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1 Reyes Posada, Alejandro, Guerreros y Campesinos, Bogotá- Colombia, editorial. Ariel, 2009, Pag. 33, con la
colaboración de Duica Amaya, Liliana.
2 Este capítulo resulto de una investigación en conjunto entre Alejandro Reyes Posada y Liliana Duica Amaya,
quien redacto los informes departamentales de chocó, Antioquia, Bolívar, La Guajira, y Meta.
situaciones regionales y locales que son muy complejas. Que tiene como
consecuencia una afectación a los grupos que tenían vinculaciones más precarias
con la propiedad territorial en regiones poco consolidadas: sin títulos de propiedad
ni catastro constituidos; con organizaciones sociales débiles o situaciones ilegales,
como la presencia de cultivos ilícitos3 . De esta manera el autor señala que el
despojo masivo de tierras es por causa de la debilidad estructural, la precariedad
de títulos de propiedad; en esa misma línea señala que el Despojo de tierras
favorece a los grandes terratenientes, los cuales están a favor de la ganadería
extensiva y son agentes que afectan a la pequeña agricultura y directamente al
campesino.
Javier Osuna, comunicador social y periodista, realiza una investigación para optar por su
título de Magister en Investigación Social, desarrolla un análisis detallado y muy valioso
para la memoria del departamento de Norte de Santander, que como señala él “es un
3 Reyes Posada, Alejandro, Guerreros y Campesinos, Bogotá- Colombia, editorial. Ariel, 2009, Pag. 156, con la
colaboración de Duica Amaya, Liliana.
4 Ibid., Pág. 159.
5 Ibid. Pág. 183.
testimonio periodístico y humano sobre la barbarie paramilitar acaecida con los hornos
crematorios en Norte de Santander”, en donde con la llegada de los grupos paramilitares
específicamente del Bloque Fronteras, se cometieron hechos parecidos a los del holocausto
Nazi, con la quema de cuerpos para eliminar evidencia de todo crimen.
Me hablarás del fuego, pretende ser una piedra hacia la construcción de memoria del
conflicto en donde la víctima no sea vista como un simple objeto legal, sino como un ser
humano6. En el capítulo segundo del libro se intenta realizar un recuento histórico de lo
sucedido; en el subtítulo “El estado paramilitar del frente fronteras” realiza un breve
resumen de las sentencias emitidas por los tribunales de justicia y paz que permiten
evidenciar los vínculos que los paramilitares mantuvieron con miembros del Estado
Colombiano (fiscalía, ejercito, policía, Inpec, Das) para cometer sus crímenes 7. Este
estudio guía la propuesta de investigación a un fin específico de intentar identificar los
actores y sectores sociales que sufrieron los horrores del paramilitarismo en el periodo
comprendido entre 1999 y 2004.
A manera de entrevista, Javier Osuna mantiene una conversación con Jorge Ivan Laverde
Zapata, alias el “Iguano” comandante del Bloque Fronteras en el departamento de Norte de
Santander; este aparte de la investigación lo titula El responsable del fuego; en la cual el
entrevistado entrega su versión sobre los hornos crematorios que él mismo ordenó8. A
través de esta entrevista se evidencia que la ciudad de San José de Cúcuta, y el
departamento de Norte de Santander, estaban siendo afectados por el terror como
mecanismo para satisfacer intereses de diversa índole.
6 Osuna, Javier, Me hablaras del fuego, Bogotá – Colombia, Penguin Random House Grupo Editorial, 2015,
Pág. 22.
7Ibid. Pág. 23.
