Está en la página 1de 3

Filosofia del Lenguaje

Caceres Juan Gabriel


https://www.lanueva.com/nota/2018-11-22-8-42-0-robo-en-un-peluqueria-que-cuidaba-y-
quiso-pagar-el-taxi-con-una-planchita-de-pelo

Tal como dice el título de la nota un hombre robo una peluquería de la que estaba a cargo y
quiso pagar el taxi con la planchita que robo.

¿Qué cosas nos pueden llamar la atención de esta noticia “bizarra”?

Comencemos por el hecho que los objetos robados parecen no tener conexión alguna,
exceptuando la campera de cuero y el celular (que en la foto se observa viejo), lo demás no
parecerían ser objeto de robo. ¿Por qué el ladrón robaría una plancha de pelo y una caja de
guantes descartables? El mensaje explicito que encontramos realmente no se comprende.
Robando estos objetos no sabemos que buscaría hacer o querer decir. Aunque tal vez,
aventurándonos un poco, encontremos un poco de luz en el mensaje implícito que este
ladrón quiso dejarle al dueño.

Empecemos recordando el hecho que el dueño ya venía de un daño provocado a su local


por su pareja, quien en una pelea rompió un vidrio del negocio. Ahora tenemos un robo de
una plancha de pelo… ¿No será este un robo ideado por su pareja? ¿Acaso ella no habrá
querido tomar revancha y haber ideado un plan en que Damián, el ladrón, robe una
planchita de pelo para hacerle ver al dueño que el conflicto no había terminado? O aun una
teoría más disparatada; ¿No habrá sido el mismo ladrón quien pretendió dejar un mensaje al
dueño? ¿Y qué mensaje será? Tal vez al hacerle notar el robo de la planchita haya sido un
estímulo ostensivo que como tal busca que el destinatario, en este caso el dueño, note algo
en particular que el receptor quiere remarcar, pero… ¿Que es ese algo? Podríamos pensar
que esa planchita era un medio para hacerle reparar que entre Damián y la pareja del dueño
había una relación (aunque no podamos precisar de qué tipo). Tal vez le quería hacer notar
esta relación aparente entre ladrón – pareja. Para que el dueño lo infiriera completamente le
robo una campera de cuero y un celular con la intención de que el dueño vea que quien
ahora ocupaba su lugar en la vida de su pareja era el, Damián.

Ahora con respecto al taxi es donde encontramos lo bizarro. Se ve que el plan, sea de quien
fuera ideado, no había sido premeditado con mucho detenimiento ya que uno de los
principales movimientos a la hora de robar tal como es la huida no había sido planificada.
Del hecho que el ladrón haya querido pagar con una planchita podemos inferir o que el
mismo no tenía plata, lo cual parece ser la respuesta más lógica, aunque no deja de ser
llamativo, ya que inmediatamente nos preguntamos: ¿Por qué no tenía plata? Ante esta
pregunta nos planteamos respuestas como: tal vez estaría pasando por un mal momento
económico, podría ser el fin de mes el que lo encontraba sin dinero. Estas quizás son
algunas de las respuestas más lógicas (si es que las hay) a la pregunta sobre la falta de
dinero, aunque no las únicas.

1
Filosofia del Lenguaje
Caceres Juan Gabriel
Imaginémonos la situación: Damián se encontraba en plena “huida”, por así decirlo, de un
robo. Al hecho de huir se le suma que ahora se encuentra en un taxi y no puede afrontar la
paga de la tarifa ya que no posee el dinero. La situación de descortesía parece inminente
debido a que se encuentra en una acción que entra en conflicto, tal como afirma Leech.
Pero, ¿qué queremos decir cuando hablamos de una acción que entra en conflicto? Nos
referimos a una acción en la cual hay un gran costo para el destinatario al momento de dar
un mensaje. En efecto, si el emisor busca mantener la relación con el receptor debe hacer
algo para compensar esta descortesía.

