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PROCESIÓN CON LA DOLOROSA

MEDITACIÓN DE LOS DOLORES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Oración inicial: Santísima Virgen María, Esta noche queremos acompañar el camino de tu
vida. Camino de dolor y de amor a Dios; a la humanidad de la cual eres hija y llegaste por la cruz
a ser madre. Queremos que esta noche salgas por las calles de nuestras parroquias, de nuestros
pueblos y ciudades, queremos que hoy entres a los campos y selvas colombianas para que des
esperanza a aquellos que en la noche del dolor esperan que despunte la luz de un día nuevo. La
luz de la libertad, la justicia y la paz. Ven Señora abogada nuestra y socórrenos con tu
intercesión, ven y seca las lágrimas de esta nación que confía y espera en ti. Amén
Canto: Quien será la mujer

1. La profecía de Simeón (Lc 2, 34-35)


"Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: Mira, éste ha sido puesto para ruina y para
resurrección de muchos en Israel, y para signo de contradicción y a tu misma alma la traspasará
una espada, a fin de que se descubran los pensamientos de muchos corazones". Palabra del
Señor.

ORACION María, hoy nuestros corazones y nuestras vidas están traspasadas por las noticias
tristes que nos dan en las mañanas, al medio día y en las noches.
Los medios de comunicación nos saturan de imágenes y crónicas cargadas de tragedia.
Nuestra Nación colombiana y nuestra comunidad necesitan noticias buenas llenas de optimismo y
esperanza. Ayúdanos a ser ejecutores y portadores de buenas noticias, de Evangelios que den
alegría y salvación a cuantos ven y escuchan. Amén. 10 Avemarías y Gloria.
Canto:

2. La huída a Egipto con Jesús y José (Mt 2, 13-15)


"Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le
dijo: Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise,
porque Herodes va a buscar al niño para matarlo. José se levantó, tomó de noche al niño y a su
madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo
que el Señor había anunciado por medio del profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo." Palabra del
Señor.

ORACION
Madre dolorosa, tu descanso fue interrumpido por una advertencia de riesgo de muerte. Saliste
presurosa con tu esposo y el niño. Madre, así lo hacen hoy en Colombia tantas familias
desplazadas, perseguidas, deportadas, violentadas y empobrecidas. Haz que tomemos conciencia
de la responsabilidad que tenemos todos de contribuir para que los que se fueron vuelvan a los
campos y pueblos, para que reconstruyan lo abandonado .Amén. 10 Avemarías y Gloria. Canto:
Mientras recorres

3. La pérdida de Jesús en el templo (Lc 2, 41-50)


Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años,
subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se
quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron
un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos. Palabra del Señor.

ORACION Hoy muchos niños y jóvenes son apartados de las manos de sus padres para ser
llevados a los nuevos escenarios de la oscuridad en donde reina la mentira, la violencia, la
droga, el alcohol, las maquinitas, la prostitución. María, da esperanza y fuerza de Dios a los
padres madres que quieren educar a sus hijos en los valores del evangelio. ¡Ayúdanos con tu
intercesión! Amén.10 Ave Marías y Gloria.
Canto: Junto a ti María

4. El encuentro con Jesús camino al calvario (Lc 28,28-31)


Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras
y por vuestros hijos, porque mirad que llegará el día en que dirán: «dichosas las estériles y los
vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado». Entonces empezarán a decirles a
los montes: «Desplomaos sobre nosotros»; y a las colinas: «Sepultadnos»; porque si así tratan
al leño verde, ¿qué pasará con el seco? Palabra del Señor.

ORACION
María no contempla un fracaso en la vida de su Hijo. Ella sabe que asciende a su misión para
cumplirla a favor de toda la humanidad. Esta madre bendita ha salido al camino para acompañar a
Jesús en la travesía del dolor, para convertirse en agua fresca que apaga la sed, en paño que seca
el sudor, en brisa que calma las horas de fuego. Aunque dolorosa es la contemplación de la
escena, los ojos de la fe que vislumbran algo mejor porque Jesús todo lo está haciendo nuevo.
María, en el camino de nuestra vida sigue acompañándonos con tu presencia que anima y
conforta. Amén. 10 Ave Marías y Gloria.
Canto: Hoy he vuelto madre

5. La crucifixión y la agonía de Jesús (Jn 19, 25-30)


Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de
Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba,
dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.»
Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Palabra del Señor.