8Ibid. Pág. 22
9Ibid. Pág. 56
10Ibid. Pág. 105
En la dinámica del contexto, OSUNA realiza una entrevista estructurada muy interesante al
señor JAIME GUERRERO el cual fue víctima de despojo a finales de los años 80 por parte
de las guerrillas y mediante la ocupación de tierras por parte de la ANUC. El testimonio de
JAIME GUERRERO relata que fue secuestrado en tres ocasiones por la guerrilla ( dos
veces por el Epl y una por las Farc)11; adicionalmente, Jaime asegura que los paramilitares
intentaron comprarle un predio llamado de su propiedad en 2003, justo antes de la
desmovilización, ofreciendo trescientos millones de pesos que él rechazo en su momento
esperando que aumentaran la cifra a setecientos millones12. El inmueble se denomina
Pacolandia, este se ubica en el corregimiento de Banco de Arena, departamento de Norte
de Santander; en donde ocurren hechos como la incineración de cuerpos para causar terror
a la comunidad.
La unidad 1 del texto “Abandono Forzado y despojo de tierras en Colombia”, ofrece una
base conceptual y una perspectiva histórica de la comprensión del despojo de tierras” y de
cómo “entender los determinantes y la complejidad de los fenómenos del abandono forzado
y despojo de tierras”. El concepto de Abandono forzado inmerso en la ley 1448 de 2011 lo
señala como (…) “la situación temporal o permanente de la que se ve abocada una persona
forzada a desplazarse, razón por la cual se ve impedida para ejercer la administración,
explotación y contacto directo con los predios que debió desatender en su desplazamiento”.
En este entendido tenemos que el abandono Forzado se da antes del Despojo, esto
derivado por: “Amenaza contra la vida y la integridad física; 2. Actos de cadena de terror,
causando miedo con masacres, torturas, asesinatos, intimidaciones y hostigamientos14.
y Sabogal Ricardo (director nacional de La Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras
Despojadas), Módulo pedagógico, La restitución de tierras y territorios, Justificaciones, dilemas y estrategias,
[En línea] Bogotá – Colombia. 2016, 185 p., Disponible en https://www.dejusticia.org/wp-
content/uploads/2017/07/Modulo-pedagogico-La-Restitucion-de-tierras-PDF-paraWEB.pdf, pág. 15.
14 Ibid. Pág. 25.
El despojo por su parte “es la acción por medio de la cual, aprovechándose de la situación
de violencia, se priva arbitrariamente a una persona de su propiedad, posesión u ocupación,
ya sea de hecho, mediante negoció jurídico, acto administrativo, sentencia o mediante la
comisión de delitos asociados a la violencia”, el despojo a diferencia del abandono forzado,
requiere de la intervención consiente de un tercero”15.
La investigación también contiene una “aproximación a las tipologías del abandono forzado
y despojo en Colombia” en donde se puede ver: clases de tipología general y tipologías
especificas del despojo; como tipologías se describen de la siguiente manera (i) la violencia
donde su especificidad son los actos violentos orientados a producir abandono forzado, (ii)
uso ilegal de figura jurídica con o sin violencia, la especificidad son los actos ilegales de
enajenación a particulares, (iii) despojo administrativo, que es donde existe la complicidad
de las autoridades institucionales, (iv) la figura del despojo administrativo en donde se
utilizan métodos administrativos sin el conocimiento de autoridades competentes, (v) el
despojo por vía judicial, en concreto son procesos de pertenencia que desconocen los
derechos de la población desplazada. (vi) el despojo por operación distorsionada, que es la
compra masiva de tierras, utilizando información privilegiada de las víctimas, en donde se
alega la buena fe exenta de culpa, (vii) despojo por entidades financieras, usualmente con
embargo o remate de deudas que no pudieron cancelar las víctimas del conflicto armado.
Los autores señalan que el abandono forzado y el despojo vulneran el derecho de inclusión
productiva en condiciones de dignidad. El despojo no es solo la perdida de tierra, es perdida
de lazos sociales, pertenencia, fragmentación familiar, proyectos de vida, así mismo la
calidad de vida se ve vulnerada, esto va mucho más allá de una afectación patrimonial y su
naturaleza es muy diversa17. Ante esta situación se vislumbra cuáles fueron los sectores
sociales más afectados por el despojo; esto en referencia al objetivo específico de la
investigación planteada.
