre cuando hay
una fuga de agua o de cualquier otra materia), que puede ser cuantificada. Las causas que originan esta
pérdida de agua pueden ser, por ejemplo: una llave de paso mal cerrada; una empaquetadura que no
cumple con su función de sellar el paso de agua; o el descuido del operario que deja la llave abierta
cuando ésta no está en uso.
Un flujo contaminante puede tener su origen en el desperdicio de materias primas u otros insumos, o en
la pérdida de un producto intermedio o del producto final. La causa que origina el mencionado
desperdicio podría ser, por ejemplo, el uso de un determinado insumo en cantidades superiores a las que
se requiere para lograr el propósito deseado (en la operación del curtido de pieles, el uso de cantidades
excesivas de sales de cromo y otros reactivos químicos, puede originar un desperdicio de este metal
pesado superior al que se esperaría cuando se usan cantidades óptimas de dichas sales según receta).
Por otra parte, la diferencia de masas entre las entradas y salidas representa una pérdida de materia no
cuantificada y, por ende, no detectada. La identificación de las causas que originan dichas pérdidas es
una tarea que exige profundizar el estudio de los flujos de materia y de energía utilizados para obtener el
correspondiente balance de materia y energía.
Las principales causas que originan ineficiencia y flujos contaminantes, normalmente están relacionadas
con los siguientes factores:
Para facilitar la identificación de las causas que originan ineficiencias y flujos contaminantes, se puede
proceder de acuerdo al siguiente procedimiento:
¾ Primero, para cada operación unitaria, relacionar los flujos de salida de residuos y pérdidas de energía
con los flujos de los insumos de entrada, incluyendo el consumo de energía, utilizando para ello los
balances de masa y energía y la cuantificación detallada de entradas y salidas.
¾ Segundo, salvo que sea obvio, determinar dentro de qué factor de los 7 mencionados radicaría la
causa que origina una determinada ineficiencia o flujo contaminante.
¾ Tercero, obtener indicadores o parámetros de operación estándar relacionados con el factor
determinado.
¾ Cuarto, identificar causas específicas, comparando dichos indicadores con indicadores obtenidos a
partir de los balances de masa y energía (por ejemplo, calculando consumos específicos en función
de los volúmenes producidos o insumos consumidos); o comparando los parámetros estándar con
parámetros medidos en planta (ver Capítulo 5).
¾ Quinto, comunicar al personal de planta las causas identificadas, a fin de obtener su opinión y/o
aceptación.
La información obtenida en este paso permite establecer la línea base sobre el desempeño de la planta,
la misma que servirá posteriormente para evaluar los avances realizados una vez implementadas las
medidas recomendadas.
Rol del equipo de diagnóstico: El equipo de diagnóstico debe realizar las actividades mencionadas en
permanente consulta con el personal de producción de la planta, a fin de asegurar que las causas que se
identifiquen reciban una crítica inmediata y sean confirmadas y aceptadas por dicho personal. Más aún,
el equipo de diagnóstico puede desviar su atención de las verdaderas causas que originan ineficiencias
y/o flujos contaminantes por no consultar con el personal de planta; debe recordarse que son ellos los
que conocen los detalles operativos que, a menudo, no son fáciles de identificar.
Las causas identificadas que originan ineficiencias y flujos contaminantes constituyen la base sobre la
cual pueden plantearse las opciones de PML. Para tal efecto, se recomienda seguir la siguiente
secuencia que utiliza criterios priorizados en el orden de prelación en el que se listan:
¾ Como primera prioridad, se busca mejorar la eficiencia de cada operación unitaria mediante la
optimización del uso de materias primas, agua y energía, entre otros insumos. Como parte de este
mismo criterio, también se busca sustituir materias primas u otros insumos cuyo uso sea peligroso, ya
sea para la salud de los operarios o para el medio ambiente, incluyendo, si fuere necesario, la
posibilidad de reformular el producto o algunas de sus características. La aplicación de este criterio
permite reducir costos unitarios de producción y, al mismo tiempo, minimizar la peligrosidad y cantidad
de flujos contaminantes y/o pérdidas de energía en sus fuentes de origen. Estos últimos aspectos, a
su vez, permiten reducir los costos de operación asociados al tratamiento final de residuos.
¾ Como segunda prioridad, se busca reciclar, reutilizar y/o recuperar flujos de residuos, a fin de reducir
pérdidas de insumos y/o productos, lo que a su vez, incide en la reducción de los costos unitarios de
producción y costos de operación asociados al tratamiento final de residuos.
¾ Debido a que las prácticas de producción más limpia no aseguran una eliminación total de los flujos de
contaminantes, puede ser necesario plantear opciones de tratamiento, “al final del proceso”, para
estos efluentes. Sin embargo, deben ser considerados como una última opción, y sólo después de
haber agotado las dos anteriores. Las medidas de tratamiento no son parte de las opciones de
producción más limpia, pero pueden coadyuvar a solucionar los problemas de contaminación. Sin
embargo, se debe tener en cuenta que mientras mayores sean los volúmenes de desechos a tratar,
mayores serán los costos en los que la empresa deberá incurrir y los que no serán recuperables,
incidiendo así en los costos de producción, encareciendo el producto y haciéndolo menos competitivo.
Rol del equipo de diagnóstico: Para plantear opciones de PML, basadas en la primera prioridad, y sobre
todo aquellas relacionadas con cambios operativos, de insumos, de tecnología u otros, se requiere que el
equipo de diagnóstico tenga una amplia comprensión tanto del proceso en su conjunto, como de las
operaciones unitarias que lo componen, incluyendo sus interrelaciones.
Esta comprensión se logra con una buena preparación del diagnóstico, investigación en el sitio,
mediciones y discusión con los técnicos y los operadores. La experiencia de éstos, junto con la que se
obtiene de otros procesos iguales o similares, bajo las mismas u otras condiciones o sitios, facilita el
análisis, identificación y planteamiento de dichas opciones. En apoyo a esta labor, se recomienda recurrir
a información sobre implementación de medidas de PML, a partir de las siguientes fuentes:
¾ Estudios de caso de PML publicadas por el CPTS, PNUMA, ONUDI, EPA y otros.
¾ Intercambio de criterios e información entre los miembros del equipo de diagnóstico y los empleados
relacionados con la operación unitaria bajo investigación.
¾ Publicaciones industriales y técnicas relacionadas con la operación unitaria en cuestión.
¾ Fabricantes de equipos, proveedores de productos químicos y otros insumos.
Una vez planteadas las opciones de PML para mejorar la eficiencia de una operación unitaria, el equipo
de diagnóstico debe plantear (no diseñar) las alternativas más apropiadas para su implementación, a fin
de contar con información que facilite seleccionar las opciones viables y descartar aquellas cuya
implementación no sea practicable.
En este sentido, a partir de todas las opciones planteadas en el paso anterior, se debe seleccionar sólo
aquellas opciones cuya implementación no presente impedimentos obvios (sobre todo en términos
técnicos), de acuerdo al siguiente procedimiento:
¾ Descartar las opciones imposibles de implementar o que, de manera obvia, se vea que no son
ambientalmente adecuadas. La decisión de descartar una opción estará basada más en aspectos de
carácter cualitativo (por ejemplo, la imposibilidad de acceder a un insumo propuesto) que cuantitativo
(por ejemplo, rendimientos bajos, previsibles en términos termodinámicos). Salvo que sea muy obvio,
es preferible dejar los aspectos cuantitativos para la evaluación técnica que se describe en la siguiente
etapa.
¾ Para las opciones no descartadas, se debe evaluar los posibles obstáculos internos o externos que
impedirían o harían no atractiva su implementación. Por ejemplo, la falta de espacio físico para
implementar una determinada opción debería ser considerada, primero, como un obstáculo y, si no
existiese una solución posible, recién considerarla como una imposibilidad.
¾ Las opciones no descartadas podrán ser evaluadas en la siguiente etapa, tanto en términos técnicos
(aspectos productivos y ambientales) como económicos.
Rol del equipo de diagnóstico: El equipo de diagnóstico debe ser objetivo a la hora de seleccionar las
opciones de PML, ya que las decisiones que se tomen en esta selección tendrán un efecto económico y
ambiental para la empresa. Por ejemplo, durante la selección de las opciones, un juicio de valor no
respaldado con la información adecuada podría conducir a que una excelente opción de PML sea
descartada, o se adopte una inadecuada.
Por otra parte, sería una pérdida de tiempo para el equipo de diagnóstico, si éste procede a realizar una
evaluación técnica de una opción determinada, sin antes considerar soluciones viables frente a los
impedimentos obvios que podrían existir para su implementación. Por ejemplo, la instalación de un
tanque de GLP, destinado a sustituir un combustible, en una empresa que no cuenta con el espacio que
reúna las exigencias de las normas técnicas para esa instalación.
En el paso 11 de esta etapa, se decide el tipo de evaluación que debe realizarse para establecer la
viabilidad de la opción seleccionada, antes de plantear la correspondiente recomendación de PML. En
este mismo paso, se puede especificar la profundidad con la que se realizará cada tipo de evaluación en
función de las características de cada opción de PML.
Los pasos 12 y 13 presentan lineamientos para realizar la evaluación técnica de una opción de PML en
términos productivos y ambientales, respectivamente. Esta evaluación consiste en analizar las
posibilidades materiales, físicas, químicas y condiciones operativas, tanto para satisfacer los objetivos
que se persigue con la operación unitaria en el contexto del proceso productivo global, como para
satisfacer los objetivos ambientales. Las opciones de PML requieren ser técnicamente viables antes de
considerar su viabilidad económica, es decir, antes de considerar su rentabilidad.
Durante la evaluación técnica, deben realizarse pruebas prácticas que permitan asegurar o, por lo
menos, inferir que las opciones propuestas mejoran la eficiencia de la operación unitaria y/o no causan
efectos indeseados en algún aspecto productivo, ambiental, de salud ocupacional u otros.
Los impactos negativos previsibles, asociados a las opciones de PML seleccionadas, deben ser
evaluados y minimizados para asegurar que los beneficios de estas medidas sean mayores o más
importantes que los perjuicios, salvo que éstos sean inaceptables, sobre todo en términos ambientales;
en cuyo caso, la opción en cuestión debe ser descartada, independientemente de los beneficios
económicos que pudiese generar.
El paso 14 presenta criterios e indicadores para realizar la evaluación económica de las opciones de PML
seleccionadas. El estudio de la viabilidad económica mide la rentabilidad de la inversión, medido todo en
base monetaria. Esta evaluación determina, en última instancia, la aprobación o rechazo de la opción en
consideración.
Finalmente, en el paso 15 de esta etapa, se señala las actividades que se pueden desarrollar para
seleccionar y presentar las opciones viables de PML.
El propósito de este paso es definir, para cada opción de PML seleccionada en la Etapa 3, lo siguiente:
¾ El tipo de evaluación (técnica y/o económica) necesaria para tomar una decisión sobre la viabilidad de
la opción en consideración.
¾ La profundidad con la que se realizará una determinada evaluación considerada necesaria.
Por ejemplo, una opción basada en la sustitución de insumos o en la modificación o cambio tecnológico
en una operación unitaria, posiblemente requiera de una evaluación técnica profunda, y de un análisis
económico detallado, mientras que una opción basada en la motivación de empleados posiblemente no
los necesite. Asimismo, una opción de bajo costo basada en buenas prácticas operativas, posiblemente
no necesite de una evaluación económica, siendo suficiente estimar el beneficio económico y/o
ambiental, así como el período de retorno de la inversión, en caso de que ésta sea algo significativa (ver
paso 14).
Rol del equipo de diagnóstico: Si bien es deseable que toda opción de PML sea evaluada en términos
técnicos y económicos, es importante que el equipo de diagnóstico sea objetivo al definir la profundidad y
detalle requeridos para realizar una determinada evaluación.
La objetividad del equipo de diagnóstico depende en gran medida de su capacidad para discernir entre lo
que es importante calcular e informar en relación con la implementación de una opción de PML, y lo que
es meramente un ejercicio de cálculos que no son útiles para tomar decisiones sobre dicha
implementación y/o posterior funcionamiento de la opción planteada.
Otros factores importantes que pueden influir en esta definición por parte del equipo de diagnóstico, son
las prioridades de la empresa y el presupuesto asignado a la ejecución del diagnóstico. En particular, si
una opción planteada no está dentro de las prioridades de la empresa, pero a juicio del equipo de
diagnóstico es una opción que puede generar beneficios importantes en términos económicos y
ambientales, entonces, en este caso, es posible que se requiera realizar la evaluación técnica y
económica con una profundidad mayor que la que podría normalmente ser requerida, a fin de precisar y
demostrar tales beneficios.
a. Detallar los cambios técnicos necesarios para implementar cada opción de PML. Este detalle de
cambios técnicos incluye:
¾ Describir el diseño (en forma gráfica, textual y/o numérica) de los cambios propuestos, incluyendo tipo
de equipos, diagramas de flujo, etc.
¾ Especificar la naturaleza, forma y cantidad de entradas y salidas de la operación unitaria, así como las
nuevas condiciones operativas propuestas y sus posibles efectos e interrelaciones con el resto de las
operaciones unitarias que componen el proceso productivo.
b. Determinar la factibilidad técnica de implementar los cambios requeridos por cada opción de
PML. La factibilidad técnica de los cambios se determina en términos de:
¾ La disponibilidad o accesibilidad a:
• Tecnología (materiales, equipo, maquinaria).
• Materias primas / agua / energía / otros insumos.
• Espacio físico / distribución física.
• Logística / servicios.
• Otros.
¾ Las condicionantes que impedirían o limitarían la viabilidad técnica del cambio propuesto:
• Políticas / legislación vigente.
• Sociales / organizativas / laborales.
• Culturales.
• Financieras.
c. Proyectar balances de masa y energía en base a los cambios propuestos. La proyección de los
balances de masa y de energía, supone rehacer los balances iniciales con los datos que se están
proponiendo en las recomendaciones del diagnóstico. Deben reflejar la situación futura que se está
planteando (ver Seccion 5.4).
Rol del equipo de diagnóstico: La parte fundamental que el equipo de diagnóstico debe encarar durante
la evaluación técnica relacionada con los aspectos productivos, es la viabilidad de los fenómenos
La parte fundamental de este análisis no debe ser realizada en forma aislada. Es decir, es aconsejable
diseñar y realizar cálculos procurando proyectar los efectos que tendría la opción propuesta sobre las
condicionantes antes mencionadas, así como sobre la viabilidad relacionada con los aspectos
ambientales y económicos. Sin embargo, esta proyección no siempre es fácil de visualizar, razón por la
cual, incluso después de finalizada la evaluación económica, el equipo de diagnóstico se ve obligado a
revisar esta parte de la evaluación técnica, a menudo por más de una vez en forma cíclica.
Por otra parte, una de las actividades más engorrosas de la evaluación técnica, y que consume un tiempo
considerable, es la concertación con fabricantes y vendedores de materiales, insumos y equipos para
obtener información sobre especificaciones técnicas y precios. En este sentido, el equipo de diagnóstico
debe decidir si vale la pena pedir especificaciones técnicas detalladas (normalmente como parte de una
cotización), o solamente obtener información por vía telefónica y/u otro medio electrónico, pero que con
frecuencia no produce resultados satisfactorios.
Sin embargo, a través de la experiencia, se puede fortalecer la comunicación con los proveedores, así
como desarrollar un banco de datos, incluyendo costos, de diferentes tipos de materiales, insumos y
equipos, haciendo esta evaluación técnica cada vez más fácil.
Un caso particular que merece atención especial del equipo de diagnóstico es la condicionante financiera,
la cual, y al margen de que la opción de PML pueda tener una alta rentabilidad, puede ser un obstáculo
serio para su implementación, sobre todo cuando la empresa no dispone de recursos propios y no tiene
acceso a crédito. En este caso, si la naturaleza técnica de la opción planteada requiere de una inversión
cuyo monto no es accesible (por ejemplo, para adquirir un equipo o tener acceso a un servicio básico), se
debe analizar la posibilidad de modificar dicha opción, a fin de viabilizarla en términos financieros antes
de ser descartada.
¾ Para cada operación unitaria y, si fuera el caso, para el proceso global, comparar los balances de
masa y energía actuales (Paso 7) con los proyectados en base a las opciones de PML planteadas
(Paso 12), a fin de cuantificar las reducciones mencionadas, halladas en términos de cantidades,
concentraciones y peligrosidad.
las cantidades recicladas, reusadas y/o recuperadas, se pueden utilizar indicadores similares por
unidad de producto.
Las opciones ambientalmente viables pueden ser calificadas como técnicamente viables y pueden pasar
a ser evaluadas en términos económicos. Aquellas opciones con impactos ambientales previstos como
desfavorables, deben ser descartadas.
Rol del equipo de diagnóstico: Es importante que el equipo de diagnóstico documente la información
procesada sobre los beneficios ambientales proyectados a partir de las opciones de PML en evaluación.
Asimismo, es importante que el equipo de diagnóstico elija indicadores de desempeño apropiados, a fin
de que éstos puedan ser útiles para hacer el seguimiento a las opciones implementadas y para realizar
comparaciones futuras. Esta información es útil tanto para el industrial como para las agencias
ambientales que apoyan este tipo de diagnósticos.
El objetivo de esta evaluación es determinar la factibilidad económica de las opciones de PML calificadas
en el paso anterior como técnicamente viables.
A fin de facilitar la evaluación económica, se requiere establecer ciertos criterios económicos (ver Anexo
E, en el que se describen tres de estos criterios económicos) que permitan analizar el beneficio
económico que se obtendría de la inversión destinada a implementar las opciones de PML. Los criterios
económicos mencionados pueden establecerse en base a la aplicación de cuatro conceptos financieros,
que también se describen en el Anexo E.
Sin embargo, existen dos criterios sencillos que son adicionales a los criterios más sofisticados que se
describen en el Anexo E, y que son de uso frecuente en la evaluación económica de las opciones de
PML técnicamente viables. Estos criterios sencillos fueron construidos en base a indicadores establecidos
por el CPTS, ver adelante, incisos a) y b), y con fundamento en los siguientes conceptos financieros:
Este concepto financiero se define como el número de períodos de tiempo (PR) que se requeriría para
recuperar la inversión inicial (I0), asumiendo que en cada período se recupera un mismo monto de dinero,
que es igual al valor del flujo de caja (FC) estimado para el primer período.
Por lo tanto, el período de recuperación (PR) se expresa en términos de la inversión inicial I0 y del flujo de
caja FC mediante la siguiente ecuación:
I0
PR = (1)
FC
El flujo de caja (FC) para un período cualquiera (normalmente, cada período es de un año), se define
como el ingreso neto obtenido en ese período. El ingreso neto se calcula por diferencia entre el ingreso
bruto y el correspondiente costo imputado a las operaciones productivas durante dicho periodo.
Para propósitos de la presente guía, el concepto de flujo de caja (FC) se expresa también en términos del
ingreso neto, pero solamente de aquél que se deriva de la implementación de opciones de PML, y no en
términos del ingreso neto total de las operaciones globales de producción de la empresa.
evita que salga de la empresa, en tanto que el ingreso es un flujo de dinero que entra a la empresa. Así,
una medida de producción más limpia genera ahorros cuando reduce los costos operativos de la
empresa y, genera ingresos, cuando, por ejemplo, contribuye a la mejora del precio de venta de los
productos, lo que ocurre generalmente cuando la medida de PML mejora la calidad del producto, o a la
venta de residuos que antes eran desechados.
Por lo tanto, el flujo de caja, FC, se define como el ingreso neto del primer período y está dado por la
suma del ingreso bruto y el ahorro neto calculados para ese período:
FC = Y + A (2)
donde:
Y: Ingreso bruto estimado para el primer periodo (generado por la opción de PML en evaluación).
A: Ahorro estimado para el primer periodo (generado por la opción de PML en evaluación).
El ahorro no es más que la diferencia entre el costo operativo actual sin la implementación de la opción
de PML y el costo operativo con su implementación:
A = C – CPML (3)
donde:
A: Ahorro estimado para el primer período, (generado por la opción de PML en evaluación).
C: Costo operativo para el primer periodo si no se implementa la opción de PML.
CPML: Costo operativo, para ese mismo período si se implementa la opción de PML.
FC = Y + A (4)
Cabe hacer notar que al momento de evaluar las opciones de PML, normalmente no se dispone de
información sobre las condiciones de financiamiento para implementar la opción. Por esta razón, para el
cálculo del FC no se toma en cuenta el costo del capital de inversión y, para el cálculo del PR, no se toma
en cuenta el valor del dinero en el tiempo porque no se dispone de una tasa de descuento.
Reemplazando FC en la ecuación de PR, se obtiene que:
I0
PR = (5)
(Y + A )
Las unidades de PR están dadas en [períodos de tiempo], debido a que I0 se expresa en unidades de
[dinero] y FC se expresa en unidades de [dinero / período de tiempo]. Por ejemplo, si la inversión inicial I0
es de 10,000 US$ y el flujo de caja FC es de 2,000 US$ / año (aquí se entiende que los períodos de
tiempo son de un año cada uno). Entonces el período de recuperación será:
10,000 US$
PR = = 5 años
2,000 US$ / año
Por lo tanto, PR representa el número de períodos (en este ejemplo, 5 años) que tienen que transcurrir
para poder recuperar la inversión inicial de 10,000 US$, a partir de un FC de 2,000 US$/año.
En base al concepto del período de recuperación (PR), en el CPTS se ha establecido el siguiente criterio
para evaluar las opciones de PML en términos económicos:
El número de años que se señala en este criterio se denomina indicador. Estos indicadores fueron
definidos por el CPTS como resultado de su experiencia adquirida en la prestación de servicios de
asistencia técnica en PML. Dichos indicadores no son necesariamente aplicables a otro tipo de
proyectos, sobre todo a aquellos de largo plazo, en los que se debe tomar en cuenta el costo del capital
invertido y el valor del dinero en el tiempo.
El primer indicador que aparece en el criterio señalado (i.e. 3 años) establece el tiempo máximo deseable
para recuperar la inversión realizada (según ese criterio, menor o igual a 3 años) y, por ende, dicho
criterio permite apreciar cuán atractivo es el período de recuperación (PR) calculado para la opción de
PML en evaluación; y es particularmente útil para analizar tiempos de recuperación para pequeñas y
medianas inversiones destinadas a implementar opciones de PML. Cuando las inversiones son
relativamente grandes, es necesario recurrir a criterios de evaluación económica más refinados, como los
que se describen en el Anexo E.
Este concepto financiero se define como el porcentaje que representa el FC del primer período respecto
al monto de la inversión y se expresa en términos de un porcentaje de rentabilidad por período
(normalmente anual). Por ejemplo, si el monto de la inversión es de US$ 100, y el FC calculado para el
primer año es de US$ 20, entonces la rentabilidad de la inversión es del 20% anual. Esta definición
puede ser expresada mediante la siguiente ecuación:
Donde el flujo de caja (FC) de dicho período está asociado exclusivamente al funcionamiento de la
opción de PML implementada; y está dado por la ecuación (4). Por lo tanto:
Y+A
RI = × 100% (7)
I0
Las unidades de RI se expresan en [% / período de tiempo], debido a que las unidades del FC se
expresan en [dinero / período de tiempo], y las de I0 en [dinero]. Por ejemplo, si el flujo de caja (FC) es de
2,000 US$ / año, y la inversión inicial I0 es de 10,000 US$, entonces:
Por lo tanto, de acuerdo a este ejemplo, el rendimiento de la inversión es del 20% anual. Con base en el
concepto financiero de rentabilidad de la inversión (RI), el CPTS estableció el siguiente criterio para
evaluar las opciones de PML en términos económicos:
El valor de los porcentajes anuales que aparecen en este criterio está relacionado con el indicador que
mide el periodo de recuperación (PR). Dichos porcentajes, al igual que los indicadores mencionados en el
punto anterior, surgen como resultado de la experiencia adquirida por el CPTS en la prestación de
servicios de asistencia técnica en PML. En este sentido, el presente criterio no es necesariamente
aplicable a otro tipo de proyectos, sobre todo aquellos de largo plazo, en los que se debe tomar en
cuenta el costo del capital invertido y el valor del dinero en el tiempo. Más aún, cuando las inversiones
son relativamente grandes, es necesario recurrir a criterios de evaluación económica más refinados,
como los que se describen en el Anexo E. Para más detalle sobre los cálculos económicos, ver ejemplo
en Anexo F – 3.
Rol del equipo de diagnóstico: Es importante que el equipo de diagnóstico tome en cuenta los siguientes
aspectos relacionados con la evaluación económica de las opciones de PML:
¾ Un primer aspecto, está relacionado con la elección del criterio apropiado para evaluar las opciones
de PML en términos económicos. Por ejemplo, para pequeñas inversiones (como aquellas
relacionadas con buenas prácticas operativas) e, incluso, en la mayoría de los casos donde se
requieren medianas inversiones (como aquellas relacionadas con la adaptación y/o modificación de la
actual tecnología en uso), es más que suficiente que el equipo de diagnóstico utilice los criterios
basados en el período simple de retorno (PR) y en el de rentabilidad de la inversión (RI). Para
inversiones relativamente grandes, es posible que el equipo de diagnóstico tenga que utilizar criterios
de evaluación más sofisticados (ver Anexo E).
¾ Un segundo aspecto, tiene que ver con la utilización, por parte del equipo de diagnóstico, de toda la
información técnica disponible para estimar, por una parte, el monto de la inversión inicial requerida, y,
por otra, el flujo de caja (FC) proyectado para el primer período de funcionamiento de la opción de
PML (normalmente un año). Para realizar la evaluación económica, se requiere contar con información
sistematizada, expresada en términos monetarios, elaborada en base a la información que proviene
de los pasos y etapas anteriores. Toda información técnica distorsionada, incompleta, errónea y/o mal
utilizada, dará lugar, no sólo a que el equipo de diagnóstico plantee opciones económicas de PML
equivocadas, sino también, al descrédito de todos sus planteamientos en general. En este sentido, es
importante que el equipo de diagnóstico realice sus planteamientos y utilice dicha información en
coordinación directa con el jefe de producción y/o con el personal responsable de una determinada
operación unitaria, incluyendo el personal administrativo que proporcionó toda o parte de la
información económica y financiera.
Después de concluir el estudio de factibilidad, el equipo de diagnóstico debe realizar las siguientes
actividades:
¾ Organizar las opciones de PML factibles en orden de prioridad, según los resultados obtenidos en las
evaluaciones técnicas (productivas y ambientales) y económicas.
¾ Realizar una selección final de las opciones de PML factibles, en base a un orden de prioridad. Para
tal efecto, se debe aplicar un procedimiento basado en criterios de prioridad, que están constituidos
por los propios criterios utilizados en la evaluación económica, junto con otros que surgen de las
necesidades manifiestas de la empresa, y que pueden, incluso, hacer que aspectos operativos y
ambientales se antepongan a los económicos en términos de prioridad.
¾ Una vez realizada la selección final de las opciones de PML, éstas deben ser expresadas en forma de
recomendaciones, señalando en forma clara, concisa, exacta y precisa las medidas específicas a ser
implementadas por la empresa, la información básica que respalda las medidas propuestas, los
Rol del equipo de diagnóstico: La presentación del informe de diagnóstico de PML constituye la última
actividad que realiza el equipo de diagnóstico, salvo que la empresa haya acordado con dicho equipo que
éste debe continuar colaborando con su Comité de PML en la implementación de las recomendaciones,
así como en el seguimiento y evaluación final de las recomendaciones implementadas (ver Etapa 5).
Es deseable que las metas tengan, por lo menos, las siguientes características:
• Deben formularse de manera que sean alcanzables, pero sin sacrificar la eficiencia de las mismas.
• Deben ser definidas en el tiempo (con fechas de inicio y fin).
• Deben ser mensurables; los indicadores deben permitir evaluar el avance del programa.
¾ Elaborar el Plan de Acción. Este plan debe incluir, para cada medida de PML recomendada, las metas
y sus actividades programadas, los responsables de llevarlas a cabo y el presupuesto asignado. Más
aún, el plan debe definir metas, actividades y responsables para realizar el seguimiento y la
evaluación final de las medidas de PML implementadas, incluyendo previsiones de presupuesto para
este fin.
Rol del Comité de PML: Durante la elaboración del plan de acción, es importante que el Gerente de
Producción de la planta estimule la participación del personal operativo, no sólo para que éste se
interiorice de las medidas de PML recomendadas, sino también como una forma de lograr su compromiso
y de que se tome conciencia de los beneficios que conllevan dichas medidas para el futuro de la planta.
En base al plan de acción, el Comité de PML debe desarrollar las siguientes actividades prioritarias:
¾ Designar y/o contratar personal responsable de preparar un plan detallado para implementar las
medidas de PML recomendadas. Este plan puede incluir, entre otros, la forma específica de
implementar medidas sencillas de ahorro de agua y de energía; la selección de equipos; el diseño de
modificaciones de las instalaciones; la planificación del presupuesto aprobado para las inversiones
requeridas; la previsión y acciones respectivas en relación al posible paro temporal de la línea de
producción; el personal responsable de la instalación, la mano de obra involucrada; y otros.
Rol del Comité de PML: Durante la ejecución del programa de implementación de las medidas de PML
recomendadas, el Comité de PML debe aplicar controles efectivos para asegurar el logro de las metas
preestablecidas en el plan de acción.
Con relación al equipo de diagnóstico, éste queda disponible para brindar aclaraciones y consejos al
Comité de PML de la empresa, sólo en lo que concierne a los resultados del diagnóstico.
¾ Usar indicadores útiles y sencillos para evaluar los resultados de la implementación del programa de
PML. Algunos ejemplos de indicadores útiles y sencillos, son:
• Porcentaje de reducción del consumo de materias primas, agua y/o energía, entre otros insumos,
respecto a consumos históricos de la planta; y también, pueden expresarse en términos de la
cantidad de materia y energía reducidas por unidad de producto.
6
Para los fines de esta guía, “monitoreo” significa: obtención y evaluación sistemática de información.
¾ Identificar y evaluar el posible efecto de las medidas de PML implementadas sobre las operaciones
unitarias vinculadas, a través de consultas con los trabajadores, encargados de producción, calidad,
ventas, etc.
Rol del Comité de PML: Es aconsejable que el Comité de PML designe y/o contrate personal
independiente para la evaluación final de las medidas de PML implementadas, estableciendo términos de
referencia basados en los indicadores utilizados para definir la eficiencia de las operaciones y la
reducción de desechos. Asimismo, y como parte de los términos de referencia, es aconsejable que se
definan los métodos a ser utilizados en las mediciones.
Con relación al equipo de diagnóstico, éste normalmente no tiene un rol directo en el seguimiento y
evaluación final de las opciones de PML implementadas, salvo que se haya establecido un contrato
independiente con la planta para este fin. Sin embargo, al igual que en el anterior paso, el equipo de
diagnóstico queda disponible para aclaraciones y consejos a la planta, sólo en lo que concierne a los
resultados del diagnóstico, y siempre y cuando, éstos no requieran de una carga significativa de trabajo.
El Comité de PML debe usar los éxitos logrados en la evaluación final de las medidas de PML
implementadas, para motivar y respaldar ante la gerencia de la empresa la continuidad del programa de
PML en la planta.
Asimismo, para dar continuidad al programa de PML, se debe identificar problemas asociados a la
implementación de las medidas recomendadas, que no han sido resueltos, o mejoras que pueden ser
introducidas en otras áreas de la planta. En este sentido, las actividades que pueden ser encaradas como
parte de una siguiente fase del programa de PML, incluyen:
Rol del Comité de PML: El Comité de PML debe considerar la posibilidad de desarrollar el programa de
PML en el marco más amplio de la gestión ambiental de la empresa. Para el efecto, se recomienda que
dicho comité asuma las siguientes responsabilidades:
¾ Motivar a la Gerencia General de la empresa a crear un sistema de gestión ambiental (SGA) como
parte del sistema global de gestión de la empresa (ver la Sección 3.5), a fin de ampliar el alcance del
programa de PML y permitir su mejora continua.
El Comité de PML puede asumir la responsabilidad de coordinar el desarrollo del SGA y de administrarlo.
CAPÍTULO 5
MÉTODOS PARA EVALUAR LA EFICIENCIA
PRODUCTIVA
5.1 INTRODUCCIÓN
La evaluación de la eficiencia productiva es un proceso que se realiza no solamente en los diagnósticos
de producción más limpia, sino en la gestión empresarial en general, para verificar el uso de recursos,
para determinar costos del proceso productivo, para proyectar la producción, para implementar nuevos
proyectos, para realizar nuevas inversiones, etc.
Los métodos para la evaluación de la eficiencia productiva más comúnmente usados, pero no los únicos,
se basan en:
La cantidad de pérdidas, residuos, mermas, fugas, etc., (tanto de insumos como de productos) no
contabilizada adecuadamente puede significar pérdidas económicas importantes para las empresas, o
costos elevados en su tratamiento o disposición.
Para prevenir o reducir la generación de desechos, se debe examinar cada operación en el contexto
global del proceso, a fin de identificar su origen y cantidad, los problemas operativos inherentes y las
posibles soluciones y mejoras. El enfoque del examen de cada operación puede orientarse para detectar:
El examen de las operaciones requiere de balances de masa y energía que se obtienen después de
observar, medir, registrar datos y realizar el análisis de muestras de insumos, por un lado, y de productos,
subproductos, residuos y desechos, por otro; todo esto, en forma metódica y exhaustiva.
De este modo, una actividad industrial que implica un proceso de producción, requiere de mediciones que
sean lo más exactas posibles, en cada una de las operaciones unitarias que la conforman para ser
eficiente y rentable. Las cantidades de materiales que ingresan y su calidad deben verificarse, porque
ellas representan costos para la empresa. De igual manera, se debe evaluar la cantidad de los productos,
subproductos, residuos y desechos que salen del proceso, porque permite obtener información valiosa,
como: mercados de venta, políticas de precios y márgenes de utilidad. Adicionalmente, debe verificarse la
calidad, sobretodo de los productos, para optimizar las condiciones técnicas de todo el proceso.
Medir es determinar una cantidad comparándola con su respectiva unidad. La medición es importante
para determinar el rendimiento de nuestras
operaciones y procesos, y es clave para ACTIVIDAD INDUSTRIAL
efectuar un buen control y posteriormente para
evaluar el desempeño de nuestras actividades.
De acuerdo a las experiencias del CPTS, una
gran parte de las empresas no mide, o no mide
bien, por lo que es muy difícil establecer
indicadores reales que permitan evaluar el
comportamiento y las tendencias de la empresa.
“Lo que no se mide no se puede evaluar y lo que no se puede evaluar no se puede mejorar”
La cultura de la medición no implica solamente la actividad de medir, sino también las de recolección y de
análisis sistemático de muestras (gaseosas, líquidas, sólidas) para evaluar cualitativa y cuantitativamente
un proceso, una operación o la contaminación generada, en función del tiempo; esto se conoce como
monitoreo.
¾ Mejorar el control del proceso y realizar acciones que permitan el uso más eficiente de los recursos.
¾ Conocer los contenidos de las descargas para evaluar el cumplimiento de las normas ambientales.
¾ Proporcionar los datos mensuales y anuales para elaborar registros de indicadores que permitan una
evaluación permanente.
¾ Proporcionar las bases para la elaboración de planes de adecuación ambiental.
¾ Evitar descargas accidentales, fugas y rebalses.
¾ Determinar la carga contaminante del efluente.
¾ Controlar el proceso de tratamiento.
¾ Controlar la descarga final hacia la planta de tratamiento o directamente hacia el cuerpo receptor.
¾ Personal bien entrenado. Esto es muy importante sobretodo si se trata de manejar equipos de
medición complejos o de interpretar resultados complicados. Las mediciones no deben ser hechas,
necesariamente, por la empresa, se puede contratar servicios de terceros.
¾ Hojas de registro. Durante el proceso de medición, los datos deben registrarse en forma clara,
identificando fecha, hora de muestreo, hora de medición, responsable, características de la muestra,
condiciones de operación productiva en el momento de la medición o toma de muestra y otros datos de
interés.
¾ Cadena de custodia de las muestras. Es un conjunto de hojas de registros que aseguran el rastreo de
la muestra y, por tanto, que la muestra ha sido tomada, manipulada, transportada, preservada,
analizada, almacenada, etc., en condiciones exigidas por las normas. Esto evitará cualquier
modificación en la muestra y los resultados de los análisis serán confiables. La cadena de custodia es
de especial importancia para las muestras que van a ser analizadas en laboratorios externos a la
planta.
