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PSICOLOGIA MÉDICA II

PSICOMOTRICIDAD 4º

CONDUCTAS BASALES: SUEÑO Y ALIMENTACIÓN

La alternancia sueño-vigilia forman parte de los ritmos biológicos del ser humano, alcanza
duración y constancia luego de superadas algunas etapas de evolución funcional. En los
primeros meses de vida el dormir va unido a sensación de hartura, satisfacción y el despertar a
sensación de hambre.
Comprender estos enlaces entre ritmos biológicos, función, necesidad, afectividad, requiere
de la comprensión médica, psicológica y educativa.
El recién nacido duerme de 17 a 19 horas , teniendo en cuenta las variables individuales como
son el patrimonio genético, las condiciones del embarazo, el parto, el vinculo madre- bebe. En
las primeras semanas de vida el ritmo sueño-vigilia se marca con los ciclos de 3 y 4 horas, los
desvelamientos son normales hasta el final del segundo mes, a partir de la semana 16 en la
mayoría de los bebes debería estar marcado por un período diurno y otro nocturno.

Al final del primer año el bebe necesita hasta 15 horas con dos siestas al día que cumplen un
papel importante en la calidad del sueño diurno.
El ritmo se asocia a informaciones genéticas mientras que las condiciones de vida aseguran la
sincronización y estabilización de las fases. El sueño del bebe se relaciona con aspectos
fisiológicos y psicológicos. Frecuentemente los trastornos del sueño se asocian a
sobreestimulación del sistema de vigilia. Factores ambientales del entorno familiar pueden
afectar la fragilidad del sueño del bebe, ruidos, exceso de calor, frío etc.
La mamada o mamadera nocturna es necesaria para asegurar la unión de las diferentes fases
del sueño nocturno. La madre o función materna es la guardiana del sueño , filtrando las
excitaciones exteriores y vela por una distribución equilibrada entre períodos activos y de
reposo, juega el papel de paraexcitación supliendo la inmaduréz mental y física del bebe.
El sueño no es solamente una función neurofisiológica, los cuidados maternos, sostén,
manipulación, voz, calor, contacto le dan al sueño la carga afectiva necesaria que le permita al
bebe abandonarse a él.
La alimentación es un acto complejo en el que intervienen factores biológicos, psicológicos y
socioculturales, aparecen trastornos en esta función en el 70% de los bebes hasta el primer
año de vida, anorexia y vómitos son los síntomas más frecuentes. La nutrición normal es el
conjunto de funciones cuya finalidad es proveer al organismo de la energía y nutrientes
necesarios para mantener la vida, promover el crecimiento y remplazar pérdidas desde la
concepción hasta la muerte. La alimentación está en el vínculo madre-bebe con su doble
función satisfacer y calmar el hambre y la sed, descargar la tensión a través de la satisfacción
oral, labios, lengua, paladar, faringe. No solo la ingestión de alimentos genera satisfacción,
también se da chupándose el dedo, jugando con el pezón etc.
La sociedad produce mandatos culturales que son incoporados por madres, abuelas, familias
incidiendo en la conducta alimentaria. Los ritos sociales, las ideas familiares, la puericultura del
momento y otras enfermedades orgánicas pueden alterar la alimentación.
TRASTORNOS DEL SUEÑO
En el primer semestre se dan los insomnios funcionales , se caracterizan por su precocidad,
marcados por períodos de sueños breves, despertares, lloros y llantos frecuentes. Se
diferencian de los producidos por causa orgánica demostrada. INSOMNIO
Para hablar del insomnio debemos definir las características del sueño, ya que el insomnio
perturba una fase natural y reparadora como es la del dormir. Averiguaremos cuales son las
posibles causas que impiden el dormir. Dentro del sueño distinguimos dos fases: el sueño lento
y el sueño paradojal (fase en la cual se sueña). El sueño y la vigilia dependen de dos sistemas
antagónicos, que se encuentran en actividad e intercalándose uno con el otro. El niño que
sufre de insomnio se debe a una hiperactivación del sistema de despertar, que puede ser como
consecuencia de tensiones familiares, o en su relación con el medio.
Aclaramos también que hay diferentes tipos de insomnio según sean las edades del niño: en
los seis primeros meses hasta el primer año y luego en la adolescencia.