Los investigadores plantean serios retos sobre cómo se realiza el despojo. El desmovilizado
jefe paramilitar Jairo Castillo, alias “Pitirri” presentó su lectura de despojo de la siguiente
manera: “uno iba matando a la gente, otros iban atrás comprando, otros iban de tercero
legalizando18”. Así, pues, en el abandono forzado y el despojo intervienen diversos actores
La información contenida en este libro y capitulo fue realizada por Felipe Martin
Novoa, antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia, junto con Renán Vega
Cantor, profesor titular de la Universidad Nacional Pedagógica de Bogotá. La
información acopiada empieza develando que “el despojo es una práctica de
acumulación de capital … y de nuevas formas de dominación colonial, el objetivo
es apropiarse de la tierra, el agua y la biodiversidad, porque requieren controlar las
fuentes de materia y energía que hacen posible el funcionamiento del capitalismo 20”.
Esta apropiación de tierras de forma violenta se evidencia a nivel nacional y en el
territorio Norte Santandereano, en donde se evidenciaron violaciones a los
derechos humanos.
De esta forma, el presente libro traído a colación como fuente bibliográfica ayuda a
la propuesta de investigación en lo relación a lograr determinar cuáles son las
causas y fines del despojo.
30 Área de Memoria Histórica Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación línea de Investigación Tierra
y Conflicto, El despojo de tierras y territorios. Aproximación conceptual. [En Línea] Bogotá- Colombia. 2009.
Disponible en
http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2010/tierra_conflicto/despojo_tierras_baja.pdf
. Pág. 30-
31 Ibid. Pág. 30
32 Ibid. Pág. 30
abandono y apropiación sin transacción comercial, el intercambio de bienes
inmuebles, el usufructo de los predios sin apropiación como figura jurídica.
Los autores señalan que las causas, las consecuencias y las modalidades del
despojo varían de un caso a otro, aún dentro de una misma región y en una misma
época33. Se combina una coerción física con la movilización de recursos legales,
judiciales, administrativos y políticos34. El despojo en si no siempre es el objetivo de
las actividades bélicas y económicas; pueden ser desde el inicio el instrumento de
un fin mayor de tipo militar, económico y político; en muchas ocasiones el
desplazamiento antecede al despojo y el abandono no antecede al
desplazamiento35. De esta forma se manifiesta una maquinaria de gran tamaño la
cual rige desde un principio todo el sistema agrario nacional.
En el texto se señala cuáles son los fines y efectos alcanzados del aprovechamiento
del despojo, cuáles fueron sus beneficios, quienes se aprovecharon de esas tierras
ganadas con miedo, muerte y temor; además los autores involucran en su capítulo
III (i) un aprovechamiento militar, (ii) un aprovechamiento económico por distintas
clases de actores y agentes sociales, se asocian para la expansión, instalación y
consolidación de procesos industriales orientados por ejemplo a la industria
alimentaria, los agrocombustibles, el procesamiento y la transformación de materias
primas, petroquímicas, minera y energética37. Esta parte es trascendental en
materia de la investigación presentada debido a que se necesita identificar cuales
fueron actores que contribuyeron al despojo de tierras; (iii) un aprovechamiento
político-Electoral.
33 Ibid. Pág. 35
34 Ibid. Pág. 35
35Ibid. Pág. 35
36 Ibid. Pág. 53
37Ibid. Pág. 72
Todos estos elementos trascienden la dimensión predial para ubicarse en un plano
conceptual mucho más amplio, constituido por lugares y relaciones de contigüidad
que, recreadas a través de la historia por la dinámica social, dan contenido material
y simbólico a lo que se denomina territorio38. Es evidente que hay más formas de
método de despojo lo cual es necesario identificar con base a la información que los
autores anteriormente señalado han generado en el país sobre el tema.