Las muestras deben ser tomadas siguiendo criterios establecidos en procedimientos normalizados de
operación, sean estos nacionales o internacionales. Uno de los principales errores que se comete en la
toma de muestras, al no respetar dichos criterios, radica en la representatividad de la muestra.
Uno de los criterios que debe tomarse en cuenta para que una muestra sea representativa, es que debe
cubrir un periodo definido, con el fin de compensar las posibles variaciones de las concentraciones de
contaminantes y del caudal. La representatividad de la muestra dependerá del tipo de muestra obtenida.
Es así que entre los principales tipos de muestra se encuentran:
Muestra simple o
1. Muestra tomada en un momento determinado.
parcial
Un ejemplo de la necesidad de tomar una “muestra compuesta por tiempo”, está representado en la
Figura 5.1, en la que se puede apreciar que las cargas o flujos másicos tienen variaciones significativas
durante un periodo de varias horas. Si se hace un muestreo momentáneo después de 4 horas, el
resultado, 30 kg/h, sería mucho más alto que la carga representativa. En cambio, si se toma una muestra
momentánea después de 8 horas la carga correspondiente de 10 kg/h sería mucho más baja que la
carga representativa. En cambio, si se hace una muestra compuesta, con una muestra parcial cada hora,
el resultado sería de aproximadamente 19 kg/h que es un promedio representativo para el periodo de 8
horas de medición.
Después de realizar la toma de la muestra, ésta debe ser adecuadamente manipulada, transportada,
preservada, codificada, almacenada (cadena de custodia). Dependiendo del tipo de muestra que se trate,
existen procedimientos normalizados para su gestiónxii.
Además, el monitoreo debe respetar un proceso para asegurar la calidad del muestreo y el análisis. Este
proceso se basa en la elaboración de un plan, su implementación y revisión.
Dentro del plan de muestreo, se requiere una definición de los objetivos del muestreo, es decir qué,
porqué, cuándo, cómo, dónde, con qué precisión y exactitud7 se deberá muestrear. Otro aspecto
importante son los costos económicos implicados en el muestreo. Por ejemplo, puede diseñarse un plan
en el que se pretenda muestrear las descargas siguiendo el curso de un río que no tiene caminos que
faciliten su acceso y, por ello, sea necesario recorrer todo o gran parte del curso del río a pie. Por otro
lado, una vez tomada la muestra, se pretenda conocer la concentración de parámetros que nada tienen
que ver con las descargas de la industria, por ejemplo realizar un análisis de cromo en las descargas
provenientes de una lechería.
CARGAS MOMENTÁNEAS
35
30
25
Carga [kg/h]
20
15
10
5
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Tiempo [h]
Finalmente, la revisión implica la verificación de los datos, su validación y su evaluación por parte del o de
los interesados, con el fin de verificar la precisión y exactitud de los resultados de los análisis (ver más
adelante: control de resultados).
7
Para las definiciones de “precisión” y “exactitud”, consultar el Capítulo 7 Glosario de términos.
Existen varias razones por las que se debe medir el caudal (gaseoso o líquido), entre ellas:
¾ Para optimizar el consumo de agua, a través de la determinación de los consumos específicos por
operación unitaria.
¾ Para calcular la carga que se envía hacia un cuerpo receptor, planta de tratamiento o a la atmósfera.
Para esto se necesita conocer no solo el caudal sino también la concentración de los contaminantes.
La carga (M), se obtiene multiplicando la concentración (C) por el caudal (Q).
¾ Para calcular la carga específica que sale de una planta, además de conocer el caudal y la
concentración, se necesita conocer la producción durante el periodo de monitoreo. De esta manera,
se podrá comparar el comportamiento de una planta con el de otras similares o evaluar su propio
rendimiento. La carga específica (Me), es la carga calculada según la ecuación (6) dividida por la
cantidad de producción, en kg, durante el mismo periodo de tiempo.
Existen numerosos instrumentos y técnicas para la medición del consumo, cuya selección depende del
objetivo que se persigue con la medición; la tecnología del medidor; de las características del proceso y
del fluido que se quiere medir. Por ejemplo, un caudalímetro mide el volumen de agua que pasa por el
conducto por unidad de tiempo (m3/h, L/min, etc.); un flujómetro mide la velocidad promedio que adquiere
el agua al pasar por una sección determinada (m/s); mientras que un totalizador registra el volumen total
de agua consumido (m3 o L), en forma acumulativa.
Casi todos los medidores que a continuación se presentan son de tipo volumétrico, aunque también
existen medidores de tipo másico. Dada la amplia variedad de los mismos solo se hace referencia a los
más comunes.
Canales abiertos
Técnica Instrumento Primario ó Hidráulico Tipo de fluido(1)
Vertederos: triangular; rectangular;
Líquidos
Cippoletti
Canaletas tipo: Parshall, Palmer, Bowlus,
Líquidos
Leopold Lagco
Instrumentos de carga diferencial
Orificios: redondo; rectangulares; ovalados Líquidos
Compuertas: planas; inclinadas; curvas Líquidos
Toberas Líquidos
Tubo Pitot; medidores de corriente
Técnicas de medición de velocidad Líquidos
(molinetes y rotámetros)
Técnicas a base de trazadores Dilución de sal; tintes fluorescentes Líquidos
Técnicas tiempo y volumen: Balde y cronometro; cambio de nivel en
Líquidos
tanque(3)
Técnica de pendiente y radio
Conducto o canal donde circula el agua Líquidos
hidráulico
Fuente: Adaptación de “Azad (1976)”.
(1) Esta información es sólo referencial, ya que cada instrumento de medición tiene sus propias especificaciones.
(2) Los instrumentos primarios aquí mencionados se usan para el caso de fluidos líquidos. Para gases se usa el
mismo principio pero los instrumentos tienen ciertas diferencias.
(3) En esta técnica, no existe un medidor primario simplemente se calcula el caudal en función del tiempo
transcurrido en que un volumen de agua se reduce o incrementa.
5.2.1.3 Análisis
5.2.1.4 Registro
El registro de datos constituye una de las partes más importantes del monitoreo. Los datos deben
registrarse en protocolos o bitácoras elaborados según los requerimientos de la empresa. Estos registros
permitirán contar con datos históricos que, después de su procesamiento, reflejarán el comportamiento
de la empresa, sus tendencias y constituyen una fuente para la toma de decisiones. La periodicidad del
registro de datos dependerá de las características de lo que se esté midiendo y de los objetivos que se
persigue con esta información (en la Sección 5.4 se da ejemplos de hojas de registro).
Los datos se pueden almacenar en diferentes formatos: en papel o en medios electrónicos. El modo más
simple, pero no necesariamente más adecuado, es mantener los registros en papel. Si se opta por
registrar datos por medios electrónicos se dispone de instrumentación sofisticada como los “data loggers”
que son pequeñas computadoras de campo que registran inmediatamente las lecturas tomadas in situ y
que después descargan la información a programas de computadora para su análisis. Aún si se registran
los datos en papel, éstos deberían descargarse en programas de computadora, lo que facilita el análisis
de los resultados.
Como se mencionó, el error más común en programas de monitoreo es consecuencia de análisis mal
hechos, es decir con resultados analíticos erróneos. Por esto, es muy importante controlar si los
resultados son coherentes y volver a realizar el muestreo si existe duda sobre los resultados. A esto se
suma que las condiciones del muestreo deben ser similares, para obtener una muestra con las mismas
características que aquella cuyos resultados fueran observados.
Una forma de controlar si los resultados del análisis son confiables, es entregar dos muestras idénticas al
laboratorio, pero como si fueran diferentes. Si los resultados analíticos de las dos muestras no son
similares se debe dudar del análisis y rehacer el muestreo. Otra forma de controlar los resultados es
utilizar un balance de materia para estimar las concentraciones en las diferentes muestras. Si los
resultados se desvían mucho del estimado se debe dudar del análisis y rehacer el muestreo.
Una vez terminado el monitoreo, es importante preparar un informe que contenga los resultados y el
análisis correspondiente, para distribuirlo de acuerdo a lo establecido en las normas de la empresa o a lo
que decida la instancia responsable. Un resultado de monitoreo que no es procesado y conocido por las
instancias responsables no tiene ningún valor.
Para sistemas de producción complejos, donde existan varios procesos independientes, se puede
preparar un diagrama de flujo general, mostrando todos los procesos, cada uno representado por un
bloque y, en hojas separadas, además, preparar diagramas de flujo para cada proceso individual,
indicando en detalle sus operaciones unitarias. Si éstas fueran complejas, se puede, a su vez, preparar
diagramas de flujo, por separado, con el detalle que sea requerido.
El diagrama de flujo debe, además, incluir operaciones complementarias o de soporte, tales como
limpieza, almacenamiento, preparación de tanques y otras (si es necesario, éstas pueden presentarse
por separado).
Entre los símbolos más frecuentemente usados para elaborar un diagrama de flujo están:
Inicio/Fin
Operación unitaria
Decisión
Conector fuera
de la página Conector
Documento Operación manual
Uno de los símbolos más usados es el que corresponde a “operación unitaria”. Cada operación unitaria
es representada en secuencia y se la acompaña de sus respectivas entradas y salidas. Las entradas
corresponden a las materias primas o, en general, a los insumos utilizados (incluyendo la energía) cuya
combinación permite su transformación (sea esta física o química) en producto. Las salidas son de dos
tipos: residuos y desechos. Los residuos pueden ingresar en algún proceso o ser un subproducto con
calidad suficiente para su comercialización en un mercado específico. Cada entrada y salida debe ser
cuantificada, ya sea en cantidad y/o concentración de insumo, residuo o desecho.
Opcionalmente, puede utilizarse colores para resaltar las entradas / salidas. Asimismo, dependiendo de
los objetivos y de la posibilidad de medir, puede ser muy útil describir el producto intermedio, la cantidad,
la producción específica u otros. En la Figura 5.2 se muestra, como ejemplo simplificado, el diagrama de
flujo de una cervecería típica.
Cerveza
embotellada
* hlc = hectolitro de cerveza (200 hlc/día)
El diagrama de flujo es una de las mejores herramientas para identificar los flujos de
materia/energía en las operaciones unitarias
De acuerdo a ello, en un sistema cualquiera, las entradas son iguales a las salidas.
El diagrama de flujo es el punto de partida para efectuar un balance de masa. Una vez que se lo ha
elaborado, debe cuantificarse, lo más exactamente posible, las entradas y las salidas, así como, de ser
posible, los costos asociados a éstas. Dependiendo de la complejidad de los procesos y de la información
disponible, es muy probable que se requiera investigar ciertos procesos en profundidad.
A continuación, se explica la forma de cuantificar los flujos de entrada y salida, y la forma en que se los
debe igualar para elaborar un correcto balance de masaxiii
Todos los insumos que entran a un proceso u operación, salen como productos y como
residuos/desechos. En este sentido, un balance de masa se define como la verificación de la igualdad
cuantitativa de masas que debe existir entre los insumos de entrada y los productos y residuos de salida.
El balance de masa es aplicable tanto a un proceso, como a cada una de las operaciones unitarias que
componen un proceso. Cuando no es posible identificar todas las salidas, se debe incluir un término que
corresponda a la diferencia de masas, como “no identificada”.
En un balance de masa, la suma de todas las masas que entran en un proceso u operación, debe ser
igual a la suma de todas las masas que salen de dicho proceso u operación, s decir, la suma de masas
de los productos, residuos y de todos los materiales de salida no identificados. Si bien se puede asumir
que la pérdida de masa está dada por la diferencia de masas entre las entradas y las salidas, en algunos
sistemas productivos es necesario tomar en cuenta la masa que pudiera quedar residente en la
operación, a fin de estimar correctamente la cantidad de la pérdida de masa no identificada.
Es decir:
Si bien el balance de masa incluye al agua, es conveniente realizar un balance específico sólo para agua,
a fin de mostrar detalles que normalmente no deben incluirse en un balance global. Por su parte, el
balance de energía, no se incluye en el balance de masa, por lo que se lo realiza en forma separada.
Para hacer el balance de masa se requiere de toda la información sobre las entradas y salidas,
incluyendo parámetros de operación, así como de información existente a nivel de la administración. En
la Figura 5.3, se representa las entradas y salidas globales en una operación unitaria; mientras que en la
Figura 5.4, se representa un detalle de las entradas y salidas, cuyas masas deben cuantificarse para
hacer un balance.
Entradas: Salidas:
MP
(Masa de productos)
ME MR
(Masa de entrada) (Masa de residuos)
+ OPERACIÓN UNITARIA
MRF MRF
(Masa residente Inicial) (Masa residente final)
MN
(Masa no identificada)
Entre los insumos que ingresan a un proceso u operación unitaria, además de materias primas, se puede
incluir materiales reciclados, productos químicos, agua, aire y otros, que deben ser cuantificados. Para
evaluar el consumo de cada los insumos debe examinarse todos los registros existentes. Por ejemplo,
para materias primas, debe revisarse los inventarios que deben reflejar los movimientos de ingresos
(compras) y de las salidas de almacenes. Contar con un registro de almacenes es muy útil, pues las
compras de material y su correspondiente uso deben estar registrados. Un ejemplo se ilustra en el
Cuadro 5.2.
La determinación cuantitativa de las entradas netas de insumos al proceso o a las operaciones unitarias,
requiere del control de las pérdidas previas en almacenamiento, por transferencia y manipuleo (incluye
pérdidas por evaporación, fugas, goteos de tanques, etc.), además puede tener como base un registro
global de compras de insumos y pérdidas, como las que se ilustran en el Cuadro 5.2, y que pueden
computarse, por ejemplo, en un protocolo como el que se ilustra en el Cuadro 5.3.
Cuadro 5.3 Cantidad de insumos de entrada por un periodo determinado (hora, día, semana, mes, año)
Combustibles
Material Energía
Operación Materia Prima 1 Materia Prima 2 Agua [m3N* de gas o
reciclado eléctrica
Unitaria [kg o t/periodo] [kg o t/periodo] .... [m3/periodo] litros de diesel
[kg o t/periodo] [kWh/periodo]
etc./periodo]
Operación
Unitaria 1
Operación
Unitaria 2
……..
Pérdidas en
almacén y
otras no
identificadas
Total:
Elaboración: CPTS
* m3N: metros cúbicos bajo condiciones normales
Una vez que se tenga un control de las entradas netas de los insumos al proceso y a cada operación
unitaria, se debe determinar el consumo específico de cada insumo; es decir, es la cantidad total de un
insumo utilizado por unidad de producto producido. Es importante que se utilice una misma unidad de
referencia para todos los insumos. Si no se dispone de información sobre los consumos específicos, se
debe adoptar medidas para poder determinarla. Las mediciones deben hacerse durante un intervalo de
tiempo apropiado, para que las cifras sean confiables y puedan extrapolarse en el tiempo, con el fin de
computar valores mensuales o anuales.
En varias operaciones unitarias, el agua constituye tanto materia prima como un medio de enfriamiento,
lavado de gases, lavado en general, enjuagues de producto, limpieza a vapor y otros. Adicionalmente, el
agua se emplea para consumo doméstico. Los consumos específicos de todos estos usos deben también
cuantificarse como parte de las entradas.
Recomendación: Se debe tener cuidado en la evaluación del agua, ya que el contenido de humedad en los productos en sí o
en los materiales empleados para su fabricación puede variar a lo largo del proceso. Por esta razón, es mejor utilizar, en el
balance, mediciones en base seca, es decir sin humedad.
En algunas operaciones unitarias se puede reciclar residuos provenientes de las mismas u otras
operaciones unitarias. Los consumos específicos de estos residuos reciclados también deben
computarse como parte de las entradas. Respecto al consumo de energía, se debe hacer un balance de
energía específico para todo el proceso y para cada operación unitaria, tal como se describe en la
Sección 5.5 del presente capítulo.
Los datos sobre los consumos específicos de los insumos en las entradas, deben mostrarse en los
diagramas de flujo del proceso y de cada operación unitaria, a partir de los datos registrados (se puede
usar un protocolo como el que se ilustra en el Cuadro 5.3, pero con consumos específicos).
A continuación se presenta un ejemplo de cómo puede efectuarse el registro del consumo de un insumo.
Como se mencionó, el agua es un insumo que se utiliza como materia prima y para diversos fines. El uso
del agua en el lavado, enjuague, limpieza, consumo doméstico y otros, normalmente representa una
buena oportunidad para optimizar el consumo específico, mediante prácticas y medidas sencillas que, en
la mayoría de los casos, conllevan ahorros económicos significativos.
El consumo de agua, sea ésta de red, de pozo o de otra fuente, debe ser registrado mediante medidores.
Los medidores son, definitivamente, una buena inversión, ya que permiten el control del consumo de
agua y, de esta manera, facilitan la identificación de oportunidades que conducen a la optimización de su
uso. Para su registro, por cada medidor, se puede usar un protocolo como el que se presenta en el
Cuadro 5.4.
Cuadro 5.4 Registro para la recolección diaria de datos de consumo de agua de un medidor
Registro de consumo de agua Mes: Año:
Número del medidor: Ubicación: Unidades:
Día Por Lectura del medidor Consumo Comentarios
Õ Colocar aquí la ultima lectura del mes anterior
1
2
3
...
...
...
29
30
31
Consumo mensual total
Elaboración: CPTS
Cuando no se cuenta con medidores de agua, la elaboración del balance de masa exige idear algún
método para estimar tanto su consumo global en el proceso, como en cada operación unitaria. Dicho
método puede basarse en la evaluación o en un estimado de la cantidad de agua suministrada por las
fuentes de suministro en uso, aprovechando algunas de sus características, como por ejemplo:
¾ la forma y capacidad del tanque de almacenamiento y la frecuencia con que se llena y vacía el mismo,
utilizando marcas para medir los cambios de nivel del agua;
¾ la forma de transporte del agua (bombeo, manual, gravedad), el caudal y el tiempo de suministro por
operación y por día. El caudal puede determinarse como un promedio de varias medidas realizadas
con un balde (tacho) de volumen conocido y un cronómetro;
Para cada operación unitaria, se debe considerar los usos del agua, el volumen y la frecuencia de cada
uso. Para obtener esta información se debe encarar un monitoreo, especialmente en aquellas
operaciones intermitentes, tales como la limpieza con vapor y los lavados en general.
En la práctica, se puede hacer determinaciones del caudal a través de mediciones del tiempo que toma
llenar un balde de, por ejemplo, 10 litros. Después se observa la duración del uso (por día o por lote),
incluyendo la intermitencia de dicho uso cuando corresponda, a fin de estimar el consumo. Para esto, se
puede utilizar un protocolo como el que se ilustra en el Cuadro 5.5.
Cuadro 5.5 Medición del caudal y consumo de agua en cada proceso u operación unitaria.
Tiempo de Duración del uso
Proceso u Volumen del Caudal Consumo total
llenado del por día o por lote
operación balde (V) C = V/t por día o por lote Observaciones
balde (t) de producción (D)
unitaria [litros] [litros/minuto] = C x D [litros]
[minutos] [minutos]
Operación Unitaria 1
Manguera 1
Tanque 1 *
Máquina A **
…...
Total OU 1
Operación Unitaria 2
Elaboración: CPTS
* El dato se refiere a la medición del tiempo de llenado del tanque 1
**El dato se refiere a la medición del tiempo de llenado de la maquina A
En base a esta información, se debe preparar un resumen del consumo de agua para cada operación
unitaria, por día o por año, y desglosado por tipo de uso. Esta información puede registrarse en un
protocolo similar al mostrado en el Cuadro 5.6.
Cuadro 5.6 Resumen del consumo de agua en cada operación unitaria, desglosado por tipo de uso.
Consumo total por
Operación Agua utilizada en el Limpieza Vapor Otros
operación o por
unitaria (OU) o proceso u operación [kg/día] o [kg/día] o [kg/día] o
sección de la planta
sección [kg/día] o [kg/año] [kg/año] [kg/año] [kg/año]
[kg]
OU 1
OU 2
......
......
Administración
Consumo total
Elaboración: CPTS
La cuantificación de las masas correspondiente a todas las salidas del proceso y de cada una de las
operaciones unitarias, requieren del registro detallado de las cantidades del producto principal, los
subproductos, los residuos reutilizables o reciclables, las aguas residuales, los efluentes gaseosos y los
desechos sólidos que necesitan ser almacenados y/o enviados fuera de la planta para su disposición
final.
La cuantificación de la cantidad del producto principal es un factor clave en la eficiencia del proceso o de
la operación unitaria. Se debe cuantificar, para cada operación unitaria, los productos intermedios que, en
la operación actual, constituyen salidas y, en la operación unitaria siguiente, constituyen entradas.
Recomendación: Si el proceso u operación unitaria, se lleva a cabo con reacciones químicas, es importante comprender cómo
afecta esto al balance de masa. Es muy útil en estos casos, realizar cálculos en base a las ecuaciones químicas igualadas, y a
partir de la estequiometría analizar el comportamiento de los materiales.
Todos los datos mencionados, tanto para el proceso como para sus operaciones unitarias, deben ser
registrados en un protocolo similar al propuesto en el Cuadro 5.7, y deben ser adaptados a los
requerimientos de la empresa.
Los materiales contenidos en las aguas residuales representan, directa o indirectamente, una pérdida de
insumos y, además, implican un costo de tratamiento. Los flujos de cada operación unitaria, así como los
flujos del proceso global, requieren ser cuantificados (ver Cuadro 6.1), muestreados y analizados.
A continuación, se presenta sugerencias sobre cómo efectuar un estudio de salidas de aguas residuales:
¾ Identificar los puntos de descarga de los efluentes; es decir, identificar por dónde abandona la planta
el agua residual.
¾ Identificar dónde confluyen los flujos de las diversas operaciones unitarias o áreas de proceso,
incluyendo el punto donde se inicia y termina el flujo global. Esta acción permite esquematizar toda la
red de drenaje de la planta.
¾ Medir el caudal de los flujos intermitentes o pequeños de aguas residuales. Para caudales pequeños,
puede emplearse un cronómetro y una cubeta o balde. Los caudales grandes ó continuos pueden
evaluarse empleando técnicas tales como la de la placa de orificios o la del vertedero rectangularxiv.
Las aguas residuales deben ser analizadas para determinar la concentración de algunos parámetros
importantes. Se debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:
¾ Incluir en el análisis parámetros tales como pH, DQO, DBO5, sólidos suspendidos (SS), aceites y
grasas (A&G).
¾ Especificar otros parámetros químicos a analizar, dependiendo de las entradas de insumos. Por
ejemplo, para empresas que trabajan con metales pesados (como el cromo en una curtiembre), éstos
son parámetros importantes. Para cada proceso, solamente se necesita medir o estimar los
parámetros más relevantes.
¾ Tomar muestras para análisis de laboratorio en recipientes limpios y secos. En el caso de flujos
continuos, tomar muestras compuestas. Por ejemplo, para un proceso de 10 horas, tomar cada hora
una muestra de 100 mL para obtener un litro de muestra compuesta (el volumen de la muestra debe
ser siempre el mismo). Para tanques por lotes y escurrimiento periódico, puede ser adecuada una sola
muestra instantánea, pero del lote bien mezclado. Para asegurar la calidad de los análisis, es
preferible que el personal del laboratorio contratado realice la toma de muestras.
Para optimizar el número de muestras y de análisis, se puede identificar las salidas importantes y
relacionarlas con las características de la operación que origina dichas salidas; así como con las
propiedades, comportamiento y reacciones que sufren las masas de entrada. Por ejemplo, si el agua que
ingresa es sólo para enfriamiento, sin que entre en contacto con materia soluble, es de esperar que el
agua de salida tenga la misma composición que la de entrada y, por tanto, no requiere, en principio, de
un análisis (o puede realizarse el análisis una sola vez a fin de verificar esta hipótesis).
De manera similar, si un material entra en una operación, por ejemplo, en forma mecánica y sin
transformaciones químicas, la cantidad de sólidos incorporada al agua residual puede estimarse por la
diferencia entre el peso de entrada y el peso de salida del sólido, sin necesidad de realizar un análisis
para determinar la cantidad de materia sólida, disuelta o no, que se ha incorporado al agua. Sin embargo,
es posible que por hidratación del sólido (humedad), el peso de salida deba ser corregido por un factor de
hidratación, que tendría que ser determinado.
Los resultados obtenidos (cantidad de aguas residuales y sus cargas contaminantes) pueden ser
registrados en un protocolo como el que se propone en los Cuadros 5.8.a y 5.8.b.
Cuadro 5.8.a Aguas residuales – Caudales, concentraciones y cargas para cada operación unitaria (OU)
Origen de Descarga Concentración Carga 1 [mg/h] = Concentració Carga 2 [mg/h] = Destino:
3
las aguas [m /día] o parámetro 1 Concentración x n parámetro 2 Concentración x Alcantarillado,
residuales [L/h] [mg/L] Descarga [mg/L] Descarga reciclaje u otro
OU 1
OU 2
……
.......
Total ― ―
Elaboración: CPTS
Cuadro 5.8.b Aguas residuales – Cantidades por unidad de producción para cada operación unitaria (OU)
Cantidad de...... por Cantidad de...... por Cantidad de........
Producción
Origen de unidad de unidad de por unidad de Destino:
por unidad de
las aguas producción producción producción Alcantarillado,
tiempo
residuales [mg/ unidad de [mg/ unidad de [mg/ unidad de reciclaje u otro
[producción/h]
producción] producción] producción]
OU 1
OU 2
……
.......
Total
(descarga
específica)
Elaboración: CPTS
NOTA: Las unidades de la descarga específica son [mg/unidad producción], y se obtiene de las siguientes
operaciones: (descarga (L/h) x concentración (mg/L))/ producción por tiempo (producción/h) = cantidad del elemento
descargado / unidad de producción.
Para elaborar un balance de masa que sea lo más exacto posible, se requiere, también, cuantificar los
efluentes gaseosos asociados al proceso o a cada operación unitaria.
Los efluentes gaseosos no siempre son identificables y, por lo tanto, puede ser muy difícil medirlos.
Cuando no es posible cuantificarlos, se los puede estimar en base a relaciones estequiométricas, a
ecuaciones de gases o a otras relaciones. Se puede calcular la cantidad de gases producida a partir de la
cantidad de insumos usados y de acuerdo a las reacciones químicas involucradas. Por ejemplo, en la
combustión del carbón, éste se transforma en dióxido de carbono, generando calor según la siguiente
reacción estequiométrica:
C + O2 → CO2 + calor
En el caso de solventes orgánicos volátiles, se puede asumir, según sea el caso, que una parte o el total
del solvente se transforma en gas (es decir, se volatiliza). Por ejemplo, 1 kilogramo de solvente usado
para limpieza, genera a la salida de la operación prácticamente 1 kilogramo de solvente en forma de gas.
Se debe registrar los datos correspondientes a los efluentes gaseosos, indicando cuáles han sido
estimados y cuáles son los que provienen de resultados de mediciones. Para determinar los caudales de
gases se usan diversos instrumentos, que se muestran en el Cuadro 5.1. Para casos en los que se
requiera determinar la concentración de los componentes de un efluente gaseoso, se sugiere recurrir a
laboratorios especializados, a fin de que éstos sean los que realicen los muestreos y las
correspondientes mediciones.
Muchos procesos producen residuos que no pueden ser tratados en la planta, por lo que se necesita
transportarlos a otras instalaciones para su tratamiento y/o disposición final. Los residuos pueden ser
sólidos o semisólidos (lodos). Pueden ser peligrosos o no-peligrosos. El transporte y tratamiento de estos
residuos fuera de la planta, son frecuentemente costosos. Por lo tanto, la minimización de residuos
significará ahorros económicos.
Para el registro corriente de disposición de residuos sólidos, se puede aplicar el protocolo sugerido en el
Cuadro 5.9.
El control puede facilitarse midiendo el volumen y peso de los residuos recolectados en turriles, durante
un día o semana normal de trabajo. Al final, se debe llenar un protocolo como el que se ilustra en el
Cuadro 5.10.
A través del balance de masa, no sólo se tiene una mejor comprensión de lo que ocurre con las entradas
y salidas, sino también permite identificar el origen de los residuos y, a menudo, la existencia de pérdidas
de masa que, de otra manera, pasarían desapercibidas. El balance inicial debe ser considerado como
una evaluación aproximada que debe ser revisada y perfeccionada.
De acuerdo al tamaño y complejidad de la planta, se puede elaborar un balance de masa para cada
operación unitaria o un solo balance para todo el proceso, puede ser suficiente. Para esto, se debe contar
con información elaborada para cada operación unitaria y para el proceso global. Una vez evaluada la
información, se decide si deben incluirse todas las entradas y salidas en el balance de masa, y/o se
hacen balances unitarios por separado. Para fines de seguimiento y evaluación de la planta, se debe
procurar utilizar siempre las mismas unidades de medición (preferentemente, el Sistema Internacional
(SI) de unidades), la unidad de tiempo (por hora, día, mes o año) y la referencia para calcular los
consumos específicos (por unidad de producción o por unidad de materia prima). Asimismo, se debe usar
valores medidos en unidades estándar con referencia al, o los diagramas de flujo. Con la información
obtenida para las entradas y salidas de masa en cada operación unitaria, se puede estructurar el balance
de masa de acuerdo al protocolo ilustrado en el Cuadro 5.11.
Una vez concluido el balance de masa global, y/o de cada operación unitaria, es conveniente repetir el
procedimiento con respecto a cada residuo de interés, incluyendo el balance de agua. Esto supone
registrar todas las entradas y salidas de insumos hacia y desde las operaciones unitarias, pues las
diferencias entre las entradas y salidas, son un indicio importante de que ocurren pérdidas.
Para un insumo dado, los totales globales e individuales (por operación unitaria) deben ser revisados
para detectar fallas en la información o inexactitudes. La suma de las entradas debe ser igual a la suma
de las salidas. Si se tiene una diferencia significativa de masa, se debe investigar con mayor profundidad
cada operación. En el caso de que las salidas sean menores que las entradas, se debe buscar pérdidas
potenciales o descargas de residuos. Las salidas podrían aparentar ser mayores que las entradas si se
cometen errores grandes de medición o estimación, o si se pasan por alto algunas entradas.
Un buen balance de masa no solo refleja la adecuada recolección de datos, sino que asegura entender el
proceso y sus operaciones. En la práctica, rara vez ocurrirá que, por la complejidad que supone la
determinación de valores exactos, las entradas igualen a las salidas, por lo que se requiere tener un buen
criterio para determinar qué nivel de precisión es aceptable.
8
P: presión, V: volumen, n: número de moles, R: constante universal de los gases, T: Temperatura.
En una empresa cualquiera, el balance energético, expresado en unidades físicas, permite seguir los
flujos energéticos en un proceso, controlarlos y compararlos con referencias, y así, optimizarlos. Este
concepto está basado, por una parte, en el Primer Principio de la Termodinámica (conservación de la
energía); y, por otra, en el hecho de que en el análisis energético del proceso de fabricación de un
producto, pueden considerarse las consecuencias del Segundo Principio de la Termodinámica. Esto
significa que se puede calcular la energía mínima teórica necesaria para obtener ese producto. Este
mínimo teórico necesario puede servir de referencia comparativa con los consumos reales industriales y,
así, poder fijar metas para una mejora de los procesos desde el punto de vista energético. Está demás
recalcar que el mínimo teórico es sólo una referencia, no así una meta a alcanzar.
El balance de energía se basa en la aplicación, del método “entrada-salida”, al estudio de la energía total
(Et) que interviene en un proceso. La energía total (ET) es la cantidad de energía equivalente (directa o
indirecta), que se suministra al proceso para la fabricación de un producto, y que debe ser medida en el
lugar de producción. Si el proceso fuera exotérmico, es decir si el proceso generara energía, se debe
añadir, a la energía suministrada del exterior, la energía generada por el proceso, para satisfacer la
relación:
En los párrafos precedentes cuando se hace referencia a proceso, debe entenderse que éste puede ser
una operación unitaria, un proceso mismo, un conjunto de operaciones unitarias o de procesos en una
planta industrial o en una empresa de servicios.
Siguiendo el mismo método explicado en detalle para obtener el balance de masa, se puede elaborar un
balance de energía en cada operación unitaria o proceso en los que interviene. Sin embargo, debe
tomarse en cuenta las particularidades de las distintas formas de energía que se usan en la actividad
industrial. La presente guía se ocupa de la energía térmica (calor) y de la energía eléctrica, por ser las
formas de energía más comúnmente utilizadas en la industria.
La energía térmica o calor, proviene del proceso de combustión de combustibles como la leña, el gas
natural (GN), el gas licuado de petróleo (GLP) y otros; también de reacciones químicas que ocurren en el
proceso de producción o de manera específica para generar calor; y finalmente, las reacciones
nucleares.
El aprovechamiento del calor se verifica a través de distintos mecanismos, entre ellos: la producción de
vapor para luego ser conducido y aprovechado en distintos intercambiadores y reactores; el
calentamiento de aire u otros gases, que también pueden ser conducidos y aprovechados en diferentes
equipos u hornos; el uso directo de la llama que, generalmente, se usa en el lugar donde se produce la
combustión o generación de calor, etc. En cualquier caso, el objetivo final es aprovechar la energía
térmica para producir un cambio controlado, como la cocción de alimentos, el secado de productos, el
calentamiento de ambientes y hasta la generación de otro tipo de energía, como la eléctrica.
9
Por ejemplo, en un proceso por lotes, una existencia es el calor residual de un horno que se aprovecha para
procesar el siguiente lote. También se refiere a la energía equivalente al combustible almacenado o residente en una
operación unitaria.
La energía eléctrica, a su vez, es la forma de energía más versátil y limpia; se la puede conducir a través
de distancias muy grandes, su aplicación es amplia y su manipulación es relativamente simple. A partir de
la energía eléctrica, se puede obtener también calor, sin embargo, la utilidad principal, en la industria y
los servicios, es la generación de movimiento mecánico a través de motores de diferentes potencias. La
iluminación artificial de ambientes es también uno de los usos más extendidos de la energía eléctrica.
A continuación se da las pautas generales para la elaboración de balances de energía térmica y eléctrica;
así como algunos ejemplos.
La Figura 5.5 muestra un diagrama en el que se representan las entradas y salidas de energía térmica
que ocurren en un proceso o en una operación unitaria.
ENTRADAS SALIDAS
De manera general, en base al diagrama de la Figura 5.5, el balance de la energía térmica puede ser
expresado mediante las relaciones matemáticas que se muestran en la Figura 5.6, donde EE es la
energía total que ingresa al proceso u operación unitaria y debe ser igual, en procesos no exotérmicos
(que generan calor), a ES que es la energía de salida o energía total (ET). Esta última esta compuesta por
la suma de Eu y Ep, es decir de la energía útil y de la energía pérdida. La energía útil (Eu) es una parte de
la energía total (ET) que se consume estrictamente para que ocurra la transformación química, física o
físico-química de los insumos en productos (la energía útil, normalmente, puede ser calculada,
obteniéndose un valor teórico cuyo uso es aceptable en los balances de energía). A su vez, la energía
perdida (Ep) es la suma de la energía residual o de rendimiento (Er) y de la energía perdida debido a
ineficiencias (Ei), por deficiencias o fugas.
Donde:
Eu: Energía útil
Ep: Energía perdida
Ei: Energía perdida por ineficiencias
Er: Energía residual
Figura 5.6 Relaciones asociadas al balance de energía térmica en procesos no exotérmicos
Elaboración: CPTS
La energía residual o de rendimiento (Er), es la energía que se pierde como parte del rendimiento
termodinámico de una máquina térmica, por ejemplo, la energía que se pierde con los gases residuales
de combustión que salen por la chimenea de hornos y calderas, y que no está disponible por ser
necesaria para que opere el tiraje normal de estos equipos.
La energía perdida por ineficiencias (Ei), es la energía que se pierde por fugas, por ejemplo, la energía
perdida por radiación/convección a través de las paredes sin aislar o con mal aislamiento de una caldera
u horno; el exceso de gases que salen por la chimenea. También comprende otro tipo de ineficiencias
operativas, entre ellas, la energía perdida por una mala combustión de los quemadores; el accionar de
equipos sin carga, etc.
Adicionalmente, se define la energía disponible (Edisp) como la energía efectivamente disponible; es decir,
la energía de entrada o total (EE = ET) menos la energía residual (Er):
Edisp = EE – Er = ET – Er (1)
El balance de energía, siguiendo el principio de conservación de la energía, supone que, para los
procesos no exotérmicos, la energía total de entrada (EE) es igual a la energía total de salida (ES).