Cabría aclarar que estamos dando algunas características que se podrían encontrar en cada
período mencionado, pero siempre se tendrá en cuenta que cada bebé es único e irrepetible y
por ello puede tener más o menos características de las que aquí hacemos mención.
En el insomnio de los primeros seis meses, coincide con el de la primera sonrisa, y es el del
primer contacto con el mundo externo , empieza a conocer las cosas que lo rodean, y aquí el
se encuentra en un período donde está nervioso, lo que podría provocar molestias en los
miembros de la familia.
El sueño del bebé es ligero, frágil, y generalmente se interrumpe ante cualquier tipo de cambio
que se produzca en su rutina diaria, ( excitación durante el día, irregularidades, fallas en
cuanto a sus necesidades de alimentación, como ser supresión de la leche durante la noche, o
al revés darle demasiado alimento cuando no lo necesita,).
También encontramos nuevamente fallas en la relación con la madre, puede que ella esté
atravesando períodos de tensión, angustia, impaciencia e inclusive que no pueda tolerar su
propia ansiedad, lo que se reflejará indefectiblemente en el niño a través de una manifestación
corporal. Kreisler sostiene que en éste tipo de insomnio encontramos a una madre que tiene
respuestas marcadas por la inadecuación, la contradicción y la sobrecarga.
En el segundo año, se podría dar el insomnio producido por la excitación que el niño carga
durante el día, ya que se le presenta un mundo nuevo por conocer y además posee las
herramientas necesarias para explorar e investigarlo. Habitualmente el niño recurre a
actividades autoeróticas para dormirse, como también a objetos transicionales y actitudes que
repiten hasta dormirse. Estos son hábitos muy comunes en los niños que no deben preocupar
a sus padres, ya que de lo contrario el niño se excitaría e irritaría aún más, dificultando su
entrada en el sueño. Además hay que tener en cuenta que, estar muy pendiente de todas las
actividades del niño estimulará su dependencia hacia los padres, retrasando su autonomía a
conquistar.
Algo muy diferente es el ataque de angustia nocturna, Sperling lo asocia a una patología diurna
como una fobia, inhibición o problemas de personalidad; según Freud, representa un fracaso
del sistema de protección del sueño, ya que el soñar sería el guardián del dormir cumpliendo la
función de elaborar las descargas pulsionales no tramitadas durante la vida de vigilia; en
cambio los ataques nocturnos serían una descarga brutal, no metabolizada al contrario de lo
que se produce en el soñar-
El insomnio desmesurado se da cuando el bebe no deja de llora, ni duerme más de pocas
horas al día, con repercusión familiar. A veces se presenta con actividades motrices de
descarga en que el bebe presenta gestos autoeróticos ritmados. Menos frecuente es cuando el
bebe tiene insomnio tranquilo cuando permanece con los ojos abiertos sin hacer ruido, esta
forma es un signo precoz de trastorno grave de personalidad. Analizar los trastornos del sueño
del bebe es interrogar a los padres acerca de que hace el bebe durante el día, con quien pasa
los distintos momentos, es necesario establecer un horario completo día tras día. Las
condiciones educativas pocos favorables son relevantes al igual que las actitudes alimentarias
poco adaptadas a las necesidades reales e individuales del bebe, despertarlo para tomar la
mamadera o pecho, dejarlo llorar porque todavía no es la hora de comer , suprimir la comida
nocturna para acostumbrarlo a la noche etc. las distintas variables pueden someter al bebe a
un exceso de estímulos, referidos a la manipulación de su cuerpo, aumento o supresión de
comida, o de la siesta diurna. En las condiciones educativas es de riesgo la condición
psicopatológica materna.
Los desajustes maternos en torno a la sobrecarga, inadecuación e incoherencia de la atención
al bebe se manifiestan en irregularidad, falta e imprevisibilidad de la conducta materna.
Impaciencia repentina, luego de momento de satisfacción
Alternancia de carga afectiva amor-enojo
Discontinuidad en los cuidados
Acercamientos fusionales y bruscos distanciamientos
Depresión materna restringe capacidad de atención al b.
Sobreestimulo constante, no respeta aislamiento, iniciativa de intercambio del bebe.