Siendo estos los lugares donde se dan asiento la acumulación del capital, la
integración social de estructuras y de relaciones conflictivas. Según Gustavo
Montañez el territorio también tiene identidad y efecto existente entre el sujeto y su
territorio40. De esta manera hace referencia a que el conflicto surge del poder con
relación a desacuerdos en la utilización del control político y de las ventajas
económicas sobre un territorio o un grupo social, a su vez se alienta de la
desigualdad social que se presenta en la Nación, en donde se ven afectados grupos
sociales minoritarios, hablando de campesinos, indígenas, afrodescendientes, etc.
La violencia según el artículo se da en dos formas (i) el conflicto por la tierra y (ii) el
conflicto por el territorio, en donde el primero es un modelo de concentrar tierras,
entre estas están los latifundistas ganaderos, la empresa agroindustrial y el
minifundio campesino. En segundo lugar, mediante fuerzas que quieren retirar del
paso a competidores que cuestionan su poder. Los procesos de conflicto son
diferentes en donde el papel del Estado y las elites locales han tenido protagonismo.
En el titulo segundo los autores estudian históricamente los orígenes del conflicto
por la tierra y la conformación territorial en donde una disputa entre hacendados y
colonos hace que se creen dos tipos de ocupación: el latifundio y el minifundio. En
los latifundios se utilizaban distintos modelos de trabajo en los que se hacía uso de
mano de obra indígena, mestiza y negra, con una fuerte sujeción del campesino sin
tierra. Para la década entre 1920 y 1930, el gran latifundio se fue dividendo por
herencias y sistemas de arrendamiento a una nueva clase de empresarios agrarios
capitalistas; algunos latifundios lograron la transformación al desarrollo capitalista,
mientras otros quedaron en la ruina; en algunos casos, los campesinos lograron la
adjudicación de la tierra de latifundistas ausentes42.
En esta idea es importante resaltar las fechas históricas, para poder entender la
causal del despojo y como se ha venido desarrollando en nuestro país, con el
concepto de latifundio y minifundio se pueden dar luces a la presunción de lo que
es el territorio, y como las comunidades afrodescendientes, indígenas, campesinas,
obreras, entre otras se han venido afectando y como entes terceros los han
expropiado de sus tierras obligándolos a salir a la ciudad a la parte, al mundo
urbano, que es frío e indiferente. Todo esto da bases para las aplicaciones del
despojo en el departamento de Norte de Santander y como esta investigación
espera aportar a la sociedad investigativa y académica.
Los vacíos en los textos leídos se pueden ver reflejados en las dinámicas y patrones
del despojo, ya que se centran en un nivel nacional como lo hace Alejandro Reyes
posada, en su libro Guerreros y Campesinos, en donde hace relevancia en la parte
del Catatumbo, pero no al departamento de Norte de Santander, el cual ha sido
ensimismado por la violencia y terror en pro de privatizaciones de tierras. En el libro
42 Ibid. Pág. 67
de Felipe Martín Novoa y Renán Vega Cantor, Geopolítica del despojo, se evidencia
como los autores del despojo han sido también las empresas privadas la cuales han
llegado a expropiar tierra en departamentos como Antioquia, Chocó, Nariño ,
Córdoba, Vichada entre otros, pero tampoco se hace alusión al departamento de
Norte de Santander, en el cual también existe empresas privadas, más que todo
petroleras que se benefician del despojo y del desplazamiento forzado causado por
el conflicto armado interno de la región, en donde se ven implicados actores de
guerra como guerrillas, paramilitares o bandas criminales, narcotraficantes entre
otros.