Edisp = ES – Er = ET – Er (2)
Edisp = Eu + Ei (3)
Por otra parte, el rendimiento termodinámico de una máquina, Rη, se define como la razón entre la
energía disponible (Edisp) y la energía total de entrada (EE):
E disp (E E − E r ) E
Rη = = = 1− r (4)
EE EE EE
El rendimiento termodinámico es una referencia del rendimiento teórico máximo que se puede alcanzar
con una máquina, y depende de las características de su diseño y construcción, por tanto, variará de una
maquina a otra. Este parámetro permite conocer el nivel de eficiencia que se puede alcanzar si se reduce
al máximo las pérdidas de energía que son controlables, como las fugas, las deficiencias en el
aislamiento u otras ineficiencias.
Otro concepto, distinto al del rendimiento termodinámico, es la eficiencia térmica de un proceso o de una
operación unitaria, Rξ, que se define como la razón entre la energía útil (Eu) y la energía disponible (Edisp):
Eu Eu
Rξ = = (5)
E disp E u + E i
La eficiencia térmica puede, en principio, ser igual a la unidad si se logra eliminar las pérdidas de energía
por ineficiencias operativas (Ei).
Este parámetro permite conocer cuánto de la energía introducida en una máquina está siendo
aprovechada efectivamente en la transformación de un producto y cuánto de esta energía se desperdicia
debido a pérdidas en el equipo o maquinaria que se está usando, en ambos casos, respecto a la energía
disponible (Edisp). Por ejemplo, cuando se produce vapor, la energía útil para producir un kg de vapor es,
aproximadamente, 640 kcal, mientras que la energía disponible (una vez descontada la energía residual
(Er), de la energía total (ET)) puede alcanzar a 1000 kcal. Esto implica que Eξ es 0.64 y la energía que se
pierde por ineficiencias (Ei) en la máquina, es 360 kcal.
Finalmente, el rendimiento energético total (RT) se define como el producto del rendimiento
termodinámico de la máquina (Rη) y la eficiencia térmica del proceso o de la operación unitaria (Eξ):
E disp Eu E
RT = Rη × Rξ = × = u (6)
EE E disp EE
Del resultado de la ecuación anterior, se deduce que el rendimiento energético total (RT) es la razón entre
la energía útil (Eu) y la energía de entrada (EE), que también es la energía total (ET).
En muchos casos, en una operación específica, se conoce, por una parte, la cantidad total de energía
que se ha introducido a una máquina (EE o ET), y se puede calcular la energía útil o efectivamente
aprovechada en la transformación (Eu), pero no se conoce el rendimiento termodinámico de la máquina
(Rη). Entonces, el rendimiento energético total (RT), o rendimiento global, permite evaluar de manera
general el rendimiento que se está obteniendo de la energía global de la máquina en cuestión. Si se toma
el ejemplo del vapor de agua, la energía útil (para producir 1 kg de vapor) es de 640 kcal, y suponiendo
que la energía de entrada o total es de 1,100 kcal, entonces se tendrá un rendimiento total igual a 0.58.
La manera adecuada de cuantificar la energía de entrada es contar con medidores del o de los
combustibles utilizados, en cada una de las operaciones unitarias, y registrar los consumos diarios y los
volúmenes de producción que se obtienen en ese mismo periodo. Por ejemplo, la cantidad de gas natural
(GN) que consume un horno y la cantidad de material secada en 8 horas. Lo propio se puede hacer con
el consumo de GN en una caldera y la cantidad de vapor que se genera. A partir del registro de estos
datos, se puede obtener los consumos específicos, según lo que se explica en la Sección 5.7. El Cuadro
5.12 ilustra un ejemplo de protocolo que puede utilizarse para el registro diario de datos.
Cuadro 5.12 Registro de datos de las entradas de energía y del consumo específico
Combustible 1 Combustible 2
Operación Unitaria
Consumo Consumo
Consumo Producción Consumo Producción
específico específico
OU1
OU2
......
......
Pérdidas en almacén o
no identificadas
Total:
Equivalente energético
(kcal, MJ o Btu)
Elaboración: CPTS
En caso de no contar con los medidores para cada operación unitaria, se puede determinar el consumo
global a partir de un medidor principal en la acometida de la planta o por el registro de volúmenes
comprados, si se trata de combustibles como diesel, GLP, fuel oil, etc. En este último caso se deberá
tomar en cuenta las pérdidas en almacenamiento, especialmente por evaporación y/o fugas en las
tuberías (ver Cuadro 5.12).
Una vez determinadas las entradas netas de combustibles al proceso u operación unitaria, se debe
convertir la cantidad total de combustible (kg, L, m3, mpc) en su equivalente energético (kcal, MJ o Btu).
Para ello es necesario conocer el poder calorífico del combustible empleado.
El Cuadro 5.13 muestra el poder calorífico (en kcal, por unidad de volumen o masa) para tres de los
combustibles más utilizados:
En la práctica, el cómputo de EE puede realizarse identificando solo las operaciones donde se usa
energía en cantidades significativas (generalmente, en el calentamiento de agua, procesos de secado, y
otros).
Si no se dispone de información sobre el consumo específico para las operaciones individuales, se debe
aplicar algún método para determinar las cantidades de consumo promedio de energía por lote de
producción o por período de tiempo. Las mediciones deben hacerse durante un intervalo de tiempo
apropiado, para que las cifras puedan extrapolarse en forma confiable a valores mensuales o anuales.
La cuantificación de la energía de salida (ES) es más compleja que la de entrada (EE). El cómputo de ES
toma en cuenta, por una parte, la energía útil (Eu) que corresponde estrictamente a la energía teórica que
se consume, durante el proceso u operación, para transformar la materia prima en producto; y, por otra,
la energía perdida (Ep), que corresponde al total de la energía no aprovechada. Como se explicó
anteriormente, esta última tiene dos componentes: el primero, corresponde a la energía residual que se
pierde debido al rendimiento propio de la máquina (Er); y el segundo, a la energía que se pierde por
radiación, transmisión y convección (Ei), atribuible a fugas de calor, falta de aislamiento, mala
combustión, etc.
Para el cómputo de ES, en una operación unitaria o proceso, normalmente se requiere efectuar
mediciones específicas como la temperatura en las paredes de los equipos; la temperatura en
chimeneas; cuantificar las fugas de calor; etc. Por ejemplo, para calcular ES en una caldera, se deberá
calcular la energía útil (Eu) (teórica). Para esto es necesario conocer la cantidad de vapor producido en un
determinado tiempo (kg de vapor /hora) y la temperatura y/o presión del vapor.
Por otra parte, deberá hacerse una estimación, lo más exacta posible, de la energía perdida (Ep), para lo
que deberán efectuarse mediciones de las características de la combustión, a partir de los humos de
chimenea10; de las temperaturas en las paredes de la caldera, para calcular las pérdidas por
radiación/convección y, finalmente, el régimen de purgas de la caldera. Conociendo la eficiencia de
diseño de la caldera, se puede obtener, por diferencia, la energía perdida por ineficiencias (Ei).
En el caso específico de calderas, hornos, secadores y otros equipos térmicos, se puede conocer la
eficiencia de construcción a partir de los datos de placa o en los manuales de funcionamiento. Por esta
razón, es necesario que las empresas guarden de manera segura los manuales y especificaciones del
proveedor. Es recomendable que la empresa cuente con una biblioteca donde se guarden dichos
documentos, junto a los reportes de mantenimiento. Todos los datos, pueden ser registrados en un
protocolo similar al propuesto en el Cuadro 5.14.
10
La medición de los gases de combustión se puede realizar con un analizador de gases, o a partir de mediciones de
la temperatura, de los flujos de los humos, y relacionar estas mediciones con la estequiometría de la combustión.
Cuadro 5.14 Registro de las energías de salida por unidad de producción (UP)*
Pérdidas de energía por
Operación Energía útil (Eu) Energía residual (Er)
ineficiencias (Ei)
Unitaria [cantidad / UP] [cantidad / UP]
[cantidad / UP]
OU 1
OU 2
....
....
Total
Elaboración: CPTS
(*) Las cantidades también se pueden expresar en kcal por mes ó kcal por año.
En algunas situaciones, resulta complicado estimar las pérdidas por ineficiencias (Ei). En estos casos, se
suele computar Ei por diferencia entre la energía total de entrada (EE) y la suma de las energías útil (Eu) y
la residual (Er) (ver ecuación de ES en la Figura 5.6, en la cual se ha sustituido ES por EE, y se ha
despejado el término Ei):
El riesgo de estimar las pérdidas de energía mediante este cálculo, es que cualquier valor de Eu o de Er
no computado correctamente, queda registrado, por defecto o por exceso, como parte del valor de Ei. Por
ejemplo, un error que puede cometerse fácilmente al medir la energía residual de una caldera (Er), es el
incluir en este término la energía en exceso que se pierde con los gases que salen por la chimenea,
debido a un uso innecesario o a un exceso de combustible, o a una mala transferencia de calor por falta
de limpieza y mantenimiento del intercambiador de calor.
El vapor en una industria se destina para diversos propósitos, entre ellos, el calentamiento de insumos en
una operación determinada, la evaporación de líquidos, el calentamiento de agua, etc. Generalmente, el
uso de vapor se efectúa a través de intercambiadores de calor, que es la forma más eficiente de usarlo, o
de manera directa, como vapor “vivo”.
En los ejemplos 1 y 2, que se presentan a cotinuación, se detallan los procedimientos para efectuar los
balances de energía para una caldera y para un evaporador, respectivamente.
La generación de vapor se efectúa en una caldera en la que se introduce agua y en la que se utiliza un
combustible, que puede ser gas natural, GLP, diesel, u otro, para calentar el agua y luego vaporizarla a la
temperatura y presión convenientes para el uso al cual está destinado. Un esquema simple de una
caldera se presenta en la Figura 5.7.
Para obtener el balance se debe efectuar las mediciones necesarias, con la mayor exactitud posible y en
un determinado periodo de tiempo, para determinar la energía de entrada (EE) en la caldera (combustible)
y compararla con la energía de salida ES (energía útil más energía perdida). Ver Figura 5.6.
Agua
EE : Energía de
entrada (GN)
a. Determinación de la energía de entrada EE: la fuente de energía para vaporizar el agua proviene del
combustible que se usa en la caldera. Por lo tanto, será necesario conocer la cantidad que, de dicho
combustible, ingresa a la caldera en un determinado tiempo. La cantidad de energía de entrada será igual
a la cantidad del combustible multiplicado por su poder calorífico.
⎡ kcal ⎤
EE = m [mpc] x Pc ⎢ ⎥ (Tomando el gas natural como ejemplo)
⎣ mpc ⎦
donde:
Dependiendo del tipo de combustible que se esté usando, habrá que tener cuidado con las unidades que
se usan para medir la cantidad y el poder calorífico (Pc) del mismo. Para combustibles sólidos y líquidos
se usan, normalmente, unidades de energía por unidad de masa, como kcal/kg, kjoul/mol; para
combustibles gaseosos, como el gas natural, se usan unidades de energía por unidad de volumen, como
kcal/mpc, BTU/m3.
ES = Eu + Ei + Er
Para calcular la energía de salida en la caldera, habrá que estimar cada uno de los factores que
componen la fórmula anterior. A continuación se presenta un procedimiento para determinarlos:
1. Cálculo de la energía útil (Eu): en el caso de la caldera, la energía útil es igual a la energía
consumida para producir una cantidad de vapor a una determinada presión, según los requerimientos de
la planta. Por su parte, la masa de vapor será igual a la masa de agua introducida a la caldera11:
mV = mH2O
⎡ kg ⎤ ⎡ kg ⎤
m H2O [kg] = VH2O [L ] × ρ H2O ⎢ ⎥ = Vcondensado [L ] × ρ H2O ⎢ ⎥
L
⎣ ⎦ ⎣L⎦
donde:
⎡ kcal ⎤ ⎡ kcal ⎤
E u [kcal] = m H2O [kg] × Cp H2O ⎢ ⎥ × (Tf − T0 ) [°C] + m H2O [kg] × L H2O ⎢ ⎥
⎣ kg °C ⎦ ⎣ kg ⎦
donde:
2. Cálculo de la energía perdida por ineficiencias (Ei): la energía que se pierde por ineficiencias se
debe, principalmente, a las pérdidas por radiación y convección por falta o mal estado del aislamiento en
11
Esta igualdad se cumple cuando la caldera está trabajando en régimen, es decir, se está hablando del flujo de
entrada y de salida de agua en su estado líquido y gaseoso, respectivamente, sin incluir el volumen adicional de
agua (volumen “muerto”) que está en el interior de la caldera.
la superficie de la caldera, a la pérdida de agua caliente que se elimina por las purgas que se efectúan, y
al exceso de calor que se pierde por la chimenea. En consecuencia, Ei será igual a:
E i = E irc + E ip + E ich
donde:
Para calcular la energía perdida por radiación y convección (Eirc), se requiere conocer la superficie
exterior de la caldera o la superficie sin aislamiento, la temperatura de esta superficie y la del ambiente, el
lapso que se ha tomado para hacer las mediciones, así como el coeficiente combinado de transferencia
de calor por radiación y convección, hs. Estos datos deben aplicarse a la siguiente fórmula:
⎡ kcal ⎤
E irc = h s ⎢ 2
[ ]
⎥ × A Ext m × (TSexterior − Tamb ) [K ] × t op [h]
2
⎣⎢ h m K ⎦⎥
donde:
Para calcular energía perdida por purgas (Eip) se requiere conocer la masa de agua que se extrae en las
purgas, su temperatura y la capacidad calorífica del agua. Estos datos se pueden aplicar a la siguiente
fórmula:
⎡ kcal ⎤
E ip [kcal] = m H2O purgas [kg] × Cp H2O ⎢ ( )
⎥ × Tpurgas − Tamb [°C]
⎣ kg °C ⎦
donde:
Finalmente, para calcular la energía perdida por ineficiencias a través de la chimenea (Eich) se requiere
conocer el flujo de los gases de salida y la temperatura a la que están saliendo los mismos. Dependiendo
de la temperatura de los gases de chimenea y de las dimensiones de ésta, la medición del flujo puede
efectuarse con distintos equipos de medición como un anemómetro, Tubo Pitot, o un analizador de
gases, entre otros.
Debe aclararse que en este punto se está calculando el calor excedente que sale por la chimenea, pues
existe una cantidad de calor que se perderá debido a la energía termodinámicamente necesaria para que
funcione la caldera, como se verá en el siguiente punto.
donde:
Los gases de combustión en la chimenea deben estar, como referencia, entre 120 y 150 °C, por lo tanto,
cualquier temperatura superior a 150 °C, representará una pérdida de calor, o calor excedente.
⎡ kcal ⎤
E ich [kcal] = m gc [kg] × Cp gc ⎢ ( )
⎥ × Tgc − Tamb [°C]
⎣ kg °C ⎦
donde:
E r = E igc + E im caldero
donde:
Para calcular Eigc se requiere medir el flujo de los gases de combustión, su temperatura y la temperatura
ambiente. Debe tomarse en cuenta que la temperatura de salida depende de la construcción y
características de funcionamiento de la caldera, así como del combustible utilizado. Sin embargo, se
puede tomar como valor referencial, para un buen funcionamiento, el rango entre 120 y 150ºC.
⎡ kcal ⎤
E igc [kcal] = m gc [kg] × Cp gc ⎢ ( )
⎥ × Tgc − Tamb [°C]
⎣ kg °C ⎦
donde:
Para calcular Eim caldera se debe conocer la masa de la carcasa de la caldera y de sus componentes que
se calientan durante su operación. Este dato puede obtenerse del manual de funcionamiento y las
características del aparato; en caso de no contar con esta información se puede estimar la masa
considerando el material con el que está fabricado, por lo general hierro fundido, y sus dimensiones.
⎡ kcal ⎤
E im caldero m [kcal] = m caldero [kg] × Ce HF ⎢ ⎥ × (Tf − T0 ) [°C]
⎣ kg °C ⎦
donde:
c. Cálculo del rendimiento de la caldera: a partir de los datos obtenidos en el balance de energía se
puede calcular la energía neta (EN), el rendimiento termodinámico (Rη), la eficiencia térmica (Eξ) y el
rendimiento energético total RT. Para este cálculo debe usarse las ecuaciones 3, 4, 5 y 6 de este acápite.
Para hacer un uso óptimo de la energía eléctrica, es necesario tener el control sobre su consumo, tanto
en el proceso global de producción, como en las operaciones donde el consumo es significativo.
Sin embargo, efectuar un balance energético del consumo de electricidad, en términos absolutos, por lo
general, resulta complicado. Una forma razonable de cuantificar los consumos y flujos de la energía
eléctrica, es a través de un sistema de control de dichos consumos y flujos de cada equipo, en cada una
de las operaciones unitarias, en cada proceso y de una manera global. La forma adecuada de controlar el
consumo de energía es a partir de un balance de energía en términos de consumos específicos; es decir,
relacionando la cantidad de energía eléctrica que se consume [kWh] por unidad de producto elaborado
[kg], [tonelada], etc. El consumo específico puede ser medido, de manera global, calculando la razón
entre el consumo total de energía y la producción total, o puede efectuarse de manera específica para
cada una de las operaciones que se desarrolla en la planta o en cada equipo.
Para controlar el consumo de energía eléctrica, es necesario contar con información, tanto de su
consumo, como de la producción. El registro de la información puede ser diario, semanal o mensual,
dependiendo del tipo de industria, de la exactitud de la información que se requiera y/o de las exigencias
de control que se imponga la industria.
Para obtener información sobre el consumo de energía eléctrica, las empresas deberán instalar, además
del medidor principal, medidores en las operaciones con mayores consumos de energía o que tengan
consumos permanentes, como en el caso de las bombas de agua. Además, la empresa deberá llevar un
control de los volúmenes de producción total y de los volúmenes de insumos y productos intermedios
procesados en cada una de las operaciones, registrándolos con la misma frecuencia con la que se
registra el consumo de energía eléctrica.
Por ejemplo, en las empresas, se puede usar un protocolo, como el que se ilustra en el Cuadro 5.15, para
registrar el consumo de energía y los volúmenes de producción. La información puede ser registrada en
forma diaria para cada una de las operaciones o de los equipos más importantes, en los que se haya
instalado un medidor específico.
En los medidores 1, 2, 3, en la columna de “Consumo”, se debe anotar el total diario de energía eléctrica
consumida, por medidor. En tanto que en la columna de “Cantidades procesadas”, se debe anotar la
cantidad de insumos (en kilogramos o toneladas) que ha sido procesada en el equipo 1 o en la operación
asociada.
Cuadro 5.15 Protocolo para el registro del consumo de energía eléctrica por tipo de equipo u operación
Medidor 1 Medidor 2 Medidor 3
Equipo 1 Equipo 2 Compresores
Día Cantidad Consumo Cantidad Consumo Cantidad Consumo
Consumo Consumo Consumo
procesada específico procesada específico procesada específico
[kWh] [kWh] [kWh]
[t] [kWh/t] [t] [kWh/t] [t] [kWh/t]
01
02
03
...
...
29
30
Total
Lectura
anterior
Medidor 4 Medidor 5 Medidor Principal
Operación X Bombeo de agua Consumos en Planta
Día Cantidad Consumo Volumen Consumo Cantidad Consumo
Consumo Consumo Consumo
procesada específico consumido específico procesada específico
[kWh] [kWh] 3 3 [kWh]
[t] [kWh/t] [m ] [kWh/m ] total[t] [kWh/t]
01
02
03
...
...
29
30
Total
Lectura
Anterior
Mes: Año: Producción del mes:
Elaboración: CPTS
Los consumos menores de la planta, tales como iluminación, administración, cocina, etc., pueden ser
calculados por diferencia respecto a la lectura del medidor principal de la empresa de servicios de
energía eléctrica que registra el consumo total.
Para efectuar el balance de energía eléctrica se utilizan básicamente los mismos conceptos definidos en
la Figura 5.5. Sin embargo, se deberá tomar en cuenta las definiciones y las particularidades de los
equipos en los que se usa la energía eléctrica.
Para el balance de energía eléctrica de un motor eléctrico, por ejemplo, deberá tomarse en consideración
los siguientes parámetros:
¾ La potencia activa (PA), que es aquella que produce trabajo mecánico efectivo (incluye el trabajo
mecánico demandado por el mismo motor para funcionar en vacío (PAm)). La PA se mide en kilovatios
[kW].
¾ La potencia reactiva (PR), que es la potencia que genera el motor como resultado del desfase que
existe entre el voltaje y la corriente inducida por las bobinas del propio motor. Esta potencia se opone
a la corriente que circula de la red hacia el motor y no produce trabajo mecánico útil para el usuario.
La potencia reactiva tiene dos componentes, el primero debido al diseño del motor (PRd) y el segundo
debido a la falta de carga mecánica12 con relación a la carga mecánica nominal del motor (PRf). La
PR, se mide en kilovoltios-amperio reactivos, [kVAr].
¾ La potencia aparente (PAP), que es el producto del voltaje [V] aplicado a un motor por el total de la
corriente [A] que circula por el mismo. También se la define como la suma vectorial de la potencia
activa y la potencia reactiva. Es decir, es la potencia total demandada por el motor a la red eléctrica.
La PAP, se mide en kilovoltios-amperio, [kVA].
¾ El factor de potencia (FP), que es la relación entre la potencia activa y la potencia aparente. Esta
relación, que varía entre 0 y 1, permite conocer el grado de aprovechamiento o correcto uso de la
energía asociada a la potencia. Cuanto más próximo a 1 sea el FP mayor será el grado de
aprovechamiento. El FP, se conoce también como el coseno del ángulo φ (cos φ).
Potencia Activa kW
Para un motor bien dimensionado con relación a la operación o trabajo mecánico que debe desarrollar
(es decir, que está funcionando con una carga mecánica igual a la carga mecánica nominal de diseño),
se tiene que:
¾ La energía total (ET), que es igual a la energía aparente, se calcula multiplicando el valor de la
potencia aparente [kVA] por el tiempo [horas] de funcionamiento. Su unidad de medida es el
kilovoltio-amperio hora [kVAh].
¾ La energía activa (EA) se calcula multiplicando el valor de la potencia activa [kW] por el tiempo [horas]
de funcionamiento. Su unidad de medida es el kilovatio hora [kWh], que es la magnitud que se lee
normalmente en los medidores eléctricos para el cobro de la energía eléctrica consumida.
¾ La energía reactiva (ER) se calcula multiplicando el valor de la potencia reactiva [kVAr] por el tiempo
[horas] de funcionamiento. Su unidad es el kilovoltio-amperio reactivo hora [kVArh].
EA = EA m + EA u
12
En un motor, la carga mecánica es la fuerza que se opone al movimiento de rotación del eje del motor.
donde:
EAm: energía activa consumida mecánicamente por el motor para su funcionamiento, que puede
disiparse como calor, o que interviene para vencer el rozamiento y la propia inercia del motor, por lo
que no es aprovechable. Esta pérdida puede incrementarse dependiendo de las condiciones de
trabajo del motor; por ejemplo, mala ventilación, falta de lubricación, mala alineación del eje, poleas
mal ajustadas, etc.
EAu: energía activa útil que produce trabajo efectivo, por ejemplo la molienda de un material, el
movimiento de una zaranda, etc.
ER = ERd + ERf
donde:
ERd: Energía reactiva consumida por el motor para su funcionamiento. No es aprovechable. Cuando
la carga mecánica es igual a la carga mecánica de diseño, entonces el factor de potencia es igual al
factor de diseño que, en la mayoría de los motores, es igual a 0.85.
ERf: Energía reactiva debida al desfase que se produce entre el voltaje y la corriente que circula por
las bobinas del motor, cuando éste trabaja con una carga mecánica inferior a la carga mecánica de
diseño. Cuando la carga mecánica es igual a la carga de diseño, ERf es cero y, por tanto solo en este
caso la energía reactiva (ER) es igual a la energía reactiva de diseño ERd (que equivale a la diferencia
del factor de potencia (FP) de 0.85, de diseño, al factor de potencia de 1).
ET = Er + Edisp
donde:
Er: energía residual, que a su vez es la suma vectorial de EAm + Erd, previamente definidas y, por
tanto, es una energía no aprovechable, cuya magnitud depende de las características de diseño del
motor y del estado físico del motor (mantenimiento).
Edisp: energía disponible, que a su vez es la suma vectorial de EAu + ERf, también previamente
definidas y, por tanto, es la energía potencialmente aprovechable del motor, para producir trabajo
mecánico útil.
En el Cuadro 5.16, se presenta un resumen de las relaciones que existen entre los diferentes términos de
energía.
Cuadro 5.16 Relaciones entre términos de
energía
← Suma aritmética →
EA = EA m + EAu
↑ + + +
Suma ER = ERd + ERf
vectorial
॥ ॥ ॥
↓
ET = Er + Edisp
¾ La energía residual (Er) solo puede ser disminuida reduciendo la magnitud de la energía activa del
propio motor (EAm), ya que la energía reactiva de diseño (ERd) es constante para un motor dado. EAm
puede reducirse con un buen mantenimiento del motor, para que tienda a cero y, de esta forma, Er
tienda a ERd, con el propósito de mejorar la eficiencia energética y, por ende, lograr ahorros
económicos.
¾ La energía disponible (Edisp) puede transformarse íntegramente en energía activa útil (EAu) en la
medida en que la magnitud de la energía reactiva ERf tienda a cero. ERf tiende a cero, cuando la carga
mecánica impuesta al motor tiende a ser igual a la carga mecánica de diseño. En este punto, la
energía disponible (Edisp) se transforma íntegramente en energía útil (EAu), generando ahorros
económicos.
¾ Por otra parte, las energías EAm, ERd y ERf son los tres componentes de la energía perdida (Ep). Se
debe recordar que la suma vectorial de EAm más ERd es igual a la energía residual (Er), que es una
energía que se pierde, al igual que la energía ERf. Sin embargo, esta última es una pérdida por un
deficiente uso del motor.
Por otro lado, en el caso de un sistema de iluminación con focos incandescentes, por ser un sistema que
funciona con resistencias, la potencia reactiva PR [kVAr] será igual a cero, por lo tanto, la potencia
aparente PAP [kVA], será igual a la potencia activa PA [kW]. De aquí, se puede concluir que la energía
total, ET, demandada por el sistema de iluminación en un determinado tiempo, t, será igual a la energía
activa EA [kWh] que consumen los focos. Por su parte, la energía útil, EAu, será igual a aquella parte de la
energía activa (EA) que se convierte efectivamente en iluminación, es decir lúmenes; mientras que la
energía disipada por los focos como calor, será igual a la energía residual, Er, necesaria para el
funcionamiento de los focos incandescentes.
De manera análoga, una descarga específica expresa la cantidad de residuos generados, ya sea por
unidad de insumo utilizado o de producto manufacturado. Para cada residuo, sea éste tratado como
desecho o no, se puede calcular su respectivo valor de descarga específica.
En las empresas, los consumos y descargas específicos, que normalmente se expresan en unidades de
consumo o de descarga por “tonelada de materia prima” o por “m3 de producto”, u otra unidad, son muy
útiles para evaluar internamente, y en forma periódica, la eficiencia de cada operación unitaria así como
la del proceso global de la empresa. Más aún, permiten realizar comparaciones con consumos y
descargas específicos de otras empresas (en inglés “benchmarking”). Estas comparaciones pueden
ayudar a identificar operaciones que podrían ser mejoradas a través de prácticas de PML.
En particular, a partir de los resultados del cálculo periódico del consumo específico de agua y de
energías eléctrica y térmica, expresados en función del consumo de materia prima o de la producción de
la planta (m3 agua/kg de materia prima, kWh/t producto y kcal/m3 de producto), se puede construir
gráficos que permiten analizar el comportamiento de dichos consumos en función de la producción. Un
comportamiento típico observado en las industrias en general, es que a mayores volúmenes de
producción se tiene menores consumos específicos de agua, energía eléctrica y térmica. Resulta
evidente que, si la empresa está produciendo al máximo de su capacidad instalada, el consumo
específico de los insumos será menor, y viceversa. A muy bajos volúmenes de producción, el consumo
específico crece de manera rápida.
El hecho de tener información sobre el consumo de insumos (materia prima, agua, energía y otros) y su
respectivo análisis, permite a la administración o gerencia general de la empresa:
¾ Planificar los niveles de producción en los cuales el consumo específico es menor, de acuerdo a la
capacidad instalada y la demanda de sus productos.
¾ Fijar metas de consumo de insumos de manera global y por proceso. Esto permite un control,
bastante preciso, de los niveles de consumo y del rendimiento de la planta en cada una de sus
secciones.
¾ Asignar los costos por consumo de cada insumo, a cada una de las operaciones que interviene en el
proceso productivo.
¾ Efectuar una correcta gestión de los recursos, superando oportunamente los problemas que pueda
enfrentar en la planta.
El análisis de los consumos específicos y de las descargas específicas, constituye una manera de
examinar la eficiencia de cualquier operación unitaria o del proceso entero.
Los consumos y descargas específicos sirven para evaluar, cada uno por su lado, las entradas o salidas
de materiales y energía. Ambos indicadores pueden ser usados para comparar la eficiencia de la planta
con la de otras o para contrastarlos con estándares internacionales. Igualmente, se pueden comparar con
otros indicadores como los de “mejor práctica industrial” (best industrial practice – BIP) o los de “mejores
técnicas disponibles” (best available techniques - BAT) para un proceso u operación en particular o para
toda la planta. Esta comparación puede ayudar a conocer aquellos procesos u operaciones que tienen un
buen potencial para ser mejorados a través de medidas de producción más limpia.
En general, para comparar consumos específicos se debe tener en cuenta aspectos como: capacidad de
producción de la planta, tecnología empleada, tipos de procesos u operaciones, tipos de insumos
utilizados y otros. Por ejemplo, no es posible comparar el consumo específico de energía en una
curtiembre que solo hace wet blue, con una que llega a cuero acabado, salvo que en ésta, se descuente
el consumo de energía asociado a las operaciones adicionales requeridas para producir el cuero
acabado.
Además, estos indicadores constituyen un apoyo práctico, por ejemplo, para la elaboración del Informe
Ambiental Anual (requerido por el RASIM, en su artículo 59 y en el Anexo 9, que contiene “indicadores de
rendimiento”). Asimismo, los indicadores de rendimiento permiten evaluar las pérdidas de materia prima
y, con ello, verificar si el proceso o la operación están llevándose a cabo de forma óptima.
Afortunadamente, existen muchas posibilidades disponibles para reducir las pérdidas de materia prima y
de otros insumos en los procesos productivos (ver Capítulo 6). De todas maneras, siempre será
necesario conocer el punto de partida con el que la industria puede comparar y analizar su situación
específica y buscar soluciones óptimas para la minimización de residuos.
A partir de datos históricos de consumos específicos y producción, se puede obtener una función
genérica “consumo específico – producción”. Esta función es la siguiente:
C FR
C E = C ER +
VP
donde:
El consumo específico CE, es la cantidad total de un insumo utilizado por unidad de producto producido.
Por su parte, el consumo fuera de régimen CFR, es la cantidad de un insumo que se ha consumido,
pero que no está asociada directamente a la producción. Por ejemplo, si el insumo en cuestión es la
energía, el consumo de energía fuera de régimen lo constituirá la energía que consume una máquina
cuando está trabajando sin carga (por ejemplo, el motor de un molino funcionando sin carga para moler);
o la energía que se usa en un horno para calentarlo al inicio de su operación o entre cargas. Igualmente
la energía empleada para calentar las oficinas de gerencia de una planta, con una estufa, corresponde
también a un consumo fuera de régimen.
La función obtenida nos permite analizar que, dentro de los límites de la capacidad de producción de la
planta, cuanto mayor sea el volumen de producción, menor será el consumo específico, por lo tanto, será
más eficiente y la empresa podrá planificar los niveles de producción más convenientes. (Ver ejemplo en
la Sección 6.2.3).
CAPÍTULO 6
MEDIDAS GENERALES DE PRODUCCIÓN MÁS
LIMPIA
El agua y la energía, en cualquiera de sus formas, constituyen dos de los insumos más importantes y
comunes en la actividad industrial. Por esta razón, en esta guía, solamente se ha considerado los usos
de ambos insumos, dejando aquellos otros, que son específicos de una industria en particular, para ser
considerados en su correspondiente guía técnica sectorial.
Dada su importancia, realizar una gestión adecuada de estos insumos es imprescindible, no solo porque
son necesarios para el proceso productivo y para las actividades auxiliares, sino también porque
constituyen, en general, una parte significativa de los costos de una empresa. Una buena gestión del
agua y de la energía, permite optimizar su consumo de manera estructurada y sistemática, manteniendo
o incluso incrementando los niveles de producción, lo que resulta en un mayor beneficio económico, una
reducción del impacto negativo sobre el medio ambiente y, a menudo, incrementando el bienestar y la
productividad de los trabajadores.
El objeto del presente capítulo es contribuir al establecimiento de una buena gestión de agua y energía
en una empresa de cualquier tipo, para lo que se lo ha dividido en dos partes:
Al inicio de cada una de estas partes se expone brevemente aspectos generales relativos a las fuentes
de aprovisionamiento de estos insumos y a sus costos. Luego, se aborda temas que tienen que ver con
el registro y tratamiento de la información, que sirven de base para la toma de decisiones, para terminar
explicando algunas medidas de producción más limpia dirigidas a lograr un uso más eficiente de estos
insumos.
Las aguas resultantes del uso industrial y doméstico contienen desechos que, en general, las hacen
nocivas a los seres humanos y al medio ambiente, por lo que requieren de un tratamiento previo a su
descarga a los cuerpos receptores de agua. En muchos casos, estas aguas son destinadas para uso
doméstico y riego. El costo de tratamiento de estas aguas se incrementa en forma proporcional a su
volumen y a la carga contaminante que contienen, lo que incide en el precio final de los productos.
De acuerdo a los diagnósticos de PML realizados por el CPTS en industrias del sector manufacturero, se
ha podido constatar que, en general, no se hace un uso adecuado del agua. Esta mala práctica tiene
efectos negativos importantes sobre el medio ambiente y la economía de las empresas. Las pérdidas se
deben, en la mayoría de los casos, a fugas, a derrames, a lavados ineficientes, al uso de mangueras en
lugar de escobas, a grifos no cerrados o mal cerrados y otros.
Debe notarse que la disminución del consumo de agua reduce el volumen de los efluentes y, por
consiguiente, incrementa la concentración de los contaminantes lo que no implica que se esté generando
una mayor carga contaminante. El incremento de la concentración puede ser beneficioso debido a que
puede facilitar el tratamiento de los contaminantes y reducir los costos de operación del sistema de
tratamiento de aguas residuales. Por ello, en general, la forma correcta de evaluar el desempeño
ambiental de una planta, en función de sus descargas, debe hacerse en términos de la cantidad de carga
contaminante generada por unidad de producto (kg contaminante/unidad de producto) y no solo en
términos de la concentración del efluente (en mg/L o kg/m3; ver ejemplos en Anexos F – 1 y F – 2).
Adicionalmente, las prácticas de dilución de los efluentes para alcanzar los límites permisibles, están
prohibidas dentro de la legislación ambiental, lo que está expresamente indicado en el Artículo 78 del
RASIM.
El suministro de agua en Bolivia tiene como base el aprovechamiento de las tres grandes cuencas que
componen el sistema hidrográfico boliviano:
Estas cuencas están conformadas por una serie de subcuencas, que presentan enormes contrastes en la
precipitación media anual, desde menos de 100 mm al sudoeste del país, hasta más de 5,000 mm en el
Chapare, al este de Cochabamba. Los datos meteorológicos muestran que la cuenca del Amazonas tiene
el doble de precipitación que la del Río de La Plata y cuatro veces más que la del Altiplano.
La ciudad de Cochabamba enfrenta los mayores problemas de abastecimiento de agua potable, seguida
de las ciudades de Potosí, Sucre y Cobija. En el resto de las ciudades principales del país la oferta de
agua es concordante con la demanda, estimándose no obstante que a partir del año 2005 los sistemas
actuales presenten severos cortes de agua a pesar de las obras de mejoramiento y del emprendimiento
previsto de nuevas captaciones, Mattos & Crespo (2000)xv.
La elección de la ubicación de una industria manufacturera está en gran medida determinada por el
abastecimiento de agua con el que se cuente, en particular por la confiabilidad, calidad, cantidad y costo
de la misma, así como por la disponibilidad de alcantarillado. La mayor parte de las industrias en Bolivia
está ubicada dentro de las ciudades y en la mayoría de los casos utiliza el agua potable de los sistemas
de distribución. El parque industrial de Santa Cruz es la única zona industrial en Bolivia que cuenta con
servicios básicos.