En este caso Damián es el emisor y debe compensar esta descortesía, ¿de qué manera lo
hace? Realmente no lo sabemos, pero podríamos inferir que pagarle al taxista con la
plancha de pelo, como dice el título de la noticia, le pareció lo más correcto para evitar esta
descortesía.

En efecto al continuar analizando el articulo nos damos cuenta que la descortesía


finalmente no pudo ser evitada y el taxista es quien llama a la policía para que esta lo
detenga. Si observamos detenidamente vemos que la noticia más adelante dice: “Quería
pagar el pasaje con lo robado”, es decir que Damián no quiso pagar solo con la planchita
sino también con la campera, los guantes o el celular. Acá observamos un énfasis en el
hecho de que el ladrón haya querido pagar el taxi con la planchita por parte del periodista o
la persona que redacto el artículo. Parecería que la intención de este énfasis es hacer notar
lo absurdo de la situación al lector ya que no se hace énfasis en el robo en sí, es decir el
acto sino la resolución del mismo. De igual manera encontramos una violación a la
máxima de modalidad por parte del periodista ya que no es claro respecto a con que objetos
busco Damián pagar el taxi.

Pero cuando creíamos que la noticia era lo suficiente bizarra o no le encontrábamos mucho
sentido, aparece el “golpe final”, y es que la última oración del artículo periodístico dice
“En tanto, Claudio García fue detenido por los daños que ocasionó en la peluquería.”
¿Claudio García? ¿Quién es Claudio García? Al final de la noticia encontramos que
Claudio fue el que ocasiono los daños en la peluquería. Pero… ¿No había sido Damián
Delfor Salazar? ¿Y por qué aparece Claudio García al final? Podríamos pensar que Damián
era Claudio y hubo un error de redacción en el artículo, o quizás Claudio García fue otro
individuo que aprovecho la situación para hacerle daño a la peluquería. O aun una teoría
más alocada quizás Damián padece de algún tipo de bipolaridad y en un momento se
reconoce con el nombre de Damián Delfor Salazar y en otros con el nombre de Claudio
García.

No encontramos una referencia a Claudio García ya que hasta este momento no ha sido
nombrado. Tal vez con la ayuda del contexto pragmático podríamos saber quién era, ya que
lo pragmático ayuda a esclarecer el referente que en casos como este escapan a la
semántica. Lo cierto es que lo más probable es que Claudio García sea quien rompió el

2
Filosofia del Lenguaje
Caceres Juan Gabriel
vidrio de la peluquería, entonces sería la pareja del dueño. De igual forma esto no deja de
ser una inferencia ya que realmente no sabemos quién es. En esta última oración
encontramos violación a las máximas de Grice de todo tipo:

Cantidad: No se sabe quién es ya que no se da la información necesaria.

Relación: No tiene relación la aparición de Claudio con lo que se venía hablando.

Modalidad: No se es claro respecto de quien es Claudio.

La única referencia que poseemos de Claudio es que fue detenido, pero seguimos sin saber
quién es o que papel cumple en el hecho policial.

Finalmente podemos observar que es una noticia que tiene como fin generar un humor en el
absurdo del robo de una planchita, y no está dirigida a ningún grupo de personas particular.
Podríamos preguntarnos realmente si el énfasis es correcto o no. En efecto no se entiende
cual es realmente la de esta noticia porque no informa nada necesario o relativamente
importante.

En conclusión, encontramos una noticia extremadamente bizarra en la que el periodista


destacó por las continuas violaciones de las máximas de Grice a todo momento, por no
brindar un contexto claro para entender quién era Claudio García y el hecho en sí, es decir
el robo llevado a cabo por Damián aporto lo suyo; las violaciones a las máximas de Leech y
la cantidad de implicaturas que se nos permite formular por lo confuso o bizarro del robo y
su resolución.

Temas trabajados:

 Máximas de Grice.
 Implicaturas, explicaturas, estímulos ostensivos, inferencia.
 Cortesía de Leech.
 Pragmática.

También podría gustarte