Por esta misma línea genérica se han manejado los libros El despojo de tierras y
territorios, aproximaciones conceptuales, investigación realizada por la IEPRI de la
Universidad Nacional de Colombia, en donde se no se evidencia cuáles fueron los
departamentos más afectados por la violencia, en un libro conceptual y no
cualitativo, no tiene cifras del departamento de Norte de Santander y como sus
municipios se han visto afectados por la violencia, donde los fines alcanzados del
aprovechamiento del despojo ha sido para cultivos ilícitos y siembra de palma, el
Catatumbo como zona de siembra de coca, la guerra interna que se vive por el
control económico y militar.
El texto del profesor Osuna Me hablaras del fuego los hornos de la infamia nos deja
con ganas de saber más; respecto del tema del despojo, se considera una pregunta
¿es posible que la desaparición forzada sea un mecanismo de despojo?, eso queda
como vacío, el cual es una importante derivada a investigar, la investigación
cualitativa que se realizó nos dejó ver el pavor con cuales los autores de la guerra
intimidan a la población del departamento de Norte de Santander.
Y como parte conceptual y no dinámica cualitativa del asunto respecto del despojo
se encuentra el primer capítulo del libro Modulo pedagógico de tierras y territorios;
en donde se evidencia que faltaron cifras del departamento de Norte de Santander
ya que en cifras estadísticas ha sufrido masacres, dando resultado el
desplazamiento y despojo de tierras en la parte de los municipios de El Carmen, El
tarra, Tibú, convención entre otros.
APORTES Y CONCLUSIONES
Marco Teórico
Los derechos humanos comprenden todas aquellas atribuciones que por el hecho
de ser humanos nos corresponden y deben ser respetados y valorados en su
individualidad. En sentido amplio existen dos grandes declaraciones a nivel
universal que se podría decir encierran el compendio enunciativo de estas garantías
que en sentido formal son la Declaración Universal de Derechos Humanos y la
Declaración Americana de los derechos y Deberes del Hombre, se podría decir que
tienen 3 características en común, en primer lugar se entiende que ambos abarcan
derechos civiles, políticos, económicos y culturales, por su calidad de declaración
no se pueden definir como tratados internacionales, además que se entiende que
en un inicio no eran vinculantes para ningún Estado y como ultima característica se
tiene que el derecho consuetudinario jugo un papel trascendental para vincular
dichos escritos a los Estados pertenecientes a distintas organizaciones
internacionales.
https://eacnur.org/es/actualidad/noticias/emergencias/crimenes-de-guerra-de-la-historia-reciente
énfasis en este tipo de crimen que en su historia ha abarcado multiplicidad de
hechos atroces generados por guerras inhumanas y sin distinciones de edad, sexo,
o cualquier otro estereotipo infundido por las personas.
1.3.4. El Crimen de Agresión
El Artículo 8 bis adoptado en Kampala define el crimen de agresión individual
como la planificación, preparación, inicio o ejecución de un acto de agresión
por parte de una persona en posición de liderazgo. En gran medida, implica
el requerimiento mínimo de que éste constituya una violación manifiesta a la
Carta de las Naciones Unidas48.
Es así como fueron establecidos siete clases de actos que constituyeron crímenes de
agresión los cuales se definieron como:
La invasión de un Estado por otro.
El ataque (por fuera de lo establecido por la Carta de la ONU) de fuerzas armadas
de un Estado contra otras de otro Estado o contra la población civil de este.
Toda ocupación militar que derive de los actos anteriores y que implique el uso de la
fuerza.
El bombardeo.
El bloqueo de puertos o de costas de un Estado.
La utilización de las fuerzas armadas de un Estado que se encuentren en un Estado
extranjero con acuerdo de este pero que exceda las condiciones pactadas entre
ambos Estados.
La disposición de un territorio propio de un Estado para que otro Estado pueda
agredir a un tercero.
El envío por parte de un Estado de grupos irregulares “paramilitares” o mercenarios
que lleven a cabo actos armados contra otro Estado49.
Estos crímenes de agresión como bien se puede denotar encierran el campo de conflictos
llevados internacionalmente y que generan grandes detrimentos a la soberanía del Estado.