La demanda de agua varía según la industria. Las mayores industrias consumidoras de agua en La Paz
pertenecen al ramo de los textiles, curtiembres, producción de levadura y cerveza. En Cochabamba, los
usuarios más importantes son las curtiembres, fábricas de detergentes, aceites y papel. En Santa Cruz,
los grandes consumidores son los ingenios azucareros, las fábricas de aceite comestible, los mataderos.
El abastecimiento de agua potable está administrado por empresas municipales, privadas y cooperativas
que tienen concesiones para aprovechar los recursos hídricos.
De acuerdo a la experiencia del CPTS, de las 80 empresas con las que trabajó en 7 de los 9
departamentos Bolivia (excepto Pando y Potosí), las fuentes principales de suministro de agua (ver
Figura 6.1) son las provenientes de la red de agua potable (42%), seguida del agua subterránea o de
pozo (29%) y finalmente la captación de agua de vertientes o ríos (8%). El consumo de agua de lluvia es
muy pequeño (<3%).
Agua de
vertiente o río Agua de pozo
Agua de pozo
8% y lluvia
29% Agua de pozo y
Sin dato 3%
vertiente
8%
3%
Figura 6.1 Fuentes principales de suministro de agua en la industria según la experiencia del CPTS
Fuente: CPTS
El agua de lluvia constituye una importante fuente de suministro de agua de buena calidad y con un
menor costo que el resto de otras fuentes. Por ello, esta opción está siendo ampliamente aplicada por la
industria en varios países, en regiones donde hay suficiente precipitación pluvial durante varios meses
del año. Por ejemplo, se puede usar agua de lluvia durante la época de lluvia, y usar otra fuente de agua
durante los meses secos. Alternativamente, se puede almacenar el agua de lluvia para que esté
disponible durante todo el año (o una mayor parte del año). Esta ultima opción es particularmente factible
si se utiliza el agua de lluvia para aplicaciones especificas que tienen un consumo de agua moderado y
que benefician de la pureza de esta fuente de agua (p.ej. suministro de agua a ablandadores o
lavanderías).
En Bolivia, el agua de lluvia es abundante en ciertas partes del país, de buena calidad, y particularmente
adecuada como fuente de agua para ciertos procesos que necesitan agua de mayor pureza. Sin
embargo, es poco utilizada por las industrias y por el sector de servicios. La estación lluviosa dura
aproximadamente 4 meses. Se inicia en diciembre para concluir en marzo, con precipitaciones máximas
en enero y luego en febrero. De 60 a 80% de las precipitaciones ocurre durante estos 4 meses.
Las precipitaciones son marcadamente estacionales, presentándose escasez total de agua en varios
meses en las cuencas Endorreica y del Plata. Las precipitaciones en estas dos cuencas difieren
substancialmente de las de la cuenca Amazónica, donde el problema son los meses muy húmedos y las
continuas inundaciones. Dentro de las cuencas, existen zonas donde el problema es aún mayor.
Las diferentes cuencas del país presentan enormes contrastes en cuanto a precipitación media anual,
desde menos de 100 mm al sudoeste del país, hasta más de 5,000 mm en el Chapare, al este de
Cochabamba. El sudoeste del país es la región más seca con <100 mm de lluvia al año. Gran parte del
Altiplano es seco con una precipitación entre 100 y 300 mm. La cordillera volcánica recibe precipitaciones
entre 300 y 500 mm/año. La zona aledaña al lago Titicaca recibe entre 500 y 700 mm/año. La cantidad de
lluvia aumenta hacia el oriente del país, donde se tienen valores hasta 1,700 mm/año. En el Norte del
país (Pando) la precipitación alcanza valores de 2,200 mm. El Chapare constituye la zona con mayor
precipitación en el país (> 5,000 mm).
Las aguas superficiales comprenden un complejo sistema de ríos, lagos, lagunas, humedales, reservorios
artificiales (presas) y otros cuerpos de agua. Los recursos hídricos superficiales de una determinada
región provienen de la precipitación pluvial caída en su cuenca de alimentación y de los manantiales
(descarga subterránea).
En la zona Andina (zona de origen de la escorrentía en el país), Bolivia cuenta con la aportación de agua
de deshielo de glaciares que alimenta de manera relativamente continua a los ríos con un agua de alta
calidad en su origen. La calidad de las aguas superficiales está siendo afectada fuertemente en todo el
país por los asentamientos humanos y las aguas de los desechos municipales, mineros, industriales y
agrícolas.
La cuenca del Amazonas tiene la mayor disponibilidad de aguas superficiales y la del Altiplano la menor.
Se estima que por la cuenca del Amazonas fluyen 180,000 millones de m3/año, por la del Río de la Plata
22,000 millones de m3/año y por la del Altiplano 1,650 millones de m3/año, Montes de Oca (2004)xvi.
Existen importantes variaciones anuales en el caudal de los ríos principales, dependiendo de las
variaciones en los parámetros climatológicos.
Aparte de los ríos mencionados, el país cuenta con un alto número de lagos y lagunas. Si se asume la
denominación de lago para una masa de agua con un área mayor a 200 km2, existen 6 lagos en Bolivia:
Titicaca, Poopó, Uru Uru, Coipasa, Rogagua y Rogaguado. En las cuencas del Altiplano y del Río de la
Plata existen innumerables lagunas de altura. En la cuenca del Amazonas, se tiene lagunas de origen
fluvial y de origen tectónico.
Las aguas subterráneas se encuentran en depósitos acuíferos, algunos con un gran potencial de
almacenamiento. Debe tomarse en cuenta que el aprovechamiento de los acuíferos debe hacerse de
manera racional, de acuerdo su capacidad de recarga, lo contrario puede tener consecuencias
irreversibles. La calidad del agua de los acuíferos varía según la composición mineralógica de la zona en
la que se encuentran y/o de la manera en la que la población que hace uso de esta agua. En general,
mientras mayor es el uso de los recursos naturales o más poblada se encuentra la zona donde están
ubicados los acuíferos, mayor es el deterioro de la calidad del agua.
Los recursos hídricos subterráneos no han sido cuantificados a nivel nacional. Únicamente se cuenta con
estudios locales (Altiplano Norte y Centro, valles de Cochabamba y Tarija y ciudades de Trinidad y Santa
Cruz).
Los acuíferos con más potencial se encuentran en las provincias hidrogeológicas de la cuenca del
Amazonas, de la cuenca Pantanal-Chaco Pampeano y del Altiplano.
Además de las fuentes mencionadas, se puede recurrir al reciclaje y reuso del agua como prácticas de
optimización, asociadas también a la necesidad de consumir agua de buena calidad en ciertos procesos
industriales y, a la vez, economizar en el tratamiento de efluentes.
¾ Reciclaje del agua. Es el empleo de agua, en circuito abierto, para cumplir con, por lo menos, dos
funciones sucesivas y diferentes, con una eventual fase intermedia de tratamiento. Típicamente, la
primera función es en un proceso que requiere agua de alta calidad y la segunda en una operación
que no requiere agua de alta calidad. Un ejemplo común es el uso de agua en primera instancia para
refrigeración de intercambiadores, condensadores o calderas y en segunda instancia en operaciones
de limpieza. Otro ejemplo es el uso de aguas sanitarias, en circuitos de refrigeración abiertos o para el
riego de áreas verdes. Si éste fuera el caso estas aguas deberían recibir un tratamiento para eliminar
contaminantes peligrosos.
¾ Reuso del agua. Consiste en emplear el agua nuevamente en un mismo uso, compensándose
pérdidas inevitables durante el proceso, con aporte de agua fresca. Esto requiere un control de la
acumulación progresiva de sales minerales, compuestos orgánicos u otros materiales y, por lo tanto,
exige una manutención constante y cuidadosa.
El reciclaje y reuso de agua constituyen medidas de PML, que de hecho ya se están aplicando de
manera eficaz en ciertas industrias bolivianas.
La calidad del agua que se consume en una planta puede afectar tanto la eficiencia de las operaciones
como la calidad del producto. El control de calidad del agua puede lograrse a través de un programa de
monitoreo, cuya frecuencia puede ser diaria, estacional (época seca, época de lluvias) o anual,
dependiendo de la procedencia del agua y del uso o destino que se le quiera dar.
Los controles a ser utilizados deben seleccionarse según la fuente de donde provenga el agua.
¾ Si es de acequia, se debe analizar, además de la calidad del agua, su recorrido, lugares por donde
pasa y cuán uniforme es la concentración de sustancias que podrían afectar la eficiencia de las
operaciones y/o calidad del producto.
¾ Si es de pozo poco profundo (napa freática), la industria corre el peligro de que el agua no tenga una
composición uniforme en sustancias disueltas, y/o esté contaminada con microorganismos, ya sea en
forma accidental o permanente, por lo que dichas aguas deben ser analizadas en forma rutinaria.
¾ Si es agua potable de la red municipal, la composición también puede variar y algunos parámetros
pueden estar fuera de los rangos óptimos para las operaciones.
Cuando la fuente de agua es un pozo, una acequia o un río, existe el convencimiento de que “el agua no
cuesta, así que no hay porqué cuidarla”. Nada más alejado de la realidad. En general, y por principio, se
debe cuidar el agua y su uso, haciéndolo en forma racional, porque es un recurso que se está volviendo
escaso y, por lo tanto, disponer de él es cada vez un privilegio mayor. Además, el costo de esta agua, en
algunos casos particulares, puede ser incluso superior al costo del agua captada de la red municipal.
Por otra parte, se debe considerar que los pozos, en particular, no tienen una capacidad ilimitada de
suministro y pueden agotarse en menos tiempo de lo esperado, afectando las reservas de agua de la
zona.
El costo relacionado con el abastecimiento de agua de pozo, en una planta, tiene varios componentes
que dependen del tipo de pozo y del volumen de agua demandado:
Por otra parte, el costo relacionado con el manejo de las aguas residuales también depende del volumen
de agua demandado:
¾ Costo de las bombas para el manejo de aguas residuales, determinado por la potencia requerida para
el manejo de un volumen diario de aguas residuales, el mismo que depende, a su vez, del volumen de
agua utilizado en las operaciones.
¾ Costo de operación y mantenimiento de dichas bombas.
¾ Costo de construcción y mantenimiento de los tanques de almacenamiento, según su tamaño.
¾ Costo del tratamiento de las aguas residuales, según el volumen a ser tratado.
¾ Costo de los equipos utilizados en el tratamiento de las aguas residuales, según potencia y/o tamaño:
motores, tamices, aeradores, mezcladores, filtros y otros.
¾ Costo de operación y mantenimiento de dichos equipos, incluyendo la energía consumida y la mano
de obra empleada.
Por lo tanto, el volumen de agua demandado conlleva una serie de costos cuya suma puede ser igual o
mayor que el costo asociado a las tarifas de agua potable suministrada por la red. Es decir, el beneficio
económico de no pagar por el servicio de agua potable al contar con agua de pozo, puede ser menor que
el beneficio que se deja de percibir por no hacer un uso racional del agua.
Nadie tiene derecho a ser ineficiente en el uso de recursos, aunque pague por ellos,
ya que su despilfarro puede hacer que a otros les haga falta.
empresa. La gerencia debe estar involucrada en el programa de ahorro de agua. Sin apoyo de los más
altos niveles de la empresa, un programa de esta naturaleza no dará buenos resultados.
La capacitación de los empleados debe estar dirigida a introducir prácticas de uso eficiente del agua,
tales como:
¾ el uso de cepillos y raspadores de goma para todas las operaciones de limpieza de pisos, en lugar del
chorro de agua de una manguera, que solo debe usarse para el lavado final (los pisos planos y lisos
facilitan su limpieza con escobas o raspadores de goma);
¾ la dosificación correcta del volumen de agua requerido en las operaciones de producción y en los
lavados.
¾ Conocer el volumen de agua empleado en toda la planta, por operaciones o por secciones. Este
volumen puede conocerse mediante estimaciones o por mediciones in situ.
¾ Explicar al personal la forma de calcular los volúmenes adecuados de agua que se necesitan en cada
operación y las formas de verificar que la dosificación de agua sea la correcta, por ejemplo, con el uso
de un medidor de agua en la línea de alimentación, o un tanque de dosificación.
A continuación, a modo de ejemplo se describen los métodos que se usan comúnmente para determinar
el consumo de agua.
Adicionalmente, la medición del consumo de agua se puede realizar en forma directa con medidores
volumétricos de agua, que miden el volumen total del agua consumida.
Los medidores de agua deben instalarse, especialmente, en aquellas secciones de la planta donde se
consume gran cantidad de agua, ya sea en la línea de distribución o en los equipos donde se emplea
agua. Pueden ser “permanentes” o “temporales”
¾ Los medidores permanentes (también llamados fijos), aportan datos precisos diarios, semanales,
mensuales, estacionales y durante eventos poco usuales. Los resultados se pueden usar para estimar
tendencias a largo plazo. Este tipo de medidores se observa en la Figura 6.4.
¾ Los medidores temporales pueden ser de dos tipos básicos: los externos a la tubería y los
registradores de flujo por inserción.
• Los medidores externos, adosados a la tubería, envían señales ultrasónicas a lo largo de las
paredes de la misma y a través del flujo de agua. Son útiles cuando se necesita únicamente de una
estimación del rango de caudal. Para su instalación, no se requiere hacer modificaciones a las
instalaciones hidráulicas; sin embargo, hay que instalarlos sobre un tramo recto de tubería,
equivalente a, por lo menos, 30 veces el diámetro del tubo en el que se quiere medir.
• Los medidores de flujo por inserción, requieren de un punto de entrada a la línea de suministro
mediante un pequeño orificio. Una cabeza electromagnética, o un pequeño impulsor, mide la
velocidad del flujo en ese punto. La tubería debe atravesarse para obtener el perfil del flujo a partir
del cual se calcula la relación entre la velocidad puntual medida y el caudal total.
El perfil no uniforme de los conductos, así como la corrosión interna de los tubos, puede generar
distorsiones en las mediciones. Los resultados de los medidores de inserción suelen ser más
confiables y exactos que los obtenidos con medidores adosados.
Los medidores temporales tienen un costo elevado en el mercado nacional, por lo que, generalmente, no
se utilizan. En su lugar, son recomendables los medidores volumétricos permanentes o, en una primera
etapa, medir el caudal de agua con los métodos: balde y cronómetro, y llenado/vaciado de tanque.
Para estimar el caudal promedio del agua suministrada desde alguna estructura de volumen conocido
(como un tanque, una cisterna, etc.), puede medirse el tiempo que tarda en llenarse o vaciarse dicho
volumen y calcular el caudal. Como se vio en el método del “balde y cronómetro”, el caudal se calcula
dividiendo el volumen (capacidad) de dicha estructura entre el tiempo que se tardó en llenar/vaciar ese
volumen. Cabe hacer notar que, si se utiliza el método del llenado del tanque (Figura 6.6.a), el volumen
medido será aquel que es suministrado por el bombeo de agua o por la red durante el tiempo de la
medición, pero no realmente el consumido; mientras que si se utiliza el método del vaciado del tanque
(Figura 6.6.b), el volumen de agua medido será el volumen real consumido en la planta o en las
operaciones en las que se haya utilizado el agua.
a b
Llenado
Nivel
inicial
Nivel
inicial Vaciado
Nivel
final Volumen de Volumen de
llenado vaciado
en un en un
determinado determinado
tiempo tiempo
Nivel
final
En esta técnica, también denominada “de dilución”, el caudal se determina midiendo la cantidad de agua
que diluye una sustancia trazadora inyectada al fluido. Aunque se han utilizado las soluciones de
salmuera, hoy en día los trazadores más usados son los radioactivos y los tintes fluorescentes. Esta
técnica no produce pérdida de presión, no ofrece obstrucción al flujo y el caudal puede calcularse
directamente mediante fórmulas.
¾ Dilución a flujo constante, la cual requiere que la solución trazadora sea inyectada a un caudal
constante por un periodo de tiempo determinado. El caudal se determina mediante fórmula empleando
la concentración natural del trazador en el fluido (si existiese), la concentración y caudal del trazador
en el punto de inyección y la curva de concentración del trazador en función del tiempo en el lugar de
medición.
¾ Dilución con recuperación total, en la cual se inyecta una cantidad conocida de solución trazadora y se
toma muestras, a un caudal uniforme, durante el tiempo necesario para que la onda del trazador se
diluya substancialmente. Estos datos son expresados en una curva concentración – tiempo. El caudal
se determina a partir de la cantidad total de trazador inyectado y la integral de la curva concentración
– tiempo.
Ambas técnicas de dilución son básicamente iguales y tienen sus ventajas y limitaciones. La principal
limitante son los costos de los equipos e instrumentos que se requieren. Esta técnica puede emplearse
en tuberías cerradas o a presión y abiertas.
b. Mediante la inyección de objetos
En este caso se utilizan como trazadores esferas u objetos pequeños, los cuales son introducidos en la
corriente del fluido. Conocida la distancia que recorre el objeto (puntos inicial y final), el tiempo en el que
recorre esta distancia y el área (área del perímetro mojado) por donde atravesó el fluido se puede
determinar la velocidad según:
⎡ m3 ⎤ ⎡m ⎤
Caudal ⎢ ⎥ = velocidad ⎢ ⎥ × área ⎡⎣m2 ⎤⎦
s
⎣ ⎦ ⎣s⎦
Para determinar la velocidad promedio del fluido, y por ende el caudal promedio, debe medirse en varios
puntos a lo largo de la sección transversal del ducto. Debe considerarse que la velocidad obtenida con
esta medición se refiere a la velocidad superficial.
Este método es utilizado, sobretodo, para calcular caudales en tuberías abiertas y no es necesario que el
fluido llene la tubería. Para una buena medición se debe consultar bibliografía especializada.
Cada unidad o área de trabajo, debe asumir una responsabilidad directa y rendir cuentas por el volumen
de agua consumido en sus operaciones. Debe registrarse el consumo de agua en la planta (m3/día), en
cada una de sus diferentes áreas de producción y, si es posible, en cada una de sus operaciones.
Asimismo, se debe calcular, al final de cada mes, los consumos específicos de agua (en m3/unidad de
producción o materia prima) y compararlos con los consumos específicos establecidos como referencia
por la empresa. Se debe evaluar los logros alcanzados por el programa de ahorro de agua. Es importante
recordar que “lo que no se mide, no se puede evaluar”.
En el Capítulo 5 se encuentra el método y los registros que se emplean para realizar dichos balances.
Existen equipos sencillos, y de fácil instalación, que permiten ahorrar agua. Por ejemplo, grifería de cierre
temporizado, pistolas de cierre automático para mangueras, válvulas reguladoras de presión, válvulas
con flotadores de cierre para tanques de almacenamiento de agua, duchas de bajo caudal, etc.
La Figura 6.8 muestra un dispositivo de ahorro de agua usado en inodoros. La bolsa llena de agua se
introduce en el tanque de agua y, el volumen que ocupa, permite reducir el volumen de agua que se
necesita en el inodoro. Esta bolsa también puede sustituirse por una botella de refresco; la idea es crear
un volumen muerto.
a) b) c)
13
Información proporcionada por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI).
La Figura 6.9 muestra diferentes tipos de ahorradores de agua para grifos basados en la inyección de
aire al flujo de agua, por lo que se denominan “aeradores”. Estos accesorios suelen venderse solos o
junto con los grifos, y existen para la venta en el mercado boliviano.
a) b) c) d)
La Figura 6.10 muestra un restrictor de caudal, que también se instala en grifos, y permite reducir el
consumo de agua al reducirse el orificio de entrada de agua.
La segregación de efluentes facilita la recuperación de residuos en forma de productos útiles y evita que
éstos, por lo menos en parte, se mezclen con otros que impidan su utilización, lo que puede implicar que
alcancen un valor económico mayor que si se los mezcla. Es menos complicado separar los residuos en
el punto de producción, que hacerlo una vez que éstos han sido mezclados.
Para prevenir posibles daños en las bombas de agua, así como inconvenientes en el filtrado de efluentes
líquidos, los sólidos gruesos, cuyo ingreso al efluente no pudo ser evitado al momento de su generación,
deben ser retenidos para evitar su incorporación al colector final del efluente. Ello puede conseguirse
instalando rejillas en todos los canales (ver Figuras 6.11 a y b).
a) b)
Este tamiz puede estar hecho de un marco de madera, malla de Flujo de sólidos
alambre y, entre ambos, una tela de material sintético (que
puede ser nylon para soluciones básicas; poliéster para ácidas y
polipropileno para cualquiera de las dos). La malla de la tela
dependerá del tamaño del material que se pretende separar. El
tamiz debe ser colocado en forma inclinada sobre el tanque
donde se colecta el filtrado y debe tener guías para que
conduzcan el flujo de los sólidos hacia el depósito instalado para
su posterior disposición o reuso (ver Figura 6.12).
La industria eléctrica se compone de tres etapas interrelacionadas que deben estar perfectamente
coordinadas para poder atender la demanda de energía eléctrica en el país, estas etapas son:
generación, transmisión o transporte y distribución.
El 50% del total de la energía eléctrica generada en Bolivia es de origen hidroeléctrico y el 50% restante
de origen termoeléctrico (principalmente en base a gas natural). Las empresas generadoras de energía
eléctrica más importantes del país son:
Las empresas generadoras entregan la energía a empresas transportadoras en los denominados puntos
de entrega. En Bolivia, existen dos empresas transportadoras:
La función de las empresas transportadoras es llevar la energía que les fue entregada por la empresa
generadora hasta los puntos de recepción. En los puntos de recepción las empresas transportadoras
entregan, a su vez, la energía a las empresas distribuidoras y/o a los clientes finales no regulados.
Finalmente, las empresas distribuidoras se encargan de proveer de electricidad a los usuarios finales.
Entre las empresas distribuidoras más importantes del Sistema Interconectado Nacional (SIN), se puede
citar a las siguientes:
Además, existen otras empresas distribuidoras que prestan sus servicios en ciudades y localidades que
no pertenecen al Sistema Interconectado Nacional (SIN), en los denominados Sistemas Aislados. Se cita
a continuación algunas de estas empresas distribuidoras:
También existen usuarios que generan su propia electricidad, por ello, se los denomina auto-productores.
Entre los más importantes de Bolivia están los ingenios azucareros que, mediante sistemas de
cogeneración y utilizando como combustible el bagazo, generan energía eléctrica y térmica para su
autoabastecimiento y, en algunos casos, energía eléctrica para vender a la Red. En la industria, la
energía eléctrica se utiliza principalmente para el accionamiento de motores, compresores de aire,
equipos eléctricos y para la iluminación.
La energía térmica utilizada por las industrias en Bolivia, proviene principalmente de la combustión de
gas natural y de derivados del petróleo, como gas licuado de petróleo, diesel y gasolina. Por su menor
costo y por su menor incidencia en la contaminación ambiental, es recomendable el empleo de gas
natural como energético principal.
La distribución de gas natural se realiza a través de redes de distribución. Estas redes están operadas
por empresas especializadas, entre las que se puede mencionar:
¾ En forma directa, donde la llama producida por la combustión actúa directamente para el
calentamiento de hornos, tostación de minerales, etc.;
¾ En forma indirecta, donde la combustión se utiliza para producir vapor o aire caliente que luego son
utilizados para la generación eléctrica, los sistemas de calefacción o el secado con aire caliente.
Es posible generar energía eléctrica y energía térmica, a partir de fuentes renovables. La gran ventaja
radica en que el uso de algunas de ellas tiene, en general, un impacto bajo sobre el medio ambiente. Las
energías renovables son en sí mismas un tema amplio que requeriría de un documento específico. Por
esta razón, en la presente guía, sólo se hace una mención general de este tema.
La energía eléctrica puede ser generada a través de módulos fotovoltaicos, generadores eólicos, micro
centrales hidroeléctricas y otros. Sin embargo, los costos de inversión son, por el momento, relativamente
altos. Por ello, desde un punto de vista económico, su uso en Bolivia sólo se justifica en lugares alejados
de la red eléctrica y con consumos relativamente bajos.
La energía térmica puede ser generada con calentadores solares. Una aplicación de estos calentadores
es el precalentamiento de agua para procesos industriales. La ventaja de su utilización es que, pese a
que la inversión inicial puede ser un poco mayor a la de un sistema convencional con combustibles
fósiles, los costos de operación son muy bajos.
La energía solar en el campo de energía térmica tiene tres aplicaciones principales para fines
industriales:
¾ Precalentamiento de agua.
¾ Deshidratación y secado de productos agrícolas.
¾ Secado de madera.
También es posible usar energía solar para iluminación, mediante paneles fotovoltaicos. Además, la
iluminación natural puede reemplazar, en muchos casos, a la iluminación artificial; de esta manera, se
disminuye el consumo de energía eléctrica, necesaria para el funcionamiento de luminarias.
Otra fuente de energías renovables para la generación de calor es la biomasa. Es, principalmente, en el
área rural que se utiliza la biomasa como fuente energética (leña, bagazo de caña de azúcar, estiércol,
residuos vegetales como la cascarilla de cereales, entre otros). Sin embargo, debe aclararse que su uso
indiscriminado y sin control puede provocar impactos negativos sobre el medio ambiente, entre ellos la
deforestación y, con ella, la degradación de los suelos.
Las actividades del sector eléctrico en el país, son reguladas por la Superintendencia de Electricidad, en
base a los principios establecidos en la Ley de Electricidad (Nº 1604 de diciembre de 1994) y sus
Reglamentos. Según estas disposiciones legales, cada una de las distribuidoras debe elaborar su
respectiva Estructura Tarifaria para el cobro de la energía que suministran. Esta estructura tarifaria, es
revisada y aprobada por la Superintendencia de Electricidad, en uso de las facultades y atribuciones
conferidas por la mencionada ley.
En general, las estructuras tarifarias obedecen a los mismos principios básicos en todas las empresas
distribuidoras reguladas. Sin embargo, el número de categorías y los costos unitarios en cada categoría
son distintos, para cada empresa distribuidora. Dentro de una estructura tarifaria, existen distintas
categorías de consumo, que se definen, primero, en función del tipo de usuario final. De esta manera, se
tiene las siguientes categorías: doméstica o residencial, industrial, comercial y categorías especiales.
Luego, estas categorías se definen en función de los niveles de potencia demandados (pequeña,
mediana y gran demanda) y, finalmente, del nivel de tensión o voltaje requerido (alta, media o baja
tensión). Por lo tanto, las tarifas del servicio eléctrico dependen de la categoría asignada a cada
consumidor. En base a estas categorías, las distribuidoras cobran diferentes cargos tarifarios, que se
computan, generalmente, en función de la potencia demandada (kilowatios, kW), la energía consumida
(kilowatios-hora, kWh), el factor de potencia (Fp) y los horarios de consumo (dentro y fuera de punta).
A continuación, se presenta una explicación general de los diferentes cargos por concepto de servicio
eléctrico.
A continuación se explica la manera en que las empresas distribuidoras efectúan el cobro por demanda
de potencia, que corresponde a: (1) pequeñas demandas, (2) medianas demandas y (3) grandes
demandas.
(kWh). Sin embargo, la diferencia principal con respecto a la categoría de medianas demandas, radica en
que sus cargos por demanda de potencia y consumo de energía serán distintos, en función del horario en
el que realizan la demanda y el consumo. Además, en la categoría de grandes demandas, existe un
cargo adicional por bajo factor de potencia, debido a la potencia reactiva (kVAr), generada en la empresa.
Como se verá a continuación, es muy importante que las empresas realicen un adecuado control de su
máxima demanda, especialmente, aquellas sujetas al cobro por este concepto. La potencia se mide con
un demandímetro, de manera permanente durante el periodo eléctrico (por lo general, el periodo anual
del servicio eléctrico se extiende de noviembre a octubre del siguiente año). El demandímetro
proporciona una lectura promedio de todas las medidas realizadas durante intervalos de tiempo, que han
sido fijados en 15 minutos. El cargo por potencia corresponde a la máxima potencia alcanzada en
cualquiera de esos intervalos de 15 minutos durante la vigencia del periodo eléctrico.
Si, por ejemplo, una empresa ha demandado un máximo de potencia durante un intervalo de tiempo de al
menos 15 minutos, la empresa distribuidora le cobrará, en la factura de ese mes y en la de cada uno de
los meses siguientes, hasta la finalización del periodo eléctrico, el monto correspondiente a ese máximo
de potencia demandado. Esto, sin importar que la empresa haya utilizado dicha potencia solo en ese
intervalo de tiempo y sin importar que durante lo que resta del periodo eléctrico su potencia demandada
sea menor. La máxima potencia demandada será la referencia para el cobro por potencia hasta que la
empresa alcance un nuevo máximo, en cuyo caso, éste se convertirá en el parámetro de referencia para
el cobro por potencia.
Por la importancia que tiene el cargo de la demanda por potencia, se insiste en el hecho de que si la
empresa llega a sobrepasar en algún mes el valor de la demanda máxima, no solo tendrá que pagar por
la potencia máxima registrada ese mes, sino que además, ese máximo alcanzado se convertirá
automáticamente en el nuevo parámetro con el que la empresa eléctrica cobrará el cargo por máxima
potencia demandada, hasta que finalice el periodo del servicio eléctrico. Esto ocurrirá sin importar que la
empresa registre demandas máximas menores posteriormente.
Como se mencionó, para el caso de grandes demandas, los cargos por demanda de potencia y consumo
de energía también están en función del horario en el que se produce la demanda y el consumo. Por ello,
se debe tener en cuenta la existencia de dos bloques horarios: (i) el de punta, que es el más caro y (ii) el
de fuera de punta, con tarifas más bajas.
En la categoría grandes demandas, se diferencia el cargo por demanda de potencia en punta del cargo
por demanda de potencia fuera de punta. Las empresas distribuidoras calculan el cargo de la siguiente
manera: si una empresa demanda 100 kW en punta y 60 kW fuera de punta, entonces, la empresa
distribuidora le cobrará únicamente por los 100 kW en punta, al precio unitario de la potencia en punta.
Si, por contrario, la empresa demanda 60 kW en punta y 100 kW fuera de punta, entonces, la
distribuidora le cobrará por los 60 kW en punta, a precio unitario de la potencia en punta y, por la potencia
excedente fuera de punta, esto es, 100 kW – 60 kW = 40 kW, al precio unitario de la potencia fuera de
punta. El precio de la potencia fuera de punta es mucho menor. Nótese que en ambos casos se cobra a
la empresa un cargo por 100 kW de potencia demandada, la diferencia es que en el primero los 100 kW
tienen un precio mayor (en punta), mientras que en el segundo, 60 kW son a un precio mayor (en punta)
y 40 kW a un precio menor (fuera de punta).
La mayoría de las estructuras tarifarias en Bolivia han adoptado tres bloques: i) “alto”, entre las 18:00 y
las 23:00 horas; (ii) “medio”, entre las 23:00 y las 24:00 horas y entre las 6:00 y las 18:00 horas.; y (iii)
“bajo”, entre las 0:00 y las 6:00 horas. La tarifa de energía difiere según el bloque respectivo. En el
bloque alto, la tarifa de energía es mayor, coincidiendo con el horario de punta. Estos bloques son
llamados también “punta”, “resto” y “valle”, respectivamente.
Este cargo penaliza la generación de energía reactiva (kVArh), que se origina a causa del funcionamiento
de motores eléctricos u otro tipo de cargas inductivas. La presencia de energías reactivas es responsable
de la disminución del factor de potencia. Actualmente, algunas distribuidoras realizan el cobro indirecto
por este concepto, penalizando a las industrias que tienen factores de potencia inferiores a un valor fijado
por la distribuidora. Por lo general, este valor se encuentra entre 0.85 y 0.95.
Las empresas deben pagar montos que corresponden a las tasas de alumbrado público. Generalmente,
son porcentajes sobre su consumo de energía eléctrica. ELECTROPAZ cobra, por ejemplo, 0.0460
Bs/kWh en la ciudad de La Paz; y 0.0434 Bs/kWh en la ciudad de El Alto.
Es un porcentaje calculado sobre el costo de la energía, sin incluir los impuestos, que varía de acuerdo a
criterios establecidos por cada gobierno municipal.
El costo de la energía térmica depende fundamentalmente del precio del combustible utilizado para
generarla. En la Figura 6.13, se presenta los precios de los combustibles más utilizados en Bolivia. Para
que los precios entre combustibles sean comparables, se los ha calculado por unidad de energía
generada, en este caso, el millón de BTU (equivalentes a 252 Mcal). Es posible observar que el más
ventajoso en términos económicos es el gas natural (GN).
Querosén 9.1
Petróleo 8.3
3.05 m
3.05 m
En la Figura 6.14, se presenta la equivalencia energética entre diferentes combustibles. Así, dos garrafas
y media de GLP, de 10 kg (25 kg) producen la misma energía (1 millón de BTU o 252 Mcal), que 1 millar
de pies cúbicos de gas natural o 28.4 L de querosén, etc., considerando un rendimiento energético
teórico del 100%.
Para gestionar la energía de manera adecuada, la empresa debe definir una estrategia sobre el uso de la
energía y establecer los procedimientos necesarios que faciliten su cumplimiento. Dentro de estos
procedimientos, tiene especial importancia el registro, procesamiento y análisis de la información
energética de la planta. El conocimiento de las cantidades, los flujos y costos permitirá un control
adecuado y, por ende, la toma de decisiones oportunas que conducirán a optimizar el uso de energía. Si
la empresa no es capaz de obtener información de su proceso productivo, será incapaz de realizar
mejoras en su gestión. Es más, en muchos casos ni siquiera será capaz de estructurar un proceso de
gestión. Lo que no se mide no se puede planificar ni controlar.
Se debe recalcar que las posibilidades de un control adecuado son mayores si el nivel de información es
más detallado. Por ejemplo, si la empresa no tiene más que el medidor principal de electricidad, la
gerencia dispondrá sólo de información global y no podrá discriminar el consumo de los distintos
procesos o secciones de la planta y, por tanto, no tendrá la posibilidad de imputar apropiadamente los
costos de electricidad. Por esta razón, es recomendable la instalación de medidores en las secciones y
operaciones más importantes, incluyendo la administración.
Por otra parte, los registros que muchas empresas tienen sobre sus consumos de energía, se limitan a
los pagos que realizan por su utilización (facturas de electricidad, gas natural, diesel, etc.). Estos
registros, permiten únicamente llevar un control de tipo financiero-contable. Sin embargo, no ofrecen la
posibilidad de establecer un vínculo entre el consumo de energía y el nivel de producción. Esta falta de
información, limita la posibilidad que tienen las empresas para tomar acciones dirigidas a realizar un uso
más eficiente de la energía. No es suficiente que los datos de consumo obtenidos de las distintas
mediciones sean registrados, es necesario que sean convertidos en información efectiva; para ello, será
necesario su tratamiento y análisis.
Algunos beneficios del registro y tratamiento de la información del consumo de energía se mencionan a
continuación:
• Permite llevar un control adecuado de las variaciones de consumo a lo largo del tiempo,
detectando variaciones estacionales en el consumo.
• Permite identificar problemas que pudieran existir en la facturación. Por ejemplo, a veces el
consumo de la empresa se dispara de un mes a otro sin motivos aparentes. Esto puede deberse a
problemas en la calibración de los medidores o a errores en la lectura de los mismos.
• Facilita la identificación de operaciones unitarias ineficientes en el consumo de energía y posibilita
tomar acciones correctivas inmediatas.
• Proporciona elementos de análisis que permiten priorizar las inversiones de capital en maquinaria y
equipos que consumen energía de manera ineficiente.
• Permite evaluar el éxito de un programa de ahorro de energía en la empresa.
• Sirve de base para crear incentivos que estén dirigidos a realizar un adecuado manejo de la
energía. Si el costo de energía va a parar a una cuenta de gastos generales y se imputa de
manera arbitraria entre las distintas secciones o departamentos de una empresa, los responsables
de las secciones o departamentos que hayan efectuado una buena gestión interna de la energía no
verán retribuido su esfuerzo, y es muy probable que en el siguiente periodo ni siquiera dediquen
tiempo a efectuar un mejor manejo de la energía. En cambio, si se contabiliza e imputa
adecuadamente los costos de energía, una buena gestión energética puede ser premiada, por
ejemplo, con un mayor presupuesto para el siguiente periodo.
• Posibilita una mayor precisión en la elaboración del presupuesto de la empresa.
• Proporciona información de base para negociar mejores condiciones de precio para el suministro
de los insumos energéticos.
• Posibilita una adecuada determinación de los costos de producción.
En el cuadro 6.1 se ha consignado la información básica con datos que cualquier empresa debería tener
a su alcance. El cuadro representa un registro mensual de los datos proporcionados por la gerencia de
producción y las facturas o preavisos del pago de energía. Los datos que se presentan en este ejemplo
son ficticios.