ORACION
Ha llegado la hora, una espada atraviesa el alma de María que contempla a su Hijo en la cruz.
Que dolor tan grande el de tantas mujeres que en Colombia ven ajusticiar a sus hijos por manos
criminales. Te pedimos María, que nos sensibilicemos ante la angustia y dolor que vivimos en
nuestras comunidades y pedimos que intercedas por nosotros. Amén
10 Ave Marías y Gloria.
Canto: Madre Mía

6. La lanzada y el descenso de la cruz


Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el
sábado - porque aquel sábado era muy solemne - rogaron a Pilato que les quebraran las piernas
y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro
crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas,
sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y
agua. Palabra del Señor.

ORACION
Ha llegado el Reino de Dios donde aparentemente reina la muerte. María contempla a Jesús
envuelto en un sueño mortal y es puesto es su brazos de madre. Esos brazos que lo sostuvieron en
el pesebre para recibir la comida de su pecho, ahora lo sostiene para darle abrigo y calor al
sentirse el frió de una tumba. María, recibe hoy en tus brazos a los caídos por la guerra y la
violencia fratricida de nuestra frontera y de la nación. Ayúdanos para que nuestros brazos acojan
a muchas personas que sufren por diversas razones. Se tú el apoyo de las mujeres que lloran a sus
seres queridos y reanímalas con tu intercesión. Amén 10 Ave Marías y Gloria

7. La sepultura de Jesús y la soledad de María (Jn 19, 38-42)


Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a
los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Tomaron el cuerpo de
Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar. En
el lugar donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el
que nadie todavía había sido depositado. Allí, pues, porque era el día de la Preparación de los
judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús. Palabra del Señor.

ORACION
La Virgen se une a las santas mujeres en el clamor de la soledad porque su Hijo yace en el
sepulcro. En una gruta María vio nacer a su hijo, en una gruta bajo el suelo ve ahora frágil al que
es todopoderoso. María Santísima, como tú aguardamos el día de la resurrección, nosotros
sabemos y creemos que la muerte no tiene la última Palabra porque tu hijo la sentenció con su
propia muerte. Toma, también a los desaparecidos, a los muertos por la violencia, por las
masacres, por los atentados terroristas y a nosotros danos entrañas de misericordia, de solidaridad
para estar al lado de los familiares de estas victimas también; en tus brazos para sentir tu afecto
maternal lleno de esperanza que dura hasta la vida eterna. 10 Ave Marías y Gloria.
Canto: Ave María de mi Señor

Letanías a nuestra Señora de los dolores


Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad y un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, Ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes, Ruega por nosotros.
Madre Dolorosa, Ruega por nosotros.
Madre Lacrimosa, Ruega por nosotros.
Madre Afligida, Ruega por nosotros.
Madre Abandonada, Ruega por nosotros.
Madre Desolada, Ruega por nosotros.
Madre privada de Hijo, Ruega por nosotros.
Madre traspasada por la espada, Ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, Ruega por nosotros.

Roca de constancia, Ruega por nosotros.


Refugio de los abandonados, Ruega por nosotros.
Escudo de los oprimidos, Ruega por nosotros.
Derrota de los incrédulos, Ruega por nosotros.
Consuelo de los míseros, Ruega por nosotros.
Fortaleza de los débiles, Ruega por nosotros.
Medicina de los enfermos, Ruega por nosotros.
Fortaleza de los débiles, Ruega por nosotros.
Puerto de los náufragos, Ruega por nosotros.
Apaciguadora de las tormentas, Ruega por nosotros.
Auxiliadora de los necesitados, Ruega por nosotros.
Terror de los que incitan al mal, Ruega por nosotros.
Tesoro de los fieles, Ruega por nosotros.
Inspiración de los profetas, Ruega por nosotros.
Sostén de los apóstoles, Ruega por nosotros.
Corona de los mártires, Ruega por nosotros.
Luz de los confesores, Ruega por nosotros.
Flor de las vírgenes, Ruega por nosotros.
Consuelo de las viudas, Ruega por nosotros.
Alegría de todos los Santos, Ruega por nosotros.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

Oración final
Señora y Madre nuestra: tú mostraste la fortaleza al pie de la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al
Padre para la redención del mundo. Lo perdías, en cierto sentido, pero lo ganabas porque se
convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos. María, ¡qué
alentador es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: "Ahí tienes a tu hijo", "ahí tienes a tu
Madre". ¡Qué bueno si te recibimos en nuestro hogar, grupo eclesial, sector y parroquia como lo
hizo el discípulo amado! Amén.

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