Somnoliencia diurna excesiva (hipersomnio) hay que diferenciarlo del trastorno de vigilia por
afección neurológica postraumática o encefálica , es poco frecuente pero inquietante. Cuando
es importante va unida a escaza reactividad, indiferencia, silencio, calma que hacen pensar en
deficiencia mental o estado de aislamiento autista precoz. A partir de los 8 o 9 meses ciertos
niños manifiestan en el día períodos de adormecimientos bruscos o rápido secundario a una
frustración o sin razón aparente, suelen presentarse en un contexto de tristeza y depresión.
Dificultades y trastornos del sueño ulteriores:
A partir de los 2 años el niño se muestra ambivalente ante la situación de acostarse, dividido
entre sus aspiraciones de autonomía y sus muy intensas necesidades de dependencia. La
angustia de separación es inherente a esta etapa, el dormir se convierte en un momento de
prueba ya que dormir es separarse, sumirse en la vida fantasmática y onírica. Necesita de un
espacio transicional, rodearse de objetos particulares e investidos, exige que se repitan
diariamente determinados gestos de manera idéntica.
Los trastornos del sueño relacionados con la hiperactividad motriz:
Se dan en niños de 9 a 30 meses quienes muestran retraso en el lenguaje y en lo psicomotor.
No parecen encontrar calma motriz en el dormir, con frecuencia tienen necesidad de
liberación de actividad motriz que las condiciones de vida o la tolerancia materna no permiten
suficientemente.
Los niños opositores: en el momento de acostarse luchan contra el sueño, rechazan acostarse
sin manifestar ansiedad alguna, tras una primera fase de sueño profundo se producen
frecuentes desvelos, en los que el niños trata por todos los medios de dominar su entorno y el
despertar es siempre rápido. Esta oposición con frecuencia se repite en el comportamiento
diurno, traduce sentimiento de inseguridad relacionado con la ambivalencia materna.
Los trastornos del sueño con frecuencia expresan ansiedad; dormir activa la ansiedad de
separación, determina rituales del acostarse, el lactante llora, reclama luz, en ocasiones
presenta ritmias de adormecimientos que existen en el desarrollo normal, movimientos del
cuerpo, movimientos laterales de la cabeza o golpes contra la cama, balanceos. A veces los
trastornos angustiados se presentan después de traumatismos con intervenciones quirúrgicas,
hospitalizaciones, entrada a guarderías, salida de vacaciones que reavivan la angustia de
separación.
Los trastornos del sueño por excitación psíquica.
En niños que muestran cierta precocidad verbal, el niño canturrea, habla, se rie, intenta
retener a sus allegados con sus monerías, el sueño es agitado y el despertar seguido de las
mismas manifestaciones para llamar la atención. Se han descrito insomnios alegres en niños de
muy corta edad, tanto en un clima de depresión familiar como en niños psicóticos. El insomnio
alegre es interpretado en términos de defensas maníacas como si negara la ruptura y la
pérdida debidas al hecho de dormir y debiera recuperar bruscamente el contacto con el
mundo exterior.
PRINCIPALES ALTERACIONES ALIMENTARIAS
Anorexia, cólicos idiopáticos, vómitos, mericismo, hiperfagia
COLICOS IDIOPATICOS: se presentan en los primeros tres meses de vida, gritos y chillidos
después de la comida o luego que el bebe se adormece. Los gritos desaparecen con el pecho o
mamadera y reaparece inmediatamente después. Se da en un patrón de bebes hipertónicos
que comen vorazmente y las madres parecen responder ansiosamente no respetando los
ritmos , se exceden en la alimentación. Spitz dice que el factor desencadenante es la solicitud
primaria ansiosa y excesiva del bebe y la hipertonía. La respuesta de la madre aumenta el
malestar por sobrecarga gástrica generando un círculo que se retroalimenta. La madre
responde a las necesidades del bebe con una única respuesta, alimentar, afectando la
posibilidad digestiva. El cólico cesa por adaptación de la madre al bebe y porque este descubre
otras vías de descarga de tensión, succión del pulgar, chupete etc.