La figura 6.15 muestra un primer nivel de tratamiento de la información donde se puede observar el
consumo de energía mes a mes; el gráfico es útil porque permite un análisis rápido de las variaciones
mensuales del consumo. Algunas preguntas, como los altos consumos en los meses de febrero y mayo,
surgen naturalmente. También es posible observar si existe una tendencia marcada a incrementar o
disminuir el consumo.
900
800 800
Línea de tendencia
600 600
500 500
400 400
300 300
200
100
0
Ene Feb Mar Abr May Jun
Serie1 Lineal (Serie1)
En base a los datos del Cuadro 6.1 se ha calculado el consumo específico para los 6 meses. Es posible
observar que en el mes de febrero el consumo de energía representa una cantidad muy elevada (800
kWh/mes), pero el consumo específico para el mismo mes resulta el menor de la serie, y por tanto, el
más eficiente (1.33 kWh/kg). Esto se debe a que el volumen de producción también es el más elevado
(600 kg/mes). En el mes de marzo se puede observar el caso opuesto, es decir, menor consumo de
energía, menor volumen de producción, por lo tanto mayor consumo específico.
A partir de los datos del Cuadro 6.2, es posible graficar el consumo específico respecto a los volúmenes
de producción. La curva obtenida, muestra que el consumo específico disminuye conforme se incrementa
el volumen de producción. Esto ocurre hasta alcanzar un límite, que corresponde al nivel máximo de
producción de la planta con ese nivel de eficiencia (Ver Figura 6.16). Esto permite a la empresa planificar
los niveles de producción más convenientes, para tener los menores consumos energéticos.
3,50
3,00
2,50
Consumo específico [kWh/kg]
1,50
1,00
0,50
0,00
0 100 200 300 400 500 600 700
Adicionalmente, se puede obtener la ecuación que corresponde a la curva del consumo específico en
función del volumen de producción. La ecuación (a) CE = 1 + 200/VP, correspondiente a la curva concreta
del ejemplo. Puede ser escrita de manera general como:
C FR
C E = C ER +
VP
El consumo específico en régimen CER, es el consumo de energía mínimo por unidad de producto,
tomando en cuenta los niveles de eficiencia y rendimiento de los equipos y/o procesos que intervienen en
la producción, etc.
Por otra parte, el consumo fuera de régimen CFR, es la cantidad de energía que se ha consumido en el
proceso, pero que no está asociada directamente a la producción.
En el caso de nuestro ejemplo, el consumo específico en régimen CER, es igual a 1 kWh/kg de producto,
en tanto que el consumo fuera de régimen CFR, es igual a 200 kWh. Como se observa en la figura 6.16, a
medida que la producción se incremente, el consumo específico CE se aproximará al consumo específico
en régimen, es decir a 1 kWh/kg; mientras que el cociente CFR/VP tenderá a cero. Si se resuelve la
ecuación para los distintos volúmenes de producción, se encontrará los respectivos consumos
específicos, esto es:
Para mejorar su desempeño energético la empresa puede implementar algunas medidas que le permitan
disminuir los consumos específicos en régimen (CER) y fuera de régimen (CFR). En ambos casos, podrían
lograrse ahorros de energía importantes.
Siguiendo con el ejemplo, la empresa puede reducir el consumo específico en régimen (CER) a partir de
acciones muy concretas, tales como: mejorar el aislamiento, si se trata de un horno o una caldera;
incrementar el rendimiento de motores eléctricos; o evitar pérdidas por fugas durante la producción. Es
común que con este tipo de acciones se logren ahorros entre el 15 y 20% del consumo específico en
régimen. Por tanto, asumiendo el 20% y los mismos volúmenes de producción, las nuevas condiciones
serán las que se muestran en el Cuadro 6.4.
La ecuación del consumo específico bajo estas nuevas condiciones será (b) CE = 0.8 + 200/VP; y la curva
que se obtiene a partir de esta disminución del consumo específico en régimen (CER) en 0.2 kWh/kg, se
desplaza hacia abajo en el eje de las ordenadas como se observa en la Figura 6.17.
3,50
3,00
2,50
Consumo específico [kWh/kg]
(a) CE = 1 + 200/VP
1,50
1,00
0,50
0,00
0 100 200 300 400 500 600 700
Volumen de producción [kg]
La empresa también puede asumir acciones destinadas a reducir el consumo de energía fuera de
régimen (CFR). Es decir, eliminar el funcionamiento de motores sin carga; o reducir las intermitencias,
entre otras. Asumiendo que se reduce en un 25% el consumo de energía fuera de régimen, se puede
obtener otro régimen de funcionamiento con los resultados que se presentan en el Cuadro 6.5
A partir de estos nuevos datos se puede obtener una curva (c) de consumo específico, cuya
característica respecto a las curvas anteriores (a) y (b), es un cambio en la pendiente, ver Figura 6.18.
3,2
2,7
(a) CE = 1 + 200/VP
Consumo específico [kWh/kg]
(c) CE = 1 + 150/VP
1,7
1,2
0,7
0 100 200 300 400 500 600 700
Volumen de producción [kg]
Figura 6.18 Consumo específico de energía en función del volumen de producción. Entre
(a) y (b) varía el consumo de base, entre (a) y (c) el consumo fuera de
régimen (CFR)
Fuente: Elaboración CPTS
Las acciones descritas: disminución del consumo específico en régimen (CER) y reducción del consumo
de energía fuera de régimen (CFR), no son excluyentes sino complementarias. Por lo tanto, las empresas
pueden encarar ambas acciones y conseguir una disminución importante de su consumo específico total
de energía. La ecuación que se obtiene de la combinación de las medidas es: (d) CE = 0.8 + 150/VP.
En el Cuadro 6.6 se puede apreciar los consumos específicos, bajo las nuevas condiciones, para cada
uno de los volúmenes de producción.
A continuación, se hace una descripción de medidas destinadas a hacer un uso eficiente de la energía
eléctrica y se plantean algunas recomendaciones útiles para que la empresa pueda elegir una categoría
de consumo que le ofrezca las tarifas más convenientes.
Si bien una correcta asignación de la categoría de suministro eléctrico no es una medida de eficiencia
energética, se la incluye en esta parte de la guía, por el impacto económico que puede tener en una
empresa. Se ha ubicado esta sección al principio de las medidas generales, debido a que debe ser una
de las primeras actividades que debe encarar la empresa.
Los resultados de los diagnósticos de PML realizados por el CPTS, muestran que la categoría asignada a
un porcentaje considerable de empresas no es correcta. Por este motivo estas empresas efectuaban
pagos mayores a los que les correspondía.
En este sentido, y a partir de las características de la potencia demandada y del consumo de energía
eléctrica, se debe analizar cuál de las categorías de consumo corresponde a la empresa. Como se
explicó en la Sección 6.2.2.1, la asignación de categoría está en función de la máxima potencia
demandada. Por esta razón, es necesario que la empresa realice mediciones para conocer este
parámetro, o lo estime sumando las potencias nominales (o de placa) de las principales cargas que
funcionan en forma simultánea durante periodos de por lo menos 15 minutos.
¾ Revisar las tarifas de otras categorías similares o de aquéllas que podrían ser asignadas a la empresa
y estudiar la conveniencia económica de cambiar de categoría (la empresa puede solicitar a la
Superintendencia de Electricidad, una copia de la estructura tarifaria vigente en la empresa
distribuidora que le presta el servicio).
¾ En caso que se haya identificado la categoría que corresponda, negociar con la distribuidora el cambio
a dicha categoría.
El beneficio que se lograría con esta medida es reducir el monto facturado por concepto de suministro de
energía eléctrica, con el consiguiente ahorro económico para la empresa. El cambio de categoría
requiere de pequeñas inversiones y, en algunos casos, tan sólo de un trámite.
Para una adecuada gestión de la demanda, es decir, para evitar y/o reducir picos elevados de potencia;
(ver Figura 6.19), se puede llevar a cabo las siguientes acciones:
¾ Analizar los datos de potencia eléctrica (o curvas de carga eléctrica), a fin de identificar los valores
más altos y más bajos de las demandas, e indagar las razones que los causaron. A partir de esta
información, es posible que se tenga una idea de cómo reducir la máxima demanda en planta.
P P
o o
t t
e e
n n
c c
i i
a a
Tiempo Tiempo
¾ Efectuar un control o gestión de la máxima demanda en forma manual. Para esto, será necesario
concienciar y entrenar al personal en las siguientes tareas:
• Los encargados de encender y operar los equipos de mayor potencia, deberán seguir un protocolo
preestablecido de encendido secuencial de máquinas, con intervalos de al menos 5 minutos. Esto
disminuye el riesgo de que se registren demandas instantáneas elevadas con efectos negativos en
los costos de la energía eléctrica.
• Las empresas que tienen contratos de suministro por bloque horario, en lo posible deben desplazar
los picos más altos de potencia al horario fuera de punta (ver Figura 6.20) a fin de reducir el cargo
por demanda, ya que la tarifa en horario de punta es mayor (casi el doble). Para tal efecto, se debe
planificar el encendido y operación de las cargas más grandes en el horario fuera de punta (de
horas 00:00 a 18:00 y 23:00 a 24:00) y minimizar o evitar, si es posible, el funcionamiento de
máquinas en el horario de punta (de horas 18:00 a 23:00).
Una buena gestión de la demanda y una reducción en la máxima potencia demandada permiten:
¾ Reducir el monto de la factura por concepto de máxima demanda, lo que puede representar un ahorro
económico importante para la empresa. Más aún, debido a que existe una tendencia a incrementar la
tarifa por potencia demandada, su buena gestión asegura un pago correcto a futuro.
¾ Negociar la asignación de una nueva categoría, además de una recontratación de la máxima potencia,
con lo que el pago global del consumo de energía puede reducirse aún más que con sólo una
reducción en el pago del cargo por demanda.
¾ Disminuir la cantidad de energía que se utiliza y, por ende, que debe ser generada, con lo que se
contribuye a reducir el impacto ambiental que provoca la generación de electricidad.
100
80
60
40
20
0
00:00 02:00 04:00 06:00 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 18:00 20:00 22:00 00:00
Ho r a
Los motores eléctricos en una planta industrial son, por lo general, los que demandan la mayor potencia y
los que consumen el mayor porcentaje de energía eléctrica. Por ejemplo, la eficiencia típica de
conversión de energía eléctrica en trabajo mecánico, para un motor de corriente alterna (AC) de
inducción estándar de tres fases, es de aproximadamente 75% cuando el motor es de 10 HP; y de 95%
cuando el motor es de 150 HP (en ambos casos, con una carga mayor al 70% respecto a la carga
nominal del motor). Esto implica pérdidas que van de un 5% (motor de 150 HP) a un 25% (motor de 10
HP). Una parte de este porcentaje es inevitablemente desperdiciado durante el proceso de conversión de
energía eléctrica en trabajo mecánico (pérdidas por fricción en los engranajes y en el ventilador) y, otra
parte, debido a la resistencia eléctrica del embobinado.
Un motor eléctrico puede funcionar con una eficiencia inferior a la nominal, debido a factores de
dimensionamiento y/o instalación. Entre ellos:
a. Temperatura de operación del motor. Si la temperatura del motor se eleva, aumenta también la
resistencia del embobinado y se producen mayores pérdidas. Esto ocurre, debido a que un incremento de
la temperatura origina un aumento de la resistencia al paso de corriente eléctrica en el alambre de cobre
del embobinado. Por esta razón, es importante que la instalación del motor se efectúe en un lugar que
permita su ventilación adecuada. Por ello, es conveniente que el motor no esté empotrado, ni rodeado de
cajas u otros objetos. Además, una rutina de limpieza del motor, permitirá mantener libre de suciedad
(principalmente polvo) sus orificios de ventilación. Estos cuidados son especialmente necesarios cuando
un motor opera en lugares cuya altura supera los 1,800 metros sobre el nivel del mar (lo que ocurre en
ciudades como La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Sucre y Tarija). A dichas alturas, el ventilador no
realiza su trabajo con la misma eficiencia debido a la menor densidad del aire.
b. Desequilibrio de la tensión entre fases. El desequilibrio de la tensión entre fases se define como el
porcentaje de la mayor desviación de la tensión de las fases, respecto al promedio de la tensión de las
tres fases. Por ejemplo, si la tensión medida en las tres fases es 384 V, 383 V y 373 V, el promedio de la
tensión será 380 V, la mayor desviación se produce entre 373 V y 380 V; por tanto, el desequilibrio de
tensión de fases será de 1.8% (100 x │373 – 380│ / 380). Es muy fácil detectar este problema midiendo
simplemente la diferencia de voltaje de cada una de las fases con respecto al neutro en los tableros de
distribución, que se encuentran al interior de una planta.
Las causas más comunes del desequilibrio de tensión de fases son: inestabilidad de la red eléctrica, una
desigual distribución de cargas monofásicas, operación incorrecta del equipo de corrección del factor de
potencia, transformador desequilibrado y un circuito abierto en el sistema primario de distribución. El
desequilibrio de tensión de fases degrada la eficiencia y disminuye significativamente la vida útil de los
motores de tres fases.
La reducción de la eficiencia de un motor que está siendo alimentado con tensiones desequilibradas
depende de varios factores como el diseño, la velocidad, su eficiencia y su capacidad. Sin embargo, para
tener una idea de la magnitud del problema, un desequilibrio de tensión de fases del 2.5% reduce la
eficiencia del motor en aproximadamente 1.5%. En este sentido, es importante determinar las causas que
originan el desequilibrio de tensión de fases y subsanar el problema para mejorar, tanto la eficiencia
como la vida útil de los motores. El desequilibrio de tensión de fases de un motor no debería, en ningún
caso, superar el 1%.
La eficiencia de un motor, tomando en cuenta únicamente la relación entre la carga nominal del motor y
la demanda mecánica del usuario, se define como el porcentaje de energía eléctrica transformada en
trabajo mecánico.
motores. Una gran mayoría de los motores eléctricos, cuya potencia nominal está entre 1.5 y 60 HP, está
diseñada para operar en un rango de cargas entre 50% y 100%, sin que la eficiencia cambie
significativamente. En este rango de cargas, la máxima eficiencia ocurre a un 75% de carga, y no a carga
completa (la diferencia entre la eficiencia a carga completa (100%) y a 75% de carga no es muy
significativa, sobre todo si se considera que el error asociado a la medición de la eficiencia de motores es
considerable). Los motores pequeños (0 a 1 HP) operan con una eficiencia constante solamente con
cargas entre 85% y 100%; mientras que los motores grandes (60 a 100 HP), operan con una eficiencia
constante en rangos más amplios de carga (20% a 100%).
La eficiencia de cualquier motor disminuye en forma drástica cuando opera por debajo o por encima de
su rango de carga de diseño (estas dos situaciones corresponden a un motor que opera en forma sobre y
sub dimensionada, respectivamente). La Figura 6.21, muestra la curva de rendimiento de motores de
distinta potencia, que operan con diferentes factores de carga. Se observa que, a medida que el factor de
carga con el que operan estos motores se aproxima a su rango de carga de diseño, la curva de
rendimiento disminuye su pendiente, lo que significa que su rendimiento tiende a hacerse constante.
100
95
90
85 700 HP
200 HP
80
rendimiento [%]
50 HP
10 HP
75
7.5 HP
70 5 HP
3 HP
65 1 HP
60
55
50
0 25 50 75 100
f actor de carga [%]
En general, los motores mantienen una eficiencia de conversión de energía eléctrica en energía
mecánica constante, que está entre un 50% y un 100% de carga, y alcanza un máximo de eficiencia
cuando esta cerca del 75% de carga. Sin embargo, esta eficiencia baja drásticamente por debajo del 50%
de la carga. En este sentido no es recomendable contar con motores exageradamente
sobredimensionados (que trabajan con un factor de carga por debajo del 50%), puesto que la eficiencia
será baja. Por lo tanto, se recomienda cambiar los motores que se encuentren sobredimensionados (o
con bajo factor de carga).
Los motores subdimensionados también ocasionan pérdidas de energía muy importantes, además, si un
motor opera con una carga superior a la de su capacidad nominal puede fundirse.
un 5% si la correa no está adecuadamente ajustada. Existe, como alternativa, las llamadas correas
dentadas y las correas sincrónicas. Estas correas cuentan con dientes que incrementan el rozamiento y
evitan que la correa resbale; en el caso de las correas sincrónicas, se requieren poleas igualmente
dentadas. El uso de este tipo de correas permite una eficiencia de transmisión de un 98%. Sin embargo,
cabe mencionar que las correas sincrónicas producen mayor ruido que las del tipo V.
Por otra parte, se puede considerar la alternativa de usar un variador de frecuencia, que eliminaría la
necesidad de usar poleas y correas. Sin embargo, el costo de los variadores de frecuencia, hace
necesario que se realice un análisis de costo-beneficio antes de optar por esta alternativa.
También es importante señalar que, desde hace algunos años, han aparecido en el mercado los
denominados “motores eficientes”, que garantizan una mayor eficiencia en el uso de la energía eléctrica
con menores costos de operación. Esto es importante, si se toma en cuenta que el costo de operación
para el funcionamiento de un motor durante su vida útil (consumo de electricidad), es muy superior a su
precio. De esta manera, la eficiencia es un factor muy importante al momento de decidir sobre la compra
de un motor u otro.
Los motores eficientes cuentan con un mejor diseño y tecnología de materiales. Si bien pueden requerir
una mayor inversión en comparación con los motores estándar, la inversión adicional es recuperada con
el ahorro de energía eléctrica. El periodo de recuperación puede variar de los seis meses a los tres años,
dependiendo, principalmente, del número de horas de uso y de la potencia del motor.
En las situaciones siguientes es recomendable que la industria se plantee adquirir un motor eficiente: (i)
ampliaciones o nuevas instalaciones; (ii) compra de paquetes de equipos (compresores, bombas, etc.);
(iii) en lugar de rebobinar un motor usado; (iv) para reemplazar motores sobredimensionados; y (v) como
parte de un programa de mantenimiento preventivo o un programa de eficiencia energética. La Figura
6.22 presenta los rendimientos de motores estándar y eficientes, para diferentes potencias.
100.00
90.00
Rendimiento [%]
85.00
Rendimiento motor
estándar
80.00
75.00
70.00
1 2 5 10 20 50 100 200 500
Potencia [HP]
Por lo general, en instalaciones industriales predominan las cargas reactivas debido al uso de motores
eléctricos y bobinas, entre otros, que son causantes de la generación de energía reactiva, que es la
responsable de la disminución del factor de potencia. Cuando el factor de potencia está por debajo del
mínimo establecido por las distribuidoras14, las empresas industriales deben pagar un cargo adicional que
incrementa el monto final de la factura.
La generación de energía reactiva introduce pérdidas adicionales al incrementar el efecto Joule15. Esto
ocurre porque la energía reactiva aumenta la corriente (amperaje) que circula por los conductores
eléctricos y contribuye a su sobrecalentamiento, lo que implica mayores pérdidas de energía.
Para reducir la cantidad de energía reactiva que se genera y disminuir, así, el pago adicional por este
concepto, se recomienda:
¾ Dimensionar las necesidades de fuerza motriz (motores eléctricos) de acuerdo a los requerimientos
reales de la planta. El bajo factor de potencia y, en consecuencia, la generación de energías reactivas,
es el resultado de la sobreestimación de la potencia instalada en motores respecto a la demanda
efectiva de potencia para desarrollar el proceso productivo en la planta. Con frecuencia se encuentra
maquinaria equipada con motores que sobrepasan por mucho las necesidades reales de dicha
maquinaria. Dimensionar las necesidades de fuerza motriz, a partir de mediciones específicas, debe
tener como objetivo que la carga mecánica efectiva de cada motor esté lo más próxima a su
capacidad nominal.
Una vez que se conoce las necesidades reales se puede intercambiar algunos motores, en primera
instancia o sustituir los sobredimensionados por otros de menor potencia. En aquellos casos en los
que se tenga cargas mecánicas variables, como cintas transportadoras, trituradoras, equipos de
funcionamiento intermitente, etc, es necesario instalar equipos adicionales en cada motor, que
permitan variar la potencia en función de la carga mecánica que soporta el mismo (variadores de
frecuencia).
En caso de que la medida anterior no permita tener un factor de potencia igual o mayor al exigido por la
empresa distribuidora, se recomienda:
¾ Instalar bancos de capacitores, como medida correctiva que puede aplicarse (ver Figuras 6.23 y 6.24),
a fin de compensar la energía reactiva e incrementar el factor de potencia (Fp) por encima del mínimo
establecido por la empresa distribuidora. Se recomienda dimensionar debidamente el banco de
capacitores que se quiere instalar. La ecuación para dimensionar el banco de capacitores es la
siguiente:
[
C BC = Pa ⋅ tan (arccos (Fp i )) − tan (arccos (Fp f ))]
Donde:
CBC = Capacidad del banco de capacitores [kVAr]
Pa = Potencia activa promedio de todas las cargas [kW]
Fpi = Factor de potencia inicial (el que se quiere corregir)
Fpf = Factor de potencia final (al que se quiere llegar)
14
En Bolivia, actualmente, el cobro por bajo factor de potencia se efectúa sólo a empresas que están en la categoría
“Grandes Demandas” en Santa Cruz y Cochabamba. La Superintendencia de Electricidad tiene a su cargo el estudio
correspondiente para la aplicación general del cobro por bajo factor de potencia, en el futuro. Por lo general, el factor
de potencia mínimo, por debajo del cual se penaliza, varía entre 0.85 y 0.90.
15
El efecto Joule es el calentamiento de un cuerpo debido a la resistencia al paso de la corriente que lo atraviesa.
Figura 6.23 Capacitores Figura 6.24 Banco de capacitores Figura 6.25 Cerebro electrónico
Fuente: Catálogo proporcionado gentilmente por la empresa P.A. Energía (palpz@entelnet.bo)
¾ Reduce la generación de energía reactiva y, en consecuencia, evita las penalizaciones por bajo factor
de potencia.
¾ Evita efectuar inversiones en la instalación de bancos de capacitores.
¾ Mejora el aprovechamiento de la energía eléctrica reduciendo las pérdidas por efecto Joule.
¾ Incrementa el rendimiento de los motores y su vida útil.
¾ Corrige el bajo factor de potencia y elimina o reduce la penalización que se debe pagar por bajo factor
de potencia.
¾ Reduce las pérdidas por efecto Joule y, por tanto, disminuye el consumo de energía, con el efecto
correspondiente en el valor de la factura. De esta manera, también se puede alcanzar un desempeño
eficiente en la utilización de la energía eléctrica.
En el Anexo F – 5 se presenta un ejemplo sobre las oportunidades de ahorro con el mejoramiento del
factor de potencia.
Los sistemas de refrigeración son comúnmente utilizados en las industrias de alimentos. En muchas de
estas industrias el consumo de la energía eléctrica utilizada para el funcionamiento de compresores y
condensadores (ventilación) del sistema de refrigeración, puede representar más del 50% del consumo
total de la empresa.
Un sistema de refrigeración puede provocar altos costos de operación cuando funciona por debajo de sus
niveles de eficiencia nominal. Esto puede ocurrir debido a desperfectos en el sistema. Para detectar la
presencia de desperfectos, es recomendable contar con un programa de mantenimiento que contemple:
(i) realizar inspecciones generales, (ii) tomar lecturas periódicas de corriente, voltaje, temperatura,
presión, flujos y niveles de fluidos del sistema. Todo ello con el objetivo de verificar el estado de
funcionamiento del sistema.
Dentro del programa de mantenimiento preventivo, el personal encargado del equipo puede realizar las
siguientes actividades: (i) lubricación y alineación de motores, (ii) verificación y ajuste de las correas, (iii)
lavado del serpentín y (iv) reemplazo de filtros.
Cuando se realicen pruebas de presión, se recargue el refrigerante, se pruebe las sondas de temperatura
y presión, se pruebe los termostatos y presostatos, o se repare e instale accesorios eléctricos y
mecánicos, se requiere de personal técnicamente calificado.
Es común, en las industrias de alimentos, que los sistemas de frío incluyan cámaras de frío para el
almacenamiento de productos. Si éste es el caso, es importante que la cámara de frío sea hermética y
que cuente con un aislamiento térmico apropiado en las paredes laterales como en pisos y techos. De
manera general, se recomienda tomar en cuenta los siguientes puntos al momento de adquirir e instalar
un sistema de frío:
¾ Asegurarse que el equipo de frío sea el adecuado para las temperaturas a las que se piensa trabajar.
¾ Asegurarse que el equipo de frío esté correctamente dimensionado para la carga de frío (en caso que
se encuentre sobredimensionado se encenderá y apagará continuamente provocando picos de
demanda).
¾ Mantener el condensador alejado del sol. De preferencia instalarlo en un lugar con sombra y con
buena circulación de aire.
Una alternativa para los sistemas de refrigeración que se debe considerar en el momento de adquirir
estos equipos, son los sistemas de refrigeración por absorción, cuyo funcionamiento está basado en la
utilización directa de energía térmica.
¾ Instalar cortinas en las entradas y salidas de la cámara de frío para evitar el ingreso de calor.
¾ Instalar un sistema de iluminación eficiente al interior de la cámara para evitar aportes de calor por la
iluminación.
¾ Instalar censores de presencia para la iluminación. De esta manera, se asegura que la iluminación no
quede encendida sin necesidad cuando ya nadie se encuentra dentro de la cámara.
¾ Mantener un espacio adecuado alrededor de la unidad externa con el propósito de evitar que se
perjudique el flujo de aire a través del serpentín del condensador.
¾ Realizar una limpieza frecuente de los filtros y reemplazarlos apenas presenten signos de obstrucción.
¾ Aspirar la suciedad y el polvo del serpentín del condensador un par de veces al año, para evitar que
se restrinja el flujo de aire.
La inadecuada selección de bombas, ventiladores y motores, origina pérdidas de energía por bajo
rendimiento. La característica (flujo-diferencial de presión) de dispositivos como ventiladores, sopladores,
o bombas, se asemeja a la curva negra de la Figura 6.26. Una vez instalados, estos dispositivos
funcionarán con un diferencial de presión y un flujo, de acuerdo al comportamiento representado en la
mencionada curva.
Es importante dimensionar el motor y la bomba de manera que en conjunto el sistema opere alrededor
del punto de máxima eficiencia, (curva azul en la Figura 6.26), que no necesariamente será el de
máxima eficiencia de la bomba (curva roja en la Figura 6.26) o del motor (no mostrada en la figura, pero
que puede ser otenida por diferencia entre la curva del siste y la de la bomba). Aunque en el gráfico las
curvas de eficiencia del sistema y de la bomba coinciden, esto no ocurre normalmente, por esta razón, se
deberá prever la instalación de un variador de frecuencia que permita una regulación automática para
trabajar en el punto de máxima eficiencia.
90 20
80 18
16
12
50 Punto de
Máx eficiencia 10
40
8
30
6
20 4
10 2
0 0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
Caudal [L/s]
Figura 6.26 “Eficiencia de una bomba centrífuga típica (―) y del sistema bomba –
motor (―), en función del caudal hidráulico”. “Diferencial de presión (―), en
función del caudal hidráulico”. Este método puede ser aplicado a bombas,
compresoras, ventiladores y sopladores.
* mca: metros de columna de agua.
Elaboración: Adaptación hecha por el CPTS xviii
Existen, por otra parte, diferentes tipos de ventiladores, bombas o sopladores; por ejemplo, ventiladores
axiales y radiales; o bombas de embolo o rotativas; cada una con sus respectivas características y sus
aplicaciones específicas. Por esta razón es muy importante seleccionar el tipo apropiado del dispositivo
para una aplicación concreta, con el fin de lograr la mayor eficiencia posible durante el funcionamiento.
También, una parte de las pérdidas de energía está asociada a las fugas en los ductos y a la fricción
entre las paredes de éstos y el fluido, lo que ocurre cuando se tiene diámetros menores a lo necesario.
No se debe olvidar la importancia de construir los ductos con el diámetro adecuado para reducir las
pérdidas por fricción. De igual manera, se debe tomar en cuenta que la existencia de codos, reductores,
acoples o uniones innecesarios en las redes de distribución, produce también pérdidas por fricción.
Además, se debe realizar un mantenimiento preventivo para evitar que, por efectos de corrosión o de
deposición de material en los ductos que puedan deformarlos o reducir su diámetro, se incrementen las
pérdidas de carga. Finalmente, el mantenimiento rutinario deberá asegurar que no aparezcan fugas.
En los últimos años, han salido al mercado los denominados “ventiladores eficientes”. Estos ventiladores
llegan a consumir aproximadamente un 65% menos de energía que los modelos estándar gracias a un
mejor diseño de las aletas del ventilador y a la utilización de materiales más livianos en su construcción y,
por lo tanto, mueven un mayor volumen de aire por unidad de energía eléctrica.
Los variadores de frecuencia, son dispositivos electrónicos que convierten una entrada de corriente
alterna (AC) de una frecuencia fija (en general la frecuencia de la red, que en el caso de Bolivia es igual a
50 Hz), en una frecuencia de salida variable. De esta manera, la velocidad de rotación del motor variará
en función de la frecuencia de salida del variador de frecuencia.
La mayoría de los motores para plantas industriales operan a velocidades prácticamente constantes, que
dependen del diseño del motor. Sin embargo, los equipos que utilizan estos motores (ventiladores,
bombas de agua, compresores, elevadores, transportadoras, etc.) pueden operar a distintas velocidades,
dependiendo de los requerimientos o de las cargas. La reducción de velocidad, que generalmente se
efectúa a través de métodos mecánicos (poleas, engranajes u otros mecanismos, que en general son
ineficientes), puede realizarse con variadores de frecuencia, que permiten que la velocidad del equipo
disminuya en función de la carga de los equipos, lo que reduce el consumo de energía. De esa manera,
se evita que los motores trabajen a velocidades mayores a las necesarias cuando el equipo opera con
poca carga e, inclusive, puede permitir que el equipo se detenga (velocidad 0) cuando está sin carga. De
esa manera se evitan pérdidas de energía.
También se puede utilizar un variador de frecuencia como arrancador suave, y así evitar tensiones
mecánicas y demandas de potencia muy elevadas cuando el equipo vuelve a operar con carga. La Figura
6.27 da una idea de la reducción del consumo de energía eléctrica que se puede obtener al utilizar un
variador de frecuencia para ajustar una velocidad en lugar de hacerlo por métodos mecánicos (damper o
válvula).
V a ria d o r d e fre c u e n c ia M é to d o M e c á n ic o (v á lv u la , d a m p e r, e tc .)
1 0 0 .0 0
7 5.0 0
Potencia Eléctrica (%)
A h o rro d e
E n e rg ía
5 0.0 0
2 5.0 0
0 .0 0
0 25 50 75 100
R ela c ión d e v e loc id ad (% )
Si bien instalar variadores de frecuencia es una manera eficiente para reducir la velocidad, se debe tomar
en cuenta que, por lo general, los variadores de frecuencia causan distorsiones armónicas en la red
eléctrica, por lo que es necesario instalar estos dispositivos con filtros adecuados, además de asistencia
técnica especializada.
La Figura 6.28 muestra un ejemplo de consumo específico de energía eléctrica en función del volumen
de producción [kWh/tonelada de producto]. Se observa que a mayores volúmenes de producción, los
consumos específicos de energía son menores. Éste es un comportamiento que se cumple por efecto de
economías de escala. Como se explica en la Sección 6.2.3, el consumo específico fuera de régimen
disminuye a medida que la producción aumenta, entonces, también se reduce el consumo específico
total. Esto implica que, planificando volúmenes de producción adecuados, la empresa puede lograr
importantes ahorros de energía. Por ejemplo, en una empresa, es mejor planificar la producción hasta
niveles cercanos a los que permite su capacidad instalada. Suponiendo que la capacidad instalada es de
100 toneladas por turno, es mejor producirla en un solo turno, que producir las 100 toneladas en dos
turnos, cada uno de 50. De esta manera el consumo específico de energía disminuirá y, en la misma
proporción, disminuirá el costo específico de producción.
600
500
Consumo específico de elecricidad [kWh/t]
400
300
200
100
0
4 6 8 10 12 14 16
¾ Luego de determinar el máximo volumen de producción posible por unidad de tiempo, se debe
planificar la producción a ese ritmo para evitar, en lo posible, la producción de lotes pequeños; de esta
manera se alcanzará el consumo específico óptimo. Se debe tomar en cuenta, sin embargo, que bajo
determinadas condiciones de mercado, es difícil planificar la producción tomando en cuenta
estrictamente criterios de eficiencia productiva. Así, existirán ocasiones en las que la empresa se vea
obligada a trabajar por debajo de su nivel de consumo específico óptimo.
¾ Disminución del costo de producción, en virtud de la reducción del consumo específico de energía
eléctrica y de otros insumos (agua, gas, etc.)
¾ Disminución del impacto ambiental originado por la generación de energía. Si se consume menos
energía eléctrica se necesitará generar menos energía.
En general, el consumo de energía eléctrica para la iluminación en las plantas industriales, representa
una pequeña parte del consumo total. Sin embargo, presenta un potencial de ahorro de energía
interesante. Los niveles de iluminación y la calidad de luz en los puestos de trabajo afectan a la
seguridad, al confort y a la productividad de los trabajadores, factor muy importante que debe tomarse en
cuenta.
Existen diferentes tecnologías que son utilizadas en la iluminación que tienen distintos rendimientos de
conversión lumínica. La Figura 6.29 presenta los rendimientos de iluminación para diferentes tecnologías.
160
140
Rendimiento de Iluminación [Lum/W]
120
100
80
60
40
20
0
Incandescente Mercurio Fluprescente [30 a Halogenuro Vapor de sodio de Vapor de sodio de
[8 a 22] [22 a 58] 83] metálico [67 a 115] alta presión [74 a baja presión [70 a
132] 152]
Como se puede observar en la Figura 6.29, los focos incandescentes, utilizados comúnmente, son los
más ineficientes. Una de las medidas más aconsejables es sustituir estos focos por fluorescentes de
tubo, o por fluorescentes compactos; especialmente en aquellos ambientes en los que la iluminación
artificial es requerida por muchas horas, como es el caso de oficinas, pasillos, galpones, etc.
Generalmente, los focos fluorescentes compactos son más caros que los focos incandescentes, por lo
tanto, no es recomendable su sustitución en lugares que requieren de iluminación esporádica, como es el
caso de baños, depósitos que no tienen personal permanente, espacios poco frecuentados y otros,
debido a que la relación costo-beneficio no es óptima. En todo caso, se debe efectuar un análisis de los
costos y los ahorros a obtenerse. El ahorro proveniente de la sustitución de focos incandescentes por
fluorescentes compactos, alcanza hasta un 70% del consumo de energía para iluminación.
El uso de otro tipo de luminarias eficientes, como las de vapor de sodio o halogenuro metálico, se debe
evaluar en función de las necesidades específicas de la planta. La evaluación debe tomar en cuenta,
además de aspectos económicos, aspectos relativos al color, forma del cono de luz, generación de calor,
atracción de insectos, según corresponda.
También, se debe considerar otros aspectos que influyen en el rendimiento de los sistemas de
iluminación, como el tipo de pantallas, el color de las paredes, la disponibilidad de iluminación natural, la
limpieza y mantenimiento de ventanas, tragaluces, entre otros.
Las fugas en un sistema de aire comprimido pueden originar importantes pérdidas de energía. En
algunas empresas se ha llegado a detectar hasta un 25% de pérdidas del aire generado por un
compresor.
Los lugares más comunes donde se producen las fugas son: los empalmes, mangas, juntas, codos,
filtros, reguladores, trampas de condensado y válvulas. La magnitud de las fugas depende de la presión
de suministro y tienden a aumentar en los sistemas sin control. Por otro lado, la magnitud de las fugas es
también proporcional al cuadrado del diámetro del orificio. El Cuadro 6.7 muestra una aproximación de
las pérdidas de aire (en m3/h) para diferentes presiones y diámetro de orificio.
La manera más eficiente para detectar fugas en los sistemas de aire comprimido, es emplear detectores
ultrasónicos que llegan a captar sonidos agudos que son emitidos por las fugas de aire. Otro método
comúnmente utilizado es pasar agua con jabón por todos los elementos y conductos del sistema de aire
comprimido. Se recomienda realizar las tareas de detección de fugas una vez por mes. Una vez que se
ha identificado los lugares donde se tiene fugas, se debe realizar las reparaciones rápidamente para
evitar seguir perdiendo aire y, por ende, energía eléctrica consumida por el compresor.
¾ Registrar las lecturas diarias de todos los medidores instalados, a fin de ejercer un control del
consumo de energía y potencia.
