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espacial
Resumen
Los resultados permiten identificar zonas y patrones para elaborar políticas públicas que ayuden a
disminuir las desigualdades, que favorezcan el bienestar y que incrementen la calidad de vida.
1
Profesor Investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, hbarajas@uacj.mx
2
Profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, jaimegder@gmail.com
Introducción
El suelo residencial creció entre 1995-2001 a una tasa del 3.4% por año
cubriendo un 45% de la superficie urbana, mientras que el uso industrial y
comercial creció arriba del 8% anual. Sin embargo, aún hay una gran proporción
de suelo disponible dentro de la ciudad que se ha mantenido durante el periodo
mencionado, 11% de la superficie urbana. Esto es relevante pues el crecimiento
urbano convierte cerca de 180 hectáreas de tierra agrícola al año según la
demanda de vivienda que al parecer puede ser solventada por suelo ya
urbanizado (Peña y Fuentes 2007).
En los primeros años del siglo XXI, la superficie para uso habitacional creció
en 30 mil metros cuadrados a pesar de que el crecimiento poblacional venía en
descenso. Dicho crecimiento, que fue aprobado por el gobierno local, es explicado
por la vivienda de interés social teniendo un 86.78% de las acciones de vivienda
entre 2001-2006 (Maycotte, 2008). Las viviendas creadas para ese periodo (hasta
el 2006) equivalían a una tercera parte de las viviendas habitadas en el 2005.
Sacando la diferencia de viviendas habitadas entre el 2000 y el 2010 solo hay
75,249 es decir que al menos el número de viviendas que no se ocuparon en este
periodo es de 37,4293 que muy probablemente la mayoría estuvo destinada para
trabajadores.
Este modelo supone que los hogares enfrentan una elección residencial,
considerando la ubicación y la vivienda en cada ubicación. Por lo tanto, la utilidad
del consumidor está en función de los atributos de esas alternativas, incluyendo
accesibilidad, calidad de los servicios públicos, características del vecindario y de
la vivienda, entre otros. Así como en función de las características de los
consumidores, como la edad, el tamaño de la familia, ingreso entre otros. El
consumidor elige la alternativa que maximiza su utilidad (MacFadden, 1978).
Metodología
a jr
S jr 100
aMAXr
donde:
a jr
Y de S jr 1 100 cuando la variable disminuye el bienestar
aMAXr
Índice de Biehl
Este índice parte del supuesto de que las dotaciones menores en una categoría
pueden ser compensadas con dotaciones mayores en alguna otra de las
categorías, la agregación se hace con medias aritméticas cuando los
equipamientos se consideran como sustitutivos y con medias geométricas cuando
no lo son (Biehl, 1988).
I ir (1/ n) S jr
donde:
n
IGr n
I
i
ir
en la región r .
Para poder medir la eficiencia de las unidades que ofrecen los bienes públicos
locales e parte del concepto de eficiencia económica, en el cual se establece que
no deben existir situaciones que estén por encima o por debajo de las
debe cumplir que 𝑈𝑛𝑖 < 𝑛 y 𝑈𝑔𝑗 < 𝑔. Con esto se puede calcular el CSF
𝑈𝑛𝑖 𝑈𝑔𝑗
𝐶𝑆𝐹𝑈𝑖 = /
𝑛 𝑔
Que modificará los valores del coeficiente anterior pues cada unidad
ofertante deberá de atender más población y los habitantes de 𝑖 podrán tener más
de un ofertante dentro de su rango de movilidad máximo. Los resultados
mostrarán valores en los mismos rangos. Incluir la fricción de la distancia llevará a
que los valores que están por debajo de la unidad pero cercanos a ésta se
acerquen más y los valores por encima y cercanos a 0 se alejen. La distancia que
tiene que recorrer un habitante de 𝑗 es diferente a la del habitante en 𝑖 ≠ 𝑗 para
ponderar por la distancia se utiliza la distancia del rango de tal manera que
𝐶𝑆𝐹𝑈𝑖𝑑 = 𝐶𝑆𝐹𝑈𝑖 ∗ 𝑑
Datos
Para el índice de Bienestar Social el área marginada corresponde al color azul que
se muestra en la imagen 4, que es la periferia de la zona sur de la ciudad.
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ANEXO A