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“La verdad sobre el caso del señor Valdemar”

Edgar Allan Poe (Boston, Estados Unidos, 19 de enero de 1809-Baltimore, Estados


Unidos, 7 de octubre de 1849) fue un escritor, poeta, crítico y periodista romántico
estadounidense, generalmente reconocido como uno de los maestros universales del
relato corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue renovador de
la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror.

Desde el punto de vista del récit “La verdad sobre el caso del señor Valdemar”, nos
cuenta la historia del señor Valdemar, que a punto de morir a causa de una grave
enfermedad del pulmón decide someterse a un procedimiento que aparentemente lo
ayudará a morir en circunstancias menos dolorosas y penosas. El procedimiento al que
terminará sometiéndose Valdemar se presentará bajo circunstancias enigmáticas.
Resulta que unas horas antes de que el fallecimiento de Valdemar ocurra es sometido a
un procedimiento hipnótico, pero todo esto acabará en las circunstancias más extrañas
de todas, muy lejos de haber tenido una muerte tranquila un desasosiego se apodera de
él hasta los últimos minutos de su extraña existencia.

Atendiendo al orden cronológico en el que sucede el relato no pudimos detectar o ubicar


la presencia de prolepsis o analepsis, de modo que el relato sigue de manera ordenada o
lineal el continuo de los hechos.

Ya desde la óptica de la duración vemos presente la técnica de la ampliación y para


ilustrar o sustentar nuestra opinión procederemos a citar:

Cuando las ideas a que he aludido se me ocurrieron por primera vez, lo más natural fue
que acudiese a Valdemar. Demasiado bien conocía la serena filosofía de mi amigo para
temer algún escrúpulo de su parte; por lo demás, no tenía parientes en América que
pudieran intervenir para oponerse. Le hablé francamente del asunto y, para mi sorpresa,
noté que se interesaba vivamente. Digo para mi sorpresa, pues si bien hasta entonces se
había prestado libremente a mis experimentos, jamás demostró el menor interés por lo
que yo hacía. Su enfermedad era de las que permiten un cálculo preciso sobre el
momento en que sobrevendrá la muerte. Convinimos, pues, en que me mandaría llamar
veinticuatro horas antes del momento fijado por sus médicos para su fallecimiento.
(Poe, 1845, párr. 5)

Aquí evidentemente el autor procede a explicar alguna característica de la figura central


del relato, además, desde este párrafo 5 comienzan a darse tácitamente algunos de
hechos que más tarde veremos, por lo que podemos afirmar que el relato se cuenta de
manera ampliada.

Ya en lo concerniente al uso de la frecuencia vemos que en los párrafos 10, 9, 11, 17 y


27 se nombra un personaje con las letras “L…l.”, también se mencionan en el párrafo 8
y 13 los doctores “D… y F… “.

En lo respectivo a la disposición el estilo que utiliza el autor es indirecto, ya que son los
personajes los que se encargan de crear la atmosfera y acciones en las que se lleva a
cabo el relato, es uno de los personajes el encargado de contarnos el extraño caso que
había experimentado:

Luego de estrechar la mano de Valdemar, llevé aparte a los médicos y les pedí que me
explicaran detalladamente el estado del enfermo. Desde hacía dieciocho meses, el
pulmón izquierdo se hallaba en un estado semióseo o cartilaginoso, y, como es natural,
no funcionaba en absoluto. En su porción superior el pulmón derecho aparecía
parcialmente osificado, mientras la inferior era tan sólo una masa de tubérculos
purulentos que se confundían unos con otros. Existían varias dilatadas perforaciones y
en un punto se había producido una adherencia permanente a las costillas. Todos estos
fenómenos del lóbulo derecho eran de fecha reciente; la osificación se había operado
con insólita rapidez, ya que un mes antes no existían señales de la misma y la
adherencia sólo había sido comprobable en los últimos tres días. Aparte de la
tuberculosis los médicos sospechaban un aneurisma de la aorta, pero los síntomas de
osificación volvían sumamente difícil un diagnóstico. Ambos facultativos opinaban que
Valdemar moriría hacia la medianoche del día siguiente (un domingo). Eran ahora las
siete de la tarde del sábado. (Poe, 1845, párr. 7)

El narrador que se encuentra en el relato es de carácter homodiegético, pues, él mismo


se encuentra dentro del relato; es él quien se encarga de contarle al lector a través de su
narración y participación dentro del relato:

Durante los últimos años el estudio del hipnotismo había atraído repetidamente mi
atención. Hace unos nueve meses, se me ocurrió súbitamente que en la serie de
experimentos efectuados hasta ahora existía una omisión tan curiosa como inexplicable:
jamás se había hipnotizado a nadie in articulo mortis. Quedaba por verse si, en primer
lugar, un paciente en esas condiciones sería susceptible de influencia magnética;
segundo, en caso de que lo fuera, si su estado aumentaría o disminuiría dicha
susceptibilidad, y tercero, hasta qué punto, o por cuánto tiempo, el proceso hipnótico
sería capaz de detener la intrusión de la muerte. Quedaban por aclarar otros puntos, pero
éstos eran los que más excitaban mi curiosidad, sobre todo el último, dada la inmensa
importancia que podían tener sus consecuencias. (Poe, 1845, Párr. 3)
En este caso el narrador funde como una de las voces centrales dentro del relato, hilvana
cada una las acciones, emociones de los personajes presentes dentro del texto.

(Bibliografía)

En la preparación de este trabajo se consultaron estás fuentes, una de ellas, se utilizó


para consultar los datos biográficos del autor y la otra para es la fuente donde se
encuentra el texto completo de “La verdad sobre el caso del señor Valdemar”.

- https://es.wikipedia.org/wiki/Edgar_Allan_Poe
- https://ciudadseva.com/texto/la-verdad-sobre-el-caso-del-senor-valdemar/

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