¾ Realizar el mantenimiento periódico de todas las instalaciones eléctricas (cables, tableros, etc.). En los
tableros de distribución, se debe identificar el nombre de cada carga asociada a ellos (por ejemplo:
máquina 1, máquina 2, etc.).
¾ Redimensionar y adecuar las instalaciones eléctricas. Por ejemplo, conductores con diámetros
inadecuados y longitudes excesivas. Esto contribuirá a la reducción de pérdidas por efecto Joule.
¾ Ajustar las conexiones eléctricas para disminuir pérdidas de energía y minimizar el riesgo de
accidentes en la planta.
Los combustibles comúnmente utilizados para generar energía térmica en la industria son el gas natural,
el gas licuado de petróleo (GLP) y el diesel. Otros combustibles como la leña, el estiércol y el bagazo son
usados, principalmente, en las industrias rurales.
Generalmente, estos combustibles son utilizados para proveer energía térmica, ya sea a través de la
generación de vapor en calderas; de manera directa en hornos o secadores; para el accionamiento de
motores de combustión interna y otro tipo de necesidades.
Generalmente, en las industrias, la energía térmica es suministrada mediante vapor de agua, o agua
caliente, que se generan en calderas de distinto tipo, desde las más rústicas como un tanque calentado a
soplete hasta modelos sofisticados.
Por lo general, se utiliza como combustible gas natural (GN), gas licuado de petróleo (GLP), diesel y, en
algunos casos, leña u otros materiales orgánicos (como cáscaras o residuos vegetales), cuyo uso debe
ser optimizado. A continuación se presenta algunas medidas relativas al uso de la energía térmica.
Los combustibles de uso más común en Bolivia son el gas natural (GN), el gas licuado de petróleo (GLP),
el diesel y la leña. Unos son más contaminantes que otros. Así, el diesel, por su relativo alto contenido en
azufre, es más contaminante que el GN, que no lo contiene. Por otra parte, si bien la combustión de
combustibles como leña, gas y diesel generan gases de efecto invernadero, más o menos en magnitudes
parecidas, es evidente que el uso indiscriminado de leña tiene, además de la emisión de gases, otros
efectos locales como la deforestación y la emisión de humo y de partículas de carbón, entre otros.
Se ha observado que, generalmente, el momento de elegir un combustible, priman los factores de costo y
disponibilidad, antes que el factor ambiental. Por ejemplo, algunas empresas no tienen conexión de GN, y
puede ser que acceder a él resulte muy caro o no factible. Por ello, optan por otro combustible menos
eficiente. A continuación se presentan algunas medidas que pueden tomarse en cuenta el momento de
decidir la elección o sustitución de un combustible.
10 Mcal a partir de diesel (0.54 US$/10 Mcal) es aproximadamente el doble que el del GLP (0.27 US$/10
Mcal) y ocho veces más que el del GN (0.067US$/10 Mcal).
Si no es posible acceder a una conexión de GN, ya sea por razones económicas y/o técnicas, el GLP es
un sustituto adecuado por ser más barato y menos contaminante que el diesel u otros derivados del
petróleo. Sin embargo, el abastecimiento de GLP en instalaciones industriales con consumos superiores
a 500 kg/mes, no debe efectuarse en garrafas, pues el nivel de pérdidas en estos recipientes está
alrededor del 10%. Es conveniente el uso de recipientes fijos (tanques); es común que las empresas
distribuidoras instalen estos recipientes sin costo alguno para el usuario.
Las empresas industriales utilizan diesel, generalmente como combustible para vehículos de transporte
de materiales. En términos de generación de energía térmica para procesos industriales (vapor, hornos,
etc.), no es aconsejable utilizar diesel, ya que éste, además de tener un precio elevado en comparación
al GN o al GLP, contiene azufre y otros compuestos contaminantes.
Con relación a la leña para uso industrial, muy difundido en empresas del área rural, es aconsejable, en
lo posible, su sustitución por GN o GLP.
En todo caso, para definir el tipo de combustible que se va a utilizar, se debe hacer un análisis de costo-
beneficio (disponibilidad, precio, seguridad en el suministro, capacidad de almacenamiento, etc.) y de los
efectos ambientales que conlleva la sustitución de un combustible por otro. En general, la sustitución de
la leña o de diesel por GN o por GLP, genera ahorros económicos muy atractivos y, al mismo tiempo,
reduce la emisión de gases que contienen azufre y compuestos orgánicos contaminantes. En el Anexo
F – 7 se presenta un ejemplo sobre cambio de combustibles.
Finalmente, cabe destacar que, en términos ambientales, los hidrocarburos bolivianos tienen un bajo
contenido de azufre y de otros compuestos contaminantes, comparados con otros que provienen de la
importación.
Una regulación y control permanente de la caldera, permitirá optimizar su funcionamiento, alargar su vida
útil y, en consecuencia, generar importantes ahorros económicos, además de disminuir las emisiones de
gases que contribuyen al efecto invernadero. Para optimizar el funcionamiento de la caldera, se debe
tomar las siguientes medidas:
Una relación aire (oxígeno)-combustible óptima es vital para un eficiente proceso de combustión. Una
mezcla con un exceso de aire (oxígeno), fuera del rango aceptable, provoca el enfriamiento de los gases
de combustión y, por lo tanto, disminuye la eficiencia en la transferencia de calor. Por otro lado, una
mezcla “rica en combustible” (déficit de aire) causa una combustión incompleta, que origina la emisión de
combustible parcialmente quemado a través de la chimenea. Para cada tipo de combustible, existe una
relación aire-combustible óptima. Por ejemplo, para el gas natural, puede existir un exceso de aire
aceptable que oscila entre 10 a 15% respecto a la relación estequiométrica:
Para regular el funcionamiento óptimo de una caldera (rendimiento), es aconsejable el uso de un equipo
denominado “analizador de gases”. La empresa no requiere adquirir este equipo, ya que existen
empresas que pueden prestarle este servicio de análisis.
16
Esta ecuación muestra, como referencia, la reacción química de la combustión completa del metano. En la
práctica, en el proceso de combustión pueden formarse productos intermedios como monóxido de carbono (CO), si la
combustión es incompleta; óxidos de nitrógeno (NOx), si las temperaturas son muy elevadas. Adicionalmente, una
parte de la energía de la combustión intervendrá en calentar el nitrógeno (que es, aproximadamente, el 79% del aire).
También se puede controlar el rendimiento de la caldera, midiendo los flujos de aire, combustible y la
temperatura de los gases de combustión a la salida de la chimenea. Para ello, es necesario disponer de
medidores de flujo de combustible y aire, y de una termocupla o de un termómetro que registre
temperaturas de hasta por lo menos 250 ºC. Si la temperatura de los gases de la chimenea está por
debajo de 140 ºC, es posible que exista un exceso de aire mayor al recomendado. Un alto contenido de
monóxido de carbono en los gases, indica combustible no quemado o déficit de aire. En ambos casos se
debe regular los flujos de combustible y de aire, hasta encontrar la relación óptima.
Otra manera de detectar un déficit o exceso de aire es observar el color de la llama, ya que para
diferentes relaciones aire (oxígeno) – combustible, se obtendrá diferentes coloraciones. Es necesario
tomar en cuenta que para una determinada relación aire (oxígeno) – combustible, la coloración varía en
función del combustible empleado. Por ejemplo para gas natural y GLP, si la llama presenta una
coloración amarillenta, significa que existe un déficit de aire. Si la llama es de color azul, se puede
concluir que la relación aire – combustible puede ser la adecuada o que existe un exceso de aire
(oxígeno). Por lo tanto, si se observa una llama de coloración azul, para determinar si la cantidad de aire
es adecuada, será necesario revisar la temperatura de la chimenea como se indica en el párrafo anterior.
También existen métodos físico-químicos, más exactos, que permiten medir si existe un exceso o déficit
de aire, a partir de la composición de los gases de combustión.
Realizar inspecciones técnicas de la caldera en forma periódica, y verificar el buen funcionamiento del
quemador. Un incorrecto alineamiento de éste puede provocar malas mezclas aire-combustible.
Asimismo, debe efectuarse una limpieza periódica de los tubos por donde pasa el agua o los gases de
combustión, ya que la presencia de cualquier obstrucción o agente extraño en ellos, reduce la eficiencia
del intercambio de calor y, por lo tanto, el rendimiento de la caldera.
Una caldera, funcionando bajo condiciones adecuadas, genera gases de combustión que salen por la
chimenea a una temperatura entre 140 y 150 ºC. Una parte del calor contenido en estos gases, a esas
temperaturas, puede ser aprovechado utilizando un intercambiador de calor para precalentar el agua de
reposición de la caldera o el aire de ingreso al quemador. Sin embargo, la recuperación del calor
destinado al precalentamiento de aire de ingreso al quemador, puede elevar la temperatura de la llama,
incrementando la generación de óxidos de nitrógeno durante la combustión. Más aún, se debe cuidar de
no enfriar mucho los gases de la chimenea, ya que el producto de la condensación de los gases es
corrosivo y puede dañar partes de la caldera. Para evitar cualquiera de estos efectos, se puede instalar
aletas reguladoras (“dampers”) que dirijan una parte de los gases hacia los recuperadores de calor y, la
otra parte, salga directamente por la chimenea, a fin asegurar que la mezcla total de los gases a la salida
de la chimenea estén a una temperatura adecuada.
Controlando estos aspectos, se puede obtener excelentes resultadosxix. También se puede aprovechar
los gases de la chimenea para otros fines.
Es recomendable que, después de un día de uso, se efectúen purgas de agua del fondo de la caldera;
además, una purga completa cada semana (o en periodos más largos, según el uso). Esto permite
expulsar el carbonato de calcio y otros sólidos solubles e insolubles presentes en el agua. Su
acumulación provoca la formación de incrustaciones en diferentes partes de la caldera que disminuyen la
eficiencia de intercambio de energía y la vida útil de la caldera.
Para evitar una alta concentración de las sustancias mencionadas, el agua de alimentación a la caldera
debe estar debidamente ablandada (reducir la presencia de calcio y magnesio), empleando para ello,
resinas de intercambio iónico.
Los beneficios de tener una caldera bien regulada, periódicamente purgada y con una adecuada relación
aire-combustible son:
¾ Se obtiene un ahorro significativo de energía (combustible) y, por ende, aumentan los beneficios
económicos para la empresa. De manera general, y de acuerdo a la experiencia del CPTS, se puede
lograr reducciones del 5 al 20% en el consumo de combustible.
En los sistemas de transmisión y uso de vapor, se utiliza trampas de vapor, que son dispositivos
encargados de dejar pasar el condensado de vapor una vez que éste ha cedido su calor latente. Las
trampas de vapor expulsan aire, dióxido de carbono y gases no condensables, evitando, a la vez, el paso
del vapor. Para que una trampa de vapor sea eficiente debe permitir solo pérdidas mínimas de vapor,
tener larga vida, ser resistente a la corrosión, ventear completamente aire y dióxido de carbono, debe
operar en casos de contra presión, así como en presencia de suciedad.
Existen diferentes tipos de trampas de vapor, entre las más comunes están: (i) las de balde invertido, (ii)
las de boya (flotador), (iii) las termostáticas y (iv) las termodinámicas o de disco controlado. Para que una
trampa de vapor funcione correctamente, se debe tener mucho cuidado al seleccionar el tipo de trampa,
su tamaño y rango de presión. Por lo tanto, se recomienda que la selección de trampas de vapor se
realice con asesoramiento de personal especializado.
Una trampa de vapor puede fallar en posición abierta o cerrada. Es muy común encontrar en los sistemas
de distribución de vapor, trampas que se han quedado abiertas y que dejan pasar el vapor
continuamente. De esta manera, una gran cantidad de vapor pasa continuamente sin ceder su contenido
energético provocando pérdidas de energía. El Cuadro 6.8, muestra las pérdidas de vapor por hora para
una trampa que ha fallado en la posición abierta. Las fugas de vapor están en función del tamaño del
orificio que deja pasar el vapor y de la presión del sistema.
Una vez que se cuantifica las pérdidas de vapor es posible determinar las pérdidas de energía
multiplicando la cantidad de vapor que se pierde por el contenido de energía útil que contiene el vapor
(ver ejemplo al final de la Sección 6.2.5.4).
Es recomendable hacer una inspección de las trampas de vapor con cierta frecuencia para verificar que
éstas se encuentren funcionando correctamente. Dependiendo de la presión a la que opera el sistema de
distribución de vapor, se sugieren las siguientes frecuencias de inspección: (i) semanalmente para
sistemas de alta presión (mayor a 150 psig), (ii) mensualmente para sistemas de media presión (de 30 a
150 psig) y (iii) anualmente para sistemas de baja presión (por debajo de 30 psig).
Los métodos más utilizados para la inspección de las trampas de vapor son los siguientes: i) temperatura,
(ii) sonido, (iii) visual y (iv) ultrasónico. De estos métodos, el ultrasónico es el más preciso para
determinar la correcta operación de las trampas de vapor. Los detectores ultrasónicos llegan a captar
sonidos agudos que son emitidos por el paso de vapor y agua a través de la trampa de vapor.
Cuadro 6.8 Pérdidas de vapor por hora para diferentes presiones y diámetros de
fugas
Diámetro Presión de vapor bar (manométrica)
(mm) 1 2 4 7 10 16 25 40
Fugas de vapor [kg/h]
1.02 0.9 1.3 2.1 3.4 4.7 7.2 11 17
1.19 1.2 1.8 2.9 4.7 6.4 10 15 24
1.59 2.1 3.1 5.2 8.3 11 18 27 43
1.98 3.3 4.9 8.1 13 18 28 42 66
2.38 4.7 7.0 12 19 26 40 61 96
2.46 5.0 7.5 13 20 28 43 65 103
2.78 6.4 10 16 25 35 54 83 130
3.18 8.4 13 21 33 46 71 108 170
3.57 11 16 26 42 58 89 137 215
3.97 13 20 32 52 71 110 169 266
4.76 19 28 47 75 103 159 243 383
5.56 26 38 64 102 140 216 331 522
6.35 33 50 83 133 183 282 432 681
7.14 42 63 105 168 231 357 546 861
7.94 52 78 130 208 286 441 675 1,064
8.73 63 95 157 252 346 534 817 1,288
9.53 75 113 187 299 411 636 972 1,532
11.11 102 153 255 407 560 865 1,323 2,085
12.70 134 200 333 532 731 1,130 1,727 2,723
14.29 169 253 421 673 926 1,430 2,186 3,447
15.88 209 313 520 831 1,143 1,765 2,699 3,447
17.46 253 378 629 1,006 1,383 2,136 3,266 5,149
19.05 301 450 749 1,197 1,646 2,542 3,887 6,128
22.23 410 613 1,020 1,630 2,240 3,460 5,290 8,341
26.99 604 904 1,503 2,403 3,303 5,102 7,800 12,298
Fuente: Guía para la conservación de vapor en el drenado de condensados – Armstrong
Internacional INC.
La eliminación de fugas en las tuberías de provisión de vapor y de retorno de condensados, así como en
tanques de almacenamiento y en acoples, conduce a importantes ahorros de energía. Las fugas de vapor
incrementan el uso de combustible, ya que se tiene que generar vapor adicional para compensar las
pérdidas. El Cuadro 6.8 muestra la cantidad de vapor perdida por hora, como consecuencia de las fugas
en función del diámetro del orificio que deja pasar el vapor y de la presión del sistema. Una vez que se
cuantifica las pérdidas de vapor, es posible determinar las pérdidas de energía multiplicando el vapor que
se pierde por el contenido de calor que contiene el vapor con respecto al del agua de alimentación de la
caldera.
Las fugas en las líneas de retorno de condensados incrementan el uso de agua de reposición,
ocasionando un gasto mayor de combustible para calentar dicha agua de reposición. Por tanto, se debe
identificar y eliminar todas las fugas presentes en las líneas de provisión de vapor, de retorno de
condensados, tanques de almacenamiento y acoples.
A continuación se presenta el ejemplo de una fuga (con valores aproximados para un cálculo sencillo),
cuyo diámetro es de 1.98 mm, en un sistema de 7 bar de presión, en una planta que utiliza vapor durante
4 horas al día, 300 días al año, y GLP, como combustible para generarlo. Según el Cuadro 6.8, la pérdida
es igual 13 kg de vapor por hora, lo que corresponde a 52 kg/día (13 kg/hora x 4 horas/día) y a 15,600
kg/año (52 kg/día x 300 días/año).
Cálculo aproximado de la cantidad de energía necesaria para generar 15,600 kg/año de vapor y su
impacto económico.
100°C
100 kg(agua) + ΔE [kcal] 70% de eficiencia energética
→ 100 kg(vapor)
70%
Factor de eficiencia: f = = 0. 7
100%
[
ΔE kcal / kg(agua ) =] Calor sensible [kcal] + Calor latente [kcal]
M(agua ) [kg] × f
M( agua ) [kg] × Cp(agua ) [kcal / °C] × ΔT [°C] + M(agua )[kg] × L(agua → vapor ) [kcal / kg(agua ) ]
=
M(agua ) [kg] × f
(
100 kg (agua ) × 1 kcal / °C kg (agua ) × (100 − 20 ) °C + 540 kcal / kg (agua ) )
=
100 kg (agua ) × 0.7
= 886 kcal/kg(agua)
[ ]
MGLP / kg( agua ) kg(GLP ) / kg(agua ) =
AE [kcal / kg(agua ) ]
CGLP [kcal / kg(agua ) ]
= 0.075 kg(GLP)/kg(agua)
¾ Costo del GLP por año (Costo(GLP,año)) para producir 15,600 kg de vapor/año
= 304 US$/año
Para evitar pérdidas de calor, se debe aislar todas las tuberías y/o superficies que estén a alta
temperatura, empleando fibra de vidrio u otro material aislante. Cuando sea necesario, y sobre el
aislante, utilizar un revestimiento de chapas delgadas de latón, a fin de reducir las pérdidas de calor por
radiación. Se debe evitar que el material aislante se moje, a fin de que no pierda sus propiedades
aislantes.
El aislamiento de las líneas de vapor genera importantes ahorros de energía. De manera general, se
obtendrán reducciones en el consumo de combustible, en la emisión de gases de combustión, en las
pérdidas de calor y en el riesgo de quemaduras por parte de los empleados.
Como en el caso de la energía eléctrica, una planificación de la producción puede reducir el consumo
específico de energía térmica. La Figura 6.30 ilustra esta situación. Se observa que, a mayores
volúmenes de producción (por ejemplo, en toneladas por día o por hora), el consumo específico de GN
(pies cúbicos/tonelada (pc/t)) se reduce.
¾ Luego de determinar el máximo volumen de producción posible por unidad de tiempo, se debe
planificar la producción a este ritmo, por períodos de tiempo determinados, paralizando la producción
entre períodos durante un tiempo definido, de tal manera de evitar la producción de lotes pequeños en
forma continua; todo ello, con el objetivo de alcanzar un consumo específico de combustible reducido.
Por ejemplo, en vez de utilizar vapor un par de horas cada día, se puede intensificar la producción de
tal manera de usar vapor el día entero, paralizando la producción de vapor los siguientes dos o tres
días, según se requiera.
Se puede lograr una reducción importante en el consumo de combustible, con el consecuente beneficio
económico que ello implica, así como alargar la vida útil de los equipos.
7.0
6.0
4.0
3.0
2.0
1.0
0.0
7.0 8.0 9.0 10.0 11.0 12.0 13.0 14.0 15.0 16.0
¾ Asegurar que se encuentren instaladas válvulas de alivio que permitan la evacuación del vapor, en
caso de presiones accidentales excesivas.
6.2.5.8 Cogeneración
La cogeneración consiste en la generación simultánea de energía eléctrica y energía térmica (como calor
o vapor), ambas plenamente aprovechables por la empresa. Los sistemas de cogeneración usan diversas
formas tecnológicas, pero siempre incluirán un generador de electricidad y un sistema de recuperación de
calor residual. A través de los sistemas de cogeneración se puede alcanzar niveles de rendimiento de
aproximadamente el 90% respecto a la energía contenida en el combustible empleado. Estos niveles de
rendimiento dependen en gran medida de las características de la empresa, de las distancias que pueden
separar al sistema de generación con los usuarios finales, especialmente del vapor o el calor. Los niveles
de eficiencia se incrementan si los sistemas de cogeneración están instalados tan cerca como sea
posible de los usuarios finales.
El combustible ideal para llevar a cabo sistemas de cogeneración es el gas natural por ser un
combustible limpio, lo propio para sistemas de ciclo combinado. Sin embargo, se puede utilizar cualquier
combustible, dependiendo de su disponibilidad y de los costos del proyecto. Los ingenios azucareros son
ejemplos de cogeneración en nuestro país. El combustible utilizado es el bagazo proveniente de la
molienda de la caña, el vapor producido por las calderas se usa para la generación eléctrica, mientras
que la energía residual se usa para los procesos de evaporación y cristalización. Estos sistemas
permiten, además de satisfacer el consumo propio de la empresa, vender el excedente de energía
eléctrica a la red de distribución pública.
Actualmente, los países con mayor nivel de penetración de la cogeneración en sus sistemas eléctricos,
son los de la Unión Europea donde representa un 10% del mercado eléctrico. Países como España, que
han impulsado fuertemente la cogeneración, tienen grados de penetración aún mayores.
CAPÍTULO 7
ANEXOS
Área: Temperatura:
m2 metro cuadrado ºC grado Celsius o centígrado
cm2 centímetro cuadrado K Kelvin
mm2 milímetro cuadrado
Presión:
Volumen: mmHg milímetros de mercurio
m3 metro cúbico
dm3 decímetro cúbico Potencia:
L Litro kW kilovatio
cm3 centímetro cúbico
mL mililitro Energía:
mpc millar de pies cúbicos kcal kilocaloría
MJ megajoule
Masa: kWh kilovatio-hora
t tonelada
kg kilogramo Concentración:
g gramo N Normalidad (N° equivalentes/L)
mg miligramo ppm partes por millón
qq quintal M Molaridad (N° de moles/L)
(*) Se adoptará el litro (L) como equivalente al decímetro cúbico (dm3)
(**) Se adoptará el mililitro (mL) como equivalente al centímetro cúbico (cm3)
Gentileza:
MINISTERIO DE DESARROLLO SOSTENIBLE
VICEMINISTERIO DE RECURSOS NATURALES Y MEDIO AMBIENTE
DIRECCIÓN GENERAL DE MEDIO AMBIENTE
1. Tipo: Convenio
Nombre del convenio: Sistema de control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y otros
desechos. Convenio de Basilea
Fecha: Fue adoptado por 116 estados el 22 de marzo de 1989. Entró en vigor el 5 de mayo 1989.
En Bolivia fue ratificado el 12 de julio de 1996, mediante Ley de la República, Ley No. 1698
Significado:
El convenio de Basilea representa nuevas normas, reglas y procedimientos jurídicos para regir los movimientos y la
eliminación de los desechos peligrosos tanto a nivel internacional como nacional. A este respecto dicho instrumento
representa la intención de la comunidad internacional de resolver este problema ambiental de forma colectiva. El texto del
convenio ofrece un sistema regulador establecido para la vigilancia y el control de los movimientos transfronterizos de
desechos peligrosos.
Cada Estado parte del convenio de Basilea esta sujeto a todas las obligaciones que entraña el Convenio. Un Estado Parte
en el convenio de Basilea debe contar con la legislación nacional para aplicar lo estipulado en el Convenio. Por lo tanto,
toda persona que se halle bajo la jurisdicción nacional de un Estado Parte en el Convenio de Basilea y que intervenga en
el movimiento transfronterizo de desechos peligrosos u otros desechos esta obligada jurídicamente a cumplir las leyes y
reglamentos nacionales pertinentes que rigen los movimientos transfronterizos de desecho y su eliminación.
Objetivos:
El objetivo general del convenio de Basilea es establecer un control estricto de los movimientos transfronterizos de los
desechos peligrosos y otros desechos para proteger la salud de las personas y el medio ambiente de los efectos nocivos
que pudieran derivarse de la generación y manipulación de esos desechos, los principales objetivos del convenio de
Basilea son:
a) Reducir los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y otros desechos a un mínimo compatible con
su manejo ambientalmente racional;
b) Tratar y eliminar los desechos peligrosos y otros desechos lo mas cerca posible de su fuente de generación de
una manera ambientalmente racional; y
c) Reducir al mínimo la generación de desechos peligrosos y otros desechos (atendiendo tanto a la capacidad
como al peligro potencial).
Resultado:
El convenio de Basilea establece un mecanismo armonizado internacionalmente para controlar los movimientos
transfronterizos de los desechos peligrosos y otros desechos sometidos al convenio. Existe un Manual de instrucciones
que se ha preparado con objeto de proporcionar una interpretación armonizada del convenio, de su sistema de control y
de facilitar la aplicación del sistema de control. El manual va destinado a las personas que intervienen el movimiento
transfronterizo de los desechos peligrosos y otros desechos sin embargo, hay que tener presente que el manual debe
considerarse solamente como un documento explicativo de apoyo del texto del Convenio de Basilea. En ningún caso
sustituye el texto del convenio o de ninguna ley nacional, en caso de duda sobre algún aspecto del convenio de Basilea
dirigirse a la autoridad competente del convenio.
2. Tipo: Convenio
Nombre del convenio: Convenio de Rótterdam
Fecha: El Convenio de Rótterdam se aprobó en la Conferencia de Plenipotenciarios celebrada en Rótterdam el 10 de
septiembre de 1996 y se abrió a la firma el 11 de septiembre de 1998. Permaneció abierto a la firma durante un año en la
Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, hasta el 10 de septiembre de 1999. El convenio entrará en vigor a los 90
días de depositarse 50 instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión, mientras tanto hay 83 países que
se han adherido al convenio. Aun no ha entrado en vigor, en este periodo provisional se trabajara en el convenio.
Significado:
Según el Convenio, la exportación de productos químicos sólo podrá tener con el consentimiento fundamentado previo de
la parte importadora.
El procedimiento de consentimiento fundamentado previo (CFP) es un medio de obtener oficialmente y difundir las
decisiones de los países importadores respecto de sí desean recibir futuros envíos de determinado producto químico y de
velar por la aplicación de esas decisiones por parte de los países exportadores e importadores de proteger la salud
humana y el medio ambiente de los efectos perjudiciales de esos productos químicos.
El Convenio incluye disposiciones sobre el intercambio de información entre las partes sobre los productos químicos
potencialmente peligrosos que puedan exportarse e importarse y prevé un proceso nacional de adopción de decisiones
relativas a la importación y la aplicación de las decisiones por los exportadores.
Las decisiones que adopte la Parte importadora no han de estar sujetas a consideraciones comerciales; es decir: si la
Parte decide no dar su consentimiento a la importación de un determinado producto químico, también ha de poner término
a la fabricación de ese producto en el país para uso interno así como rechazar las importaciones provenientes de Estados
que no sean Partes en el Convenio.
El Convenio abarca plaguicidas y productos químicos industriales prohibidos o rigurosamente restringidos por las Partes
por motivos sanitarios o ambientales y respecto de los cuales estas partes han de presentar notificaciones para que se les
aplique el procedimiento de CEP. También podrán proponerse las formulaciones de plaguicidas muy peligrosas que
entrañen riesgos por las condiciones en que se utilizan en las Partes que son países en desarrollo o países con
económicas en transición. La decisión de aplicar el procedimiento de CFP a un producto químico quedará a criterio de la
Conferencia de las Partes. Inicialmente, el Convenio se aplicará al menos a 27 productos químicos a los cuales ya se
aplicaba el procedimiento vigente de CFP voluntario; probablemente se añadirán otros cientos de productos químicos a
medida que se vayan poniendo en práctica las disposiciones del Convenio.
Objetivos:
El objetivo del presente Convenio es promover la responsabilidad compartida y los esfuerzos conjuntos de las Partes en
la esfera del comercio internacional de ciertos productos químicos peligrosos a fin de proteger la salud humana y el medio
ambiente frente a posibles daños y contribuir a su utilización ambiental racional.
Resultado:
En el convenio se establecen disposiciones relativas a la asistencia técnica entre las Partes. Teniendo en cuenta en
particular las necesidades de los países en desarrollo y de los países con economías en transición, las Partes cooperarán
para promover la asistencia técnica encaminada al desarrollo de la infraestructura y la capacidad necesarias para que la
gestión de los productos químicos se efectúe de conformidad con lo dispuesto en el Convenio. Las Partes que tengan
programas más avanzados de reglamentación de la gestión de los productos químicos han de prestar asistencia técnica,
incluida capacitación, a otras Partes para que desarrollen su infraestructura y capacidad en relación con la gestión de los
productos químicos a lo largo de todo su ciclo.
Las Partes han de facultar a una o más autoridades nacionales para que actúen en su nombre en el cumplimiento de las
funciones administrativas que establece el Convenio. La aplicación del Convenio será supervisada por una Conferencia
de las Partes. Se establecerá un Comité de examen de productos químicos que se encargará de examinar las
notificaciones y propuestas de la Partes y hacer recomendaciones a la Conferencia de las Partes respecto de los
productos químicos a los que debería aplicarse el procedimiento de CFP. En virtud del convenio, todo el proceso ha de
llevarse a cabo de forma abierta y transparente.
Quedan excluidos del ámbito de aplicación del Convenio determinados grupos de productos químicos como los
estupefacientes y las sustancias psicotrópicas, el material radiactivo, los desechos, las armas químicas, los productos
farmacéuticos y los alimentos y sus aditivos.
3. Tipo: Protocolo
Nombre del Protocolo: Protocolo sobre Seguridad de la Biotecnología.
Fecha: Este convenio se celebró en Cartagena de Indias (Colombia) del 14 al 22 de febrero de 1999
Significado:
La decisión II/5 de la conferencia de la Partes en el convenio, relativa a la elaboración de un protocolo sobre seguridad de
la biotecnología, centrando específicamente en los movimientos transfronterizos de cualesquiera organismos vivos
modificados resultantes de la biotecnología moderna que puedan tener efectos perjudiciales para la conservación y la
utilización sostenible de la diversidad biológica, que establezca en particular, para su ulterior examen, un procedimiento
adecuado de acuerdo fundamento previo.
Reafirmando el enfoque de precaución que figura en el principio 15 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo.
Conscientes de la rápida expansión de la biotecnología moderna y de la creciente preocupación publica sobre sus
posibles efectos perjudiciales para la diversidad biológica, teniendo también en cuenta los riesgos para la salud.
Reconociendo que para la biotecnología moderna tiene grandes posibilidades de contribuir al bienestar humano si se
desarrolla y utiliza con medidas de seguridad adecuadas para el medio ambiente y la salud humana.
Reconociendo también la crucial importancia que tiene para la humanidad los centros de origen y los centros de
diversidad genética.
Teniendo en cuenta la reducida capacidad de muchos países, en especial los países en desarrollo, para controlar la
naturaleza y la magnitud de los riesgos conocidos y potenciales derivados de los organismos vivos.
Objetivos:
De conformidad con el enfoque de precaución que figura en el principio de 15 de la declaración de Rió sobre el Medio
Ambiente y el desarrollo, el objetivo del presente protocolo es contribuir a garantizar un nivel adecuado de protección en
la esfera de la transferencia, manipulación y utilización seguras de los organismos vivos modificados resultantes de la
biotecnología moderna que puedan tener efectos perjudiciales para la conservación y la utilización sostenible de la
diversidad biológica, centrándose concretamente en los movimientos transfronterizos.
Resultado:
El presente protocolo se aplicará, con sujeción a lo dispuesto en el párrafo 2 del presente artículo, al movimiento
transfronterizo, la manipulación y la utilización de los organismos vivos modificados que puedan tener un efecto adverso
para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, los riesgos para la salud humana, impactos
socioeconómicos y daños a la propiedad.
Sin prejuicio del derecho de las Partes a someter todo organismo vivo modificado a una evaluación del riesgo antes de
adoptar cualquier decisión con respecto a la importación, el presente protocolo no se aplicara a:
a) Los movimientos transfronterizos de organismos vivos modificados que no sea probable que tengan efectos
perjudiciales para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, teniendo en cuenta los
riesgos para la salud humana, según lo que se especifique en un anexo del Protocolo.
b) Al transito de organismos vivos modificados, salvo en lo que se refiere a los artículos 2, 14 y 15 y a los
movimientos transfronterizos intencionales de organismos vivos modificados destinados al uso confinado.
Acuerdos:
Las partes podrán concertar acuerdos y arreglos bilaterales, multilaterales y regionales con partes que no sean partes
relativos a los movimientos transfronterizos intencionales de organismos vivos modificados, siempre que esos acuerdos y
arreglos sean compatibles con los objetivos del protocolo y no constituyan una reducción del nivel de protección previsto
en el protocolo
4. Tipo : Protocolo
Nombre del Protocolo: Protocolo de Kyoto
Fecha: 06/02/2000 en el “Taller de presentación y el camino a Kyoto”
Significado:
En la década de los años 80, se hizo aparente que las emisiones antropogénicas de CO2 y otros gases de efecto
invernadero afectan al clima mundial con potenciales resultados catastróficos para la naturaleza y el hombre. El
incremento en la concentración de esos gases últimamente ha causado un incremento en la temperatura de la
atmósfera, lo que ha ocasionado el elevamiento del nivel del mar, el cambio en los patrones de precipitación, perdida en
la biodiversidad y una tendencia al aumento de la incidencia de fenómenos extremos (tormentas, inundaciones, sequías
etc.).
En la Cumbre de la tierra del Río de Janeiro en 1992 el cambio climático fue uno de los tópicos clave y los países
industrializados (pertenecientes al Anexo 1) pensaron en reducciones de emisiones, y fue abierta para su firma la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de las Partes de la Convención celebrada en
Kioto. El Protocolo compromete a los países desarrollados y a los países con economías en transición a economías de
mercado, a reducir sus emisiones en 5.2% en promedio, bajo los niveles de 1990 para el periodo de compromiso del
Protocolo del 2008 al 2012. Al mismo tiempo, el Protocolo de Kioto suministra los fundamentos de mercado para su
mercado internacional de créditos de emisión. Como los costos de mitigación de las emisiones de Gases de Efecto
Invernadero (GEI) difieren entre países, las ganancias económicas pueden ser alcanzadas a través de un comercio
internacional de derechos en emisión, que permita a los países reducir emisiones. Por esta razón, el Protocolo de Kioto
permite tres mecanismos diferentes para el comercio de emisiones, conocidos como implementación Conjunta, el
Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) y el Comercio Internacional de Emisiones y abre la posibilidad a la formación de
burbujas internacionales de emisión. De esta manera, solo el MDL abre la posibilidad a los países en desarrollo para
participar en este esfuerzo internacional para reducir emisiones.
Durante los recientes pasados años, el interés en el mercado emergente de reducción de GEI de modo estable se ha
incrementado. Hasta el año 2010 se espera que se constituya un mercado global de derechos de emisión con un valor
de varios miles de millones de dólares, proveyendo oportunidades de negocios y opciones para encontrar fondos para
proyectos que contribuyan al desarrollo sostenible.
Objetivos:
Comercio de Emisiones (CE), el protocolo de Kioto en el Artículo 17 suministra la posibilidad de comerciar emisiones
entre los países desarrollados (países del Anexo B del Protocolo). Basadas en las emisiones de 1990 de los países del
Anexo B y sus individuales cuantificados de limitación y reducción de emisiones, las “Cantidades Asignadas” de cada
uno de los países del Anexo B pueden ser calculadas, en este sentido las “Partes de la Cantidades Asignadas” (Parts of
Assigned Amounts – PAAs) de un país individual pueden ser comercializados a través del Articulo 17. Este comercio
será emprendido principalmente por entidades públicas, aunque se espera la participación del sector privado, lo cual
aún no se ha decidido.
El Articulo 4 suministra la posibilidad a los países del Anexo I conformar “burbujas”, en el sentido de que varios países
pueden acordar alcanzar sus compromisos de reducir emisiones de manera conjunta. La unión Europea (UE) ha
conformado esta burbuja y como resultado, algunos de los países dentro de la burbuja de la UE han acordado reducir
sus emisiones más allá de su meta fijada por Kyoto, mientras otros podrán emitir más de lo que ellos tendrían permitido
emitir bajo los compromisos de Kyoto.
La Implementación Conjunta (IC), adicionales a los Artículos 17 y 4, está concebida como un mecanismo basado en
proyectos entre países del Anexo I. La idea considera una inversión hecha con el propósito de reducir emisiones de
Gases de Efecto Invernadero (GEI), por la cual el inversor recibe con retorno de su inversión los créditos de emisión. El
efecto de reducción de emisiones es calculado por comparación de las emisiones actuales con una línea de base de
emisiones. La reducción de emisiones alcanzada por los proyectos de IC tiene como resultado “Unidades de Reducción
de Emisiones” (Emission Reduction Units – ERUs).