VOMITOS DEL RECIEN NACIDO Y DEL BEBE: frecuentemente en el recién nacido por fuertes
contracciones de la musculatura abdominal. Se da un continuum entre la regurgitación
fisiológica y el auténtico vómito. El vómito afecta la leche ya digerida, la regurgitación es el
sobrante , no necesita digerirse. Las posibles causas del vómito son los trastornos digestivos
producidos por exceso de alimentos, la demanda excesiva del niño y la sobreprotección
materna. Otra causa puede ser la aerofagia, excesiva toma de aire cuando el bebe amamanta
o toma mamadera. Los vomitos pueden ir acompañados de llamada de atención de protesta,
conflicto con la madre transferido al alimento, expresión ambivalente hacia su madre,
ingestión excesiva o rechazo de alimento.
MERICISMO O RUMIACIÓN: se presenta en el segundo semestre con regurgitación provocada
por esfuerzos manifiestos o por facilidad para retornar el alimento a la boca. El niño guarda
total o parcialmente el alimento y lo mastica antes de volverlo a deglutir. Si rechaza la mayor
cantidad de alimento habría desnutrición. El mericismo puede unirse a otras conductas como
balanceo de cabeza, succión de dedos, tricotilomanía. Las conductas cesan con la presencia
del adulto. Las madre pueden ser frias, distantes, poco afectuosas. Se da el síndrome de
carencia emocional, son madres que crían al bebe en un marco ritualizado y obsesivo. El bebe
intenta resolver la ausencia materna con conducta de satisfacción autoerótica.
ANOREXIA: puede presentarse de diversas formas, la anorexia común del segundo semestre,
de rechazo en general a los sólidos, cierta precocidad en el desarrollo psicomotor y un
contacto demasiado lábil, acompaña la actitud de rechazo, el niño ha logrado cierta autonomía
e intenta dominar la situación. La oposición va dirigida a la madre que intenta alimentarlo más
que conducirlo a que él se alimente. El rechazo al alimento provoca en la madre la angustia de
sentir frustrada su función. Dos forma de anorexia: A) reactiva o simple: que cede cuando se
modifica la conducta y disminuye la angustia materna, suele haber causas que la
desencadenan como el destete, cambio de alimento, enfermedades intercurrentes,
modificaciones en la vida del niño, separación, nacimiento de un hermano. B) forma
compleja: en que el trastorno persiste tras una modificación de la madre frente a la
alimentación de su hijo. Es una fobia al alimento dentro de un contexto afectivo relacional en
que el bebe se deprime. El inicio de la anorexia puede coincidir con un cambio en la vida del
niño, como el retorno de la madre al trabajo, cambio de alimentación. Puede darse también a
lo largo del 2 y 3er año apareciendo con caprichos alimentarios, con el rechazo selectivo de
algunos alimentos, como la carne que ha veces enmascaran mecanismos fóbicos. Las
anorexias de inercia: se dan en el segundo semestre en un contexto depresivo, se asocia a
apatía, indiferencia, desinterés por el mundo exterior, y tristeza del bebe. Las anorexias
precoces, se pone en juego el pronostico vital, en un corto espacio que desinviste la función
oralalimentaria que estaba experimentado y se cerrara a cualquier incorporación.( grave
déficit de la función materna). HIPERFAGIA, BULIMIA: la hiperfagia puede ser consecuencia de
hábitos alimentarios familiares o de conducta asociada a conflictos psicológicos o de
incapacidad de soportar frustraciones y tolerar aplazamientos de la satisfacción. Cuando las
madres madres vehiculizan su solicitud para con el bebe a través de la alimentación, el bebe
reacciona con una creciente demanda y deseo de satisfacción inmediata. De ello resulta la
anulación de la distancia entre la necesidad y la satisfacción, donde se sitúa la elaboración
simbólica y fantasmatica. La hiperfagia entraña el riesgo de engendrar obesidad.
Otros trastornos. La potomania, absorción de cantidades muy importantes de líquido. Pica
aberraciones alimentarias, ingestión de sustancias no alimenticias, como jabón, tiza, papel,
heces ( coprofagia) aparecen en trastornos del vinculo madre-hijo o en evoluciones psicóticas y
deficitarias.
Material basado en Ajuriaguerra. Manual de psiquiatría infantil.
Lic. Mariana Zapata

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