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), el Articulo 12 del Protocolo de Kioto establece el MDL, con el propósito de
ayudar a los países en desarrollo a alcanzar el desarrollo sostenible y contribuir al objetivo último de la Convención, así
como ayudar a los países del Anexo I para alcanzar el cumplimiento de sus compromisos cuantificados de limitación y
reducción de emisiones. Los proyectos MDL son de hecho muy similares a los de IC, solo que la inversión es
emprendida en un país no perteneciente al Anexo I, los cuales se beneficiarán de las actividades de proyectos que
resulten en “Reducción Certificadas de Emisiones “(Certified Emission Reductions – CERs). Los proyectos MDL
requieren que sus resultados sean reducciones adicionales de emisiones, es decir reducciones de emisiones que no
hubieran ocurrido de otra manera.
El cálculo del efecto de reducción de emisiones de un proyecto de mitigación de GEI esta hecho por comparación de los
flujos potenciales de GEI del proyecto con la situación que tendría lugar si el proyecto no fuese implementado. Este
escenario “de lo que ocurriría“ es llamado línea de base.
Resultado:
Tres Resultados Principales:
Actividad Feriales y Unilateralidad: el estudio apoya la posición negociadora de Bolivia referida a los siguientes
puntos: a) demanda de inclusión en el MDL de los proyectos referidos al Uso de la Tierra, Cambio en el Uso de la Tierra
y Actividades Forestales (proyectos LULUCF) y b) requerimiento de que se acepte el financiamiento unilateral para los
proyectos MDL (ver los Capítulos 2, 5 y 6).
Distribución de los excedentes MDL: en el estudio se presenta un enfoque innovador a la distribución de los
excedentes de proyectos MDL. Los gobiernos anfitriones del MDL son estimulados para asegurar que parte de los
excedentes MDL sea retenida en los países anfitriones. En este sentido debido a que los convenios de distribución de
créditos no parecen ser los más adecuados se presenta un régimen de impuestos que tienen mayores ventajas tanto
para los países anfitriones, como para los inversores. La propuesta esta basada en la legislación fiscal existente y
puede ser fácilmente implementación (Ver Capítulo 5).
Aprobación de proyectos MDL: un procedimiento directo para la aprobación de los proyectos MDL es delineado, el
cual esta basado en la legislación existente, aspecto que facilita en gran manera la rápida implementación de las
sugerencias (ver Capítulos 4y 5 )
Por último durante los recientes pasados años, el interés en el mercado emergente de reducción de GEI de modo
estable se ha incrementado. Hasta el año 2010 se espera que se constituya un mercado global de derechos de emisión
con un valor de varios miles de millones de dólares, proveyendo oportunidades de negocios y opciones para encontrar
fondos para proyectos que contribuyan al desarrollo sostenible.
5. Tipo: Convenio
Nombre del convenio: Cambio Climático
Fecha: Mediante Decreto Ley 1576, ratifica la Convención Marco de las NN.UU., sobre el Cambio Climático (CC).
Resultado:
Una de las mayores experiencias en Bolivia es que se ha culminado con el Inventario Nacional de Emisiones de Gases
de Efecto Invernadero y los Análisis de Vulnerabilidad y adaptación al CC, así como los estudios preliminares de
opciones de mitigación de gases de efecto invernadero en el sector energético y no energético. También se ha llevado a
cabo un Plan Nacional de Acción sobre el CC, y la Comunicación Nacional que el país presentó en la gestión 1998.
6. Tipo: Convenio
Nombre del convenio: Capa de Ozono
Fecha: En Agosto de 1994, Bolivia promulgó la Ley 1584
Resultado:
Noviembre de 1995, el Comité Ejecutivo del Fondo Multilateral aprobó el Programa Nacional para la Reducción Gradual
del Consumo de sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO), donde se establece el Plan de Acción del
Gobierno.
En 1996 /97. Se formularon proyectos de inversión industrial para cooperar en la sustitución del consumo de SAO
En 1997/98 Se aprobó el financiamiento para la elaboración del Proyecto de Inversión para el Sector de Espumas.
7. Tipo: Convenio
Nombre del convenio: MERCOSUR
Fecha: 17 de Diciembre de 1996 el Gobierno de Bolivia firma el acuerdo como país asociado al MERCOSUR en la
reunión de Presidentes y a partir de la fecha se llega a denominar Estados Miembros y Asociados con el denominativo
de MERCOSUR, Bolivia y Chile
Resultados y/o acuerdos:
En relación a temas ambientales se tiene:
Establecimiento de los “puntos de contacto”, a la persona física o jurídica que realiza idéntica función ante el organismo
Internacional de Energía Atómica (O.I.E.A.).
Información tanto cuantitativa como cualitativamente de las fuentes radiactivas bajo control y registro de las respectivas
autoridades competentes en materia nuclear.
Levantamiento de la lista de material de “uso dual” para evaluar los potenciales inconvenientes que podrían plantearse al
Aporte de experiencias sobre hechos de tráfico ilícito, a fin de reunir información sobre el “modus operandi”, tácticas
utilizadas, rutas habituales, etc.
Procedimientos, en los distintos ámbitos (aduaneros, de fuerza de seguridad, autoridades regulatorias nucleares, de
inteligencia, etc.), a fin de implementar, por consenso, medidas de prevención, detección y respuesta ante la eventual
ocurrencia de un hecho de tráfico ilícito de materiales nucleares y/o radiactivos.
También están los diferentes acuerdos que han llegado.( Documentación en archivo)
a) No. 10/00 Acuerdo sobre reglamentación del régimen de transito vecinal fronterizo entre los estados parte del
Mercosur, la República de Bolivia y la República de Chile.
b) No. 8/00 Acuerdo sobre complementación del Plan General de Cooperación y Coordinación reciproca para la
seguridad regional en materia de Trafico ilícitos de material nuclear y/o radiactivo entre el Mercosur, la
República de Bolivia y al República de Chile
c) No. 6/00 Acuerdo sobre complementación del Plan General de Cooperación y Coordinación reciproca para la
seguridad regional en materia de ilícitos ambientales entre el MERCOSUR, la República de Bolivia y la
República de Chile.
d) No. 5/00 Plan general de Cooperación y Coordinación reciproca para la seguridad regional.
e) No. 4/00 Acuerdo sobre complementarios del plan General de Cooperación y Coordinación reciproca para la
seguridad regional en materia de delitos Económicos/Financieros entre el MERCOSUR, la República de Bolivia
y la República de Chile.
f) No. 14 Acuerdo complementación de la definición y configuración del sistema de intercambio de información de
seguridad entre el MERCOSUR, la República de Bolivia y la República de Chile.
Existen 27 proyectos asignados a 8 programas (tres ya han sido ejecutadas). Además de 7 nuevos proyectos aún no
asignados a programas, propuestos por Suriname (05), Perú (01) y Bolivia (01).
En la VII Reunión Ordinaria de la Comisión Especial de Medio Ambiente de la Amazonia (CEMAA) se pudo determinar
una nueva estructura de funcionamiento de la CEMAA, se determinaron las áreas temáticas, sobre la base de la cuales
se deben ir definiendo los proyectos que serán presentados y los que resulten de la priorización que realizará cada país
Luego de hacer un análisis de los 27 proyectos de la CEMAA, se pudo determinar que 3 proyectos han sido ejecutados,
7 no tienen perfil ni ficha de proyecto, 7 solo tienen ficha de proyectos, 8 tienen fichas y proyecto inicial y 2 tienen ficha y
Documentos de Talleres, estos proyectos figuran en listas muchos años y no han dado resultados esperados y tampoco
el país proponente del proyecto ha realizado ningún avance o actualización de los mismos. En este sentido, es
importante realizar una selección y priorización a fin de que permanezcan solo los más importantes y que sean viables
desde todo punto de vista.
La Comisión Especial Nacional de Medio Ambiente de la Amazonia de Bolivia, ya tiene definidos sus objetivos e
identificadas las instancias involucradas en el tema y una priorización de proyectos. Sobre esta base, se debe realizar la
priorización de los proyectos existentes y presentación de nuevos proyectos en coordinación con la Dirección General
de Biodiversidad, Dirección General de Clasificación de Tierras y Cuencas y la Dirección General de Desarrollo Forestal.
Dichos proyectos son Programas de Apoyo a la zonificación de la Amazonia, Fase II experiencia Piloto en el manejo de
la fauna silvestre en los países de la Cuenca amazónica, Utilización del bosque Amazónico, Fase I, Bolivia, Ecuador y
Perú, Acción para una Amazonía Sostenible, Valoración Económica sobre la base del Potencial de Biodiversidad en
Áreas Naturales Protegidos de los países del TCA, Afectación Ambiental de la Actividades, obras y/o proyectos en la
Amazonía (Bolivia, Perú y Brasil). Proyecto Regional del Uso Sostenible y Conservación de la Fauna silvestre en los
países de la Cuenca Amazónica, Ordenación de la pesca en la Cuenca Amazónica.
Significado:
Leyes de protección Capa de Ozono
Objetivos:
Reducción de la capa y cumplir las medidas de control para Sustancia Agotadoras de Ozono
GLOSARIO DE CODIGOS (COD), LEYES (L) CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO (CPE),
REGLAMENTOS, DECRETOS SUPREMOS (DS), RESOLUCIONES MUNICIPALES (RM),
RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS
AREA GENERAL
AREA DE MINERIA
AREA HIDROCARBUROS
AREA DE LA INDUSTRIA
A continuación se presenta el cuestionario técnico que utiliza el CPTS para la preparación de sus
diagnósticos de PML.
Para que la evaluación técnica de su planta sea eficiente, es necesario preparar la información con
anticipación. Esto permitirá que los técnicos a cargo del diagnóstico de producción más limpia, que
incluye prevención de la contaminación y eficiencia energética, puedan planificar la forma más
conveniente para identificar los problemas de su empresa y proponer la mejor solución a los mismos. Por
esta razón, es necesario contar con la mejor y más exacta información posible, que será manejada con la
más alta confidencialidad.
Entendemos que el contestar este cuestionario puede ser relativamente complicado y algo tedioso para
usted. Sin embargo, es conveniente y beneficioso disponer de esta información en todo momento, debido
a que cualquier análisis técnico o elaboración de proyectos va a requerir de la misma. Cuando tenga que
llenar el Manifiesto Ambiental Industrial y el Plan de Manejo Ambiental, si es que no lo hubiera hecho ya,
encontrará que van a requerir de su empresa información similar a la requerida en este cuestionario.
Debido a la cantidad de información que tendrá que investigar y redactar, le sugerimos aprovechar los
informes rutinarios emitidos por sus sistemas de control, que contengan la información requerida.
Simplemente inclúyalos.
Si es que la información de respuesta al presente cuestionario no fuera la más adecuada, ocurrirá que
cuando los técnicos vayan a pasar una semana en su planta, tendrán que obtener la información correcta
personalmente, restando tiempo a su verdadero trabajo.
Reiteramos una vez más la confidencialidad con la que el CPTS maneja esta información. En caso de
necesitar alguna aclaración al respecto o con referencia al cuestionario en general, le pedimos
contactarnos a la brevedad posible; y estaremos encantados de poder ayudar.
CUESTIONARIO TÉCNICO
Datos Generales:
Empresa: ___________________________________________________________________________
Rubro de producción: __________________________________________________________________
Datos Técnicos:
2. Indicar en una lista de productos y subproductos, el volumen de producción que se quisiera tener
como referencia para la elaboración del proyecto; es decir, sus proyecciones para el futuro. Este
dato es fundamental, porque los cálculos contemplados en las recomendaciones de prevención de la
contaminación y de eficiencia energética deberán considerar los planes de crecimiento de la
empresa.
3. Descripción de los procesos de producción, en el que se incluyan todos los procesos y/u
operaciones relevantes en orden sucesivo, indicando el objetivo de cada uno(a), así como el flujo y
cantidades de los principales insumos y productos. Por favor incluir un diagrama de bloques de los
procesos para cada línea de producción. Identificar los cuellos de botella.
4. Cada proceso y/u operación de la producción (incluidos en el diagrama de bloques del punto 3),
puede ser continuo, por lotes, o una combinación de ambos. En algunos casos, seguramente la
información no se encuentra disponible, pero en todo caso, por favor al menos haga estimaciones.
Al especificar cantidades, se debe entender que éstas deben referirse a unidades relativas (p.e.
kg/h, kg/lote, lotes/día, litros/min, etc.). Es importante aclarar si la información es la especificada por
el fabricante, si fue medida por los técnicos de planta o si se trata de una estimación.
A continuación, le pedimos tenga a bien especificar cada uno de los procesos y/u operaciones
mencionadas:
4.2 Describir las operaciones de control de calidad, así como el sistema de control de producción.
Adjuntar como muestra una hoja de control de proceso (batch sheet).
4.3 Cantidad de todos los materiales que ingresan al proceso, tales como materia prima, agua,
energía y otros insumos (no olvidar incluir, por ejemplo, enjuagues y lavados, y su periodicidad).
4.4 Cantidad de materiales que salen del proceso (productos, subproductos y pérdidas,
incluyendo residuos y desechos). Indicar si algún material se recicla o reutiliza (p.e.
recirculación de agua de enfriamiento).
4.5 Descripción de maquinarias y equipos, indicando datos relevantes (como marca, fabricante y
año de construcción, dimensiones, uso de vapor y/o agua, capacidad de producción, eficiencia,
velocidades, potencia de los motores, presiones de trabajo, consumo de combustible, etc.).
5. Descripción de los servicios internos y externos que se usan en la planta (generación de vapor;
recojo de basura; etc.; en lo posible cuantificada, por ejemplo, en kg/h). Adjuntar diagrama de
vapor, indicando los usos del vapor en la planta, y un diagrama de aguas, indicando su
procedencia, tratamiento, si corresponde, y los distintos usos en la planta. Incluir la misma
descripción de equipos mencionada en el punto 4.5 para calderas, compresoras de aire, equipo de
refrigeración, equipo de tratamiento de aguas. En caso de usar agua de pozo, indicar el caudal
promedio y la potencia de las bombas.
- Ubicación de los procesos y/u operaciones, así como de los equipos auxiliares (calderas,
compresoras, refrigeración, tratamiento de aguas, etc).
- Diagrama unifilar
- Ubicación de los sistemas de drenaje de aguas de desecho (industriales y sanitarias)
- Ubicación de los sistemas de distribución de agua en la planta, especificando si se trata de agua
de pozo, de la red municipal, lluvia, etc. Ubicación de tanques cisternas de almacenamiento.
7. Lista de compras de materia prima, indicando costo-almacén así como cantidades para los últimos
doce meses. En la misma tabla incluir el consumo de materia prima en la producción.
9. Detalle de los servicios públicos utilizados durante los últimos doce meses, para electricidad, agua,
gas natural, diesel, gasolina, recojo de desechos sólidos, etc. Este detalle deberá especificar la
cantidad consumida así como el monto pagado. Fotocopias de las facturas serían muy útiles. A
continuación le proporcionamos un esquema para resumir esta información:
El siguiente listado es sólo un ejemplo; por favor enumerar los principales usos finales de la energía
propios de su planta.
El siguiente cuadro es sólo un ejemplo. Por favor, adecuar el cuadro a la situación de su empresa,
especificando cantidades generadas por año y el costo asociado al o a los servicios de recojo de
basura y/o el costo de deshacerse de los desechos sólidos y/u otros; incluyendo los posibles
ingresos por venta de residuos u otros similares.
10. Información referente a aguas residuales y material de desecho. Favor incluir en esta información
solicitada copias de los análisis de laboratorio más representativos. Si no tuviera alguno, es
importante que los consiga.
11. Una descripción del calendario de la empresa, incluyendo una estimación del total de días
trabajados en los 12 meses pasados, cantidad de turnos por día, días por semana y horas por día.
Explicar el régimen de vacaciones y, si es el caso, cuánto tiempo se para la planta a fin de año por
las fiestas y/o por mantenimiento preventivo.
12. Incluir información sobre su personal: Cantidad de ingenieros, técnicos y obreros, así como otros
datos pertinentes, tales como políticas de contratación, trabajadores eventuales, capacitación,
medidas de seguridad, etc.
13. Después de analizar todos los datos anteriores, posiblemente su perspectiva respecto de la
contaminación y desperdicios de su planta haya cambiado. Por eso queremos verificar su respuesta
a las siguientes preguntas:
Las medidas de PML a ser implementadas, son recomendadas en base a las opciones de PML
calificadas como económicamente factibles. En este sentido, el objetivo de los criterios de evaluación
económica (ver adelante) es determinar la factibilidad económica de las opciones de PML calificadas
como técnicamente viables. Estos criterios permiten además analizar el beneficio económico que se
obtendrá después de realizar la inversión destinada a implementar las medidas de PML recomendadas.
Para aplicar los criterios de evaluación económica, se requiere contar con información sistematizada,
expresada en términos monetarios, elaborada en base a la información que proviene de las etapas y
pasos previos al de la evaluación económica.
Los criterios económicos mencionados pueden construirse en base a la aplicación de los siguientes
conceptos financieros:
El valor actual (VA) de un monto de capital que se espera recibir en fecha futura, se define como la
capacidad de consumo o de inversión que dicho monto de capital permitiría en tiempo presente (el valor
actual también se denomina valor presente). El valor futuro (VF) de un monto de capital presente, se
define como la capacidad de consumo o de inversión que dicho monto permitiría en un tiempo futuro.
El siguiente ejemplo ilustra estos dos conceptos. Si un empresario, el día de hoy, con un dólar, puede
comprar 100 hojas de papel de un cierto tamaño y calidad, al cabo de cinco años, con ese mismo dólar,
dicho empresario posiblemente podrá comprar tan solo 80 hojas del mismo tamaño y calidad de papel.
Por lo tanto, al cabo de esos cinco años, el empresario tendrá que pagar 1.25 dólares si es que éste
desea comprar las mismas 100 hojas de papel. Es decir, al cabo de cinco años, 1.25 dólares tendrán el
mismo valor adquisitivo que 1 dólar de hoy.
La relación que existe entre el valor actual (VA) y el valor futuro (VF) de un monto de capital, está dada
por la siguiente ecuación:
VF
VA = (1)
(1 + r )n
Donde r es una tasa de descuento que, en el caso del ejemplo anterior, representa la disminución anual
de la capacidad de consumo que tiene el dólar; y n es el número de años transcurridos.
El siguiente ejemplo ilustra esos mismos dos conceptos, pero en términos de un depósito a plazo fijo. Si
un empresario, el día de hoy, coloca 1 dólar en el banco, a plazo fijo, por un período de cinco años,
entonces, asumiendo que la tasa de interés anual r sea la misma que la tasa de descuento mencionada
en el ejemplo anterior, al cabo de dicho período el empresario podrá retirar del banco la cantidad de 1.25
dólares. Es decir, el capital futuro (VF) que se retirará del banco debido al depósito a plazo fijo de un
capital actual (VA), está dado por:
VF = VA (1 + r )
n
(2)
Cabe señalar que, en general, una tasa de descuento r cualquiera se expresa en términos de una
fracción numérica porcentual; y su relación con el correspondiente valor porcentual de dicha tasa (r%),
está dada por la siguiente ecuación:
Valor porcentual r%
Fracción numérica porcentual r = (3)
100%
Por ejemplo, si el valor porcentual de una tasa de interés fuese del 25%, su correspondiente fracción
numérica porcentual será r = 0.25 (es decir, r = 25% / 100%). Asimismo, si el valor porcentual de una
tasa de descuento fuese del 7%, entonces r = 0.07 (es decir, r = 7% / 100%).
El flujo de caja (FC) es el ingreso neto ocurrido en un período determinado (normalmente de un año),
dado por la diferencia entre el ingreso bruto (Y) y el correspondiente costo (C) incurrido en dicho período,
como consecuencia de una inversión inicial (I0). Esta definición puede ser representada mediante la
siguiente ecuación:
FC (período 1) = Y1 – C1
FC (período 2) = Y2 – C2
·········································
FC (período n) = Yn – Cn
Sin embargo, debido a que se desea adaptar el concepto de flujo de caja (FC) solamente a aquel que se
deriva de la implementación de opciones de PML, y no al FC total incurrido durante las operaciones de
producción de la empresa, se definen los siguientes términos:
Yn = Ingreso bruto percibido en el año n asociado solamente a la implementación de una opción de PML
An = Ahorro bruto del año n derivado solamente de la implementación de una opción de PML
Cn = Costo incurrido el año n asociado solamente al gasto operativo imputado a la opción de PML
Por lo tanto:
La ecuación (4) será entonces utilizada para calcular flujos anuales de caja, interpretados como el
ingreso neto anual que se logrará después de implementar la opción de PML.
El flujo de caja, así definido, puede ser utilizado, por si mismo, como un buen indicador de la rentabilidad
de la opción de PML, pero solamente cuando la inversión inicial para implementar la opción de PML no
sea significativa o sea despreciable. En este caso, el costo del capital de inversión, por ser despreciable,
no afectaría significativamente el balance de ingresos y egresos efectivos de dinero.
Cuando se realiza una inversión de capital, el inversionista espera obtener un retorno de su inversión, de
tal manera que, al cabo de un tiempo, se recupere el capital invertido y, posteriormente, éste se
incremente en forma indefinida.
Sin embargo, para tomar decisiones, al inversionista le interesa saber cuánto valdría hoy el capital que
acumulará al cabo de un cierto tiempo, como resultado de los flujos de caja periódicos que le generará su
inversión.
En este sentido, el valor actual neto (VAN) de una inversión inicial (I0), se define como el valor presente
que tendría un capital invertido al cabo de un número de períodos de tiempo (n), por los flujos de caja que
se obtendrán en cada período, aplicando a dichos flujos de caja una tasa de descuento (r), que puede
tener un valor constante o variable para cada uno de los períodos mencionados.
FC (1) FC ( 2 ) FC (n )
= − I0 + + + ..... + (5)
(1 + r )1
(1 + r ) 2
(1 + r )n
Donde:
¾ VAN(n,r) es el valor actual neto del capital invertido, al cabo de un número de períodos de tiempo n,
aplicando a los flujos de caja de cada período una tasa de descuento r;
¾ I0 es el capital inicial invertido, el cual lleva signo menos por que se refiere a un egreso;
¾ FC(n) es el flujo de caja del período n; y
¾ r es la tasa de descuento que permite calcular el valor actual de los flujos de caja FC(n).
La ecuación (5) puede expresarse como una sumatoria de los valores actuales de los flujos de caja de
cada período, de la siguiente manera:
n [FC (n ) ]
VAN (n,r ) = − I0 + ∑ (1
1 + r)
n
(6)
Si el flujo de caja FC(n) tiene un mismo valor para cada período n [es decir FC(n) = FC(cte)], entonces el
término FC(cte) de la ecuación (6) puede ser factorizado, y el VAN(n,r) puede ser expresado como sigue:
n
1
VAN (n,r ) = − I0 + FC ( cte ) ∑ (11 + r)
n
(7)
La tasa interna de retorno (TIR), se define como aquella tasa de descuento que, al cabo de un número n
de períodos de tiempo predefinido, hace que el VAN(n,TIR) sea igual a cero. Es decir (ver ecuación 6):
n FC (n )
VAN (n,r ) = 0 = − I0 + ∑ (11 + TIR )
n
(8)
Al hacer el VAN(n,TIR) igual a cero, y dado que I0, FC(n) y n son conocidos, matemáticamente queda
definido el valor de la tasa de descuento (TIR). Es decir, despejando I0 de la ecuación (8), se tiene que:
n FC (n )
I0 = ∑ (1
1 + TIR )
n
(9)
El significado de la ecuación (9) es el siguiente: existe un valor de la tasa de descuento (TIR), tal que, el
valor actual (o valor presente) de la suma de los flujos netos de caja FC(n) es igual al monto de la
inversión inicial (I0). Es decir, la suma de los ingresos netos a ser obtenidos a futuro, equivale a recuperar
el monto de la inversión inicial en términos de su valor actual.
Los siguientes tres criterios, que se construyen en base a los conceptos descritos en los puntos
anteriores, pueden ser utilizados para evaluar la factibilidad económica de las opciones de PML.
¾ Máximo número de períodos de retorno (MNPR), como criterio para aceptar una inversión.
¾ Valor actual neto mínimo (VANM), como criterio para aceptar una inversión.
¾ Tasa de retorno mínima (TRM), como criterio para aceptar una inversión.
5.1 Máximo número de períodos de retorno (MNPR), como criterio para aceptar una inversión
Este criterio compara el número de períodos n requerido para el retorno de la inversión inicial, en
términos de su valor actual, adoptando para ello una tasa de descuento r predefinida, y un número
máximo de períodos de retorno, nmáx, establecido por el inversionista como una referencia para aceptar o
rechazar la inversión. Este criterio es útil cuando el inversionista tiene como condición recuperar la
inversión en un plazo fijo determinado, el que automáticamente define el valor de nmáx. Por lo tanto:
El número de períodos n se calcula haciendo que el valor del VAN(n,r) de la ecuación 7, adquiera el valor
cero (o el valor positivo más bajo posible), en función a un flujo de caja proyectado de valor constante,
FC(cte), y estableciendo un valor para la tasa de descuento r:
n
1
VAN (n,r ) = − I0 + FC (cte ) ∑ (1
1 + r)
n
→ 0 ( 10 )
El valor de n, que permite que la ecuación (10) se aproxime a cero, se halla por iteración. Es decir, se va
dando valores de n, de tal manera que la ecuación (10) proporcione el valor positivo más bajo posible.
5.2 Valor actual neto mínimo (VANM), como criterio para aceptar una inversión
Este criterio compara el VAN(n,r) de una inversión, calculado en función de un flujo de caja FC(n,r),
proyectado para un período n y una tasa de descuento r predefinidos, y el valor actual neto mínimo,
VANM, de la inversión, que el inversionista establece como referencia para la aceptación o rechazo de
dicha inversión. Por lo tanto:
Si VAN(n,r) ≥ VANM, se aprueba la inversión
Si VAN(n,r) < VANM, se rechaza la inversión
Este criterio normalmente utiliza un valor de referencia del VANM igual a cero (este valor significa que el
inversionista, como mínimo, desea recuperar la inversión inicial en términos de su valor actual), pero
nada impide que dicho valor de referencia, impuesto como requisito por el inversionista, sea mayor que
cero. Por ejemplo, el inversionista puede requerir que la opción de PML a ser implementada, retorne
como mínimo US$ 5,000 (expresado en términos de su valor actual neto), al cabo de un período de
tiempo y tasa de descuento predeterminados.
El cálculo del VAN(n,r) puede realizarse empleando la ecuación (6) o la (7), dependiendo de que el flujo de
caja FC(n,r) sea variable o constante, respectivamente. Existen dos consideraciones importantes en la
utilización de cualquiera de estas ecuaciones:
¾ La primera, es la determinación del número de períodos n a ser utilizado para el cálculo del
VAN(n,r). Este número puede determinarse en función a ciertas restricciones técnicas asociadas a la
operación unitaria en cuestión, o a restricciones emergentes ya sea del inversionista o de la
duración planificada de un producto en el mercado. Por ejemplo, si la vida útil de un equipo, que
forma parte de dicha operación unitaria, es de 5 años, o si los inversionistas quieren saber qué
pasa en este tiempo, entonces n = 5.
¾ La segunda consideración, es la elección de la tasa r a la cual se van a descontar los flujos de caja
FC(n,r). Si los flujos proyectados son los flujos de caja para la opción de PML (que es lo usual para
un proyecto), la tasa r tiene que ser el Costo Promedio Ponderado del Capital (conocido como
WACC, por su nombre en inglés: Weighted Average Cost of Capital).
donde:
El WACC es la tasa que se debe utilizar cuando la inversión es financiada tanto con recursos
propios como con fondos de una deuda. El WACC toma en cuenta la estructura de capital con la
que se está financiando la opción de PML. Esta estructura influye en el riesgo del capital invertido
y, por lo tanto, determina la tasa de descuento que se debe utilizar.
Si el proyecto es financiado enteramente con recursos propios (Wfp = 100%), la tasa que se debe
utilizar es la rentabilidad exigida por el accionista (Kfp). Del mismo modo, si un proyecto es
financiado enteramente con deuda (Wd =100%), se puede utilizar el costo de la deuda (Kd), como
tasa de descuento.
Alternativamente, para cualquiera de los dos casos extremos mencionados en el párrafo anterior,
se podría utilizar una tasa de descuento que represente el costo de oportunidad del capital.
5.3 Tasa de retorno mínima (TRM), como criterio para aceptar una inversión
Este criterio compara la tasa interna de retorno (TIR) de una inversión, calculada en función de un flujo de
caja FC(n,r), proyectado para un período n predefinido, y el valor de una tasa de retorno mínima (TRM),
que el inversionista establece como referencia para la aceptación o rechazo de dicha inversión. Por lo
tanto:
Este criterio puede utilizar, como valor de referencia de la TRM, por ejemplo:
Cuando la TIR es mayor o igual que la TRM, la inversión es aceptable, ya que la tasa de retorno de la
inversión es igual o mayor que el costo promedio ponderado del capital que se emplea para realizar esa
inversión.
La TIR se calcula mediante la ecuación (9). El número de períodos n se define de manera similar a la
señalada en el punto E.5.2 anterior. Por ejemplo, si la vida útil de un equipo es de 6 años, entonces n = 6;
o, si el proyecto es a largo plazo, el inversionista podría elegir, por ejemplo, n = 20 años.
Ocho industrias descargan sus residuos líquidos en un río que tiene un caudal mínimo de 25 m3/s. El
contaminante principal depositado es material orgánico. Las corrientes residuales de las diferentes
industrias tienen los caudales y concentraciones de DBO5 siguientes:
La concentración de DBO5 aguas arriba de los puntos de descarga de las ocho empresas, era de 20 mg/L
en las condiciones de caudal mínimo. Suponiendo que en el río se produce un mezclado total, que la
concentración máxima permisible, según el RASIM, para descargas de DBO5, es de 80 mg/L, y que el río
ha sido clasificado como Clase D (ver Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica):
1. ¿Cuál será la concentración de DBO5 promedio aportado por las empresas? Comentarios.
2. ¿Cual será la concentración de DBO5 en el río aguas abajo?
Corriente residual
3
Q descarga total = ? m /s Zona donde ocurre la mezcla
C media = ? mg/L total de la corriente residual con
las aguas del río
3
Q río arriba = 25 m /s
3
Q río abajo = ? m /s
C río arriba = 20 mg/L
C río abajo = ? mg/L
La figura presenta un diagrama del proceso para las condiciones de flujo mínimo en el río.
Q = Caudal
C = Concentración DBO5
Soluciones propuestas
Entrada (río aguas arriba) + Entrada (corriente residual) = Salida (río aguas abajo)
n
Q desc arg a total = ∑ Q i = Q 1 + Q 2 + Q 3 + Q 4 + Q 5 + Q 6 + Q 7 + Q 8
i=1
= 0.03 + 0.06 + 0.04 + 0.01 + 0.02 + 0.03 + 0.04 + 0.05
= 0.28 m3/s
∑(Q × C ) [(Q × C ) + (Q × C ) + (Q ×C ) + (Q × C ) + (Q × C ) + (Q ×C ) + (Q × C ) + (Q × C )]
1=1
i i
1 1 2 2 3 3 4 4 5 5 6 6 7 7 8 8
Cmedia = = n
Q +Q +Q +Q +Q +Q +Q +Q
∑Q i=1
i
1 2 3 4 5 6 7 8
=
[(0.03 × 2,500 ) + (0.06 × 1,500 ) + (0.04 × 2,900 ) + (0.01 × 1,200 ) + (0.02 × 800 ) + (0.03 × 0) + (0.04 × 0) + (0.05 × 0)]
0.03 + 0.06 + 0.04 + 0.01 + 0.02 + 0.03 + 0.04 + 0.05
309g / s
Cmedia =
0.28 m3 / s
Para evitar tratar esta agua, la empresa administradora de aguas debería fijar un límite máximo de
130 mg/L, con lo que:
∑(Q ×C )
1=1
i i
[(Q1 × C1) + (Q2 × C2 ) + (Q3 × C3 ) + (Q4 × C4 ) + (Q5 × C5 ) + (Q6 × C6 ) + (Q7 × C7 ) + (Q8 × C8 )]
Cmedia = n
=
Q1 + Q2 + Q3 + Q4 + Q5 + Q6 + Q7 + Q8
∑Qi=1
i
=
[(0.03 × 130 ) + (0.06 × 130 ) + (0.04 × 130 ) + (0.01 × 130 ) + (0.02 × 130 ) + (0.03 × 0) + (0.04 × 0) + (0.05 × 0)]
0.03 + 0.06 + 0.04 + 0.01 + 0.02 + 0.03 + 0.04 + 0.05
309 g / s
Cmedia =
0.28 m3 / s
= 74.3 g/m3 = 74.3 mg/L
- Cálculo del caudal total, incluyendo el del río (Q río abajo [m3/s]):
n
Q río abajo = Q río Arriba + ∑ Q i = Q ríoArriba + Q1 + Q 2 + Q 3 + Q 4 + Q 5 + Q 6 + Q 7 + Q 8
i=1
= 25.28 m3/s
n
Q ríoabajo × C ríoabajo = ∑ (Q
i=1
i × C i ) + (Q rA × C rA )
25.28 x Crío abajo = (25 x 20) + (0.03 x 2,500) + (0.06 x 1,500) + (0.04 x 2,900) + (0.01 x 1,200)
+ (0.02 x 800) + (0.03 x 0) + (0.04 x 0) + (0.05 x 0)]
809 g / s
Críoabajo =
25.28 m 3 / s
= 32 g/m3 = 32 mg/L
- Si el río estuviera clasificado bajo cualquiera de las siguientes clases, no satisface a ninguna de
ellas, por lo que sería necesario, o reducir la concentración del contaminante o tratarlas:
(Para DBO5, en mg/L: Río Clase A: < 2; Río Clase B: < 5; Río Clase C: < 20; Río Clase D: < 30)
Suponiendo que las aguas han sido clasificadas como clase D, la empresa administradora de
aguas podría fijar un límite, para que entre todas las empresas puedan cumplir, sin necesidad de
tratar las aguas. Por ejemplo 500 mg/L.
n
Q ríoabajo × C ríoabajo = ∑ (Q
i=1
i × C i ) + (Q rA × C rA )
25.28 x C río abajo = (25 x 20) + (0.03 x 500) + (0.06 x 500) + (0.04 x 500) + (0.01 x 500)
+ (0.02 x 500) + (0.03 x 0) + (0.04 x 0) + (0.05 x 0)]
580 g / s
C ríoabajo =
25.28 m 3 / s
= 23 g/m3 = 23 mg/L
¾ El contenido promedio de sangre de cada res es de 18 litros (densidad de la sangre fresca es 1.1 g/cm3).
Se sabe que los valores de los siguientes parámetros de la sangre, son:
¾ El peso promedio de cada res es de 396 kg. De acuerdo a datos proporcionados por la planta y a
estadísticas realizadas a nivel de mataderos de tamaño pequeño y mediano (Carawan et. al., 1979),
se ha establecido que por cada 1,000 kg de res en pie procesada, se utiliza en promedio un total de
4.6 m3 de agua y se generan las siguientes cantidades promedio de:
Se ha determinado, mediante análisis, que, en las descargas de este matadero, la cantidad de Sólidos
Sedimentables (SS; expresado en [mL/Lxh]) es una fracción, igual a 0.02 [mL/mgxh], de la
concentración de Sólidos Suspendidos Totales (SST; expresado en [mg/L]).
¾ Adicionalmente, de los 1,000 kg de res en pie procesada, se genera, en promedio, las siguientes
cantidades de DQO, DBO y nitrógeno total (N2, molecular), cuyo origen es distinto de aquel que se
genera por la sangre (v.g. proviene de residuos de vísceras, grasas, heces fecales y otros):
- DQO = 6.2 kg
- DBO = 4.1 kg
- Nitrógeno total (N2, molecular) = 0.7 kg
Soluciones propuestas
El caudal mensual de las descargas [m3/mes], requiere determinar la masa total de reses en pie (Mtr) que
se procesan al mes.
MN2 [kg/mes]: masa de nitrógeno equivalente en nitrógeno molecular que se descarga en el efluente
mensualmente;
MN2 (sangre) [kg/mes]: masa de nitrógeno equivalente en nitrógeno molecular, contenida en la sangre y que
se descarga en el efluente mensualmente;
MN2 (otros) [kg/mes]: masa de nitrógeno equivalente en nitrógeno molecular contenida en otras partes de
las reses y que se descarga en el efluente mensualmente;
CN2(S)[kg/kg]: cantidad de nitrógeno equivalente en nitrógeno molecular contenida en un kg de sangre;
CN2 [mg / L]: concentración de nitrógeno equivalente en nitrógeno molecular con la que se descarga el
efluente final;
D(S)[kg/m3]: densidad de la sangre de res;
MSST [kg/mes]: masa de sólidos suspendidos totales, que se descarga en el efluente mensualmente;
CSST [mg / L]: Cantidad de sólidos suspendidos totales con la que se descarga cada litro del efluente final;
SS [ml / L x h]: volumen de sólidos suspendidos que sedimenta por unidad de volumen y de tiempo;
MG&A [kg/mes]: masa de grasas y aceites, que se descarga en el efluente mensualmente;
CG&A [mg/L]: cantidad de grasas y aceites con la que se descarga cada litro del efluente final;
MP [kg/mes]: masa de fósforo equivalente en fósforo atómico, que se descarga en el efluente
mensualmente;
CP [mg / L]: concentración de fósforo equivalente en fósforo atómico con la que se descarga el efluente
final;
(*) Todos los datos correspondientes son promedios para el periodo considerado (año, mes, día).
Estos resultados pueden compararse con los límites permisibles del RASIM, si son descargados a
cuerpos de agua, o con los límites permisibles de los reglamentos de las empresas de servicios de agua
potable y alcantarillado, si son descargados al alcantarillado. Asimismo, las descargas específicas
pueden compararse con otras empresas del rubro para evaluar su desempeño ambienta y eficiencia
productiva.
Para el presente ejercicio, se retoma el caso del matadero de reses descrito en el ejercicio “Cálculo de las
descargas de aguas residuales de un matadero”, a fin de efectuar cálculos que nos permitan evaluar la
factibilidad económica de una de las recomendaciones hecha en un diagnóstico de producción más
limpia (PML): procesar la sangre que actualmente se descarga a través del drenaje para fabricar harina
de sangre, como subproducto, que puede ser vendida y usada en la fabricación de alimento balanceado
para animales o también como fertilizante.
1. Con los datos sobre la contaminación que produce la sangre (ver ejercicio en Anexo F – 2), se pide
calcular la reducción de la contaminación como efecto de la implementación de la recomendación
(suponiendo una eficiencia en la recolección de sangre del 80%), en base a los siguientes parámetros:
a. DQO (en %)
b. DBO5 (en %)
c. Nitrógeno total (en %)
d. Sólidos Suspendidos Totales (en %)
e. Sólidos Sedimentables (en %)
f. Grasas y Aceites (en %)
Como dato se conoce, por una correlación estadística de datos experimentales (Randolph Packing
Co., N.C., USA), que la eliminación de la sangre reduce la cantidad de Sólidos Suspendidos Totales y
de Grasas y Aceites en forma proporcional a la reducción de la DBO5.
2. El proceso tradicional necesario para producir harina de sangre es el siguiente: La sangre se tamiza,
para separar las impurezas; luego, se vierte el contenido de sangre en un deshidratador, con flujo de
aire forzado que calienta la sangre de 20°C hasta una temperatura de 100 ºC, durante 1 hora, para
remover todo su contenido de humedad posible (entalpía de evaporación del agua = 540 [kcal/kg]).
Mediante este proceso se puede obtener 11 kg de harina a partir de 100 kg de sangre fresca, lo cual
requiere que se evapore 89 kg de agua. La capacidad calorífica del gas licuado de petróleo (GLP) es
11,830 kcal/kg; y su costo es 0.26 US$/kg.
Considerando, además, que el proceso requiere de un operario a tiempo completo y de otros gastos
operativos, cuyo monto alcanza a 600 US$/mes, calcular:
vida útil del equipo de ocho años y las siguientes dos tasas de interés anual:
- La tasa de interés anual, en moneda extranjera, que actualmente pagan los bancos en caja de
ahorro (1.21% anual, a fines de junio de 2004).
- La tasa de interés anual, en moneda extranjera que, en años pasados, los bancos solían pagar
en caja de ahorro (alrededor del 9% anual).
- La misma tasa que el punto anterior, pero considerando una vida útil del deshidratador de sólo 5
años.
Soluciones propuestas
=
[ ] [
Nr [reses / día] × Nd [días / mes ] × Vsr m3 / res × DQO(sangre ) kg / m3 ] × 100% × 80%
MDQO(total ) [ kg / mes ]
33,750
= × 100% × 80% = 62.9%
42,957
=
[ ] [
Nr [reses / día ] × Nd [días / mes ] × Vsr m3 / res × DBO5(sangre ) kg / m3 ] × 100% × 80%
MDBO5 (total ) [kg / mes ]
12,150
= × 100% × 80% = 53.3%
18,238.5
=
[ ] [
Nr [reses / día] × Nd [días / mes ] × Vsr m3 / res × N2(sangre ) kg / m3 ] × 100% × 80%
MN2 (total ) [kg / mes ]
2,227.5
= × 100% × 80% = 54.6%
3,267
El proceso de deshidratación, de acuerdo a los datos, puede ser representado de la siguiente manera:
100°C
100 kg (sangre) + ΔE [kcal] 70% de eficiencia energética
→ 11 kg (harina de sangre) + 89 kg (vapor)
70%
Factor de eficiencia: f = = 0. 7
100%
=
[
M( agua ) [kg] × Cp(agua ) [kcal / °C] × ΔT [°C] + M(agua ) × L (agua → vapor ) kcal / kg(agua ) ]
M(sangre ) [kg] × f
=
(
89 kg(agua ) × 1 kcal / °C kg(agua ) × (100 − 20 ) °C + 540 kcal / kg(agua ) )
100 kg(sangre ) [kg] × 0.7
= 788 kcal/kg(Sangre)
2.b La cantidad de GLP para deshidratar 1 kg de sangre (M(GLP/kgS)); y la cantidad de GLP para
obtener 1 kg de harina de sangre (M(GLP/kgH))
[
MGLP / kg( S ) kg(GLP ) / kg(S ) =] [
AE kcal / kg( S ) ]
CGLP [kcal / kg(S ) ]
788 kcal / kg ( S )
=
11,830 kcal / kg ( GLP )
= 0.067 kg(GLP)/kg(S)
[ ] [
MGLP / kg( S ) kg(GLP ) / kg(S ) × M( S ) kg(S ) ]
[
MGLP / kg(H) kg(GLP ) / kg(H) = ]
[
M(H) kg(H) ]
0.067 kg ( GLP ) / kg ( S ) × 100 kg ( S )
=
11 kg (H)
= 0.61 kg(GLP)/kg(H)
M(S,año ) [kg( s ) / año ] = Nr [reses/día ] x Nd [días/año] x Vsr [m3 /res] x D(S) [kg/m3 ]
= 712,800 kg(S)/año
Costo ( GLP,año ) [US$ / año ] = M(S,año) [kg (S) /año] x M GLP/kg(S) [kg (GLP) /kg (S) ] x P(GLP) [US$/kg (GLP) ]
= 12,417 US$/año
2.d El costo de la mano de obra y otros gastos operativos para una operación de 12 meses
(Costo(mo,año))
= 7,200 US$/año
[
M(H,año ) kg(H) / año =] [ ]
M( S,Año ) kg( s ) / año × M(H) kg(H) [ ]
100 kg(S )
= 78,408 kg(H)/año
Ingresos: [ ] [
Y(H,año ) = M(H,año ) kg (H ) / año × P(H ) US $ / kg (H ) ]
= 78,408 kg(H)/año x 0.35 US$ / kg(H)
I( deshidratador )
PR =
FC ( anual )
35,000 US$
=
(27,443 − 19,617 ) US$ / año
= 4.47 años
VAN(n=8,r ) = 0
Este concepto del VAN aplicado a nuestra situación en particular (p.e. 8 años de vida útil del
deshidratador), puede ser representada mediante la siguiente expresión:
n
FC (n )
0 = −I0 + ∑ (1 + r )
1
n
El Flujo de Caja (FC), para cualquier año (n), está dado por:
FC (n) = (Y + A )n
A n = C − C PML
Sin embargo, en este caso, el ahorro es A = - CPML, esto ocurre debido a que la operación de
procesamiento de la sangre es nueva, entonces C = 0, y solo existe CPML= 19,617 US$/año. Por lo tanto:
FC(n ) = (Y + A )n = ( Y − CPML )
n
(FC)n
0 = −I0 + ∑ (1 + r )
1
n
1 1 1
0 = − I0 + (FC)1 + (FC)2 + ... + (FC)8
(1 + r ) 1
(1 + r ) 2
(1 + r )8
Si se asume que: (FC)1 = (FC)2 = ..... = (FC)8, se tiene que:
⎡ 1 1 1 ⎤
0 = − I0 + (FC) × ⎢ + + ... + ⎥
⎢⎣ (1 + r ) (1 + r ) (1 + r )8 ⎥⎦
1 2
Ordenando términos:
I0 ⎡ 1 1 1 ⎤
= PR = 4.47 = ⎢ + + ... + ⎥
(FC) ⎣⎢ (1 + r )
1
(1 + r )2
(1 + r )8 ⎦⎥
El valor de r que satisface esta ecuación se halla mediante cálculo iterativo (v.g. se van dando valores de
r hasta que se obtenga un valor igual o satisfactoriamente próximo a PR = 4.47). De esta manera se
obtiene que:
= 0.1512 x 100%
= 15.12%
( )
Comparando: TIR r[n=8, VAN=0 ] = 15.12% > 1.21% se concluye que la inversión es aconsejable.
( )
Comparando: TIR r[n=8, VAN=0 ] = 15.12% > 9% la inversión seguiría siendo aconsejable.
c. Decidir si la inversión es aconsejable, considerando: TRM = 9%; y una vida útil del deshidratador de
sólo 5 años:
VAN (n =5,r ) = 0
I0 ⎡ 1 1 1 ⎤
= PR = 4.47 = ⎢ + + ... + ⎥
(FC) ⎢⎣ (1 + r )
1
(1 + r )2
(1 + r )5 ⎦⎥
TIR = r[n=5, VAN=0 ] × 100%
= 0.0385 x 100%
= 3.85%
( )
Comparando: TIR r[n=5, VAN=0 ] = 3.85% < 9% la inversión no es aconsejable.
Con frecuencia, las empresas tienen dificultades para verificar si la facturación por el servicio de energía
eléctrica es correcta, o necesitan verificar si se les está haciendo un cobro indebido. La dificultad mayor
se presenta en aquellas categorías de servicio eléctrico donde el total facturado se desglosa en varios
cargos, tales como potencia en punta y fuera de punta, cargo por energía por bloque horario, etc. A fin de
orientar a las empresas en una correcta interpretación de sus facturas de servicio eléctrico, a
continuación se presenta un ejemplo.
Una industria que pertenece a la categoría Industrial Gran Demanda en Media Tensión (E-GD-MT) tiene
un consumo de energía eléctrica de 123,056 kWh/mes, con un monto total facturado de 47,365.91
Bs/mes; de este monto, 41,998.36 Bs/mes corresponden al servicio de energía eléctrica y 5,377.55
corresponden a la tasa de alumbrado público. El detalle de sus consumos y cargos facturados se muestra
en el Cuadro 1, el mismo ha sido extraído de la factura entregada por la empresa distribuidora.
17
Los costos unitarios de la estructura de tarifas son actualizados semestralmente, por esta razón, las empresas
deben actualizar estos datos periódicamente.
En el Cuadro 2 se presentan los cargos por energía que se tiene en los tres bloques horarios (bloque alto
de 18:00 a 23:00; medio de 23:00 a 24:00 y de 6:00 a 18:00; y bajo de 18:00 a 23:00). En cada uno de
estos bloques se define, a su vez, dos tramos de consumo (T1 y T2). El primer tramo (T1) corresponde al
“límite de energía” que se puede consumir por cada kW de potencia demandada; 0 a 106 kWh/kW, esto
significa que la energía consumida en el primer tramo puede variar desde 0 hasta un límite de 106 kWh
por cada kW de potencia demandada. El segundo tramo (T2), corresponde a la energía adicional
consumida en el bloque horario; en el ejemplo, la energía que excede a los 106 kWh por cada kW
demandado.
Asimismo, en el Cuadro 2, se presentan los cargos por potencia en punta (de 18:00 a 23:00) y el cargo
por potencia fuera de punta (de 23:00 a 18:00).
Soluciones propuestas
Primero, debe calcularse la cantidad de energía que corresponde a cada tramo de consumo (T1 y T2).
Para calcular la cantidad de energía que corresponde al primer tramo (T1), debe calcularse el porcentaje
o tanto por uno que le corresponde, multiplicando el “límite de energía” por la máxima potencia leída en el
mes (en este caso 339 kW, que corresponde a la potencia del bloque medio), y dividiendo este resultado
entre el consumo total de energía del mes (123,056 kWh):
El valor obtenido, o tanto por uno, debe multiplicarse por la energía consumida en cada uno de los
bloques horario. Así, se obtendrá la cantidad de energía en el primer tramo (T1) de cada uno de los
bloques horario de consumo. En el caso del ejemplo:
18
Los costos unitarios que se presentan en la estructura tarifaria de esta categoría corresponden a la empresa
ELECTROPAZ para el periodo eléctrico de noviembre de 2003 a octubre de 2004.
Para calcular la cantidad de energía del segundo tramo (T2) en cada uno de los bloques, se debe
multiplicar, al igual que en el punto anterior, la energía consumida en cada bloque, esta vez por la
diferencia del tanto por uno respecto a la unidad (1 – 0.292 = 0.708); o sacar la diferencia respecto al
consumo de cada bloque. Así:
Segundo, a partir de la cantidad de energía consumida en cada bloque horario y por tramo de consumo,
se puede calcular el importe a pagar en cada bloque. Para esto debe multiplicarse las energías obtenidas
en cada tramo de los distintos bloques horarios por el precio unitario correspondiente. También se aplican
los costos unitarios, para cada bloque y cada tramo, de la estructura de tarifas que se presenta en el
cuadro 2.
Im porte b a = 5,776.6 kWh × 0.295 Bs / kWh + 14,006.4 kWh × 0.240 Bs / kWh = 5,065.6 Bs
importe b m = 22,439.9 kWh × 0.260 Bs / kWh + 54,409.1 kWh × 0.213 Bs / kWh = 17,423.5 Bs
importe b b = 7,715.8 kWh × 0.222 Bs / kWh + 18,708.2 kWh × 0.182 Bs / kWh = 5,117.8 Bs
La suma de los importes pagados en cada bloque, será el monto pagado por concepto de energía o, lo
que las empresas distribuidoras llaman, cargo por energía. A este importe se lo denominará AE.
Para el cálculo del importe por la potencia demandada, o cargo por potencia, debe tomarse en cuenta la
máxima potencia histórica demandada por la empresa (324 kW), la misma que puede coincidir con la
lectura del mes al que corresponde la factura o puede ser la de un mes anterior, dentro del periodo del
mercado eléctrico entre noviembre y octubre. Al mismo tiempo, si la máxima demanda corresponde al
periodo de punta 18:00 a 23:00 (PP), entonces el importe será el producto de la máxima potencia en
punta por el precio unitario de la potencia en punta.
Si la máxima potencia demandada no está en el periodo de punta, como es el caso del ejemplo,
entonces, el importe por potencia será igual a la suma del importe de la potencia en punta (PP) más el
importe del excedente de potencia fuera de punta (EP).
En este caso, al importe por potencia o cargo por potencia, se lo denominará BP.
BP = Im porte potencia [Bs] = 324 kW × 43.657 Bs / kW + 15 kW × 9.608 Bs / kW = 14,289 Bs
Finalmente, el importe total por el servicio eléctrico será igual a la suma del importe por energía y el
importe por potencia, más el cargo fijo
En este caso:
Este monto es el que corresponde al servicio eléctrico que cobran las empresas distribuidoras, y es el
que aparece de manera específica en la boleta de aviso o en la factura que se le entrega al usuario. Sin
embargo, las facturas incluyen otros cobros como la tasa de alumbrado eléctrico, la tasa de aseo y las
multas o penalidades por retraso en el pago del servicio. Estos montos no se incluyen en el ejemplo,
pues los porcentajes o montos de cada uno de estos cargos varían dependiendo del municipio en el cual
se presta el servicio eléctrico.
En los datos de la factura que aparecen en el Cuadro 1, se contempla un cargo adicional que
corresponde a la tasa de alumbrado público, igual a 5,377.55 Bs, equivalente al 12.8% del importe del
servicio eléctrico. El total facturado, a partir del cálculo anterior incluyendo la tasa de alumbrado público,
es igual a 47,279.8 Bs/mes que es el mismo que reporta la factura.
El ejemplo anterior corresponde a una categoría en la cual el importe del servicio eléctrico comprende
varios cargos, tales como potencia en punta, exceso fuera de punta, y los distintos bloques horarios. Por
esta razón, el cálculo resulta algo largo. Para otras categorías, el importe a pagar comprende menos
cargos. Dependiendo de la categoría a la que pertenece la empresa (ver Sección 6.2.2.1), le
corresponderá solamente el cargo por energía sin distinción de bloque horario, o además de éste, el
cargo por demanda de potencia. En cualquiera de estos dos últimos casos el cálculo resulta más simple
siguiendo la metodología utilizada en este ejemplo.
En la Figura 1 muestra la curva de la potencia activa demandada por una empresa en un día de trabajo
típico. Se observa que la máxima potencia demandada es de 430 kW en el “horario de punta” (18:00 a
23:00), que, posiblemente, se deba al funcionamiento simultáneo de varios equipos eléctricos de la
industria. El pico de la máxima demanda ocurre por un periodo de tiempo relativamente corto, como se
remarca en la curva de demanda. Esta situación no es favorable para la empresa, ya que el costo de la
potencia en el “horario de punta” es mayor que en el “horario fuera de punta”. Por lo tanto, la empresa
debe analizar la posibilidad de desplazar todas aquellas operaciones que provocan la máxima demanda
en el horario de punta al horario fuera de punta, sin afectar el proceso productivo.
500
Horario fuera de punta Horario de punta
450
400
350
Potencia [kW]
300
250
200
150
100
50
0
00:00
01:15
02:30
03:45
05:00
06:15
07:30
08:45
10:00
11:15
12:30
13:45
15:00
16:15
17:30
18:45
20:00
21:15
22:30
Tiempo [h] 23:45
Solución propuesta
¾ Como se ha explicado anteriormente, la máxima demanda dura un periodo muy corto, por lo tanto, es
muy probable que las cargas que provocan dicha demanda no sean indispensables para la producción,
esto hace posible efectuar el desplazamiento de cargas. La Figura 2 muestra el desplazamiento ideal de
la carga hacia el periodo fuera de punta.
¾
¾ Este desplazamiento de cargas, conocido como manejo de la demanda, permite un ahorro significativo
para la empresa, sin tener que recurrir a fuertes inversiones. Las estructuras de tarifas de las empresas
distribuidoras en general, muestran que el precio unitario de la potencia en el horario fuera de punta es
mucho menor que el precio unitario de la potencia en horario de punta como se verá en los cálculos que
se efectúan más adelante.
500
Horario fuera de punta Horario de punta
450
400
350
Potencia [kW]
300
250
200
150
100
50
0
00:00
01:15
02:30
03:45
05:00
06:15
07:30
08:45
10:00
11:15
12:30
13:45
15:00
16:15
17:30
18:45
20:00
21:15
22:30
23:45
Tiempo
Al desplazar parte de la máxima demanda en punta, al horario fuera de punta, se logrará reducir la
máxima potencia en punta de 430 a 284 kW, mientras que la máxima potencia fuera de punta alcanza a
430 kW. De esta manera, la empresa deberá pagar por el equivalente a 284 kW de potencia en punta y
un exceso de potencia fuera de punta, que es igual a 146 kW (430 – 284).
Costo de potencia después de desplazar la carga = 284 kW x 5.49 US$/kW + 146 kW x 1.20 US$/kW
= 1,734 US$/mes x 12 meses/año
= 20,808 US$/año
En las instalaciones de una empresa, ubicadas en un piso de un edificio, se tiene un elevado consumo de
energía eléctrica debido a la potencia instalada en su sistema de iluminación, como resultado de la gran
cantidad de focos incandescentes que utiliza. La potencia máxima demandada durante la presente
gestión fue de 25 kW.
De los 250 focos incandescentes instalados, 185 de 100 W corresponden a las oficinas y 65 de 40 W a
un auditorio. La potencia total instalada en iluminación, en oficinas y en el auditorio, es de 21.1 kW.
La empresa pertenece a la categoría “C2-PD-BT”, cuya estructura de tarifas del servicio eléctrico se
muestra en el Cuadro 1.
Solución propuesta
Sustituir los focos incandescentes (FI) de las oficinas y auditorio, por focos fluorescentes compactos
(FFC), de menor potencia y similar intensidad lumínica. Esta acción disminuirá notablemente la demanda
de potencia y el consumo de energía eléctrica, con la consiguiente reducción del importe facturado.
El Cuadro 2 muestra el detalle del número y la potencia de ambos tipos de focos (incandescentes y
fluorescentes compactos).
Ahorro por reducción del consumo de energía = 32,040 kWh/año x 0.100 US$/kWh
≅ 3,200 US$/año.
Un hotel de 5 estrellas utiliza calefones eléctricos, para calentar el agua destinada al uso en los baños de
las habitaciones. Esto representa para el hotel, un costo elevado en la facturación anual de electricidad.
- Número de calefones: 36, cada uno con capacidad de 60 galones (aproximadamente 230 L) y 4 kW
de potencia.
- En la Figura 1 se ha graficado la potencia demandada por un calefón en función del tiempo, para un
periodo de dos días de medición; el primer día, con la habitación ocupada, y el segundo, con la
habitación desocupada. Se observa que cuando la habitación se encuentra desocupada, el calefón
funciona sólo ½ hora por día para reponer el calor cedido al ambiente, (ver Figura 1 día sábado 13-
05). Por el contrario, cuando la habitación está ocupada, el tiempo de funcionamiento del calefón es
mayor, aproximadamente 2 horas por día debido al uso de agua caliente, (sumando el tiempo de los
dos “picos” encerrados en círculos verdes, que corresponden al viernes 12-05).
- Los otros detalles de las curvas, que no son tratados en este ejemplo, corresponden a las potencias
demandadas por la iluminación, calefacción y otros usos en la habitación.
- Registro anual de huéspedes = 14,700 huéspedes/año.
- Nivel de ocupación promedio de las habitaciones = 73%.
- Tiempo de funcionamiento del calefón habitación ocupada = 2 h/d.
- Tiempo de funcionamiento del calefón habitación desocupada = 0.5 h/d.
- Poder calorífico del GLP = 11,800 kcal/kg.
- Rendimiento del calefón = 90%.
- Potencia de cada calefón = 4 kW.
- Costo unitario de energía eléctrica = 0.13 US$/kWh.
- Costo unitario de GLP = 0.29 US$/kg GLP.
6
Potencia [kW]
0
00:15
01:30
02:45
04:00
05:15
06:30
07:45
09:00
10:15
11:30
12:45
14:00
15:15
16:30
17:45
19:00
20:15
21:30
22:45
00:00
Tiempo
Solución propuesta
Instalar un sistema central de calentamiento de agua mediante una caldera a GLP, para el suministro de
agua caliente a los baños de las habitaciones.
Consumo diario de energía eléctrica = [(Nº de calefones x potencia) x (nivel de ocupación x tiempo de
funcionamiento) + (nivel de desocupación x tiempo de funcionamiento)]
Consumo de energía eléctrica = [(36 calefones x 4 kW/calefón) x ((0.73 x 2 h/d) + (0.27 x 0.5 h/d))]
= 229.68 kWh/d
= (229.68 kWh/d) x (365 d/año)
= 83,833 kWh/año
Asumiendo un rendimiento del calefón a GLP del 75% el consumo de GLP del calefón será:
Las operaciones de evaporación son comunes en las plantas industriales, por ejemplo en la obtención de
leche concentrada o evaporada donde se requiere eliminar una cantidad importante de agua contenida
en la leche natural. De manera simplificada, esta operación se efectúa en un equipo que consta
básicamente de un recipiente que contiene la materia prima (leche natural), un intercambiador de calor
por donde pasa el vapor a una determinada temperatura y presión, una trampa de vapor que regula la
salida de los condensados del vapor una vez que estos han cedido su calor latente, y, finalmente, la
salida del agua evaporada proveniente de la leche. La Figura 1 muestra un esquema de dicha
operación19.
La operación consiste en calentar la materia prima con el vapor que fluye a través de un intercambiador,
y permitir que una parte del agua se evapore de manera controlada hasta alcanzar el nivel de agua que
se requiere. La trampa de vapor no permite que el vapor salga del sistema hasta que haya cedido todo su
calor latente, es decir, se haya condensado, para luego dejar que el condensado salga y, entonces,
admitir un nuevo volumen de vapor.
Durante el trabajo en planta se realizaron las mediciones necesarias. Los resultados de tales mediciones
se muestran en el Cuadro 1.
19
Normalmente, la operación de evaporación de la leche se realiza al vacío y a bajas temperaturas (45 a 50 ºC) a fin
de no dañar la leche.
Por otra parte, el Cuadro 2 muestra los valores necesarios, extraídos de tablas.
Con los datos de los cuadros 1 y 2, y utilizando las ecuaciones que se detallan, se calcula los valores de
las diferentes energías para el balance.
m v = m c = 170 kg
mv: masa de vapor [kg]
mc: masa de condensados [kg]
Posteriormente, se debe determinar la presión del vapor a la entrada del evaporador. Esta presión puede
ser leída en el manómetro que, generalmente, está instalado a la entrada de estos equipos. Si el equipo
no contara con el manómetro, se deberá medir la temperatura del vapor. A cada temperatura de vapor
saturado le corresponden una presión, P [kg/cm2], y una entalpía Hv, [kcal/kg], determinadas. Estos
valores se pueden obtener en tablas de vapor saturado (R. Perry. Manual del Ingeniero Químico). A partir
de la masa de vapor que ingresa y de su entalpía, se puede calcular la energía de entrada EE, como se
muestra a continuación.
⎡ kcal ⎤
EE [kcal] = mv [kg vapor ]× Hv ⎢ ⎥
⎣ kg vapor ⎦
⎡ kcal ⎤
EE = 170 kg vapor × 646.61 ⎢ ⎥
⎣ kg vapor ⎦
E E = 109,924 kcal
ES = Eu + Ei + Er
A continuación, se describe la forma de calcular cada uno de los factores de la fórmula anterior a partir de
las mediciones que pueden efectuarse en el proceso.
1. Cálculo de la energía útil (Eu): para calcular la energía útil, es decir la energía empleada para
evaporar el agua contenida en la leche, se requiere conocer la masa de agua evaporada (mH2O). Ésta se
puede obtener por la diferencia entre el volumen inicial de la materia prima introducida (leche natural) y el
volumen del producto obtenido (leche evaporada).
Esto es:
(
mH2O [kg] = Vleche − Vleche evaporada ) [L] × ⎡ kg ⎤
ρH2O ⎢ ⎥
⎣L⎦
⎡ kg ⎤
mH2O = (250 − 100 ) L x 1 ⎢ ⎥
⎣L⎦
m H2O = 150 kg
A su vez:
⎡ kg ⎤
mleche [kg] = Vleche [L] × ρleche ⎢ ⎥
⎣L⎦
⎡ kg ⎤
mleche = 250 L × 1.030 ⎢ ⎥
⎣L⎦
m leche = 257.5 kg
107.5 kg
ρleche evap =
100 L
A partir de la masa de agua que se ha evaporado de la materia prima se puede calcular la energía útil,
como se muestra a continuación:
⎡ kcal ⎤ ⎡ kcal ⎤
Eu [kcal] = mH2O [kg] × CpH2O ⎢ ⎥ × (Tf − T0 ) [°C] + mH2O [kg] × LH2O ⎢ ⎥
⎣ kg °C ⎦ ⎣ kg ⎦
kcal kcal
E u = 150 kg × 1 × (50 − 20 ) °C + 150 kg × 540.5
kg °C kg
E u = 85,575 kcal
2. Cálculo de la pérdida de energía por ineficiencias (Ei): como se explicó anteriormente, las pérdidas
de energía por ineficiencias son atribuibles, por un lado, al régimen de funcionamiento del equipo, es
decir, el tiempo de uso diario, las intermitencias y la carga de trabajo en relación a su capacidad y, por
otro lado, a fallas en los componentes del equipo, mal estado de quemadores, mala combustión,
ausencia de aislamiento, etc. En el caso concreto de este ejemplo se calcularán:
Las pérdidas por el calor contenido en el condensado (Eic) y las pérdidas por falta de aislamiento (Eicr) de
la superficie del evaporador, que se asume es de acero inoxidable.
- Para el cálculo de (Eic), se deberá conocer la masa del vapor condensado mC que ha sido calculado al
inicio de este ejemplo, y de su correspondiente entalpía, que se encuentra en las tablas de los libros
citados.
⎡ kcal ⎤
Eic [kcal] = mc [kg condensado ] × Hlíquido ⎢ ⎥
⎣ kg condensado ⎦
kcal
Eic = 170 kg condensado × 99.73
kg condensado
E ic = 16,954 kcal
donde:
- En el segundo caso (Eicr), se trata de calcular la cantidad de energía que se pierde por radiación y
convección en las paredes del recipiente del evaporador. Para propósitos del ejemplo, se ha asumido
que el tiempo de operación es de 5 horas por día en un proceso intermitente. Si el proceso fuese
continuo, habría que tomar en cuenta 24 horas para calcular las pérdidas por día.
⎡ kcal ⎤
Eicr [kcal] = hs ⎢ 2 ⎥
[ ]
× AExt m2 × (TSexterior − Tamb ) [K ]× t op [h]
⎣⎢ h m K ⎦⎥
kcal
E icr = 10.7 × 2.44 m 2 × (320 − 293 ) K × 5 h
h m2 K
donde:
Por lo tanto,
Ei = 20,479 kcal
3. Cálculo de las pérdidas de la energía residual o de rendimiento (Er): Er es la energía que se pierde
como parte del rendimiento termodinámico de una máquina térmica. En el caso del ejemplo, forman parte
de la energía residual, la cantidad de energía que se ha utilizado para calentar la leche, y la cantidad de
energía necesaria para calentar el evaporador propiamente, esto es el recipiente que contiene la leche y
el serpentín del intercambiador de calor.
- Energía residual en el calentamiento de la leche (Erc leche). La energía utilizada en calentar la leche
corresponde al calor necesario para elevar la temperatura de toda la masa de leche, descontando el
calor del agua evaporada, la misma que ha sido considerada como energía útil.
⎡ kcal ⎤ ⎡ kcal ⎤
Erc leche [kcal] = mleche [kg]× Cpleche ⎢ ⎥ × (Tf − T0 ) [°C] − mH2O [kg] x CpH2O ⎢ ⎥ x (Tf − T0 ) [°C]
⎣ kg °C ⎦ ⎣ kg º C ⎦
kcal kcal
E rc leche = 257.5 kg × 0.932 × (50 − 20 ) °C − 150 kg x 1 × (50 − 20 ) º C
kg °C kg °C
- Energía residual por calentamiento de la masa del evaporador y del serpentín (Erce). Energía que se
utiliza para calentar el equipo, esta cantidad de energía es mínima si el evaporador funciona en
régimen continuo.
[ ] ⎡ kg ⎤
mserp [kg] = Vserp m3 x ρCu ⎢ 3 ⎥
⎣m ⎦
[ ] ⎡ kg ⎤
m serp = 0.0084 m3 x 8,300 ⎢ 3 ⎥
⎣m ⎦
m serp = 70 [kg]
[ ] ⎡ kg ⎤
mevap [kg] = Vevap m3 x ρacero ⎢ 3 ⎥
⎣m ⎦
[ ] ⎡ kg ⎤
m evap = 0.0124 m3 x 8,500 ⎢ 3 ⎥
⎣m ⎦
⎡ kcal ⎤
Erce [kcal] = mserp [kg] x CeCu ⎢ ( ) ⎡ kcal ⎤
⎥ x Tf serp − Tamb [º C] + mevap [kg] x Ceacero ⎢ ( )
⎥ x Tf evap − Tamb [º C]
⎣ kg º C ⎦ ⎣ kg º C ⎦
kcal kcal
Erce = 70 kg x 0.094 x (110 − 20 ) º C + 105 kg x 0.119 x (50 − 20 ) º C
kg º C kg º C
donde:
Por lo tanto,
Er = 3,667 kcal
4. Cálculo del rendimiento del evaporador: Los resultados se presentan en la Figura 5.8. A partir de
estos valores se calcularán los rendimientos del evaporador que se presentan a continuación:
150 kg de agua
a 50°
Eu = 85,575 kcal
77 85 %
170 kg de vapor
a 2 bar y 120°C
Er = 109,924 kcal,
100%
Ei = Eic + Eicr
= 20,479 kcal
Er = Erc leche + Erce 18.63%
= 3,667 kcal
3.34%
Retorno de
condensado
EN = EE − E r
EN = 106,257
EN
Rη =
EE
106.257 kcal
Rη = = 0.967
109,924 kcal
%R η = 96.7 %
Eu
Rξ =
EN
85,575 kcal
Rξ = = 0.805
106,257 kcal
%E ξ = 80.5 %
RT = Rη × Eξ
%R T = 77.8 %
CAPÍTULO 8
INFORMACIÓN UTILIZADA
8.2 REFERENCIAS
i
Cumbre de Río, Informe de la conferencia de las naciones unidas sobre el medio ambiente y el
desarrollo, Río de Janeiro (Junio 1992).
ii
Estrategias de Desarrollo Sostenible, Revisión de las Estrategias Nacionales de Desarrollo
Sostenible, Bolivia (Marzo 2001).
iii
Congreso Nacional de la República de Bolivia, Constitución Política del Estado, Ley N° 1615 de 6
de febrero de 1995.
iv
Congreso Nacional de la República de Bolivia, Ley del Medio Ambiente, Ley N° 1333 de 27 de abril
de 1992.
v
Congreso Nacional de la República de Bolivia, Ley de Organización del Poder Ejecutivo, Ley Nº
1788 de 16 de septiembre de 1997.
vi
Consejo de Ministros de la República de Bolivia, Reglamentos a la Ley del Medio Ambiente,
Decreto Supremo Nº 24176 de 8 de diciembre de 1995, Gaceta Oficial de Bolivia (1996).
vii
Consejo de Ministros de la República de Bolivia, Reglamento Ambiental para el Sector
Hidrocarburos - RASH, Decreto supremo Nº 24335 de 19 de julio de 1996, Gaceta Oficial de Bolivia
(1996).
viii
Consejo de Ministros de la República de Bolivia, Reglamento Ambiental para Actividades Mineras -
RAAM, Decreto Supremo No. 24782 de 31 de julio de 1997, Gaceta Oficial de Bolivia (1997).
ix
Congreso Nacional de la República de Bolivia, Código de Minería, Ley Nº 1777 de 17 de marzo de
1997.
x
Ministerio de Desarrollo Económico, Viceministerio de Industria y Comercio Interno – Unidad
de Medio Ambiente (Bolivia), Reglamento Ambiental para el Sector Industrial Manufacturero -
RASIM, Decreto Supremo Nº 26763 de 30 de julio de 2002, Gaceta Oficial de Bolivia (2002).
xi
Internacional Standarization Organization (ISO), Sistemas de Gestión medioambiental, UNE-EN
ISO 14001:1996: Versión en español (1996).
xii
United States Environmental Protection Agency (EPA), Standard Methods.
xiii
ONUDI – PNUMA, Manual de Auditoría y Reducción de Emisiones y Residuos Industriales, Informe
Técnico N° 7 (1994).
xiv
Douglas M. Grant & Brian Dawson, ISCO Open Channel Flow Measurement Handbook, Fifth Edition
(1997).
xv
Mattos, Roger & Crespo, Alberto, Informe Nacional sobre la Gestión del Agua en Bolivia (2000).
www.aguabolivia.org/situaciónaguaX.
xvi
Montes de Oca, Ismael, Enciclopedia Geográfica de Bolivia, 1ª Edición, Editora Atenea S.R.L. (2004).
xvii
Viceministerio de Energía e Hidrocarburos, Anuario Estadístico del Sector Eléctrico Boliviano 2000
(2001).
xviii
Bakhos, Michel, P. Eng., M.B.A., Breaking new ground in efficient sewage-handing pumps.
xix
United States Environmental Protection Agency, Climate Wise, Wise Rules for Industrial Efficiency
(1998).
xx
Harris C. Daniel, Quantitative Chemical Analysis, 6ª Edición, W. H. Freeman a Company (2003).